Trabajo de Las Suc. y Donc

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO

(UASD)

ASIGNATURA
Derecho de las Suc. Y Donac.

TEMA 1:
La sucesión

SUSTENTANTES:
Soribel figuereo
Ana maría días

DOCENTE:
Ernesto Casilla Reyes
FECHA:
19-02-24
sucesión. Concepto y definición

La sucesión es la transferencia de los bienes dejado por una persona fallecida a


una o varias personas que se encuentran con vida. La sucesión está regulada por
la ley con el fin de manejar la transmisión de los bienes dejados por el fallecido a
los herederos establecidos legalmente. A través de la Sucesión una persona
llamada de cujus pasa el total o parte de los bienes que le pertenecen a otras
personas.

Para que exista una sucesión deben estar presentes las siguientes figuras
jurídicas: (a) El causante, autor o de Cujus: Es la persona fallecida de la cual se
heredan los bienes; (b) El patrimonio: Se compone por los bienes que pertenecen
a una persona, el cual debe ser apreciable en dinero; (c) El causahabiente: es la
persona que adquiere los bienes dejados por una persona luego de su muerte.

En la legislación dominicana se establecen dos tipos de sucesiones, la primera es


la sucesión intestada, en la cual el de cujus no ha dejado ninguna voluntad por
escrito, por lo que se procede conforme a lo que establece el Código Civil, siendo
esta la más común en República Dominicana y la segunda es la sucesión testada,
mediante la cual el de cujus deja plasmada su voluntad en un documento llamado
testamento.

Entonces, ¿Cuándo inicia la sucesión? el punto de partida de la apertura de la


sucesión de una persona, es su muerte. El art. 718 del Código Civil Dominicano
así lo expresa de modo claro; inicia cuando muere la persona de quien se
heredará (de cujus), de ninguna manera antes. De modo que no se puede obtener
algún bien mediante vía hereditaria mientras viva quien conferirá el bien, a menos
que así lo disponga anticipadamente.

Los hermanos Mazeaud definen sucesión de la siguiente manera: La palabra


sucesión se toma en dos sentidos. Designa la transmisión por causa de
muerte, la transferencia de los bienes del difunto a sus sucesores.

En nuestro País tenemos la tendencia a utilizar términos como “heredero”,


“testamento” o, incluso, “albacea”. Son figuras jurídicas definidas por el derecho
de sucesiones y que en mayor o menor profundidad todos comprendemos
porque afectan a la esfera familiar de una persona.
El derecho de sucesiones o derecho sucesorio es una parte del derecho
privado que se encarga de definir cómo y a quién se transmiten los derechos,
obligaciones y bienes de una persona cuando fallece. Es lo que se conoce
como sucesión mortis causa o “por causa de muerte” y las normas se encargan
de definir el reparto de esos bienes y derechos, la forma que deben tomar los
testamentos, qué hacer en caso de que no existiese ese documento o los
motivos por los que los potenciales herederos no pueden suceder a una
persona.

El albacea (Testamentario) será la persona que se encargue tanto de cumplir


con las disposiciones previstas en el testamento, como resguardar los bienes
muebles e inmuebles y lo que hubiera en metálico. Además, se encargará de
vigilar el legado de la persona fallecida mientras duren sus funciones.

Claves del derecho de sucesiones


La sucesión, según la definición que dan los expertos en el Derecho civil, es la
“sustitución de una persona en el conjunto de las relaciones jurídicas
transmisibles que correspondía, al tiempo de su muerte, a otra, o en bienes y
derechos determinados que deja el difunto”. La herencia que deja una persona
al fallecer implica, por tanto, todos aquellos derechos y obligaciones que no se
extingan por la muerte. Es decir, es universal porque comprende tanto el activo
como el pasivo del causante, pero deja fuera aquellos derechos
personalísimos, como el derecho a la vida, a la salud, a la libertad o al honor,
entre otros. La muerte de una persona es el hecho que activa el proceso
sucesorio pero la ley permite, en algunos casos, la transmisión de derechos
“inter vivos”, es decir, recibir bienes o derechos de una persona cuando ésta
aún vive.

según el Código Civil de La República Dominicana

TÍTULO I:
DE LAS SUCESIONES
CAPÍTULO I: DE LA APERTURA DE LAS SUCESIONES Y DE LA
OCUPACIÓN POR LOS HEREDEROS.

Art. 718.- Las sucesiones se abren por la muerte de aquel se derivan.

Art. 719.- (Abrogado).

Art. 720.- Si varias personas llamadas respectivamente a sucederse perecen


en un mismo acto, sin que pueda reconocerse cuál de ellas ha muerto la
primera, la presunción de supervivencia se determinará por las circunstancias
del hecho; y a falta de éstos por la edad o la fuerza del sexo.

Art. 721.- Si los que hayan muerto juntos tuviesen menos de quince años, se
presumirá que sobrevivió el de mayor edad. Si fuesen mayores de sesenta, la
presunción estará en favor del más joven. Si algunos de ellos tuviesen menos
de quince años, y otros más de sesenta, se supondrá que han sobrevivido los
primeros.

Art. 722.- Si los que han perecido juntos fueren mayores de quince años y
menores de sesenta, la supervivencia se supondrá en el varón, si hay igualdad
de edad, o si la diferencia que existe no excede de un año. Si fueren del mismo
sexo, se tendrá en cuenta la presunción de supervivencia que da lugar a la
sucesión en el orden natural; de modo que se considerará que ha sobrevivido
el más joven.

Art. 723.- La ley regula el orden de suceder entre los herederos legítimos; a
falta de éstos, los bienes pasan a los hijos naturales, después al cónyuge que
sobreviva, y en último caso al Estado.
Art. 724.- Los herederos legítimos se considerarán de pleno derecho
poseedores de los bienes, derechos y acciones del difunto, y adquieren la
obligación de pagar todas las cargas de la sucesión: los hijos naturales, el
cónyuge superviviente y el Estado, deben solicitar la posesión judicialmente, y
conforme a las reglas que se determinarán.

CAPÍTULO II:
DE LAS CUALIDADES NECESARIAS PARA SUCEDER.

Art. 725.- Para suceder es preciso existir necesariamente en el momento en


que la sucesión se abre. Por consiguiente, están incapacitados para suceder:

1o. el que no ha sido aún concebido;

2o. el niño que no haya nacido viable. (Ojo, y su Madre que pasa)

Art. 726.- Los extranjeros tienen el derecho de suceder, de disponer sobre sus
bienes y de recibir de la misma manera que los dominicanos. En los casos de
divisoria de una misma sucesión entre coherederos extranjeros y dominicanos,
éstos retirarán de los bienes situados en la República una porción igual al valor
de los bienes situados en país extranjero, de los cuales estuviesen excluidos
por cualquier título que fuese.

Art. 727.- (Modificado por la Ley 1097 del 26 de enero de 1946, G. O. 6388).
Se consideran indignos de suceder, y como tales se excluyen de la
sucesión:
1o. el que hubiere sido sentenciado por haber asesinado o intentar asesinar a
la persona de cuya sucesión se trate;
2o. el que hubiere dirigido contra éste una acusación que se hubiese
considerado calumniosa;
3o. el heredero mayor de edad que, enterado de la muerte violenta de su
causahabiente, no la hubiere denunciado a la justicia.
Art. 728.- No incurren en la exclusión a que se refiere el párrafo
3o. del artículo anterior, los ascendientes y descendientes, los afines en el
mismo grado, o cónyuges, hermanos, hermanas, tíos, tías, sobrinos del autor
de la muerte.
Art. 729.- El heredero excluido de la sucesión como indigno, está obligado a
restituir todos los frutos y rentas que haya percibido, desde el momento en que
se abrió la sucesión.

Art. 730.- Los hijos del declarado indigno, que tenga derecho a la sucesión
directamente y no por representación, no están excluidos por la falta cometida
por su padre; pero éste, en ningún caso, puede reclamar en los bienes de la
misma sucesión, el usufructo que la ley concede a los padres en los bienes de
sus hijos.

CAPÍTULO III: DE LOS DIVERSOS ÓRDENES DE SUCESIONES


SECCIÓN 1A.: DISPOSICIONES GENERALES.

Art. 731.- Suceden los hijos y descendientes del difunto, sus ascendientes y los
colaterales en el orden y según las reglas que a continuación se determinan.

Art. 732.- La ley no atiende ni al origen ni a la naturaleza de los bienes para


arreglar el derecho de heredarlos.

LEY 2569-50

(Modificada por la Ley 288-04 d/f 28/09/04 y por la Ley 173-07 d/f 17/07/07 de
Eficiencia Recaudatoria.

Impuesto sobre sucesiones

Art. 1.- Queda sujeta al pago del impuesto sucesoral, toda transmisión de
bienes muebles o inmuebles por causa de muerte, sin distinguir el caso en que
la transmisión se opere por efecto directo de la Ley, de aquel en que se realiza
por disposición de última voluntad del causante. El impuesto tendrá por base:
a) Todos los bienes muebles e inmuebles situados en el país; b) todos los
bienes muebles, cual que sean su naturaleza y situación, cuando el de Cujus o
sea dominicano o haya tenido su último domicilio en el País. * Así se le llama al
difunto porque es aquel de cuya sucesión se trata.

Art. 6.- (Modificado por la Ley 288-04, de fecha 28 de septiembre del 2004) La
tasa de este impuesto será de un 3% de la masa sucesoral, luego de
realizadas las deducciones correspondientes, para el caso de las sucesiones.
Mientras que para las donaciones la tasa del impuesto será el 25% del valor de
la donación. Los recursos y sanciones aplicables para este impuesto serán los
establecidos en el título I del Código Tributario.

Inventario en las Sucesiones

Pero siempre es necesario realizar un inventario o listado de los bienes que se


heredan para concretar la aceptación de la herencia sobre dichos bienes y
adquirir la condición de propietario de los mismos frente a terceros, ya sean los
demás copropietarios, la administración pública, los inquilinos, los restantes
socios de una sociedad, etc.

La escritura de aceptación de herencia es el documento que legitima a los


herederos para ser considerados como propietarios de los bienes de la
herencia. Y esos bienes son los que se incluyen en el inventario que se
incorpora a la escritura de aceptación.

¿Cómo se realiza ese inventario? Es una relación o enumeración de los bienes


del difunto en la que los bienes se clasifican en distintos capítulos:

1) los bienes inmuebles (viviendas, locales comerciales, fincas rústicas)

2) los bienes muebles (vehículos, mobiliario en general, cuadros, maquinaria)

3) los depósitos bancarios y demás valores y modalidades de ahorro


depositados en las entidades bancarias (cuentas corrientes, fondos, acciones
sociales).

4) los derechos sociales (acciones o participaciones sociales de sociedades


mercantiles, derechos sociales en cooperativas)

5) y los restantes bienes y derechos que pertenecieran al fallecido (cuotas en


comunidades, derechos de aprovechamiento en concesiones, titularidad de
cualquier otro derecho).
Apertura de la sucesión

La apertura de la sucesión se refiere al proceso legal mediante el cual se inicia


la liquidación y distribución de los bienes de una persona fallecida.

Aquí veremos los aspectos más importantes relacionados con la apertura de la


sucesión:

1. Fallecimiento del titular:

La sucesión se inicia con el fallecimiento del titular de los bienes, lo cual


desencadena la necesidad de distribuir la herencia entre los herederos.

2. Obtención del Certificado de Defunción:

• El primer paso es obtener el certificado de defunción del difunto, ya que


este documento es esencial para iniciar el proceso de sucesión.

3. Declaración de herederos:

• Es crucial determinar quiénes son los herederos legítimos del difunto.


Esto puede hacerse a través de un testamento o, en caso de ausencia de este,
mediante la declaración de herederos legales.

4. Inventario y avalúo de bienes:

• Aquí se procede a llevar a cabo un inventario detallado de los bienes


que forman parte de la herencia. Además, se realiza un avalúo para determinar
el valor de dichos bienes.

5. Pago de deudas y cargas:

• Antes de distribuir la herencia, se deben saldar las deudas y cargas de la


sucesión. Esto incluye impuestos pendientes, gastos funerarios y cualquier otra
obligación financiera.

6. Partición de bienes:

• La partición implica la distribución de los bienes entre los herederos de


acuerdo con la voluntad del difunto o las leyes de sucesión. Este proceso
busca garantizar una distribución justa y equitativa.
7. Registro legal:

• Es necesario registrar la sucesión ante las autoridades legales


pertinentes para formalizar la transferencia de bienes y garantizar que los
herederos tengan plenos derechos sobre la herencia.

Por otro lado, cabe señalar que los procedimientos exactos pueden variar
según la jurisdicción y las circunstancias específicas de cada caso.

Prueba de la muerte

La prueba de la muerte es un proceso legal y médico que certifica oficialmente


el fallecimiento de una persona. Este procedimiento es fundamental para la
liquidación de la herencia y la gestión de los asuntos relacionados con el
patrimonio del difunto. A continuación, se resume la importancia y los aspectos
clave de la prueba de la muerte.

Certificación Médica: La prueba de la muerte comienza con la certificación


médica del fallecimiento. Un profesional de la salud, por lo general, un médico,
es responsable de examinar al difunto y confirmar su muerte. Este paso es
crucial para establecer legalmente el hecho del fallecimiento.

Documentación Legal: Una vez confirmada la muerte, se emite un certificado


de defunción. Este documento es esencial para llevar a cabo los
procedimientos legales posteriores, como la apertura de la sucesión y la
distribución de la herencia. Contiene información vital, incluyendo la fecha, hora
y causa del fallecimiento.

Pruebas Adicionales: En algunos casos, especialmente en circunstancias


sospechosas o cuando se trata de un deceso inusual, pueden llevarse a cabo
pruebas adicionales. Estas pueden incluir autopsias forenses para determinar
la causa exacta de la muerte y asegurar que no haya circunstancias
sospechosas.

Registro Oficial: El certificado de defunción se registra oficialmente en las


autoridades civiles. Este registro es necesario para actualizar el estado civil del
difunto y garantizar que los registros legales reflejen con precisión su
fallecimiento.
Importancia para la Herencia: La prueba de la muerte es esencial para la
gestión de la herencia y la liquidación de los bienes del difunto. Facilita la
identificación de herederos legítimos, la partición de bienes y el cumplimiento
de las obligaciones legales y fiscales asociadas.

Aspectos Éticos y Culturales: La prueba de la muerte no solo se centra en lo


médico y lo legal, sino que también aborda aspectos éticos y culturales.
Diferentes culturas tienen prácticas y rituales específicos relacionados con la
muerte, y estos deben ser respetados durante todo el proceso.

Impacto Social y Emocional: Además de sus dimensiones técnicas, la prueba


de la muerte tiene un impacto social y emocional significativo. La pérdida de un
ser querido afecta emocionalmente a la familia y la comunidad, y el proceso de
certificación de la muerte puede ser un momento delicado que requiere apoyo y
comprensión.

En resumen, la prueba de la muerte no solo certifica un evento médico, sino


que también desencadena procesos legales y sociales cruciales. Aborda
aspectos sensibles de la experiencia humana, desde la certificación médica
hasta la gestión emocional de la pérdida, destacando la importancia integral de
este proceso en la sociedad.

Derecho de sucesiones y donaciones

Momento de apertura de las sucesiones y conmorientes

La sucesión se abre en el momento en que muere el autor de la herencia o


cuando se declara la presunción de muerte.

En caso de que el de cujus no haya nombrado albacea, cada uno de los


herederos puede, siempre que no haya sido nombrado heredero de cosa o
bienes determinados, reclamar la totalidad de la herencia que le corresponde
juntamente con otros, sin que se pueda oponer la excepción de que la herencia
no le corresponde por entero.

En caso de que sí se nombre albacea, él deberá promover la reclamación de la


herencia, y en caso de dilación u omisión, los herederos podrán solicitar su
remoción.
El derecho a reclamar la herencia prescribe a los diez años de la muerte del
autor de la herencia y es transmisible a los herederos.

Albacea

Albacea es la persona encargada por un testador o por un juez de cumplir la


última voluntad del causante y custodiar sus bienes. En el primer caso se
denomina ejecutor testamentario, y en el segundo, ejecutor o albacea dativo.

Los conmorientes

Se define como conmorientes aquellas personas que son mutuos herederos


(por ejemplo, padre e hijo) y que mueren en circunstancias que no permiten
demostrar cuál ha fallecido en primer lugar.

"Conmorientes" es un término legal que se refiere a personas que mueren en


un mismo evento, accidente o situación, y se hace necesario determinar el
orden de fallecimiento para efectos de sucesión, herencia u otros asuntos
legales.

En situaciones donde varias personas fallecen al mismo tiempo o en un corto


período de tiempo y no es posible determinar quién murió primero, se utilizan
reglas legales para establecer el orden de fallecimiento. Esto es importante en
casos de herencia, seguros de vida, propiedad conjunta, entre otros aspectos
legales.

Esta ocurre cuando hay un acontecimiento en el que hay fallecimientos


simultáneos como consecuencia de una catástrofe (inundación, manga de
agua, suicidio colectivo, accidente, naufragio, etc.), catástrofes donde haya
habido varias personas declaradas muertas por el mismo acontecimiento.

Esas personas, para aplicarle la teoría de los conmorientes, necesitan ser


recíprocamente sucesoras, o sucesoras entre sí. Por medio de esta teoría
determinamos en qué momento exacto ha muerto cada persona, siempre el
acta de defunción tendrá un papel decisivo, porque esta enunciara el día, la
hora y el lugar de la defunción; pero si no es posible en hecho determinar el
orden en que han sucedido las muertes, se acude a la teoría de los
conmorientes contenidas en los artículos 720, 721, 722 del Código Civil
Dominicano que citaremos a continuación.
-El articulo 720 expresa, "Si varias personas llamadas respectivamente a
sucederse perecen en un mismo acto, sin que pueda reconocerse cuál de ellas
ha muerto la primera la presunción de supervivencia se determinara por las
circunstancias del hecho; y a falta de estas por la edad o la fuerza del sexo".
Como se puede ver, es el mismo Código Civil el que exige que se trate de
establecer quién murió primero por cualquier circunstancia que pueda hacerse.

Cuando no se puede determinar por ninguna manera, entonces se aplica la


teoría de los conmorientes. La teoría tiene lagunas y no prevé todas las
eventualidades. Y las presunciones legales no pueden ser extendidas a
situaciones que no prevé.

Pero sí debe tenerse en cuenta cuándo se aplica, y sólo se aplica cuando hay
ausencia de todo indicio. Es decir, que tiene un carácter subsidiario porque
tiene que determinarse primero por las circunstancias del hecho.

En 1928, la Jurisprudencia Francesa (que es bastante estricta en este asunto)


dijo que el tribunal podrá considerar que murió antes el que no sabía nadar ni
tenía salvavidas; en este caso había un indicio por lo menos: el que una de las
víctimas sabía nadar y la otra no.

-El artículo 721 establece, "Si los que hayan muerto juntos tuviesen menos de
quince años, se pronunciara que sobrevivió el de mayor edad. Si fuese mayor
de sesenta la presunción estará a favor del más joven. Si algunos de ellos
tuviesen menos de quince años y otros más de sesenta, se supondrá que han
sobrevivido los primeros".

-El artículo 722 dice, "Si los que han perecidos juntos fueren mayores de
quince y menores de sesenta, la supervivencia se supondrá en el varón, si hay
igualdad de edad o si la diferencia que existe no excede de un año. Si fueren
del mismo sexo, se tendrá en cuenta la presunción de supervivencia que da
lugar a la sucesión en el orden natural, de modo que se considerará que ha
sobrevivido el más joven".

La prueba del orden de las muertes por las circunstancias del hecho es un
concepto crucial en investigaciones criminales y casos legales donde múltiples
muertes están involucradas en un evento complejo. Este proceso implica
determinar el orden cronológico en el que ocurrieron las muertes, lo cual puede
ser fundamental para establecer responsabilidades legales y comprender la
secuencia de eventos.

En la investigación de casos donde se sospecha de homicidio múltiple, los


investigadores y expertos forenses utilizan diversas herramientas y técnicas
para determinar el orden de las muertes. Esto puede incluir el análisis de la
escena del crimen, la autopsia de las víctimas, el testimonio de testigos y el
análisis de pruebas físicas como la trayectoria de las balas, marcas de tiempo
en dispositivos electrónicos, entre otros.

Es importante destacar que la determinación del orden de las muertes puede


ser compleja y desafiante, especialmente en situaciones caóticas o donde hay
múltiples factores involucrados. Los errores en la determinación del orden de
las muertes pueden tener consecuencias significativas en la justicia penal, por
lo que se requiere un enfoque riguroso y meticuloso en la recopilación y
análisis de pruebas.

Las presunciones legales de supervivencia

Código civil de la república dominicana.

Art. 1349.- Son presunciones, las consecuencias que la ley o el

magistrado deduce de un hecho conocido a uno desconocido.

PÁRRAFO I: De las presunciones establecidas por la ley

Art. 1350.- La presunción legal, es la que se atribuye por una ley especial a
ciertos actos o hechos, tales como: 10. los actos que la ley declara nulos, por
presumirse hechos en fraude de sus disposiciones, atendida a su propia
cualidad; 2o. los casos en que la ley declara que la propiedad o la liberación
resultan de ciertas circunstancias determinadas; 30. la autoridad que la ley
atribuye a la cosa juzgada; 4o. la fuerza que la ley da a la confesión de la parte
o a su juramento.

Art. 1352.- La presunción legal dispensa de toda prueba a aquel en provecho


del cual existe. No se admite ninguna prueba contra la presunción de la ley,
cuando sobre el fundamento de esta presunción anula ciertos actos o deniega
la acción judicial, a menos que me reserve la prueba en contrario, y salvo lo
que se dirá respecto al juramento y confesión judiciales.
Restricciones jurisprudenciales

El presente estudio contiene un análisis del sistema legal de la acción penal


popular y de la corriente restrictiva que representa una reciente doctrina del
Tribunal Supremo, que no puede considerarse ni mucho menos pacífica.
Plantea el autor las críticas y desajustes que suscita la proliferación de ciertas
acusaciones populares en procesos penales especialmente mediáticos,
tratando de articular el ejercicio de este derecho constitucional sin contravenir
las disposiciones del ordenamiento procesal penal.

La Transmisión de la Sucesión

Para comenzar a tratar este tema tenemos que hacer referencia a lo que es
“EL DIFUNTO” quien es la persona fallecida que tenía un patrimonio que va a
ser transmitido a sus sucesores luego de que se presente el acta de defunción,
para dar apertura la sucesión y que llamaremos también en esta materia “de
cujus”.

Según los hermanos Macead, las causas que dan apertura a la sucesión son
las siguientes:

1. La muerte del “de cujus”, porque explica Macead que el patrimonio


permanece unido o atado a la persona hasta el momento de su muerte, que es
probada con el acta de defunción, según explica también Artigan Pérez.

2. Según el artículo 718 del Código Civil, la sucesión puede ser apertura da
también por la muerte civil, además, de la natural que acabamos de mencionar
anteriormente. Aunque la muerte civil, sólo era tomada en cuenta con los
condenados a cadena perpetua, pero en República Dominicana no se toma en
cuenta este tipo de muerte porque hay pena máxima de 30 años.

3. Por desaparición, explica Artigan Pérez, cuando un cuerpo no aparece,


pero se presume que está muerto, o sea, desapareció en circunstancias
peligrosas para la vida de esa persona y se presume su fallecimiento. Para que
esta situación pueda llevar a transmisión de bienes o sucesión debe de haber
una sentencia por desaparición.

4. Por la ausencia, desaparición del cuerpo físico por largo tiempo. En este
caso, no es que se realiza la sucesión, sino que se le entrega una posesión y
los sucesores pueden portarse como herederos, ya que si el desaparecido o el
ausente aparecen entonces hay que restituir los bienes.

La fecha de la Apertura de la Sucesión

Es en la fecha de la muerte del “de cujus”.La determinación de la fecha de la


muerte es vital porque es la que hace el llamado de los herederos que van a
recoger la sucesión y permite fijar la partición de los bienes.

La prueba principal que da fe de la fecha de apertura de la sucesión es el acta


de defunción del “de cujus. Hay casos excepcionales como son los casos de
los conmorientes, que es cuando dos o más personas perecen en un mismo
suceso o hecho y no saben quién falleció primero.

Esta situación trae dificultad porque hay veces que hay ´´comurientes´´ que son
llamados respectivamente a la sucesión uno del otro y es importante fijar la
muerte de cada uno de ellos; para esto el código civil tiene disposiciones que
predisponen la fecha de acuerdo a rangos del orden de las pruebas como la
edad, el sexo, etc.

Ahora, pasaremos a hablar sobre el lugar de la apertura de la sucesión. Según,


los hermanos Mazeaud, el lugar donde se abre la sucesión son en el último
domicilio del “de cujus”.

La apertura se lleva a cabo en el lugar donde vivía el “de cujus” al momento de


su muerte, pero no se abre la sucesión en el lugar donde muere el difunto, sino
donde vivía.Se puede definir como heredero como los descendientes que
sobreviven al “de cujus” y que legítimamente le corresponde el patrimonio del
“de cujus”.

Capacidad de ser sucesibles:

Para poder heredar el hijo debe nacer vivo y viable.

También el hijo concebido tiene capacidad de heredar.

Primero hay que existir, eso se denomina capacidad sucesoria


Desde la concepción una persona adquiere personalidad jurídica. De la muerte
de una persona o de la concepción de una personal dependerá el llamamiento
hereditario.

Por otro lado, la indignidad sucesoria. La indignidad es definida, como la


situación jurídica que lleva consigo una capacidad, una pena privada, ya que el
heredero queda excluido de la sucesión por haberse mostrado indigno.

Indignidad en Rep. Dominicana

Nuestra legislación establece los distintos casos en que un heredero será


considerado indigno en el Art. 727 del Código civil, el cual establece que:

“Se consideran indignos de suceder, y como tales se excluyen de la sucesión:

· 1o. El que hubiere sido sentenciado por haber asesinado o intentar


asesinar a la persona de cuya sucesión se trate;

2o. el que hubiere dirigido contra éste una acusación que se hubiese
considerado calumniosa;

3o. el heredero mayor de edad que, enterado de la muerte violenta de su


causahabiente, no la hubiere denunciado a la justicia.

La doctrina establece que en el primer caso se necesita una decisión judicial


para condenación del heredero, puesto que la indignidad no existe más que si
el heredero ha sido condenado.

Comprobación de la indignidad

Para entender la comprobación cabe analizar las siguientes opiniones en


cuanto a la misma:

¿Rige de pleno derecho la indignidad desde el instante en que se hayan


reunido sus elementos constitutivos o hay que admitir que al igual que una
pena infligida por una jurisdicción penal, no puede resultar sino de una
resolución judicial?

La indignidad, en el caso de la primera opinión, tiene un carácter automático,


es decir que el heredero adquiere automáticamente la condición de indigno al
momento de cometer algunos de los hechos previstos por ley contra el de
cujus, por lo que podemos afirmar que se encuentra en ‘‘estado de indignidad’’
situación jurídica que los hermanos Mazeud expresan que existe ‘‘ al margen
de toda intervención judicial, por lo cual el tribunal se limitara entonces a
comprobar el ‘‘estado de indignidad’’ y la sentencia será entonces declarativa.

En cuanto a la segunda opinión, se invocan los precedentes del antiguo


derecho y el hecho de que en el último caso establecido por ley de indignidad,
los jueces deben examinar si el heredero tenía conocimiento del hecho, en este
caso las sentencias dictadas serian entonces constitutivas, es decir que
crearían el estado de indignidad.

Personas que pueden alegar indignidad

Los coherederos del indigno pueden alegar indignidad, a falta de ellos el


heredero subsiguiente. Así mismo un legatario universal al que la presencia del
indigno, único sucesible, reduzca la parte de libre disposición7.

Efectos de la indignidad

La indignidad, al tratarse de una sanción contra el heredero, tiene los


siguientes efectos:

1. Impide al heredero recoger los bienes del de cujus: el indigno es ajeno a


la sucesión desde el día de la apertura de la misma, aunque cuando la causa
de indignidad sea posterior a la muerte (falta de denuncia de muerte violenta
del de cujus); así que debe devolver los bienes que haya recibido y estos serán
transmitidos a los demás herederos de igual rango y a falta d estos a los
herederos subsiguientes.

El Art. 729 de nuestro Código Civil establece que: ‘‘el heredero excluido de la
sucesión como indigno, está obligado a restituir todos los frutos y rentas que
haya percibido, desde el momento en que se abrió la sucesión.

2. Efectos con respecto a los hijos del indigno: el Art. 730 del mismo código
establece que: ‘‘Los hijos del declarado indigno, que tenga derecho a la
sucesión directamente y no por representación, no están excluidos por la falta
cometida por su padre; pero éste, en ningún caso, puede reclamar en los
bienes de la misma sucesión, el usufructo que la ley concede a los padres en
los bienes de sus hijos.
Efectos en cuanto a terceros: en caso de que el indigno haya tomado posesión
de los bienes de la sucesión y algunos terceros haya podido contratar con él en
cuanto a estos, por causa de obrar la indignidad desde el día de la sucesión
desde el día de la muerte del de cujus, los actos que se hayan celebrado en
cuanto a dichos bienes quedan invalidados.

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