TFM-2399 Collado Martà - N
TFM-2399 Collado Martà - N
TFM-2399 Collado Martà - N
Autor:
Francisco Collado Martín
Tutores:
Isidoro Lillo Bravo (Profesor titular)
Jose María Delgado Sánchez (Profesor Ayudante Doctor)
El tribunal nombrado para juzgar el Proyecto arriba indicado, compuesto por los siguientes miembros:
Presidente:
Vocales:
Secretario:
Sevilla, 2022
El motivo de este trabajo es la realización de un análisis en profundidad del cálculo del rendimiento de plantas
fotovoltaicas. Para ello, está generalmente extendido el uso del índice de rendimiento o Performance Ratio,
definido a partir de una fórmula general enunciada en la IEC 61724 de las normas UNE-EN.
Sin embargo, existen numerosos estudios en los que se ha tratado de calcular el índice de rendimiento de
plantas fotovoltaicas a partir de otras fórmulas, bien modificando levemente la fórmula anteriormente
mencionada, o bien definiendo parámetros similares que también reflejan el rendimiento de la planta de una
manera o de otra.
La finalidad de este trabajo es, principalmente, analizar si los estudios recientes han dado con una fórmula que
sea similar o incluso mejor que la que se emplea de manera general según la IEC 61724, de manera que sirva
para una rápida identificación de caídas de rendimiento en la planta por parte de los técnicos encargados de su
mantenimiento.
Abstract
The purpose of this work is to carry out an in-depth analysis of the calculation of the performance of
photovoltaic plants. For this purpose, the Performance Ratio, defined on the basis of a general formula set out
in IEC 61724 of the UNE-EN standards, is generally used.
However, there are numerous studies that have tried to calculate the performance ratio of photovoltaic plants
from other formulas, either by slightly modifying the aforementioned formula, or by defining similar
parameters that also reflect the performance of the plant in one way or another.
The purpose of this work is mainly to analyze whether recent studies have come up with a formula that is
similar to or even better than the one generally used according to IEC 61724, so that it can be used for quick
identification of plant performance drops by the technicians in charge of its maintenance.
10
Índice
Resumen 9
Abstract 10
Índice 11
Índice de Tablas 13
Índice de Figuras 14
1. Introducción 17
2. Objetivos del trabajo 19
3. Radiacion solar 20
3.1 Descripción de la radiación solar 20
3.2 Componentes de la radiación solar 21
3.3 Medida de la radiación solar. 22
3.4 Predicción de la radiación solar a largo plazo. 24
4. Metodología de análisis 25
4.1 Plantas fotovoltaicas objeto de estudio 25
4.1.1 Plantas Tipo I: Reino Unido 25
4.1.2 Plantas Tipo II: Italia 25
4.1.3 Plantas Tipo III: España 26
4.2 Datos analizados 27
4.2.1 Análisis de datos de irradiación 27
4.2.2 Análisis de datos de producción 28
4.2.3 Análisis de datos de temperatura de los módulos 28
4.2.4 Análisis de datos de temperatura ambiente 29
4.2.5 Análisis de datos de velocidad del viento 29
4.2.6 Hoja de cálculo 29
5. Parámetros de rendimiento 32
5.1 Final o Specific Yield (YF) 32
5.2 Factor de capacidad (FC) 33
5.3 Performance Ratio (PR) 35
5.3.1 Modelo de Haeberlin, H. y Beutler, C. (1995) 36
5.3.2 Modelo IEC 61724 (1998) 39
5.3.3 Modelo de Thomas Huld, Ralph Gottschalg, Hans Georg Beyer y Marko Topic (2010) 41
5.3.4 Módelo de NREL (2013) 43
5.3.5 Modelo IEA PVPS TASK 2 (2014) 45
5.3.6 Modelo de Wang, J., Qian, Z., Zareipour, H., Wood, D. (2018) 47
5.3.7 Modelo de Jordan, D., Deline, C., Kurtz, R., Kimball, M., Anderson, M. (2018) 49
5.3.8 Modelo de Dhimish M. (2020) 50
5.3.9 Frecuencia de muestreo y análisis 54
5.3.10 Conclusiones de la Metodología Performance Ratio 55
6. Impacto Económico en el Performance Ratio 58
7. Conclusiones 61
8. Referencias 62
12
ÍNDICE DE TABLAS
a energía solar fotovoltaica es aquella que permite transformar la radiación proveniente del sol en
L energía eléctrica. Es una fuente de energía renovable y limpia, y su generación puede ser a pequeña
o gran escala debido a su fácil modulabilidad, por lo que es útil tanto a nivel de autoconsumo
residencial o industrial como en grandes plantas de generación conectadas a red para venta de
energía eléctrica.
El proceso de transformación de energía en forma de radiación a energía eléctrica se realiza por medio de
células fotovoltaicas, que son dispositivos eléctricos que funcionan mediante el llamado efecto fotovoltaico. La
luz solar está compuesta por partículas energéticas o fotones que corresponden con las diferentes longitudes de
onda del espectro solar. Cuando estos inciden sobre una célula pueden ser reflejados, al entrar en contacto con
su superficie, o absorbidos, en cuyo caso su energía se transfiere a un electrón de un átomo de la célula, el cual
es capaz de escapar de su posición libre para pasar a formar parte de una corriente en un circuito eléctrico.
Todo sistema fotovoltaico, sea cual sea su tamaño o finalidad, está compuesto por una serie de componentes o
elementos comunes, los cuales se describen de manera general a continuación:
Las unidades principales de generación son los módulos fotovoltaicos. Están compuestos por varias células
fotovoltaicas interconectadas eléctricamente entre si. Dependiento de los materiales semiconductores
empleados tendrán características distintas (rendimiento de conversión, degradación, etc). La tecnología más
extendida actualmente es el silicio cristalino, monocristalino (c-Si) o policristalino (p-Si). Otras alternativas
son las tecnologías de lámina delgada (CdTe, CIGS, a-Si), aunque su desarrollo industrial aún no ha
conseguido compensar los costes con las eficiencias ofrecidas por el silicio cristalino.
Los módulos fotovoltaicos se instalan en el terreno sobre distintos tipos de estructuras, que pueden ser fijas o
móviles. Las estructuras metálicas fijas se orientan según una única dirección en el emplazamiento y pueden o
no tener una inclinación. Las estructuras móviles se llaman seguidores y pueden ser a uno o a dos ejes. Estos
buscan en todo momento orientar los módulos fotovoltaicos a la posición del Sol. Sin embargo, la mayor
producción obtenida por la planta fotovoltaica con seguidores está condicionada a un mantenimiento más
exhaustivo de carácter eléctrico y mecánico, además de una mayor afectación a las cargas de viento.
La energía generada por los módulos fotovoltaicos es transportada hacia los inversores, que son los equipos
responsables de convertir la corriente continua (DC) generada en corriente alterna (AC) adecuada para el
transporte y el consumo final. En ellos además se garantizan las condiciones de estabilidad de red que el
Operador Eléctrico exige en cada emplazamiento (armónicos, huecos, etc). Existen diferentes tipos de
inversores: multistring o centrales, dependiendo de cómo se conecten a él los strings de módulos fotovoltaicos,
monofásicos o trifásicos, en función de la potencia y tensión AC que soporten.
Al ser el inversor el corazón de la planta fotovoltaica, es decir, el equipo con mayor importancia en lo referente
a la adaptación de la energía generada a los requerimientos y necesidades del Operador Eléctrico, este se
protege eléctricamente tanto a la entrada como a la salida por diferentes dispositivos de protección tales como
magnetotérmicos, seccionadores de corte, fusibles (sobrecorrientes o cortocircuitos), diferenciales (fugas) y
varistores (sobretensiones).
La energía en forma de corriente alterna transformada por los inversores es llevada a un transformador que
eleva o reduce la tensión para adaptarla a las condiciones de la red de distribución o transporte a la cual vaya a
verterse.
Adicionalmente se hace indispensable disponer de un sistema de monitorización de la operación de la planta y
sus componentes de manera que se optimicen los procesos y sea más fácil detectar posibles incidencias como
fallos en la red, los equipos o los dispositivos de protección. Para ello se suele disponer de un sistema SCADA
(Supervisory Control and Data Adcquisition) encargado de recopilar los datos y generar alarmas en tiempo
real según unos umbrales configurados con anterioridad. El objetivo final es maximizar la generación eléctrica
de la planta fotovoltaica.
Figura 1: Componentes principales de una planta fotovoltaica de conexión a red [21]
Por lo general, la vida útil de cualquier planta fotovoltaica se estima en unos 30 años. Este es el tiempo que la
mayoría de los fabricantes de módulos fotovoltaicos ofrecen de garantía de producción de sus productos. Sin
embargo, la producción de una planta fotovoltaica será diferente dependiendo de la localización de la misma.
La generación total durante la vida útil de la planta se ve afectada sobre todo por las condiciones del
emplazamiento, tales como la radiación solar incidente, la distancia al ecuador y la altitud. Otros factores como
la temperatura ambiente o el tipo de terreno (árido, húmedo, seco) también afectan al rendimiento y
producción de la planta fotovoltaica, por lo que es necesario realizar un estudio exhaustivo previo de todos
estos factores a fin de determinar la rentabilidad de una inversión que no es precisamente desdeñable.
De entre todos los factores anteriormente mencionados, la radiación solar tiene, sin duda, el peso más
importante a la hora de determinar el rendimiento de una planta fotovoltaica. Por ello, la mayoría de los índices
que miden la calidad de una planta fotovoltaica a lo largo de su vida útil toman incluso este factor como único
para el análisis. Sin embargo, es objeto de estudio en este trabajo analizar cómo otros factores como la
temperatura ambiente y, por tanto, la temperatura que alcanzan los módulos fotovoltaicos afecta también de
forma considerable en el rendimiento de la planta y, por tanto, es necesario considerarlos también en el
análisis.
18
2. OBJETIVOS DEL TRABAJO
l objetivo principal de este Proyecto Fin de Máster es analizar el Performance Ratio como indicador del
Erendimiento de una planta fotovoltaica. Para ello, se establecen los siguientes objetivos secundarios:
1. Analizar las diferentes fórmulas de cálculo del PR según bibliografía, destacando ventajas e
inconvenientes de cada una de ellas.
2. Analizar los datos reales obtenidos de tres plantas fotovoltaicas en diferentes emplazamientos: Reino
Unido, Italia y España.
3. Calcular el Performance Ratio (PR) y analizar su evolución en diferentes períodos anuales (2016 –
2020), con las diferentes fórmulas anteriormente expuestas, para las tres plantas fotovoltaicas de
estudio.
4. Discutir los resultados obtenidos, poniendo de manifiesto diferencias entre cada una de las
metodologías empleadas.
3. RADIACION SOLAR
n este apartado se estudia en detalle la radiación solar, sus características y tipos, su variación a lo largo
E del año y los equipos de medida. Además, se expone una herramienta para tratar de predecirla a largo
plazo, discretizada a lo largo del año.
Figura 2: Diferencia entre irradiancia e irradiación. Datos de la ciudad de Málaga el día 16/09/2020 [2]
20
3.2 Componentes de la radiación solar
En función de cómo inciden los rayos procedentes del Sol sobre la superficie terrestre se distinguen tres tipos o
componentes de la irradiancia solar:
• Irradiancia directa: es la que llega directamente del disco solar sin que se desvíe en su paso por la
atmósfera terrestre. Es la de mayor energía, tiene una naturaleza direccional y una alta variabilidad
espacio-temporal. Es la más importante en las aplicaciones fotovoltaicas.
• Irradiancia difusa: es la que procede de toda la bóveda celeste excepto del disco solar, esto es, la que
sufre cambios en su dirección y es dispersada a su paso por la atmósfera terrestre.
• Irradiancia global: es la suma de la radiación directa y la radiación difusa sobre una misma superficie,
es decir, el total de la radiación que llega a un determinado lugar.
Según el día esté despejado o con nubes, la forma característica de la curva de irradiancia diaria es de una
forma u otra. Las Figuras 3 y 4 muestran gráficamente esta diferencia:
22
En la actualidad los dos dispositivos más comunes empleados en las plantas fotovoltaicas son el piranómetro
y la célula solar. Si se emplean células solares del mismo tipo que los módulos fotovoltaicos instalados en la
planta, con el mismo ángulo de inclinación, azimut y con una correcta calibración, los errores en la medida de
la radiación solar a lo largo del día están comprendidos entre ±2,4%. Por el contrario, emplear un piranómetro
para la medida puede inducir a errores del orden del ±5% [3]. Por tanto, en cuanto a la precisión en la medida
de la radiación solar incidente en una planta fotovoltaica, es preferible emplear una célula solar correctamente
colocada y calibrada que un piranómetro.
24
4. METODOLOGÍA DE ANÁLISIS
4.1 Plantas fotovoltaicas objeto de estudio
Dado que el PR no sólo depende de la capacidad fotovoltaica instalada, sino de las condiciones ambientales
que influyen en la operación del activo, se hará un análisis comparativo en cuatro años, usando los datos de
tres plantas fotovoltaicas instaladas en geografías con climas diferentes:
• Planta Tipo I: Reino Unido. Clima frío y nivel de radiación bajo.
• Planta Tipo II: Norte de Italia. Clima mediterráneo y nivel de radiación medio.
• Planta Tipo III: Sur de España. Clima cálido y nivel de radiación alto.
26
Figura 13: Vista Satélite de la planta tipo III [8]
• Se identifican los períodos con falta de datos. Al igual que en los equipos de medida de la
irradiación, esto puede deberse a fallos de comunicación o a actividades de mantenimiento
correctivo o preventivo. Se realizará el análisis a partir de que se disponga de datos de al menos uno
de los inversores.
• Se analizan los datos buscando valores de producción negativos. Estos suelen deberse a consumos
de los inversores durante los períodos nocturnos. No se encuentran, por lo que se concluye que
ambos inversores apenas tienen consumos durante la noche.
• Se comparan los valores de producción de todos los inversores, ya que al ser de la misma potencia
nominal y tener la misma potencia pico de entrada, los valores deben ser similares salvo por fallos
que tengan lugar en la planta fotovoltaica. Se concluye que los inversores registran datos similares,
por lo que, para facilitar el análisis de los datos, se decide tomar un único valor, calculado como la
suma, esto es, la potencia total de la planta fotovoltaica.
• En primer lugar, se comparan los valores registrados de ambos sensores de temperatura, pues los
valores deben ser similares salvo por fallos que tengan lugar en la planta fotovoltaica, tales como
sombras, o por fallo de calibración de los sensores. Se concluye que ambos sensores registran datos
similares, por lo que, para facilitar el análisis de los datos, se decide tomar un único valor, calculado
como la media aritmética del valor registrado por ambos sensores.
• Se filtran los datos de temperatura de los módulos en función de los valores de radiación útiles
anteriormente calculados. De esta manera, como se ha comentado anteriormente, se reflejan los
datos desde la salida hasta la puesta de sol, es decir, datos útiles durante la producción fotovoltaica.
28
4.2.4 Análisis de datos de temperatura ambiente
Los datos de temperatura ambiente han sido obtenidos de la estación meteorológica más cercana a la planta
fotovoltaica en cada caso de estudio. A partir de ellos:
• Se filtran los datos de temperatura ambiente en función de los valores de radiación útiles
anteriormente calculados. De esta manera, como se ha comentado anteriormente, se reflejan los
datos desde la salida hasta la puesta de sol, es decir, datos útiles durante la producción fotovoltaica.
• Se filtran los datos de velocidad del viento en función de los valores de radiación útiles
anteriormente calculados. De esta manera, como se ha comentado anteriormente, se reflejan los
datos desde la salida hasta la puesta de sol, es decir, datos útiles durante la producción fotovoltaica.
A partir de aquí se calculan los datos de rendimiento para diferentes períodos: quinceminutales, horarios,
diarios, semanales, mensuales y anuales. A partir de los datos anuales se calculan las gráficas de la derecha, a
partir de la columna EL, las cuales representan la evolución del rendimiento anual calculado a partir de las
diferentes fórmulas empleadas. Además, se incluyen otras gráficas de interés, aunque poco representativas
para el análisis que nos concierne.
30
Figura 14: Detalles de las distintas secciones de la hoja de cálculo desarrollada para analizar los datos de
producción de forma automática, obteniendo indicadores globales de la planta fotovoltaica a partir de sus datos
de operación quinceminutales.
5. PARÁMETROS DE RENDIMIENTO
n esta sección se definen varios parámetros utilizados globalmente para calcular el renfimiento de una
E planta fotovoltaica [9]. Se profundiza más en el Performance Ratio (PR), el más empleado a nivel
global, para el que se definen y analizan varias fórmulas propuestas por diferentes autores.
𝐸 [𝑘𝑊ℎ]
𝑌𝐹 [ℎ] = 𝑃𝐴𝐶 (1)
𝑝𝑖𝑐𝑜 [𝑘𝑊]
Siendo 𝐸𝐴𝐶 [𝑘𝑊ℎ] = 𝑃𝑠𝑖𝑠𝑡 [𝑘𝑊] · 𝛥𝑡[ℎ], la energía eléctrica generada a la salida del inversor. Es un buen
indicador para comparar el rendimiento de varias plantas fotovoltaicas situadas en localizaciones próximas
cuyos módulos estén montados sobre estructuras similares (fijas o móviles, orientación e inclinación), sobre
todo de cara al prediseño de instalaciones. Para plantas en ubicaciones muy distintas no es válido por la
diferencia de valores de radiación que puede existir entre ambas.
Sin embargo, estudios realizados en varias plantas fotovoltaicas similares situadas próximas a Freiburg,
Alemania [10], pero cuya puesta en marcha se efectuó en años diferentes y conformadas por distintos tipos de
módulos e inversores, observaron una desviación de ±10% en el valor de 𝑌𝐹 .
En el caso de que en la planta fotovoltaica no existan dispositivos de medición de la radiación solar o los datos
no estén disponibles, es una buena opción medir el rendimiento de esta a partir del 𝑌𝐹 , típicamente en períodos
diarios, mensuales o anuales.
En la Figura 15 se presentan los datos obtenidos de calcular el Specific Yield en cada una de las geografías
analizadas, y cada una de ellas en la serie temporal 2016-2019. Se observa que, tanto en Reino Unido como en
España, la serie tiene una tendencia positiva, mientras que en Italia hay un punto de inflexión entre 2018 y
2019. A nivel mensual, el Specific Yield representa un perfil proporcional a la radiación solar disponible,
siendo máximo en los meses de verano, y mínimo en los meses de invierno. Cuando se comparan los perfiles
obtenidos en cada localización seleccionada, observamos como el perfil gaussiano es más acusado en Reino
Unido y en el extremo opuesto se encuentra España, consecuencia de que éste último emplazamiento ofrece
días con más horas de sol y a un nivel de irradiancia mayor.
32
Figura 15: Specific Yield obtenido para las plantas de Reino Unido (arriba), Italia (medio) y España (abajo),
para los años 2016-2019. Derecha, variación anual; izquierda variación mensual para el año 2016 de
referencia.
𝐸𝐴𝐶 [𝑘𝑊ℎ]
𝐹𝐶[%] = 𝐸 ∗ 100 (2)
𝐴𝐶,𝑖𝑑𝑒𝑎𝑙 [𝑘𝑊ℎ]
Es un indicador del rendimiento operativo de la planta fotovoltaica que tiene en cuenta de forma global todos
los factores que merman la producción real de una planta fotovoltaica respecto de su producción ideal. La
producción ideal es calculada como el producto de la potencia nominal de la misma multiplicada por las horas
de uso de la instalación (HSP). Sin embargo, la energía producida y vertida a la red se ve afectada por multitud
de factores como la radiación solar, las nubes, la temperatura ambiente, las sombras, la disponibilidad de la
red, los fallos del sistema, etc. que hacen que la producción real esté siempre por debajo de la ideal. Y, por
tanto, el inconveniente de este indicador es que no ofrece una discretización de todos los factores anteriores,
por lo que no permite identificar los fallos que justifican una producción por debajo de lo esperado, o aspectos
de mejora en la operación y mantenimiento de la planta. En la práctica, el Factor de Capacidad de una planta
nunca es del 100%, sino que se ve disminuido por las operaciones de mantenimiento preventivo, fallos en los
equipos (mantenimiento correctivo), ausencia de demanda de electricidad o indisponibilidad de red para
evacuación, intermitencia del recurso solar, pérdidas inherentes a los equipos (inversores, transformadores,
etc).
La tabla 1 presenta valores típicos para diferentes fuentes de generación eléctrica. Uno de los inconvenientes
es definir el coeficiente de forma que los resultados sean equivalentes independendientemente de la tecnología
empleada. De ahí que en la bibliografía se encuentren datos de Factor de Carga para plantas fotovoltaicas
considerando 24h de operación al día para equipararla a una central nuclear o de ciclo combinado, o bien
considerando sólo las horas de sol disponibles, o incluso sólo las horas operativas de la planta (descontando los
intervalos temporales con nubes o nieve, y sin recurso solar).
En la figura 16 se presentan datos del Factor de Capacidad para tres plantas en geografías con climas
diferentes, durante cuatro años consecutivos (2016 – 2019). En el caso de la planta ubicada en España, el
factor de capacidad es estable a largo del tiempo, lo que indica que las condiciones de operación y
mantenimiento son adecuadas y se garantiza una inyección de energía constante. En el caso de la planta
instalada en Reino Unido, la tendencia es positiva: a medida que pasan los años el Factor de Capacidad
aumenta (de 26% a 28%), lo que significa que se ha optimizado progresivamente la operación y
mantenimiento para conseguir una mayor eficiencia en la instalación. Sin embargo, dadas las diferentes
geografías analizadas (horas de sol, climatología, etc), se observa como el factor de capacidad es un 10%
superior en el caso de la planta instalada en España. Además, se presentan datos anuales del Factor de Carga
calculado para una planta situada en Italia. Se observa como el primer año de operación ofrece datos similares
a la planta ubicada en España, pero a diferencia de esta, a partir del tercer año el Factor de Carga disminuye un
6% y un 12% progresivamente, debido a fallos en los inversores y paradas prolongadas para sus reemplazos.
34
Figura 16: Factor de capacidad a lo largo del período 2016-2019 en tres geografías con climas diferentes.
De esta manera, se demuestra cómo el Factor de Carga es un indicador adecuado para monitorizar si la
operatividad de la planta fotovoltaica está de acuerdo a los valores esperados de diseño, indicando diferencias
en las prestaciones en cuanto a disponibilidad por las condiciones climatológicas de la ubicación (ejemplo
España vs Reino Unido), e identificando un rendimiento por debajo de lo esperado cuando hay fallos técnicos
(ejemplo Italia). Sin embargo, el indicador por si mismo es incapaz de aportar información detallada sobre la
causa de baja producción en el caso de que esta sea debido a un fallo técnico. Aunque hoy en día se sigue
empleando en la monitorización de algunas plantas fotovoltaicas, existen otros indicadores más precisos que
reflejan mejor el rendimiento, como es por ejemplo el Performance Ratio (PR).
A continuación, se presentan cada uno de los procedimientos de cálculo del Performance Ratio de la
bibliografía seleccionada.
𝑃𝑝𝑖𝑐𝑜,𝑇 [𝑘𝑊]
𝑌𝑇 [ℎ] = 𝑌𝑟 [ℎ] · 𝑃𝑝𝑖𝑐𝑜 [𝑘𝑊]
= 𝑌𝑟 · [1 − 𝑐𝑇 · (𝑇𝑐 − 𝑇0 )] (4)
Así, estos autores permiten desglosar el Final Yield tradicional en una multiplicación de tres factores (termal
capture losses kT; generation correction factor kG; inverter efficiency inv), de modo que se pueda monitorizar
el impacto que cada uno de ellos tiene en el Performance Ratio, o bien identificar la causa de un Performance
Ratio por debajo de lo esperado:
𝑌𝑓
𝑃𝑅 = 𝑌𝑟
= 𝑘 𝑇 · 𝑘𝐺 · 𝜂𝑖𝑛𝑣 (5)
donde:
𝑌𝑇
𝑘𝑇 = 𝑌𝑟
(6)
𝑌
𝑘𝐺 = 𝑌𝑎 (7)
𝑇
𝑌𝑓
𝜂𝑖𝑛𝑣 = (8)
𝑌𝑎
36
El término (6) es responsable de las pérdidas térmicas por alta temperatura de operación de los módulos
fotovoltaicos; el término (7) cuantifica las pérdidas asociadas a cableado, diodos de string, sombras parciales,
baja irradiación o irradiación inhomogenea; el término (8) relaciona la eficiencia del inversor en la conversión
de potencia DC en AC, bien por electrónica o bien por derating de temperatura.
En la figura 18 se presenta el Performance Ratio calculado según el procedimiento de Haberlin y Beutler, para
las tres plantas fotovoltaicas analizadas en este trabajo. Se observa como en Italia y Reino Unido, los primeros
años de operación ambas plantas reportan valores de Performance Ratio próximos al 80%, indicando que las
plantas están bien construidas y operadas, y la generación eléctrica está en el rango esperado. Sin embargo, a
partir de 2018 el Performance Ratio de la planta en Italia comienza a reducirse progresivamente, de manera
coherente a los resultados del Factor de Carga del apartado anterior, lo que es indicativo de que la planta
adolece de fallos en sus equipos que no permite una generación eléctrica que cumpla las expectativas de
diseño. En tercer lugar, la planta en España tiene un Performance Ratio ligeramente superior al 60%, pero
claramente inferior a las otras dos plantas estudiadas. En este último escenario, el Performance Ratio se
mantiene aproximadamente constante.
Si se compara esta figura con la homóloga para el Factor de Carga, se visualiza además la diferencia entre
ambos indicadores. En el caso del Factor de Carga, el indicador era mejor para la planta española que para la
planta italiana, mientras que el Performance Ratio según la metodología de Haberlin indica justo lo contrario.
Es decir, aunque la planta española tiene un Factor de Carga similar a la planta italiana, porque su operatividad
en cuanto a horas de sol es análoga, el diseño y/o la operación no son tan eficientes como cabría esperar
respecto a su potencia nominal.
Figura 18: Performance Ratio según el modelo de Haberlin y Beutler, para tres escenarios (Italia, España y
Reino Unido), a lo largo del período 2016-2019
Cómo se ha explicado, una de las aportaciones al cálculo del Performance Ratio en el modelo de Haberlin y
Beutler, es poder discretizar el valor del indicador en sus contribuciones por pérdidas térmicas, pérdidas de
generación y pérdidas del inversor. La última no es significativa en los casos analizados, pero en la figura 19
se presentan los factores kT y kG para los tres escenarios.
Figura 19: Pérdidas térmicas y de generación según el modelo de Haberlin y Beutler, en los casos de Italia,
España y Reino Unido, en el período 2016-2019
En el caso de Italia, se observa como el fallo que justifica la pérdida de Performance Ratio (fallo en los
inversores) se muestra con un coeficiente kG reducido a partir de 2018 mientras que el coeficiente kT asociado
a las pérdidas térmicas, se mantiene constante en los valores del período 2016-2017. Se demuestra la
capacidad del modelo para no sólo reportar la eficiencia de la planta fotovoltaica a través del Performance
Ratio, sino su capacidad de identificar en qué nivel de equipos se producen las pérdidas.
Además, tanto en España como en Italia, se observa la influencia estacional en las pérdidas por temperatura de
los módulos fotovoltaicos: kT aumenta en invierno, pero disminuye en verano. Los valores de kG en España
son además inferiores que los obtenidos por ejemplo en la planta de Reino Unido. Es decir, los equipos
seleccionados en la planta de España, o sus procedimientos de operación y mantenimiento, son mejorables
para alcanzar mejores valores de Performance Ratio.
De nuevo es significativo que la planta de Reino Unido tiene el mejor Performance Ratio del conjunto
seleccionado, si bien por sus condiciones climáticas de operación, tiene el menor Factor de Carga.
En la figura 20 se presenta el mismo procedimiento de cálculo, seleccionando un día de invierno y un día de
verano registrado en la planta de Reino Unido durante 2016. El análisis de la gráfica ofrece la siguiente
información: (a) en invierno, la temperatura de operación de los módulos fotovoltaicos es menor (12 ºC de
media) respecto al día de verano (máximo de 40 ºC y mínimo de 10 ºC). Se observa como a medida que
aumenta la temperatura de operación disminuye el factor kT que representa las pérdidas térmicas; (b) como la
pérdida por temperatura es mayor en las horas centrales del día, es ahí justo cuando se observa un descenso del
Performance Ratio. (c) mientras que las pérdidas por generación asociadas al factor kG son aproximadamente
constantes en el día de invierno seleccionado (y por tanto el Performance Ratio es constante a lo largo del día),
se observa como en el día de verano ocurre lo contrario: a partir de las 11h el factor kG disminuye
considerablemente y se mantiene en ese valor el resto de horas, y como resultado, el Performance Ratio en
verano cae abruptamente a partir de las 11h, indicando un rendimiento de la planta ese día por debajo de lo
esperado. Es decir, la monitorización horaria de los factores kT y kG aportan una información valiosa al
operador para identificar fallos en la planta, y discriminar a qué nivel se producen.
38
Figura 20: Implementación del modelo de Haberlin y Beutler, en los casos de Italia, España y Reino Unido,
comparando un día de invierno con un día de verano
Si se compara la figura 20 del Performance Ratio obtenida con el modelo de Haberlin y Beutler con la figura
15 del Specific Yield, en el caso de Italia es notable la información extraída: en el Performance Ratio se
observa un descenso acusado en 2018 y 2019 que se corresponde con un fallo en la operación de los
inversores. Sin embargo, este fallo no es apreciado a partir de los datos obtenidos del Specific Yield, lo que
hace que desde el punto de vista de análisis de la operación y mantenimiento del activo, y desde el punto de
vista de la generación eléctrica del propietario de la planta fotovoltaica, el indicador Performance Ratio sea de
mucho mayor interés.
𝐻 [𝑘𝑊ℎ/𝑚2 ]
𝑌𝑟 [ℎ] = 𝐺 𝑖 2 (9)
𝑟𝑒𝑓 [𝑘𝑊/𝑚 ]
Además, el procedimiento descrito en el IEC define también el array yield (Ya ), del inglés, rendimiento del
array, como la relación entre la energía total diaria producida por el array de módulos y la potencia pico de
dicho array. Este parámetro se empleará en otras definiciones de apartados posteriores.
𝐸 [𝑘𝑊ℎ]
𝑌𝑎 [ℎ] = 𝑃 𝐴𝐷 (11)
𝑝𝑖𝑐𝑜,𝐷 [𝑘𝑊]
Siendo:
𝐸𝐴𝐷 [𝑘𝑊ℎ] = ∑𝑑í𝑎(𝑃𝐴𝐷 [𝑘𝑊] · 𝛥𝑡[ℎ]) (12)
Establece la primera metodología que cuantifica la energía producida como aquella que es vertida a red, esto
es, energía realmente útil, teniendo en cuenta todas las pérdidas desde la generación hasta la exportación. Sin
embargo, no tiene en cuenta el efecto de la temperatura de los módulos, por lo que en lugares y períodos donde
la temperatura ambiente es muy diferente a las condiciones estándar o de referencia (TSTC = 25 ºC) se aprecian
bastantes variaciones en el valor interanual del Performance Ratio.
En la figura 21 se presentan los valores anuales del Performance Ratio obtenidos a partir del procedimiento
aprobado en el IEC, para las tres plantas objeto de estudio y en el período temporal 2016-2019. Se observa que
los resultados obtenidos son idénticos a los calculados a partir del desarrollo de Haberlin y Beutler, y es que
ambos métodos mantienen la misma filosofía: evaluar la energía generada respecto a la que se obtendría en
condiciones estándar a partir de la capacidad de la planta. Sin embargo, el procedimiento del IEC no desarrolla
el análisis de pérdidas que desarrollaron Haberlin y Beutler, lo que genera discusiones contractuales en
aquellas plantas que asumen el procedimiento del IEC como mecanismo de evaluación del Performance Ratio:
desde el punto de vista contractual, el propietario puede exigir al desarrollador o al operador de mantenimiento
valores de rendimiento globales, pero no puede exigir cumplimiento en cuanto a disponibilidad de generación
(kG) o de pérdidas térmicas (kT). En definitiva, el procedimiento del IEC es un modelo simple que ofrece
cálculos globales del rendimiento del activo fotovoltaico sin detallar causas que justifican un bajo rendimiento.
La simpleza del procedimiento es probablemente la justificación de que este procedimiento sea el mas
extendido a nivel de plantas comerciales para afianzar las relaciones contractuales entre las partes.
Figura 21: Performance Ratio según el procedimiento aprobado por el IEC, para tres escenarios (Italia, España
y Reino Unido), a lo largo del período 2016-2019
40
5.3.3 Modelo de Thomas Huld, Ralph Gottschalg, Hans Georg Beyer y Marko Topic (2010)
En 2010, T. Huld, R. Gottschalg, H.G. Beyer y M. Topic [14] desarrollaron una nueva propuesta de cálculo
del Performance Ratio que tiene en cuenta, además de la irradiación como ocurre en el procedimiento del IEC,
la temperatura de los módulos fotovoltaicos. Usaron un modelo en el que la temperatura del módulo
fotovoltaico es además una función de la irradiación que reciben, de la temperatura ambiente, del tipo de
estructura (seguidor o fija) y de la velocidad del viento. Así, el Performance Ratio de la planta fotovoltaica
puede calcularse siguiendo el concepto general de Haeberlin y Beutler, que coincide con el aprobado por el
IEC:
𝐺𝑟𝑒𝑓 ∑ 𝑃𝑘 ·𝜏𝑘
𝑃𝑅 = 𝑃0 ∑ 𝐺𝑘 ·𝜏𝑘
(13)
donde Gref y P0 representan la irradiancia en condiciones estándar (1000 W/m2) y la capacidad de la planta
fotovoltaica respectivamente, Pk es la potencia AC generada, Gk es la irradiancia medida por el piranómetro, y
k el intervalo de medida. La mejora que este modelo ofrece es corregir la potencia medida por el efecto de
temperatura del módulo, y así poder compararla con la potencia en condiciones estándar. Para ello, define la
potencia generada como una función de la temperatura y la irradiancia:
Coeficiente Valor
k1 -0.017162
k2 -0.040289
k3 [ºC-1] -0.004681
-1
k4 [ºC ] 0.000148
-1
k5 [ºC ] 0.000169
-1
k6 [ºC ] 0.000005
Tabla 2: Valores de los coeficientes 𝑘𝑖 para módulos fotovoltaicos de silicio cristalino [14].
La ventaja principal de este modelo es que a partir de él comienzan a considerarse otros factores además de la
irradiación para el cálculo del PR de una planta fotovoltaica. Sin embargo, los coeficientes ki se obtienen de
manera experimental y el cálculo será inexacto si no se modela cada planta concreta de manera independiente.
Figura 22: Izquierda, Performance Ratio según el modelo de Huld, para tres escenarios (Italia, España y Reino
Unido), a lo largo del período 2016-2019. Derecha, comparativa entre los resultados obtenidos con el modelo
Huld y el procedimiento de referencia IEC
42
Figura 23: Eficiencia anual relativa a las condiciones estándar STC para silicio cristalino considerando una
planta con estructura fija y ángulo de inclinación de 40º orientada al sur. Los puntos en el mapa representan las
estaciones meteorológicas usadas para obtener datos climáticos.
∑ 𝑃𝑘 ·𝜏𝑘
𝑃0
𝑃𝑅𝑐𝑜𝑟𝑟 = ∑ 𝐺𝑘 ·𝜏𝑘 𝛿
(15)
[1− ∗(𝑇𝑐𝑒𝑙𝑙_𝑡𝑦𝑝_𝑎𝑣𝑔 −𝑇𝑐𝑒𝑙𝑙_𝑖 )]
𝐺𝑟𝑒𝑓 100
Siendo:
𝛿 : Coeficiente de temperatura para la potencia (%/ºC), puede obtenerse de la ficha técnica de los módulos.
𝑇𝑐𝑒𝑙𝑙_𝑡𝑦𝑝_𝑎𝑣𝑔 : Temperatura de la célula (del módulo) calculada a partir de la base de datos meteorológicos del
proyecto (ºC). Es un parámetro anual, constante durante ese período.
𝑇𝑐𝑒𝑙𝑙_𝑖 : Temperatura de la célula calculada a partir de los datos meteorológicos (ºC), o en su caso, medida
experimentalmente.
𝐺𝑃𝑂𝐴
𝑇𝑐𝑒𝑙𝑙 = 𝑇𝑚 + 𝐺𝑟𝑒𝑓
· Δ𝑇𝑐𝑛𝑑 (16)
∑ 𝐺𝑃𝑂𝐴 ·𝑇𝑐𝑒𝑙𝑙
𝑇𝑐𝑒𝑙𝑙_𝑡𝑦𝑝_𝐴𝑣𝑔 = ∑ 𝐺𝑃𝑂𝐴
(18)
Siendo a y b coeficientes experimentales (Tabla 3), WS la velocidad del viendo, Ta la temperatura ambiente,
Tm la temperatura del módulo fotovoltaico medida en su cara trasera, y Tcnd el coeficiente de conducción
térmica del módulo fotovoltaico.
De acuerdo con los resultados obtenidos, los autores destacaron que el Performance Ratio general refleja una
variación de ±10% a lo largo del año. El Performance Ratio corregido, por el contrario, es más consistente y
estable a lo largo del año. Es por esto que los autores recomiendan usar el Performance Ratio corregido de cara
a las exigencias contractuales de las nuevas instalaciones fotovoltaicas por parte de los promotores e
inversores.
Figura 24: Izquierda, Performance Ratio según el procedimiento recomendado por NREL, para tres escenarios
(Italia, España y Reino Unido), a lo largo del período 2016-2019. Derecha, comparativa entre el modelo
NREL y el procedimiento IEC.
Figura 25: Comparación del Performance Ratio mensual según las metodologías IEC y NREL; izquierda,
datos obtenidos de la planta en Reino Unido en 2016, y derecha, datos obtenidos de la planta en Italia en 2016.
Dado que los datos obtenidos por la metodología IEC serán superiores que los ofrecidos por NREL, la
empresa desarrolladora del proyecto fotovoltaico tenderá a usar este procedimiento para convencer de la
inversión al propietario. Sin embargo, a su vez, esta estrategia generará tensión en el operador de
mantenimiento si por ejemplo la planta está sometida a climas cálidos, puesto que la temperatura del módulo
disminuirá el Performance Ratio medido respecto al esperado en la fase de diseño (porque en la fase de diseño
no se consideró el efecto de temperatura real). A modo de referencia, la empresa desarrolladora de la planta en
Reino Unido ofreció contractualmente un PR de 82,25%, calculado según IEC, con una condición del 0,17%
del precio de la planta (3.678.454 £), por cada punto de desviación. Este Performance Ratio si se cumple según
la metodología IEC, pero no se cumpliría según NREL, y supondría una penalización económica de 93.800 £
en el período 2016-2019.
La propuesta que el equipo de IEA realiza sería una metodología para calcular el Performance Ratio teniendo
en cuenta el efecto de la temperatura en el panel fotovoltaico, pero simplificada respecto al modelo NREL y
dirigido hacia la metodología IEC. Así, el Performance Ratio se obtiene a partir de:
𝑃𝑅
𝑃𝑅 ∗ = 1−𝑇 (19)
𝑐𝑜𝑟𝑟
donde PR es el Performance Ratio calculado siguiendo el método IEC, y Tcorr es la temperatura del panel
fotovoltaica corregida, de acuerdo a:
donde es el coeficiente de temperatura en potencia del módulo fotovoltaico instalado en la planta, y Tmc es la
temperatura medida en la cara posterior del módulo en planta.
En la figura 27 se presentan los resultados obtenidos de calcular el Performance Ratio a partir de la
metodología de IEA. Además, en dicha figura se comparan los datos de Performance Ratio obtenidos con los
homólogos calculados a partir de la metodología más simple IEC y más sofisticada con un modelo térmico del
módulo fotovoltaico de NREL. Se observa que los datos obtenidos a partir de IEA son un nivel intermedio
entre ambos, como cabría esperar de sus hipótesis: incluir el efecto de la temperatura en el panel fotovoltaico,
pero con un modelo más simplista que el desarrollado en NREL.
46
Figura 27: Distribución del Performance Ratio anual evaluado según el modelo IEA (arriba), y resultados
comparados con la metodología de referencia IEC (abajo izquierda) y con la metodología NREL (abajo
derecha)
5.3.6 Modelo de Wang, J., Qian, Z., Zareipour, H., Wood, D. (2018)
Esta metodología [18] fue desarrollada y probada en una planta fotovoltaica de 9,8MW sobre cubierta en el
sureste de China, con tecnología de silicio policristalino. Su objetivo principal es el de analizar y tener en
cuenta a la hora del cálculo del rendimiento de la planta fotovoltaica la mayoría de las causas que hacen que el
valor del PR descienda por debajo del valor esperado. Por ello, en primer lugar, tienen en cuenta la influencia
de la temperatura de los módulos fotovoltaicos, la cual puede calcularse según la siguiente fórmula:
0.32
𝑇𝑐 = 𝑇𝑎 + 𝑤 (8.91+2·𝑉 ) · 𝐺𝐵 (21)
𝑓
Dado que el Performance Ratio calculado a partir de la IEC 61724 solo tiene en cuenta datos de irradiancia,
esta metodología define un nuevo PR corregido (CPR) que tiene en cuenta la temperatura de los módulos
fotovoltaicos calculados según la ecuación (23), que se calcula con la siguiente fórmula:
∑ 𝑃𝐷𝐶
𝐶𝑃𝑅 = 𝐺𝑖 (22)
∑ 𝑃𝑆𝑇𝐶 [1+𝛼𝑀𝑃(𝑇𝐶 −𝑇𝑆𝑇𝐶 )]
𝐺𝑆𝑇𝐶
Siendo 𝑃𝐷𝐶 la potencia real a la entrada de los inversores, 𝑃𝑆𝑇𝐶 la potencia pico de la instalación, 𝐺𝑖 la
irradiancia incidente, 𝐺𝑆𝑇𝐶 la irradiancia en condiciones estándar, igual a 1000W/m2, 𝛼𝑀𝑃 el coeficiente de
temperatura de máxima potencia y 𝑇𝑆𝑇𝐶 la temperatura estándar, igual a 25ºC.
En la Figura 28 se presentan los resultados de obtener el Performance Ratio en cada localización y para cada
serie de datos anuales seleccionados, empleando la metodología descrita por Wang. En la misma figura, se
presenta a modo de comparativa, los resultados obtenidos a partir de la propuesta IEC y NREL. La novedad de
Wang respecto al IEC es considerar efectos de pérdidas por temperatura del módulo fotovoltaico, de ahí que
en condiciones de operación con temperaturas diferentes a las condiciones estándar STC (25 ºC), bien por
exceso (España) o por defecto (Reino Unido), observemos que el Performance Ratio obtenido es ligeramente
inferior que el reportado por IEC donde no se considera el efecto de la temperatura.
Figura 28: Distribución del Performance Ratio anual evaluado según el modelo Wang (arriba), y resultados
comparados con la metodología de referencia IEC (abajo izquierda) y con la metodología NREL (abajo
derecha)
Si se analiza la figura 29 donde se compara el Performance Ratio obtenido por la metodología Wang y NREL,
aunque ambas consideran las pérdidas térmicas en el procedimiento, hay diferencias significativas. Esto es
debido a que la forma de considerar dichas pérdidas es mas precisa en el modelo NREL. Wang sugiere una
aproximación que es considerar únicamente la diferencia del módulo fotovoltáico respecto a la temperatura
estándar STC ponderado por el coeficiente de pérdida por temperatura en potencia, mientras que NREL realiza
primero un valor medio de la temperatura del módulo a lo largo de todo el año, con el fin de considerar
desviaciones estadísticas. Es decir, para un análisis del Performance Ratio en intervalos de tiempo pequeño,
ambos modelos convergen, mientras que, para análisis de larga duración, por ejemplo, intervalos anuales, el
modelo NREL es más preciso.
48
Figura 29: Distribución del Performance Ratio mensual, comparando resultados obtenidos del modelo IEC,
NREL y Wang, en tres localizaciones durante 2016: arriba izquierda España, arriba derecha Reino Unido, y
abajo Italia.
Los resultados obtenidos a partir del modelo de Wang son intermedios entre el modelo IEC y el modelo
NREL, siendo dependiente de la geografía y clima en la que opere la planta fotovoltaica. En el caso de un
clima frío (Reino Unido, barras azules), el modelo de Wang reporta valores infravalorados del Performance
Ratio, que destaca cuanto mas baja es la temperatura (meses de invierno). Por el contrario, en las plantas
fotovoltaicas que actúan en climas cálidos (España, barras verdes), la diferencia es más acusada y la situación
es la contraria: el modelo de Wang reporta valores sobreestimados respecto a IEC o NREL. Por tanto, este
modelo presenta un modelo sencillo en cuanto a la consideración del efecto de la temperatura del panel,
aunque la sencillez del modelo genera más incertidumbre en los resultados que considerar por ejemplo el
modelo NREL.
5.3.7 Modelo de Jordan, D., Deline, C., Kurtz, R., Kimball, M., Anderson, M. (2018)
El equipo de trabajo de D. Jordan, C. Deline, R. Kurtz, M. Kimball y M. Anderson [19] analizaron 8000
plantas fotovoltaicas en Reino Unido, con tecnología de silicio cristalino. Con la motivación de desarrollar un
formulismo que permita no sólo definir el Performance Ratio de una planta, sino identificar aquellas causas
que generan un rendimiento por debajo de lo esperado, propusieron que el Performance Ratio es función de
dos factores: el factor corrector de temperatura (fT), y el factor corrector por irradiancia (fG). De este modo,
definen el siguiente procedimiento de análisis de datos:
𝑃𝑅
𝑃𝑅𝑐 = 𝑓 (23)
𝑇 ·𝑓𝐺
donde PR es el Performance Ratio calculado con la metodología IEC, y fT y fG son los factores correctores de
temperatura e irradiancia respectivamente, definidos como:
𝛾
𝑓𝑇 = 1 − 100 · (𝑇𝑠𝑡𝑐 − 𝑇𝑐 ) (24)
𝐺
𝑓𝐺 = 1 + 𝑐 · ln (𝐺 𝑖 ) (25)
𝑠𝑡𝑐
Representa así, una nueva variante respecto a la propuesta de NREL de considerar efectos climáticos
(temperatura e irradiancia), y por tanto ofrecer un mayor detalle del rendimiento de la planta fotovoltaica en
relación con el modelo de referencia de IEC. Sin embargo, la aproximación que se propone es más sencilla que
NREL y con unas hipótesis más empíricas. Siendo el coeficiente de temperatura de los módulos c-Si,
estimado en -0,34%/ºC, 𝑇𝑐 la temperatura del módulo fotovoltaico, 𝑇𝑠𝑡𝑐 la temperatura estándar STC, c el
factor corrector por irradiancia de los módulos c-Si, estimado en 0,031, 𝐺𝑖 la irradiancia incidente en los
módulos en un momento concreto y 𝐺𝑠𝑡𝑐 la irradiancia de referencia, igual a 1000W/𝑚2 . Respecto al primer
modelo desarrollado por Haeberlin y Beutler, el hecho de emplear la metodología del IEC hace que se
considere como energía generada aquella exportada a la red.
Figura 30: Distribución del Performance Ratio anual evaluado según el modelo Jordan (arriba), y resultados
comparados con la metodología de referencia IEC (abajo izquierda) y con la metodología NREL (abajo
derecha)
En la figura 30 se presentan los datos de Performance Ratio obtenidos a partir de la metodología de Jordan, y
una comparativa con los dos modelos más desarrollados: el IEC empleado con mas generalidad, y el NREL
con un modelo térmico más complejo.
50
ser modificados en función de la temperatura del módulo y las pérdidas de irradiancia, y además considerar la
tecnología fotovoltaica instalada en la planta.
Para ello, concluye que el Performance Ratio se debería calcular como:
𝑃𝑅𝐼𝐸𝐶
𝑃𝑅 = 𝑓𝑇 ·𝑓𝐺
(24)
donde 𝑃𝑅𝐼𝐸𝐶 representa el valor del Performance Ratio obtenido a partir del procedimiento IEC (valor de
referencia), y 𝑓𝑇 , 𝑓𝐺 son dos coeficientes correctores para la temperatura y la irradiancia respectivamente,
definidos como:
𝛾
𝑓𝑇 = [1 − 100 (𝑇𝑆𝑇𝐶 − 𝑇𝑤𝑒𝑖𝑔ℎ𝑡𝑒𝑑 )] (25)
𝐺
𝑓𝐺 = [1 + 𝑐𝐿𝑛 (𝐺 )] (26)
𝑆𝑇𝐶
donde es el coeficiente de pérdidas en potencia por temperatura que aporta el fabricante del módulo
fotovoltaico, y 𝑐 es un parámetro experimental característico de cada tecnología fotovoltaica (en el caso del
silicio cristalino, el autor sugiere usar el valor de 0.031). Además, el parámetro con el que se mide la
desviación de la temperatura respecto a las condiciones estándar STC, se determina a partir de:
∑ 𝑇𝑐𝑒𝑙𝑙,𝑗 ·𝐺𝑃𝑂𝐴,𝑗
𝑇𝑤𝑒𝑖𝑔ℎ𝑡𝑒𝑑 = ∑ 𝐺𝑃𝑂𝐴,𝑗
(27)
Hay que mencionar que este autor sugiere descartar todos los datos correspondientes a valores de radiación
inferiores a 200 W/m2, por lo que su aplicación puede arrojar valores por encima de lo esperado al ser una
hipótesis de trabajo optimista.
En la figura 31 se presenta el Performance Ratio obtenido usando los mismos datos que en escenarios
anteriores, pero aplicando la metodología de Dhimish. En la misma figura se presenta una comparativa con el
Performance Ratio de referencia IEC y el modelo más aceptado que considera las pérdidas por temperatura
(modelo de NREL). Al igual que en casos anteriores, el método de cálculo es capaz de identificar los
problemas técnicos observados en la planta situada en Italia en el período 2017-2018. Por otro lado, los valores
que obtiene para las plantas analizadas son similares a los obtenidos con la metodología IEC a pesar de
considerar pérdidas por temperatura, y ligeramente superiores a los obtenidos por la metodología NREL.
Figura 31: Distribución del Performance Ratio anual evaluado según el modelo Dhimish (arriba), y resultados
comparados con la metodología de referencia IEC (abajo izquierda) y con la metodología NREL (abajo
derecha)
52
Figura 32: Factores de pérdidas por temperatura (𝑓𝑇 ) e irradiancia (𝑓𝐺 ) para un día de invierno (arriba) y de
verano (abajo) según los datos monitorizados en 2016 en la planta fotovoltaica de Reino Unido.
Figura 33: Factores de pérdidas por temperatura (𝑓𝑇 ) e irradiancia (𝑓𝐺 ) para un día de invierno (arriba) y de
verano (abajo) según los datos monitorizados en 2016 en la planta fotovoltaica de Italia
5.3.9 Frecuencia de muestreo y análisis
Si bien es reconocido por todos los autores que la frecuencia de toma de datos debe ser 15-min o incluso
inferior, no hay consenso en cómo tratar los datos para que el valor del Performance Ratio sea representativo
del estado de la planta fotovoltaica. Por ello, en esta sección se presentará un análisis del cálculo del
Performance Ratio en diferentes intervalos de tiempo, en base a los modelos revisados en las secciones
anteriores.
La Figura 34 presenta los valores de Performance Ratio a partir del procedimiento IEC de referencia,
calculado en cinco series estadísticas diferentes, para la planta de Reino Unido en el año 2016 (los resultados
son equivalentes en el resto de años y geografías analizadas):
a) datos 15-min para un PR instantáneo.
b) datos 15-min ponderados para un PR horario.
c) datos 15-min ponderados para un PR diario.
d) datos 15-min ponderados para un PR semanal.
e) datos 15-min ponderados para un PR mensual.
10
4000
PR 15-min PR semanal
8
3000
6
Datos
Datos
2000
4
1000 2
0 0
0 20 40 60 80 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Performance Ratio (%) Performance Ratio (%)
6
1000
Datos
Datos
500
2
0 0
0 20 40 60 80 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Performance Ratio (%) Performance Ratio (%)
86
Performance Ratio (%)
150
PR diario
85
84
Datos
100
83
50
82
0 81
0 20 40 60 80 100 15-min horario diario semanal mensual anual
Performance Ratio (%)
Figura 34: Histograma del Performance Ratio con valores ponderados en diferentes secuencias temporales. De
arriba abajo y de izquierda a derecha: 15-min, horario, diario, semanal y mensual.
Tabla 4: Ajuste de los datos de Performance Ratio a una distribución normal. Resultado de los valores
54
estadísticos característicos: promedio () y desviación estándar ()
Los datos siguen una distribución normal en todos los casos. En la Tabla 4 se presenta el valor medio y la
desviación estándar en cada escenario anterior. Cuando los datos monitorizados son de baja frecuencia
temporal (15-min, horarios o diarios) la distribución presenta un valor promedio similar en todos los casos del
Performance Ratio (83%) y la distribución tiene una anchura significativa, resultado de considerar todos los
escenarios posibles de irradiancia (alta, media y baja). Cuando el tratamiento estadístico se realiza sobre el
período semanal, la distribución se mantiene normal, pero se estrecha el perfil a una desviación estándar de
0.04 frente a 0.12 de los casos anteriores. Finalmente, cuando el análisis estadístico se realiza a nivel mensual,
se obtiene una distribución centrada en el 82% de Performance Ratio y con una anchura que representa tres
situaciones de irradiancia: desviación estándar negativa hacia los meses de invierno, desviación estándar
positiva hacia los meses de alta irradiancia en verano, y el promedio centrado entre ambos.
Por tanto, a raíz del tratamiento estadístico descrito, es un error pero que a veces resulta de aplicación en la
gestión de plantas fotovoltaicas, calcular el Performance Ratio como el promedio de los PR obtenidos en los
rangos temporales anteriores. Este cálculo genera resultados inhomogeneos dependiendo de la serie temporal
elegida para el cálculo del valor promedio. En la Figura 33 abajo derecha se presenta el promedio del
Performance Ratio obtenido a partir de los datos de PR en las cinco escalas anteriores: cuando la escala
temporal es pequeña, que supone por tanto una población de datos grande, el Performance Ratio promedio es
similar y con un rango de 0.5%. Sin embargo, cuando el promedio se obtiene a partir de datos mensuales, el
Performance Ratio promedio disminuye hasta 81.2%, es decir tres puntos porcentuales de diferencia respecto
al Performance Ratio promedio semanal, lo que representa una diferencia significativa. Esto es consecuencia
de que, en el intervalo temporal mensual, la población de datos es pequeña (12 datos) y con una
inhomogeneidad mayor que en los casos anteriores (ver desviación estadística en la Tabla 4).
La aproximación más extendida es usar una frecuencia de monitorización de datos 15-min, y calcular el
Performance Ratio con una ponderación sobre estos datos. En este ejemplo, este cálculo generaría un
Performance Ratio anual de 84,8%, que como se comprueba en la Figura 33 y en la Tabla 4, se aproxima
mejor a un valor promedio de datos semanales, donde la distribución normal es estrecha y acusada en 84,8%
de suavizar todos los posibles escenarios de operación en conjuntos similares, pero sin eliminar causística.
Figura 35: Diferencia en el valor del Performance Ratio obtenido con distintos modelos, respecto al
procedimiento IEC de referencia, para dos localizaciones fotovoltaicas: derecha España, izquierda Reino
Unido.
En la Tabla 5 se presentan los datos del Performance Ratio obtenidos para cada año de análisis (2016-2019),
en cada geografía seleccionada (España, Italia y Reino Unido), según cada uno de los modelos revisados.
- Las tendencias son similares en cada año.
- Los valores obtenidos con el método de Haberlin y Jordan son similares o idénticos al valor de
referencia IEC.
- El modelo de NREL, así como los de Huld e IEA (que siguen la metodología base de NREL) obtienen
valores de PR inferiores al valor de referencia IEC.
- El modelo de Dhimish genera valores de Performance Ratio dentro del intervalo IEC y NREL.
Tabla 5: Performance Ratio calculado para todos los escenarios seleccionados, en el período temporal 2016-
2019, comparando los modelos teóricos revisados anteriormente.
Finalmente, en la Figura 35 se presenta la relación entre el Specific Yield discutido en la Sección 5.1 y el
56
Performance Ratio obtenido a partir de la Sección 5.3.2 (metodología IEC). Es evidente que a medida que
aumenta el Specific Yield, se mejora el promedio anual del Performance Ratio. Como se ha explicado
anteriormente, el Performance Ratio es un indicador independiente de las condiciones de irradiancia de la
localización de la planta, y de la inclinación del módulo fotovoltaico, aunque tiene un efecto significativo en él
la temperatura de operación del módulo fotovoltaico, lo que significa que el Performance Ratio debería ser
menor en localizaciones con climas cálidos que en geografías con climas fríos. De hecho, se observa en la
Figura 36: el Performance Ratio obtenido en la planta de Reino Unido es superior al de España, y a su vez el
de Italia adquiere una situación intermedia (salvo los dos últimos años donde hubo fallos de disponibilidad).
Figura 36: Comparación entre el Specific Yield y el Performance Ratio, para diferentes localizaciones.
6. IMPACTO ECONÓMICO EN EL PERFORMANCE
RATIO
n las secciones previas se han revisado tres principales indicadores del rendimiento de una planta
E fotovoltaica: Specific Yield (YF), el Factor de Capacidad (FC) y el Performance Ratio (PR). Además, se
han revisado diferentes metodologías de cálculo del Performance Ratio para considerar efectos
asociados a la irradiancia y temperatura específica de la localización, y su impacto respecto a las condiciones
estándar de diseño de la planta.
En cualquier caso, se comprueba como el recurso solar es el principal factor de impacto en el rendimiento de la
planta fotovoltaica, como era de esperar: a mayor número de horas de sol, y a mayor intensidad de radiación
solar, mayor producción eléctrica se genera en la planta. Si por ejemplo comparamos el perfil de la radiación
solar disponible cada mes, en la planta de Reino Unido para los períodos anuales 2016-2019, con los ingresos
económicos mensuales que generó la venta de electricidad, la correspondencia entre ambas variables es directa
(Figura 37). Pero para maximizar los ingresos asociados a la actividad de la planta fotovoltaica, la planta debe
estar disponible y sus equipos funcionando lo mejor posible, es decir, ofrecer un Performance Ratio lo mayor
posible. Si representamos entonces (Figura 38) el Performance Ratio frente a los ingresos, observamos que la
relación anterior ya no se cumple, es decir, hay momentos donde la planta ofrece una alta disponibilidad de
equipos (Performance Ratio superior a 80%), y sin embargo eso no garantiza que los ingresos económicos
sean máximos.
Figura 37: Relación entre el recurso solar mensual disponible y los ingresos económicos de la planta situada en
Reino Unido, en el período anual 2016-2019
58
Figura 38: Relación entre el Performance Ratio mensual y los ingresos económicos de la planta situada en
Reino Unido, en el período anual 2016-2019
La explicación a esta falta de relación entre Performance Ratio e ingresos económicos se encuentra en que la
variación horaria de precios no está siempre alineada con la disponibilidad del recurso solar, y por tanto, existe
el riesgo de identificar los siguientes escenarios en la operación y mantenimiento de la planta fotovoltaica:
a) Escenario Excelente: que la planta disponga de alto recurso solar, alto Performance Ratio, y precios
altos de electricidad. Esto supondrá que el Propietario de la planta obtiene el máximo beneficio de la
inversión y que el Operador de Mantenimiento tiene la planta preparada en las mejores condiciones.
b) Escenario Alto: que la planta disponga de bajo/medio recurso solar, alto Performance Ratio, y precios
altos de electricidad. Esto significa que a pesar de que el recurso solar es limitado, como la planta está
operando en óptimas condiciones, y los precios de la electricidad son altos, el beneficio económico del
Propietario es óptimo. El Operador de Mantenimiento dispone la planta preparada en buenas
condiciones, pero la rentabilidad económica en este caso está limitada a factores externos a su gestión:
disponibilidad de recurso solar y precios de mercado eléctrico.
c) Escenario Medio-Alto: que la planta disponga de medio/alto recurso solar, bajo Performance Ratio, y
precios altos de electricidad. En este contexto, aunque el recurso solar sea suficiente y el Performance
Ratio inferior al esperado, dado que los precios del mercado eléctrico son altos, el Propietario podría
satisfacer sus expectativas de inversión. Es decir, los fallos en la operación y mantenimiento se
compensarían con un precio alto de la energía. En esta situación, las inversiones asociadas a
reparar/sustuir fallos en los equipos de la planta responsables del bajo Performance Ratio, están
justificados y con una rentabilidad alta.
d) Escenario Medio-Bajo: que la planta disponga de medio/alto recurso solar, alto Performance Ratio, y
precios bajos de electricidad. En este contexto, aunque la planta opera al máximo de sus posibilidades
y el Operador de Mantenimiento realiza una actividad eficaz, los ingresos de la venta de electricidad
son mermados por los precios de mercado. El Propietario no puede ejecutar acciones contractuales
contra el Operador, dado que la planta cumple expectativas técnicas en cuanto al Performance Ratio.
En este escenario probablemente la inversión en mantenimientos preventivos/correctivos no está
justificada puesto que los ingresos no cubren las inversiones.
e) Escenario Bajo: que la planta disponga de medio/alto recurso solar, bajo Performance Ratio, y precios
bajos de electricidad. Este sería el peor escenario, porque, aunque los ingresos se verían de cualquier
modo mermados por los precios de mercado horario bajos, si además se suma la baja disponibilidad
técnica de los equipos de la planta, el retorno de la inversión que realiza el Propietario demora el
tiempo de retorno.
Es decir, habrá períodos como por ejemplo la mañana o la tarde que, aunque el recurso solar es de nivel bajo,
disponer la planta en un alto estado de Performance Ratio es crítico, puesto que en esos intervalos horarios es
mas alto el precio de venta de la electricidad. Por el contrario, en los intervalos centrales del día, donde el
precio de compra de la electricidad es menor, el tener un Performance Ratio menor de lo esperado, podría ser
crítico. Es evidente que esta relación no es tan simple, puesto que los ingresos económicos de la venta de
energía van asociados al precio de la electricidad, a la disponibilidad de la planta (Performance Ratio), pero
también a la cantidad de energía generada que depende del recurso solar, que es órdenes de magnitud mayor
en las horas centrales del día.
A modo de simulación, se presenta en la Figura 39 un ejemplo de cuatro días tipo, todos ellos con un
Performance Ratio alto (>90%). Sin embargo, se consideran dos escenarios opuestos: alta/baja radiación solar,
y alto/bajo precio de venta de electricidad en las horas solares. Cuando al final se cruzan los datos, se observa
que:
a) La rentabilidad económica se maximiza cuando la planta dispone de un nivel alto de irradiancia y al
mismo tiempo esas horas solares ofrecen un alto precio de venta de electricidad. Sería el escenario
óptimo descrito anteriormente (primer día por la izquierda, en la Figura 38).
b) La rentabilidad económica es baja cuando la planta no dispone de recurso solar. Dentro de este
escenario desfavorable, la situación se minimiza si al menos esas horas disponen de un precio alto
(cuarto día por la izquierda, en la Figura 38), comparado con la misma situación, pero con un precio
bajo (segundo día por la izquierda, en la Figura 38).
c) La rentabilidad económica es media porque, aunque la planta dispone de recurso solar alto, los precios
de venta de la electricidad son bajos en las horas de sol (tercer día por la izquierda, en la Figura 38).
Figura 39: Simulación de cuatro días Tipo con condiciones de recurso solar y precios de venta de electricidad
opuestos, y análisis económico correspondiente.
En cualquiera de estos tres escenarios, el Operador cumple sus objetivos de disponer la planta con la mayor
disponibilidad posible y sus equipos operativos con buena eficiencia, ya que en todos ellos se ha supuesto un
nivel alto de Performance Ratio (>90%). Sin embargo, desde el punto de vista del Propietario que busca
maximizar económicamente su inversión, atendiendo únicamente al indicador de Performance Ratio, no puede
comprender la diferencia entre los Días Tipo 1 y 3 o entre los Días Tipo 2 y 4. El Performance Ratio no aporta
información económica.
Por tanto, sería conveniente como Línea de Trabajo a Futuro, reflexionar sobre la estrategia de maximizar
los tres factores: recurso solar, disponibilidad de la planta y precio de la electricidad, definiendo un nuevo
indicador de eficiencia de la planta desde el punto de vista económico. Además, este indicador de eficiencia
tecno-económica permitirá facilitar las comunicaciones y relaciones contractuales entre las distintas partes
(Propietario y Operador) que intervienen en la gestión del activo fotovoltaico.
60
7. CONCLUSIONES
l presente Trabajo Fin de Master ha consistido en hacer una revisión de diferentes indicadores asociados
I. Se han identificado tres indicadores de eficiencia: Specific Yield (YF), el Factor de Capacidad (FC) y
el Performance Ratio.
II. A su vez, se ha realizado una revisión bibliográfica sobre diferentes metodologías de cálculo del
Performance Ratio, y como cada una de ellas identifica un tipo de pérdidas diferente.
III. Se han analizado datos de tres plantas fotovoltaicas, ubicadas en geografías con climas diferentes
(cálido, intermedio, y frío), a lo largo de cuatro períodos anuales: 2016 a 2019. A partir de los datos
15-min analizados se han implementado los distintos modelos de Performance Ratio de la
bibliografía, el Factor de Carga y el Specific Yield.
a. Es evidente que para ofrecer una óptima monitorización del estado del activo es necesario
incorporar factores de peso en el Performance Ratio relacionados con las pérdidas térmicas,
pérdidas de generación, y pérdidas de conversión en el inversor.
b. Por ello, la recomendación es implementar contractualmente la metodología de cálculo
sugerida por NREL, en lugar del procedimiento más extendido actualmente (IEC), que
además sobreestima los valores de Performance Ratio generando una falsa expectativa en el
Propietario.
IV. Se ha discutido además la frecuencia temporal de datos a emplear en el cálculo del Performance
Ratio, así como los riesgos de hacer promedios en lotes temporales inadecuados. La recomendación es
monitorizar los equipos en la planta con datos 15-min, o incluso de menor escala temporal, para
asegurar que cualquier evento es recogido en la base de datos. También es recomendable reportar el
Performance Ratio evitando promedios diarios o mensuales, puesto que la variabilidad de escenarios
que se recogen se suaviza, generando una distribución estadística normal con una alta desviación
estándar.
V. Finalmente, se analiza la correlación entre los ingresos por generación eléctrica en una planta
fotovoltaica, y el recurso solar y la disponibilidad de equipos. Se sugiere como Línea de Trabajo a
Futuro explorar un indicador que relacione aspectos técnicos y económicos, por ejemplo, añadiendo
un factor de peso al Performance Ratio, que ofrezca una mayor información al Propietario de la
planta, no sólo en cuanto a disponibilidad, sino al impacto que dicha disponibilidad tiene en la
rentabilidad del activo en base a los precios horarios de la electricidad.
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