Satelites Artificiales
Satelites Artificiales
Satelites Artificiales
Te explicamos qué son los satélites artificiales y los tipos de satélites que
existen. Además, cuáles son sus características generales y funciones.
Los satélites artificiales son naves enviadas al espacio para obtener información.
Son creados por el ser humano. Los satélites son lanzados con un
fin determinado que varía según cada caso.
Suelen orbitar al planeta Tierra. La mayoría de los satélites que se
construyen se utilizan para obtener información acerca del planeta
Tierra o cumplir ciertos fines que contribuyen al desarrollo humano y
social.
Pueden ser esféricos, cilíndricos o cónicos. En su interior cuentan
con materiales de alta delicadeza y sensibilidad.
Pueden ser observados desde la Tierra. Los horarios más
adecuados son dos horas antes del amanecer y dos horas después
de la puesta del sol.
Pueden ser científicos o aplicados. Los satélites científicos tienen
como función el estudio del espacio, de la radiación o de los
planetas, y los satélites aplicados tienen una función concreta en la
Tierra, como la observación meteorológica, el espionaje militar o las
telecomunicaciones.
Están formados por ciertas partes fundamentales. Los satélites
están formados por: paneles solares, que absorben la energía solar y
la convierten en energía eléctrica (en algunos casos pueden estar
formados por baterías); antenas, que son las encargadas de
transmitir y recibir información; un centro de control, que procesa la
información almacenada, y una cámara o mecanismo que recopila
información.
Deben tener una ruta o trayectoria a seguir. Cuando un satélite
tiene una trayectoria alrededor de un planeta, se denomina órbita. Si
esta órbita es elíptica, tendrá un punto más lejano al que se
denomina “apogeo” y un punto más cercano que se llama “perigeo”.
Pueden estar activos o inactivos. Los satélites tienen una vida útil
determinada, por lo que al cabo de un tiempo, o debido a ciertos
factores, entran en desuso. En algunos casos se mantienen en la
órbita terrestre como basura espacial, pero en otros pueden volver a
ingresar en la atmósfera, donde se desintegran y regresan a la
Tierra.
Son lanzados en un cohete. Para poder colocar un satélite que
orbite la Tierra es preciso un mecanismo impulsor poderoso, ya que
el satélite deberá alcanzar una velocidad de 8 km por segundo. Para
esto es necesaria la construcción de un cohete que tenga en su
interior al satélite, al que dejará caer una vez que se alcance la
ubicación deseada.
Tipos de satélites
Según su finalidad:
Basura espacial
La basura espacial suele ser un riesgo para las naves espaciales que son
lanzadas desde la Tierra al espacio, porque estos restos de satélites sueltos
pueden dañarlas o destruirlas.
Los satélites son fundamentales para obtener información útil, como los datos
del clima en algún punto específico del planeta o la necesaria para la
elaboración de mapas. También son los encargados del desarrollo de la
tecnología de tipo GPS que permite conocer la posición casi exacta de
cualquier objeto sobre la superficie terrestre.
Otros satélites naturales son: los cuatro principales satélites de Júpiter: Ío,
Europa, Ganímedes y Calisto; el satélite más grande de Saturno: Titán; los dos
satélites de Marte: Deimos y Fobos; y los satélites principales de Urano:
Titania, Miranda, Ariel, Umbriel y Oberón.