Bombini Mediación Editorial
Bombini Mediación Editorial
Bombini Mediación Editorial
Abstract: This article revisits the question of selecting texts for reading in schools
considering the importance of the material aspects on which the processes of
canonization are supported, a dimension not explored sufficiently until today. We start
from the hypothesis that the considerations about the selection of readings in schools
can't ignore the incidence of the field of publishing, of the private publishing industry in
Gustavo Bombini1
1
Gustavo Bombini es Profesor, Licenciado y Doctor en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Profesor
e investigador en UBA y Director del Profesorado Universitario en Letras y Co director de la Carrera de
Especialización en Literatura infantil de la UNSAM. Sus temas de interés son didáctica de la lengua y la
literatura infantil y juvenil, y políticas de lectura.
Algunos ejemplos
Sin alcanzar aún los resultados que se obtendrían mediante un estudio sistemático que
partiría del establecimiento de un corpus para el análisis, ofrecemos en lo que sigue tan
solo algunos ejemplos de trabajo crítico sobre materiales en el marco de proyectos de
investigación o que son producto de situaciones de intercambio entre colegas en
contextos de formación docente continua.
Manuales
estos materiales escolares pero nuestra mirada analítica se dirigió a otro aspecto que
resultaba interesante para contrastar los dos tipos de materiales. Si en la poesía
concreta la disposición de las tipografías sobre el blanco de página juega un lugar central
en la construcción estética del poema (Camarero, 2004), observábamos en la puesta en
página del poema que reconoce el nombre de caligrama en el libro de texto que la
página, cuya medida era aproximadamente de 20 por 25 cm. (frente a los 12 por 17
centímetros del libro del CEAL) se hallaba enmarcada por tres requerimientos de llenado
de datos por parte del alumno, a saber. “Nombre del alumno” seguido de una línea de
puntos de 8 cm., “Curso” seguido de una línea de puntos para el llenado manuscrito de
1 cm. y “Fecha” seguido de una línea de puntos de 2 cm. con lo cual el caligrama, cuyo
principal efecto de sentido en la recepción es la visualización del “dibujo” de la tipografía
sobre la página en blanco, debe asumir en su edición escolar dentro de un libro de texto,
la notable presencia de un marco externo de visualización referido a procedimientos de
control escolar: la identificación del alumno y su curso. El libro de texto en cuestión era
una carpeta de actividades desarmable y fungible, y el requerimiento de datos que
deben consignarse de manera manuscrita tiene que ver con la eventual entrega de estas
páginas al profesor en cumplimiento de la tarea. El “caligrama escolar” parece solapar
la función estética con la función de enseñanza generando un producto editorial confuso
que muestra la dificultad para resolver las inevitables tensiones que se produce en el
proceso de construcción del objeto de enseñanza llamado “literatura”.
además del texto, ciertos paratextos propios del dispositivo de lectura escolar, a las que
se podrían sumar otras ediciones que de manera más aleatoria podrían formar parte de
los libros de la escuela pero que han contribuido a forjar una representación de alta
valoración del texto considerado central en el canon de la literatura argentina. De este
modo, desde la edición más vendida que es la que produce Eudeba, a gran formato y
con ilustraciones del pintor Juan Carlos Castagnino a la versión en historieta de Roberto
Fontanarrosa pasando por otras ediciones ilustradas, como la de Roberto Páez publicada
por el Centro Editor de América Latina en 1975, pero acaso una historia de la edición
pensada como parte de una historia de la circulación de los textos y de la conformación
de un cierto imaginario social acerca de su valor podría recuperar otros materiales y
escenas de lectura que van configurando la relevancia social y cultural del texto. Las
experiencias realizadas en el ámbito de Isla Maciel en la década del ’60 como parte de
ciertas líneas de acción de la Dirección de Extensión de la Universidad de Buenos Aires,
recuperan las ilustraciones de Castagnino de la edición de Eudeba para hacer un montaje
multimodal que incluye la proyección de esas imágenes, la lectura en voz alta y una
música de fondo (Bombini, 2004); el conocimiento oral o por escrito (por ejemplo, en
espacios públicos o en tacos de almanaque) de amplios sectores sociales de los consejos
del Viejo Vizcacha dan cuenta de las huellas que va consolidando el reconocimiento de
un texto que encontró en la escuela su lugar de reproducción eficaz.
La reconstrucción de una historia de las ediciones escolares de los clásicos
excederá, tal como lo ha reclamado Roger Chartier para la historia de la edición francesa,
superar cierta instancia inicial meramente descriptiva y estadística para recuperar la
historia de los efectos en las prácticas de lectura que la re-circulación de los textos
gracias a sus sucesivas ediciones van generando, lo que para el universo escolar tendrá
efectos relevantes en relación con las prácticas de enseñanza. Es más, esta historia de
la edición y sus efectos se enraíza doblemente, por un lado, en las orientaciones de
investigación de la historia de la lectura y, por otro lado, en la historia de las disciplinas
escolares en tanto la reconstrucción de los procesos de reconfiguración de cánones en
el espacio del curriculum y más específicamente en una historia de la enseñanza de la
lectura y la escritura como horizonte ampliado para contextualizar las prácticas de
enseñanza contemporáneas.
volver a leer el Quijote en sucesivas nuevas ediciones o leer el Martín Fierro a la luz de
sus cambiantes estudios preliminares, sistemas de anotaciones, propuestas de
actividades escolares, formatos de libros, familias y cuerpos de tipografía e ilustraciones.
Pero además, y reforzando la doble lección de Chartier y la de la historia de las
disciplinas escolares, una historia de la edición escolar atravesada por las
consideraciones acerca de su uso en las prácticas de enseñanza mostrará la diversidad
y riqueza de los materiales más comerciales, o los de la producción independiente e
incluso la más accesible y cotidiana edición artesanal. Nadie como Roger Chartier ha
insistido tanto en la necesidad de considerar la materialidad editorial en la que se
presentan los textos para comprender los sentidos culturales que se ponen en juego en
los procesos de actualización de sus lecturas. Dice Chartier:
Contra la representación, elaborada por la literatura misma, del texto ideal,
abstracto, estable por hallarse separado de toda materialidad, hay que recordar
con fuerza que no hay texto fuera del soporte que lo da a leer, que no hay
comprensión de un escrito, cualquiera que sea, que no dependa de las formas
en que alcanza a su lector. (Chartier, 1993. p. 45)