INTI - Introducción Al Mantenimiento Industrial - Módulo 1
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mantenimiento
industrial
Módulo 1
Evolución histórica del mantenimiento
Autores:
Luis Ruben Baretta, Ramiro Adrián de la Iglesia, Libardo Rojas Salazar, Facundo
Solozabal y Joaquín Ignacio Yacante
Procesamiento didáctico:
Primera generación
La primera generación comienza sobre finales del siglo XIX con
características muy diferentes a las que mundialmente se conocen en
la actualidad. El contexto en el que se desarrolló esta generación es el
de la Revolución Industrial, acontecimiento histórico para la industria,
debido a que modificó rotundamente las actividades económicas
gracias a la inserción de nuevas tecnologías.
Permitió reemplazar la fuerza humana o animal que se utilizaba como
medio de tracción por maquinarias industriales, en su mayoría
impulsadas por la fuerza del vapor.
El uso de estas máquinas se hizo cada vez más extensivo y daba lugar
a constantes roturas, que requerían mucha mano de obra y largos
tiempos de reparación, debido a que las piezas rotas tenían que
hacerse de nuevo. Este tipo de mantenimiento se conoce hoy como
“mantenimiento correctivo”. No existía personal de mantenimiento
Segunda generación
A principios del S. XX, surge la segunda generación de
mantenimiento.
La manera de producir también se modificó en dicha época, ya que se
comenzó con la fabricación en serie en sectores como el químico,
metalúrgico, de la construcción y automotriz. Este nuevo contexto
generó un aumento de las necesidades de disponibilidad de las
máquinas, incrementando el tiempo invertido por el personal para la
realización de actividades de mantenimiento debido a fallas.
Tercera generación
La tercera generación es enmarcada en la II Guerra Mundial y los años
siguientes, impulsada por programas de mantenimiento preventivo
en la armada y fuerzas aéreas. Sin lugar a duda, la industria
aeronáutica marcó los primeros hitos en el desarrollo de programas y
técnicas que tenían como objetivo mejorar la confiabilidad de las
máquinas y equipos.
Estos programas consistían en inspeccionar los aviones antes de cada
vuelo y reemplazar periódicamente las piezas críticas después de
cierto número de horas de funcionamiento.
Sin lugar a duda, esta generación fue una de las que mayores
trasformaciones provocó en la manera en que se realizaba el
mantenimiento hasta el momento, ya que además de lo mencionado
anteriormente, a partir de 1960 se inserta el concepto de
mantenimiento centrado en la confiabilidad, conocido como RCM
(abreviatura en inglés de reliability centred manteinance). Este nuevo
concepto introdujo cambios en los procedimientos, estrategias y
planes de mantenimiento, con el objetivo de garantizar una mayor
disponibilidad de máquina. Además, se enfocó en técnicas para
prevenir las fallas de los equipos y asegurar estándares de
desempeño. A lo largo de esta década se llevaron a cabo gran
cantidad de estudios sobre los fenómenos que provocaban la
aparición de fallas en las maquinarias y cómo identificarlas
prematuramente para ejecutar una reparación antes de su rotura.
Hacia 1971, aparece en Japón el mantenimiento productivo total (TPM,
por las siglas en inglés de total productive maintenance), una
metodología principalmente orientada a lograr un involucramiento
total de la organización con el objetivo de conseguir “cero averías”,
para reducir las fuentes de pérdidas que afectan la efectividad en la
producción. Esta estrategia intenta disminuir la brecha existente
entre el personal de mantenimiento y de producción, buscando que
el operario de producción se involucre en el cuidado de la máquina.
Es por esto que esta metodología se basa en la formación, motivación
e implicación del equipo humano, en lugar de basarse en la
tecnología.
En la década de los 80, en la industria aeronáutica se incorpora la
monitorización para analizar los datos de las unidades de servicio y
especificar acciones a tomar o recursos a asignar para el
mantenimiento. Esto es un claro ejemplo de que, en esta década,
además de los estudios en el diagnóstico y tratamiento de señales,
también se incursionaba en técnicas de monitorización de los
parámetros funcionales más significativos de los equipos críticos.
Cuarta generación
La denominada cuarta generación del mantenimiento nace a
principios del siglo XXI, conservando todo lo desarrollado en las
generaciones anteriores e incorporando algunas nuevas formas y
estrategias de trabajo, con el objetivo de lograr una mayor
disponibilidad de equipos sin descuidar los costos y la seguridad del
personal.
Se comienza a trabajar en la gestión de los riesgos, para prevenir las
consecuencias potenciales en caso de que ocurriese alguna falla.Por
tal motivo, comienzan a utilizarse con mayor frecuencia herramientas
de análisis de fallas, como el análisis de causas raíz (RCA) y el modo
de fallas y efecto (AMFE).
Se torna necesario contar con información precisa para poder hacer
un uso correcto de estas herramientas, como así también un equipo
de trabajo multidisciplinario capaz de aportar y ejecutar las acciones
resultantes. Por esta razón, los grupos multidisciplinarios de mejoras
comienzan a ocupar un lugar fundamental para la gestión del
mantenimiento.
Quinta generación
En el año 2008, aparece la quinta generación de mantenimiento, con
la introducción del concepto de gestión de activos. Aparece la
importancia de trabajar en el ciclo de vida completo de una máquina
o equipo, desde que surge la necesidad de la máquina/equipo hasta
su descarte, pasando por las etapas de diseño, fabricación, uso y
mantenimiento.
En este año se publica la norma internacional PAS 55, destinada a
estandarizar la gestión de estas actividades o, dicho en otras palabras,
la gestión de los activos, entendiéndose como activo: