Elosoyeltigrecuento
Elosoyeltigrecuento
Elosoyeltigrecuento
CUENTO
Escrito por: la familia Oroya Carpio - 2020
EL OSO Y EL TIGRE
¡Había una vez! un oso grande, panzón de color marrón, muy alegre que vivía solo
en el bosque. Un día, el oso se encontró con un tigre grande de rayas negras y
muy curioso llamado Tigrin. Este le preguntó al oso: "hola, oso marrón,
¿cuántos años tienes?. El oso le dijo que tenía los mismos años que él,
multiplicado por 2 y restado por 5. El tigre se quedó pensando y dentro de sí se
decía: ¡pero!, ¿cómo sabré la edad del oso? ¡si yo no se matemáticas!. El oso
se fue muy contento y risueño: "ja ja ja, ¡señor tigre, a ver si averiguas
cuántos años tengo!. El tigre se quedó pensando y dijo otra vez: ¿cómo haré
para saber la edad del oso?. Ese día Tigrin se puso a pensar y pensar, hasta
que dijo: "¡ya sé cómo averiguar la edad del oso!" Iré a preguntarle a su mamá... y
se fue por el bosque en busca de la mamá del oso. Después de una larga
caminata se sentó bajo un árbol muy cansado y triste porque no había hallado a
la madre del oso, pero se le ocurrió otra idea.
¡Ya sé, buscaré a su papá!, y nuevamente el tigre se fue por el bosque y preguntó
a todos los animales que habitaban en este, para ubicar al padre del oso. Pero el
tigre no pudo hallar al padre, quedando muy triste, sediento y cansado, se puso a
beber agua de un riachuelo. En ese momento se encontró con un león viejo:
¡nos volvemos a encontrar señor tigre, ja ja ja! ¿Por qué estás tan triste?, le
preguntó.
El tigre, con la cabeza gacha, le respondió: "¡hola, señor león!, estoy en busca del padre del oso marrón para saber su edad y
¡no lo encontré! ¡ni a su madre!, ¿ahora cómo podré saber la edad del oso?". El león viejo le dijo: "¡nunca podrás encontrarlos!,
pues el oso marrón perdió a sus padres cuando era todavía un osezno, ellos murieron cazados por los hombres". Al escuchar
eso, Tigrin se quedó más triste y se preguntó: "¿quiénes son los humanos que dejaron al oso marrón solo en esta vida? ¡espero
que nunca más vuelvan y no sigan haciendo daño a más animales. Al igual que ellos, nosotros tenemos derecho a disfrutar de este
hermosos bosque! ¡El oso marrón es muy valiente! ¡Pero, entonces, el oso marrón no sabe su edad de verdad!". Y Tigrin se puso
a pensar y pensar y dijo: ¡tengo otra idea!, ¡averiguaré la edad del oso con mi edad!, y otra vez se puso a pensar, ¡pero! perooo
¿cuántos años tengo yooo? y otra vez se puso a pensar y dijo otra vez: ¡tengo una idea! ¡iré a preguntar a mi mamá!
• Entonces Tigrin fue corriendo hasta el otro extremo del bosque donde su madre vivía,
y le preguntó a su mamó: ¿cuántos años tengo mama? ella le dijo
tienes 6 años. El tigre saltó de felicidad: ¡ya sé cuántos años tiene el oso! él tiene…. y
se quedó pensando, ¡pero no se matemáticas!, ¿cómo haré para saber la edad
del oso?, y dijo otra vez: ¡tengo una idea!. Y fue a buscar al búho sabiondo quien lo
sabía todo, ¡él seguro que me ayudará!. Cruzo otra vez hacia el otro extremo del
bosque y en la copa de un árbol gigante encontró al sabiondo búho. ¡Hola, señor
búho, te busco para que me ayudes a averiguar la edad del oso marrón!. Hola, señor
tigre, dijo el búho, ¿cómo te ayudaré?.
"¡Tú sabes matemáticas!", le respondió. Y el búho le dijo: bueno, sí, ¡lo aprendí
leyendo muchos libros!. El tigre le respondió que el oso tenía su edad multiplicado
por 2 y restado por 5. El búho se puso muy concentrado y muy serio, y al cabo de
un rato, le dijo "¡el oso marrón entonces tiene 7 años!". Y el tigre salto de alegría. El
búho le pregunto ¿por qué tanta alegría?
El tigre se sentó y le contó la historia del oso marrón, ¡es que el oso nunca supo su edad, ya que vivió solo en el bosque!
Sus padres fallecieron y ahora el oso sabrá su edad ¡y se sentirá feliz!. ¡Señor búho, gracias por ayudarme!, y el tigre se fue
corriendo otra vez a buscar al oso marrón, quien estaba comiendo su manjar favorito. ¡Señor oso!, ¡señor oso!, ¡ya averigüé
su edad! El oso paró de comer su rica miel y le dijo: ¡cómo!, ¿ya sabes mi edad?, ¿y cuántos años tengo?. Tigrin, muy feliz, le
contestó: ¡tú tienes mi edad, multiplicado por 2 y restado por 5! El oso se quedó pensando, y al cabo de un rato, le dijo: ¿estás
seguro que tengo esa edad? ¡Sí, sí, estoy muy seguro!, le respondió Tigrin, y entonces el oso le dijo ¡bueno, eso ya lo sabia!
Entonces el tigre
se puso otra vez pensativo Y dijo …..
¡tendré que
aprender
matemáticas!
• Colorín colorado este cuento se ha acabado, ¡por ahora!, pero esta historia
continuará.