Asese03 Tarea3
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La manifestación más grave, el golpe de calor, es una compleja entidad clínica caracterizada por
un fracaso multiorgánico con afectación renal, hepática y cardiovascular secundario a una
elevación extrema de la temperatura corporal, como consecuencia del fracaso de la
termorregulación.
Actividad 2. Describe los tipos de quemaduras que conoces.
Una quemadura es una lesión en la piel u otros tejidos del cuerpocausadas por agentes
químicos o físicos como el sol, el calor, sustancias químicas, radiación o electricidad.
Una quemadura provoca la destrucción celular, edema (inflamación) y la pérdida de
líquidos debido a la destrucción de los vasos sanguíneos.
Generalmente, las quemaduras producen la expulsión de un líquido transparente
similar al agua. Hay distintos tipos de quemaduras dependiendo de la gravedad de las
mismas: quemaduras de primer grado, de segundo grado y de tercer grado.
TIPOS DE QUEMADURAS
Para diferenciar las quemaduras leves de las graves es necesario valorar el grado de
daño de los tejidos. Los diferentes grados de quemaduras presentan diferentes signos
y síntomas, de esta forma, conociendo estos síntomas podremos distinguir los
distintos tipos de quemaduras.
Este tipo de quemaduras se curan completamente sin dejar secuelas y son, por
ejemplo, las quemaduras solares o las producidas por la exposición instantánea a otro
tipo de calor.
Las profundas:
- Aspecto pálido.
- Aparición de escaras, ya sea blanquecinas o negruzcas (tejido carbonizado).
- Aparición de zonas de tejidos y vasos coagulados.
- Al producirse la destrucción de las terminaciones nerviosas no presentan dolor.
- Este tipo de quemadura suele estar rodeado por quemaduras de primer y
segundo grado.
A la hora de valorar el grado de una quemadura, es importante tener en cuenta la
extensión de la misma. Para esto, se recurre a la llamada regla de los nueve: se divide
la superficie corporal en áreas que suponen un 9% de la misma.
- Cabeza y cuello: 9%
- Brazo: 9%
- Parte anterior del tronco: 18%
- Parte posterior del tronco: 18%
- Pierna:18%
- Genitales: 1%
La corriente continua suele producir una contracción muscular única e intensa, que hace que la
víctima salga despedida, alejándose del contacto con la corriente. Esto disminuye el tiempo de
exposición a la corriente, pero aumenta la probabilidad de sufrir traumatismos.
El voltaje de las líneas de alta tensión es mayor de 100.000 V, mientras que el que llega a las
casas es de 220 V (en Europa y Asia) o de 110 V (en América del Norte).
Las lesiones por electricidad son más graves cuanto mayor voltaje tenga la corriente y menor
oposición (resistencia) presenten los tejidos atravesados (la piel seca, los huesos y la grasa
tienen resistencias altas, mientras que los nervios, los músculos y la sangre tienen menores
resistencias). Clínicamente, una corriente con intensidad de 1 miliamperio (mA) es
imperceptible para casi todo el mundo, 3 mA producen un ligero cosquilleo, 10 mA producen
dolor, y 100 mA a través del corazón pueden causar arritmias muy graves.
La fulguración por el rayo constituye un caso especial, es una corriente continua de altísimo
voltaje (puede causar descargas de hasta 100.000.000 V) y cortísima duración. La mayor parte
de la corriente transcurre por la superficie del cuerpo, siendo solo una pequeña parte la que
penetra en el organismo y que es la responsable de la afectación del corazón. Provoca graves
daños en los tejidos y alta mortalidad.
Primeros auxilios. La primera medida a tomar en el lugar del accidente, es separar a la víctima
de la corriente eléctrica con cuidado de no tocar el conductor.
La exposición a voltajes elevados (> 1.000 V) requiere un control de la función cardiaca durante
12-24 horas, independientemente de que existan síntomas o no.
Tras exposiciones a corrientes de bajo voltaje (< 1.000 V), los pacientes sin sintomatología y
con una exploración física normal pueden ser dados de alta. Los que tienen sintomatología
moderada o pequeñas quemaduras, deben permanecer en observación durante unas horas y
ser dados de alta citándoles para un seguimiento de sus lesiones.
- Limpieza quirúrgica.
- Curas tópicas.
- Si se precisase amputar, se debe esperar de 5 a 7 días a que la lesión quede bien
definida.
- Cobertura antibiótica.
- Debe administrarse la vacuna antitetánica si el estado vacunal del paciente no es
correcto.
Actividad 5. ¿De qué dependen los efectos perjudiciales de las
radiaciones ionizantes?
Las radiaciones ionizantes bien utilizadas no representan riesgo para nuestra salud. Sin embargo,
mal utilizadas pueden producir efectos perjudiciales en la salud.
El daño producido por la radiación en nuestro cuerpo depende de muchos factores como la dosis
y el tipo de radiación, la edad del individuo en el momento de la irradiación (cuanto más joven,
mayor sensibilidad), del tejido u órgano que recibe la radiación y de factores genéticos.
La dosis de radiación que recibe nuestro cuerpo se puede medir. Existen varias unidades de
medida, pero hay una que tiene en cuenta la dosis, el tipo de radiación y la sensibilidad del tejido
u órgano que recibe la radiación, es la llamada "dosis efectiva".
Cuanto mayor sea la dosis de radiación recibida, mayor será el riesgo de efectos adversos.
Además, no todos los tejidos de nuestro organismo son igual de sensibles a la radiación, de
forma que, si se hace una radiografía de los tejidos u órganos más sensibles, la dosis efectiva
asociada será más alta. Por eso, cuando se utilizan radiaciones ionizantes para obtener
imágenes, es recomendable proteger aquellos órganos del cuerpo que son más sensibles a la
radiación como son los genitales masculinos y femeninos, la glándula tiroides situada en el cuello
y los ojos. Para proteger estas zonas se utilizan placas de plomo con forma de mandiles,
collarines y gafas, adaptado a cada zona del cuerpo. El personal técnico sanitario que realiza las
pruebas, coloca estas protecciones en los casos que considere necesario.
La sensibilidad a la radiación ionizante también depende de la edad; cuanto más joven es la
persona, más radiosensible es. Es debido por una parte a la mayor esperanza de vida (lo que
puede dar lugar a que se lleguen a formar cánceres radioinducidos muchos años después de
haber sido expuesto a la radiación), y por otro a la mayor radiosensibilidad de las células con
gran capacidad reproductiva (cuya proporción es muy grande en la infancia, por ejemplo). Por
ello, hay que tener especial cuidado con las personas en edad infantil o en la adolescencia y con
las mujeres que están o pueden estar embarazadas.
La probabilidad de que aparezcan los efectos de la radiación aumenta con la dosis recibida de
forma que cuanto más se expone una persona a las radiaciones, más aumenta el riesgo. Por eso
es necesario limitar el número de pruebas que se hacen.