La Constancia en La Oración
La Constancia en La Oración
La Constancia en La Oración
Introducción
Uno de los mayores enemigos que tenemos en la vida de oración es la falta de constancia.
Santiago nos dice que “el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos… No
piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” (Stg. 1:8,7 RV60). La vida de
oración tiene condiciones. Una de ellas es la constancia, hay otras que iremos viendo, hoy nos
pararemos en la trascendencia de la constancia en la vida de oración. La constancia va unida a la
paciencia y la espera activa de fe. “…por la fe y la paciencia heredan las promesas” (Heb. 6:12). La
vida de oración no es algo casual o echar un boleto a ver si nos toca la lotería. Jesús nos dice:
“Pedid y seguid pidiendo, buscad y seguid buscando, llamad y seguid llamando” (Mt. 7:7-8 LBLA).
Pablo dijo: “constantes en la oración” (Rom. 12:12).
Texto: Lucas 18:1-8. “Había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente,
diciendo: Hazme justicia de mi adversario”.
Jesús, el Maestro, mantuvo toda su vida en la tierra una constante vida de oración y comunión con
el Padre. Veamos algunos ejemplos:
En medio de la agitación y el activismo que vivimos muchas veces se hace difícil ser constantes en
una vida de oración. Jesús nos ha dado un modelo de oración para abarcar todas las áreas de
nuestras vidas con oración continua, el Padrenuestro (Mt. 6:9-13) (Lc. 11:1-4).
Este modelo de oración lo he usado por años y lo uso a menudo. No es el único patrón de oración,
hay otros, este es uno que enseñó Jesús. No es para repetir un rezo, sino una guía de oración que
abarca todas las áreas de nuestra vida.
Conclusión
Debemos mantener una vida constante de oración, superar la oposición, estar firmes en las
promesas de Dios, y obtener respuestas que glorifiquen a Dios (Juan 15:7,8).