El Intercesor Profético Volúmen I

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EL INTERCESOR

PROFETICO

VOLÚMEN I

Un llamado a “pararse en la brecha y hacer vallado


en la intercesión”

Ever L. Rimarachín
El Intercesor
Profético
por Ever L. Rimarachín

©2023 Ever L. Rimarachín

ISBN 1-56722-594-2

Diseño Gráfico Propio


“Todas las citas de las Sagradas Escrituras (a menos
que se indique lo contrario) son tomadas de La Biblia
de las Américas® (LBLA®), Copyright © 1986, 1995,
1997 y de la Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™
Copyright © 2005. The Lockman Foundation. Usadas
con permiso. www.LBLA.com”

Todos los derechos reservados. Ninguna porción de


esta publicación puede ser reproducida, guardada en
un sistema electrónico, o transmitida en cualquier
forma o por cualquier medio, sea electrónico,
mecánico, fotocopiado, grabado, sin el permiso
previo del autor Ever L. Rimarachín. Pueden usarse
las citas breves en las revisiones literarias.

Impreso en Perú

Impreso por:
DEDICATORIA:

A Dios, fuente de todas las visiones verdaderas

y sustento de todos mis sueños y a los santos del

“Ministerio Cristo Para Las Naciones”

Trujillo, La Libertad, Perú.


PREFACIO

Por: Freddy J. Rimarachín


Tabla de contenido
INTRODUCCION ...................................................................... 10
CAPITULO 1 ............................................................................. 13
LA INTERCESIÓN PROFÉTICA ¿QUÉ ES?........................ 13
I. Templos Limpios ....................................................... 30
II. ¿En qué condiciones llegaste a Cristo? ................. 36
III. Definamos ¿Qué es la oración? .......................... 55
IV. ¿Qué es “lo profético”? ........................................ 60
V. ¿Qué es la intercesión?............................................. 67
VI. ¿Qué es la Intercesión Profética?....................... 70
VII. ¿Quién es un intercesor profético? ................... 74
VIII. Un Llamado a la intercesión ............................... 93
CAPITULO 2 ............................................................................. 95
CÓMO OIR LA VOZ DE DIOS DURANTE LA
INTERCESIÓN PROFÉTICA ............................................... 95
I. Discierna la atmósfera en la intercesión profética 98
II. Quite los distractores................................................. 103

1. Tu relación con Dios es prioridad ......... 107


2. Tu identidad es más que un dispositivo 107
3. El prójimo va primero que el próximo .. 108
4. La reverencia no es opcional ................. 108
5. Aprovecha bien el tiempo ..................... 109
6. Cuídate de la vanagloria ....................... 109
7. Busquemos una pasión mayor .............. 110
III. Gestione adecuadamente sus emociones ............. 117
IV. De emocional a espiritual...................................... 121
V. Guerra espiritual de posicionamiento, ¡Pelea por tu
casa! ........................................................................................ 132
VI. Cómo oír la voz de Dios......................................... 141
CAPITULO 3 ........................................................................... 175
IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU EN
LA INTERCESIÓN PROFÉTICA........................................ 175
I. El Espíritu de oración en la vida del cristiano:
(Una conexión profunda con lo divino) .......................... 177
II. Lo que no es orar en el Espíritu ........................... 181
III. ¿Qué es la oración en el Espíritu? .................... 183
IV. Importancia de orar en el Espíritu .................. 187
V. Consejos para orar en el Espíritu ......................... 189
VI. Orando en lenguas, orando en el Espíritu ..... 190
VII. Diversidad de lenguas para orar el Espíritu .. 193
CAPITULO 4 ........................................................................... 211
COMPAÑEROS PERSONALES DE INTERCESION
PROFÉTICA ........................................................................ 211
I. ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS COMPAÑEROS DE
ORACIÓN? ............................................................................. 212

II. IMPORTANCIA DE LA FIDELIDAD.................................. 215


III. CULTIVE LA INTIMIDAD ............................................ 218
CAPITULO 5 ........................................................................... 223
ORGANICE SU IGLESIA PARA LA INTERCESIÓN
PROFÉTICA ........................................................................ 223
I. IDENTIFIQUE INTERCESORES. ........................................ 225
II. FORMANDO EL MINISTERIO DE INTERCESIÓN LOCAL ... 227
III. AGENDA DE ORACIÓN ....................................... 234
AGRADECIMIENTOS .............................................................. 245
CITAS BIBLIOGRÁFICAS......................................................... 247
INTRODUCCION
Se ha preguntado en alguna oportunidad ¿Me
escuchará Dios lo que le estoy diciendo? O ¿se ha
sentido algo raro al estar orando y no sentir nada
que le brinde una confirmación de que su oración
está siendo escuchada?, en casos como éstos, la
Biblia de forma inequívoca y certera ahuyenta
nuestras dudas; y mucho mejor si creyendo
entregamos esas dudas en la sinceridad de nuestra
comunión íntima con Dios. La oración no sólo se
convertirá para el cristiano en un canal para echar
todas sus dudas, sino también para buscar
respuestas, para compartir nuestros sueños y
esperanzas, para llorar nuestras frustraciones; pero
sobre todo para escuchar a Dios con la dirección
precisa y una respuesta que lo soluciona todo.

No empezamos la vida Cristiana con habilidad


comunicativa con nuestro buen Dios, pero tal como
un niño recién nacido es interpretado por su madre
y ésta atenderá sus necesidades, podemos estar
seguros que nuestro padre celestial entenderá cada
gemido o balbuceo de nuestro corazón necesitado,
sólo es necesario aventurarnos en el viaje seguro de
la oración ya que la mejor forma de aprender a orar
es “orando”, esa es mi experiencia personal en la
oración, ya que, al venir a los pies de Cristo, sentí una
enorme necesidad de orar y de ser edificado; aún
recuerdo el hambre y sed por la oración de ése
entonces, buscando cualquier pretexto para doblar
mis rodillas, aún sin conocer los principios básicos de
la oración; pero creo firmemente que la mejor forma
de aprender a orar es orando; poco a poco, Dios
añade los lineamientos a través de su palabra, su
guía suave y apacible y te va preparando para tu
futuro rol de intercesor profético; claro está que Dios
colocará personas, ministerios que añadirán a tu vida
de oración, en mi caso el Espíritu Santo me expuso a
una larga serie de experiencias sobrenaturales a
través de sueños, visiones, visitación de ángeles,
confrontaciones con las tinieblas, etc. Que poco a
poco van añadiendo valor a nuestra formación.

Poco a poco, Dios añade compañeros de oración con


los cuales desarrollarás intimidad y crecerán
colaborativamente, la historia de un intercesor se
cuenta de triunfo en triunfo, de victoria en victoria y
de gloria en gloria; así lo fue en mi experiencia
personal y en la de muchos hombres y mujeres de
Dios que he conocido, al mirar unos años atrás y ver
el camino recorrido, pienso que vale la pena doblar
rodillas puesto que allí está la clave del verdadero
conocimiento de Dios, allí Dios te unge para grandes
tareas, allí ocurren los milagros, las sanidades y
prodigios y se hacen visible públicamente porque
Dios quiere mostrarse a través de un intercesor.

Este libro te llevará, desde la experiencia intercesora


práctica a conceptualizar algunas terminologías de
uso común en esta segunda ola apostólica y
profética que vivimos, me enfocaré en brindarte
consejos claves que te permitirán oír la voz de Dios
durante la intercesión, describiré lo que es la oración
en el Espíritu y su importancia para el intercesor
profético y al mismo tiempo compartiré algunos
lineamientos procedimentales para la preparación
de nuestros equipos intercesores, espero en Dios
que encuentres respuestas a través de éstas páginas
y que tu vida de intercesión crezca mucho para dar
gloria a Dios.
CAPITULO 1

LA INTERCESIÓN PROFÉTICA
¿QUÉ ES?
Testimonio de un aprendizaje continuo

Mis inicios en la intercesión se remontan al


año 2015, cuando por diversas circunstancias y
necesidades personales me reconcilié con Dios y mi
primera y más significativa oración fue “Señor, ésta
vez me acerco a ti en serio, nunca más quiero
volver atrás, ruego que me des mucho temor de
ti”, oración que Dios escuchó y por su gracia me ha
mantenido de pie. Mis siguientes oraciones fueron
como de aquella oveja que clama por ayuda:
dameeee, ayudameeee, guardameee, limpiameee,
sánameee, Etc. Dios que siempre tiene formas de
guiarnos, me guiaba a su palabra en las Sagradas
Escrituras y me bendijo con un hambre insaciable de
ella, en la misma aprendí a orarla y declarar sus
promesas sobre mi vida, al tiempo que empezaba a
arder las llamas de mi llamado a la intercesión.

Lo de la oración de la ovejita, no lo digo con carácter


despectivo, puesto que orar estas oraciones se
alinean a la voluntad de Dios, ya el apóstol Santiago
nos advirtió que pidamos bien: “Pedís y no recibís,
porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en
vuestros placeres” Santiago 4:3. Pedir por ser
guardados por Dios es una oración recurrente en la
Biblia. Parte de la oración finamente alineada a la
voluntad de Dios del ilustre “Jabes” fue orar:
Bendícemeee, ensanchameee, acompáñameee,
protégemeeee:
“Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, y su
madre lo llamó Jabes, diciendo: Porque lo di a
luz con dolor. Jabes invocó al Dios de Israel,
diciendo: ¡Oh, si en verdad me bendijeras,
ensancharas mi territorio, y tu mano estuviera
conmigo y me guardaras del mal para que no
me causara dolor! Y Dios le concedió lo que
pidió” 1 Crónicas 4:9-10.

Existen muchas oportunidades en las que Dios me


libró del mal de forma claramente milagrosa, por
ejemplo: en dos oportunidades fui asaltado y
experimenté la protección de Dios milagrosamente
ya que los malhechores dispararon mucho al
vehículo en que viajaba, pero ningún proyectil me
alcanzó, pese a mi vulnerabilidad por la exposición;
otro milagro para mí es no sentir miedo en el
proceso, sino una fuerte convicción de confianza y
paz interior. Pero sin duda alguna, lo que más me
impresiona es la ocasión en la que experimenté el ser
trasladado de un lugar a otro en una fracción de
segundo, como la experiencia de Felipe (); éste hecho
me ocurrió en Trujillo – Perú, lo que recuerdo es
como sigue:

Un 19 de setiembre del año 2019; al finalizar un


día de servicio en la obra misionera, puesto que
acompañaba a un equipo de hermanos de Estados
Unidos en la visita de escuelas con fines
evangelísticos; me apresuré para tomar el autobús
que me llevaría a las inmediaciones de la iglesia
en la cual congregaba por aquel entonces, puesto
que tenía el compromiso de predicar.

Me bajé del bus en el paradero más cercano a la


congregación, y me apresuré para caminar con
dirección a la iglesia. Éste era un sector un tanto
sombrío, debido a la poca iluminación; cuando de
repente, percibí en una fracción de segundos una
sensación de aturdimiento o Deja-vu y me
encontré de pie (aún terminado de posicionarme
firme) en una zona muy iluminada y a media
cuadra de la plaza de armas de Trujillo; me percaté
con claridad de que había sido trasladado a otro
lugar porque mi nueva ubicación era muy
conocida para mí. No salía de mi asombro, pero
continué caminando con destino a la iglesia que
se ubicaba a casi tres cuadras desde mi nueva
ubicación. Siempre me he preguntado ¿Porqué
Dios habrá hecho aquello? ¿Qué hubiera pasado
si no hubiera sido trasladado a otro lugar? ¿Si Dios
me libró de un peligro, por qué no lo hace de otra
forma?, muchas preguntas sin respuesta
tendremos siempre al experimentar hechos
sobrenaturales como éste; pero, intercesores,
preparémonos en lo básico, porque las
experiencias viajando e intercediendo en el
espíritu son más allá de la razón.

Los primeros efectos de la oración no creo que sean


visibles a todo el mundo, ya que empiezan a obrar
un cambio interno, porque Dios está transformando
a sus hijos a la imagen de Jesucristo, para poder
usarlos (en éste primer capítulo recomiendo
específicamente ser templos limpios); situación que
experimenté en carne propia, ya que me mantenía
orando mañana, tarde y noche, al mismo tiempo
alimentándome con la palabra de Dios y el primer
sorprendido fui yo cuando tuve oportunidad de
pararme frente a la gente para comunicar el mensaje
del evangelio, brindo detalles más adelante, pero en
resumen, la oración en secreto empezaba a mostrar
resultados públicos.

No recuerdo una oración igual a otra en años de


intercesión, cada una de ellas ha sido diferente,
apasionante y al mismo tiempo no recuerdo una sola
vez en la que haya sentido la ausencia manifiesta del
Espíritu Santo; obviamente empecé con leves
apercibimientos a la voz de Dios que me hacían auto
cuestionarme si se trataba de Dios o de mi propio
corazón ¿no has sentido lo mismo?, si te sientes así,
vas por buen camino. Mi interés por oír con claridad
y en mayor amplitud de manifestaciones la voz de
Dios era grande, al grado que un día dije al Espíritu
Santo “Señor, en esta oración no quiero hablar yo,
me gustaría sólo escucharte”; la respuesta tierna
de Dios fue tan hermosa, ya que se acercó tanto a mi
hablando a mi corazón de forma indubitable al
tiempo que yo era un mar de lágrimas.

Experiencias posteriores están relacionadas a recibir


órdenes específicas, ser entrenado en los detalles
más sencillos y hasta más complejos por el Espíritu
de Dios para conducirse en la búsqueda y ejercicio
del llamado ministerial. Llegó el tiempo en que Dios
envía nuevos compañeros de oración, él amplía
nuestra agenda intercesora y abre puertas de
ministración colectiva o personal a diversos
hermanos en la fe (ver capítulo 4); al mismo tiempo
durante el ejercicio de estas tareas ministeriales
experimenté la manifestación de los dones
conocidos en las Sagradas Escrituras, con
sorprendentes resultados. En mi caso muy particular,
algunos hermanos se enteraban de las reuniones de
oración que mantenía con otro hermano en la fe y
“algo les parecía atrayente”, terminaban sumándose
al equipo intercesor; por noche pasamos en poco
tiempo de ser 2 intercesores a ser 24; para entonces
Dios me iba añadiendo palabra específica de
formación y por supuesto no faltaba abundante
palabra profética.

Entre las primeras manifestaciones visibles del poder


de Dios obtenido en los tiempos de intimidad,
recuerdo con alegría cómo los servicios en iglesias
que visitaba se iban tornando en servicios de
manifestación del poder de Dios, por ejemplo:
Al término de un servicio dominical, en horas de
la mañana, recibí el testimonio de un milagro del
cual no estaba enterado; noté que una hermana a
la cual llamaré Dulce María (para proteger su
identidad) estaba esperando para conversar
conmigo, pensé que se trataría de alguna charla
con sabor a consejo y ministración que suelo
brindársela, pero ésta vez no fue así:

- Hermano Ever, me dijo; no quería regresar a casa


sin antes contarle algo que me sucedió mientras
usted predicaba en el culto anterior, sucede que
usted dijo: _ a alguien aquí el Señor le va a
tocar, esté dispuesta a recibirlo _ ; en ese
momento, continuó relatando… sentí un fuego
intenso que recorrió todo mi cuerpo,
empezando desde las plantas de mi pies hasta la
coronilla de mi cabeza; el efecto que sentí era
como si una sombra de oscuridad se arranca de
mi interior y salió por mi cabeza; _ ahora ya me
siento libre, exclamó con alegría _ ya puedo
dormir tranquila _, me siento en paz continuó
añadiendo (Dulce María padecía de severos
problemas depresivos y había recurrido a 5
psiquiatras en poco tiempo, venía luchando con
diversos problemas del alma).

Gloria a Dios por su obra maravillosa en Dulce


María, pero llegada la noche, atendí otra
invitación a predicar en una congregación en la
periferia de la ciudad, me acompañaron algunos
hermanos intercesores; llegamos temprano y
estaban en el lugar aproximadamente 10
hermanos, los cuales nos recibieron con amor y
llegada la hora de presentar el mensaje empecé a
compartir la necesidad de ser una iglesia que ora.
Llegado el momento de la ministración, toda la
iglesia se puso de pie para orar, el primero en
pedir oración fue un anciano que llegó por
primera vez a la iglesia con ayuda de un hermano
debido a su impedimento de caminar con
facilidad y trajo consigo muchos dolores que
afectaban su golpeado cuerpo. En la oración, nos
regocijamos mucho al ver la respuesta inmediata
de Dios, haciendo saltar de alegría al anciano,
librándolo del dolor, sanando y fortaleciendo su
cuerpo; el casi octogenario daba Gloria a Dios muy
emocionado diciendo: _ y esto me pasa en la
primera vez que llego a la iglesia_… todos
compartíamos su gozo.

Otro hermano, testificó que tenía una seria


complicación lumbar y en la cintura, males que le
acompañaban por mucho tiempo; testificó que
durante la oración que le ministramos, el dolor se
quitó y los efectos de la enfermedad
desaparecieron de inmediato para gozo y
confirmación de su fe.

Vimos una mujer ser liberada y caer al suelo en un


estado de éxtasis; esto para nosotros era normal,
pero en la congregación no lo habían
experimentado antes a lo que alguien gritó: _Se
desmayóoo, se desmayóoo_; con rostro
sonriente les dije: La hermana ha sido liberada,
déjenla descansar un momento, ya se levantará. En
un ambiente de visitación gloriosa del Señor los
presentes estaban quebrantados, se perdonaban
las ofensas y había sanidad del alma. El hecho
anecdótico del momento es que el director de
culto al ver a la hermana reincorporarse dijo: ya
ven hermanos, El pastor Ever dijo que nuestra
hermana se levantaría y ya se está levantando (No
tenía conocimiento de éste tipo de liberaciones
que obra el Espíritu Santo), pero nosotros nos
gozábamos en nuestros corazones, éstas
manifestaciones se hicieron comunes en nuestro
ministerio itinerante y en éste tiempo son más
visibles y de mayor envergadura, pero hay
añoranza o los recuerdos de los comienzos
siempre nos llenan de mayor esperanza.

La oración en el nivel íntimo también abundaba en


manifestaciones sobrenaturales tendientes a
comunicarme revelación de principios Bíblicos, el
adiestramiento del Espíritu Santo para la guerra
espiritual, lo que incluye conocer en el espíritu y aún
experimentar visiones, éxtasis y hasta traslaciones
fuera del cuerpo a conocer el cómo operan las
tinieblas para oprimir a la iglesia y causan tanta
maldad en el mundo; debes entender amigo lector
que éstas revelaciones añaden en nuestro hombre
interior por el Espíritu Santo, autoridad para ejecutar
el poder delegado mediante dicha revelación; vez
tras vez el Espíritu Santo me enseñaba cómo opera
cierto enemigo de la iglesia, para luego recibir
ataque de ese enemigo “en carne propia”, no
obstante ya Dios había impartido la unción para salir
victorioso y su voz y dirección nunca cesaba.
Por ejemplo: En una visión me encontraba
caminando en una zona, era como una ciudadela
marginal, rodeada por un muro, en el ambiente se
sentía que el muro sirviera para esconder algo
malo en su interior y se cuidaba la intimidad de los
ingresantes.

Tenía conocimiento en mi espíritu de que aquel


lugar era un territorio de tinieblas, por el pecado
que allí existía; en efecto, puedo describir con
claridad la actividad principal de aquel lugar.

 Era como un enorme antro de prostitución,


una ciudadela entera en cuyos lados tenía
callejones con enormes salones donde se
apreciaba hombres sumergidos en la
inmundicia de los pecados sexuales y
llegaban a ése lugar para saciar sus apetitos
sexuales con mujeres de ese oficio.
 Cada salón de aquella ciudadela albergaba
gente de diversas nacionalidades (una
manzana para cada nación), podía percibir
hombres de una nación con prostitutas de su
nación, veía diferentes idiomas, lenguas,
culturas y hasta prácticas rituales relativas a
la prostitución; por ejemplo, propias de la
cultura japonesa se veía geishas).

Casi al final del recorrido, en una zona se


encontraban personas en el acto mismo del
pecado, se percibía una atmósfera de maldad y yo
era consciente de que mi condición allí era de
“encubierto”; también pude notar que las
mujeres eran en realidad demonios súcubos en el
acto mismo del pecado.

Al acercarme a una de ellas que tenía apariencia


de una hermosa mujer joven, me miró y se lanzó
a mis brazos, puede percibir su desnudez y en el
acto le dije: ¡TE REPRENDO EN EL NOMBRE DE
JESUS!.

 De inmediato la mujer tomó forma de


demonio, la mitad de su cuerpo era de una
bella mujer y la otra mitad de una serpiente
de robusto tamaño.
 Gritó este ser dando voz de alarma diciendo,
nos descubrió, nos descubrió, tenemos
que matarlo (refiriéndose a mi). también
gritaba ¡Ya puede utilizar su autoridad,
hay que matarlo!
 Me tomó de la mano derecha haciendo
fuerte presión y me halaba buscando
arrastrarme a un lugar donde se
encontraban muchos demonios
 Me acusó diciendo: “tú no tienes autoridad
porque has pecado” y seguía halando mi
mano a lo que yo le respondí: Si no tengo
autoridad “por qué tu cola se quema”, tan
pronto dije eso, su cola empezó a arder en
fuego y se retorcía de dolor; no obstante no
soltaba mi mano como si el éxito de aquel
antro dependiera de ello.
 En ese momento, clamé a Dios y le dije.
Padre, envíame un ángel, tan pronto hice
esa petición, un poderoso e imponente
ángel apareció con ropas blancas y figura
resplandeciente a mi lado y aquel ser
diabólico huyó despavorido ante su
presencia.
 Yo emocionado al ver aquel ángel dije:
Padre, mejor envíame más ángeles y vi
que descendías ángeles sobre los techos de
todo el lugar, haciendo huir a los demonios
aterrorizados, los veía desvanecerse como
cuando explota algo.

Una lección valiosa para mí, fue aprender a usar mi


autoridad y ver los ángeles de Dios obrando a mi
favor. En aquella ocasión el Espíritu Santo me guio al
aprendizaje de cómo opera y se organiza el
principado de “Asmodeo”, al mismo tiempo, recibí
unción para tratar con demonios de ésta naturaleza,
puesto que posterior a aquella revelación, tuve
ocasión de liberar varios homosexuales y lesbianas.
Éste tipo de revelaciones las he recibido para
conocer la operación de diversos principados
demoniacos como el espíritu de brujería, el espíritu
religioso, Etc. Cada revelación más interesante que la
otra en amplitud de contenido revelacional y unción
impartida.

La oración que otrora era una lista de pedidos y


ocasión para soltar mis cargas, se había convertido
en una verdadera comunión con el Espíritu de Dios
para conocer “cosas grandes y ocultas que no
conocía”, pero lo mejor de todo es la intimidad
como elemento de mayor privilegio como hijos de
Dios, elemento vital para entrar en las cámaras de
amor con el Espíritu Santo y desarrollar amistad con
él, al grado que re enteras de sus planes y recibes
asistencia exclusiva de él para orar en el espíritu los
grandes misterios y planes de Dios para cada
temporada, lo que sería en una definición corta “la
intercesión profética”.

Entre las revelaciones de mayor profundidad


contamos aquellas que están relacionadas con el
don de “videntes proféticos” que Dios me entregó y
a varios de mi equipo intercesor; a través de éstos
regalos del cielo, hemos podido operar llevando
casos ante las cortes celestiales, de las cuales hoy en
día existe un creciente volumen bibliográfico de
cómo es su operación; por otro lado la revelación de
las diversas áreas de cautiverios espirituales en la que
muchas personas se encuentran, llámese las tinieblas
de afuera, el hades, el lodo cenagoso, el pozo de la
desesperación, el laberinto infinito, Etc. Ha servido
para operar en liberaciones y sanidades milagrosas
de forma muy efectiva y cuidando a las personas que
ministramos, sin descontar que los intercesores
proféticos son instrumentos valiosos en las manos de
Dios para la toma de territorios, estableciendo el
Reino de Dios a través de conocer por revelación el
qué, quién y cómo tomar posesión de la tierra, vamos
de gloria en gloria.
Al momento de escribir éste libro, hemos podido
impartir muchas escuelas proféticas, tal como lo
recibimos en profecía en nuestros inicios, hemos
podido formar líderes en intercesión profética,
brindar seminarios de guerra espiritual estratégica y
mentorear ministros proféticos alrededor del globo;
nuestro equipo ha crecido y es apasionante las
maravillas que recibimos en el tiempo de intercesión
orando en el Espíritu, nos gozamos en la unidad del
Espíritu, del vínculo afectivo de amor entre nosotros
y sobretodo los resultados cada vez mayores. Te
animo a profundizar tu interés por la intercesión
profética, esperando que éste libro sea un medio de
ayuda eficaz, pero..

Definamos “La Intercesión Profética”:

Durante una reunión de intercesión (2023), el


Espíritu Santo me guio a ministrar una exhortación a
los presentes para asumir nuestros roles y funciones
en el grupo de intercesión, de conformidad a
nuestros dones, diversas operaciones de ellos,
sentidos espirituales en operación y llamados que
nos hacen diferentes. La exhortación se centraba en
tener un correcto posicionamiento también se
relacionaba a tener actitudes acordes a nuestra
responsabilidad, citamos Isaías 62:6-7:

Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he puesto
centinelas; en todo el día y en toda la noche
jamás callarán. Los que hacéis que
el SEÑOR recuerde, no os deis descanso, ni le
concedáis descanso hasta que la restablezca,
hasta que haga de Jerusalén una alabanza en
la tierra”.

La exhortación abundaba en terminos como


“vigilantes”, “guardas o vigías de la muralla”,
“guardianes de las puertas”, “escuderos”,
“guerreros”, “restauradores del muro”, Etc. Te
pregunto ¿cuán importante será conocer y manejar
terminología profética de uso común?
La reunión continuaba y una hermana solicitó apoyo
mediante intercesión personal; el Espíritu Santo me
guio a llamar a los intercesores “videntes” para que
me acompañen en ésta ministración; de inmediato,
por el “don de ciencia”, supe con precisión que la
hermana se encontraba en una “región de
cautividad” y los ángeles se alistaban a
acompañarme para librarle de esa condición
(Hebreos 1:7,14); de pronto una intercesora profética
empezó a orar en éxtasis, observando lo que ocurría
en el ámbito espiritual y comenzó a interceder en
el don de lenguas para que Dios me guíe en el
proceso de liberación. Otra intercesora, mediante
el uso de su visión espiritual, me ayudaba
observando el ambiente circundante y la batalla
espiritual que empezábamos a librar; tanto ella
como yo, podíamos observar a la hermana objeto de
la ministración que estaba prisionera en el “lodo
cenagoso”, muy afligida y angustiada; al mismo
tiempo la vidente recibió por visión la presencia de
una bruja que lanzaba conjuros en su contra.
El Espíritu Santo me guio paso a paso a romper la
legalidad de ese diseño satánico mediante el
arrepentimiento identificatorio y presentación de
su caso ante la “corte celestial” para finalmente
sacarle del lodo cenagoso y presentarle delante del
trono del padre. Después de un tiempo de
intercesión a su favor, finalmente, los dones de la
hermana ministrada se activaron y culminó
profetizando a todo el equipo intercesor.

Dos días después, la hermana ministrada (una de mis


discípulas y profeta de llamado), y ya activa en su rol
intercesor, durante otra sesión de intercesión
profética me dijo: “Hermano, el Señor quiere liberar
a “Juanita” (la llamaré así a fin de para proteger su
identidad), así que nos dirigimos a otro ambiente a
fin de tener mayor privacidad. En efecto, el Señor me
guio en un proceso nuevo de liberación con
demanda especializada de “lo profético”, ya que
Juanita, ésta vez se percibía con un profundo pesar,
estancada, sin ganas de hacer nada y percibía como
que a su alrededor se detiene el tiempo (como así lo
menciona ella). En esta oportunidad también hicimos
uso de nuestra asignación, dones y autoridad para
sacar a Juanita de una zona de cautividad
denominada “las tinieblas de afuera”.
¿Te parece ésta una reunión común?, para algunos,
esto les parecerá producto de la ficción o de una
gran imaginación, pero para nosotros es algo
constante y verídico en todos sus extremos y se ha
vuelto una demanda urgente en el cuerpo de Cristo;
se trata del ejercicio de la intercesión profética. Nada
es común ni nada es repetitivo y sin vida en una
reunión de intercesores proféticos. Cada día se
aprende y cada batalla es diferente, te has
preguntado ¿Quién es un vidente y cómo operan sus
dones?, ¿Cómo opera el don de ciencia durante la
intercesión profética? Y ¿cómo operan los otros
dones?, y de qué se tratan aquellos términos: “región
de cautividad”, orar en éxtasis, el ámbito espiritual,
interceder en el don de lenguas, proceso de
liberación, intercesora, visión espiritual, batalla
espiritual, “lodo cenagoso”, una bruja que lanzaba
conjuros, El Espíritu Santo me guio, legalidad, diseño
satánico, arrepentimiento identificatorio, “corte
celestial”, trono del padre, profetizar, “lo profético”.

Ser un intercesor es una decisión racional e


individual, frente a una “búsqueda constante y
urgente” que Dios está haciendo para implementar
su voluntad:
“Busqué entre ellos alguno que levantara un
muro y se pusiera en pie en la brecha delante
de mí a favor de la tierra, para que yo no la
destruyera, pero no lo hallé” Ez. 22:30.

Es necesario en este sentido, brindar una respuesta


a la convocatoria divina, como lo hizo Isaías:

“Y oí la voz del Señor que decía: ¿A quién


enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces
respondí: Heme aquí; envíame a mí”. Isaías 6:8
Respuesta que involucrará entre muchas cosas:
Sacrificio, disciplina, compromiso, carácter, amor
genuino, para ello, el Espíritu Santo se encargará de
formar en nosotros a Cristo y manifestarse a través
del fruto del Espíritu, pero nos recuerda las palabras
del maestro cuando dijo:
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
tome su cruz y sígame. Porque el que quiera
salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su
vida por causa de mí, la hallará” Mateo 16:24-25.

Por la heterogeneidad de los términos antes


señalados, este capítulo brinda una aproximación
temática y conceptual de lo que es la intercesión
profética, en subtítulos donde reflexionaremos en
nuestra condición inicial al llegar a Cristo,
definiremos la oración, ¿qué es lo profético?, la
intercesión, así como en las características necesarias
y roles de un intercesor profético, empecemos.
I. Templos Limpios
“Y entró Jesús en el templo y echó fuera a todos
los que compraban y vendían en el templo, y volcó
las mesas de los cambistas y los asientos de los
que vendían las palomas. Y les dijo: Escrito está:
«Mi casa será llamada casa de oración», pero
vosotros la estáis haciendo cueva de ladrones. Y
en el templo se acercaron a Él los ciegos
y los cojos, y los sanó. Pero cuando los principales
sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que
había hecho, y a los muchachos que gritaban en el
templo y que decían: ¡Hosanna al Hijo de David!,
se indignaron y le dijeron: ¿Oyes lo que estos
dicen? Y Jesús les respondió: Sí, ¿nunca habéis
leído: «De la boca de los pequeños y de los niños
de pecho te has preparado alabanza»? Y
dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, y
se hospedó allí” Mateo 21:12-17.

Poco tiempo después de mi encuentro personal con


el Señor, me disponía a orar en lenguas, pero cada
vez que lo hacía encontraba muchas trabas en mi
oración, desde mi conciencia afloraban viejas
enemistades, dudas existenciales, dolores
emocionales, vergüenzas que dejaron huellas
profundas, recuerdos que no sanaron y mucha
incertidumbre de lo nuevo, lo que queda adelante;
no obstante me aferraba en la palabra dada por el
apóstol Pablo cuando dijo: “estando convencido
precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros
la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo
Jesús”. Filipenses 1:6, y cada hombre de Dios en la
Biblia parecía confirmar que ésta es la nueva
aventura de la consagración y es el mejor camino,
como dijo David:
“El Señor cumplirá su propósito en mí; eterna,
oh Señor, es tu misericordia; no abandones las
obras de tus manos” Salmos 138:8.

Seguía deleitándome en la oración y libraba una


batalla encarnizada por librar mi mente de todos los
dardos de dudas, temores, incredulidades, malicia,
baja autoestima, pensamientos de perversión, Etc.
Más adelante Dios mismo me visitó para revelarme
el diseño tenebroso de la iniquidad y guiarme a
romper sus tentáculos construidos por generaciones
y a derribar los muros de argumentos inicuos y
herencias de maldición que limitaban por completo
mi avance.

Para mí no era muy evidente los efectos de éste


esfuerzo en lo íntimo, pero la oración fluía con mayor
libertad, escuchaba la ternura de la voz de un padre
amoroso que me guía en el proceso, aún sin saber
que ésa era su voz o una forma como nos habla y
guía; pero un día pude ver los primeros resultados
en público; me invitaron a brindar un discurso
navideño en un auditorio repleto de madres de
familia en un número aproximado de 500 personas y
rodeado de autoridades locales; el discurso lo haría
en mi condición de servidor público, dado mi cargo
gerencial de aquel entonces; pese a que no me
estaba permitido las “alocuciones proselitistas
religiosas”, (así denominan a la predicación
evangelística en algunas instituciones). Llegó mi
turno para dar el discurso principal, cuando de
repente en mi corazón ardía la llama de mi pasión
por las almas presentes y el discurso se trasformó en
una especie de prédica para “conocer al verdadero
festejado de la navidad y su tierno amor por los
presentes”, el resultado fue evidente, un mar de
lágrimas en el auditorio, gritos efusivos de ¡Amén!,
¡Amén!, ¡Amén! De algunas madres que eran
cristianas entre nosotros, por otro lado, el asombro
de mis acompañantes, pero con rostro compungido
y sollozante y las más de 200 almas que entregaron
su vida a Cristo en el evento.

Salí gozoso de aquel evento y tan asombrado de lo


que Dios puede hacer con un vaso que él limpia y
usa para su Gloria; no salía de mi asombro, cuando
unos días después, tuve que dirigir otra reunión
navideña con un grupo de 153 profesionales, dada
mi condición de jefe, me correspondía el brindis de
honor y mi alocución pasó de ser el típico llamado a
la unidad, a la paz y familiaridad porque cada palabra
fue atizada con fuego ardiente que quemaba en mi
interior, al punto de subirme en un mueble para
sobresalir en la sala, ya que soy bajo de estatura; para
culminar invitando al convidado de la fiesta
navideña, Jesús a los corazones; 32 personas hicieron
su confesión de fe y aún guardo registro de sus
nombres y oro por ellos.
Después de éstos episodios que yo considero las
primeras evidencias públicas de la oración en mi
ministerio, (digo iniciales porque yo fui el primer
sorprendido con el mayor gozo de mi corazón, ver
las almas venir a los pies de Cristo) han seguido
muchas más, como por ejemplo: he visto a la gente
ser tocada por el Espíritu de Dios al acercarse a mí, a
otros caer desplomados experimentando liberación
durante las ministraciones, a otros siendo sanados,
salvados y multitud de manifestaciones
sobrenaturales que vivimos cada día, pero cada una
de éstas se gestan en la intimidad con Dios, así que
dime de tu éxito ministerial y te diré de tu intimidad
con Dios. El mundo no está esperando más discursos,
está esperado la manifestación de los hijos de Dios,
recuerda que el reino de los cielos no consiste en
palabras, sino en poder (1 Corintios 4:20), conocerás
un íntimo de Dios porque demuestra su poder.

En el pasaje citado de Mateo 21:12-17, encuentro


una sucesión de hechos que alumbraron mi
entendimiento respecto al orden de precedencia
para ver la manifestación del poder de Dios, te lo
presento a continuación, según se me fue entregado:

Primero, Jesús encontró un templo sucio y siendo


usado para lo que no fue concebido en su “diseño
original”, entonces procedió a limpiar el templo.

Considerando que nosotros somos el templo del


Espíritu Santo (1 Corintios 6:19) y que tenemos un
diseño original que se expresa ampliamente en
Génesis capítulo 2 (llamados para gestionar la
creación de Dios, sojuzgándola y ejerciendo su
autoridad delegada y gozar de sus beneficios en un
entorno de armonía y relacionamiento perfecto con
Dios), pero el pecado, la rebelión y la iniquidad
rompió ese diseño original, lo que nos impide
nuestra manifestación gloriosa como hijos de Dios,
en el pasaje citado, Jesús entró en celo al ver que el
templo estaba convertido en “cueva de ladrones” (lo
mismo hacen nuestros temores, dudas, afanes,
ansiedades, angustias, incredulidades, adicciones,
Etc.). Por lo tanto, debemos esforzarnos por
presentar a nuestro Dios un templo limpio y sin
mácula, en el próximo ítem reflexionaremos en las
condiciones en que nos encontrábamos al llegar a
Cristo. Lo más hermoso de esto es que Jesús proveyó
y está interesado en limpiarnos, ero ¿pero por qué?

Segundo, porque de las muchas razones que


encontramos en las escrituras, en el pasaje leído,
Jesús establece el diseño del templo citando al
profeta Isaías “Escrito está: Mi casa, casa de oración
será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de
ladrones”, usted podría reflexionar un momento en
el hecho real de ser templo del Espíritu Santo y decir:
¡Soy casa de oración!, ¡El lugar de comunión con el
Espíritu de Dios es mi corazón!, ¡La distancia más
cercana hacia Dios es mi propia comunión, mis
rodillas o me acerco o me alejo de Dios, por mi
propia decisión, por mi propio esfuerzo!. Somos casa
de oración, Santiago 4:8 es muy claro cundo habla
de esto “Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros.
Limpiad vuestras manos, pecadores; y vosotros de doble
ánimo, purificad vuestros corazones”. La condición es
acercarnos con la oración.

Tercero, “Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos,


y los sanó” fíjate en el orden de precedencia, primero
Dios limpia el templo, luego establece que debe ser
una casa de oración, luego sana a los que vienen a
él. Todos queremos ser usados por Dios, mostrar su
poder y Gloria, pero no todos seguimos éste orden
de precedencia, esto funciona en la práctica, requiere
disciplina, compromiso con el llamado personal y
constancia, eso nos muestran los héroes de la fe en
las escrituras y eso es lo que debemos esforzarnos
en seguir.

Claro está también en el pasaje que en el proceso


tendrás que lidiar también con el espíritu religioso
que opera en éste tiempo en contra de “lo profético
y lo sobrenatural de Dios” y aún trata de sustentarlo
como algo que cesó en el pasado, no obstante, y
para la gloria de Dios, la mayor parte del cristianismo
está comprobando y viviendo en carne propia las
maravillas de Dios que no se pueden negar con una
mentalidad griega o con letra muerta.

“Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas


vieron las maravillas que había hecho, y a los
muchachos que gritaban en el templo y que decían:
¡Hosanna al Hijo de David!, se indignaron y le dijeron:
¿Oyes lo que estos dicen?”.

Cuarto, Continúa con la actitud de éstos muchachos,


sigue aclamando ¡Hosanna al Hijo de David!”, sé un
altar encendido para Dios, que la alabanza y
adoración no cesen en el altar de tu corazón, esa
también es una forma de mantener el fuego
ardiendo en el altar.

II. ¿En qué condiciones llegaste a Cristo?


“entre los cuales también todos nosotros en
otro tiempo vivíamos en las pasiones de
nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la
carne y de la mente, y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los
demás” Efesios 2:3.
Cada uno de nosotros tiene una apreciación
medianamente consciente del estado en que nos
encontrábamos sin Dios en el mundo, dado que
tenemos una conciencia en nuestros espíritus y un
registro mental de nuestros actos sean éstos buenos
o malos; nos ocupa aquí aquellos que hacíamos
siguiendo nuestros deseos pecaminosos; tal
conciencia y el reconocimiento de aquello por la
obra del Espíritu Santo, es lo que nos conduce al
arrepentimiento para acceder al regalo de la
salvación por medio de la fe (Efesios 2:8); pero ¿cuál
era nuestro estado inicial al llegar a la familia
Cristiana?, sin duda, nos diferenciamos unos de
otros, cargamos heterogeneidad aún en nuestros
entornos familiares, lo que otorgó lugar al diablo y
legalidad para afectar nuestras vidas y legado
generacional; algunas puertas que abrimos para dar
lugar al enemigo, son:

1. INIQUIDADES.
Hace algún tiempo, luego de interceder en equipo,
me disponía a dormir, cuando de repente el Espíritu
Santo me hizo entrar en una visión de noche: En la
visión, me encontré en un lugar extraño, lo que
alcancé a ver era un riachuelo, cuyo recorrido me
inquietaba. Me acerqué a él, me paré junto a su orilla
y la alegría de lo que podría ser un hermoso paisaje,
desapareció ante mis ojos para contemplar un
panorama totalmente diferente:

 Al interior del riachuelo y de espaldas estaban


dos niñas de contextura gruesa que tenían las
manos ocupadas en algo: mi curiosidad hizo
que me acercara y mientras lo hacía, una de
ellas sintió que la estaba mirando y volteó el
rostro hacia mí; era un rostro frío,
inmisericorde, con ausencia total de amor y al
verlas a ambas estaban tan envejecidas que
parecían a punto de desmoronarse en el
riachuelo, de hecho cierto polvo de su rostro
caía sobre el agua.
 De nuevo miré lo que sus manos tocaban; era
un cadáver humano, cuyos intestinos eran
extraídos y refregados en el agua del
riachuelo; las aguas eran poco profundas y
estaban tan sucias que el sarro blanquecino y
sedimentos podría verse claramente en el
lecho fluvial.

Ausencia total de vida había en el lugar, como si la


felicidad no existiera en aquel infeliz lugar:

 Continué observando mientras se apoderaba


de mí un asco excesivo, mi estómago no
resistía tanta contaminación (pese a ser
resistente al asco), era la primera vez que miré
de forma tan clara los intestinos de un ser
humano y dada la manipulación de estos
extraños seres se extendían cauce abajo por
las aguas del riachuelo.
 Miré hacia los costados en medio del triste
panorama y en una zona más profunda
(puedo asegurar que hasta los detalles de
profundidad se me hacían conocidos en
aquella visión) divisé dos cadáveres en
avanzado estado de putrefacción y cuyos
restos eran esparcidos por el lúgubre discurrir
de aquel contaminado riachuelo.

Con el asco aun afectando mi humanidad y la


impresión de tan sucio panorama escuché al Señor
decirme: ¡ASI ES LA INIQUIDAD PARA MI!
Tan pronto abrí los ojos al mundo material, el texto
de 2 Timoteo 2:19 estaba en mi mente “No obstante,
el sólido fundamento de Dios permanece firme, teniendo
este sello: El Señor conoce a los que son suyos, y: Que se
aparte de la iniquidad todo aquel que menciona el nombre
del Señor”. Empecé a estudiar la iniquidad y cuya
exposición está bendiciendo a la iglesia.

La iniquidad es un tema central en la Biblia y se


refiere a la injusticia, maldad y corrupción en el
corazón humano. Desde la caída de Adán y Eva, la
humanidad ha lidiado con las consecuencias de la
iniquidad que se originó en el corazón de satanás.

“Tú, querubín protector de alas desplegadas,


yo te puse allí. Estabas en el santo monte de Dios,
andabas en medio de las piedras de fuego.
Perfecto eras en tus caminos desde el día que
fuiste creado hasta que la iniquidad se halló en ti.
A causa de la abundancia de tu comercio te
llenaste de violencia, y pecaste; yo, pues, te he
expulsado por profano del monte de Dios, y te he
eliminado, querubín protector, de en medio de las
piedras de fuego” Ezequiel 28:14-16.
Posteriormente (Génesis 3), la iniquidad se trasladó a
la humanidad a través del pecado original como una
herencia inicua. El Nuevo testamento nos habla de
éste fundamento y nos ordena apartarnos de la
iniquidad, tarea básica de todo vaso profético, a fin
de empezar un camino de perfeccionamiento.

Aquí comparto un modelo de oración con la cual


guie a una mujer a salir de la iniquidad de robo y
engaño, el Espíritu Santo revelará los tipos de
iniquidad de las cuales limpiarnos:
Amado Padre celestial, me presento delante de tí
en el nombre de Jesús, habiendo conocido la verdad
de tu palabra cuando dice en Exodo 34:7 que tu
perdonas la iniquidad, la rebelión y el pecado y que
de ninguna manera tendrás por inocente al
malvado que cometió tales cosas.

También sé la verdad de tu palabra cuando dice


entre muchos pecados que ningún ladrón o
mentiroso entrará en el reino de los cielos. Pero te
doy muchas gracias ya que ahora conozco que
Jesucristo pagó el precio de mis iniquidades,
rebeliones y pecados (el sufrió el castigo que yo
merecía según Isaías 53:5). Y ahora sólo debo creer
lo que hiciste por mí y como dice 1 Juan 1:9 debo
"confesarlos y tu eres fiel y justo para perdonarme
y también limpiarme de toda maldad", así que
estoy frente a tí arrepentida y te confieso que:

Desde mis generaciones pasadas hemos cometido


las iniquidades de robo, dolo, fraude, mentiras y
engaño (se puede agregar divorcio, brujería,
idolatría, Etc) y lo confieso ahora delante de tí,
pidiendo conforme a la justicia de Cristo Jesús me
perdones.

Muchas gracias amado Dios por tu perdón que lo


recibo con mucha gratitud, también te pido perdón
por mis pecados de robo, dolo, fraude, mentiras y
engaño (se puede agregar divorcio, brujería,
idolatría, Etc) y por mis rebeliones y te ruego QUE
ME LIMPIES de toda maldad por la sangre de
Jesucristo.

De acuerdo a la verdad que me hace libre (Juan


8:32), en estos momentos le hago conocer a todo
agente de satanás que mi Dios me ha perdonado y
tengo derecho a mi libertad total, al mismo tiempo
tengo la autoridad para cortar toda herencia de
iniquidad y maldiciones que fueron transferidos
genéticamente a mis hijos, por lo tanto:

 Renuncio, quebranto y cancelo todo derecho


legal que le había otorgado a mi adversario las
rebeliones, pecados e iniquidades de robo, dolo,
fraude, mentiras y engaño (se puede agregar
divorcio, brujería, idolatría, Etc).
 Rompo todo decreto, contrato legal, pacto
o maldición que haya venido por causa de estas
iniquidades rebeliones y pecados de robo, dolo,
fraude, mentiras y engaño (se puede agregar
divorcio, brujería, idolatría, Etc) que Dios me
perdonó, en el Nombre de Jesús a quien he
confesado como mi Señor.
 Por lo tanto, desde hoy también, por la
autoridad que Dios me dió, declaro a todos mis
hijos (nombrar a los hijos. Ejemplo: Camilo,
Claudia, Etc ) libres de toda herencia de
iniquidades y maldición generacional.
 Me declaro libre ahora, en el nombre de Jesús
de todo demonio que vino a mi vida y a la vida
de mis hijos por causa de las iniquidades,
rebeliones y pecados de robo, dolo, fraude,
mentiras y engaño (se puede agregar divorcio,
brujería, idolatría, Etc). Somos libres en el
poderoso nombre de Jesús ya que satanás no
tiene legalidad para oprimirnos.
Amado padre celestial, te doy muchas gracias por
ayudarme en este proceso, te ruego que nos llenes
con tu Espíritu Santo para hacer tu voluntad. Oro
en el Nombre de mi Señor Jesús, Amén.

2. MALDICIONES GENERACIONALES.

En varios pasajes de la Biblia se menciona las


maldiciones generacionales (Éxodo 20:5; 34:7;
Números 14:18; Deuteronomio 5:9). Dios advierte
que es un "Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad
de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen". Suena injusto
que un niño reciba castigo por pecados que él no
cometió. Sin embargo, los efectos del pecado se
transmiten naturalmente de una generación a la
siguiente. Cuando un padre tiene un pecado
recurrente, es usual que sus hijos practiquen el
mismo estilo de vida pecaminoso.
“Como el gorrión en su vagar y la golondrina
en su vuelo así la maldición no viene sin causa”
Proverbios 26:2.

Los espíritus familiares son los que llevan a cabo las


maldiciones de generación en generación y se
transmiten como herencia, pueden manifestarse de
diferentes maneras:
A. Enfermedades mentales y emocionales. Éstas
incluyen depresión, confusión y frustración.
Hay personas que en la consejería pastoral
dicen: “mi madre siempre vivía en continua
depresión y yo estoy padeciendo de lo
mismo” (herencia espiritual)
B. Enfermedades crónicas. Esto incluye todo tipo
de enfermedad, tales como: cáncer, diabetes,
presión alta, asma, artritis, etc.
C. Desintegración de la familia. Esto incluye
situaciones, tales como: divorcio, adulterio,
fornicación, homosexualismo, incapacidad de
concebir, alcoholismo y drogadicción
D. Pobreza continúa. El no poder prosperar en lo
material y vivir en continua pobreza es una
maldición.

Si usted ha visto algunas de estas condiciones en su


vida, es una señal que hay una maldición
generacional operando, recuerde que el enemigo de
nuestras almas, el diablo (acusador) es un legalista
acérrimo, que usará todas las artimañas para
aferrarse a lo que considera “su casa”, condición en
la que estuvimos sin Cristo; no obstante, es nuestro
derecho acceder a la libertad de toda maldición
generacional a través del arrepentimiento. Cuando
Israel se apartó de los ídolos para servir al Dios vivo,
se rompió la "maldición" y Dios los salvó (Jueces 3:9,
15; 1 Samuel 12:10-11). Sí, Dios prometió visitar el
pecado de Israel sobre la tercera y cuarta generación,
pero en el versículo siguiente prometió que
mostraría "misericordia a millares, a los que me aman
y guardan mis mandamientos" (Éxodo 20:6). En otras
palabras, la gracia de Dios dura mil veces más que Su
ira.

Para alguien que esté preocupado por una maldición


generacional, la respuesta es la salvación por medio
de Jesucristo. Un cristiano es una nueva creación (2
Corintios 5:17). ¿Cómo puede un hijo de Dios estar
aún bajo la maldición de Dios (Romanos 8:1)? La cura
para una "maldición generacional" es arrepentirse
del pecado cometido, tener fe en Cristo y una vida
consagrada al Señor (Romanos 12:1-2), claro está
que debemos notificar al enemigo esta derrota
categórica y permanecer firme en la libertad gloriosa
de los hijos de Dios.

3. PECADO DELIBERADO.

En la Biblia, el pecado es la trasgresión a la ley de


Dios (1 Juan 3:4) y la rebelión contra Dios
(Deuteronomio 9:7; Josué 1:18). El pecado tuvo su
origen con Lucifer, el “Lucero, hijo de la mañana”. No
contento con ser todo esto, el deseó ser semejante
al Dios altísimo, y esa fue su caída y el inicio del
pecado (Isaías 14:12-15). Cambiado su nombre a
Satanás, él trajo el pecado a la raza humana en el
Jardín del Edén, donde tentó a Adán y Eva con la
misma seducción - “...seréis como Dios...”. Génesis 3
describe la rebelión de Adán y Eva contra Dios y
contra Sus mandamientos. A partir de ese momento,
el pecado ha pasado a través de todas las
generaciones de la raza humana, y nosotros como
descendientes de Adán, hemos heredado el pecado
de él. Romanos 5:12 nos dice que, a través de Adán,
el pecado entró al mundo y, por lo tanto la muerte
pasó a todos los hombres, porque “la paga del
pecado es muerte...” (Romanos 6:23).

Conocemos dos tipos de pecados: El pecado de


omisión que es el pecado que se comete porque no
nos damos cuenta o ignoramos, que lo que estamos
haciendo, ofende al Señor y el pecado de acción que
es aquella falta que se comete voluntariamente y a
sabiendas que está mal hecho. Para todo pecado
voluntario, hay un demonio y este viene a operar en
el área específica de nuestra debilidad. Tomemos
como ejemplo la ira. Todos sabemos que la ira es una
emoción y la Palabra nos manda a no airarnos.

“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol


sobre vuestro enojo, ni deis oportunidad al
diablo” Efesios 4:26-27

También, la Biblia define la ira como una obra de la


carne. ¿Qué sucede si una persona deja que la ira se
convierta en rabia, o que se ponga el sol sobre su
enojo, es decir, deja que llegue la noche sin que haya
perdonado? Esto abre la puerta a un espíritu
inmundo de ira. En otras palabras, Los creyentes
podemos pecar contra el Señor por omisión o por
acción, cuando pecamos en una misma área de
continuo, les estamos abriendo una puerta a los
demonios.

4. TRAUMAS.

Cada vez que un trauma toma lugar en la vida de una


persona, puede convertirse en una puerta abierta
para que el enemigo venga a oprimir, a obsesionar o
a posesionar una vida. Por esta razón, es necesario
tomar las medidas necesarias para sanar el trauma y
cerrar esa puerta rápidamente.

Tomemos como ejemplo a una mujer de 35


años que en una ocasión ministré, la misma
creía firmemente el Dios de sus abuelos, los
mismos que le habían inculcado buenos
valores y llevado a congregar en un entorno
pentecostal, pero desde los 15 años no quería
saber más de congregar ya que no podía ver un
pastor sin pensar en que éste es un hipócrita. El
trauma que le ocasionó este rechazo fue
debido a tocamientos indebidos con que su
padre abusó de ella en su juventud temprana;
y poco después su padre se constituyó en un
pastor evangélico, lo que le ocasionaba un
trauma insoportable, al punto de negarse para
sí misma el acto vergonzoso de su pasado y
tratar de cambiar en su mente con recuerdos
diferentes. No fue sino hasta que la conduje al
perdón y arrepentimiento que ella pudo sanar,
ser restaurada y ahora es una líder de
intercesión usada por el Señor Jesucristo, Gloria
a Dios.

Tengo buenas noticias: Jesucristo vino a deshacer las


obras del diablo.
“El que practica el pecado es del diablo, porque
el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo
de Dios se manifestó con este propósito: para
destruir las obras del diablo” 1 Juan3:8.

En la mayoría de las liberaciones hechas, se ha


detectado que los demonios entran a las personas
durante la niñez, el tiempo de mayor debilidad de los
seres humanos. Los padres cristianos necesitan
comprender sus responsabilidades para proteger a
sus hijos y, también, para saber cómo liberarlos de
opresiones demoniacas.

5. OCULTISMO, BRUJERÍA Y FALSAS RELIGIONES.


“Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te
da, no aprenderás a hacer las cosas abominables
de esas naciones. No sea hallado en ti nadie que
haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni
quien practique adivinación, ni hechicería, o sea
agorero, o hechicero, o encantador, o médium, o
espiritista, ni quien consulte a los muertos. Porque
cualquiera que hace estas cosas es abominable
al Señor; y por causa de estas abominaciones
el Señor tu Dios expulsará a esas naciones de
delante de ti. Serás intachable delante
del Señor tu Dios. Porque esas naciones que vas a
desalojar escuchan a los que practican hechicería
y a los adivinos, pero a ti el Señor tu Dios no te lo
ha permitido” Deuteronomio 18:9-14.

Una hermana, cuyo nombre omito intencionalmente,


me solicitó ayuda para su liberación, puesto que
experimentaba múltiples problemas como insomnio,
dolores frecuentes de cabeza, mareos, cansancio
excesivo; estaba a punto de perder una vista y en lo
personal, su familia estaba dividida, una hija en
rebeldía declarada contra ella y la evidente maldición
de miseria, pobreza y pérdida continua de las
bendiciones.
Cuando conversé con ella, pudimos notar que el
trasfondo de todo aquello era las prácticas de
brujería que había experimentado desde niña
cuando su abuela, una conocida bruja la indujo a ésta
mala vida en la montaña de Sorte en Venezuela (El
Monumento Natural Cerro María Lionza o montaña
de Sorte, se encuentra en el conjunto montañoso que
conforma el Macizo de Nirgua, perteneciente
al sistema montañoso del Caribe en la jurisdicción de
los municipios Bruzual, Urachiche, José Antonio
Páez y Nirgua del estado Yaracuy).
Después del arrepentimiento y un corto tiempo de
perdón entre los miembros del hogar, se procedió a
la confesión y renuncia de la iniquidad de brujería y
procedimos a reprender los demonios que
permanecían afectando su vida; uno a uno salían
dando voces, hasta que finalmente, la mujer quedó
tendida en el suelo, con apariencia de haber sido
liberada; di gracias a Dios, pero el Espíritu Santo, me
advirtió lo siguiente ¡Está mintiendo, me dijo!, quien
mentía era un demonio, que era el mayor entre todos
y comandaba a los demonios que salieron
previamente durante la oración.

De inmediato, empezamos a orar, pidiendo al


Espíritu Santo que revele la causa o por qué aquel
espíritu inmundo no sale al reprenderlo; el Señor nos
dijo que la mujer, se acostumbró a usar el poder de
aquel “espíritu guía” o “espíritu de poder” que usó
por años para adivinar y ejercer dominio sobre
mucha gente, incluso en el hogar. De inmediato,
ordené que el espíritu humano, tome control, para
confrontarla con ésta conducta y pecado, lo que
reconoció y se arrepintió; para luego proceder a
expulsar aquel demonio que mentía haciéndose
llamar “legión”; Aunque éste no es un libro de guerra
espiritual, es necesario aclarar que los demonios son
mentirosos y lo que dicen no es creíble, debemos
reprenderlos con autoridad y acostumbrarnos como
intercesores a ser guiados por el Espíritu Santo en la
liberación, así ha sido en incontables casos de
liberación que hemos puesto al servicio de la iglesia.

Es obvio que la hermana ministrada, no tenía


conocimiento en su temprana edad de lo
pecaminoso de estos pactos con satanás, pero en
edad adulta y ya siendo una ferviente cristiana, sufría
las consecuencias, no por algo las Sagradas
Escrituras advierten:

“No tendrás otros dioses delante de mí. No te


harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está
arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las
aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni
los servirás; porque yo, el Señor tu Dios, soy
Dios celoso, que castigo la iniquidad de los
padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen”
Éxodo 20: 3-5.

Es importante citar el pasaje anterior para reflexionar


en que la brujería y prácticas similares está
relacionada a la necesidad o búsqueda mezquina de
poder y en el lugar equivocado, ya que la única
fuente legítima y buena es Jesucristo, todas las
demás son diabólicas, aún si la gente trata de
justificar que en aquellos lugares “le oran a diosito”,
“yo sólo acompañaba a un familiar”, “yo no sabía de
qué se trataba” o, “pero no he visto que hacen
maldad, sólo rezaban por mi salud”, toda aquella
apariencia de piedad es la forma como las tinieblas
se disfrazan para atrapar a incautos y
desconocedores de las Sagradas escrituras. No
obstante, la causa principal del ocultismo y la brujería
es la idolatría. Dios claramente dijo que odiaba la
idolatría de toda clase. Hace poco, visitaba una
iglesia para hacer una escuela profética y un
hermano me comentó que su hermano es brujo y
entre todas las maldades que ello involucra le
comentó que al rezar por las personas que recurren
a él, en forma disfrazada él dice: “satanás, satanás,
te entrego éstas almas”.
Todo lo que incluya cualquier actividad de adorar a
otros dioses es una puerta abierta para entrar en
ocultismo, brujería y hechicería. También, es una
forma de entrada de demonios en las personas.
Cualquiera que visita a un brujo, hace un pacto con
el enemigo ya sea directo o indirecto. Ese pacto hay
que romperlo aun cuando se haya recibido a Cristo
como nuestro Señor y Salvador para que el enemigo
no tenga derecho legal en nuestras vidas. El castigo
que paga una familia por la idolatría va hasta la
cuarta generación, pero se corta cuando se conoce a
Jesús y se ora rompiendo la maldición.

6. EL RECHAZO.
El rechazo es otra puerta abierta para el enemigo, ya
sea que haya tomado lugar desde el vientre de la
madre, en la etapa prenatal por influencias negativas,
tales como: deseo por parte de los padres de
abortarlo, que el bebé sea producto de una relación
fuera del matrimonio o que alguno de los padres sea
irresponsable. También, cuando los padres tienen
favoritismo entre sus hijos, cuando en el hogar hay
contiendas y el matrimonio está a punto de
romperse; cuando los cónyuges están amargados o
no tienen tiempo para sus hijos. Todo esto provee
una atmósfera perfecta para la presencia y actividad
demoníaca.

Y si ampliamos la larga lista de rechazos que


vivenciamos en nuestra vida en una sociedad
indolente, hogares disfuncionales, escuelas con
ciertos niños crueles que sin misericordia rechazan y
ponen apodos degradantes a nuestros hijos o
adolescentes que humillan y jóvenes sin amor en un
mundo caótico, llegaremos a la conclusión que hay
mucha afectación de rechazo en nuestras vidas,
siendo necesario echar fuera los espíritus inmundos
de rechazo que entraron por aquellas puertas de
maltrato y sanar el alma herida de quienes lo
experimentaron, para eso también está la iglesia y los
intercesores proféticos.

“Porque donde hay celos y ambición personal[a],


allí hay confusión y toda cosa mala” Santiago
3:16.

7. LA IMPOSICION DE MANOS.

En una ocasión, me pidieron orar por una mujer que


llevaba mucho tiempo enferma, con diversas
complicaciones que iban desde la afectación física,
hasta fuertes complicaciones psicosomáticas ; al
momento de la ministración, fue clara la
manifestación demoníaca y según la operación del
enemigo, el Espíritu Santo indicó que esta condición
se debía a una imposición de manos desde un altar
cristiano; cuando pregunté a la hermana que narrara
éste acontecimiento, ella relató que en cierta ocasión
recibieron una visita de un predicador, mismo que
ministraba influenciado por espíritus inmundos y
mediante la imposición de manos causó muchos
problemas en la grey; después de su liberación,
reflexionamos en cuán importante es seleccionar
adecuadamente y revisarlos frutos de aquellos que
invitamos al altar en nuestras congregaciones.
Es importante detenerse o pasar tiempo meditando
en la doctrina de imposición de manos a fin de tener
una buena base escritural al respecto porque cuando
una persona impone sus manos sobre otra, se pone
en operación una ley llamada: “ley del contacto y de
la transmisión”. A través de ella, una persona puede
transferir el poder de Dios, el poder del enemigo o
los espíritus inmundos.

“No impongas las manos sobre nadie con


ligereza, compartiendo así la responsabilidad
por los pecados de otros; guárdate libre de
pecado” 1 Timoteo 5:22.

En otras palabras, los espíritus inmundos pueden ser


transferidos de una persona a otra. Mucho cuidado
con quién le impone manos. Considere que quien le
imponga manos, sea un hombre o una mujer, un
líder o un ministro que esté caminando en santidad
e integridad. Absalón transmitió un espíritu de
rebeldía al pueblo de Israel a través de la seducción.
Un falso maestro puede transmitir un espíritu a una
persona por medio de una enseñanza falsa. Así como
lo negativo se transmite, también se transmite lo
positivo; como lo fue en los casos de Moisés y Josué;
Elías y Eliseo. Ellos transmitieron la unción y la
sabiduría a sus siervos a través de la imposición de
manos.

8. PALABRAS OCIOSAS.

Reconocer por revelación y creer la verdad que


hemos sido hechos “imagen y semejanza de Dios” es
uno de los fundamentos más firmes para salir
victoriosos en cualquier confrontación con el
enemigo de nuestras almas o para salir exitosos en
los retos de nuestra vida diaria ya que Dios, nuestro
diseñador inteligente crea con el poder de su
palabra, también a nosotros nos diseñó para tener
poder en nuestras palabras; al punto de contener en
ellas el poder de la vida y la muerte.

“Muerte y vida están en poder de la lengua,


y los que la aman comerán su fruto” Proverbios
18:21.

Activamos el poder de la muerte y la fe diabólica del


temor cuando maldecimos y damos lugar a espíritus
inmundos a través de nuestra boca. Esto es lo que
llamamos maldiciones auto impuestas o truhanerías.
Usamos expresiones, tales como: “segurito me voy a
enfermar”, “mejor me muriera”, “mis hijos son
estúpidos y torpes”, etc. Estas palabras habladas
imponen maldiciones y esto abre puertas al
enemigo.

“Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen


los hombres, darán cuenta de ella en el día del
juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y
por tus palabras serás condenado” Mateo 12: 36-
37.

No te imaginas amigo lector, cuántas veces he tenido


que ministrar arrepentimiento por convocar
destrucción de muerte a las vidas de cristianos
sinceros por descuidar su confesión, ante éstas
declaraciones, el enemigo toma legalidad y aguarda
la ocasión para destruir al hablante; conviene
entonces arrepentirnos por toda palabra ociosa que
salió de nuestras bocas y consagrar nuestros dichos
al Señor, sobretodo acostumbrarnos a hablar entre
nosotros con salmos, himnos, cánticos espirituales,
cosas edificantes y alineados con la palabra de Dios.

El objetivo inicial para hacer este listado de las


principales formas en que podemos abrir puertas al
enemigo para afectarnos es reflexionar en la
importancia de mantenerlas cerradas y estar
vigilantes, primero de nuestra condición, para luego
interceder por otros. Jesucristo nos mostró cuál era
su condición como un modelo perfecto del
intercesor:

“No hablaré mucho más con vosotros, porque


viene el príncipe de este mundo, y él no tiene
nada en mí” Juan 14:30.
Así como Jesucristo “limpió el templo” (Mateo 21:12-
16) de todo lo que lo alejaba de su diseño original
“mi casa, casa de oración será llamada”, así nosotros,
al asumir el reto de la intercesión, debemos
limpiarnos de todo lo que nos contamina para ser
”casa de oración” para los propósitos divinos y
presentar a Dios un soldado disciplinado, dispuesto
para toda buena obra y equipado con las armas de
su milicia que son poderosas.

III. Definamos ¿Qué es la oración?


Myles Monroe en su libro “Entendiendo el propósito
y el poder de la oración”, lo define como “La Licencia
terrenal para la interferencia celestial”
A la pregunta ¿QUÉ ES LA ORACIÓN?, responde:
 La oración es darle a Dios el derecho y el
permiso legal para interferir en los asuntos
terrenales.
 La oración es darle al cielo licencia terrenal
para influenciar la tierra.
 La oración es licencia terrenal para la
interferencia celestial.
 La oración es ejercer nuestra autoridad legal
en la tierra para invocar la influencia del cielo
sobre el planeta.
Podemos definir la oración como "Un sagrado
diálogo entre el corazón humano en conexión íntima
con Dios” que nos permite expresar nuestros
pensamientos, emociones y anhelos más profundos.
Es un momento de encuentro con lo trascendental,
donde depositamos nuestra fe y confianza en Aquel
que nos escucha amorosamente.
En el libro de Filipenses 4:6, el apóstol Pablo nos
exhorta diciendo: “Por nada estéis afanosos; antes
bien, en todo, mediante oración y súplica con acción
de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones
delante de Dios”. Esta cita bíblica nos recuerda que la
oración no solo es una forma de compartir nuestras
cargas y necesidades con Dios, sino también un
espacio para expresar gratitud por su amor y
bendiciones en nuestras vidas.
En nuestra experiencia cristiana, la oración adquiere
una dimensión especial, pues involucra la conexión
directa con el Espíritu Santo, quien fomenta la
expresión libre de la adoración, la alabanza y la
intercesión a Dios. Es a través de la oración que los
creyentes buscamos experimentar el poder
transformador y la presencia viva de Dios en nuestras
vidas y en la comunidad cristiana.
Imagina la oración como un cálido abrazo
espiritual, donde te sientes comprendido y amado
por el Creador del universo. Es un momento
sagrado en el que te entregas plenamente a Dios,
compartiendo tus alegrías, preocupaciones y sueños.
En ese espacio de conexión divina, encuentras
consuelo, esperanza y dirección.
A medida que te sumerges en la oración, te abres a
la voluntad de Dios y recibes su gracia y guía.
Puedes expresar tus deseos más profundos,
sabiendo que Dios escucha y responde en su
sabiduría perfecta. A través de la oración, nos
acercamos al corazón de Dios y cultivamos una
relación íntima con Aquel que nos conoce mejor que
nadie.
Toda la escritura nos conduce a una relación íntima
con Dios, siendo ésta relación la que se perdió en el
huerto del Edén a causa del pecado y a causa de
Cristo, se restaura esa relación y la mantenemos en
ferviente sintonía a través de la oración. Se ha
escrito mucho sobre la oración, es lo primero que
aprendemos a hacer como nacidos de nuevo y ocupa
un lugar prioritario en nuestra formación mediante
el discipulado básico congregacional. Resumiendo,
el concepto a su mínima expresión, podríamos decir
que la oración es la “comunicación directa con Dios”,
acción que debemos aprender en sus diversos
matices a fin de practicarlo en la intercesión profética
efectiva.
En el intento de seguir resumiendo el concepto,
también podríamos decir que Jesús enseñó en cómo
No debemos orar y el cómo debemos orar.
1. No debemos orar con motivos egoístas o
vanidosos: Jesús enseñó en Mateo 6:5: " Y cuando
oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos
les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y
en las esquinas de las calles, para ser vistos por los
hombres. En verdad os digo que ya han recibido su
recompensa". La oración debe ser sincera y
humilde, sin buscar la aprobación o admiración
de los demás.
2. No debemos repetir palabras vacías o tener
oraciones mecánicas: En Mateo 6:7, Jesús dice: "
Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como
los gentiles, porque ellos se imaginan que serán
oídos por su palabrería". La oración no se trata de
repetir palabras vacías o largas repeticiones sin
sentido, sino de comunicarnos genuinamente
con Dios desde el corazón.
3. No debemos orar con falta de perdón hacia los
demás: Jesús enseñó en Mateo 6:14-15: " Porque
si perdonáis a los hombres sus transgresiones,
también vuestro Padre celestial os perdonará a
vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres,
tampoco vuestro Padre perdonará vuestras
transgresiones". La falta de perdón puede
obstaculizar nuestra relación con Dios y afectar
nuestras oraciones.
4. No debemos orar con incredulidad: En Marcos
11:24, Jesús dice: " Por eso os digo que todas las cosas
por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis
recibido, y os serán concedidas". La oración requiere
fe y confianza en que Dios nos escucha y
responderá según su voluntad.
Resumiendo, en un cuadro de doble entrada algunas
de las enseñanzas de Jesús sobre cómo no orar y
cómo sí orar, basado en la Biblia tenemos:

Como NO orar Como orar


Con motivos egoístas o Con sinceridad y
vanidosos humildad
Repitiendo palabras Comunicándonos
vacías o teniendo genuinamente con
oraciones mecánicas Dios desde el corazón
Sin perdonar a los Con perdón hacia los
demás demás
Con incredulidad Con fe y confianza en
la respuesta de Dios
Buscando la aprobación Buscando la
o admiración de otros aprobación y la
voluntad de Dios
Enfocándose en Enfocándose en la
palabras largas y calidad y el contenido
repetitivas de la oración
Con falta de humildad y Con humildad,
reconocimiento de reconociendo nuestra
nuestra dependencia de dependencia de Dios
Dios
Con falta de entrega y Con entrega y
sumisión a la voluntad sumisión a la voluntad
de Dios de Dios
Este cuadro resalta las actitudes y enfoques
negativos que debemos evitar al orar, y ofrece los
aspectos positivos que debemos cultivar en nuestra
vida de oración. Al seguir estas enseñanzas,
podemos acercarnos a Dios de manera auténtica,
experimentar una conexión más profunda con Él y
vivir una vida de oración más significativa y
transformadora.

IV. ¿Qué es “lo profético”?

Profecía.
Es un término que se utiliza para describir la
comunicación divina o revelación recibida por un
individuo a través de la inspiración del Espíritu Santo.
Es un mensaje transmitido por medio de una
persona, en una atmósfera profética (cualquier
cristiano podría profetizar), a través del don de
profecía o por un profeta, que actúan como
intermediarios entre Dios y la humanidad. Como dice
el apóstol Pablo: "Pero el que profetiza habla a los
hombres para edificación, exhortación y consolación"
1 Corintios 14:3.
Comparto algunas definiciones que presentaron
algunos profetas conocidos, nótese que algunos
definen el don de profecía:
Kenneth Hagin, uno de los padres del movimiento
moderno de fe, afirmó:
"Profecía es una declaración sobrenatural en
una lengua conocida. La palabra hebrea
'profetizar' significa 'fluir'. También lleva el
pensamiento de 'bullir o manar como una
fuente, dejar caer, levantar, brincar, y brotar'.
La palabra griega que se traduce como
'profecía' significa 'hablar por otro'. Es decir,
hablar por Dios o ser vocero de Dios."
Dick Iverson, el anterior pastor principal de la Iglesia
Bible Temple, en Portland, Oregon:
"El don de profecía es hablar bajo la influencia
directa y sobrenatural del Espíritu Santo. Es
convertirse en la boca de Dios para verbalizar
sus palabras como el Espíritu dirige. La
palabra griega propheteia significa 'declarar la
mente y el consejo de Dios'. En el Nuevo
Testamento esta palabra es inseparable del
concepto de la inspiración directa del Espíritu
Santo. La profecía es la misma voz de Cristo
que habla en la iglesia."
Derek Prince
"El don de profecía es la habilidad impartida
sobrenaturalmente de oír la voz del Espíritu
Santo y hablar la mente y el consejo de Dios.
La profecía ministra no solo al grupo de
creyentes reunidos, sino también a individuos.
Sus tres propósitos principales son:
 Edificar= construir, fortalecer, hacer
más efectivo.
 Exhortar= estimular, animar,
amonestar.
 Consolar= alentar.
Por tanto, la profecía contrarresta los dos
ataques principales de Satanás: la
condenación y el desánimo.
David Pytches, un respetado autor y ex obispo
anglicano, dice:
"El don de profecía es la habilidad especial
que Dios le da a los miembros del Cuerpo de
Cristo para recibir y comunicar un mensaje
inmediato de Dios a su pueblo reunido, a un
grupo de ellos, o a cualquiera de ellos
individualmente, a través de una declaración
divinamente ungida".

Profeta.
Es alguien que ha sido llamado y ungido por Dios
para recibir y comunicar Su palabra a otras personas.
Un profeta tiene la capacidad de escuchar la voz de
Dios, discernir Su voluntad y transmitir mensajes
específicos, ya sea sobre eventos futuros,
exhortaciones, correcciones, consuelo o
instrucciones para individuos, comunidades o
naciones. Como dice el profeta Jeremías:
"Pero si ellos hubieran estado en mi consejo,
habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo,
y les habrían hecho volver de su mal camino
y de la maldad de sus obras" Jeremías 23:22.
La palabra "profeta" aparece más de 300 veces en el
Antiguo Testamento y más de 100 veces en el Nuevo
Testamento. En el Antiguo, la palabra hebrea usada
con más frecuencia para "profeta" es la palabra
nabiy'. Aquí hay algunos ejemplos:
 Abraham:

“Ahora pues, devuelve la mujer al marido


(Abraham), porque él es profeta [nabiy'] y orará
por ti, y vivirás. Mas si no la devuelves, sabe que
de cierto morirás, tú y todos los tuyos” Génesis
20:7.

 Moisés:

“Desde entonces no ha vuelto a surgir en Israel un


profeta [nabiy'] como Moisés, a quien
el SEÑOR conocía cara a cara” Deuteronomio
34:10.

 Aarón:

“Entonces el Señor dijo a Moisés: Mira, yo te


hago como Dios para Faraón, y tu hermano
Aarón será tu profeta [nabiy']” Éxodo 7:1.

 Dios llamó a Jeremías como profeta aún antes


de nacer:

“Antes que yo te formara en el seno materno, te


conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse
por profeta [nabiy'] a las naciones” Jeremías 1:5.
• Malaquías habló de un profeta que aparecería
en los últimos días:

“He aquí, yo os envío al profeta [nabiy'] Elías


antes que venga el día del Señor, día grande y
terrible” Malaquías 4:5.

• De las palabras de Jesús en Mateo 11:14,


sabemos que esta Escritura habla acerca de
Juan el bautista.

“Y si queréis aceptarlo, él es Elías, el que había


de venir”
• En un versículo que muchos creen que ser
refiere a Jesús, el Mesías, Dios promete
levantar otro profeta como sucesor espiritual
de Moisés:

“Un profeta [nabiy'] como tú levantaré de entre


sus hermanos, y pondré mis palabras en su
boca, y él les hablará todo lo que yo le mande”
Deuteronomio 18:18.

La palabra nabiy' tiene que ver con oír y hablar, se


trata de estar en el secreto de Dios y desde allí ser un
vocero de Dios, declarando que todos han oído.
Un profeta nabiy' es una persona que habla en
representación de un superior. En el caso de Aarón
este era Moisés y, finalmente, Dios. En el caso de
cada profeta bíblico, de hecho, Dios era el superior
por quien ellos hablaban. Sus palabras se originaban
en Él. Él plantaba sus palabras en los corazones y
bocas de ellos, y ellos a su vez las declaraban al
pueblo. En síntesis, un nabiy' es uno que habla
declarando la palabra que Dios le ha dado.

Lo profético:
Se refiere a todo lo relacionado con la profecía y la
dimensión espiritual en la que opera el profeta o la
gente profética de nuestra era. El término abarca
tanto los mensajes proféticos como las
características y las manifestaciones asociadas con
ellos. Lo profético puede manifestarse a través de
palabras proféticas, visiones, sueños,
revelaciones, discernimiento espiritual y otros
dones del Espíritu Santo. También puede incluir el
ministerio de sanidad, liberación y edificación
espiritual.
La Biblia nos enseña que "pues ninguna profecía fue
dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que
hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de
parte de Dios" 2 Pedro 1:21. La profecía es, por lo
tanto, un mensaje sobrenatural que proviene de Dios
y es impulsado por Su Espíritu Santo.
El apóstol Pablo en la carta a los corintios, nos da una
perspectiva más amplia del papel de la profecía en la
iglesia: "Pero el que profetiza habla a los hombres
para edificación, exhortación y consolación. El que
habla en lenguas, a sí mismo se edifica, pero el que
profetiza edifica a la iglesia" 1 Corintios 14:3-4.
En el pensamiento profético actual, la profecía sigue
siendo un medio importante de comunicación de
Dios con Su pueblo. Los profetas actuales siguen
escuchando la voz de Dios y comunicando Sus
mensajes a la iglesia y al mundo en general. La
profecía también puede manifestarse a través de
palabras proféticas, visiones, sueños, revelaciones,
discernimiento espiritual y otros dones del Espíritu
Santo. Además, puede incluir el ministerio de
sanidad, liberación y edificación espiritual.

Gestión de la profecía:
Si revisamos 1 Corintios 14:29-33. Encontraremos
enseñanzas valiosas sobre el papel de los profetas y
las profecías en la iglesia.
El apóstol Pablo nos instruye sobre cómo debe
funcionar la profecía en la iglesia. Él nos dice que
cuando haya profetas presentes, deben hablar dos o
tres, mientras los demás examinan con cuidado lo
que se ha dicho. Es importante que exista un espíritu
de discernimiento y evaluación en la congregación.
Si alguien que está sentado recibe una revelación, se
le debe permitir compartir su mensaje. Así, todos
tienen la oportunidad de profetizar por turno, lo cual
contribuye a la instrucción y aliento de todos.
Es crucial entender que el don de profecía está bajo
el control de los profetas, ya que Dios no es un Dios
de desorden, sino de paz. Este pasaje nos revela que
los profetas en Corinto eran miembros de la
comunidad, no viajeros itinerantes ni "profetas
oficiales". Había tantos profetas que Pablo tuvo que
establecer un orden para evitar el caos. Esto nos
muestra que la profecía no se limita a unos pocos
elegidos, sino que es un don carismático otorgado a
toda la congregación.
La palabra profética es dirigida a la iglesia, por lo
tanto, todos los miembros están llamados a juzgarla
con sabiduría y discernimiento. La iglesia debe
escuchar la profecía con respeto, pero también con
un espíritu crítico. La Biblia nos enseña que no
debemos apagar el Espíritu ni menospreciar las
profecías, pero al mismo tiempo, debemos
someterlo todo a prueba.
“No apaguéis el Espíritu; no menospreciéis las
profecías. Antes bien, examinadlo
todo cuidadosamente, retened lo bueno” 1
Tesalonicenses 5:19-21.
Lo más significativo de este texto es que describe la
profecía congregacional como una forma de
revelación divina. Dios se revela de diversas maneras,
y la profecía es una de ellas. La máxima revelación de
Dios es Jesucristo, el Dios encarnado. Además, la
Palabra escrita, inspirada por el Espíritu, también nos
da testimonio de Dios. Incluso la creación revela a su
Creador. En este sentido, las profecías, cuando son
escrutadas y validadas adecuadamente, también se
convierten en una revelación de Dios y su voluntad.

V. ¿Qué es la intercesión?
La intercesión en la Biblia es un concepto
fundamental que se refiere a la acción de intervenir
en oración a favor de otros ante Dios. Es un acto de
ponerse en medio, de mediación, donde una
persona se posiciona como un enlace entre Dios y
aquellos por quienes intercede. Los profetas y
apóstoles desempeñaron un papel significativo
como intercesores en la Biblia, presentando las
necesidades y clamores del pueblo ante Dios y
buscando su misericordia, protección y guía.
 En el Antiguo Testamento, encontramos
ejemplos de intercesión poderosa realizada por
figuras como Moisés. En Éxodo 32:11-14, Moisés
intercede ante Dios en nombre del pueblo de
Israel después de que adoran al becerro de oro.
Moisés suplica a Dios que perdone a su pueblo y
recuerda las promesas hechas a Abraham, Isaac y
Jacob. Como resultado de su intercesión, Dios
decide no destruir al pueblo.
 Jesús es el mejor modelo de intercesión. En el
Nuevo Testamento, vemos cómo intercedió por
sus discípulos y por todos los creyentes. En Juan
17:20-23, Jesús ora por la unidad de los
creyentes, pidiendo que sean uno como él y el
Padre son uno. Esta intercesión de Jesús no solo
se limita a sus seguidores en ese momento, sino
que se extiende a todos los que creerán en Él en
el futuro.
 El apóstol Pablo también destaca la importancia
de la intercesión. En 1 Timoteo 2:1-2, Pablo
exhorta a orar e interceder por todos los
hombres, incluyendo a los líderes y gobernantes.
Él enfatiza que esto es bueno y agradable ante
Dios nuestro Salvador, y que la intercesión tiene
el poder de afectar positivamente la vida de las
personas y el orden social.
Estos textos bíblicos muestran que la intercesión es
una práctica poderosa y necesaria. Nos invitan a
elevar nuestras voces y corazones ante Dios en favor
de otros, confiando en su gracia y misericordia. A
través de la intercesión, buscamos alinear nuestra
voluntad con la de Dios y ser instrumentos de su
amor y bendición en la vida de las personas y las
naciones.
Existen muchos grupos o asociaciones de intercesión
internacional, estas organizaciones tienen como
objetivo unir a creyentes de diferentes lugares y
culturas para orar e interceder en conjunto por
diversas necesidades a nivel mundial. Por medio de
la producción literaria, como libros, guías de oración
y recursos, buscan proporcionar herramientas y
enfoques para la intercesión efectiva. Estas
publicaciones pueden incluir enseñanzas sobre los
principios bíblicos de la intercesión, testimonios de
oraciones respondidas, y directrices prácticas para
interceder en áreas específicas, como la iglesia, la
sociedad, las misiones, entre otros.
Pero más allá de estos ejemplos, somos nosotros los
llamados en el ahora a interceder colocándonos en
identificación con la necesidad del que sufre y
presentándolo delante de Dios quien tiene la
solución a su necesidad e insistir hasta ver la
respuesta, pero no sólo aquello, sino que también
podemos interponernos ante terribles amenazas
contra nuestro prójimo, contra nuestras iglesias,
familias, ciudades y naciones de la tierra, cuánta falta
hace de intercesores.

VI. ¿Qué es la Intercesión Profética?


La intercesión profética implica una dimensión
especial, donde aquellos ministros proféticos (todos
lo somos) tienen un rol destacado en comunicar los
mensajes y deseos de Dios a las personas y naciones,
así como en interceder por ellas. A través de la
dirección y revelación divina; recordemos que los
profetas llevaban a cabo una intercesión profunda y
poderosa, con el propósito de influir en los eventos
futuros y en el cumplimiento de los propósitos de
Dios en la tierra.
Desde una perspectiva profética, la intercesión en la
Biblia adquiere un significado aún más profundo. Es
un llamado divino para levantarse como voz en
medio de la oscuridad y la necesidad, como heraldos
de la justicia y la redención. La intercesión profética
implica no solo orar, sino también escuchar y recibir
revelación y dirección directa del Espíritu Santo
para interceder de manera estratégica y efectiva.
En el libro de Isaías 62:6-7, el profeta proclama:
"Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he colocado
centinelas; En todo el día y en toda la noche jamás
callarán. Ustedes que hacen que el SEÑOR recuerde, no
se den descanso, Ni le concedan descanso hasta
que la restablezca, Hasta que haga de Jerusalén una
alabanza en la tierra". Este pasaje nos revela la
pasión y la dedicación que implica la intercesión
profética, una búsqueda incansable hasta que se
manifieste la voluntad de Dios en la tierra.
El apóstol Pablo también nos instruye sobre la
intercesión profética en Efesios 6:18: "Con toda
oración y súplica oren en todo tiempo en el Espíritu, y
así, velen con toda perseverancia y súplica por todos
los santos". Esta exhortación nos llama a orar en el
Espíritu, en comunión íntima con Dios, manteniendo
una postura de vigilancia y perseverancia constante
en nuestras intercesiones.
La intercesión profética es un medio poderoso para
traer transformación y restauración. En Ezequiel
22:30, Dios dice: "Busqué entre ellos alguien que
levantara un muro y se pusiera en pie en la brecha
delante de Mí a favor de la tierra, para que Yo no la
destruyera, pero no lo hallé". Aquí vemos la
búsqueda de Dios por intercesores dispuestos a
interponerse en favor de la tierra, evitando la
destrucción y desatando el propósito divino.
En un lenguaje profético, la intercesión se convierte
en un llamado celestial para ser guerreros
espirituales, para alzar la voz en los atrios celestiales,
declarando y profetizando la voluntad de Dios sobre
las naciones, las iglesias y las vidas individuales. Es
una invitación a estar en sintonía con el corazón
de Dios, a escuchar sus susurros y a ser agentes
de cambio en el mundo espiritual.
En la Biblia, encontramos numerosos ejemplos de
intercesión profética que ilustran esta dimensión
especial de la intercesión. Los profetas como
portavoces de Dios, también eran llamados a
confrontar el pecado, proclamar la verdad y buscar
la restauración y redención de las personas y las
naciones.
Uno de los ejemplos más destacados es el profeta
Elías. En 1 Reyes 18, vemos cómo Elías se enfrentó al
rey Acab y a los profetas de Baal, desafiándolos a un
duelo de sacrificios en el monte Carmelo. Después
de que los profetas de Baal no lograron que su dios
respondiera, Elías intercedió fervientemente ante
Dios, pidiendo que demostrara su poder y
manifestara su presencia. Como resultado, Dios
envió fuego del cielo, consumiendo el sacrificio y
revelando su gloria. La intercesión profética de Elías
fue instrumental en confrontar la idolatría y restaurar
la adoración verdadera en Israel.
Otro ejemplo es el profeta Daniel. En el libro de
Daniel, vemos cómo él intercedió por su pueblo
mientras estaban cautivos en Babilonia. En Daniel 9,
Daniel se humilló ante Dios, confesó los pecados del
pueblo y suplicó por misericordia y perdón. Dios
respondió a su intercesión enviando al ángel Gabriel
para darle entendimiento y revelación sobre los
eventos futuros y el plan divino. La intercesión
profética de Daniel no solo llevó a la liberación del
pueblo de Israel, sino que también reveló la venida
del Mesías y el establecimiento del Reino de Dios.
La intercesión profética no solo se limita a los
profetas del Antiguo Testamento. En el Nuevo
Testamento, vemos a apóstoles como Pablo y Pedro
desempeñando un papel activo en la intercesión.
Pablo, en sus epístolas, frecuentemente compartía
sus oraciones e intercesiones por las iglesias y los
creyentes. En Efesios 1:15-23, por ejemplo, Pablo
intercede para que los creyentes en Éfeso sean
fortalecidos en su conocimiento de Dios y
experimenten la plenitud del poder del Espíritu
Santo.
En resumen, la intercesión profética es una
dimensión especial de la intercesión en la que los
ministros proféticos desempeñan un rol destacado.
A través de la dirección y revelación divina,
buscan comunicar los mensajes y deseos de Dios,
influir en los eventos futuros y cumplir los
propósitos divinos en la tierra. Su intercesión
profunda y poderosa tiene el potencial de traer
transformación, restauración y cumplimiento de la
voluntad de Dios en la vida de las personas y las
naciones.
Mi deseo es que se levanten más intercesores
proféticos en este tiempo, cubiertos con el manto de
la autoridad divina, tomando posición en las brechas,
clamando por justicia, sanidad y avivamiento. Que
seamos aquellos que se alzan en oración persistente
y audaz, recibiendo revelaciones y estrategias divinas
para ver el Reino de Dios manifestado en la tierra.
Que nuestras voces se unan en armonía con el
Espíritu Santo, liberando la voluntad de Dios y
desatando el poder sobrenatural para traer
transformación y despertar espiritual.

VII. ¿Quién es un intercesor profético?


En cierto sentido, todos somos una generación
profética; he listado algunas señales y características
que indican que lo eres, espero te encuentres
identificado con alguna de ellas:

SEÑALES:

Tienes hambre y deseo por “lo profético”.

¿Cuándo oras, sientes que no oraste lo suficiente?, es


usual, a eso le llamo hambre y sed de su presencia,
tu alma está clamando por más, el Salmo 42:1-2 es
un Masquil (instrucción) de los hijos de Coré que
expresa con maestría este hambre:

“Como el ciervo anhela las corrientes de agua,


Así suspira por Ti, oh Dios, el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente;
¿Cuándo vendré y me presentaré delante de
Dios?” Salmos 42:1-2.

Fíjate en el deseo expresado con clamor por


presentarse delante de Dios, es un hambre que Jesús
saciará con su presencia.
Jesús dijo: …«Todo el que beba de esta agua
volverá a tener sed, pero el que beba del agua
que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que
el agua que Yo le daré se convertirá en él en
una fuente de agua que brota para vida
eterna» Juan 4:13-14.

A medida que tu comunión se fortalece, también tus


sentidos espirituales se agudizarán porque
aprenderás a tener los oídos en el cielo y tu cuerpo
operará lo que oyes acá en la tierra, también son
activados tus dones, muchas de estas cosas ocurren
sin que te des cuenta, luego lo haces porque las
señales manifiestan los dones.
Te gusta edificar la vida de otros

Tan pronto empecé a buscar de Dios, sentía un


enorme deseo de compartir lo que recibía del cielo,
pero veo que Dios no tiene prisa y limpia la casa
primero, nos mete en el horno vez tras vez para
purificar nuestros corazones y luego abre puertas de
manera progresiva.

Edificar a otros, es una inclinación que mostrarás a


medida que avanzas en tu caminar con Dios, en el
amplio sentido de 1 Corintios 14:3, todos los
llamados ministeriales son dados para la edificación
de la iglesia, pero “lo profético” está muy relacionado
al direccionamiento y la operación de los dones
proféticos que describiré en el segundo volumen de
ésta obra, poco a poco descubrirás la operación de
dones de palabra de ciencia, de sabiduría, tu
discernimiento se incrementa y la vida de los que te
rodean será impactada para bien.
Tienes inclinación por la guerra espiritual
Tu diseño como generación profética, hará que seas
atraído como el hierro a un gran imán por la guerra
espiritual y conocer todo lo que incumbe a la guerra
espiritual y poder manifestar la autoridad y poder de
Dios en esta área tan necesaria en el cuerpo de
Cristo; no está mal y debe asumirse con
responsabilidad y sin tomar decisiones guiados por
mera emoción, así se evita represalias y
confrontaciones innecesarias en tu vida.

Mi consejo es que ores para encontrar un buen


mentor profético y recibas su dirección para tu
propia formación en ésta área; en mi trayecto he
podido experimentar grandes victorias en la guerra
espiritual, pero Dios me permitió ir desde lo más
simple como echar fuera demonios, hasta tomar
territorios o lidiar con diseños tenebrosos que no son
fáciles de asumir sin revelación específica y el estar
rodeado de equipos proféticos bien equipados y
entrenados, gracia a Dios por el ministerio Cristo
Para Las Naciones ya que aquí tenemos un equipo
listo y preparado con ésta formación y experiencia.
Ve con calma, gestiona tus propias emociones, deja
que Dios adiestre tus manos para la batalla y avanza
por territorio seguro.

Oras de manera profética

“Regocíjense de gloria los santos;


Canten con gozo sobre sus camas. Sean las
alabanzas de Dios en su boca,
Y una espada de dos filos en su mano,
Para ejecutar venganza en las naciones
Y castigo en los pueblos;
Para atar a sus reyes con cadenas
Y a sus nobles con grillos de hierro;
Para ejecutar en ellos el juicio decretado:
Esto es gloria para todos Sus santos.
¡Aleluya!” Salmo 149:5-9.

Recuerdo hace un par de años, el Señor me despertó


de madrugada y me dijo: ”levántate hijo de hombre
y decreta….” Me entregó varias indicaciones y la
unción para pronunciar un decreto profético contra
unas manifestaciones demoniacas que movilizaban a
las masas en mi país, al mismo tiempo vi en el
espíritu muchos demonios que se levantaban para
tomar las carreteras y causas estragos a la
infraestructura física. Al hablar el decreto, Dios me
mostró una gran águila que descendía y con sus
garras destrozaba aquellos grandes demonios que
azuzaban a las masas. Poco tiempo después, estos
acontecimientos sucedieron en lo natural, los
mismos los vi en las noticias. Este es un ejemplo que
vivimos habitualmente en nuestro ministerio
profético Cristo Para Las Naciones, no obstante, toca
áreas de mucha sensibilidad y rechazo en el nivel
teológico.

Te pregunto si al orar, el fuego de Dios se enciende


en tu corazón y de pronto recuerdas la palabra de
Dios, los salmos y otros libros y ¿te sientes motivado
a orar citándolos con efusividad?, éstas oraciones, al
ser incrementadas en revelación continuarán para
declarar lo que Dios declara en su palabra, para
romper lo que Dios quiere que rompas con tus
palabras ungidas y para decretar lo que Dios te
manda a establecer de su voluntad para situaciones
apremiantes.

Dios te impulsará a establecer con tus palabras y


autoridad frente a diversas situaciones que el diablo
y todas sus fuerzas aliadas ya fueron derrotadas y no
tienen ningún dominio sobre aquella circunstancia;
ante circunstancias apremiantes, Dios te recordará
que en Cristo Jesús él decretó la vida, la salud y aún
el imperio de la muerte fue anulado por Jesús. Te
recordará su palabra vez tras vez, puesto que aquello
que está escrito en la Biblia es Ley, es estatuto u
orden real y Dios moverá su mano de justicia cuando
su pueblo haga uso de los “principios de legalidad”
del Reino de Dios.

¿Qué vas a enfrentar?

Entre las múltiples cosas que se presentan contra una


generación profética, podría compartirte algunas
experimentadas en carne propia, pero cada una de
ellas sirve para bien, añade a un carácter firme y
provocará el verdadero amor que hay en ti por el
Espíritu Santo como respuesta a los hombres y claro
está, una férrea respuesta al enemigo para
ahuyentarlo con autoridad.

a. Ataques de muchas personas ya que ves


cosas que otros no ven; Usualmente los ataques
más persistentes provienen de la propia familia de la
fe que no creen lo que tú crees, recuerda que hay
mucha divergencia teológica respecto a los dones
carismáticos y a las operaciones proféticas que Dios
ha restaurado, necesitarás tomarlo con cautela, con
cierto nivel de prudencia pero sin refrenar los
mensajes de Dios, el mismo Dios que te da su
palabra, te dará entendimiento y sabiduría para
comunicarlo adecuadamente.
Muchos ataques en comunidades cristianas
inmaduras son motivados por envidia, la carne busca
su propia exaltación y se siente amenazada cuando
Dios usa a alguien que ante sus ojos está
descalificada o lo ve poco preparada, pero Dios se
place hacerlo como quiere y se goza al encontrar
corazones mansos y humildes que tiemblen ante su
presencia para levantarlos como intercesores
proféticos. Observa, calla, analiza el para qué y no el
por qué y sigue esperando en Dios.

Entre las marcas que cargamos son los desprecios,


murmuraciones, chismes, juzgamientos indebidos,
nos cerrarán puertas, Etc. Pero gózate, Dios se
encargará de dimensionarte a mayores niveles de
unción y gloria mientras no te detengas a llorar por
los ataques recibidos.
Puede que te llamen falso profeta, hereje, fanático,
animista, brujo, Etc. Gloria a Dios por eso, a
continuación te cuento una anécdota personal de
algunos años atrás que te podría sacar una sonrisa:

Un joven de formación cesacionista se acercó a


mí genuinamente compungido y arrepentido
por algo que desconocía, al parecer sentía
algún remordimiento en su conciencia y me
dijo:

- Hermano Ever, podría hablarle en


privado un momento, a cuya
invitación acudí con la disposición
de siempre.
- Estoy arrepentido y quiero pedirle
perdón me dijo; porque yo creí que
usted era brujo, porque de qué otra
forma podría usted saber lo que hay
en los corazones de los hermanos o
hacer las cosas que hace.
Lo abracé, lo perdoné y lo amé puesto que así
fue malformado en su doctrina cesacionista,
tenía muchos años siendo lector asiduo y de
escudriñar las escrituras, pero con ese lente del
espíritu de Grecia usando solamente la mente
natural y bien sabemos que las cosas del
espíritu no se pueden discernir así.

b. Represalias; ya que puedes frustrar los


planes del enemigo, quien desde el vientre trata
de matar a los profetas. Quizás usted sea un
cristiano honesto, que se esfuerza por agradar a Dios
y ha determinado ministrar a otros la salvación y los
beneficios de libertad dados en su palabra; si ése es
su caso, ya habrá experimentado lo que yo llamo
“represalia” que se presenta a posteriori de haber
llevado a cabo un acto de ministración, pueden ser
de diversa índole, por ejemplo: siente que sus
hermanos, sus amigos, sus padres, sus hijos y hasta
su pareja si es que lo tiene confabulan para
arrancarle de la fuente de paz interior, se truncan
algunos planes de viajes, se cancelan reuniones
importantes, pérdidas, provocaciones,
Ante estas “represalias del enemigo” es necesario
estar preparado “pues no debemos ignorar las
maquinaciones del enemigo” No soy de los que
echan la culpa de todo lo malo a los demonios, no
debemos valorarlos en exceso, no es bueno darles
crédito de lo que no son responsables ni pensar
mucho en ellos. Creo que es mejor mantenerse
enfocado en nuestra identidad y derechos otorgados
en la palabra de Dios, pero considero que vivimos
en un mundo pecaminoso y los extremos son malos:
me refiero a ver demonios en todo es malo y no
verlos donde realmente están es peor (ceguera
espiritual - religión).

A qué tipo de represalias me refiero? y Cómo se


manifiestan?
Me gustaría delimitar un tipo especial de represalias,
refiriéndome a aquellas que se presentan como una
carga espiritual externa (dejando fuera de ésta
categoría a las opresiones espirituales causadas por
demonios que se encuentran “dentro” del cristiano
en la carne). Éste tipo de represalias llegan como una
suerte de venganza, de revancha intencional
desatada por nuestro adversario y sus huestes
espirituales, a efectos de responder la agresión
espiritual que le causa la iglesia para detener el
avance de las tinieblas y la libertad de los hijos de
Dios.

En mi experiencia personal, he orado por


intercesores, líderes espirituales, compañeros de
oración que experimentaron circunstancias como
éstas, he visto diversos síntomas de manifestación
física como, por ejemplo: Sensación de ardor en la
espalda alta y en los alrededores del cuello, estrés,
agotamiento físico, cansancio, fuertes dolores de
cabeza, desánimo, pesadez, pérdida de energía
física, etc. En ocasiones el Espíritu Santo me permite
conocer en el espíritu y recibir información precisa
del acto que originó tal opresión; a continuación, les
presento dos experiencias personales sobre
represalias (en ambos casos presento nombres
ficticios para preservar la identidad de los hermanos,
las historias son reales):
Mi hermano Pedro:
Miré desde la parte posterior del local de
reuniones al hermano “Pedro”, quien pedía al
pastor de la iglesia una oportunidad para
comunicar a los congregados un mensaje
recibido de parte del Señor. Con las emociones
a flor de piel y con el ímpetu de un niño al que
le ofrecen una paleta, ¡se apresuró a comunicar
el mensaje!… percibí en mi espíritu en ese
instante cómo un mensajero de satanás le
propinaba un golpe en la parte abdominal… yo
sonreía en la parte posterior y dije entre mí, ya
vendrá el hermanito Pedro buscando
ministración para reprender aquel ataque.
Pasaron unos minutos y vino pedrito, no tan
valiente y emocionado como antes, más bien
con un rostro pálido, fuertes dolores
abdominales, gotas frías de sudor, piernas
temblorosas y un asombro poco común en
hombres más experimentados. Oremos le dije,
es el enemigo que te golpeó frente a todos y
levantó aquella represalia contra ti, pidió
perdón por alguna ligereza cometida y
reprendí al agresor. De inmediato Pedrito
recuperó su célebre semblante y continuó su
día con una lección que no olvidará.
Consejo: En el campo profético entendemos que no
todo mensaje recibido es para comunicarlo
abiertamente, a veces Dios nos llama a interceder
con ello, otras veces a guardar silencio porque Dios
comparte secretos con sus profetas y peor aún no
podemos “soltar perlas a los cerdos”, porque lo que
querrán hacer contigo es despedazarte luego, lo más
cuerdo es orar para seguir la voluntad de Dios y no
actuar guiado por la emoción.

Mi hermano Tomás:
Al observar un video – estado del whatsapp, me
percaté de un ataque espiritual dado al
hermano Tomás, quien se paró frente a los
jóvenes con su envidiable carisma y talento
para ministrar un tiempo de alabanza y emitir
consejos espirituales; en fin, sabía en mi
espíritu que se trataba del segundo ataque de
ese tipo que en solo dos días recibía Tomás; el
otro vino cuando trataba de ganar a todo un
barrio para Cristo en compañía de intrépidos
soldados de Jesucristo. Por supuesto que el
espíritu territorial de la zona, aquella noche dio
fuerte resistencia, también estuve como un
soldado anónimo para dar batalla.
Oré un poco y descansé;… a las pocas horas
recibí dos cosas: Un mensaje solicitando
oración por Tomás quien manifestaba dolores
agudos de cabeza y una llamada telefónica de
su esposa solicitando ministración; pero este
ataque Dios lo utilizó para bien, ya que Tomás
recibió del Señor a través de aquella
experiencia más que una curación del dolor.
Sin extender mucho el relato, le dije a Tomás
frente a su esposa que como prueba de que lo
sobrenatural es real y muchos de lo que la
religión se esfuerza por mantener es mentira
“Dios le quitaría el dolor en el acto”. Sí que
estaba adolorido el pobre Tomás, se sentía en
el ambiente espiritual fuerte opresión, la
misma había afectado también a su esposa.
Oramos, reprendimos y ministramos muchos
aspectos especiales que Dios quería desatar en
beneficio de esta explosiva pareja. El dolor le
abandonó en el acto y Tomás se convirtió en
más creyente (luego lo testificó) y su esposa
más agresiva con el enemigo.
Recuerdo unos años atrás, cuando empezaba a orar
por las personas y ministrar liberación y sanidad, al
finalizar la ministración sentía fuertes represalias: a
veces estrés, cansancio, dolor de cabeza, ausencia de
hambre, de sueño. Éstas represalias también están
acompañadas de acusaciones, al no estar
acostumbrados a andar en “en el Espíritu”
(honestamente, creo que este conflicto lo sufren los
que se esfuerzan por andar todo el tiempo en
comunión con Dios), uno tiende a preocuparse sólo
un poco y a cuestionar su integridad, incluso
pregunta al Señor, amado Dios, te fallé en algo?,
muéstrame para arrepentimiento pues con nada
quiero deshonrar tu nombre.

Podría relatar muchas experiencias de opresión


similares, pero el objetivo es brindar a los
intercesores y a la iglesia algunos consejos prácticos
que ayudan a tratar con estos ataques ya que el
diablo sigue siendo diablo y sigue con fuertes deseos
de matar, robar y destruir, aquí algunos consejos:
 Ministre siempre en integridad, no lo haga si
tiene puestas abiertas que pueda utilizar el
enemigo.
 Cubra su vida y de los suyos con la sangre de
Jesús
 Inmediatamente después de una ministración, o
luego de una sesión de guerra espiritual con el
equipo intercesor, deje a Dios en control de todo
y reprender toda red de venganza, persecución,
represalias y retaliaciones.
 Considere que: En el momento en que los
demonios traen represalias desde afuera, desde
los lugares celestiales, dirigiendo sus ataques de
venganza hacia nosotros, nuestra autoridad es la
misma. Es el nombre de Jesús.
 El nombre de Jesús es la autoridad absoluta, sin
importar cómo te sientas. Conocer esto me ha
ayudado mucho.
 Proceda con fe a reprender toda red de venganza
y persecución.
 Pida cobertura de ángeles, espíritus
ministradores.
 Sométase a Dios

c. Espíritus religiosos, de adivinación, pitón,


jezabélicos, Etc. Un intercesor profético tiene que
ser consciente de que su lucha no es contra carne y
sangre y eventualmente se enfrentará a conocidos
enemigos opositores de “lo profético”, no en vano
Jesucristo mismo profetizó:
“Por tanto, miren, Yo les envío profetas, sabios y escribas.
A algunos de ellos, ustedes los matarán y crucificarán, y a
otros los azotarán en sus sinagogas y los perseguirán de
ciudad en ciudad” Mateo 23:34.
Está en la naturaleza del espíritu religioso el matar a los
profetas, hasta podríamos decir que al religioso el único
profeta que le agrada es el profeta muerto; así celebraba
Israel a sus profetas de antaño a los mismos que sus
padres habían matado.
En Hechos capítulo 16, el apóstol Pablo confronta a un
espíritu de pitón (pneuma pitona) que daba a una
muchacha capacidad para adivinar y generar grandes
ganancias a sus amos, provocando una fuerte represalia
contra su ministerio y vemos el espíritu jezabélico
permaneciendo en la iglesia de Pérgamo en Apocalipsis
capítulo 2:20
“Pero tengo esto contra ti: que toleras a esa mujer Jezabel,
que se dice ser profetisa, y enseña y seduce a Mis siervos a
que cometan actos inmorales y coman cosas sacrificadas a
los ídolos” Apocalipsis 2:20.
Puesto que no es intención describir ampliamente la
operación de éstos espíritus ya que existe material
bibliográfico que ayudaría a un lector común, relataré
brevemente una anécdota personal:
Estaba yo en visión de noche: y vi un conocido
hermano mío parado junto a mi cama, sonriente;
le pregunté al Señor,… Señor: ¿Qué hace el
hermano (dije su nombre) aquí?.
- Míralo bien, me respondió, porque no es él.

Lo miré, parado frente a mí y le dije: Pero Señor, es


él, yo lo conozco.
- Míralo bien, me dijo de nuevo, porque no es él.

Lo miré de nuevo, lo vi sonreír, me habló con su


timbre de voz usual y respondí al Señor, es él
Señor.
- Es el espíritu religioso me dijo; luce físicamente
igual, imita la voz y todo lo que puede
apreciarse físicamente para ocultarse en las
iglesias e incluso subirse al púlpito.
Quedé anonadado, pensando en lo delicado y
peligroso de no discernir y ver con los ojos
espirituales lo que pasa en la iglesia, en lo triste de
guiarnos sólo por lo que escuchan nuestros oídos
físicos y ven nuestros ojos naturales y … cuán
urgente es anhelar y buscar el don de
discernimiento de espíritus; el espíritu religioso
está feliz de que no se promueva esto en las
iglesias.

CARACTERÍSTICAS:
Un intercesor profético es todo aquel que ha
respondido al llamado de Dios para llevar a cabo una
obra divina de intercesión estratégica y poderosa en
los tiempos actuales, algunos requisitos y/o
características a resaltar en ellos serían las siguientes:

Valores fuertes
No te gusta la injusticia; el abuso, el engaño, es decir
serás muy sensible cuando se maltrata al débil o
alguien con su arrogancia lo humilla, es que el valor
de la justicia quema en tu interior, debiendo frenar
tu ímpetu con la prudencia necesaria ya que puede
explotar en contra de un agresor naturalmente y
recuerda que nuestra lucha no es con carne y sangre
(Efesios 6:12).

Sensibilidad espiritual: Está dotado de una


sensibilidad sobrenatural, es capaz de discernir los
tiempos y las sazones espirituales. Como lo describe
el apóstol Pablo en 1 Corintios 2:14, "Pero el hombre
natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios,
porque para él son necedad; y no las puede entender,
porque son cosas que se disciernen espiritualmente".
Un intercesor profético se sumerge en la presencia
de Dios, siendo ungido con discernimiento para
comprender las necesidades del tiempo presente y
las respuestas divinas requeridas.

Puesto que tu comunión íntima con el Señor,


también te hará sensible a su presencia, percibirás
con claridad cuando el Espíritu Santo se contrista y si
le fallas, te sentirás terrible, siendo necesario manejar
estos estados emocionales y de comunión con la
palabra, evitando entrar en condenación o
desánimos.

Intimidad con Dios: La comunión profunda con el


Padre celestial es esencial para el intercesor
profético. Como el profeta y adorador David nos
enseñó en Salmos 25:14, "Los secretos del SEÑOR son
para los que le temen, Y Él les dará a conocer Su
pacto", en otra versión dice: “la comunión íntima de
Jehová”. El intercesor profético cultiva una relación
íntima con Dios, nutriéndose de su Palabra,
adorando en espíritu y en verdad, y recibiendo
revelación divina para interceder de manera efectiva.

Ésta es a mi parecer el requisito mayor para un


intercesor puesto que engloba el objeto mismo de la
salvación, el ser transformados a la imagen de Cristo,
una vez salvos y en aquella intimidad somos amados,
ungidos, enseñados, impartidos y transformados.
Humildad y entrega: Un intercesor profético se
humilla ante Dios y se entrega por completo a su
llamado. Como el apóstol Pedro nos exhorta en 1
Pedro 5:6, "Humíllense, pues, bajo la poderosa mano
de Dios, para que Él los exalte a su debido tiempo". El
intercesor profético se reconoce como un
instrumento en las manos del Señor, dispuesto a
pagar el precio y hacer la voluntad de Dios sin buscar
su propia gloria.

A muchos no les agrada el término que aquí se usa


“pagar el precio” puesto que consideran como
también lo creo que Cristo lo consiguió todo y lo
otorga gratuitamente, pero me refiero con esto a un
precio de sacrificio personal voluntario para
menguar en mi naturaleza natural y permitir que el
Espíritu Santo haga su trabajo en mí, por ejemplo, un
ayuno es un precio necesario y completamente neo-
testamentario o la renuncia a placeres agradables a
la carne como acto de despojo de lo viejo o cosas
similares.

Autoridad y confrontación: El intercesor profético


opera en la autoridad divina, confrontando el pecado
y las fuerzas espirituales malignas que se oponen al
propósito de Dios. Efesios 6:12 nos recuerda: "Porque
nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los poderes de
este mundo de tinieblas, contra las fuerzas
espirituales de maldad en las regiones celestes". El
intercesor profético está revestido de armadura
espiritual, rompiendo fortalezas y avanzando en la
batalla espiritual con autoridad y poder en el nombre
de Jesús.

Profecía y declaración profética: El intercesor


profético también está dotado de la capacidad de
profetizar y declarar la palabra de Dios en los asuntos
de la tierra. Como Pablo nos enseña en 1 Corintios
14:3, "Pero el que profetiza habla a los hombres para
edificación, exhortación y consolación". El intercesor
profético recibe palabras y visiones de Dios, y las
declara sobre las situaciones y las personas,
liberando el poder sobrenatural de la Palabra para
transformar y restaurar.

Intercesión estratégica: El intercesor profético


opera en la intercesión estratégica, recibiendo
revelación divina sobre las necesidades específicas y
los planes de Dios. Como Santiago 5:16 nos enseña,
"Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y
oren unos por otros para que sean sanados. La oración
eficaz del justo puede lograr mucho". El intercesor
profético se sumerge en la presencia de Dios, busca
su corazón y recibe instrucciones divinas para orar de
acuerdo a su voluntad, desencadenando poderosos
cambios en la tierra.

Edificación y despertar espiritual: El intercesor


profético tiene un papel vital en la edificación de la
iglesia y en el despertar espiritual de las naciones.
Efesios 4:11-12 nos revela: "Y Él dio a algunos el
ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a
otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los
santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo". El intercesor
profético, en su comunión con Dios, edifica y equipa
a los creyentes para cumplir el llamado divino y
desencadena un avivamiento espiritual en las
regiones que toca, en el segundo tomo de esta obra
explayo esta tarea.

Visionario y pionero: El intercesor profético tiene


una mentalidad visionaria y pionera, capaz de ver
más allá de las circunstancias presentes y avanzar en
la dirección de los propósitos de Dios. Como
Proverbios 29:18 nos enseña, "Donde no hay visión,
el pueblo se desenfrena, Pero bienaventurado es el
que guarda la ley". El intercesor profético trae
claridad y dirección divina a través de sus oraciones
y su búsqueda de Dios, abriendo nuevos caminos y
trayendo avance en el reino de Dios.

Que el clamor profético se eleve en este tiempo, y


que los intercesores proféticos sean levantados
como estandartes de justicia en el mundo. Que sus
voces resuenen con poder y autoridad, declarando la
voluntad de Dios y desatando su gloria en la tierra.
¡Que la intercesión profética sea una fuente de
avivamiento, restauración y transformación en
nuestro mundo!

Recuerda, que tú también puedes ser un intercesor


profético. Ábrete a la dirección del Espíritu Santo,
busca intimidad con Dios y disponte a ser un canal
de su poder y amor en el mundo. ¡Avanza con
audacia en tu llamado, porque el mundo anhela la
manifestación de los intercesores proféticos en estos
tiempos cruciales!

VIII. Un Llamado a la intercesión


Desde que atendí a mi llamado, el fuego profético
arde en mis venas, cambiando mis roles habituales
en el campo laboral por mi verdadera pasión, En
levantar puentes entre el Cielo y la Tierra, en este
momento mi mayor anhelo es ver a las almas
sedientas, conectadas con el poder y la gracia de
Dios y sus promesas. El mundo necesita intercesores
proféticos, que se levanten y desaten el poder del
Salvador Jesucristo para juntos desatar el
avivamiento y la transformación, pronto veremos el
poder de Dios manifestarse de manera magnífica.

¡Que tu voz se una al clamor profético, y tus


oraciones traigan sanidad y restauración! que tu vida
sea una antorcha de luz en la oscuridad, y que el
mundo vea en ti el amor de Dios en acción.

¡Arriésgate a abrazar esta misión! El mundo espera


tu voz profética y tus intercesiones. Enrolémonos
juntos en este apasionante viaje, como intercesores
proféticos, cambiaremos las naciones.

Enfoca tu corazón en la intercesión poderosa, deja


que el Espíritu Santo te guíe en cada oración. Eleva
tu voz con fe y declaraciones fervorosas, y verás
cómo el Cielo responde con su acción.

No importa tu formación o tu profesión, El llamado


a interceder es para todos sin distinción. Abre tus
oídos a la voz del Espíritu en oración, y serás usado
por Dios en esta bendita misión.

No necesitas títulos ni reconocimientos terrenales,


Solo un corazón dispuesto a buscar a Dios con
pasión. Él te equipará con dones y revelaciones
celestiales, para que seas un canal de su amor y
redención.
El llamado está aquí, en este mismo instante, Dios
anhela que te levantes y ores con fe desbordante.
Eres importante en su plan, un intercesor es relevante
para transformar vidas y naciones de manera
impactante.

¡Que el fuego de la intercesión arda en tu ser, y que


el Espíritu Santo guíe cada palabra que pronuncies!
¡Adelante, valiente intercesor profético, Eres llamado
a desatar el poder de Dios en todas las naciones que
conquistes!, en éste esfuerzo, a continuación,
meditaremos en cómo oír la voz de Dios durante la
intercesión profética y cómo discernir y transformar
para bien la atmósfera de la intercesión.
CAPITULO 2

CÓMO OIR LA VOZ DE DIOS


DURANTE LA INTERCESIÓN
PROFÉTICA
En el imaginario óptimo de la intercesión
profética es que todos los participantes del grupo
intercesor o cuando estemos en intercesión
personal, estemos completamente apercibidos de lo
que ocurre en el ámbito espiritual, no ignorando las
maquinaciones del adversario para que no gane
ventaja sobre nosotros y al mismo tiempo
discerniendo las diversas formas en la que Dios nos
comunica su voz para no perder su dirección y
cumplir su voluntad en todo tiempo, sin embargo,
esto es un reto formativo, experiencial y progresivo,
para lo cual se requiere paciencia, tener un corazón
enseñable y sensible a nuestro maestro el Espíritu
Santo.

Imaginemos ahora una situación hipotética en la vida


diaria, donde usted quiere pasar un tiempo de
refrigerio en familia y después de planificar los
detalles para que su estancia sea cómoda, se
embarca en un largo viaje de 5 horas, tiempo de
recorrido a su destino en condiciones normales de
manejo ya que se dirige a un hermoso paraje natural
que habitualmente está bañado por aguas
cristalinas, bellas flores, árboles llenos de vida y una
abundante fauna.

Durante el camino se imagina cómo usar mejor el


tiempo y planificar la distribución de su tienda de
campaña, al tiempo que contempla el rostro de sus
inquietos acompañantes y escucha a los menores
que a cada momento le preguntan ¿papi, ya
llegamos?, ¿papi, ya llegamos?... finalmente, después
del largo trayecto, usted está algo cansado, pero
finalmente se acerca al lugar… y mientras más
cercano está de su destino se pregunta si no habrá
errado el camino; ya que el lugar “no parece lo que
era”… cuando por fin llega al lugar: todos quedan
estupefactos al ver el panorama circundante; todo ha
cambiado, de repente ante sus ojos aparece una
figura perturbadora en el ambiente ya que en lugar
de aguas cristalinas ve un estanque aprisionándolas,
en lugar de bellas flores y árboles llenos de vida
encuentra unos cercos protectores de concreto
armado y un cartel que dice “propiedad privada,
prohibido el ingreso, con orden de disparar” y la
fauna que otrora era abundante brilla por su
ausencia.

Aunque lo relatado es una situación ficticia, ilustra en


cierto modo lo que hay en un entorno natural
saludable y lo que lo degrada por intrusión del
elemento humano. La atmósfera inicial en la que
Adán se comunicaba y andaba con Dios era de
completa armonía y relacionamiento; hasta que algo
se dañó a causa del pecado (para esto se sumó el
elemento tentador, el Diablo); en lugar de espinos se
produjeron cardos, lo que antes era armonía se tornó
en la muerte prematura de un hijo (Abel), el hombre
comenzó a envejecer y a experimentar una serie
degradante de consecuencias, hasta llegar a la
muerte (polvo eres y al polvo volverás).

Una atmósfera adecuada para la intercesión se logra


al recuperar el diseño original de relacionamiento
con Dios que ahora tiene posición de Padre, de
amigo o de juez, se trata de quitar todo lo que daña
aquella atmósfera, a través del arrepentimiento, del
quebrantamiento de maldiciones y del
levantamiento de los muros caídos de muchas
generaciones, siendo necesario usar nuestras armas
de luz en guerra espiritual; desarrollar una identidad
y un carácter para una intercesión efectiva. Esta tarea
parece dantesca e imposible, afortunadamente la
hizo posible Jesucristo al rasgar el velo de
distanciamiento (Mateo 27:51-54) al lugar santísimo
e invitarnos a tomar posición confiada ante el trono
del Padre (Hebreos 4:16).

En este capítulo haremos un viaje reflexivo sobre los


obstáculos o distractores presentes en una
atmósfera de intercesión y en el cómo debemos
quitarlos, para lo cual será necesario discernirnos a
nosotros mismos en cuanto a nuestras emociones,
nuestra identidad y posicionamiento para una
efectiva guerra espiritual a fin de recuperar nuestra
atmósfera intercesora, de modo que oír la voz de
Dios y seguir su dirección sea nuestro pan de cada
día…. Buen provecho.
I. Discierna la atmósfera en la intercesión
profética

“Al de firme propósito guardarás en perfecta paz,


Porque en Ti confía” Isaías 26:3.

En el servicio de una congregación, tres intercesoras


me comparten lo que percibieron en el ambiente
espiritual donde compartí la predicación; una
menciona: “había tanta frialdad en el ambiente que
tuve que entrar en un clamor hasta las lágrimas
para que el Señor intervenga con su presencia”, la
otra me comenta: “cuando empezamos el espacio de
alabanza y adoración, mis ojos espirituales se
abrieron para ver los corazones tan resecos y fríos,
a medida que intercedíamos, vi cómo los aires se
abrían y los presentes comenzaban a contristar su
corazón, al tiempo que el ministerio de alabanza
tomaba mayor posicionamiento en la adoración. La
tercera intercesora manifiesta: ¿Y cómo es posible
que la gente no se dé cuenta de lo que ocurre en la
iglesia y lo que opera en los aires, pese a que llevan
muchos años de fieles creyentes?, ésta pregunta
tiene múltiples respuestas y cada una de ellas
incluiría un buen razonamiento, por ejemplo:

 ¿Son todos ojos?, ¿son todos oídos? ….


Podríamos ampliar. ¿son todos guardas de los
muros? Debemos entender que los dones
espirituales con los que servimos en el cuerpo de
Cristo, el Espíritu Santo los otorga como él
quiere… y no nos pedirá consejo para asignar
funciones o tareas a sus propios hijos, en tal
sentido, no nos sorprenderemos que mientras un
miembro está discerniendo por medio del don de
discernimiento de espíritus el estado espiritual de
alguien o algún ataque específico contra la
iglesia; otro bien podría estar cuidando el orden
en el servicio, movido por su don de servicio,
otros en la alabanza, otros fungiendo como
diáconos y/o, Etc. Pero cada uno es único en su
llamado y función.

Resumiendo, entonces, no todos tienen la misma


función en el cuerpo durante el servicio, pero todos
debemos desarrollar el discernimiento espiritual a un
buen nivel, de modo que estemos apercibidos para
discernir la atmósfera espiritual circundante, de
aquello dependerá mucho el éxito o retraso de
nuestros objetivos intercesores, ya que no hay
fracaso en la intercesión y la peor oración es la que
no se hace.
En un espacio de intercesión ya sea grupal o
personal, existen por lo menos 02 atmósferas por
discernir y transformar previamente, de modo que el
ambiente sea favorable a la revelación de la voluntad
divina en el tiempo de la intercesión, éstas
atmósferas son: 01.- La atmósfera personal de tus
propias emociones o sentimientos o lo que cargas
sobre tus hombros al acercarte a Dios y 02.- La
atmósfera espiritual circundante que puede estar
influenciada por el enemigo de la intercesión y sus
secuaces o guardada por Dios y sus ángeles
ministradores… pero definamos ¿qué será para el
intercesor la atmósfera de intercesión?.

la atmósfera en un tiempo de intercesión profética


puede ser definida como el ambiente espiritual y
sobrenatural que se manifiesta cuando los creyentes
se reúnen para buscar a Dios, escuchar su voz y orar
en acuerdo con su voluntad revelada. Es un estado
en el cual la presencia de Dios se hace tangible y su
Espíritu se mueve poderosamente entre los
intercesores.

En un tiempo de intercesión profética, la atmósfera


es permeada por la gloria y el poder de Dios. Es un
lugar donde la adoración y la alabanza son intensas,
y donde la Palabra de Dios es proclamada y recibida
con fe. En este contexto, el Espíritu Santo se
manifieste con dones sobrenaturales como dones
vocales, de profecía, sanidad, palabras de
conocimiento y discernimiento espiritual.

La atmósfera en un tiempo de intercesión profética


también está marcada por la sensibilidad espiritual y
la unidad en el cuerpo de Cristo. Para no malograr
esta atmósfera, es muy importante caminar en amor
y humildad, reconociendo que cada miembro del
cuerpo tiene un papel vital en la intercesión
corporativa. Se espera que los intercesores estén en
sintonía con el corazón de Dios y se alineen con sus
propósitos divinos para liberar el avance del reino de
Dios en la tierra.

Veamos algunos versículos bíblicos que respaldan


esta definición:

Salmo 22:3: "Sin embargo, Tú eres santo,


Que habitas entre las alabanzas de Israel" La
alabanza y la adoración abren la puerta para que la
presencia de Dios se manifieste.

Hechos 4:31: "Después que oraron, el lugar donde


estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del
Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con
valor". La oración ferviente y unida puede resultar en
una manifestación poderosa del Espíritu Santo.

Jeremías 33:3: "Clama a Mí, y Yo te responderé y te


revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no
conoces". La intercesión profética abre el camino para
recibir revelación divina y guía.

Es importante señalar que esta atmósfera de


intercesión profética puede verse afectada y dañada
por diversos factores. Algunos elementos que
podrían afectarla incluyen:

1. Pecado no confesado: El pecado no tratado


puede entorpecer la relación con Dios y dificultar
la manifestación de su presencia en el tiempo de
intercesión. Proverbios 28:13 nos recuerda la
importancia de confesar nuestros pecados para
recibir misericordia y perdón.

2. Falta de humildad y unidad: La discordia, el


orgullo y la falta de unidad entre los intercesores
pueden bloquear la bendición y la respuesta de
Dios. Efesios 4:3 nos insta a esforzarnos por
mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de
la paz.

3. Falta de fe y expectativa: La falta de fe y


expectativa en la capacidad de Dios para
responder a las oraciones puede limitar su
manifestación sobrenatural. Hebreos 11:6 nos
recuerda que es necesario creer que Dios es
galardonador de los que le buscan
diligentemente.
En conclusión, la atmósfera en un tiempo de
intercesión profética, es un ambiente espiritual en el
cual la presencia de Dios se manifiesta
poderosamente. Está impregnada de alabanza,
adoración, oración ferviente y la proclamación de la
Palabra de Dios. Sin embargo, esta atmósfera puede
ser afectada y dañada por factores como el pecado
no confesado, la falta de humildad y unidad, y la falta
de fe y expectativa en Dios, más adelante hablaré de
otros factores y de distractores que debemos evitar.
Es fundamental abordar estos aspectos para
mantener una atmósfera propicia para la intercesión
profética efectiva.

II. Quite los distractores

“Al que aparta su oído para no oír la ley,


Su oración también es abominación” Proverbios
28:9.

En cierta ocasión, durante una reunión intercesora en


mi domicilio, un número de 8 personas nos
encontrábamos orando y adorando; el ambiente
estaba propicio para entrar a un nuevo tiempo de
interceder como el Espíritu Santo mande; de pronto
un hermano tomo turno para orar y expresaba “una
muy elaborada oración, la misma que estaba
adornada de extensos retoques de admiración a
Dios, devoción casi perfecta expresada
pulcramente en un lenguaje acomodado
intelectualmente para que sonara agradable a los
oídos y con una verborrea exquisita”; como líder
de oración, me acerqué silenciosamente al hermano,
le toque suavemente la espalda y le dije “Hermano,
¡puedes callarte! porque tu oración no está
subiendo al trono del Padre”; el hermano hizo
silencio y continuamos con la dirección del Espíritu
Santo. Al terminar la oración, el elocuente orador me
dijo, tiene razón hermano, gracias por exhortarme de
esa manera, porque yo sabía que mi boca estaba
desconectada de mi corazón y “mi oración estaba
hueca y era como un címbalo que retiñe”,
afortunadamente fue consolado por el Espíritu Santo
en el tiempo de intercesión.

Cito esta experiencia dada la importancia y


delicadeza de tener “una cita con Dios”, a través de
la intercesión; lo que nos lleva a preparar todo el
ambiente y en especial nuestros corazones para
dejar entrar al rey de gloria y dirigir todo.

“Alcen, oh puertas, sus cabezas, álcense,


puertas eternas, Para que entre el Rey de la
gloria. ¿Quién es este Rey de la gloria? El Señor,
fuerte y poderoso; El Señor, poderoso en
batalla” Salmos 24:7-8.

Imagino al rey de Gloria entrando en su casa y dicha


reunión se haya anunciado previamente; ¿no sacaría
usted toda la basura?, ¿no limpiaría cada rincón? ¿no
adornaría las paredes con algo que agrada a tu
ilustre visitante?, ¿no instruiría a los niños o demás
miembros del hogar sobre la adecuada conducta
ante tan digno visitante?, ¿no escogería su mejor
atuendo?, ¿las mujeres no visitarían al Spa o los
varones al barbero?, seguro que lo haríamos; y estoy
seguro que lo haremos porque nosotros somos esa
casa, nosotros somos ese templo.

En el párrafo anterior consideremos la basura, la


suciedad, las paredes descuidadas, las reglas de
conducta, el aspecto personal como distractores que
debemos quitar para tener un encuentro adecuado
durante el tiempo de intercesión, algunos posibles
distractores que pueden afectar nuestra capacidad
para orar o mantenernos enfocados serían:
1. Preocupaciones y ansiedades: Las
preocupaciones cotidianas y las cargas
emocionales pueden dificultar la concentración
durante la oración: “hemos entendido que
provienen del alma y son indicadores que
evidencian a un cristiano que no anda en el
Espíritu (Gálatas 5:16), puesto que allí encontrarás
descanso, reposo que Dios brinda como fruto y
sobrepasa todo entendimiento.

“Por nada estén afanosos; antes bien, en todo,


mediante oración y súplica con acción de
gracias, sean dadas a conocer sus peticiones
delante de Dios. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento,
guardará sus corazones y sus mentes en Cristo
Jesús” Filipenses 4:6-7.

2. Tecnología y dispositivos electrónicos: El uso


excesivo de teléfonos, tabletas o computadoras
puede distraer la mente y alejar la atención de la
oración, al punto de convertirse en un ídolo
digital al cual el ser humano le rinde toda su
atención, sabemos que Un ídolo es todo aquello
que ocupe el lugar de Dios en nuestras vidas, por
eso es importante analizar nuestra conducta
respecto a ellos, citare a Masiel Mateo cuando
escribe un artículo en “coalición por el evangelio”:

En nuestros países es menos común la idolatría


a ídolos tallados. Sin embargo, observa las
palabras con las que Apple define su tan
esperado Apple Watch:
“El objetivo que siempre hemos perseguido ha
sido hacer de la última tecnología algo más
accesible, más útil y, sobre todo, más personal.
El Apple Watch abre una nueva era en la
relación de las personas con la tecnología.
Es el producto más personal de todos los que
hemos creado, porque es el primero que hemos
diseñado para que lo lleves puesto. Es más que
una herramienta, es también una extensión
de tu personalidad”.

Aunque solo sean palabras para promocionar


un producto, leer esto me produjo escalofríos.
Es que esta definición me suena más a un ídolo
que a un dispositivo. Algo que más que una
herramienta, es una extensión de lo que yo soy.
Y es personal: existe solo para mí. Si no nos
cuidamos, corremos el peligro de ser como el
hombre de Isaías 44 y poner a nuestros dioses
en nuestros bolsillos.

Honrando a Dios con nuestros dispositivos


De ninguna manera quiero decir que poseer un
iPhone o un Apple Watch (o un equipo de
Samsung Galaxy) sea pecado. Tampoco quiero
decir que el querer tener uno de estos
dispositivos es pecado. ¡No lo es! Como enseñó
nuestro Señor, el problema está en el corazón
(Mt.15:18-19). Es por eso que debemos analizar
cuál es el uso que le damos, la motivación
por la que los obtenemos y el lugar que ocupan
en nuestra vida. Entonces, si eres creyente y
estás pensando en adquirir el próximo
dispositivo, aquí hay 7 cosas a tomar en
cuenta.

1. Tu relación con Dios es prioridad

¿Cuándo fue la última vez que al levantarte


diste gracias a Dios antes de tomar tu celular?
No permitas que el uso de estos aparatos se
interponga en tu tiempo a solas con tu
Señor. ¿Qué pasaría si te propones no utilizar
tu dispositivo hasta haber tenido una cita con
el Señor a través de la lectura de Su Palabra y
la oración?

2. Tu identidad es más que un dispositivo

Romanos 11:36 nos dice que todo es de Él, por


Él y para Él, y 1 Corintios 6:20 dice que fuimos
comprados por precio. Una vez abrazamos esta
verdad, podemos entender que nada de lo que
tenemos materialmente lo hemos conseguido
por nuestro propio esfuerzo, sino porque Él lo
ha provisto, y que nada de lo que adquirimos
es lo que nos define, sino nuestra identidad en
Cristo. Por esto es de suma importancia el
escudriñar las Escrituras, para que a través de
ella Dios nos revele la suficiencia de Su
Palabra, de Su Cruz, de Su gracia y no seamos
removidos.

3. El prójimo va primero que el próximo

Gracias a la conectividad que nos ofrecen los


dispositivos inteligentes, somos tentados a
dejar de enfocarnos en el prójimo para
enfocarnos en el “próximo”: el próximo
dispositivo, el próximo comentario, la próxima
noticia… Con frecuencia olvidamos que el
segundo mayor mandamiento es amar al
prójimo como a nosotros mismos (Mt. 22:39). El
prestarle atención al celular o tableta antes
que a nuestro hermano es restarle importancia
a aquel que fue creado a la imagen de Dios. La
próxima vez que estés rodeado de tus
amistades o familiares, sé intencional; apaga
tu teléfono y disfruta de la koinonía.

4. La reverencia no es opcional

“Hay un tiempo señalado para todo, y hay un


tiempo para cada suceso bajo el cielo”, nos
dice Eclesiastés 3:1. Si bien es cierto que la
tecnología ha venido a ayudarnos, también ha
venido a cambiar nuestros patrones de
conducta. La iglesia es momento de exponer
nuestros corazones ante las verdades reveladas
a nuestros pastores en la Palabra y a través del
Espíritu Santo. A menos que seas un médico
que esté en servicio, hay un 99% de
probabilidad de que no necesites estar atento
a tu dispositivo cada 5 minutos. Pídele al
Señor dominio propio; deposita ante Su
trono esa debilidad y verás Su poder
transformar esa área de tu vida.

5. Aprovecha bien el tiempo

Fuimos llamados a anunciar las virtudes de


Jesús a todo lugar (1 P. 2:9). Nuestra misión es
predicar el evangelio a toda criatura (Mt.
28:19-20). ¿Qué pasaría si contabilizas el
tiempo en que te escondes tras tu móvil en
lugares públicos? Procura de manera
intencional ir a esos mismos lugares sin hacer
uso de tu dispositivo, más bien entablando una
conversación con alguien que esté ahí. Si
conviertes esto en un hábito, pasarás más
tiempo cumpliendo con la Gran Comisión e
invirtiendo el tiempo en cosas de valor eterno.

6. Cuídate de la vanagloria

Para muchos, poseer un dispositivo Apple es un


lujo. Les da cierto status porque no todo el
mundo lo puede adquirir. Esto nos lleva a un
aspecto muy importante: la vanagloria. Querer
tener o poseer algo porque “me hace mejor” o
“más” que otra persona sí es pecado.
En Romanos 12:3, Pablo nos dice que no
tengamos más alto concepto propio del que
debemos tener. Haz una introspección de la
razón por la que has adquirido tus dispositivos
inteligentes o por qué quieres adquirir el Apple
Watch o iPhone o lo que sea. Si encuentras una
pizca de vanagloria, pídele a Dios que te ayude
a ser humilde de corazón, tal como lo fue
nuestro redentor en su paso por la Tierra (Mt.
11:29).

7. Busquemos una pasión mayor

Cada vez más, los usuarios se confiesan como


fanáticos de sus marcas favoritas. Esto es
particularmente cierto de los usuarios de
Apple. ¿Puedes creer que ya hay
personas esperando fuera de la tienda por un
dispositivo que no saldrá hasta la semana que
viene? Además del gran costo que conlleva
adquirirlos. Cosas como esta me hacen pensar
en nosotros, los que adoramos al Dios
verdadero. ¿Cuántas veces somos inquietado
para orar en la madrugada? ¿Cuán difícil se
nos hace levantarnos temprano para ir a una
reunión de oración? ¿Cuánto dudamos para
ofrendar más allá de lo que usualmente
hacemos?

Aunque estamos hablando de dispositivos


electrónicos, estas son cosas que podemos
aplicar con cualquier ídolo en nuestras vidas.
Así que cuando el Apple Watch, el iPhone o el
Samsung Galaxy estén disponibles en tu país,
pregúntale a Dios si es Su voluntad que los
adquieras. Pregúntale si serán piedra de
tropiezo en tu caminar con Dios. Si puedes,
cómpralo, disfrútalo y búscale un uso que le
glorifique (Col. 3:23-24). Que Dios nos ayude a
exponer nuestras vidas a la luz de Su Palabra.
Pidámosle a que nos revele aun los pecados
ocultos que tenemos y en que en su gracia
traiga santidad a cada área de nuestra vida. Si
has fallado en esto, recuerda que aun para
nuestras compras, necesitamos el evangelio.

3. Ruido y ambiente: Un entorno ruidoso o inquieto


puede dificultar la concentración y el enfoque
durante la oración.
Según la Agencia Ambiental Europea el Ruido es
un estresor cuyos efectos van desde la molestia
hasta el incremento de la mortalidad pasando por
el aumento de la presión arterial, el insomnio y el
incremento de la posibilidad de tener un ataque
al corazón, cada país tiene regulaciones
ambientales específicas y muchas leyes de
aplicación de los gobiernos locales para el control
de ello, es ampliamente estudiado puesto que es
causador de muchos males, por ejemplo:

 Efectos auditivos: discapacidad auditiva


incluyendo tinnitus, (escuchar ruidos en los
oídos cuando no existe fuente sonora
externa), dolor y fatiga auditiva
 Perturbación del sueño y todas sus
consecuencias a largo y corto plazo
 Efectos cardiovasculares
 Respuestas hormonales (hormonas del estrés)
y sus posibles consecuencias sobre el
metabolismo humano y el sistema inmune
 Rendimiento en el trabajo y la escuela
 Molestia
 Interferencia con la comunicación oral y con
el comportamiento social (agresividad,
protestas y sensación de desamparo)
Es recomendable entonces tener un ambiente
tranquilo para la intercesión, poco ruidoso, limpio
y no te expongas a música mundana o a
volúmenes altos, si disfrutas de la alabanza y
adoración, de preferencia usa música instrumental
suave y ungida.

4. Falta de planificación: No establecer un tiempo


dedicado específicamente para la oración puede
llevar a distracciones y prioridades desordenadas.

Los profetas y Jesucristo nos enseñaron con el


ejemplo el nivel de prioridad que le daban a la
oración y la disciplina para asumirla.

“Cuando Daniel supo que había sido firmado


el documento, entró en su casa (en su aposento
superior tenía ventanas abiertas en dirección a
Jerusalén), y como solía hacerlo antes,
continuó arrodillándose tres veces al día,
orando y dando gracias delante de su Dios”
Daniel 6:10

El gran problema del cristiano que afecta su


comunión con Dios y le roba grandes
bendiciones es la falta de disciplina, se requiere
un carácter decidido y perseverante para
forjarnos en la disciplina de la oración, a la
persona común no le agrada hacer aquello que
no le produce una recompensa emocional y así
es a veces, pero a medida que la comunión crece,
entrarán en cada vez mayor deleite en tu tiempo
de oración. También añado consejos en este libro
para planificar la oración y cronogramarlo
poniendo como prioritaria esta actividad.

5. Fatiga y falta de descanso: La falta de sueño


adecuado o la fatiga física pueden dificultar la
concentración durante la oración.

El intercesor está llamado a discernir las redes de


Egipto que tratan de esclavizarte y de robar tus
fuerzas en el mundo para que Faraón construya
sus pirámides; y a entender que Cristo es tu
reposo; ello te permitirá establecer tus
prioridades en orden y acceder a los beneficios
del reino de los cielos, ello incluye que con poco
esfuerzo, Dios prospere las obras de tus manos y
le dediques tiempo de calidad.

Recuerdo que en casa tenía una especie de silla


reclinable, y un compañero de intercesión muy
querido llegaba, se recostaba en ella y tomaba
unos 15 minutos de siesta, se levantaba con las
energías recuperadas después de una jornada
laboral extenuante y empezábamos la
intercesión; el descanso es necesario, nuestro
cuerpo como templo debe ser cuidada por
nosotros a fin de que dure saludable por más
tiempo y le sirva al Señor para mayores victorias.

6. Falta de motivación o desinterés: La falta de


pasión o compromiso puede llevar a la
distracción y la falta de persistencia en la oración.

A veces nos sentimos desanimados por distintas


situaciones, pero detrás de ello está la influencia
de Satanás, quien intenta llevarnos a
concentrarnos en lo negativo en lugar de en Dios.
Una forma sutil de desánimo espiritual es creer
que nunca podremos complacer a Dios. Es una
trampa común que nos hace sentir abrumados
por una lista interminable de cosas que creemos
que debemos hacer para estar en favor con Él y
nos enfocamos en maneras o formas de hacerlo,
por ejemplo: leer más la Biblia, orar más, dar más
y hablar más sobre Cristo. Éstas sólo serán obras
de la carne si no están motivadas por el Espíritu
Santo, en realidad, lo que Dios valora es nuestra
obediencia, no nuestra capacidad de tachar
elementos de una lista.

La decepción por oraciones no respondidas


también puede desanimarnos. A veces pedimos
algo a Dios y no obtenemos la respuesta que
esperamos, lo que nos hace sentir desalentados
y, en ocasiones, nos lleva a dejar de orar.

Sin embargo, descubrimos que cambiar nuestra


perspectiva y enfocarnos en Dios es clave para
vencer el desánimo. Cuando nos acercamos a Él,
agradézcamos su presencia durante esos
momentos difíciles, aceptemos que Él está al
mando y reconozcamos que su bondad
eventualmente transformará nuestras
circunstancias para nuestro bienestar, en estos
tiempos es bueno ceñirnos a nuestro plan de
intercesión, aún si nos sentimos desanimados.

7. Influencias negativas: La compañía de personas


que no comparten la misma fe o valores puede
distraer a los cristianos de la oración.

Se puede ver en el Espíritu cómo cada persona


carga una atmósfera de influencia a otros, si
usted está lleno del Espíritu Santo, es natural que
la gente se sienta a gusto a tu lado, pero el
enemigo querrá robarte esa bendición y puede
usar malas compañías. Sin embargo te darás
cuenta que hay gente en tu entorno que sólo te
drenan y no te añaden a tu vida espiritual, por el
contrario hay una divergencia entre tus intereses
y prioridades y los de ellos, lograrás aislarte poco
a poco, sin soltarlo de tus oraciones al tiempo
que ellos también puedan estar donde tú estás.

“Entonces dijo así el Señor: «Si vuelves, Yo te


restauraré, En Mi presencia estarás; Si apartas
lo precioso de lo vil, Serás Mi portavoz. Que se
vuelvan ellos a ti, Pero tú no te vuelvas a
ellos” Jeremías 15:19.

8. Falta de disciplina personal: La falta de disciplina


en áreas como el tiempo, las emociones o los
hábitos puede dificultar la concentración durante
la oración.
“siendo hombre de doble ánimo, inestable en
todos sus caminos” Santiago 1:8.

9. Pecado no confesado: La presencia de pecado no


confesado puede crear barreras entre el individuo
y Dios, afectando la capacidad de orar
efectivamente.

10. Falta de enfoque en Dios: Perder de vista el


enfoque en Dios y centrarse en uno mismo, en las
circunstancias o en las preocupaciones puede
distraer de una oración efectiva.
Esto es un tema recurrente entre los intercesores,
ya que no hemos recibido por revelación la
dirección correcta de la intercesión; suelen darse
también ocasiones en que el equipo intercesor
distrae mucho tiempo orando por las
necesidades de ellos mismos y no se enfoca en su
rol de “ponerse a la brecha por otros” para
nuestras necesidades personales o problemas
tenemos la oración personal y nuestra comunión
diaria con el señor, también recomiendo que se
busque para estas necesidades un compañero de
oración para que puestos de acuerdo se ayuden
mutuamente, así, llegaremos al tiempo de
intercesión colectiva sin cargas emocionales, en
el Espíritu y con corazones dispuestos para seguir
la guianza del Espíritu Santo, esto finalmente es
el enfoque, que oremos por la agenda del Señor,
para que se realice en nuestro entorno y en
cualquier lugar.

III. Gestione adecuadamente sus emociones

Está la hermanita Cupertina que cada vez en el grupo


de oración es un mar de lágrimas porque llora y llora
por "su proceso", un dolor en el alma por el esposo
que se fue con doña Tiburcia, dejándola sola con su
pequeña hija Florcita de Los Remedios. Cuando
escucha el nombre de Tiburcia, sus ojos se enrojecen
de rabia y amargura porque no puede creer que su
comadre le haya pagado así después de tantas
bondades que le mostró en el pasado.

Hace mucho tiempo que Cupertina está lidiando con


el dolor que le causó el maltrato físico y verbal de
Bonifacio, el marido maltratador y machista, un
impresentable que Cupertina conoció en la fiesta
patronal de su tierra cuando aún era devota de "La
virgen de la escalera" que celebraba desde niña. Pero
en esta ocasión, pide oración por Florcita de los
Remedios, ya que el remedio que le recomendó su
mamá, ya de edad, no funciona. A pesar de que la
limpiaron con alumbre, le pasaron un huevo y hasta
le hicieron una limpia con un cuy, sigue enfermita.
Cada vez está más flaca, ojerosa y sin apetito. Por las
noches se despierta exaltada y nerviosa, llora y dice
que tiene feas pesadillas en las cuales el abuelo ya
fallecido la visita diciendo "que la va a llevar", y ella
no quiere irse todavía.

En este caso hipotético, pero no muy alejado de la


realidad, aunque Cupertina está haciendo lo correcto
acudiendo a la oración, hay muchas cosas por tratar
en su alma, como el perdón, la raíz de amargura y el
rechazo. Debe sanar el dolor de los traumas, la baja
autoestima, cortar con las prácticas ritualistas
chamánicas, las iniquidades de idolatría y muchas
más que el Espíritu Santo podría mostrar para que
sea una intercesora efectiva. (Algunas cosas solo las
mencionamos en el primer capítulo al hablar de
"Nuestro estado inicial: Cómo llegamos a Cristo",
porque un corazón dolido sangra y el alma ora, lo cual
es muy necesario en nuestro proceso de restauración,
pero se deben quemar etapas para pasar de ser
almático en nuestra intercesión a ser más espiritual).
Aconsejo a los líderes de intercesión que antes de
una sesión intercesora procuren llevar sus asuntos
personales ante el trono del Padre y entrar en la
reunión intercesora con quietud y calma, es decir, en
el Espíritu.
“porque por fe andamos, no por vista”. 2
Corintios 5:7

Hace algún tiempo, tenía el compromiso de


participar junto a un grupo de profetas ministrando
en un evento profético de singular impacto, me
encontraba en la selva peruana donde paso mucho
tiempo entre el hogar y la familia cristiana. Se
acercaba el día del evento y como es de costumbre
y debe ser práctica saludable, convocaba a los
equipos intercesores a orar por éste evento,
incluidos mis “escuderos” intercesores. Días después,
me llamaron tres profetas intercesores, una de ellas
advirtiendo que no viajara al lugar puesto que recibió
por visión una advertencia “vi que una manada de
lobos se apresuraban a atacarle en la entrada de
la ciudad donde se preparaba el evento, dijo la
intercesora”, otra intercesora me comentó que
recibió visión de parte del Señor que “todo el
camino estaba minado con intención de dañar mi
integridad física y recomendaba no viajar aún”, la
tercera intercesora tuvo similar percepción visual de
las condiciones espirituales.

Por mi parte, inicié un período de búsqueda de la


presencia del Señor en la intimidad y el Espíritu Santo
respondió a mi oración en un diálogo muy rico en
sabiduría:
_ "¿Quién te dijo que fuéras al otro lado del
lago?", me preguntó, me imaginé a mí mismo
como uno de los apóstoles que se
apresuraban a subir a la barca que los llevaría
a encontrarse con el Gadareno (Marcos 5:1-
20).

_ Entonces le respondí: "Señor, tú fuiste el que


me dijo '¡Ve al evento porque yo estoy en este
asunto!'".
_ "¿No es normal que el enemigo levante
tormentas para intentar detener la
embarcación?", me dijo.

_ "Tienes razón, Señor", argumenté.

_ "Tus hermanos están teniendo visiones,


¡pero Yo soy el que te dijo que fuéramos al
otro lado del lago!".

Quedé muy animado en esta conversación con el


dueño del evento, el Espíritu Santo, quién
posteriormente me sumergió en una visión muy
ilustrativa para confirmar mi llamado profético y
enseñarme sobre el espíritu de la profecía”, lo que
añadió mucho valor en aquella oportunidad. Pero, si
te das cuenta, podrás como yo hacer algunas
conjeturas sobre lo que ocurrió en esas experiencias;
por ejemplo:

Las intercesoras y escuderas de oración tienen dones


auténticos y recibieron visiones de Dios, sin
embargo, ¿Podrían equivocarse al interpretar las
visiones y motivadas por su aprecio hacia mi
persona, darle una interpretación calamitosa, en vez
de hacer guerra espiritual para que se cumpla el
propósito de Dios?, la respuesta a la pregunta es sí,
las emociones y el factor humano pueden añadir
error interpretativo a una revelación cuya fuente es
Dios y él no se equivoca; pero como todas las cosas
ayudan a bien, el evento tuvo gran éxito y Dios fue
glorificado.
Por eso, cada don, primero debe ser usado según la
medida de fe que nos ha sido añadida, no según el
nivel de emoción que sintamos en el momento ya
que no nos guiamos por visiones, sino por fe, las
visiones aportan mucho valor a nuestro desempeño,
pero necesitamos sabiduría interpretativa para su
aplicación exitosa y la aplicación del mensaje
profético es lo más importante y al mismo tiempo
más vulnerable dado el factor humano.

“Pero teniendo diferentes dones, según la


gracia que nos ha sido dada, usémoslos: si el de
profecía, úsese en proporción a la fe”
Romanos 12:6.

IV. De emocional a espiritual

Ni siquiera me voy a referir en ésta sección a las


emociones dañadas en el mundo, como así presenté
en un listado en el capítulo 1, es de suponer entonces
que usted como intercesor, ha superado las heridas
en el alma, los traumas acumulados, las amarguras,
rechazo, falta de perdón, Etc. Pero ahora quiero
referirme al hecho de “permanecer emocional” en un
estado de niñez espiritual, buscando a Dios solo para
recibir recompensa de su ternura y “sentirlo”, lo que
pone en evidente descuido el encargo de la palabra
de “andar en el Espíritu” (Gálatas 5:16), lo que supone
permanecer en amor y en un entorno de nuestras
emociones controladas, en un ambiente de quietud
y calma.
Quiero parafrasear a Watchman Nee en esta parte
cuando en su libro “El hombre espiritual”, describe
con maestría el tránsito de ser emocional solamente
a ser espiritual.

Él describe la experiencia del creyente centrado en


los sentimientos como un tema relevante cuando su
relación con el Señor está fundamentada en el
sentirse bien, ya que ambos encuentran plena
satisfacción. Estos creyentes suelen llevar una vida
llena de sentimientos y valoran enormemente estas
experiencias. Después de ser liberados del pecado,
pero antes de experimentar una vida espiritual más
profunda, disfrutan de un gozo inmenso que les
resulta difícil de abandonar.

Durante esta etapa, el creyente siente una cercanía


tan intensa con el Señor que parece poder tocarlo.
Experimenta la dulzura y el amor del Señor de una
manera profunda, sintiendo un fuego ardiente en su
corazón y experimentando una felicidad
indescriptible que le hace sentir como si ya estuviera
en los cielos. Esta experiencia interior se convierte en
un tesoro invaluable que lleva consigo en todo
momento. La lectura de la Biblia durante este
período es sumamente placentera, generando una
mayor alegría a medida que se profundiza en ella. La
oración se vuelve fácil y placentera, permitiéndole
expresar sus sentimientos al Señor. Cada vez que ora,
siente que la luz del cielo brilla con más intensidad.
Disfruta de la tranquilidad y la soledad, ya que anhela
encontrarse cara a cara con el Señor. Su felicidad es
tan grande que ni las palabras ni la escritura pueden
describirla adecuadamente.

Durante esta experiencia, servir al Señor se vuelve


fácil y agradable. Anteriormente, el creyente podía
no tener mucho que decir a los demás, pero ahora,
lleno de amor, se deleita en hablar del Señor. Cuanto
más habla, mejor se siente. Está dispuesto a sufrir por
Él. Las cargas se vuelven livianas y las dificultades
insignificantes.
Sin embargo, esta experiencia no dura para siempre.
Después de uno o dos meses, el creyente puede
experimentar un cambio repentino. El gozo y la
alegría que antes sentía desaparecen. Ya no siente
la presencia cercana del Señor ni experimenta la
misma dulzura. Su corazón se enfría y el fuego
interior parece haberse apagado. No sabe dónde
ha ido a parar su experiencia espiritual anterior y se
encuentra en un estado de desolación y sequedad.
La lectura de la Biblia se vuelve insípida y las
oraciones forzadas. Todo parece oscuro, seco y
estéril. El creyente se siente abandonado y pierde la
esperanza de encontrar una felicidad duradera.

En esta etapa, el creyente puede pensar que ha


pecado y que Dios lo ha abandonado. Examina su
vida en busca de posibles ofensas, pero no encuentra
ningún pecado en particular. No entiende por qué se
encuentra en esa situación y supone que ha ofendido
al Señor de alguna manera. Satanás aprovecha la
oportunidad para acusarlo y hacerle creer que ha
pecado. El creyente clama a Dios pidiendo perdón y
anhela recuperar lo que ha perdido, pero sus
oraciones parecen ineficaces.

Con el tiempo, el creyente comienza a comprender


que esta sequedad espiritual es parte del proceso de
crecimiento y madurez en la fe. Aunque no pueda
experimentar la misma emoción y gozo que antes,
aprende a confiar en la fidelidad de Dios incluso en
medio de la oscuridad.

El creyente se da cuenta de que la fe no se basa


únicamente en experiencias emocionales, sino en
una relación sólida y constante con Dios. Aprende a
buscar al Señor en la Palabra, aunque no sienta un
fervor emocional inmediato. La oración se vuelve un
acto de fe y confianza en la soberanía de Dios,
incluso cuando no percibe respuestas inmediatas.

En este proceso de desierto espiritual, el creyente


aprende humildad, dependencia y perseverancia.
A medida que sigue buscando a Dios a pesar de la
sequedad, descubre que el Señor está trabajando en
su vida de formas invisibles. Aprende a confiar en los
tiempos y propósitos de Dios, sabiendo que Él nunca
lo abandonará.

Eventualmente, después de un tiempo de


desierto, el creyente puede experimentar un
renuevo espiritual. La presencia de Dios se vuelve
palpable nuevamente y el gozo y la paz regresan a
su corazón. Sin embargo, esta vez la fe está más
arraigada y madura, no basada únicamente en las
emociones, sino en una confianza profunda en el
carácter de Dios.

Porqué experimentamos estas emociones:


Estas experiencias son necesarias puesto que
tendemos a relacionar nuestras experiencias
emotivas de paz, gozo o felicidad con nuestra
espiritualidad, buscamos sólo “momentos de deleite
en la presencia de Dios”, sintiendo un profundo amor
hacia Él, y consideramos que estamos en un estado
espiritual bajo cuando perdemos ese gozo y nos
encontramos en oscuridad, aridez y desánimo. Esta
percepción de altibajos es común, pero ¿es
realmente cierta? Estos pensamientos se basan en
una interpretación equivocada y si no
comprendemos adecuadamente la situación,
estaremos completamente desencaminados.

El creyente debe entender que los sentimientos


siempre serán parte de su ser. Cuando su vida está
gobernada por los sentimientos, sin importar
cuáles sean, se encuentra en un estado anímico.
Ya sea que se sienta feliz, amando al Señor y
experimentando Su presencia, o se sienta seco, triste
y en oscuridad, está viviendo según los sentimientos.
Tanto cuando se siente seco, triste y en oscuridad
como cuando se siente nutrido, feliz y lleno de luz,
está en un estado anímico. La vida espiritual no se
rige ni depende de los sentimientos, sino que
debe regularlos.
Actualmente es muy común confundir erróneamente
lo que se experimenta en los sentimientos con una
experiencia espiritual. Muchos creyentes nunca han
experimentado una verdadera vida espiritual, por lo
tanto, cuando experimentan felicidad, imaginan que
están teniendo una experiencia espiritual.
Desconocen que todos los sentimientos son
igualmente anímicos. La experiencia espiritual se
encuentra en la intuición de nuestro espíritu,
mientras que todo lo demás pertenece al ámbito
anímico.

Aquí radica el peor error de los creyentes. El efecto


de la parte emocional les hace creer que han
ascendido hasta los cielos, convenciéndose de que
poseen una vida espiritual elevada, sin percatarse de
que esto se basa únicamente en sus sentimientos.
Cuando sienten la presencia del Señor, creen que lo
tienen, y cuando dejan de sentirla, piensan que el
Señor los ha abandonado. No se dan cuenta de que
todo esto son solo sentimientos. Los hechos no
siempre concuerdan con nuestros sentimientos, ya
que estos no son confiables. En realidad, el creyente
sigue siendo el mismo, sin importar si lo siente o no.
Puede creer que está progresando cuando en
realidad no es así, o puede sentir que está
retrocediendo sin que sea el caso. Todo esto se
reduce a sus sentimientos. Si experimenta
sentimientos positivos, cree que ha progresado, pero
no se da cuenta de que, debido a que aún se
encuentra en un estado anímico, su avance es
simplemente un impulso emocional. Cuando sus
sentimientos se calmen, descubrirá que sigue
siendo el mismo. El efecto de las emociones ayuda
al individuo en un estado anímico a avanzar, pero el
poder del Espíritu Santo impulsa al hombre espiritual
a seguir adelante. Entre estos dos casos, solo el
poder del Espíritu Santo puede realmente ayudar a
la persona a progresar.

Cómo Dios las usa para bien:

Los objetivos de Dios al permitir diferentes


experiencias y sentimientos en la vida del creyente
son varios:

1. Conocerse a sí mismo: Dios desea que el


creyente reconozca su propia corrupción, pecado
y vanidad. A través de diferentes experiencias,
incluyendo el retiro de la felicidad y los
sentimientos agradables, el creyente puede llegar
a comprender su necesidad de dependencia de
Dios y su propia naturaleza pecaminosa.

2. Vencer las circunstancias: Dios quiere que el


creyente aprenda a no dejarse afectar por las
circunstancias cambiantes. El creyente debe
aprender a vencer sus emociones y sentimientos
fluctuantes para mantener una vida estable y
constante en su relación con Dios.

3. Fortalecer la voluntad: Dios busca fortalecer la


voluntad del creyente para que pueda obedecer
y seguir su dirección incluso cuando los
sentimientos no estén presentes. El creyente
debe aprender a confiar en su voluntad y en el
liderazgo del Espíritu Santo, más allá de las
emociones.

4. Avanzar en la vida espiritual: Dios guía al


creyente hacia niveles más elevados de vida
espiritual. A medida que el creyente progresa,
puede experimentar diferentes etapas y cambios
en sus sentimientos, pero el objetivo es que
aprenda a vivir por su espíritu y su voluntad, más
allá de las emociones.
Es importante recordar que la relación con Dios no
debe depender únicamente de los sentimientos. Dios
busca una comunión genuina y una obediencia
basada en la voluntad y el espíritu del creyente,
no solo en las emociones del momento. A través
de diversas experiencias, Dios moldea y forma al
creyente para que pueda crecer en su fe y depender
cada vez más de Él.

El peligro de vivir sólo de sentimientos:

Si el creyente centra su vida en los sentimientos de


gozo, permanecerá débil y no será de utilidad para
el Espíritu Santo.
"Más engañoso que todo es el corazón,
Y sin remedio; ¿Quién lo comprenderá?"
Jeremías 17:9.

Si entendemos el propósito de Dios y nos


sometemos a Su voluntad, estaremos a salvo de los
peligros. Pero cuando vivimos centrados en nuestros
sentimientos, confiando en Dios solo cuando lo
sentimos cerca y rechazando actuar cuando no
sentimos nada, nos exponemos a adversidades.
Basar nuestra vida en los sentimientos nos pone en
riesgo.

Cuando nos dejamos llevar por los sentimientos,


aunque sea de gozo, nos debilitamos y el espíritu no
puede desarrollarse plenamente. Nuestras
emociones toman el control y la intuición queda
suprimida. Nos conducimos según nuestras
emociones, y esto impide que nuestra intuición
crezca. Solo podemos discernir la intuición
cuando nuestras emociones se aquietan. La
intuición se fortalece cuando la utilizamos
continuamente. Pero si nos regimos por nuestras
emociones, nuestra voluntad nunca tendrá la
capacidad de tomar decisiones claras, y la intuición
se volverá confusa. Necesitamos sentir algo para
que nuestra voluntad se active, dependiendo
constantemente de las emociones. Como
resultado, nuestra vida se debilita gradualmente,
hasta el punto de que parece que sin la presencia de
los sentimientos no podemos experimentar la vida
espiritual. Las emociones se convierten en un
estímulo para el creyente, aunque ignoramos que
deberíamos anhelar a Dios por encima de todo.
Muchos creyentes se equivocan al pensar que
cuando sienten el amor del Señor, están
experimentando un amor intenso hacia Él. Pero
¿acaso amamos verdaderamente al Señor, o
amamos el sentimiento de gozo que nos
produce? Si amamos genuinamente a Dios, lo
amaremos fervientemente independientemente de
las circunstancias. Amar a Dios solo cuando los
sentimientos están presentes revela que amamos
más los sentimientos que a Dios mismo.

A menudo, confundimos los sentimientos con la


presencia de Dios y no nos damos cuenta de que
buscamos desesperadamente el gozo que Dios nos
da en lugar de buscar a Dios mismo. No amamos
realmente a Dios, sino el sentimiento que nos
proporciona gozo. Aunque ese sentimiento nos
haga experimentar el amor y la presencia de Dios, no
amamos verdaderamente a Dios. Nuestro corazón se
deleita en el gozo que Dios nos ofrece, no en Dios
mismo. Si realmente amamos a Dios, lo amaremos
incluso en medio de las dificultades. Es una
lección difícil de aprender. Debemos disfrutar del
gozo que Dios nos da, sin buscarlo constantemente
por nuestra cuenta. Agradecidos tanto en momentos
de gozo como de desolación, permitiendo que el
gozo sea provechoso y no un peligro para nosotros.
Si nos deleitamos en el gozo separado de Dios
mismo, nuestra vida espiritual corre peligro.
En resumen, vivir centrados en nuestros sentimientos
puede ser peligroso para nuestra vida espiritual. Si
basamos nuestra vida en nuestras emociones y nos
dejamos llevar por ellas, corremos el riesgo de ser
inestables y vulnerables a las adversidades.
Además, si buscamos constantemente el gozo y el
placer que proviene de Dios, en lugar de buscar a
Dios mismo, estamos poniendo el foco en el
sentimiento en lugar de en la relación con nuestro
Creador.

La vida espiritual auténtica va más allá de las


sensaciones físicas y de las experiencias
sobrenaturales. No debemos permitir que los
sentimientos gobiernen nuestras decisiones ni que
los espíritus malignos nos engañen con falsas
sensaciones. En cambio, debemos aprender a
discernir la voluntad de Dios a través de nuestra
intuición en lo más profundo de nuestro ser.
Es importante reconocer que muchas veces el deseo
de buscar el gozo y las experiencias sobrenaturales
proviene del egoísmo y de centrarnos en nosotros
mismos. Debemos dejar que el Espíritu Santo nos
revele cualquier egoísmo en nuestra vida espiritual y
nos enseñe a depender completamente de Dios, no
de nuestros sentimientos.

Por lo tanto, debemos apartarnos de vivir centrados


en los sentimientos y buscar una relación genuina
con Dios. Nuestra vida espiritual se fortalecerá
cuando aprendamos a confiar en Su voluntad y a
amarlo incondicionalmente, incluso en medio de las
circunstancias difíciles. Recordemos que la verdadera
espiritualidad no se basa en los sentimientos, sino en
el amor y la entrega total a nuestro Señor.

"Por tanto, puesto que tenemos en derredor


nuestro tan gran nube de testigos,
despojémonos también de todo peso y del
pecado que tan fácilmente nos envuelve, y
corramos con paciencia la carrera que
tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús,
el autor y consumador de la fe, quien por el
gozo puesto delante de Él soportó la cruz,
despreciando la vergüenza, y se ha sentado a
la diestra del trono de Dios" Hebreos 12:1-2.

"Encomienda al Señor tu camino,


Confía en Él, que Él actuará" Salmos 37:5.

"Porque Su ira es solo por un momento,


Pero Su favor es por toda una vida.
El llanto puede durar toda la noche,
Pero a la mañana vendrá el grito de alegría."
Salmos 30:5.

Que nuestra vida espiritual esté arraigada en la fe, la


confianza en Dios y la búsqueda de Su voluntad, en
lugar de depender de los fluctuantes sentimientos.

V. Guerra espiritual de posicionamiento, ¡Pelea


por tu casa!

Por último, es necesario hacer guerra espiritual para


preparar la atmósfera para la intercesión profética, ya
que tenemos un enemigo, aunque derrotado pero
astuto y persistente. A estas alturas, todos, de algún
modo hemos hecho guerra espiritual, ésta es un área
de desempeño sobre la cual se ha escrito mucho y
no quisiera ser redundante, por el contrario, tocar
puntos claves de lo que realmente es requerido en
un intercesor profético.
1. Santidad: Al hablar de la necesaria santificación
personal Suelo citar Jn. 14:30 “No hablaré mucho
más con ustedes, porque viene el príncipe de este
mundo, y él no tiene nada en Mí” es muy
importante regresar al capítulo 1 donde hablé de
la necesidad de cerrar puertas de iniquidad,
maldiciones generacionales, brujerías, Etc. al
enemigo, de modo que el enemigo de nuestras
almas tampoco tenga razón al acusarnos ante el
trono del Padre y sin temor a represalias librar
batallas en beneficio personal y propio de
nuestro manto sacerdotal de intercesores.

Se recomienda, por lo tanto, utilizar los primeros


tiempos de la sesión de intercesión grupal y/o
personal para llevar al arrepentimiento algún
pecado cometido, de modo que, con conciencia
limpia, pueda fluir con libertad tu tiempo con el
Señor.

Sin que sea un esquema metódico y/o forzado,


recomiendo cierto orden en cada sesión de
intercesión, por ejemplo:

 Empezar con “acción de gracias”

 Perdón interpersonal y/o grupal (si es


necesario), arrepentimiento.

 Alabanza

 Adoración

 Guerra espiritual por la atmósfera intercesora.


 Seguir la dirección del Espíritu Santo para orar
los motivos que están agendados, en todo caso
sugiero empezar orando por la familia pastoral
desde donde viene la cobertura del equipo
intercesor.

 Dejarse guiar por el Espíritu Santo para


continuar.
 Seguimiento de resultados

 Testimonios.

2. Usar Las Escrituras: La guerra espiritual es


básicamente una lid de legalidad, es
indispensable conocer las escrituras, a fin de
entender los principios de la guerra espiritual, los
deberes y derechos de un soldado intercesor,
recuerda que Jesús superó “la tentación del
diablo” diciendo “escrito está” en mateo 4, lo que
nos enseña sobre el papel crucial y profético de
La Palabra de Dios como poderosa arma
espiritual que debemos tomar y usar con
autoridad.

La Biblia nos revela en Hebreos 4:12: "Porque la


palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la
división del alma y del espíritu, de las coyunturas
y los tuétanos, y es poderosa para discernir los
pensamientos y las intenciones del corazón"

En la guerra espiritual, enfrentamos enemigos


que intentan engañarnos, confundirnos y
debilitarnos. Pero a través de las Escrituras, Dios
nos proporciona un arsenal de verdades
proféticas que nos guían, fortalecen y revelan el
plan divino. 2 Timoteo 3:16-17 nos dice: "Toda
Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar,
para reprender, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, equipado para toda buena obra”

Las Escrituras son más que simples palabras en


una página; son vida, sabiduría y revelación
profética para nuestras vidas. A través de ellas,
obtenemos conocimiento de quiénes somos en
Cristo, la naturaleza de la batalla espiritual y las
estrategias para la victoria. Salmo 119:105 nos
dice: "Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para
mi camino". Esta profecía nos muestra que las
Escrituras iluminan nuestro camino en medio de
la oscuridad espiritual, guiándonos hacia la
victoria.
3. Revelación de Identidad: Saber con claridad
quién eres y a quién le perteneces es la principal
clave para el éxito en la guerra espiritual, puesto
que, si tienes una correcta valoración de tu
paternidad en Dios, tu condición de hijo, tu
ciudadanía espiritual, tu propósito divino para
cumplir tu asignación, entonces tendrás un buen
encuadre y nada te moverá de la roca que es
Cristo, esto supone saberes y conocimiento
revelado previo, por lo tanto no debemos
despreciar los espacios de discipulado y
formación que tenga tu comunidad cristiana
local, sobre todo tu disciplina personal en
intimidad con Dios quien es el único que se revela
al hombre y da su palabra rhema.

Tu identidad en Cristo entonces revela quién eres


en relación con Dios y qué derechos y autoridad
tienes como creyente. Es fundamental
comprender y afirmar esta identidad para
enfrentar eficazmente las batallas espirituales.
Efesios 1:3 nos dice: "Bendito sea el Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido
con toda bendición espiritual en
los lugares celestiales en Cristo". En Cristo,
tenemos acceso a la plenitud del poder y la
autoridad divina.

Cuando conoces tu identidad en Cristo,


comprendes que eres un hijo de Dios, redimido y
perdonado por la sangre de Jesús. Eres amado,
aceptado y adoptado en la familia de Dios. 1 Juan
3:1 afirma: "Miren cuán gran amor[a] nos ha
otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de
Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos
conoce, porque no lo conoció a Él". Conocer
nuestra identidad como hijos de Dios nos
distingue del mundo y nos otorga una posición
especial y privilegiada en la batalla espiritual.

Al conocer tu identidad en Cristo, también


entiendes que tienes autoridad sobre las fuerzas
espirituales malignas. Jesús mismo nos dio esta
autoridad cuando dijo en Lucas 10:19: "Miren, les
he dado autoridad para pisotear sobre serpientes y
escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y
nada les hará daño".

Cuando te enfrentas al enemigo en la guerra


espiritual, es vital afirmar constantemente tu
identidad en Cristo. Reconoce que eres un
vencedor en Él, que tienes el Espíritu Santo
morando en ti y que eres más que vencedor por
medio de aquel que te amó (Romanos 8:37). Al
afirmar y vivir en tu identidad en Cristo, te mueves
en una posición de autoridad y poder espiritual.

Conocer tu identidad en Cristo te fortalece y te


ayuda a resistir las mentiras y engaños del
enemigo. Te capacita para enfrentar los ataques
espirituales con valentía y confianza, sabiendo
que estás respaldado por el poder y la protección
de Dios.

4. Revelación de autoridad: La base de autoridad


del intercesor profético se encuentra en el
sacrificio de Jesús en la cruz. La Biblia nos dice en
Efesios 1:19-22: "y cuál la supereminente
grandeza de su poder para con nosotros los que
creemos, según la operación del poder de su
fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los
muertos y sentándole a su diestra en los lugares
celestiales, sobre todo principado y autoridad y
poder y señorío, y sobre todo nombre que se
nombra, no sólo en este siglo, sino también en el
venidero; y sometió todas las cosas bajo sus
pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas
a la iglesia"

Esta poderosa declaración profética nos muestra


que, a través de la resurrección de Jesús, Dios
exaltó a Cristo por encima de todo principado,
autoridad y poder. Como resultado, Jesús es la
cabeza de la iglesia y nosotros, como miembros
de su cuerpo, compartimos en su autoridad.

Además, Jesús mismo nos dio autoridad sobre las


fuerzas del enemigo. En Lucas 10:19, Él nos dice:
"Miren, les he dado autoridad para pisotear sobre
serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del
enemigo, y nada les hará daño".

Es importante destacar que nuestra autoridad no


proviene de nosotros mismos, sino de nuestra
unión con Cristo y su obra redentora. Como
creyentes, somos llamados a ejercer esta
autoridad a través de la fe y en obediencia a la
Palabra de Dios. Efesios 6:10-11 nos exhorta a
"fortalecernos en el Señor y en su poderosa fuerza"
y a poner "toda la armadura de Dios, para que
podáis estar firmes contra las insidias del diablo"
(RV60).

En resumen, desde una perspectiva profética, la


autoridad del creyente es una realidad poderosa
basada en la exaltación de Cristo sobre todo
principado y poder. Mediante nuestra unión con
Él, tenemos autoridad para vencer al enemigo y
prevalecer en las batallas espirituales. Al ejercer
esta autoridad en fe y obediencia, podemos
caminar en la victoria que Dios ha provisto para
nosotros

5. Notificar a las tinieblas su derrota: El intercesor


profético opera haciendo uso de la autoridad
divina que le fue asignada, confrontando el
pecado y las fuerzas espirituales malignas que se
oponen al propósito de Dios. El intercesor
profético está revestido de armadura espiritual,
rompiendo fortalezas y avanzando en la batalla
espiritual con autoridad y poder en el nombre de
Jesús.

Notificar a las tinieblas su derrota significa


proclamar y vivir en la realidad de la victoria de
Cristo sobre las fuerzas espirituales malignas.
Implica afirmar que, a través de la obra redentora
de Jesús, las tinieblas han sido vencidas y que,
como creyentes en Él, tenemos autoridad al
frenar su avance y poder para resistir y derrotar al
enemigo.

"Y habiendo despojado a los poderes y


autoridades, hizo de ellos un espectáculo
público, triunfando sobre ellos por medio de Él"
Colosenses 2:15.

Esta declaración enfatiza que Jesús, a través de su


muerte en la cruz, triunfó sobre los principados y
potestades espirituales, refiriéndose a las fuerzas
malignas. Al exhibirlos públicamente, demostró
su completa derrota. Como seguidores de Cristo,
somos participantes de su victoria y podemos
vivir en esa realidad, notificando a las tinieblas
su derrota mediante nuestra fe y testimonio
en el poder de la cruz y la resurrección de
Jesús.

Por lo tanto, somos responsables de hacer oír


nuestra voz en acuerdo con la victoria de Cristo
y en nuestra condición de reyes y sacerdotes para
nuestro Dios (1 Pedro 2:9), proclamar las
verdades bíblicas a voz en cuello, hacerlos oír
como anuncios audibles a las tinieblas porque en
La Palabra reside nuestra autoridad, de esa forma
participamos de la voluntad de Dios para la que
la iglesia ejerza gobierno y autoridad; si quieres
considéralo como que estamos llamados a
“emitir avisos o comunicados oficiales a las
tinieblas que son legalistas y se niegan a soltar
territorios como una vía legal para informar las
decisiones del Juez supremo y comunicar el juicio
decretado.

Entregar estas notificaciones o proclamas de


autoridad, activa el poder del reino para que la
ley o juicio decretado se cumpla. Dicho de otro
modo, es un acto profético que activa el poder
angélico del Reino de Dios contra las huestes del
mal y como resultado de usar el poder que Dios
puso en nuestra boca en acuerdo con Él, las
Notificaciones propician a través del principio de la
legalidad, la expulsión de las huestes de maldad, de los
territorios.
Un intercesor profético junto a su iglesia local, se
constituye en un agente poderoso para
establecer decretos de Dios sobre territorios para
que unidos a su proclamación vocal los
conviertan en edictos o juicios decretados que
notifican su derrota a los espíritus territoriales.

VI. Cómo oír la voz de Dios

“Mis ovejas oyen mi voz, Yo las conozco, y me


siguen” Juan 10:27

En cierta ocasión y cuando aún era nuevo en el


evangelio, empecé a experimentar el fluir del don de
“palabra de ciencia”, a tener sueños y visiones y a
recibir confirmación de mi llamado profético,
interesado en mi rápido crecimiento, me acerqué a
una profeta con más experiencia en la materia para
preguntarle: ¿Cómo puedo escuchar con mayor
claridad la voz de Dios?, su respuesta fue sin duda
muy ambigua e imprecisa, lo que me motivó a orar
por respuestas y a entrenar mis sentidos espirituales
por el uso (Hebreos 5:14) y a buscar producción
bibliográfica de profetas experimentados en la
materia; pudiendo concluir después de este tiempo
de entrenamiento que el mejor maestro es el Espíritu
Santo y la mejor receta es “la intimidad con él”
puesto que hay experiencias espirituales de difícil
erudición y/o entendimiento en el mundo natural,
muchas de ellas quedan grabadas en nuestro
espíritu, sin compartirlas con los demás.
Podemos afirmar categóricamente que Dios sigue
hablando y la tarea de un intercesor profético es
discernir su voz; pero si Dios es Espíritu, también su
voz es espiritual, por lo tanto, opera en ese ámbito,
así que no te recomiendo que intentes escucharlo
desde el ámbito natural; eso lo sabían todos los que
se comunicaban con él en la Biblia, por ejemplo, el
Apóstol Juan dice en Apocalipsis 1:10 “Estaba yo en
el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una
gran voz, como sonido de trompeta” puse en negrita
la palabra “oí” para resaltar la importancia de tener
nuestros sentidos espirituales consagrados y
entrenados para cumplir su función, en éste caso, de
oír.

Cuando nos habla a través de sueños, muchas veces


no lo escuchamos, ésta situación embarazosa lo
rescata Job:

“Ciertamente Dios habla una vez,


Y otra vez, pero nadie se da cuenta de ello.
En un sueño, en una visión nocturna,
Cuando un sueño profundo cae sobre los hombres,
Mientras dormitan en sus lechos,
Entonces Él abre el oído de los hombres,
Y sella su instrucción” Job 33:14-16.

Una clave para oír la voz de Dios entonces sería estar


en el Espíritu como estuvo el Apóstol Juan cuando
recibió la revelación que conocemos como
Apocalipsis.

A. Estar en el Espíritu.
“Digo, pues: anden por el Espíritu, y no
cumplirán el deseo de la carne” Gálatas 5:16.

Andar en el Espíritu es una decisión deliberada, que


debe procurarse “todo el tiempo”, ésta condición es
similar a un estado de quietud y calma permanente.
“Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de
Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en
quietud y en confianza será vuestra fortaleza.
Y no quisisteis,” Isaías 30:15 (RV60).

Requiere haber disciplinado nuestro ser para evitar


que los ruidos molestos del mundo, sus colores
llamativos, las intenciones de nuestros corazones
perversos y nuestros pensamientos inicuos y todo
distractor, lo cual sugiere disciplina permanente y
perseverante.

“Señor, tú conservas en paz a los de carácter


firme, porque confían en ti” Isaías 26:3.

“Por último, hermanos, piensen en todo lo


verdadero, en todo lo que es digno de respeto,
en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo
agradable, en todo lo que tiene buena fama.
Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo
que merece alabanza” Filipenses 4:8.

Mantener nuestra mente en disciplina no es trabajo


fácil, pero no tienes que hacerlo sólo, es una tarea
asociativa con el Espíritu Santo, puesto que te
advertirá del peligro y lesividad de los pensamientos,
sería bueno revisar algún material sobre ésta batalla
ya que no dejamos de pensar, los neurocientíficos
han estimado que tenemos alrededor de 60 000
pensamientos por día, es decir 2000 por hora y cada
uno de ellos son conocidos por Dios. Me gusta
imaginar aquella realidad de “tener la mente de
Cristo” y cómo, desde ésta nueva posición, puedo
pensar “los pensamientos de Cristo”, de forma
permanente, de hecho, se hacen realidad en
cualquier momento, en cualquier circunstancia ya
que actuamos acorde a la Palabra y no a los temores
o pasada manera de vivir.

El orar en lenguas, es otro recurso valioso para


edificar nuestra fe, de modo que el Espíritu Santo
ayuda acondicionándonos de forma progresiva a
andar en el Espíritu y permanecer así.
Pero vosotros, amados, edificándoos sobre
vuestra santísima fe, orando en el Espíritu
Santo, Judas 1:20 (RV60).

Al comienzo de nuestro caminar en el Espíritu,


parecerá que no lo estamos logrando, puesto que los
pensamientos de nuestra pasada manera de vivir nos
abruman, los problemas nos agobian, las ansiedades
se acumulan y el mundo confabula en nuestra contra,
pero se trata de ir avanzando de Gloria en Gloria, de
unción en unción, de Poder en poder (2 Corintios
3:18); te animo a mirar tu condición de un par de
años atrás para responderme ¿cuánto has
avanzado?, seguro que no eres el mismo y tiene
garantía que Dios cumplirá su propósito en ti, ya que
Dios no abandona su obra (Filipenses 1:6). Debemos
llegar a un tiempo cuando lo que nos sorprende será
al desconectarnos de la presencia de Dios, no
cuando te conectas, puesto que ésta es tu condición
espiritual deseable y posible.

El Apóstol Pablo nos da la clave para andar en el


Espíritu, al manifestarlo como fruto que proviene de
Dios (Gálatas 5:22), esa clave está en el “andar en
amor” (revisar 1 Corintios 13) cuyos atributos son
divinos porque Dios es amor (1Jn. 4:8).
Andar en el Espíritu significará también haber
superado los obstáculos de uno mismo, puesto que,
en nuestra pasada manera de vivir, estábamos
dominados por pensamientos mundanos; deseos
pecaminosos, lo que ahora deben tenerse bajo
control y en alineamiento con la palabra de Dios.
Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua
manera de vivir y despojarse de lo que antes eran,
ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los
deseos engañosos. Deben renovarse
espiritualmente en su manera de juzgar, y
revestirse de la nueva naturaleza, creada a
imagen de Dios y que se distingue por una vida
recta y pura, basada en la verdad. Efesios 4:22-23
(DHH).

A todos los frutos de la carne ahora mostramos con


regocijo el fruto del Espíritu (Gálatas 5:19-23) y en
vez de afán, ansiedad, angustia, depresión u otros
males del alma, ahora tenemos reposo (Hebreos 4:1-
3).
B. Conocerte a ti mismo

La Biblia nos enseña que somos seres


multidimensionales, creados a imagen de Dios. En 1
Tesalonicenses 5:23, el apóstol Pablo nos dice: "Y que
el mismo Dios de paz los santifique por completo; y
que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea
preservado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo". Aquí vemos claramente que somos
seres compuestos por espíritu, alma y cuerpo.
Soy y un espíritu viviente, salido del Padre.

Comencemos por explorar el espíritu humano.


Según la Biblia, nuestro espíritu es el lugar donde
Dios obra en nosotros y donde se encuentra nuestra
conexión con lo divino. Es a través de nuestro espíritu
que podemos adorar a Dios en espíritu y verdad,
como Jesús nos enseñó en Juan 4:24. Nuestro
espíritu también tiene la capacidad de comunicarse
con el Espíritu Santo y recibir revelación y dirección
divina.

El término hebreo en la Biblia que se utiliza para


referirse al espíritu humano es "ruaj" (‫)רּוח‬. Ruaj
puede traducirse como "espíritu", "viento" o
"aliento". Esta palabra implica la idea de una fuerza
vital o invisible que anima y da vida. En el Antiguo
Testamento, "ruaj" se utiliza para referirse al espíritu
de Dios, al espíritu humano y también al viento físico.
Es importante destacar que el espíritu del hombre se
considera una parte distintiva y eterna de su ser.
En el Nuevo Testamento, el término griego que se
utiliza para referirse al espíritu humano es "pneuma"
(πνεῦμα). Pneuma se traduce como "espíritu" o
"aliento" y también puede referirse al Espíritu Santo.
La raíz de esta palabra está relacionada con el soplo
o el viento. Así como en el Antiguo Testamento,
"pneuma" se refiere al Espíritu de Dios, al espíritu
humano y también al viento físico. En el contexto del
ser humano, "pneuma" se refiere específicamente al
espíritu humano que tiene la capacidad de
comunicarse y relacionarse con lo divino.

Las Escrituras nos ofrecen una visión más clara del


espíritu humano. En el libro de Génesis, leemos que
"Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de
la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida, y fue el
hombre un ser viviente" Génesis 2:7. Aquí vemos que
Dios sopló su aliento de vida en el hombre,
infundiendo en él un espíritu viviente.

Watchman Nee, en su libro "El Hombre Espiritual",


nos brinda una descripción amplia del espíritu del
hombre. Él enseña que el espíritu humano es el
órgano con el cual nos comunicamos con Dios y
recibimos su vida. Nee destaca la importancia de que
el espíritu del hombre sea renovado y habitado por
el Espíritu Santo, permitiéndonos experimentar una
comunión íntima con Dios y ser guiados por su
dirección.

En las enseñanzas de Nee, también encontramos una


distinción entre el espíritu y el alma. Él explica que el
espíritu es el órgano de comunión y adoración,
mientras que el alma es el órgano de la mente, las
emociones y la voluntad. El espíritu debe ser
restaurado y gobernar sobre el alma, permitiendo
que la vida de Dios fluya a través de nosotros y
transforme nuestra alma.

Citando las Escrituras, encontramos en Hebreos 4:12


que "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más
cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra
hasta la división del alma y del espíritu, de las
coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para
discernir los pensamientos y las intenciones del
corazón". Aquí vemos que la Palabra de Dios tiene el
poder de discernir entre el alma y el espíritu del
hombre, mostrando la clara distinción entre ambas
partes de nuestro ser, pero si quisiéramos disgregar
más nuestro espíritu en partes, tendríamos:

1. La conciencia: Es un aspecto esencial del ser


humano que nos permite discernir entre el
bien y el mal, y nos convoca a vivir en
consonancia con la verdad y los principios
divinos. En la Biblia, se menciona la conciencia
como un testimonio interno que nos
confronta con nuestros actos y motivaciones.
El apóstol Pablo, en su carta a los Romanos,
habla de la conciencia como un juez interior
que aprueba o acusa nuestras acciones
(Romanos 2:15).

2. La intuición: Es una facultad espiritual que nos


permite captar y percibir la voluntad de Dios
de manera directa, sin depender
exclusivamente de la razón o la lógica
humana. Es a través de la intuición que
podemos discernir los propósitos divinos y
recibir revelación espiritual. la intuición es
una forma de conocimiento que se desarrolla
a medida que cultivamos una relación íntima
con Dios y nos sometemos a su guía. La
intuición espiritual nos capacita para tomar
decisiones sabias y actuar en armonía con la
voluntad de Dios.

3. La comunión: Se refiere a la conexión


profunda y personal con Dios y con otros
creyentes. Es un estado en el que
experimentamos una interacción viva y
significativa con lo divino. La comunión
implica una relación dinámica y activa con
Dios a través de la oración, la adoración y el
estudio de las Escrituras. Es en la comunión
que experimentamos la presencia de Dios,
recibimos revelación y somos transformados
a su imagen.
En conclusión, la conciencia nos guía en la toma de
decisiones y nos llama a vivir de acuerdo con los
principios divinos. La intuición espiritual nos permite
captar y discernir la voluntad de Dios directamente.
La comunión es la relación viva y dinámica con Dios
y con otros creyentes, en la cual experimentamos su
presencia y recibimos su dirección. Al comprender y
cultivar estos aspectos, podemos crecer en nuestra
fe y desarrollar una vida espiritual más profunda y
significativa.

Tengo un alma que debe ser regenetizada.


Pasemos ahora a examinar el alma, también
conocida como la mente, la voluntad y las
emociones. El alma es el centro de nuestras
facultades mentales y emocionales. Es donde se
albergan nuestros pensamientos, deseos y
decisiones. A través de nuestra alma,
experimentamos emociones, razonamos y tomamos
decisiones conscientes. El alma es el campo de
batalla de la mente, donde las luchas espirituales
pueden tener lugar.

En la Biblia, el término hebreo utilizado para "alma"


es "nephesh". Esta palabra tiene un amplio rango de
significados y se refiere a la vida, el ser interior, el
deseo y las emociones. También se utiliza para
denotar la esencia misma de una persona. El alma
es considerada como el centro de las facultades
mentales y emocionales del ser humano.

En el Nuevo Testamento, el término griego utilizado


para "alma" es "psuche". Esta palabra se relaciona
con la vida, la mente y la individualidad de una
persona. El alma es considerada como la parte
inmortal y eterna del ser humano que sobrevive a
la muerte física.

Las Escrituras nos proporcionan una visión más clara


del alma humana. En Mateo 10:28, Jesús dice: "No
teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden
matar el alma; más bien teman a Aquel que
puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en
el infierno". Aquí vemos que el alma es algo distinto
del cuerpo y tiene una existencia continua más allá
de la muerte física.

Nee también nos ofrece su comprensión del alma


humana. Él enseña que el alma es el órgano de la
mente, las emociones y la voluntad, enfatiza la
importancia de que el alma sea renovada y
transformada por el Espíritu Santo, permitiendo que
la mente sea renovada y las emociones sean
sometidas al señorío de Cristo.

En sus enseñanzas, Nee destaca que el alma debe


estar subyugada y gobernada por el espíritu. Cuando
el espíritu del hombre está vivo y en comunión con
el Espíritu de Dios, puede ejercer su autoridad sobre
el alma y llevarla a la alineación con la voluntad
divina.

Citando la Escritura, encontramos en Mateo 16:26


que Jesús dice: “Pues ¿qué provecho obtendrá un
hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma?
O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?". Aquí
vemos que el alma tiene un valor y una importancia
eterna, ya que es lo que define nuestra verdadera
identidad y relación con Dios, pero necesitamos una
descripción más ampliada del alma:

1. La mente: Es el centro de nuestro


pensamiento, razonamiento y entendimiento.
Es donde procesamos información, tomamos
decisiones y formamos nuestras creencias. La
mente es un componente crucial de nuestra
vida espiritual, ya que nos permite conocer y
comprender a Dios, su Palabra y su voluntad
para nuestras vidas. En Romanos 12:2, el
apóstol Pablo nos exhorta a renovar nuestra
mente para ser transformados y discernir la
buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
Tenemos fuerte necesidad de tener una
mente renovada en Cristo, libre de
pensamientos erróneos y en armonía con la
verdad divina.

2. Las emociones: Son nuestras respuestas


internas a los estímulos y experiencias de la
vida. Las emociones pueden ser positivas,
como la alegría y la gratitud, o negativas,
como el miedo y la tristeza. Las Escrituras nos
enseñan a tener un control adecuado sobre
nuestras emociones y a no permitir que nos
dominen ni nos lleven a acciones
pecaminosas. En Filipenses 4:6-7, se nos
anima a no preocuparnos por nada, sino a
presentar nuestras peticiones a Dios con
acción de gracias, para experimentar su paz
que sobrepasa todo entendimiento. Tenemos
la necesidad de someter nuestras emociones
a la autoridad del Espíritu Santo y permitir que
sea Él quien nos guíe en nuestras respuestas
emocionales.
3. La voluntad: Es la capacidad de elegir y tomar
decisiones conscientes. Es a través de nuestra
voluntad que manifestamos nuestras
intenciones y llevamos a cabo acciones. La
Biblia nos enseña que debemos someter
nuestra voluntad a la voluntad de Dios y
buscar su dirección en todo momento. En
Mateo 26:39, Jesús nos da un ejemplo
poderoso de sumisión a la voluntad de Dios
cuando ora: "Y adelantándose un poco, cayó
sobre Su rostro, orando y diciendo: «Padre Mío,
si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no
sea como Yo quiero, sino como Tú quieras»".
Debemos alinear nuestra voluntad con la
voluntad de Dios, buscando su gloria y
obedeciendo sus mandamientos.

En resumen, el alma del hombre es la parte de


nuestro ser que abarca nuestra mente, emociones y
voluntad. Es el centro de nuestra individualidad y
define nuestra relación con Dios y con los demás. El
alma debe ser renovada y sometida al señorío de
Cristo, permitiendo que nuestras mentes sean
transformadas y nuestras emociones sean alineadas
con la voluntad divina.

Vivo en un cuerpo temporal que debo santificar.

Finalmente, llegamos al cuerpo, que es la parte


visible y tangible de nuestra existencia. Nuestro
cuerpo es el vehículo a través del cual interactuamos
con el mundo físico. También es importante destacar
que nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo,
como nos recuerda el apóstol Pablo en 1 Corintios
6:19. Por lo tanto, debemos cuidar y honrar nuestros
cuerpos, presentándolos como sacrificio vivo y santo
a Dios.

El término hebreo que se utiliza para referirse al


cuerpo humano en la Biblia es "guf" (‫)ּגּוף‬. Esta
palabra se encuentra en varios pasajes del Antiguo
Testamento y se traduce comúnmente como
"cuerpo". El cuerpo humano es visto en la Biblia
como la parte física y material de la persona, que
alberga el espíritu (ruaj) y el alma (nefesh). Es el
instrumento a través del cual interactuamos con el
mundo físico y llevamos a cabo nuestras acciones.
En el Nuevo Testamento, El término griego del
Nuevo Testamento para referirse al cuerpo humano
es "soma" (σῶμα). Este término se utiliza
frecuentemente para denotar el cuerpo físico de una
persona. Se emplea en pasajes que tratan sobre la
resurrección, la salud, la moralidad y la relación entre
el cuerpo y el espíritu. En la enseñanza cristiana, el
"soma" se considera como el templo del Espíritu
Santo, y se enfatiza la importancia de cuidarlo y
usarlo para glorificar a Dios.

Las Escrituras nos brindan una visión clara del cuerpo


humano. En 1 Corintios 6:19-20, el apóstol Pablo nos
enseña: “¿O no saben que su cuerpo es templo del
Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de
Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos?
Porque han sido comprados por un precio. Por tanto,
glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los
cuales son de Dios". Aquí vemos que el cuerpo es
sagrado y debe ser tratado con respeto, ya que es el
templo del Espíritu Santo.

Watchman Nee también nos ofrece su comprensión


del cuerpo humano. Él enfatiza la importancia de que
cuidemos y honremos nuestros cuerpos como una
ofrenda viva y santa a Dios; también señala que
nuestro cuerpo es el vehículo a través del cual
podemos servir a Dios y cumplir Su propósito en la
tierra.

En sus enseñanzas, Nee destaca que, aunque el


cuerpo es importante, no debemos darle una
importancia excesiva o permitir que sea el centro de
nuestra vida. El cuerpo es temporal y perecedero,
pero nuestra verdadera identidad y valor radican en
nuestro espíritu y nuestra relación con Dios.

En resumen, el cuerpo del hombre es la parte


tangible y visible de nuestra existencia terrenal. Es el
instrumento mediante el cual interactuamos con el
mundo físico. El cuerpo es sagrado y debe ser
tratado con respeto, ya que es el templo del Espíritu
Santo

¿Y la naturaleza pecaminosa, la carne?


Como ya hemos explorado la descripción del cuerpo
del hombre, ahora vamos a hacer una distinción
entre el cuerpo y "la carne", utilizando las referencias
hebreas y griegas correspondientes.
En la Biblia, el término hebreo utilizado para "carne"
es "basar". Esta palabra se refiere no solo al cuerpo
físico, sino también a la naturaleza humana
pecaminosa y caída. "Basar" representa los deseos y
las inclinaciones pecaminosas que luchan contra el
espíritu y la voluntad de Dios.

En el Nuevo Testamento, el término griego utilizado


para "carne" es "sarx". Al igual que en el Antiguo
Testamento, "sarx" no solo se refiere al cuerpo físico,
sino también a la naturaleza pecaminosa del hombre.
La "sarx" representa los impulsos y deseos egoístas
que están en oposición al Espíritu Santo.

Es importante destacar que la distinción entre el


cuerpo y la carne radica en su enfoque y significado.
El cuerpo es la parte tangible y visible de nuestra
existencia física, mientras que la carne se refiere
a la naturaleza pecaminosa y caída del ser
humano.

Las Escrituras nos proporcionan una visión clara de


la lucha entre el espíritu y la carne. En Romanos 7:18-
19, el apóstol Pablo declara: "Porque yo sé que en mí,
es decir, en mi carne, no habita nada bueno. Porque
el querer está presente en mí, pero el hacer el bien,
no. Pues no hago el bien que deseo, sino el mal que
no quiero, eso practico". Aquí vemos cómo Pablo
reconoce la realidad de la carne que lucha contra el
deseo de hacer lo correcto.

Watchman Nee también nos ofrece su comprensión


de la lucha entre el cuerpo y la carne. Él enfatiza la
importancia de que el cuerpo sea utilizado como un
instrumento para glorificar a Dios y cumplir Su
propósito, mientras que la carne debe ser sometida
y crucificada a través de la obra del Espíritu Santo en
nuestras vidas.

En resumen, mientras el cuerpo es la parte tangible y


visible de nuestra existencia física, la carne se refiere
a la naturaleza pecaminosa y caída del ser humano.
La carne representa los deseos y las inclinaciones
pecaminosas que están en oposición al Espíritu
Santo.
C. Conocer cómo Dios habla

“Él dijo: «Oigan ahora Mis palabras: Si entre


ustedes hay profeta, Yo, el Señor, me
manifestaré a él en visión. Hablaré con él en
sueños. No así con Mi siervo Moisés; En toda Mi
casa él es fiel. Cara a cara hablo con él,
Abiertamente y no en dichos oscuros, Y él
contempla la imagen del Señor. ¿Por qué, pues,
no temieron Hablar contra Mi siervo, contra
Moisés?»” Números 12:6-8.

Por supuesto que Dios habla en sueños, y de hecho


es un medio por el cual Dios nos aporta mucha
información de lo que ocurre alrededor de un equipo
de intercesión profética, al tiempo que es un medio
importante para nuestro crecimiento personal y
ministerial, aconsejo capacitarse y orar a Dios le unja
con el don de interpretar los sueños, revisemos las
palabras de José dichas al copero y al panadero del
Faraón de Egipto estando en prisión:

“Y ellos le respondieron: «Hemos tenido un


sueño y no hay nadie que lo interprete».
Entonces les dijo José, «¿No pertenecen a
Dios las interpretaciones? Les ruego que
me lo cuenten»” Génesis 40:8.
En ésta sección, me refiero a formas usuales en la que
Dios nos habla durante la intercesión.

Por supuesto que Dios habla, a Jesús mismo se le


denomina “el verbo de Dios” (Ver Juan 6: 44-45),
pero habla en su lenguaje espiritual, además de
sueños, en visiones, en figuras enigmáticas o
parábolas, mediante los dones del Espíritu,
visitaciones angelicales, consejos sabios, Etc. Todos
requieren que nosotros profundicemos un poco para
descubrir lo que nos está diciendo, en especial
cuando se trata de recibir dirección especial durante
la sesión de intercesión profética.

No es que Dios no hable, el problema es que el


hombre comió del fruto prohibido (Génesis 3),
activando la mente natural y alejándose de la
revelación que espiritualmente le era normal al
principio. El ejemplo del receptor de ondas radiales
es conveniente en este espacio:
La señal de radio se transmite por el
espacio en forma de ondas
electromagnéticas.
Cada onda tiene unas características
determinadas de longitud (distancia entre dos
picos), amplitud (distancia entre el pico y el
punto medio de la onda)
y frecuencia (cuantas ondas llegan al receptor
por segundo).

El emisor registra la información que quiere


transmitir (como la voz del locutor o una
canción) en forma de señal eléctrica. (La voz
de Dios que es espiritual a través del cual
comunica su voluntad)
A continuación, la antena transmisora
convierte esta señal en una onda
electromagnética para que pueda viajar a
través del espacio sin necesidad de cables. (El
Espíritu Santo, los ángeles mensajeros)

El receptor consiste en una antena que capta


las ondas y las “descodifica”, es decir, vuelve
a transformarlas en señal eléctrica para
recuperar la información original (en este caso,
el audio). (Cuídese de no estar distraído).

Citando Juan 10:27, del mismo texto podemos


deducir que es normal para una oveja escuchar la voz
de su pastor, se puede considerar un instinto natural
de un nacido de nuevo, aunque no se descarta que
una esté sorda, en cuyo caso, se debe solucionar el
problema de sordera previamente, que en el entorno
nuestro sería una limpieza previa.
Recordemos en la misma imagen de aquella oveja
del Salmo 23 “unges mi cabeza con aceite…”, del
contexto costumbrista hebreo antiguo sabemos que
se trataba de curarla de toda infestación
parasitaria, principalmente en las orejas y prevenir
nuevos huevos de moscas que en un extremo la
causaban locura y desenfreno total. Una situación
paralela de desparasitar la oveja equivaldría a cerrar
todas las puertas que citamos en el primer capítulo
(iniquidades, maldiciones, amarguras, brujerías, Etc.),
seguido de evitar los distractores, acallar el alma y
estar en el espíritu para ser “receptores ungidos”,
sensibles a la comunicación de Dios, en este punto,
seremos receptores hábiles en captar y descodificar
el mensaje, lo que amerita adicionalmente
preparación, conocimiento de las figuras Bíblicas
y sabiduría en operación.

D. Niveles de revelación

Como he manifestado, la intercesión puede darse


personalmente o grupalmente, sea cual sea el caso,
la dirección del Señor es lo que hace la diferencia,
puerto que obtener su revelación es un gran
privilegio en la que nos sumergimos en su presencia
divina, siendo crucial comprender que existen
diferentes niveles de revelación, cada uno con su
propio grado de intensidad y profundidad. Como
generación profética y buscadores de la verdad,
debemos aprender a discernir y valorar estos
distintos niveles, ya que nos permiten experimentar
una comunión más cercana con lo divino.
En los niveles más bajos de revelación, encontramos
las impresiones mentales o espirituales que nos
llegan de manera suave, casi imperceptible. Es
como si una brisa sutil acariciara nuestra mente y
nuestro espíritu, susurrándonos mensajes sagrados.
Estas impresiones son una forma preciosa en la que
Dios se comunica con nosotros, guiándonos y
compartiendo Su amor y sabiduría, allí radica la
importancia de estar calmados.

Además, en este vasto mundo espiritual, podemos


experimentar visiones internas suaves, donde
nuestra mente se ilumina con imágenes y escenas
que trascienden lo físico. Estas visiones nos
permiten captar la realidad espiritual que existe más
allá de nuestro mundo tangible, y nos invitan a
contemplar la grandeza de lo divino.

Otra forma en la que podemos recibir revelación


divina en los niveles más bajos es a través de la
apacible voz de Dios que escuchamos en nuestro
espíritu. Esta voz, delicada y llena de amor, habla
directamente a nuestro corazón, revelándonos
verdades profundas y dándonos dirección para la
tarea intercesora y/o para nuestro caminar espiritual.

Sin embargo, a medida que nos adentramos en los


niveles más altos de revelación, somos testigos de
experiencias aún más poderosas y extraordinarias. En
estos niveles, nos abrimos a la posibilidad de tener
visiones abiertas, en las que nuestros ojos
espirituales son despertados para contemplar
objetos, figuras, personajes celestiales. En estas
visiones, podemos ser transportados a dimensiones
sobrenaturales, donde la presencia de Dios se
manifiesta de manera vívida y palpable.

Asimismo, los niveles más altos de revelación nos


permiten ser visitados por ángeles enviados por
Dios. Estas visitaciones angélicas son encuentros
sagrados que nos llenan de asombro y reverencia, ya
que los mensajeros celestiales nos traen mensajes y
revelaciones directamente de la presencia divina.
Además, en momentos especiales, podemos ser
bendecidos con visitaciones del Señor mismo. En
estos encuentros sobrenaturales, el amor y la gloria
de Dios se manifiestan de una manera tan tangible
que nuestra alma se estremece y se rinde ante Su
majestuosidad. Estas visitaciones del Señor son
experiencias profundamente transformadoras que
nos llenan de Su gracia y poder.

Hablando de la intimidad personal del intercesor,


muchas veces Dios le hablará a través de sueños
coloridos que también es una forma de revelación en
los niveles más altos. A través de ellos, Dios nos habla
en el lenguaje simbólico, desvelando misterios,
compartiendo advertencias y revelando Su plan
divino. Estos sueños vívidos y llenos de significado
son tesoros espirituales que debemos aprender a
interpretar con humildad y sabiduría.

En ocasiones especiales, podemos ser llevados a


estados de éxtasis, donde nuestra conciencia se
eleva por encima de los límites terrenales y somos
sumergidos en una profunda comunión con lo
divino. En estos momentos, nuestra mente se libera
de las preocupaciones mundanas y somos
completamente absorbidos por la presencia y la
voz de Dios. En este estado trascendental, podemos
recibir revelaciones y entendimientos profundos, así
como experimentar un encuentro íntimo con el
Espíritu Santo.

Además, en los niveles más altos de revelación,


podemos ser levantados, tomados en el espíritu, y
transportados a lugares celestiales. Es como si
nuestras almas se elevaran por encima de la tierra y
entraran en la esfera espiritual, donde podemos ver
y experimentar realidades divinas que trascienden
nuestra comprensión humana. Estas experiencias nos
conectan directamente con la esencia misma de lo
divino y nos llenan de un profundo asombro y
gratitud.

Es importante recordar que, como norma general,


cuanto menos subjetiva sea la forma en que nos llega
la revelación, mayor será su nivel de profundidad y
autenticidad. Sin embargo, cada experiencia de
revelación es única y personal, y Dios se comunica
con cada uno de nosotros de acuerdo a nuestra
capacidad y disposición para recibir Su mensaje.

La revelación divina es un regalo invaluable que nos


permite conocer más de cerca a nuestro Creador y
comprender Su plan para nuestras vidas. A través de
impresiones mentales, visiones internas, la apacible
voz de Dios, visiones abiertas, visitaciones
angelicales, visitaciones del Señor, sueños, éxtasis y
experiencias proféticas, somos guiados y
transformados en nuestro caminar espiritual o en
nuestro rol intercesor.

A medida que nos sumergimos en la búsqueda de


una relación más profunda con Dios, recordemos
que la revelación viene con responsabilidad.
Debemos utilizar estas experiencias sagradas para
edificar, consolar y fortalecer a otros, compartiendo
el amor y la verdad que hemos recibido. Nuestra
búsqueda nunca se enfoca en la revelación, sino
en conocer al Dios de la revelación, debemos
asegurarnos siempre de estar guiados por el
amor, la humildad y la sabiduría, y que nuestras
vidas sean testimonios vivientes del poder y la
gracia de Dios en acción.

Acoto algunos ejemplos de diferentes niveles de


revelación divina. Estos relatos nos muestran cómo
Dios se ha manifestado a través de visiones, sueños
y encuentros sobrenaturales, comunicando Su
voluntad y revelando verdades profundas a Sus
siervos. Veamos algunos ejemplos:

1. Visiones abiertas: En el libro de Daniel,


encontramos el relato de la visión de
Nabucodonosor, el rey de Babilonia. Dios le
mostró al rey una imagen colosal que
representaba los imperios que vendrían. A través
de esta visión, se reveló la soberanía divina y la
historia futura de los reinos (Daniel 2:31-45).
2. Visitaciones angelicales: En el evangelio de Lucas,
se relata la visita del ángel Gabriel a María para
anunciarle que sería la madre del Mesías. Esta
visitación angélica trascendió la experiencia
cotidiana de María y marcó el comienzo de una
intervención divina sin precedentes (Lucas 1:26-
38).

3. Visitaciones del Señor: El apóstol Pablo


experimentó una poderosa visitación del Señor
en el camino a Damasco. Una luz celestial lo
rodeó y una voz habló desde el cielo,
transformando su vida y llamándolo a ser un
apóstol de Jesús (Hechos 9:1-19).
4. Sueños proféticos: En el libro del Génesis, José
tuvo sueños que revelaban su futura posición de
autoridad sobre sus hermanos. Estos sueños
simbólicos demostraron ser proféticos, ya que se
cumplieron más adelante en su vida, llevándolo a
ser gobernante en Egipto (Génesis 37:5-11).
5. Éxtasis y experiencias en el Espíritu: El apóstol
Juan recibió una revelación poderosa mientras
estaba en el Espíritu en la isla de Patmos. Durante
su exilio, tuvo una serie de visiones
extraordinarias que se registraron en el libro del
Apocalipsis, donde se revelaron misterios
proféticos sobre el futuro y el retorno de Cristo
(Apocalipsis 1:9-20).

Estos son solo algunos ejemplos bíblicos que ilustran


los diferentes niveles de revelación divina. A través
de estos relatos, vemos cómo Dios se ha comunicado
a lo largo de la historia, utilizando diversos medios
para transmitir Su mensaje y revelar Su voluntad a
Sus siervos. Estas experiencias nos muestran la
grandeza y la fidelidad de Dios en la interacción con
la humanidad a lo largo de los siglos.

E. Yo, como receptor de impresiones:


Dado que las impresiones son más comunes en la
intercesión, amplío un poco, con ánimo de hacer una
distinción del área de nuestro ser en la que las
recepcionamos:

1. En la mente o en la intuición:

Las impresiones mentales y las intuiciones son


formas sutiles pero poderosas en las que Dios nos
habla y nos revela Su voluntad. Aunque a menudo
pasan desapercibidas o se descartan como simples
pensamientos o coincidencias, debemos reconocer
su validez y considerarlas como mensajes divinos en
nuestras vidas.
La Biblia nos ofrece ejemplos inspiradores de cómo
Dios se comunicó a través de impresiones mentales
e intuiciones. En el libro de Hechos, encontramos el
relato de Pablo, quien percibió en su mente la fe de
un hombre lisiado para ser sanado (Hechos 14:9). En
ese momento, no recibió una revelación de alto nivel
como una voz audible o una visión, sino que
simplemente tuvo una percepción clara en su
interior.
Una hermana del grupo, justo me preguntó ¿Cómo
yo sé si soy yo o es el Espíritu Santo que quiere
comunicar algo a una persona? En el trajinar de
nuestro servicio ministerial, ésta es una pregunta que
todos nos hacemos; mi primera sugerencia es “no
esperemos que alguien más nos aclare esas cosas”,
siempre debemos estar en comunión con el Espíritu
Santo y ejercitar nuestros sentidos espirituales para
avanzar en este entendimiento”

“Pero el alimento sólido es para los adultos, los


cuales por la práctica tienen los sentidos
ejercitados para discernir el bien y el mal”
Hebreos 5:14.
Es importante recordar que las impresiones mentales
y las intuiciones pueden ser instrumentos de Dios
para guiarnos y revelarnos Su voluntad en
situaciones cotidianas. Debemos aprender a
discernir y obedecer esas impresiones, confiando en
la sabiduría y la dirección que provienen de lo alto.
2. En nuestro cuerpo:

Dios también se comunica con nosotros a través de


impresiones en nuestro cuerpo. Estas sensaciones
físicas pueden ser utilizadas por Él para revelarnos
heridas, enfermedades o condiciones específicas que
necesitan sanidad. Cuando oramos por alguien,
podemos experimentar una sensación o impresión
en nuestro propio cuerpo, señalando que Dios está
identificando y mostrando Su deseo de sanar esa
área.
La Biblia nos presenta un ejemplo notable de esta
forma de revelación. En el libro de Lucas, leemos
acerca de una mujer que tenía un flujo de sangre y
creyó que sería sanada si tan solo tocaba el manto
de Jesús. Inmediatamente, Jesús percibió en Su
cuerpo que alguien había tocado Su manto y había
salido virtud de Él (Lucas 8:45-46). Jesús conocía esta
situación física a través de una sensación que
experimentó en Su cuerpo. Esto demuestra cómo
Dios puede utilizar impresiones en nuestro cuerpo
para comunicarse con nosotros y manifestar Su
poder sanador.

3. En nuestras emociones - Alma:


Nuestras emociones y sentimientos también pueden
ser vehículos a través de los cuales Dios nos habla y
revela Su corazón. En ocasiones, Él nos permitirá
sentir las emociones de otros, compartiendo así Su
compasión y amor hacia ellos. En momentos de
oración por alguien en una reunión, podemos sentir
tristeza o pena, lo cual indica que Dios nos está
permitiendo experimentar lo que esa persona está
sintiendo, para que podamos ministrarle y apoyarle.

En otras ocasiones, podemos experimentar las


emociones que Dios siente por alguien a quien
estamos ministrando. Podemos ser llenados de gozo
profundo o un sentido de protección hacia una
persona que apenas conocemos. Estas impresiones
emocionales son un regalo de Dios para permitirnos
profetizar y compartir palabras de aliento y consuelo
basadas en lo que Él siente por ellos.
La profecía bíblica también nos muestra este
principio. En el libro de Zacarías, se nos dice que
aquellos que tocan al pueblo de Dios, lo tocan a Él
mismo, despertando Su amor y cuidado

En conclusión, la revelación divina puede


manifestarse de diversas formas, incluyendo
impresiones mentales o espirituales, sensaciones en
nuestro cuerpo y emociones en nuestro ser. Estas
formas de revelación nos permiten experimentar la
presencia y la voz de Dios en nuestra vida diaria,
guiándonos, sanándonos y permitiéndonos ministrar
a otros de manera poderosa.

Es importante estar abiertos y receptivos a estas


diferentes formas de revelación, reconociendo que
Dios puede utilizar cualquier medio para
comunicarse con nosotros. A medida que cultivamos
una relación íntima con Él a través de la oración, la
adoración y el estudio de Su Palabra, nos
capacitamos para discernir y responder a las
impresiones divinas que recibimos.

Recordemos siempre que la revelación divina viene


con responsabilidad. Debemos utilizar estas
experiencias con humildad y sabiduría, buscando
siempre el bienestar y la edificación de los demás.
Que nuestra búsqueda de revelación sea guiada por
el Espíritu Santo a través de su amor y compasión, y
que nuestra vida sea un testimonio vivo del poder y
la gracia de Dios en acción.

F. Mis sentidos proféticos - discernimiento


El discernimiento espiritual se incrementa de
diversas maneras, comúnmente por escudriñar las
escrituras, por la disciplina de intimidad con Dios, por
el don de discernimiento de espíritus; y mediante el
espíritu de sabiduría y de revelación otorgado por
Dios (Efesios 1:17-19), en esta oportunidad, amplío
un poco la reflexión en cuán necesario para
incrementar el discernimiento espiritual es usar y
entrenar nuestros sentidos espirituales,
permitiéndonos percibir y comprender realidades
espirituales más allá de lo visible:

1. Vista espiritual:

El discernimiento a través de la vista espiritual nos


permite ver y percibir las realidades espirituales que
trascienden lo visible. Los profetas del Antiguo
Testamento eran llamados "videntes" porque tenían
la capacidad de ver las manifestaciones del Espíritu
de Dios. En 2 Reyes 2:15, los hijos de los profetas
vieron con sus ojos espirituales que el espíritu de
Elías estaba ahora sobre Eliseo, lo cual confirmaba la
transferencia del manto profético. Esta capacidad de
ver con los ojos espirituales nos ayuda a discernir y
comprender los propósitos y planes de Dios.

2. Oído espiritual:

El oído espiritual nos permite escuchar y discernir la


voz de Dios en medio del ruido y la confusión. En 1
Samuel 3, Samuel era un joven que estaba sirviendo
en el templo cuando escuchó la voz de Dios
llamándolo. Aunque al principio no comprendía de
dónde venía la voz, su mentor Elí le enseñó a
responder diciendo: "Habla, porque tu siervo oye" (1
Samuel 3:10). Este encuentro muestra cómo el oído
espiritual nos permite recibir instrucciones y
direcciones divinas, y nos capacita para discernir
entre las voces de Dios y las voces engañosas.

3. Olfato espiritual:
El sentido del olfato espiritual nos permite percibir y
discernir la presencia de espíritus inmundos o la
influencia de fuerzas espirituales negativas. En 2
Corintios 2:15, el apóstol Pablo habla de ser
"fragancia de Cristo" para Dios, lo cual implica que
podemos emitir un aroma espiritual que atrae o
rechaza a los espíritus. Por otro lado, en Efesios 5:2,
se nos insta a "andar en amor" y ser una ofrenda
fragante a Dios. Estos versículos ilustran cómo
nuestro olfato espiritual puede discernir tanto la
presencia del bien como del mal en el ámbito
espiritual.
4. Tacto espiritual:

El discernimiento a través del tacto espiritual implica


la percepción de sensaciones en nuestro cuerpo que
revelan verdades espirituales. En Lucas 8:46, una
mujer con un flujo de sangre incurable tocó el manto
de Jesús y fue sanada. Jesús mismo percibió que
había ocurrido una transferencia de poder y dijo:
"Alguien me ha tocado, porque he percibido que ha
salido poder de mí". Esta experiencia muestra cómo
el tacto espiritual nos permite discernir la presencia
y el poder de Dios en situaciones específicas.

5. Gusto espiritual:
El gusto espiritual se refiere a la experiencia subjetiva
que se tiene al recibir y comprender la Palabra de
Dios. En la Biblia, encontramos ejemplos de profetas
que comieron rollos que representaban la Palabra de
Dios. Estos rollos tenían un sabor dulce en la boca,
simbolizando la dulzura y la revelación de la Palabra
de Dios. Sin embargo, en ocasiones, esa misma
Palabra puede volverse amarga en el estómago,
representando el juicio y la confrontación que la
Palabra de Dios trae.

En lo personal, he vivido tantas experiencias del


funcionamiento de cada sentido espiritual en el
servicio a Dios, por lo que, recomiendo a los
intercesores proféticos, avanzar en la santificación de
cada uno de sus sentidos en la intimidad con Dios y
ponerlos al servicio de la ministración, aquí
aprovecho para advertirte que lo usual en tantos
casos que ministramos en que los sentidos
espirituales suelen activarse en plena capacidad, de
modo que las percepciones sean muy pesadas para
manejarlas con éxito, Ejemplo:
En una ocasión, mientras ministraba en una
iglesia, al finalizar la predicación, llegué hasta
una mujer que expedía olores nauseabundos
como si el infierno mismo entraría por mi nariz,
tuve que orar a Dios por fortaleza ya que no
quería fracasar al reprender al demonio que lo
causaba, lo curioso para mí en aquel entonces
era que nadie más lo notaba; después de
reprender el espíritu inmundo, el mal olor se
fue. Te recomiendo si estás empezando a tener
todo tipo de percepciones y te sobrecargan,
acudas a tu pastor para que ministre tus
sentidos espirituales y puedas gestionar
adecuadamente todo aquello.

Al desarrollar y ejercitar estos sentidos espirituales,


podemos fortalecer nuestro discernimiento y crecer
en madurez espiritual. Hemos citado Hebreos 5:14
cuando nos insta a ejercitar nuestros sentidos
espirituales para madurarlos. Esto implica que a
medida que nos sumergimos en la Palabra de Dios,
nos conectamos con el Espíritu Santo y buscamos
una relación íntima con Dios, nuestros sentidos
espirituales se agudizan y nos capacitan para
discernir con mayor claridad.

Es importante recordar que el discernimiento


espiritual siempre debe estar en línea con la Palabra
de Dios y ser guiado por el Espíritu Santo. A medida
que cultivamos una vida de oración, estudio de la
Biblia y comunión con otros creyentes, fortalecemos
nuestro discernimiento y nos volvemos más
sensibles a las operaciones del Espíritu Santo.

En resumen, el discernimiento espiritual nos permite


percibir y comprender las realidades espirituales más
allá de lo visible. A través de nuestros sentidos
espirituales, como la vista, el oído, el olfato, el tacto
y el gusto, podemos discernir la voz y la presencia de
Dios, así como distinguir entre el bien y el mal. Al
desarrollar y ejercitar estos sentidos, fortalecemos
nuestro discernimiento y nos acercamos a una vida
de madurez espiritual, guiados por el Espíritu Santo
y fundamentados en la Palabra de Dios.

Como podrás apreciar, éste es quizás el más amplio


de los capítulos que debería motivar más tu deseo
de escudriñar en la principal fuente de conocimiento,
Dios y su palabra revelada. Por lo tanto, recomiendo
que tomes actitud diligente para continuar tu
proceso formativo. ¡Adelante intercesor/a
profético/a!
CAPITULO 3

IMPORTANCIA DE LA
ORACIÓN EN EL ESPÍRITU EN
LA INTERCESIÓN PROFÉTICA
Hace algún tiempo, el Espíritu Santo me
despertó de madrugada y me llevó a clamar con
profundos gemidos de intercesión por un varón que
ni siquiera estuvo en mi mente natural o intención de
ser objeto de mi oración, mientras el Espíritu Santo,
usaba lenguas espirituales, yo sólo percibía el clamor
visceral intenso por este personaje, cuyo contacto
había perdido hace algunos años, (se trataba de
aquellos personajes que conocemos casualmente,
pero no son íntimos en amistad). Ya en la mañana,
cuando me disponía a mis labores cotidianas, un
número desconocido llamaba con insistencia a mi
equipo celular; algo apresurado lo tomé y era la voz
del personaje objeto de mi desvelo intercesor. Le
hablé por su nombre y le dije “en la madrugada
oraba por ti” y él sorprendido me dijo “SERÁ POR
ESO QUE NO HE MUERTO” añadiendo más detalles
que sorprenderían a cualquiera.

¿Cuán importante es la oración intercesora? Y más


aún ¿cuán importante será orar esta oración guiado
por el Espíritu Santo?; en cuyo esfuerzo nos
convertimos en vasos útiles para Dios y valiosos
operadores de su voluntad.
La oración en el Espíritu es un poderoso recurso que
nos permite tomar contacto con lo divino de una
manera profunda y transformadora. Es un acto de
comunión íntima con Dios, donde permitimos que el
Espíritu Santo ore a través de nosotros, guiándonos
en nuestras palabras y peticiones. En este capítulo,
exploraremos la importancia, los fundamentos y los
pasos prácticos para una oración en el Espíritu
efectiva.

I. El Espíritu de oración en la vida del cristiano:


(Una conexión profunda con lo divino)

“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los


moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de
oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y
llorarán como se llora por hijo unigénito,
afligiéndose por él como quien se aflige por el
primogénito” Zacarías 12:10 (RV60).

En el texto citado, el profeta Zacarías vislumbró el


tiempo en el cual un poderoso espíritu de oración y
súplica sería derramado sobre la casa de David y los
habitantes de Jerusalén. Este mensaje profético nos
revela la existencia de un Espíritu de Oración que
trasciende los límites terrenales. Al examinar
Romanos 8:26-27, comprendemos que el Espíritu
Santo es el mismo Espíritu de Oración profetizado
por Zacarías. El Espíritu Santo, residente en los
creyentes, es aquel que ama orar, que intercede
por nosotros (Romanos 8:26-27). Mi anhelo y
oración es que el Espíritu de Oración sea derramado
de nuevo sobre nosotros en estos tiempos
desafiantes, porque verdaderamente necesitamos
orar.

Si ya eres un creyente y tienes el Espíritu Santo


morando en ti, entonces posees el Espíritu de
Oración. No es necesario que te sientas preparado
como un guerrero de la oración o que estés llamado
al ministerio de la
intercesión para que el PRIVILEGIO

Espíritu de Oración se
CUANDO ORAMOS DICIENDO
manifieste a través de ti, “PADRE, ME PRESENTO
aunque es recomendable DELANTE DE TU TRONO DE
prepararnos. Dios ha GRACIA, EN EL NOMBRE DE

enviado el Espíritu de JESÚS, MI SEÑOR”, LA JUSTICIA


DE CRISTO NOS ES IMPUTADA,
Oración, el Espíritu Santo, QUÉ PRIVILEGIO
sobre cada uno de
nosotros porque desea
que nos acerquemos a Él
diariamente (Joel 2:28-
29, Hechos 2:39). Él anhela que tengamos una
comunicación constante y una conexión más
profunda con Él. La razón por la cual Dios nos ha
dado al Espíritu Santo es para facilitar una mejor
relación con Él y una comunicación más íntima.
Nuestra vida de oración es tan importante para Dios
que Él nos ha otorgado al Espíritu Santo como ayuda
para orar.
Santiago 5:16 nos revela el poder que los creyentes
tienen cuando oran. Este versículo declara que las
oraciones de los justos tienen un gran efecto. Debido
a que has sido revestido con la justicia de Cristo
(cuando oramos diciendo “Padre, me presento
delante de tu trono de gracia, en el nombre de Jesús,
mi Señor”, la justicia de Cristo nos es imputada, qué
privilegio), tus oraciones tienen un poder inmenso en
el nombre de Jesús. Tus oraciones tienen un impacto
significativo en el nombre de Jesús. ¡Amén!
Tus oraciones son de suma importancia. Ellas pueden
ser escuchadas por Dios y generar cambios
significativos. Tus oraciones tienen el potencial de
transformar la historia de tu vida, de tu familia y de
tu nación. Tus oraciones pueden reescribir los
destinos de las personas. Tus oraciones pueden
contribuir enormemente a la manifestación de
grandes obras.

Santiago 5:16 nos hace un llamado a la oración; es


Dios quien convoca a los creyentes a levantarse y
orar, porque nuestras oraciones tienen un gran valor.
Satanás conoce hasta qué punto pueden llegar
nuestras oraciones, por eso busca obstaculizar
nuestra vida de oración y hace todo lo posible por
alejarnos del lugar de oración.
Existen algunas cosas que pueden suprimir, someter,
apagar o limitar el Espíritu de Oración en nuestro
interior:

1. Ignorar las cargas de oración: En Nehemías


1, vemos que Nehemías estaba
profundamente afectado por las noticias
sobre la devastación de Jerusalén. Su corazón
se llenó de una carga de oración intensa y se
humilló delante de Dios durante días,
clamando por su pueblo y su tierra. Cuando
ignoramos las cargas de oración que Dios
pone en nuestros corazones, estamos
rechazando la guía del Espíritu Santo y
apagando su fuego dentro de nosotros.
Debemos prestar atención a esas cargas,
permitir que nos muevan y responder en
oración ferviente.
2. Distracciones y ocupaciones excesivas:
Vivimos en una sociedad llena de
distracciones constantes y ocupaciones
abrumadoras. El enemigo sabe que, si puede
mantenernos ocupados y distraídos, nos
alejaremos del lugar de oración. Nos
bombardea con tareas, responsabilidades y
entretenimientos que nos consumen y agotan
nuestra energía y tiempo. Debemos discernir
y priorizar nuestra vida de oración sobre todas
las demás cosas, protegiendo nuestro tiempo
con Dios y manteniendo una conexión
constante con el Espíritu de Oración. Cuidado
con el Sistema de Egipto que quiere tus
fuerzas y todo tu tiempo, sal de allí mediante
la adoración al Dios vivo.
3. Falta de disciplina y constancia: La vida de
oración requiere disciplina y constancia. No
podemos esperar experimentar los poderosos
resultados del Espíritu de Oración si solo
oramos ocasionalmente o de manera
superficial. Necesitamos establecer hábitos de
oración sólidos, reservando tiempo diario
para buscar a Dios, meditar en su Palabra y
comunicarnos con él. La falta de disciplina y
constancia sofoca la voz del Espíritu de
Oración y limita su fluir en nuestras vidas.
4. Dudas y falta de fe: La duda y la falta de fe
son obstáculos que impiden el pleno
funcionamiento del Espíritu de Oración en
nosotros. Cuando dudamos del poder de la
oración o cuestionamos si Dios nos escucha,
estamos limitando su obra en nuestra vida. La
fe es la clave para abrir las puertas a la
intervención sobrenatural de Dios. Debemos
creer que Dios es fiel para responder nuestras
oraciones y confiar en que el Espíritu de
Oración está obrando en nosotros y a través
de nosotros.

Entonces, el Espíritu de Oración es un regalo divino


que Dios ha derramado sobre los creyentes. Es un
poderoso recurso que nos capacita para
comunicarnos con Dios, interceder por los demás y
experimentar su manifestación sobrenatural en
nuestras vidas. Sin embargo, debemos estar atentos
a los obstáculos que pueden restringir el fluir del
Espíritu de Oración en nosotros y tomar medidas
para superarlos. Al hacerlo, abriremos las puertas a
una conexión más profunda con lo divino y veremos
el impacto poderoso de nuestras oraciones en el
cumplimiento de los propósitos de Dios en la tierra.
¡Que el Espíritu de Oración se levante en nosotros y
a través de nosotros en estos tiempos proféticos y
transforme nuestra realidad!
II. Lo que no es orar en el Espíritu

En el capítulo 2 relaté una anécdota personal, donde


hice callar previamente a un intercesor que
abundaba en su verbo florido, pero a oídos de un
discernidor, la oración sonaba como címbalo que
retiñe, el hermano admitió que su corazón no estaba
en el asunto; la ministración continuó con el
hermano, recibiendo ayuda para restaurar su
comunión íntima y espiritual con Dios.

Entonces lo que no es orar en el espíritu será orar en


la carne; también califica aquí las recomendaciones
hechas en el capítulo 1 cuando listamos brevemente
algunos elementos que nuestro Señor Jesucristo
advierte a no orar con la motivación inadecuada
“para ser vistos, oídos y apreciados por los demás”;
puesto que la oración en la carne, apelará a la
capacidad humana y a su esfuerzo natural para llevar
adelante la oración y/o al deseo de recibir
aprobación, valoración, reconocimiento del
liderazgo, Etc.
“Todos sabemos lo que es sentir una oración
moribunda. Tener dificultad al orar. Estar
callados, sin nada que decir, por así decirlo.
Tener que obligarnos a intentarlo. Bueno, en la
medida en que esto sea verdad en nosotros, no
estamos orando en el Espíritu” (Martyn Lloyd-
Jones, Living Water, p. 99).

Nuestra carne, apelará a su capacidad y esfuerzo


humanos para orar. Abundará en elaborados y
coloridos discursos, perfectamente compuestos y
doctrinalmente correctos que se basan en una buena
dicción, el lenguaje, la emoción, o el volumen
correcto (en caso el orador tenga cierta facilidad de
palabra) y/o podrá experimentar bloqueos
mentales en caso haya temores o trabas de
diferente índole; en todo caso, Jesús nos advirtió de
no pensar que seríamos escuchados por usar muchas
palabras (Mt. 6:7).

A menudo me entrevisto con cristianos que batallan


porque no pueden permanecer el tiempo suficiente
de rodillas, generalmente se debe a que su centro
de atención está en el tiempo de la oración, pero
no en la relación con el amado. El éxito en la
oración no depende de cuánto tiempo pasamos
orando, sino en la calidad de la oración, Filipenses
5:17 nos ordena “orad sin cesar”, ¿será posible esto
o el apóstol lo escribió por equivocación? De allí la
importancia de “estar en el Espíritu” conforme
manda Gálatas 5:16, en actitud y perseverante
oración siempre; sin sacrificar por supuesto aquellos
momentos diarios separados para intimidad
exclusiva con Dios en nuestras cámaras más secretas.
Orar en la carne entonces será una oración con el
esfuerzo natural solamente, que tiende a ser una
falsificación o imitación de orar en el Espíritu, se ha
puesto a meditar usted que el principal producto de
cualquier secta es la oración; los testigos de Jehová
oran, los mormones oran, los Bahai oran, Etc.

III. ¿Qué es la oración en el Espíritu?

“Pero el hombre natural no acepta las cosas del


Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y
no las puede entender, porque son cosas que se
disciernen espiritualmente” 1 Corintios 2:14

Para una mente religiosa y para la lógica humana, la


oración en el Espíritu puede parecer sin sentido. Sin
embargo, nosotros entendemos que esta poderosa
forma de oración va más allá de lo superficial y
penetra en lo más profundo de la realidad espiritual.
Al orar en el Espíritu, abrimos la puerta a una
dimensión sobrenatural donde podemos declarar,
quebrantar, decretar, reprender y anular. Nuestras
palabras, impulsadas por el Espíritu Santo, tienen la
capacidad de enderezar lo torcido, producir
bendición, mover montañas y allanar el camino hacia
la voluntad de Dios. ¡Incluso podemos tomar y
poseer lo que ha sido destinado para nosotros!
Qué tal si oramos desde nuestra posición en lugares
celestiales con Cristo (Efesios 2:6) o desde el monte
de Sión, la Jerusalén celestial, con la dirección de
Dios que mora allí con nosotros, esto no es para el
futuro, sino que la Biblia lo presenta como una
realidad que ya hemos recibido en el pasado.

“Ustedes, en cambio, se han acercado al


monte Sión y a la ciudad del Dios vivo, la
Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, a
la asamblea general e iglesia de los
primogénitos que están inscritos en los cielos, y
a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los
justos hechos ya perfectos, y a Jesús, el
mediador del nuevo pacto, y a la sangre
rociada que habla mejor que la sangre de
Abel” Hebreos 12:22-24.

Esta forma de oración nos otorga un acceso sin


precedentes a lugares en los que nunca hemos
estado físicamente. Nos permite orar fervientemente
por personas a las que nunca hemos visto con
nuestros ojos terrenales. En ocasiones, estamos
observando una noticia por cualquier medio, y de
repente el Espíritu Santo nos impulsa a gemir en
oración por ellos. Con el tiempo, somos testigos del
cumplimiento de esas oraciones. Aunque nadie más
pueda haberlo sabido, el Espíritu Santo está
consciente de ello porque Él es quien actúa y
responde. ¡Qué privilegio tan maravilloso es ser
guiados por el Espíritu en nuestras intercesiones!
La oración en el Espíritu es urgente y no puede
esperar. Nos impulsa a dejar de lado cualquier otra
actividad para obedecer su llamado. Esta forma de
oración va en contra del espíritu religioso y desafía
nuestros esquemas mentales limitados. Nos adentra
en el ámbito de lo sobrenatural, donde el tiempo y
la distancia pierden su relevancia. El Espíritu Santo
tiene la capacidad de transportarnos al pasado, al
futuro, a otro continente, e incluso a los lugares más
influyentes del mundo, sin necesidad de viajar
físicamente. ¡Qué asombroso es ser instrumentos del
Espíritu en oración!

Debemos reconocer el poder inmenso que posee la


oración en el Espíritu. No nos enfocamos únicamente
en los síntomas o los efectos superficiales de una
situación, sino que vamos a la raíz del problema y
contemplamos la efectividad del poder de Dios. Una
sola oración en el Espíritu es más efectiva y poderosa
que cien oraciones hechas únicamente en nuestra
propia fuerza, aunque estas últimas sean bien
intencionadas. Nuestra comunión con el Espíritu
Santo nos otorga una autoridad y un impacto
sobrenaturales en el reino espiritual.

Pero ¿Qué es la oración en el Espíritu?


La oración en el Espíritu es orar bajo la guía y
dirección del Espíritu Santo, permitiendo que Él
dirija nuestras palabras y pensamientos durante la
oración. Esta oración se registra en algunos pasajes
bíblicos como Romanos 8:26-27, que dice: "De la
misma manera, también el Espíritu nos ayuda en
nuestra debilidad. No sabemos orar como
debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos indecibles. Y Aquel que
escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del
Espíritu, porque Él intercede por los santos conforme
a la voluntad de Dios".

En este pasaje, se destaca que el Espíritu Santo


intercede por los creyentes cuando oran y conoce
las intenciones y necesidades más profundas de sus
corazones, incluso cuando ellos mismos no pueden
expresarlas claramente.

Orar en el Espíritu también se menciona en Efesios


6:18: "Con toda oración y súplica oren en todo
tiempo en el Espíritu, y así, velen con toda
perseverancia y súplica por todos los santos". Aquí se
nos insta a orar en el Espíritu en todo momento,
utilizando diferentes formas de oración y súplica,
mientras permanecemos alerta y persistentes en
nuestras peticiones por los demás creyentes. Me
atrevo a decir que únicamente es posible orar en
todo tiempo, cumpliendo 1 Tesalonicenses 5:17 en el
Espíritu, porque en la mente natural es imposible.

La oración en el Espíritu es una forma profunda de


comunión con Dios, donde el creyente se somete a
la dirección y la influencia del Espíritu Santo durante
el acto de la oración. Ésta forma de orar fortalece la
relación personal con Dios y permite una mayor
sensibilidad a Su guía y voluntad.

IV. Importancia de orar en el Espíritu

La importancia de orar en el Espíritu radica en varios


aspectos dentro de la fe cristiana. Aquí se presentan
algunas razones clave:

1. Comunión con Dios: La oración en el Espíritu


permite una comunión más profunda y cercana
con Dios. Al orar bajo la guía y dirección del
Espíritu Santo, nos abrimos a la presencia de Dios
en nuestras vidas y nos conectamos íntimamente
con Él. Esta comunión fortalece nuestra relación
con Dios y nos permite experimentar Su amor,
paz y consuelo de manera más profunda.
2. Conexión con la voluntad de Dios: El Espíritu
Santo conoce perfectamente la voluntad de Dios
para nuestras vidas. Al orar en el Espíritu, nos
sometemos a Su dirección y permitimos que Él
modele nuestras oraciones según la voluntad
divina. Esto nos ayuda a alinearnos con los
propósitos y planes de Dios, y nos capacita para
pedir de acuerdo a Su corazón.
3. Edificación personal: La oración en el Espíritu nos
fortalece y edifica espiritualmente. A través de
esta forma de oración, el Espíritu Santo intercede
por nosotros y nos ayuda en nuestras
debilidades. Nos capacita para orar más allá de
nuestras limitaciones y nos infunde con Su
poder sobrenatural. Además, al orar en el
Espíritu, somos transformados y renovados en
nuestro interior, creciendo en fe y siendo
fortalecidos espiritualmente.
4. Intercesión efectiva: El Espíritu Santo intercede
por nosotros con gemidos indecibles, según se
menciona en Romanos 8:26-27. Al orar en el
Espíritu, nos unimos a Su obra intercesora en
favor de nosotros mismos y de los demás. Esta
forma de oración tiene un impacto poderoso y
eficaz en el mundo espiritual, permitiéndonos
interceder por situaciones, personas y
necesidades de una manera que va más allá de
nuestras propias palabras y comprensión.
En resumen, orar en el Espíritu es importante porque
fortalece nuestra relación con Dios, nos conecta con
Su voluntad, nos edifica espiritualmente y nos
capacita para una intercesión efectiva. A través de
esta forma de oración, experimentamos una mayor
intimidad con Dios y nos abrimos a Su obra
transformadora en nuestras vidas.

V. Consejos para orar en el Espíritu


Orar en el Espíritu Santo implica abrirnos a Su guía y
dirección durante el acto de la oración. Aquí hay
algunas pautas que pueden ayudarte a orar en el
Espíritu:

1. Estar en la presencia del Espíritu Santo: Antes de


comenzar la oración, tómate un momento para
estar en la presencia del Espíritu Santo. Reconoce
Su presencia en tu vida y pídele que te guíe y
dirija durante el tiempo de oración.
2. Rendirte y someterte al Espíritu Santo: Entrégate
a la dirección y la influencia del Espíritu Santo.
Reconoce que Él es el que lidera y tú te
sometes a Su voluntad. Pídele que tome el
control de tus pensamientos, palabras y deseos
durante la oración.
3. Escuchar y esperar: Cultiva un espíritu de escucha
y espera en la presencia de Dios. Permite que el
Espíritu Santo te hable y dirija tus pensamientos
mientras oras. A veces, puede ser útil tomar un
momento de silencio para estar atento a la voz
del Espíritu.
4. Dejar que el Espíritu Santo dirija tus palabras:
Permite que el Espíritu Santo guíe tus palabras y
pensamientos mientras te comunicas con Dios.
No te preocupes tanto por encontrar las
palabras adecuadas o expresar tus
necesidades de manera perfecta. Confía en que
el Espíritu Santo intercede por ti y comunica tus
anhelos más profundos a Dios.
5. Estar abierto a los impulsos del Espíritu: Durante
la oración, estate atento a cualquier dirección
o impresión que el Espíritu Santo pueda poner
en tu corazón. Puede que sientas la necesidad de
orar por una persona en particular, una situación
específica o recibir una palabra de sabiduría o
consuelo. Sigue los impulsos del Espíritu y
permítele que te guíe en tu intercesión.
6. Perseverar en la oración: La oración en el Espíritu
implica perseverancia y persistencia. No te
desanimes si no experimentas una profunda
conexión o dirección inmediata en cada sesión
de oración. Continúa buscando la presencia del
Espíritu Santo en la oración diaria y confía en que
Él está obrando en tu vida a través de tu
comunión con Dios.
Recuerda que cada persona puede experimentar la
oración en el Espíritu de manera única. Lo más
importante es desarrollar una relación profunda con
el Espíritu Santo y permitir que Él guíe tu tiempo de
oración.

VI. Orando en lenguas, orando en el Espíritu


La oración en lenguas, es por sí misma oración en el
Espíritu o en lenguas espirituales, es una forma de
comunicación directa con Dios a través del poder del
Espíritu Santo. Consiste en hablar o cantar en un
idioma espiritual desconocido para el hablante, un
lenguaje que no se aprende de manera natural. Estas
lenguas no están destinadas a la comunicación con
otros seres humanos (hay excepciones que se
explican más adelante), sino que son una expresión
de adoración, intercesión y comunión con Dios.

La importancia de la oración en lenguas puede


considerarse desde varias perspectivas:

1. Edificación personal y fortaleza espiritual: Al orar


en lenguas, el creyente se conecta directamente
con el Espíritu Santo y permite que Él ore a través
de él. Esta práctica fortalece y edifica al creyente
en su vida espiritual, ya que se establece una
comunicación profunda y personal con Dios. La
oración en lenguas puede renovar y refrescar el
espíritu, ayudando a superar obstáculos y
fortalecer la fe.

El que habla en lenguas, a sí mismo se


edifica, pero el que profetiza edifica a
la iglesia” 1 Corintios 14:2,4.

"Pero ustedes, amados,


edificándose en su santísima fe,
orando en el Espíritu Santo" Judas 1:20.
2. Intimidad con Dios: La oración en lenguas es una
forma de comunión íntima con Dios, ya que se
basa en el Espíritu Santo, quien conoce los
pensamientos y necesidades más profundos del
creyente. Al orar en lenguas, se establece una
conexión directa con la presencia de Dios,
permitiendo una comunicación más profunda y
una relación más cercana con Él.

""Porque el que habla en lenguas no


habla a los hombres, sino a Dios,
pues nadie lo entiende, sino que en su
espíritu habla misterios" 1 Corintios
14:2.
"Pero vosotros, amados, edificándoos
sobre vuestra santísima fe, orando en el
Espíritu Santo, conservaos en el amor de
Dios, esperando la misericordia de
nuestro Señor Jesucristo para vida
eterna" (Judas 1:20-21).

3. Intercesión efectiva: La oración en lenguas


permite una intercesión poderosa. A través de
este tipo de oración, el Espíritu Santo ora a través
del creyente por situaciones, personas y
necesidades desconocidas para él. El creyente
confía en el Espíritu Santo para que ore de
acuerdo con la voluntad de Dios, incluso cuando
no comprende completamente el contenido de
las palabras habladas en lenguas.

"De la misma manera, también el


Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad.
No sabemos orar como debiéramos,
pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos indecibles"
Romanos 8:26.
4. Liberación y sanidad espiritual: La oración en
lenguas también puede traer liberación y sanidad
espiritual. Al orar en lenguas, el creyente puede
experimentar una liberación de cargas
emocionales, espirituales o mentales. La oración
en lenguas puede ayudar a superar bloqueos y
barreras espirituales, abriendo el camino para la
sanidad y la restauración.

"Acérquense a Dios, y Él se acercará a


ustedes. Limpien sus manos, pecadores;
y ustedes de doble ánimo, purifiquen
sus corazones" Santiago 4:8.

Es importante destacar que la oración en lenguas es


una experiencia personal y que no todos los
creyentes tienen la misma experiencia o convicción
sobre su práctica. Algunas tradiciones cristianas
enfatizan más la importancia y el uso de las lenguas,
mientras que otras pueden tener una perspectiva
diferente. La clave es buscar la guía del Espíritu Santo
y permitir que Él dirija y guíe la vida de oración de
cada individuo.

VII. Diversidad de lenguas para orar el Espíritu

Aún recuerdo la primera ocasión en que pude


interpretar un mensaje profético dado por una
hermana a través del don de lenguas. En aquel
tiempo, no tenía idea de cómo clasificarlas. La
ocasión se puede relatar así:
Después de mi jornada laboral de 8 horas, tomaba
presuroso el autobús que me llevaría a un distrito
costero peruano para compartir la ministración de la
predicación en una pequeña congregación de
tradición pentecostal. Siguiendo el programa casi
típico del servicio, empezamos un tiempo de oración.
Todos estábamos de rodillas y la atmósfera se
tornaba cada vez más agradable y propicia para la
manifestación del Espíritu Santo. Muchos orábamos
en lenguas espirituales de manera personal y algo
silenciosa, ya que en el ambiente se sentía la dulce
presencia del Espíritu Santo. De repente, una
hermana empezó a manifestar lenguas diferentes
y en un tono mucho más efusivo y urgente. De
alguna manera (ahora sé que por acción del espíritu
Santo), yo estaba comprendiendo aquel extraño
lenguaje y el Espíritu Santo me habló diciendo:

 ¡Interpreta el mensaje para todos!

¿Yo, Señor?, le pregunté.

 Sí, tú, me dijo.

Ah, como tú lo ordenas, yo lo hago, le dije (aquellos


que me conocen saben lo impetuoso que soy para
operar en lo desconocido) y comencé a interpretar el
mensaje que trajo exhortación, edificación y
consuelo hasta las lágrimas. Casi sustituí la
predicación expositiva de la noche, porque el Espíritu
hace como quiere.
Regresé a casa lleno de asombro y gratitud a Dios
por la experiencia que conocía poco en detalle;
posteriormente, luego de un mayor uso del don de
lenguas y de la interpretación de lenguas, y de revisar
con cautela lo que se dice en la Biblia acerca de ellos,
puedo afirmar que la oración en lenguas es por sí
misma una oración en el Espíritu o en lenguas
espirituales. Pero, ¿qué tanta diversidad de ellas
encontramos en las Escrituras? Dave Robertson, en
su libro "El caminar del Espíritu, el caminar del
poder", clasifica 4 distintos tipos de lenguas:

1. Lenguas para edificación personal


"Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora,
pero mi entendimiento queda sin fruto" 1
Corintios 14:14.
Estas lenguas los usará el Espíritu Santo para nuestra
edificación personal, es la que se recibe por fe
durante el bautismo en el Espíritu Santo, siendo la
operación más básica y necesaria provista por Dios
ya que se origina en el Espíritu Santo.

Usualmente, los dones del Espíritu fluyen a merced


de Dios y por motivación de él, pero éste don se nos
ha dado para libre disposición.

Este tipo de lenguas hablaba el Apóstol Pablo


abundantemente en su vida de oración privada
“Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más
que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero
hablar cinco palabras con mi entendimiento,
para enseñar también a otros, que diez mil
palabras en lengua desconocida.” 1 Corintios
14:18-19
Es necesario para que nuestra fe se fortalezca y
podamos mostrar el fruto del Espíritu cada vez mejor.

“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre


vuestra santísima fe, orando en el Espíritu
Santo,” Judas 20.
Estas lenguas son señal para el creyente, a diferencia
de las lenguas que son como señal al incrédulo que
se menciona en 1 Corintios 14:22.

“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi


nombre echarán fuera demonios; hablarán
nuevas lenguas,” Marcos 16:17.

Existen muchos mitos y/o enseñanzas


obstaculizadoras que impiden a los creyentes recibir
este regalo ya dado por Dios, en mi experiencia he
escuchado algunos como, por ejemplo:
a. Guiarse por experiencias de otros

En cierta oportunidad, dicté un curso titulado “Curso


de Intercesión Profética”, cuyo contenido motivó
preparar este libro; previamente solicité a los
participantes que relaten su experiencia personal del
bautismo en el Espíritu Santo con la evidencia inicial
de hablar en otras lenguas. Recabé alrededor de 50
testimonios de experiencias “personales” y cada una
de ellas difiere de la de los demás; por lo tanto,
seguir experiencias de los demás puede ser
frustrante y contraproducente, es necesario mejor
tener una buena base doctrinal, recomiendo la del
cristianismo pentecostal.
No cometa el error de escoger literatura escrita por
escépticos cristianos en esta materia, el
cesacionismo abunda en esto, gente que sustenta
su carencia con interpretación privada, yo digo de
esto que es doctrina de demonios.

A título personal, doy gracias a Dios que no conocí la


religión antes de venir a Cristo, lo que me permitió
creer todo lo que leía en el Nuevo Testamento, así
pude recibir el bautismo en el Espíritu Santo aún
antes de bautizarme en agua y muy recién
convertido.
“Porque para vosotros es la promesa, y para
vuestros hijos, y para todos los que están lejos;
para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”
Hechos 2:39

En el ejercicio ministerial Dios me ha permitido


imponer manos en gente que no creía en el bautismo
del Espíritu Santo como segunda experiencia y
posterior a la conversión y resultaron hablando en
lenguas, danzando y glorificando a Dios,
comprobando el error doctrinal que les impedía
gozar de tan gran bendición, nos gozamos por éstos
cristianos, muy sinceros y fieles, pero así fueron
enseñados.

b. Las lenguas no son para todos;


Los más convencidos de éste mito religioso
usualmente citan 1 Corintios 12:28-30:
Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente,
apóstoles, luego profetas, lo tercero
maestros, luego los que hacen milagros,
después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de
lenguas. ¿Son todos apóstoles?, ¿son todos
profetas?, ¿todos maestros?, ¿hacen todos
milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad?,
¿hablan todos lenguas?, ¿interpretan
todos?

La respuesta más sensata a las preguntas ¿hablan


todos lenguas?, ¿interpretan todos? Es un rotundo
NO. Ya que el pasaje está hablando de las lenguas
que traen mensaje profético y necesitan
interpretación, ambas son un don específico.
No obstante, las escrituras no se contradicen cuando
se nos habla de unas lenguas que son como señal al
creyente, siendo ésta una evidencia inicial del
bautismo en el Espíritu Santo para todo aquel que
cree.

“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi


nombre echarán fuera demonios; hablarán
nuevas lenguas;” Marcos 16:17

c. Falta de conocimiento:

La falta de comprensión o conocimiento acerca del


bautismo del Espíritu Santo y sus manifestaciones
puede ser un obstáculo. Si alguien no entiende o no
ha sido enseñado adecuadamente sobre el tema,
puede tener dificultades para recibirlo.

d. Dudas o incredulidad:
La duda o la falta de fe en la promesa de Dios de
recibir el Espíritu Santo puede ser un obstáculo. Si
alguien no cree verdaderamente en la posibilidad de
recibir el bautismo del Espíritu Santo, puede
bloquear su capacidad de experimentarlo.

e. Temor o resistencia:

El temor a lo desconocido o la resistencia a entregar


el control total a Dios pueden ser obstáculos para
recibir el bautismo en el Espíritu Santo. Algunas
personas pueden sentirse inseguras o temerosas de
perder el control o ser juzgadas por otros, lo que
puede dificultar su entrega total a Dios.
f. Pecado no confesado:

El pecado no confesado en la vida de un creyente


puede ser un obstáculo para recibir el bautismo en
el Espíritu Santo. La desobediencia a Dios o la
persistencia en el pecado pueden bloquear la obra
del Espíritu en la vida de una persona.

g. Falta de búsqueda y rendición:

Algunas personas pueden no estar buscando


activamente al Espíritu Santo o no estar dispuestas a
rendirse completamente a Dios. El bautismo del
Espíritu Santo es una experiencia que requiere buscar
a Dios de todo corazón y estar dispuesto a someterse
a su voluntad.

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se


puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno
tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en
mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu
que habían de recibir los que creyesen en él;
pues aún no había venido el Espíritu Santo,
porque Jesús no había sido aún glorificado.”
Juan 7:37-39
Es importante destacar que estos obstáculos no son
insuperables. A través de la búsqueda sincera, el
arrepentimiento, la fe y la entrega total a Dios, un
creyente puede superar estos obstáculos y recibir el
bautismo del Espíritu Santo con la evidencia de
hablar en otras lenguas. Cada persona es única, y los
obstáculos individuales pueden variar, pero la clave
está en buscar a Dios y confiar en su promesa de
derramar su Espíritu sobre aquellos que lo buscan de
todo corazón.

2. Lenguas para interpretación


"Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis
en lenguas, pero más que profetizaseis; porque
mayor es el que profetiza que el que habla en
lenguas, a no ser que las interprete para que la
iglesia reciba edificación." 1 Corintios 14:5

En cierta ocasión, mientras estábamos en un tiempo


de intercesión en la congregación, asigné tarea
intercesora a dos hermanas: a la primera hermana le
tocó interceder por la salvación de las almas y a la
segunda por el cumplimiento de algunas promesas.
Durante la oración de la segunda hermana, el
Espíritu Santo, empezó a entregar un mensaje
profético en un lenguaje desconocido; por lo que
la primera intercesora, empezó a entregarnos en
lenguaje español a través del don de
interpretación de lenguas, el mensaje se extendió
no solo al encargo original asignado a la hermana,
sino según el Espíritu quería comunicar a su pueblo
un mensaje en profecía, así recibimos edificación,
exhortación y consuelo a través de las lenguas.

“Así que, las lenguas son por señal, no a los


creyentes, sino a los incrédulos; pero la
profecía, no a los incrédulos, sino a los
creyentes.” 1 Corintios 14:5
Como vemos en el ejemplo, el escenario era
adecuado para las lenguas puesto que había alguien
con el don de interpretación de lenguas, de lo
contrario, convendría quedarse callado.

“Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y


hable para sí mismo y para Dios” 1 Corintios
14:28

Por mi parte, estaba juzgando la profecía


comunicada por boca de estas intercesoras, de
pronto, la intérprete se calló, pero el mensaje
continuaba, así que, en orden, tomé el rol de
intérprete de las lenguas que aún fluían y las
comuniqué en español a todo el grupo reunido.
También buscamos un pequeño espacio para
compartir algunas visiones recibidas durante el
tiempo de intercesión. Hemos cumplido así el orden
escritural y todos fuimos edificados, lo cual es el
objetivo de éstos dones.

“Si habla alguno en lengua extraña, sea esto


por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno
interprete. Asimismo, los profetas hablen
dos o tres, y los demás juzguen. Y si algo le
fuere revelado a otro que estuviere sentado,
calle el primero. Porque podéis profetizar
todos uno por uno, para que todos aprendan,
y todos sean exhortados. Y los espíritus de los
profetas están sujetos a los profetas; 33 pues
Dios no es Dios de confusión, sino de paz.
Corintios 14:27,29-33
Como puede notarse en el contexto narrado, éstas
lenguas y su interpretación, no se motivan por
voluntad humana, sino por intervención del Espíritu
Santo.

3. Lenguas de profundos gemidos de


intercesión
" Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en
nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu
mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles. Mas el que escudriña los corazones
sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por
los santos"." Romanos 8:26-27.

1 Corintios 14:2: "Porque el que habla en


lenguas no habla a los hombres, sino a Dios;
pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu
habla misterios".

En la parte introductoria de éste capítulo les he


narrado una experiencia que se clasifica en este tipo
de lenguas, ya que las lenguas de profundos
gemidos de intercesión son una forma especial de
hablar en lenguas que se caracteriza por expresar los
anhelos más profundos del corazón y la intercesión
intensa ante Dios. Algunas características de estas
lenguas son:

a. Expresión de gemidos inefables: Las personas


que experimentan las lenguas de profundos
gemidos emiten sonidos y palabras que no
pueden ser entendidos ni interpretados por
otros, pero que provienen de un anhelo
intenso y profundo del espíritu.
b. Conexión con la intercesión: Estas lenguas
están relacionadas con la intercesión, siendo
una forma de comunicación directa con Dios
para expresar las necesidades, cargas y
peticiones de manera intensa y enfocada.
c. Guía del Espíritu Santo: Las lenguas de
profundos gemidos son una manifestación
sobrenatural y guiada por el Espíritu Santo. Es
el Espíritu quien capacita y dirige este tipo de
oración y comunión con Dios.

Estas lenguas desempeñan un papel significativo


para nuestro rol intercesor para el cumplimiento de
la voluntad de Dios. A continuación, presento
algunas razones por las cuales son importantes:

a. Edificación personal: Al orar en lenguas de


profundos gemidos, el creyente es edificado y
fortalecido espiritualmente, ya que se conecta
directamente con Dios y su Espíritu obra en su
vida, después de tener estas experiencias,
usualmente quedamos muy afectados
físicamente, pero llenos de un gran amor.
b. Intercesión efectiva: Estas lenguas permiten
que el creyente exprese las cargas y peticiones
más profundas de Dios a través de su propio
corazón. Al ser guiado por el Espíritu Santo, el
creyente puede interceder de manera efectiva
por sí mismo, por otros creyentes y por las
necesidades del mundo.
c. Revelación y discernimiento: A través de las
lenguas de profundos gemidos de
intercesión, el creyente puede recibir
revelación y discernimiento divinos. El Espíritu
Santo puede revelar verdades ocultas,
necesidades específicas de intercesión y dar
discernimiento sobre situaciones y
circunstancias, muchas veces nos
encontraremos intercediendo por gente
desconocida, por autoridades, por frenar
crisis, juicios, Etc.
d. Empoderamiento para la batalla espiritual:
Estas lenguas son una herramienta poderosa
en la guerra espiritual. El creyente puede
utilizarlas para enfrentar y resistir las obras del
enemigo, invocando la intervención divina y
declarando la victoria de Cristo sobre las
fuerzas espirituales malignas.

4. Lenguas como señal al incrédulo


"Así que, las lenguas son por señal, no a los
creyentes, sino a los incrédulos; pero la
profecía, no a los incrédulos, sino a los
creyentes." 1 Corintios 14:22

“Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y


comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba que hablasen.
“Moraban entonces en Jerusalén judíos,
varones piadosos, de todas las naciones bajo el
cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la
multitud; y estaban confusos, porque cada uno
les oía hablar en su propia lengua. Y estaban
atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no
son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo,
pues, les oímos nosotros hablar cada uno en
nuestra lengua en la que hemos nacido?
Partos, medos, elamitas, y los que habitamos
en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el
Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto
y en las regiones de África más allá de Cirene,
y romanos aquí residentes, tanto judíos como
prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar
en nuestras lenguas las maravillas de Dios.”
Hechos 2:4-11

Las lenguas como señal al incrédulo es un tema


interesante y relevante en el contexto del don de
lenguas. Hechos 2:4-11 de la Biblia nos presenta este
caso en los que los creyentes hablaban en lenguas
que eran desconocidas para ellos, pero entendidas
por aquellos que las escuchaban.
Entonces, éstas lenguas se manifiestan como señal al
incrédulo y se refieren a la manifestación del don de
lenguas en la predicación o comunicación con
personas que hablan un idioma diferente. Algunas
características de estas lenguas son:

a. Entendimiento por parte del incrédulo: En este


caso particular, el incrédulo puede entender el
mensaje que se le está comunicando a pesar de
que el que habla no conozca el idioma en el que
se está expresando.
b. Confirmación del mensaje divino: Estas lenguas
sirven como una señal visible y sobrenatural para
el incrédulo, confirmando la intervención de Dios
y la autenticidad del mensaje que se está
comunicando.

Los textos citados de Hechos 2:4-11: nos relata el


evento del día de Pentecostés, donde los discípulos
fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a
hablar en lenguas. Se menciona que había personas
de diferentes regiones y lenguas que escuchaban y
entendían el mensaje en su propio idioma nativo, a
pesar de que los discípulos no conocían esos
idiomas.

1 Corintios 14:22: En este versículo, el apóstol Pablo


destaca que las lenguas son una señal no para los
creyentes, sino para los incrédulos. Es decir, las
lenguas como señal tienen un propósito
evangelístico y misionero al comunicar el mensaje de
Dios a personas de diferentes culturas y lenguajes.
Un caso destacado de lenguas como señal al
incrédulo se encuentra en la historia de John G. Lake,
un destacado misionero y evangelista del siglo XX.
Se relata que, en una ocasión, mientras predicaba el
evangelio a un grupo de personas en Sudáfrica, un
hombre de origen chino estaba presente. A pesar de
que Lake no conocía el idioma chino, el hombre
afirmó haber entendido claramente el mensaje en su
propio idioma y se convirtió al cristianismo. Este
evento demostró la manifestación de las lenguas
como una señal al incrédulo, confirmando la obra de
Dios y permitiendo la comunicación efectiva del
mensaje del evangelio. También conocemos de
historias más recientes, pero no son muy frecuentes
como los otros tipos de lenguas.

En conclusión: Las lenguas como señal al incrédulo


son una manifestación poderosa del don de lenguas.
A través de ellas, Dios permite que el mensaje del
evangelio sea comunicado de manera comprensible
a personas que hablan idiomas diferentes, incluso
cuando el predicador no conoce ese idioma. Este
fenómeno tiene su fundamento en la Biblia, como se
evidencia en el evento del día de Pentecostés y en la
enseñanza del apóstol Pablo.

El caso de John G. Lake es un ejemplo concreto de


cómo las lenguas como señal al incrédulo pueden
impactar y transformar vidas. A pesar de que Lake no
conocía el idioma chino, el hombre chino presente
pudo entender claramente el mensaje y entregó su
vida a Cristo. Esto fue una confirmación sobrenatural
de la intervención divina y la autenticidad del
mensaje predicado.
Esto nos añade un factor de análisis importante para
afirmar que las lenguas como señal al incrédulo
tienen un propósito evangelístico y misionero. Son
una herramienta poderosa para romper barreras
lingüísticas y comunicar el amor de Dios a personas
de diferentes culturas y naciones. Alguien que
experimenta este don debe confiar en el Espíritu
Santo y permitir que Él guíe y dirija su uso, siendo
sensible a las oportunidades que Dios pueda brindar
para compartir el mensaje del evangelio.

Enseñar sobre las lenguas como señal al incrédulo es


animar a los creyentes a confiar en la obra del
Espíritu Santo y a estar abiertos a las posibilidades de
comunicación sobrenatural que Dios puede
proporcionar. Es una invitación a depender de Dios y
a ser instrumentos utilizados por Él para alcanzar a
aquellos que aún no conocen a Jesús. Al estudiar este
tema y compartir testimonios como el de John G.
Lake, los creyentes pueden ser inspirados y
equipados para ser portadores del mensaje del
evangelio a través de las lenguas como señal al
incrédulo.

Fueron profetizadas

En el Antiguo Testamento, encontramos profecías


relacionadas con el derramamiento del Espíritu
Santo y la manifestación de las lenguas espirituales.
Una de las profecías clave se encuentra en el libro de
Joel 2:28-29:

"Después de esto derramaré mi Espíritu


sobre toda carne. Vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán, vuestros
ancianos soñarán sueños, vuestros
jóvenes verán visiones. Y también sobre
los siervos y sobre las siervas derramaré
mi Espíritu en aquellos días".

Esta profecía de Joel fue citada por el apóstol Pedro


en el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo
2, en el contexto del día de Pentecostés que
mencioné anteriormente. Pedro explica que lo que
se estaba presenciando en ese momento, el
derramamiento del Espíritu Santo y la manifestación
de las lenguas espirituales, era el cumplimiento de la
profecía de Joel.

Isaías 28:11-13 también menciona la profecía


relacionada con las lenguas de tartamudos. Aquí está
el pasaje:
"Pues con tartamudez de labios y en
lengua extranjera hablará a este
pueblo, al cual él había dicho: «Este es
el reposo; dad reposo al cansado; este es
el alivio»; pero no quisieron escuchar.
Por lo cual la palabra de Jehová les será
precepto tras precepto, mandato tras
mandato, línea tras línea, renglón tras
renglón, un poco aquí, un poco allá;
para que vayan y caigan de espaldas, y
sean quebrantados, enlazados y
presos."

Aunque una interpretación más escéptica de éste


pasaje podría usarse según el contexto de Isaías 28
cuando se refiere a la incredulidad y el rechazo del
mensaje de Dios por parte del pueblo de Israel (La
profecía indica que, debido a su falta de fe y
obediencia, la palabra de Dios les sería dada de
manera repetitiva y fragmentada, hasta que
finalmente experimentaran la caída y el juicio.); no
obstante, Este pasaje de Isaías es una referencia
importante a la manifestación de las lenguas de
tartamudos que se observó en el día de Pentecostés
y en otros momentos posteriores en la iglesia
primitiva. Las palabras "tartamudez de labios" y
"lengua extranjera".

En resumen, tanto Joel 2:28-29 como Isaías 28:11-13


son pasajes proféticos que se han relacionado con la
manifestación de las lenguas espirituales en el Nuevo
Testamento. Estos pasajes proporcionan un
trasfondo profético para comprender el significado y
la importancia de las lenguas en la obra del Espíritu
Santo.

Es importante tener en cuenta que el Antiguo


Testamento no proporciona una descripción
detallada o un enfoque específico en relación con las
lenguas espirituales como lo hace el Nuevo
Testamento. La revelación y enseñanza más
completa sobre este don se encuentra en los escritos
del Nuevo Testamento, especialmente en el libro de
los Hechos y las epístolas de Pablo.

CAPITULO 4

COMPAÑEROS PERSONALES
DE INTERCESION PROFÉTICA
¿Cuán importante será rodearnos de personas
que se constituyen en compañeros personales de
intercesión y cuán difícil será conseguirlos?, al menos
en el ejemplo de Jesús aprendemos la necesidad de
orar previamente para que Dios te permita
encuentros sobrenaturales y haga tu búsqueda una
jornada exitosa, a pesar que puede haber un Judas
entre aquellos, pero no sin propósito.

“En aquellos días él fue al monte a orar, y


pasó la noche orando a Dios. Y cuando era
de día, llamó a sus discípulos, y escogió a
doce de ellos, a los cuales también llamó
apóstoles: a Simón, a quien también llamó
Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan,
Felipe y Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo
hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, Judas
hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que
llegó a ser el traidor. Lucas 6:12-16

Todo Abraham tiene un damasceno, todo Moisés


un Josué, todo Elías un Eliseo, Etc. Jesús eligió a 12
que no sólo le acompañarían en su ministerio, y
continuarían su legado generacional. En éste
capítulo, reflexionaremos en la importancia de tener
compañeros de intercesión y que éstos sean fieles,
deteniéndonos en ésta reflexión a descubrir algunos
detalles de la intimidad como principio de alto valor
en el relacionamiento con Dios y con nuestros
compañeros de intercesión. Empecemos.

I. ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS COMPAÑEROS DE


ORACIÓN?
La vida espiritual es un viaje lleno de desafíos y
momentos de profunda reflexión. En este camino,
tener compañeros de intercesión, es decir, personas
que oran y comparten nuestras preocupaciones
espirituales, es de gran relevancia, la importancia de
contar con ellos es vital, destacando:

1. Poder en la unidad
"Otra vez os digo, que si dos de vosotros se
pusieren de acuerdo en la tierra acerca de
cualquiera cosa que pidieren, les será hecho
por mi Padre que está en los cielos. Porque
donde están dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos."
Mateo 18:19-20

Este pasaje destaca la poderosa dinámica de la


oración en unidad. Cuando dos o más personas se
unen en oración con un propósito común y en el
nombre de Jesús, Dios promete escuchar y
responder a esas peticiones.

La oración de acuerdo es una práctica valiosa en las


relaciones de intercesión. Cuando los compañeros
de oración se unen en oración por un tema
específico o una necesidad compartida, están
ejerciendo este principio bíblico. Esta unión en la
oración fortalece la fe de quienes participan y puede
traer resultados poderosos y consuelo en momentos
de necesidad.

2. Apoyo en Tiempos de Dificultad


Una de las razones fundamentales para tener
compañeros de intercesión es el apoyo en la oración.
En momentos de dificultad, estrés o confusión
espiritual, contar con personas que oren por
nosotros puede ser profundamente reconfortante.
Lo fue para Jesús todo el tiempo, en especial en el
huerto de Getsemaní donde su angustia lo llevó al
punto de sudar como grandes gotas de sangre
(Lucas 22:44), ya que las oraciones de un compañero
pueden actuar como un bálsamo para el alma,
brindando consuelo y esperanza.

3. Comunidad y Conexión Espiritual


La intercesión no solo se trata de recibir
oraciones, sino también de orar por otros. Esto crea
un fuerte sentido de comunidad y conexión
espiritual. Al unirnos en oración por las necesidades
de los demás, fortalecemos nuestros lazos
espirituales y nos recordamos mutuamente que no
estamos solos en nuestro viaje espiritual.
4. Perspectiva y Discernimiento
Los compañeros de intercesión pueden ofrecer
perspectivas y discernimiento valiosos. A menudo,
cuando estamos atravesando momentos de
confusión espiritual, es difícil ver con claridad.
Compartir nuestros dilemas con otros puede
proporcionarnos diferentes puntos de vista y
sabiduría que quizás no habríamos considerado de
otra manera.

5. Responsabilidad Espiritual
La responsabilidad espiritual es un aspecto
crucial de la vida de fe. Tener compañeros de
intercesión que compartan nuestras metas
espirituales nos brinda un sistema de
responsabilidad. Nos motivan a mantenernos
enfocados en nuestro crecimiento espiritual y en la
búsqueda de una vida más plena y significativa.

6. Fortaleza en la Adversidad
La vida espiritual no está exenta de desafíos. En
momentos de adversidad, la intercesión de
compañeros puede brindarnos fortaleza y
resistencia. Saber que otros están orando por
nosotros puede impulsarnos a superar obstáculos y
dificultades con determinación y fe.

En resumen, tener compañeros de intercesión en


nuestra vida espiritual es de suma importancia. Estos
compañeros proporcionan apoyo en la oración,
fomentan la comunidad y la conexión espiritual,
ofrecen perspectivas y discernimiento valiosos,
promueven la responsabilidad espiritual y nos
brindan fortaleza en momentos difíciles. En última
instancia, la intercesión nos ayuda a crecer
espiritualmente y a profundizar nuestra relación con
Dios y con aquellos que comparten nuestra fe. Por lo
tanto, fomentar y mantener relaciones de intercesión
en nuestras vidas es esencial para nuestro bienestar
espiritual y emocional.

II. IMPORTANCIA DE LA FIDELIDAD


La fidelidad es un pilar fundamental en las relaciones
de intercesión, que se basan en la oración y el apoyo
mutuo en el camino espiritual. La fidelidad es un
valor arraigado en la lealtad, la confiabilidad y el
compromiso. En el contexto de las relaciones de
intercesión, la fidelidad se manifiesta a través de la
perseverancia en la oración y el apoyo
inquebrantable en los momentos de necesidad
espiritual. La fidelidad implica una promesa de estar
presente, de cuidar y de caminar juntos en el viaje
espiritual, sin importar los desafíos que puedan
surgir.

Confianza y Apoyo Duradero


La fidelidad en las relaciones de intercesión establece
una base de confianza sólida. Saber que podemos
contar con nuestros compañeros de intercesión en
todo momento, no sólo para orar,
independientemente de las circunstancias, nos
brinda un apoyo duradero y nos fortalece en nuestra
fe.

"En todo tiempo ama el amigo, y es como un


hermano en tiempo de angustia." Proverbios
17:17

Un ejemplo de alguien fiel para el Apóstol Pablo fue


Aristarco, a quien llama en Colosenses 4:10
“compañero de prisiones”, sólo imagina a alguien
que está contigo aún en la cárcel, ¿No es esa persona
alguien digno de honra?, porque en la prosperidad
es fácil estar al lado de alguien, tal es el caso de
Figelo y Hermógenes que abandonaron a Pablo en
Asia (2 Timoteo 1:15). Podrías tomar unos minutos y
hacer una lista de personas que están estuvieron
contigo en tus peores momentos, te recomiendo que
eleves una oración de agradecimiento por sus vidas
y en cuanto puedas y esté a tu alcances honres sus
vidas y seas agradecido.

Persistencia en la Oración

Cuando oramos regularmente por nuestros


compañeros de intercesión, demostramos un
compromiso constante con su bienestar espiritual.
Esta persistencia en la oración puede traer consuelo
y sanación.

"También les refirió Jesús una parábola


sobre la necesidad de orar siempre, y no
desmayar." Lucas 18:1

Apoyo en Tiempos de Debilidad


La fidelidad se pone de manifiesto especialmente en
los momentos de debilidad espiritual. Cuando
nuestros compañeros de intercesión permanecen a
nuestro lado en tiempos de lucha, experimentamos
el verdadero amor cristiano y encontramos consuelo
y ánimo.

"Sobrellevad los unos las cargas de los otros,


y cumplid así la ley de Cristo." Gálatas 6:2

Crecimiento Espiritual
La fidelidad en las relaciones de intercesión
promueve el crecimiento espiritual mutuo. Al
caminar juntos en la fe, compartiendo experiencias y
orando unos por otros, se fortalece la relación con
Dios y se profundiza la comprensión de las verdades
espirituales.

"Por lo cual, animaos los unos a los otros, y


edificaos los unos a los otros, así como lo
hacéis." 1 Tesalonicenses 5:11
La fidelidad entonces, es un elemento crucial en las
relaciones de intercesión, basadas en la fe y el amor.
Al comprometernos a estar presentes, orar y
apoyarnos incondicionalmente, creamos un entorno
propicio para el crecimiento espiritual y el
fortalecimiento de nuestra fe.

III. CULTIVE LA INTIMIDAD

Para orar con libertad y exponer nuestros íntimos


secretos y necesidades de intercesión se requiere
relaciones de intimidad o cercanía con los
compañeros de intercesión, es obvio que no se
desarrolla cercanía con todos, pero sí cada uno
desarrollamos relaciones de cercanía.

La vida y el ministerio de Jesús están llenos de


ejemplos inspiradores de cómo cultivó diferentes
niveles de intimidad en sus relaciones con sus
discípulos. Exploremos estos niveles de intimidad,
desde las multitudes hasta Juan, el discípulo amado.
A través de estas relaciones, podemos extraer
valiosas lecciones sobre la importancia de la
fidelidad y la intimidad en nuestras relaciones de
intercesión.

1. Cómo Jesús se Relacionaba con las Multitudes.


Jesús tenía un corazón abierto para las multitudes
que se congregaban para escuchar sus enseñanzas y
recibir sanación. Aunque estas interacciones eran
públicas, reflejaban su amor y preocupación por la
humanidad en general. Las multitudes buscaban
sanación y orientación espiritual, y Jesús respondía
con compasión y misericordia, pero ¿Dónde estaban
las multitudes en su mayor momento de angustia?
¿Dónde estaban cuando lo crucificaron?, quizás
presentes o hasta gritando ¡Crucifíquenle!,
¡Crucifíquenle!, en fin, las masas reciben, pero no se
relacionaban a nivel íntimo con Jesús.

"Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y


tuvo compasión de ellos, porque eran como
ovejas que no tenían pastor." Mateo 14:14

2. Los 70 que Delegó para Grandes Obras (Nivel de


Intimidad)

Jesús seleccionó a 70 discípulos y los envió en


parejas para predicar y sanar en su nombre. Aunque
eran un grupo más grande, esto reflejaba una
relación de cierta cercanía, ya que les confió la
autoridad para realizar obras poderosas en su
nombre, pero no de mayor intimidad. Estos 70 eran
como un comité de avanzada, que iban delante, por
donde Jesús iría luego.
"Después de estas cosas, designó el Señor
también a otros setenta, a quienes envió de
dos en dos delante de él a toda ciudad y
lugar a donde él había de ir." Lucas 10:1

3. Los 12 a Quienes Reveló las Escrituras


Dentro de los discípulos, Jesús eligió a los Doce
Apóstoles para una relación más cercana. A ellos les
reveló el significado de sus enseñanzas y parábolas,
profundizando su comprensión de la verdad
espiritual. También les delegó autoridad para sanar y
liberar a los endemoniados, pero al mismo tiempo
convivió entre ellos, imaginemos los asuntos
cotidianos como pernoctar juntos, comer, reir,
departir muchas cosas, Etc. Esta elección demostró
un mayor nivel de intimidad y confianza. Todos
somos llamados a ser discípulos de Cristo.

"Cuando se quedó solo, los que estaban


alrededor de él con los doce le preguntaron
acerca de las parábolas. Y les dijo: A vosotros
os es dado saber el misterio del reino de
Dios." Marcos 4:10-11

4. Los 3 Discípulos de Confianza: Pedro, Jacobo y


Juan.
Dentro de los Doce, Jesús tenía un círculo más íntimo
compuesto por Pedro, Jacobo y Juan. Estos
discípulos fueron testigos de momentos
significativos, como la Transfiguración y la agonía en
el Huerto de Getsemaní, lo que demostraba un nivel
especial de confianza y cercanía, al mismo tiempo
vemos milagros de mayor impacto como la
resurrección de muertos ocurrir en éste círculo
íntimo, imagina desarrollar un nivel de intimidad
muy cercano, de modo que si Cristo necesita
resucitar a alguien, lo hará a través de ti, su amigo
íntimo, ése es un gran reto, pero al alcance de tus
rodillas dobladas.

Vemos también el hecho maravilloso de la


transfiguración donde diversos niveles
revelacionales están presentes: Cristo con un cuerpo
en su esplendor de Gloria, Moisés un hombre que
había muerto, Elías, un hombre que no había
gustado la muerte junto a tres discípulos en carne y
hueso estupefactos por tamaña visión, en compañía
de multitudes de ángeles, esto último lo
imaginamos, ¿Qué maravillas mostrará Dios a sus
íntimos? ¿Cuáles son esas cosas grandes y ocultas
que no conoces? ¿Qué misterios quiere revelarte
Jesús?.
"Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a
Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un
monte alto; y se transfiguró delante de
ellos." Marcos 9:2

5. La Relación Íntima con Juan (Mayor Nivel de


Intimidad)

Juan, conocido como "el discípulo amado," mantuvo


una relación excepcionalmente íntima con Jesús.
Durante la Última Cena, Juan se recostó en el pecho
de Jesús, simbolizando una profunda intimidad y
confianza mutua. Además, Jesús confió a Juan el
cuidado de su madre, María, en la cruz, resaltando el
nivel de confianza y compromiso en esta relación.
Imaginemos que si Dios quiere hacer las cosas más
sensibles e íntimas, te buscará a ti por ser su íntimo.

Cita Bíblica: Juan 19:26-27 (RVR 1960) -


"Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo
a quien él amaba, que estaba allí, dijo a su
madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al
discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella
hora el discípulo la recibió en su casa."
El ejemplo de Jesús con sus discípulos muestra cómo
cultivó diferentes niveles de intimidad en sus
relaciones. Desde las multitudes hasta Juan, vemos
cómo Jesús estableció niveles de confianza y
cercanía que reflejan diversos grados de
compromiso y responsabilidad. En nuestras
relaciones de intercesión, recordemos que la
fidelidad y la intimidad son fundamentales para
apoyarnos mutuamente en la fe y en la oración,
siguiendo el modelo de Jesús con sus discípulos. En
estas relaciones íntimas, encontramos fortaleza,
consuelo y crecimiento espiritual.
CAPITULO 5

ORGANICE SU IGLESIA PARA


LA INTERCESIÓN PROFÉTICA
Si has llegado hasta éste capítulo, has
reflexionado en que la intercesión profética es
aquella que te permite recibir la revelación de los
planes y propósitos de Dios, para un individuo, una
iglesia, una comunidad o una nación, Etc. Es decir, la
intercesión profética te permite acceder a la mente
de Dios y desde este conocimiento oraremos por las
cargas del Espíritu Santo, pues llega a conectar con
lo que hay en el corazón de Dios para nuestros días
y nuestro tiempo. En este sentido, el intercesor ora
de acuerdo a la mente de Dios y no según sus
pensamientos o sus propios paradigmas. De modo
que, este tipo de intercesión no consiste en orar con
una lista de intenciones de acuerdo a nuestra propia
comprensión. Por eso el que ora proféticamente ha
de liberarse de sus pensamientos y vaciarse
totalmente para estar a disposición del Espíritu Santo
y así recibir la inspiración de acuerdo a la voluntad
de Dios.

La intercesión profética es necesaria, ya que “si no


hay profecía el pueblo se desenfrena” (Prov. 29:18);
pero debemos pensar en los detalles que nos
llevarán a pertenecer a equipos intercesores, definir
frecuencias de sesiones de oración y algunos
requisitos de intimidad grupal, lo que trataremos de
reflexionar en éste capítulo, en un contexto de
restauración de los dones ministeriales, de
restitución y avivamiento para que la iglesia cumpla
su rol evangelístico por excelencia.
I. IDENTIFIQUE INTERCESORES.

Repensemos en aquellas características que te


permitirán identificar a los hermanos con perfil para
integrar tu equipo intercesor:

1. Muestran una clara señal de su pasión por la


oración al dedicar largos períodos de tiempo
a ella y, sorprendentemente, disfrutan cada
momento de comunión con Dios.
2. Son dotados con el don del discernimiento
espiritual, lo que les permite percibir, sentir y
experimentar el mundo espiritual de manera
profunda y constante.
3. Los intercesores sienten una profunda
empatía y conexión con las cargas y los
dolores de las personas a su alrededor.
Cuando hablan con alguien, captan sus
problemas y de inmediato comienzan a orar
por ellos.
4. Es notable que obtienen respuestas a sus
oraciones de una manera sorprendente,
incluso cuando sus peticiones son detalladas
y específicas. Las manifestaciones del poder
divino en respuesta a sus oraciones son
extraordinarias.
5. La oración es una constante en sus vidas.
Mantienen una actitud de oración continua,
independientemente del lugar o la situación
en la que se encuentren, cumpliendo así el
mandato bíblico de orar sin cesar.
6. La compasión y el amor hacia los demás son
características esenciales de los intercesores.
Su sensibilidad hacia la carga y el dolor de las
personas surge del genuino amor que sienten
por otros.
7. Al orar, algunos intercesores experimentan
sensaciones y síntomas físicos que actúan
como advertencias sobre situaciones o
peligros específicos. Estos síntomas, como
dolores de cabeza o malestares, se presentan
especialmente en intercesores de crisis.
8. Los intercesores son extremadamente
sensibles al mundo espiritual, lo que les
permite percibir tanto lo bueno como lo malo.
Sin embargo, deben tener cuidado para no
enfocarse excesivamente en lo negativo.
9. Su pasión por la oración y la intercesión es
profunda y enérgica. Creen firmemente que la
oración es una poderosa herramienta para
resolver cualquier situación, ya que confían en
la infinita capacidad de Dios.
10. Los intercesores tienen una aversión marcada
hacia las injusticias. Cada vez que encuentran
una situación injusta, su corazón se conmueve
profundamente, impulsándolos a orar y
buscar soluciones.

Aunque estas son algunas de las características más


comunes de los intercesores, vale la pena mencionar
que cada persona puede tener dones y habilidades
únicas que contribuyan al ministerio de la intercesión
de maneras variadas y significativas. La diversidad en
el ministerio enriquece la comunidad y permite un
mayor impacto en la vida de las personas y la
sociedad en general.

II. FORMANDO EL MINISTERIO DE INTERCESIÓN LOCAL

Hemos descrito algunas características que te


permitirán analizar los posibles candidatos a integrar
tu equipo de intercesores, a continuación,
analizaremos algunas directrices para conformar el
equipo intercesor, lo denominaremos “Ministerio de
Intercesión Local”, usted puede denominarlo de
acuerdo a su contexto y relevancia, Ej. Intercesores
de fuego, Intercesores proféticos, Ministerio de
Intercesión “Las Águilas de Dios”, Etc.

Ya sabemos que un ministerio de intercesión se


enfoca en orar fervientemente por las necesidades y
las preocupaciones de las personas, la iglesia, la
comunidad y el mundo en general, a éste enfoque
básico, le añadimos si somos una comunidad
profética, los detalles y matices de la intercesión
profética:

1. Oración y discernimiento: Comienza con la


oración y el discernimiento para asegurarte de
que este ministerio es una dirección apropiada
para tu iglesia o comunidad. Busca la guía del
liderazgo espiritual y asegúrate de que haya un
propósito claro y una visión para el ministerio.
2. Reúne un equipo de líderes: Identifica a personas
comprometidas con la oración y que tengan un
corazón apasionado por interceder por los demás
(Revisa las características que desarrollamos en el
ítem anterior). Establece un pequeño equipo de
líderes que puedan coordinar y guiar el
ministerio. En comunidades pequeñas puede
identificarse uno o dos líderes con cargos de
presidir el equipo intercesor.
 El líder del equipo debe conocer, aplicar
con excelencia y capacitar a los demás
miembros del equipo intercesor el
“Protocolo Profético”, puesto que es
común que durante el tiempo de oración
en grupo, Dios muestre algo relativo a
alguna persona, líder y/o de interés
congregacional, por lo tanto debe
organizarse en el marco del protocolo
profético para comunicar al pastor con
sabiduría, en especial las cosas que son
más sensibles.
 El rol del líder, es canalizar con claridad los
mensajes proféticos, sin esperar
explicaciones, su responsabilidad es de
velar y respaldar, no de entender todas las
cosas. (Los profetas de Dios hablaron
muchas cosas que ellos nunca
entendieron).
 Deberá atender las asignaciones que le
entregue el pastor y canalizarlo hacia el
tiempo de intercesión planificado en el
equipo intercesor, en cuyo caso, debe
investigar detalles (Ej. Si una hermana yace
enferma, entonces debe cerciorarse
detalles de la enfermedad, tiempo de
prevalencia, estado de la salud y datos de
contacto, mismo que debe hacerse
seguimiento hasta la recuperación de la
salud y guardar registro de éxito).
 Avisara de inmediato al Pastor de
cualquier cosa que suceda fuera de lo
común en cualquiera de las reuniones de
grupo.
 Planificar y conducir las reuniones de
Oración y de organización con la dirección
directa del Pastor, es usual que el
liderazgo en la conducción de la sesión de
oración sea compartido, sobre todo si
existen profetas entre el grupo.
 Reconocer y compartir con el Pastor o su
líder asistente si por alguna razón se ha
descalificado para que no vaya a ver
retribución espiritual contra sí mismo(a).
3. Convoca a los demás intercesores integrantes del
equipo intercesor y definan la Visión del equipo
intercesor.
Visión; en mis años de planificador he formulado
diversas visiones, misiones y planeamiento
institucional, lo que me facilita resumir en lo
siguiente:
 Una vez señalado el horizonte temporal de
la visión (Corto, mediano o largo plazo). Se
responde a las siguientes preguntas:
 ¿Cómo queremos ser como equipo
intercesor?
 ¿Qué queremos lograr o tener?
Las respuestas bíblicas y protocolares a éstas
preguntas, nos pueden brindar la definición de
una visión para el ministerio intercesor.
Ejemplo:
El Ministerio de Intercesión Profética de “Cristo
Para Las Naciones” Al 2025, es una fuerza
espiritual poderosa y efectiva que impulsa
cambios positivos y trascendentales en la vida
de nuestros hermanos en la fe y de acuerdo al
propósito de Dios para nuestra comunidad y
nuestra nación. Podemos ver el poder de Dios
manifestado en respuesta a nuestras oraciones,
trayendo restauración, salvación de las almas
y transformación a cada persona que entra en
contacto con nuestra iglesia y que vive en
nuestra localidad. Confiamos en que, al
escuchar y obedecer la voz de Dios, somos
instrumentos de Su amor y gracia, llevando
esperanza a los corazones afligidos y
anunciando el advenimiento de un futuro de
bendición y propósito divino para toda la
familia de Cristo Para Las Naciones.
4. Planificación y estructura: Define los objetivos y
metas del ministerio de intercesión. Decide cómo
se llevarán a cabo las actividades de oración y
cómo se comunicarán las solicitudes de oración
dentro de la comunidad. Además, establece una
estructura para el ministerio, como horarios de
oración, reuniones, canales de comunicación, etc.
5. Promoción y reclutamiento: Anima a la iglesia a
unirse al ministerio de intercesión. Explica la
importancia de la oración intercesora y cómo
puede marcar una diferencia significativa en la
vida de las personas y la comunidad en general.
Comunica claramente algunas de las siguientes
cualidades:
 Ser miembro activo de la iglesia
 Vivir una vida en consagración y Santidad
con Dios.
 Ser personas confiables y reservadas
 Estar dispuestos a tomar las peticiones
asignadas para Orar e Interceder en su
tiempo libre; Hogar, Trabajo o cualquier
lugar pre-asignado
 Estar disponibles y presentarse listos para
interceder antes y durante los servicios.
o En lugares asignados por el líder
(iglesia u otros lugares de eventos)
o Durante los eventos, en especial
cuando se esté haciendo el llamado
o ministrando en el altar.
 Dispuestos a responder a orar
urgentemente cuando se les solicite por
los ancianos (Lideres) De la iglesia por
razones imperativas.
 No deberán participar de conversaciones
difamatorias o de chismes que puedan
empañar su imagen o la de otra persona
 No deberán repetir o discutir peticiones
asignadas de sensibilidad con otras
personas.
 Mantener el carácter humilde y sensible en
su relación con los demás creyentes.
 Esforzarse con regularidad para vivir en
comunión con Dios.
 Tener una hora diaria habitual en común
con los demás intercesores para estar en
unidad bajo oración.
Compara éste último listado con los requisitos
del intercesor profético dado en el curso, añade
o disgrega según el interés de tu contexto
congregacional.
6. Capacitación y formación: Proporciona
capacitación a los miembros del ministerio para
que comprendan el poder y la responsabilidad de
la oración intercesora. Puedes organizar talleres,
retiros o proporcionar recursos escritos y en línea
sobre la intercesión.
Sugiero se haga un diagnóstico de capacidades
de los integrantes del equipo intercesor, sobre
esa base, se determine el contenido temático y
metodológico, plasmándolo en un plan de
capacitación para el equipo intercesor; el
planificador de éste diagnóstico, deberá aplicar
adecuadamente las normas de andragogía,
puesto que tendrá que definir las prioridades de
capacitación sobre la línea específica de la labor
intercesora, las demás necesidades formativas
(doctrinales, familiares, Etc.) se pueden listar y
entregar al pastor.
7. Establecimiento de una red de oración: Crea una
red de oración en la que los miembros del
ministerio puedan comunicarse entre ellos y
compartir las solicitudes de oración. También
puedes invitar a personas de la comunidad a
enviar solicitudes de oración al ministerio.
En nuestros tiempos funcionan los grupos de
WhatsApp y/o algún medio de mensajería
oportuna en cada contexto.
8. Reuniones regulares: Programa reuniones
regulares para orar juntos como equipo de
intercesión. Durante estas reuniones, pueden
orar por las solicitudes recibidas, por la
comunidad y otros temas de interés.
Por ejemplo:
 Ayunos del equipo intercesor.
 Vigilias del equipo intercesor.
 Etc.
9. Integración en eventos y actividades de la iglesia:
Asegúrate de que el ministerio de intercesión
esté integrado en los eventos y actividades
regulares de la iglesia. Por ejemplo, pueden orar
antes de los servicios, en eventos especiales, y
participar en campañas de oración.
10. Celebración de testimonios: Celebra y comparte
testimonios de cómo la oración intercesora ha
impactado positivamente la vida de las personas
y la comunidad. Esto animará a otros a unirse al
ministerio y ver el valor de la intercesión.
11. Continuidad y crecimiento: Mantén el ministerio
de intercesión en curso y busca formas de hacerlo
crecer. Evalúa regularmente los resultados y
realiza ajustes cuando sea necesario para mejorar
la eficacia del ministerio.

III. AGENDA DE ORACIÓN

Gran parte de éste capítulo, lo tome de la separata


de intercesión del ministerio regional de intercesión
de las Asambleas de Dios del Perú en la región San
Martín, la idea básica es tener temática y modelos de
organización mínima para la labor intercesora, previa
formación como la que aportó éste curso.
¿Por qué orar?

“orando en todo tiempo con toda oración y


súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda
perseverancia y súplica por todos los santos;”
Efesios 6:18

“Orad sin cesar.” I Tesalonisenses 5:17


“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas,
oraciones, peticiones y acciones de gracias, por
todos los hombres; 2 por los reyes y por todos
los que están en eminencia, para que vivamos
quieta y reposadamente en toda piedad y
honestidad. 3 Porque esto es bueno y agradable
delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere
que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad.” 1 Timoteo 2:1-4
Un resumen retórico de los textos anteriores nos
invita a orar en todo tiempo y sin cesar, por todos los
hombres. Tarea inagotable, pero al mismo tiempo
nos invita a planificar y/o tener cierto orden.

A. ORACIÓN PERSONAL:
La oración será hecha en una base individual en
privado:

“Pero tú, cuando ores, entra en tu habitación,


cierra la puerta y ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en secreto te
recompensará” (Mateo 6:6).

Establezca un tiempo especial a cada día para la


oración, preferentemente temprano por la mañana
antes de que usted empiece su día. Si usted no es
una “persona de la mañana” entonces seleccione
otro horario que sea más conveniente. Éste es el
tiempo cuando usted realizará su ministerio
sacerdotal de estar ante Dios con alabanza y
adoración y entre Dios y el hombre con peticiones e
intercesión. Antes de que usted empiece a interceder
tenga un tiempo de arrepentimiento personal y le
pida a Dios que lo limpie de todo el pecado. El
arrepentimiento es fundamental a la intercesión
eficaz.

B. ORACION EN PAREJAS:

Dos orando juntos es la unidad menor de la oración


corporativa. Su estructura bíblica, así como su
autoridad inherente se revela en la siguiente
escritura:

“Otra vez os digo que, si dos de vosotros se ponen


de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa
que pidan, les será hecha por mi Padre que está
en los cielos” (Mateo 18:19).

Encuentre Aquellos compañeros de oración o


amigos que quieran ser intercesores junto a usted y
empiecen a orar regularmente juntos. Si usted es
casado usted podría querer escoger a su
compañero(a). Si usted tiene alguien orando con
usted él puede ayudarle a permanecer cuando usted
descansa.

C. GRUPOS PEQUEÑOS:

Los grupos pequeños (a veces llamados de células de


oración o equipos de intercesión o ministerios de
intercesión, Etc.) consisten de más de dos individuos
que se unen en la intercesión. Hay gran poder
cuando dos o tres personas se unen para este
propósito:

“Porque donde dos o tres están congregados en


mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”
(Mateo 18:20).

Usted podría querer encontrarse semanalmente para


la oración con un grupo pequeño de amigos,
colaboradores, o parientes.

D. ORACIÓN CORPORATIVA U ORACION


CONGREGACIONAL:
La iglesia entera también debe unirse en tiempos de
intercesión corporativa:

“Todos éstos perseveraban unánimes en oración


junto con las mujeres y con María la madre de
Jesús y con los hermanos de él” (Hechos 1:14).
Hechos 12:5 revela que intercesión constante era
hecha por la iglesia por Pedro cuando Él estaba en la
prisión.

Si usted es un pastor es su responsabilidad planear


cosas así como un tiempo de oración corporativa.

E. GUÍA DE ORACIÓN PERSONAL


Es útil crear una guía o manual de oración personal
para su intercesión. Use un cuaderno con divisores
para las secciones diferentes. Usted podría incluir
secciones para:

A. Notas de estudio sobre intercesión y ayuno.


B. Su ciudad, estado, y nación: Obtenga mapas
de su ciudad, estado, y nación para orar por
ellos. Obtenga listas de oficiales políticos y
religiosos y ore por ellos por el nombre.
C. Intercesión personal: Lista de oraciones
personales por las necesidades de su familia,
amigos y otros e interceda por éstos cada día.
Registre las oraciones que son contestadas
para animarse en el ministerio de intercesión.
D. Su iglesia: Obtenga un mapa organizacional
de su iglesia o una lista de los nombres de los
líderes y ore por ellos cada día. Ore por cada
miembro de su iglesia por el nombre.
E. Su ministerio: Interceda por su propio
ministerio personal. Si usted enseña una clase
de la Biblia, ore por sus estudiantes. Si usted
es pastor ore por cada persona en su
congregación por el nombre. Si usted es un
padre ore por sus niños (parte de su
ministerio). Si usted es un misionero o
evangelista ore por las puertas abiertas para
el Evangelio, por sus convertidos, discípulos, y
co-obreros.
F. Intercesión internacional: Ponga una sección
separada para la intercesión por las naciones
del mundo y la extensión del Reino de Dios.
Desde que la Red Internacional Tiempo de
Cosecha se enfoca en la evangelización
mundial, nosotros queremos unir todos
nuestros esfuerzos de misión a través de la
oración. Debido a esto, nosotros mantenemos
las siguientes directrices detalladas de la
intercesión internacional.
F. INTERCESIÓN INTERNACIONAL

Aquí está una guía especial a intercesión


internacional que puede usarse individualmente, en
grupos pequeños o por el compañerismo de la
iglesia entera:
1) Alabe A Dios: (10 minutos)

Nosotros entramos en la presencia de Dios por la


acción de gracias y alabanza: Salmos 100:4
2) La intercesión Por El Mundo En General: (10
minutos)

Antes de que usted empiece a interceder, ore una


oración de arrepentimiento personal. Entonces ore
en general por el mundo para…
1. Hambre espiritual a lo largo del mundo.

2. Que Dios levante una fuerza mundial de


intercesores internacionales.

3. El crecimiento y desarrollo de la Iglesia en el


mundo.

4. Que Dios levante “obreros para la cosecha”.

5. La unidad y cooperación entre las iglesias y


misiones existentes.

6. Un reavivamiento, celo y compasión para ganar el


perdido.
7. El uso sabio de recursos materiales por los
creyentes para extender el Evangelio. Pídale a Dios
para proporcionar las finanzas necesarias y
levantar a aquellos deseosos y capaces de aportar
dinero para esfuerzos evangelísticos.

8. Puertas abiertas para la predicación del Evangelio


(Efesios 6:19),

9. Apertura de los países cerrados al Evangelio (2


Tesalonicenses 3:1).

10. Receptividad en aquellos que oyen el Evangelio


(Romanos 15:30-31).
11. Problemas principales del mundo que afectan la
extensión del Evangelio.

12. Los corazones de los líderes del gobierno y


políticos ser receptivos al trabajo de misiones y
evangelización.
13. Obreros y misiones que plantan nuevas iglesias.

14. Creyentes que están encarcelados o sufriendo


debido a su compromiso a Cristo o debido a su
ministerio.

15. El trabajo de traductores de la Biblia a lo largo del


mundo.
16. Cursos de correspondencia cristianos, institutos
de entrenamiento y universidades de la Biblia a lo
largo del mundo.

17. Los obreros cristianos nacionales.

18. La fuerza misionera transcultural.

19. Un movimiento de Dios entre las personas


jóvenes. Ellos son los líderes futuros de la Iglesia.

20. La revelación de la estrategia correcta para


alcanzar cada nación y pueblo del mundo. Pídale
a Dios que lo revele a aquellos laborando en estas
regiones. Ore por organizaciones comprometidas
en las misiones y estrategias misioneras.

21. Protección para obreros de los ataques de


Satanás. Ate las actividades de Satanás que viene
contra los creyentes y naciones. Ore por la
liberación de aquellos que se oponen al Evangelio
(Romanos 15:30-31; 2 Tesalonicenses 3:2).

22. La visión mundial bíblica ser extendida entre los


creyentes y que ellos se vuelvan participantes en
lugar de espectadores del plan de Dios.
23. Aquellos que trabajan en ocupaciones seculares
en las varias naciones para extender el Evangelio.

24. Los creyentes en las fuerzas armadas en las varias


regiones del mundo. Ellos pueden ser una fuerza
eficaz para extender el Evangelio.

25. El trabajo de los medios de comunicación


religiosos como las grabaciones del Evangelio,
películas, radio y televisión cristiana, redes
sociales.

26. El trabajo de misiones médicas y de asistencia


social que combinan la ayuda médica y física con
el extender del Evangelio.

27. Las organizaciones misioneras de la aviación y sus


pilotos especializados que vuelan con misioneros
y recursos a las varias regiones del mundo.

28. El trabajo entre los inmigrantes y refugiados del


mundo.

29. Atar los poderes espirituales de Satanás que están


influyendo en naciones y regiones.

3) La Intercesión Por Una Zona Del Mundo: (10


minutos)
Use un mapa mundial mientras usted ora por las
naciones. Aquí están algunas cosas específicas para
orar por cada nación:

1. Los eventos actuales. Usted puede tornarse


consciente de necesidades específicas para
oración observando los eventos de las noticias
actuales en la nación o manteniendo buenas
relaciones de contacto con los obreros cristianos
allí.
2. Las iglesias de la nación.

3. Aquellos que laboran en los campos de cosecha


espirituales de esta nación: Aquellos plantando
iglesias, los obreros nacionales, institutos de
entrenamiento, misioneros, traductores de la
Biblia, etc.

4. Todos los creyentes en esta nación.

5. Las personas no alcanzadas de la nación.

6. Atar los poderes de Satanás que operan en esta


nación; aquellas fuerzas que vendrían contra la
extensión del Evangelio o cerrarían la nación a los
esfuerzos de evangelización.

7. En cada sociedad hay siete áreas que forman el


pensamiento de individuos y el destino de la
nación básicamente. Éstas son la casa y familia, la
iglesia, educación, artes y entretenimiento, medios
de comunicación, gobierno y negocios. Interceda
por cada una de estas áreas.
4) La intercesión Específica Por Un Misionero O
Agencia Misionera: (10 minutos)

Al mantener contacto con el misionero o agencia


usted estará consciente de las necesidades
específicas por las cuales orar. Tenga su nombre
puesto en su la lista para recibir su hoja informativa
o boletín de oración.
5) Ore Para Un Grupo de Personas Inalcanzadas:
(10 minutos)

Los cinco principales grupos de personas


inalcanzadas son Budistas, Hindúes, Pueblos Tribales,
Musulmanes, y Chinos.

1. Ore por el hambre espiritual entre estos grupos.


2. Ore por obreros para compartir el Evangelio con
ellos.

3. Ore por revelación de la estrategia apropiada para


alcanzar cada grupo individual.
4. Ore por aquellos ya intentando alcanzar a estas
personas.
6) Oración Por Necesidades Personales: (10
minutos)

Considere sus propias necesidades personales con


respecto al mundo. ¿Cómo sus necesidades
personales se relacionan al propósito global de Dios
y su parte en él? Incluso sus preocupaciones más
personales deben se relacionar de algún modo al
plan de Dios para las naciones. Busque a Dios por
maneras en que usted puede cumplir su parte de la
comisión para alcanzar las naciones del mundo con
el Evangelio del Reino. ¿Cómo usted puede
equiparse bien para hacer esto? ¿Cómo usted puede
empezar ahora mismo? ¿Cómo usted puede librar
más de su tiempo personal y finanzas para la causa
de misiones mundiales?
AGRADECIMIENTOS
Quiero expresar mi profunda gratitud a todos mis
amigos que ayudaron a hacer este libro posible, no
en la redacción precisamente porque tiendo a
esconderme en el secreto para escribir, pero sí a
todos mis compañeros de oración que junto a mí
experimentamos cada uno «Las maravillas de Dios en
oración» y permanecen conmigo durante varios años
y contando, en especial a mis compañeros de
oración (se cuentan muchos, por eso no los
menciono uno por uno).

Ricardo Miguel Chereque, eres lo mejor de lo mejor,


encontrando tu amistad, encontré un tesoro.
Agradezco a Dios por tu amistad durante todos estos
años. Tu pasión, por el Señor y entrega a la oración
como un niño siempre me inspira y alienta a seguir
orando. Llorabas queriendo también tener visiones
para orar, hoy tienen ojos de águila para ver en el
espíritu y seguir la labor intercesora.
Kenny Guevara, estoy muy agradecido por tu
acompañamiento en Cristo Para Las Naciones,
siempre estoy agradecido a Dios por tu vida y
admirado por la amplitud de tu dotación de profeta
vidente, aún en los libros más connotados no he
encontrado tales dotes.

Ever Isaac Rimarachín, Mi hijo y profeta vidente con


dones y precisión quirúrgica para ver en lo espiritual
y ministrar la Gloria de Dios, largas oraciones juntos
para acceder al cielo en estos tiempos ha sido un
honor.

Carlos Graos, María Alejandra, Yulis Alvarado,


Maritza Campos, Mónica y Susan, Carlos y Dennis y
el resto del equipo profético de Cristo Para Las
Naciones, es un verdadero honor las extensas
jornadas de intercesión. Ustedes honran a Jesús con
lo que hacen, y se nota.

Familia, Primero mi heroína madre Verselisa Sánchez


y mis hermanos Joel, Neire, Oscar y Bertha. Si tuviera
oportunidad de elegirlos millones de veces los
volvería a elegir, pero como no se me dio esa
oportunidad, Dios los eligió para habitar en el mismo
seno. Recibo con gran aprecio su apoyo y amor para
seguir sirviendo en la intercesión.

A ti, lector, gracias por emprender esta travesía


conmigo. Hagámoslo juntos, te pido que en tus
oraciones me tengas presente, porque largo camino
ministerial me queda por recorrer y tus oraciones son
de elevadísima estima para mí, ya que sé lo especial
que son para Dios, muchas veces las he vito subir al
cielo cuando Dios me susurra que alguien está
orando por mí.
CITAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Watchman Nee, El Hombre Espiritual. Belo
Horizonte: Edições Parousia, 1986, p. 7, vol. 1.
Editado en español por Clie
2. Myles Munroe, Entendiendo el Propósito y el
Poder de la Oración: Editorial: Whitaker House,
2005
1. «What Is CBT Psychology, and What Are Its
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Today, 1 septiembre 2015; última actualización, 10
junio 2016,
www.psychologytoday.com/us/articles/201509/wicked
-thoughts.
3. Emily Dreyfuss, «Want to Make a Lie Seem True?
Say It Again. And Again. And Again»,
Wired.com, 11 febrero 2017,
www.wired.com/2017/02/dont-believe-lies-just-
people-repeat.
4. Dan, «A New Word Every 98 Minutes»,
EngLangBlog, 9 mayo 2009,
http://englishlangsfx.blogspot.com/2009/05/new-
word-every-98-minutes.html.
5. A. Wilke y R. Mata, «Cognitive Bias», en
Encyclopedia of Human Behavior, 2nd ed., ed. V. S.
Ramachandran (Burlington, MA: Academic Press,
2012),
www.sciencedirect.com/topics/neuroscience/cognitive
-bias.
6. Wei-chin Hwang, «Practicing Mental
Strengthening», en Culturally Adapting Psychotherapy
for
Asian Heritage Populations (Burlington, MA: Academic
Press, 2016),
www.sciencedirect.com/topics/psychology/cognitive-
reframing.
7. Consulte www.drleaf.com/pages/about-dr-leaf.
8. Citado en Megan Kelly, «How Prayer Changes the
Brain and Body», Renewing All Things, 9 junio
2015, https://renewingallthings.com/how-prayer-
changes-the-brain-and-body.
9. Michael Liedke, «Neurophysiological Benefits of
Worship», Journal of Biblical Foundations of
Faith and Learning 3, no. 1 (2018): p. 5,
https://knowledge.e.southern.edu/cgi/viewcontent.cgi
?
article=1063&

https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/7-
formas-de-cuidar-tu-corazon-de-la-idolatria-
digital/

Martyn Lloyd-Jones, Living Water, p. 99

Dave Robertson, en su libro "El caminar del Espíritu,


el caminar del poder", clasifica 4 distintos tipos de
lenguas

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