18307-Factores Psicosociales
18307-Factores Psicosociales
18307-Factores Psicosociales
6. FACTORES PSICOSOCIALES
o Relativos a la TAREA:
- Carga Mental.
- Autonomía Temporal
Asimismo, el estrés guarda una relación importante con el trabajo docente. Los
desequilibrios entre las aspiraciones y las necesidades del docente y la
imposibilidad de satisfacerlas son frecuentes.
El estrés ha sido identificado como uno de los riesgos emergentes más importantes
en el panorama laboral actual, y en consecuencia, como uno de los principales
desafíos para la seguridad y la salud a que se enfrentan las organizaciones.
Pero el estrés no está en función sólo de las demandas del entorno, sino que
depende en gran medida de la percepción que la persona tiene de esas demandas y
de su capacidad para adaptarse a ellas.
Posibles efectos en la salud: Las consecuencias del estrés son muy diversas y
numerosas. Unas son primarias y directas; otras, la mayoría, indirectas y
constituyen efectos secundarios o terciarios; unas son, casi sin duda, resultados
del estrés, y otras se relacionan de forma hipotética con el fenómeno; también
pueden ser positivas, como el impulso exaltado y el incremento de auto motivación.
Muchas son disfuncionales, provocan desequilibrio y resultan potencialmente
peligrosas. Pueden agruparse:
• Factores sociales.
El cuadro de desgaste profesional va surgiendo de manera paulatina. Se pueden
considerar varias etapas:
El término mobbing se considera como una forma característica del estrés laboral
y se define como una situación en la que una persona o grupo de personas ejercen
una presión psicológica extrema, de forma sistemática (al menos una vez por
semana) durante un tiempo prolongado (más de seis meses) sobre otra persona en
el lugar de trabajo. También se conoce con los nombres de hostigamiento o
psicoterror.
Desarrollo
• La prevención del problema debería atender a las deficiencias del diseño del
trabajo, al comportamiento de los líderes y a la protección social de la persona
mediante reglas claras, escritas y públicas sobre resolución de conflictos.
A estos factores, además, hay que añadir los relativos a las condiciones físicas
(ruido, temperatura, iluminación), psicosociales (relaciones jerárquicas, sistema de
comunicación, etc.) en las que se desarrolla el trabajo, así como otros de origen
extralaboral.
Por otra parte, hay que tener en cuenta al individuo que realiza el trabajo. Las
personas tenemos una capacidad de respuesta limitada que está en función de: La
edad, el nivel de aprendizaje, el estado de fatiga, las características de
personalidad, las actitudes hacia la tarea (motivación, interés, satisfacción), etc.
Por otra parte, cuando existe un desequilibrio prolongado entre la capacidad del
organismo y el esfuerzo que debe realizar para dar respuesta a las necesidades
del ambiente, puede aparecer la fatiga crónica. Se da, no por una sobrecarga de
trabajo accidental, sino por una determinada carga que se va repitiendo. Sus
síntomas, que no sólo se sienten durante o después del trabajo sino que pueden ser
permanentes, son los siguientes:
¿Cuántas pausas? ¿De qué duración? ¿Para qué? Siempre hay que tener presente
que el número, la duración y la distribución de las pausas a lo largo de la jornada
de trabajo están en función de la intensidad del mismo, es decir, de las condiciones
y exigencias del trabajo y de la capacidad de resistencia de la persona.
modulada por sus características personales (por ejemplo, la edad) y por otros
factores como: los hábitos de alimentación, de descanso y de ejercicio. Actuando
sobre estos factores, adquiriendo y manteniendo hábitos saludables: una
alimentación saludable, la práctica regular de ejercicio físico moderado y un buen
patrón de descanso se influye positivamente no sólo en la propia salud, sino también
en la capacidad de resistencia a la fatiga.
Uno de los riesgos a los que están sometidos las personas en el desempeño de su
trabajo deriva de la interrelación con otras personas. Los niños pueden ser
agresivos y violentos, lo que crea grandes exigencias y una gran presión emocional
a sus profesores. Esto puede causar estrés, ansiedad, cansancio, depresión y
agotamiento psíquico.
Las consecuencias para el individuo son muy diversas, y van desde la desmotivación
y la pérdida de satisfacción por el trabajo realizado hasta el estrés (incluso para
la víctima indirecta, el testigo del acto o incidente violento), y los daños para la
salud física o psicológica.
El tiempo de trabajo es uno de los aspectos de las condiciones de trabajo que tiene
una repercusión más directa sobre la vida diaria. El número de horas trabajadas y
su distribución pueden afectar no sólo a la calidad de vida en el trabajo, sino a la
vida fuera de él. El tiempo de trabajo hace referencia a la organización y al
contenido del trabajo, que son analizados en función del tiempo. Se trata de
estudiar los horarios de trabajo, la duración de las jornadas, la optimización de
pausas y descansos, etc. evaluando la relación fatiga – descanso y tomando en
consideración el tipo de trabajo, su contenido y carga, así como los distintos tipos
de organización.
Asimismo se considera trabajo nocturno el que tiene lugar entre las 10 de la noche
y las 6 de la mañana y se considera trabajador nocturno al que invierte no menos
de tres horas de su trabajo diario o al menos una tercera parte de su jornada anual
en este tipo de horario.
Los efectos negativos del turno de noche sobre la salud de las personas se dan a
distintos niveles. Por una parte se ve alterado el equilibrio biológico, por el desfase
de los ritmos corporales y por los cambios en los hábitos alimentarios. También se
dan perturbaciones en la vida familiar y social. Desde el punto de vista ergonómico,
es importante tener en cuenta estas consecuencias y diseñar el trabajo a turnos
de manera que sea lo menos nocivo posible para la salud de aquellas personas que
se encuentran en dicha situación.
1. La elección de los turnos será discutida por los interesados sobre la base de
una información completa y precisa que permita tomar decisiones de acuerdo
con las necesidades individuales.
2. Los turnos deberán respetar al máximo el ciclo de sueño, evitando que el
turno de mañana empiece a una hora demasiado temprana. Los cambios de
turno pueden situarse, por ejemplo, entre las 6 y las 7h. las14 y las 15h. y las
22 y alrededor de las 23h. Una variable que se debe tener en cuenta es la
distancia entre el centro de trabajo y el domicilio de los trabajadores.
3. Los turnos de noche y de tarde nunca serán más largos que los de mañana,
preferiblemente serán más cortos.
4. En cuanto a la duración de cada ciclo, actualmente se tiende a realizar ciclos
cortos (se recomienda cambiar de turno cada dos o tres días), pues parece
ser que, de esta manera, los ritmos circadianos apenas llegan a alterarse. Sin
embargo, la vida de relación se hace más difícil con un ritmo
de rotación tan cambiante, por lo que puede existir una contradicción entre
el punto de vista fisiológico y las necesidades psicosociales de los individuos.