Apuntes Inmunodeficiencias
Apuntes Inmunodeficiencias
Apuntes Inmunodeficiencias
Inmunodeficiencias:
Tema 2. Inmunodeficiencias primarias celulares:
Inmunodeficiencias primarias de linfocitos T:
El estudio de las deficiencias T (TD) ha permitido avances importantes en nuestra comprensión sobre el
desarrollo y la función de los linfocitos T.
Si cursan con linfopenia profunda (ausencia de linfocitos en sangre periférica) se clasifica como
inmunodeficiencia Combinada Grave (SCID), mientras que, si hay un número apreciable de linfocitos T
circulantes, se habla de inmunodeficiencia combinada con linfocitos T autólogos (de la propia persona). De
este modo, se puede dar una inmunodeficiencia de linfocitos T con un número normal de linfocitos T.
En el timo también se generan los linfocitos T reguladores (Treg), caracterizados por la expresión de CD4, CD25
y el factor de transcripción FoxP3, que son esenciales para mantener la tolerancia inmune periférica.
- Apoptosis en el timo: por regulación a la baja de moléculas anti-apoptosis como BCL-2, o por
regulación al alza de moléculas pro-apoptosis como BIM y BAX.
- Apoptosis periférica: por unión del receptor FAS, a través de la proteína asociada a FAS con dominio
de muerte (FADD), la caspasa 8 y otros miembros de las vías de la cascada de las caspasas, culminando
en la muerte celular.
El mantenimiento inadecuado del DNA, así como la disfunción de varias moléculas reparadoras de DNA,
también induce la apoptosis de linfocitos T. Por otro lado, una apoptosis reducida puede resultar en
autoinmunidad y cáncer, mientras que una apoptosis exagerada puede conducir a inmunodeficiencia T (TD).
- Inmunodeficiencia combinada grave (SCID) clásica: con linfocitos T CD3+ < 500 /µL.
- Inmunodeficiencia T (TD) con linfocitos T autólogos (TDA): con linfocitos T CD3+ > 500 /μl (el número
de linfocitos T es alto, pero a pesar de ello tenemos una inmunodeficiencia T).
- Síndromes con TDA y afectación multisistémica prominente.
El diagnóstico de inmunodeficiencia T (TD) primaria se debe considerar tras la exclusión de causas no-
hereditarias secundarias, como:
- Infecciones.
- Medicación.
- Cáncer.
- Déficit nutricional.
Es decir, hay que descartar otras patologías posibles en los niños. La frecuencia se estima en 1:25.000-30.000
nacidos vivos, aumentando en poblaciones con mayor consanguinidad. Por ejemplo, en Madrid hay 50.000 –
60.000 nacimientos al año y, por lo tanto, un par de niños por año presentan esta enfermedad que si no se
diagnostica puede provocar su muerte por infecciones en los primeros meses de vida.
- Bacterias.
- Virus como CMV, EBV, parainfluenza y rotavirus.
- Infecciones oportunistas por Pneumocystis, Candida, Aspergillus, etc.
- Infecciones por microbacterias, protozoos, etc.
Produce un retraso en el crecimiento (porque toda la energía se gasta en la defensa de infecciones múltiples)
y la historia familiar es muy importante por:
- Consanguinidad.
- Muerte neonatal por infección.
- Patrón de herencia (dominante, recesivo, ligada al X, o mutación de novo (lo cual no es infrecuente)).
- Radiografía del tórax: ausencia de sombra tímica (el timo no ha crecido, por lo que no se observa en
la radiografía).
- Analítica: pueden tener un recuento normal de linfocitos, pero por citometría de flujo se observa un
recuento de linfocitos T de menos de 500/µL. La ausencia o presencia de otras líneas linfocíticas (B,
NK) permiten subclasificar las SCID.
Además, hay una pobre respuesta proliferativa a mitógenos como fitohemaglutinina (PHA) o anticuerpos anti-
CD3. La cuantificación de los círculos de escisión del TCR (TREC) por PCR permite evaluar la timopoyesis,
muestra niveles indetectables, no se están recombinando los TCRs y es la base de los programas de detección
neonatal (tarjetas Guthrie). Finalmente, se confirma la deficiencia T (TD) al identificar el defecto molecular.
- CBC (hemograma celular): con diferencial, con atención al conteo absoluto de linfocitos o ALC
(específico de la edad, los bebés tienen una linfocitosis normal).
- Subconjuntos de linfocitos: CD3 (presentes en todas las células T), CD3/CD4 (en linfocitos T helper),
CD3/CD8 (en linfocitos T citotóxicos), CD19/CD20 (en linfocitos B) y CD16/CD56 (en Natural Killers).
- Estimulación de linfocitos con mitógenos y antígenos: PWN, PHA, ConA (mitógenos), tétanos,
cándida (antígenos) para la evaluación de la función de los linfocitos.
- Medición de anticuerpos: también es importante, ya que los linfocitos B necesitan la ayuda de los
linfocitos T para hacer respuestas de anticuerpos adecuadas (IgG, A, M, E, títulos en vacunas).
- Solo pueden recibir productos sanguíneos irradiados (irradiación de hemoderivados), sin linfocitos T
y de donantes citomegalovirus (CMV) negativos.
- Complementar la nutrición.
- La terapia génica ha sido ensayada con éxito para el déficit de ADA, pero en el caso del déficit de IL2Rg
(de la cadena g común) se asocia a leucemia en el 25% de los casos (se suspendió el ensayo).
Los pacientes con deficiencia de ADA presentan una vía de recuperación de purina defectuosa. En una persona
normal, la deoxiadenosina (metabolito tóxico) es degradado por la enzima ADA, de manera que se convierte
en deoxiinosina no tóxica. Sin embargo, si hay una deficiencia de la adenosina desaminasa (ADA), el metabolito
tóxico se acumula y provoca la muerte de los linfocitos.
Déficit de JAK3:
La tirosina quinasa JAK3 transmite la señal de IL-2Rg. Este subtipo presenta un fenotipo indistinguible de la
anterior, salvo por su herencia autosómica recesiva. El diagnóstico molecular se produce por secuenciación de
JAK3 y para su tratamiento precisa de trasplante de células madre.
De este modo, aunque tengan linfocitos T circulantes, la patología no es mejor porque esos linfocitos T no
funcionan correctamente y provocan enfermedades autoinmunes.
- Cifra normal de linfocitos T, pero oligoclonales (por citometría). No son efectivos y muchos de esos
atacan a las células propias del organismo (autorreactivos) y pueden causar cáncer.
Por otro lado, en cuanto al tratamiento, se realiza un tratamiento precoz con trasplante de células madre.
Síndrome de Omenn:
El Síndrome de Omenn cursa como inmunodeficiencia T (TD), con eritrodermia (inflamación de toda la dermis,
de la piel) y linfadenopatías (hinchazón de los ganglios de la axila, del cuello, de la ingle, etc.) debido a que
puede haber una alta cantidad de linfocitos T proliferando inadecuadamente o queriendo proliferar. Además,
se acompaña de hepatoesplenomegalia, cualquier deficiencia T que permita algo de respuesta T puede
manifestarse con este síndrome y la clínica puede cambiar con el tiempo.
Déficit de Foxp3:
Foxp3 es un factor de transcripción propio de los linfocitos T reguladores. El déficit de Foxp3 se conoce como
IPEX (immunodeficiency polyendocrinopathy enteropathy X linked) y es un síndrome con inmunodeficiencia,
poliendocrinopatía autoinmune (diabetes, tiroides, páncreas, etc., fallan todos los órganos productores de
hormonas), enteropatía y ligado a X.
En cuanto al diagnóstico, por citometría se demuestra la reducción del número de linfocitos Treg CD4+ CD25+
Foxp3+. Por otro lado, el tratamiento inicial consiste en la aplicación de corticoides e inmunosupresores, para
controlar la autoinmunidad. La mejor opción es el trasplante de células madre tras hacer una inmunoablación.
Las mutaciones en Foxp3 provocan una función anormal de los linfocitos T reguladores y el fallo de la
tolerancia inmunológica de la periferia. De esta manera, aparecen las características clínicas que se indican en
la tabla:
Síndrome de Wiskott-Aldrich:
El síndrome de Wiskott-Aldrich es una enfermedad rara, ligada a X, que cursa con Infecciones recurrentes con
trombocitopenia (déficit de plaquetas) y dermatitis. Las plaquetas son más pequeñas de lo normal, presentan
hemorragias frecuentes y puede asociar enfermedades autoinmunes y linfoma.
Para el diagnóstico, se puede observar que presenta linfopenia moderada. Por otro lado, en cuanto al
tratamiento, se maneja con profilaxis de Neumocystis y suplementos de plaquetas hasta hacer trasplante de
células madre. Además, la terapia génica está en estudio, por lo que lo mejor es el trasplante de células madre.
Aparecen cuatro diferentes fenotipos clínicos que resultan de mutaciones en la proteína WAS:
- Síndrome de Wiskott-Aldrich.
- Trombocitopenia ligada al X.
- XLT intermitente.
- Neutropenia ligada al X.
Las mutaciones son mayormente exónicas, se distribuyen a lo largo del gen y el efecto en la expresión de la
proteína generalmente se correlacionan con la severidad del fenotipo:
Presenta un tipo de herencia recesiva y está causada por una mutación en el gen ATM, que codifica la proteína
fosfatidil-inositol-3-kinasa, involucrada en la mitosis celular. Además, en cuanto al tratamiento, no se
benefician del trasplante de células madre.
Se demuestra que los pacientes presentan ataxia mediante el test de equilibrio (por alteración del cerebelo) y
también presentan hipersensibilidad al sol (radiación) que produce mutaciones por fallo de los mecanismos
de reparación celular del DNA.
Síndrome de DiGeorge:
El síndrome de DiGeorge es la forma más frecuente de deficiencia T (TD), con una incidencia de 1:4000
nacimientos. Presenta una herencia autosómica dominante, aunque la mayoría son de novo por microdeleción
22q11.2. La mayoría de los pacientes tienen un número reducido de linfocitos T e hipoplasia tímica, pero
conservan cierta función T. Presentan un aumento variable en frecuencia de infecciones, el 1% sufren SCID,
por lo que precisan un trasplante de células madre, y otros sufren OS (Síndrome de Omenn) o autoinmunidad.
Además, se asocia a defectos cardiacos, hipoparatiroidismo, facies dismórfica, paladar hendido, anomalías
renales, problemas neuropsiquiátricos, etc. (CATCH22: cardiac abnormality, abnormal face, thymic aplasia,
cleft palate, hypoparathyroidism).
Atendiendo a la patogénesis, todas estas alteraciones se deben a defectos en el desarrollo de los arcos
branquiales de los que derivan el timo (presentan un desarrollo tímico deteriorado), la paratiroides y los
grandes vasos, de manera que aparecen defectos cardíacos, tímicos y paratiroideos.
En cuanto a los efectos inmunológicos, hay un número de células T normal o disminuido, y la enfermedad
puede ser parcial o total (<1%), lo que condiciona la aparición de una enfermedad más o menos grave (no
todos tienen las mismas características). Estos pacientes presentan una generación de linfocitos Treg
deteriorada (producen autoinmunidad) y linfocitos B normales (inmunoglobulinas normales o disminuidas).
Además, este síndrome presenta una correlación pobre entre el genotipo y el fenotipo, algunos hallazgos
asociados son defectos cardíacos conotruncales, hipoplasia tímica, hipocalcemia/hipoparatiroidismo y
apariencia facial característica. Otros fenotipos pueden ser anormalidades palatinas, retrasos del desarrollo
(dificultad para alimentarse, retrasos motores/del lenguaje, espectro autista), trastornos psiquiátricos en la
infancia (esquizofrenia, TOC) y mayor riesgo de autoinmunidad (JRA, ITP).
Investigación traslacional:
La clasificación y el diagnóstico tradicionales pueden no ser adecuados para nuevas formas de
inmunodeficiencia T (TD), por ejemplo, el déficit de Foxp3 muestra niveles de TREC y respuesta a mitógenos
normales.
Las nuevas definiciones deben incluir las enfermedades inflamatorias y autoinmunes que con frecuencia se
asocian. Otras características clínicas, como granulomatosis o linfomas, pueden ser manifestaciones aisladas
de deficiencia T (TD). Con las mejoras diagnósticas, se identificarán nuevos fenotipos clínicos asociados a los
defectos genéticos. Se podrá considerar inmunosupresión selectiva en las nuevas formas de deficiencia T
asociadas a autoinmunidad o cáncer. Los ensayos clínicos determinarán la validez del trasplante respecto a la
terapia inmunosupresora en estos pacientes.
Casos clínicos:
Caso clínico N.º 3: Inmunodeficiencia celular y combinada:
La historia clínica es la siguiente:
- Nacimiento temprano.
- Curso neonatal sin incidentes.
- A las 4 semanas, progresiva dermatitis generalizada.
- Cólicos intermitentes, emesis y diarrea.
- Fracaso para prosperar.
- Hallazgos en la piel como en la imagen.
- Linfadenopatía difusa
Con la historia clínica y las pruebas de laboratorio, el diagnóstico fue Síndrome de Omenn. De este modo, el
tratamiento iniciado a los 3 meses consiste en una terapia de ciclosporina, trasplante de médula ósea (BMT)
haploidéntico del padre y una estancia hospitalaria de 4 meses.
Resumen:
En menos de 40 años, hemos progresado notablemente desde la descripción de las enfermedades de
inmunodeficiencia primaria recién descubiertas hasta el desarrollo de curas celulares y moleculares. La
inmunología molecular está descubriendo defectos precisos en muchas inmunodeficiencias, y un rápido
diagnóstico y una terapia adecuada salvan vidas.