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MENEM:

Se encuentra con un país destrozado por las políticas dictatoriales


de desindustrialización y endeudamiento.
Además, su gobierno se veía muy afectado por la hiperinflación
debido al plan austral y el plan primavera del gobierno de alfonsin.
1. .

La era menemista produjo grandes cambios que profundizaron los


rasgos de desigualdad y dependencia que caracterizan a la
estructura económica de esa época y se reforzaron tendencias
fundamentales en la economía y la sociedad vigentes en 1976. Por
ejemplo, se acentuó notablemente la concentración productiva,
comercial, financiera y de la propiedad de la tierra, desaparecieron
ramas enteras de la producción nacional. También la apertura
indiscriminada a la importación llevo a la quiebra a numerosas
empresas dejando consecuencias sociales graves y profundas. La
deuda externa pública se incrementó en forma exponencial y
también estuvo presente la fuga de capitales. Beneficiados de los
90: Importadores, Empresas grandes que dejan de producir y pasan
a importar (por las mayores ganancias), Empresas de servicios
(Que fueron privatizadas).
Perjudicados de los 90: Las empresas industriales, desaparecieron
ramas como la textil, la siderurgia, la juguetera. Clase media y baja
afectada por la gran desocupación creciente. Gracias a las
importaciones se generaron mejores tecnológicas que provocaron
desempleo. (Empresarios reemplazaban maquinas por empleados o
achicaban el staff) Aumento la concentración y centralización del
capital. Las empresas grandes fueron desplazando y absorbiendo a
las más pequeñas y débiles. Generando empresas más grandes
(concentración) y encargadas de más ramas de la economía
(centralización). Gran proceso de extranjerización de la economía,
en base a las políticas de apertura económica, desindustrialización,
privatización y desregulación. Durante el Menemismo hubo tres
tipos de transferencias de valores: -Desde el trabajador al capital.
Por la flexibilización laboral. -Desde las Pymes hacia las grandes
empresas monopólicas. Por la concentración y centralización del
capital. -Desde el Capital Nacional al EXTRANJERO. Por la
apertura de la economía y las privatizaciones (A ESPAÑA). Cayó la
salud, la educación y la vivienda. Aumento la deuda externa. Cayo
el empleo y aumento la pobreza. En 1999 asume DE LA RUA
(ALIANZA) y mantiene plan de convertibilidad.
El país continúa en picada. Y en el 2001 se produce el
“argentinazo”, las masas de desocupados y disconformes realizan
piquetes y manifestaciones (cacerolazos). De LA RUA renuncia.
2001 Industrias: En el 2001, todo aquello que alentó fuertemente a
la importación perjudicó a las pequeñas y medianas empresas, a las
que, debido a las elevadas tasas de interés, les resultaba imposible
acceder a créditos y realizar las reconversiones necesarias para
competir con los productos importados y poder exportar. El cierre o
quiebra de muchas empresas fue entonces una Este archivo fue
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lógica de todo este proceso y claramente la principal causa del
creciente desempleo. Por otra parte, la exportación quedó
concentrada en relativamente pocas grandes empresas de alta
eficiencia, que se habían reestructurado reduciendo
significativamente su fuerza de trabajo y sustituyendo así mano de
obra por capital. La apertura de las importaciones, se hizo
reduciendo los aranceles aduaneros y eliminando otras
restricciones a la importación de todo tipo de bienes. Ello contribuyó
a desestabilizar aún más a los productores nacionales, que hasta
entonces industrializaban o comercializaban gran parte de estos
bienes a través de empresas argentinas. Las grandes empresas
fueron las que mejor se adaptaron a las nuevas circunstancias de
los mercados, e, inversamente, la más perjudicada fue la pequeña y
mediana producción orientada al consumo interno. La política
llamada de convertibilidad generó una expansión productiva
heterogénea, con caída del empleo, aumentos de productividad y la
no transferencia de estos aumentos de productividad al salario real,
que fue retrocediendo sensiblemente. Empleo: En lo que se refiere
al mercado laboral, se fueron tomando una serie de medidas
tendientes a aumentar la competitividad de la industria local, al
principio mediante la reducción de los costos laborales; luego, en la
segunda mitad del decenio, se hicieron esfuerzos por elevar los
niveles de empleo. Se adoptaron nuevas normas que permitieron el
desarrollo de puestos de trabajo precarios, sin registro, dejando al
trabajador en situaciones de gran vulnerabilidad por la carencia de
seguros contra riesgos ocupacionales y la pérdida de los beneficios
sociales a los que tenían acceso los trabajadores del sector “formal”
de la economía. Esto se debió a que se habilitaron contratos de
trabajo precarios, denominados “contratos en negro”, que si bien
permiten reducir las cargas laborales tienen el efecto directo de
aumentar el empleo no registrado. Tales contratos desincentivaron
el control estatal y municipal de las relaciones laborales y dejaron
un amplio margen de acción a los empleadores sobre las
condiciones bajo las cuales se llevaron a cabo las relaciones
laborales, posibilitando un sinnúmero de abusos. Específicamente
en relación al mercado de trabajo, el argumento del discurso
neoliberal hizo hincapié en la necesidad de flexibilizar los costos
laborales y reducir los aportes patronales por trabajador contratado,
con el objetivo de lograr mayores niveles de productividad y
competitividad necesarios para poder exportar. Los cambios en la
organización del proceso de trabajo, y en la estructura del empleo y
la producción, fruto de la innovación tecnológica y productiva,
fueron algunas de las causas de la emergencia del desempleo
como problema estructural. Asimismo, las nuevas formas de
producción y los avances en las tecnologías que demandan una
nueva forma de trabajo flexible que se adapte a los cambios,
acentúan la inestabilidad laboral anteriormente mencionada.
Endeudamiento: El otorgamiento por el Fondo Monetario
Internacional (FMI) de un crédito de 8000 millones de dólares en
agosto de 2001 dio breve respiro a las finanzas argentinas, pero en
poco tiempo resultó evidente que seguía deteriorándose la situación
económica y financiera del país. La economía ya estaba debilitada
por la crisis de competitividad causada por la sobrevaluación del
peso, rígidamente equiparado con el dólar. Un mes después
(mediados de septiembre) la desaceleración del comercio y la
disminución de la confianza de los consumidores y de las empresas
redujeron aún más la actividad económica y los ingresos fiscales.
Además, la crisis de los mercados financieros impedía abastecerse
de recursos en el exterior, lo cual ya se había hecho difícil en los
meses precedentes. El temor de que un préstamo adicional que se
esperaba del FMI pudiera postergarse o incluso no concederse,
agudizó la crisis. En tan graves circunstancias, el gobierno en base
a recomendaciones de la autoridad económica nacional ejercida por
el ministro Cavallo adoptó una serie de medidas para salvaguardar
el sistema financiero, conocidas comúnmente con el nombre de
“corralito”. Se dispuso un swap (canje) de la deuda interna por el
cual el gobierno ofrecía, a quien deseara participar, nuevas
obligaciones con una cédula inferior (un bono del 7%) a la de los
títulos canjeados. Esta oferta tuvo un éxito parcial puesto que los
inversores argentinos canjearon títulos por Este archivo fue
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50 000 millones de dólares, lo cual iba a permitir un ahorro de más
de 4000 millones de dólares en 2002 y más de 10 000 millones en
los tres años siguientes. Pobreza: El profundo deterioro
socioeconómico, al cabo de once años de cambio fijo, pesa
fuertemente sobre el gobierno y el pueblo argentino. El PNB está
por debajo del valor que tenía hace un quinquenio. La cantidad de
pobres va en aumento y las condiciones de vida empeoran casi
ininterrumpidamente por la reducción del 13% de los salarios y de
las jubilaciones. Durante la vigencia de la convertibilidad, la
Argentina, de país exportador, se convirtió en país importador; de
allí deriva el considerable saldo negativo de la balanza de pago. La
prolongada recesión económica –con el consiguiente desempleo– y
el aumento del endeudamiento fueron factores decisivos en la
generalización de la pobreza. Una encuesta de mayo de 2001 puso
de manifiesto que los casi 5 millones de argentinos más pobres
sobrevivían con apenas 3 pesos diarios, mientras que 10% más rico
de la población gastaba 95 pesos por día; todo indica que esta gran
brecha se sigue profundizando, agravada por la enorme proporción
que representa la población más afectada. El empeoramiento en las
condiciones de vida de las franjas más vulnerables de la población
explica sobradamente el generalizado malestar y frustración que
prevalecen en amplios sectores, así como las fuertes tensiones
sociales que pueden percibirse. Extranjerización de la economía:
Numerosas investigaciones han señalado que, a partir de los años
noventa del siglo pasado, comienza a consolidarse en la Argentina
un proceso de extranjerización sumamente acelerado: las empresas
transnacionales pasan a ocupar un lugar central dentro de la
estructura económica local, relegando a un segundo plano a las
empresas de capital nacional. En efecto, desde esa década, no sólo
las extranjeras son más numerosas dentro de las 100 empresas
más importantes del país, sino que además concentran la mayor
parte de la facturación y en muy diversos sectores de actividad Los
hechos y procesos que constituyeron la extranjerización de la
economía argentina, lejos de haberse presentado como un conjunto
de fenómenos aislados, a contramano de las tendencias globales,
tuvieron su origen en los cambios y transformaciones que
experimentara la dinámica mundial del sistema capitalista en las
últimas décadas del siglo XX. En este sentido, a los incrementos en
los niveles registrados por las inversiones extranjeras a escala
global, debemos agregar los importantes cambios cualitativos
operados en la lógica de despliegue de dichas inversiones que,
como nunca antes en la historia, incluyeron factores tales como un
creciente peso de las fusiones y adquisiciones, así como una
redefinición de los vínculos «intra-corporación» hacia una mayor
articulación entre las diferentes filiales y sus casas matrices, tanto
en el plano comercial como en el tecnológico y productivo. LOS
TRES KISCHNERISMOS (2003-2015) Entre 2003 y 2011 la
Argentina experimentó una de las etapas de crecimiento económico
más aceleradas de su historia contemporánea. Esto abrió dos
controversias. Durante los once años comprendidos entre 2003 y
2013, el país creció a una tasa anual de 6,7%. Esta etapa
kirchnerista definida por CFK como “década ganada” se encuentra
entre las de mayor crecimiento de la historia argentina, y si bien no
ha sido única y excepcional, sí es acertado destacar su importancia
dados los antecedentes de inestabilidad y las dificultades para
sostener etapas de alto crecimiento que ha mostrado la economía
argentina. La Argentina creció sustentada en factores externos y
con una considerable dosis de buena suerte. La política económica
de nuestro país no sólo habría desperdiciado oportunidades, sino
que habría incurrido en una serie de impericias que condujeron a
una compleja situación que pudo haberse evitado. Entre 2003 y
2011 la Argentina estuvo a la cabeza de los países de mayor
crecimiento en la región. A partir de 2012 la Argentina pasó a ser
una de las peores economías en materia de crecimiento, sólo
superada por Venezuela y en niveles similares a los de Brasil. La
desaceleración posterior a 2011 se debería, a factores externos y
coletazos de la crisis internacional. Este archivo fue descargado de
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