Trabajo Unido 2
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TEMA:
Principio de gratuidad y acceso a la justicia/
Principio de elasticidad y vinculación
ABANCAY-APURIMAC
2024.
indice
INTRODUCCIÓN.........................................................................................................3
Administración de Justicia.............................................................................................4
1.- Costas....................................................................................................................8
PRINCIPIO DE ELASTICIDAD................................................................................16
Principio de vinculación....................................................................................21
Principio de formalidad.....................................................................................23
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INTRODUCCIÓN
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Administración de Justicia
Nuestra Constitución vigente establece que la potestad de administrar justicia emana
del pueblo. Esta se ejerce por Juzgados y Tribunales jerárquicamente integrados en un cuerpo
unitario (art. 232). De esta manera se precisa formalmente, cuáles son los órganos
responsables de la administración de justicia en el Perú.
La realidad, sin embargo, nos demuestra que estos órganos formales vienen siendo
cuestionados, cada vez con más fuerza, por una creciente opinión pública que percibe al
Sistema de Administración de Justicia como una administración desacreditada, burocrática,
ajena e insensible a los problemas y necesidades cotidianas de los seres humanos, integrado
por autoridades "exentas" de responsabilidad y de todo tipo de control público o social
efectivos.
Por otro lado, la evidencia que vastos sectores de nuestra población no tienen ninguna
posibilidad de acceso a las instancias formales de resolución de conflictos, que incluso
desconocen sus propios derechos y la forma de exigir su respeto; refuerza la concepción que
nuestro sistema judicial está en crisis y que la "realización" de la justicia resulta un sueño
para la mayoría de los peruanos.
Esta situación crítica del sistema, unida a la necesidad de contar con espacios eficaces
de resolución de conflictos, ha ido generando el desarrollo de una serie de experiencias, tanto
a nivel urbano como a nivel rural, tendientes a encontrar salidas que el sistema "oficial" no
ofrece.
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ente neutral es decir se ubica por encima de los diferentes intereses individuales o grupales en
conflicto. Una de sus funciones consiste precisamente en resolver los para garantizar el
normal desenvolvimiento de la vida en la sociedad logrando mantener y preservar el orden
social.
Está función de resolución de conflictos por parte del estado eso es lo que constituye
la administración de justicia esas expresan una potestad el estado de resolver los conflictos y
de juzga hay sancionar conducto de conformidad con las normas legales estableciendo esta
manera admiración de justicia así como funcione y organizaciones en estado en general estás
legalmente regulados.
Este monopolio y exclusividad tiene como consecuencia que los conflictos no pueden
ser resueltos fuera de los aparatos estatales; dicho de otro modo: todo conflicto que se
resuelva fuera del aparato estatal no sólo carecerá de validez estatal sino, sobre todo, no
podrá recurrir al monopolio de los medios de coacción estatal para poder implementar la
decisión.
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Administración de Justicia: Legalidad vs. Realidad.
Corresponde ahora evaluar si el contenido normativo de nuestras disposiciones
constitucionales se ha aplicado o se aplica tal como está formulado, o si por el contrario estas
disposiciones han tenido poca o ninguna concreción en la realidad Podemos señalar que
resulta difícil absolver nuestra interrogante de manera categórica, en la medida que la
realidad nos demuestra que las disposiciones constitucionales aludidas anteriormente son
aplicadas en forma relativa. Efectivamente, la realidad de la Administración de Justicia en el
Perú nos presenta órganos e instancias extra-judiciales, estatales o no, que en la práctica
ejercen funciones jurisdiccionales. La población y muchas veces, las propias autoridades
formales buscan otras instancias y otros procedimientos para resolver los conflictos que se les
formulan.
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En una investigación realizada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de
laP.U.C., de un total de 2,015 procesos examinados en 14 distritos Judiciales el43.5%
correspondía a causas por pensión alimenticia, 15.9% por cobro ejecutivo y 11.4% por
desahucio. Todos estos procesos tienen que ver con problemas sociales de fondo como la
crisis económica, la escasez de vivienda, etc. En ese sentido, el Poder Judicial se presentaría
como un espacio de confrontación de problemas sociales planteados por sujetos individuales.
A nuestro entender,
esto explicaría en cierta medida el hecho que el Poder Judicial no esté en capacidad de
satisfacer muchas de las demandas que se le formulan, en razón que su solución trasciende a
su capacidad resolutoria de conflictos entre particulares.
Por otro lado, existe una sensación de estar a merced de la voluntad de lo funcionarios
para que el procedimiento tenga, dentro de los márgenes temporales razonables, al menos, la
posibilidad de ser tomado en consideración. En una investigación realizada por DESCO y en
la que se entrevistó a 160 litigantes, la mayoría destacó "la gran distancia que existe entre lo
que las leyes dicen defender y el modo como dichas leyes son interpretadas y aplicadas en las
relaciones concretas. Vemos pues, que la administración de justicia en nuestro medio está
prácticamente desacreditada por una manifiesta pérdida de confianza en el sistema. La
percepción mayoritaria manifiesta tener una imagen negativa del Poder Judicial y evalúa a la
administración de justicia como deplorable.
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Problemas de la Administración de Justicia.
Si intentamos sintetizar sus problemas específicos podemos señalar que éstos son,
fundamentalmente, la lentitud en la resolución de los conflictos, la mercantilización de la
justicia, la corrupción, la dificultad de acceso y la discriminación .
En este tópico también tienen su cuota de responsabilidad los litigantes y, más que
ellos, sus abogados, quienes en muchos casos utilizan el "ardid de la demora" para conseguir
las pretensiones de sus patrocinados.
La frase "la justicia tiene precio" resulta una realidad palpable en nuestro país debido
a la imposición de pagos a las partes. Algunos de estos pagos tienen carácter legal y otro
carácter ilícito (corrupción y coimas a los operadores del sistema judicial).
2.- Costas, Según el artículo 410º del CPC, establece que las costas están
constituidas por las tasas judiciales, los honorarios de los órganos de auxilio judicial y los
demás gastos judiciales realizados en el proceso. Es decir desembolsos
necesarios e imprescindibles que el propio proceso exige.
3.- Gastos, Según el artículo 411º del mismo Código, son el honorario del abogado
de la parte vencedora, más un cinco por ciento destinado al Colegio de Abogados del Distrito
Judicial respectivo para su Fondo Mutual y para cubrir los honorarios de los Abogados en los
casos de Auxilio Judicial. Es decir, son aquellos que o bien no
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son estrictamente necesarios o bien pueden se producen fuera del proceso mismo pero sirvan
para prepararlo.
Esta distinción tiene una relevancia práctica considerable, pues cabe que una de las
partes condenada al pago de todas las costas. Art. 412 CPC, " El reembolso de las costas y
costos del proceso no requiere ser demandado y es de cargo de la parte vencida, salvo
declaración judicial expresa y motivada exoneración. Esta condena se establece en cada
instancia, pero si la resolución de segunda revoca la primera, la parte vencida pagará las
costas de ambas instancias.
Asesoramiento y orientación antes de entablar el pleito, ya sea para evitar que éste
surja o para analizar si es posible plantearlo con éxito.
Recibir asistencia pericial en el juicio, a cargo del personal técnico adscrito a los
juzgados y tribunales, de peritos dependientes de los órganos jurisdiccionales o de las
administraciones públicas, o también de aquellos técnicos privados que correspondan cuando
el juez lo estime pertinente.
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El derecho a litigar en el proceso para el que se ha pedido, incluyendo los trámites e
incidencias que surjan en el mismo, así como la interposición de los sucesivos recursos.
"Artículo 139: Son principios y derechos de la función jurisdiccional: (…) inc. 16.-
El principio de la gratuidad de la administración de justicia y de la defensa gratuita para
las personas de escasos recursos y, para todos, en los casos que la ley señala."
De conformidad con el TUO Código Tributario artículo II, del Titulo Preliminar
numeral c), los aranceles judiciales cobrados por el Poder Judicial tienen
naturaleza tributaria, específicamente es una tasa (tributo cuya obligación tiene como hecho
generador la prestación efectiva por el Estado de un servicio público individualizando en el
contribuyente).
Como sabemos las tasas son producto de la potestad tributaria que expresamente se
encuentra en el artículo 74 de nuestra Constitución Política, la misma que señala que sólo el
Congreso de la República, el Poder Ejecutivo (caso de delegación de facultades) y los
gobiernos locales pueden ejercer la potestad tributaria. El artículo bajo comentario no incluye
al Poder Judicial, por tanto el cobro de las tasas judiciales creadas mediante Resolución
Administrativa son inconstitucionales.
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IGUALDAD DEL ACCESO A LA JUSTICIA
Esta garantía, derivada genéricamente del art. 2°.2 de la Constitución, exige desde la
Ley Fundamental que tanto la acusación como la defensa actúen en igualdad de condiciones:
es decir, dispongan de iguales derechos procesales, de oportunidades y posibilidades
similares para sostener v fundamentar lo que cada cual estime conveniente.
Como es de conocimiento publico, las tasas judiciales varían en su valor pues para
acceder a una instancia superior como una apelación de autos el pago a desembolsar
por el litigante fluctúa desde los 32 nuevos soles hasta 288 nuevos soles; una apelación de
sentencia desde 128 hasta 1,152 nuevos soles; por una casación a la Corte Suprema desde 512
hasta S/. 2,720 nuevos soles; y 3,840 nuevos soles con respecto a una medida
cautelar, precios prohibitivos para un país donde el sueldo mínimo vital es de S/. 420 nuevos
soles y donde mas del 75% de la población se encuentra en estado de pobreza y/o extrema
pobreza.
Vista esta incongruencia de los altos costos de la administración de justicia lo que esta
provocando un problema social en claro perjuicio de los que menos tienen.
Esto se traduce en una desigualdad para acceder a la justicia por que la falta de
medios económicos impide a las personas de escasos recursos poder cubrir estas tasas, lo que
en la ley se llama igualdad al fijar tasas iguales para todos esto se convierte en una
desigualdad entre los ciudadanos al momento de hacer efectivos sus derechos.
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puede forjar si este no garantiza las reglas que permitan el acceso a la justicia de una manera
igualitaria, partiendo de esta aseveración asumimos que, el Sistema de Justicia es una pieza
importante para que los ciudadanos y las ciudadanas depositen en él toda su confianza para el
cumplimiento del ordenamiento jurídico situando con un énfasis mayor a los grupos más
vulnerables y dentro de éstos las personas mayores deben ser visualizadas con gran
relevancia ya que han sido las más discriminadas para un disfrute pleno de todos sus
derechos. El derecho al acceso a la justica, como ya se ha hecho referencia, constituye un
derecho fundamental que debe respetarse y velar por su debido cumplimiento, no existe
justificación alguna para que los Estados incurran en su violación, y en lo que respecta a
nuestras personas mayores están obligados a conocer la realidad y la emergente necesidad de
promover el respeto y debido cumplimiento de los derechos humanos porque este grupo de
alguna manera ha propiciado y participado en el desarrollo de los mismos, por lo tanto
merecen todas las garantías que les permitan vivir con dignidad en la etapa de su vejez.
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Según el ordenamiento peruano, se desarrolla el principio de gratuidad en el inciso 16
del artículo 139° de la Constitución establece que uno de los principios que informa el
ejercicio de la función jurisdiccional es “El principio de la gratuidad de la administración de
justicia y de la defensa gratuita para las personas de escasos recursos; y, para todos, en los
casos que la ley señala”.
Cabe señalar que, el principio de gratuidad en juicio, que surge como consecuencia
del principio de equidad. El juzgador debe garantizar que las partes en un proceso tengan una
posición de equilibrio entre ellas; es decir, sin ventajas. (Bernales, 1999, p. 656 - 657).
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Asimismo, el artículo 6º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que establece que todo
proceso judicial debe ser sustanciado bajo los principios procesales de legalidad,
inmediación, concentración, celeridad, preclusión, igualdad de las partes, oralidad y
economía procesal, dentro de los límites de la normatividad que le sea aplicable. En tal
sentido, el principio procesal de igualdad de las partes implica que los litigantes puedan hacer
efectivo su derecho de defensa en todo caso, sea por sus propios medios, sea porque el Estado
provee los medios para la gratuidad de la defensa en el caso de los litigantes de escasos
recursos.
En ese mismo sentido, El artículo 24º de la Ley Orgánica del Poder Judicial dispone
que la administración de justicia común es gratuita para las personas de escasos recursos
económicos y que se accede a ella en la forma prevista por la ley, y agrega una relación de
casos de exoneración del pago de tasas judiciales. Este artículo guarda concordancia con el
artículo 139º inciso 16 de la Constitución, conforme veremos más adelante.
Por otro lado, el Capítulo único del Título Segundo de la Sección Sétima de la Ley
Orgánica del Poder Judicial está dedicado a la Defensa Gratuita. En el artículo 295º se
establece que «El Estado provee gratuitamente de defensa a las personas de escasos recursos
económicos, así como a los casos que las leyes procesales determinan» y en los artículos
siguientes se regula la actividad del Poder Judicial sobre ese tema.
En este contexto, el artículo 139, inciso 16, de la Constitución Política, establece que
es un principio de la función jurisdiccional la gratuidad de la administración de justicia y la
defensa gratuita para las personas de escasos recursos y, para todos, en los casos que la ley
señala.
Este hecho es confirmado por lo establecido en el artículo VIII del Título Preliminar
del Código Procesal Civil, que dispone lo siguiente: «Principio de gratuidad en el acceso a
la justicia.- El acceso al servicio de justicia es gratuito, sin perjuicio del pago por costos,
costas y multas establecida en este Código y disposiciones administrativas del Poder
Judicial.»
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Al respecto, se torna necesario precisar lo que se entiende en la Constitución por los
principios de gratuidad de la administración de justicia y de gratuidad de la defensa. El
primero tiene como objetivo principal garantizar el libre acceso a los órganos jurisdiccionales
en el entendido que es obligación del Estado permitirlo por ser titular del monopolio de
administrar la justicia y se materializa en el derecho a recurrir a los órganos jurisdiccionales
sin necesidad de hacer pago alguno. Sin embargo, esta gratuidad es ilusoria pues, si bien no
existe tasa o arancel judicial por presentar una demanda o una denuncia, sí existen tasas para
apelar o aportar pruebas en los procesos civiles, por ejemplo, lo cual implica que para
defenderse eficazmente o lograr el reconocimiento de un derecho será necesario incurrir en
gastos.
Por otra parte, la defensa gratuita está referida no al derecho a recurrir al órgano
jurisdiccional, que es gratuito, sino a los gastos en los que se debe incurrir para afrontar un
proceso judicial. Por esa razón, el Estado otorga el derecho de defensa gratuita sólo a las
personas de escasos recursos, en el entendido que son las que necesitan recurrir a la actividad
asistencial del Estado.
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Por lo tanto, la pobreza como obstáculo para el acceso a la administración de justicia,
no sólo impide defender y ejercitar los derechos, generando, en consecuencia, su pérdida,
sino que también dificulta su adquisición, constituyéndose así en una barrera para que el
individuo pueda mejorar sus condiciones de vida.
Por un lado, dentro las ventajas de dicho acceso podemos encontrar las siguientes:
2. La necesidad del Poder Judicial -que en casi todo el orbe es la cenicienta en cuanto
a presupuesto asignado con respecto a sus hermanos el ejecutivo y el legislativo- de
generarse sus propios recursos.
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PRINCIPIO DE ELASTICIDAD
Así, por ejemplo, una demanda no debe ser rechazada por faltarle la firma de
abogado, si el juez considera que la urgencia de tutela coloca a la exigencia de tal formalidad
en un plano absolutamente secundario respecto de la necesidad de admitir y dar trámite al
proceso constitucional.
Asimismo, según Espinoza Cevallos, este principio deja abierta la posibilidad “(…)
en caso de un conflicto de la norma procesal constitucional con una norma constitucional o
de derecho sustancial, se adaptará el procedimiento para el logro de la aplicación y
reconocimiento de la norma constitucional, ya que el proceso constitucional es el medio para
alcanzar el fin: la primacía de la Constitución y los derechos reconocidos”.
Por otro lado, un autor que sigue con lo antes planteado, en cuanto a la aplicación del
principio de elasticidad es Carlos Mesía, quien señala que: “(…) en virtud de tal principio, el
Juez puede adecuar el trámite de los procesos constitucionales para que estos sean idóneos,
rápidos y eficaces a fin de que puedan cumplir con sus fines trascendentales”.
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de la dignidad humana, que es la esencia de todo proceso constitucional proteccionista o
garantista.
Para concluir este apartado, podemos decir que el principio de elasticidad o principio
de adecuación de las formalidades al logro de los fines de los procesos constitucionales, es
una herramienta importantísima para los jueces constitucionales para alcanzar la solución
justa que garantice la plena protección de los derechos constitucionales y la supremacía
constitucional. Pero este principio no obliga al juez constitucional a que transgreda los límites
que le son conferidos, sino que exige que el mismo adecúe el proceso constitucional a la
persecución de sus fines sin desnaturalizar la esencia del mismo.
Para empezar, debemos recordar que los principios jurídicos cumplen una función
informadora del ordenamiento legal, siendo utilizados para dar eficacia a la labor
interpretativa y aplicativa del Derecho por parte de los jueces (sean ordinarios o
constitucionales), y constituyendo a la vez garantía de seguridad jurídica a los particulares, al
conocer cuáles son las máximas que guiarán a sus justicieros, al resolver sus causas:
A modo de conclusión, podemos decir que la actuación de los jueces a fin de suplir o
enmendar los actos procesales que presenten algún vicio y que pudiese perjudicar el
desarrollo de los procesos constitucionales. Los alcances de este principio son generales, esto
es, son aplicables a todo tipo de proceso constitucional29 y obligan a todos los jueces, esto
es, tanto a los jueces que imparten justicia en los fueros ordinarios como a los magistrados
del Tribunal Constitucional.
PROTECCIONISTA
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Segunda Guerra Mundial, en la cual se visibiliza la insuficiencia de la “legalidad” para la
protección de los derechos humanos. Con ello, se empezó la idea de una norma superior a la
legalidad, que es la Constitución Política de los Estados, y con esta nueva norma director del
resto también se estableció una jurisdicción que la haga valer, que es la constitucional, que
tiene como objetivo el tutelar y dilucidar todos los conflictos que versen sobre posibles
encuentren.
Este paso del Estado Legal del Derecho, al Estado Constitucional del Derecho, obligó
(como ya se ha mencionado antes) a establecer medios impugnatorios que efectivicen estos
fines, los cuales, a su vez, poseen principios rectores que colaboran a cumplir con dichos
fines. Aquí es donde el principio de elasticidad auxilia a que se logre la protección de los
derechos constitucionales, como la supremacía constitucional mediante los procesos
constitucionales.
Desde esta perspectiva, está vinculado estrictamente a la facultad del juez de suplir los
actos procesales irregulares dentro del proceso constitucional, esto es, inaplicar las normas
procesales formales, en busca de una mejor tutela de la causa constitucional. Sobre la idea de
“informalizar” debemos de decir que supone revaluar una arraigada mentalidad procesal y
formalista de las instituciones procesales.
Por ello la importancia de este principio, ya que permite que el juez constitucional se
aparte de los axiomas del derecho procesal, y busca la concretización de la tutela de los
derechos constitucionales y de la supremacía constitucional, de manera eficiente, porque un
proceso inadecuado, largo, costoso y formalista, resulta ser inaccesible para una tutela
efectiva de los derechos de los particulares y de la protección de la constitucionalidad. la
supremacía de la Constitución y la vigencia de los derechos constitucionales”.
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SOLO SE APLICA EN BENEFICIO DEL DEMANDANTE: El principio de
elasticidad busca una tutela eficaz y efectiva de los derechos constitucionales, dispensando al
juez constitucional del seguimiento de las reglas de forma del proceso constitucional, pero
esta excepción se debe de realizar siempre en beneficio del demandante y nunca en su
perjuicio, siendo esta otra característica de este Principio Procesal.
Como conclusión, y para que no se dé lo que señala Ferrajoli dentro del proceso
constitucional, que “(…) la ausencia de garantías debe ser considerada como una indebida
laguna que los poderes públicos internos e internacionales tienen la obligación de colmar”, el
principio de elasticidad se debe de aplicar siempre a favor del recurrente y nunca en su
contra, ya que se entiende que es el afectado dentro del proceso hasta que se dilucide el
conflicto mediante la resolución del mismo.
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Adaptación a la realidad cambiante: La elasticidad permite que las normas
jurídicas se ajusten a nuevas tecnologías, cambios sociales, económicos y culturales, y
emergencias inesperadas. Eficiencia y eficacia: Al permitir una respuesta rápida y adecuada
a las situaciones cambiantes, la elasticidad contribuye a una administración de justicia más
eficiente y efectiva. Preservación de los principios fundamentales: A pesar de su
flexibilidad, el principio de elasticidad no debe comprometer los principios fundamentales del
derecho, como la justicia, la igualdad y los derechos humanos.
La convalidación:
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• Integración: El juez puede integrar una resolución antes de su notificación o antes
de vencerse el plazo para impugnarla.
Principio de vinculación
Resulta de uso común en las decisiones judiciales la afirmación contundente que “las
normas procesales son de orden público“. Aún más, es bastante probable que la frase haya
servido para sustentar una declaración de nulidad. Sin embargo, tal afirmación es por lo
menos discutible. En efecto, en cualquier ordenamiento procesal podernos encontrar cierto
número de normas que no tienen carácter de orden público, en el sentido de ser normas
obligatorias o vinculantes; al contrario, contienen una propuesta de conducta que puede o no
ser realizada por una de las partes, sin que su incumplimiento afecte el sistema jurídico o las
reglas de conducta social consensualmente aceptadas, en la hipótesis que estas últimas
comprenden también el concepto de orden público. (Monroy Gálvez, 1993, p. 46)
Recordemos que el orden público abarca tanto al derecho privado (derecho civil,
mercantil, laboral etc.) como al público e involucra el normal funcionamiento del que deben
gozar las instituciones públicas y privadas. Asimismo, el orden público incluye a las normas
imperativas.
Sin embargo, dado que la actividad judicial es una función pública realizada con
exclusividad por el Estado, las normas procesales que regulan la conducta de los
intervinientes en el proceso y la ciencia que las integra -el derecho procesal-, son de derecho
público, admitiendo que esta dicotomía (público y privado) tiene a la fecha un uso relativo y
no el categórico y absoluto que se le otorgaba hace algunas décadas. (Monroy Gálvez, 1993,
p. 46)
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Pero el que las normas procesales sean de derecho público no implica, como resulta
evidente, que sean de orden público; aquél concepto tiene que ver con su ubicación, éste con
su obligatoriedad. Esta es la razón por la que el primer párrafo de este artículo hace referencia
a que las normas procesales tienen carácter imperativo como principio, salvo que las mismas
normas regulen que algunas de ellas no tienen tal calidad. Es decir, son de derecho público,
pero no necesariamente de orden público. (Monroy Gálvez, 1993, p. 46)
Noveno. […] [Aun] cuando según la norma del artículo IX del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, las formalidades previstas en este cuerpo normativo son imperativas,
el juez puede adecuar su exigencia al logro de los fines el proceso, razón por la cual el ad
quem deberá hacer la valoración pertinente, aclarándose que no existe vulneración del
derecho de defensa del demandante, en razón de que fue notificado con el medio probatorio
[presentado de forma extemporánea por el demandado], habiendo, inclusive, emitido
pronunciamiento al respecto en su escrito correspondiente.
Para concluir, proponemos una lectura distinta de la primera parte del artículo IX del
Título Preliminar del Código Procesal Civil en los siguientes términos:
Las normas procesales contenidas en este Código son de derecho público y sólo
tendrán carácter imperativo en la medida en que así se establezca expresa o indubitablemente.
Principio de formalidad
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adecuar la exigencia de cumplir con estos requisitos formales a dos objetivos más
trascendentes: la solución del conflicto de intereses o incertidumbre con relevancia jurídica y
la paz social en justicia, es decir, a los fines del proceso. (Monroy Gálvez, 1993, p. 46)
Una vez más queda demostrada la relatividad de los principios y, sobre todo, la
considerable importancia que tiene la función del Juez en su aplicación. No hay ni puede
haber ningún criterio estadístico que permita prever cuando el principio será correctamente
aplicado; será el concepto de justicia que reposa en la conciencia del Juez el que determine su
aplicación pertinente. (Monroy Gálvez, 1993, p. 46)
IV. Fallo: Por las razones expuestas, este Pleno Casatorio de la Corte Suprema de
Justicia de la República, declara que constituye precedente judicial vinculante las siguientes
reglas: 1. En los procesos de familia, como en los de alimentos, divorcio, filiación, violencia
familiar, entre otros, el Juez tiene facultades tuitivas y, en consecuencia, se debe flexibilizar
algunos principios y normas procesales como los de iniciativa de parte, congruencia,
formalidad, eventualidad, preclusión, acumulación de pretensiones, en atención a la
naturaleza de los conflictos que debe solucionar, derivados de las relaciones familiares y
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personales, ofreciendo protección a la parte perjudicada, ello de conformidad con lo dispuesto
en los artículos 4 y 43 de la Constitución Política del Estado que reconoce, respectivamente,
la protección especial a: el niño, la madre, el anciano, la familia y el matrimonio, así como la
fórmula política del Estado democrático y social de Derecho.
Para concluir, proponemos una lectura distinta de la segunda parte del artículo IX del
Título Preliminar del Código Procesal Civil en los siguientes términos:
Las formalidades previstas en este Código serán adecuadas por el Juez al logro de los
fines del proceso. Cuando no se señale una formalidad específica para la realización de un
acto procesal, éste se reputará válido cualquiera sea la empleada.
Conclusión
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perspectivas valiosas para mejorar la divulgación y el conocimiento público sobre el sistema
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