Arrepentimiento, La Base de La Restauracion
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SALMOS 51
El pecado es un asunto muy serio delante de Dios, todo creyente y no creyente debe
entender que esta en una ofensa frontal al Dios infinito y Santo, y que por lo tanto
deberia de causar dolor a quien permanece en el.
Introducción.
Dentro del grupo de los salmos llamados penitenciales, es quizá el más famoso; pues
en el es donde podemos ver de una forma que sobresale, la preocupación, la angustia
y el ruego por alcanzar el perdón del pecado cometido contra Dios.
Este salmo fue escrito por David, si, por aquel hombre que encontramos descrito en la
escrituras como “un Hombre conforme al Corazón de Dios”, un hombre que amaba a
Dios con todo su corazón, y que sin embargo; también fue atrapado por la sutileza y la
dulzura del pecado, que fue seducido por lo atractivo que muchas veces parece ante los
ojos el pecado, y nos recuerda, que el que piense estar firme, mire que no caiga ()
En el encabezado de este Salmo podemos ver que dice “Al músico principal. Salmo de
David, cuando después que se llego a Betsabé, vino a él Natán el profeta”.
Y es que la historia que antecede a este Salmo esta descrita en el 1ER libro Samuel,
Capítulo 11, donde se nos narra que fue lo que paso, para que David cayera de esta
forma, y es que en el Tiempo de la Guerra, donde todos los reyes tienen que salir, David se
quedo en su casa, sin hacer nada, en medio del ocio, ahi al estar en el terrado del
palacio, vio a un mujer hermosa bañándose desnuda en su casa, y la mando a traer, y la
forzó en su calidad de Rey a tener intimidad con el, fruto de esta relación ilícita, la mujer
terminó embarazada, generando a David un problema, con el proposito de esconder su
pecado, mando a traer a su marido Uríaz, un valiente soldado que estaba luchando por su
su Nación, por su libertad, pero también por su esposa y por su Rey.
David trato de obligarlo a que fuera a su casa, para que estuviera con su mujer y asi
poder encubrir su pecado, pero Uríaz demostró ser mas integro que el propio rey al
negarse a gozar de un descanso mientras sus compañeros estaban en el campo de
batalla, de tal forma que al no poder David persuadirlo de hacer tal cosa; ni aún
embriagándole, conspiro con su general del Ejercito, y mando matar a Uríaz, al ponerlo
al frente de la batalla, y abandonarlo a una muerte segura. Una vez consumado este
hecho, pasados los días del luto, mando traer a Betsabé y la hizo su mujer, con el fin de
poder mantener oculto su pecado.
El Pecado que David se había permitido en su vida, lo insensibilizo sobre el daño que el
había causado, a Uríaz por haberlo asesinado, a Betsabé por haberla deshonrado, al niño
que había traído al mundo en esa condición, a su propio pueblo al perder su dirección
como rey justo, y a el mismo porque esto le separó de su comunión con Dios.
En el Capítulo 12, un año después de estas cosas, Dios envío al profeta Natán para hablar
con David, y a través de relatarle sobre un hombre rico que tenia muchas ovejas, uno que
era pobre y que solamente tenía una a la cual amaba y cuidaba, cuando le llego un-{Ñ
invitado a aquel hombre rico, en lugar de tomar de sus propias ovejas para ofrecerle
comida a su huésped, tomo la unica oveja de aquel hombre pobre, esta historia encendió
la ira de David y quería mandarlo a matar por tal injusticia, a lo que Natán dijo a David
“Tu eres aquel hombre”. (
Entonces, solo entonces, es que David pudo darse cuenta, de la gravedad de su pecado,
por medio del Profeta fue confrontado por la Palabra de Dios; a través de la
exhortación y al reprensión, comprendió la seriedad de sus faltas cometidas.
Es que la Palabra de Dios es la unica que tiene ese poder, de hacer recapacitar aún al
pecador más ruin. Por eso debemos exponernos ante ella constantemente, para ser
lavados de nuestros pecados cada día.
David, era un hombre que amaba profundamente a Dios, pero que sin darse cuenta
dejo que sus propios pecados, fueran apagando su fuego por Dios, cegaban su vista,
aletargaban su mente, sin embargo al ser hijo de Dios, fue confrontado de su condición
para ser librado del mal. Dios disciplina a sus hijos por amor (
David, tras la reprensión del profeta, ha caído en cuenta del gravísimo mal que ha
cometido, y se acoge simplemente a solicitar la misericordia de Dios.
No pone excusas a los terribles crímenes que cometió, no hace alarde de sus méritos
personales, o de todas aquellas veces que había sido obediente a los mandamientos.
Dios esta presto a perdonar al pecador, pero hay una condición para que el perdón surja
efecto, el pecador debe arrepentirse y volverse a el.
Dios es amor, y en su amor nos muestra misericordia, pero tambien es Justo, y como
tal su justicia debe ser satisfecha, y los culpables que ha violado la ley por lo tanto
deben pagar.
Esa es la justicia de Dios, no es la que se basa en los méritos humanos de nadie, sino en
lo méritos de Jesús logrados por medio de su muerte en la Cruz, es en la Cruz donde
encontramos el perdón de Dios, es en la Cruz donde vemos la bondad de Dios al aplacar
su castigo contra nosotros, es en La cruz donde podemos contemplar la Justicia de Dios
aplicada por el pago de nuestro pecados sobre la vida de su Hijo Santo y perfecto.
Es por ello, porque David sabía que solo Dios es capaz de perdonar la maldad, es que
clama por la misericordia y la piedad, porque entiende el tamaño del agravio que ha
cometido, es que reflexiona en la gravedad de sus acciones.
David clama en su desesperación por que Dios haga tres cosas por el, borra mis
rebeliones, Lávame de mi maldad, y límpiame de mi pecado.
Y es que cuando pecamos, no existen las excusas, (Esposo (a), hijos, jefe, tráficos,
gobierno, etc), no hay culpables mas que nosotros mismos, el pecado es un asunto
personal, es algo que esta arraigado en nuestros corazones desde que venimos al
mundo.
Por razón David clama, Borra mis rebeliones, es decir; quita el registro de mi
desobediencia a tu ley, a tus mandamientos, de manera que se cancela una deuda que
se ha paga o una cuenta acreedora.
Borra =
Después que Natán confronto a David, una vez que se arrepintió, Dios le perdono.
Entonces David dijo a Natán Pequé contra Jehová Y Natán dijo a David, el Señor te a
perdonado tu pecado y no morirás. ()
Sin embargo, David sabía la gravedad de su maldad contra Dios, que clamaba Lávame
más y más de mi maldad.
Esta expresión tiene que ver lavar la ropa, (ejemplo, como se lavaba la ropa antes aun
inclusive golpeando, para que se aflojaran los tejidos y se desprendiera la mancha).
Es decir quita todas las manchas que mi pecado ha causado, todas las veces que he sido
necio, rebelde desobediente a tu ley, todas esas veces que he hecho lo malo delante de
ti, quitalo.
Y nos que Dios no le hubiera perdonado, pero es que David, no podía resistir el gran
peso que le causaba su propio pecado, por ello pedía a Dios de su perdón.
La tercera cosa que David pidió a Dios fue límpiame de mi pecado. Esta frase tiene la
idea de quedar completamente limpio, de estar purificado, declarar inocente.
David, sabia que a causa del pecado su corazón se había ensuciado, sabía que no podía
presentarse ante Dios. Por eso le pide Señor, quita toda la suciedad que mi pecado a
provocado en mi.
Todo hombre bajo el cielo, debe tener presente esto, no importa de quien te escondes
(esposa, (o), hijos, padres, jefe, patrón, gobierno, iglesia, pastor, hermano, etc.), ante
Dios nada de lo que hacemos queda en lo oculto y temor deberíamos tener de saber que
Dios esta mirando cada una de esas cosas que hacemos contra su voluntad.
NTV Día y noche tu mano de disciplina pesaba sobre mí; mi fuerza se evaporó como
agua al calor del verano.
Lo unico que puede sacarnos de ese pozo de desesperación, de angustia, de sentir que
nuestra vida esta marchita seca, es confesar nuestro pecado.
NTV Finalmente te confesé todos mis pecados y ya no intenté ocultar mi culpa. Me dije:
«Le confesaré mis rebeliones al Señor», ¡y tú me perdonaste! Toda mi culpa
desapareció.
Cuanto cristianos pierden el gozo, la paz, la tranquilidad que Dios da, simplemente
porque ha decidido seguir guardando sus pecado, no confesarlos.
Pero ante cada uno de nosotros Dios a provisto una inagotable fuente de perdón en su
Hijo, pero es necesario reconocer que hemos transgredido su Ley.
Y que que debemos entender que primordialmente cuando pecamos, aunque otros
resultan afectados por nuestro pecado (hijos, esposo, vecinos, hermanos),
principalmente e agravio es contra Dios.
TLA A ti, y sólo a ti te he ofendido; he hecho lo malo, en tu propia cara. Tienes toda la razón
al declararme culpable; no puedo alegar que soy inocente
Delante de Dios, ningún hombre puede ser declarado inocente, toda excusa carece de
validez, ante su ojos, nuestro pecados, son realmente insultantes a su santidad.
Simplemente porque esta en nuestra naturaleza.
Desde que el hombre cayó el diseño perfecto de Dios para el hombre, se corrompió a
causa del pecado, desde ese momento hay una propensión de todo hombre que nace
de mujer, a pecar (porque se le enseña a los niños a hacer lo bueno y no lo malo, porque
lo traen de fabrica).
David, no culpa a Dios en absoluto, que su pecado no era un asunto accidental, sino que
en si mismo había una propensión hacia el mal.
Así como la hay en nosotros, en cada uno de nosotros hay un potencial de hacer lo malo,
que solo es refrenado por la gracia de Dios en nosotros para no cometer los actos mas
atroces que podamos pensar
A Dios no le podemos engañar, el nos perdona, y olvida nuestra afrenta, pero el requiere
que seamos honestos ante Él.
Solo cuando confesamos abiertamente nuestro pecado, entonces son abiertos nuestros
ojos para ver todo lo malo que estábamos haciendo.
Tal como en aquellos ritos de purificación, el anhelo de David, era que Dios quitara toda
aquella contaminación moral de su vida que el pecado le había provocado.
NVI Vuelve a compadecerte de nosotros. Pon tu pie sobre nuestras maldades y arroja al
fondo del mar todos nuestros pecados.
Cuando Dios nos perdona, el se compadece de nosotros, nos purifica del pecado, el
quita nuestras rebeliones y no tiene mas memoria de ellos.
Una mente ociosa, es un terreno fértil para la obra de satanás, para el pecado, para la
rebeldia contra Dios.
Si la vida interior esta contaminada, los pensamientos están contaminados, por eso es
necesario llenar nuestra mente todos los días de la palabra de Dios. de que otra forma
entonces podemos resistir al enemigo.
DHH No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su
manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la
voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
Nuestra manera de pensar, de ver el pecado con la gravedad que Dios lo ve cambiara en
la medida que estudiemos las escrituras que conozcamos a Dios, en esa medida nuestra
vida vivirá mas alerta para combatir el pecado, para resistir a la tentación que se nos
presenta todos los días.
Como David sabía eso porque lo había visto de primera mano, cuando el Señor dejo a
Saúl a causa de su persistencia en el pecado, David no quería esto para su vida, por ello
el oraba con estas palabras.
Ahora para nosotros ya no debemos orar así, porque desde el Pentecostés, el ES ha sido
derramado sobre todos los creyentes, Dios nos dado a su Espiritu, el es el sello de
nuestra herencia, es la garantía que somos de sus propiedad (porque el que no tiene el
Espiritu de Cristo no es de el ).
Pero lo que si ocurre es que cuando hay pecado en nuestra vida, cuando no los
confesamos entonces contristamos al ES de Dios(), y nuestra comunión con el entonces
se rompe.
En la medida que permitimos pecado en nuestra vida, aun por muy pequeño que nos
parezca, esto ira minando nuestra comunión con Dios, ahora ya no queremos orar, ni
leer, mucho menos oir una predica, o congregarnos, y así terminamos enfriándonos.
Solo cuando estamos libre del pecado, es que podemos disfrutar de la libertad que Dios
nos da para vivir en esta tierra, para gozar lo que el a puesto delante de nosotros, para
ser guiados por sus Santo Espíritu para agradar a Jesús con toda nuestra vida.
Como podemos promover y hablar de aquel perdón más grande, si nosotros mismos no
lo hemos experimentado. Aquel que ha recibió esa enorme bendición es imposible no
poder llevarla a otros.
Por lo tanto esa boca no calla de cantar y proclamar el nombre de aquel quien le ha
otorgado tal perdón.
NO QUIERES HOLOCAUSTO.
16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.