Arco de Plasma para Tratamiento de Residuos Peligrosos
Arco de Plasma para Tratamiento de Residuos Peligrosos
Arco de Plasma para Tratamiento de Residuos Peligrosos
El plasma es un gas ionizado, conformado por electrones e iones libres, pero eléctricamente
neutro, que exhibe un comportamiento colectivo, es decir responde colectivamente a impulsos
internos y externos.
Una forma de cambiar la materia de un estado a otro es aumentando sus niveles de energía, si una
materia se encuentra en estado sólido y se adiciona energía al sistema, esta pasa del estado sólido
al líquido, si continuamos aumentando los niveles de energía, pasa del líquido al gaseoso y si el
nivel de energía es aún mayor, pasa del gaseoso al plasma.
El plasma ofrece por lo menos tres propiedades fundamentales que lo hacen atractivo para
diferentes aplicaciones:
(2) Capacidad de producir especies activas con tiempos de reacción muy inferiores a las técnicas
convencionales
(3) En el caso de plasmas fuera de equilibrio térmico (NETL) las especies activas tienen altas
concentraciones de energía, aún cuando el volumen de plasma permanece a temperatura
ambiente.
Arcos Libres
El canal del arco entre dos electrodos se caracteriza por tres regiones importantes: La región
catódica, La columna de arco y la región anódica.
Iniciación de un Arco
La forma más sencilla de iniciar un arco es conectar los electrodos a una fuente de potencia capaz
de proveer una corriente suficientemente alta.
Otra forma de iniciar un arco es aplicar un pulso de alta tensión capaz de producir la ruptura
eléctrica del gas en el espacio entre los electrodos.
Arco de plasma
Proceso en el que se destruyen los patógenos por la alta temperatura que se genera al ionizar un
gas en la cámara de tratamiento. Un arco eléctrico se produce entre dos electrodos que ionizan un
gas inerte, suministrado a través de una boquilla, formando así el plasma (el gas ionizado es
definido como plasma). El arco calienta el gas a una temperatura a la que resulta ionizado. Con
este proceso el plasma llega a temperaturas muy altas con las que se destruyen los patógenos de
los residuos biológicos.