Fundamentación Teórica Solubilidad

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

Fundamentación Teórica

Para entrar en el tema sobre lo que es una Curva de solubilidad y la


Cristalización, debemos conocer y tener en cuenta algunos conceptos previos
para facilitar el entendimiento, para esto podemos empezar conociendo lo que es
una mezcla:

En química, una mezcla es un material compuesto por dos o más componentes


unidos físicamente, pero no químicamente. Esto significa que no se produce entre
ellos ninguna reacción química, es decir, que cada componente mantiene su
identidad y sus propiedades químicas, incluso en el caso en que no podamos
distinguir un componente del otro.

Los componentes o fases de una mezcla se hallan unidos mecánica o


físicamente. Por eso, a menudo se ven alteradas sus propiedades físicas, como el
punto de ebullición o de fusión.

Sin embargo, al no producirse cambios químicos permanentes, es posible


emplear mecanismos físicos de separación para extraer cada uno de los
componentes de una mezcla. Dichos mecanismos físicos suelen ser térmicos
(cuando involucran calor) o mecánicos (cuando involucran el desplazamiento o el
movimiento.

Las mezclas se caracterizan por:

 Presentar diferentes átomos y moléculas


 Mantener la identidad de los componentes: las sustancias que forman las
mezclas mantienen su identidad
 Poder separar los componentes por métodos físicos: como no se forman
enlaces químicos entre los componentes, estos se pueden separar por
métodos físicos.
 Variar en su composición: las mezclas no tienen una composición fija

Las mezclas son formas mixtas de la materia sumamente frecuentes en la vida


cotidiana, y muchos de los materiales que usamos son el resultado de un
procedimiento de mezclado o mixtura. Los componentes de una mezcla pueden
hallarse en distintos estados de agregación (sólidos, líquidos, gaseosos, plasmas,
o combinaciones entre ellos).

Las mezclas se clasifican atendiendo a qué tan factible sea identificar a simple
vista sus distintos componentes, homogéneas y heterogéneas:

(Álvarez, 2021) (Fernandes, 2023)

Homogéneas: Aquellas mezclas que sus componentes no se pueden


diferenciar a simple vista. Los tipos de mezclas homogéneas en estado líquido se
conocen con el nombre de soluciones y están constituidas por un soluto y un
disolvente. El componente más abundante en la mezcla al que se le llama
solvente y soluto al menos abundante en la mezcla. En las disoluciones el líquido
o solvente suele ser agua y el soluto puede ser otro líquido o un sólido que se
disuelve al echarlo en el disolvente.

(Rodríguez, 2019)

Las mezclas homogéneas son aquellas en donde 2 o más sustancias


mantienen una composición y propiedades uniformes en toda la mezcla
apreciando una sola fase, mientras que las mezclas heterogéneas no mantiene la
uniformidad a la vista y tienen dos o más fases.

(Medellín, 2009)

Heterogéneas: Se denomina mezcla heterogénea a aquella cuya composición


no es uniforme, con lo cual es posible diferenciar sus componentes con facilidad.
Estas mezclas se desarrollan con, al menos, dos sustancias que son disímiles
desde el punto de vista físico y que se distribuyen de forma desigual en la
combinación.

A grandes rasgos, las partes que integran una mezcla heterogénea pueden ser
apartadas o aisladas sin grandes complicaciones. Según las características de los
componentes, estas mezclas heterogéneas pueden considerarse suspensiones o
mezclas gruesas.
A modo de resumen, se puede indicar que una mezcla heterogénea se
caracteriza por presentar una composición que carece de uniformidad. Debido a
esta particularidad, sus componentes pueden distinguirse a simple vista.

Por extensión, las partes de la mezcla heterogénea se pueden separar con


sencillez. Dependiendo de la situación, es posible recurrir a procedimientos físicos
que sirvan para aislar cada fase.

Siguiendo con el análisis de las mezclas heterogéneas, hay que señalar que
esa dispersión existente entre las partículas lleva a que no se registren reacciones
químicas. No hay una integración completa ni una fusión de los ingredientes

(Pérez, 2022)

Teniendo en cuenta las mezclas homogéneas, se menciona que estas, están


relacionadas con la disolución, y tenemos, que es una mezcla de consistencia
homogénea de dos o más sustancias puras que no pueden reaccionar entre sí y
cuyos componentes se encuentran todos en diferentes proporciones. Es una
mezcla que se encuentra formada por un disolvente y por uno o por varios solutos.
En la disolución se puede clasificar dependiendo de su estado de agregación, de
esta manera tenemos varios tipos, uno de ellos son líquidos en Líquidos, sólidos y
en gas. En sólido son las más utilizadas, porque se disuelven en pequeñas
cantidades de sustancias sólidas en grandes cantidades líquidas

(Briceño, 2018)

En el ámbito de la química, una sustancia solvente es aquella que puede


disolver. La mezcla homogénea entre un solvente y un soluto se conoce como
solución.

En las soluciones, por lo tanto, el solvente o disolvente aparece en mayor


cantidad y permite que el soluto se disuelva. En otras palabras, el solvente permite
la dispersión del soluto en su seno. Lo más usual es que el solvente sea la
sustancia que establece el estado físico de la solución.
(Pérez y Merino, 2021)
Un detalle a remarcar es que la cantidad de solvente es el factor limitante para
que un soluto se disuelva. Si tenemos una gran cantidad de solvente, el soluto se
disolverá rápidamente y con facilidad. Por el contrario, si hay muy poco solvente,
el soluto apenas se disolverá, incluso al tratarse de una sustancia con solubilidad
alta. El solvente más común es el agua, pues actúa en gran cantidad de
sustancias como disolvente.
El soluto es la sustancia que se disuelve en una solución. Por lo general, el
soluto es un sólido que se disuelve en una sustancia líquida, lo que origina una
solución líquida. Eso sí, el soluto también puede ser una sustancia gaseosa u otro
líquido.
En la solución, el soluto suele encontrarse en menor proporción que el
solvente. Una característica importante del soluto es su solubilidad, es decir, la
capacidad que este tiene para disolverse en otra sustancia. Esta capacidad
cambia mucho dependiendo del soluto.
(Rhoton, 2023)
En química, la solubilidad es la capacidad de un cuerpo o de una sustancia
determinada (llamada soluto) de disolverse en un medio determinado (llamado
solvente); es decir, es la cantidad máxima de un soluto que un solvente puede
recibir en determinadas condiciones ambientales. La solubilidad se puede
expresar mediante unidades de concentración, como la molaridad o la molalidad
Sin embargo, la solubilidad no es una característica universal de todas las
sustancias. Algunas se disuelven con facilidad, otras más difícilmente y algunas,
simplemente no se disuelven.

Todo depende también de cuáles sean las sustancias que estemos mezclando.
El agua, referida comúnmente como el solvente universal, no puede disolver del
todo al aceite. Pero incluso cuando un solvente logra disolver un soluto, lo hace
hasta cierto punto, debido a lo que las disoluciones se pueden clasificar en:
Diluida, Saturada y Sobresaturada.

(Álvarez, 2021)

Cuando hablamos de disolución diluida, estamos hablando específicamente de


una disolución que cuenta con un disolvente y una cantidad pequeña de soluto, lo
que genera que el resultado no cuenta con un nivel elevado de concentración. Son
mezclas que se caracterizan principalmente por ser homogéneas y por lograr
tolerar más cantidades de soluto. Además, la cantidad de este elemento siempre
será menor que la cantidad del solvente.

Son también conocidas como disoluciones insaturadas y tienden a ser


destacables gracias a que la velocidad en la que es capaz de diluir el soluto, es
incluso mayor a la velocidad común del proceso de recristalización. Cuando a una
solución insaturada se le agrega más soluto y este logra disolverse sin necesidad
de estar a cierta temperatura, se le conoce entonces como una disolución diluida
de menor concentración. Si a esta mezcla se le añade más soluto con ayuda de la
elevación de su temperatura, quiere decir entonces que su nivel de concentración
aumentó y pasa a ser una solución concentrada o saturada. Se toma en cuenta
una disolución diluida como la base para preparar todas las mezclas siguientes,
especialmente porque a partir de la misma se busca estimar la concentración de
cada mezcla, convirtiéndola entonces en otras mezclas homogéneas con mayor
concentración de soluto.

Las disoluciones diluidas son aquellas que cuentan con diversos factores que
logran afectar directamente el nivel de solubilidad de estas mezclas. Es decir,
partiendo de estos factores, se estima el nivel de concentración de la mezcla.
Estos factores son los siguientes:

Temperatura. Es necesario que el solvente, que por lo general es agua en todos


los ejemplos comunes, se encuentre a cierto nivel de temperatura, ya que de otro
modo la velocidad de solubilidad del soluto será más lento que el común.

Presión. Mientras más presión contenga una mezcla diluida, más soluto logrará
contener. Sin embargo, esto tiende a ser utilizado en gran medida en soluciones
que contenga gases como soluto y agua como solvente.

Composición química. Este factor es de suma importancia en el tiempo y la


cantidad de disolución del soluto, especialmente porque a pesar de tener
similitudes, los elementos sólidos cuentan con una composición química diferente.
Por ejemplo, el azúcar se disuelve más rápido en el agua que la sal.
Es necesario tener en cuenta que cada tipo de disolución cuenta con sus
propias características, lo que genera que cada una de ellas se diferencie gracias
a su nivel de concentración. En reglas generales, esto a simple vista se logra
observar gracias a los colores de la mezcla final de cada solución, en donde la
disolución diluida tiende a ser la más clara y la disolución sobresaturada, la más
obscura.

(S/A, 2019)

La temperatura y su capacidad para formar soluciones puede variar


ampliamente. Al disolverse una sustancia en otra, el soluto se distribuye en el
solvente. Esto depende de las fuerzas de atracción presentes entre las partículas
de solvente, como así también, de las presentes entre las partículas de soluto y
por lo tanto, de la intensidad de las fuerzas de atracción entre ambas. Por lo
general, a una mayor temperatura, aumentará la solubilidad en la mayoría de las
sustancias. El aumento de la solubilidad con el incremento de la temperatura,
depende de cada sustancia en particular. Así, por ejemplo, existen determinadas
sustancias que al aumentar la temperatura incrementan rápidamente su
solubilidad y en otras, en cambio, su solubilidad casi no se modifica. Durante un
aumento de la temperatura de la solución, se produce un incremento en la energía
cinética de las partículas del soluto y del solvente. De esta manera, las partículas
de soluto (sólido o líquido) pueden separarse con una mayor facilidad
interactuando con una mayor frecuencia con las del solvente, llevando el efecto a
toda la solución. (S/A, 2011)

Una solución saturada es aquella que no admite la disolución de más soluto.


En otras palabras, es una solución en la que ya se alcanzó la concentración
máxima de soluto que se puede disolver en ese solvente particular y a una presión
y temperatura particular.
Una solución sobresaturada es aquella en la que hay mayor cantidad de soluto
respecto a la que tiene la solución saturada. El disolvente posee mayor cantidad
de soluto del que a una temperatura dada pueda disolver.
La solución saturada tiene la mayor cantidad posible de soluto para una
temperatura y presión dadas, mientras una solución concentrada tiene una
cantidad considerable de soluto en un volumen determinado.
(S/A, 2022)
La separación es el proceso al cual una mezcla se somete para dividir sus
sustancias y mantener su identidad natural.
Cristalización:
Método utilizado para realizar la separación de una mezcla sólida en un líquido
(azúcar en agua). Consiste en calentar la mezcla para evaporar el líquido y dejarla
enfriar, de tal forma que el soluto quede hasta el fondo del recipiente en forma de
cristales. El tamaño de los cristales dependerá de la velocidad de evaporación con
la que se ejecute la técnica.
Evaporación:
Uno de los métodos que tiene la cualidad de separar un sólido de un líquido en
una mezcla homogénea. Únicamente se emplea cuando el punto de fusión del
sólido es mayor al punto de ebullición del componente líquido. Ya que esta técnica
se emplea cuando no se tiene interés alguno en el líquido.
Destilación:
El propósito de la destilación es separar dos o más líquidos que tienen distintos
puntos de ebullición. Primeramente, se usa la evaporación, para después
conseguir condensarlas por medio de la condensación. Ejecutando esto, se
consigue separar mezclas homogéneas de líquidos. Para llevar a cabo dicho
método se requiere un equipo de destilación. Mismo donde se coloca la mezcla,
se procede a calentar, y la sustancia con el menor punto de ebullición pasa al
refrigerante. De esta manera podemos separar y almacenar los componentes que
integran a la mezcla de forma independiente.
Sedimentación:
Prácticamente, es el paso previo a la decantación. Como su nombre lo expresa,
este método consiste en separar mezclas mediante el reposo; por lo que su
principio se basa en la diferencia de densidades de los componentes de la mezcla.
Normalmente, se utiliza para separar mezclas heterogéneas de un sólido en un
líquido. Uno de los ejemplos más concretos, es la separación de granos de arena
en agua. Reposando la mezcla, las partículas con mayor tamaño de arena se
almacenan en el fondo del recipiente (precipitan), y de este modo se llega al
sedimento.
Decantación:
Utilizada normalmente para separar dos líquidos que tienen diferentes densidades,
o bien, un sólido que no se disuelve dentro de un líquido. Este método se basa en
la diferencia entre las densidades de cada uno de los componentes. Consiste en
utilizar un embudo de decantación, donde se deja la mezcla en estado de reposo
hasta que el componente con mayor densidad se vaya hasta el fondo. La válvula
del instrumento de decantación se abre para dejarlo salir, y posteriormente se
cierre en el momento idóneo para que el componente menos denso permanezca
en el interior.
Filtración:
Esta operación consiste en separar mezclas heterogéneas de un sólido imposible
de disolver en un líquido. Para llegar a ello, se utiliza un papel filtro que tiene la
función de retener al elemento sólido en la superficie y dejar pasar el líquido. Estos
papeles tienen un tamaño de poro para cada sustancia.
Centrifugación:
Se emplea para separar componentes de diferentes densidades. Para ello, se
coloca la mezcla dentro de un equipo especializado conocido como centrífuga,
que ejerce el movimiento de rotación de manera constante; esto provoca que las
partículas que tengan mayor densidad se almacenen en el fondo, y por el
contrario, las de menor densidad se quedan en la parte superior.
Imantación:
Para que este método pueda ser utilizado, uno de los componentes dentro de la
mezcla debe poseer cualidades magnéticas, mientras que el otro, no debe
compartir esto. La separación se realiza pasando un imán por encima de la mezcla
para que el elemento magnético logre adherirse, y el otro componente quede
intacto.
Cromatografía:
Se utiliza para separar mezclas mucho más complejas que no respondan a otros
métodos de separación. Hay un proceso utilizado en este método conocido como
capilaridad, que permite el avance de una sustancia a través de un medio
particular.
Gracias a la capilaridad es que se llega a dos fases conocidas como: fase móvil y
fase estacionaria. En la fase móvil el componente avanza, mientras que la
estacionaria es sobre la que se avanza.
Para que se pueda llevar a cabo, ambos componentes deben ser afines a estas
fases.
(S/A, 2022) (S/A, 2020)
Se conoce como cristalización a un proceso químico en el que se transforma un
gas, un líquido o una disolución, en un conjunto de cristales sólidos. Dichos
cristales están formados por un conjunto ordenado de enlaces moleculares rígidos
que son puros en su naturaleza elemental. Debido a esto, la cristalización puede
ser empleada como un método para separar los componentes sólidos de alguna
mezcla homogénea, es decir, puede ser empleada como un método de
purificación.

Existen diferentes métodos de cristalización, que pueden emplear la alteración


selectiva de las condiciones físicas de temperatura o de presión, así como la
adición de ciertas sustancias químicas. La forma, el tamaño y la calidad de los
cristales así obtenidos van a depender de las condiciones puntuales en que ocurra
el proceso y del tiempo durante el cual se lo deje ocurrir.
Los cristales obtenidos mediante este método son formaciones sólidas, dotadas
de un patrón muy bien definido de difracción (fenómeno que consiste en la
desviación de una onda cuando atraviesa un obstáculo por un orificio pequeño y
luego se propaga en todas las direcciones detrás de este orificio). Dependiendo de
las condiciones en que se lleve a cabo la cristalización y del tipo de sustancia que
se va a cristalizar, los cristales obtenidos tendrán un color específico, una
transparencia determinada y una geometría definida.
(Álvarez, 2021)

También podría gustarte