Monografía - Los Jesuitas

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Instituto Superior de Curuzú Cuatiá

Cátedra: Historia Y Política de la Educación Argentina.

Profesora: Gladis Oliveira

Carrera: Profesorado de Artes Visuales

Curso: 2° año

Tema: Los Jesuitas

Estudiante: Carolina Muñoz

Ciclo Lectivo: 2023


Índice

Introducción 3
Desarrollo 4
El Papel de los jesuitas en América 4
Los problemas con los conquistadores 5
Efecto en América 5
Los Jesuitas y la educación 5
Conclusión 7
Introducción
En la siguiente monografía se va a mencionar sobre la Orden Jesuita, desde sus
comienzos, el papel que tenían en América latina, hasta cómo influyeron en la
educación, así como también el momento de su expulsión.
Desarrollo
Durante el siglo XVII, y hasta su expulsión en 1750, la Orden Jesuita fundó una
serie de pueblos llamados reducciones en los territorios guaraníes y tupíes,
ubicados en el noreste de la provincia de Misiones en Argentina, colindantes con
Paraguay y Brasil.
La labor de estos sacerdotes fue importantísima ya que no sólo cristianizaron a los
pueblos originarios, sino que también respetaron las lenguas autóctonas, crearon
escuelas para su instrucción, enseñaron diferentes oficios y restringieron la
presencia de españoles y portugueses, que muchas veces los capturaban para
llevarlos a realizar trabajos forzados en plantaciones, minas, etc.
Por otro lado, organizaron urbanísticamente los pueblos, les transmitieron
conocimientos de agricultura y ganadería y, sobre todo, de la explotación de la yerba
mate, que fue uno de los productos más importantes para exportar a los principales
centros del Virreinato del Perú y utilizarlo como trueque con aquellos bienes de los
que ellos carecían.
También respetaron la organización jerárquica de los pueblos originarios y crearon
edificios destinados a viudas y huérfanos que debían ser alimentados por todo el
pueblo.
Las reducciones guaraníes se construyeron en torno a la plaza principal donde se
hallaba la iglesia, el colegio, la vivienda de los jesuitas y, en torno a ellas, las
viviendas de los indígenas, de acuerdo a los clanes que allí habitaban.
Como sabemos, quedan testimonios arquitectónicos en muchos de ellos, por
ejemplo San Ignacio Miní, en la provincia de Misiones, o La Candelaria en
Paraguay. También son numerosas las esculturas en madera que actualmente se
encuentran en diversos museos.
Los jesuitas eran un orden fundado entre 1538 y 1541 por Ignacio de Loyola, un
devoto soldado.
Él escribió ejercicios espirituales y una guía para los jesuitas con la cual se les
alentaban.
También tenían un gran rollo en la persecución de los luteranos en los tiempos del
movimiento de la Contrarreforma.

El Papel de los jesuitas en América


Los jesuitas organizaron en América comunidades y misiones en las que querían
enseñar a los indígenas las costumbres occidentales y el Catolicismo.
Construyeron escuelas donde instruyeron a los indígenas a escribir y leer y además
tenían una Iglesia. Les enseñaron también técnicas de ganadería, como tallar
piedras y cómo elaborar instrumentos musicales.
Los jesuitas fueron la orden religiosa con mayor éxito en la cristianización de los
indígenas; por su calidad y porque aprendieron las lenguas nativas de los indígenas.

Los problemas con los conquistadores


Desde que llegaron los jesuitas a América tuvieron problemas con los
conquistadores; también porque los Jesuitas insistían que fuera necesario para los
indígenas una sociedad paralela a la de los conquistadores (por ejemplo sin su
intervención y sistema político). Muchos de los conquistadores trataron a los
indígenas de manera muy brutal; los capturaron y los vendieron como esclavos.

Efecto en América
La llegada de los misioneros escindió la organización de los pueblos indígenas, se
los redució a unas pocas comunidades y se los hizo vulnerables al asedio de los
colonos. Los terrenos agrícolas y ganaderos cayeron por culpa de baratería y
violencia en las manos de los colonialistas.

Los Jesuitas y la educación


La Compañía de Jesús destacó especialmente en el campo de la educación. En
España, en vísperas de la expulsión, los jesuitas poseían 105 colegios y 12
seminarios; en Ultramar tenían 83 colegios y 19 seminarios más. La influencia
jesuítica se extendió también en el campo universitario. De una parte fundaron una
universidad en Gandía en el siglo XVI por Francisco de Borja, duque de Gandía. En
las demás universidades contaron, igualmente, con cátedras de teología suarista
(así llamadas porque enseñaban el modelo teológico del jesuita Suárez). Su labor
fue notable también en la Universidad literaria de Cervera.
A partir del siglo XVII la Compañía prácticamente monopolizaba la enseñanza
secundaria (las escuelas de Gramática), imponiéndose sobre los conventos
dominicos o las escuelas municipales.
Estas escuelas proporcionaban conocimientos de la lengua latina, lo que adquiría
una gran importancia si tenemos en cuenta que para efectuar el ingreso en una
universidad era necesario superar una prueba de esta materia. Las causas del éxito
jesuita en el campo de la enseñanza hay que buscarlas en la captación de las
conciencias de las oligarquías municipales, así como en el hecho de impartir
docencia de materias universitarias (Filosofía, Teología).
De esta forma se preparaba a los alumnos fuera de las universidades, para
después someterse a examen en ellas y obtener así el grado con mayor facilidad en
virtud de su mejor preparación.
En la mayor parte de sus colegios se dedicaron también a la enseñanza de Artes y
Teología. En Artes se incluía la Filosofía, y dentro de ésta se estudiaban las ciencias
exactas, y entre ellas, las Matemáticas. En Teología seguían el modelo suarista,
cargando las tintas en los temas de moral (laxista o probabilista) y de tipo casuístico,
que necesitaba de la figura del confesor. En el momento de la expulsión existían 105
colegios jesuitas estratégicamente distribuidos (cualquier ciudad medianamente
grande tenía su colegio jesuita).
Al analizar los métodos de enseñanza del latín por parte de los jesuitas, se observa
que las técnicas pedagógicas empleadas no son muy diferentes a las actuales, pero
indudablemente, en comparación con las que existían, suponían un progreso
notable. Se basaban en la competitividad más que en la emulación o la repetición.
Pero conforme se acerca el fin del siglo XVIII, el prestigio de la Compañía se fue
perdiendo. Los jesuitas ofrecían una serie de conocimientos auxiliares y la
preparación para avanzar más allá de los conocimientos que eran requeridos por la
sociedad. Los colegios con facultades de Filosofía o de Teología fueron
imponiéndose a las grandes universidades, donde también fueron introduciéndose
estas disciplinas. La labor de los jesuitas fue muy atacada, sobre todo en el reinado
de Carlos III, porque el enemigo del monarca fue el denominado partido colegial. Se
identificó a jesuitas y colegiales, entrando los miembros de la Compañía en igual
consideración que los enemigos políticos de Carlos III. En 1759, los jesuitas fueron
expulsados de Portugal y de todos los dominios portugueses. Ese mismo año Carlos
III fue nombrado rey de España; vino de Nápoles y estaba asesorado en todo
momento por Tanucci, enemigo acérrimo de la Compañía. En 1764 se expulsó a los
jesuitas de Francia. En 1767, de España. En 1768 sufrieron la misma suerte en
América y Filipinas. Entre 1768 y 1769, la expulsión se produjo en Nápoles y el
Ducado de Parma. Comenzaba así la lucha contra la Compañía, que culminaría con
su extinción con el papa Clemente XIV en 1773.
Conclusión
Para concluir, me pareció muy interesante conocer más sobre los Jesuitas, ya que vi
algo en la cátedra de pedagogía pero no pude conocer más en profundidad. En
cuanto a la educación me pareció muy beneficioso que pudieran inculcar el
catolicismo a los indígenas y enseñar varias materias como el Arte, la Filosofía,
Matemáticas, etc, así como también prepararlos para las universidades. También
puedo destacar que fué muy interesante que ellos respetaran las lenguas
autóctonas de los pueblos originarios y les enseñaban diferentes oficios para
beneficiarlos.

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