Leveder, Roger - La Francmasonería Vista Por Dentro
Leveder, Roger - La Francmasonería Vista Por Dentro
Leveder, Roger - La Francmasonería Vista Por Dentro
LA FRANCMASONERÍA
VISTA POR DENTRO
[Nota para la página de créditos]
2
Si tu pensamiento difiere del mío,
lejos de ofenderme,
me enriqueces.
A. de Saint-Exúpery
3
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN
4
El lector descubrirá, sin duda, la pasión por la Francmasonería de Roger Leveder, la
forma en la que él profundizó en el estudio de los símbolos de los gremios de
constructores y la propuesta de escuela de formación de ciudadanos libres y tolerantes
que se deriva, precisamente, de la exégesis de tales símbolos. La Francmasonería, para
Leveder, es una orden iniciática y una sociedad de pensamiento, sin que pueda obviarse
ninguno de estos dos elementos. Leveder, un hombre comprometido con el progreso,
con la laicidad y con la lucha por un mundo mejor, ofrece en este libro su vertiente más
simbolista. Explica, podríamos decir que se recrea, en todos y cada uno de los símbolos
masónicos para proponer al lector un significado sugerente, para abrir puertas y no para
cerrarlas, para encaminarle decididamente hacia el libre pensamiento.
Roger Leveder-Le Pottier Le Boudec nació en Bretaña en 1940. Vivió desde niño en
Barcelona donde cursó estudios en el Liceo Francés y donde se vinculó a grupos
teatrales, como los inspirados por Mercedes Salisachs o Maria Aurèlia Campany.
Trabajó como directivo de una empresa multinacional muy conocida. Fue iniciado
francmasón en la Logia Minerva-Lleialtat nº 1, de Barcelona, perteneciente a la Gran
Logia Simbólica Española, el 13 de junio de 1981. Fue Venerable Maestro de las Logias
Hermes-Tolerancia de Madrid y Miguel de Cervantes de Barcelona. En el Rito Escocés
Antiguo y Aceptado alcanzó el grado 33º y último. Fue Gran Maestre de la Gran Logia
Simbólica Española entre 1987 y 1993. Falleció el 28 de junio de 1998 en Sant Cugat
del Vallés, tras una corta y cruel enfermedad de la que fue atendido en el Hospital
Clínico de Barcelona. Vivió en Madrid, Barcelona y en diversos lugares de España y de
Francia, pero amó, sobre todo, la policromía cambiante del Ampurdán.
5
Ahora, la personalidad de Roger Leveder se mantiene en el recuerdo de cuantos le
conocieron, así como en la pervivencia activa de la Gran Logia Simbólica Española; y
se transparenta en las páginas que siguen de esta segunda edición de una obra a la que
dedicó sus mejores esfuerzos. Las jóvenes generaciones de francmasones españoles y
latinoamericanos, así como, en general, cuantos hombres y mujeres libres y de buena
voluntad –en el mejor sentido de ambas ideas- busquen la luz, hallarán en “La
francmasonería vista por dentro” una herramienta útil para pulir la piedra bruta, es decir
para la lucha por el imperativo ético de ser mejores personas y mejores ciudadanos,
convirtiendo en realidad cotidiana los valores de libertad, igualdad y fraternidad.
PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN
En “La Francmasonería vista por dentro”, Roger Leveder recorre de forma puntual y
gráfica el camino interno de la Masonería, un camino que la maledicencia de unos y la
ignorancia de otros han querido poblar de siniestros y absurdos fantasmas.
6
Muchos autores, Francmasones y profanos, suelen caer en las lamentables inexactitudes
basadas en imágenes fantásticas y genealogías míticas a la hora de enjuiciar el
verdadero origen de la Francmasonería, sumergiéndose en un marasmo de hipótesis tan
bien intencionadas como poco rigurosas. Alec Mellor, en su obra “La encrucijada de la
masonería” les otorga el acertado sobrenombre de “turiferarios”.
Ante esta situación, resulta sumamente gratificante la lectura de una obra con un sentido
tan acertado de la ilustración explicativa como “La Francmasonería vista por dentro”.
Su autor huye de cualquier interpretación fantasiosa amparándose en todo momento en
la objetividad y la seriedad histórica.
Sin mezclar lo divino con lo humano, sin caer en fastidiosos y forzados paralelismos
con otras sociedades y religiones, sin caer en la alabanza ni en el descrédito, creo que la
manera más hermosa y práctica de definir a la Francmasonería es la que propone
Leveder cuando dice que “la Francmasonería es una sociedad fundamentalmente
iniciática y sus secretos no son otros que los de la Tradición del hombre en busca de la
Palabra Perdida”.
Manuel Medeiros
7
INTRODUCCIÓN
El presente libro no pretende dirigirse sólo a los no Francmasones, sino también a los
recién iniciados en la Francmasonería en esta nueva etapa1.
El profano encontrará una puerta abierta hacia algunos de los famosos “misterios” y
“secretos”, y sin duda la explicación a muchos errores e interpretación y controversias.
1
Que comenzó con la inscripción en el Registro de Asociaciones de la Francmasonería, en 1979.
8
El “joven” Francmasón encontrará, quizás, algunas aclaraciones sobre lo que ve e intuye
en su “trabajo” en logia.
Como ambas clases de lectores podrán darse cuenta, la simbología2 masónica nada tiene
que ver con los poderes ocultos que le atribuyen ciertos sectores; en cambio, podrán
atender la “fuerza” que esta simbología aporta al hombre que pretende seguir el camino
de la Iniciación.
Lo que no pretende este libro es llegar al fondo de los múltiples significados de los
símbolos, ni tampoco sustituir a la búsqueda y a la vivencia personal.
Creemos que ya era hora de explicar lo que es y lo que no es esta comunidad, y para
ello es indispensable aportar al lector profano datos inteligibles, darle la traducción de
ciertas palabras de nuestro léxico y no limitarnos a emplear modismos que puedan ser
interpretados erróneamente.
9
pretenden conocerlas, no existe ninguna razón para no informar al lector de buena fe,
evitando, al mismo tiempo, futuras calumnias.
3
Que están publicados en ediciones a la venta.
4
Ya que para entender a la Francmasonería es preciso disponer de un mínimo de cultura o por lo menos
un deseo de abordar su estudio, sin ideas preconcebidas; la Francmasonería no pretende ofrecer un
producto ya “manufacturado”, sino desarrollar la propia búsqueda personal en el seno de una comunidad
Iniciática.
10
CAPÍTULO PRIMERO
¿SE CONOCEN LOS ORÍGENES DE LA FRANCMASONERÍA?
11
En toda la Historia del Hombre y en su Mitología, aparecen seres, castas y comunidades
que se rigen por formas de vida, creencias, modelos de sociedad, corrientes de
pensamiento, soportados por, o envueltos en, una simbología y que a lo largo de los
tiempos ven su herencia reivindicada por otros hombres, otras castas, otras
comunidades, que pretenden revivir o continuar tal o cual camino hacía la búsqueda de
la Palabra Perdida; incluso algunos se jactan de poseerla (?).
12
siguiendo unos planos concretos y elaborados, sin duda, en función de un ritmo y de
unas formas acordes con la búsqueda espiritual del hombre, realzando símbolos eternos
y creando la imagen de otros para convertir la obra, no sólo en un momento sino
también en una abstracción: el Templo que cada ser debe construir en sí mismo.
Los códigos fueron y son muy variados y no son patrimonio de nadie; tan
históricos pueden ser, por lo tanto, los aztecas o los propios constructores de catedrales
de la Edad Media, se reclame o no documentalmente su herencia.
La falta de documentos sobre los antecesores más recientes, en línea directa con
la Francmasonería, no nos permite valorar hasta qué punto estos constructores
medievales pueden ser considerados como sus legítimos ancestros.
13
dejando en el paro a miles de albañiles y peones inmigrados, que, por añadidura, se ven
considerados como indeseables por la población autóctona.
5
?
La creación consistía en no plasmar una fantasía incoherente, como sucede hoy en algún caso.
14
Sin duda, no todos los obreros disponían de este sentido al llegar a la cantera o al
taller, pero sí los maestros, por dos razones: una, porque cada uno de ellos poseía la
maestría en uno u otro arte (recordemos que el término Maestro se empleaba en este
sentido y aún hoy, aun carece de valor real en algunos oficios, maestro de obra por
ejemplo); en segundo lugar, porque eran conocedores del arte de la simbología, o sea
que no solamente dominaban el “cómo” sino el “por qué” de la labor emprendida; no se
limitaban a edificar colocando piedra sobre piedra, sino que cada una de estas piedras
era un elemento simbólico en el conjunto, como también lo era por su contenido de
significado humano. Por desgracia, podríamos comparar esta carga energética dejada
por el hombre a la huella que dejó la sangre de otros en construcciones que pretendían,
en la mente de uno u otro tirano, perpetuar su poder terrenal. Lejos de mí dejar en el
olvido el hecho de que en aquellos tiempos medievales se aprovechó el fervor popular,
pero lo que sí no puede negarse es que aquellos constructores se regían por las leyes
eternas en el manejo de su vida y de su trabajo.
Es muy probable que la estructura de las Logias que albergaban a los obreros
respondiese a necesidades sociales a la vez que laborales, reinando en ellas una
disciplina y una jerarquía; muchos considerarán que el hecho de que esta disciplina y
esta jerarquía estuvieran basadas en un profundo simbolismo, no impide que suene a
sistema falto de igualdad predicada por quienes se consideran hoy herederos de estos
picapedreros; pensar así sería olvidar que eran dos las labores de aquellos hombres:
elevar el Templo temporal y elevar el Templo espiritual; por ello era preciso que la
convivencia fuera de lo más fraternal (en una época, dicho sea de paso, de total
desigualdad social) y que cada “hermano” recibiera el mismo trato de igualdad como
15
hombre, aunque se mantuvieran las jerarquías profesionales a las cuales, por otra parte,
todos tenían acceso.
16
dirigían, cada uno en su especialidad profesional, los trabajos, sino que planeaban la
realización de los mismos; en la vida de la Logia eran ellos quienes impartían la
enseñanza profesional y simbólica, aunque esta última muy probablemente no era objeto
de cursos como hoy los entendemos, sino que traslucía a través de la formación
profesional; finalmente, el maestro de obra era el enlace entre la realización material y
la planificación arquitectónica, generalmente obra de un alto cargo eclesiástico. Estos
planos solían ser bastante simples y se referían, únicamente, a la estructura general. La
forma de construir, el ensamblaje de los elementos principales y decorativos, etcétera,
eran obra del maestro constructor y de los demás maestros. Una buena prueba son
algunas estructuras que podemos ver en ciertas catedrales y que difícilmente pueden
haber sido encargadas por miembros del clero; evocan algunos símbolos alejados de la
concepción exotérica del catolicismo y otras son simples burlas hacia los miembros de
la Iglesia, por lo menos en apariencia.
Aún con riesgo de verme tachado de repetitivo, no quiero terminar esta rápida
visión sobre los constructores de catedrales y su organización, sin destacar de nuevo los
dos puntos más importantes: la simbolización del trabajo y la huella humana que deriva
de lo primero y que hoy perdura en sus obras. Una visita en condiciones adecuadas de
receptividad a cualquiera de ellas lo demuestra claramente, tanto como se pueden notar
las huellas de sangre en aquellas otras a las cuales me refería anteriormente.
17
Instituciones u órdenes de toda clase han existido a lo largo de la historia de la
humanidad, y la época que abordamos no estuvo exenta de ello, al contrario. La fe
religiosa, las Cruzadas y la total desigualdad social, abonaron el terreno en este sentido.
No se puede considerar, como hemos visto, que los constructores formaran una orden
marcada por una religión, si bien en su operatividad servían los diseños de la católica;
por ello los Francmasones dividen la Orden históricamente en dos: Francmasones
operativos y Francmasones especulativos, siendo los primeros los mismos picapedreros.
Si especulamos sobre la hipótesis que hemos abordado hasta ahora, veremos que
no podía ser de otra forma; se continúan reuniendo los llamados Francmasones
operativos al regresar a sus distintos lugares de origen, pese a no continuar sus tareas de
construcción; en conjunto mantienen las reglas de vida de las Logias, conservan la ética
profesional que imperaba en ellas, no abandonan el estudio de la simbología; al
contrario, probablemente lo intensifican; su forma de vida interesa a otros artistas y
artesanos y también a intelectuales, precursores de los librepensadores. Señores del
lugar se convierten en protectores de estos artesanos de primera línea y les encargan
18
pequeños trabajos; poco a poco, las “tertulias” de estos hombres se ven aumentadas
por la presencia de gentes ajenas al oficio, de allí a que estos últimos pretendan saber
más sobre la simbología masónica y sobre las reglas de fraternal convivencia, no hay
más que un paso, pero se presenta el problema de cómo integrarlos si no son
constructores. Entre unos y otros, es de suponer, elaboran, sin abandonar la Tradición
Operativa, utilizando los mismos elementos simbólicos y, en ocasiones, dándoles aún
mayor importancia, nuevas reglas para llegar a la Francmasonería Especulativa, o sea a
una Francmasonería que ya no construirá templos de piedra, pero sí continuará
construyendo templos espirituales; no obstante, esto no sería suficiente, ya que como
hemos visto, el Hermano Constructor unía ambos conceptos, así que la acción “externa
“será inevitable. Más aún, aquellos recién llegados perseguían sin duda la difusión de
ideas nuevas a la vez que aspiraban a mantener una estrecha conexión entre el futuro
evolucionista y el pasado universal. Fuera cual fuese la influencia que recibió esta
nueva Francmasonería, no podía dejar, por tanto, de ser especulativa, porque se abría a
los nuevos pensamientos, pero tampoco podía dejar de ser operativa, ya que su
proyección social era indispensable a su propia existencia.
19
la Historia. No olvidemos que ya muchos intelectuales valoraban en su justo valor la
labor dogmática de la Iglesia de Roma y su cada vez más creciente influencia y poder
abusivo en el orden económico y social. También debemos recordar que los
picapedreros habían conocido de cerca el clero y en varias ocasiones, como ya dijimos,
se habían mofado de él en sus esculturas; tampoco sería justo apartar la posibilidad de
que muchos clérigos fuesen conocedores de la simbología universal y que, pese a la
falta de esoterismo aparente en el catolicismo, tuviesen acceso a una cultura en este
sentido que, y se comprende muy bien, les estaba reservada.
Otro punto muy a tener en cuenta es que los constructores eran unos grandes
viajeros y que sus conocimientos se enriquecían por el constante contacto que
mantenían con otros países y con otros viajeros de civilizaciones distintas; si bien la
Iglesia mantenía celosamente la ignorancia del pueblo con respecto al esoterismo,
manejando la simbología cristiana a su antojo, para conservar su supremacía de
pensamiento, los picapedreros se codeaban con judíos y musulmanes; la formación que
recibían en las Logias, su concepto avanzado del estudio y de la tolerancia, añadido al
constante estudio de las formas, les llevo rápidamente a comprender que el pensamiento
y la espiritualidad no se acaba con el cristianismo y menos aún con el catolicismo.
Veremos más adelante hasta qué punto eran conocedores de tradiciones ancestrales.
Tampoco quisiera omitir la posibilidad de que esta tradición no les haya sido, en parte,
20
transmitida por algunos miembros del clero, en beneficio de la sublimación que éstos
buscaban dar a la obra, pero habrán sido probablemente los menos.
Bien es cierto que solían vestir de distintas formas según los oficios, lo cual,
dicho sea de paso, demuestra claramente que no se escondían, al contrario, estaban
orgullosos de su condición. Así nacieron los toques, signos y palabras “secretas”,
conocidos únicamente por los Francmasones operativos y que les permitían reconocerse
en sus distintos grados (aprendiz, compañero y maestro), sin temor a desvelar algún
secreto profesional a aquél que lo podría emplear o divulgar de mala manera. Sin duda
existían otros secretos aparte de los puramente profesionales, pero éstos correspondían
21
al conocimiento de ciencias aún no reconocidas hoy y que tuvieron gran influencia en la
antigüedad, como son la astrología y la alquimia. Pruebas de ello quedan reflejadas en el
gran libro de piedra que son las catedrales góticas. No obstante, no creo que podamos
afirmar que todos los constructores fueran astrólogos o alquimistas. Algunos Maestros
escultores intentaron transmitir sus conocimientos en estas materias a través de sus
bajorrelieves, lo cual demuestra que se dirigían a los estudiosos de épocas futuras y no
especialmente a los Francmasones.
De la misma forma que en las Logias operativas el recién llegado era admitido
en función de sus valores morales y profesionales, en las Logias especulativas la
condición social no era condicionante; así nació el temor a la Francmasonería por parte
de los poderosos inmovilistas y absolutistas, todo ello añadido a que la concepción del
Gran Arquitecto del Universo, fuera la divinidad, o no, era dejada al libre albedrío de
cada Francmasón. Fue una bomba en ciertos sectores y aún lo es.
22
Cuatro Logias inglesas se federan, fundando la primera Obediencia: la Logia de
Londres (1717). Seguirá Francia, que ya tenía una Logia desde 1688, integrada por
militares irlandeses, siendo la primera totalmente francesa fundada en 1721 6; en
Dunquerque, en 1756, se crea la primera Obediencia, la Gran Logia de Francia; en
Alemania, la primera Logia data de 1737 aunque hubo un primer intento en 1733; la
primera Obediencia alemana sería la Gran Logia Madre Nacional, fundada en 1772; en
Austria, la primera Logia se creó en 1742, por el arzobispo de Breslau; en Bélgica,
entonces bajo distintas adscripciones políticas, la parte que representaba a los Países
Bajos austríacos tuvo su primera Logia en 1721, y en 1749 el Principado de Lieja; Italia
vio nacer su primera Logia en 1733, en el Gran Ducado de Toscana (la configuración de
Italia en esta época no permite considerar la historia masónica del país hasta su
unificación); Hungría tuvo su primera Logia en 1740; Bohemia y Moravia –en el
Imperio austríaco- , hacia 1726; Grecia, en 1780; Suiza, en 1736; Dinamarca, en 1743;
Noruega, en 1745; Rusia, hacia 1740; Polonia, en 1742; Finlandia, en 1756; Portugal en
1735; América del Norte, entonces colonizada por Inglaterra, en 1704; América del Sur
no tuvo Logias hasta principios del siglo XIX; finalmente, en España vemos como
Inglaterra funda una Logia en 17287, pero las persecuciones empiezan muy pronto; en
1740, Felipe V, siguiendo la bula de Clemente XII, prohíbe la Francmasonería y será
con la invasión napoleónica cuando volvería a iniciarse la historia de la Francmasonería
española.
6
Leveder ofrece estas fechas en la primera edición de su libro, mientras que la FM gala ha celebrado
en junio de 2003 su 275º aniversario, datando en consecuencia su origen en la Logia creada por el duque
de Wharton en 1728 (J.F.P.).
7
Las Tres Flores de Lys, en Madrid, creada, también, por Felipe, duque de Wharton, cuyos restos reposan
en el Monasterio de Poblet (J.F.P.).
23
No deja de ser interesante conocer datos históricos sobre países menos centrales,
como son: Turquía, primera Logia en 1738; China, en 1767; Japón, en 1866; África
esperará hasta el principio del siglo XIX.
Como habrá podido constatar el lector, media un tiempo muerto entre las últimas
construcciones de las grandes catedrales y la aparición de la Francmasonería
Especulativa, o por lo menos de su proyección y federación en el mundo extramasónico;
las más importantes, como la de Chartres, Canterbury o Reims, se terminaron tres siglos
antes; la desaparición del Temple con la muerte de Jacques de Molay, sobrevino tres
siglos antes, y la Reforma, a la cual atribuyen algunos un origen paralelo a la
Francmasonería, ya tenía dos.
La respuesta es, sin duda, muy simple: por que nada favorecía ni reclamaba, aún,
esta transmutación, y esto no extrañará a quien conozca relativamente de cerca la
historia de órdenes iniciáticas.
24
sucedía en el año 1603, en Escocia. Este dato nos demuestra claramente que la
Francmasonería Operativa, por tanto, seguía existiendo pese a la falta de catedrales que
erigir y que la Tradición constructora y simbólica perduraba, transmitida en las Logias.
En Francia, el Compagnonage fue el precursor de todas las escuelas profesionales, y
aún hoy en día se mantiene vivo, aunque únicamente reúne a miembros operativos.
25
querido representar por parte de sus detractores y, por desgracia, por parte de algunos
Francmasones. El dogmatismo de una religión, la católica, en nuestro mundo occidental
ha fomentado, tanto en unos como en otros, una aversión recíproca que ha tachado a la
Francmasonería de “diabólica”, y que le ha restado en ocasiones esencia tradicional en
su propio seno.
Más adelante escribe: “ ‘Los Manuscritos Góticos’, según palabras del pastor
James Anderson, que los recopiló en 1723, para redactar los primeros estatutos de la
Francmasonería Especulativa, son el lazo concreto más fuerte entre esta
Francmasonería y la Operativa”.
8
Artículo publicado en Question de.
9
El artículo citado de R. Amadou es un prólogo a la reproducción de los textos “Poema Regius” y
manuscrito “Cooke”, considerados como los más antiguos textos masónicos conocidos; el primero data de
794 y el segundo de 1425; ambos originales se encuentran en el British Museum.
26
Es importante recalcar que en la época del nacimiento de la Francmasonería
Especulativa, el problema del ateísmo era prácticamente inexistente, pero sí existía,
como hemos visto, la diversidad de fe y formas de vida consideradas como libertinaje,
del cual no se salvaban los clérigos.
En Italia, los papas Julio II y León X protegen a los artistas renacentistas y sus
obras –maravillas artísticas por otra parte, ya no pretenden ser “leídas” sino
simplemente admiradas. En España vemos cómo el arte plateresco se superpone en
ocasiones a edificios góticos (en Salamanca, por ejemplo).
27
No obstante, encontramos en algunas esculturas y en otras obras renacentistas el
empleo de la “Regla de Oro” de Pitágoras, ya utilizada por los constructores de
catedrales góticas.
28
tal o cual oficio. Los primeros Francmasones especulativos, y por lo tanto los últimos
operativos, solían reunirse en salas privadas de albergues, posadas o fondas, cuyos
nombres adoptaban a veces, como título de la Logia; nombres tales como “El Racimo
de Uva” o “Le Louis d’Argent” (El Luis de Plata), esta última considerada por algunos
autores como la primera Logia fundada en Francia, en 1726, o la que es considerada
como la primera Logia fundada en España, en Madrid, que fue llamada “Las tres flores
de Lys”.
29
CAPÍTULO II
LAS CONSTITUCIONES DE ANDERSON
Más aún, no obliga a profesar ninguna religión en particular, sino que recoge
como única obligación la de comportarse en forma tal que el Francmasón que así lo
30
hiciera pudiera ser reconocido como miembro de la Iglesia, tanto por un católico como
por un protestante o un musulmán.
El segundo párrafo aborda el tema de los poderes civiles y las obligaciones del
Francmasón con la nación. Aquí queda constancia de la no implicación de la
Francmasonería Especulativa en asuntos de orden político y de su adhesión al poder de
la nación establecido y por lo tanto de la no participación en temas políticos, en vista al
mantenimiento de la paz. Pero también toca un punto importante y es el principio de
“asilo político” que dará la Logia a aquél que se rebele en forma individual, y no como
miembro de la Logia, contra el gobierno; sus relaciones con la Logia no podrán ser
anuladas aunque se condene su acción particular. Tenemos aquí uno de los más
fundamentales derechos que conceden las democracias actuales.
31
No deja de ser extraño que en este caso la Francmasonería dé mayor importancia
a ciertas convenciones sociales que a un tema tan trascendental como el religioso; nos
referimos a la no aceptación de la mujer concretamente; por una parte, es obvio que a
principio del siglo XVIII el papel de la mujer en la sociedad no podía prever su
inserción en actividades sociales; pocas eran las que se interesaban por ello y disponían
de un mínimo de preparación, pero, sobre todo, tengamos en cuenta lo que ya dijimos,
que en aquellos tiempos el libertinaje imperaba en la sociedad burguesa y en la nobleza,
y era y había sido artífice de desafortunados resultados políticos y sociales. Por otra
parte, la mujer “pertenecía” legalmente a su padre de soltera, y a su marido, de casada.
Aunque, más tarde se obtendría el derecho al voto (Noruega, Nueva Zelanda...) todavía
hoy la Francmasonería inglesa no admite a la Francmasonería femenina.
32
El quinto capítulo, como el anterior, refleja aún en parte normas operativas; en lo
que se refiere al trabajo y al acatamiento de las leyes y costumbres de cada país, así
como a reglas de trabajo, se lee entre otras frases: “Nadie hará aparecer envidia cuando
vea prosperar a un hermano; no le suplantará ni echará de su trabajo...” (...) “Todos los
Hermanos empleados recibirán sus ventajas todas las semanas, sin murmurar y sin
amotinarse y no dejarán al Maestro hasta que el trabajo esté terminado...”. Termina el
capítulo acentuando el hecho de no enseñar o emplear a otros trabajadores en lo que
sólo concierne a la Francmasonería.
El sexto y último capítulo, dividido a su vez en seis partes, trata de las “normas
de comportamiento”:
33
4. En presencia de no Francmasones, aborda el famoso “secreto” que se debe
guardar frente a extraños.
Las Constituciones de Anderson son aún hoy reconocidas y admitidas por todas
las Obediencias masónicas; ciertamente, algunos de sus aspectos han perdido vigencia
en función de la evolución de la sociedad, evolución que en infinidad de casos ha sido
obra de la propia Francmasonería. Si en algo se han dejado de seguir estos primeros
estatutos, ha sido para mejorar la calidad de vida, la libertad del hombre, la fraternidad
entre los pueblos y la igualdad; todo ello se traduce en: abolición de la esclavitud,
igualdad de derechos para la mujer...
34
Lo que sí es reprochable a quienes elaboraron estas Constituciones, es que se
erigieron inmediatamente en “Padres de una nueva Francmasonería”, cuando en
realidad no fueron más que continuadores; así fue cómo nació el sentimiento de
“regularidad” impuesto por la Gran Logia Unida de Inglaterra al autonombrarse piedra
angular del edificio.
35
CAPÍTULO III
EL ANTI-MASONISMO
36
Este hecho no es, ni mucho menos, atribuible únicamente a la Francmasonería,
sino común a muchas otras instituciones. Tenemos a lo largo de la Historia pruebas de
ello: médicos que, pese a su juramento, han infligido a sus pacientes sufrimientos
inhumanos (en los campos nazis, por ejemplo); abogados que no se limitan a
salvaguardar los derechos de sus clientes sino que están tan implicados como ellos en
acciones criminales; policías que utilizan la tortura física y mental. Pero todo esto no
significa que todos los policías sean torturadores, que todos los médicos sean
Frankenstein, que todos los abogados sean criminales con diploma. Es evidente que se
espera más de una comunidad como la Francmasonería, que predica altos conceptos,
pero sus más fervientes atacantes también predican, y guardan silencio sobre los errores
que cometen algunos de sus correligionarios. No seremos nosotros quienes los
recuerden.
En efecto, Gabriel Jogang Pagès no fue más que un arribista que engaño a todos,
Iglesia incluida y, sobre todo, al publicar en los años 1885 y siguientes unos panfletos
con el seudónimo de Léo Taxil. Llegó a recibir no solamente la aprobación y el respeto
de algunos obispos, sino la del propio Vaticano. Inventó una supuesta “hija del diablo”,
llamada Diana Vaughan, que por supuesto jamás existió; con todo este juego, él y sus
seguidores se llenaban los bolsillos; más aún, en el Congreso Anti-Masónico celebrado
en 1896, en Trento, con la asistencia de treinta y seis obispos, cincuenta delegados
37
episcopales y unos setecientos delegados más, Taxil salió triunfante tras haber
“demostrado la real existencia” de D. Vaughan.
Pero cuál no fue la sorpresa cuando en 1897 convoca una gran asamblea y
reconoce que todo era una farsa, que D. Vaughan jamás había existido y que siempre se
había mofado de la Iglesia con sus historias anti-masónicas. Claro que los enemigos de
la Francmasonería podrían decir que la “mano negra” de la Francmasonería le había
obligado a retractarse, pero no lo dicen; más aún, en España sus obras están en las
bibliotecas y fueron esgrimidas durante el franquismo; aún hoy se recogen en algunos
libros anti-masónicos recientes, parte de estos textos. ¿Cómo se puede otorgar
credibilidad a tal individuo, si sabemos que antes de atacar a la Francmasonería había
ganado su buen dinero atacando a la Iglesia, y que cuando se le acabo el filón, “se
convirtió”? ¿Y que tras su segundo fraude, agotadas las posibilidades anti-masónicas, se
inventa una ciudad perdida en el fondo del lago Leman, en Suiza?...
Uno de los más recientes libros anti-masónicos (o el más reciente quizá) 10,
titulado La Iglesia y la Masonería, una lucha que no cesa, recoge en su página 58 una
traducción de un texto titulado “El Masón asesino”, de Léo Taxil (escrito León Taxil),
pronunciado en una querella entre el Gran Oriente Español y la Revista La Verdad, de
Castellón, por el defensor del autor del artículo publicado en contra de la
10
Así redactaba su texto Leveder, aunque, desgraciadamente, el antimasonismo, asociado a veces al
antisemitismo, reaparece, periódicamente, en obras del más variado pelaje. En este panorama ocupan un
lugar privilegiado los panfletos de Ricardo de la Cierva, digno sucesor del padre Juan Tusquets, un
presbítero catalán fascista que hizo detener y encarcelar a muchos francmasones o personas acusadas de
serlo en los primeros años de la postguerra (J.F.P.).
38
Francmasonería, en la citada revista; claro que los hechos ocurrían en los años finales
del siglo XIX...
39
Los casos de este tipo son numerosos y aquí cito éste entre tantos a simple título
de ejemplo.
Los papas Pío IX y León XIII lanzaron sus bulas y anatemas contra la Orden. El
último Pontífice, de 1878 a 1903, habiendo heredado unos Estados Pontificios reducidos
40
a la Ciudad Vaticana, lo cual no aceptó de buen grado, llegó, incluso al margen de sus
ataques a la Francmasonería, a prohibir a los católicos italianos la participación en la
vida política. En cuanto al primero, es de todos sabido que sufrió directamente, por dos
veces, la derrota como “jefe de Estado”, frente a las tropas de los nacionalistas italianos;
fue Papa de 1846 a 1878. La pérdida de los Estados Pontificios se produjo en 1870;
muchos Francmasones, entre ellos Garibaldi, fueron “culpables” de convertir al Papa en
Jefe de la Iglesia Católica solamente, retirándole el poder temporal.
Que una parte de la Iglesia Católica y el propio Vaticano utilicen, aún hoy, las
condenas de estos dos Pontífices para justificar una supuesta acción en contra de la
Iglesia por parte de los Francmasones, es de lo más absurdo y demuestra claramente que
no disponen de otras “armas” por su total falta de existencia.
La Fraternidad
41
hermanos, ya que cada cual se comporta hacia el otro sin segundas intenciones. ¿No es
de alabar esto en nuestros tiempos y en todos los tiempos?
Cualquiera que tenga acceso a reglamentos o estatutos masónicos, sabrá que esto
es imposible y en realidad nadie lo cree, pero los detractores de la Francmasonería
utilizan aspectos de los rituales masónicos para intentar divulgar esta idea; veremos más
adelante cómo y por qué. Sepamos que cada Francmasón es libre de abandonar la
Masonería en cuanto se le antoje; ciertamente, ocurren dos cosas: una, que se procure
saber el porqué y ayudarle, si cabe, a resolver sus dudas (lo que es lógico en una
comunidad fraternal), y en segundo lugar, que el hecho de convertirse en Francmasón
implica una iniciación y por lo tanto, todo aquél que haya pasado esta iniciación sigue
siendo Francmasón, aunque cause baja; no por ello se le va a molestar ni a exigir
cuentas una vez realizado este último trámite. Cada cual es libre de sus actos frente a la
comunidad.
La mascarada litúrgica
Este es un tema muy denso y sin duda complejo para quien no tenga ciertos
conocimientos esotéricos, mitológicos, bíblicos y simbólicos. Los rituales masónicos se
basan sobre una simbología y ésta es común a toda la historia de la Humanidad. El
esoterismo que encierran estos símbolos forma parte de la Tradición y han sido
42
exteriorizados por religiones y filosofías, en consonancia con su visión del mundo y los
resultados que pretendían obtener.
Los signos
El Judaísmo
43
Se reprocha a la Francmasonería su conexión con el sionismo y se suele dar
como prueba contundente el hecho de que en sus rituales las “palabras” de “paso” o de
“grado”, así como los nombres de los personajes de su leyenda, sean judíos, y esto es
verdaderamente fruto de la más execrable ignorancia o mala fe. ¡Claro que todas estas
palabras y nombres son de origen judío, si son bíblicas! ¿Cómo, por lo tanto, los
detractores de la Francmasonería, enarbolando, como ya dijimos, la bandera vaticana,
pueden decir tal necedad?
El Comunismo11
11
El lector debe situar la redacción del texto en la etapa anterior al final de la guerra fría y de la
desaparición de la URSS, cuando el juicio de valor de los supuestos defensores del “orden” constituido
(social o espiritual) asociaba con el comunismo toda posible cosmovisión alternativa (V.M.O.).
44
“independentista” que desaconseja su prohibición por razones obvias de conservación
de “imagen”12.
La criminalidad
Nadie puede decir que ningún Francmasón haya jamás cometido algún crimen o
desacato a las leyes, pero ¿qué asociación, religión o grupo social puede afirmar que ni
uno solo de sus miembros, a lo largo de la Historia, esté exento de tales culpas?
Ninguna. Individualmente, es posible que algún Francmasón incurra en falta grave hacia
la sociedad, pero en ningún caso esto permite pensar que su acto sea compartido o
dictado por la Francmasonería. Si así fuera, ¿creen los detractores que la orden hubiera
podido existir durante casi tres siglos, reconocida y admitida por los gobiernes de toda
ideología democrática que han regido los destinos de naciones como EE.UU., Francia,
Inglaterra, Bélgica, Holanda, Suecia, Italia, etcétera? Es del todo absurdo pensar que
esto pudiera ocurrir. Sólo los enemigos de las libertades humanas pueden suponer que
los 5.000 Francmasones españoles del 36, podían ser responsables de convulsiones
sociales, o como se dijo, de “todos los males de la Nación”13. Sería igualmente ridículo
suponer que los 70.000 Francmasones franceses actuales dirigen Francia, un país de
cerca de 60 millones de habitantes, en el cual existe el sufragio universal.
12
“Libertadores” como Sucre, Bolívar, San Martín y José Martí, fueron masones.
13
Pese a que en los archivos de Salamanca se conservan más de 80.000 expedientes de españoles por
pertenecer a la Francmasonería, datos rigurosamente comprobados indican que sólo unos 5.000 lo eran.
45
En el ya mencionado libro La Iglesia y la Masonería, una lucha que no cesa, el
editor dice textualmente en su introducción: “Juan Pablo I murió como consecuencia de
la acción masónica...”. Dudamos que la Francmasonería sea capaz de provocar un
infarto fulminante a distancia, en plena noche; ¿o es que el autor de esta afirmación no
admite el dictamen vaticano referente a las causas de la muerte del Santo Padre y
considera que se trata de un asesinato? En tal caso, o es profeta o dispone de datos
reveladores, ya que la publicación a que nos referimos data del año 1982 y las únicas
posibles y pretendidas pruebas sobre este supuesto atentado han sido publicadas en el
libro de David A. Yallop, en 1984; de todas maneras, dudamos que la Iglesia, a la cual
pretende defender el citado libro, apruebe sus declaraciones.
Pero debemos admitir que si hubo asesinato, y si consideramos que las pruebas
que pretende aportar D. Yallop en su libro En nombre de Dios tienen algún valor, tal y
como lo refleja, la autodenominada Logia Masónica P 2 y parte de sus componentes
estarían muy directamente implicados en este magnicidio, según aquél.
Es por lo tanto preciso aclarar, por una parte, que el propio Yallop deja patente
en su libro, tanto en afirmaciones propias como transcribiendo conversaciones con
terceros, que la citada P 2 es “una Logia Masónica ilegal” (p.19) diciendo textualmente:
“Aclaremos que lo que alarmaba al Papa no era la Francmasonería convencional, a
pesar de que la Iglesia siempre consideró que quien se integra en una Logia Masónica
recibirá automáticamente la excomunión. La alarma de Luciani venía provocada por
una Logia Masónica ilegal que había traspasado las propias fronteras de Italia con su
desmesurada ambición de riqueza y poder. Dicha Logia se autodenominaba Propaganda
2 (P 2)”.
46
Ningún Francmasón consciente puede negar que los primeros componentes de
esta Logia fueran Francmasones, ya que fueron iniciados regularmente en Logias del
Gran Oriente de Italia; pero esto no es suficiente para implicar a toda la Francmasonería
y tampoco al citado Gran Oriente. En efecto, la Francmasonería considera como Logia a
un Taller constituido por un mínimo de siete Maestros Francmasones; éstos pueden, o
no, pedir su integración en el seno de una Obediencia (Federación de más de tres
Logias).
47
Si como lo indica David A. Yallop en su libro, existen miembros de esta seudo
Logia en España, está claro que para los Francmasones españoles no lo son y que nada
tienen que ver con las Obediencias legalmente constituidas en nuestro país.
El Laicismo
48
llegando a crear su Escuela Moderna y, a la vez, partícipe de acontecimientos políticos
del momento; fue acusado -y fusilado-, tanto por sus adversarios políticos como por
aquellos que veían en su liberalismo cultural un peligro para los dogmas católicos; hoy,
ciertos sectores defienden la enseñanza “libre”, es decir, privada confesional, para
asegurar mejor la actual situación de preponderancia de las escuelas religiosas, en las
cuales el “filtro cultural” sigue existiendo.
49
CAPÍTULO IV
LA FRANCMASONERÍA EN ESPAÑA HOY
50
varias Obediencias, o sea federaciones de Logias. Estas son: la Gran Logia Simbólica
Española [GLSE-GOEU], con sede en Barcelona, Obediencia mixta (o pluralista)
liberal; la Federación Internacional Mixta del Derecho Humano tiene, al igual que en
muchos países, Logias en España y pertenece también a la llamada Francmasonería
liberal. Existen además algunas Logías patrocinadas por Obediencias extranjeras tanto
masculinas, como femeninas.
51
El conjunto de la Francmasonería en España actualmente, es fruto sin duda de la
labor de aquellos que volvieron del exilio (a excepción de la femenina) y crearon Logias
y Obediencias acordes con su visión masónica. Entre los años 1979 y 1985, se unieron a
ellos nuevos Francmasones que se iniciaron ya en la España democrática; de esta forma
asistimos a una demostración muy positiva de la no existencia de diferencias
generacionales. En efecto, aquéllos solían ser hombres de edad comprendida entre los
60 y los 80 años y éstos, en cambio, no pasaban de los 40 años en líneas generales;
media, por lo tanto, una generación sin que por ello exista disparidad de criterios
básicos; ello es debido sin duda, como veremos, a la interpretación y práctica de la
simbología, pese a que en muchas ocasiones las opiniones políticas sean muy distintas.
He visto personalmente, sentados en la misma Logia, a hombres que en años anteriores
se habían visto enrolados en uno u otro bando, o a ancianos republicanos en el mismo
banco con jóvenes de ideas de derecha moderada; jamás he visto a ultra derechistas,
pero sí a ácratas abrazar a católicos practicantes14.
14
Hoy se vive un proceso de claro rejuvenecimiento e integración intergeneracional (V.M.O.).
52
que los ha llevado a la primera. En España hoy son muy pocos los hombres y mujeres
políticos que pertenecen a la Orden, en una u otra Obediencia nacional o que hayan sido
iniciados al final de la dictadura, en el extranjero; según mi conocimiento, y como
anécdota, el día 23 de febrero del año 1981 sólo había dos diputados Francmasones en
la Cámara15. El lector ha de saber que los Francmasones, contrariamente a la creencia
popular, no se conocen todos entre sí y que por esta razón es imposible fijar un número
exacto de los que hoy puedan tener un cargo político; son pocos, sin duda; algunos
pueden ser reconocidos por otro Francmasón al escuchar o leer sus discursos, pero no
debemos olvidar que hay muchos Francmasones sin mandil, o sea hombres y mujeres de
buena voluntad, y la confusión es posible.
53
pertenece, y suele estar seguido de un número de orden en función de la fecha de su
creación. La palabra Oriente significa, además del punto cardinal, “lugar masónico”. Un
Gran Oriente es, pues, el “lugar” en el cual confluyen varias Logias, o sea la
Obediencia. También se puede aplicar el término de Gran Logia.
Cada Logia es presidida por un Venerable Maestro, elegido por un año o dos.
Todos los demás títulos que se puedan dar a un Francmasón, como Gran Comendador u
otros que pertenecen a la tradición corresponden a los grados que posee y no a la
función del cargo que desempeñe en la Obediencia. La mitificación popular del Gran
Maestre como individuo investido de altos poderes o como un ser “venerado” por sus
supuestos conocimientos “secretos”, responde a la más incoherente fantasía. En cuanto
al nombre dado al presidente de una Logia –“Venerable”-, tiene más de “anciano” que
de “venerado”, aunque en la Francmasonería moderna muchos son los presidentes de
edad madura pero no ancianos; una vez más, estamos en presencia de la simbología. El
Venerable más viejo que he conocido tenía cerca de ochenta años y el más joven no
alcanza los 30.
Por descontado, nada tiene que ver en la elección de los cargos, como se ha
querido hacer creer, la condición social o la económica; he conocido Francmasones con
54
cargos importantes dentro de la Orden, que en el mundo profano eran empleados,
ebanistas, pequeños industriales, viajantes, diputados, comerciantes, tenderos, abogados,
médicos, etcétera, algunos acomodados, otros con dificultades económicas como cada
hijo de vecino, y otros intentando vivir con lo que les corresponde por retiro. No
obstante, se comenta que la Francmasonería es rica y maneja grandes sumas de dinero.
Seamos razonables, en países donde ha existido sin interrupción durante siglos, es obvio
que tanto por el número de miembros como por el tiempo, por mínimas que sean las
cotizaciones mensuales, se acumulan y terminan por crear un cierto patrimonio, sin
contar alguna que otra donación particular. Ello se puede ver en países como Francia,
Bélgica, EE.UU., entre otros, por los edificios en los cuales están situadas sus sedes,
pero ¿qué organismo, club o comunidad no se encuentra en idéntica situación? El caso
es muy distinto en España al no haber sido reconocida legalmente hasta ahora. La
Francmasonería no poseía casi nada a su nombre, así que lo que incautó el franquismo
fueron bienes particulares de Francmasones, lo cual hace casi imposible que hoy pueda
recuperar este patrimonio.
Otra cuestión que ronda en la mente popular es que ser Francmasón es oneroso.
Esto es también falso; no cuesta más que ser socio de cualquier club o tal vez menos.
Algunas Obediencias tienen cuotas más altas que otras, pero ello no tiene más
explicación que la necesidad de responder a gastos más elevados en función de su
organización interna. Se puede fijar la cuota mensual en Europa en una media alrededor
de 25 a 40 €. En cuanto a los derechos de ingreso pueden variar pero nunca son
excesivos. Por otra parte, y contrariamente a cualquier otro organismo, cualquier
Francmasón en dificultades puede ser eximido temporal o permanentemente de todo
pago.
55
Sin deseo propagandístico y únicamente en puro honor a la verdad, no podemos
concluir este capítulo sin hacer hincapié en los deberes y obligaciones, así como en los
derechos del Francmasón en el seno de su comunidad.
56
concepción espiritual de cada individuo; en cambio, sí es totalmente contraria a la pena
de muerte.
57
CAPÍTULO V
LOS RITOS
Los ritos más conocidos son: el Rito Escocés Antiguo y Aceptado; el Rito
Escocés Rectificado; el Rito Moderno o llamado Francés; el Rito de York, el Rito
Emulación, el Rito de Menfis Misraim...
58
una fraseología ligeramente distinta, aunque la esencia y la praxis simbólica sean
idénticas.
59
Aceptado, lo que significaría que en su día se aceptó por los Francmasones ingleses
como rito válido el original Rito Escocés. La segunda hipótesis, más verosímil, dice que
al constituirse la Gran Logia de Londres en 1717, ésta fue considerada por los
Francmasones escoceses que habían sido los iniciadores de la Francmasonería
Especulativa, como vimos ya, como un grupo que integraba sólo a "los Modernos";
aquellos que consideraron que esta Obediencia no era conforme a la tradición masónica
formaron la Logia de "los Antiguos". Más tarde, esta diferencia de criterio desaparece y
entonces el Rito Escocés es tanto el de los Antiguos como el de los Modernos o
Aceptados.
Este rito evoca al Gran Arquitecto del Universo y los trabajos masónicos se
abren bajo su invocación. La Biblia está presente en las Logias, generalmente abierta en
la página primera del Evangelio de San Juan, aunque admite como libros "Libros de la
Ley Sagrada" tanto aquél como el Corán, la Torah o los Vedas. Es corriente en las
Logias de este rito, que al iniciar a un nuevo Francmasón musulmán o judío, por
ejemplo, se cambie de libro para que aquél preste su juramento o promesa sobre el de
su fe16.
16
La práctica ha llevado a admitir, también, libros en blanco (aludiendo a la absoluta libertad de
conciencia) o la Declaración Universal de los Derechos Humanos, para el caso de candidatos a la
iniciación cuya conciencia no se siente reflejada en los textos tradicionales (V.M.O.).
60
El Rito de York
61
Orden han tomado tantas veces como punta de lanza, pero trataremos este tema al
hablar de la ceremonia de la Iniciación.
CAPÍTULO VI
LOS GRADOS
Tras tratar el tema de los ritos no podemos dejar de mencionar los Altos Grados.
62
la leyenda que corría en aquel entonces de que los Estuardo estaban en posesión del
tesoro templario.
Así, cada Rito implanta sus Altos Grados: el de York llegará a siete en total; el
Escocés a treinta y tres y el Misraim alcanza más de noventa; pero sea cual sea la
tendencia, los tres primeros guardarán la mayor autenticidad e importancia.
Hoy, en la mayoría de los casos, los Grados a partir del cuarto no son, por
desgracia, más que honores o recompensas que se adquieren casi "por años de
servicios"; es más, para ser Gran Maestre de una Obediencia sólo es necesario el
tercero.
63
el genocidio que sufrieron, "inventan" un grado, encubierto por una leyenda mitológica,
para "conmemorar" o mantener vivo el recuerdo de aquellas atrocidades. Sería del todo
inconcebible e inconveniente para la Francmasonería.
La utilidad de los Grados Filosóficos es muy discutida por ciertos autores, entre
ellos O. Wirth; más aún, algunos Francmasones se niegan a recibirlos; quizá la propia
Francmasonería es culpable de este desinterés, ya que en el siglo XIX y a principios del
XX fueron concedidos sin medida en múltiples ocasiones.
64
Los tres primeros, en cambio, tienen un enorme valor, tanto simbólico, humano,
social y espiritual, y deben ser considerados como básicos; es preciso hacer notar que,
por desgracia, también han sido depurados, en ocasiones, de su fundamento iniciático, y
en aras a una falsa democratización, debido a la confusión entre grado y graduación.
Para terminar, debe saber el lector que existe una separación administrativa clara
entre los grados de aprendiz, compañero y maestro y los treinta siguientes (en el Rito
Escocés Antiguo y Aceptado). Los tres primeros forman la Francmasonería Simbólica,
cuyas Logias federadas constituyen una Obediencia presidida por un Gran Maestre. Los
restantes forman la Francmasonería Filosófica regida por un Supremo Consejo del
grado 33 presidido por un Soberano Gran Comendador. Excepción hecha de unas
pocas Obediencias, ambos órganos son independientes y no existe influencia alguna de
uno sobre el otro.
65
CAPÍTULO VII
LA INICIACIÓN. EL APRENDIZ
66
Antes de abordar la simbología del Grado, diremos que estas tres entrevistas son
relatadas por escrito y este texto es sometido al juicio de todos los Francmasones de la
Logia; caso de ser unánime la votación posterior, el "profano", así llaman los
Francmasones a los que no lo son, es recibido17 en el recinto masónico con los ojos
vendados y, sentado en una silla en el centro del Templo 18, responde a las preguntas
orales que se le formulan, y si supera esta etapa obteniendo la unanimidad de bolas
blancas19 en la votación subsiguiente a este interrogatorio, será Iniciado.
17
En la actualidad, este último paso puede obviarse, a criterio de los miembros de la Logia (V.M.O.).
18
Ver capítulo VIII (J.R.R.).
19
Balotaje: Forma para expresar los francmasones sus votos por medio de bolas blancas y negras, en
escrutinio secreto (J.R.R.).
67
El Francmasón Aprendiz, que antiguamente era el encargado de limpiar y cuidar
las herramientas en la obra, hoy se dedica fundamentalmente a la reflexión; en algunas
Logias y para que este encuentro consigo mismo cobre mayor fuerza, se le "impone la
Ley del Silencio", lo que no significa otra cosa que el no poder tomar la palabra en las
Tenidas.
El candidato que llega a una Logia para ser iniciado en la Francmasonería tendrá
su primer contacto con la simbología masónica en el llamado Gabinete de Reflexión.
Mucha tinta ha hecho correr este "Gabinete" de negras paredes, ornado de símbolos
entre los cuales se encuentra una calavera y unas tibias entrecruzadas. No se trata de
asustar al candidato, como suelen decir los detractores de la Francmasonería, poco
conocedores, por lo visto, de la simbología universal; además, tratamos con adultos,
hombres o mujeres con una preparación intelectual y cultural suficiente para no
asustarse, por muy teatral que sea este principio de la ceremonia iniciática. Estamos
frente a algo mucho más serio que el infundir temor, y es la reflexión, la introspección,
la toma de conciencia en la que el candidato se prepara a una "muerte iniciática", 20 o sea
que se está preparando a abandonar las veleidades del mundo profano para entrar en el
plano iniciático, que por cierto no se limitará al tiempo de la ceremonia sino que será
una constante a lo largo de su vida. Por esto, en este lugar oscuro, alumbrado por una
20
Esta práctica de ingreso data de la más remota antigüedad (J.R.R.).
68
sola vela, se encontrará una calavera, símbolo de la efímera vida terrenal, un reloj de
arena, símbolo del inexorable paso del tiempo, la sal, símbolo de la sabiduría y de la
ciencia, y el azufre -que también ha hecho correr mucha "tinta negra"-, símbolo del
espíritu; estos dos últimos elementos simbólicos forman, con el mercurio, la trilogía de
los herméticos. La representación de este tercero es el gallo, símbolo de la vigilancia.
Todo ello anuncia al candidato que a partir de ahora su comportamiento deberá ser
distinto; el ardor simbolizado por el azufre, la ponderación por la sal y la vigilancia por
el gallo -mercurio-, le llaman a un comportamiento moderado, aunque creativo.
Claro está que todos estos símbolos se encuentran en otras escuelas o filosofías y
religiones, pero una vez más nos enfrentamos a una simbología universal y no a burdas
interpretaciones.
Sin duda, toda la simbología del Gabinete de Reflexión releva del hermetismo y
anuncia al candidato que debe tomar la decisión consciente de transmutarse, al igual que
el vil plomo se transmuta en oro en la alquimia. Estamos en presencia de la alquimia
espiritual.
69
El suelo del gabinete es de tierra, uno de los cuatro elementos, y simboliza el
mundo subterráneo en el cual se desarrolla el germen, la semilla; en definitiva, todo el
gabinete encierra este concepto de desarrollo de una nueva semilla, la de la búsqueda
espiritual del Ser.
En el aspecto hermético, los metales representan las pasiones del hombre, y por
lo tanto su abandono significa el voluntario rechazo de sus pasiones e ideas
preconcebidas, antes de prepararse a la "muerte iniciática". El segundo sentido sería
simbolizar con el despojo de los metales el alejamiento del mundo profano y material,
condición indispensable para poder entrar en el mundo iniciático. Como decíamos,
70
aunque distintas, ambas interpretaciones tienden hacia una misma idea de alejamiento
de la "vida anterior" del candidato para penetrar en un mundo nuevo que le conducirá
hacia una nueva forma de vida. No podemos dejar de reseñar también el aspecto mágico
que algunos autores dan a este despojo de los metales y que para ellos es necesario, para
que no existan "interferencias" en la circulación de las corrientes magnéticas.
En todo caso, podemos resumir diciendo que el candidato debe estar dispuesto a
reconsiderar su actuación en el mundo profano en tanto y cuanto deberá dar menos
importancia a los aspectos materiales de la vida. Debe presentarse "puro", o sea libre de
prejuicios y pasiones incontroladas, y finalmente, nada deberá interrumpir el pase de los
influjos que según su condición de receptabilidad pueda sentir en el momento de la
Iniciación. En este aspecto, muchos autores consideran que el abandono de los metales
no debería limitarse a esta primera ceremonia, sino que todo Francmasón debería asistir
a las Tenidas desprovisto de objetos metálicos y dinero, símbolo de lo ficticio y de la
corrupción humana.
71
aberración ritual. Con un mínimo de imaginación por parte de estos Francmasones en
adecuar un atuendo digno que reemplazase a la vestimenta usual del o de la candidata,
podría mantenerse esta parcial desnudez sin que por ello se cayese en el mal gusto.
La rodilla derecha desnuda tomará contacto con el suelo por dos veces en la
ceremonia: una, al realizar simbólicamente el primer trabajo sobre la piedra bruta, y otra
en el momento de ser recibido Francmasón. En ambos casos el recipiendario deberá
tomar precaución, ya que este contacto será más dificultoso que si estuviera protegido
21
Wirth, Oswald: La francmasonerie rendue intelligible a ses adeptes, Vol I “L’aprenti”, Devy Livres,
Paris, 1986, págs. 131 y ss. (J.R.R.).
72
por cualquier vestimenta, marca la cautela que debe tener el Francmasón, y el hombre,
antes de tomar ambas decisiones, la una, tallar la "piedra bruta", o sea convertirse él
mismo en piedra cúbica, lo cual implica por su parte una necesaria atención, ya que
cada "golpe de escarpa" deberá ser certero; en otras palabras, su perfeccionamiento
espiritual deberá ser meditado en cada momento; la otra ocasión, la de convertirse ya en
Francmasón, debe ser también una decisión cautelosa, ya que él será el único
responsable de este acto. Se entiende así perfectamente que al arrodillarse, la desnudez
de la rodilla le llevará a hacerlo con cuidado de no dañarse y esta simbología deberá ser
trasladada a sus actos mentales.
Es imprescindible mantener esta fase del Ritual, aunque por supuesto debe
realizarse con el máximo rigor, ya que una camisa mal abrochada, un pantalón mal
doblado, podrían dar la razón a aquéllos que, apartándose de la simbología, ven en esta
73
práctica una simple ridiculización del candidato, destinada a infundirle un sentimiento
de humildad coactiva que no existe. Humildad, sí, por supuesto, ya que si un profano
pretende entrar en la Francmasonería sin humildad, es preferible que no se plantee la
situación, pero tampoco los Francmasones ni la Francmasonería pretenden humillar a
nadie. La humildad es el principio del libre pensamiento.
El atuendo del recipiendario se completa con una cuerda alrededor del cuello (en
ciertas Obediencias se le atan las manos con cuerdas o cadenas). Esta cuerda es el
símbolo de todas las ataduras que aún le relacionan con el mundo profano.
Finalmente, lleva los ojos vendados. Esta venda nada tiene que ver, en un
sentido simbólico, con la que llevó en el "Pase bajo la venda"; aquí no se trata de que
vea o no los símbolos, sino demostrar claramente que el todavía profano entra ciego a la
Iniciación, invidente al mundo espiritual. El profano no sabe ver, en cambio sí presta
oído a los ruidos que le rodean y se deja guiar más por lo que oye que por lo que debería
ver, dejándose conducir en ocasiones por el primero que se presenta, sin hacer uso de su
libre albedrío; será cuando haya pasado las "pruebas" y haya sido purificado
simbólicamente por los "Elementos" cuando será capaz de "ver" y se le retirará la
venda. En el Rito Escocés Antiguo y Aceptado se suele retirar la venda en dos ocasiones
distintas: en la primera, el Templo está en la casi total oscuridad para que el candidato
se "enfrente" a una asamblea de Francmasones, espada en mano, "dispuestos" a
defenderse de la oscuridad profana de aquél que no pretende la Iniciación sino la simple
adhesión a un grupo; y luego, más tarde, se le quitará otra vez la venda y entonces "verá
la luz", recibirá la "iluminación".
74
"La simbología de la venda, que parece elemental, es una de las más profundas
de toda la Francmasonería", dice J. Boucher.
Sin deseo por parte del autor de efectuar un paralelismo que nos llevaría a un
largo estudio litúrgico y teológico, recordemos la genuflexión de los cristianos al entrar
en sus templos, o la postración de los sacerdotes el día de su ordenación, por ejemplo.
22
Wirth, O.: Obra citada, pág. 133 (J.R.R.).
75
Posteriormente será conducido de Occidente a Oriente, por el camino del Norte,
para volver a Occidente por el Mediodía, en un primer viaje simbólico, recuerdo de los
físicos que se realizaban en la antigüedad, debiendo salvar obstáculos. Estos obstáculos
recuerdan al candidato que el hombre ciego tropieza con ellos y que sólo el desarrollo
del pensamiento le permitirá salvar las trampas que la vida y el mundo profano le
tienden; este viaje representa la lucha que el futuro Iniciado deberá emprender contra las
pasiones, los intereses creados y lo ficticio que puebla el mundo exterior y de lo cual
deberá librarse.
23
Wirth, O.: Obra citada, pág. 135 (J.R.R.).
76
su plena libertad de pensamiento al elevarse por encima de los obstáculos materiales
que le estaban acosando a lo largo de este viaje, para abordar el segundo con mayor
serenidad.
77
Antes de la Creación el Agua ya era, y si en una Iniciación existe creación, el
contacto -antes de ver la luz- con este Elemento es preludio de esta creación y por lo
tanto es fertilización ya que, como hemos dicho, en las entrañas de la Tierra "espera la
semilla".
Este concepto nos lleva al hecho de que todo hombre es potencialmente iniciable
y que sólo su propia negación motivada por la ignorancia y el apego al mundo material
y a sus ilusiones le impiden acercarse a lo espiritual profundo —lo divino para algunos
—. Al término de este segundo viaje, se habrá acercado a la Sabiduría -de la cual el
agua es también símbolo-, pero aún le quedará el tercero que, si bien lo recorrerá sin
encontrar traba alguna, es el más "peligroso".
78
Así pues, el futuro Iniciado se enfrenta en la ceremonia masónica a la
purificación por el Fuego con una supuesta y simbólica preparación (sería preciso que
los futuros Francmasones lo entendieran y que la ceremonia se desarrollara con la
suficiente lentitud y pureza para que lo sintieran). Con serenidad va a enfrentarse a esta
última purificación, que decíamos es la más "peligrosa", no por el propio peligro que
pueda representar el fuego en sí, como podrían pensar los profanos, sino por el profundo
significado simbólico que tiene aquél en la Tradición. Al igual que el agua o el aire, el
fuego puede ser tanto purificador como destructor y sólo la extrema pureza "protege" al
futuro Iniciado de su parte negativa. El fuego "quemará" la parte exterior del individuo,
sin que por ello deje señal, ya que en realidad este fuego no vendrá de fuera, como
ocurre simbólicamente, sino que se genera desde dentro. Es el "Fuego interno" que ya
posee el recipiendario y que debe "realizarse" en este momento de la Iniciación. Es
también símbolo de la Luz, del Fuego Solar, y por lo tanto es el acercamiento del ser
hacia el Astro de Fuego. Esta fuerza interna será la que permitirá al individuo
"traspasar" definitivamente el umbral de la verdadera y sublime Iniciación, acercándose
a la Creación, al Elemento Creador. La purificación no es más que la conciencia o la
toma de conciencia de su propia existencia, en el momento en que es capaz de "recibir"
la llamarada del "fuego" (Sol en algunas civilizaciones) sin perecer, es que se ha
liberado de toda su "envoltura" material y ello no se limita, al igual que en las anteriores
purificaciones, al aspecto físico y profano, sino que alcanza lo "desconocido" de su
propio ser, llegando más allá del mental, subconsciente, super o supra consciente o
como se quiera llamar o clasificar; la verdadera "purificación por el Fuego", es, en
realidad, la salida del Reino de la Tinieblas, de los Infiernos, de la Ignorancia
secundaria, para comulgar con la Luz Creadora, con la Verdad Primera; es un paso
decisivo que permite la regeneración total de la materia, es el Estado Sublime que sólo
79
puede alcanzarse por la "Destrucción Creadora" que comenzó en el momento en que el
candidato entró en el gabinete de reflexión, admitiendo su ignorancia y asumiendo su
deseo de participar en la tarea común de una humanidad nueva, dispuesta a elevarse por
encima, no solamente de lo profano, sino de los dogmas exotéricos que la aprisionan.
Sería un error referirse a alguna que otra simbología en particular, sea Oriental u
Occidental, al abordar el significado de los cuatro Elementos, ya que todas, sin
excepción, los contemplan. La simbología masónica no hace más que seguir la línea
Tradicional y beber en las mismas fuentes que cualquier otra; en cambio, lo que sí es
indisociable es el sentido que en todo momento tiene, y ha tenido, la Iniciación, la
comunicación, la comunión como decíamos, con los Elementos Tierra, Aire, Agua y
Fuego, como partes integrantes de la Naturaleza, y es de saber que aquél que consigue
"participar" en Ella, integrarse en Ella a través de los Elementos de la Creación, alcanza
la "conexión" cósmica -o divina-, o sea que se convierte en un Iniciado. En la Iniciación
masónica, no se hace más que una referencia simbólica a lo largo de una ceremonia que
toma como soporte un Rito que elude cualquier tipo de creencia determinada, ni rinde
culto a nada ni a nadie, limitándose a transportar al recipiendario a través de una liturgia
que debe permitirle "vivir" por unos instantes en el umbral de la verdadera Iniciación
que alcanzará, o no, según su posterior trabajo personal en el seno de la comunidad o
fuera de ella.
24
Libación: Ceremonia practicada por los antiguos en honor de los dioses. Consistía en llenar una copa de
vino y derramarla después de haberla probado (J.R.R.).
80
El sentido evolucionista de la Francmasonería es culpable, en numerosas
ocasiones, de la necesidad que sienten algunos Francmasones de "adecuar" los rituales a
los tiempos en que viven, lo cual se traduce en un empobrecimiento del propio ritual.
Sin duda, esta explicación que encontramos también en el Libro del Aprendiz, de
O. Wirth, es la más adecuada y refleja la realidad simbólica de esta práctica de la Copa
de las Libaciones.
25
Jules Boucher: La Symbolique maçonique, Devry Livres, Paris, 1980, pág. 50 (J.R.R.).
26
Adepto, de “adeptus”, aquél que ha adquirido.
81
Una vez más vemos aquí que la Iniciación masónica no es más que un reflejo del
posible futuro del recipiendario, ya que se abordan tres estados que sin duda no se
pueden alcanzar, como ya dijimos, en unos instantes, sino a lo largo de una vida de
intenso trabajo.
El Juramento
27
Obra citada (J.R.R.).
82
la de la "muerte profana" que aparece al principio de la ceremonia con la "bajada a los
infiernos", representada por el gabinete de reflexión. Aquél que no sea capaz de
mantener su juramento se expone a la "muerte", ya que como caminante hacia la
Iniciación debe ser consciente y puro; si en él queda alguna duda o si, más aún, pretende
seguir este camino sólo en la ilusión del lucro o de los honores, jamás llegará a poseer
"la verdad", o parte de ésta, y por lo tanto de poco le servirá haber "renacido";
continuará "muerto" para la eternidad y esta "muerte" será ejemplo de necedad e
infamia para los futuros candidatos.
Nada tiene que ver este juramento con cualquier tipo de pacto, como recalca
Boucher, ya que un pacto es un acuerdo entre dos o más personas o entidades y puede
ser cancelado por una u otra; aquí, en cambio, la promesa (como se suele llamar en la
actualidad erróneamente) se pronuncia con uno mismo. Cierto que los términos
empleados, abordados profanamente, pueden prestarse a confusión para quien ignora la
mecánica de la simbología.
83
El juramento se pronuncia dos veces, la primera con los ojos aún vendados,
dando así al recipiendario la posibilidad de renunciar a la Iniciación, y la segunda
cuando ha "recibido la Luz".
La Luz
84
En el caso de "conceder la Luz" en un solo tiempo, el Neófito se encuentra con
las espadas apuntándole en plena luz y tras informarle de la misma pena si comete
perjurio, dejan de apuntarle.
85
materialmente imposible pensar seriamente en cualquier amenaza, pero en siglos
pasados es posible que tuviera mayor efecto simbólico. En verdad, los detractores
hacen, en cierto modo, un favor a la Francmasonería reforzando el sentido simbólico del
juramento, con sus absurdos relatos, alejando a los "profanadores" que serán capaces de
sentir miedo de verdad por el mero hecho de ser ellos mismos capaces de cometer
aquello que temen.
Hablar de la Luz nos pudiera llevar más allá de los límites de este libro; por ello
sólo citaremos algunos aspectos más relevantes. La Luz es símbolo de nacimiento, es
símbolo de claridad mental y de pensamiento, es la oposición a las Tinieblas, símbolo
del mal y de la ignorancia; es, en definitiva, el gran símbolo de la Francmasonería, ya
que define a la iluminación espiritual y moral que debe ser la meta de cada Francmasón
para alcanzar la "transmutación", convirtiendo la piedra bruta en piedra cúbica.
86
La Consagración
87
la labor masónica en su nombre si lo desean, ya que esta labor no es otra que la de
servicio a la Humanidad, reflejada en los Libros Sagrados.
29
En la Francmasonería Operativa, el futuro Aprendiz confeccionaba de sus propias manos su mandil,
tradición que por desgracia se ha perdido en la Especulativa.
88
Los guantes blancos son, sin duda, símbolo de pureza, pero también significan la
igualdad entre los Hermanos, ya que todos deben llevarlos. La simbología de los
guantes blancos se encuentra desde los dignatarios eclesiásticos (aunque en el siglo XII
fueron cambiados por otros del mismo color de la vestimenta), a los académicos.
Anteriormente se le entregaban al Aprendiz dos pares de guantes, uno para él y otro
para la mujer que merecía su amor y mayor consideración. Wirth dice a este respecto:
"La Francmasonería rinde así su homenaje a las virtudes de un sexo que rehúsa admitir
en la dureza de las tareas ordinarias" (Wirth murió en 1943), y más adelante: "Si el
hombre se veía tentado de olvidar sus deberes, es la mujer quien será la encargada de
recordárselos; por ello la Francmasonería le ha entregado un medio eficaz, estos guantes
blancos que le recordarán el juramento hecho el día de su Iniciación..."30.
30
Obviamente, hay que contextualizar la referencia, evocadora de una época en la cual hombres y mujeres
difícilmente compartían –como sí sucede hoy en la Masonería liberal española- el trabajo masónico
(V.M.O.).
89
Por último, se quemará delante de él el escrito en el cual respondió a las
preguntas formuladas en el Gabinete de Reflexión, y su Testamento Filosófico. Si
emprende una nueva "vida", sus pensamientos profanos deben ser destruidos, por una
parte, y por otra éstos le pertenecen y sólo él sabrá recordarlos y juzgar su contenido a
lo largo de su avance iniciático. Muestra así la Francmasonería la confianza que tiene en
el nuevo Hermano y en la evolución de sus ideas y pensamientos.
31
?
Dicha práctica depende, fundamentalmente, de la propia tradición de cada Logia (V.M.O.).
90
muchos, y numerosos son los nuevos Hermanos que esperan, equivocadamente, una
enseñanza "clásica" y hasta echan de menos, al principio, un cierto adoctrinamiento. Si
bien existen obras literarias sobre la Francmasonería y su simbología, la Tradición, y
por lo tanto la "instrucción masónica"32, sigue siendo oral.
Tras este aprendizaje, el Francmasón, al cabo de un período que oscila entre uno
y dos años generalmente, aunque debería ser mucho más largo, será exaltado al segundo
Grado, o sea el de Compañero; en este Grado perfeccionará sus conocimientos
masónicos abordando otros aspectos de la simbología, hasta llegar al Grado de Maestro,
en el cual se reconvertirá en Aprendiz, pero esta vez en forma permanente ya que
descubrirá que en realidad sabe muy poco.
Cada uno de estos dos Grados será objeto de una ceremonia de exaltación. En el
segundo se basa sobre el estudio de las Artes (Geometría, Aritmética, Gramática), los
distintos filósofos, los sentidos (vista, oído, tacto, olfato y gusto), las artes de la
arquitectura, y finalmente abordará el gran concepto masónico, que ya hemos
considerado al hablar del Mandil, la glorificación del trabajo. En el tercer Grado, el de
Maestro, la ceremonia gira alrededor de la "Leyenda de Hiram de Tiro", arquitecto del
Templo de Salomón, asesinado por tres obreros pérfidos que pretendían que se les
32
Entiéndase: signos, palabras, símbolos del grado, pero no su interpretación.
91
concediera el título de Maestro sin estar preparados para ello. Con la muerte de Hiram,
la Francmasonería considera que se perdió "La Palabra" y que sólo al resucitar en cada
nuevo Maestro "El Maestro", ésta podrá algún día ser descubierta de nuevo. Esta
leyenda deja, pues, bien claro que la Francmasonería no posee la Verdad, sino que cada
Hermano debe buscarla a lo largo de su vida.
La labor del Maestro Francmasón será, pues, la del estudio constante a la vez
que deberá servir a sus semejantes y estar dispuesto a luchar por los principios más
elevados y fundamentales de la Orden, la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad entre los
hombres.
92
CAPÍTULO VIII
EL TEMPLO
33
En algunos Ritos también “Boaz” (J.R.R.).
93
con culturas ancestrales, lo más relevante es, sin duda, el concepto de "soporte" del
edificio. Como sea que la Francmasonería Especulativa pretende elevar el Templo, no
ya de piedra sino espiritual del hombre, estas dos columnas deben recordarle al
Francmasón en cada Tenida la necesidad de la firmeza de sus ideales y la fuerza moral
que deberá sostener "su edificio". No podemos dejar de nombrar aspectos simbólicos
como el de "eje" o el de la complementariedad; la una no puede existir sin la otra: Booz
es complemento de Jakin y viceversa; la una representaría el concepto masculino y la
otra el femenino, según Wirth.
Las dos columnas marcan, además, los límites entre el mundo sagrado (creado
en la Logia) y el mundo profano (exterior). Son, por lo tanto, los soportes del Portal que
separa estos dos mundos a la vez que sus límites. Algunos autores consideran que
deberían ser de distintos colores: Booz azul y Jakin blanca, significando así lo pasivo y
lo positivo. Si nos ceñimos a las descripciones de la Biblia y de los autores antiguos,
ambas eran de bronce y por lo tanto de este color; no menos significativa es la elección
del material que "resiste a los diluvios", o sea al paso de la ignorancia humana y de su
espíritu destructor.
El capitel de ambas columnas está formado por granadas o lirios, aunque lo más
frecuente en la actualidad sean tres granadas. La supresión de los lirios reseñados en la
Biblia no se explica, como indica Boucher. Debajo del capitel, y siempre según la
Biblia, figuraban siete hileras de cadenas que también se han suprimido en las
representaciones masónicas actuales.
94
Referente a los lirios, Huysmans escribe en La Catedral: "El Lirio de las
Escrituras nada tiene que ver con la flor conocida con ese nombre en Europa..., la flor
designada en la Biblia es la llamada 'anémona' ".
El lirio del que se habla en el Cantar de los Cantares aparece como rojo y no
blanco. Como sea que se atribuye comúnmente al lirio un sentido de virginidad y
pureza, tanto su color rojo como su forma fálica darían la razón a Huysmans, que por
otra parte dice: "Su perfume es totalmente contrario a un aroma casto; es una mezcla de
miel y pimienta, a la vez amargo y dulce, suave y fuerte; se parece a la mezcla
afrodisíaca del Levante y a la mermelada erótica de la India".
Por otra parte, leemos en Le Dictionnaire des Symboles: "El lirio de los Valles
designa a Cristo (en el Cantar de los Cantares) y se refiere al 'Árbol de la Vida'. Es él
quien restituye 'la vida pura', promesa de inmortalidad y de salvación".
Por otra parte y aunque su origen quede muy nebuloso, el lirio heráldico llamado
"Flor de Lis", parece tener un significado profundamente "glorioso y fecundo" y no de
pureza.
95
Si la Francmasonería ha reemplazado los lirios por tres granadas es, sin duda,
porque los granos de esta fruta, todos iguales y unidos, representan muy bien la unidad
que pretende.
34
Jean Chevalier y Alan Gheerbrant, Dictionnaire des symboles, Robert Laffont, París, 1982 (J.R.R.).
96
Así pues, sean lirios o granadas, al margen del simbolismo de unión, no
podemos descartar el de la fertilidad y prosperidad y si recordamos que las dos
columnas se encuentran al límite de los dos mundos (profano y espiritual) en el Templo,
entenderemos fácilmente que para el Francmasón debe ser un constante recuerdo de lo
que debe al mundo exterior y de lo que debe lograr en su interior. No deberá, pues,
olvidar que está allí para crear, para engendrar, convirtiendo así el Templo en un lugar
de trabajo y no en una simple "torre de cristal" elitista.
En las cadenas, hoy inexistentes, podemos ver dos aspectos: sea el recuerdo de
las ataduras con el mundo profano, difíciles de romper, o sea, al contrario, que al haber
conseguido entrar en el Templo, el Francmasón está enlazado con los Elementos
Superiores en su tarea. No existe realmente ninguna teoría documentalmente aceptable
sobre el significado de estas cadenas, pero nos parece tan válida una como la otra. De
forma totalmente subjetiva, diremos que podrían perfectamente representar el lazo de
unión que debe existir entre ambos mundos, convirtiéndose en símbolo de la necesaria
"comunicación" entre lo visible y lo invisible, para permitir desarrollar la Iniciación.
97
El azul es uno de los colores de la Naturaleza, del cielo y del mar. Es el más
"extenso", el más profundo, inmaterial; la vista se pierde en el color azul, no tiene
límites, por lo tanto unos muros pintados de azul dan la sensación de no existir. De esta
forma, el Templo no tiene límites, sus paredes se extienden sin fin, es inmaterial;
permiten a quien esté "encerrado" en ellas traspasarlas sin dificultad, para penetrar en
todos los mundos. Es también el color de la sabiduría.
?
Si bien las láminas son las mismas, la interpretación del Tarot en su sentido esotérico y simbólico nada
tiene que ver con su empleo adivinatorio. "La verdad es que el Tarot es un libro primitivo, original por
excelencia (...) comporta en sus 78 láminas lo esencial siempre vivo de las antiguas iniciaciones", dice
Valentín Bresle en el prólogo del libro de E. Delcamp “Le Tarot Initiátique”. E. Delcamp indica en su
introducción: "Los arcanos mayores son puro simbolismo...". Más adelante, dice: "Es en 1392, en
Francia, cuando los arcanos mayores son reproducidos como naipes para el advenimiento de Carlos VI.
'Reproducidos', lo que presupone una preexistencia". Las referencias hechas al Tarot en este libro son, por
consiguiente, en este sentido, las de un libro de enseñanza simbólica y no como naipes utilizados en
juegos de sociedad, como bases adivinatorias, alejándonos de toda interpretación popular de magia o
brujería.
98
El rojo, por lo tanto, es símbolo de lo reservado a los Iniciados e indica, en el
caso del revestimiento de las paredes del Templo, que los Hermanos se encuentran en
un lugar sacralizado, prohibido a los profanos, en pleno centro de la transmutación
iniciática.
Los Pilares
Estos tres pilares representan, por otra parte, los tres órdenes de la arquitectura
griega: Dórico-Fuerza, Jónico-Sabiduría y Corintio-Armonía (Belleza); deberían estar
representados de esta forma en todos los Templos, pero el aspecto económico, por una
parte, y ciertas concepciones modernistas, por otra, hacen que se vean de muy diversas
99
formas. El material en la cual son talladas varía también, aunque lo adecuado sería
piedra tallada, granito y mármol, respectivamente.
Este cuarto pilar "existe", pero no puede ser visto por los ojos; representa la
inteligencia suprema que el Francmasón deberá ser capaz de descubrir, permitiéndole
así marcar los cuatro puntos límite del "Cuadrado Largo".
36
En el Arcano I del Tarot, "El Mago", la mesa sobre la cual éste ha dispuesto varios objetos, no tiene
más que tres patas visibles; la cuarta está fuera del encuadre del dibujo.
100
velada y sólo al iniciarse verdaderamente lo conseguirá (recordemos los "pilares que
sostienen el mundo").
El Pilar es la antena que conecta con los distintos niveles del Universo; pasa por
él la energía cósmica o espiritual, pero también a su alrededor se mueve el mundo; por
lo tanto, irradia esta energía.
El Pavimento
101
Sin duda, la alternancia del blanco y el negro ofrece una visión del Bien y del
Mal, conceptos indisociables del hombre en su mundo terrenal; pero también representa
a las Tinieblas y a la Luz en su concepción Iniciática y, por supuesto, al Cuerpo y al
Espíritu. J. Boucher pone gran énfasis sobre la correlación entre Negro = Materialidad y
Blanco = Espiritualidad. Según el mismo autor, si bien el profano no ve más que la
posibilidad de andar alternativamente pisando un cuadrado blanco después de uno negro
y sucesivamente, el Iniciado deberá caminar por la vía marcada por las líneas del
mosaico, dejando a su izquierda y a su derecha un cuadro de color alternativo.
La Bóveda Estrellada
102
Nos encontramos nuevamente con el concepto de Igualdad, ya que al representar
el Cielo, la Francmasonería quiere recordar que, sea de noche o de día, es el techo
infinito de todos los hombres.
Por otra parte, las diferentes tonalidades tienen una gran importancia. En el
Norte, lugar donde se sientan los Aprendices, el cielo es oscuro y estrellado: el Aprendiz
aún busca la luz, todavía está en un estado tenebroso; en cambio, la presencia de
numerosas estrellas le invita a descubrir parcialmente esta luz sin cegarle demasiado, ya
que las estrellas sólo "reflejan"; son el símbolo del Espíritu entre las Tinieblas, del
conflicto, aún existente en este Grado, entre lo material y lo espiritual. Al Sur, zona que
ocupan los Compañeros, la Bóveda es de color más claro y el número de estrellas
menor; la luz es más directa. En Oriente el cielo es claro, luminoso y las estrellas
inexistentes.
Hoy en día son pocos los Templos modernos en los cuales son representados en
esta bóveda las constelaciones, lo que es de lamentar37.
37
?
Al hablar de constelaciones nos referimos a las astrológicas y no a las astronómicas, que son variables
al desplazarse a lo largo de los tiempos. Aquí, como en el caso del Tarot, nuestra referencia a la astrología
nada tiene que ver con el sentido adivinatorio, sino con su correlación con los eventos de la Naturaleza,
en sus distintas épocas y estaciones como nos lo ha legado la Tradición.
103
Recordemos que la Bóveda Estrellada no es un invento masónico, sino que en
las iglesias de la Edad Media (siglo XII particularmente), se pintaban así los techos38.
Los Oficiales
A cada lado del Templo vemos unos bancos en los cuales toman asiento los
Hermanos. Asimismo, unos sitiales que están reservados a los Oficiales.
38
En ocasiones las columnas y capiteles también en colores rojos y verdes generalmente.
104
Si bien todos tienen una participación en la administración general de la Logia,
sólo los tres primeros, el Experto, el Maestro de Ceremonias y el Guarda Templo
"actúan" en la parte ritual en forma "activa", y su situación en la Logia compone un
elemento simbólico en el espacio.
Esta situación de los cargos en la Logia nos trae de nuevo a las Sefiroth: el
Venerable ocupa el lugar de Kether, la Corona; el Primer Vigilante el de Hod; el
Segundo el de Netzah; el Orador el de la Sabiduría; el Secretario el de la Inteligencia; el
Experto el del Fundamento; el Maestro de Ceremonias el de la Belleza; El Tesorero el
del Rigor; el Hospitalario el de la Gracia y, finalmente, el Guarda Templo el del Reino.
Los Oficiales de una Logia han de estar pendientes de los Hermanos, pero han
de dejar que sean éstos quienes tomen las iniciativas de contacto y de deseo de aprender.
La Cadena de Unión
Así es llamada una gruesa cuerda que recorre la parte alta de las paredes del
Templo, naciendo en una columna y terminando en la otra.
105
según la simbología que le quieran encontrar. Para unos deberían ser tres, para otros
siete o cambiar según el Grado, ya que esta Cadena de Unión también se encuentra en lo
que se llama "el Cuadro", dibujo simbólico de cada Grado. En el Templo no parece
existir ninguna duda para poder afirmar que las "lascas" han de ser doce, representando
así a los Signos del Zodíaco.
En cuanto a la forma de estos nudos, sería muy tentador asimilarla al signo del
infinito, pero éste hizo su aparición en el siglo XVII, como tal. Ciertamente, la
Francmasonería Especulativa podría, por lo tanto, haberlo adoptado. Si esta aplicación
no nos parece lo suficientemente válida, es porque encontramos formas similares mucho
antes, en el trazado del sombrero del Mago, primer Arcano del Tarot, por ejemplo; por
ello nos inclinamos más a ver en este lazo, como en el sombrero del Mago, un símbolo
de universalidad muy acorde con el concepto de Cadena de Unión entre los hombres, y
106
no menos, quizá, precursor en otro lenguaje de su posterior adaptación como símbolo
del infinito.
El Libro
Delante de la mesa del Venerable Maestro vemos otra mesa triangular que se
considera como el "Altar", y sobre la cual se encuentra la Biblia, la Escuadra y el
Compás.
107
Este proceder aleja no solamente a los no creyentes sino también a todos
aquellos creyentes tolerantes. Por otra parte, es contrario a los principios de la
Francmasonería y a las propias Constituciones de Anderson, como ya vimos.
El Sol y la Luna
El Delta Luminoso
108
Este Delta lleva en su centro, según la Logia, o bien un ojo, o las letras hebraicas
del nombre impronunciable de Dios.
109
Osiris, Isis, Horus
Amón, Mout, Khonsou
Brahma, Vishnu, Siva
En todas las trilogías uno de los tres conceptos cobra mayor valor; es la única
manera de que el ser humano pueda mantener su "equilibrio" de razonamiento; en
efecto, nada es "totalmente perfecto" en nuestra vida terrenal. Cojamos como ejemplo la
divisa masónica de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Si nos imaginamos un mundo en el
cual cada una de estas cualidades tenga el mismo "valor", construimos un mundo irreal.
Los ángulos del triángulo equilátero son todos de 60 grados, o sea que la suma
total de 180 grados se divide en tres partes iguales, dando por lo tanto a 60 la imagen de
plenitud de cada concepto. Para preservar la Igualdad y la Fraternidad, la Libertad no
110
puede ser total y para conservar la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad no pueden ser
totales. Si abordamos la trilogía Padre, Hijo y Espíritu Santo, nos encontramos que
existe una supremacía, que es el "Padre".
111
CAPÍTULO IX
LA PIEDRA BRUTA. LA PIEDRA CÚBICA
Tanto en el "Cuadro del Aprendiz" como en el Templo figuran estas dos piedras;
en el Cuadro dibujadas, en el Templo físicamente.
En efecto, la piedra, sin pulir, sin tallar, es el símbolo del hombre no sujeto a las
"normas", a ninguna norma, o sea totalmente libre. Tallar la piedra para que se convierta
en cúbica implica, en efecto, someterse al cálculo y a la limitación de una determinada
forma y concepto de la elaboración de la misma; así, pues, la Piedra Cúbica no sería
símbolo de realización personal sino de estar sujeto a una determinada enseñanza.
112
mayor o menor estética no se trata más que de una interpretación cultural que varía
según las épocas de la Gran Vida Humana. ¿Por qué adquiere más valor al ser tallada
por el hombre que pulida por la Naturaleza? Pulir o tallar una piedra no es cosa fácil,
sobre todo cuando se dispone sólo de un compás, una escuadra, un cincel y un mallete.
Cualquiera que lo haya intentado, realmente, sabrá que la piedra se puede romper, o que
puede el obrero tardar mucho en conseguir su meta, según sus características
geológicas. Nos encontramos, pues, aquí, más con una parábola que con un símbolo
concreto. No se trata específicamente de llegar a una forma geométrica determinada, sin
más, sino de que cada Francmasón consiga "tallar su piedra" según su personal
interpretación; nadie le obliga a que sea precisamente cúbica, tiene que realizar una
obra de arte pero no según un modelo de arte.
Entonces, ¿por qué se representa así en los Templos? No olvidemos que la base
de la simbología masónica nos viene de los Constructores de catedrales, así que esta
piedra representa la perfección difícil de alcanzar y que sólo el obrero capacitado podrá
lograr con saber y paciencia, tallando primero la forma y puliendo después con arte las
seis fases del cubo, que deberá ser una de las piezas más importantes del edificio: será a
la vez la primera piedra del Templo y la piedra angular de la edificación personal del
Francmasón.
113
representada por el cubo reposa en la ambivalencia. No es suficiente crear una figura
perfecta, sino que también es preciso que repose sobre una base sólida.
Por otra parte, el cubo, por su aparente solidez, es considerado como el símbolo
de la estabilidad, de la sabiduría; adquiere un sentido de perfección mística; la "Kaaba"
de la Meca es de forma cúbica (Kaaba = Cubo); pero también es símbolo del mundo
material y, al igual que el cuadrado encierra los cuatro Elementos según algunos
autores, aunque esta trasposición de superficies a volumen nos parece inadecuada, ya
que si bien el cuadrado representa a la Tierra -superficie "delimitada"-, el cubo es
"infinito" en su desarrollo; por otra parte, los elementos son cuatro y no seis.
114
ésta se pueda ensamblar con otra para formar parte de la Gran Obra de la Naturaleza, de
nada sirve.
115
debemos caer en la tentación de ver en su legado únicamente un hermetismo heredado,
sino tomar conciencia de que algunos conceptos tenían un valor temporal y por lo tanto
exclusivamente operativo del momento. Para tallar una piedra cúbica se utilizaba el
cincel; en cambio, para lograr una pirámide pulida no era aquélla la herramienta más
idónea; una vez hecho el primer desbaste, el hacha, debidamente afilada, se convertía en
cincel y mallete a la vez y permitía una mayor maniobrabilidad manual en la
terminación de esta pirámide. Nos encontramos, pues, aquí, con la "información" de un
descubrimiento profesional que la Francmasonería Especulativa no debería, a nuestro
juicio, retener como símbolo, manteniendo sólo el cubo.
116
CAPÍTULO X
LAS HERRAMIENTAS, SÍMBOLOS MASÓNICOS
Debemos tener en cuenta al abordar el estudio de estos símbolos que ante todo
son herramientas de construcción, o sea de trabajo, y que no todas aparecieron en las
mismas épocas, por lo que sus valores simbólicos estarán, por lo tanto, acordes con su
función en la construcción y en el valor resultante de su empleo por el hombre. Nos
atrevemos a decir que si la Francmasonería hubiera conservado su función operativa,
nada nos impediría pensar que en la actualidad podría darse como símbolo para el futuro
cualquier elemento "inventado" en la Edad Moderna, aunque no debemos olvidar que la
herramienta sólo puede convertirse en símbolo si es considerada como "parte
integrante" del "poder creativo del hombre" y debe por lo tanto ser una prolongación de
su acto manual que a su vez lo es del acto mental; en este caso, por ejemplo, el soplete
podría perfectamente entrar en esta simbología.
117
La Escuadra
118
derecha del pecho y la más corta sobre el izquierdo. Si recordamos que el lado derecho
es activo y el izquierdo pasivo, tenemos aquí la "unión de lo pasivo y lo activo" tal y
como indica Wirth; por otra parte, esta escuadra da una evidente sensación visual de
"balanceo" por su asimetría, siendo el lado pasivo más corto y el activo más largo; ésta
es la función del Venerable, en tanto y cuanto es el presidente de la Logia y debe
mantener el equilibrio entre las distintas opciones, opiniones o tendencias de sus
componentes; ahora bien, como ya vimos, la Francmasonería no puede ser una
comunidad estática sino, al contrario, evolucionista, por lo cual el lado activo
predomina sobre el pasivo.
119
La escuadra es, en la Francmasonería, considerada como el sentimiento de la
Equidad. Es sin duda representante de lo material; con ella se forma el cuadrado que
simboliza a la Tierra.
El Compás
Con el compás se traza la figura del círculo y sirve para medirlo. La escuadra es
estática, el compás es móvil; al trazar el círculo marca un punto en su centro, figurando
así el "infinito" y el "Principio", el pensamiento, primer elemento de toda creación, y su
radiación alrededor del Universo, recorriendo sus puntos (siendo la circunferencia una
sucesión de puntos formando una línea aparentemente continua).
120
arquitectónicas vemos como las cúpulas de las basílicas reposan sobre un cuadrado -San
Pedro en Roma, entre otras-. El espacio cuadrado está en el suelo-tierra-materia, y el
circular en la cúpula-cielo-divino-espíritu.
121
representada en los tres primeros y que nos parece que el compás se debería abrir ya a
90 grados en el Grado de Maestro.
122
Si con la escuadra se forma un cuadro-Tierra y con el compás una
circunferencia-Cielo, es fácil entender el porqué de la evocación del Gran Arquitecto
del Universo.
En el "Rebis" de Basile Valentin, que se sitúa alrededor del siglo XIV, según
unos, y en el XVII, según otros, la figura que encierra lleva un compás en la diestra y
una escuadra en la izquierda, activo, pasivo; otra figura, entre otras, y religiosa ésta, nos
muestra estos útiles; se trata de una pintura que se encuentra en el cementerio de San
Calixto, en Roma, en el cual se ve a un enterrador (Diógenes), con los pies en escuadra
entre un compás abierto, en el suelo.
El Nivel
Esta herramienta está compuesta por una escuadra cuyos brazos están reunidos
por una recta; del centro del ángulo superior cuelga una perpendicular; el uso en la
actualidad en ciertos talleres de un nivel de agua, es impropio.
123
La Francmasonería da al nivel el significado de Igualdad, pero tanto Boucher
como otros autores coinciden en que no es suficiente aportar este sentido moralista
como valor primordial. Wirth, no sin razón, muestra la coincidencia entre la forma del
nivel y el grafismo del azufre.
Creemos que debemos, una vez más, volver al principio profesional de este
instrumento; nada, ninguna construcción por pequeña que sea, puede elevarse sin la
ayuda del nivel, o en caso contrario sin que corra peligro de derrumbarse.
La Plomada
124
La perpendicular o plomada no es más que un hilo al final del cual pende un
objeto pesado; la representación de la perpendicular con una estructura que la encierra y
la sujeta nos parece inadecuada; la única sujeción que admite es la mano del hombre,
convirtiéndose así en la noción de contacto con el centro de gravedad. Si bien la
superficie exterior aparente presenta inclinaciones anárquicas, la construcción debe
erigirse "a plomo" con "el centro", y por lo tanto el Francmasón que pretende elevarse
espiritualmente debe empezar su Templo poniéndose a plomo con el plano en el cual se
encuentra y que no es otra cosa que su "base de partida": él mismo.
Así, vemos que el primer paso es saber utilizar la plomada para fijar el eje del
edificio, tras lo cual se mantendrá esta línea gracias al nivel. Se formarán con la
escuadra los espacios geométricos planos y con el compás la estructura, subiendo del
nadir al cenit.
125
humano y el compás la toma de conciencia, divina o cósmica, o espiritual, según cada
cual.
El Mallete y el Cincel
Nos encontramos nuevamente con dos elementos, uno activo y otro pasivo.
Si bien eran las dos herramientas indispensables a la acción de tallar, ambas han
adquirido una simbología clara en la Francmasonería Especulativa.
126
significa la precisión en el trabajo; la palanca el poder de la voluntad y la trulla la
benevolencia.
127
CAPÍTULO XI
DATOS MÁS SIGNIFICATIVOS
DE LA HISTORIA DE LA FRANCMASONERÍA EN ESPAÑA
128
napoleónica. Esta Francmasonería es sin duda un elemento político social, regido por el
bonapartismo. Se divide en dos grupos esenciales: el de los "afrancesados", que
constituyen la Gran Logia Nacional de España, con mayor implantación en Madrid y
cuyos Talleres llevaban nombres como "Beneficencia de Josefina", o "San Juan de
Escocia de Napoleón"; el otro grupo era el de los bonapartistas, dependientes del Gran
Oriente de Francia y que quedaba repartido por toda la geografía nacional, con Talleres
como "Los amigos fieles de Napoleón", "Napoleón el Grande", "Los Hermanos Unidos"
y "Los Amigos de la Reunión".
129
1814: Regreso de Fernando VII. Se restablece la Inquisición y vuelven las
persecuciones; la Francmasonería resiste, aunque débilmente, en la clandestinidad y su
condición de "secta secreta", de conspiradores, toma sentido real.
130
A partir de entonces, la Francmasonería entra en una fase de declive en España;
su nefasta organización interna será la mayor culpable, a lo cual deben añadirse cierto
número de persecuciones en los años 52 y 53.
131
Ruiz Zorrilla dimite en 1874, le reemplaza Juan de la Somera, a quien sustituye
Sagasta en 1876, siendo reemplazado en 1881 por Antonio Romero Ortiz, entonces
ministro de Justicia, siguiéndole Manuel Becerra en 1884.
En 1888 se fusionan uno de los Gran Oriente Nacional con uno de los Gran
Oriente de España para crear el Gran Oriente Nacional de España, cuyo Gran Maestre
sería el vizconde de Ros. A finales del mismo año una nueva escisión origina la
creación del Gran Oriente Español a principios de 1889, cuyo Gran Maestre fue Miguel
Morayta a quien sucedió Emilio Menéndez Pallarés, diputado en Cortes.
132
La República permitió que la Francmasonería se desarrollara y cumpliera con su
labor de "acercamiento" entre hombres de distintas ideologías y clases sociales. En este
período, numerosos políticos fueron Francmasones, entre los cuales no faltaron
ministros; citemos a Diego Martínez Barrio, Marcelino Domingo, Fernando de los Ríos,
entre otros muchos más personajes célebres de la época; en cambio, es preciso aclarar
que Manuel Azaña, si bien fue iniciado en la Logia Matritense el 2 de marzo de 1932,
no volvió a pisar una Logia desde aquel día; más aún, en sus Memorias dice claramente:
"...no me importó nada aquello" y "...durante los 'preliminares' estuve a punto de
marcharme", así que no se le puede, pese a haber sido iniciado (si se puede emplear esta
palabra, en su caso), considerar como Francmasón, activo por lo menos.
133
El 15 de septiembre de 1936, el comandante en jefe de las Islas Canarias,
general Franco, promulga el primer decreto en contra de la Francmasonería; seguiría el
del 21 de diciembre de 1938, según el cual se decretó que todas las inscripciones y
símbolos masónicos existentes en los cementerios españoles fueran destruidos. El 9 de
febrero de 1939, se dicta la Ley de Responsabilidades Políticas, según la cual la
Francmasonería es considerada fuera de la ley. El 1 de marzo de 1940 llega la famosa
ley de "Represión de la Francmasonería, Comunismo y demás sociedades clandestinas";
en las mismas fechas se constituía un Tribunal de Represión de la Francmasonería y el
Comunismo, que estuvo en vigor hasta el año 196341.
41
Se convirtió, a partir de esa fecha, en el TOP (Tribunal de Orden Público) (V.M.O.).
134
Obediencias nacionales, como por ejemplo bajo la jurisdicción del Gran Oriente de
Francia, las Logias La Esperanza, en Marsella, la Logia Iberia en París, la Logia
Toulouse en Toulouse, la Unión Hispánica en París; y bajo los auspicios de la Gran
Logia de Francia, la Logia Exilio en Montpellier y la Logia España en París. Igual
ocurrió en otros países de Europa y América Latina.
42
Algunos españoles fueron iniciados en los últimos años del franquismo, en países extranjeros, en el
mayor de los secretos, en vista de que su residencia habitual estaba en España.
43
?
E1 autor tiene constancia de algunos casos aislados de Hermanos que escaparon a la represión en
localidades pequeñas gracias a ser considerados por sus vecinos como hombres honrados y dignos, pese a
las diferencias ideológicas existentes.
135
Fernández Gil de Terradillos. Se inscribió en el Registro de Asociaciones el 6 de junio
de 1978.
En 1983 el Gran Oriente Español Unido se disuelve para dar paso a otra nueva
Obediencia, la Gran Logia de España, que se diferencia de las precedentes por alinearse
con la Francmasonería "Regular", o sea ligada a los Land-marks de la Gran Logia de
Inglaterra, cuando las otras son de corte "liberal". Su primer Gran Maestre fue don Luis
Salat Gusils.
En 1981 fue creada en Barcelona una Logia Mixta bajo los auspicios de la
Federación Internacional Mixta del Derecho Humano; a esta primera le siguieron las de
Girona, Madrid y Valencia45.
44
Que pretendía ser la heredera de la Francmasonería en España.
45
Leveder escribió sólo la historia hasta el momento refundacional de la Francmasonería española durante
la transición de la dictadura a la democracia. No corresponde, por tanto, a este libro adentrarse en la
descripción del presente masónico en España (J.F.P.).
136
En cuanto a la ideología política, la Francmasonería en España es hoy fiel a sus
principios y se puede decir que en todas las Obediencias quedan representadas las
distintas tendencias democráticas. En el aspecto religioso, el fenómeno, en cuanto a la
Francmasonería "Liberal" es el mismo, sentándose en los mismos bancos ateos y
agnósticos, así como creyentes de distintas religiones como pueden ser la Católica, la
Protestante, la Hebrea y la Islámica.
Anexo 1
137
OBEDIENCIAS MÁS IMPORTANTES EN EL RESTO DE EUROPA DE LA
FRANCMASONERÍA "LIBERAL"
Francia
Italia
Gran Logia de Italia
Suiza
Gran Oriente de Suiza
Gran Logia Femenina de Suiza
Bélgica
Gran Oriente de Bélgica
138
Gran Logia de Bélgica
Federación Mixta del Derecho Humano de Bélgica
Gran Logia Femenina de Bélgica
Luxemburgo
Gran Oriente de Luxemburgo
Portugal
Gran Oriente Lusitano
Holanda
Gran Logia Mixta de Holanda
Dinamarca
Gran Logia de Dinamarca
Turquía
Gran Logia Liberal de Turquía
Alemania
Gran Oriente de Alemania
139
Europeo y el Espacio Masónico Mediterráneo, instancias todas ellas en las que participa
activamente la GLSE.
Anexo 2
140
¿CÓMO SER FRANCMASÓN?
Tras este primer contacto, le será pedida una solicitud de inscripción por escrito,
que será puesta a consideración de la Logia o de una de las Logias de la ciudad donde
resida; si es aceptada, se le someterá a tres o más entrevistas; el resultado de estas
encuestas será puesto a deliberación de la Logia. De ser positiva la respuesta, se le citará
eventualmente para "interrogarle bajo venda", de cuya formalidad ya hemos hablado. Si
pasa esta prueba de preguntas, podrá ser iniciado. El tiempo que media desde la
solicitud hasta la Iniciación varía según las Obediencias y las Logias, pero no será
inferior a dos o tres meses, aunque puede llegar incluso a un año. La paciencia es una
cualidad importante para el aspirante; no obstante, este alargamiento del tiempo no
responde necesariamente a una "prueba" a la que es sometido el aspirante. Si bien, como
hemos visto, el espectro social es medio y no debe ser un inconveniente para el ingreso,
sí es conveniente un cierto nivel de interés cultural; no hablamos de erudición ni de
141
cultura "adquirida", sino que un serio trabajo autodidáctico será suficiente, junto con
íntimos deseos de servicio a la Humanidad.
Anexo 3
142
DEL CÓDIGO MORAL MASÓNICO
143
El corazón de los sabios está donde se practica la virtud y el de los necios donde
se festeja la vanidad.
Si te avergüenzas de tu destino, tienes orgullo; piensa que aquél ni te honra ni te
degrada; el modo con que cumplas te hará uno u otro.
Lee y aprovecha, ve e imita, reflexiona y trabaja, ocúpate siempre en el bien de
tus hermanos y trabajarás por ti mismo.
No juzgues ligeramente las acciones de los hombres; no reproches y menos
alabes; antes procura sondear bien los corazones para apreciar sus obras.
Sé entre los profanos libre sin licencia, grande sin orgullo, humilde sin bajeza; y
entre los hermanos, firme sin ser tenaz, severo sin ser inflexible y sumiso sin ser servil.
Habla moderadamente con los grandes, prudentemente con tus iguales,
sinceramente con tus amigos, dulcemente con los pequeños y eternamente con los
pobres.
Justo y valeroso defenderás al oprimido, protegerás la inocencia, sin reparar en
nada de los servicios que prestares.
Exacto apreciador de los hombres y de las cosas, no atenderás más que al mérito
personal sean cuales fueren el rango, el estado y la fortuna.
El día que se generalicen estas máximas entre los hombres, la especie humana
será feliz y la Francmasonería habrá terminado su tarea y cantado su triunfo
regenerador.
CONCLUSIÓN
144
¿Qué es, qué pretende ser y qué debería ser la Francmasonería?
145
que produce la soledad en nuestra actual sociedad, un singular sentido de sentirse "útil a
la Humanidad" y la no menos humana sensación de igualdad que les produce el
codearse con miembros de clases sociales distintas.
No por ello debemos tener una visión negativa de tales hechos; gracias a su
influencia, la Francmasonería inglesa ha propiciado, aunque no a favor del gobierno de
Su Majestad, la independencia de EE.UU., dejando, no obstante, una fuerte huella en
146
aquel país que hoy cuenta con más de cinco millones de Hermanos, la mayoría
pertenecientes a Obediencias "Regulares". El liberalismo, y más aún la tendencia
socializante de la Francmasonería francesa de principios de siglo ha permitido grandes
mejoras de orden social; en España, la corta vida de la Francmasonería y su andar por
épocas alternativas entre gobiernos inestables y totalitarios, no ha favorecido su acción
externa, pero resultan innegables sus huellas en el lento avance hacia el progreso y la
libertad.
147
contrario, será mejor que participe en cualquier otra forma en la búsqueda de sus
pretensiones. Otras sociedades ofrecen un abanico muy completo que va desde el
"poder" en veinte lecciones hasta la ayuda "fraterna", pasando, por supuesto, por
asociaciones humanitarias muy respetables sin pretensiones iniciáticas y que requieren
más espíritu de sacrificio que esperanza de prosperidad.
Cada paso que dará el Francmasón será un adelanto en el camino iniciático; cada
ritual le llevará por este sendero si éste es su deseo, pero no valdrá intentar "camuflar"
la enseñanza simbólica detrás de un supuesto conocimiento de la misma, llegando a
"pasar" sobre rituales y ceremonias con ligereza en aras a una adecuación a nuestro
tiempo o de dar mayor importancia a la Fraternidad Humana y al valor social,
considerando que éstos suplen con creces la parte ritual y simbólica.
148
La Francmasonería se presenta, por otra parte, en la mayoría de las ocasiones,
como una institución de hombres mayores, con una vida asentada, eruditos en ocasiones
y por lo menos con un cierto tipo de cultura, y es un error. La Francmasonería debe
vivir a través de la gente que compone la mayor fuente de inquietudes, y en nuestro país
ya no son los caballeros de traje oscuro y camisa blanca los únicos; más aún, quizás
éstos en su mayoría no se liberarán nunca del sello de los últimos cincuenta años; sin
duda, muchos hombres y mujeres pertenecientes a nuevas generaciones son capaces de
emprender este Camino Iniciático con mayor preparación y con menos prejuicios. La
imagen de una Francmasonería secreta como institución debe desaparecer; en cambio,
debe mantenerse con mayor celo el verdadero secreto de la Iniciación; secreto porque es
sentido íntimamente, y por lo tanto intransferible.
Muchas son y han sido las sociedades más o menos respetables que pretenden
"fabricar iniciados", alejándolos del mundo real, de la sociedad, de sus amigos y
familiares, haciéndolos penetrar en un mundo dogmático e irreal. Las menos respetables
utilizan esta estrategia para fines propios, las más respetables caen en la más aberrante
desarticulación mental, sin provecho para el supuesto iniciado, muy al contrario.
149
La Francmasonería propicia la Iniciación para que el propio ser alcance un nivel
espiritual que le dé mayores posibilidades de ser útil a la sociedad y a su desarrollo.
Para cumplir con la obligación humana y social que encierra este jeroglífico, el
Francmasón debe emprender el camino iniciático y por lo tanto las Obediencias deben
representar a una Francmasonería Iniciática, sin que por ello se encierren en una torre de
cristal, ni pretendan demostrar ningún tipo de superioridad; el concepto de vida que
propone la Francmasonería no es superior, es distinto.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA POR EL AUTOR
150
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—. Artículos publicados en "Historia 16".
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Dervy-Livres.
Varios autores.- Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Ed. Del Valle de México,
S. A.
151
ÍNDICE
Prólogo a la segunda edición ...................................................................
Prólogo a la primera edición
Introducción ..................
152
I.- ¿Se conocen los orígenes de la Francmasonería? ...............
II.- Las Constituciones de Anderson ...................
III.- El anti-masonismo ....................
IV.- La Francmasonería en España hoy ......................
V.- Los Ritos .......................
VI.- Los grados ........................................................................................................
VII.- La iniciación. El aprendiz .........................
VIII.-El Templo .....................
IX.- La piedra bruta. La piedra cúbica .......................
X.- Las herramientas, símbolos masónicos ........................
XI.- - Datos más significativos de la historia de
la Francmasonería en España .............................
Anexo 1.- Obediencias más importantes en el resto de Europa
de la Francmasonería "Liberal" ...........................................................
Anexo 2.- ¿Cómo ser Francmasón?
Anexo 3.- Del código moral masónico ............................................................
- Conclusión .................................................................................................
- Bibliografía consultada por el autor .............................................................
153