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Aristóteles

Aristóteles nació en 383 a.C., en Estagira, Macedonia, polis que había sido colonizada
por los griegos. En 367 a.C. viajó a Atenas y estudió con Platón hasta la muerte de
éste. Diógenes Laercio cuenta que Platón lo llamaba "la inteligencia" (noûs). Discrepó
en gran medida con las ideas filosóficas de su maestro. Organizó y amplió el
pensamiento filosófico heredado.
Filipo de Macedonia lo convocó como maestro de su hijo Alejandro Magno, a quien
educó hasta el 336 a.C., año en que Alejandro sucedió a su padre. Luego, regresó a
Atenas donde fundó una escuela que recibió el nombre de "Perípatos" que quiere
decir "paseo" porque Aristóteles tenía la costumbre de enseñar paseando por los
jardines. También recibió el nombre de
"Liceo" debido a que sus edificios eran vecinos a un pequeño templo dedicado a
Apolo Licio.
Con la muerte de Alejandro Magno en 323 a.C., se produjo en Atenas una reacción
antimacedónica por lo que Aristóteles fue acusado de impiedad, es decir, de
desconocer el poder superior de los dioses, y debió abandonar la polis. Murió en 322
a.C.
Obras
Generalmente, las obras de Aristóteles o "corpus aristotélico" se reúnen en los
siguientes grupos.
o Obras lógicas que reciben el nombre de Organon (que significa instrumento o
herra-mienta) y comprenden varios libros: Sobre las categorías, Sobre la
interpretación, Primeros analíticos, Segundos analíticos, Tópicos y
Refutaciones sofísticas; y los tratados la Poética y la Retórica.
o Obras de filosofía natural como la Física, el Tratado sobre el cielo, Sobre la
generación y la corrupción y el tratado sobre meteorología; los tratados de
psicología, de los cuales el más importante es Sobre el alma; y un conjunto de
escritos menores denominados Parva Naturalia.
| Escritos metafísicos que comprenden un conjunto de catorce libros y que recibieron
el nombre de Metafísica.
o Obras sobre ética y política, de las cuales, las dos más importantes son la
Ética Nicomá-quea y la Política.
o Tratados de ciencias naturales que compilan informaciones e investigaciones
sobre tipos de animales y vegetales, cuestiones de naturaleza fisiológica,
etcétera. Entre otros, figuran
o Historia de los animales, Sobre las partes de los animales, Sobre el
movimiento de los animales y Sobre la generación de los animales.
o Algunos fragmentos y títulos de obras perdidas de Aristóteles, en su mayor
parte, diálogos destinados a divulgar su obra.
La ciencia de las causas primeras y la sustancia
Aristóteles definió la filosofía como la ciencia de las primeras causas o de los
primeros principios de todo lo que hay, de la realidad. Para eso, en la Metafísica,
revisa las ideas desarrolladas hasta ese momento sobre este enfoque. Señala que los
milesios, entre fines del siglo VII a.C. y principios del VI a.C., son los primeros en
filosofar, cuando buscan el origen o arkhé de las cosas en los elementos naturales.
Luego llega a su maestro, Platón.
Pero, al examinar el concepto de éidos, Aristóteles critica la separación que Platón
establece entre una cosa y la idea que le corresponde, entre el mundo sensible y el
mundo de las ideas, o entre una cosa y su sustancia (ousía) o entidad, como él la
llama. Para Aristôteles, una cosa no puede estar separada de su sustancia o entidad
porque si está separada, no puede ser conocida ni explicada.

Las causas según Aristóteles


Aristóteles entiende la causa en cuatro sentidos: eficiente, material, formal y final. En
el siguiente pasaje, Aristóteles explica cada una de ellas.
*Es obvio, pues, que necesitamos conseguir la ciencia de las causas primeras (desde
luego, decimos saber cada cosa cuando creemos conocer la causa primera). Pero de
"causas" se habla en cuatro sentidos: de ellas, una causa decimos que es la entidad,
es decir, la esencia (pues el porqué se reduce, en último término, a la definición, y el
porqué primero es causa y principio); la segunda, la materia, es decir, el sujeto; la
tercera, de donde proviene el inicio del movimiento, y la cuarta, la causa opuesta a
esta última, aquello para lo cual, es decir, el bien (éste es, desde luego, el fin al que
tienden la generación y el movimiento). Y aunque sobre ellas hemos tratado
suficientemente en la Física, tomaremos, con todo, en consideración a los que antes
que nosotros se acercaron a investigar las cosas que son, y filosofaron acerca de la
verdad. Es evidente que también ellos proponen ciertos principios y causas. Al ir a
ellos sacaremos, sin duda, algún provecho para el proceso de investigación de ahora,
pues o bien descubriremos algún otro género de causa, o bien aumentará nuestra
certeza acerca de las recién enumeradas."
Aristóteles, Metafisica, 1, 3, 983a25-983b8.
La filosofía se ocupa, además de las causas primeras de la realidad, de la sustancia.
Aristóteles entiende la sustancia o ousía como "lo que es en tanto que es" ("tò ón he
ón").
Ousía significa la calidad de ser, el hecho de ser y no el hecho de ser esto o aquello
determi-nado. Se puede traducir entonces como sustancia, entidad o esencia.
La sustancia puede entenderse de dos maneras:
I como materia, es decir, como el sustrato primero de cada cosa, aquello de donde
proviene y que permanece en ella; aquello de lo que la cosa está hecha; y
I como forma, es decir, como determinación esencial de la cosa, lo que hace que sea
lo que es.
Materia y forma hacen que la sustancia sea determinada, numéricamente uno,
siempre sujeto de predicación y que no tenga contrario. Por ejemplo, en la
fabricación de una silla de madera, se pasa de algo que es madera (materia) al objeto
silla (forma).
Aristóteles denomina accidentes a las demás formas de la sustancia como la
cantidad, la cualidad, la relación, el lugar, el tiempo, la posición, la posesión, la
acción y la pasión. EL propio Aristóteles, en Categorías 4, 1b25, ejemplifica los
accidentes de la siguiente manera:
"Por ejemplo, para dar una idea: de sustancia, hombre, caballo; de cantidad, cuatro
pies, cinco pies; de cualidad, blanco, gramático; de relación, doble, la mitad, mayor;
de dónde, en el Liceo, en la plaza; de cuándo, ayer, el año pasado; de posición, yace,
está sentado; de pose-sión, está calzado, está armado; de acción, corta, quema; de
pasión, es cortado, es quemado".
A todas estas maneras de predicar la entidad, Aristóteles las llama categorías.
Materia y forma muestran una perspectiva estática de la ousía, dejan de lado el movi-
miento. Aristóteles introduce una dimensión dinámica de la entidad con los
conceptos de potencia y acto. La potencia es la materia considerada dinámicamente,
es decir, en sus posibilidades y el acto, la forma considerada dinámicamente, es
decir, la forma consumada.
Por ejemplo, en el caso de una silla de madera, el árbol es silla como potencia, es
decir, como posibilidad de silla, pero, en tanto árbol, será solo árbol en acto.
Para conocer y explicar la entidad o sustancia, Aristóteles exige un fundamento
intrínseco o "inmanente" a la intensidad misma. En este sentido, se opone a la
"trascendencia"" de las ideas o formas platónicas. Esta distinción entre el
inmanentismo y el trascendentalismo respecto del ente o la entidad tendrá
consecuencias fundamentales en la filosofía, y dará lugar al idealismo y al realismo:
las cosas son a partir de las ideas que las aprehenden o tienen una existencia propia
independientemente del acto de conocimiento.
Acrópolis de Atenas. Ruinas de los Propileos. La Acrópolis (ciudad alta) fue un
ambicioso proyecto de Pericles. En ella estaban: el templo de Atenea Partenos o
Partenón; los Propileos o entrada ngnumental a la roca sagrada; el templo
Atenea Niké y el templo de Atenea
Polias o Erecteo.
22. Lean en pequeños grupos los capítulos I (La ciencia de lo que es en tanto que
algo es) y ll (La entidad, la unidad y sus clases. Los contrarios)
del Libro IV de la Metafísica donde Aristóteles expone una de las definiciones de la
filosofía.
1. ¿Cuál es la especificidad de la filosofia y qué la diferencia de las ciencias?
2. ¿Qué significa la expresión "ser en cuanto ser" o "ente en cuanto ente"?
3. La ética
4. Para Aristóteles, los actos del ser humano deben tender a un fin último o bien
supremo que es la felicidad (eudaimonía). Las características más
importantes de la felicidad son que la elegimos por ella misma y nunca por
otra cosa, y que consideramos a la felicidad como algo que se basta a sí
mismo y que incluye en sí todo lo deseable en la vida. Según Aristó-teles, la
felicidad es una actividad del alma de acuerdo con la virtud (areté) y se
alcanza en la vida contemplativa.
5. Aristóteles expuso estas ideas en la Ética nicomáquea, obra inconclusa que
recibió ese nombre porque su hijo Nicómaco se encargó de editarla.
Aristóteles escribió también otras dos éticas: la Ética eudemia (que toma su
nombre de su discípulo Eudemo de Rodas) y la Gran ética o Gran moral cuya
autenticidad todavía está en discusión.
6. "Si la felicidad es una actividad de acuerdo con la virtud, es razonable [que
sea una acti-vidad] de acuerdo con la virtud más excelente, y ésta será una
actividad de la parte mejor del hombre. Ya sea, pues, el intelecto ya otra cosa
lo que, por naturaleza, parece mandar y dirigir y poseer el conocimiento de los
objetos nobles y divinos, siendo esto mismo divino o la parte más divina que
hay en nosotros, su actividad de acuerdo a la virtud propia será la felicidad
perfecta. Y esta actividad es contemplativa. [...]
7. Tal vida, sin embargo, sería superior a la de un hombre, pues el hombre viviría
de esta manera no en cuanto hombre, sino en cuanto que hay algo divino en
él; y la actividad de esta parte divina del alma es superior al compuesto
humano. Si, pues, la mente es divina respecto del hombre, también la vida
según ella será divina respecto de la vida humana.
8. Pero no hemos de seguir los consejos de algunos que dicen que, siendo
hombres, debemos pensar solo humanamente y, siendo mortales, ocuparnos
solo de las cosas mortales, sino que debemos en la medida de lo posible,
inmortalizarnos y hacer todo esfuerzo para vivir de acuerdo con lo más
excelente que hay en nosotros; pues, aun cuando esta parte sea pequena en
volumen, sobrepasa a todas en poder y dignidad. Y parecería, también, que
todo hombre es esta parte, si, en verdad, ésta es la parte dominante y la
mejor; por consiguiente, sería absurdo que un hombre no eligiera su propia
vida, sino la de otro. Y lo que dijimos antes es apropiado también ahora: lo que
es propio de cada uno por naturaleza es lo mejor y lo mãs agradable para cada
uno. Así, para el hombre, lo será la vida conforme a la mente, si, en verdad, un
hombre es primariamente su mente. Y esta vida será también la más feliz."
9. Aristóteles, Ética nicomáquea, Planeta Agostini, Barcelona, 1995,
10. 1177а,12-18 у 1177b, 28-11780,9.
11. Las corrientes post-aristotélicas
12. Luego de Platón y Aristóteles, y de su significativa presencia, en los siglos de
la Antigüedad que siguieron, se desarrollaron básicamente las siguientes
corrientes: el epicureismo (Epicuro), el escepticismo (Carnéades), el
estoicismo (Séneca, Epicteto, Marco Aurelio) y el neoplatonismo (Plotino).
13. Epicuro
14. Epicuro nació en la isla de Samos a finales de 342 a.C. o a principios de 341
a.C. Como era hijo de ciudadanos atenienses, en 321 a.C. debió trasladarse a
Atenas para cumplir con el servicio militar. Se dirigió luego a Colofón donde
decidió continuar sus estudios de filosofía, y más tarde a Rodas. En 311 a.C.
se trasladó a Mitilene para ejercer como maestro público y luego a Lampsaco
donde consiguió formar un grupo de amigos en el que se contaban algunos de
sus más queridos discípulos. Finalmente, en 306 a.C. volvió a Atenas donde
fundó una escuela que recibió el nombre de "El Jardín" en la que pasó el resto
de su vida.
15. Epicuro murió en 270 a.C.
16. De Epicuro se han conservado su Testamento, cartas, entre las que se
destacan las Cartas a Heródoto (física), a Fitocles (meteorología) y a Meneceo
(cuestiones éticas y teológicas), las Máximas capitales, las Exhortaciones
(Gnomologio Vaticano) y fragmentos de obras y cartas como Sobre la
naturaleza.
17. *Sí, me enorgullezco de entender el carácter de Epicuro de un modo diferente
tal vez a como lo entiende todo el mundo, y de gozar de la antigüedad como de
una deleitosa tarde cada vez que leo u oigo algo de él. Veo su mirada vagar
sobre anchos mares blanquecinos, sobre los peñascos de la costa en que
descansa el sol, en tanto que los animales, chicos y grandes, se regocijan
bajo sus rayos, tan tranquilos y seguros de sí como aquella claridad y aquellos
18. ojos. Esta dicha sólo pudo ser inventada por alguien que padeciera sin cesar;
es la dicha de unos ojos que han visto apaciguarse bajo su mirada el mar de la
existencia, que no se hartan de contemplar la superficie de ese mar, su
epidermis multicolor, suave y agitada. Jamás hubo hasta entonces semejante
modestia en la voluptuosidad."
19. Friedrich Nietzsche, Epicuro, 545, Libro Primero de
20. La gaya ciencia.
21. Diógenes Laercio
22. Diógenes Laercio, escritor griego (Laertes, Cilicia, principios del siglo
23. Il), autor de la primera historia de la filosofía griega conocida más
comúnmente con el título de Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos
más ilustres (10 libros). En su obra sin par y a veces dudosa, nos ha dejado,
sin embargo, precisiones biográficas y bibliográficas, citas y textos de gran
valor, especialmente las famosas cartas de Epicuro.
24. La angustia de muerte
25. La obra de Epicuro se basa en la necesidad de combatir el miedo a la muerte,
mostrando cómo ésta se inserta en el ciclo natural de las cosas, ya que la
condición básica para disfrutar de una vida tranquila es aceptar los hechos
naturales tal como son. De esta manera, la muerte se concibe desprovista de
elementos sobrenaturales y terroríficos. Para eso, es necesario explicar el
universo con una teoría del conocimiento. Epicuro expuso sus ideas sobre la
realidad en una obra denominada Canon, de la que quedan unos pocos
fragmentos.
26. La búsqueda de la felicidad
27. Epicuro procura que el hombre sea feliz. Para eso, propone la filosofía como
remedio (phármakon) capaz de contrarrestar las cuatro causas que encadenan
al ser humano al sufri-miento: el temor a los dioses, a la muerte, al dolor y a
las ideas fasas sobre lo que constituye el bien. La filosofía es concebida como
buen juicio y se brinda a todos los seres humanos:
28. varones, mujeres, libres y esclavos.

El jardín de las delicias de Hieronymus


Bosch, llamado El Bosco.
La amistad
"La amistad recorre la tierra entera anunciándonos a todos que nos despertemos
para la felicidad."
Epicuro, Exhortaciones, 52.
El placer
"El placer es el principio y el fin de una vida feliz, porque lo hemos reconocido como
un bien primero y congénito, a partir del cual iniciamos cualquier elección o aversión
y a él nos referimos al juzgar los bienes según la norma del placer y del dolor."
Epicuro, Carta a Meneceo.
El hombre sólo puede ser feliz si es libre. La libertad, unida al conocimiento del
mundo natural, permite al hombre vivir sin estar sujeto al ciclo de la casualidad,
estableciendo a partir de sí la iniciativa de la acción. La formulación de estas ideas
se encuentra en la Carta a Meneceo.
Es fundamental aclarar el significado real de la muerte con ayuda de la filosofía. Cada
momento de vida es también un momento de muerte, y el de la muerte, es solamente
el último.
Una vez vencido el miedo a la muerte, es necesario liberar al ser humano de la
sujeción a la voluntad de los dioses, tarea que deberá desarrollar la física que explica
las causas de los fenómenos de la naturaleza.
Según Epicuro, el bien consiste en buscar el placer y huir del dolor. El más elevado
placer espiritual, el estado de mayor serenidad y plenitud es denominado ataraxia
(ausencia de turbación). Pero Epicuro no cree que esta paz del alma pueda
alcanzarse en soledad. Por eso, exhorta a meditar en compañía de un amigo. La
amistad (philía) proporciona al alma una paz tal que deja de ser un instrumento que
contribuye a la felicidad (eudaimonia) para convertirse en la felicidad misma.
Los cafés filosóficos
LOS CAFÉS FILOSÓFICOS O FILO-CAFÉS SURGIERON HACE MÁS DE DIEZ AÑOS EN
PARÍS.
EN ELLOS, SE DEVUELVE A LA FILOSOFÍA UNA DE SUS FUNCIONES ORIGINALES: LA
DEL LIBRE PENSAMIENTO REALIZADO POR CADA PERSONA EN DIÁLOGO CON
OTRAS, TAL COMO LO PRACTICABA SOCRATES CON SUS DISCÍPULOS.
ALUSUFIA
Y SOCIEDAD
Introducción
Existen ya más de ciento cincuenta cafés filosóficos diseminados a través de todo el
territorio galo donde se reúnen individuos de todas las edades y condición para
debatir sobre cuestiones como la existencia, el amor, la muerte, el deseo, la palabra,
el poder o la modernidad. En la institución filosófica, se ha desatado una agitada
polémica entre los profesores sobre la naturaleza de este fenómeno. Algunos
filósofos se han implicado en esta nueva práctica, participando activamente y
animándose a organizar este tipo de debates, pero la mayoría ha adoptado más bien
una actitud de distanciamiento, o ha preferido atacar duramente este tipo de
eventos. A estos profesores, el adjetivo "filosófico" les parece totalmente inapropiado
para un ejercicio que fundamentalmente sigue siendo una "charla de cafe".
Historia del café filosófico
El aspecto más impresionante de este fenómeno reside en su espontaneidad. Gracias
a los medios de comunicación, los cafés filosóficos se convirtieron rápidamente en
un fenómeno "de moda". En 1992, Marc Sautet, profesor de filosofia de la Universidad
de París, durante una entrevista en la radio, contó como algo anecdótico que se
reunía con unos amigos para filosofar cada domingo por la mañana en un café de la
plaza de la Bastilla. Cuál sería su sorpresa el domingo siguiente, cuando comprobó
cómo acudían numerosas personas, deseosas de participar en ese tipo de
discusiones informales. Semana tras semana, el número de asistentes iba en
aumento, por lo que se hizo necesario buscar algunas reglas básicas de
funcionamiento. El café filosófico había nacido.
Desde 1995, otras dos o tres experiencias vieron la luz en la capital francesa. Fue
entonces cuando la prensa comenzó a prestar atención al fenómeno. [...]
Espíritu y funcionamiento del café filosófico
[...] Sea cuál sea la cuestión elegida como tema central para cada uno de estos
debates
determinado por el animador o por la mayoría del grupo —, cada persona lo tratará a
su manera, según sus capacidades. [...) Sin embargo, el hecho de esperar el turno de
palabra, de respetar la palabra de los otros, de escuchar la opinión de otra persona
hasta el final, incluso si ésta nos molesta — pero sobre todo si ésta nos molesta,
provocará definitivamente efectos particulares en los participantes.
[...] Existe un punto de partida en todo este asunto que nos remite a Sócrates, a su
comportamiento y a su concepción de la mayéutica. La hipótesis de base de la que se
parte es la creencia de que el espíritu humano es algo fundamentalmente creativo;
que nuestra alma es una "chispa divina" que está
"preñada" de unas ideas que habrá que "dar a luz" para que adquieran una "forma"
determinada. El factor principal que permite "dar a luz" a estas ideas se encuentra
principalmente en la conmoción que nos genera la palabra del otro. ....
A esta visión de las cosas se opone la concepción aristotélica de la tábula rasa. Si
como dice el estagirica, la mente es una tabla sobre la que se inscriben los
pensamientos, entonces estos no surgen mediante un proceso de creación intrinseco,
sino que provienen del exterior.
Diferentes modalidades de cafés filosóficos
[...] Han aparecido también talleres, que se celebran en un café, o una biblicteca, o
una sala común, o en otros entornos. Ciertos talleres trabajan con textos de autores
como un pretexto para que surjan diversas problemáticas. El animador deberá aquí
añadir a su conocimiento del texto en cuestión, un sentido
especial de ese arte socrático en la formulación de las preguntas que posibilie el
trabajo en grupo. Otros talleres utilizan el principio del "arte de preguntarse
mutuamente" entre los participantes con el fin de profundizar en un tema dado. Cada
uno de los participantes propone una serie de preguntas, iniciándose ellos mismos en
la función animadora de la práctica mayéutica.
Otras propuestas consisten en solicitar a los participantes la preparación de una
pequeña introducción para el debate posterior con el fin de que trabajen un poco el
tema a tratar y con el objeto de contar desde el principio con un número mínimo de
conceptos clave.
Ciertas variantes más particulares del café filosófico utilizan el recurso de una
película con el propósito
1. Describan brevemente en qué consiste un café filosófico.
2. ¿Cuáles fueron las reacciones del mundo académico-filosófico ante su
aparición?
3. ¿En qué basan su principio de funcionamiento? ¿Qué concepciones de la
filosofía menciona el autor respecto de la actividad filosófica en este artículo?
4. ¿Qué modalidades tienen los cafés filosóficos?
5. ¿Qué opinan ustedes de la experiencia de los cafés
de generar un debate. Y lo mismo puede organizarse en un teatro, después de una
obra teatral, en la que el director de escena y los actores sean invitados a participar
en un debate. O incluso con personas invitadas que intentarán, desde su ámbito
profesional específico, como el de la justicia, el arte o la enseñanza, iniciar un debate
filosófico con los participantes.
Oscar Brenifier, académico, coordina cafés filosóficos en
Francia, y es autor de libros de divulgación filosófica para niños y jóvenes. Es director
de la revista L'Agora sobre didáctica de la filosofía. Traducción de Gabriel Arnaiz. El
artículo completo puede consultarse en: http://alcofrib.club.fr/artetrangers/
espagnol/artetranger_esp_los_caf.htm (1/12/2005).
filosóficos? ¿Participarían en ellos? ¿Coordinarian espacios de debate como éstos?
¿Por qué?
32. En la Argentina, los cafés filosóficos también favorecieron nuevas experiencias:
las del Talktime o discusión pero en un idioma extranjero (www.talktime.com. ar). A
través de Internet, averigüen las actividades de los cafés filosóficos y de los
Talktime. Asistan a uno y expongan a los compañeros su experiencia.
A MODO DE SINTESIS
• La filosofía surgió en la Grecia del siglo IV a.C. con el
"filósofo" como aquel que ama la sabiduría, busca la verdad y pretende explicar la
totalidad o el origen de las cosas, de los seres humanos y del mundo. Sócrates,
Platón y Aristó-teles, filósofos de esa época, dejaron huellas decisivas en el
pensamiento filosófico posterior.
I La filosofía problematiza la realidad, es decir, formula
"problemas"; desnaturaliza el mundo, lo redescubre y lo vuelve a nombrar con nuevas
palabras y conceptos; emplea un lenguaje abstracto; y ha mantenido una relación
estrecha con el poder en cada época socio-histórica.
I La filosofía suele ser clasificada en antigua, medieval, moderna y contemporánea;
también puede hablarse de una filosofía posmoderna.
I Muchos estudiosos señalan en el origen de la filosofia un salto cualitativo entre
mitos (relato a partir de imágenes simbólicas) y logos (discurso argumentativo
racional). Otros cuestionan esta distinción y subrayan la subsistencia de mitos en la
filosofía.
Los pensadores presocráticos elaboraron explicaciones sobre el origen (arkhé) o
fundamento de la realidad. Entre otros figuran los milesios como Tales (agua),
Anaximan-dro (ápeiron) y Anaxímenes (aire); Jenófanes (divinidad);
Heráclito (fuego); los eléatas Parménides y Zenón; Pitágoras (mistica de los
números); Empédocles; Anaxágoras; y los atomistas Leucipo y Demócrito.
• Los sofistas surgieron en el siglo Va.C. (siglo de Pericles)
como maestros del discurso y de la verdad al mejor postor.
En oposición a ellos aparecieron los filósofos. Entre otros sofistas se destacan
Gorgias, Hipias, Protágoras y Sócrates.
I Platón y Aristóteles crearon los dos sistemas filosóficos de mayor envergadura de la
Antigüedad. Platón se basó en el concepto de eidos, idea o forma que estableció una
dualidad en la realidad entre el mundo de las ideas (inteligible) y el mundo de las
apariencias o copias (sensible). Aristóteles se basó en la ousia, sustancia o entidad
que encontraba su principio de existencia en sí misma.
• Las corrientes post-aristotélicas más importantes de la filosofia antigua fueron el
epicureísmo, el escepticismo, el estoicismo y el neoplatonismo.
ACTIVIDADES DE INTEGRACIÓN
El mundo de Sofía
Tinta fresca ediciones s. A.
Escena de la película El mundo de Sofia (2000) dirigida por Erik Gustavson, basada en
el libro de
Jostein Gaarder.
En 1991, el profesor de filosofía noruego Jostein Gaarder (1952) publicó El mundo de
Sofía.
Novela sobre la historia de la filosofia, en la que presenta, desde el género literario y
con las caracteris-ticas de una novela de suspenso, una historia de la filosofía para
adolescentes. El libro fue un best-seller y recorrió el mundo traducido a cuarenta y
cuatro idiomas. En 1999, el director noruego Erik Gustavson filmó una película
basada en el libro, con guión del autor y con el mismo título, y una miniserie para
televisión.
La protagonista de la novela es Sofía Amundsen, una adolescente que vive con su
madre en Oslo.
Su padre es el capitán de un gran petrolero y está ausente gran parte del año. Sofia
siempre esperaba ansiosamente cartas de su padre hasta que un día recibió un
misterioso sobre que solo contenía una pregunta: "¿Quién eres?" y luego otro con la
pregunta: "¿De dónde viene el mundo?". No traían ni saludos ni remitente, solo esas
preguntas escritas a mano con grandes signos de interrogación, lo cual le resultó
sumamente extraño. Al poco tiempo, recibió otro sobre en cuyo dorso se leía: "Curso
de filosofía. Trátese con mucho cuidado". En el sobre había tres hojas grandes
escritas a máquina y unidas con un clip. Lo que sigue, es un fragmento de esas hojas.
"¡Qué es lo más importante en la vida? Si preguntamos a una persona que se
encuentra en el límite del hambre, la respuesta será comida. Si dirigimos la misma
pregunta a alguien que tiene frío, la respuesta será calor. Y si preguntamos a una
persona que se siente sola, la respuesta será estar con otras personas.
Pero con todas esas necesidades cubiertas, ¿hay todavía algo que todo el mundo
necesite? Los filósofos opinan que sí. Opinan que el ser humano no vive solo de pan.
[...] Necesitamos encontrar una respuesta a quiénes somos y por qué vivimos.
[...] La mejor manera de aproximarse a la filosofía es plantear algunas preguntas
filosóficas:
¿Cómo se creó el mundo? Existe alguna voluntad o intención detrás de lo que
sucede? ¿Hay otra vida después de la muerte? ¿Cómo podemos solucionar problemas
de este tipo? Y, ante todo
¿cómo debemos vivir?
En todas las épocas, los seres humanos se han hecho preguntas de este tipo. No se
conoce ninguna cultura que no se haya preocupado por saber quiénes son los seres
humanos y de dónde procede el mundo.
ACTIVIDADES DE INTEGRACIÓN
En realidad, no son tantas las preguntas filosóficas que podemos hacernos. Ya hemos
formulado algunas de las más importantes. No obstante, la historia nos muestra
muchas respuestas diferentes a cada una de las preguntas que nos hemos hecho.
Vemos, pues, que resulta más fácil hacerse preguntas filosóficas que contestarlas.
[...] Uno de los viejos filósofos griegos que vivió hace más de dos mil años pensaba
que la filoso-fia surgió debido al asombro de los seres humanos. Al ser humano le
parece tan extraño existir que las preguntas filosóficas surgen por sí solas, opinaba
él.
Es como cuando contemplamos juegos de magia: no entendemos cómo puede haber
ocurrido lo que hemos visto. Y entonces nos preguntamos justamente eso: ¿cómo ha
podido convertir el prestidigitador un par de pañuelos de seda blanca en un conejo
vivo?
A muchas personas, el mundo les resulta tan inconcebible como cuando el
prestidigitador saca un conejo de ese sombrero de copa que hace un momento
estaba completamente vacío.
En cuanto al conejo, entendemos que el prestidigitador tiene que habernos engañado.
Lo que nos gustaría desvelar es cómo ha conseguido engañarnos. Tratándose del
mundo, todo es un poco diferente. Sabemos que el mundo no es trampa ni engaño,
pues nosotros mismos andamos por la Tierra formando una parte del mismo. En
realidad, nosotros somos el conejo blanco que se saca del sombrero de copa. La
diferencia entre nosotros y el conejo blanco es simplemente que el conejo no tiene
sensación de participar en un juego de magia. Nosotros somos distintos. Pensamos
que participamos en algo misterioso y nos gustaría desvelar ese misterio.
P.D. En cuanto al conejo blanco, quizás convenga compararlo con el universo entero.
Los que vivimos aquí somos unos bichos minúsculos que vivimos muy dentro de la
piel del conejo. Pero los filósofos intentan subirse por encima de uno de los finos
pelillos para mirar a los ojos al gran presti-digitador.
[...] ¿Dije ya que lo único que necesitamos para ser buenos filósofos es la capacidad
de asom-bro? Si no lo dije, lo digo ahora: LO ÚNICO QUE NECESITAMOS PARA SER
BUENOS FILÓSOFOS ES LA CAPACIDAD DE ASOMBRO.
Todos los niños pequeños tienen esa capacidad. No faltaría más. Tras unos cuantos
meses, salen a una realidad totalmente nueva. Pero conforme van creciendo, esa
capacidad de asombro parece ir disminuyendo. ¿A qué se debe? ¿Conoce Sofía
Amundsen la respuesta a esta pregunta?
Veamos: si un recién nacido pudiera hablar, seguramente diría algo de ese extraño
mundo al que ha llegado. Porque, aunque el niño no sabe hablar, vemos cómo señala
las cosas de su alrededor y cómo intenta agarrar con curiosidad las cosas de la
habitación.
Cuando empieza a hablar, el niño se para y grita 'guau'" guau cada vez que ve un
perro. Vemos cómo da saltos en su cochecito, agitando los brazos y gritando guau,
guau, guau, guau. Los que ya tenemos algunos años a lo mejor nos sentimos un poco
agobiados por el entusiasmo del niño. 'Sí, sí, es un guau, guau', decimos, muy
conocedores del mundo, 'tienes que estarte quietecito en el coche.
No sentimos el mismo entusiasmo. Hemos visto perros antes.
Quizás se repita este episodio de gran entusiasmo unas doscientas veces, antes de
que el niño pueda ver pasar un perro sili perder los estribos. O un elefante o un
hipopótamo. Pero antes de que el niño haya aprendido a hablar bien, y mucho antes
de que aprenda a pensar filosóficamente, el mundo se ha convertido para él en algo
habitual.

¡Una pena, digo yo!


[.] Es como si durante el crecimiento perdiéramos la capacidad de dejarnos
sorprender por el mundo. En ese caso, perdemos algo esencial, algo que los filósofos
intentan volver a despertar en nosotros. Porque hay algo dentro de nosotros mismos
que nos dice que la vida en sí es un gran enigma. Es algo que hemos sentido incluso
antes de aprender a pensarlo.
Puntualizo: aunque las cuestiones filosóficas conciernen a todo el mundo, no todo el
mundo se convierte en filósofo. Por diversas razones, la mayoría se aferra tanto a lo
cotidiano que el propio asombro por la vida queda relegado a un segundo plano. (Se
adentran en la piel del conejo, se acomodan y se quedan allí por el resto de su vida.)
Para los niños, el mundo -
-y todo lo que hay en él— es algo nuevo, algo que provoca su
asombro. No es así para todos los adultos. La mayor parte de los adultos ve el mundo
como algo muy normal.
Precisamente en este punto los filósofos constituyen una honrosa excepción. Un
filósofo jamás ha sabido habituarse del todo al mundo. Para él o ella, el mundo sigue
siendo algo des-mesurado, incluso algo enigmático y misterioso. Por lo tanto, los
filósofos y los niños pequeños tienen en común esa importante capacidad. Se podría
decir que un filósofo sigue siendo tan susceptible como un niño pequeño durante toda
la vida.
De modo que puedes elegir, querida Sofía. ¿Eres una niña pequeña que aún no ha
llegado a ser la perfecta conocedora del mundo? O eres una filósofa que puede jurar
que jamás lo llegará a conocer?
Si simplemente niegas con la cabeza y no te reconoces ni en el niño ni en el filósofo,
es porque tú también te has habituado tanto al mundo que te ha dejado de asombrar.
En ese caso corres peligro. Por esa razón recibes este curso de filosofía, es decir,
para asegurarnos. No quiero que tú justamente estés entre los indolentes e
indiferentes. Quiero que vivas una vida despierta."
Jostein Gaarder, El mundo de Sofía. Novela sobre la historia de la filosofía, Madrid,
Siruela,
1995. pp. 13-21.
RECOMENDACIONES
PELÍCULAS
I El mundo de Sofía, (2000), dirigida por Erik Gustavson.
LIBROS
El mundo de Sofía
AUTOR: Jostein Gaarder
I Troya (2004), dirigida por Wolfgang Tan locos como sabios
AUTOR: Roger-Pol Droit y Jean
o Las alas del deseo (1987), dirigida por Wim Wenders.
o El efecto mariposa (2004), dirigida por Eric Bress y Mackye Gruber.
Philippe De Tonnac,
Ideas robadas y Para seguir pensando.
AUTORA: Esther Díaz
•¿Viviro sobrevivir?
AUTOR: Adrián Melo
I La lliada y La Odisea
AUTOR: Homero
I "Las ruinas circulares" en Ficciones
AUTOR: Jorge Luis Borges
32 a. ¿Cuáles son algunas de las preguntas básicas de la filosofía según el autor de
las misteriosas cartas?
¿Qué otras se les ocurren a ustedes?
¿Qué contestarian ustedes a esas preguntas?
1. Comparen esas preguntas con las que se hicieron los filósofos presocráticos,
Platón y Aristóteles y las respuestas que propusieron.
2. ¡Cómo interpretarían la comparación con el conejo que sale de la galera? ¿Y
cómo a quienes trepan a la punta de los pelitos?
3. ¿Qué significa en este texto
"capacidad de asombro"?
e. Expliquen el paralelismo entre los niños y los filósofos.
INTERNET
Oscar Brenifier: http://alcofrib.club.fr
|I LAgora: www.crdp-montpellier.
:fr/ressources/agora/index.html
www.crdp-montpellier.fr/
ressources/agora/index.html (en francés)
| www.talktime.comar
| Roxana Kreimer:
http://www.filosofiaparalavida.com.
ar/cafefilosofico.htm
I Silvana Vignale y Mariana Alvarado:
http://www.unb.br
FILOSOFIA
33
Enigma de la Esfinge: Solución de Edipo al
"Existe enigma:
sobre la tierra un ser que "Escucha, aun cuando no
se quieras,
mueve en cuatro patas por musa de mal agüero de los
la
mañana, camina erguido muertos, mi voz, que es el
en sus fin
dos pies al mediodía y de tu locura. Te has
utiliza tres referido al
pies al atardecer. Es el hombre, que, cuando se
único que arrastra
cambia de aspecto de por tierra, al principio,
cuantos nace
seres se mueven por del vientre de la madre
tierra, por como
el aire o en el mar. Pero, indefenso cuadrúpedo y, al
cuando ser
anda apoyado en más viejo, apoya su bastón
pies, como un
entonces la movilidad de tercer pie, cargando el
sus cuello
miembros es mucho más doblado por la vejez".
débil".
CONTENIDOS
1 Concepciones tradicionales
sobre el ser humano
Unidad y dualidad. Esencia y existencia
1 La trascendencia y la pregunta por el absoluto
• La concepción del ser humano en el debate contemporáneo
Sófocles, Edipo rey.
2 EL ROBLEO ANTRORALGICO
Sófocles, poeta trágico griego (495-406 a.C.).
Solo se conservan siete de sus obras:
Edipo rey, Antígono, Electra, Áyax, Las Tra-quinias, Filoctetes y Edipo en Colona. En
ellas, el héroe se enfrenta a los dictados de los dioses, aceptando la victoria del
destino guiado por éstos.
El ser humano y el problema de la existencia
En su relato La muerte de Ivan Ilich, el escritor ruso León Tolstoi narra los últimos
días de un viejo fiscal que, en su agonía, hace un repaso de su vida. Ivan Ilich
recuerda sus estudios en la Escuela de Jurisprudencia, sus esfuerzos por ascender
socialmente y llegar al cargo de fiscal; las horas que perdió angustiado por problemas
de dinero o en reuniones hipócritas;
la rutina del trabajo diario en el tribunal; la manera en que el amor por su mujer se
transformó en discusiones, hastío y desilusión; la indiferencia de sus hijos. Ivan Ilich
se da cuenta de que, cuanto más avanzaba en su carrera y más rico se hacía, menos
sentido tenía su vida, y de que se encontraba con la gente más por interés que por
amistad o afecto.
Para encontrarle un sentido a su vida debe remontarse al pasado, a las caricias de su
madre, a sus juegos de infancia, a sus amigos de la niñez y la adolescencia.
En los momentos de crisis, en las situaciones límite, de enfermedad, de ruptura
amorosa o de pérdida de seres queridos, los seres humanos solemos preguntarnos
sobre el sentido de la vida y la muerte, sobre la relación con los demás y con el
mundo. La antropología filosófica es una rama de la filosofía que se pregunta: ¿qué es
el hombre? ¿De dónde pro-viene? ¿Cómo comenzó el mundo? ¿Qué lugar ocupa el
hombre temporal y espacialmente en la inmensidad del universo? La palabra
antropología proviene etimológicamente de los términos griegos anthropos, que
significa hombre o ser humano y logos que quiere decii conocimiento. De manera que,
la antropología filosófica se ocupa del conocimiento del ser humano y de todo lo
referente a él.
Muchas personas se plantean lo mismo que Ivan Ilich, sobre todo, en momentos cri-
ticos. Además, esas cuestiones han sido tratadas por diversos filósofos a lo largo del
EL PROBLEMA ANTROPOLÓGICO
Toda la vida en un instante
El poeta Ramón Sampedro (1943-1998)
sufrió a los veinticinco años un accidente en el mar que lo dejó parapléjico. En uno de
sus escritos, recuerda el accidente y lo que sintió en ese momento. Mientras se
ahogaba hizo un repaso de su vida y de lo que le resultaba significativo de ella:
"Dicen, a veces, que cuando las personas sienten que van a morir les pasa por la
cabeza como una película a toda velocidad todo lo acontecido, todo aquello que les
ha marcado para siempre...
Yo era marino mercante y las primeras imágenes que llenaron mis recuerdos fueron
las de los puertos que había recorrido. Y la figura que destacaba por encima de todas
ellas era la de una mujer a la que había hecho el amor. Entre tocar fondo y llegar a la
superficie pasaron treinta segundos.
Y un minuto y medio fue el tiempo que transcurrió en la superficie expulsando lenta,
muy lentamente, el aire acumulado en los pulmones. En aquel instante —yo no
Edipo y la Esfinge, Jean-Auguste-Dominique
Ingres (1780-1867).
lo sabía, pero dicen que la persona que se ahoga después de expulsar todo el aire de
los pulmones, tiene una muerte instantánea, muy dulce— [...]. Y de repente
aparecieron los puertos de Holanda, Maracaibo, Nueva York, y se fundieron,
dolorosamente, las mujeres que había amado, y surgieron los recuerdos de mi
infancia. Aquellos que habían contribuido a hacerme hombre. ¿Hombre? —me
pregunto ahora, pero ahora han pasado veintisiete años—. Aparecieron los verdes de
mi tierra, las vaquiñas mansas, el rostro tan dulce de mi madre, la autoridad paterna
y la ternura de mi tía y de mi abuela. Recordé su paciencia, sus caricias, y también
apareció el rostro de aquel profesor que en la escuela nos pegaba.
No hay palabras para definir todas las imágenes que recorrieron mi mente en aquel
minuto y medio. [...] No sé a qué se deberá esa extraña sensación, quizá al deseo de
la materia de volver siempre al principio".
Ramón Sampedro, Cartas desde el infierno,
Planeta, Buenos Aires, 2005.
1. Reconstruyan la historia de Edipo a partir de la obra Edipo rey de Sófocles.
1. ¿Qué importancia tiene en la historia la resolución del enigma de la Esfinge?
2. ¿Cómo ejemplifica la historia de Edipo el concepto de moira (destino)?
2. En grupo, vean la película El ciudadano de Orson Welles y respondan a las
siguientes preguntas.
1. ¿En qué piensa el protagonista antes de morir?
2. ¿Qué significa la palabra Rosebud?
3. ¿Dónde encuentra Kane un sentido a su vida?
3. ¿Qué momentos de su vida recuerdan ustedes como significativos, como llenos de
sentido?
¿Porqué?
1. Estatua en bronce de Zeus (460 a.C.)
2. que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, en Grecia.
3. En el museo del Vaticano se expone una reproduccion de la estatua de Atenea
en la que se ha completado la decoración en color que según referencias,
tenía la escultura en el momento de su creación.
La policromía de las esculturas griegas desapareció con el tiempo y por eso aparecen
totalmente blancas como no fueron concebidas por sus creadores.
35
Mitos sobre la creación del universo y del hombre
Los mitos y las religiones de todas las civilizaciones se preguntaron sobre el origen
del hombre y del mundo. Según la mitología griega, en un comienzo existía la
Abertura, un vacío negro en el que nada se podía distinguir y que se llamaba Caos.
Luego apareció la Tierra, a la que los griegos llamaban Gea. La Tierra no era un
espacio oscuro como el Caos sino que tenía una forma. La Tierra era aquello sobre lo
que los dioses, los hombres y las bestias podían marchar con seguridad.
Nacido del Caos, el mundo tiene ahora un piso. Después de Caos y Gea aparece Eros,
el amor primordial. Y Tierra da a luz a dos seres muy importantes: Urano, el Cielo y
sus estrellas y Ponto, el agua.
El mundo se construye entonces a partir de tres entes: Caos, Gea y Eros, y dos
entidades paridas por Tierra, que las saca de sus profundidades, de su interior y las
expulsa al exterior: Urano (el cielo) y Ponto (el agua).
Más tarde, Urano y Tierra conciben a varios hijos, los Titanes, que no pueden salir de
las profundidades de la Tierra porque el Cielo que está sobre ella la cubre
completamente. Una vez, Cronos, uno de los Titanes que está dentro de ella y no
puede ver la luz, castra a Urano. En el momento de la castración, Urano grita, se
aparta de Gea y se lanza a lo más alto del mundo, desde donde jamás regresará.
Como Urano tiene el mismo tamaño de Gea, de cualquier lugar del mundo desde
donde se alce la vista, se encontrará un pedazo equivalente de cielo.
La separación de Cielo y Tierra crea el espacio libre permitiendo el nacimiento de los
seres vivos, que tendrán un lugar donde respirar y vivir.
Los dioses son los descendientes de los Titanes, por lo tanto, de Cielo y Tierra. Es
posible que los hombres nacieran de Tierra. En los primeros tiempos de Zeus —dios
que reinó sobre todos los dioses, matando al resto de los Titanes-, los hombres eran
siempre jóvenes, no conocían el nacimiento ni la muerte, y convivían con los dioses.
Después de miles de años, tal como habían aparecido, los hombres se dormían y
desaparecían. Los hombres no necesitaban trabajar, todos los alimentos y las
riquezas estaban a su disposición.
Sin embargo, los dioses separaron los entes creados, y entonces, de los
descendientes de la Noche nacieron todos los males, la muerte, el asesinato, la
mentira. Zeus reservó los males del mundo para los mortales. Solo los dioses estaban
exentos de desdichas y muerte. Los dioses ocultaban lo que hace vivir a los hombres.
11.72:
El ser humano en la Antigüedad
Platón: dualidad y trascendencia
Los primeros hombres que filosofaron en Mileto, llamados filósofos de la naturale-za,
en el siglo VII a.C., se preguntaban por el ser y el origen de las cosas. Para ellos,
había una materia primaria o elemento de la naturaleza que había existido siempre y
que estaba en todas las cosas y era el origen de todo lo creado.
Para Tales de Mileto, ese elemento era el agua; para Anaxímenes era el aire; y para
Anaximandro el origen de todas las cosas era el apeiron o "lo indefinido", una
sustancia que no se podía definir tan claramente como el aire o el agua.
Estos filósofos coinciden con Platón en que hay una "esencia" en las cosas. Así, para
Platón esa esencia era eterna y divina, la del Mundo de las Formas o de las Ideas, una
Idea de Hombre que era el origen del ser humano sensible.
Platón inaugura además, la dualidad del hombre: estar dividido en cuerpo y alma. En
Fedón, Platón relata la reacción de Sócrates cuando se lo condena a beber la cicuta,
Sócrates dice que al verdadero filósofo no le interesan —e incluso desprecia —
placeres como las comi-das, las bebidas, el sexo, la adquisición de vestidos
elegantes y todo aquello que sirve para satisfacer las necesidades o embellecer el
cuerpo.
Según Sócrates, la muerte permite que el alma se libere de la prisión del cuerpo. En
ese sentido, el filósofo ansía la muerte para que el alma pueda volver al Mundo Eterno
y Divino de las Ideas.
Platón usa a su personaje Sócrates para exponer su pensamiento. Para Platón, la
Idea de hombre era más real que la del ser humano sensible, de carne y hueso que
camina sobre la tierra. Por eso, se dice que Platón era esencialista. Para él, el alma
es de origen divino y deberá reencarnarse hasta su purificación; solo entonces se
librará de la cárcel del cuerpo.
El cuerpo, para Platón, es una carga de la cual hay que liberarse.
Aristóteles: unidad e inmanencia
Por el contrario, para Aristóteles, discípulo de Platón, el ser humano, la cosa
sensible, llamada sustancia primera (ousía) era real, tenía el estatus más alto de
ontología. Esta sustancia está compuesta de cuerpo (materia) y alma (forma),
ninguno puede existir sin el otro. Por eso se dice que su concepción es inmanentista.
Anstôteles, además, definía al hombre como animal político (zoon politikón). El
término política deriva del griego polis, que significa ciudad. En Grecia, cada ciudad
era independiente de las demás, tenía su propio gobierno y organización. Cada ciudad
constituía lo que hoy llamaríamos un Estado. De manera que el hombre, el ser
humano, se diferenciaba del resto de los animales porque era capaz de discutir y
resolver los asuntos de la ciudad, para el bien común.
Pero en la Grecia antigua, no todas las personas podían reunirse en el ágora o plaza
pública para tratar asuntos políticos, solo podían hacerlo los ciudadanos que tenían
estatus social y riqueza. Los esclavos, las mujeres y los extranjeros no podían
participar en política y debían ocuparse de los asuntos domésticos. Por lo tanto, ellos
no accedían al estatus de seres huma-nos. En esa época y para Aristóteles, la
esclavitud era considerada natural y los esclavos eran como animales o cosas,
propiedades vivientes a la manera de instrumentos útiles.
La escuela de Atenas de Rafael
Sanzio (pintor renacentista,
1483-1520). En la pintura están representadas varias figuras
paradigmáticas de la Antigüedad.
En el centro, Platón señala el cielo, el Mundo de las Ideas que, para el filósofo,
constituye la esencia y el fundamento de la realidad.
En cambio, Aristóteles señala hacia abajo, porque para él, el fundamento está en las
cosas sensibles de la Tierra.
Un ejemplo del siglo XX que ilustra la concepción aristotélica es la novela Doña Flor y
sus dos maridos (1966) del escritor brasileño Jorge Amado que trata sobre la batalla
librada en el corazón y el cuerpo de la protagonista, podría decirse entre la materia o
cuerpo y el espíritu o alma. El primer marido de doña Flor, el mujeriego, bebedor y
jugador Vadinho muere un día de carnaval de tanto bailar y beber cachaça. Aunque
Vadinho aseguraba una mala vida a doña Flor, ella era muy feliz cuando hacían el
amor. Doña Flor vuelve a casarse.
Su segundo marido es un hombre decente, el farmaceútico don Teodoro, que aunque
le aseguraba una vida muy tranquila y cariñosa, no era tan apasionado como había
sido Vadinho.
Vadinho se le aparece como fantasma a doña Flor y la ama apasionada y
corporalmente como siempre. Entonces, doña Flor toma la decisión de quedarse con
sus dos maridos, el vivo y el muerto. Podría interpretarse que la concepción de la vida
que encarna doña Flor es aristotélica: ella elige, para sentirse totalmente mujer,
tanto lo que pide su cuerpo como lo que pide su alma.
Escena de la pelicula Doña Flor y sus dos maridos (1976), protagonizada por Sonia
Braga y José Wilker, dirigida por Bruno Barreto.
38
El queso y los gusanos. El origen del mundo según un molinero del siglo XVI En su
libro, El queso y los gusanos, el historiador Carlo Ginzburg relata la historia de un
molinero friulano (actualmente norte de lItalia) Domenico Scandella, llamado también
Menocchio, que fue condenado a la hoguera acusado de herejía por su cosmovisión
del mundo. Para Menocchio, Dios al principio era imperfecto y existía
Junto al caos y después se fue volviendo perfecto. Luego, creó a los ángeles a partir
de la más perfecta sustancia, a semejanza de un queso en el que se producen
gusanos. Así también, de las partes más imperfectas de esa sustancia, de las larvas,
se Iban creando los hombres. Después,
EL PROBLEMA ANTROPOLÓGICO
Dios utilizó a los ángeles para crear al resto del mundo. Y así como los patrones
utilizan operarios para hacer las cosas y después dicen haberlo hecho ellos, así Dios
dijo haber creado el mundo por más que se sirvió de los ángeles. Menocchio había
leído versiones profanas de la Biblia y otros libros y según la manera en que vivía y
producía queso y otros alimentos y la forma en que veía que se conducían los seres
humanos elaboró su teoría. Pero, su cultura se contraponía con la de la Iglesia
Católica. En general, las culturas populares son acalladas por las culturas
hegemónicas, o sea dominantes en determinado período y lugar.
La vida y la muerte: dos concepciones
Sócrates (470-399 a.C.), maestro de Platón, fue condenado a muerte, acusado de
pervertir con sus ideas a los jóvenes. Antes de beber la cicuta pronunció estas
palabras ante sus acusadores y amigos:
"La muerte es una de estas dos cosas: o bien el que está muerto no es nada ni tiene
sensación de nada, o bien, según se dice, la muerte es precisamente una
transformación, un cambio de morada para el alma de aquí a otro lugar. Si es una
ausencia de sensación y un sueño, como cuando se duerme sin soñar, la muerte sería
una ganancia maravillosa... Pero es ya hora de marcharnos, yo a morir, vosotros a
vivir. Quién de nosotros se dirige a una situación mejor es algo oculto para todos,
excepto para el dios".
Para Epicuro (341-270 a.C.), el fin del hombre era el placer y la vida feliz. No había
que temer a la muerte porque la muerte era ausencia de sensación. Él escribió que
"La muerte no es real ni para los vivos ni para los muertos, ya que está lejos de los
primeros y, cuando se acerca a los segundos, éstos han desaparecido ya. A pesar de
ello, la mayoría de la gente unas veces rehúye de la muerte viéndola como el mayor
de los males, y otros la invocan para remedio de las desgracias de la vida.
El sabio, por su parte, ni desea la vida ni rehúye el dejarla, porque para él vivir no es
un mal, ni considera que lo sea la muerte. Y así como de entre los alimentos no
escoge los más abundan-tes, sino los más agradables, del mismo modo disfruta no
del tiempo más largo, sino del más intenso en placer". Según las anécdotas,
momentos antes de morir de una indigestión, Epicuro se sumergió en un baño de agua
caliente y bebió una copa de vino puro, disfrutando así hasta del último momento de
su vida.
La muerte de Sócrates de Jacques Louis
David, 1787.
Epicuro y su escuela
En Atenas, Epicuro fundó su escuela, llamada el Jardín porque ese era el lugar
favorito de encuentro de sus miembros. Este nombre enlazaba con la enseñanza
epicúrea según la cual el sabio ha de amar el campo y la naturaleza.
El ser humano en la tradición judeo-cristiana
Para la concepción judeo-cristiana, expresada en la Biblia (vocablo que significa "los
libros" y que abarca el Antiguo y el Nuevo Testamento), Dios existió siempre y creó el
Cielo y la Tierra, el universo y los seres vivos. Los hombres fueron creados a imagen y
semejanza de Dios. El primer hombre y la primera mujer, creada a partir de una
costilla del hombre, fueron
Adán y Eva y habitaron el Paraíso llamado Edén junto con el Creador.
Sin embargo, los primeros seres no respetaron la prohibición de Dios de comer de un
árbol del Edén que contenía la Ciencia del Bien y del Mal. Desobedecer a Dios es
pecado y por eso Adán y Eva sufrieron la "caída", es decir, la pérdida del paraíso, la
inmortalidad y la gracia divina.
En la doctrina cristiana, los seres humanos recuperan la inmortalidad del alma
gracias al sacrificio de Jesucristo que murió en la tierra. A partir de entonces, el ser
humano está conformado por un cuerpo mortal y un alma inmortal. Para la tradición
judeo-cristiana, el cuerpo era el lugar del pecado; sobre todo en la Edad Media, se
consideraba que los placeres corporales ofendían particularmenté a Dios. Pero, a
diferencia de la tradición greco-latina, hay una concepción monista — de "mono", uno
— de la naturaleza humana, no dualista.
Cuerpo y alma no son dos sustancias yuxtapuestas sino que constituyen una realidad
úni-ca. El alma no puede existir sin el cuerpo y el cuerpo no puede vivir sin el alma.
Cuando el hombre muere, el alma se separa del cuerpo; pero esa existencia es
transitoria y antinatural.
Para el cristianismo, el alma volverá a su estado natural de unidad con el cuerpo en
la resurrección de la vida futura. La resurrección es tanto del cuerpo como del alma.
Adán y Eva expulsados del Paraíso (1426), del pintor renacentista Masaccio (1401-
1428). Adán y Eva después de haber comido la fruta del árbol prohibido, es decir,
después de haber pecado y perdido la inmortalidad y la gracia de Dios.
Mark Twain era el seudónimo del escritor y humorista estadounidense Samuel
Langhorne Clemens. Fue autor de Las aventuras de Tom Sawyer (1876), Príncipe y
mendigo (1882) y Las aventuras de Huckleberry Finn (1884), entre otros.
40
Uno de los pensadores cristianos más importantes de la Edad Media, considerado uno
de los Padres de la Iglesia Cristiana, fue San Agustín (354-430). El postulaba que
Aristóteles y toda la filosofía antigua habían cometido un error fundamental: exaltar
el poder de la razón como el supremo poder del hombre. Pero, la razón, por sí sola, no
conduce al camino de la verdad, la luz y la sabiduría; sino que precisa de la fe.
Para San Agustín, el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios; y en su estado
original, tal como salió de las manos de Dios era igual al Creador. Pero eso se perdió
por el pecado de Adán. A partir de entonces la razón se enturbió y necesita ser
iluminada por la fe en Dios para volver a la pureza y a la inmortalidad edénica anterior
a la caída. La fe en Dios
ilumina la razón y hace posible la inteligencia.
Otro gran pensador medieval del cristianismo fue Santo Tomás de Aquino (1225-
1274).
En algunos planteos vuelve a las fuentes de la tradición aristotélica, y coincide con
San Agustín en que la razón humana es muy poderosa pero no puede hacer uso de sus
poderes si no cree en Dios, si no está guiada e iluminada por la gracia de Dios.
En su libro el Diario de Adán y Eva, el escritor norteamericano Mark Twain (1835-
1910), imagina los pensamientos de Adán y Eva antes y después de la caída. Al
principio, peleaban como perro y gato, pero, finalmente, el amor nace entre ellos.
Diario de Eva
"Cuando miro atrás, el Jardín me parece un sueño. Era hermoso,
inconmensurablemente hermoso y cautivador. Ahora lo he perdido y jamás volveré a
verlo.
El Jardín se ha perdido, pero le he encontrado a él, y me siento feliz. Me ama en la
medida que puede; yo lo amo con toda la fuerza de mi apasionada naturaleza, y esto,
creo, es propio de mi juventud y mi sexo...
Es mi oración y mi anhelo que muramos juntos, un deseo que jamás perecerá, sino
que encontrará cobijo en el corazón de cualquier esposa amante hasta el fin de los
tiempos y llevará mi nombre.
Pero si alguno de nosotros tuviera que marcharse antes, ruego que sea yo; pues él es
fuerte, y yo débil, y no lo soy tan necesaria como él a mí. La vida sin él no sería vida,
¿cómo podría soportarla? Esta oración también es inmortal y no cesará de entonarse
mientras mi raza siga con vida. Soy la primera esposa, y la última seguirá
repitiéndola."
Diario de Adán
"Tras todos estos años, veo que estaba equivocado con respecto a Eva. Es mejor vivir
fuera del Jardín con ella que en él sin ella. Al principio pensé que hablaba demasiado,
pero ahora lamentaría que esa voz se callara y saliera de mi vida."
Inscripción en la tumba de Eva
"Adán: Allí donde ella fuera estaba el Edén."
El ser humano frente al infinito
En Pensamientos, el filósofo cristiano Blaise Pascal (1623-1662) expresa su terror
frente al inmenso espacio del universo: "¿Qué es un hombre en el infinito? (...) ¿Qué
es un hombre en la naturaleza? Una nada con respecto al infinito, un todo con
respecto a la nada, un medio entre nada y todo. Infinitamente distante de comprender
los extremos, para él,
11.723
el fin y el principio de las cosas están insuperablemente escondidos en un secreto
impenetrable y es igualmente incapaz de ver la nada de donde ha sido extraído y el
infinito donde está sumido". Sin embargo, para este filósofo el reconocimiento de la
pequeñez y la insignificancia del ser humano era también su grandeza.
Ahora bien, ¿por qué la insignificancia de los animales es vista como natural mientras
que los humanos se sienten miserables frente a ella? Pascal encuentra la respuesta
en que los seres humanos vivieron en el Paraíso y tienen conciencia de su caída, y de
haber sido anteriormente inmortales y poseedores de la gracia de Dios.
Esa conciencia es posible gracias a la razón, al pensa-miento. Sin embargo, Pascal
coincide con San Agustin en que la razón no es suficiente sino que el hombre precisa
de la fe para explicar la realidad. La fe no puede ser explicada. De allí deriva uno de
los pensamientos más célebres de Pascal: "EL corazón tiene razones que la razón no
comprende".
1. San Agustin (354-430).
2. Blaise Pascal, matemático, fisico, filósofo y escritor francés.
1. Lean los párrafos de El diario de Adán y Eva de Mark Twain. Luego, imaginen y
escriban fragmentos de los diarios de Adán y Eva anteriores a la caída.
2. Los siguientes párrafos pertenecen a la novela El faro de Blackwater
(1999) del escritor irlandés Colm Tóibín (1955). En ella, un joven llamado Declan está
a punto de morir de sida. A partir de ese hecho doloroso, Helen, su hermana,
reflexiona sobre la condición humana y el lugar de la humanidad en el universo.
Lean el siguiente texto y respondan a las consignas.
"Cuando al fin amaneció, se puso un jersey y se fue caminando hacia el mar. El aire
era frío y soplaba una brisa, afilada y dura, procedente del este. Se quedó de pie en el
borde del acantilado y contempló el mar, con sus olas tomando cuerpo y moviendose
deliberadamente para romper en rizos sobre la orilla y retirarse después.
(...) Nadie aparecería, durante algún tiempo, en esa momentánea soledad; el mar
emitiría un suave murmullo y se retiraría sin ser visto por testigos y espectadores. No
necesitaba que ella lo contemplara y Helen pensó que a estas horas o durante los
largos espacios nocturnos, el mar tenía una entidad más definida, una entidad colosal
e intangible. Encontró ahora evidente, como si durante toda la semana se hubiera
estado acercando paulatinamente a ese convencimiento, que la gente no era
necesaria, que no importaba que hubiera gente o no, el mundo continuaría. El virus
que estaba aniquilando a Declan, que le había hecho profe-rir, ahora en la madrugada,
su desvalida llamada, o los recuerdos
y ecos que se amontonaban en su mente en la casa de su abuela, o el amor hacia su
familia, que no podía ahora conjurar, todas estas cosas no eran nada y ahora, de pie
en el borde del acantilado, le parecían realmente la nada absoluta.
Imágenes, resonancias, dolor, deseos y prejuicios. Ninguno de ellos significaba nada
frente a la inflexible dureza del mar.
Significaban menos que la marga y el fango y la arcilla seca del acantilado, que la
erosión iba deshaciendo y que el mar arrastraba entre sus aguas. No era simplemente
que estaban destinados a desaparecer: era que apenas existían, no tenían
importancia, no imprimirían su huella en esta fría madrugada, este remoto y desierto
paisaje marino donde el agua brillaba a la primera luz y la impresionaba con su
sombría belleza.
Pensó que tal vez habría sido mejor si no hubiera habido nunca gente, si esta
revolución del mundo, y el mar resplandeciente y la brisa de la mañana, hubieran
tenido o siguieran teniendo lugar sin testigos, sin que nadie sintiera o recordara o
muriera o intentara amar."
1. ¿Coincide la reflexión de Helen con la de Pascal respecto del hombre y de la
naturaleza?
2. ¿En qué sentido les parece que la pequeñez del hombre frente a la naturaleza,
tal como se desprende de la frase de Pascal y del texto de Tóibín, puede ser
más angustiante o un alivio ante problemas tan dolorosos como el que
atraviesa Helen?
3. ¿Con qué frases del texto de Tóibín están de acuerdo? ¿Con cuáles no? ¿Por
qué?

El ser humano en la Modernidad


Descartes y e\ ser humano como cosa que piensa
El Renacimiento, el primer período de los tiempos modernos, se caracterizó por situar
al hombre en el centro del universo (antropocentrismo). Fue una crítica al teocentrismo
medieval. Este movimiento filosófico, intelectual y artístico realzó el mundo sensible y la
naturaleza. El ser humano dudó respecto de las creencias religiqsas sobre las que se susten. ,
taba el mundo moderno.
Sin embargo, las concepciones dualistas (distinción entre cuerpo Yalma), continuaron su
tradición en uno de los filósofos paradigmáticos de la Edad Moderna: René Descartes (1596.
1650). Este pensador concibe al hombre como ser que piensa. Su afirmación más conocida es
Cogito, ergo sum (Pienso, luego existo).
Descartes estaba convencido, como Platón, de la distinción entre materia y espíritu.
Para él hay dos formas de realidad o sustancias: el pensamiento o alma y la extensión 0
materia. Solo el ser humano tiene alma y el pensamiento es totalmente libre con respecto
a la materia.
El filósofo planteaba además la existencia de Dios a partir de pruebas que consideraba
veraces. La primera es que todos los seres humanos tienen la idea de un ente perfecto o Dios.
Todos pensamos alguna vez en la existencia de un ser perfecto y superior a los demás. Esa idea
de Dios tiene que haber sido producida por algo o alguien, ya que nada se produce de la nada.
Para Descartes es evidente que la idea de un ser perfecto no puede provenir de los seres
huma- nos, ya que somos imperfectos, por lo tanto, tiene que provenir de un ser perfecto.
La segunda prueba es que, si las personas tienen la idea de un ente perfecto, a ese ser no le
puede faltar nada ya que si le faltase algo sería imperfecto. Si al ente le falta existencia es
imperfecto. Por lo tanto, siguiendo el razonamiento de Descartes, el ser al que se llama Dios y
se caracteriza por la perfección tiene necesariamente existencia.
Dios es una sustancia pensante infinita, diferente del hombre que es una sustancia pen- sante
finita, es decir, con principio yfin.
El hombre creador de si mismo
El filósofo renacentista Pico della Mlrandola (1463-1494) también colocó al hombre en el
centrodelmundo. Alosventltrésañosdeedad
escribiósucélebreensayoOratiodehomlnls dlglnltate. Allí relata la creación:
"Cuando Dios ha completado la creación del mundo, empieza aconsiderar la posibilidad de la
creación del hombre, cuya función será meditar, admirar yamar la grandeza de la creación de
Dios. Pero Dios no encontraba un modelo para hacer al hombfe, Por lo tanto se dirige al
prospecto de
criatura, yledice:
'No te he dado ni rostro. ni lugar alguno que sea
proplamentetuyo.nltarnpoconlngún don que \
te sea particular, ¡oh, Adán~ con el fin de que to rostro, tu lugar ytus dones seas bl quien los
desee, losconqulsteydeesemodolosposeasporti mismo. La Naturaleza encierra a otras especies
dentro de unas leyes por mi establecidas. Pero tú, a q u i e n n a d a l i mi t a , p o r t u p r o p i o
a r b i t r i o , e n t r e cuyas manos yo te he entregado, te defines ati mismo. Te coloqué en
medio del mundo para que pudierascontemplarmejorloqueel mundo
contiene. No te he hecho ni celeste, ni terrestre, ni morta~ ni lnmorta~ afin de que bl mismo,
libremente. a la manera de un buen pintor ode un hábil escultor, rematestu propiaforma!. ·

El Barroco: la vida como teatro


En el siglo XVII, se desarrolló e E l . .
. . n uropa e movimiento artístico denominado Barroco.
Uno de los temas pnncipales del estilo era la idea de que la vida es un teatro. No solamente
porque en esa época nació el teatro m d d
o erno con ecorados y maquinaria sino también
porque el teatro aparecía, para muchos escritores fil' f •-
• Y oso os, como una representacion de la
vida humana en general. William Shakespeare escn"bi'o• b e ..
en su o ra omo guste1s: sobre la cual los hombres y las mujeres son pequeños actores
"Todo el mundo es una escena
.que vienen y van. Un hombre
ha de hacer muchos papeles en su vida".
Yen Macbeth señaló que
"Sombra ambulante es esta vida,
míser~ actor que en el escenario se afana y pavonea un momento y al cabo, para siempre, calla
su voz.
Relato de un idiota,
Lleno de ruido y furia, que nada significa".
En el mismo siglo, Calderón de la Barca escribió que la vida es
"un frenesí ... una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son".
La concepción de los filósofos del derecho natural moderno
Se denomina filósofos del derecho natural o iusnaturalistas a un grupo de pensadores de los
siglos XVII y XVIII que sostenían que hay una serie de derechos naturales propios de los seres
humanos que todos poseemos. Creían fervientemente en la razón como elemento que
conformaba el universo, la naturaleza y la cultura otorgándoles armonía. Estos filósofos
también fueron denominados contractualistas porque utilizaron la metáfora del "contrato
social" para explicar y legitimar el surgimiento del Estado Moderno, esto es, la formación del
Estado como resultado del acuerdo de voluntades.
El primero de ellos, el inglés Thomas Hobbes (1588-1679), después de hacer un minu- cioso
estudio de la fisiología, las capacidades, los sentidos, la imaginación y la razón del hombre,
llegó a la conclusión de que el ser humano es una realidad única e indivisible compuesto
exclusivamente de partículas de materia. Y que su conciencia o alma se debe a los movimientos
de partículas minúsculas en el cerebro. No hay por lo tanto, para Hobbes,
división entre cuerpo y alma. Todo es materia que busca el placer y huye del dolor.
Por otra parte, para Hobbes, todos los hombres son, considerados en su conjunto, igua- les por
naturaleza. Señala que si bien, a primera vista, un hombre es más fuerte de cuerpo
u otro más sagaz de entendimiento que los otros, el más débil tiene suficiente fuerza para
matar al más fuerte por medio de artimañas o uniéndose a otro; de igual manera, la inteli-
gencia puede adquirirse a través de experiencias.
Todos los hombres tienen en común, además, el hecho de valorar sus propios talentos Y
menospreciar los de los semejantes.
Esa igualdad de los seres humanos en cuanto a su capacidad, trae como consecuencia la
igualdad de ~speranza respecto del logro de sus objetivos. Esto, sumado al egoismo, la envidia
y la ambición, también naturales del hombre, provoca que, si dos hombres desean la misma
cosa y no pueden disfrutarla ambos, se transforman en enemigos.
mn,:;m:fA
43
Pedro Calderón de la Barca (1600-1681 ), dramaturgo español. Sus obras teatrales muestran la
angustia de la existencia junto a
cuestiones teológicas y el tema del honor.
William Shakespeare (1564-1616). Su producción teatral incluye dramas y comedias,
compuestas tanto para el
pueblo como para la nobleza.

Un buen salvaje del siglo XX


EN 1991, UN NIÑO DE SEIS AÑOS LLAMADO JOHN SSABUNNYA FUE RESCATADO EN LA SELVA
TRAS HABER VIVIDO DURANTE TRES AÑOS CON LOS MONOS. EN SU READAPTACTÓN,
APRENDIÓ ACANTAR YTIENE UNA BELLA VOZ. EN 2002,
EN UN CORO DE GRAN BRETAÑA. .
BII CLARIN II EL PAIS 118 DE OCTUBRE DE 1999
La increible historia de un chico ugandés que fue criado por monos.
Los especialistas en etología consideran que es posible que los simios se hayan hecho cargo de
un niño perdido en la selva
John Ssabunnya es un niño ugandés cuya increíble histo- ria es una prueba viviente
de que la ficción muchas veces se adelanta a la.realidad.
El niño habría visto cómo su pa- dre asesinó a su mamá en una vio- lenta riña de pareja.
Conmovido como estaba, John sólo atinó a escapar corriendo. Per- dido en la selva, fue
adoptado por una tropa de monos vervet con los
que convivió durante alrededor de treinta meses. Cuando fue descu- bierto estaba sucio,
desnutrido, lleno de parásitos, era incapaz de caminar erguido y profería extra- ños sonidos.
Más tarde, fue inter- nado en un orfanato y finalmente adoptado por el matrimonio que
dirigía el establecimiento.
La trama de esta breve existencia que emula hasta las leyendas mi- tológicas es francamente
inquie- tante; entre otras cosas, porque
vuelve a poner sobre el tapete la cuestión de cuáles son las fronte- ras que separan al ser
humano de los animales. Sin embargo, según el investigador argentino Alex Kacelnik, profesor
de Etología de la Universidad de Oxford, "los monos vervet (nombre científico: Cercopithecus
aethiops) tienen una organización muy integrada y sistemas de comunicación muy flexibles,
por lo que no parece
imposible que adoptaran a un niño pequeño o al menos le per- mitieran vivir dentro de su co-
munidad". Según el especialista, "lo más interesante de esto es que nos permite reflexiona,r
sobre qué significa ser humano, y si uno de nosotros puede existir fuera del contexto social".
Kacelnik sugiere que el sistema social de los vervet puede haberles permitido aceptar a un niño
"que caminaba por ahí". Y es posible
nnya ejemplifica el concepto mo7 ¿Porqué?
algunas de
que el pequeño abandonado, como todo cachorro humano natural- mente dotado para imitar
los estí- mulos que recibe, haya aprendido las vocalizaciones de los simios. La diferencia
concreta entre hom- bres y animales, así como la dico- tomía naturaleza-cultura, sigue lejos de
resolverse. Aunque siem- pre hay lugar para la sorpresa. Recientemente se hizo una expe-
riencia inversa. Una pareja norte- americana crió un chimpancé bebé junto con su pequeño
hijo. Al principio, ambos mostraban habi- lidades similares. Incluso el mono
tenía mayor destreza motriz. Pero, al tiempo, las cosas cambiaron en forma radical y el bebé
chimpancé quedó completamente relegado. Eso fue cuando el humano apren- dió a hablar.
Clarín, 8 de octubre de 1999 (adaptación).
Para Thomas Hobbes (1588-1679), el
nomore es el lodo del nomore.
Jean-Jacques Rousseau
(1712-1778) proclamó en sus escritos la libertad de los hombres oponiéndose a las
monarquías que institucionalizaban la
desigualdad. Fue uno de los grandes ideólogos de la Revolución Francesa.
El hecho de que los bienes en la tierra sean limitados, pone potencialmente a cada
ser humano en una situación de deseo respecto de los bienes de otros. Como
consecuencia, para Hobbes, se llega a una situación de guerra potencial y real, una
guerra de todos contra todos. El temor a la muerte y el deseo de las cosas necesarias
para una vida confortable hace que los hombres pacten entre si para conformar las
sociedades y los Estados. Es decir que lo único que une a los hombres en sociedad es
el instinto de conservación.
La concepción del hombre de Rousseau
Al contrario del pensamiento de Hobbes, los otros contractualistas clásicos, John
Locke (1632-1704) y Jean-Jacques Rousseau, no creían que el ser humano fuera
naturalmente egoísta ni que solo le importara su autoconservación.
En la primera parte de su Discurso sobre el origen de la desigualdad, Rous-seau
afirma que el hombre era originaria y naturalmente un animal puro y solitario que
respondía a su instinto, sin más ocupación que satisfacer sus necesidades físicas. No
era bueno ni malo y no tenía vicios ni virtudes.
En la segunda parte, Rousseau describe un estado intermedio entre la brutalidad de
los tiempos primitivos y la civilización actual, que es el más feliz de todos, ya que los
hombres gozaban libremente entre sí de las alegrías de la relación mutua. Pero con la
división del trabajo y la propiedad privada, la igualdad natural entre los hombres
desapareció y el hombre se volvió malo a causa de los explotadores del pueblo y al
robo de los ricos.
De estas premisas parte Rousseau para elaborar su otra obra: El contrato social, es
decir, el pacto entre los hombres que permita la instauración de un Estado justo que
termine con las desigualdades instituidas. Para ello es necesario un Estado o un
pacto social que asegure la asociación de todas las personas para conformar una
sociedad civil, y al mismo tiempo, que el ser humano conserve su libertad.
Para Hobbes, la libertad impulsaba al ser humano a desear abarcarlo todo y a violar la
libertad de los demás. En cambio, para Locke y Rousseau, la libertad es la voluntad
de decidir y actuar entre todos, dejando de lado los impulsos físicos y los deseos, en
beneficio de la voluntad general. La libertad civil es entonces posible, solo si es
libertad moral, libertad para todos que no viola los derechos de nadie, sino que por el
contrario los defiende.
Para Rousseau, además, la piedad es un sentimiento natural del hombre que lo
diferencia del resto de los seres vivos. A la vez que modera su egoísmo, contribuye a
la conservación mutua de toda la especie. La piedad es la que moviliza al ser humano
a ayudar a quien está sufriendo.
3. a. Busquen en diarios y revistas ilgunas situaciones en las que el lombre aparezca
representado con las características que Hobbes e asigna y otras en las que no se
asemeje a la concepción de Hobbes.
b. ¿Están de acuerdo o en desacuerdo con la visión de Hobbes respecto del ser
humano? Justifiquen sus respuestas con ejemplos históricos, noticias periodísticas y
situaciones de la vida cotidiana.
El mito del buen salvaje
El mito del buen salvaje, tal como lo plantea
Rousseau, está desarrollado en algunas obras que hoy son consideradas clásicos de
la literatura, como Robinson Crusoe (1719) de Daniel Defoe (1660-1731) y
Frankenstein (1818) de Mary Shelley (1797-1851). En la primera, un marino inglés del
siglo XVIII, de clase burguesa, se encuentra con un nativo primitivo originariamente
puro y le impone un nombre:
"Viernes", en lugar de averiguar cómo se llama
en su idioma. Lo somete, le enseña inglés y lo convierte en su esclavo. Por esa misma
época ocurria una situación similar con los nativos americanos y los colonizadores
europeos.
En Frankenstein, un científico da vida a un monstruo construido con restos de
cadáveres.
El monstruo es originariamente bueno, pero, como la sociedad lo rechaza por ser
horrible y diferente, se convierte en asesino.
Kant y el hombre moral
El filósofo alemán Immanuel Kant, cuyo pensamiento es modelo de la modernidad,
incluyó en el Manual que contiene sus cursos de lógica, las cuatro preguntas
fundamentales, que a su juicio debe hacerse la filosofía:
1. ¿Qué puedo saber?
2. ¿Qué debo hacer?
3. ¿Qué puedo esperar? y
4. ¿Qué es el hombre?
A la primera pregunta responde la metafísica, a la segunda la ética o moral, a la
tercera, la religión y a la cuarta, la antropología. Pero señala que todas estas
disciplinas se podrían agrupar en la antropología, es decir, que las tres primeras
cuestiones convergen en la últi-ma, que es considerada una disciplina filosófica
fundamental. En la Crítica de la razón pura
Kant define a la antropología filosófica como la antropología que se ocupa de las
cuestiones fundamentales del filosofar humano.
Como Pascal, Kant se hallaba fascinado por la infinitud del universo y el lugar que
tenía el hombre en él. "Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre y
cada vez más grandes cuanto más reflexionamos sobre ellas: el cielo estrellado que
está sobre mi cabeza y la ley moral que hay en mí", escribió.
La contemplación del cielo estrellado por medio de los sentidos hacía reflexionar a
Kant sobre la inmensidad del universo y sobre los tiempos ilimitados que marcan el
movimiento de los mundos y los sistemas. Al mismo tiempo, la innumerable multitud
de mundos le hacía pensar en la pequeñez del ser humano, en la insignificante
importancia de esta criatura animal que cuando muere debe devolver su materia al
planeta del cual salió (un planeta que es apenas un punto en el universo) después de
haber consumido energía por un breve tiempo.
Para Kant, la ley moral es una ley universal que rige para todos los hombres, y que
reconoce la dignidad del ser terrenal dotado de razón, es decir, del ser humano. La
ley moral diferencia a las personas de los animales y le da un sentido a la existencia,
más allá de las condiciones y los límites materiales.
El hombre alienado
Para el filosofo alemán Karl Marx (1818-1883), el hombre, el sujeto real de carne y
hueso, es un ser perfectible, un ser que siempre tratará de perfeccionarse y
progresar. La imaginación y la creatividad del hombre son potencialmente infinitas.
Sin embargo, en el momento en el que Marx escribe, se consolida el capitalismo y el
desarrollo de las fábricas.
Los obreros que trabajan en ellas largas jornadas pasan la mayor parte de su tiempo
encerrados y privados del sol, el aire y el cariño de sus semejantes.
Para Marx, lo que distingue al hombre de los animales es el trabajo, el hecho y la
capacidad de usar la razón y la imaginación para tomar un objeto de la naturaleza y
convertirlo en algo nuevo, es decir, crear algo. Pero, durante el capitalismo, el
hombre como obrero no produce algo nuevo, sino que produce en serie. No produce
todo el objeto, solo una parte.
Eso lo obliga a repetir durante horas y horas de la mayor parte de su vida, el mismo
movimiento rutinario. En ese sentido, el hombre se confunde con la máquina, y por
eso, una de las escenas que más significativamente ejemplifica esta situación es una
de la película
Tiempos modernos en la que Charles Chaplin está acostado sobre la cadena de
montaje o
Famosa escena de la película Tiempos modernos, creada e interpretada por Charles
Chaplin, en 1936.
sobre el reloj. El ser humano se transforma en un autómata, un robot domesticado útil
y
dócil.
Según Marx, el ser humano, en el capitalismo, está alienado. Es decir, está "separado
de",
"privado de", privado y separado justamente de sus facultades propiamente humanas,
de la imaginación y la creación, de su voluntad y de sus deseos.
A diferencia del artesano medieval que podía verse reflejado en su obra, satisfecho
de lo que había fabricado, el obrero es desdichado en su trabajo. Crea un mundo de
mercancías que no le pertenece a él, sino al capitalista, y que son el símbolo de las
personas que lo explotan.
Crea mercancías que después no podrá disfrutar ya que el salario solo le alcanza para
satisfacer sus necesidades fisiológicas. El trabajo era, como en las cárceles, trabajo
forzado. Por eso, en cuanto puede, el obrero huye del trabajo como se huye de la
peste.
Según esta descripción, se llega a una situación que Marx relataba de la siguiente
mane-ra: "En consecuencia, el obrero no se afirma en su trabajo, sino que se niega;
no se siente cómodo sino desventurado; no despliega una libre actividad física e
intelectual, sino que martiriza su cuerpo y arruina su espíritu... El obrero solo tiene la
sensación de estar consigo mismo cuando está fuera de su trabajo, y cuando está en
su trabajo, se siente fuera de sí.
Está como en su casa cuando no trabaja; cuando trabaja no se siente en su casa". Es
decir que se siente un animal cuando hace lo que es propio del humano: trabajar; en
cambio se siente un ser humano cuando en su casa realiza las actividades propias
del animal: comer, procrear y dormir.
Marx soñaba un mundo donde los seres humanos pudieran ser felices en lo que
hicieran, donde cada uno pudiese ir y volver feliz a su trabajo y sentirse realizado.
En la pelicula Para nosotros la libertad (1931), René Clair anticipó la clásica escena
de Tiempos modernos de Charles Chaplin. En la línea de montaje, uno de los
protagonistas, Emile, está más interesado en una ensoñación amorosa que en el
trabajo. Como consecuencia,
saltea la fijación de las tuercas en una procesión de gramófonos recién armados.
PARA
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LA LIBERTAD
RENE
ClAiR
12. a. Realicen la siguiente encuesta a veinte adultos:
I ¿Qué sentimientos experimenta cada mañana cuando suena el despertador y tiene
que ir a trabajar?
I ¿Qué sentimientos experimenta cuando vuelve del trabajo?
"¿Qué lugar ocupa el trabajo en su vida?
¿Se siente cómodo en el trabajo como en su casa?
IlDe niño y de joven ¿qué trabajo deseaba realizar?
¿Se concretó ese deseo?
" ¿Se dedica realmente a lo que le gusta?
b. Realicen un informe con las respuestas de las personas consultadas. Según Marx
¿están en una situación de alienación? ¿Por qué?
13. En grupo, vean la película La fiaca de Fernando Ayala
(1969) y respondan a las preguntas.
1. ¿Por qué el personaje principal no va a trabajar? ¿Qué hace durante el día?
2. ¿Cómo pueden relacionar a los personajes de la película con las nociones de
Marx explicadas anteriormente?
Ejemplifiquen el concepto de alienación con escenas de la película.
47
FILOSOFÍA
El hombre público y el hombre privado En 1886, Robert Louis Stevenson escribió una
novela llamada El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde. En ella, narra la historia
de un científico que, después de realizar varios experimentos, compone una droga por
medio de la cual una parte de su alma —la parte malvada— se corporiza.
Asi, durante el dia, el doctor Jekyll es simpático, ordenado y bondadoso con sus
semejantes; y durante la noche, cuando se transforma en la parte oscura de su alma,
es un ser repugnante y maligno, que
hasta comete el asesinato de un anciano miembro del Parlamento. Esta novela puede
interpretarse como una metáfora de la situación de alienación del individuo durante
el capitalismo, a la vez que sirve para ejemplificar los vicios privados y las virtudes
públicas de los seres humanos en la modernidad. Es decir, la mayoría de las personas
suelen mostrarse de una manera en público y de otra manera muy diferente en la
privacidad de su hogar o en su intimidad.
14. Lean el siguiente fragmento de Disturbios en la fábrica del dramaturgo inglés
Harold Pinter y respondan a las consignas.
(Una oficina en una fábrica. El señor Fibbs en su escri-torio. Un golpe a la puerta.
Entra el señor Wills.)
Fibbs: Ah, Wills. Bien. Adelante. Siéntese, por favor.
Wills: Gracias, señor Fibbs.
Fibbs: Recibió mi mensaje?
Wills: Acabo de recibirlo.
Fibbs: Muy bien.
ducir los mejores repuestos para máquinas de todo el país. Son los hombres mejor
pagados de la industria.
Tenemos la cantina más barata de Yorkshire. No hay dos menús iguales. Tenemos
salón de billar en las instalaciones ¿no?, tenemos pileta de natación para el per-
sonal. ¿Y qué me dice del salón para escuchar discos? ¿Y me viene a decir que están
disconformes?
Wills: Oh, los hombres están muy agradecidos por todas las instalaciones, señor. Lo
que no les gustan son los productos.
Fibbs: Pero son productos hermosos. Llevo toda una vida en el negocio. Y nunca he
visto productos tan her-
(Pausa)
Wills: Así son las cosas, señor.
Fibbs: Bueno. Vamos a ver... ¿Quiere un cigarro?
Wills: No, gracias, por mí no, señor Fibbs.
Fibbs: Pues, verá, Wills, escuché que ha habido algún disturbio en la fábrica.
Wills: Sí, yo... Yo creo que podría decirse así, señor
Fibbs.
Fibbs: Bueno, por el amor de Dios, ¿de qué se trata?
Wills: Bueno, no sé exactamente cómo explicárselo, señor Fibbs.
Fibbs: Pero vamos, Wills, tengo que saber de qué se trata, para poder hacer algo al
respecto.
Wills: Bueno, señor Fibbs, es nada más que los obreros se... bueno, parece que se
pusieron en contra de algunos productos.
Fibbs: ¿En contra?
Wills: Parece que ya no les gustan mucho.
Fibbs: ¿No les gustan? Pero si tenemos fama de pro-
[..]
Wills: Yo le digo que están en contra del conjunto completo de productos.
Adaptadores de codo macho, bulones de tubos, grampones de escarde, salpicadores
internos, puntas de trinquete, puntas de semitrinquete, matorras metálicas blancas...
Fibbs (rendido): Y, dígame, ¿qué es lo que quieren hacer en su lugar?
Wills: Lío.
1. ¿Por qué creen que los obreros les habían tomado odio a los productos?
Hagan una lista de motivaciones posibles.
2. ¿Qué diría Karl Marx al respecto?
3. Representen la obra.
4. Argumenten a favor y en contra respecto de las
*motivaciones y las acciones de los obreros y del señor Wills.
La concepción marxista de la religión
Para Marx, no había nada que trascendiera al hombre. Es decir, no había como en el
caso de la filosofía platónica o del mundo cristiano, un Mundo de las Ideas que era
más real que el mundo sensible o un Paraíso adonde los hombres iban a vivir felices
después de la muerte. En este sentido, Marx realizó una crítica a la religión. Escribió
que la religión era el opio de los pueblos. Con ello quería significar que, así como el
opio tiene un efecto narcótico sobre los hombres, la religión también los mantenía
dormidos respecto de la situación de explotación y miseria en la que vivían.
Para Marx, el Paraíso debía realizarse en la tierra y para ello era necesario que todos
los hombres fueran iguales, dejaran de ser explotados en el trabajo y
económicamente, y pudiesen desplegar sus capacidades creativas. Cuando eso
ocurriera, no haría falta que las personas se ilusionasen con la creencia en otro
mundo, ya que disfrutarían de esta vida y las religiones desaparecerían al perder su
razón de existencia.
Karl Marx, filósofo, economista y teórico del socialismo alemán.
15. En grupo, vean la pelicula Lo que queda del dia.
1. ¿Cómo pueden relacionarla con el concepto de alienación de Marx?
2. ¿Qué relación pueden establecer entre alienación y política?
3. ¿Por qué Stevens dejó escapar la vida y el amor?
4. ¿Por qué la gente aplaude cuando se encienden las luces al final de la
película? Fundamenten sus respuestas a partir de la descripción de la novela
Los restos del día de Kazuo Ishiguro, que aparece a continuación.
"Por duro que parezca, la realidad para la gente como ustedes o como yo es que no
tenemos más opción que dejar nuestro destino en manos de esos grandes personajes
que guían el mundo y que contratan nuestros ser-vicios..
Hace unos minutos, poco después de que encendieran las luces, me he vuelto a
observar más de cerca esta multitud que reía y conversaba alegremente detrás de mí.
Es gente de todas las edades la que deambula por la esco-llera: familias con niños,
parejas, gente mayor, jóvenes cogidos del brazo. A poca distancia, detrás de mí, hay
un grupo de seis o siete personas que ha despertado en mí cierta curiosidad. Como es
natural, al principio he pensado que era un grupo de amigos que habían salido a dar
un paseo. Pero al escuchar sus conversaciones, he comprobado que no se conocían y
que simplemente habían coincidido aquí, justo detrás de mí. Por lo visto, se han
parado un momento al encenderse las luces, y después se han puesto a hablar entre
ellos. Ahora, mientras les observo, se ríen. Resulta curioso que la gente
pueda congeniar tan fácilmente y con tanta rapidez.
Quizá lo único que una a estas personas sea la ilusión por la noche que les espera,
aunque, francamente, me pregunto si el hecho de que estén ahora juntos no se debe
más que a su capacidad para gastarse bromas.
Ahora que percibo bien lo que dicen, no oigo más que chistes. Supongo que así actúa
mucha gente. (...)
Después de todo, y pensándolo bien, no puede ser un pasatiempo tan estúpido,
especialmente si resulta cierto que el gastar bromas es la clave del calor humano."
Escena de la película Lo que queda del día, dirigida por James Ivory (1993),
protagonizada por Emma Thompson y Anthony Hopkins.
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Escena de la película Lo que queda del día, dirigida por James Ivory (1993),
protagonizada por Emma Thompson y Anthony Hopkins.
El superhombre o ultrahombre de Nietzsche
Una de las frases más conocidas de Nietzsche es "Dios ha muerto". Con ello no se
refería solamente al Dios cristiano sino también a cualquier ente trascendente o
instancia supeñor.
Era una crítica a la religión pero también a la filosofía occidental que señalando al
Mundo de las Ideas o al cielo, había dado la espalda al mundo real. No existia un más
allá o un Ser más allá del ser humano real de carne y hueso, por eso la filosofía
nietzcheana exalta la vida humana terenal, la corporalidad, la creatividad y la
potencialidad, la risa, el canto y La danza, la felicidad de la vida efímera. "Sed fieles a
la tierra", es el consejo nietzscheano,
"No escuchéis a aquellos que ofrecen promesas celestiales."
El universo es desértico y carece de dioses, el hombre está solo y por lo tanto debe
crear su propio sentido del mundo. Nietzsche ataca a los débiles, los desesperados,
los sacerdotes, a los que necesitan de un más allá; para él, todos ellos sienten
aversión contra la vida. Y les contrapone el hombre que ama poderosamente la
existencia y que frente al abismo de la nada siente todo el poder de su potencia
creadora. Es el superhombre o el ultrahombre, aquellos seres geniales que podemos
ser todos y que deben destacarse. Otro de los lemas nietzscheanos es ser únicos e
irrepetibles como una obra de arte llena de belleza frente al rebaño en que parece
haberse convertido la humanidad.
El hombre como ser que ríe
La risa como fuerza creadora, retomada por Nietzsche, tiene largos antecedentes en
la historia de la humanidad. En un papiro del siglo III, hay un relato donde la creación
y el nacimiento del mundo son atribuidos a la risa divina: "Al reír Dios, nacieron los
siete dioses que gobiernan el mundo (...)
Cuando la risa estalló, apareció la luz (...) cuando volvió a reír por segunda vez, brotó
el agua (..) la séptima vez que rió apareció el alma." Aristóteles había señalado que el
niño comienza a reír a los cuarenta días de su nacimiento y que es en ese momento,
cuando se transforma en un ser humano.
La risa era una manifestación importante en la cultura medieval y del Renacimiento
europeo. Ella se manifestaba en los festejos del Carnaval, en los bufones de las
cortes reales y principescas, en los monstruos, los enanos y los gigantes que
aparecen en las obras de la literatura popular. Lo cierto es que el ser humano es el
único ser que ríe, y se dulcifica su rostro con la risa (cuando no es irónica o burlesca
respecto de otro). Además, las personas se relacionan a través de la risa o
consideran los problemas de otra manera cuando pueden reírse de ellos.

La metamorfosis de Franz Kafka


En este cuento (1915), Kafka describe la historia de Gregorio Samsa, un pobre
vendedor de paños, que un día se despierta convertido en un monstruoso Insecto.
Lejos de asombrarse de la situación, Samsa se preocupa porque va a llegar tarde a
trabajar y por las dificultades que tendrá para cumplir sus funciones. "Bueno, me
vestiré inmediatamente, empaquetaré el muestrario y saldré de viaje. (...) En un
momento dado puede uno ser Incapaz de trabajar, pero después llega el momento
preciso de acordarse de los servicios prestados y de pensar que
después, una vez superado el obstáculo, uno trabajará, con toda segurldad, con más
celo y concentración", dice Samsa, metamorfoseado en un insecto repulsivo.
Nietzsche temia que la humanidad se transformara en el hombre-rebaño, es decir, en
el tipo de hombre que describe Kafka o en el hombre allenado que describía Marx.
Franz Kafka (1883-1924), escritor checo. Sus novelas, cuentos y Diario íntimo reflejan
la desesperación del hombre frente a lo absurdo de la existencia.
16. Lean esta canción de Sueter y Miguel Zavaleta y respondan a las consignas.
Amanece en la ruta
Amanece en la ruta, no me importa dónde estoy me he dormido viajando y he soñado
tan intenso y en ese sueño yo me veía en ese auto, pero no no era el mismo porque
estaba todo roto en su interior.
Este paisaje es tan extraño, se parece al de un tren eléctrico
esos árboles tienen contornos, darme cuenta es tan hermoso.
Y en ese sueño yo me veía en ese auto, pero no no era el mismo porque tenía fuego
en su interior, en su interior.
A medida que aceleramos mis recuerdos se estremecen y en un soplo veo proyectado
como un film toda mi vida.
Ya no se si el cielo esta arriba, abajo o dentro de mi y aunque el paisaje sea tan
extraño creo haber estado aquí.
¿Dónde voy, dónde estoy, quién soy yo, qué hora es, dónde estaré?
Si afuera no es noche, tampoco es de día no hay tristezas, tan solo alegrías en mi
corazón.
Y ahora todo es una luz tan clara que a mi lado ya no hay nada,
solo alegría, paz y armonía y esa luz que es tan tibia y te prometo eso no era un sueño
en ese auto estaba yo y ese auto estaba todo roto y con fuego en su interior.
1. ¿Qué les parece que significa la canción?
2. ¿Refleja alguna de las posturas filosóficas explicadas en este capítulo? ¿Por
qué?
3. ¿Cómo interpretan las preguntas "Dónde voy, dónde estoy, quién soy yo, qué
hora es, dónde estaré"?
4. Elijan otra frase de la canción y expliquen qué significa.
5. Averigüen en qué año fue compuesta la canción y qué ocurría en ese momento
en la Argentina. ¿Cómo se pueden relacionar?
Integrantes del grupo musical
argentino
Sueter, fundado por Miguel Zavaleta a mediados de
1981.
Un lugar en el mundo para el ser humano
La escritora danesa Karen Blixen (1885-1962) que escribió con el seudónimo Isak
Dine-sen ue Bar Boratien tinera. espués de contraer matrimonio con un pariente
lejano sueco, el Barón Bror Bixen-Finecke, del que no estaba enamorada, partió con
él en busca de fortuna al África Oriental Británica, donde vivió en una granja cercana
a Ngong Hills, en las afueras de Nairobi. En Memorias de África, Karen cuenta que en
Kenia conoció al amor de su vida, quien se convirtió en su amante, Denys Finch
Hatton, cazador y aristócrata inglés exe renc tragicamente en un accidente de avión.
En una parte de la novela relata una experiencia que muchas veces tienen los seres
humanos: la sensación de haber encontrado su lugar en el mundo, el sentido de la
vida.
"Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong. El ecuador atravesaba
aquellas tierras altas a un centenar de millas al norte, y la granja se asentaba a una
altura de unos seis mil pies. Durante el día te sentías a una gran altitud, cerca del sol,
las primeras horas de la mañana y las tardes eran límpidas y sosegadas, y las noches
frías.
La situación geográfica y la altitud se combinaban para formar un paisaje único en el
mundo. No era ni excesivo ni opulento; era el África destilada a seis mil pies de
altura, como la intensa y refinada esencia de un continente. Los colores eran secos y
quemados, como los colores en cerámica. Los árboles tenían un follaje luminoso y
delicado, de estructura diferente a la de los árboles en Europa; no crecían en arco ni
en cúpula, sino en capas hori-zontales, y su forma daba a los altos árboles solitarios
un parecido con las palmeras, o un aire romántico y heroico, como barcos aparejados
con las velas cargadas, y los linderos del bosque tenían una extraña apariencia, como
si el bosque entero vibrase ligeramente. Las desnudas y retorcidas acacias crecían
aquí y allá entre la hierba de las grandes praderas. y la hierba tenía un aroma como
de tomillo y arrayán de los pantanos; en algunos lugares el olor era tan fuerte que
escocía las narices. Todas las flores que encontrabas en las praderas o entre las
trepadoras y lianas de los bosques nativos eran diminutas, como flores de las dunas;
tan solo en el mismísimo principio de las grandes lluvias crecía un cierto número ?
grandes y pesados lirios muy olorosos. Las panorámicas eran inmensamente vacías.
Todo lo que se veía estaba hecho para la grandeza y la libertad, y poseía una
inigualable nobleza.
La principal característica del paisaje y de tu vida en él era el aire. Al recordar una
estancia en las tierras altas africanas te impresiona el sentimiento de haber vivido
durante un tiempo en el aire. Lo habitual era que el cielo tuviera un color azul pálido o
violeta, con una profusión de nubes poderosas, ingrávidas, siempre cambiantes,
encumbradas y flotantes, pero también tenía un vigor azulado, y a corta distancia
coloreaba con un azul intenso y fresco las cadenas de colinas y los bosques. A
mediodía el aire estaba vivo sobre la tierra, como una llama; centelleaba, se ondulaba
y brillaba como agua fluyendo, reflejabay duplicaba todos los objetos, creando una
gran Fata Morgana. Allí arriba respirabas a gusto y absorbías seguridad vital y
ligereza de corazón. En las tierras altas te despertabas por la mañana y pensabas:
'Estoy donde debo estar."
1.727
La concepción del hombre después de las guerras mundiales
El siglo XX fue uno de los más violentos de la historia de la humanidad. Luego de las
dos guerras mundiales, los genocidios, los campos de concentración y exterminio, los
fascis-mos, los terrorismos de Estado, la desaparición y muerte de personas en las
dictaduras lati-noamericanas, los filósofos más que nunca comenzaron a preguntarse:
¿qué es el hombre?
Uno de ellos, después de la Primera Guerra Mundial y el violento asesinato de su
amigo, el anarquista Gustav Landauer, fue Martin Buber.
El Yo-Tú de Martin Buber
En su libro Yo y tú, el filósofo judío Martin Buber concibe al hombre ya no como el ser
individual del iluminismo y del mercado, sino como un ser que solo puede pensarse en
relación con los otros, desde el nacimiento hasta la muerte.
El ser humano establece básicamente dos tipos de relaciones o, dicho de otra
manera, tiene dos actitudes ante el mundo. Esta doble actitud se manifiesta en dos
pares de palabras que pronuncia: Yo-Ello y Yo-Tú.
La relación Yo-Ello o Yo-Eso es la que predomina en las sociedades contemporáneas.
El otro aparece como objeto, como una cosa más en un mundo cosificado y
mercantilizado. Es una relación que no tiene en cuenta al otro más que para usarlo,
dominarlo, controlarlo o hacer que nos escuche. El Yo-Ello está motivado por un
interés en la relación. La relación Yo-Ello es la que posibilita el mundo material y es
necesaria, pero una vida en la que predomine este tipo de relaciones no es la vida de
un ser humano.
En cambio, el par de términos Yo-Tú designa una relación de persona a persona, de
sujeto a sujeto, una relación mutua que supone el encuentro. En ese encuento, cada
una de las personas desaparece y lo que importa es la relación, el lazo que las une.
Cada una de ellas respeta y valora los sentimientos de la otra.
Para ejemplificar los dos tipos de relaciones, Buber cuenta una anécdota de cuando
era adolescente. Mientras pasaba un verano en el campo de sus abuelos, vivió una
experiencia que, con los años, consideró esencial para explicar los orígenes de su
filosofía del diálogo.
Cada vez que podía, Buber entraba en el establo para acariciar gentilmente el cuello
de largo pelambre con manchones grises de su caballo adorado. La experiencia era,
para él, más que agradable. Era un acontecimiento amistoso y profundamente
conmovedor. Antes de que le diera de comer, el caballo irguió delicadamente su
maciza cabeza, movió las orejas y resopló con suavidad, como dando una señal que
solo él podía reconocer.
Sin embargo, el encuentro entre el animal y el adolescente Buber no duró mucho
tiem-po. En otra ocasión, mientras lo acariciaba, Buber se sorprendió al percibir y
prestar más atención a su propia diversión y a la conciencia de su mano sobre la piel
del animal que a la entrega del encuentro con el otro. Al día siguiente, el caballo ya
no irguió su cabeza cuando Martin lo acarició. El momento mágico del encuentro se
había esfumado.
Se pasó entonces de una relación Yo-Tú a una relación Yo-Ello. La relación Yo-Ello es
la que se interesa por las propias sensaciones más que por la sensación surgida de la
relación con el otro.
Muchas veces, señala Buber, las relaciones entre los seres humanos comienzan
siendo
Yo-Tú, pero después la rutina o suponer que se conoce totalmente al otro, hace que
ya no se lo escuche y que cada persona se repliegue sobre sí misma y se pierda la
riqueza de experimentar el encuentro con otros.
Martin Buber (1878-1965), fue abandonado por su madre cuando tenía tres años de
edad.
Fue criado por sus abuelos paternos. Solo volvió a verla, una vez, ya mayor, cuando
ella fue a visitarlo con sus otras hijas. Según
Buber, su madre tenía unos ojos extraordinariamente bellos, pero sin embargo nunca
se encontraron con los suyos. A partir de este desencuentro fundante en la vida,
Buber creó una filosofía del diálogo y del encuentro entre los seres humanos.
La relación Yo-Tú implica también una relación divina e inmortal. Cada encuentro que
se tiene con otro ser humano u otro ser u objeto de la naturaleza es una relación con
Dios, porque, para Buber, Dios está en todas partes. Hay chispas de Dios en todos
lados.
Para Buber es posible la relacion Yo-Tú entre las personas y entre los seres humanos
y toda la naturaleza, ya sea animada como en el caso del caballo o de un árbol, o
inanimada como una roca o un trozo de mica.
En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), mientras centenares de
miles de hombres se masacraban entre sí y otros millones eran llevados a campos de
concentración y cámaras de gas, Buber se volvió a preguntar, en su libro homónimo:
¿Qué es el hombre?
Y respondía: "El hecho fundamental de la existencia humana no es ni el individuo en
cuanto tal ni la colectividad en cuanto tal. Ambas cosas, consideradas en sí mismas,
no pasan de ser formidables abstracciones. El individuo es un hecho de la existencia
en la medida en que se edifica con vivas unidades de relación. El hecho fundamental
de la existencia humana es el hombre con el hombre. Lo que singulariza al mundo
humano es, por encima de todo, que en él ocurre entre ser y ser, algo que no
encuentra par en ningún otro rincón de la naturaleza".
La existencia humana como absurdo
En la novela El extranjero (1942), el escritor y filósofo Albert Camus cuenta la historia
de Mersault que, al comienzo del relato, recibe un telegrama donde se le informa del
fallecimiento de su madre. Debe partir hacia el asilo de ancianos de Marengo, donde
ella vivía.
Pide permiso a su patrón y emprende el viaje.
En el asilo, Mersault se niega a ver el cuerpo de su madre. Durante el velatorio, en
lugar de llorar y de expresar dolor, conversa con el conserje de banalidades, fuma, se
molesta frente al llanto de una de las mujeres, se muestra indiferente y abstraído en
sus preocu-paciones, y finalmente se duerme. El entierro le resulta aún más pesado
debido al intenso calor de la jornada. Una vez terminado, expresa su alegría por
regresar a Argel.
Cuando despierta y se da cuenta de que es sábado, se siente feliz al saber que aún
tiene todo el fin de semana por delante, y decide ir a bañarse al mar. En la playa se
encuentra con María Cardona, una antigua compañera de trabajo. La invita al cine y
luego pasan juntos la noche. A María le impresiona que hayan hecho el amor a tan
pocas horas del entierro de la madre de Mersault, sin embargo, no expresa ningún
comentario. El domingo transcurre aburrido para Mersault. El lunes, al regresar a su
trabajo, su patrón lo saluda por el luto y le pregunta por la edad de su madre, pero
Mersault no la recuerda.
Demuestra indiferencia ante la pérdida del viejo perro de su vecino, y cuando un ami-
go, Raymond, le cuenta sus asuntos amorosos y también cuando el jefe le propone
enviarlo a una oficina que instalará en París. Mersault expresa que le da igual, que
nunca se cambia de vida, que todo es lo mismo.
Finalmente, invitado por Raymond a una cabaña en la playa en las afueras de Argel,
Mersault se ve envuelto en una rencilla de Raymond con unos árabes. Sofocado por el
intenso calor, más tarde, Mersault encuentra a uno de los árabes que había herido a
Ray-mond. Cuando el árabe le muestra su cuchillo, él le dispara y vuelve a dispararle
cuatro veces más. Ese domingo, Mersault ha sido, por primera vez, feliz y no
indiferente. Sin embargo, el asesinato del árabe ha roto el equilibrio del día.
En el juicio por asesinato, el fiscal insiste en juzgarlo no tanto por su crimen, sino
también por no haber sido un buen hijo, por haber llevado al asilo a su madre, por
negarse a ver su cuerpo, por no haber llorado y haber hecho el amor con una mujer a
las pocas horas
del entierro. Mersault siente que hablan más de él que del crimen que cometió.
Cuando el presidente del tribunal le pregunta si desea deci algo, expresa que no tuvo
intención de matar al árabe, que todo fue por causa del sol. Ante esa respuesta,
todos rien en la sala.
Se le declara culpable de asesinato y se lo condena a muerte. Cuando el capellán le
ofrece el consuelo de Dios ante la muerte, Mersault reacciona violentamente y le dice
que todos estamos condenados a muerte.
Es posible interpretar que mediante el personaje de Mersault, Albert Camus mostró lo
que conceptúa como el absurdo de la vida humana.
El hombre unidimensional
Para el filósofo Herbert Marcuse, perteneciente a la denominada Escuela de
Frankfurt, el ser humano en el capitalismo tiene reprimidos sus placeres, el disfrute
de sus momentos de ocio y sus instintos de vida y de amor, por las normas sociales,
la internalización de la culpa y la moral del trabajo. El instinto de muerte (tánatos)
predomina bajo las formas sociales capitalistas sobre el instinto de vida (eros).
En las sociedades del capitalismo avanzado, las características del trabajo (alienado
y no gratificante) suponen también el control del tiempo libre —el único momento que
el ser humano reserva para el placer—, la renuncia a la vida instintiva y la represión
de los instintos sexuales porque se busca que todas las fuerzas se desvíen hacia la
producción de mercancías y el deseo de consumir.
Marcuse fue el idéologo del Mayo francés, la revolución estudiantil más importante
del siglo XX. En mayo de 1968, los estudiantes parisienses reclamaron junto con los
obreros por la justicia social y la liberación sexual.
19. a. Averigüen el contexto histórico y social en que Camus escribió El extranjero.
Teniendo en cuenta eso,
¿por qué se dice que para Camus la vida era un absurdo?
¿Por qué el hombre aparece como deshumanizado en la novela?
b. ¿Pueden compararse las actitudes de Mersault con las del hombre
alienado de Marx?
1. Herbert Marcuse (1898-1979), filósofo alemán que, perseguido por los nazis,
emigró a los Estados Unidos. Allí, difundió el pensamiento dialéctico en varias
universidades (Columbia, Harvard, Berkeley). Luego, regresó a Alemania,
donde murió.
2. El liamado "Mayo francés" fue un movimiento político, social y cultural
iniciado por estudiantes y apoyado por obreros.
3. La banalidad del mal
4. En 1961, The New Yorker, uno de los diarios más importantes de los Estados
Unidos, con. trató a la filósofa estadounidense-alemana Hannan Arendt para
cubrir el juicio del criminal istel y tue trastadado anus Habid sido capturado
en la Argentina por el senico secto israelí y fue trasladado a Jerusalén donde
se lo juzgó, condenó y finalmente, ejecutó.
5. Las notas periodísticas de Arendt fueron publicadas más tarde en el libro
Eichmann en
6. Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal. Arendt retrató a Eichmann
como una persona común, como un ser humano igual a quienes había
perseguido y exterminado, que no pudo reflexionar acerca de la naturaleza
criminal de sus acciones, considerando semejantes a sus víctimas. Eichmann
no era un monstruo sino una persona común y corriente que repetia frases
hechas y se presentaba como un ciudadano respetuoso de la ley. La forma de
pensar del crimi. nal nazi representaba para Arendt lo que ella denominó
banalidad del mal, es decir, el hecho de que el mal (tal como siempre se lo
había pensado en Occidente y tal como se desprendía de las acciones
realizadas por Eichmann) había perdido toda profundidad, todo carácter
extraordinario y se había transformado en algo banal, es decir, común y
corriente, "normal".
7. Sostiene Arendt que la aparición de estos criminales "irreflexivos" (que no
pueden ver en sus víctimas a sus iguales y que necesitan quitarles toda
dignidad para degradarlas, torturarlas y exterminarlas) y de los campos de
concentración y exterminio, sólo fue posible en sociedades en las que, como
las actuales, los hombres se habían tornado superfluos. La condición de
superfluo supone la falta de espontaneidad, la conversión de las personas en
máquinas, la alienación del hombre como la describía Marx: la animalidad de
ese ser humano despojado de toda imaginación y creatividad.
8. Homo sacer
9. El filósofo italiano Giorgio Agamben recuperó el concepto jurídico romano de
homo sacer (hombre sagrado) para referirse a la situación de los seres
humanos en las sociedades contemporáneas. Homo sacer evoca una antigua
institución del derecho romano arcaico mediante la cual un hombre podía ser
matado sin que ello acarreara ninguna consecuencia jurídica. El concepto de
homo sacer se asienta en la idea de que en las sociedades modernas y
contemporáneas, la vida como simple hecho de vivir, como pura vitalidad,
como esa característica que los hombres comparten con los demás seres
vivos, vida animal, vida no calificada por la polis o la cultura, constituye el eje
central de la política.
10. Para Agamben, cada etapa histórica de la modernidad genera sus propios
"hombres sagrados", es decir, personas que pueden ser matadas sin que por
ello otras sean juzgadas por haber cometido homicidios o genocidios o
cualquier otro delito relacionado. Así ocur rió, por ejemplo, con la matanza de
nativos durante la conquista de América o cuando en la Argentina, a
comienzos del siglo XX, eran expulsados los inmigrantes o se fusilaban
obreros anarquistas por la Ley de Residencia (1902) y la Ley de Defensa Social
(1910). Pero cuando Agamben se refiere a muerte o a libre disposición de la
vida, no solo está pensando en ase-sinatos, sin artin en tes excuidos, en
aquellas personas que no pueden acceder a una vida digna, en los pobres, en
las personas que viven en la calle, en los desocupados y en los trabajadores
que perciben sueldos miserables.
11. El sujeto posmoderno
12. Michel Foucault, uno de los filósofos franceses más influyentes de la segunda
parte del siglo XX, consideraba que el sujeto moderno es una construcción
social. A partir de lo que
13. Foucault llamaba saber o criterios de verdad propios de cada época histórica
y de los aparatos de encierro paradigmáticos de la modernidad (escuelas,
cárceles y fábricas), la sociedad burguesa procura construir sujetos uniformes
y obedientes.
14. El saber está relacionado con los enunciados que se consideran verdaderos
en cada época histórica. Así, por ejemplo, cuando Galileo Galilei enunció su
teoría de que la tierra giraba alrededor del sol, y no al revés, tuvo que
desdecirse de su afirmación para no ser quemado en la hoguera por la
Inquisición, como Giordano Bruno. Su verdad no coincidía con el saber ni con
la verdad de esa época, en la cual el saber o la verdad eran principalmente de
carácter religioso. El saber siempre está relacionado con el poder, con
aquellos sectores beneficiados por las relaciones de poder.
15. Desde el siglo XVII, a partir del modelo de la cárcel, comienzan a consolidarse
la escuela, el hospital, la prisión y la fábrica donde transcurre la mayor parte
de la vida de las personas en los siglos siguientes. Las sociedades modernas
se vuelven, según Foucault, vigiladoras y disciplinarias. Desde la escuela, el
primer aparato de encierro, se vigila al niño para sujetar sus fuerzas y su
imaginación, para que no se diferencie de los demás. Se controlan sus
movimientos para que sea útil, dócil y productivo al sistema capitalista. Se lo
prepara para que obedezca al ritmo de las campanadas como luego tendrá que
obedecer al ritmo de las sirenas.
16. Se modela su cuerpo y se cincela su corazón. En el tiempo histórico del
capitalismo, se trata de vigilar qué hace el sujeto con su tiempo, porque hay
que prepararlo para que produzca. Es decir, según Foucault, la escuela
constituye, de alguna manera, la preparación para el mundo de la fábrica. Y
las anormalidades serán subsanadas ya sea en el hospital o en la cárcel.
17. Este filósofo propone una estética de la existencia como forma de resistir a
las sociedades normalizadoras. Como lo hizo Nietzsche. Esto es, hacer de
cada vida una obra de arte.
18. Que cada día sea diferente de los demás, pleno de belleza, y que los seres
humanos no seamos rutinarios ni parecidos los unos a los otros.
19. Michel Foucault (1926-1984) estudió especialmente las instituciones
20. represivas y las estructuras en las que se fundamenta el pensamiento.
21. A MODO DE SÍNTESIS
22. La antropología filosófica es la rama de la filosofía que estudia el
conocimiento del ser humano y todo lo referente a él, preguntándose:
23. ¿qué es el ser humano?
24. "¿De dónde proviene?
25. ¿Cómo comenzó el mundo?
26. ¿Qué lugar ocupa el ser humano temporal y espacialmente en la inmensidad
del universo?
27. ¿Cómo se relaciona el ser humano con los demás, con la naturaleza, con una
totalidad que, concebida de múltiples maneras, lo trasciende y condiciona?
28. Y ¿cuál es el sentido de la vida humana?
29. Hay numerosas concepciones sobre la creación del universo y más
particularmente sobre el ser humano: en la Antigüe-dad, en la Edad Media a
través de los filósofos cristianos, en el Renacimiento, en la Modernidad a
partir de René Descartes, los isunaturalistas Thomas Hobbes, John Locke y
Jean-Jac-ques Rousseau, Immanuel Kant, Karl Marx y Friedrich Nietzs-che, se
desarrollaron algunas concepciones históricas sobre el ser humano, surgidas
de la reflexión sobre las dos guerras mundiales y otros terribles sucesos del
siglo XX. Se analizaron algunos temas de la antropología filosófica como:
30. Ila pregunta sobre el cuerpo y el alma, Il la inmanencia y la trascendencia,
31. Ilel sentido de la vida y el lugar del ser humano en el mundo

El extranjero
*Hoy ha muero mad. O quizá aye:. No lo se: Recib un telegrama del ailo: Fallció su
madre.
Enticro mañana. Sentidas condolencias. Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido
ayer.
Elail d ancanos erd en Marerngo, s ochenra kilomeros de Argel Tomart clautobis aLay
dos y logaré por la carde. De esa manera podré velaria, y regresaré mafana por la
noche. Pedi parcia satificho. Llegué a decie: No es culpa mía. No me respondió.
Pensé entonces que no debía haberte dicho esto. Al fin y al cabo, no tenía por qué
excusarme. Más bien le correspondia luco. Por ahora, es un poco como si mamá no
estuviera muerta. Después del entierro, por el contrario, será un asunto archivado y
todo habrá adquirido aspecto más oficial.
Tomé el aurobús a las dos. Hacía mucho calor. Comí en el restaurante de Celeste
como de cos cumbre. Todos se condolieron mucho de mí, y Celeste me dijo: Madre
hay una sola. Cuando parti, me acompañaron hasta la puerta. Me sentía un poco
aturdido pues fue necesario que subiera hasta la habitación de Manuel para pedirle
prestados una corbata negra y un brazal. El perdió a su tío hace unos meses.
Corri para alcanzar el autobús. Me sentí adormecido sin duda por la prisa y la carrera,
añadidas a los barquinazos, al olor a gasolina y a la reverberación del camino y del
cielo. Dormí casi todo el trayecto. Y cuando desperté, estaba apoyado contra un
militar que me sonrió y me preguntó si venía de lejos. Dije 'sí para no tener que hablar
más.
El asilo está a dos kilómetros del pueblo. Hice el camino a pie. Quise ver a mamá en
seguida.
Pero el portero me dijo que era necesario ver antes al director. Como estaba
ocupado, esperé un poco. Mientras tanto, el portero me estuvo hablando, y en
seguida vi al director. Me recibió en su despacho. Era un viejecito condecorado con la
Legión de Honor. Me miró con sus ojos claros. Después me estrechó la mano y la
retuvo tanto tiempo que yo no sabía cómo retirarla.
Consultó un legajo y me dijo: La señora de Mersault entró aquí hace tres años. Usted
era su único sostén'. Creí que me reprochaba alguna cosa y empecé a darle
explicaciones. Pero me interrumpió: No tiene usted por qué justificarse, hijo mío. He
leído el legajo de su madre.
Usted no podía subvenir a sus necesidades. Ella necesitaba una enfermera. Su salario
es modes-to. Y, al fin de cuentas, era más feliz aquí. Dije: 'Sí, señor director'. Él
agregó: 'Sabe usted, agui tenía amigos, personas de su edad. Podía compartir
recuerdos de otros tiempos. Usted es jorn y ella debía de aburrirse con usted'.
Era verdad. Cuando mamá estaba en casa pasaba el tiempo en silencio, siguiéndome
coi i mirada. Durante los primeros días que estuvo en el asilo lloraba a menudo. Pero
era por fuerza de la costumbre. Al cabo de unos meses habría llorado si se la hubiera
retirado del asia.
Siempre por la fuerza de la costumbre. Un poco por eso en el último año casi no fui a
verla también porque me quitaba el domingo, sin contar el esfuerzo de ir hasta el
autobús, comar los billetes y hacer dos horas de camino.
El director me habló aún. Pero casi no le escuchaba. Luego me dijo: Supongo que
usted quiere ver a su madre, Me levanté sin decir nada, y salió delante de mí. En la
escalera me explicó: 'Ia hermos llevado a nuestro pequeño depósito. Para no
impresionar a los otros. Cada vez que un pensionisa muere, los otros se sienten
nerviosos durante dos o tres días. Y dificulta el servicio'. Acravesamos
un patio en donde había muchos ancianos, charlando en pequeños grupos. Callaban
cuando pasábamos. Y reanudaban las conversaciones detrás de nosotros. Hubierase
dicho un sordo parloteo de cotorras. En la puerta de un pequeño edificio el director
me abandonó: 'Le dejo a usted, señor Mersaule. Estoy a su disposición en mi
despacho. En principio, el entierro está fijado para las diez de la mañana. Hemos
pensado que así podría usted velar a la difunta. Una última palabra:
según parece, su madre expresó a menudo a sus compañeros el deseo de ser
enterrada religiosa-mente. He tomado a mi cargo hacer lo necesario. Pero quería
informar a usted'. Le di las gracias.
Mamá, sin ser atea, jamás había pensado en la religión mientras vivió.
Entré. Era una sala muy clara, blanqueada a la cal, con techo de vidrio. Estaba
amueblada con sillas y caballetes en forma de X. En el centro de la sala, dos
caballetes sostenían un féretro cerrado con la tapa. Sólo se veían los tornillos
relucientes, hundidos apenas, destacándose sobre las tapas pintadas de nogalina.
Junto al féretro estaba una enfermera árabe, con blusa blanca y un pañuelo de color
vivo en la cabeza.
En ese momento el portero entró por detrás de mí. Debió de haber corrido.
Tartamudeó un poco: La hemos tapado, pero voy a destornillar el cajón para que
usted pueda verla'. Se aproximaba al féretro cuando lo paré. Me dijo: "¿No quiere
usted?' Respondi: No'. Se detuvo, y yo estaba molesto porque sentía que no debí
haber dicho esto. Al cabo de un instante me miró y me preguntó: '¿Por qué?', pero sin
reproche, como si estuviera informándose. Dije: No se."
James Joyce (1882-1941). Novelista y poeta irlandés, autor de Ulises, Dublineses y
Retrato de un artista adolescente, entre otras obras.
1. ¿Por qué creen ustedes que Mersault tiene esas actitudes ante la muerte de
su madre?
2. ¿Qué tipos de relaciones establece Mersault con los demás según la
caracterización de Martin Buber?
3. Según el argumento de la novela, ¿cómo pueden relacionase el personaje de
Mersault con el hombre normalizado de Michael Foucaulty con el concepto de
banalidad del mal de Hannah Arendt?
4. A partir de lo estudiado en este capítulo, ¿qué les parece que diría
5. Herbert Marcuse de las actitudes de Mersault?
22. En su relato Los muertos, James Joyce describe una velada familiar en Navidad.
El protagonista, Gabriel Conroy, se siente feliz de estar con los suyos a pesar de
cierto ambiente de hipocresía y de rencores nunca olvidados entre sus seres
queridos. Sin embargo, al final de la cena, encuentra a Greta, su mujer, llorando
después de escuchar una canción. Greta le dice que la canción le ha hecho recordar
un amor de su juventud: un empleado de la compañía de gas, Michael Furey, que
murió a los veinte años porque se resfrió después de haberse quedado bajo la lluvia
para mirar a Greta por la ventana. Gabriel se pone triste y reflexiona considerando
que ante esta historia de amor, su matrimonio de muchos años con Greta no vale
nada, y que su relación con ella siempre estuvo muerta, mientras que Michael Furey
con sus bellos ojos negros permaneció vivo en el corazón de la mujer.
a. ¿Cómo caracterizarían la relación entre Greta y Gabriel según Martin
Buber?
1. ¿Y la que hubo entre Greta y Michael?
2. ¿Cómo son generalmente las reuniones familiares? ¿Cómo sesienten ustedes
en ellas?
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Tiempos modernos (1936)
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