Quiero Cuidar Este Hermoso Amor
Quiero Cuidar Este Hermoso Amor
Quiero Cuidar Este Hermoso Amor
Nico dirige un café de crepes esponjosos y té de rosas, y cría solo a su pequeño bebé, Michalis,
al mismo tiempo. Al reclutar nuevos empleados, Revan, quien resultó herido en una guerra en
un país vecino, presentó una solicitud para ser mesero. Sin embargo, sorprendentemente resultó
un duque y un Alfa. Nico está desconcertado y en realidad tiene una política sobre no contratar
personas así, pero simpatiza con su deseo de paz y decide vivir con él y ayudarlo. Revan, por
otro lado, protege y ama a los dos sin hacer alarde de su identidad. En poco tiempo, exige
encarecidamente que puedan intentar ser una pareja. Pero hay un secreto que Nico no puede
perdonar.
Chapter 1
Últimamente, todos los días por la tarde, los clientes entraban en la tienda uno tras otro.
Durante los descansos del trabajo, los trabajadores y las familias con niños pequeños, acudían para
comer y pasar un buen momento juntos. Y por eso mismo, la estrecha tienda se llenaba muy, muy
rápidamente.
"Por aquí hay una mesa para usted. Oh, claro que sí. En un momento viene su orden."
Mientras la pequeña tienda bullía con voces animadas, Nico corría hacia el mostrador y de regreso
con un montón de platos. En realidad, siempre iba y venía por aquí y por allá entre las mesas hasta
que llegaba la hora de cerrar.
"Si, en un momento".
Colocó fruta de temporada como fresas, melocotones y melones traídos de un huerto cercano,
abundante crema pastelera y nata fresca para poder hacer los postres mientras colaba su ya muy
famoso té de rosas.
Después de sacar el plato para el almuerzo, sirviendo todo con una gran sonrisa, lo siguiente que
tenía que hacer eran las crepas para la tercera y quinta mesa. Cuando horneaba una crepa, redonda
y esponjosa, cubierta y rellena, el dulce aroma de la mantequilla se esparcía por toda la tienda hasta
estimular el hambre de sus clientes.
Recientemente, aquí, en las afueras de un pequeño pueblo llamado Valle de las Rosas, "Nico's
Happy Garden", se había vuelto el café más popular del mes.
Valaquia era un país hermoso, con casi toda su tierra llena de rosas de damasco. Los países
poderosos tenían enormes ejércitos que utilizaban para la guerra. Sin embargo, las montañas
empinadas, que solo se podían cruzar a caballo, los valles y ríos con solo puentes angostos, y la
topografía rodeada por el Mar Negro, lo convertían en una fortaleza natural que dificultaba la
invasión desde el exterior. Y gracias a eso, existía una paz tranquila y humilde por los alrededores
que permaneció hasta la actualidad.
El aroma dulce y refrescante de la rosa damascena flotaba en la ciudad durante todo el año, y las
flores se veían por todas direcciones. Por eso mismo, las tiendas que vendían té y postres de rosas
eran muy populares y la tienda de Nico era, quizá, la más pequeña y querida de ellas. Lo llevaba a
cabo solo, por lo que no había muchos menús: Pan dulce, café y fruta de temporada recién
recogida por la mañana. El almuerzo consistía en sopa de pollo, carne picada y gratinada llamada
"moussaka" y brocheta de hamburguesa, que como decía el nombre, consistía en un pan recién
horneado, con crema agria en forma de corona esponjosa, con mucho queso adentro. La hora del
té, en la tarde, tenía como especialidad frutas, crema pastelera y crema batida. Por supuesto, no
había escasez de clientes desde la apertura hasta el cierre y le iba muy, muy bien. Aun así, aunque
era popular, se aseguraba de cerrar la tienda a las 4:00 pm debido a sus responsabilidades porque,
además, el dueño era un joven de unos veinte años llamado Nico, como la tienda.
"¿Qué debo hacer? Pensé que podía hacerlo solo, pero no puedo salir del embrollo sin
contratar a alguien. Tengo que cuidar a mi Michalis".
Niko estaba en la esquina de la tienda mientras limpiaba la cafetera para poder utilizarla en la hora
del té. El bebé, Michalis, estaba entre sus brazos mamando su camisa.
"Boo-boo-boo-boo."
"¡Ah!"
Para Michalis, que apenas iba a cumplir un año, eso era todo lo que podía decir. Es más, no podía
ni pronunciar "Niko-kun" con claridad, y se sentía como un "Ni-kyu" bastante desentonado.
Pantalones hinchados debido al pañal y una camiseta de color blanco puro con bordados de flores.
Era increíble lo perfecto que le quedaba el estampado de esta región. Su suave cabello esponjoso,
de color marrón dorado, ojos redondos de tono ámbar, y mejillas regordetas y rojitas, eran tan
lindas que Nico no dejaba de besarlo. Es más, estaba increíblemente feliz de saber que vestían de
manera similar y que además, se parecían un montón todo el tiempo. No solo por la ropa, sino
también por los puntos en común de cabello castaño dorado, ojos color ámbar y piel blanca. Como
si fuera su pequeña copia creada a la perfección.
La persona que le llamó, fue un anciano llamado Peter. Alguien que siempre estaba en la primera
mesa tomando té mientras leía el diario.
"Demasiado. Es una fortuna, pero me canso tanto todos los días que... Uff, ya no sé que estoy
haciendo".
"¿Por qué no contratas a alguien? Creo que todos necesitamos un par de manos extras de vez
en cuando".
"Así es." De pie en el mostrador y aplastando pétalos de rosa secos, Nico sonrió y luego dijo.
"Pero no puedo hacerlo, la agencia de empleo dice que soy un inmigrante vagabundo."
Pero en lugar de ser un inmigrante a la deriva, era un refugiado de guerra al que se le había
permitido vivir temporalmente en el pueblo. Pero ya que no era un ciudadano oficial, no gozaba de
muchos privilegios y no le daban garantías. Tampoco podía solicitar el examen aunque deseara
convertirse en un ciudadano formal para garantizar su futuro. Eso, más que nada, porque quería
ocultar su existencia tanto como fuera posible. No le convenía que supieran que estaba aquí, vivo,
y con un bebé llamado Michalis.
"Sí, pero..."
"Entonces, ¿No puedes usar la oficina de reclutamiento del gobierno?"
"Ah, ¡Ya sé! Es clásico, pero ¿Qué tal si pones un letrero? Bueno, es posible que no lo vea
mucha gente pero, no pierdes nada con intentar".
"¿Usted cree?"
"Sí, esta temporada es perfecta para eso. Los trabajadores, que están en las granjas y
jardines de rosas durante el verano, buscan otro trabajo en el invierno. También las minas
cercanas están cerradas por las nevadas así que tienes más chance ¡Lo pondré en el tablón de
anuncios de nuestro jardín de rosas!"
No quería hacer un gran problema de esto porque, ya lo había dicho, de verdad intentaba no
destacar tanto como fuera posible. Realmente no quería contratar a nadie. Sin embargo, si esto
continuaba así de mal, la tienda no podría mantenerse en pie ni un solo minuto, no sin desmayarse.
Y sin esta tienda, Michalis y él no tendrían nada.
Niko bien podría trabajar como enfermero de hospital porque tenía los estudios, pero encontrar un
trabajo que le permitiera cuidar de su bebé las 24 horas del día, los 7 días de la semana, era un
desafío. Ahora que esta tienda iba por buen camino, tenía que pensar en una forma de mantenerla
en funcionamiento en lugar de dejarla botada.
El trabajo principal era el servicio al cliente, deshojando las rosas y hierbas. Había algo de trabajo
manual, como cortar leña, buscar agua y palear la nieve. No se necesitaba experiencia. Se permitía
vivir adentro y también tenía una habitación infantil en caso de aquellos que fueran con niños.
Vivía en una casa antigua de piedra frente al bosque, pero el segundo piso no se utilizaba, así que
si alguien quería vivir allí, también podía rentarla. Hasta hace unos años fue utilizado como posada
de viajeros y alquilada por una pareja de ancianos, pero ahora que solo estaba él y el niño, en
realidad se quedaban todo el tiempo en la sala o en el comedor. Ni siquiera hacían ruido.
Mientras la brisa fresca de la tarde acariciaba su cuello, Nico entrecerró los ojos y se dirigió al
frente de la tienda. Observó el bosque que se extendía a lo largo del camino y vió un sendero
profundo con densos árboles de coníferas y más allá de los arbustos, un gran lago y una montaña
gigantesca. Y más, más allá de las imponentes rocas, se encontraba el reino en guerra de
Moldavia. La ciudad natal de Nico. Antes de llegar a Valaquia como refugiado, Nico vivía en un
monasterio en el lado moldavo de la frontera. No tenía familia. Cuando cumplió seis años, su padre
y su madre murieron uno tras otro, dejando a Nico solo y criado en la Iglesia Ortodoxa. Estaba
aprendiendo a ser un monje y ayudaba con las comidas, pero luego comenzó a ayudar en el jardín
de hierbas de la clínica contigua y gracias a eso, pudo estudiar artes culinarias, herbolaria y
enfermería además de los estudios necesarios para convertirse en monje. Algo muy útil para su
vida ahora.
"Si puedo encontrar un empleado, me gustaría cultivar más plantas en mi patio trasero y
poder trabajar con hierbas medicinales para el invierno. Sería bueno para Michalis y podría
venderlo muy bien a los clientes."
No sabía qué estaban haciendo el sacerdote y sus compañeros monjes en ese monasterio justo
ahora. Estalló una guerra civil y la instalación quedó en ruinas. Tanto así, que Nico se unió a un
grupo de refugiados que avanzaban por las montañas nevadas para escapar de los estragos de la
guerra y establecerse en otro lugar. Entonces ayudaba a cuidar a los enfermos y heridos, cocinaba
las comidas y, cuando llegó a la ciudad a principios de la primavera, hace varios meses, se dedicó a
enseñar letras. Al principio, le preocupaba si podría o no vivir con un bebé tan pequeñito y aún así,
logró llegar a fin de mes gracias a la ley de protección de refugiados. Al contrario, incluso le dieron
un trato preferencial por tener al niño. Luego comenzó con esta tienda y, afortunadamente, la gente
local empezó a reunirse para comprar y su vida finalmente se encaminó en buena dirección. Pero
por desgracia, también se llenó de trabajo debido a la reputación demasiado buena.
"Oye..."
Cuando estaba mirando vagamente el bosque, una voz le llamó desde atrás. Al darse la vuelta, vio
a las sirvientas que trabajaban en una mansión aristocrática cercana, mirándole con curiosidad
mientras lo regañaban por ser tan descuidado:
"Entre a la casa antes de que oscurezca. Han habido osos por aquí últimamente".
Era cierto que las profundidades del bosque ya habían sido envueltas en la oscuridad y el aire era
completamente helado ahora. Al anochecer, cuando el sol se ponía, el bosque parecía más grande y
más profundo y daba muchísimo, muchísimo miedo. Sentía que lo iba a tragar.
El verano estaba a punto de terminar. Hasta ahora, los días siempre fueron largos e incluso después
de las 8 pm, seguía estando tan brillante como la mañana. No obstante, a partir de ahora, las
noches iban a ser cada vez más largas y más frías. Le gustaría conseguir algunas uvas y duraznos a
principios del otoño y hacer vino y mermelada casera. Sin embargo, necesitaba abastecerse de
rosas y hierbas, y leña para sobrevivir al invierno. ¡De verdad tenía que prepararse un montón y él
no era tan fuerte!
Nico, quien había recibido educación en la iglesia, hizo una cruz frente a su pecho y luego le dio la
espalda al letrero. Fue hacia el dormitorio al lado de la tienda, y revisó que Michalis estuviera
dormido. Era casi la hora de darle leche y después de eso, tenía muchas cosas que hacer, como
bañarse, bañarlo y prepararse para mañana.
Había una fuente termal en la zona rocosa detrás de este edificio, y cuando era una posada, existía
una bañera donde se almacenaba el agua caliente que se extraía de allí para que los viajeros
pudieran darse una ducha. Era una rutina diaria para ellos bañarse con pétalos de rosas flotantes.
Además, era muy útil tener aguas termales y baños para quitar los dolores corporales porque,
aunque no eran tan grande como los baños romanos, había suficiente agua como para que siempre
pudieran mantenerse bien limpios. Y en momentos como esos estaba realmente contento de haber
logrado alquilar el edificio. Él lo reparaba, le daba mantenimiento, lo pintaba y lo remodelaba
constantemente. Si no lo hiciera, permanecería en ruinas, se convertiría en un hogar para personas
sin hogar y un hábitat para animales salvajes.
Eso fue lo que le dijeron. Y gracias a eso, pudo tener un hogar para su pequeña familia. Limpió el
comedor del primer piso, lo convirtió en un café, y la pequeña habitación detrás se usó como su
habitación y la de Michalis. Si abría la puerta en el lado opuesto de la recámara, encontraría
entonces una sala de almacenamiento bastante grande y un baño en la parte de atrás. El resto era
un almacenamiento subterráneo. Luego, en el segundo piso, había unas cuatro habitaciones de
invitados y un inodoro. ¿Pero eso era suficiente para atraer a alguien que lo quisiera ayudar?
Estaba construido frente a un gran bosque, por lo que era posible que los animales salvajes como
osos y lobos, así como los ladrones, pudieran atacarlos.
Nico entonces dirigió su mirada hacia el arco y la flecha, la espada y el hacha que colgaban de la
pared. En caso de que algo sucediera, tenía las armas listas para lograr defenderse. Además,
siempre llevaba una daga adentro de su cinturón en caso de emergencia. Se preocupaba, no por él,
sino por su pequeño bebito. Y no solo eran los bandidos y los animales salvajes los que eran
peligrosos. Él era un Omega, una madre soltera, y a veces eso era suficiente para llamar a los
hombres problemáticos a lastimarlo. A menudo decían que era una puta así que por eso siempre
mantenía la puerta bien cerrada.
Existían prostitutas y prostitutos masculinos en esta ciudad, pero eran pocos y cobraban
muchísimo. Además, había muchas personas que estaban sexualmente insatisfechas, por lo que ya
le habían intentado romper las cerraduras por la noche. Dicho esto, si era posible, en realidad le
gustaría tener a alguien que pudiera hacer de guardaespaldas y que pudiera vivir en el segundo piso
para correr en cuanto algo malo ocurriera.
Pero en realidad, todos los que podían trabajar estaban ya bastante ocupados. Sólo los ancianos
jubilados o los adolescentes que buscaban trabajo podían aceptar. O tal vez, presos que acababa de
salir de prisión. Y eso no podía aceptarlo.
Siempre se despertaba a las 5 de la mañana, cuidaba las hierbas y las rosas en el patio trasero
mientras horneaba pan, recogía todo lo que podía comer y luego cerraba la puerta con llave. Pero
cuando estaba mirando alrededor, el bebé empezó a llorar desde la cuna. Michalis estaba inquieto
otra vez, y gritaba mucho.
"¡Aaaah!"
"Ahora, tomemos un poco de leche. Bueno, las ciruelas están madurando bien, así que
mañana haré jugo de ciruelas para ti. ¿Qué tal?"
Siempre que hablaba con él, Michalis aplaudía con bastante alegría. Sus diminutas manitas eran tan
adorables que siempre pensaba que terminaría rompiéndolas al agarrarlas.
Para Nico, su pequeño niño Michalis era su única familia. Solo tenía un año, pero era lo
suficientemente inteligente como para entender lo que estaba diciendo. Por supuesto, no pensaba
que supiera del todo el significado correcto de ciruelas y jugo, pero si creía, que en el fondo de su
cabeza, sabía que era algo bueno. ¿O era porque mamá le estaba hablando con una sonrisa que
captaba ese tipo de atmósfera de inmediato? Después de todo, era un bebé muy sensible.
La leche de cabra se puso a hervir, se diluyó con agua y se colocó en un pequeño frasco de cristal
que utilizaba cómo biberón. Así que se sentó en una silla en la tienda, abrazó a su bebé, que sonreía
suavemente, y le dio de comer.
"Ya está, mi pequeño niño. ¿Eh? Lo siento señor pero, la tienda ya va a..."
Nico estuvo a punto de decir que la tienda ya estaba cerrada, pero mantuvo la boca abierta cuando
lo escuchó decir:
"Contrátame aquí".
"¿...?"
Era alguien que vestía lo más sucio que podía. Pocas veces había visto un ser humano tan lleno de
lodo. Tenía una capa que cubría su cabeza, cabello despeinado y un parche negro en el ojo
izquierdo. Llevaba un bastón y arrastraba la pierna. En algún lugar de su cerebro, puedo entender
vagamente que tenía pelo negro, ojos oscuros y un rostro digno. Pero en ese momento, Nico ni
siquiera tuvo tiempo de mirarlo bien a la cara.
Chapter 2
Empujó la pizarra en su dirección. Parecía que en realidad la había arrancado sin importarle
dañarla pero, vaya ¿Qué debería hacer? No esperaba que alguien así viniera de pronto. Pensó que
un hombre o una mujer joven y Omega sería perfecto pero ¿Esto?
Nico se quitó el delantal manchado de leche. Llevaba una gargantilla con el emblema de los
Omega alrededor del cuello, una camisa blanca áspera y pantalones con las rodillas rotas.
Seguramente debía parecer un pobre tendero ante sus ojos.
La respuesta gruñona le hizo sentir que contratar a alguien así no funcionaría. Sería mejor negarse.
Es más, incluso ahora tenía miedo de hacerlo enojar.
"No".
"No sé si funcione."
Se decidió a hablar sin rodeos. Este era un negocio con muchísimos clientes. Si contrataba a un
hombre tan hosco y antipático, los iba a perder a todos. Por eso pensaba que definitivamente tenía
que negarse y mostrarse firme en su desición.
"Por favor."
El hombre de repente cayó de rodillas frente a Nico, que estaba a punto de decir que le agradecía el
interés, y extendió las manos en su dirección. Estaba allí, como un caballero mostrando su gratitud
a su señor mientras protegía su pierna herida.
"Quiero un lugar para dormir, comida y un trabajo. Algo solo para este invierno. Sin
embargo, no puedo hacer trabajos manuales debido a mi lesión en la pierna".
"¿Cómo te heriste?"
"En la guerra."
¿Entonces por eso estaba vestido así? Nico también estaba hecho jirones cuando vino hasta aquí
desde un país vecino.
"Entiendo."
Pero no importaba lo que dijera. En realidad, le preocupaba que fuera un pícaro, un ladrón, o una
persona buscada por el ejército. Y tal vez sintió lo que Nico estaba pensando, porque se señaló así
mismo y susurró.
Mostró su identificación.
[Reino de Moldavia.
Revan Vronski.
Veintitres.
Primer caballero del príncipe heredero
Alfa.
Duque de la casa Vronsky.]
"¿El primer caballero del príncipe heredero? ¿Entonces por qué estás aquí?"
Nico no conocía mucho sobre posiciones y puestos de la realeza. Sin embargo, se podía entender
que tenía un alto rango. Una cosa cercana a la casa real. Si hubieran sido otros tiempos, este
hombre no hubiese sido alguien con quien pudiera hablar fácilmente.
"Fuí herido en la guerra civil, capturado por el ejército del Comandante de los Caballeros y
encarcelado por un tiempo".
El príncipe heredero murió en la guerra civil. Y recientemente, escuchó que el nuevo rey no era un
pariente del monarca anterior, sino el máximo comandante de caballeros del ejército.
"Me escapé de la prisión antes de que me ejecutaran. En Moldavia, me tratan como a una
persona buscada, pero eso es solo un problema de los países vecinos. Este pueblo está fuera
de los límites, por lo que nadie vendrá por mí. Lo juro".
Este país y el Reino de Moldavia eran vecinos, limitaban entre sí pero no eran amistosos y no
tenían relaciones diplomáticas. "Fuera de los límites". En otras palabras, le estaba diciendo que
no había obligación del pueblo en entregar prisioneros y que mientras estuviera aquí, significaba
que no tenía nada que ver con Moldavia.
Estaba feliz de poder contratar a alguien que quisiera trabajar tan en serio.
No tomaría mucho tiempo aprender, incluso si no tenía experiencia. Parecía desesperado, pero
serio y muy profesional y además, estaba seguro de que después de una semana, estaría feliz de
haberlo tomado en cuenta. No podía explicarlo, solo se sentía como una corazonada.
"... Es comprensible que te preocupe que alguien venga ante ti y te diga que es un ex-
prisionero, pero quiero ser honesto contigo. No me arrestaron por robar o asesinar. Solo me
atraparon peleando contra la administración actual. Quiero la libertad de mi pueblo".
Parecía que estaba realmente en muchos problemas, pero podía entender el motivo por el que
había decidido negarse a la decisión de la corona. Estaba lesionado, pero gozaba de buena salud y
parecía además, bastante sincero. El corazón de Nico se conmovió con sus palabras y empatizó de
inmediato con el sentimiento de libertad, pero de todos modos, al ver que no decía nada, volvió a
rogar:
"Seis meses está bien. Déjame trabajar aquí hasta la primavera. Después de eso, dedicaré mi
vida por el bien de la paz y arreglaré las cuentas que tengo pendientes. Por eso, por favor
dame un lugar donde quedarme mientras tanto".
Lo que esta persona parecía estar buscando, era el momento y el lugar para poder seguir con sus
ideales. Hasta entonces, solo decía que pensaba trabajar aquí lo más duro que pudiera. Y por
supuesto, eso dejaba a Nico en un dilema. Él también quería que la guerra terminara, deseaba... Un
mundo en calma. Algo estable para que Michalis viviera una vida pacífica y feliz.
Y esta persona se sentía como alguien bueno. Alguien con mucha fortaleza y de verdad, de verdad
le encantaba esa aura que parecía salir de él. Tan brillante. Nico lo pensó un momento y se acercó a
él:
"¿Estás seguro?"
"También soy un refugiado de guerra de Moldavia, así que me gustaría cooperar con los que
quieren dar su vida por la paz."
"Dime."
"Por supuesto".
"Um... ¿Algo en que seas bueno?"
Se sintió un poco en problemas. Todo lo que no necesitaba en una cafetería era justo lo que estaba
diciendo. En ese momento, el hombre notó a Michalis en un rincón de la habitación gritando "baa,
baa" y moviendo sus manitas para que alguien pudiera sostenerlo. Entrecerró los ojos y murmuró:
"¿Qué...? Bueno, supongo que todos los bebés sanos se ven un poco gorditos."
"Sí, es mi bebé".
Asintió Nico.
"¿Padre? ¿O madre?"
Por un momento, no tenía idea de lo que tenía que decir. Rápidamente respondió:
"Soy su madre".
"¿Eres Omega?"
Asintió a toda prisa, pero tal vez porque tenía frío, tartamudeó al decir la oración.
"¿Estás seguro?"
"¿Qué...?"
"Por si acaso, estoy preguntando si está bien contratar a un Alfa como residente."
Bueno, él era un aristócrata de alto rango en su país de origen. Tal vez se sentía incómodo con esto.
"¿Cuál es el problema?"
"Si eres Omega, entonces yo, que soy un Alfa, puedo atacarte alguna vez... ¿Eso no te
inquieta?"
"¿Quieres atacarme?"
"Entonces no me importa."
Básicamente, un Omega no podía estar relacionado con nadie más que con la persona con la que se
había enlazado, por lo que en realidad debería estar bien ahora. Por supuesto, existían muchos
prostitutos masculinos que se vendían a un número no especificado de alfas pero, era obvio que
nunca creyó que ese fuera el caso.
"Por supuesto".
Se sintió un poco incómodo porque la conversación no estaba corriendo para ningún sitio, pero
tampoco quería ser grosero con él por lo que le mostró una pequeña sonrisa y dijo:
"Ya es un trato."
Nico no sabía si tenía la capacidad de ver bien el corazón de la gente. Solo conocía el monasterio y
a sus amigos allí y no creía saber nada del mundo real. Pero él no era un tipo malo y en realidad
simpatizó bastante con su corazón. Solo, confiaba mucho en su intuición. Sobre todo, porque su
bebito, Michalis, lo miraba y sonreía todo el tiempo. Y Michalis era mucho más sensible que él en
ese sentido, alguien agudamente receptivo. Sentía que tenía un poder especial, tal vez, podría
llamarlo "la capacidad de percibir el peligro".
Cuando una mala persona se acercaba, parecía sofocarse y lloraba a gritos. Lo mismo era cierto
para las personas con mal corazón. Ahora mismo, Michalis estaba sonriendo como un ángel y
pedía ser cargado. Había algunos problemas en su exterior, pero el interior debería estar bien.
"¿Cuál es tu nombre?"
"¿Y tu pareja?"
"..."
"¿Está fuera?"
"No, él no ha estado allí desde el principio."
"... Lo soy."
"Oh, claro. Está en la parte de atrás. Estaba preparando un baño de rosas, pero, por favor
úsalo".
"¿Baño de rosas? Ah, esta área es el lugar de nacimiento de las rosas damascenas . Huele un
montón a ellas."
"Ah, eso lo explica todo. Cuando entré en este edificio, cuando me arrodillé ante ti, pude
oler... Un dulce y hermoso aroma a rosas. Pensé que era muy rico".
Le sorprendió escucharlo porque, básicamente, era la primera vez que le decían algo así. Por
supuesto, supuso que era una cosa natural. La gente de por aquí siempre había estado envuelta en
rosas por lo que no percibían su propio aroma. Pero los extranjeros comenzaban a asombrarse de
inmediato.
"Entre tus deberes, hay tareas como cuidar las rosas, hacer mermelada de rosas y secar los
pétalos... ¿Está bien?"
"Sí, quizás."
"Es una sensación extraña. Pero el aroma de verdad es sensacional. Me gusta mucho".
"Un trabajo en el que puedes tocar una rosa es elegante. Mucho mejor que sostener una
espada o un arco".
Miró su palma. Tenía un montón de heridas en la base del dedo, manos muy grandes y nudillos
huesudos. Suponía que era porque había dominado el manejo de la espada desde que era un niño.
"Espere..."
"Si no te importa, aquí está... Am... Ropa que pertenecía a los antiguos dueños de la casa.
Creo que son de tu talla. Los lavé. Puedes quedarte con ellos."
Había varios trajes típicos de este país en la habitación de invitados, por lo que Nico usó el que era
de su talla después de hacerle algunos ajustes. Dado que esta era una antigua posada, los viajeros
habían dejado muchos artículos olvidados y pensó que podía venderlos cuando necesitara dinero.
Había mucha ropa grande, así que todo lo arregló para que pudiera ser útil para él y para su bebito,
así como fabricó también cortinas, sábanas y manteles. En el monasterio, cosía sus propias cosas
sin ayuda así que era bueno en las manualidades. Además, siempre había querido hacer que el
lugar y las pertenencias de Michalis fueran hermosos por lo que fue un sueño cumplido.
Mientras lo despedía para ir al baño, Michalis, en sus brazos dijo: "¡Daah!" Además, se sentía
pesado alrededor de su cintura.
Abrió la ventana y se sentó junto a ella, sintiendo la brisa fresca de la noche mientras cambiaba el
pañal de Michalis. Podía ver su propio rostro débilmente reflejado en los ojos grandes del bebé y
su boquita buscando su mano para chuparla.
Cuando puso una sonrisa en sus labios, Michalis también sonrió suavemente y se rió. En realidad,
le encantaba este momento de contacto visual, los pequeños ratitos en que estaban juntos y muy,
muy cerca el uno del otro. Tanto que el interior de su pecho se calentaba hasta sentir que podía
explotar.
Este momento, este pequeño mundo en sus manos, hacía que Nico sintiera una felicidad
irresistiblemente suave.
Sabía que algún día, en algún momento, su pasado vendría y tendría que dejar a este niño. Llegaría
el momento en que...
"Michalis, está bien que crezcas lento. Seguro quieres ser un adulto, pero te juro que no hay
prisa."
"Babuu..."
"Sí, sí, está bien tomarlo con calma, porque quiero estar contigo el mayor tiempo posible."
Al igual que el exterior se volvía más oscuro momento a momento, al tiempo le pasaba lo mismo y
eventualmente llegaría a su fin. Sin embargo, esperaba que estos momentos con su bebé pudieran
durar por muchos años y que, además, fueran los más pacíficos posible para los dos.
Después de cambiarle los pañales a Michalis y de que Nico comprobara si había ingredientes para
las crepas de la cena, empezó a darle a su bebé el resto de la leche. Estaba seguro de que tenía
muchísima hambre justo ahora.
Palabras groseras.
Cuando asentía con la cabeza ante esa oración, la mayoría de la gente miraban a Nico de un modo
ligeramente desdeñoso. Omega, una madre soltera que no se decidió por una pareja, que ni siquiera
mostraba un "certificado de cónyuge", y al que se le había hecho fácil tener un hijo.
Pervertido.
Caliente
Descuidado.
Desaliñado.
Lascivo.
Era doloroso que lo vieran así. A veces hasta sentía pena de si mismo.
Cada vez que decía eso, alguien comentaba "Oh, eso es difícil, ¿no?"
"Pobrecito."
Hablaban con amabilidad y compasión, pero nunca sintió que estar con Michalis fuera difícil y
nunca pensó que fuera un problema real. Lejos de ser lamentable, estaba feliz. Para ser honesto, no
reparó seriamente en ello hasta que se convirtió en uno más de los Omega. Es decir, alguien que
podía estar en posición de ser tratado con desprecio y lástima y que lograba ser fácilmente
etiquetado por los demás.
Cada vez que alguien lo mencionaba, sentía que se había vuelto muy sucio y miserable, y Nico
entonces quería convertirse en un fósil de inmediato. Endurecido como la piedra, sin escuchar
nada, sin sentir nada. No quería ser lastimado así que hacía un esfuerzo por convertirse en una
roca. Pero no sintió algo similar con Revan. No respondía. Tal vez fuera porque no estaba
interesado en cosas como esta, pero todo su cuerpo estaba... Muy relajado. Como envuelto en una
calma de una mañana clara. El aire era ligero a su alrededor y se sentía un poco confortable. Y eso
le hacía sentir feliz, orgulloso de haberlo contratado.
Después de todo, quería que la persona con la que vivía y trabajaba fuera alguien que le hiciera
sentir bien. Solo eso.
"Pa, pa ¡Co!"
Niko dejó el biberón, puso sus manos debajo de los costados de Michalis y las envolvió alrededor
de su espalda, acariciando suavemente su cabello esponjoso y bonito.
Su bebé olía muchísimo a leche dulce. Al principio, se sentía incómodo con esto y tenía miedo de
cargarlo. Ahora, solo inhalar este aroma hacía que sintiera ganas de llorar.
Una pequeña mano tocó su mejilla y el cuello de Nico, como pidiendo que se acercara más.
Le gustaba mucho la sensación de este momento. De tenerlo y saber que era suyo. Sentirse
necesitado por él y necesitarlo tanto. El niño que más amaba, su precioso Michalis. El bebito con
quien quería estar sin importar nada.
Betas como Nico, que se hacían llamar Omega, eran severamente castigados porque era tomado
como un delito grave en cualquier población. Era un crimen tan terrible como el derrocamiento de
estado, el asesinato y el incendio provocado. Era así en este país y en los países vecinos. Estaba
preparado para pagar por esto, no importaba. Mientras este niño pudiera criarse bien, crecer y
vivir, lo que le hicieran era insignificante y estúpido.
Nico levantó a Michalis y agarró su pequeña mano y sus dedos diminutos utilizando los suyos.
Besó sus mejillas regordetas con un amor que parecía desbordarse de su pecho y luego lo acunó
contra su vientre y le dijo que intentara dormir.
Esta forma de vida, le pertenecía. Ese bebito era su bebito y su corazón era el suyo también. No
era un Omega, pero nunca se arrepintió de eso. Nunca se arrepintió de ser su papá.
Chapter 4
En este mundo, existía un género especial llamado Omega que permitía a los hombres dar a luz al
igual que las mujeres.
En realidad, había tres sexos en el mundo: Alfa, Beta y Omega. Existía una sociedad de clases
basada en las habilidades de cada género como por ejemplo: En la parte superior estaba el sexo
llamado alfa, que representaba alrededor del 10% de la población. La familia real, la nobleza, los
políticos, los ricos y los líderes clericales, papas y arzobispos, todos estaban aquí.
Revan, que vino a pedirle trabajo a Nico, y el bebé Michalis, eran Alfa.
Luego venía la naturaleza beta. Su proporción y la habilidades que tenían los hombre y mujeres
beta era muy promedio y representaba la mayoría de la población.
Los Omega podían nacer de hombres porque ellos tenían un cuerpo especial que les permitía
concebir y dar a luz a niños.
Era difícil para un Alfa tener descendencia a menos que un Omega prestara su cuerpo para eso. Por
supuesto, algunas mujeres alfa quedaban embarazadas y daban a luz de manera segura pero, era
muy, muy raro. Extraño en realidad. Por eso, los Alfa necesitaban a los Omega para la prosperidad
de su especie. Si tenían sexo con ellos, entonces existía un 80% de posibilidades de quedar
embarazada o embarazado. Con eso en mente, los Alfa intentaban monopolizarlos porque después
de todo, eran superiores en apariencia e inteligencia. Y para ellos, que tenían un alto estatus social,
los Omega eran importantes para dar a luz a su descendencia. Solo eso. Como resultado, a los Alfa
no les gustaba la independencia de un Omega y creaban una sociedad conveniente con leyes que no
les brindaban seguridad social para evitar que obtuvieran trabajos decentes y los dejaran. Por otro
lado, los Omega solteros no podían soportar el celo a menos que, o fuera suprimido por el uso
regular de drogas o, tuvieran relaciones sexuales con un alfa.
En algunos casos, podían morir debido a los efectos secundarios. Por esta razón, la mayoría de los
Omega encontraban pareja a la edad de 20 años, pasaban su vida diaria juntos y tenían
descendencia. Hacerlo ayudaría a proteger al propio Omega, su salud y también su dignidad.
Además, ellos presentaban un "certificado de enlace" para hacer legal que se habían convertido
en compañeros.
Pero Nico era diferente. Siendo un beta y fingiendo ser un omega, no podía ser el padre o la madre
de un niño alfa. Un macho beta se casaba con una hembra beta, ella daba a luz y criaban a betas.
Ningún Alfa u Omega podía nacer de una pareja de Betas.
La voz de Michalis resonó en sus oídos. Nico lo miró con puro asombro.
"Oh, no puede ser. Mi lindo Michalis recordó la palabra "te amo". Mi lindo bebito ya está
hablando más."
Nico le decía "te amo" todos los días así que por eso lo recordó.
"¡Mo!"
Sabía que estaba cometiendo un pecado terrible. Aún así, esta fue la única forma que Nico pudo
pensar para criar a este bebito.
Si un Beta mentía diciendo que era un Omega, entonces se convertía en un delito grave. Había oído
que algunos fueron sentenciados a cadena perpetua, exilio o prisión o para trabajar en minas en lo
profundo de las montañas.
Nico se hizo pasar por Omega con un propósito diferente al de estafar a un Alfa. Sin embargo,
aunque nunca había cometido fraude matrimonial o pedido dinero, era muy probable que fuera
acusado de todas maneras.
"Te amo, Michalis. Recuerda eso siempre ¿De acuerdo? Te amo, te amo, te amo, te amo
mucho más que a nada en mi vida".
Revan, que salió de la habitación, lo miró con los ojos entrecerrados. Estaba parado frente a la
puerta de madera, con los brazos cruzados contra su pecho y una sonrisa bastante enternecida.
Al notar que lo habían descubierto, apartó los ojos de los dos y se rió entre dientes:
"¿Sí?"
Después de escuchar la voz baja de Revan y girar su mirada, Nico abrazó a Michalis sin darse
cuenta y abrió los ojos dos veces su tamaño original. Porque allí, había un hombre muy hermoso
que había cambiado completamente de apariencia: Cabello negro liso, ojos negros claros, blusa
blanca. Un pantalón que le quedaba perfecto. Era delgado, pero tenía músculos y le pareció
excepcionalmente guapo. Sus ojos se encontraron, y luego le sonrió. Por alguna razón, su corazón
estaba latiendo con mucha fuerza y sus mejillas se estaban poniendo calientes.
"Esa ropa..."
Era la primera vez que veía a alguien tener un semblante tan digno. Escuchó que un Alfa siempre
era bendecido, no solo con inteligencia y habilidad física, sino también con buena apariencia...
Pero vaya, eso era demasiado. De esta manera, hasta podía decir que de verdad era un aristócrata.
Eso estaba bien. Ellos ya tenían mucho dinero así que parecían dispuestos a trabajar sin un gran
salario. Además, era demasiado conveniente para la imagen de la tienda que se viera como una
persona refinada y elegante.
Él asintió.
"Entonces, ¿Puedes enseñarle a mi bebé? Yo solo sé enfermería, latín y teología, pero creo
que eso no sirve de mucho."
"Jajaja, eres un padre bastante diligente. Está bien, déjame enseñarte en su lugar".
"¿A mí?"
"Bueno, sí. No soy tan bueno en eso. Hasta el latín me costó trabajo".
"Está bien, me pasa lo mismo. Solo sé lo que necesito saber para vivir como un alfa respetable
así que, en realidad creo que me tienes muchísima fe. Más de lo que necesito. No te preocupes
¿Bueno? Tienes cara de ser muy inteligente."
"Entonces podemos inventar nuestro propio libro ilustrado sobre historia ¿Qué tal?"
Después de mirar largamente a Nico, Revan extendió la mano y le acarició suavemente el cabello.
"¿Qué sucedió?"
Revan frunció el ceño. Con una sonrisa, Nico se secó las lágrimas con el dorso de la mano.
"¿En serio?"
Nico asintió.
"No, para nada. Es para ti y el bebé. Cena tranquilo ¿De acuerdo? Quiero decir, he pasado
cosas más difíciles en la guerra que una noche sin comer".
Nico lo miró fijamente, sintiendo que sus palabras eran demasiado sorprendentes. No podía creer
que le importara que comiera o no. Nunca conoció a alguien con un estatus tan marcado como él,
pero había tenido compañeros Alfa antes, y cuando estaba en su país de origen, los cuidaba en el
hospital y ayudaba con sus confesiones. Ninguno de ellos se preocupaba y en realidad, hasta
aprovechaban la más pequeña oportunidad para quitarle cosas a él y tenerlo ellos.
Los alfas eran personas que tenían prioridad sobre las cosas como si fuera una cuestión normal, así
que simplemente asumió que ese era el caso siempre. Pero esta persona era diferente. Buena.
"Ah, no, pensé que la gente Alfa aceptaría un trato preferencial de forma más natural."
"Entiendo..."
"Eres diferente."
"Realmente no lo sé, pero eres mi jefe ¿No? Creo que no puedo permitirme recibir un trato
preferencial ahora".
"Más bien, estoy agradecido por tu preocupación. No puedo creer que hayas preparado
comida, estés a cargo del niño y de todos modos pienses en mi".
"Por supuesto. Mientras vivamos en la misma casa, todos debemos tener la panza llena, ¿No
lo crees?"
"..."
Era vergonzoso que lo compararan con un ángel, pero Nico sintió una alegría desbordante de su
corazón al pensar en ellos como "padre e hijo". Verdaderos padre e hijo.
Su corazón se volvía cálido y, no sabía cómo explicarlo pero sentía una terrible sensación de
seguridad de que, lo que estaba haciendo era lo correcto.
"De todos modos, prueba esto ¿Sí? Ya que vas a trabajar aquí, tienes que saber el motivo por
el que tenemos fama de hacer cosas muy deliciosas".
Puso jamón y queso, tomate y lechuga que envolvió en una crepa esponjosa recién horneada.
Después de colocar la salsa de yogur casero en el plato, Nico vertió pepino y eneldo encima y le
pasó los palillos.
"Wow, ha pasado mucho tiempo desde que probé este tipo de comida. ¡Eres un genio por
hacerla en un instante!"
"El pan mohoso era lo principal en la prisión. Oh, y fruta podrida ocasional".
Sí, en realidad escuchó una historia así cuando estaba cuidando a un soldado herido en el hospital
del monasterio. Muchas personas perdieron la vida por inanición y tortura, no por heridas de
guerra.
"Esto es el cielo, ¡No puedo creer que pueda comer una comida tan deliciosa justo ahora!"
Se veía muy feliz. Era la primera vez que notaba a alguien comerlo con tantas ganas y por eso
mismo sintió una simpatía que nunca hubiera esperado tener por un aristócrata.
"Pero, por favor, toma esto también. Come mucho y recupera tu salud".
En la cocina, Nico colocó la masa en un molde, lo endulzó, lo tostó, lo cortó, lo rocío con miel y
nueces y lo puso en pequeños platitos. Había preparado muchos de estos pensando que mañana se
lo iba a servir a sus clientes así que, lógicamente se esforzó. Era crujiente por fuera, masticable por
dentro y endulzado en su punto. Era muy delicioso. No solo eso, sino que cuando estaba en el
hospital del monasterio y se los sirvió a un paciente, le dijo que era un plato divino. Casi celestial.
La comida que preparaba siempre iba muy bien con su té de rosas. La dulzura y la acidez se
derretían perfectamente en la boca, por lo que podía decir, con mucha honestidad, que era un
producto del que estaba muy orgulloso. Y se notaba en su popularidad.
Le conmovieron sus palabras sobre querer dar su vida por la paz del país, pero también sintió el
consuelo de estar siendo bañado por el sol primaveral de su amabilidad expresada en oraciones.
Estuvo muy solo por mucho tiempo, había olvidado cuánto extrañaba escuchar cosas así.
Chapter 6
Hace medio año que Nico vino a este país cargando a un bebé entre los brazos.
Nico nació y creció en el Reino de Moldavia. Mismo país que Revan. Por supuesto, los padres de
Nico eran una pareja Beta ordinaria que trabajaba en un restaurante, en un pequeño pueblo
portuario muy simple. Además, llevaban una vida que no tenía nada que ver con la de Revan, quien
había dicho tan de la nada que era un duque.
El Mar Negro les quedaba cerca y siempre llegaba pescado fresco. Además, el bosque lo tenían a
un par de pasos así que había frutas y carne de animales salvajes, así como leche y verduras de las
granjas cercanas, que siempre proporcionaban como comida de lujo para los clientes.
Su padre era hijo de un rico erudito Beta y ella era hija de una prostituta traída de Rusia, así que
tenía cabello rubio y ojos azules que eran considerados una maldición en Moldavia.
Fue un tiempo en que descendientes de prostitutas y prostitutos masculinos Omega eran traídos
como esclavos de Rusia durante la guerra, por lo que los padres de su padre se opusieron
firmemente a convertirla en la "esposa de un hombre de una familia rica" cuando, según ellos, no
lo merecía. Como resultado, los dos se fugaron y comenzaron a vivir y trabajar en ese comedor del
centro. Pero para su padre, que originalmente era hijo de una familia adinerada, no fue nada fácil
cambiar su vida sedentaria por algo de esfuerzo 24/7 así que, cuando Nico tenía seis años, colapsó
debido a un dolor en el corazón y falleció. Y aunque fue hace muchísimo tiempo, todavía
recordaba claramente la manera en que su madre, exhausta, gritaba:
La pareja, dueña del comedor, estaba haciendo todo lo posible para consolar a su madre. Nico miró
fijamente a esa mujer y después de eso, recordaba claramente ver a sus abuelos paternos llegando
de la capital para gritarle por ser tan descuidada. Su abuelo era un erudito que entraba y salía del
castillo real. Se decía que estaba enseñando historia al príncipe heredero y de todas maneras, se
portó peor que un animal cuando gritó:
"¡No, no! Papá murió de una enfermedad. No es culpa de nadie. Ya déjala ¡Mamá llora!"
Por supuesto, era muy chiquito y aunque estaba gritando eso desesperadamente en su corazón,
todavía no podía expresarse en palabras claras.
Después de eso, sus abuelos trajeron a su padre a casa en un ataúd y su madre pareció haber
perdido el alma al mismo tiempo.
Se sentía culpable porque le dijeron que fue culpa de su mamá y en ese momento, ciertamente no
entendía el significado del dolor de sus abuelos. Ellos estaban en un lugar lejano cuando se
enteraron de la muerte de su único hijo así que seguramente no habrían podido soportar esa
realidad sin culpar a alguien más por eso. Ahora, ya mayor, podía saberlo.
Sin embargo, esa vez, Nico no tenía forma de entender cuánto había herido esa palabra a su
querida madre. Perder a un ser querido y que además te dijeran que era tu culpa,
irremediablemente también mataba un corazón que siempre fue muy sano.
Al día siguiente, su madre le dio a Nico un anillo como recuerdo de su padre y un collar de oro que
tenía sus iniciales y después de que lo confió a un monasterio, que estaba ubicado a lo largo de la
frontera, se arrojó al fondo de un valle para seguir a su esposo. Más tarde le dijeron que sus
abuelos paternos se negaron a adoptarlo porque, aunque su familia, tenía cabello castaño dorado,
ojos color ámbar y una apariencia como la de su madre. Tomaron el anillo de recuerdo dejado por
el padre de Nico y en su lugar, se lo cambiaron por una bolsa de monedas de oro.
Continuó entonces su aprendizaje como monje. Pero mientras trabajaba en el monasterio, se las
arregló para cultivar hierbas medicinales para el hospital y además, ayudar con todos los enfermos
que pudiera. Siempre decía que le gustaba hacer feliz a la gente, así que era natural en él y en poco
tiempo empezó a hacer tés de hierbas y dulces y aprendió a preparar remedios con ruda,
manzanilla y otras flores que funcionaban para los dolores. Eso, más que nada, porque recordaba a
su padre y su madre trabajando felices en la cafetería y además, porque quería especializarse en
ellos para evitar otros descuidos como el de su papá.
Sin embargo, fue por la sensación de que las personas a su alrededor desaparecerían en cualquier
momento, que tenía miedo de amar a alguien más y, básicamente, se pasaba todos los días
sintiéndose temeroso y triste.
En aquellos meses, todavía podía darse el lujo de pensar en si mismo. Pero cuando comenzó la
guerra civil, la vida de Niko cambió para siempre.
"Mi madre es de sangre real. El gran emperador, que fundó este país, es mi bisabuelo."
Por otro lado, Zima renunció al cargo de arzobispo después de que el rey, su esposa y el príncipe
heredero desaparecieran, y regresó a la vida política. Además, era evidente que se trataba del
heredero legítimo.
"Soy el medio hermano del rey. El heredero con la sangre más espesa."
Pero claro, Nico, que estaba lejos de la política, no acababa de entender la situación y hasta podía
decirse que se deslindó de ella.
La ciudad portuaria, donde se encontraba el monasterio de Nico, estaba lejos de la ciudad capital
donde habían construido el castillo del rey, pero eso no evitaba que fuera un punto estratégico para
el comercio que iba desde el río Danubio, hacia el Mar Negro y hacia otros países también. Los
eventos terribles comenzaron a atacarlos a las semanas siguientes después del reclamo por el poder
y eventualmente, el lugar se convirtió en un lugar que se utilizaba como hospital de campaña para
los enfermos y heridos por la batalla de territorios.
Niko y los monjes acabaron trabajando como enfermeros militares y no sólo los soldados, sino
también los huérfanos de guerra y los enfermos y heridos en general comenzaron a reunirse a los
alrededores para establecerse. Y entre las casitas, tiendas y bazares que habían alzado,
construyeron un burdel masculino exclusivo para Alfas. Básicamente, un sitio que emitía
"certificados de pareja" para los que necesitaran descendencia rápidamente debido a los
acontecimientos del pueblo. Allí, tendrían un hombre, les darían niños y esos niños serían
educados adecuadamente desde una edad temprana para ser seleccionados por el escuadrón de
élite. Por el contrario, si había Omegas recesivos, ellos solo se convertirían en compañeros
temporales que volverían a su trabajo después de dar a luz. Y cuando la guerra empeoró, tales
Omega incrementaron también y muchos soldados comenzaron a reunirse adentro. Un lugar muy
popular, ciertamente.
Todos los días, los oficiales militares aparecían en el burdel, pasaban un tiempo espléndido y luego
se retiraban. Por otro lado, las personas heridas y enfermas, destrozadas y gritando de dolor, eran
llevadas al hospital de al lado en donde Nico trabaja casi todos los días. Era un espectáculo
bastante diferente, como estar entre la luz y la oscuridad.
Pero el último año, empezaron las lluvias y la tierra se perturbó aún más de lo que ya lo estaba. Las
tormentas derribaron los bosques, las cosechas de las granjas fueron destruidas, el ganado murió
uno tras otro por epidemias de malas enfermedades, y el hambre cayó sobre ellos. Los soldados
heridos, con costillas protuberantes, fueron traídos uno tras otro y, por la esquina contraria, el
burdel pareció ser el único lugar de descanso para los que iban a la guerra sin la esperanza de
regresar. Los hombres Omega, en el burdel masculino, trataban con un mínimo de 20 Alfas cada
día. Decían que si escapaban, serían devueltos nuevamente y que el castigo por huir era peor del
que se podían imaginar. Y entre ellos, había un prostituto masculino con el mismo nombre que
Nico. Se parecían mucho también, así que se preguntaba si eran hermanos o tal vez, familiares.
Primos, posiblemente. Como era de esperar, comenzaron a hablar todos los días.
Se llamaba Nikolai, pero todos le decían "Niko". Era el joven más vendido del burdel y tenía la
fama de ser un maldito, porque engañaba a los Alfa, los emborrachaba y les quitaba todo el dinero.
También circulaban malos rumores y la gente decía que ya se había embarazado tres veces.
[Nikolai es la reina del burdel masculino. Malvado, codicioso, ninfómano desesperado. Parece
que una vez que duermas con él, quedas cautivado.]
[Se dice que aprovecha las debilidades de las personas influyentes para extorsionarlas]
Él, por otro lado, le contó que ciertamente lo embarazaron tres veces. El primer bebé que tuvo fue
un Omega y los dos últimos unos Alfa.
"Mi hijo Theodorus era un Alfa, ya no está aquí. Mi otro bebé se llama Michalis pero como
también es un alfa, va a cumplir tres años y será llevado al campo. No lo sé, los arrastran a
una instalación dedicada a la élite alfa. Mi hijo Omega va a ser prostituto, seguramente, así
que ya está a cargo del director del burdel. Lo hizo apenas nació. Por los Alfa me dan mucho
dinero. Creo que... Puedo decir que vivo gracias a Theodorus. Fueron mil monedas..."
El negocio de dar a luz niños alfa por supuesto que era ilegal. Solía ser legal alguna vez, pero lo
cambiaron hace más de una década porque los grupos de derechos humanos y las iglesias lo vieron
como un problema que erradicar de raíz. Aun así, había bastantes personas que usaron rutas
secundarias para comprar y vender personas y se decía que entre los prostitutos, había algunos que
tenían conexiones profundas con gente muy influyente.
Mientras trabajaba, se volvió tan cercano a "su primo" Nico, que le confió a Michalis mientras él
estaba en el burdel. Apenas tenía cuatro meses. El monasterio era también una escuela infantil para
estos niños Omega por lo que no lo vio como problema.
"Vender a tu niño por dinero... No es algo que debas hacer."
"¿Qué sabes tú, Beta? No entiendes como se sienten las personas que nacieron como Omega y
definitivamente no sabes lo que es no tener otra opción. ¡Tú puedes vivir una vida normal!"
Realmente no lo sabía, así que no dijo nada. Eso por supuesto, porque Nico era un beta. No tenía
una excusa.
"Pero... Si fueras Omega, estoy seguro de que habrías sido tan popular como lo soy yo.
Mismo color de cabello, nariz y color de piel. Solo tenemos los ojos diferentes. Venimos del
mismo lado, somos rusos, nuestras madres se apellidan igual."
"Sí..."
"Siempre hemos dicho que somos primos, pero más bien somos hermanos."
Sin embargo, dijo que sus vidas eran muy diferentes solo por ser Omega y Beta.
"Bueno, creo que muy pronto vas a dejar de verme con lástima. Estoy a punto, a punto de
mover el país."
"¿Eh?"
"..."
"Era muy, muy diferente a todos los hombres con los que he estado. Incluso el color de sus
ojos era como una hermosa esmeralda. Vino de la nada, con una capucha, y me compró a mi
para pasar el rato. Mira... Mira a Michalis. ¿Ya viste sus ojos? Son del mismo color que los
del príncipe."
"... Nikolai..."
"¡Michalis es hijo de un hombre noble! Más que eso, es el hijo de la figura central de este
país. ¿No lo ves? Si puedo probar que es su hijo a través de un examen, obtendré mucho
dinero".
"¿Cuál examen?"
"Cuando el niño tiene un año, se hace una pasta con la primera rosa damascena que florezca
ese año. Con los pétalos secos y los tallos, todo junto. Luego pones una gota de sangre del niño
y el color va a cambiar. Si es de la realeza, se pone azul fuerte."
"Sí, es un secreto muy especial que solo la gente en el centro de este país, la nobleza real, y yo,
conocemos. Nico, Nico tú eres un enfermero así que tenlo en cuenta. Creo que será útil en el
futuro. "
"Nico... Quiero que sepas. Eres mi familia ¿No? Eres todo lo que tengo. No, tienes que
saber."
Nico sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Cómo podía estar tranquilo al saber un secreto tan
peligroso?
"Si usas esto, podemos probar la paternidad del príncipe y cuando se demuestre que Michalis
es su hijo, en su primer cumpleaños... Jaja ¡Nico! Vamos a cambiarlo por mucho dinero.
Dejaré este trabajo y tú y yo..."
"Es mejor huir. Mira, ya hice un fraude una vez. El padre de mi hijo, el Omega, es en
realidad un sacerdote de muy alto rango. Se escapó de la iglesia porque no podía resistir sus
impulsos..."
El clero era básicamente un trabajo para betas. Sin embargo, los sacerdotes de alto rango, las clases
papales, cardenales y arzobispos solo podían ser alfas. Si ese era el caso, entonces quien se acostó
con Nikolai era una persona de tremendo estatus social. El chantaje en si mismo era imperdonable,
pero chantajear a alguien así pondría a Nikolai en peligro.
"Es un secreto a voces que los sacerdotes vienen al burdel de hombres. No quería que yo
perteneciera a otro alfa, así que de repente me mordió en el cuello y dijo que quería que fuera
su pareja. Por eso, me quedé embarazado de inmediato. Bueno, tan pronto como descubrí
que estaba esperando a su bebé, inmediatamente me mordieron de nuevo y el contrato se
canceló."
"Me ofrecieron dinero para abortar, pero di a luz en secreto y me quedé con los dos mil. Era
un Omega, por lo que el director del burdel masculino lo tomó. Pero... Supongo que se enteró
de que el niño está por allí porque he recibido amenazas."
Mientras escuchaba la historia de Nikolai, gradualmente se enojó. Se sintió frustrado con él porque
tenía un conjunto de valores diferentes al suyo, pero más que eso, no le gustaba que estuviera tan
destrozado como para ver normal embarazarse y venderlos cada vez.
"Por eso está es mi oportunidad. No voy a dejar que sigan haciendo que tenga miedo. Es
suficiente, tiraré todo y regresaré a nuestra ciudad natal. Voy a Rusia. Tendré una casa,
tendré... Tendré una vida."
Los ojos de Nikolai brillaban muchísimo
"... No sé. Tal vez mi destino es estar aquí para ayudar personas."
Pero aunque dijo eso, no era que no tuviera el deseo de ir a Rusia. Era la ciudad natal de su madre.
A los padres de su padre no les gustaba Nico por tener sangre rusa y no sabía qué cambiaría si iba
allí. Tal vez... Encontraría un nuevo camino o tal vez sería una perdida de tiempo.
Nico sacó algunos manuscritos de la biblioteca del monasterio y comenzó a estudiar el idioma y la
cultura rusa por su cuenta en su tiempo libre.
"El libro que estás leyendo es muy viejo. No te preocupes, yo seré tu guía."
No pensó que Nikolai fuera el tipo malo que se rumoreaba que era. Hubo muchas ocasiones en las
que estuvo en contra de sus palabras y acciones, y como la venta de niños que estaba haciendo era
un acto criminal, quería detenerlo de alguna manera y pensar juntos si había una mejor manera de
huir que vendiendo al bebé. Sin embargo, era su mejor amigo. Su confidente. El hombre que se
acostaba a su lado, despertaba con él, le sujetaba las manos, le prestaba libros y le enseñaba
idiomas.
Su abuelo era una celebridad local. Era un erudito que le enseñó historia al príncipe heredero, pero
no reconoció a su madre, la llevó al suicidio y ni siquiera trató de reconocer a Nico como su nieto.
Por supuesto, incluso si sus abuelos lo hubiesen acogido como familia, pusieron muy mal a su
madre con sus palabras por lo que probablemente no habría podido amarlos o perdonarlos. Nikolai
seguía siendo más amable que eso. No podía perdonarlo del todo por su forma de vida, pero estaba
en un lugar muy profundo de su alma. Además, nadie era 100% correcto. Convencer a Nikolai de
que dejara de vender niños podía ser un primer paso y luego, un camino nuevo.
Juntos.
Chapter 7
Los Alfa y Beta tenían una letalidad baja, pero para los Omega llegaba casi al 100%.
En un país asolado por la guerra civil, una epidemia de peste era como un golpe decisivo del dios
de la muerte. Los pacientes Omega gravemente enfermos eran llevados al monasterio uno tras otro.
Nico se infectó mientras los cuidaba, pero era beta, por lo que solo tenía un poco de fiebre. Alfas y
Beta eran menos susceptibles a la enfermedad, eran inmunes y salían del cuadro rápidamente.
Nikolai tenía una fiebre tan alta que sentía que podía quemarse con solo tocarlo y una erupción en
todo el cuerpo que lo había deformado. No podía beber agua, le tenía miedo a la luz, temblaba
como cascabel y ya no se entendía lo que decía. Incluso si sobrevivía, las secuelas iban a ser tan
graves que algunos incluso se suicidaban porque ya no podían ser independientes o porque, incluso
sanos, ya no se veían como humanos.
"…Yo ya...."
Era Nico quien estaba atendiendo a Nikolai en la sala de enfermedades infecciosas. Su enfermero
personal incluso aunque tenía tantos pacientes haciendo fila.
"La... La..."
"Nikolai, mantente fuerte. Mírame, no te rindas. No te rindas. Eres... Más que esto. Ya
pasaste cosas peores que esto. Solo un poco más..."
"La... Yo..."
"¡Solo lucha un poco más! Vas a volver a Rusia ¿No? Vamos a estar juntos, vamos a ir a tu
ciudad natal. ¡Es lo que planeamos! Vamos Nikolai. Vamos. Un poco más..."
Nico lo cuidó desesperadamente. Fue triste ver que su hermoso rostro se había desvanecido, que se
volvió delgado y que ya no había rastro de su apariencia anterior. Vomitaba todo el tiempo y lo
último que hizo lo manchó por completo de sangre.
"Yo... Te daré mi sangre ¿Bueno? Te daré mi sangre, aguanta. Una transfusión va a..."
"Michalis... En el... En.. Sótano. Debajo de las estanterías... Mi... Mi... Micha..."
"... Iré por Michalis. Entiendo. Iré por Michalis. Tranquilo Niko..."
"Mi..."
Pero las palabras de Nikolas se detuvieron allí y murió con los ojos bien abiertos.
"..."
No sintió ninguna tristeza. En realidad, más bien fue como si no supiera dónde la había dejado
para empezar. Igual a si todo estuviera frío, dando vueltas, oscuro y... Muy similar a tener el
corazón infinitamente duro.
Se levantó, casi olvidando lo que acababa de pasar, y se cambió de ropa incluso aunque no era
necesario. Nico hasta se dio el lujo de elaborar tranquilamente el papeleo para su procedimiento de
entierro: Los que morían a causa de la peste no eran enterrados, por lo que los metía en un saco de
yute y los llevaban a la morgue. Por la mañana, eran entregados al transportista y entonces eran
arrojados a un gran pozo, excavado en lo profundo del bosque y quemados con fuego lanzado a la
distancia.
Algunos de los monjes, que llevaban los cadáveres, estaban desconsolados por la miseria. Unos
habían abandonado sus trabajos y estaban en el suelo, riéndose en su locura, y muchos otros se
encontraban semidesnudos y gritando como si no pudieran soportar el dolor. Incluso hubo un
grupo que se azotaba en las espaldas en señal de penitencia. Sin embargo, Nico, que acababa de
perder a la única persona que le importaba en el mundo, estaba paralizado. Había tanta muerte
junto a él y de todos modos, fue como si estuviera viendo el campo por la mañana. Los animales
estaban saliendo de la nada en busca de carne de los cadáveres que se habían caído de los camiones
o que no habían sido quemados. Los gusanos brotaban, pululando incluso en los cuerpos que
estaban a punto de convertirse en esqueletos y podían verse cuervos y grandes rapaces, cazando sus
sobras.
Normalmente, estaría asustado y estaría llorando, pero la realidad era que le habían matado el
alma.
Y mientras se preparaba para transportar los cadáveres, un tipo se paró en la morgue, detrás del
monasterio, y sacó un bebé:
"No, vendrán a hacernos una investigación si tiene una herida en el pecho. Mejor el cuello."
"¿Un bebé...?"
No lo recordaba.
¿Estaba allí para llevarse el cuerpo del bebé? Empujó el carrito que estaba allí y dijo que se haría
cargo.
"Está bien, chico, está muerto. Solo déjalo con los otros y ve a descansar. Los sacerdotes ya
hicieron mucho por nosotros."
Pero Nico sintió que los dedos del bebé se movían levemente, por lo que desenvolvió la manta.
Aunque estaba sucio por aquí y por allá, tenía ropita bonita, tenía un buen estado nutricional y se
notó que lo cuidaron cada día y con mucho cuidado. No estaba enfermo.
"Un bebé..."
"Daa... ¡Daa!"
Una voz encantadora resonó y una sonrisa centelleante hizo que se le llenaran los ojos de lágrimas.
No podía dejar de llorar y llorar y gritar y sostener al bebé como si recién recordara lo que estaba
haciendo allí y quién era. Vio al hombre, a su Nikolai y sus ojos brillantes. Su sonrisa y su muerte.
Su niño y Rusia. Como si hubiese encontrado algo en lo más profundo de su cuerpo, sintió varias
emociones una tras otra y tanto, tanto dolor que pensó que iba a desmayarse. Era igual a si un calor
que había estado balanceándose detrás de su piel todo este tiempo, hubiera despertado de un sueño
profundo. Tristeza, dolor, ira, irritación, amor, alegría y así sucesivamente.
Eternamente.
Las lágrimas de Nico cayeron sobre las mejillas del bebé pero, de todos modos, incluso aunque lo
estaba manchando no podía detenerse.
Todo lo que había logrado hacer hasta ahora, fue despedir a las personas que morían en la guerra y
a los pacientes que fallecían entre sus brazos. Impotente a causa de la maldita epidemia. Entonces,
para Nico, la sonrisa de este bebé fue como recibir la señal de un ángel. Algo suave y cálido pero
tan pequeño que hasta pensó que podía romperse si lo levantaba mal. De repente, incluso recordó
la sensación de un caramelo en polvo derritiéndose en su boca. La felicidad cuando se llenaba de él
y la dulzura que parecía desmoronarse segundo a segundo hasta llegarle al estómago.
Las células en su cuerpo revivieron y la sangre comenzó a circular por todo su cuerpo incluso
después de horas de muerte.
"Quieres vivir.... Quieres vivir ¿No es cierto? Mi pequeño niño. Lo siento tanto... Lo siento"
"Quiero salvar esta pequeña vida" pensó. "Quiero salvar el recuerdo de mi hermano."
Chapter 8
Al mismo tiempo que un sentimiento tan fuerte se extendía en su corazón, fue atacado por un
miedo que nunca antes había experimentado en su vida. Los hombres habían dicho que revisarían
todo más tarde, aproximadamente una hora después de que hiciera la lista de muertos.
Si las cosas seguían así, ellos vendrían y lo matarían con sus propias manos así que había que hacer
algo antes de eso. Según lo que le dijeron, era el niño de una familia de alto rango. Un alfa. Y
probablemente todo eso de la enfermedad y la herida que querían hacerle en su pecho era un
excusa para deshacerse de él ¡Era una posibilidad que tenía que tener presente! Incluso Nico, que
no sabía nada del mundo, entendía que tenía que pensar en todos los panoramas al tratarse de
política y guerra.
Niko contuvo la respiración y miró a su alrededor. Delante de su cara, vio la figura de Nikolai, que
murió hace unas horas y junto a él, al pequeño bebé Omega que había pedido ver antes de que
ambos comenzaran a agonizar de dolor. Estaban envueltos en un saco de yute porque iban a ser
transportados por el camión municipal.
Era una idea extremadamente aterradora, pero en lo profundo de su corazón creció una voluntad
tan profunda que sintió que no tenía más remedio que aferrarse a ella. Después de confirmar que
no había nadie más en el salón, se quitó el sombrero que tenía en la cabeza, rápidamente se despojó
de la ropa monástica y la puso sobre el cadáver de su amigo. Las personas que murieron por la
peste no se revisaban en detalle después de todo así que, podía decirse que esta era su única
oportunidad.
Inmediatamente tomo su credencial de defunción y escribió su nombre "Nico" y "Beta" en lugar
de "Nikolai" y "Omega" y la colgó en su cuello mientras escribía los detalles:
—Beta.
—Oficio: Monje.
—Se contagió mientras estaba de servicio.
Solo iban a asumir que el monje Nico, murió por la peste. La tasa de mortalidad en los Beta era
muy baja pero nunca igual a cero.
Tomó su documento de identidad, se lo puso en el cuello, junto con la gargantilla de los Omega
que él siempre llevaba encima, y sacó el cadáver del bebé de la bolsa de yute. Tomó su plaquita de
identificación.
"Lo siento, bebé... Déjame usar el tuyo para que Michalis pueda irse de aquí. Lo siento, de
verdad lo siento. Discúlpame."
Las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos humedecieron sus mejillas y fluyeron como una
cascada hasta el cuello del cadáver frío del pequeño bebé.
Sí, este certificado de nacimiento era suficiente. Ambos eran hijos del mismo hombre y por
consiguiente, los dos eran idénticos. Además, su género secundario todavía no se había anotado
por lo que esto era un enorme punto a su favor.
Vistió al bebito con la ropa de Michalis y adjuntó la etiqueta "bebé no identificado/género alfa" al
certificado de defunción. Pero cuando le quitó el pequeño anillito de oro que tenía en una cadena
alrededor del cuello, Nico extrañamente se quedó en blanco. ¿Sería bueno que se lo quedara?
¿Sería mejor tirarlo? Nikolai se lo había puesto por una razón y recordaba perfectamente bien que
le había dicho que le pertenecía a ese hombre con el que estaba relacionado. Algo que podía
revelar la verdadera identidad del niño, y al mismo tiempo, ponerlo en un tremendo peligro.
Solo para estar seguro, le dibujó la misma marca, exclusiva de un Alfa, en la parte inferior de su
pie y volvió a ponerle las calcetas. Era bien sabido que un lunar era algo "especial" que no
desaparecía hasta que el niño cumplía los tres años. Se sintió como un pecado, por supuesto, pero
solo quería ayudar a este bebé y a la luz del brillo que cayó en su casa cuando le sonrió. Para Nico,
parecía una señal de salvación acompañada de un bonito: "Daa, daa" y una hermosa figurita
extendiéndose desesperadamente en su dirección para decirle que quería seguir con vida. Y juraba
que en ese momento su sangre había regresado lentamente a las células que hasta entonces estaban
muertas.
Nico envolvió al bebé en una de esas sábanas que se utilizaban para las misas en la iglesia y lo
sostuvo entre sus brazos con mucha fuerza.
"Soy Nikolai y soy un Omega. Escapé de la enfermedad con mi hijo Michalis. Vamos a un
lugar seguro. Soy Nikolai. Nikolai..."
"¡Buaaaah!"
"No llores. No llores, bebé. Tenemos que escapar de este lugar para que no nos encuentren.
Por favor, por favor. No levantes la voz. Es la única forma... Es la única forma, te lo juro."
Con un sentimiento de oración desesperado, fue al sótano del monasterio, que ahora estaba vacío,
y preparó una cama para el bebé. Algo en lo que pudiera acostarlo.
Al principio, el bebé lloraba con muchísima fuerza, pero cuando le dio un poco de leche diluida y
calentada en la cocina del monasterio, comenzó a comer y comer hasta que se quedó dormidito
entre las mantas.
"Date prisa." Pensaba. "¡Date prisa y prepárate para escapar de aquí ahora mismo!"
Si accidentalmente se encontraba con un monje o paciente que conociera bien la cara de Nico,
descubriría que había cambiado de lugar con Nikolai. Y si un Beta utilizaba la identificación de un
Omega para escapar del país, probablemente enfrentaría una cadena perpetua o tal vez un exilio. Y
eso si le iba bien. Pero, si eso sucedía, entonces le quitarían al bebé y se revelaría quién era.
Posiblemente incluso iban a matarlo justo como querían hacerlo en la morgue así que, de solo
imaginarlo, sintió que se le erizaba la piel por todo el cuerpo y también, que empezaba a sudar a tal
punto que hasta las yemas de los dedos se le paralizaron.
"No, no, no, tienes que ser fuerte, Nico. Tienes que ser fuerte y pensar en el niño. Te necesita.
¡No tengas miedo porque te necesita!"
Se decía a si mismo que este niño solo lo tenía a él, que se lo debía a Nikolai y que no era
momento de ser un cobarde.
Lo que pudo llevarse consigo fue: una muda de ropa, paños para hacerle un pañal al bebé, toallas
limpias, jabón y botellas de leche. Un poco de comida. También hierbas medicinales que se podían
cambiar por dinero y una pieza de pan. Solo podía llevar lo más básico, pero igual sintió que
cuando lo puso en esa bolsa grande y lo cargó en su espalda, empezó a pesar terriblemente. Igual a
si llevara seis kilos de piedra. Sostuvo al bebé con un paño que había dejado colgando de sus
hombros y finalmente corrió otra vez.
Nico entonces llegó al país vecino de Valaquia con el documento de identidad del fallecido
Nikolai en la mano. Siempre se preguntaba si debía hacerle caso, seguir haciéndose pasar por él e
ir a Rusia, pero no tenía sus dones, no sabía el idioma y no tenía el dinero como para criar a
Michalis a salvo en un lugar tan desarrollado como ese. Ni siquiera sabía a ciencia cierta el nombre
de su padre y aunque tenía sospechas sobre quién podía ser... Bueno, no se atrevía a corroborar la
información porque se moría de miedo. Es decir, era obvio que sería más seguro para el niño no
hacerlo y segundo, ahora él era Nikolai ¿No era verdad? Un prostituto que escapó durante la peste
y que tenía una historia problemática que ahora también le iba a pasar factura a él.
Así fue como el nuevo "padre e hijo" llegaron a este país y escaparon de la guerra.
Pensaba que había logrado llegar hasta aquí gracias a su fe en los milagros y, en parte, por su
tremendo trabajo duro. Todo lo que quería era ayudar a Michalis. Simplemente eso. Proteger a esa
pequeña forma de vida que tenía entre los brazos. Criarlo, para que fuera más feliz que nadie en el
mundo entero.
A la mañana siguiente, Revan, que se despertó antes que Nico, comenzó a tratar sus heridas bajo
el sol del jardín.
(¿Son de la tortura?)
Se quitó las vendas que tenía en la parte superior del cuerpo, y comenzó a frotarse una pasta de
hierbas en los brazos y hombros lesionados.
"Te ayudaré ¿De acuerdo? No creo que puedas hacerlo todo tú solo".
"¿En serio? Tal vez es un poco asqueroso para ti tratar con todas estas pastas. Algunas no
huelen bien."
Niko entonces untó su piel con una buena pasta de hierbas y vendó desde sus brazos hasta el tope
de sus hombros.
"Dijiste que tenías conocimientos de enfermería y latín, pero, esta atención está al nivel del
hospital en el monasterio."
"¿Qué...?"
Sorprendido, relajó su mano. Pero como el vendaje que acababa de envolver estaba a punto de
soltarse, intentó concentrarse en envolverlo de nuevo antes de que se diera cuenta.
"Jaja, obviamente estás acostumbrado. Como.... Familiarizado con las hierbas medicinales.
¿Tal vez por tu familia?"
"¿Nico?"
"Ah, no, es solo un trabajo de aficionado. Estuve en el hospital del monasterio durante la
guerra y tuve mucho tiempo para aprender la manera en que lo hacían. Aprendí latín allí
mismo también. Los sacerdotes siempre fueron amables con nosotros..."
Sus labios temblaron y su voz pareció volverse infinitamente ronca. Dios ¡Era tan estúpido! Los
monjes y enfermeros eran principalmente Beta, no Omega. Además, se suponía que el Nico, que
era enfermero en el monasterio, estaba muerto ahora.
El otro día dijo sin querer que sabía latín y teología. Definitivamente bajó la guardia junto a él y
ahora esto podía pasarle factura.
"¿Hospitalizado?"
"Creo saber el tipo de plaga que fue. Me alegra mucho que estés bien. Debió ser difícil siendo
un Omega."
"¿Y puedo preguntar algo más? ¿Por qué dejas que tu hijo te llame por tu nombre? Escucho
que siempre trata de decirte Nico".
"... Creo que... Es más una cuestión de costumbre que otra cosa."
Dado que Nico era beta, las parejas del mismo sexo no podían tener hijos. Niko pretendía ser un
Omega por el bien de su bebé, pero criar a un niño de alguien más era un un delito muy grave. No
solo en su ciudad natal, sino también en este país. Entonces, cuando Michalis cumpliera tres años,
planeaba enviarlo a una instalación Alfa apropiada y desaparecer de su vida para siempre. Por
supuesto, Michalis podía llegar a olvidarse de él y de todos estos momentos que habían pasado
juntos pero, no importaba. Mientras pudiera vivir con seguridad, feliz y sano, entonces él también
estaría infinitamente bien y orgulloso.
"Michalis aprendió a decir la palabra "Nico" cuando estaba bordando los pétalos de esta
rosa. Creo que le pareció bonito y quería llamar mi atención."
"Sí, toda esta blusa la hice yo. Bueno, yo solo tengo dos. Esta y una más pequeña. ¡Pero le
hice muchas a mi niño! Él se ve precioso con cualquier color."
"Para nada. Es muy tierno verlos vestidos igual ¿Está bien si veo cómo lo haces?"
Después de decir eso, Nico, tal vez más emocionado de lo que esperaba, fue a la habitación
principal y sacó del cajón los pantalones a medio terminar de Michalis. Hacía un poco de bordado
todos los días, pero últimamente no encontraba un espacio. Y mientras pasaba el hilo teñido de
rojo por la aguja, Revan sonrió y acercó un poco más la vela en su dirección para que le fuera fácil
seguir el ritmo de su mano.
"Gracias".
"Que hermoso bordado. Son unas flores y un sol."
"Sí, este patrón es como un amuleto. De esta forma, la vida de Michalis será iluminada y
hermosa y las flores a su alrededor van a florecer maravillosamente donde quiera que vaya".
"Deberías intentar hacer más playeras para ti. Dos no son suficientes."
"... Creo que es mucho más divertido hacer la ropa de mi hijo que la mía. Digo, mientras me
queden y estén limpias, es más que suficiente".
En el monasterio, vestía una túnica de monje todos los días y llevaba un estilo bastante puro y
sencillo. Es más, el mismo Nico estaba feliz con esa forma de vida honrada. No tenía ningún
interés en nada más y no necesitaba alguna cosa además de lo básico, como agua, aire y pan. Pero,
ciertamente las cosas habían cambiado mucho desde que empezó a vivir con Michalis. No podía
evitar disfrutar haciendo manualidades para él, comprando peluches o mantas y pensando en lo
mucho que le gustaría vivir muchos más momentos hermosos a su lado. Por supuesto, incluso
amanecía con ganas de hacer lindas prendas bordadas y sábanas donde pudiera dormir muy
calientito.
"Ah, pero la próxima vez que termine lo de Michalis, estoy pensando en hacer delantales con
el mismo bordado para mí."
"Um... Eres raro. Los Omega que servían en la nobleza estaban más preocupados por si
mismos que por los demás. Usaban joyas y se esforzaban por ser hermosos. Ya sabes, de esta
manera se aseguraban de ser amados pronto."
Un escalofrío le recorrió la columna vertebral. ¿Era así? ¿Un Omega solo deseaba ser más
hermoso para ser amado? No tenía ni idea. ¿Así sobrevivían? Después de todo, lo que sabía de
ellos era gracias al burdel detrás del hospital del monasterio. Y solo entró una vez.
Nico sonrió porque no sabía hacer otra cosa. Además, tenía mucho miedo solo de pensar en lo que
pasaría si descubría que estaba mintiendo.
"No, no. No tienes que disculparte conmigo. Es solo que lo encontré sorprendente. Eres
demasiado... Minucioso con los detalles. Incluso viviendo aquí".
"Por ejemplo, he visto que le lavas el cabello con jabón casero para que quede esponjoso y
que cuidadosamente comienzas a ponerle aceite de rosas en la mañana. Quizá por eso, este
bebé tiene una piel hermosa y un pelito perfecto. Como si fuera un hijo de la realeza."
"¿Tú crees?
La verdad estaba tratando de hacer lo mejor que podía con lo que tuviera al alcance, e intentando,
al mismo tiempo, varias cosas y métodos para criar a Michalis a la perfección. Era por eso que su
corazón se hinchaba cuando recibía elogios como ese. Por otro lado, ya que estaba pretendiendo
ser Omega, también sentía un dolor sordo en la parte posterior del estómago que no se podía
quitar.
"..."
¿Era posible que hubiese sido descubierto solo con una conversación? ¿Qué supiera que no eran
padre e hijo?
"¿Es exagerado...?"
Su voz estaba temblando de puro miedo. Al mismo tiempo que estaba preocupado por lo que haría
si se supiera que no era suyo, estaba profundamente asustado por lo que esta persona pensaría de él
después.
"Tal vez..."
Un escalofrío recorrió su espina dorsal. Pero, cuando sintió como si el piso debajo de sus pies
estuviera a punto de abrirse, Revan dijo algo que no esperaba enfrentar:
"¿Vendiendo?"
Sin saber lo que significaba, Nico solo repitió lo que acababa de decir. Como un loro.
"Vas a convertir a ese niño en un producto... ¿Verdad? Por eso lo estás criando con
cuidado."
"No entiendo..."
"Muchas madres solteras, Omegas, dan a luz a niños alfa y los venden por un alto precio. Es
un crimen, claro. Sin embargo, escuché que están haciendo movimientos secretos
recientemente, aprovechando la confusión causada por la guerra y el hecho de que la
administración actual ha dejado de exponerlos..."
Ahora que lo pensaba bien, Nikolai, que era un prostituto, estaba en ese tipo de negocio antes de
enfermar.
"Es un niño alfa hermoso e inteligente, seguro que podrás venderlo por un precio
considerable."
"Dios..."
Nico sintió que su corazón latía con fuerza e involuntariamente agarró las solapas del abrigo de
Revan. No podía darse el lujo de ponerse triste y, más que eso, las llamas de la ira se encendieron
en lo más profundo de su cuerpo por el hecho de que, lo que estaba diciendo, lo que hacía y la
manera en la que cuidaba al bebé, se interpretara de esa manera tan asquerosa.
"Vete."
"¿Perdón?"
"Te daré dinero. Todo lo que tengo. No importa. Solo vete. No quiero verte."
Revan miró sorprendido el cambio tan drástico que había tenido Nico.
"¿En serio?"
"Sí"
"Estoy decepcionado."
"¿De mi?"
"Sí, pensé qué tenías un corazón bueno. Pensé que éramos iguales y que... Que incluso eras
tierno. Quiero que el mundo sea pacífico para mí Michalis, así que imaginé que estaba
haciendo bien en contratarte. Pero... Eres igual de cruel que todos. Eres un estúpido. Vete".
Fue una maravilla, ¿De dónde había encontrado tanta fuerza? No sabía que podía ser así, que
podía encender una llama feroz en su pecho para defender a alguien.
Revan solo se encogió de hombros y sonrió, igual a si el espíritu de Nico se le hubiera contagiado.
Ese hombre ciertamente era mayor y tenía un estatus mucho más alto que el suyo, pero la idea no
había desaparecido de su mente. Insultó a su bebé y a él mismo, así que todo lo demás en el mundo
ya no importaba.
Fue humillante darse cuenta de que las lágrimas se acumulaban lentamente en sus ojos, por lo que
Nico apretó los dientes para evitar que siguieran goteando. Revan agarró el brazo de Nico antes de
que lo apartara otra vez.
Nico negó con la cabeza, con los labios todavía bien cerrados.
"Idiota. Un Omega pequeño, con brazos tan delgados como los tuyos... Bueno, para mí, que
soy un caballero veterano, no eres más que un niño chiquito. No hay forma de que puedas
matarme".
"¡Eso no importa! No me importa si soy pequeño o débil, no perderé contra los que digan
cosas malas de mi hijo. ¡Haré lo que sea!"
Mientras miraba a Nico, con una expresión impresionantemente calmada encima, Revan hizo otra
pregunta:
"Entonces, si todo este asunto es tan importante para ti, ¿Por qué estás soltero?"
Su cabeza se puso en blanco, su cuerpo estaba completamente rígido y pareció incapaz de decir una
palabra.
Nico desvió la mirada. Obviamente no estaba seguro de quién era el padre de este niño. Es más, lo
único que lo conducía a una respuesta era el anillo que había encontrado alrededor de su cuello y
que ahora estaba en un bolsillo de algún pantalón. Por si fuera poco, ni siquiera era su familiar. No
tenía ningún derecho a hacer esto o a quejarse.
"Si un Omega cría a un niño por su cuenta, se ve mal. Los riesgos de tener a un hijo sin
padre... Vamos, deberías saberlo mejor que yo. Es un camino terrible ¿Por qué lo estás
tomando?"
Pero incluso si le preguntaba eso, igual no podía darle una respuesta adecuada. Porque no era un
Omega para empezar y porque no sabía que excusa ponerle. Tomó aire:
"No importa el camino que esté tomando. ¡Soy el padre y soy la madre! Eso es todo lo que
importa. Estoy acostumbrado a que me vean con ojos maliciosos así que en realidad ya me da
igual."
"Sí". Nico asintió. "Además de Michalis, no tengo nada importante en mi vida así que, no
importa lo que piensen los demás. No importa lo que digas o lo que digan todos, yo voy a
defender esto. No necesito personas como tú que creen que soy una basura."
Podía parecer como si no tuviera determinación, pero lo estaba diciendo muy en serio.
"Tal vez soy un Omega soltero, pero afortunadamente, aquí tengo suficiente comida, ropa y
refugio y me va muy bien consiguiendo dinero por MI MISMO. Es más de lo que tú haces".
Se dio cuenta que Michalis había sido clave para esto. En hacerlo valiente.
Hasta que conoció al bebé, algo había estado congelado durante mucho tiempo dentro de su
cuerpo. La muerte de sus padres, el rechazo de sus abuelos, la guerra y las epidemias, todo su
"corazón" y todos sus "sentimientos" habían muerto con las personas de la guerra hace mucho,
mucho tiempo. Pero, en el momento en que vio la sonrisa de Michalis, en el momento en que estiró
sus deditos hacía él y lo llamó, la luz primaveral de repente derritió la nieve y cayó para provocar
un flujo de agua. Algo caliente, como una flor que se abría hacia el sol de la mañana.
Y al mismo tiempo, sintió que podía ver un poco de calma en el perfil de Revan.
Revan se aproximó a Michalis, mirándole como si todo lo que escuchó lo hubiese enternecido.
"Yo no conocí a mis padres. Incluso aunque soy un duque, ese tema es algo del que nunca se
habla en mi casa." Luego dijo "Pero tú te ves muy feliz, querido amigo. Tal vez te tengo un
poco de envidia por eso."
Revan abrió la boca y extendió los dedos para tocar la carita de Michalis. Michalis estaba
sonriendo con fuerza y lo hizo mucho más cuando lo apretó. Después de todo, esta persona seguía
siendo alguien bueno. No podía ver malicia u hostilidad viniendo de él.
"Yo fui un niño vendido. Mi madre era un Omega y me entregó a un Alfa cuando cumplí los
tres."
"Dije algo grosero hace un momento. Es natural que te hayas enojado. Discúlpame. Creo
que... Todavía tengo que entender que no todos son tan desafortunados como yo."
Chapter 10
El marco de la ventana vibró y comenzó a meterse una ráfaga de viento bastante impresionante.
Nico se estremeció ante la frialdad de la brisa vespertina de finales de verano, le dio la espalda a
Revan, que sostenía a Michalis entre sus brazos, y la cerró hasta atorarla. Luego fue a la cocina,
exprimió limón en el té de hierbas que había preparado, y lo vertió en la taza de su invitado. La
fragancia de eso seguramente iba a ayudar a calmar su mente.
"¿Qué tipo de antecedentes tienes? Digo, aunque eres un duque, dices que fuiste vendido".
No estaba seguro de si debía hacerle esta pregunta porque, después de todo, no iba a contarle su
secreto y por eso mismo no podía pedir igualdad. Pero su deseo de saber más de él era más fuerte
que su sentido común.
"Esta bien, no tengo nada que ocultar. Nunca conocí a mis padres. A la edad de tres años, me
vendieron y me criaron para ser un soldado del castillo real."
"Eventualmente, recibí un título. Claro que fue difícil para mí, un Alfa, sin padres y vendido
a una institución, llegar tan lejos, pero al rey le gustó mi poder como caballero y pareció
decidido a quedarse conmigo para siempre. La verdad es que me trataron como si fueran mis
padres de verdad. Nunca me faltó nada".
"Ah, pues al principio me volví un barón. Pero ya que me parezco mucho al príncipe
heredero, me trataron como a uno más de sus parientes".
Al poco tiempo, por orden del rey, fue asignado para proteger al príncipe heredero y su esposa.
Después, cuando el hombre tuvo un niño, él fue el encargado de servir como su escolta.
"Es por eso que sé cuidar bebés. Finalmente, tal vez por nuestros años de amistad, me
convertí en duque por recomendación del príncipe heredero".
"Un análisis de sangre, con hierbas medicinales, reveló que tengo sangre real. No fue
complicado recibir su aceptación".
Debía ser la misma hierba que mencionó Nikolai. Parecía algo muy simple, pero ciertamente era
increíble que se pudiera saber con tanta exactitud si se era un padre, un hijo o un miembro de la
familia solamente utilizando el poder de una rosa. Miró a Michalis, pero de inmediato volvió la
cabeza en dirección a la historia:
"El hombre que inició el golpe de estado fue el tal Galonski, quien ahora afirma ser el
heredero. Antes de eso, fue el comandante de la "Primera Orden de Caballeros" así que
siempre estuvo del lado del rey. Es un desgraciado."
"..."
¿Y si lo que decía Nikolai era cierto? ¿Y si el hombre descubría que Michalis estaba vivo y que
era, tal vez, el hijo del príncipe? ¿Por eso querían matarlo esa vez en la morgue?
El corazón de Nico comenzó a latir con fuerza y al mismo tiempo, una sombra oscura de inquietud
se arremolinó en el fondo de su pecho mientras los recuerdos parecían golpearlo justo en la cara.
"Dado que Galonsky era un comandante, el ejército se puso del lado de él y tomaron posesión
del castillo de Davia".
"Ya..."
"Pero... La verdad es que hay muchos rumores. No le digas a nadie pero, mis mensajeros
vieron movimiento extraño desde un convento exclusivo para partos de Omega . Sí, me dijeron
que existía el rumor de que un segundo niño, hijo del príncipe, había nacido sano y salvo
justo allí. Tal vez no sea nada, pero, si es verdad entonces es su sangre."
Pero Revan fue traicionado por sus camaradas y traicionado por un golpe de estado que le hizo ser
capturado por los militares restantes.
Pero nunca habló. Lo que quedaba en su cuerpo solo eran las cicatrices de una batalla. Perdió la
vista de un ojo por un tiempo, pero mejoró después de descansar a salvo en hogares temporales.
"Estaban indefensos. Estaban demasiado indefensos y yo no pude hacer nada por ellos".
La lucha continuó en todo el país, el odio y el deseo de poder chocaron, se derramó sangre y hubo
tanta muerte como para hacerlo sentir realmente impotente, indefenso, miserable y autodespreciado
por haber sobrevivido.
"..."
Tomó la copa y la hizo girar para llenar la habitación con el suave aroma de rosas dulces
mezcladas con vino. Tal vez, el suave olorcito calmaría su corazón, aunque fuera solo un poco. Sin
embargo, él tomó la mano de Nico, la acarició y la besó suavemente justo en la palma.
Sorprendido, Nico trató de retirar los dedos, pero la volteó y apoyó su mejilla entre su piel como si
lo necesitara para poder respirar. Dijo: "Hueles a rosas. Solo quédate conmigo un momento
más..."
De las yemas de sus dedos, había un aroma de rosas que era muchísimo más rico que el de la tienda
o el té. Debía ser porque tenía contacto directo con los pétalos todo el tiempo.
"No pude cumplir mi promesa de protegerlos. Es por eso que no tenía la intención de vivir ni
un momento más. Pero..."
"¿Pero?"
"Sentí que si dejaba que los malos se apoderaran de mi tierra natal, aunque muriera, no
podría tener paz. Quiero curar mis heridas aquí durante el invierno, y luego volver a pelear
por la tierra de mi príncipe."
Sin embargo, Nico estaba completamente desesperanzado. En ese momento, según sus palabras,
era una lucha entre Zima y el Comandante Galonski. Pero Michalis parecía estar amenazado de
muerte por ambas partes. Tanto uno como otro eran enemigos de su bebé y por tanto, también
suyos.
"En términos de linaje, Zima es el heredero legítimo del trono. Sin embargo, el Capitán
Galonski usurpó el trono argumentando tener sangre real. Desde entonces, la hambruna y la
peste se han extendido por todo el país, y el caos es impresionante. ¡De verdad te aterraría
ver hasta donde llegó!"
Galonski, quien era el líder de los Caballeros, ahora era el sucesor al trono. No obstante, había
muchos aristócratas encarcelados que eran fieles al príncipe por lo que el país sufrió de una gran
división. Revan tenía una relación hostil con el Comandante Galonski, pero en cualquier caso, Nico
pensó que igual nunca debía saber quién era realmente Michalis. Por supuesto, siempre tuvo la
completa intención de protegerlo a costa de su vida.
Había crecido considerablemente en tan solo un par de semanas. En ese momento, parecía que se
rompería si lo levantaba. Ahora pensaba que podía hasta irse corriendo si tuviera ganas.
Hace meses, al amanecer, había unos hombres que intentaban asesinar en secreto a este bebito. Y
un nombre surgió en su conversación: "Zima me dijo que lo hiciera." Dijeron.
Es más, hasta hoy, Nico no tenía una idea clara de cómo era la política. En todo caso, solo sabía
que el enemigo era Galonski y que pasara lo que pasara, Revan no debía saber el verdadero origen
de este niño. Solo, no tenía la fuerza para hacerlo. Todavía pensaba que se trataba de una persona
bastante agradable y respetuosa, pero... No. No había la suficiente confianza entre los dos y
definitivamente no iba a arriesgarse por un desconocido.
Entonces, su pequeño Michalis, en sus brazos, tocó la mejilla de Nico con una pequeña manita.
Cuando echó un vistazo en su dirección, sus ojos redondos y perfectos comenzaron a mirarlo como
si le preocupara que se pusiera a llorar y después, incluso le llamó. Era una mirada pura. Unas
pupilas redondas que calentaban su alma de la misma manera preciosa en que lo haría el sol.
(Este niño es mi niño. No es el bebé que estaba a punto de ser asesinado. Es... Mío.)
Pero por eso había llegado a este país para empezar, incluso sin importarle utilizar la cédula de
identidad de un muerto. No quería que este niño sufriera un futuro terrible así que intercambió el
cadáver de ese pequeño bebé con Michalis y reemplazó sus documentos con los de su mejor amigo,
quien falleció por la peste. Esa era la verdad que solo él sabía, algo que no podía contarle a nadie
más y que siempre, siempre estaría en su conciencia.
Aunque simpatizaba con el deseo de Revan de dar su vida por la paz, ¿Qué pasaría si la sociedad
"pacífica" que imaginaba fuera el resultado de quitarle la vida a Michalis? Además, casi a la par,
el mismo Revan podría estar en peligro. Se podría determinar que Revan albergaba a un hijo de un
linaje políticamente importante sin decirle a nadie así que, para ambos, el silencio era importante.
Debía mantener a este niño en secreto si sabía lo que le convenía. ¿Era correcto? Nico realmente
no lo sabía. Pero pensaba que diferentes personas tenían diferentes conceptos sobre esa palabra.
Con la tarjeta de identificación de Nikolai, él disfrazó su propia vida. Lo que hizo Nico merecía
cadena perpetua o el destierro o la prisión o el trabajo forzado en una mina.
(Está bien, no importa el castigo que reciba cuando todo termine. Estoy preparado.)
No solo en Moldavia, sino también en este país y en Rusia, lo que hizo era considerado un delito
grave y se castigaba de una forma severa. Donde quiera que fuera, incluso si se detenía ahora, lo de
Nico iba a ser castigado severamente por lo que más o menos imaginaba lo que le iba a pasar.
Nikolai ya estaba muerto, pero la evidencia igual estaba escondida debajo de las estanterías de la
biblioteca del monasterio. Y en cualquier caso, el acto de Nico de vivir en otro país parecía
secuestro.
Perjurio de identidad, secuestro. Incluso si el deseo de proteger la vida de este niño era verdadero,
se trataba de un pecado.
Se podía ver un dientito pequeño en la encía de Michalis, que sonreía de una manera terriblemente
emocionada debido al baño. Era como una perla.
Cuando lo empapó en agua tibia, Michalis hinchó las mejillas y entrecerró los ojos al sentir la
molestia del agua en las pestañas. Tomó una bocanada, aparentemente conteniendo la respiración,
y comenzó a hacer un pucherito. Dios. De verdad le encanta ver la manera en que su piel se volvía
rosada poco a poco. Amaba esa risita que soltaba cuando movía las manos para jugar en el agua
caliente y también, la forma en que separaba los labios para intentar chupar. Era suficiente para
que se derritiera.
Mi niño.
Nico siguió hablando con Michalis, susurrando estas frases como si fuera un mantra.
(Me atrae Revan. Pero si está trabajando para Zima, entonces tengo que tratarlo con pinzas
durante medio año. Puedo hacer eso.)
Todos los días, Nico hacía mermelada de rosas junto a la chimenea después de la hora de la
ducha. Tenía que darle vueltas y vueltas para que no hirviera más de la cuenta, por lo que ya
llevaba bastante rato allí.
"¡Wow!"
Michalis se rió, así que Revan hizo lo mismo. Por un momento, se olvidó de Zima y de Garonski, y
miró al niño y al hombre, que parecían hermano mayor y hermanito, sonriendo al pasar un
agradable momento juntos. No, más bien, era casi como ver a un padre y su bebé.
Mientras Nico estaba mirando en su dirección, con una sonrisa enorme, Revan de repente
entrecerró los ojos y preguntó:
"¿Dónde puedo acostarlo?"
"Puedes ponerlo en la cuna que está por allá. Ponlo en la sombra y no olvides bajar el
mosquitero de red para mantener alejados a los insectos".
En primer lugar, estaba hecha con hierbas de menta para evitar mosquitos y otros insectos, y
lavanda en las almohadas para que el bebé pudiera dormir bien. Había cercas creadas con un
montón de hojas entrelazadas para que los cuervos no entraran, e hizo un animalito utilizando el
mismo método. Es decir, todo estaba tejido con hilos brillantes de flores y cientos de capullos rojos.
"No quiero que lo ataquen los cuervos y me gustaría evitar que le piquen los insectos. Las
serpientes también son peligrosas. Hay unas que son muy venenosas en este bosque".
"Eso es cierto."
"Como lo estoy criando solo, no quiero que pase nada cuando le quite los ojos de encima.
Colgué este tipo de hierbas porque el aroma que desprende los aleja. Es algo útil mientras
corto la leña".
"Eso es bastante impresionante. Yo soy muy malo en bricolaje pero, puedo hacerle un
columpio para cuando crezca. Es más, lo haré en estos meses, antes de que me vaya."
"¿En serio?"
"Sí. Y déjame empezar por cortar la leña para la cocina. Tú puedes ver al bebé mientras
tanto".
Michalis aplaudió.
"¡Baaa!"
Mientras tanto, Nico se sentó en el banco, aún sosteniendo a Michalis entre los brazos, y observo
la situación con bastante detalle. No sabía si tenía la pierna coja o eso también había mejorado
gracias al descanso, pero era un hecho que cortaba la madera maravillosamente bien. Es más, lo
estaba haciendo parecer mucho más fácil de lo que era.
"Huele bien".
Mientras estaba haciendo sus crepas, Revan volvió y se paró a sus espaldas.
"Claro."
Pero Nico solo pudo mirarlo con tristeza mientras lo cubría cuidadosamente para que no tuviera
frío. A primera vista, era un momento muy pacífico y tranquilo, pero cuando pensaba que lo que
estaba haciendo era pecaminoso, se asustaba y, a veces, tenía la ilusión de caer en la oscuridad
total.
(No no. Tranquilo. Tu único objetivo es proteger a Michalis. Solo eso. No te preocupes por
cosas innecesarias.)
Cuando puso la crepa de Revan en un plato y lo colocó sobre la mesa, con mermelada de
melocotón y salsa de yogur encima, una tarjeta cayó de debajo de la manta hasta aterrizar contra el
futón. Revan trató de levantarlo, pero Nico gritó:
"¡No!"
Y rápidamente recogió la tarjeta. Casi empujándolo contra el suelo para poder llegar. ¡Era la
tarjeta de identificación de Nico! Toda la historia estaba documentada allí. No la suya, sino la de
su amigo Nikolai, un prostituto que murió a causa de la peste. Su corazón estaba latiendo con
mucha fuerza e incluso sintió un desagradable escalofrío recorriendo su espalda.
"¿Qué sucede?"
Pensó que su corazón se iba a detener en un instante. No imaginaba que fuera el tipo de persona
que leía las cosas que no le pertenecían pero, lo que estaba escrito allí era un secreto. No quería
que nadie lo supiera.
El hijo mayor fue adoptado por un noble a través de una trata clandestina en el Reino de
Moldavia. De padre desconocido. Otro bebé era un Omega y por eso mismo fue encomendado al
director del burdel para convertirlo en un prostituto. Sin embargo, también murió debido a la peste.
El padre era desconocido. Era, entonces, la evidencia de que trabajaba en la trata de personas. Si
leía esto, que ahora tenía su nombre, entonces iba a pensar que se trataba de un Omega
escandaloso.
Nikolai tuvo una vida desafortunada, luchó con muchos problemas desde su nacimiento y fue una
víctima de la identidad de género Omega. Al menos para Nico, él era la única persona que fue
infinitamente amable con él y la única que lo amaba de una manera recíproca. No quería negar su
vida ni olvidar su historia, pero no estaba en sus planes que Revan lo supiera.
(Pero más que la vida de Nikolai... Lo que estoy haciendo es pecaminoso. Cuando sea
descubierto, será condenado a cadena perpetua.)
El verano había terminado y las noches empezaron a llegar cada vez más temprano. El viento
comenzó a ponerse muy fresco así que, desde la madrugada, Revan empacaba la leña y la llevaba
al almacén en la parte trasera de la tienda para calentar la comida.
Sin embargo, en uno de esos viajes, pudo notar que había unos hombres mirando el interior del
edificio desde atrás. No del lado de la tienda que daba a la calle principal, sino cerca de la puerta
trasera. Tres jóvenes, parados de puntitas y mirando por la ventana.
Como le explicó a Nico, fue derrotado en la guerra civil en el país vecino de Moldavia, fue
capturado, escapó de la prisión, solo un paso antes de ser ejecutado, y huyó para salvar su vida.
Sin embargo, no había relación diplomática entre este país y Moldavia, aceptaban refugiados de
guerra y en realidad había sido tan discreto que no debería haber posibilidad de que llegara un
perseguidor. Sin embargo, rápidamente sacó la espada que llevaba en la cintura y se acercó a ellos
conteniendo el aliento y la presencia.
Cuando Revan gritó desde atrás, se dieron la vuelta de inmediato y retrocedieron. Sus caras eran
más las de niños en lugar de hombres. Muchachos del pueblo en la mitad de su adolescencia.
"¿Qué dijiste?"
"Nico-san".
"Sí, sabemos que es un Omega. Y ya que es una madre soltera, creemos que tenemos una
buena posibilidad".
"¡...!"
Revan los fulminó con la mirada, apretando inconscientemente la espada entre sus manos. Por un
momento, el impulso de cortar a estos tres brotó del fondo de su estómago. No, destrozarlos no era
para nada suficiente. Quería hacerlos sufrir más.
"Um... ¿Cree que podamos salir con Nico solo por una noche?"
"Sí, no somos nobles, pero todos somos hijos de grandes terratenientes y comerciantes."
En el momento en que dijeron eso, Revan clavó su espada en el suelo de una forma tan feroz, que
los tres se sobresaltaron y se miraron el uno al otro como si no terminaran de entender el motivo de
su enojo. Habló en voz baja y distorsionada:
"Pero, él..."
"Michalis es mi hijo".
Cuando dijo eso, sintió que su cuerpo de repente se había vuelto más ligero. Es más, por alguna
razón, tenía una leve sonrisa en sus labios.
"Originalmente, somos una pareja que se ama intensamente. Sin embargo, cuando fuí
arrastrado a la guerra, como caballero, imaginó que había muerto en acción debido a algún
error."
"..."
"Recibí una carta de Nico. En ese momento, estaba embarazado de Michalis así que vino a
este país para protegerlo porque no se sintió seguro sin mi en casa."
Las cosas al azar salían una tras otra. Es más, le sorprendía que tuviera tanta imaginación. ¿O
podría esto llamarse delirio? Porque, dentro de él, pensaba que sería maravilloso si esto fuera
cierto.
Revan clavó la punta de su espada en la garganta del chico del medio. Además, notó que su cuerpo
estaba más ligero. Cómo si toda esta historia falsa le diera una motivación real.
"Vayan a casa. La próxima vez que entren a mi propiedad sin permiso, los mataré".
"¿Matar...?"
"Nico me pertenece. Parecen estar malentendiendo todo así que ya no voy a tener piedad."
(Aunque no estés en celo... Estás atrayendo a los hombres del pueblo, Nico.)
En primer lugar, incluso si los muchachos se hacían llamar Alfa, no importaba cómo los mirara,
eran completamente diferentes a uno. Seguro betas. Y sin embargo, aún así estaban babeando por
Nico frente a su ventana. Literal.
Bueno, Nico era realmente encantador y hermoso. No mentía al decir que su figura, mientras
cargaba a Michalis, era como la de la Virgen y sin embargo, no tenía el olor peculiar de la época
de celo, y no parecía tampoco estar buscando un alfa, como lo hacían los Omega.
Mirando a través de la rendija de la ventana que los chicos espiaban, notó que Nico estaba a punto
de darse una ducha. Era un baño de piedra lleno del dulce aroma del aceite de rosas. Él se desvistió
y comenzó a lavarse el cabello y la piel mientras llenaba la bañera con agua caliente, extraída de
una fuente termal cercana. Sin embargo, aunque solo tenía una vela que no alumbraba demasiado,
el cuello blanco y la espalda esbelta, sin la gargantilla, estaban lo suficientemente cerca como para
darles un buen vistazo. Caderas pequeñas, piernas largas y flexibles, solo se podían ver en silueta,
pero le parecieron hermosas. Sumergió suavemente los dedos de los pies en la bañera ovalada y
comenzó a meterse hasta hundirse. El vapor humedecía su piel desde todas direcciones y el cabello
dorado, húmedo, se pegó de inmediato a su frente y sus mejillas que ya se habían pintado de
rosado.
Se dio cuenta de que todavía tenía el cuerpo de un jovencito. Y para ser un Omega con un bebé tan
chiquito, sus pezones no estaban botados y tampoco se veían gordos por la leche. Por supuesto, no
sabía mucho sobre Omegas, pero la princesa heredera, a quien Revan estaba protegiendo, tenía un
cuerpo muy maduro cuando y después de que se embarazó.
Era su escolta cuando se bañaba, así que tenía curiosidad por saber cómo era un mujer.
Después de convertirse en la esposa del Príncipe Heredero, su piel translúcida se volvió aún más
radiante, con un brillo como de perla, y unos pezones rosados e hinchados debido a su niño.
Pero el baño ahora estaba tan oscuro que no podía ver mucho más y no lograba hacer una
comparación adecuada. No obstante, estaba seguro de que Nico definitivamente no lucía como
ella. Al príncipe heredero le gustaba masticar dulcemente los pezones de su esposa así que cuando
la princesa comenzaba a bañarse, aparecía él y comenzaban a jugar felizmente durante horas que
parecían eternas. Básicamente estaba parado frente al baño, así que no los miraba. Pero podía
escuchar sus conversaciones, sus suspiros y jadeos.
Solo los miraba bien cuando una persona sospechosa se colaba en el techo del baño para tratar de
atacarlos, y cuando había nidos de serpientes venenosas detrás de la bañera. No obstante, cuando
entraba como parte de su deber de ayudar al príncipe heredero y su esposa, reparaba durante un
rato en que tenían una piel hermosa y unos pechos sexys que nunca antes había visto en su vida.
Sin embargo, fue solo una sensación visual, y dado que Revan no era su pareja o su destinado,
nunca se enamoró de la princesa heredera o tuvo sentimientos más lejos de los que venían con su
deber.
No solo con la princesa heredera, sino que él no estaba interesado en ese tipo de cosas en primer
lugar, por lo que no sabía lo que era el amor y nunca había tenido deseos lujuriosos por alguien. En
realidad, no sabía por qué, pero desde que era un niño descubrió que no era de los que sintieran
tantas emociones. La alegría no era común en su cabeza al igual que casi nunca lograba sentir una
ira real por insignificancias. Pero, últimamente, había estado desconcertado por los cambios dentro
de su cuerpo. Cambios raros.
Quería verlo todo el tiempo y había empezado a notar que su corazón latía más rápido cuando le
sonreía. Es más, hasta se sintió feliz y seriamente cautivado cuando le dijo que lo iba a matar.
¿Le estrangularía Nico? ¿Lo apuñalaría en el pecho con una daga? ¿Nico podría estar tan
enojado como para cortarle el cuello y hacer que esas manitas blancas y delgadas se mancharan
de sangre? Era tan valiente y aguerrido que el mero pensamiento le hizo sentir como si estuviera
comiendo una cereza madura o una pera muy dulce, y sintió también una sensación cálida que se
derritió en la parte posterior de su garganta. Estaba extasiado con él. Maravillado y pensando en lo
feliz que sería si le dieras un beso justo antes de su último aliento. No es que tuviera un hobby de
ser abusado, por supuesto. Cuando fue torturado por los soldados en prisión y estaba a punto de ser
asesinado, quería sobrevivir y de verdad que no amaba la idea de sufrir a cada rato. Pero... ¿Por
qué el hecho de que Nico quisiera matarlo le parecía tan sexy?
Al mismo tiempo, sintió algo así como una "intención asesina extrañamente intensa" por las tres
personas que lo estaban espiando en el baño. Es más, juraba que su cerebro estaba a punto de
explotar de pura ira.
Como agua de manantial, la boca de Revan se desbordó con engaños que parecían fantasías
placenteras que él mismo había tenido en secreto:
Nico es mi compañero.
Michalis es mi hijo.
Los dos estaban unidos por un intenso amor, pero la guerra los separó temporalmente.
Tan pronto como pensó en eso, una sonrisa incomprensible apareció en sus labios, haciendo que
Revan le diera la espalda a la ventana.
(¿Qué me pasó?)
¿Le gustaba Nico? Nunca había tenido sentimientos románticos antes, por lo que era inexperto en
cuanto a lo que hacer y lo que no.
Pero mientras estaba de pie, junto a la ventana y pensando en esas cosas, una voz suave resonó
detrás de él:
"Um... ¿Revan?"
Al darse la vuelta, notó que Nico lo miraba desde la ventana del baño. Y cuando sus ojos se
encontraron, sus mejillas se pusieron tan calientes que hasta tuvo que hacer un esfuerzo
sobrehumano por mantener la calma y no irse corriendo en otra dirección ¿No parecía que lo
estaba espiando? Era vergonzoso.
"..."
Había una marca muy clara en el cuello de Nico, como el de una mordida. ¿Quién era el padre de
Michalis? La presencia del hombre invisible le ardía en el estómago, pero fingió estar tranquilo
aún así.
"¿Sospechoso?"
Nico pareció asustado. Revan sonrió tranquilizadoramente mientras miraba a través de la ventana
su pequeña cara, con sus pestañas y labios temblando de miedo.
"Mirando. Los jóvenes de la ciudad estaban mirando tu baño si que los eché".
"No digas "menos mal". Es un asunto serio. No creo que vuelva a ocurrir pero deberías
poner cortinas en la ventana. Tu baño parece motivar a todos los hombres del pueblo."
La sonrisa de Nico era tan adorable, mientras se cepillaba el cabello mojado, que Revan sintió que
se le oprimía el pecho.
"...Nico"
Ojos claros y hermosos. Nariz, mentón y pómulos delgados. Los labios brillantes y la blancura de
su cuello le hacía tener cosquillas y no era exageración decir que solo darle un vistazo provocaba
que su pecho se sintiera lo suficientemente apretado como para no poder moverse más.
"Puede ser. Pero de todos modos, les dije que eras mi compañero".
"¿Por qué?"
"No, no. Creo que... Estaría muy agradecido si pudieras fingir eso mientras estás aquí.
Parece conveniente ¿No?"
Una sonrisa inocente, transparente y amable, llegó en su dirección muy rápidamente. Y mirando
ese rostro, Revan pudo entender por qué había pensado que morir por sus manos sería la gloria.
Guerra, encarcelamiento, fuga, días horrendos. La última vez que hablaron no le dio ningún detalle
adicional a Nico pero, desde que empezó la guerra civil, la verdad era que había dejado de sentirse
vivo. No pensó que tuviera un propósito real o un por qué para hacer las cosas.
Pero eso fue hasta que conoció a un padre y un bebé llamados Nico y Michalis.
"Ah... Pero estoy pensando en construir una valla alrededor de la casa para evitar que los
insectos se acerquen demasiado y para que no entren en el terreno como si fuera su casa.
Mejor prevenir".
"Muchas gracias..."
Revan lo miró directamente. Su sonrisa era muy transparente y le daba una impresión infantil que
no esperaría de un Omega que ya tenía un hijo.
"Es... Una garantía también para Michalis. Los osos y los lobos hambrientos pueden
aparecer en la próxima temporada".
Justo cuando estaba a punto de decir algo más, sintió agua cayendo desde arriba. Miró hacia el
cielo y notó que la lluvia ya había empezado y que además, no se trataba de una o dos gotas, sino
de una tormenta inesperada. Parecía que no iba a poder seguir yendo al bosque....
"..."
"No".
Revan respiró hondo. Su corazón latía cómo loco y no podía respirar. Un baño con un Omega ¿Y
si hacía algo mal? No tenía la confianza suficiente en mantener su propia razón así que estaba
asustado.
"De acuerdo..."
¿Pero de verdad estaba bien? Sentía que definitivamente iba a perder la cabeza. No, pero ya que
Nico se tomó la molestia de invitarle, si se negaba ahora pensaba que nunca más iba a recibir más
invitaciones de este tamaño.
...
¿Ah?
Revan se rió entre dientes. Entonces era eso. Quería su ayuda para bañar al bebé.
No sabía que los bebés solían ser tan resbaladizos y violentos cuando estaban de buenas.
Nico lavó el cabello de Michalis luego de asegurarse de que Revan lo estaba agarrando bien para
que no se fuera a resbalar. Utilizaba una bata de felpa y Revan todavía estaba vestido, así que solo
Michalis no tenía nada.
Al ponerlo en la bañera, sus manos y pies comenzaron a moverse tan fuerte que le dio miedo. Era
tan chiquito que definitivamente iba a hacerse daño si caía de una altura como esta.
Tanto Michalis como Nico se rieron al mismo tiempo. Y verlos sonreír le hacía sentir
increíblemente feliz también. Los días de los últimos dos años terribles comenzaban a parecer un
sueño.
"Ya me estoy haciendo cargo de Michalis. Date un baño mientras tanto. No quiero que te
vayas a enfermar por no calentarte rápido".
"..."
Revan se acercó y recibió a Michalis. Obviamente era muy pequeño como para hacerlo solo, pero
ciertamente estaba progresando bastante en el agua.
"¡Kaaaa!"
Al llegar con él, Michalis salpicó agua caliente en su cara. Apenas un chorrito.
La presencia de Nico, con una sonrisa amable y, la vista del encantador Michalis entre sus brazos,
resultó en un amor enloquecedor que subía desde lo más profundo de su pecho. Y al estar así, tan
cerca, incluso le daba la ilusión de que los dos ciertamente habían estado viviendo juntos durante
mucho tiempo.
Todavía, cuando cerraba los ojos, recordaba los días de la guerra civil y comenzaba a reproducirse
un video de si mismo, huyendo en la profundidad del bosque con sus subordinados. Una fuerte
lluvia. Un soldado que moría en sus brazos cuando la herida empeoraba y más gente falleciendo de
enfermedad a su alrededor. También había personas que decidieron terminar con todo a causa del
dolor y días en que el olor a sangre y carne quemada se mezclaban con fuerza frente a sus narices.
En algún momento, su corazón comenzaba a secarse e imaginaba que la hierba, creciendo en los
huesos de sus compañeros, era como estar viendo un pan mohoso. No le hacía sentir nada. Ni
tristeza o miedo o dolor... O desesperanza. Por supuesto que comparado con eso, este lugar era
demasiado tranquilo y demasiado gentil. Igual a estar en el cielo.
"¿Qué ocurre?"
Mientras pensaba en eso, Nico inclinó la cabeza. El hombre todavía tenía la apariencia juvenil de
un adolescente así que no importaba cuántas veces mirara sus ojos pálidos y hermosos, nunca se
cansaba de ellos. Al contrario, cuanto más lo hacía, más se envolvía en un agradable dolor que le
hacía estar un tanto borracho.
Su cabello y color de ojos eran casi iguales, pero los rasgos faciales de Michalis eran, tal vez, un
poco más dignos y marcados. Seguramente por su papá.
Y se preguntaba de qué tipo de Alfa se había enamorado Nico como para dejar que le diera a ese
bebé.
¿Quién le beso?
¿Y quién lo embarazó?
"¿Revan?"
Con un sobresalto, Revan dejó escapar un suspiro un tanto superficial. No era nada bueno que su
corazón estuviera ardiendo lo suficientemente fuerte como para pensar que iba a derretirse dentro
de él.
Desvió la mirada y puso la mano en el cabello de Michalis, quien estaba jugando sin saber nada de
la conversación que había empezado a su alrededor. Debido a que estaba tan emocionado, los
pétalos de rosa fueron empujados hacia el borde de la bañera hasta caer en pequeñas gotas contra
el suelo. Sin embargo, casi al mismo tiempo, la cara de Nico se había vuelto tan blanca como la de
un cadáver.
La voz de Nico salió entre sus lágrimas. Tal vez todavía lo amaba mucho y por eso mismo esto era
doloroso.
No quería lastimarlo, pero ignoró la voz dentro de él, que decía que no preguntara más, y habló por
el puro deseo de conocer su historia.
"Dime. Es en caso de que su verdadero padre aparezca aquí. Al menos así voy a hacerme una
idea de a lo que me enfrento. Eso es todo, no estoy pensando en hacer nada más".
Esta era una excusa. Solo quería saber qué tipo de hombre amaba Nico.
"Yo..."
Las lágrimas que caían de sus ojos esparcieron ondas en el agua caliente.
Nico sacudió sus hombros y lloró de nuevo. Solo tenía curiosidad, pero incluso eso pareció terrible
para él.
" Ni-kyun , Ni-kyun ..."
Michalis, que estaba en sus brazos, notó las lágrimas y se acercó a Nico. Nico abrazó su pequeño
cuerpecito, se mordió los labios y le sonrió como para tranquilizarlo.
No quería que pensara que era un mal tipo y no podía obligarlo a hablar de algo que no le gustaba.
Pero se sintió un poco enojado por eso.
"No es tu obligación." Revan interrumpió sus palabras de inmediato. "Es algo personal y lo
entiendo".
"Pero..."
"Está bien, no llores. No te volveré a preguntar. Si crees que es necesario, en algún momento,
solo dilo. Si no crees que es necesario, no lo digas nunca. Puedes hacer lo que quieras porque
se trata de tu historia".
“Por favor, no te disculpes. No es culpa tuya." Revan luego dijo: "En medio año, me iré de
todos modos así que, mientras esté aquí, quiero vivir una vida pacífica y gentil, incluso como
un pseudo familia. No sé qué pasará conmigo más tarde."
"No, es una parábola. Antes de venir aquí, estaba en medio de una guerra, y ahora estoy a tu
lado. No sé qué vendrá para mí después. Espero que sea algo pacifico como mi vida junto a ti
en este momento."
"Revan..."
"Por eso, por favor sonríe. Creo que yo puedo continuar si tú también lo haces."
Revan fue al bosque temprano en la mañana, recogió madera para la cerca alrededor de su casa y
talló tablas en su tiempo libre. Para que pudieran vivir aquí a salvo después de que se fuera, las
tablas que tenía que darle debían hacerse cuidadosamente, una por una. Al mismo tiempo, preparó
una gran cantidad de leña que pudiera usarse en el horno de la tienda y también acomodó todos los
artículos nuevos y limpió los instrumentos de cocina. Era otoño, pero ya se sentía como si fuera
invierno y luego, él se iría en cuanto llegara la primavera. Quería prepararse lo más posible para
que Nico no tuviera que luchar al estar nuevamente solo.
Un hombre llamado Peter, quién dirigía una granja de rosas cercana, se acercó y le habló con una
sonrisa un tanto emocionada.
No era su compañero, pero ya que se había hecho pasar por él, le dio las gracias.
"Eso me alegra mucho. Porque estaba criando a su niño solo y lo estaba pasando muy mal.
Venir desde Moldavia como refugiado es difícil."
"Tiene razón."
"Más aún, bueno... Porque era un prostituto. Nunca pensé que fuera algo malo, pero..."
El otro día, los chicos que estaban espiando también dijeron eso. De hecho, no hubiera sido raro
que un Omega, que trabajaba en un burdel masculino, se convirtiera de pronto en madre soltera.
Sin embargo, no importaba cómo lo mirara, ese joven no tenía facha de ser uno. Era muy...
Inocente.
"¿... No lo sabes?"
"¿Perdón?"
"Oh, no, lo siento mucho. Es tu esposo, es amable y un chico muy agradable y respetuoso. Eso
es todo lo que importa."
Pensando que Nico no le había contado a Revan sobre su pasado, Peter se rió como si quisiera irse
de allí de inmediato antes de arruinarlo más.
"No, no. Es que... No sabía que tú conocías esa parte. Tengo que ser cuidadoso con ese tema."
"No te preocupes, nunca se vio en la necesidad de hacer ese tipo de negocios aquí. Ha estado
trabajando constantemente en la cafetería desde que llegó conmigo".
"Le pedí que me mostrara su tarjeta de identificación cuando lo contraté. Allí lo leí. En ese
momento, los rumores tal vez se filtraron de algunos de los refugiados que trabajaban
conmigo. Lo siento mucho."
Una tarjeta de identificación, la que Nico dejó caer el otro día. Recordaba que se había apresurado
a guardarlo para ocultarlo así que... ¿Eso tenía escrito la biografía de Nico? Había entonces, un
enorme conflicto entre querer saber y no intentar averiguarlo. No si él quería ocultarlo con tantas
ganas. Incluso si estaba haciendo ese tipo de negocios antes, Nico probablemente tenía sus propias
circunstancias personales ¿Era para sobrevivir? ¿Por deudas?
El otro día, recordaba que Nico se puso a llorar cuando preguntó quién era el padre de Michalis:
Las lágrimas y súplicas de Nico en ese momento le hicieron sentir como si su corazón se estuviera
desgarrando. Pero entonces, ¿Michalis era el hijo de un cliente? A juzgar por su apariencia, debió
haber estado trabajando en un burdel masculino por alguna razón ineludible, como circunstancias
familiares, y de pronto se enamoró de un cliente y quedó embarazado de su bebé. La mayoría de
los Omega de clase baja estaban en el negocio de tener hijos para venderlos, pero Nico dejó muy
en claro que no era así. También dijo que mataría a Revan si decía eso de nuevo. Debió ser el hijo
de alguien a quien amaba mucho.
Al final, la historia que se hizo en la cabeza quedó así: Nico, probablemente debido a algunas
circunstancias inevitables, no tuvo más remedio que trabajar en un burdel masculino. Entonces se
enamoró de un cliente y quedó embarazado con su bebé. Pero su país estaba en una guerra civil
terrible así que el área donde se encontraba el burdel debió terminar siendo un feroz campo de
batalla. Después de algún tipo de falta de comunicación, Nico dio a luz a Michalis en silencio y
luego vino a este país para intentar vivir en paz.
Pensaba que la cautela que mostraba todo el tiempo era prueba de eso. Por otro lado, la manera tan
inocente en que creía que no había forma de que pudiera atraer a un Alfa o ser atacado por uno,
debía ser porque tenía un "contrato de pareja" con ese hombre. Ni siquiera sentía las feromonas
peculiares de un Omega saliendo de él así que tal vez, era el resultado de haber ingerido un
supresor por mucho tiempo.
Sin embargo, incluso con eso, la verdad era que nunca sintió nada "particular de un Omega"
viniendo de él. Era una criatura incolora y transparente así que, sí, la atracción de Revan por Nico
era puramente emocional. Nunca fue por sexo.
Quería saber su pasado y conocer más de él, hasta la más pequeña cosita. Aun así, Revan mató sus
impulsos, recordando la belleza de las lágrimas que derramó ese día en la ducha.
Después de que Peter entrara en la tienda, otros clientes comenzaron a reunirse allí uno tras otro.
Parecía que siempre estaba muy lleno a la hora del almuerzo.
"Voy."
El almuerzo era sopa de yogur derretida, carne picada gratinada y bistec de hamburguesa llamado
moussaka con crema agria sobre pan esponjoso. Cuando entró a la tienda, percibió un aroma más
dulce de lo habitual. Y si miraba con atención, entonces podía ver charolas llenas de unos
chocolates que nunca había visto en su vida. Los niños estaban haciendo fila en el mostrador
porque también parecieron terriblemente emocionados.
"¿Qué es?"
Eran unos chocolates con crema pastelera intercalada entre cortezas de pastel crujiente, relleno de
bayas recién recogidas y mermelada de rosas.
Estaba muy caliente. Cuando mordió la masa, crujiente y fragante, la crema espesa comenzó a caer
sobre su lengua hasta hacerle sentir la rica dulzura de las natillas y la acidez de la mermelada que
se derramaba entre ellas. Vaya, ¡Era delicioso! Se mezclaba con la masa y se derretía cómodamente
en la boca mordida tras mordida.
"Está delicioso."
La sensación esponjosa del panquecito era deliciosa. Una suavidad que se derretía tan solo
probarla ¡Y era la primera vez que tenía un dulce que sabía tan rico!
"El festival de la cosecha está por comenzar. Quiero expresar mi gratitud a las personas que
vienen a nuestra tienda así que, pensé que empezar por los chocolates sería la mejor opción."
Quería decirle que con lo que hacía todos los días era más que suficiente pero, si Nico quería hacer
eso, entonces él iba a estar de acuerdo con todo lo que propusiera. Tenía muy pocos deseos
consigo mismo y demasiados para los demás. Y ciertamente, pocas personas estaban tan
desapegadas de lo material o del reconocimiento.
No importaba en absoluto lo que sucedió en el pasado, quería creer únicamente en lo que veía
ahora. Y con eso en mente, Revan siguió sus órdenes y comenzó a traer la comida que Nico había
preparado para los clientes desde una noche antes.
"Revan, solo nos quedan treinta comidas para hoy. ¿Alcanza?"
La tienda no era muy grande pero siempre había una fila enorme durante la hora del almuerzo.
Dado que los ingredientes que tenían eran bastante limitados, el trabajo de Revan era salir y
verificar la cantidad de personas para asegurarse de que todos recibieran una buena porción.
Como era de esperar, había muchísimas personas allí, por lo que Revan no dejaba de entregar las
bolsa de chocolates una y otra vez hasta que comenzaron a dolerle las manos. Parecía que habían
hecho poco en comparación con el número de personas adentro y afuera.
Algunos comieron chocolates de una manera muy escandalosa. Otros clientes se dieron por
vencidos y simplemente se fueron a casa. Entonces, un hombre, con ropa de viaje, vino desde la
dirección opuesta y se acercó a Revan a grandes zancadas. Pensó que estaba hambriento.
Cuando habló de los dulces con ese hombre, que cubría su rostro con una capa inmensa, él insertó
un pequeño trozo de papel entre sus dedos.
"..."
Le echó un vistazo rápido y, por un momento, vio un rostro familiar debajo de la capa. Hicieron
contacto visual, él le miró fijamente, luego sonrió y se alejó.
Echó un vistazo rápido y vio un rostro familiar debajo de la capa. Hicieron contacto visual por un
momento, él le miró fijamente, luego agradeció por los dulces y se alejó.
[Esta noche, frente a la cruz junto al lago. Soy un compañero de los caballeros.]
Era casi mediados de otoño. Cuando se ponía el sol, la tierra se enfriaba rápidamente y el bosque se
volvía tan profundo que comenzaba a pensar que se trataba de un lugar completamente diferente de
lo que solía ser.
Esa noche, salió en silencio de la habitación que tenía en el segundo piso, ingresó al bosque, y fue
de inmediato a la orilla del río, sirviéndose únicamente de una pequeña antorcha que tenía en la
mano. Había estado aquí ya casi un mes y medio. Sus ojos habían sanado lo suficiente y podía
caminar sin bastón, pero aún no se había recuperado tanto como para ser útil en la guerra.
"Revan..."
Era pasada la medianoche y un hombre estaba esperando por él. Un tipo de pelo corto y negro,
ojos oscuros y aire galante, el mismo que acudió a la tienda durante el día. Su nombre era Spiro y
su rango era mucho más bajo que el de Revan. Cuando fue encarcelado, lo conoció en una prisión
donde solo se reunían los caballeros del ejército de Zima. Ambos escaparon de allí por poco,
incluso sin importar poner en riesgo sus vidas.
En ese momento, acordaron que los otros caballeros (que también habían escapado con éxito de la
prisión) se reunirían en una iglesia que estaba a lo largo de la frontera. El último día de Pascua.
Tan pronto como la nieve se derritiera, la guerra civil se reanudaría de inmediato y el gobierno
sería reconquistado. Hasta entonces, se suponía que debía recuperarse de sus heridas y expandir su
red para encontrar a sus camaradas, teniendo especial cuidado en no revelar su verdadera
identidad. Sin embargo, ¿Por qué lo había llamado hasta aquí tan de la nada aún conociendo la
situación?
"Hay algo que realmente quiero decirte. No te hubiera sacado de no ser importante. Mira.
Esta es una carta secreta de Su Alteza Real. El principe heredero".
Aparentemente, el cuerpo de un bebé, pequeño y rubio, fue encontrado en una morgue a lo largo de
la frontera.
Ya todos se sabían esos rumores de que fue asesinado, pero en realidad nunca pudieron encontrar
su cuerpecito. Entonces, algunos todavía esperaban que hubiera sobrevivido y que estuviera oculto
con una familia buena pero, fue una fantasía. ¡Le hizo una promesa al Príncipe Heredero y no lo
cumplió!
"¿Qué?"
[Revan. Si algo me sucede, nada sería más tranquilizador para mí que verte actuar como yo.
Tienes que subir al trono]
[Si algo sucede, toma mi lugar y gobierna Moldavia como su rey.]
Por supuesto que él no tenía idea de lo que iba a suceder. Sin embargo, su cuerpo era débil así
que, en caso de emergencia, estaba preparado para escoger un sustituto que aliviara su carga.
Nadie lo sabía, excepto el Rey y el Príncipe Heredero, pero el Príncipe y Revan eran en realidad
gemelos. Cuando nacieron, el adivino de la corte declaró que los gemelos serían las semillas del
desastre, por lo que el rey confió a regañadientes a Revan a su amante, un Omega, y ordenó que lo
mataran para evitar una inminente desgracia. Sin embargo, el Omega le mintió al rey diciendo que
lo había asesinado, vendió a Revan a un Alfa, obtuvo mucho dinero y desapareció en algún lugar.
Entonces Revan sirvió al príncipe heredero sin conocer el secreto de su nacimiento y cuando, un
día, dijeron que se parecían demasiado el uno al otro, el rey hizo un análisis de sangre en secreto y
reveló que, efectivamente, se trataba de su hermano. El rey estaba sorprendido y encantado por lo
inesperado de la situación. Se disculpó con Revan, hablando de como su corazón estuvo doliendo
mucho tiempo debido al arrepentimiento, y lo mantuvo en su casa y acogido dulcemente. Sin
embargo, el rey le dijo que lo mantuviera en secreto.
"Es un secreto entre tú y yo, y entre el príncipe heredero y su esposa. Les explicaré a los
aristócratas que eres hijo de un Omega, que fue mi amante, y que por eso mismo serás
recibido como duque. Quiero que ocultes el hecho de que eres el gemelo del Príncipe
Heredero por el resto de tu vida. La gente de Moldavia es supersticiosa. Si descubren esto,
van a matarte".
Cuando fue nombrado comandante de los caballeros del príncipe heredero, fue presentado a los
nobles como el hijo de su amante y se le otorgó el estatus de duque. Menos de un año después, se
produjo un golpe de Estado. En caso de emergencia, estaba preparado para arriesgar su vida por su
hermano, como un doble de cuerpo, pero antes de eso, el príncipe heredero, el rey y su esposa
fueron asesinados salvajemente. El bebé de su hermano también murió en su cuna.
Ahora, Zima atrapaba a todos los que viera sospechosos y comenzaba a interrogarlos. Se decía a
voces que el príncipe le había dejado un anillo grabado con su nombre a su amante y que
precisamente ese hombre lo tendría todavía. Sin embargo, todo lo que encontraron fue una joya
similar, pero sin nada grabado en él.
"Así es. Detrás de ese monasterio, había un burdel masculino bastante grande... Creemos que
su amante era un prostituto allí. Sin embargo, algunos Omega robaron joyas y dinero de los
cadáveres, ignorando el significado. Tal vez ya hasta lo vendieron."
A diferencia de su esposa, la princesa heredera, y muchos otros nobles, los Omega de lugares
como ese nunca habían recibido una educación adecuada. Eran analfabetos y sin educación.
"La plaga se extendió y destruyó el burdel masculino. Solo unos pocos Omega sobrevivieron.
De verdad casi nadie"
"¿Además?"
"Es posible que el Omega con el que vives ahora también provenga de ese burdel masculino.
¿Qué tal si él lo robó? No podemos estar seguros así que quiero que lo registres."
No entendió el significado de la oración tan repentina, pero después de unos segundos, Revan
sonrió igual a si acabara de decir algo muy gracioso.
"Casi no tiene deseos materiales. No es el tipo de persona que robaría de un cadáver. Puede
que haya sido un prostituto antes, pero ahora vive modestamente criando a su bebito. Es un
hombre muy digno".
"Revan, si crees eso, está bien. Sin embargo, te agradecería que me lo confirmaras.
Continuaré sirviendo como mensajero así que... Estaré cerca."
Después de confirmar que Spiro ya se había ido, Revan recogió algunos trozos de madera, que
podrían usarse como leña, y comenzó a regresar para que no pareciera sospechoso que hubiera
abandonado la casa
¿Estaba diciendo que Nico era un ladrón? Además, la manera en la que Spiro cambió su cara
cuando decía que se trataba de un prostituto fue tan...
No. ¿Cómo te atrevía a hacerle esas acusaciones a alguien tan puro y tan hermoso como él? Ni
siquiera lo conocía. Incluso si había sido un prostituto, estaba completamente convencido de que
debía de haber algún tipo de razón desesperada para eso. No lo hizo porque quisiera. Si miraba la
vida simple y desinteresada actual de Nico, era absolutamente obvio que sospechaban de la
persona equivocada así que la próxima vez que recibiera una llamada, se lo diría a Zima en
persona.
Pensando en eso, cuando estaba a punto de regresar a casa, escuchó un grito desde las
profundidades del bosque.
Había un lugar rocoso en las profundidades de la hierba, y justo allí, una criatura saltó desde la
parte más oscura. Era una serpiente gigante y gruesa, de más de un metro de largo. Estaba
horrorizado por el tamaño porque nunca había visto algo así en esta zona y además, porque se
trataba de la terrible víbora nocturna. Una con veneno. Era del tipo que, al ser picado, producía
fiebre alta y necrosis en la zona.
"¡Nico!"
A la luz de la luna, el cadáver de un pequeño animal colgaba del cuerpo de la serpiente. Y al darse
cuenta de Revan, saltó hacia él como si se hubiera sentido completamente amenazada.
"¡Vete de allí!"
Revan arrojó la leña, que sostenía entre sus manos, en su dirección. Sacó la espada de su cintura y
la cortó en dos en menos de un segundo. En un instante, confirmó que la serpiente había muerto y
cuando miró alrededor, notó que Nico se había caído para atrás.
"¡Nico!"
¿Lo mordieron? Su visión se volvió negra, y todo su cuerpo se sintió más doloroso de lo que había
sido en la guerra.
"Umm..."
"¿Fuiste mordido?"
Sus palabras llegaron lentamente a su cerebro hasta que finalmente se sintió aliviado.
Trató de levantarlo, pero sus rodillas estaban débiles y Revan no podía hacerlo bien. En primer
lugar, se le había olvidado que sus piernas estaban mal y le costaba muchísimo aplicar potencia
utilizando los músculos de esta zona. Además, no podía dejar ir el miedo que sintió cuando pensó
que Nico había sido mordido por una serpiente. ¡Su corazón realmente se congeló! Hasta ahora,
era una persona que realmente no entendía la tristeza, la soledad, el amor y la alegría. Nunca había
estado tan cargado de emociones hasta que vino a este país y conoció a Nico. Ni siquiera tenía un
apego a la "vida" misma, hasta el punto de que pensó que estaría bien convertirse en el doble del
cuerpo del príncipe heredero y morir en su lugar.
La única vez que sintió alegría era cuando hacía su trabajo. Si tenía ira, era cuando perdía la
batalla. Pero no todo era voluntario. Era un sentimiento basado en lo que le habían dado los
demás.
Pero no ahora.
"Lo siento, vámonos"
Incluso cuando trató de recoger la leña que aventó antes, no pudo usar sus manos. ¿Qué ocurría?
¿Por qué estaba temblando tanto?
"¿Estás bien?"
Sosteniendo la leña que dejó caer Revan, Nico se puso de pie y le ayudó.
"Lo siento. Creo que es la adrenalina." Revan tomó la mano de Nico para poder ponerse de pie.
"Yo lo llevaré".
Amarró la leña rápidamente con una cuerda e intentó llevarla sobre sus hombros. Sin embargo, ya
que no podía dejar que Nico hiciera eso, inmediatamente volvió a quitarle todo el peso y lo cargó
en su espalda con un rápido movimiento de su cuerpo.
"Pero, Revan..."
Era miserable por poner excusas. Él, de quien se decía que era un caballero más fuerte que el
príncipe heredero, ni siquiera podía llevar su propio equipaje ahora.
"Yo... La verdad es que perdí toda mi fuerza cuando descubrí que estabas a salvo".
Nico se quedó sin palabras. Pareció sorprendido por lo que había dicho y también, un poco
enternecido.
"¿Suena estúpido?"
"No".
"¿En serio?"
Nico dijo esto mientras caminaba hacia la entrada del bosque. Evidentemente estaba más
acostumbrado a la zona de lo que Revan estaría alguna vez en su vida.
Cuando finalmente regresó a la tienda, Nico se asomó a la habitación de al lado para revisar al
niño. Michalis estaba durmiendo bien. Incluso roncando.
"Estoy feliz porque... Bueno, es la primera vez que alguien se preocupa por mí de esta forma.
Por eso quiero hacerlo."
"Está bien…"
Cuando se dio la vuelta, notó que los dulces ojos ámbar de Nico estaban brillando en la oscuridad
de la tienda. Incluso sus mejillas parecieron ligeramente rojas. Tímidas...
Los esbeltos brazos de Nico abrazaron a Revan por detrás. Estaba envolviendo tan suavemente su
cuerpo que hasta parecía su padre
"De nada..."
Algo que no podía contener y que estaba en lo más profundo de su cuerpo, comenzó a revelarse sin
darse cuenta.
"Me pregunto si esto es deseo". Pensó "Realmente quiero a Nico... Lo quiero mucho."
No sentía nada parecido a las feromonas de Omega en él, pero igual era sexualmente excitante.
"Sí".
"Ese niño es mi luz, mi todo… Es como una prueba de que estoy vivo."
¿Era eso lo que un niño significaba para un padre? Revan no lo sabía porque no tenía hijos, pero si
estaba convencido de que deseaba ser amado así por Nico. Quería, saber que se sentía ser especial.
Había una emoción ardiente en su pecho así que instintivamente comenzó a pensar en lo mucho
que quería abrazar a este hombre.
A medida que el otoño comenzaba a volverse más intenso, Nico hacía planes para recolectar frutas
y hongos en el bosque. En un intento por prepararse para el invierno, llevaba una pequeña cesta de
mimbre y tela y comenzaba a recolectar todo lo que estuviera a su paso: Principalmente manzanas
rojas, peras, grosellas y champiñones.
Le hubiera gustado decirle sobre sus planes de ir de picnic con él pero, por lo que pasó la última
vez...
Revan podía hacer mucho más trabajo físico que Nico, incluso aunque cojeaba un poco. Cortar
leña, hacer vallas alrededor de la casa, sacar agua de pozos, limpiar baños, arreglar ventanas,
reparar pisos y techos, ¡Además, ese hombre hacía dormir al bebé mucho más fácil que Nico! No
solo eso, sino que ayudaba con el cuidado del rosal en el jardín, y el cultivo de uvas y hortalizas en
su patio trasero. También trabajaba de una manera excelente hirviendo flores y frutas incluso
teniendo una pequeña estufa en la cocina. Por supuesto, gracias a eso, Nico pudo concentrarse en el
café y en el cuidado de su niño al cien por ciento.
Mientras tanto, Nico decidió preparar el almuerzo que tomarían en el viaje: Jamón, tomate,
ensalada de patatas con yogur, umami de queso y lechuga que se intercalaban entre un pan muy
crujiente. Al morderlo, la acidez de la salsa de yogur y el umami de queso comenzaba a esparcirse
en su boca de tal manera, que la textura masticable del pan hacía que quisiera ponerse a bailar en su
lugar de lo rico que estaba. Pero, además, la especialidad de Nico era la famosísima crepa
"Kurukuru". Una masa fina que envolvía la fruta, recién recogida, acompañada de una masa llena
de yogur fresco. Para las bebidas, llevaba vino tinto a base de uvas cultivadas a mano y preparó
muchos juguitos para su bebé.
"Ok. ¿Este?"
"¿Este?"
"También es un hongo venenoso".
Después de que los dos recogieran una gran cantidad de hongos, mientras intercambiaban palabras
y uno que otro regaño, esta vez pasaron a recolectar las frutas. Había muchas uvas silvestres en
esta temporada. También peras, manzanas e higos de un color muy vivo. Trás seguir derecho por el
bosque, en un pequeño sendero hecho de piedras, encontraron una llanura cubierta de hierba, con
duraznos de color rosa pálido que crecían en pequeños grupos amontonados y, más allá de eso, un
pequeño lago lleno de sol.
Los clientes de la tienda pensaban que Revan era el papá del niño, así que lo llamaban "Papá-
chan" todo el tiempo. Por eso mismo, incluso Michalis comenzó a llamarlo "papacha".
Cuando extendió la sábana frente al lago y colocó su canasta para el almuerzo, Revan murmuró:
"Pero no está mal. Nunca he tenido una familia, y de repente soy padre de este perfecto
bebé".
Acostando a Michalis a su lado, Revan le cambió el pañal, le acomodó la ropa y lo ayudó a comer
su papilla. Y después de hacer que Michalis bebiera toda su leche, los preparativos del almuerzo de
Nico finalmente parecieron estar listos.
Con Michalis todavía acostado en su regazo, Revan le pidió a Nico que le pusiera un poco más de
jamón y queso y terminó por recibir un sándwich de tomate y salsa verdaderamente enorme.
"Delicioso".
Nico finalmente puso un plato de arándanos y grosellas negras, recién recogidos, en una crepa, y lo
acomodó a su lado para que pudiera tomarla como postre al terminar. Acomodó una de las cestas
grandes, llenas de fruta, e hizo lo mismo con la cesta pequeña que estaba llena de champiñones y
rosas que parecían desbordarse de todos lados.
Y antes de darse cuenta, había hecho un adorno para el cabello que Revan le puso a Nico a modo
de diadema.
"Eres hermoso. Estoy seguro de que serás elegido como el " espíritu de la rosa" en el festival
del pueblo."
"¿Qué?"
"Ayer, el señor Peter estaba recogiendo las boletas para la votación y yo voté por ti."
"¿Y eso qué? Solo te elegí porque te ves igual que una hermosa hada".
Estaba avergonzado por los elogios de Revan así que entrecerró los ojos y trató de hacer que sus
mejillas se enfriaran. Incluso fue como si el aroma de rosas recién cortadas se volviera más fuerte a
su alrededor.
"Entiendo".
De verdad no podía con esto. Sabía que no sería elegido como espíritu de la rosa pero, Nico
decidió estar feliz con los sentimientos de Revan, por votar por él e incluso por hacer una corona
de rosas que le quedara bien a su cabello.
"Muchas gracias."
Una fina capa de nieve comenzó a acumularse en las montañas más allá del lago, y el lugar
altamente transparente reflejó el paisaje a su alrededor, como un espejo.
"Bueno, ¡Aquí hay otro trozo de pan! Siempre tenemos almuerzos separados, así que, es muy
divertido poder comer contigo así".
Revan acunó a Michalis en su regazo mientras alcanzaba su siguiente sándwich. Ahora que lo
pensaba bien, la hora del almuerzo siempre era el tiempo más ocupado del día así que, ciertamente
era bonito estar finalmente juntos.
Nico alcanzó la cara de Revan y la limpió suavemente con la punta de sus dedos. Al ver eso,
Michalis sonrió:
"Sí, a él le gusta mucho la palabra "amor". Creo que es porque siempre le digo que lo amo
muchísimo."
Nico estuvo a punto de decir que también lo amaba a él... Pero no pudo. Fue porque se sentía
confundido y asustado. Aunque los sentimientos, que tenía enterrados en su corazón, eran
profundos, no lograba descifrar si se parecían a los que tenía por Michalis o si tal vez iban mucho
más allá de eso.
"Por favor, perdóname por seguir preguntando cuando me pediste que no lo hiciera pero...
Quiero que me digas. En cuanto al verdadero padre de Michalis ¿Ya no tienes nada que ver
con él?"
"Lo que quiero saber es cómo te sientes. Qué tipo de persona era, que personalidad tenía, su
apariencia, su trabajo... No me importan esas cosas. No tienes que decir nada. Todo lo que
quiero, lo que necesito es lo que sientes por esa persona en este momento".
"..."
"¿Qué si lo amo?"
¿Esa era la impresión que le daba a los demás? De todas maneras, no quería darle una mentira.
"Si ese es el caso, entonces no habrá ningún problema si me convierto en el verdadero padre
de tu hijo ¿Cierto?"
"Les dije a los chicos del pueblo que yo era tu esposo y que Michalis era mi hijo. Ahora todos
piensan así".
Algunos hombres se acercaban por curiosidad así que, en ese sentido, se alegraba terriblemente de
que Revan dijera de repente que él era su compañero. Lo hizo sentir protegido por primera vez en
meses.
"También les dije que te amo".
"Yo..."
"Revan..."
"Revan, espera."
Esas palabras le hicieron tener ganas de llorar. ¿Qué tenía que hacer? Era completamente diferente
de lo que pensaba. No era Omega. No podía ser su compañero ni estar destinado a él.
"... Es imposible".
"¿Porque no te gusto?"
"Revan..."
"No, no... Eres una buena persona. Una muy buena persona".
No conocía a nadie más que fuera así de bueno. Tan perfecto. O al menos eso pensaba todos los
días cuando lo veía a la cara. Además, se sentía cada vez más atraído a él y ahora... Incluso estar a
su lado le quitaba el aire.
"¿Qué?"
Si pudiera decir que lo amaba, lo haría sin dudarlo. Pero era un beta. Y un Alfa no podía ser el
compañero de uno.
"Por la paz... Dijiste que vivías para eso. Por el reino. Es irresponsable de tu parte tomarme
como tu esposo cuando vas a marcharte."
No quería culparlo de todo. Pero deseaba mantenerlo alejado y si esta era la forma, entonces no
podía desaprovechar la oportunidad.
Si fuera un verdadero Omega, estaría más que encantado de ser su compañero, aunque fuera solo
por un momento y rápidamente. Pero se trataba de un beta. No podía ser tan egoísta solo porque
se había enamorado y no podía engañarlo diciendo que podían enlazarse. No quería hacerle daño.
"¿Entonces estás diciendo que no puedo ser tu cónyuge porque me voy a ir?"
"... Si fuéramos esposos y tuvieras un hijo mío, yo me iría y tú... Los cuidarías solo ¿Eso
quieres decir?"
(Lo siento, lo siento. Lo siento por mentir así. Siento culparte, pero no sé qué más decir para
detener esto.)
Pero todavía no entendía lo que significa ¿Un baile? ¿Baile de qué? ¿Un Omega tenía que saber
bailar?
"Um... No entiendo".
"¿No entiendes?"
"... Hay un baile para alfas y omegas que se lleva a cabo en el castillo real. Siempre invitan a
todos los Omegas ¿No has asistido nunca?"
No sabia eso.
"Yo..."
Mirando hacia abajo, Nico desvió la mirada. No, incluso si pretendía ser un Omega, en momentos
como este era evidente que se trataba de un fraude. Había visto a muchos Omega en el burdel
masculino, tenía un amigo que lo era y en realidad nunca vio mucha diferencia entre su apariencia
y la suya. Pensó que era pan comido.
Pero en lugar de hablar más, vertió vino en su copa e hizo lo mismo con la de Revan.
"...Nico".
No tenía un pasado decente cuando era un beta y ahora estaba haciendo un nuevo camino aquí para
criar a Michalis. Tampoco deseaba seguir teniendo el pasado de Nikolai encima ni pensar en su
terrible vida de prostituto cuando cerraba los ojos.
Quizá fue por el vino que ahora estaba siendo muy honesto. Después de todo, aprendió que el
alcohol era más liberador de lo que había llegado a pensar y descubrió que de otra forma nunca se
hubiera confesado así.
"Sí".
Nico asintió sin dudarlo. Revan entonces colocó a Michalis, recién dormido, en la cuna, y lo cubrió
suavemente con una mantita de felpa. Él llevó una mano a su mejilla y murmuró:
"No lo supe hasta que conocí a Michalis ¿Sabes? Cómo quería vivir, qué quería hacer. Darme
cuenta de que necesitaba a alguien..."
"Entiendo eso." Dijo Revan. "Yo... Tampoco lo sabía hasta que, precisamente, fuí a uno de
estos bailes."
"¿Sí?"
"Todos estaban danzando con una sonrisa enorme en sus rostros, especialmente el Príncipe
Heredero y la Princesa. Claro que en ese momento, ni siquiera pensé en lo maravilloso que
era y solo lo miré imaginando que era una cuestión de rutina."
Una época en la que había un rey, una reina, un príncipe heredero y una princesa.
Una historia de cuando Revan vivía feliz, sirviendo a la Corona dignamente. Cuando se
enorgullecía de su trabajo y vivía mirando hacia adelante.
"El Príncipe Heredero era Alfa, y la Princesa Heredera Omega. Muchos Omegas realmente
hermosos iban al baile del castillo real pero, la Princesa siempre fue la más hermosa".
Cuando miró el perfil de Revan, quien hablaba de ese tiempo con una expresión increíblemente
emocionada, entonces comenzó a preguntarse por qué estaba sintiéndose tan triste en su lugar ¡Ni
siquiera sabía que había una tradición así para empezar! Un círculo en el que nunca pensó en
entrar, una alienación perfecta. Y ya había tenido experiencias similares antes. Es decir, le
recordaba a sus días olvidados de su infancia. Después de que su padre falleciera y su madre
siguiera el mismo camino, estaba esperando a que sus abuelos lo recogieran en el convento para
poder vivir los tres. Como eran los únicos parientes de Nico, por un momento imaginó que...
Podían ser familia.
Sin embargo, en el día prometido, sus abuelos nunca vinieron con él y nunca reclamaron su
custodia. Recibió un anillo de su padre como reliquia pero, cuando llegaron, se lo quitaron y
solamente tuvo una única bolsa que contenía algunas monedas de oro.
Mientras escuchaba la explicación del abad, sobre como viviría allí de ahora en adelante, de
repente volteó hacia la ventana de la iglesia y vio a una familia caminando por el parque, con una
sonrisa enorme en las caras. Una escena de unos abuelos, padres y muchos niños. Y en ese
momento, Nico sintió la soledad de quedarse solo en el mundo. Él no quería ir con sus abuelos. No
estaba exento de ira y odio hacia esos personajes porque lastimaron a su madre y la orillaron a la
muerte. Estaba pensando que si venían a verle, iba a negarse a ir, y después de ir a su casa,
declararía que no los consideraba sus abuelos y que no podía amarlos. Pero antes de que pudiera
negarse, ellos lo hicieron. Antes de que pudiera decir que no podía amar, ya había sido declarado
desagradable.
El sentimiento de soledad en ese momento fue terrible. Y ahora, de repente le hablaban de un baile
al que nunca iba a ir. Le contaba de amores que nunca iba a experimentar y de un destino que no
tenía.
"Siempre quise algo como eso. Aunque bueno, estaba protegiendo al príncipe heredero así
que nunca bailé o conocí a alguien especial."
"Lo siento..."
[Contigo.]
"Revan..."
"..."
"Hasta que te conocí, vivía solo para la venganza y el odio. Pero ahora, me siento tan en paz
conmigo mismo que llegué a pensar que quería un futuro diferente. Uno real. Mi mente
estaba llena de venganza así que pensé que no importaba el resto de mi vida pero, ahora ya
no".
"¿Yo?"
"Aunque serví fielmente al príncipe heredero y a su esposa, era solo mi deber y no fue una
vida que eligiera por mi propia voluntad. Yo mismo no tenía ningún significado o papel y
pensé que estaba bien sacrificarme por el bien de los demás."
"¿Pero...?"
"Pero, ahora yo quiero vivir como una persona normal. Sintiendo amor y felicidad también.
¡Quiero profundizar algo contigo! En otras palabras, quiero vivir junto a ti. Para siempre."
Su corazón dolía locamente. No había período de celo, pero sus mejillas estaban calientes y era
como si estuvieran picando bajo su carne. Él también quería decir que deseaba vivir a su lado para
siempre pero, al final Nico se tragó sus palabras. Era Beta, no podía vivir con un Alfa. Incluso,
aunque estuviera enamorado de él.
Ah, si tan solo fuera Omega, habría saltado a su pecho sin dudarlo y hubiera dicho que también
estaba terriblemente solo sin él. Sin embargo...
"Perdón...."
Nico dijo eso, y las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos sin poder pararlo.
Por supuesto, no quería decir perdón, sino "te amo". Quería decir que era feliz.
Entonces sus mano dejaron las mejillas de Nico y finalmente cayeron a los lados. El dolor en su
pecho, como si un cuchillo lo hubiera apuñalado, se hizo terrible. ¡Odiaba pensar que lo había
lastimado por sus propias mentiras!
Nico tomó su mano y lo besó justo en la palma. Revan le miró sin saber exactamente qué decir:
"Lo siento..."
"Nico...."
Trató de irse antes de terminar de hablar, pero las manos de Revan sostuvieron sus hombros.
"..."
"Dime..."
"Me gustas".
Y al mismo tiempo que decía eso, un suave y cálido aliento tocó sus labios. Fue un beso ligero que
apenas lo tocó, una capa tenue de piel contra la suya. Sin embargo, en ese momento Nico se puso
rígido al sentir un hermoso olor dulce, similar a la uva madura, y que probablemente era una
reminiscencia del vino que ambos habían estado bebiendo. Sin embargo, su corazón comenzó a
palpitar al mismo ritmo que el suyo de inmediato...
"¿Quieres casarte conmigo? Déjame... Déjame jurar mi amor por ti ante todos. Ante Dios".
Algo así entre un Alfa y Omega estaba permitido. Pero la historia era diferente para un Alfa y un
Beta.
"Eso es..."
"¿Es por ese hombre? Si es así, si no quieres decirme pero hay alguien en tu corazón, te
prometo que voy a entenderlo. No quiero quitarte estos recuerdos y tampoco quiero que deje
de ser parte de tu vida o de la Michalis..."
Con una voz llorosa, movió la cabeza de izquierda a derecha. Revan volvió a envolver las palmas
de la mano alrededor de las mejillas de Nico y lo miró a la cara con tanta preocupación que hasta
podía sentirse.
"... Tú eras... El caballero del príncipe heredero. Pero ahora estás sirviendo a Zima..."
Maldita sea, realmente no podía decirlo. No podía explicar que ese hombre, que tenía sangre real,
tal vez iba a querer matar a Michalis más tarde.
"... No puedo decirlo ahora. Ni siquiera puedo casarme. Ni siquiera puedo jurar ante Dios
que te amo."
"Yo, voy a ser honesto. Lo prometo. Pero no ahora... Y si llega ese momento y entonces tú
decides que me odias, solo déjame ¿De acuerdo? Ódiame y..."
"Por favor, prométemelo. Si me odias entonces, solo vete sin decirme nada".
"Prométeme eso."
Nico entendía que estaba diciendo cosas incoherentes. Incluso Revan estaba confundido y sin
embargo, asintió como si estuviera de acuerdo con tal de hacer que Nico se sintiera satisfecho.
"Está bien, lo prometo. No voy a odiarte, pero te lo prometo. Te juro que si quieres que lo
haga, lo haré."
"Bueno..."
Pero Nico no podía dejar de llorar. Incluso aunque sonaba tan relajado.
"Pero escúchame, no importa que tan malo sea lo que creas que hiciste. Te amo. Todo de ti,
lo amo ¿Escuchaste?"
"Revan..."
"¿En serio?"
Pero...
Era como un secreto nacional. Además, era un crimen, y era algo vergonzoso.
"No me importa quién eres. Escúchame. No importa nada, todavía voy a amarte. Justo como
a ti no te importa quien soy".
"Pero yo..."
"Incluso si eres un demonio, o si en realidad eres un abuelo de sesenta años, todavía te amo.
Te amo demasiado".
Esas palabras calentaron el corazón de Nico como una suave luz primaveral. Aunque fuera solo
por este momento, aunque fuera temporal... La realidad era que le encantaba Revan. Lo suficiente
como para querer fingir ser Omega para vivir con él.
Un largo y oscuro invierno cubriría de nieve las vastas tierras de la Península Balcánica y cerraría
los bosques. Esta mañana, un viento particularmente frío comenzó a soplar con violencia contra los
marcos de las ventanas y presagió la llegada de lo que sería una terrible tormenta. La primera del
mes.
Cuando estaba a punto de abrir la tienda, por la mañana, apareció una omega llamada Pasha. La
hija mayor del terrateniente y dueña del jardín de hierbas más grande de la zona.
"Sí, las hierbas que me diste tienen mucha resistencia. Están perfectas".
"Ummm, delicioso. ¡El té de rosas de Nico siempre es el mejor! Oh, mira nada más a
Michalis. Ha crecido muchísimo".
Mirando en la cuna, en la esquina del café, Pasha habló con un tono completamente emocionado.
"Ahora que lo pienso, contrataste a un trabajador para el invierno ¿No? ¿Dónde está?"
Pasha entonces abrió la ventana y miró hacia el patio trasero. Entonces, observó profundamente a
Revan, quien ciertamente pareció muy ocupado cortando leña, y después se rió:
"Revan"
"¿Tienes uno?"
"Nico es mi compañero".
"Bueno, eso quiero decir que los rumores eran ciertos después de todo".
Durante los últimos tres años, Pasha había sido elegida como "Espíritu de la Rosa" y reina del
pueblo. Y era, evidentemente, porque tenía una belleza completamente aterradora. Incluso ahora
llevaba el vestido más bonito, completamente bordado, y detallado que hubiera visto en este país.
Como el de una princesa.
De la élite Omega, Pasha era justo como una verdadera Omega debía verse. Tenía una hermosura
divina, manos perfectas, altura considerable y bonita voz. Pero también mala reputación en la
ciudad debido a su voluntad tan fuerte. Además, siempre parecía actuar muy violenta.
"Nico, deberías dejar de salir con Pasha. Aunque también sea una Omega, su personalidad no
es nada buena."
A menudo escuchaba historias parecidas. Además, tenía mala fama porque Pasha estaba muy
decidida a no casarse con nadie que no fuera de la realeza.
"Estoy cansada de escuchar que tengo que tener hijos a la fuerza solo porque soy Omega y
mujer. Pero de todos modos, igual quiero ser la mejor compañera de un Alfa. Y sé que allá
afuera hay alguien que espera lo mismo. Alguien que si me merece."
Pero hablar con la confiada Pasha podía hacerle sentir envidia. Cabello negro, ojos negros, piel
blanca. Magnífica belleza, suficiente para ser elegida como "espíritu de la rosa" año tras año.
Inteligencia y fuerza de voluntad. Tenía un montón de cosas que Nico no. Y aunque la gente a su
alrededor le decía que no saliera con ella, la verdad era que no se atrevía a mantenerla alejada por
más de una hora. (Aunque por supuesto que también tenía sus razones) primero, porque las hierbas
que cultivaba eran realmente geniales, frescas, llenas de energía y olían muy bien. Además,
secretamente estaba aprendiendo cómo vivir como un Omega gracias a ella.
Nico, un Beta, no sabía sobre la temporada de apareamiento, cómo interactuar con un Alfa o como
comportarse en la sociedad, era por eso que estaba confiando en la información de Pasha.
"Me encantaría que fuera mi compañero ¿No lo hueles? Su olor es muy diferente al de los
demás así que, estoy seguro de que es parte de la familia real de Moldavia."
"¿En serio?"
"..."
"Pero es perfecto que seas tan amado por una buena persona como él".
"Pasha..."
Cuando dijo eso, Revan regresó al café con mucha leña en la mano. Y como si lo esperara, Pasha
agitó la tarjeta entre sus dedos y se la mostró.
Nikolái Panov. Nacido en Rusia. Veintiún años. Omega. Prostituto masculino, profesional Rango
A. Tenía tres hijos. Theodorus, Aquiles y Michalis. El primer y tercero eran Alfa. El segundo era
un Omega. Se desconocía la identidad del cónyuge. Tenía muchos antecedentes penales como
fraude y trata de personas.
Ya lo había olvidado.
"Un prostituto, una madre soltera y un criminal. Eres un estafador de cónyuges. Qué
asombroso, y tus tres bebés tuvieron padres diferentes. Seguramente no sabes ni quienes
fueron esos hombres."
En ese momento, escuchó el sonido de Revan dejando caer la leña en el suelo. Cuando se dio la
vuelta, él lo estaba mirando como si no lo pudiera creer.
"¿Tres bebés?"
"..."
¿Qué tenía que hacer? Tal cosa. Ser conocido por él de esta manera...
"Es increíble que hayas dado a luz a tres niños varones diferentes, y que de todos modos
tengas una cara tan de ángel. Ja, pensar que eres un prostituto... ¿Revan-san lo sabía?"
Revan extendió su mano sobre el hombro de Pasha mientras ella se reía. Sin embargo, el rostro del
hombre permaneció inexpresivo.
"Este es un asunto entre Nico y yo. No tiene nada que ver contigo".
"Señor Revan, usted no es el padre de Michalis. ¿No es asombroso que sea el cuarto
cónyuge?"
"Revan.. "
Pero solo se encontró unos ojos afilados. Una mirada oscura que capturaba bruscamente la de él.
Definitivamente ya no era el tipo amable que solía ser hace unos minutos. No, había un aire de
intimidación que daba tanto miedo que hasta le aceleró el corazón.
Nico estaba temblando por todas partes. Su cara seguramente se veía pálida como una hoja.
Tomó la tarjeta de identificación de la mano de Nico y la miró. Sin decir nada, él bajó la cabeza y
entrelazó las manos en su regazo para comenzar a jugar con sus dedos.
En el documento de identidad, estaba grabado el registro de vida de Nikolai. No algo suyo. Sin
embargo, para convertirse en el padre de Michalis, no tenía que ser un B, sino un O. Y tenía que
jugar a ser otra persona tan perfectamente como pudiera.
Si se descubriera que no era madre del bebé, se lo iban a quitar. En el peor de los casos, Michalis
podría terminar en manos de un asesino así que precisamente por eso tenía que apegarse a esta
mentira hasta que pudiera estar a salvo. Hasta que encontraran al culpable, se le castigara
adecuadamente y tuviera la seguridad de que podía dejarlo solo
"¿Esta es tu identificación?"
"... Sí"
Levantando la barbilla de Nico, Revan lo miró directamente a la cara. Sus ojos fríos lastimaron su
piel.
"Se dice que un Omega, cuando se convierte en prostituto, se vuelve adicto al sexo..."
La voz de Nico temblaba. Él sabía que algo así iba a ocurrir así que, la mayor parte del tiempo se
la pasaba imaginando "¿Cómo puedo disculparme, cómo puedo convencer a Revan?" Sin
embargo, este desarrollo fue inesperado. Por eso no podía decir una buena excusa.
"No sabía de tus tres hijos. Dijiste que tenías algo que decirme. ¿Era esto?"
No pudo responder. La cara de Nico se crispaba y todo su cuerpo temblaba con fuerza. No tuvo el
coraje, la energía o la idea de decir que se equivocaba.
"... Vendiste a tu hijo mayor a un precio alto y también al Omega. Aquí dice que..."
Revan agarró el brazo de Nico, quizá molesto porque trató de interrumpir sus palabras. Y con ese
tirón rápido, Nico sintió miedo de Revan por primera vez.
"Me dijiste que amabas a Michalis. Que no lo venderías, que me matarías si decía algo así...
Y sin embargo..."
"..."
Sí, Revan fue un niño vendido. Para él, lo que hizo, o lo que decía que hizo, era lo peor.
"Yo..."
Pero no quería hablar más de eso. No deseaba hacerlo si de todos modos lo odiaría al final. Ser
despreciado, dolía como un cuchillo en el corazón pero igual no podía decir la verdad. En cambio,
las palabras salieron de la boca de Nico como si se hubiera recuperado del golpe:
"No te preocupes por mí... Puedes trabajar aquí hasta la primavera y luego irte. Lo que hice
no es tu problema".
"Te dije que te amaba, así que por eso decidí quedarme aquí contigo".
"No puedes amarme. Eso es obvio. Yo no quiero que te quedes aquí más de lo que me
prometiste que lo harías."
"Dijiste que podía ser cualquier cosa, un demonio o un anciano de sesenta años. Que me
amarías igual. Y, sin embargo, tan pronto como viste mi tarjeta de identificación, comenzaste
a culparme".
La palabra decepción, por el contrario, atravesó el corazón de Nico de lado a lado. Y cuando se dio
cuenta de que esto dolía más que la ira y el odio y estaba a punto de irse de allí, sonó el timbre de
la tienda y Revan soltó la mano de Nico.
Los clientes, que no sabían nada sobre la ofensiva y la defensa de los dos, entraron a la tienda con
una sonrisa.
Chapter 18
Hoy, como de costumbre, los clientes llegaron uno tras otro sin darle descanso. Y por la noche, a
la hora de cerrar y ya que todos finalmente habían desaparecido, Nico, que lavaba los platos, notó
que Revan se acercaba por detrás:
"... Gracias".
Pero cuando le dio las gracias, su cuello de repente se sintió más ligero. Revan le sacó la
gargantilla.
"..."
Sus dedos trazaron la cicatriz en su nuca. La herida fue autoinfligida intencionalmente para poder
actuar como un omega. No solo la nuca, sino también su abdomen estaba lleno de líneas terribles.
A un Omega en trabajo de parto se le colocaba anestesia en todo el cuerpo, con una hierba especial,
y una vez que el paciente se había quedado dormido, un médico le abría el abdomen y sacaba al
bebé. Vio el cuerpo de Nikolai y supo qué tipo de herida era, así que también se cortó allí con un
cuchillo. Así, no se darían cuenta de que mentía y no le quitarían a Michalis.
"..."
Asintió en silencio.
"¿Me amas...?"
Sabía que estaba hablando cosas raras pero, no quería más excusas. Odiaba mentir pero no podía
tenerlo a su lado. Solo necesitaba que Revan lo abrazara una vez. Solo un momento. No importaba
si era mentira. Deseaba que lo sostuviera entre sus brazos y lo besara pero, eso era todo. Tenía que
irse. Tenían que dejarse.
"¿Quieres un Alfa?"
Sin embargo, incluso si esto del celo era una mentira, realmente quería estar envuelto en su calor.
No deseaba un alfa. Necesitaba los brazos de la persona que amaba. Quería ser suyo por una vez...
[Pareja.]
Esas palabras despertaron a Nico de su sueño. Reprimiendo las lágrimas, se dio la vuelta y lloró de
la manera que quería hacerlo la primera vez.
"Estoy arrepentido".
"¿Arrepentido? ¿Te arrepientes de ser un criminal? Tuviste relaciones con muchos Alfas y
renunciaste a dos de tus tres hijos. La razón por la que dijiste que quieres arriesgar tu vida
para proteger a Michalis ¿Es para expiarlo, no es verdad? Oye, mírame... Te entiendo.
Entiendo que no tuviste otra opción..."
Era una pregunta completamente diferente de la que esperaba recibir, pero estaba tan feliz de que
él estuviera tratando de encontrar la "buena voluntad" en Nico que casi lloró.
No era desprecio ni tristeza lo que sangraba en los ojos de Nico. Estaba lleno de oraciones que
transmitían sus verdaderas intenciones. Le dolía el corazón por su bondad y necesitaba... Casi
inclinarse y disculparse por lo que estaba haciendo ahora.
"Revan..."
Su dedo estaba tocando la cicatriz en su cuello y luego, ese mismo calor ocasionó que un escalofrío
le llegara directo a la columna. No era Omega, pero ¿Por qué su piel se estaba sintiendo tan
caliente?
"Quiero que me abraces. Quiero que hagas lo que quieras, tal vez en el fondo... Siempre he
conocido que esto es más fuerte que yo".
"Sí..."
Escuchó una vez, que dar a luz a un gran número de bebés ejercía presión sobre el cuerpo del
Omega, por lo que se detenían en tres o cuatro. Para lograrlo, tomaban una hierba medicinal que
funcionaba como anticonceptivo permanente.
"En otras palabras... ¿Quieres que sea tu pareja solo por ahora? ¿Solo es porque tienes
ganas?"
El aliento de Nico tembló ante su voz de decepción. No quería responder más porque eso solo
hacía que las mentiras se acumularan. Y tal vez porque solo estaba hablando de los ajustes que
inventó, gradualmente incluso comenzó a preguntarse sobre lo que era verdadero y lo que no.
La mano de Revan tocó su hombro. ¿Qué debería decir? ¿Debería responder que no? ¿Debería
terminar con la mentira o extenderla para que se alejara de él?
"... Sí"
"¿... Mentiste?"
"Sí".
Cuando respondió eso, tal vez muy masoquistamente, la mano que agarró su hombro de repente
agregó más fuerza. Nico se mordió el labio por la violencia de sus dedos, que parecieron clavarse
en su carne, y luego se quejó en voz alta. Esto era lo correcto, siempre y cuando lo mantuviera
enojado de esta manera...
Siempre y cuando lo convenciera de que no era adecuado para ser su pareja, no lo envolvería más
en su pecado.
Le abrazó con fuerza y le jaló hacia atrás, haciendo que su corazón latiera con muchísima furia.
Nico colocó sus brazos alrededor de él y pensó: "Oh, maldita sea." Ese hombre le encantaba. No
podía evitarlo. Lo amaba tanto como amaba a Michalis, pero de forma diferente. Amaba a esta
persona, los amaba a los dos. No podía evitarlo.
Era la primera vez que hacía algo como esto, así que no sabía si era lo correcto. Pero, como era
considerado un prostituto Omega, pensó que no tenía más opción que actuar como si estuviera
bastante acostumbrado a gemir.
"Mmm…"
La mano de Revan se metió bajo su playera. Sintiendo su corazón latir, Nico envolvió sus brazos
alrededor de su espalda y se acercó lo suficiente como para pegar nariz con nariz. Le encantaba el
peso de Revan en su cuerpo y su calor tan perfecto cubriéndolo todo. Pero cuando las yemas de sus
dedos tocaron sus pezones, todas las articulaciones de Nico se contrajeron de puro miedo.
Nico trató de apartarlo con una palmada en el hombro. Pero un cuerpo que era considerablemente
más grande que el suyo, pareció no poder moverse tan fácil. Por el contrario, mientras sus pezones
estaban siendo aplastados con la punta de sus dedos, un calor misterioso comenzó a acumularse
alrededor de su abdomen bajo hasta llegar incluso a su pelvis.
"Ah..."
¿Qué podía hacer? Era su primera vez. ¿Cómo podía decirle? ¿Cómo comunicarle que tenía miedo
de ser lastimado?
"¿Lo sientes?"
Cada vez que las puntas de los dedos de Revan jugaban con él, los granos de su pecho se
hinchaban hasta volverse bastante regordetes. El espacio entre sus piernas comenzó a hormiguear y
no supo qué hacer más que ocultar su cara entre los dedos.
Era embarazoso.
Aunque quería que Revan lo abrazara, estaba confundido por los cambios en su cuerpo y quería
huir. Realmente no le gustaba estar tan nervioso e incluso se regañaba a si mismo por querer
renunciar a esto. Se suponía que era un prostituto. ¡Tenía que actuar como uno!
"Ah..."
Con la blusa abierta, Revan comenzó a morder dulcemente la base de su hombro, que estaba
expuesto bajo la tela desaliñada.
"¡Ay!"
La voz que salía de su garganta, era vergonzosa. Sus dedos jugueteaban con sus pezones
hinchados. Su piel se estaba calentando. Era difícil respirar. Aunque era un Beta, que un Alfa lo
abrazara como Omega le hacía sentir tan excitado que ya no se reconocía a si mismo.
Eventualmente, su mano alcanzó entre las piernas de Nico. En el momento en que lo tocó, gotas
húmedas comenzaron a caer de la punta de sus genitales, que habían cambiado de forma, y se
calentó tanto que Nico hasta abrió la boca de la sorpresa. Casi se le escapó el corazón.
"¡Espera!"
No, tenía muchísimo miedo, ¿Qué debía hacer? Nico le dio un golpecito en el hombro para que le
hiciera caso.
"¡Para!"
Negó desesperadamente con la cabeza de izquierda a derecha y golpeó el hombro de Revan otra
vez.
No podía hacerlo.
Tenía miedo de que su cuerpo cambiara así. Tenía miedo de sentir tanto de todo.
"Nico, amor..."
Los movimientos de Revan se detuvieron de repente. Abrió los ojos y lo miró directo a la cara.
Nico estaba temblando como una ramita en el jardín.
Revan intentó salir de sobre su cuerpo. Nico lo agarró rápidamente del brazo.
"Yo quiero..."
"¿Qué?"
"Si tan solo pudieras... Si tan solo pudieras quedarte conmigo. Quiero quedarme dormido
junto a ti."
Revan asintió.
"¿Seguro?"
"Al igual que cuando estoy con Michalis, me siento aliviado de estar envuelto entre tus
brazos..."
Después de decir eso, de repente se sintió muy avergonzado y sacudió la cabeza de izquierda a
derecha por segunda ocasión.
Mirando hacia abajo, con lágrimas en los ojos, Revan sonrió y envolvió sus brazos alrededor de la
espalda de Nico.
Cuando lo envolvió suavemente contra su pecho, como sosteniendo algo muy frágil y valioso, su
corazón se llenó con la alegría de saber que esto era justo lo que quería. Un pequeño calorcito
lleno de amor.
Chapter 20
Esa noche, tuvo un sueño aterrador. Nikolai, que estaba en el otro mundo, salió ante él en forma de
fantasma:
"Nico, es terrible que estés tratando de ser feliz a costa mía y de mi hijo."
"Me dejaste allí. Cambiaste la ropa de mi bebé... ¿Te importé alguna vez acaso?"
"Nikolai..."
Quería vivir, deseaba tanto proteger lo que podía sostener entre sus brazos que... Eso fue lo único
que pensó y por eso salió corriendo en dirección a este pueblo.
"Yo no te pedí que te robaras a mi hijo ¡Te dije que había algo importante en el monasterio y ni
siquiera me escuchaste porque estabas muy ocupado en vivir algo que no te pertenece!"
"..."
En el monasterio que dejó atrás, todavía había documentos importantes enterrados debajo de un
estante en la biblioteca. Sin embargo, no lo recuperó. No lo hizo porque se fue antes.
"¿Enterrado vivo?"
"Sí, estarás atrapado en la oscuridad, sin luz, para siempre. Hasta que te pudras allí como yo lo
hice en esa fosa".
"Lo siento, lo siento Niko. Lo siento ¡Solo quería proteger a Michalis! ¡Niko! ¡Niko!"
Los ojos de Nico se agrandaron ante la voz que resonó en sus oídos. Luego, sintió que su mano
estaba siendo acariciada y que no dejaban de frotar su estómago. Revan, sosteniendo el hombro de
Nico, estaba tratando de despertarlo desesperadamente desde hace un buen rato ya.
Era cierto, anoche ambos durmieron juntos. La llama de la vela iluminaba bastante bien el perfil
bien proporcionado de Revan y le hacía notar que no tenía playera:
"Yo..."
Revan entonces envolvió sus brazos alrededor de su espalda y comenzó a arrullarlo. Era una
calidez suave. Un perfume delicioso que entraba entre sus brazos y que quitaba el miedo y el dolor
hasta hacerle pensar que era una mentira.
¿Lo que tuvo fue un sueño profético? ¿El futuro de Nico para reparar sus pecados?
Pero bueno, ciertamente todavía no estaba en la oscuridad. Ahora mismo se encontraba siendo
protegido por el cuerpo de la persona que tanto amaba. Y eso era suficiente.
"Estoy bien..."
Nico lentamente trató de levantar la mitad de su cuerpo mientras reprimía sus propias ganas de
llorar.
Los dedos de Revan se asomaron frente a su rostro y suavemente apartaron el cabello sudoroso de
Nico de sus mejillas.
"Sí..."
"¿Es mi culpa?"
"Porque traté de abrazarte y antes de eso, abusé de ti. Dije muchas cosas malas. Miré tu
tarjeta de identificación. No debí hacerlo. Discúlpame."
Las palabras de Revan calentaron el corazón de Nico. Esta persona era amable de corazón así que
no pudo evitar sonreírle. No conocía el verdadero pecado de Nico. Ni siquiera sabía que era beta y
de todos modos quería protegerlo.
Obviamente no iba a saber sobre lo que estuvo soñando y no podía decir que tuvo un sueño donde
el verdadero Nikolai lo maldijo y casi lo enterró vivo en la oscuridad.
La amargura de mentir, y el sentimiento de querer ser amado, se estaban mezclando tanto que dolía
de una manera que nunca imaginó. Nico miró a Revan con los ojos húmedos.
"¿Qué pasa? Parece que estás a punto de llorar... Dime que está mal. Por favor."
Finalmente preguntó esto con una voz increíblemente temblorosa. Revan se rió entre dientes.
"Preferiría que fueras un beta o un alfa... Porque eso significaría que todo lo que vi es falso y
que nunca te vendiste a un burdel de hombres. No digo que tus razones estuvieran mal, es
solo que... Me ahorraría un par de celos."
Podía sentir la luz brillar en esas palabras. La culpa de no ser Omega, que estaba en Nico,
comenzó a desaparecer como la nieve en la banqueta.
"Si fuera un Beta... De todos modos no puedo darte un bebé. No podría tener un celo."
"¿Por qué?"
"Prefiero una relación basada únicamente en lo que siento, no en nuestros instintos. Alfa,
Omega o Beta, da igual porque amo a Nico... Eso es lo que realmente quiero y es la verdad"
Todo el miedo se derritió. No solo la nieve ligera, sino también las grandes masas de hielo.
Revan dijo:
"Nico..."
Como si no creyera lo que acaba de decir. Luego fue peor cuando arrojó:
¿Debería arrepentirse de lo que acababa de decir? No, no quería hacerlo. Porque después de todo,
él dijo que estaba bien con solo tratarse de él. Con solo ser... Justo como era.
"Quiero conectarme contigo... Ahora, antes de que me arrepienta por no dejarme llevar."
"Sí"
Audaz.
Aceptó los cambios físicos y la vergüenza, confiando todo a alguien que decía que lo amaba
porque él también sentía lo mismo.
"¿...Qué pasa? De repente te volviste lindo esta vez. Eres una masa de contradicciones".
"Lo siento. Es solo que..." Suspiró. "Si no te gusta, dímelo ahora. Pero si me quieres,
entonces, solo quédate conmigo por esta noche."
"Nico..."
Lo abrazó con sus grandes brazos y suavemente, le hizo cerrar los párpados mientras besaba su
cabeza. El aliento y el calor que tocaba su piel se sintió reconfortante y le hizo pensar que estaba
tocando su alma...
"Te amo... Revan-san. Muchísimo."
Se quitó la ropa, estiró la cintura, se entrelazaron las piernas y se conectaron el uno con el otro.
Revan invadió lentamente su ano con aceite de hierbas para poder entrar.
"Aaah..."
"Angosto".
"Um..."
"¿Duele?"
De hecho, le dolía tanto que sentía que todo su cuerpo iba a desmoronarse. Sin embargo, queriendo
estar con Revan pasara lo que pasara, Nico puso sus uñas en su espalda y trató de aceptar lo que
estaba siendo insertado muy dentro de él.
Quería conectarse.
Ser uno.
Deseaba tocarle más. Fundirse más profundamente. Eran emociones como en una tormenta,
extendiéndose desde el fondo de su pecho hasta estallar en burbujas en su garganta. Y por un
momento, aunque fuera fugaz, Nico se llenó de una felicidad que nunca antes había sentido. Junto
con la alegría de tener a su amado dentro de él.
Chapter 21
Antes de que se diera cuenta, el bosque circundante había cambiado por completo a los colores del
otoño.
Revan almacenó la leña en el granero de la parte trasera del edificio y comenzó a quitar un poco de
nieve utilizando sus manos. Estaba nervioso porque, aunque todavía llevaría algún tiempo montar a
caballo e ir al campo de batalla, cada día se sentía un poquito más cerca del final.
Al principio, Nico estaba complacido con la sugerencia de Revan, quien había jurado estar con él
para ser una familia y criar al niño. Sin embargo, después de que Pasha le contara sobre su tarjeta
de identificación, comenzó a decir cosas como:
Cuando entró al café, vio el estambre que acababa de comprar, tirado completamente en el suelo.
Nico, en la penumbra, estaba tejiendo ropita para el niño. Gorros, chalecos y calcetines de
invierno. Todo en un patrón rojo sobre un fondo blanco.
Era suave al tacto. Sin embargo, era tan tupido que lo hacía ver más gordo de lo que era.
"¿Mi parte?"
"¿Y tú?"
"Después de ti."
El aire suave y dulce que emanaba de él, hacía que su corazón doliera insoportablemente. La mera
visión de sus delgados dedos, moviendo hábilmente las agujas de tejer de un lado para otro, hacía
que el interior de su cuerpo se estremeciera igual a si se muriera de frío. Mucho tejido, ropita
creada con todo el corazón para Michalis, hilo rojo, que decía que ahuyentaba el mal, y capa tras
otra de cosas bonitas. Llamas, soles, rosas y violetas. Tomaba mucho trabajo. Con solo mirar su
blusa y pantalones bordados, podía saber las horas que invirtió y lo mucho que eso significaba que
lo amaba.
¿El hombre de esa identificación estaba realmente aquí? ¿Era de verdad un prostituto arrestado
por trata de personas? ¿O tal vez solía ser malo, pero ahora había cambiado? Sin embargo,
todavía no parecía ser el padre de tres hijos. La frescura cuando lo abrazaba, Incluso solo besarle,
lo ponía nervioso. Y... Tenía una forma de cuerpo que no parecía la de alguien que ya hubiese dado
a luz. Era delicado y parecía que iba a romperse. Incluso ahora. Había rastros de parto, pero no
podía confirmarlo correctamente. Solo lo había visto desnudo en la oscuridad y en el baño cuando
estaba sumergido. No sentía nada parecido a las feromonas de Omega, y eso era muy raro. La
Princesa Heredera, que intercambió votos de compañerismo con un Alfa que no era él, tenía un
leve olor a fresas y flores.
Pero ya que dijo que estaba tratando de no quedar embarazado, tal vez Nico no tuviera nada
sexualmente estimulante para los instintos de un Alfa.
"Qué raro."
A diferencia de Nico, los Omega que había visto en el baile no se habían acostado con ningún Alfa,
no se habían embarazado y tampoco dieron a luz. Aun así, sentía un olor más sexual que el de Nico
ahora. Pero en fin, el propio Revan nunca antes había sostenido a un Omega por lo que no podía
asegurarlo.
La figura que tejía con entusiasmo solo podía verse como un ángel o una virgen de iglesia. El
verdadero él y la tarjeta de identificación, eran como dos pinturas diferentes iluminadas con
colores muy distintos.
Inclinando la cabeza, Revan suspiró, decidió dejar el tema de lado y salió al jardín para comenzar a
recoger hierbas que podrían usarse hoy.
Usando el menú del almuerzo, escrito por Nico, como referencia, el trabajo de Revan era
recolectar hierbas del jardín ahora que era de día. Pero cuando estaba seleccionando el romero, el
que tuviera más rocío, una viejita pequeña con un bastón le habló con voz ronca diciendo:
"Um... Lo siento..."
Una tela negra, que parecía un trapo, estaba envuelta alrededor de su cabeza. Caminaba en mal
estado así que se sobresaltó por un momento cuando vio los dedos arrugados que sostenían el
bastón. Tenía muchas costras y estaba negra, era porque quedaron las secuelas de la epidemia que
se propagó en Moldavia. La piel aquí y allá estaba necrótica y casi cayendo.
"Eh, sí".
Al mirar de cerca, no fue una anciana. Era un hombre, de unos cincuenta años. Omega. Como
había dado a luz, adquirió un aire andrógino con el tiempo.
"Oh, lo sabía. El otro día lo vi de lejos..."
"¿Conoces a Nico?"
"¿... Nico?"
"Sí, yo... Estaba muy enfermo. Y él me ayudó. Me llevó por las gradas de la iglesia, como
Jesús en el cerro. Y por compartir su propia comida conmigo, se contagio de la enfermedad.
Nunca he conocido a un monje tan misericordioso. Gracias a él, yo estoy vivo ahora."
¿Monje? ¿Nico?
"No, es ese Nico-san. No le importó que yo fuera un prostituto masculino, no le importó cuán
sucia fuera mi vida, él fue el único que no se negó a verme y me dio una mano. Incluso hizo lo
mismo con mis amigos..."
"..."
Justo cuando estaba a punto de preguntarle de qué estaba hablando, un joven monje, que bajó de un
carro, corrió tras él.
Deteniendo el carruaje frente a la tienda, el monje puso su mano sobre el hombro del Omega.
"Disculpe señor, este paciente parece estar alucinando como secuela de su enfermedad. No
vimos cuando se escapó."
Entonces, lo que escuchó hace un momento eran las secuelas, ¿Era un malentendido o un delirio?
"El hermoso monje del que habla, no es el de este café, señor. Murió de una plaga hace más
de medio año. También confirmamos que su nombre está en el registro de transporte de
cuerpos."
"Ve, es exactamente así. Siempre es así. No importa cuántas veces diga que un monje que ha
fallecido nunca volverá a la vida".
"Así es. Hace unos meses, solía vivir en un distrito de entretenimiento en una ciudad
portuaria a lo largo del río Danubio, cerca del Mar Negro, pero después de la enfermedad
estaba mendigando frente a la capilla del monasterio".
Era el mismo distrito de entretenimiento que el burdel masculino donde estaba Nico.
El joven monje puso al Omega en la parte trasera del carro y desapareció en la ciudad.
Un monje, que intentaba ayudar a cualquier enfermo y acababa enfermándose a si mismo. Sintió
que eso estaba más cerca del Nico que conocía que de la idea de que fuera un prostituto. Pero,
solo un Beta podía convertirse en monje. Recordaba lo que había dicho en la cama pero si ese era
el caso ¿Y ese bebé? Era su viva imagen.
Confundido, comenzó a recoger el romero de nuevo. Pero un dulce aroma le llegó justo desde la
cerca. Cuando miró para arriba, Pasha apareció de las sombras. Llevaba una canasta llena de
hierbas porque aparentemente estaba haciendo sus entregas en la ciudad. Sin embargo, el olor
vendría de él, no del romero.
"Es increíble, esa persona dijo que Nico es como Jesús. A pesar de que es un prostituto".
"..."
Pelo brillante, ojos encantadores. Una jovencita hermosa. Parecía que Pasha había sido elegida
como el espíritu de la rosa de la ciudad durante los últimos tres años.
"Simplemente lo malinterpretó.".
"La gente se deja engañar fácilmente por tipos angelicales como él".
Pasha se rió entre dientes. A Revan le resultaba desagradable escucharle hablar de una manera que
insultaba descaradamente a los demás.
"Eso es lo más perverso que se puede hacer. Con una cara que dice que no puede ni matar
insectos, y con un aire de soledad que te hace sentir que lleva la desgracia del mundo sobre
sus hombros, atrae la simpatía de los que lo rodean."
"..."
Las palabras de Pasha le hicieron apretar los puños. Lo que estaba diciendo era terriblemente
grosero y tuvo ganas de ponerle una piedra en la boca. Sin embargo, primero que nada, era una
mujer, y segundo, recordó lo que Nico había dicho antes:
[Pasha es una buena chica. Pero es muy insegura consigo misma y piensa que no tiene suerte.
Lanzar su espada aquí y allá de esa manera es una manifestación para protegerse. La Omega
más hermosa de la ciudad... Sabe que su destino es que algún día se verá obligada a contraer
matrimonio político. De hecho, es muy sensible, frágil y tímida. No estoy enojado... No estés
enojado tú.]
Al recordar eso, Revan torció las comisuras de su boca en una risa. Pero la sonrisa de Pasha
desapareció como si hubiera masticado algo amargo.
"Eres... No importa".
"Él no dijo nada. Cree que Pasha es una buena chica. Alguien sensible. Yo, por otra parte,
pienso que en realidad actúas de esa manera tan desagradable porque estás muerta de
miedo."
"¡...!"
Enojada, Pasha arrojó una canasta llena de hierbas a Revan. De hecho, lo hizo más fuerte de lo que
creyó.
Era una Omega de mala personalidad, pero al actuar así, mostraba que era una mujer sensible que
intentaba desesperadamente proteger su frágil ser interior. La diferencia entre lo que se veía y lo
que no, era enorme. Al igual que pasaba con el propio Revan.
Mientras Nico y Revan acomodaban las hierbas para el té, la puerta se abrió con un golpe bastante
fuerte. Justo cuando la campana comenzó a sonar, entraron varios caballeros con atuendos de viaje
y uno, en el miedo, que sostenía la bandera de Moldavia en lo más alto. No tardó mucho en notar
que detrás de todo este desfile estaba Spiro, quien había estado en contacto con él de vez en
cuando.
Tenía planeado decirle que cuando viniera la próxima vez, tuviera cuidado porque estaría viviendo
aquí con Nico y su hijo. Aparentemente se adelantó a sus planes.
Después de percatarse de que Nico había desaparecido por las escaleras, Revan se acercó a los
caballeros y los llevó a otra habitación.
"Señor Revan, he venido a darle una noticia muy importante. Hemos decidido que, antes de
que llegue la primavera, el usurpador debe ser castigado y derrotado definitivamente. El
señor Zima ha muerto a causa de la peste".
"Se acabó. El ejército que perdió a Zima-sama, también perdió el liderazgo y han dicho que
seguirán a Galonski a partir de ahora. Como resultado, será coronado heredero el próximo
mes. Nosotros hemos estado de acuerdo".
La guerra civil ya no existía. ¿Su patria se volvió pacífica mientras él no estaba? Quería, pero era
un poco difícil de digerir.
"Eso es bueno. Entonces, eso significa que todo estará bien incluso si no vuelvo ¿No?"
"Revan, todavía tienes el título de caballero. Debe apoyar al nuevo Rey como ayudante
cercano".
Revan suspiró. El enemigo aparentemente se había ido ahora y además, no sabía mucho sobre la
personalidad de Galonski porque nunca habían tenido contacto entre ellos. Ciertamente, no
entendía a qué se refería con la palabra "cercano".
El príncipe heredero desconfiaba de todos a su alrededor así que, tomando un poco de esta
personalidad, pensó que no sería nada extraño suponer que ahora querían mantener a Revan cerca
para poder deshacerse de él en cualquier momento. De poco a poco. Tal vez, porque se habían
enterado de su apellido y de que era el hijo del rey.
"No tengo interés en el trono. Si escucharon algo de mi, les aseguro que..."
"Espera."
Originalmente, fue un niño abandonado por el rey. De manera oficial, era el medio hermano del
príncipe heredero y se le otorgó el estatus de duque. Sin embargo, hasta ahora, solo Revan y Spiro
conocía el secreto. Claro, el adivino de la corte y el Omega que lo vendió a los Alfa deberían
saberlo. Sin embargo, el adivino, que recomendó matarle, y el amante de su padre, que lo convirtió
en oro, ya estaban muertos.
"Niko."
"¿Nico?"
"Es el famoso "Omega demoníaco." Es un Omega de rango A, del que se dice que es un
hombre escandalosamente malvado. Muy lascivo. Hay pruebas de que se acostó con Zima y
Galonsky".
"... ¿Qué?"
"No... No entiendo..."
¿Era eso a lo que se refería Nico? Dijo que había peores secretos que ser prostituto, que vender
niños y que estar preso.
"..."
"No, están equivocados. Eso es... Él es un buen padre que ama a su hijo".
"Wow, alto..."
¿Era Zima el padre? ¿El arzobispo a quien tanto había seguido? ¿Eso era lo que estaban
diciendo? Imposible. Según ellos, Nikolai Panov, un trabajador del burdel masculino, era el
favorito de Zima pero también de Galonsky. Sin embargo, Zima, como buen Alfa, se enamoró de
él desesperadamente. Tenía cientos de clientes todos los días pero ellos dos habían sido vistos en el
el burdel muchas veces. Celoso de los rumores de que incluso había compartido la cama con el
príncipe heredero y otros miembros de la guardia, él tomó a Nikolai como compañero y le mordió
la nuca, pero los problemas no se solucionaron con eso. Parecía que incluso aunque había dado
dinero para matar a su hijo, él lo vendió.
Revan escuchó rígidamente la inimaginable historia. Incluso se había olvidado de respirar y sintió
como si estuvieras sobre un hielo que se rompería con el menor movimiento. Sin embargo, al
momento siguiente, las palabras de Spiro rompieron la capa bajo sus pies y se vio cayendo en agua
oscura.
"Galonski dice que seguramente sus dos últimos hijos también son hijos de Zima. Y si eso es
verdad entonces no se le puede mantener con vida. Galonski, a quien seguimos ahora, te
ordena que lo detengas. Toma al niño y mátalo. Nikolai también será ejecutado."
"..."
En el momento en que Revan contuvo la respiración por la sorpresa, hubo un fuerte crujido de
cerámica al otro lado de la puerta y se escuchó el llanto de un bebé. Cuando salió al pasillo, Nico
estaba pálido y tembloroso en el descanso de las escaleras y Michalis lloraba desesperadamente
contra su pecho. Parecía que estaba a punto de escapar.
"Entonces..."
"No. Voy a pedirle a Galonski que deje que Nico decida lo que está pasando en una audiencia
formal. Por Dios ¡Nosotros ni siquiera lo seguíamos para empezar! Y ahora... No. Hasta
entonces, no quiero que se metan con él. Tampoco con Michalis ¿De acuerdo? No sabemos si
es hijo de Zima todavía, es una suposición ¿Acaso...? ¿¡Acaso perdiste la cabeza!?"
Nico parecía tan sorprendido que colapsó, así que tuvo que correr por él antes de que se lastimara
en algún lado.
La tienda estaba cerrada, y todo porque Nico estaba a punto de ser llevado a Moldavia como
delincuente grave.
"Si el primer niño es suyo, entonces los dos últimos tienen la marca de Zima por todos lados
¡Por Dios! ¡Abre los ojos! No podemos..."
"Si les tienes cariño ¿Por qué no los ejecutas tú? Él va a matarlos de una forma que..."
Entre los caballeros, Spiro había estado en contacto con él varias veces y parecía estar
profundamente preocupado por Revan. Era obvio que lo consideraba su amigo.
"Revan, por favor abstente de tales comentarios. Si tú, el hijo del rey anterior, expresa su
descontento con Galonski, hará que el país caiga en el caos nuevamente. Ahora estamos a
punto de lograr la paz. "
"Puedo entender cómo te sientes, pero... No sé qué te pasará si te resistes. Quiero servirte
para siempre. Así que por favor. Por favor, ten cuidado y haz caso".
Él era el hijo del rey, eso significaba que Revan también era elegible para suceder al trono ¿No?
Solo tenía que ir y apuntar con la espada justo entre su cara ¿Pero sería una rebelión si solo
participaba él? Maldita sea, era demasiado arriesgado. No quería volver a devastar el país en una
guerra civil ya que finalmente habían logrado un poco paz. Y si perdía, igual no habría forma de
salvar a Nico y Michalis.
"Revan..."
Al final, Nico y Michalis fueron escoltados de regreso a su país de origen junto con Pasha, quien
fue elegida como la nueva candidata a novia de Galonski, como muestra de su amistad con
Valaquia.
"¿De verdad vas a hacerlo? ¿¡Vas a ir y vas a aceptar casarte con él después de lo que quiere
hacerle a tu amigo!?"
A pesar de decir eso, Pasha no parecía muy entusiasmada. ¿Sería feliz casándose con Galonski,
incluso si era por amistad? Estaba a punto de ejecutar al trabajar de un burdel masculino, sin
pruebas, y pensaba matar a ese bebé solo por celos.
"..."
En lugar de cruzar las montañas esta vez, eligieron una ruta más segura a través del Mar Negro, en
barco.
Hasta ahora, le había sido imposible viajar en uno porque los puertos estaban completamente
cerrados. Sin embargo, le dijeron que cuando Galonski fue nombrado nuevo rey, inmediatamente
firmó un tratado de paz que hizo posible esta maravilla. Y ya que estableció inmediatamente
relaciones diplomáticas con Valaquia y otros países y que logró que generales que habían servido a
Zima hasta la muerte ahora estuvieran de su lado, podía decir que ciertamente era un político muy
exitoso.
Encerró a Nico y Michalis en la misma habitación. Sin embargo, era un secreto a voces que
después de regresar a Moldavia, los dos estaban destinados a ser destrozados.
Era mediados de invierno, por lo que el viento pareció terriblemente fuerte y el barco no dejaba de
agitarse de un lado para otro. La vasta extensión del océano estaba envuelta en una luz brillante y
la superficie del agua del Mar Negro, con neblina, ahora mostraba el reflejo de unas nubes teñidas
de rojo debido al sol.
A pesar de los eventos de la sociedad humana, bajo el hermoso cielo de la tarde podía verse a la
perfección la manera en que las colinas y las montañas de su ciudad natal estaban conectadas por
una infinita cantidad de nieve desde el horizonte. Era un lugar hermoso y también, un punto
estratégico para el comercio. Tan rico en recursos minerales que hubieron repetidas invasiones de
otros países y luchas internas por tomar su poder.
Aproximadamente una hora antes de que el barco atracara, Revan visitó la habitación de Nico y
Michalis una última vez. Nico parecía exhausto, pero Michalis dormía plácidamente sobre la cama.
"No es así."
"Escuché que también te acostaste con Galonski. Parece que ellos dos pelearon por ti en el
burdel masculino y que por eso ahora tiene una herida de espada tan horrible en la cara... Y
eso, solo significa que yo también fui engañado".
"Entiendo. Zima es tan asqueroso como Galonsky pero, ja... Tú no te quedas atrás ¿No es
cierto? Te dieron dinero para abortar pero terminaste vendiendo al niño ¿Para que querías
tanto dinero? ¿Quién eres realmente?"
"¿... Me odias?"
En respuesta a la pregunta de Nico, las palabras comenzaron a resonar en su cabeza con muchísima
fuerza. "Si me odias, solo vete sin decirme nada" ¿Era por esto?
En el momento en que asintió, "Ah", Nico suspiró en voz baja y le mostró una pequeña sonrisita
temblorosa. Todavía tenía cara de angel.
"Entonces, por favor, déjame atrás como lo prometiste".
Era tan transparente que quería darle un buen puñetazo en la cara. Por supuesto, él no haría eso,
pero en cambio decidió que estaba bien golpearlo con sus palabras.
"..."
¿Qué era lo que planeaba? ¿Mentía para agregar hombres caídos en su lista de victorias? ¿Todo
esto era por dinero? Maldita sea, cuando le preguntó si vendería a Michalis, respondió que no lo
haría porque lo amaba y hasta dijo que era su luz. Pensó que ciertamente lo amaba con su vida.
Incluso cuando el documento de identidad de Nico mostró que era un prostituto, el hombre lo miró
a la cara y dijo que amaría a Michalis y Revan por el resto de su vida.
"El diablo tiene cara de ángel ¿Verdad? Fui engañado tres veces por... Un maldito demonio".
Revan frunció el ceño ante las palabras en latín de Nico. Realmente no importaba en un momento
como este, pero le sorprendió saber que ciertamente no mentía cuando le dijo que era un idioma
que también hablaba.
"Galonski te tiene odio. Parece que va a llevar tus acciones a juicio. Me gustaría ayudar, pero
existe la posibilidad de que te ejecuten como si fueras una bruja."
"Está bien."
"..."
Nico respondió en voz baja, como si ya se hubiera preparado para esto. ¿Por qué actuaba como un
estúpido? ¿Por qué aceptar? ¿Por qué estar tan malditamente inexpresivo? Oh, ¡Imposible!
Quería matarlo. Quería romperlo con sus propias manos ¡No podía creer que hubiera terminado
enamorándose de él! Un hombre con un rostro tan hermoso, que atraía a hombres problemáticos y
que trataba de vender a sus hijos. Alguien tan estúpido como para no temer a la muerte.
"Nico... ¿Qué puedo decir ahora? Si te burlaste de mí, aún conociendo que te amaba desde el
fondo de mi corazón, está bien. No voy a enojarme. Si lo dices honestamente... Yo lo voy a
entender. Voy a entender esto ¿De acuerdo?"
"¿Me amaste?"
"..."
"¿Te enamoraste de mí?"
"¡Dime! De todos modos, serás juzgado y ejecutado. Además ¿Sabes que también van a hacer
lo mismo con Michalis? ¿¡Sabes que me dijeron que tengo que matar al bebé!? ¡Maldita sea!"
El rostro de Nico de repente se puso completamente pálido. Cuando estaba hablando de su propia
ejecución, su expresión no había cambiado ni un solo milímetro, como si ya hubiera tomado una
decisión. Pero Nico se aferró a Revan con desesperación cuando escuchó que su bebé también iba
a morir.
"No mientas."
Instintivamente apartó la mano de Nico de la suya, él cayó al suelo pero permaneció sobre los pies
de Revan.
Se aferró a él.
"No, no, no, no ¡Ese niño no es el hijo de Zima! No lo es, te lo juro. Por favor, por favor..."
Nico intentó desesperadamente recuperar a Michalis de las manos de Revan. El bebé abrió los ojos
y sonrió, "Da, da", como si confundiera la situación con un momento de jugar.
Entonces se dio cuenta de que no pensaba llevárselo de verdad. Solo lo estaba haciendo para
sacarle información. Michalis lloraba a los malintencionados y sonreía a los que tenían buenas
intenciones. Y olvidando los poderes especiales de Michalis, Revan lo amenazó:
"Nico... No puedo mantenerlo con vida. ¡Lo sabes! No puedo mantener vivo al huérfano de
Zima."
"Ah.. Por favor. Espera. Espera ¡Hazle un análisis de sangre! Hazle un análisis ¡Eso
demostrará lo contrario! Eso demostrará que no es su bebé. Por favor. Por favor."
Si era el huerfano de Zima, las hierbas se pintarían de rojo en lugar de azul oscuro y entonces no
iban a matarlo. Nikolai dijo que era el hijo del príncipe. ¡Estaba seguro de que era el hijo del
príncipe!
"... Las hierbas medicinales que se pueden probar son administradas por Galonsky. Y no
creo que quiera mostrar misericordia."
"Por favor. No necesito mi vida. Si quieres matarme, mátame. Estoy decidido a cargar con
toda la culpa de Nikolai Panov. Es por eso que aceptaré cualquier cosa. Pero mi bebé..."
"Entonces lo admites... Tuviste una aventuras con Galonski y Zima y vendiste a tus hijos."
Nico frunció los labios y asintió "sí" con lágrimas corriendo por sus mejillas.
"Lo admito, seré castigado si quieres. Así que por favor examina a Michalis. Él no es hijo de
Galonski. Es un alfa diferente. Por favor, no quites la preciosa vida de mi bebé por algo que
es mi culpa. Todos los pecados y castigos son míos."
"De acuerdo."
Nico abrazó a Michalis y comenzó a llorar de la desesperación. Luego hubo un grito pesado y
desgarrador, como si una piedra hubiera quedado atrapada en su pecho. Era la primera vez que
escuchaba un llanto tan triste y eso le dolía demasiado también a Revan.
"... En cualquier caso, ni los caballeros ni yo podemos cuidar al niño. Una vez lleguemos al
puerto, no los llevaremos a la capital, sino que pediremos al convento que se haga cargo de él.
Si lo llevo al castillo real, incluso si es para la prueba, existe una alta probabilidad de que lo
maten antes de encontrar justicia."
"..."
"Bueno, está bien. Lamento escuchar que no confías en mí. Pero Nico... Mi amor por ti se ha
ido".
"Creo que nunca es suficientemente. Creo que los Alfa nunca tienen suficiente y creo que es
estúpido que todo sea culpa de los Omega. Está bien, sé cuáles son mis errores y sé lo que hice
mal. Pero viví mi vida al máximo. Hubo muchas cosas malas y hubo cosas con las que no
podía simpatizar. Pero sé... Que no hay razón para ser despreciado por ustedes. No vieron lo
que pasó en la guerra, ni estuvieron nunca en un prostíbulo por algo que no fuera placer.
Ustedes son peores. No hay una razón para ser ridiculizado por un vil alfa que vomita sus
deseos sexuales al retener a un Omega por dinero. No hay razón para aguantar un embarazo
pero ustedes creen que está bien siempre y cuando sean madres abnegadas. Porque vender
está mal pero violar no. Entiendo."
"No es así."
Pero incluso mientras decía eso, se encontró pensando: "Tal vez sea así".
"Eres estúpido. Quiero controlar mi desesperación y mi ira, pero no puedo evitar enojarme.
Y es divertido. Quiero reírme porque es ridículo pero no puedo".
Nico soltó una carcajada. Era divertido, era absurdo y no había nada que pudiera hacer al respecto.
"De todos modos, diga lo que diga soy un asqueroso prostituto para ti y Michalis es lo
mismo."
"¡Tú eres el chiste! Pensé que eras genial. ¡Por eso me enamoré de ti! Pensé que sentías lo
mismo que yo. Y, sin embargo, no puedo creer que ahora tú, que decías defender a Zima,
estés haciendo lo que quiere Galonsky. ¡Eres igual que ellos! No creo que las personas que
matan a niños inocentes puedan construir una sociedad pacífica."
"¿Estás de acuerdo con eso? ¿De verdad? ¿Puedes vivir con Galonsky?"
No le parecía bien. Ni siquiera creía que pudiera vivir un solo segundo bajo su mando. Y si seguía
igual y ascendía al trono, la nación se resquebrajaría en algún momento.
"...Los asuntos políticos no se pueden responder rápidamente, pero creo en ti sobre que
Michalis es inocente. A decir verdad, quiero ayudarte tanto si es hijo de Zima como si no.
Aunque me cueste la vida. Yo te lo prometí."
Lo dijo en serio. Una sociedad que no podía proteger a los niños no era el mundo que Revan
quería.
"¿En serio? Antes dijiste que no podías mantener con vida al huerfano de Zima".
"Sí, lo sé. Pero tus palabras me despertaron. El mundo que quiero no es una sociedad que
mate a bebés inocentes."
Mientras lo ponía en palabras, los sentimientos que había tenido hasta ahora volvieron a su cuerpo
poco a poco. ¿Para qué estaba viviendo? ¿Por qué escapó de la prisión y deambuló? ¿Qué es lo
quería?
"Sí. Ha sido mi trabajo proteger a Michalis desde que decidí ser su padre. Y tú eres mi
familia".
Cuando Revan se lo dijo, Nico cayó al suelo como liberado de la tensión que había sentido hasta
ese momento.
"Nico..."
Padre de Michalis. La familia de Nico. Que linda palabra era esa. Su pecho se sintió tan caliente
que Revan también lloró.
"Revan, Michalis te necesita. Tú eres el único que puede salvar su vida así que... No te des
por vencido ¿De acuerdo?"
"Ve al sótano del monasterio, en el extremo norte de la misma ciudad portuaria en la que está
el convento."
"No puedo. Está lejos. Si paso por allí, llegaré tarde al castillo real y si eso sucede, no voy a
poder asegurarme de que estés bien..."
"Está bien, las audiencias se llevan a cabo en público, ¿No es así? Todos van a discutir. Te
dará tiempo."
Nico sabía mucho sobre los asuntos de la iglesia. Parecía que podía hablar latín, conocía la
biblioteca y también sobre el juicios que iban a venir. La ansiedad de que podría haber pasado por
alto algo importante llenó su corazón así que no tuvo tiempo para analizar la situación con calma.
"Hay dos cajas debajo de las estanterías de la biblioteca. Allí... Está la verdad de mi niño. De
todos."
"No entiendo...
"La verdad está ahí fuera. Los papeles lo dicen todo. Mírala y haz lo que tengas que hacer.
Como padre".
"Nicokyu. Papacha..."
Michalis miró alternativamente a Nico y a Revan y comenzó a reírse. Conocía bien quien era
padre y su madre.
"Me daré prisa y llegaré contigo de inmediato ¿De acuerdo? Llegaré antes del juicio."
"Te estaré esperando. Pero no te preocupes por mí. Prioriza lo que necesitas hacer".
"Nico..."
En pocas palabras: incluso si podía ayudar a Michalis, sería difícil absolver a Nico bajo el régimen
de Galonsky. Sin embargo, no quería su perdón, solo tener el exilio. De esa manera, podían vivir
juntos en otro lugar.
Se volvió insoportable estar allí por más tiempo así que Revan tuvo que salir para tomar aire.
"Evangelio Evangelium Secundum Lucam." "No necesito mi vida, si quieres matarme, mátame.
Todos los pecados de Nikolai Panov los aceptaré. Estoy decidido a llevarlos en la espalda."
"... No importa."
"Bueno. Quiero preguntarte algo ¿Recuerdas a esa persona? El Omega de capa negra en el
grupo de allí. Como la guerra terminó, a ellos también los van a regresar a sus lugares de
origen".
"..."
Al mirar en la dirección que señalaba Pasha, entonces se encontró con el hombre que el otro día
confundió a Nico con un monje.
"Ese tipo Omega vio a Nico hace un momento y dijo otra vez que era un monje enfermero.
Dijo que Nico le salvó la vida".
"¿Inteligente?"
"Él... Me dijo cosas muy amables. Dijo que mis hierbas son las mejores del mundo. Solo él y
Nico lo creen. Parecen expertos en el tema así que... Pensé que incluso realmente habían
llegado a conocerse."
Las palabras de Nico volvieron a hacer eco en su cabeza. Podía ver algo, pero no detalladamente.
Sentía que podía agarrarlo, pero se resbalaba. Parecía algo fundamental, pero no entendía lo que
era.
Nico, a quien amaba, era exactamente lo contrario de los rumores. Más bien, era más parecido a lo
que ese viejo Omega decía de él. Un monje llamado Nico que lo llevó a cuestas como Jesús llevaba
su cruz por el Gólgota.
Justo cuando pensaba que tenía que empezar de nuevo, llegó al puerto de Moldavia.
Chapter 24
Después de cumplir su promesa a Nico, Revan llegó a la capital con dos días de retraso.
Repitieron.
Al llegar, Revan fue a la casa de Spiro en lugar de ir al castillo real para encontrarse con Galonsky.
Tenía el mal presentimiento de que su vida podría estar en peligro si iba sin cuidado y solamente
entraba como si fuera su casa.
Y como era de esperar, la ausencia de Michalis y Revan entre el grupo hizo que el futuro rey se
pusiera furioso. Después de todo, Galonsky le tenía miedo como candidato rival para la corona y
sabía que no debía mostrarle ni un poco de consideración.
Lamentablemente, cuando Revan visitó a Spiro, se enteró de que Nico había sido ejecutado ese
mismo día.
"Sí. Por orden de Galonsky sama. Como resultado del interrogatorio, fue tildado de hereje y
sirviente del diablo."
"..."
¿Un sirviente del diablo? Entonces, ¿Fue quemado en la hoguera? ¿Tan rápido?
Tomó más de un día y una noche recolectar evidencia de la verdad sobre Nico y Michalis. Después
de llegar al puerto, Revan se escapó del grupo, entregó al bebé al convento y se dirigió a la
biblioteca en el sótano del monasterio, que Nico le había explicado, para buscar la estantería. Sacó
las dos cajas de abajo. Una grande y una pequeña. La caja grande tenía hierbas medicinales que
podían usarse para análisis de sangre y había también papeles de los exámenes que le habían hecho
a los tres hijos de Nikolai. Se había empaquetado todo con papel especial, utilizado para envasar
medicamentos, y puesto en bolsas plásticas. Según los resultados de la evaluación, aunque
ciertamente un niño era hijo de Zima, otro era de un emperador de Rusia y Michalis de alguien que
no tenían en el registro. No concordaba con la sangre del emperador, Zima o Galonsky.
Después de leerlo, Revan recuperó la compostura por un momento. Algo pequeño si tenía en
cuenta que otra pregunta apareció en su mente de la nada:
"Esta letra es diferente a la de Nico. Y pensar que tenía una relación con el emperador ruso...
No puedo creerlo. No obtuve el menor indicio de eso de él".
Había una carta del ayudante de este emperador ruso. Solo podía entender la mitad porque era un
idioma que no conocía, pero según esto, a Nikolai le habían informado que incluso podía
convertirse en monarca en su ciudad natal si volvía allí de inmediato. No importaba que no tuviera
ya al niño.
[Todavía te amo. Te daré la bienvenida a la familia real, como prometí, y te aseguro que te
daré un espacio en mi casa. También estoy totalmente de acuerdo con el plan que tienes para
derrocar a Galonsky y Zima utilizando a tu hijo y te juro que si haces que eso sea un hecho,
voy a asegurar aún más tu posición. Además, estate tranquilo. Tu amigo, que también tiene
la sangre del pueblo de Rusia, será bienvenido como ciudadano. Los Beta con conocimiento
de enfermería y hierbas medicinales son útiles para nosotros.]
Las palabras de ese Omega volvieron a él rápidamente. Cuando vio a Nico hace un momento, dijo
que era un monje que era enfermero y que incluso él lo había salvado.
No importaron las circunstancias ni que fuera un prostituto masculino, no importaba lo sucio que
estuviera o que hubiera vivido una vida difícil, él fue el único que no se negó y se acercó para
salvarlo. Y fue gracias a Nico que el triste Omega y los demás encontraron su fin como seres
humanos.
Cuando escuchó esas palabras, pensó que ese era el "Nico" que Revan conocía. Había rumores de
que él era un Omega malo, un prostituto vicioso, un Omega codicioso que también había
incursionado en el crimen. Y que por eso mismo las palabras de ese hombre eran solo delirios de
su enfermedad.
En ese momento, todo el cuerpo de Revan fue golpeado por una descarga eléctrica, como un rayo.
La niebla, que había sido muy brumosa hasta ahora, se disipó de inmediato y se abrió una puerta
que pensó que estaba cerrada. Era como, si la oscuridad total fuera iluminada por el sol.
Nico, no era Nikolai. Solo era su amigo. Un Beta con conocimientos de enfermería y herbolaria. Sí,
sí, estaba seguro de que nunca fue ese Omega para empezar. Pero, ¿Por qué llevaba esa tarjeta de
identificación y criaba al niño? Entonces, encontró la caja: El anillo que estaba buscando Zima.
Luego un memorándum que parecía haber sido garabateado a toda prisa y que estaba escrito a
mano.
Entonces, también recordó a ese Omega. Dijo que murió de la peste, pero que luego, mágicamente,
volvió a la vida. Y tenía muchísima curiosidad por esa palabra.
Revan fue al hospital, buscando al Omega que estaba con él en el barco, y le volvió a preguntar
sobre el "Nico" que conocía. Después de eso, revisó la lista de monjes enterrados por la peste, los
documentos, el testimonio de la gente de la ciudad y el testimonio de los sobrevivientes, en el
burdel masculino, que fueron atendidos por él.
Pasaron dos días, solo tardó dos días, y de todos modos fue ejecutado.
Él era inocente, tal vez cometió "Fraude de identidad" pero ese era en el peor de los casos. Sabía
que había una razón más profunda para hacerle eso y por eso mismo la desesperación llenó sus
ojos de oscuridad. Odiaba lo estúpido que había sido. ¿Cómo es que no se dio cuenta antes? Quería
ser arrojado al infierno y quemado en un mar de fuego por dejarlo solo, por no creer en él... Por no
ser lo que necesitaba.
"Es demasiado tarde... Es demasiado tarde."
"... La Inquisición determina que si eres un sirviente del diablo, serás quemado en la hoguera
pero... Primero se hace una prueba."
"¿Prueba de que?"
Catacumbas: Un cementerio subterráneo cerca del castillo real. el delincuente era enterrado vivo
ahí. Un método de ejecución que se decía fue transmitido por los hititas y Egipcios.
"Hay un registro de que existen personas que sobreviven la semana entera sin agua ni
comida. Sin embargo, en su caso, estaba debilitado por el interrogatorio, así que no creo que
dure más".
Al parecer, Nico fue interrogado el día que llegó a la capital por orden de Galonsky. Además, para
saber si era un sirviente del diablo o si el demonio estaba dentro de su cuerpo, lo azotaron, lo
torturaron con agua, lo ataron con cadenas e incluso no lo dejaron dormir. Después de eso, fue
juzgado como un sirviente del diablo, y dejado en las catacumbas.
"Se opuso a un juicio público. Los otros vasallos mayores también le aconsejaron que lo
hiciera porque dejarlo así era cruel, pero los ignoró y fueron castigados por eso. En cuanto a
mí, me quitó todos los bienes que tenía porque te perdí a ti y al bebé. Además hay una
recompensa por tu cabeza y ya fuiste condenado por traidor."
"Ya veo."
"Además, el hermano del hombre que fue amante del rey apareció y le contó a Galonsky el
secreto de tu nacimiento".
El secreto de su nacimiento: que Revan era el hermano gemelo del príncipe heredero. Entonces
Galonsky tenía la completa intención de borrar a Revan del mapa porque lo consideraba un
obstáculo para si mismo. Enterrar vivo a Nico con tanta prisa podría ser una trampa para atraer a
Revan a sus manos.
"... Solo hay un camino que puedo tomar. Proteger este país y ver por la paz de mi gente".
"Los vasallos mayores tienen grandes expectativas en ti. A este ritmo, el país será destruido
por una terrible dictadura. Este no es el futuro que queríamos".
"¿Y luego?"
"Ganaré la pelea."
Ganar, en otras palabras, convertirse en el rey de este país. Proteger a las personas que más amaba,
Nico y Michalis, y salvar a este lugar del desastre.
¿Quién sabe? Tal vez Dios estaba pensando en hacer que Revan llevara ese tipo de misión desde el
principio ¿Por qué sobrevivió él y no el Príncipe? Originalmente, debería haber sido asesinado tan
pronto como nació, pero, extrañamente, mientras pensaba en eso, mientras agonizaba conoció a
Nico y decidió convertirse en el padre de Michalis. Todo parecía seguir el camino de una historia
trazada por el destino. Y solo podía aceptar el papel que se decidió desde el principio y llevarlo
para toda su vida. Sobre todo, pensó que estaba en él salvar a Nico lo antes posible. Tomarlo en sus
manos y llevarlo a otro lugar.
Después de la reunión con Spiro, Revan cabalgó solo, en las sombras, y hacia la puerta trasera de
las catacumbas donde se decía que Nico estaba atrapado. Eran pasajes subterráneos que se
extendían desde el sótano del castillo real hasta las afueras de la capital, a lo largo de más de diez
kilómetros. Todo el lugar era un cementerio, y muchos huesos blancos permanecían alineados a
todo lo largo.
Dado que se había puesto una recompensa por su cabeza, debía colarse desde el castillo real con un
ataque directo.
¿Estaba Nico al final de este camino? Probablemente estuviera justo debajo del castillo real. No
podía hacer eso con un caballo y tampoco podía llevar luces. Parecía que había varias partes que
podían explotar debido al gas de azufre que brotaba del subsuelo así que, ni las antorchas ni las
velas eran útiles.
De alguna manera, se las arregló para obtener solo una piedra luminosa para no tropezarse al
entrar a la tumba.
La voz de Revan resonaba con fuerza en el espacio oscuro. Era como una boca de lobo.
No sabía qué tan lejos estaba así que, si inhalaba demasiado gas de azufre, morirá de
envenenamiento en minutos. También había agujeros profundos aquí y allá, y parecía que si caía
en ellos, moriría de inmediato y terriblemente. Obviamente le había pedido a Spiro y a sus criados
superiores que se ocuparan del reino en el peor de los casos, pero quería evitarlo a toda costa.
"Lo siento mucho." Pensó. "Era tan obvio y de todos modos fui un estúpido. No te conocía en
absoluto. No podía imaginar que no fueras Omega."
Estaba preparado para asumir la culpa. Arriesgó su vida para proteger y criar al niño y sin darse
cuenta de su determinación, Revan estaba soñando egoístamente hasta el punto en que lo puso en
peligro. Quería ser su compañero, ser el padre de su bebé y construir juntos una familia feliz.
Mirando hacia atrás ahora, podía ver que en algún lugar de su corazón estaba su oración fugaz para
que se diera cuenta de la verdad. Debería haberlo notado. Solo Revan, que nunca supo que era
Beta, lo había abrazado alguna vez, y solo Revan, que lo amaba, era fiel a él.
Era demasiado tarde para arrepentirse ahora y de todos modos, lo estaba haciendo.
"Nico, por favor respóndeme. ¡Si puedes escuchar mi voz, por favor habla!"
Quería ver a Nico. Necesitaba disculparse, abrazarlo. Y quería decirle que era su destino.
Chapter 25
Nico podía escuchar débilmente la voz de Revan llamándolo desde lejos. Era como un pequeño
susurro. Una brisa fresca que acariciaba sus mejillas...
Nico abrió los párpados lentamente, pero los cerró de inmediato. Se sentía como estar en un sueño
muy profundo.
"Flssss."
La llama de la vela temblaba con un sonido bastante pequeño. ¿Podía ser que confundiera este
murmullo con la voz de Revan? Había soñado con él todo el tiempo desde que lo encarcelaron ¿Y
cuánto tiempo había pasado exactamente desde entonces? Una celda pequeña con una sola vela.
Una pared de piedra, una base de madera tosca que no podía llamarse cama, un inodoro y una
fuente de agua expuesto en la esquina de la habitación. Había una ventana, pero como estaba
sellada con una tabla, casi no entraba luz. Si miraba hacia afuera a través del pequeño agujero de
la puerta de hierro, podía ver huesos blancos apilados apretadamente. A partir de ahí, parecía ser
una catacumba fría, con una escalera de caracol llena de esqueletos que descendían sin cesar. Un
abismo oscuro y profundo, un olor a moho llenando la habitación, y telarañas y polvo que
provocaba que la vista fuera repugnante.
Después de llegar al castillo real, Nico fue sometido a severos interrogatorios durante el día y la
noche. Estaba preparado para algunas cosas, pero fue más difícil de lo que imaginó. Le preguntaron
sobre su relación con varios Alfa, sobre el anillo y si acaso era un espía de Rusia. Lo azotaron, lo
ataron, lo torturaron, y cuando se desmayó, le echaron agua en la cara.
En algún momento, perdió el conocimiento y, antes de darse cuenta, se encontró con que ya estaba
tirado en el suelo de esta mazmorra. Pensaba que había escuchado a alguien hablando mientras lo
arrastraban allí:
"Este hombre no es Nikolai. Estoy seguro de que no es mi amante. Escuché que había un monje
Beta en el monasterio que se parecía mucho a él así que, creo que hubo un error. Que horror.
Tomar a esta persona y torturarla es un gran problema así que si la orden religiosa se entera,
me considerarán hereje y me castigarán. Informaremos que el diablo lo poseyó y lo
enterraremos aquí para siempre. En un año, esto será solo un sueño."
Era la voz de Galonsky, quien trajo a Nico aquí para empezar. Conocía a la perfección la cara de
Nikolai así que, bastó darle una mirada para darse cuenta de que era falso.
"Parece que Revan está obsesionado con él. No está exagerando, su belleza ciertamente es un
desperdicio al tratarse de un Beta. Um... No tengo nada en su contra, solo pienso que es
conveniente que se muera si con eso se muere el otro también."
Después de despertarse en el suelo, Nico apoyó las manos en la pared para apoyarse y se fue
arrastrando a la cama. Se acostó en la plataforma de madera, cerró los ojos y dejó que su
conciencia se desvaneciera lentamente como para darle final. Después de un par de respiraciones,
siguió soñando con Revan y Michalis, los miró corriendo a sus brazos y besando sus mejillas y...
Entonces sintió que escuchaba su voz de nuevo.
La sensación fría de la madera le hacía doler la columna y la zona lumbar. Estaba herido aquí y
allá y sus manos estaban hormigueando como si se hubiera echado sobre ellos toda la noche. Sin
embargo, incluso así no quería moverse para sentirse cómodo y tampoco intentó masajear sus
heridas. Así era como era. Y al final de sus días, solo deseaba convertirse en piedra y dormir. Ir
con su madre, su padre... Y también con Niko.
Descansar.
Cuidó esa sonrisa bañada en luz. A ese niño que se había vuelto su vida entera. Incluso si se
convertía en un criminal, no estaba arrepentido en lo más mínimo.
"Nico-kyu... Nico-kyu".
"Revan, por favor protégelo. Por favor, ese niño tiene que vivir..."
Ya estaba feliz solo con esto así que Dios, por favor...
"¿...?"
Era la voz de Revan, sin error. Nico se sintió aliviado. Como golpeado por un rayo, su conciencia
de repente se aclaró. ¿Vino a ayudarle? ¿De dónde...? ¿De dónde venía esa voz?
"Re...."
Incapaz de levantarse, intentó abrir la boca. Estaban llamando su nombre al otro lado de la puerta
así que ¿Sabía que estaba aquí? Quizá solo pasara de largo, como los otros. Necesitaba levantarse
de alguna manera pero, aunque estaba dispuesto a hacerlo, su cuerpo no tenía ninguna fuerza en
absoluto y aunque trató de decir: "Aquí estoy", su conciencia pareció desvanecerse de nuevo antes
de llegar al final. Deseaba levantarse, pero sus articulaciones tampoco respondieron y al final, notó
que ya no podía respirar aunque quisiera. Se sintió igual a si se hubiera convertido en un poste alto.
Estaba muriendo.
"¡Nico!"
La tenue luz de la luna, que entraba por la ventana, apenas y proyectaba una sombra sobre el rostro
de Nico.
Los brazos se extendieron detrás de su espalda y lo sostuvieron. Pudo darse cuenta de que Revan
estaba llorando.
"Michalis.."
Una voz ronca salió. Era más pequeño que el sonido de las velas encendidas.
Nico sonrió.
"Los resultados del examen mostraron que el niño es mi hijo y que yo soy el padre. Tenemos
la misma sangre..."
Nico estaba tan sorprendido que se olvidó de que era débil y trató de levantarse solo. Por supuesto,
estaba tan mal que terminó haciendo que Revan lo sostuviera de la espalda nuevamente antes de
que se hiciera daño.
"Tranquilo, tranquilo. La nota que dejaste atrás me dio una pista y entendí toda la situación.
Reuní cada una de las pruebas y testimonios que pude, y se los mostré a los jefes de los altos
mandos. Ahora, estamos a punto de arrestar a Galonsky como criminal. Después de eso, me
convertiré en el rey y Michalis será criado como mi hijo, el príncipe heredero".
Revan iba a convertirse en rey y Michalis en Príncipe Heredero. Ah, pero ahora no podía pensar
en nada más. La respiración se le hacía cada vez más difícil. No podía inhalar y exhalar.
"Revan..."
Sabía que si se convertía en rey, el mundo sería más pacífico. Estaba bien. Estaba bastante feliz de
que hubiera venido aquí solo para buscarlo. Pensó que era la primera vez que se sentía tan
tranquilo y amado.
"Gracias..."
Revan se convertiría en rey y Michalis en príncipe heredero y harían una sociedad pacífica para
todos. Iba a ser un poco decepcionante que no pudiera verlo con sus propios ojos, pero pensó que
era mucho más de lo que había pedido. No había pensado en eso hasta entonces porque su cabeza
estaba llena del castigo que venía pero ahora, incluso se sintió fresco...
Pero entonces:
"¡No dejaré que mueras! Si mueres, yo también lo haré. Yo no puedo estar sin ti. No puedo
imaginarme sin tenerte. ¡No voy a permitirlo!"
"Revan..."
"Así que no te rindas, nunca te rindas. Vive, vive por favor. Vive..."
Revan trató desesperadamente de hacerle beber agua de hierbas. Este aroma y sabor era propio de
la hierba medicinal que él le había dado a los enfermos de peste. Y lo que era más, a medida que
las gotas se derretían desde su garganta hasta su estómago, su cuerpo debilitado y débil recuperaba
la fuerza suficiente como para respirar.
"Vive, protégeme, apóyame, o moriré sin ti. No puedo hacer esto solo. Soy un estúpido sin
ti".
Esas palabras le hicieron sentir caliente. Era completamente diferente a un sentimiento tranquilo de
felicidad pero, aún así, sentía un consuelo que llenaba cada rincón de su cuerpo. Algo parecido a
un torrente caliente que le hacía sentir más alegría que nunca en la vida.
Y pensó:
"Quiero vivir."
Vivir.
Quiero vivir.
"Vivo..."
"Pero..."
El ejército de Galonsky.
"Con tu fuerza física, es imposible atravesar las catacumbas. No tenemos más remedio que
cruzar el castillo real. Espera un poco más. Si los soldados de Galonsky están allí, serán
derrotados".
En el momento en que Revan se quitó la capa y envolvió el cuerpo de Nico con ella, como un
bebé, se abrió una gran claraboya. ¿Eran los subordinados de Galonsky?
"Señor Revan, gracias por esperar. Todo el ejército de Galonsky está bajo control. De ahora
en adelante, usted será el rey".
Revan se iba a convertir en rey y Michalis en príncipe heredero. Dios, quería ver eso. No podía
perderse eso.
"Tengo que vivir... Tengo que vivir, tengo que ver a mi bebé..."
Nico agarró la botella de agua como si se aferrara a ella y bebió el agua de hierbas que contenía
medicina. Quería vivir por los dos y por si mismo. Con eso en mente, comenzó a desesperarse por
estar mejor.
"¿No...?"
"Nunca".
"Nosotros dos no podemos ser felices sin tu amor. Así que por los siglos de los siglos,
dedicaremos nuestra vida a ti. Mi rey."
"Mi luz"
Chapter 26
El cambio de estación pronto llegó a Moldavia. Las rosas de principios de primavera pintaron la
tierra con colores brillantes, y las aguas claras de la nieve derretida fluyeron de una manera
perfecta por los ríos. Debido a que el aire era claro, podían verse muchas estrellas brillando en la
noche y el sol cálido y suave justo por la mañana.
El café "Nico's Happy Garden" se construyó silenciosamente cuesta abajo, desde la entrada
trasera del castillo real, hasta la mitad del pueblo. Y por supuesto, era un secreto a voces que el
propio rey se quedaba allí todas las noches sin falta.
2 perros habían llegado recientemente a vivir con Nico, y parecían completamente metidos en el
papel de informarles a los dos de la visita de "su alteza".
La puerta se abrió de par en par y cuando se dio la vuelta, una gran sombra oscura comenzó a
extenderse por completo en el suelo de la recámara, apenas iluminada por un par de velas. Nico
sonrió:
"Bienvenido a casa."
Este pequeño y tranquilo café parecía completamente bañado por la brillante luz de la luna. Un
sitio lleno del aroma de las rosas, que surgían desde las ventanas, y el olorcito particular a crepas
con chocolate.
El hombre extendió los brazos para poder sostener al niño que saltaba, desde la cama, a su pecho, y
luego comenzó a levantarlo en lo alto y a llenarle de besos todo el cuerpo. Había una corona en la
cabeza de Revan, estaba vestido completamente de negro y tenía una espada bien enfundada en su
cintura. Además, siempre llevaba encima ese anillo que encontró en la biblioteca del monasterio la
última ocasión.
"Estoy de vuelta."
Tenía una expresión bastante refrescante en la cara. Casi como si solo entrar en la casa lo hubiera
liberado de la tensión de ser un rey.
Había preparado su crepa "kurukuru" favorita y servido una gran copa de vino rosado. Después
de todo, nunca cenaba en el castillo. Siempre era muy puntual con sus visitas a comer.
Habían pasado seis meses desde que Revan se convirtió en rey. Aparentemente, los primeros tres
fueron duros porque el país iba a ser reconstruido y también, porque durante ese tiempo Nico
estuvo recuperándose en el hospital, así que en realidad su tiempo juntos fue bastante reducido. Sin
embargo, últimamente cada día era muy divertido. El país se estabilizó, lo invitaron a ir al castillo
real para vivir definitivamente, pero lo rechazó y decidió, junto con su pareja, abrir un café en el
que pudiera trabajar como lo había hecho siempre. Era como si fuera su propio lugar privado y
relajante. Su burbuja.
Revan puso un libro ilustrado llamado "El hogar secreto de las flores" sobre la mesa, y le mostró
que estaba lleno de un montón de imágenes coloridas.
"No puedo creer que hayas recordado la promesa que hiciste de conseguirlo. Pasó mucho
tiempo desde que lo mencionaste."
Dijo que compraría "El mejor libro ilustrado para que Nico le leyera a Michalis durante la
noche." Pero, para ser honesto, creyó que ya lo había olvidado. Fue hace mucho...
"Todo el tiempo que paso contigo es un tesoro. Nunca he olvidado nada. Además, para
cuando termine de leer ese libro, la guardería de Michalis estará construida en el castillo y
podrá ir a jugar y a contarle a todos lo que le pareció ¿Qué tal?"
A partir de ahora, Michalis pasaría su día en la guardería para estudiar. Iba a ser un poco solitario
sin él, pero, quería que recordara muchas cosas, conociera de letras y colores, hiciera muchos
amigos y brillara con luz propia. Deseaba que fuera una persona en la que la gente pudiera
confiar. Parecido a Revan...
"¡Gracias!"
Mientras hablaban, Revan se acercó al hombro de Nico con una mirada un poco más seria que al
inicio.
"Así es, quieren que haga de Pasha mi reina. Solo por el bien de las apariencias".
Originalmente Pasha había sido candidata a reina. De hecho, llegó a este país solo para generar
una amistad con el reino de Valaquia y sin embargo, dado que la propuesta de matrimonio con
Galonsky había desaparecido definitivamente, ahora vivía en el castillo real como una forma de
"compensar" todos los problemas que la guerra le causó. Y de hecho, la tienda de Nico no existiría
hoy sin las hierbas que ella había comenzado a cultivar en el jardín trasero y sobre todo, no podían
olvidar que fue el agua de hierbas que mezcló Pasha, lo que salvó a Nico de morir en la mazmorra:
Al enterarse de que fue torturado, Pasha escapó del castillo y fue con Spiro para entregarle la
medicina que tenía que darle de beber. Después de eso, mientras Nico dormía, diligentemente
preparó hierbas medicinales todos los días. Pastas para sus heridas y tés que le ayudaron a
descansar. Gracias a ella, se puso mejor.
Pero aunque estaba infinitamente agradecido por eso, su pecho todavía dolía al pensar que tal vez
tenía que aceptar que se fuera con Revan.
"... Sin embargo, Pasha no parece interesada en casarse. Creo que en realidad no está
enamorada de nadie. Quiere seguir trabajando en su jardín de hierbas y ser doctora".
"Vaya."
"Así es. El Omega, el que se recuperó de la peste, también quiere trabajar allí así que decidí
pedirle a Pasha que lo asesorara".
No podía agradecerle lo suficiente a ese Omega. Un hombre enfermo, que solía mendigar frente a
la iglesia de Nico, fue el mismo que lo salvó al final. Extendió su mano como si fuera una cuestión
de rutina pero, él nunca lo olvidó. Y por eso mismo, el próximo domingo planeaban invitarlos a él
y a Pasha a la tienda para ofrecerles su más sincera hospitalidad.
"Las buenas obras traen buenas obras. Esa es la forma en que vivimos... Y tengo la intención
de usar esta creencia en los asuntos gubernamentales. Michalis, ven aquí cariño".
Revan sentó a Michalis sobre la mesa y luego colocó la corona en su regazo. Sin embargo,
Michalis, de casi dos años, no entendía muy bien lo que estaba tratando de decirle con esto así que
solo comenzó a reírse de él.
"Esperaré hasta que pueda exigir su lugar como el heredero. Cuatro años más... No, cinco
años para ser exactos".
En sus tradiciones, al cumplir los siete, incluso un niño podía convertirse en rey si el parlamento y
el pueblo lo aprobaban.
"Apoyaré al rey Michalis por el resto de mi vida. En cambio, dejaré todos mis títulos y me
casaré con mi hermoso Beta. Esa es la forma de vida que quiero seguir".
"... Revan."
"Hoy, vine a proponerlo de nuevo. Cásate conmigo y, en cinco años, finalmente tendremos la
vida que tanto soñamos conseguir cuando nos conocimos."
"Pero... ¡Tienes un ideal que quieres realizar como rey! Quieres crear un mundo pacífico. Y
no puedes formar un país ideal sin un trono."
Los ojos de Nico se llenaron de lágrimas ante sus palabras. Se escuchaba completamente
convencido de esto.
"¿Está bien que estés con alguien como yo?"
"No te conoces muy bien a ti mismo ¿Cierto? ¡Eres el héroe que salvó el Reino de Moldavia!
El hecho de que hayas protegido la vida de Michalis ha llevado a la paz y estabilidad de este
país. Además, aunque amo mucho este lugar, si solo tú, el bebé y yo estamos bien, entonces es
suficiente para mí. Ustedes son mi prioridad, luego viene el mundo."
"Revan..."
Nico estaba dispuesto a apoyar el estilo de vida que Revan creyera. Después de todo, esa también
sería su felicidad.
Arrodillado ante Nico, tomó su mano entre las suyas y le ofreció un ramo de rosas impresionante
que había escondido debajo de su capa todo este tiempo. Michalis, todavía sentado en la mesa,
juntó sus manos y comenzó a decir "Wow, wow", aplaudiendo sin parar.
"Vivamos como padre y madre de este niño, y también como una familia feliz".
Cuando esta persona encontró a Nico, pensó en lo mucho que quería estar a su lado y en las ganas
impresionantes que tenía de darle cada parte de su existencia. Y la verdad, era que incluso con
problemas o después del pasar de los meses, todavía no encontraba cambios en ese sentimiento.
Michalis dejó escapar una pequeña risa complacida. Justo como se esperaba. Después de todo,
incluso aunque todavía era muy pequeñito, comprendía y apoyaba por completo la felicidad de sus
dos papás.
Era el vínculo maravilloso que los mantuvo unidos desde la primera vez.
Cuando Nico sonrió y contestó que "sí", Revan abrazó sus hombros y lo aproximó un poco más
contra su pecho. Era su manera de decirle que todo estaría bien y de demostrarle, como siempre,
que eran una familia completamente unida por el amor. Una pareja que parecía rebosar de
felicidad y de buena fortuna, cada día.
Fin
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