Introduccion A La Especie Bufalina
Introduccion A La Especie Bufalina
Introduccion A La Especie Bufalina
Desde hace cerca de seis mil años esta especie fue domesticada, aunque el estudio de su
capacidad productiva
apenas corresponde a 40 años atrás. Por desconocimiento de su potencial, en Colombia el
búfalo ha sido marginado y subutilizado. Desde hace diez años se han venido realizando
trabajos de investigación, que respaldan a una
de las especies más productivas y promisorias del mundo.
La leche de búfala y sus derivados gozan de gran aceptación nacional e internacional, por sus
ventajas en la calidad nutricional y el valor agregado ecológico. Al ser este animal y sus
pasturas arvenses en un buen porcentaje,
ajenos a la aplicación de venenos, baños, herbicidas y otros, garantiza la calidad y
comercialización de los productos derivados de la especie.
Explotaciones nacionales registran promedios de 1.250 litros de leche producidos en 290 días
de duración por
lactancia, con inventarios mayores a los mil animales en producción. También se encuentran
valores superiores de
2.380 litros en 270 días de lactancia para sistemas de ordeño sin bucerro, en un inventario de
185 búfalas en producción.
FUERZA DE TRABAJO
El búfalo puede arrastrar una carga hasta seis veces su peso corporal. Estas cargas pueden ser
movilizadas por
3-4 horas continuas o por 6-8 horas diarias con intervalos de descanso. Las características de
este animal le permiten un adiestramiento rápido y duradero.
En Bulgaria se han realizado pruebas donde un búfalo de trabajo equivale a dos bueyes. Siendo
superior a otras
especies en fuerza y más cuando se compara en zonas anegadizas. Puede cargar hasta el 80%
de su peso vivo. En
Colombia ha desplazado a mulas y bueyes en los cultivos de palma africana, por su
funcionalidad y longevidad,
ya que los búfalos superan en dos veces la vida útil de otros animales de trabajo. En algunas
explotaciones y países han reemplazado a los tractores, tanto por su versatilidad como por
menores valores de inversión y mantenimiento.
El búfalo desempeña labores como: halar, acarrear, arar, tirar carretas, mover embarcaciones
dentro del agua,
transporte de silla y arrastrar troncos, entre otras. Si se tiene en cuenta que en buena parte de
la región andina todavía se trabaja con tracción animal en labores de adecuación de tierras,
que bien les haría a los productores la
ayuda de un animal que además de proporcionar trabajo entrega leche y carne de alta calidad.
REPRODUCCIÓN BUFALINA
La ganadería bufalina goza de buenos resultados a nivel reproductivo, si se hace un correcto
manejo de los aspectos que encierran el confort ambiental (alimentación, manejo, sanidad,
etc.) y el aprovechamiento de una de las
tantas virtudes de esta especie, como es su rusticidad, la cual ha sido valorada por algunos
productores y promotores de este animal, como don José A. Henao.
En varias explotaciones nacionales se han logrado sobresalientes parámetros reproductivos,
dentro de los que
se encuentran: Intervalo entre partos con promedios para las diferentes explotaciones de 407
a 424 días. Este es un
buen índice si se tiene en cuenta que la especie tiene un periodo de gestación mayor al de los
vacunos: 315 días en
promedio.
Los porcentajes de natalidad obtenidos son del 95% en sistemas de monta natural. En
ganaderías con programas de mejoramiento genético, mediante el uso de inseminación
artificial, sobre un 20% de sus vientres se ha
obtenido valores del 86% de natalidad. Se encuentra así una ventaja del 35% de esta especie
sobre la natalidad de
vacunos en las mismas condiciones.
Las tasas de concepción obtenidas en programas de inseminación artificial en Colombia han
reportado valores
del 76,2% con la implementación de protocolos como el Ovsynch, de I.A. a tiempo fijo,
mediante sincronización
de la ovulación (Duarte F.). En otro método, mediante el empleo de receladores en la
observación de celos, las
tasas obtenidas han arrojado valores hasta del 84,55% (Torres EA).
La Edad al Primer Parto es otro parámetro que reconoce al búfalo como un animal de
producción con buen
comportamiento reproductivo. Eso se ve reflejado en promedios de 36 meses en bufaleras
tecnificadas, con valores sobresalientes de 24 meses.
NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN
Se ha observado que el búfalo da buenos rendimientos con forrajes de baja calidad (Ranjhan,
1992), pero se
han realizado estudios donde se ha comprobado su alta eficiencia en la digestión de forrajes,
arbustos y subproductos.
El búfalo posee preeminencias que lo favorecen ante otros rumiantes, como ovinos y vacunos,
en la capacidad
de consumir alimentos fibrosos. Estas ventajas del tracto gastrointestinal de la especie son de
orden anatómico y
fisiológico.
Características Anatómicas: La morfología general del estomago bufalino es similar a las otras
especies de rumiantes (Pelagalli y Scala, 1997). Sin embargo, los aspectos morfológicos que se
enumeran pueden deberse a los
hábitos alimentarios del consumo de carbohidratos estructurales:
1. Capas epiteliales superficiales muy densas.
2. Grandes espacios intercelulares en las capas epiteliales más profundas.
3. Una red vascular densa en el subepitelio del área de la lámina propia.
El volumen del rumen, retículo, omaso y abomaso, como porcentaje del volumen total del
complejo estómago,
revela que el desarrollo del retículo-rumen está en la séptima semana de vida, contra la
quinceava para el becerro
(Moran, 1992), sin embargo es posible apreciar bucerros de dos semanas de vida consumiendo
forrajes.
Las Características Fisiológicas hacen del búfalo la fuente más económica para la producción
de leche, carne y
trabajo. Estas son:
1. Mayor consumo voluntario de raciones.
2. Comparación de la digestibilidad de las raciones, mayor digestibilidad de la proteína cruda y
la producción de ácidos grasos volátiles, mayor digestibilidad de la fibra cruda.
3. Población ruminal microbial, mayor cantidad y diversidad.
4. Reacciones bioquímicas del rumen, tiene una excelente fermentación lo cual conduce a la
formación de
productos terminales intermedios los cuales reúnen las necesidades de energía y proteína de
los microbios
y particularmente del búfalo. Posee una alta tasa de salivación, lo cual permite el mayor
reciclaje de nitrógeno ureico y azufre. El pH del rumen es menor ayudando en los procesos de
degradación de la fibra.
Sitio Argentino de Producción Animal
5. La tasa de salida del bolo rata de pasaje de la ingesta, o tiempo de retención, relativo al tipo
de dieta, por
el retículo-rumen, tiene un periodo de residencia más largo (4-5 días), resultante de la mayor
fuerza de las
contracciones
6. Baja motilidad ruminal, esto es movimientos ruminales más lentos que aumentan la
digestibilidad del
alimento.
Gracias a esos factores, el búfalo aprovecha todo tipo de alimento fibroso, dentro del que se
pueden mencionar
gramíneas, leguminosas, frutos, cortezas y hojas de árboles. Además de las arvenses, que para
la ganadería tradicional son flujos de gastos en su eliminación, mientras para el búfalo es
fuente de alimento.
En el trópico alto se pueden utilizar sin problema todos los forrajes en periodos de madurez
avanzados. También se pueden trabajar sistemas silvopastoriles con especies como el Saúco
como fuente de proteína y energía. En
análisis bromatológicos se han encontrado valores del 24% de proteína para esta especie;
Acacia, que se trabaja en
el sistema como cerca viva y banco de proteína y lípidos; Aliso, elemento forestal mejorador de
praderas, como
fijador de nitrógeno atmosférico.
SANIDAD BÁSICA
Los búfalos son muy resistentes a las enfermedades, también presentan ventajas naturales
que los ayudan a no
desarrollar problemas pódales ni reproductivos como distocias y retención de placenta, entre
otros.
En el aspecto productivo, los niveles de mastitis subclínicas son insignificantes, del 0,01% en
hatos de ordeño
con cría y del 0,5% en sistemas de ordeño sin bucerro. Este beneficio obedece a varias
características anatómicas
y fisiológicas que crean barreras de penetración a microorganismos en la cisterna de la
glándula. La primera barrera es mecánica. Debido a su adaptación al hábitat de aguas
retenidas, este realiza una oclusión del orificio del
pezón. Otra barrera natural es la presencia de un mayor nivel de queratina en el canal del
pezón, sustancia que
tiene acción bactericida y bacteriostática. Estas barreras son complementadas con los niveles
de NNP presentes en
la saliva de los bucerros, que actúan como sellador en el ordeño.
Los programas de vacunación en búfalos obedecen a la reglamentación del organismo oficial
de sanidad agropecuaria de Colombia (ICA) para bovinos y se cumplen según el ciclo para cada
zona. Dentro de los programas de
vacunación se encuentran la aplicación de la vacuna de Fiebre Aftosa y Brucella para las
hembras.
Los porcentajes de mortalidad no son significativos, representando otro aporte a la
rentabilidad en el sistema
productivo del búfalo. Se tienen valores inferiores al 1% para la especie.
Este animal no requiere de baños contra ectoparásitos, si se les deja tener sus áreas sociales
de baño de lodo, si
se hace una correcta rotación de los animales en los potreros, con lo cual se rompen también
ciclos de endoparásitos y la aplicación de vermífugos se hace menor.
Lo más importante en la sanidad del Búfalo, es generar y establecer planes de manejo y
sanidad acorde a la especie y a las condiciones de su explotación.
En conclusión, la ciencia de esta especie, tal como lo enunció Mario Jaramillo Londoño,
bufalero pionero, radica en su manejo, “de esto depende todo.
El Búfalo de Agua, fue introducido en Venezuela hace 88 años, pero no fue hasta la década de
los 70 cuando comienza su relevancia como especie de interés zootécnico en la producción de
proteína animal. Venezuela tiene el segundo rebaño, en cabezas, de todo el continente
americano, es el país que importó mayor número de animales y de óptima calidad.
Su crecimiento ha sido constante, lo cual es una muestra de su adaptabilidad y potencial en
diversos ecosistemas venezolanos. Inicialmente se ha utilizado como “colonizador” de áreas
marginales, concepto que debe cambiar ya que, al mejorar las condiciones de producción,
aumenta la productividad, (Reggeti, 2007).