Guerra Fría
Guerra Fría
Guerra Fría
Guerra Fría
Nombre: Karla Julissa Nerio Martinez
Carnet: 202345680
Ambos países tenían defensas antimisiles apuntando el uno al otro, y en 1962, la Crisis de
los Misiles de Cuba acercó a los países al borde del abismo más que cualquier otro evento
de la Guerra Fría. Estados Unidos detectó bases de misiles y armas soviéticas en la Cuba
comunista, a sólo 90 millas al sur de Florida. Exigiendo su retirada, el presidente John F.
Kennedy declaró que un ataque en territorio estadounidense desencadenaría un ataque
nuclear inmediato contra la URSS.
La amenaza de una guerra nuclear inminente se cernió sobre casi dos semanas de tensas
negociaciones. Finalmente, la URSS aceptó desmantelar sus instalaciones armamentísticas
si Estados Unidos se comprometía a no invadir Cuba. Entre bastidores, Estados Unidos
aceptó retirar las armas nucleares de Turquía; ese acuerdo no se hizo público hasta 1987.
Sin embargo, los arsenales nucleares de ambas partes siguieron creciendo
exponencialmente. A finales de la década de 1980, se calcula que Estados Unidos tenía 23
000 armas nucleares frente a las 39.000 de la Unión Soviética.
En 1991, la Unión Soviética había perdido la mayor parte de su bloque a causa de las
revoluciones democráticas, y el Pacto de Varsovia se disolvió formalmente. Mijail
Gorbachov, el último líder de la URSS, abrió su país a Occidente e instituyó reformas
económicas que socavaron las instituciones que dependían de los bienes nacionalizados.
En diciembre de 1991, la URSS se disolvió en naciones separadas.
¿Qué significa todo esto ahora?
La U.R.S.S. ha desaparecido y los arsenales nucleares han disminuido drásticamente
gracias a los tratados de no proliferación suscritos por Washington y Moscú en las décadas
de 1980 y 1990. En las últimas décadas, Estados Unidos y Rusia han cooperado en una
serie de cuestiones globales, como Afganistán y la guerra contra el terrorismo.
Pero la Guerra Fría sigue afectando a la geopolítica moderna. Ambas naciones siguen
teniendo intereses geopolíticos divergentes, grandes presupuestos de defensa y bases
militares internacionales. La OTAN sigue teniendo poder político y ha crecido hasta incluir
a 30 Estados miembros. La alianza se extiende ahora hasta las fronteras de Rusia e incluye
a antiguos Estados soviéticos y miembros del Pacto de Varsovia, como Polonia y los
Estados bálticos. Desde la década de 1990, Rusia ha visto la expansión de la OTAN hacia el
este como una amenaza para su seguridad.
Las tensiones entre Rusia y Occidente alcanzaron un nuevo punto álgido tras la invasión
rusa de Ucrania en febrero de 2022, que había solicitado dar los primeros pasos hacia la
adhesión a la OTAN en 2008, antes de que un nuevo presidente archivara el plan dos años
después. Algunos comentaristas han comparado la crisis actual con el inicio de una nueva
Guerra Fría.
Está por ver. Aunque los historiadores afirman que las decisiones de Potsdam sentaron las
bases de una larga rivalidad posterior a la Segunda Guerra Mundial, es posible que no
reconozcamos el inicio de una nueva Guerra Fría hasta que sea visible en el espejo
retrovisor de la historia.
Durante la Guerra Fría, dos presidentes (Richard Nixon en 1972 y Ronald Reagan en 1984)
declararon erróneamente que Estados Unidos y Rusia nunca lucharon entre sí. Sin
embargo, lo hicieron, y una extraña guerra librada a -40 grados en la región subártica de
Arkhangelsk entre septiembre de 1918 hasta junio de 1919, en la que fue una de las
últimas escaramuzas de la Primera Guerra Mundial y que afectó a las relaciones entre
ambos países durante décadas. Tras la Revolución de octubre de 1917, los bolcheviques
de Vladimir Lenin llegaron al poder en Rusia, y el país se sumió en una guerra civil entre
comunistas ("rojos") y nacionalistas ("blancos"). En medio de una crisis interna
insostenible, en marzo de 1918 Lenin firmó un tratado de paz con Alemania y las
Potencias Centrales (incluidos los imperios austrohúngaro y otomano) y sacó a Rusia de la
Primera Guerra Mundial. Para los Aliados, la retirada de Moscú fue un golpe
potencialmente fatal: las Potencias Centrales ya no tenían que preocuparse del frente
ruso y podían converger sus esfuerzos en una ofensiva hacia París. Desesperados, en el
verano de 1918, el Reino Unido, Francia y otros Aliados enviaron tropas al norte de Rusia y
Siberia para influir en el resultado de la guerra civil rusa y recrear el Frente Oriental.
Análisis
La Guerra Fría se originó en la tensión entre las dos superpotencias que emergieron
después de la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos y la Unión Soviética tenían
sistemas políticos, económicos e ideológicos opuestos, lo que generaba desconfianza
mutua.
La expansión territorial de la Unión Soviética en Europa del Este, conocida como la "Cortina
de Hierro", y la Doctrina Truman de Estados Unidos, que buscaba contener la expansión
comunista, contribuyeron a la escalada de la Guerra Fría.
La Guerra Fría se caracterizó por una carrera armamentista sin precedentes, en la que
ambas superpotencias acumularon arsenales nucleares y convencionales masivos. Esto
generó una constante amenaza de guerra nuclear, conocida como la "mutuamente
asegurada destrucción" (MAD).
En resumen, la Guerra Fría fue un período de tensión global que enfrentó a dos
superpotencias en una lucha ideológica y política que tuvo un profundo impacto en la
política mundial durante décadas. Su legado perdura en la configuración actual del sistema
internacional y en la memoria histórica de la segunda mitad del siglo XX.