ABC Del Evangelio
ABC Del Evangelio
ABC Del Evangelio
Como se estructurar la
clase bíblica.
1.- Bienvenida. Es bueno pensar con anticipación cómo dar la bienvenida a
los niños mientras llegan:
Algunas alternativas:
Un maestro se para afuera y saluda a cada niño que llega
Cantar un coro de bienvenida
Hacer un juego mientras están llegando los niños
Hacer alguna dinámica que incentive a los niños a saludarse unos a otros
(Es importante que el maestro llegue antes que los niños) Los niños son el
“espejo” del maestro: Si el maestro llega tarde, los niños van a llegar más
tarde todavía. Algunos pueden desanimarse y ya no venir nunca, si han
venido algunas veces y el maestro no estaba allí. Pero si el maestro es
cumplido y puntual, los niños también van a aprender a serlo.
2.- Oración y alabanza. Alabanza en Salmos 100:4 leemos sobre la entrada
al templo: Debemos entrar por sus puertas con acción de gracias y por sus
atrios con alabanzas.
Alabar significa “Expresar gratitud” o “decir algo bueno de alguien”.
Alabar a Dios significa decirle cuan bueno es él, y darle gracias por lo que él
hizo.
Los niños están muy dispuestos a imitar lo que hacemos nosotros (cantar, hacer
mímicas, levantar las manos, etc.) ¡Pero primero tienen que entender por qué lo
hacemos! Por eso, en cada tiempo de alabanza tenemos que explicar primero por
qué alabamos a Dios (quien es él, y que hizo).
Adoración significa también reconocer la soberanía de Dios y Honrarle solo a él,
aun cuando las cosas no van bien. La oración debe ser una comunicación en
ambos sentidos: nosotros hablamos y Dios escucha, pero también
Dios quiere hablarnos y debemos escuchar lo que Dios quiere
decirnos (vea Juan 10:27, 15: 15).
3.- Lección bíblica. Es la parte central sobre la que debe de girar toda la clase,
claro se dice que se escoge en función del objetivo a alcanzar.
La lección debe basarse en la Biblia, no en el expositor ya que este podría
contener errores mientras la Palabra de Dios no contiene ningún error. Debemos
orar y leer la lección en la Biblia para que Dios nos muestre lo que vamos a
enseñar a los alumnos.
Es una presentación oral de las verdades divinas, basada en las escrituras, con
el propósito de llevar a la salvación o edificar al individuo o grupo que escucha.
Normalmente la lección bíblica para niños se basa en una narración de la
Palabra de Dios o se centra en un tema.
Maneras de introducir.
4. Clímax de la lección.
5. Conclusión de la lección.
6.- Despedida: Aquí también hay diferentes formas y debemos pensar con
anticipación en una buena manera de despedir a los niños.
Puede ser:
1.- Despedir a cada niño personalmente dándole la mano
2.- Terminar con una oración unida
3.- Cantar un coro de despedida
3. Discriminación.
Tenemos una tendencia natural de preferir a ciertos niños antes que a otros y
tenemos que luchar constantemente contra esta tendencia.
4. Menospreciar su capacidad espiritual.
El Señor nos enseña que los niños tienen la misma posibilidad de acercarse a
Dios y de servirle como los adultos. Cuando dudamos de ello. ¿Qué va a poder
hacer un niño para Dios? Somos un tropiezo para los niños.
5.- No respetar a los niños (Burlarse de ellos)
Como maestros esperamos que los niños nos traten con respeto. Pero entonces
nosotros también debemos respetarles a ellos. Llamarles “feo”, “grosero”,
“malcriado”, es faltar el respeto.
6- No reconocer errores.
No somos perfectos y de vez en cuando nos puede suceder que hagamos una de
estas cosas que causan tropiezo a un niño. Pero entonces debemos buscar al niño
ofendido lo más pronto posible y pedirle perdón.
¿Cómo podemos evitar ser tropiezo para los niños?
Los niños vienen a nosotros con hambre y sed. Quieren recibir amor, cariño,
alegría, y dirección para su vida. Lo que necesitan en realidad es un encuentro
con el Señor. Si creemos en Jesús entonces correrán de nuestro interior estos ríos
de agua viva que satisfacen la sed de los niños. Es nuestra tarea “hacerles beber”.
Tenemos que pasar suficiente tiempo en la presencia del Señor y beber “agua
viva” de El antes de enseñar. Nuestro valor no depende del comportamiento de
los niños, sino de lo que somos en Jesucristo.
Que siga asistiendo y aprendiendo del Señor, y que avise cuando esté listo para
recibir a Cristo.