Estilos de Vida Plan (Autoguardado)
Estilos de Vida Plan (Autoguardado)
Estilos de Vida Plan (Autoguardado)
HÁBITAT HUMANITY
“Alimentación saludable ”
DATOS GENERALES
DENOMINACION : “ BUENOS HÁBITOS ALIMENTICIOS VIDA LARGA ”
RED DE SALUD : PUNO
MICRORED : JAE
ESTABLECIMIETO DE SALUD: HABITAT HUMANITY
FECHA DE DESARROLLO : 22-02-2023
HORARIO DEL TALLER: 10:00 – 12:00 pm
DIRIGIDO A : Madres
PROVINCIA : PUNO
DISTRITO(S) : PUNO
LUGAR : PUESTO DE SALUD HABITAT HUMANITY
N.º TOTAL DE PARTICIPANTES 15
RESPONSABLES DEL TALLER : PERSONAL DEL PUESTO DE SALUD
I. JUSTIFICACIÓN
OBJETIVOS
3. 1 OBJETIVO GENERAL:
Brindar información sobre alimentación saludable
3.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS:
Al finalizar la sesión las personas asistentes aprenderán lo siguiente:
Definición de alimentación saludable
hábitos alimentisios
EVALUANDO LO Con ayuda de la ruleta de sorteo se le pedirá a una persona Sorteo 3 minutos
APRENDIDO que responda una de las preguntas:
o ¿Qué son los estilos de vida?
o ¿Qué es la alimentación saludable?
o Mencione un buen almuerzo saludable para
las distintas edades correspondientes
SEÑALANDO LAS Se aconsejará a los participantes lo siguiente: Dinámica de la tela de araña 3 minutos
TAREAS o Que tú eres el dueño de tu alimentación y la de tu
menor hijo.
¿QUÉ SON HÁBITOS DE VIDA SALUDABLE Y
CUÁLES RECOMIENDA LA OMS?
Si quieres cuidarte y disfrutar de un bienestar pleno, incorpora en tus día a día hábitos de
vida saludable como estos.
Cada una de las actividades que ejecutamos en nuestro día a día influye de un modo u otro
en la salud. Es por ello, que todos los médicos recomiendan llevar hábitos de vida saludable.
Para cuidarse es fundamental contar con ellos. Presta atención y aplícalos de forma gradual
hasta que formen parte de tus quehaceres diarios.
Para poder dar una definición exacta sobre qué son los hábitos de vida saludable, lo más
adecuado es definir previamente qué es la salud según la OMS.
Para dicho organismo tener salud supone disfrutar al 100% de un bienestar físico, mental y
social completo. Con lo cual, los hábitos de una vida saludable deben ir ligados a estos tres
aspectos vitales.
En los siguientes párrafos, pondremos varios ejemplos de lo que quiere decir esto. Verás
cuáles son los hábitos de una vida saludable más comunes y fáciles de implementar, así
como de qué manera pueden beneficiarte en tu día a día.
A pesar de que según la OMS, los hábitos de vida saludable están relacionados con diversos
aspectos, todos aquellos relacionados con la alimentación tienen un peso considerable en el
resultado final.
Llevar una dieta equilibrada, huir de los ultra procesados y comer cinco veces al día, podrían
ser algunas de las recomendaciones que daría cualquier especialista. Pero hay más.
Profundicemos y veamos qué hábitos alimentarios y estilos de vida saludable son los más
relevantes.
Vigilar las porciones de alimentos. Lo primero de todo, debes limitarte a las calorías
que tu cuerpo necesita para soportar la actividad que ejerces diariamente. Ten en
cuenta que cada persona tiene unas necesidades diferentes en función de su estado
físico y el tipo de tareas que lleva a cabo.
Introducir frutas y verduras en la dieta. Al menos, 5 piezas. Son alimentos ricos en
vitaminas, fibras y antioxidantes.
Distribuir las comidas en el día. Lo ideal es que comas 5 veces al día para tener
nutrientes a todas horas.
Incluir alimentos ricos en fibra. Son fundamentales para controlar el tránsito
intestinal y mantener un peso perfecto.
Tomar pescados. Lo recomendable es hacerlo 2 veces por semana. El pescado azul
es rico en Omega-3, vitamina D, proteínas y minerales.
Huir de los fritos. Estos pueden afectar de forma negativa a tus niveles de colesterol.
Sortear la comida basura. Si se les llama basura, es por algo. Favorecen la aparición
de enfermedades como la obesidad, diabetes y otras de carácter cardiovascular.
Además de los hábitos saludables de la vida que hemos mencionado hasta ahora
relacionados a la alimentación, para sentirse bien por dentro y por fuera, es fundamental
incorporar otros de ámbitos muy diversos.
Tener esto presente y asumir en tu rutina actividades como las que vamos a comentar ahora,
te ayudarán a disfrutar más de tu día a día.
Hacer deporte. Los hábitos de vida saludable y el deporte van de la mano. Realizar al
menos 30 minutos al día de actividad física mejorará tu salud. Y no solo eso, te
ayudará a sentirte más feliz y ligero. La sensación de bienestar al finalizar la sesión se
transforma en motivación y energía para continuar el día o ir a descansar.
Gestionar el estrés. La mente es una pieza clave en nuestra salud. Gracias a ella
podemos estar concentrados, desarrollar nuestras actividades diarias, sentirnos
aliviados y tomar buenas decisiones. Por ello, controlar el estrés es uno de los hábitos
de vida saludable más importantes.
Cuidar tus relaciones sociales. Pasar tiempo con la familia y amigos es sinónimo de
plenitud. Desconectar de las obligaciones y pasar un rato agradable con personas que
son importantes para nosotros, nos ayuda a sentirnos mejor.
Mantener tu higiene personal. La higiene evita contraer enfermedades relacionadas
con bacterias, hongos o virus. Lavarse las manos o tomar una ducha, nos ayuda a
eliminarlos por completo.
Dedicarte tiempo de calidad. Por último, cuidarse a uno mismo, tomarse un tiempo
para descansar, pensar, leer un libro o hacer aquello que tanto nos gusta, también es
uno de los hábitos de vida saludable que debemos destacar. Esto aporta una gran dosis
de energía y vitalidad.
Nutrición durante el embarazo
¿Qué es la nutrición y por qué es importante durante el embarazo?
La nutrición consiste en consumir una dieta saludable y equilibrada para que su cuerpo
obtenga los nutrientes que necesita. Los nutrientes son sustancias en los alimentos que el
cuerpo necesita para poder funcionar y crecer.
Estos incluyen proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y el agua.
Cuando está embarazada, la nutrición es más importante que nunca. Necesita una mayor
cantidad de muchos nutrientes importantes que antes del embarazo. Preferir alimentos
saludables a diario le ayudará a darle a su bebé lo que necesita para desarrollarse. También
ayudará para que usted y su bebé ganen la cantidad adecuada de peso.
¿Tengo alguna necesidad especial de nutrición ahora que estoy embarazada?
Necesita más ácido fólico, hierro, calcio y vitamina D que lo que necesitaba antes del
embarazo:
El ácido fólico es una vitamina B que puede ayudar a prevenir ciertos defectos congénitos.
Antes del embarazo, necesita 400 microgramos por día. Durante el embarazo y la lactancia,
necesita 600 microgramos por día proveniente de alimentos o vitaminas. Es difícil obtener
esta cantidad solo de los alimentos, por lo que debe tomar un suplemento que contenga
ácido fólico
El hierro es importante para el crecimiento y desarrollo cerebral de su bebé. Durante el
embarazo, la cantidad de sangre en su cuerpo aumenta, por lo que necesita más hierro para
usted y su bebé en crecimiento. Debe recibir 27 miligramos de hierro al día
El calcio durante el embarazo puede reducir su riesgo de preeclampsia, una condición
médica grave que causa un aumento repentino de la presión arterial. El calcio también se
acumula en los huesos y futuros dientes de su bebé.
Las embarazadas adultas deben recibir 1,000 miligramos de calcio al día
Las embarazadas adolescentes (entre 14 y 18 años) necesitan 1,300 miligramos de calcio al
día
La vitamina D ayuda al calcio a formar los huesos y dientes del bebé. Todas las mujeres,
embarazadas o no, deben recibir 600 unidades internacionales de vitamina D al día
Tenga en cuenta que tomar demasiado de un suplemento puede ser perjudicial. Por ejemplo,
niveles muy altos de vitamina A pueden causar defectos congénitos. Solo tome vitaminas y
suplementos minerales que su profesional de la salud le recomiende.
También necesita más proteínas cuando está embarazada. Las fuentes saludables de
proteínas incluyen frijoles, guisantes, huevos, carnes magras, mariscos y nueces y semillas
sin sal.
La hidratación es otra necesidad nutricional especial durante el embarazo. Cuando está
embarazada, su cuerpo necesita más agua para mantenerse usted y su bebé hidratada. Por
eso es importante tomar suficientes líquidos todos los días.
¿Cuánto peso debo subir durante el embarazo?
La cantidad de peso que debe subir depende de su salud y de cuánto pesaba antes de
embarazarse:
Si tenía un peso normal antes del embarazo, debería aumentar entre 25 y 30 libras
Si tenía bajo peso antes del embarazo, debería ganar más
Si tenía sobrepeso u obesidad antes de quedar embarazada, debería aumentar menos de peso
Consulte con su profesional de la salud cuánto aumento de peso es saludable para usted.
Debe aumentar de peso en forma gradual durante el embarazo, con la mayor parte del peso
ganado en el último trimestre.
Alcohol: No hay una cantidad conocida de alcohol que sea seguro para una mujer durante el
embarazo
Pescado que puede tener altos niveles de mercurio: Limite el atún blanco (albacora) a 6
onzas por semana. No coma blanquillo (lofolátilo), tiburón, pez espada o macarela rey
(caballa)
Productos que pueden tener gérmenes que causen enfermedades transmitidas por
alimentos, incluyendo:
Productos del mar ahumados refrigerados como pescado blanco, salmón y caballa
Hot dogs o fiambres a menos que se sirvan calientes
Productos untables de carne refrigerada
Leche o zumos sin pasteurizar
Ensaladas preparadas en la tienda, como de pollo, huevo o de atún
Quesos blandos sin pasteurizar, como el queso feta sin pasteurizar, queso Brie, queso
blanco, queso fresco y quesos azules
Brotes crudos de cualquier tipo (incluyendo alfalfa, trébol, rábano y frijol mungo)
Demasiada cafeína: Beber grandes cantidades de cafeína puede ser perjudicial para su
bebé. Las cantidades pequeñas o moderadas de cafeína (menos de 200 miligramos por día)
parecen ser seguras durante el embarazo. Esta es la cantidad en unas 12 onzas de café. Pero
es necesario investigar el tema. Consulte con su profesional de la salud si está bien consumir
una cantidad limitada de cafeína.
Qué alimentos dar y cuándo Aconsejar a los padres que una vez que sus hijos han cumplido
los seis meses de edad, comiencen a darles de una a dos cucharaditas de papilla o sopa
espesa de cereales y verduras, y aumenten de forma paulatina la cantidad (aproximadamente
1/2 taza) y agreguen una mayor variedad de alimentos, como por ejemplo, purés de frutas y
carnes sin grasa. Al iniciar la alimentación complementaria, además de la edad del niño, es
necesario observar si su desarrollo es adecuado. En esta etapa aparecen los primeros dientes
y empiezan a poder masticar y deglutir alimentos de consistencia semisólida. Cuando el niño
comienza a comer alimentos de distintos sabores, olores y textura, que para él significan
nuevas experiencias, lo más probable es que muestre preferencias y rechazos. Para evitar el
rechazo o la preferencia exclusiva por algún alimento, es necesario crear un ambiente
tranquilo y agradable a la hora de sus comidas, en lo posible libre de tensiones, juegos y
elementos de distracción como la televisión. Cuando el niño rechace un alimento, se le debe
volver a presentar preparado de otra forma, para ir incorporándolo poco a poco hasta lograr
que lo acepte. Se recomienda incorporar cada nuevo alimento por separado y en pequeña
cantidad, para detectar posibles cuadros alérgicos. Las comidas deben tener una consistencia
de papilla, sopa espesa o puré semisólido. Es importante que al comienzo la comida se pase
por un cedazo para evitar que contenga grumos o trozos duros que puedan ahogar al niño. A
partir de los 8 ó 9 meses, el puré puede tener una consistencia más gruesa, hasta que el niño
empiece a comer alimentos picados en trozos pequeños cuando ya han aparecido los
segundos molares. Para los niños de 6 a 7 meses, la alimentación se inicia con una papilla o
puré que debe ser preparada inicialmente con verduras, cereales y una pequeña cantidad de
carne molida de pollo, pavo o vacuno sin grasa. En el momento de servir se recomienda
agregar media cucharadita de aceite vegetal (2,5 a 3 ml). Es aconsejable no agregar sal a las
comidas, para no acostumbrar al niño(a) al sabor salado. El postre recomendado es el puré
de fruta, al que no es necesario agregar azúcar. A los 8 meses el niño debería comer
aproximadamente 150 gramos de papilla (3/4 de taza), más 100 g de fruta (1/2 taza) al día.
A esta edad, T E M A 7 La mayoría de los niños deberían recibir leche materna por lo
menos hasta el año de edad, y si es posible, durante más tiempo 79 algunos bebés comienzan
a tratar de comer por sí mismos alimentos que ellos puedan sujetar, como por ejemplo, una
banana. Desde los 9 meses las cantidades adecuadas serán de 200 gramos de comida (1 taza)
y 100 gramos de fruta al día. A partir de los 8 meses se recomienda la introducción
progresiva de legumbres pasadas por un cedazo; una porción reemplazará al puré de
verduras con carne una a dos veces por semana. Se recomienda incorporar el pescado y los
huevos a partir de los 10 meses. Prestar atención a las posibles alergias alimentarias, en
especial en los niños con padres o hermanos alérgicos. Al año, la mayoría de los niños ya
pueden comer las comidas consumidas por la familia, excepto las que contengan
condimentos picantes o exceso de sal, estimulantes (café, té negro, bebidas gaseosas con
cafeína, yerba mate) y las comidas con mucha grasa, por ejemplo frituras.
Cuando el niño empiece a comer alimentos sólidos se le puede ofrecer agua (hervida si no se
cuenta con agua potable apta para el consumo), sin agregar azúcar o miel. Se le puede dar de
beber aproximadamente 1/4 a 1/3 de una taza 2 ó 3 veces al día, separándola de los horarios
en los que el niño toma leche. Los refrescos en polvo, las bebidas azucaradas y las sodas no
son recomendados ni necesarios durante los primeros años de vida. No se recomienda dar al
niño pequeño alimentos que contengan endulzantes (o edulcorantes) artificiales.
Condimentos: se puede usar orégano, ajo, comino u otros condimentos naturales que no sean
picantes, en cantidades pequeñas. Temperatura e higiene: Es necesario enfriar los alimentos
calientes antes de dárselos al niño hasta que tengan aproximadamente la temperatura del
cuerpo (37 grados) o menor, para evitar quemaduras. No se deben soplar los alimentos para
enfriarlos, porque se pueden contaminar con microorganismos que se encuentren en la boca
del adulto que lo alimenta. Cuando el adulto prueba el alimento, debe lavar o cambiar la
cuchara con la que alimentará al niño por el mismo motivo. Los alimentos y utensilios en los
que se da la comida al niño deben estar protegidos de las moscas, los animales domésticos,
el polvo y la suciedad. La cuchara con la que se dará el alimento al niño debe ser pequeña,
de contornos lisos y suaves y debe llevar una pequeña cantidad de alimento cada vez. Para
comer, el niño debe estar sentado, apropiadamente apoyado y seguro, con las manos limpias
y descubiertas. Si el niño no quiere más comida, se recomienda respetarlo, pero observar si
empieza a rechazar de forma sistemática la comida, pues su rechazo podría indicar la
presencia de una enfermedad.