1armonías Discordantes

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S I C H I I H S

Daniel
B. B o t k i n
ARMONÍAS
DISCORDANTES
U n a ecología p a r a e l s i g l o XXI

ACENTO
EDITORIAL
Este libro está dedicado a mi padre, Benjamín A. Botkin,
quien buscó en el lenguaje de los relatos y las canciones
populares su propio conocimiento y comprensión.

Diseño de cubierta: Alfonso Ruano

Publicado originalmente en inglés por Oxford University Press


con el título Discordant Harmonies
© 1990 by Oxford University Press, Inc.
© Acento Editorial, 1993
Joaquín Turina, 39 - 28044 Madrid

Comercializa: CESMA, SA. - Aguacate, 25 - 28044 Madrid

ISBN: 84-483-0002-3
Depósito legal: M-3656-1993
Fotocomposición: Grafilia, S.L.
Impreso en España / Printed in Spaitt
Imprenta SM - Joaquín Turina, 39 - 28044 Madrid

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su trata-


miento informático, ni [a transmisión de ninguna forma o por cualquier medio,
ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin
el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.
12. L A L U N A E N L A C O N C H A DEL NAUTILUS:
L A N A T U R A L E Z A E N EL S I G L O XXI

Tal y como establece el plan, la vida es derramada co-


piosamente por todo un universo, engendrando los seres y
tejiendo la variedad en su ser.
PLOTINO (siglo m d.C)

El recientemente diseñado coche de energía solar es una


síntesis significativa de la biología y la tecnología que acerca
al hombre a una acomodación a los recursos decrecientes.
PAUL MCCREADY ( 1 9 8 7 ) '

V U E L O A L ALBA

El aeropuerto Leonardo da Vinci se sitúa en tierra firme al norte


de Venecia, a lo largo de la orilla de la laguna, adonde se llega más
cómodamente desde la ciudad por el agua. Había decidido dejar
Venecia en un temprano vuelo matutino y salí de la plaza de San
Marcos en taxi acuático antes del amanecer. Antes de que saliera
el Sol, la ciudad era tanto sonido como luz. Conforme viajábamos
lentamente a través de pequeños canales laterales, en la oscuridad,
las pequeñas olas de la laguna y la estela de la embarcación rozaban
los edificios al pasar, juntándose los sonidos de la ciudad y del mar.
Cuando rompió el alba nos encontrábamos fuera de las islas prin-
cipales, dirigiéndonos a toda prisa hacia las abiertas aguas de la
laguna, donde el fresco viento no hablaba de la ciudad, sino de las
aves ribereñas y de las hierbas salobres. El avión despegó a plena
luz del día y desde el interior de una de las magníficas creaciones

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ARMONÍAS DISCORDANTES PROPUESTAS PARA NUESTRO TIEMPO

del siglo XX, el avión a reacción, veíamos por última vez una clási< i La naturaleza y la tecnología han sido siempre parte de m i pro-
ciudad de la historia, la ciudad dentro de la laguna. Rápidamente pia experiencia. A cada uno de los lugares en los que he estado y
en la brumosa luz de la costa adriática bajo nosotros pasaron la que he descrito en este libro, llegó la máquina moderna; y el equipo
plaza de San Marcos, la iglesia de Santa María della Salute, sosle con el que acampé, paseé y medí la naturaleza era en su totalidad
nida por su millón de troncos sumergidos hace tiempo en los cam producto de la tecnología de finales del siglo XX. Pilotar un peque-
biantes lodos de la laguna, y el Gran Canal, con el puente de Rialto, ño avión sobre el paisaje y caminar por la naturaleza salvaje me
objeto de tantas pinturas famosas de Venecia. Los perfiles de las han llevado, en cada caso a su manera, a contactar con ella, y a lo
olas mostraban que el agua estaba en movimiento, y la estela de largo de estos años me he sentido incómodo con la división entre
los barcos que viajaban desde la ciudad a tierra firme mostraba que las visiones de mis amigos ingenieros y las de mis amigos conser-
también ellos se movían, pero t o d o lo demás, en los pocos según vacionistas cuando parecen ver como opuestas estas dos partes de
dos que tardó la ciudad en pasar bajo nosotros, parecía inmóvil. m i vida. Desde un avión, desde el interior de una máquina, estamos
Una rápida impresión y la escena desapareció. Desde aquella po- en contacto con la naturaleza: vemos el panorama debajo de v o -
sición privilegiada todo parecía claro, constante y bello. Las con- sotros y experimentamos los vientos y el clima. La máquina nos
taminadas aguas y las deterioradas estatuas desmoronándose en el muestra la naturaleza en formas que no podríamos ver de otra ma-
aire ácido eran invisibles. La naturaleza y la ciudad parecían, en nera. Sin quererlo, los modernos puntos de vista científicos sobre
resumen, una unidad. C o m o en una pintura, la visión desde 300 el medio ambiente han enfatizado la imagen mecánica; las ciencias
metros de altura era la de una grácil naturaleza muerta sin indicio dependen de las máquinas para la observación.
alguno de los cambios que se habían producido durante siglos, in- Cuando el avión abandonó el Adriático, m i mente viajó desde
ducidos por el hombre y la naturaleza. Bajo nosotros se extendía el poco profundo mar europeo hasta el lejano océano Pacífico y
una ciudad fundada cuando el hombre creía que la Tierra era su una de sus más humildes y oscuras criaturas, el Nautilus {Nautílus
prójimo y la naturaleza era producto de un orden divino. Antes de pomplüus Linnaeus), que vive lejos de Venecia, en el Pacífico suroc-
la aparición de la ciencia moderna, en la época de Venecia como cidental. Aunque la concha del Nautilus es m u y decorativa en la
gran ciudad de la historia, la naturaleza se concebía como un todo: mesa de un salón, v i v o es una misteriosa criatura de hábitos noc-
el universo, la Tierra física y la vida eran una unidad, o en todo turnos que vive en las profundidades del océano, a 300 metros por
caso parecían ser tan sólo unas expresiones diferentes de las mismas debajo de la superficie y que raramente ha sido vista viva por seres
verdades, del mismo equilibrio, orden y armonía. humanos \ El Nautilus habita únicamente en la cámara más externa
El rugido de los motores llamó m i atención y pensé en los de su concha, moviéndose periódicamente hacia fuera y depositan-
numerosos sistemas que hacían que la maravillosa máquina se des- d o una pared detrás de él. Cuando crece, el Nautilus necesita u n
lizase suavemente sobre la Tierra con gran seguridad, estabilidad y escudo protector mayor, las cámaras aumentan de tamaño y la con-
precisión. U n ruido estable me confirmó que los motores estaban cha se desarrolla de una manera m u y interesante, enrollándose en
girando a velocidad constante bajo el control de los intrincados una espiral logarítmica en forma de voluta, siguiendo una sencilla
sistemas de seguimiento. A n t e ellos, los pilotos contaban con só- pero elegante fórmula matemática. Mientras crece su concha, el
lidos sistemas de radionavegación y comunicación, cada uno de Nautilus registra dos ritmos distintos del sistema solar. Alrededor
ellos sintonizado a una frecuencia específica, y con sistemas de guía de la apertura de la cámara más externa de la concha, se sitúan
posibles gracias a giróscopos que giraban de forma estable. M e pequeños depósitos de carbonato calcico, en grupos de tres a cinco,
encontraba dentro de una máquina con todas las cualidades de or- separados de los grupos adyacentes por una cresta conocida como
den, armonía y equilibrio que se habían atribuido una vez a la na- línea de crecimiento. Hay una media de treinta líneas de crecimien-
turaleza que observaba debajo. t o por cámara, una por cada día del ciclo lunar, lo que sugiere que

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ARMONÍAS DISCORDANTES PROPUESTAS PARA NUESTRO TIEMPO

cada mes lunar se forma una nueva cámara y cada día una nueva neas en las conchas de los Nautilus fósiles nos informan acerca de
línea de crecimiento. Esto implica que el Nautilus contiene en su la historia de los movimientos de la Tierra y de la Luna, sobre la
concha dos relojes: uno que mide el tiempo solar y otro el lunar. historia de la Tierra y sobre el origen de los océanos y continentes,
Son relojes relativos, que marcan el número de días dentro del mes que tan importantes son en la historia de la vida en la Tierra. De
lunar. esta manera, el sistema solar, la Tierra física y la vida en la Tierra
El Nautilus es una antigua forma de vida cuyos antepasados están unidos en el Nautilus. De forma similar, nuestra percepción
fósiles más antiguos han sido datados en 420 millones de años, y de la naturaleza está volviendo a una unidad, pero con una gran
se han encontrado fósiles que representan la mayoría de los perío- diferencia respecto a las pasadas ideas precientíficas. La Luna en la
dos geológicos desde esa época hasta el presente. Extrañamente, el concha del Nautilus no es una fábula, es una revelación basada en
número de líneas de crecimiento por cámara ha aumentado con el sofisticados métodos modernos de observación científica, suscep-
tiempo. Las conchas fósiles más viejas tienen sólo nueve líneas de tible de ser sometida a pruebas de validez y precisión y de ser
crecimiento por cámara, comparados con las treinta de las conchas refutada. Con el análisis científico de las conchas fósiles de Nautilus,
modernas, lo que sugiere que el mes lunar ha aumentado y que la la ciencia está llevando nuestras ideas a una nueva etapa en la que
Luna solía girar alrededor de la Tierra más deprisa de lo que lo las separaciones entre lo orgánico y la máquina y entre el cosmos
hace ahora. Esto, a su vez, implica que la Luna tiene que haber y la Tierra —distinciones que han dominado las ideas desde la apa-
estado más cerca de la Tierra, ya que cuanto más cerca está un rición de la ciencia m o d e r n a — se están desintegrando.
satélite de un planeta más rápido debe girar para permanecer en
órbita. Los relojes de la concha del Nautilus indican que la Luna
tardaba sólo nueve días en dar la vuelta a la Tierra hace 420 millo- E N EL ESPEJO DE L A N A T U R A L E Z A N O S V E M O S A N O S O T R O S M I S M O S
nes de a ñ o s . La medida del tiempo de los relojes del Nautilus,
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corroborada por otras evidencias, ha sido de la suficiente exactitud Las respuestas a las viejas preguntas —¿cuál es el carácter de
como para permitir deducir a los geofísicos P. G. K. Kahn y S. M . la naturaleza no alterada? ¿qué influencia tiene la naturaleza sobre
Pompea la existencia de tres etapas principales en la historia Tierra- los seres humanos? ¿qué influencia tienen los seres humanos sobre
Luna. En el primer período, el agua líquida no existía en la super- la naturaleza?— no pueden ser consideradas ya como distintas unas
ficie de la Tierra y la distancia entre la Tierra y la Luna aumentaba de otras. La vida y el medio ambiente son una cosa, no dos, y el
m u y lentamente. Los astrónomos nos dicen que el alejamiento de hombre, como toda la vida, está inmerso en ese sistema único.
la Luna respecto a la Tierra pudo haber sido causado por una pér- Cuando influimos sobre la naturaleza, nos influimos a nosotros mis-
dida de energía por rozamiento, siendo el rozamiento de las mareas mos; cuando cambiamos la naturaleza, nos cambiamos a nosotros
contra la tierra el que habría creado una pérdida más rápida. En la mismos. La preocupación por la naturaleza no es solamente una
segunda etapa, parece que los océanos cubrieron toda o la mayor curiosidad científica, sino un tema que se extiende a la filosofía, la
parte de la Tierra, de forma que se producía todavía relativamente teología, la estética y la psicología. Hay profundas razones por las
poca pérdida de energía por el rozamiento de las mareas, y la Luna que deseamos u n equilibrio y armonía en la estructura del mundo
continuaba alejándose lentamente. Finalmente, cuando surgieron los biológico y por las que tratamos de encontrar ese equilibrio es-
continentes, hace unos 600 millones de años, y cuando el agua tructural, al igual que nuestros antepasados desearon y buscaron
comenzó a azotar sus orillas, la pérdida de energía por rozamiento ese equilibrio de la naturaleza en el mundo físico.
debido a la acción de las mareas aumentó, y la Luna empezó a Claramente, abandonar la creencia en la constancia de la natu-
distanciarse más rápidamente . Ésta es una evidencia indirecta del
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raleza inalterada es psicológicamente incómodo. Mientras podía-
momento en que los continentes surgieron de los océanos. Las lí- mos creer que la naturaleza inalterada era constante, estábamos pro-

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vistos de u n modelo simple frente al que juzgar nuestras acciones, mismos; y podremos llegar, con la mejor información de que dis-
un reflejo en una charca sin viento en la que nuestro lugar era tan ponemos en nuestra época, a una nueva visión orgánica de la Tie-
evidente como fijo, proporcionándonos un sentido de continuidad rra, una visión según la cual formemos parte de un sistema v i v o y
y permanencia que era confortable. A l abandonar estas creencias cambiante cuyos cambios podamos aceptar, usar y controlar, para
nos situamos en una posición existencial extrema: somos como pe-
hacer de la Tierra un hogar confortable para cada uno de nosotros
queños barcos sin anclas en el mar del tiempo. ¡Cómo anhelamos
individualmente, y para todos nosotros colectivamente en nuestras
un puerto seguro en la orilla!
respectivas culturas.
El cambio en la percepción de la naturaleza y las nuevas res- El enfoque de la era de las máquinas proporcionó respuestas
puestas a las antiguas preguntas surgen a partir de las nuevas ob-
simples e inmediatas a las preguntas clásicas sobre las relaciones
servaciones y de las nuevas formas de pensamiento que incluso
entre los seres humanos y la naturaleza. La naturaleza sabía mejor
ahora parecen revolucionarias. La transición que está teniendo lugar
lo que convenía, la naturaleza inalterada era constante. Los indivi-
nos influye hoy y nos continuará influyendo profundamente de ma-
duos, según la interpretación de la naturaleza que escogieran, tenían
neras que puede que no sean visibles durante décadas. Estos cam-
cierta relación fija con su entorno. Pero, desde la nueva perspectiva,
bios amenazan la raíz misma de cómo nos vemos a nosotros mis-
la naturaleza no proporciona respuestas simples. Las personas están
mos. Hemos enturbiado nuestra percepción de la naturaleza con
obligadas a escoger el tipo de medio ambiente que quieren, y u n
falsas imágenes, y mientras continuemos haciéndolo enturbiaremos
medio ambiente «deseable» puede ser uno que haya sido alterado
la percepción de nosotros mismos, entorpeceremos nuestra capa
cidad para gestionar los recursos naturales y escogeremos enfoques por el hombre, al menos en algunas regiones y en algún momento.
equivocados para abordar los problemas medioambientales globa- La conciencia sobre el poder de la civilización para cambiar y
les. La manera de alcanzar armonía con la naturaleza es, primero, destruir el mundo biológico ha aumentado desde el siglo XIX. Re-
liberarse de las viejas metáforas y acoger las nuevas para que po- conocemos que la civilización ha tenido u n tremendo impacto so-
damos levantar los velos que nos impiden aceptar lo que obser- bre la naturaleza, y es tentador estar de acuerdo con George Per-
vamos y, después, hacer uso de la tecnología para estudiar la vida kins M a r s h en que la ausencia de equilibrio estructural en el m u n -
y los sistemas de soporte vital tal y como son. La armonía entre d o biológico es siempre, o casi siempre, el resultado de la
nosotros mismos y la naturaleza depende de — o , mejor dicho, re- actividad del hombre, ya que «el hombre es en todos sitios un
q u i e r e — modernas herramientas tecnológicas que nos muestren la agente perturbador. Dondequiera que pone su pie, las armonías
Tierra y nos ayuden a gestionar prudentemente lo que comproba- de la naturaleza pasan a ser discordias» . Pero entendemos, a pe-
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mos que hemos empezado a desenmarañar sin darnos cuenta. sar de nuestros deseos, que la naturaleza se mueve, cambia y en-
Una vez que nos hayamos percatado de que formamos parte traña riesgos e incertidumbres, y que los juicios sobre nuestras
de un sistema v i v o a escala global, producido y de alguna forma propias acciones deben hacerse teniendo en cuenta esta imagen
controlado por la vida, y una vez que aceptemos las cualidades en m o v i m i e n t o .
intrínsecas de los sistemas orgánicos — c o n sus ambigüedades, va- Hay márgenes dentro de los cuales la vida puede persistir y
riabilidades y complejidades—, podremos sentirnos parte del mun- cambios que los sistemas vivos tienen que experimentar para per-
do de una manera en que nuestros antepasados del siglo XIX no sistir. Podemos cambiar aspectos estructurales de la vida dentro de
pudieron, aunque sí nuestros antepasados anteriores. Podremos de- márgenes aceptables. Tenemos que permitir que ocurran aquellos
jar atrás las metáforas de la máquina, que son tan incómodas psi- cambios que son necesarios para la continuación de la vida, o crear
cológicamente porque nos separan de la naturaleza y son tan d i - nosotros en su lugar condiciones, a un elevado coste, las condicio-
ferentes de la vida real y, por tanto, tan diferentes de nosotros nes que de otra manera se hubieran alcanzado. Podemos gestionar

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ARMONÍAS DISCORDANTES PROPUESTAS PARA NUESTRO TIEMPO

la naturaleza a ritmos naturales y de formas naturales. Tenemos que Una nueva conciencia de la naturaleza biológica está aparecien-
ser cautelosos cuando gestionemos la naturaleza a ritmos antina- do, es inevitable, y es fácil que pueda ser mal empleada. Si persis-
turales o de formas novedosas. Conservar bien es gestionar dentro timos en argumentar que l o que es natural es constante y l o que
de las reglas de los cambios, pautas y ambigüedades naturales; ges- es constante es bueno, aquellos de nosotros que valoremos la na-
tionar bien es conservar y mantener las dinámicas de los sistemas turaleza salvaje por sus características intrínsecas o creamos que la
vivos. La respuesta a la pregunta sobre el papel del hombre en la biosfera debe mantenerse dentro de ciertos límites habremos per-
naturaleza depende de la época, la cultura, la tecnología y el hom- dido nuestra oportunidad de vivir en armonía con la naturaleza tal
bre. N o hay una respuesta simple y universal (independiente de y como realmente es. Si no entendemos la verdadera naturaleza de
todos los pueblos, culturas y épocas). Sin embargo, esta respuesta las poblaciones, las comunidades biológicas y los ecosistemas,
está m u y influida en nuestra época por el hecho de que estamos ¿cómo podemos esperar intervenir en ellas de forma prudente?
cambiando la naturaleza a todos los niveles —desde el local al glo- Cuando teníamos menos poder podíamos vivir con mitos, pero hoy
b a l — , de que tenemos el poder de moldearla para convertirla en día, como Joseph Campbell reconoció, «la ciencia misma es el único
lo que queramos que sea o de destruirla completamente, y de que campo a través del cual la dimensión de la mitología puede reve-
sabemos que tenemos ese poder. Esto nos conduce a un tipo de larse de nuevo» .s

respuesta muy diferente a la de los filósofos griegos y romanos, a Estoy animando al lector a unirse a una tarea que es la conti-
la de sus descendientes intelectuales de la Edad Media y el Rena- nuación de la ya empezada por George Perkins Marsh, una labor
cimiento, o a la de los hombres de la temprana y media edad in- que reconoce los grandes poderes destructivos de la civilización
dustrial. humana, pero que es optimista en el sentido de que, en nuestras
Ahora que entendemos que estamos cambiando el medio am- relaciones con la naturaleza, podemos empezar a escoger como per-
biente a escala global, debemos aceptar la responsabilidad por las sonas prudentes. El mensaje de este libro es consecuente con la
acciones que hemos realizado y por los cambios que esas acciones perspectiva ética de Paul Sears, que escribió que «la naturaleza sólo
han provocado. Sería prudente minimizar sus efectos y retardar los puede ser conquistada en sus propios t é r m i n o s » H e intentado dar
índices de cambio tanto como sea posible. Esto requiere no sólo simplemente una visión moderna de «sus» términos. El mensaje es
información y comprensión, sino también la voluntad política, los también consecuente con la ética del suelo de A l d o Leopold: «La
medios sociales y económicos y las políticas necesarias para alcan- conservación es un estado de armonía entre los hombres y el
zar lo que necesitamos y deseamos, cuestiones a las que, hasta aho- suelo» . N o hemos abandonado esa primera creencia n i la ética de
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ra, se ha prestado poca atención. Nos resulta incómodo que las Leopold, pero hemos redefinido la «armonía». Para alcanzar esa nue-
nuevas perspectivas no den las mismas respuestas únicas a todas va armonía tenemos que comprender el carácter de la naturaleza
las preguntas, sino que requieran que nuestra gestión sea específica inalterada, esa armonía discordante que ha sido el tema de este
y que las respuestas dependan de las cualidades particulares de libro.
nuestros objetivos y de las posibilidades que tengamos de alcan- La respuesta apropiada a los problemas medioambientales que
zarlos. Saber qué hacer en cada caso requiere información, medicio- hemos creado con nuestra tecnología no está ni en abandonar la
nes, seguimiento, conocimientos y comprensión considerables que civilización o la moderna tecnología, como algunos han argumen-
nosotros, como sociedad, nos hemos resistido a buscar. Quizá he- tado y les parece tan confortable y deseable como línea de acción
mos sido m u y parecidos a aquellas personas que Peter Kalm en- a quienes más han sufrido los efectos destructivos de las acciones
contró en la América del siglo xvill, que creían que el estudio de del hombre sobre el m u n d o natural, n i en aferrarse a la creencia
la naturaleza era «una mera bagatela y el pasatiempo de los de que t o d o lo natural (esto es, lo no humano) es deseable y bue-
tontos»''.
no. Después de haber alterado la naturaleza con nuestra tecno-

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PROPUESTAS PARA NUESTRO TIEMPO
ARMONÍAS DISCORDANTES

logia, tenemos que depender de la tecnología para que nos ayude creen que huele a humo o, sin entender cómo vuela, confunden
a buscar las soluciones. La tarea que tenemos ante nosotros es la una ligera turbulencia con u n grave problema. Necesitamos dotar
de comprender el mundo biológico hasta el punto en que poda- de instrumentos la carlinga de la biosfera y acabar con la sombra
mos aprender a v i v i r con las armonías discordantes de nuestro de la ventana, de manera que podamos comenzar a observar la
entorno, de manera que funcionen no sólo para producir la con- naturaleza tal y como es y no como nos imaginamos que es.
tinuación de la vida, sino también en nuestro beneficio, satisfa-
ciendo nuestras necesidades estéticas, morales, filosóficas y ma-
teriales. N o sólo necesitamos nuevos conocimientos, sino también
nuevas metáforas como las que están surgiendo de la amalgama
de la metáfora orgánica con una nueva metáfora tecnológica, de-
sarrollándose a partir de la vieja idea de la máquina que nos he-
mos acostumbrado a usar en los últimos doscientos años.
En este libro hemos viajado a través de la naturaleza y de la
historia natural tal como la entendemos h o y día, y vemos que, al
final, hemos completado, de alguna manera, el círculo; nuestras
ideas han evolucionado desde la orgánica a la mecánica, y ahora
regresan a una nueva unión que conecta vida y tecnología en la
metáfora y en los hechos. Y mientras el avión se inclinaba y as-
cendía hacia los Alpes, el tema central de nuestra relación con la
naturaleza parecía cobrar nitidez. ¿Podría esta magnífica máquina
del siglo XX, el avión, ser u n modelo adecuado para el sistema de
la naturaleza visible ahí abajo? Las máquinas pueden ayudarnos a
ver la naturaleza, pero ellas solas no constituyen el modelo apro-
piado ni la metáfora correcta para la naturaleza. Estamos atrasados
en algunas cosas. Usamos una metáfora tomada de la ingeniería
e imaginamos que la Tierra es una máquina cuando no lo es, pero
no adoptamos u n enfoque de ingenieros para la naturaleza. N o
adoptamos la inteligencia y las técnicas del ingeniero, que es lo
que deberíamos hacer. Hablamos sobre la astronave Tierra, pero
¿quién está manejando los controles y pulsando los botones? N a -
die, no hay indicadores que controlar, tan sólo advertencias oca-
sionales realizadas por personas que se asoman a la ventana y nos
dicen que ven especies que desaparecen, un agujero de ozono en
la alta atmósfera, el cambio climático, las costas de t o d o el mundo
contaminadas. Sin embargo, como nunca hemos creado un sistema
para supervisar nuestro medio ambiente o instrumentado la com-
prensión de los extraños sistemas ecológicos de la naturaleza, t o -
davía somos como los pasajeros en la cabina de u n avión que

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POSDATA:
U N A GUÍA PARA LA ACCIÓN

Hay quien me pregunta qué suponen los cambios que he men-


cionado en este libro en relación con las acciones que tendríamos
que emprender en el futuro. Por esa razón, parece apropiado incluir,
a modo de posdata, un breve comentario que ilustre que el cambio
en la percepción de la naturaleza conduce a acciones de distintas
clases. Este libro no ha pretendido ser un tratado sobre determi-
nadas metodologías, y su posdata no pretende ser un tratado com-
pleto o definitivo de todas las cuestiones, sino tan sólo una ilustra-
ción de algunas de las implicaciones prácticas de la nueva perspec-
tiva que he defendido en este libro. He escogido algunos ejemplos
para representar una serie de temas.
La naturaleza del siglo XXI será la naturaleza que nosotros ha-
gamos. La cuestión es el grado en que esta actuación sea intencio-
nada o involuntaria, deseable o inconveniente. ¿Cuál es el probable
resultado de nuestro papel actual en la naturaleza? Podemos prever
varios futuros concretos. El peor, la naturaleza tras una guerra nu-
clear, podría ser una naturaleza como la de hace dos mil millones
de años, una biosfera tan sólo de bacterias, que no desearíamos para
nosotros.
U n futuro más probable está en la senda que hemos seguido,
por la que continuamos tratando a la historia natural como una
afición que no debe ser tomada en serio y enfrentándonos a los
problemas medioambientales solo cuando surgen, utilizando cual-
quier tipo de herramienta y los conocimientos que por casualidad
tenemos en ese momento, suponiendo que la naturaleza puede ser
desmontada, reparada y montada de nuevo, siguiendo la analogía
de una máquina.

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ARMONIAS DISCORDANTES POSDATA

U n tercer futuro posible es el que podríamos alcanzar si co- nismos, a pesar de nuestros mayores esfuerzos. En muchas regiones
menzáramos h o y un esfuerzo masivo para compensar lo que no sólo podemos esperar limitadas mejorías durante las próximas dé-
hemos hecho en el pasado: obtener la información, los conocimien- cadas. Estos problemas a gran escala hacen necesario adoptar los
tos y la comprensión que nos permitan gestionar la naturaleza ra- enfoques conservacionistas comentados en este libro.
cional y prudentemente. Para que este final tenga lugar, tenemos
que reservar las suficientes tierras como para disponer de las líneas
básicas desde las que medir nuestras acciones y conservar la diver- L A N A T U R A L E Z A SALVAJE EN EL SIGLO XXI
sidad biológica restante en la medida en que sea posible. Debemos
formar profesionales y asignar grandes cantidades de fondos a los Puesto que ya no hay ninguna parte de la Tierra que, de alguna
tipos de investigación y gestión adecuados. forma, esté libre de nuestras acciones, sea directa o indirectamente,
Aunque adoptemos este tercer enfoque, los cambios que están no existe naturaleza salvaje entendida como conjunto de lugares
teniendo lugar ahora, y que continuarán teniendo lugar como re- completamente libres de la acción del hombre. Pero hay tres tipos
sultado de nuestras acciones pasadas, llevarán a importantes tras- de zonas naturales que debemos mantener en el futuro, dos de las
tornos de la naturaleza. Si las actuales proyecciones de los modelos cuales podemos considerar salvajes y designarlas legalmente como
climáticos globales son realistas, el clima cambiará tan rápidamente, zonas salvajes protegidas: las zonas de no-acción, las zonas prea-
especialmente en latitudes septentrionales, que planteará serios pro- grícolas y las zonas de conservación. La primera es una zona libre
blemas para la supervivencia de grandes superficies de bosques, así de la acción directa del hombre, ocurra lo que ocurra. Este tipo de
como para la distribución actual de las tierras cultivables. Las pro- espacio salvaje es necesario para la observación, como base desde
yecciones sugieren que los bosques pueden empezar a experimentar la que los científicos puedan medir los efectos de la acción del hom-
cambios significativos en la composición de sus especies dentro de bre en otros lugares: supone una sintonización esencial de los re-
los próximos veinte o treinta años. La velocidad del cambio cli- gistros que deberíamos establecer para supervisar el estado de la
mático superará la velocidad natural de migración de las semillas, naturaleza. Tales zonas son también importantes porque ayudarán
y puede que los bosques no sean capaces de regenerarse. Una plán- a la preservación de la diversidad biológica. Algunas de ellas pue-
tula de una especie adaptada al clima de la época de su plantación, den ser agradables para el ocio, pero otras pueden no serlo y otras
puede encontrarse en un clima demasiado cálido para las semillas pueden llegar a convertirse en una naturaleza nunca vista antes. A l
que produce en el momento en que alcance la madurez, varias dé- igual que el Hutcheson Memorial Forest, este tipo de naturaleza
cadas después. La gravedad del problema se desconoce en la ac- salvaje podría consistir en especies introducidas y especies nativas
tualidad, pero podría superar nuestra capacidad de plantar y man- en combinaciones innovadoras.
tener los bosques. En este caso se necesita claramente investigar El segundo tipo, la naturaleza salvaje preagrícola, es una zona
mucho si queremos conservar los bosques de las latitudes más altas. que tiene la apariencia del paisaje terrestre o marino que más es-
El calentamiento global representa uno de los problemas extre- trechamente corresponde al ideal de naturaleza salvaje tal y como
mos a los que nos enfrentaremos probablemente en las próximas se ha concebido en las últimas décadas. En América del N o r t e y
décadas. Tal y como han advertido muchos ecólogos durante la del Sur, Australia, Nueva Zelanda y otros lugares en los que el
pasada década, la lluvia acida, la contaminación con sustancias tó- momento de la llegada del hombre tecnológico moderno puede
xicas de océanos, aguas dulces, aire y suelos, la disminución de las fecharse fácilmente, la idea es crear zonas naturales que se parezcan
aguas subterráneas, la deforestación y la destrucción de hábitats, a l o que vieron los primeros exploradores europeos. En América,
incluyendo los de la mayor parte de las zonas costeras, continuarán éste sería el paisaje del siglo XVII. Es necesario escoger un momento
amenazándonos no sólo a nosotros, sino a todos los demás orga- en el tiempo que ofrezca el aspecto deseado. Si no lo hacemos, nos

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ARMONÍAS DISCORDANTES POSDATA

enfrentaremos a la situación que ya comenté hablando del Boun- la curruca de Kirtland tienen que ser lo suficientemente grandes
dary Waters Canoe Area que, desde el final de la última glaciación como para albergar los territorios de cría de cientos de machos.
hasta la época de la colonización europea, pasó del hielo y la tundra Cuanto más pequeño sea el tamaño de una zona de conserva-
al bosque de pícea y de pino Jack. Si natural significa simplemente ción, más diversas e intensas tienen que ser nuestras acciones. La
previo a la intervención del hombre, entonces todos estos hábitats cantidad de intervención requerida aumenta cuando el tamaño de
podrían considerarse naturales, contrariamente a lo que el hombre una reserva específica disminuye '. El área más pequeña es un sim-
realmente pretende y quiere. Lo que la gente busca en el Boundary ple zoológico, dentro del cual satisfacemos todas las necesidades y
Waters Canoe Area es la naturaleza salvaje tal y como la vieron eliminamos todos los desechos de las formas de vida que mante-
los primeros viajeros, y u n paisaje que dé la sensación de no haber nemos allí. En el extremo opuesto está la naturaleza anterior a la
sido alterado por el hombre. civilización tecnológica, cuando existían extensas zonas n o pisadas
La zona de conservación, el tercer tipo de región natural, se por el hombre. La cantidad de esfuerzo necesario para mantener
reserva para conservar la diversidad biológica, ya sea de determi- una reserva de cualquier tamaño depende también de las caracte-
nadas especies — p o r ejemplo, la curruca de K i r t l a n d — o de u n rísticas de las especies que en ella se encuentren, incluyendo las
tipo de comunidad ecológica. Puesto que hemos alterado tanto el características de su historia vital, como su tamaño y longevidad.
paisaje y hemos permitido que, por descuido, sobrevivan solamente Por regla general, los organismos más grandes y longevos requie-
pequeñas extensiones de hábitats primitivos, la mayoría de estas ren grandes hábitats. Tsavo, que es el mayor parque nacional men-
áreas requieren una intervención activa por nuestra parte si quere- cionado en este libro, no era l o suficiente extenso como para fun-
mos que perduren. Por ejemplo, para intervenir en el habitat de la cionar como una reserva independiente para el elefante africano sin
curruca de Kirtland de forma que pueda sobrevivir la especie, te- la intervención activa del hombre. De los ejemplos comentados en
nemos que poner especial atención en la frecuencia de los incendios este libro, el Boundary Waters Canoe Area es quizá la zona que
y aumentar o disminuir su índice para que se adapte lo mejor po- podría persistir con una menor intervención humana directa. El ma-
sible a las necesidades de la especie. Cuando el clima cambie debido y o r mamífero del Boundary Waters es el alce, que es mucho más
a nuestras acciones, si es que cambia, es posible que tengamos que pequeño y menos longevo que el elefante. (Un alce pesa unos 4 5 0
trasladar la zona natural de la curruca y aprender a persuadirle para kilos y vive unos diecisiete años; el peso del elefante es de unas
que se traslade también. seis toneladas y puede v i v i r sesenta años.) El número necesario de
nuestras acciones aumentará conforme nuestros impactos globales
Es importante que entendamos las diferencias entre estos tres
tengan más efectos indirectos sobre las áreas naturales y, por tanto,
tipos de zonas naturales, cada una de las cuales representa un as-
el número de nuestras intervenciones tendrá que aumentar en el
pecto diferente de los viejos significados de la naturaleza salvaje.
futuro. Esto es especialmente cierto si el calentamiento global tiene
Cada una de ellas es bastante diferente de las otras y, en general,
no resulta posible gestionar una sola de m o d o que funcione como lugar en el próximo siglo.
las tres a la vez: como verdaderamente inalterada, como semejante Mantener en el futuro áreas salvajes exigirá que desarrollemos
al paisaje antes de su colonización y como un espacio cuyo fin sea los medios necesarios para proteger de usos indebidos estos terri-
conservar especies en peligro o la diversidad biológica. Desde la torios. Como los recursos son limitados y la población humana con-
antigua manera de entender la naturaleza, se podía suponer que tinúa creciendo, existirá una presión creciente sobre las comarcas
estos tres objetivos podían ser alcanzados en una única zona sim- naturales debida a actividades como la obtención de madera, la cap-
plemente con eliminar toda acción del hombre. Cada tipo de zona tura de animales y plantas salvajes o la extracción de minerales.
natural debe tener un tamaño específico, en general no determinado C o m o ejemplo, la caza furtiva de elefantes, una crisis cuyas medidas
todavía, para ser viable. Por ejemplo, las zonas de conservación de correctoras tanto esfuerzo supusieron cuando se creó el Parque N a -

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ARMONÍAS DISCORDANTES POSDATA

cional de Tsavo, sigue siendo u n serio problema. Las poblaciones un programa que pueda proporcionar estudios básicos y u n segui-
de elefantes están experimentando una grave disminución porque miento no es tarea para aficionados y requerirá considerables sumas
el furtivismo ha continuado intensamente, y no es seguro que el de dinero, así como el desarrollo y la extensión de tecnologías para
elefante africano sea capaz de sobrevivir en la naturaleza salvaje en que las mediciones puedan hacerse eficientemente y a costes ra-
el siglo XXI a menos que se encuentren nuevas fórmulas que garan- zonables. Muchos aspectos de la moderna tecnología serán impor-
ticen su seguridad. Por otra parte, mientras recursos como la leña tantes para proporcionar este nuevo conocimiento, igual que han
y la madera para el mobiliario de calidad se vuelven escasos, habrá sido importantes a la hora de modificar nuestras percepciones de
más y más presión para que el hombre la obtenga de áreas incluso la naturaleza. La detección remota, los ordenadores y los modernos
destinadas a reservas. La forma de garantizar que las grandes zonas métodos de medición química tienen un importante papel.
naturales sean físicamente seguras es una cuestión que ha recibido N o sólo se requiere un seguimiento del estado de la naturaleza,
m u y poca atención, y no se trata de un problema sencillo. Una sino que la investigación científica tiene que ser una parte inte-
reserva natural rodeada de policías armados parece quebrantar el grante de su gestión. Carecemos de información sobre el estado de
concepto de lo preservado y necesitaría unos fondos que parece la naturaleza, y también de una adecuada comprensión de cómo
imposible conseguir. funcionan los sistemas ecológicos, y tenemos que continuar mejo-
rando esa comprensión. Desde la antigua perspectiva, tal compren-
sión no era necesaria en detalle simplemente porque creíamos que
O B T E N E R L A I N F O R M A C I Ó N NECESARIA la naturaleza sabía lo que convenía, y nuestra comprensión era irre-
levante para su gestión. Pensábamos que sólo necesitábamos apre-
El conocimiento sobre la naturaleza es esencial si queremos al- ciar la naturaleza, no comprenderla. En el pasado, la investigación
canzar una nueva armonía con nuestro medio. Creemos que esta- científica sobre la naturaleza se veía a menudo como una actividad
mos cambiando la naturaleza, pero no podemos saber cómo y cuán- que entorpecía el esparcimiento y la conservación. La investigación
to la estamos cambiando a menos que tengamos estudios básicos que hicimos en Isle Royale fue considerada en su época por la d i -
del estado actual de los aspectos que nos interesen, y a menos que rección del parque como una molestia que interfería con la función
continuemos supervisando su estado a lo largo del tiempo. En la real del mismo, que se pensaba que consistía simplemente en pro-
mayoría de las zonas carecemos incluso de la información más ele- porcionar un lugar de recreo para los visitantes. Algunas organi-
mental sobre la condición de la naturaleza. N o tenemos muchos zaciones conservacionistas han considerado la investigación cien-
datos importantes: el número de especies, la abundancia de las p o - tífica como inhumana e innecesaria. Ya no podemos permitirnos el
blaciones y la cantidad de materia orgánica por regiones geográ- lujo de creer que podemos v i v i r en armonía con el medio ambiente
ficas y para la totalidad de la Tierra. Necesitamos los equivalentes sin el conocimiento y la comprensión de los sistemas naturales.
ecológicos del Geological Survey de los Estados Unidos, institucio-
nes cuyo propósito sea describir y supervisar el estado de los sis-
tema ecológicos al igual que el Geological Survey hace mapas del LÍMITES A NUESTRAS A C C I O N E S
terreno geológico. Mientras pensábamos que la naturaleza inalte-
rada tendía hacia una condición correcta y deseable podíamos creer El problema de la erosión ilustra el nuevo enfoque de la gestión
que no necesitábamos tal conocimiento. Puesto que la nave de la por lo que respecta a la influencia del hombre en el uso de la tierra.
naturaleza se guiaba a sí misma, no teníamos que comprobar sus U n o de los principales resultados desafortunados del mal uso de
indicadores. Desde la nueva perspectiva, debemos tener un cono- los bosques ha sido el aumento de la erosión, pero los procesos
cimiento específico porque las políticas deben ser específicas. Idear que controlan la erosión son más complejos de lo que se creía hace

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ARMONÍAS DISCORDANTES POSDATA

tan sólo algunas décadas. Se solía pensar que una elevada tasa de un débil lecho de roca y elevadas precipitaciones . En esas regiones
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erosión se producía principalmente como resultado de la acción del poco puede hacerse para disminuir la tasa total de erosión y sedi-
hombre. Por ejemplo, en su conocido libro Desert on the March (El mentación, aunque en cualquier lugar los hombres pueden proteger
desierto en marcha), Paul Sears trataba la erosión desde la perspec- sus propias parcelas y disminuir la pérdida de suelo en una zona
tiva de los años treinta. Cada ser v i v o recibe un «préstamo» de pequeña. Por otra parte, allí donde la tasa de erosión previa es baja,
elementos químicos de la Tierra, como el fósforo, y paga ese prés- las intervenciones del hombre, tales como la eliminación de la ve-
tamo con la devolución de esos elementos cuando muere. «Ninguna getación, pueden aumentar enormemente la velocidad de erosión.
planta o animal... puede establecer un derecho de posesión per- Este nuevo conocimiento de los procesos erosivos ofrece una no-
manente» sobre esos recursos: vedosa perspectiva de los efectos de los seres humanos sobre la
naturaleza. N o hay una única respuesta para todas las situaciones,
Abandonada a sí misma, la naturaleza gestiona de m o d o pero hay procesos que, si los comprendemos, nos indican dónde se
riguroso estos préstamos y amortizaciones. Mantiene u n dará una elevada erosión y dónde no. El resultado reconfortante es
equilibrio que dejará que transcurra el menor tiempo posible que descubrimos que no siempre somos los culpables de las altas
entre entierro y renovación. El v o l u m e n de material que usa- tasas de erosión. Descubrimos cuándo podemos ser eficaces a la
rán las nuevas generaciones es estable y regular. V i e n t o y
hora de controlar la erosión y cuándo no podemos; cuándo serán
agua, esos sepultureros gemelos, hacen su trabajo lo más sua-
productivas nuestras acciones y cuándo no lo serán. El resultado
vemente posible . 2

incómodo es que en algunas regiones no se puede hacer nada para


que descienda la tasa total de erosión y sedimentación. Pero el cam-
Estas afirmaciones eran ciertas para las parameras expuestas a bio en nuestra comprensión y tratamiento de la erosión ilustra
tormentas de p o l v o y para muchas otras regiones de la Tierra. Las cómo está cambiando y debería continuar cambiando en el futuro
advertencias eran importantes en aquella época como parte de la
nuestra visión del uso de la tierra.
creciente concienciación pública respecto al medio ambiente. H o y ,
al enfrentarnos a las elevadas tasas de erosión en numerosas zonas
de todo el mundo en las que nuestra capacidad de actuación es
limitada, es importante que afinemos estas ideas y tratemos de en- L A GESTIÓN DE RECURSOS RENOVABLES C O M E R C I A L M E N T E
tender dónde podemos controlar eficazmente la erosión y dónde IMPORTANTES
no podemos. Sears escribió que la erosión es «un proceso suficien-
temente normal y ciertamente inevitable», pero que el «peligro de La gestión de las actividades pesqueras es un ejemplo del reto
la situación actual no está en que haya una nueva fuerza en funcio- que supone gestionar una población que varía en el tiempo y sobre
namiento, sino más bien en que la velocidad de su acción se ha la que siempre conocemos demasiado poco. Esto plantea un pro-
acelerado mucho más allá de la capacidad de la naturaleza para blema económico, porque a los pescadores les gustaría tener una
reemplazar el suelo erosionado»'. captura segura, elevada, provechosa y constante cada año. Sin em-
Se ha producido un gran avance en nuestra comprensión de la bargo, las poblaciones de peces varían de modo aparentemente
erosión, en parte como resultado de la aceptación de la teoría de aleatorio. Con la antigua gestión, el enfoque era actuar en pro de
la tectónica de placas. Ahora se sabe que hay tres características en una máxima producción sostenible o una producción sostenible óp-
un área que conducen a una elevada tasa natural de erosión. De tima, calculada a partir de la ecuación de crecimiento logístico. En
acuerdo con A n d r e w J. Pearce, la erosión es grave cuando se dan la antigua perspectiva, la captura óptima simplemente tenía en
juntos tres factores: una intensa actividad de la tectónica de placas, cuenta la incertidumbre en las mediciones, pero no tomaba en con-

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ARMONÍAS DISCORDANTES POSDATA

sideración ni la complejidad ni las variaciones aleatorias inherentes esfuerzo. Hay una gran necesidad de programas de educación sobre
a las poblaciones. la gestión del medio ambiente, pero tales curricula tienen actual-
¿Qué opciones se nos presentan cuando las poblaciones de pe- mente muy poco apoyo y poco reconocimiento académico, y hay
ces están sometidas a variaciones aleatorias que no es capaz de pocos programas de educación interdisciplinarios que sean apropia-
registrar la logística, y la capacidad de carga y el tamaño poblacio- dos. U n aumento en los presupuestos de educación para la gestión
nal actual no pueden estimarse con exactitud? Una es centrarse en del medio ambiente es esencial.
las estimaciones de abundancia de esos grupos de edad que, no También es necesario un aumento en el número de programas
siendo aun lo suficientemente grandes como para ser capturados, científicos. Es imperativo desarrollar lo que he mencionado en otra
en uno o dos años estarán listos para la captura. En este caso, el parte como la nueva ciencia de la biosfera, así como otras ciencias
énfasis se pone en la estructura de edades (un primer paso en la ecológicas . Esto requiere esfuerzos interdisciplinarios a un nivel
5

consideración de la complejidad de las poblaciones reales) dentro distinto al actual. Con la vida como principal preocupación, las
del contexto del cambio ambiental y de pautas temporales y es- ciencias biológicas tienen que desempeñar un papel prioritario,
paciales a gran escala. pero, en los últimos años, grandes proyectos interdisciplinarios, es-
El seguimiento por satélite de los océanos sugiere que las va- pecialmente los que se relacionan con la biosfera, han reducido la
riaciones en la producción de algunos peces pueden estar relacio- importancia de los aspectos biológicos de los temas, centrándose
nadas con las pautas de movimiento de gigantescos «anillos de nú- en cambio en la física y química de la atmósfera y los océanos. Se
cleo caliente», grandes «remolinos» circulares de agua caliente en los necesita un cambio en la balanza en la distribución de los recursos.
océanos. A l igual que las tormentas en la atmósfera, estos anillos En estos años, el estudio científico de los procesos a gran escala ha
se mueven por los océanos siguiendo una tendencia general en su sido impulsado por la tecnología — p o r los aparatos disponibles y
dirección, pero con una considerable variación aleatoria. Cuando por aquellos a quienes les gustaría ver utilizados determinados apa-
uno de ellos pasa sobre un territorio de cría de peces en una época r a t o s — más que por las ideas y los problemas. Ésta es otra forma
crucial del año, el tamaño de esa cohorte anual de peces puede ser en que la nueva perspectiva por la que se aboga en este libro cobra
menor de lo normal. Varios años después, cuando estos peces al- importancia: las ideas deben dirigir la elección de las tecnologías y
cancen el tamaño idóneo para ser capturados, la captura puede dis- su utilización.
minuir respecto a los niveles anteriores. El control de los océanos Si la naturaleza del siglo XXI será la naturaleza que nosotros
por satélite puede permitir la predicción de la captura de peces que hagamos, la guía para la acción es nuestro conocimiento de los
puede esperarse. Los pescadores podrían utilizar estas proyecciones sistemas vivos y la voluntad de observarlos por lo que son, nuestro
en su planificación. Si adquirimos un mejor conocimiento de cómo compromiso de conservar áreas naturales, reconocer los límites de
interactúan la atmósfera y los océanos para producir las corrientes nuestras acciones y entender los papeles de la metáfora y los mitos
climáticas y oceánicas, podremos desarrollar modelos para mejorar en la percepción de nuestro entorno.
nuestra predicción de las variaciones en los movimientos del océa-
no, lo que a su vez nos dará un margen de tiempo fundamental
para implantar políticas de captura en las pesquerías. Incluso con-
tando con esas técnicas de previsión mejoradas, siempre habrá con-
siderables variaciones de un año para otro, en algún caso impre-
visibles. Pero este enfoque ilustra un cambio en la gestión de re-
cursos biológicos económicamente útiles.
La gestión prudente y racional de la naturaleza requiere un gran

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ARMONIAS DISCORDANTES
aborda nuestras creencias
acerca de la naturaleza propor-
cionándonos lascinantes casos
estudiados por el autor sobre las rela-
ciones predador-presa, sobre la evolu-
ción de los bosques, sobre las especies
a punto de extinguirse o sobre las formas
en que nuestra "protección" de la naturale-
za ha tenido sorprendentes - y a menudo
decepcionantes- resultados: quema controla-
da de reservas forestales, cuotas de pesca
y caza, calentamiento global, lluvia acida, polí-
ticas para la gestión de los recursos naturales...
Daniel B. Botkin, profesor de Biología y Estudios
Ambientales en la Universidad de California, exa-
mina cada uno de estos casos a la luz del pen-
samiento pasado y de la investigación actual,
revelando cómo las concepciones clásicas nos
impiden con frecuencia aplicar adecuadamen-
te los avances tecnológicos y cómo precisa-
mos nuevas formas de pensamiento para
resolver nuestros problemas ambienta-
les. Se trata, en fin, de encontrar el
delicado equilibrio entre el hombre y
221 347-« '
el medio, la coexistencia entre el
A

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lugar que el hombre necesita
para vivir y los intrincados
sistemas de la naturaleza.

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