Guia Química

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Clase 1

CONCEPTOS
La Química es la ciencia que estudia la composición, estructura y propiedades de la materia,
incluyendo su relación con la energía y también los cambios que pueden darse en ella a través de las
llamadas reacciones.
Materia. Cualquier cosa que tenga masa, volumen y esté compuesta de partículas. Puede estar
compuesta de sustancias puras o mezclas.
Compuestos químicos. Sustancias químicas compuestas por más de un elemento químico o tipo de
átomo, lo que no quiere decir que sean mezclas, sino que son sustancias cuyo armazón de partículas
repite combinaciones de los mismos elementos diferentes.
Moléculas. Uniones de dos o más átomos, en una unidad mínima dotada de funcionalidad y
propiedades únicas, fruto de las características, de la ubicación y de la abundancia de los elementos
que las componen. Un compuesto químico puede reducirse hasta sus moléculas mínimas, pero si
éstas se “rompen”, ya no habrá más compuesto y solamente tendremos átomos, o sea, las piezas
mínimas que lo componen.
Átomos. Partículas mínimas, imperceptibles, dotadas de peso, volumen, estabilidad y carga eléctrica,
son los ladrillos con los que está fabricada la materia. Existe un número finito de átomos, cada tipo
correspondiente con un elemento químico contemplado en la Tabla periódica de los elementos.
Partículas subatómicas. Partículas que componen los átomos y les confieren sus propiedades. Se
conocen tres tipos: electrones (de carga negativa), neutrones (sin carga) y protones (de carga positiva).
Los primeros orbitan el núcleo del átomo como una nube, mientras que los últimos dos constituyen el
núcleo mismo, y están a su vez compuestos por subpartículas aún más pequeñas y efímeras, llamadas
quarks.
MODELOS ATÓMICOS
Modelo atómico de Dalton
Dalton representaba el átomo como una esfera sólida.
Estudiando las leyes de los gases, el meteorólogo inglés
John Dalton (1766-1844) propuso la primera teoría
atómica. Según él, el átomo era la parte más pequeña de
la materia, la que ya no podía seguir dividiéndose.
La forma de representar el átomo era como una esfera
sólida, parecida a una bola de billar. De hecho, Dalton y los
que apoyaron su teoría, tallaron bolas en madera de
diferentes tamaños, simulando átomos de diferentes
elementos. Para la época, se desconocía por completo la
existencia del electrón y del protón, por lo que el modelo de
Dalton persistió por casi un siglo.
Modelo atómico de Thomson
En el modelo atómico de Thomson los electrones están clavados en una masa con carga eléctrica
positiva.
En 1897, el físico inglés Joseph John Thomson (1865-
1940), trabajando con tubos al vacío, fue capaz de mostrar
la deflexión de los rayos catódicos en un campo eléctrico.
Para aquella época, se aceptó que los rayos catódicos
eran corrientes de partículas cargadas negativamente.
En 1891, el físico irlandés George Johnstone Stoney
(1826-1911) sugirió el nombre de electrón para la
sustancia que producía la electricidad. En su honor,
Thomson llamó electrón a las partículas que descubrió.
Las ideas de Thomson se resumen a continuación:
● Los protones y electrones son partículas con cargas iguales, pero de signo opuesto.
● En un átomo neutro la carga es cero, ya que la cantidad de electrones negativos es igual a la
cantidad de protones positivos.
● Un átomo tiene la forma de una esfera con un radio de 0,00000001 cm, donde protones y
electrones están distribuidos al azar.
● La masa de los electrones no se toma en cuenta debido a su insignificancia, por lo que la
masa del átomo es igual a la masa de los protones.
Fue así como Thomson sugirió que el átomo era una esfera sólida de material cargado positivamente
con electrones negativos clavados, como uvas pasas en una torta o pudín.
Sin embargo, la idea de un átomo sólido cargado positivamente no se mantuvo. Tampoco este
modelo presenta neutrones.
Modelo atómico de Perrin
Perrin sugirió que los átomos estaban constituidos
por soles positivos rodeado de pequeños planetas
negativos, tal como el sistema solar.
El físico francés Jean Perrin (1870-1942) publicó en
1901 lo que sería el primer modelo basado en el
sistema planetario. La radiactividad podía explicarse
como la disminución de la atracción eléctrica del sol
atómico por los electrones más externos (los
Neptunos del sistema, como los llamaba Perrin).
Sin embargo, este modelo no pasó de ser un simple
bosquejo, y Perrin no mostró interés en continuar su estudio. De hecho, Perrin ganó el premio Nobel
de Física en 1926 por sus trabajos en el movimiento de partículas en fluidos.
Curiosamente, en 1924 Perrin fue jurado de la tesis de Louis de Broglie, donde mostraba las
propiedades de onda de los electrones.
Modelo atómico de Nagaoka
El modelo atómico de Nagaoka es conocido como el modelo saturnino.
El físico japonés Hantaro Nagaoka (1865-1950) propuso en
1903 un modelo atómico con electrones orbitando en círculos
alrededor de una gran masa central positiva. Sus
investigaciones fueron publicadas en inglés en 1904.
Según Nagaoka, el sistema de partículas era similar al
sistema de Saturno. Este consistía en:
● Un gran número de partículas de igual masa
dispuestos en círculos que se repelen entre sí;
● Una masa central cargada positivamente que atrae a las otras partículas cargadas
negativamente, con la consecuente formación de anillos.
Esta configuración podía explicar los fenómenos de radiactividad recientemente descubiertos, y los
espectros de emisión de luz de los elementos.
Modelo atómico de Rutherford
Para Rutherford, el átomo era como el sistema solar.
Le correspondió a un brillante estudiante de J.J. Thomson, el
físico neozelandés Ernest Rutherford (1871-1937), resolver el
problema de la estructura del átomo en 1911, en Inglaterra.
Aprovechándose del descubrimiento de la radiactividad en
1896, Rutherford y sus estudiantes, Hans Geiger y Ernest
Marsden, usaron partículas radiactivas alfa de gran velocidad
y energía, bombardearon elementos químicos y calcularon el
ángulo de desviación (dispersión) de las partículas.
Si el átomo era como el modelo propuesto por Thomson, las partículas alfa atravesarían el elemento
y la desviación sería mínima. En cambio, observaron que algunas partículas rebotaban. Esto sólo
podría explicarse si el átomo tuviera un núcleo muy pequeño y condensado.
De estos resultados, Rutherford extrajo los siguientes postulados:
● Existe una pequeña región densa cargada positivamente, llamada núcleo.
● La masa del átomo es aproximadamente igual a la masa de los protones y electrones.
● Los protones dentro del núcleo están concentrados en el centro del átomo, y los electrones
distribuidos al azar alrededor de estos.
Rutherford propuso entonces que el átomo era como el sistema solar donde el núcleo era el Sol y los
electrones eran los planetas que orbitaban a su alrededor.
Modelo atómico de Bohr
El modelo de Bohr se parece a las capas de una
cebolla.
El modelo planetario del átomo tenía problemas: si los
electrones orbitaban libremente alrededor del núcleo,
perderían energía y colapsarían en algún momento
dentro del núcleo.
Niels Bohr (1885-1962) fue a la Universidad de
Manchester en Inglaterra a estudiar con Rutherford.
Este joven físico danés inventó en 1913 el modelo
atómico que destronaría al modelo propuesto pocos
años antes por su profesor.
Bohr se valió de las ideas de Max Planck y Albert
Einstein y postuló que los electrones podían tener una
cierta cantidad de energía. Arregló los electrones en órbitas circulares con una cantidad específica
de energía. También explicó que si un electrón salta de un orbital de alta energía a uno de menor,
esto produciría un fotón, con lo cual quedaba resuelto también el fenómeno de los espectros de
absorción de los elementos.
Los postulados de Niels Bohr se resumen de la siguiente forma:
● Los electrones en un átomo se mueven de forma estable a una cierta distancia del núcleo con
una energía definida. Esto es lo que se llama el estado estacionario.
● Los electrones en cada estado estacionario siguen una ruta u órbita circular. Cada órbita
recibe el nombre de "nivel energético" o "capa".
● Cuando el electrón está en el estado estacionario, no produce luz (fotón). Sin embargo,
cuando baja de nivel energético, emite un fotón.
● Los niveles estacionarios, o capas, se denominan con las letras K, L, M, N, y así
sucesivamente.
Los postulados de Bohr llevaron a representar el átomo como las capas o anillos de una cebolla. Sin
embargo, el modelo de Bohr no sirvió para explicar átomos con más de un electrón.

Modelo mecánico cuántico del átomo


Representación actual del átomo con nubes electrónicas rodeando el
diminuto núcleo.
El modelo mecánico cuántico del átomo es el modelo aceptado en la
actualidad. Los tres físicos que contribuyeron al conocimiento del
átomo moderno fueron Werner Heisenberg (1901-1976), Louis de
Broglie (1892-1987) y Erwin Schrödinger (1887-1961).
En este caso, el electrón se comporta como una onda estacionaria y ya no se habla de órbitas sino
de nubes electrónicas. Las nubes electrónicas son espacios alrededor del núcleo donde
probablemente se pueda encontrar el electrón.
Aquí cada electrón tiene una dirección específica reflejada en los números cuánticos, que son cuatro:
● Número cuántico principal: el nivel energético n = 1 (K), 2 (L), 3 (M), 4 (N)...
● Número cuántico secundario: la subcapa l = s, p, d, f.
● Número cuántico magnético: el orbital m = x, y, z.
● Número cuántico spin: el tipo de spin del electrón s = +1/2, -1/2.
En este sentido, no hay dos electrones que tengan los mismos números cuánticos. Esto se conoce
como el principio de exclusión de Pauli, gracias al físico austríaco Wolfgang Pauli (1900-1958).

Clase 2
Tabla Periódica
La tabla periódica es una disposición tabular de los elementos químicos, ordenados por su número
atómico, configuraciones electrónicas y propiedades químicas recurrentes. Este orden
muestra tendencias periódicas, como elementos con comportamiento similar en la misma
columna. En general, dentro de una fila los elementos son metales en la izquierda, y no-metales en
la derecha.
En 1864, Julius Lothar Meyer publicó la primera versión de la tabla periódica y más tarde el químico
ruso Dmitri Ivanovich Mendeléiev enunció y publicó la Ley Periódica y La Tabla Periódica de los
Elementos químicos.
La capacidad predictiva de Mendeléiev fue brillante; no sólo enunció la ley de periodicidad química,
también ordenó los elementos encontrados y guardó espacio para aquellos que aún no habían sido
descubiertos, incluso predijo sus propiedades físicas y químicas.
En la tabla periódica, los elementos que tienen un patrón similar de configuración electrónica en
la capa externa se disponen en las mismas columnas (Grupos o Familias). Aquellos elementos que
presentan idénticos niveles energéticos se disponen en las mismas filas (Periodos).
Grupos o Familias
Es un ordenamiento vertical de los elementos en la tabla periódica, de acuerdo a propiedades
químicas semejantes. La numeración tradicional de las dieciocho columnas es I A, II A, III A, IV A,
etc. Actualmente, la IUPAC (Unión Internacional de Química Pura y Aplicada) recomienda la
numeración sucesiva, es decir: 1, 2, 3, 4, 5, etc.
Es importante considerar lo siguiente:
▪ Los grupos A son los más importantes de la tabla, sus elementos son denominados
representativos.
▪ Los elementos de los grupos III B, IV B, V B, VI B, VII B, VIII B, I B y II B constituyen los
llamados elementos
de transición. Note que el grupo VIII B es un grupo triple.
▪ Otra separación importante que podemos hacer en la tabla periódica es aquella en la que
dividimos los
elementos en metales, no metales y gases nobles.
Los elementos de un mismo grupo poseen propiedades químicas similares y se caracterizan
por tener igual número de electrones en el último nivel de energía. Cada elemento de un grupo
se ubica en períodos distintos y para designarlos se anota con numeración romana (I, II, III, IV, etc.)
la cantidad de electrones en ese último nivel, seguido de una letra (A ó B) que identifica
su naturaleza y los tipos de orbitales que presenta.
Periodos
Las siete líneas o filas horizontales que aparecen en la tabla periódica son denominados períodos,
es importante notar que:
▪ En el sexto período la tercera cuadrícula encierra 15 elementos (del lantano a lutecio) que, por
comodidad, están indicados en una línea debajo de la tabla; comenzando con el lantano, esos
elementos forman la llamada serie de los lantánidos.
▪ Analógicamente, en el séptimo período, la tercera cuadrícula también encierra 15 elementos
químicos (del actinio hasta el laurencio), que están indicados en la segunda línea debajo de la
tabla. Comenzando con el actinio, ellos forman la serie de los actínidos.
▪ Se debe señalar que todos los elementos situados después del uranio (U–92) no existen en la
naturaleza, debiendo ser sintetizados artificialmente. Ellos son denominados elementos
transuránicos. Aparte de estos elementos, son también artificiales el tecnecio (Tc–43),
promecio (Pm–61) y astato (As–85).
Los elementos de un mismo período presentan igual número de niveles energéticos con electrones.
Los períodos se numeran considerando el valor del nivel energético más externo. Cada período
comienza con un metal alcalino y concluye con un gas noble a excepción del primer nivel, donde se
ubica el Hidrógeno.
Naturaleza de los Elementos
Gases Nobles
▪ Columna 18 en la tabla periódica.
▪ Grupo VIII o 0.
▪ Se caracterizan por tener todos sus niveles electrónicos completos.
▪ Configuración electrónica del tipo ns2p6, ns2 (Helio).
▪ En condiciones normales son químicamente inertes (muy poco reactivos).
Elementos Metálicos
▪ Son casi todos sólidos (a temperatura ambiente), a excepción del Mercurio, Cesio y Rubidio.
▪ Son muy buenos conductores de la corriente eléctrica.
▪ Pierden electrones con facilidad, transformándose en cationes estables.
▪ Poseen brillo metálico y son muy buenos conductores de calor.
▪ Son dúctiles, lo que permite que bajo la acción de una fuerza puedan deformarse sin
romperse.
▪ Son maleables, es decir, su capacidad de deformación permite su uso para la confección de
láminas.
Elementos No Metálicos
▪ No poseen brillo metálico.
▪ No son dúctiles ni maleables.
▪ Son malos conductores de la corriente eléctrica y calor.
▪ Corresponden íntegramente a los elementos del grupo VI–A y VII–A.
▪ Se estabilizan formando aniones estables pues tienen facilidad para captar electrones.

Clase 3
El enlace químico
Se entiende por enlace químico aquella interacción o fuerza que genera que dos o más átomos
mantengan una unión basada en la transmisión de electrones entre ambos.
Los electrones de las capas más externas del átomo se ven atraídos por la carga eléctrica que
poseen los átomos que lo rodean, en concreto su núcleo. Y aunque los núcleos se repelen entre sí al
tener ambos carga positiva, los electrones (de carga negativa) de cada uno de los átomos se ven
atraídos por el núcleo del otro.
Dependiendo de la posición de ambos, de la electronegatividad o dificultad de ionizar el átomo y de
la estabilidad electrónica que ya posea cada átomo, es posible que la fuerza de la atracción entre
electrón y núcleo impida que exista una repulsión entre átomos. Se creará un enlace químico en el
que uno de los átomos perderá electrones y el otro los ganará, logrando un estado final en el que el
conjunto de los dos átomos alcanza un nivel de carga eléctrica estable.
Principales tipos de enlaces químicos entre átomos
1. Enlace iónico
El iónico es uno de los tipos de enlace químico más conocidos, siendo el que se forma cuando se
unen un metal y un no metal (es decir, un componente con poca electronegatividad con uno con
mucha).
El electrón más externo del elemento metálico se verá atraído por el núcleo del elemento no
metálico, cediendo el segundo el electrón al primero. Se forman compuestos estables, cuya unión es
electroquímica. En esta unión el elemento no metálico pasa a ser anión al quedar finalmente con
carga negativa (tras recibir el electrón), mientras que los metales se vuelven cationes de carga
positiva.
Un ejemplo típico de enlace iónico lo encontramos en la sal, o en compuestos cristalizados. Los
materiales formados por este tipo de unión tienden a necesitar una gran cantidad de energía para
fundirlos y suelen ser duros, si bien pueden comprimirse y quebrarse con facilidad. En general
tienden a ser solubles y pueden disolverse con facilidad.
2. Enlaces covalentes
El enlace covalente es un tipo de enlace caracterizado porque los dos átomos a unirse poseen
propiedades electronegativas semejantes o incluso idénticas. El enlace covalente supone que ambos
átomos (o más, si la molécula la forman más de dos átomos) comparten entre sí los electrones, sin
perder ni ganar en cantidad.
Este tipo de enlaces es el que suele formar parte de la materia orgánica, como por ejemplo la que
configura nuestro organismo, y son más estables que los iónicos. Su punto de fusión es más bajo,
hasta el punto que muchos compuestos se encuentran en estado líquido, y no son por lo general
conductores de la electricidad. Dentro de los enlaces covalentes podemos encontrar varios subtipos.
Enlace covalente no polar o puro
Se refiere a un tipo de enlace covalente en que se unen dos elementos con el mismo nivel de
electronegatividad y cuya unión no provoca que una de las partes pierda o gane electrones, siendo
los átomos del mismo elemento.
Por ejemplo, el hidrógeno, el oxígeno o el carbono son algunos elementos que pueden unirse a
átomos de su mismo elemento para formar estructuras. No son solubles.
Enlace covalente polar
En este tipo de enlace covalente, en realidad el más usual, los átomos que se unen son de distintos
elementos. Ambos poseen una electronegatividad semejante, aunque no idéntica, con lo que tienen
diferentes cargas eléctricas. Tampoco en este caso se pierden electrones en ninguno de los átomos,
sino que los comparten.
Dentro de este subgrupo también encontramos los enlaces covalentes bipolares, en que existe un
átomo dador que comparte los electrones y otro u otros receptores que se benefician de dicha
incorporación.
Cosas tan básicas e imprescindibles para nosotros como el agua o la glucosa se forman a partir de
este tipo de enlace.
3. Enlace metálico
En los enlaces metálicos se unen entre sí dos o más átomos de elementos metálicos. Dicha unión se
debe no a la atracción entre ambos átomos entre sí, si no entre un catión y los electrones que han
quedado libres y ajenos haciendo que sea tal cosa. Los diferentes átomos configuran una red en
torno a estos electrones, con patrones que se van repitiendo. Estas estructuras tienden a aparecer
como elementos sólidos y consistentes, deformables pero difíciles de romper.
Asimismo, este tipo de enlace se vincula a la conductividad eléctrica propia de los metales, al ser sus
electrones libres.
Enlaces químicos entre moléculas
Si bien los principales enlaces químicos son los anteriores, a nivel de molécula podemos
encontrarnos otras modalidades. Algunos de los principales y más conocidos son los siguientes.
4. Por fuerzas de Van der Waals
Este tipo de unión se da entre moléculas simétricas y actúan en función de la atracción o repulsión
entre moléculas o a la interacción de iones con moléculas. Dentro de este tipo de uniones podemos
encontrar la unión de dos dipolos permanentes, dos dipolos inducidos o entre dipolo permanente e
inducido.
5. Enlace de hidrógeno o por puente de hidrógeno
Este tipo de enlace entre moléculas se da una interacción entre el hidrógeno y otro elemento de
elevada polaridad. En estos enlaces el hidrógeno tiene carga positiva y se ve atraído por átomos
electronegativos polares, generando una interacción o puente entre ambos. Dicha unión es
considerablemente débil. Un ejemplo lo encontramos en las moléculas de agua.

CONFIGURACIÓN ELECTRÓNICA
Al referirnos a la configuración electrónica estamos hablando de la descripción de la ubicación de los
electrones en los distintos niveles de un determinado átomo.
Modelo atómico general.
Configurar significa "ordenar" o "acomodar", y electrónico deriva de
"electrón"; así, configuración electrónica es la manera ordenada de
repartir los electrones en los niveles y subniveles de energía.
Científicamente, diremos que es la representación del modelo atómico
de Schrödinger o modelo de la mecánica cuántica. En esta
representación se indican los niveles, subniveles y los orbitales que
ocupan los electrones.
Debemos acotar que, aunque el modelo de Schrödinger es exacto sólo
para el átomo de hidrógeno, para otros átomos es aplicable el mismo
modelo mediante aproximaciones muy buenas.
Para comprender (visualizar o graficar) el mapa de configuración electrónica (o periódica) es
necesario revisar los siguientes conceptos.
Los Números Cuánticos
En el contexto de la mecánica cuántica, en la descripción de un átomo se
sustituye el concepto de órbita por el de orbital atómico. Un orbital atómico
es la región del espacio alrededor del núcleo en el que la probabilidad de
encontrar un electrón es máxima.
La solución matemática de la ecuación de Schrödinger precisa de tres
números cuánticos. Cada trío de valores de estos números describe un
orbital.
Número cuántico principal (n): puede tomar valores enteros (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7) y coincide con el
mismo número cuántico introducido por Bohr. Está relacionado con la distancia promedio del electrón
al núcleo en un determinado orbital y, por tanto, con el tamaño de este e indica el nivel de energía.

Número cuántico secundario (l): Los niveles de energía, identificados con el número cuántico
principal (n), poseen subniveles, los cuales se asocian, además, a la forma del orbital, y son
identificados por el número cuántico secundario (l). Entonces, los valores del número cuántico
secundario dependen del número cuántico principal "n".
Así, la cantidad de subniveles de energía que posea cada nivel principal está dada por la fórmula n –
1 (el valor del número cuántico principal menos uno).
Este número cuántico secundario (l) nos indica en que subnivel se encuentra el electrón, y toma
valores desde 0 hasta (n - 1), recordando que n es el valor del número cuántico principal. Así, para
cada nivel n, el número cuántico secundario (l) será:
l = 0, 1, 2, 3,…, n-1.
Ejemplo:
Si n = 1 (n – 1 = 0), entonces l = 0 (en el nivel de energía 1 no hay subniveles de energía, y para
efectos de comprensión se considera este nivel 1 como subnivel 0)
Si n = 2 (n -1 = 1), entonces l = 0, 1. El nivel de energía 2 posee dos subniveles, identificados
como 0 y 1
Si n = 3 (n – 1 = 2), entonces l = 0, 1, 2. El nivel de energía 3 posee tres subniveles, identificados
como 0, 1 y 2
Si n = 4 (n – 1 = 3), entonces l = 0, 1, 2, 3. El nivel de energía 4 posee cuatro subniveles,
identificados como 0, 1, 2 y 3
Si n = 5 (n – 1 = 4), entonces l = 0, 1, 2, 3, 4. El nivel de energía 5 posee cinco subniveles,
identificados como 0, 1, 2, 3 y 4
También para efectos de comprensión, la comunidad científica ha aceptado que los números que
representan los subniveles (0, 1, 2, y 3) sean reemplazados por las letras s, p, d y f,
respectivamente, para representar los distintos tipos de orbitales.
Estas letras se obtiene de la inicial de las palabras sharp (s), principal (p), difuso (d) y
fundamental (f) .
Cada subnivel, a su vez, posee distinta cantidad de orbitales.
:
Número cuántico magnético (ml): puede tener todos los valores desde – l hasta + l pasando por
cero. Describe la orientación espacial del orbital e indica el número de orbitales presentes en un
subnivel determinado.
Para explicar determinadas características de los espectros de emisión se consideró que los
electrones podían girar en torno a un eje propio, bien en el sentido de las agujas del reloj o en el
sentido contrario. Para caracterizar esta doble posibilidad se introdujo el número cuántico de espín
(ms) que toma los valores de + ½ o – ½.
Para entender el concepto de configuración
electrónica es necesario asumir o aplicar dos
principios importantes:
• Principio de Incertidumbre de Heisenberg: “Es
imposible determinar simultáneamente la
posición exacta y el momento exacto del
electrón”.
• Principio de Exclusión de Pauli: “Dos electrones del
mismo átomo no pueden tener los mismos números
cuánticos idénticos y por lo tanto un orbital no puede
tener más de dos electrones”.
Configuración estándar
Se representa la configuración electrónica que se
obtiene usando el cuadro de las diagonales
Es importante recordar que los orbitales se van llenando en el orden en que aparecen, siguiendo
esas diagonales, empezando siempre por el 1s.
Aplicando el mencionado cuadro de las diagonales la configuración electrónica estándar, para
cualquier átomo, es la siguiente:
1s 2 2s 2 2p 6 3s 2 3p 6 4s 2 3d 10 4p 6 5s 2 4d 10 5p 6 6s 2 4f 14 5d 10 6p 6 7s 2 5f 14 6d 10 7p 6
Más adelante explicaremos cómo se llega este enjambre de números y letras que perturba
inicialmente, pero que es de una simpleza sorprendente.

Propiedades
Las propiedades físicas de la materia son aquellas características que se pueden medir sin que por
ello se altere la estructura atómica, mientras que las propiedades químicas de la materia son
aquellas características que resultan en un cambio en la estructura atómica.

Propiedades físicas de la materia


Las propiedades físicas de la materia son aquellas características que pueden ser medidas y
observadas sin que la sustancia cambie su fórmula química como:
Masa
La masa es la propiedad física que expresa la cantidad de materia que contiene un cuerpo. En física,
la masa se define como la medida de la resistencia de un objeto a la aceleración. Las unidades de
medida son el gramo y sus múltiplos. Por ejemplo, 1 kilogramo de hierro, 10 gramos de oro o 0,1
miligramos de glucosa.
Volumen
El volumen es la medida del espacio que ocupa una sustancia o cuerpo. Las unidades de medida
son el litro y sus múltiplos. Por ejemplo, 1 litro de leche, 500 mililitros de agua o 5 microlitros de
mercurio.
Densidad
La densidad es la relación de la masa y el volumen de un cuerpo. Por ejemplo, el aluminio tiene una
densidad de 2,7 gr/ml, esto es, 1 ml de aluminio tiene una masa de 2,7 gramos.
Temperatura
La temperatura es la medida de la agitación interna de un sistema. Se mide con ayuda de un
termómetro y usan diferentes escalas: Celsius, Kelvin o Fahrenheit.
Resistencia eléctrica
La resistencia eléctrica es una propiedad física eléctrica que determina la dificultad del flujo de la
corriente por un material. Por ejemplo, la plata, el cobre y el aluminio tiene una baja resistencia
eléctrica, mientras el vidrio, la goma y la madera tienen una alta resistencia a la corriente.
Punto de ebullición
El punto de ebullición es la temperatura a la que una sustancia pasa del estado líquido al estado
gaseoso. Por ejemplo, el etanol (alcohol etílico) pasa de su estado líquido a gaseoso a una
temperatura de 78,37 ºC.

Propiedades químicas de la materia


Las propiedades químicas de la materia son aquellas características que se manifiestan cuando se
produce un cambio en la estructura química de la materia. Es decir, para poder medir dicha
propiedad, la sustancia reacciona y cambia su constitución química.
Ejemplos de propiedades químicas
A continuación, mencionamos algunas propiedades químicas de la materia con ejemplos.
Calor de combustión
El calor de combustión es la energía que se libera cuando una sustancia se quema. La combustión
es la reacción de una sustancia con el oxígeno. Por ejemplo, en la combustión de un mol de metano
(CH4) se libera 213 kcal.
Reactividad
La reactividad es la propiedad de una sustancia para reaccionar con otra sustancia. Por ejemplo, el
oxígeno es uno de los elementos más reactivos en el universo, mientras el neón es uno de los
elementos menos reactivos.
Afinidad por electrones
La afinidad por electrones de un átomo o molécula es la propiedad de ganar electrones. Por ejemplo,
el cloro Cl tiene más afinidad por ganar un electrón que el sodio Na.
Ionización
La ionización es la propiedad de un átomo o molécula de formar iones, una especie con carga
eléctrica por la ganancia o pérdida de electrones. Por ejemplo, el ácido clorhídrico HCl en solución
acuosa se ioniza para formar el anión cloruro Cl- y el catión hidronio H3O+.

Clase 4
Reacciones Químicas
¿Qué es una reacción química?
Las reacciones son procesos termodinámicos de transformación de la materia. En estas reacciones
intervienen dos o más sustancias (reactivos o reactantes), que cambian significativamente en el
proceso, y pueden consumir o liberar energía para generar dos o más sustancias
llamadas productos.
Toda reacción química somete a la materia a una transformación química, alterando su estructura y
composición molecular. Los cambios químicos generalmente producen sustancias nuevas, distintas
de las que teníamos al principio.
Características de una reacción química
Las reacciones químicas son generalmente procesos irreversibles, es decir, involucran la formación
o destrucción de enlaces químicos entre las moléculas de los reactivos, generando una pérdida o
ganancia de energía.
En una reacción química la materia se transforma profundamente, aunque en ocasiones esta
recomposición no pueda apreciarse a simple vista. Aun así, las proporciones de los reactivos pueden
medirse, de lo cual se ocupa la estequiometría.
¿Cómo se representa una reacción química?
Las reacciones químicas se representan mediante ecuaciones químicas, es decir, fórmulas en las
que se describen los reactivos participantes y los productos obtenidos, a menudo indicando
determinadas condiciones propias de la reacción, como la presencia de calor, catalizadores, luz etc.
La primera ecuación química de la historia fue redactada en 1615 por Jean Beguin, en uno de los
primeros tratados sobre química, el Tyrocinium Chymicum. Hoy son de enseñanza común y gracias
a ellas podemos visualizar con mayor facilidad lo que está ocurriendo en una reacción determinada.
La forma general de representar una ecuación química es:

Donde:
● A y B son los reactivos.
● C y D son los productos.
● a, b, c y d son los coeficientes estequiométricos (son números que indican la cantidad de
reactivos y productos) que deben ser ajustados de manera que haya la misma cantidad de
cada elemento en los reactivos y en los productos. De esta forma se cumple la Ley de
Conservación de la Masa (que establece que la masa no se crea ni se destruye, solo se
transforma).
● En una reacción química los átomos se reacomodan formando nuevas sustancias.

TIPOS Y EJEMPLOS DE REACCIONES QUÍMICAS


Las reacciones químicas pueden clasificarse según el tipo de reactivos que reaccionan. En base a
esto, se pueden distinguir reacciones químicas inorgánicas y reacciones químicas orgánicas. Pero
antes, es importante conocer algunos de los símbolos que se utilizan para representar dichas
reacciones mediante ecuaciones químicas:

Reacciones

inorgánicas. Involucran compuestos inorgánicos, y pueden ser clasificadas de la siguiente forma:


● Según el tipo de transformación.
o Reacciones de síntesis o adición. Dos sustancias se combinan para dar como resultado
una sustancia diferente. Por ejemplo:
o Reacciones de descomposición. Una sustancia se descompone en sus componentes
simples, o una sustancia reacciona con otra y se descompone en otras sustancias que
contienen los componentes de esta. Por ejemplo:

o Reacciones de desplazamiento o sustitución. Un compuesto o elemento ocupa el lugar


de otro en un compuesto, sustituyéndolo y dejándolo libre. Por ejemplo:

o Reacciones de doble sustitución. Dos reactivos intercambian compuestos o elementos


químicos simultáneamente. Por ejemplo:

● Según el tipo y la forma de la energía intercambiada.


o Reacciones endotérmicas. Se absorbe calor para que la reacción pueda ocurrir. Por
ejemplo:

o Reacciones exotérmicas. Se desprende calor cuando la reacción ocurre. Por ejemplo:


o Reacciones endoluminosas. Se necesita luz para que ocurra la reacción. Por ejemplo:
la fotosíntesis.

o Reacciones exoluminosas. Se desprende luz cuando ocurre la reacción. Por ejemplo:

o Reacciones endoeléctricas. Se necesita energía eléctrica para que la reacción ocurra.


Por ejemplo:

o Reacciones exoeléctricas. Se desprende o se genera energía eléctrica cuando ocurre


la reacción. Por ejemplo:

● Según la velocidad de reacción.


o Reacciones lentas. La cantidad de reactivos consumidos y la cantidad de productos
formados en un tiempo determinado es muy poca. Por ejemplo: la oxidación del hierro.
Es una reacción lenta, que vemos cotidianamente en los objetos de hierro que están
oxidados. Si no fuese lenta esta reacción, no tendríamos estructuras de hierro muy
antiguas en el mundo actual.

o Reacciones rápidas. La cantidad de reactivos consumidos y la cantidad de productos


formados en un tiempo determinado es mucha. Por ejemplo: la reacción del sodio con
el agua es una reacción que además de ocurrir rápidamente es muy peligrosa.

● Según el tipo de partícula involucrada.


o Reacciones ácido-base. Se transfieren protones (H+). Por ejemplo:

o Reacciones de oxidación-reducción. Se transfieren electrones. En este tipo de reacción


debemos fijarnos en el número de oxidación de los elementos involucrados. Si el
número de oxidación de un elemento aumenta, este se oxida, si disminuye, este se
reduce. Por ejemplo: en esta reacción se oxida el hierro y se reduce el cobalto.

● Según el sentido de la reacción.


o Reacciones reversibles. Se dan en ambos sentidos, es decir, los productos pueden
volver a convertirse en los reactivos. Por ejemplo:

o Reacciones irreversibles. Se dan en un solo sentido, es decir, los reactivos se


transforman en productos y no puede ocurrir el proceso contrario. Por ejemplo:
Clase 5
TIPOS DE COMPUESTOS QUÍMICOS
Los compuestos químicos pueden clasificarse según dos criterios distintos, que son:
Según el tipo de enlace entre sus átomos. Dependiendo de qué tipo de enlace exista entre los
elementos constituyentes de un compuesto químico, se pueden clasificar en:
o Moléculas. Unidas por enlaces covalentes (compartimiento de electrones).
o Iones. Unidos por enlaces electromagnéticos y dotados de carga positiva o negativa.
Compuestos intermetálicos. Unidos por enlaces metálicos, que suelen darse obviamente entre
átomos de tipo metálico.
Complejos. Que mantienen unidas sus largas estructuras mediante enlaces covalentes coordinados
(es un tipo de enlace covalente en el que el par de electrones compartido es aportado por solo uno
de los átomos que participan en este enlace).
Según la naturaleza de su composición. Dependiendo del tipo de átomos que los integren, se
pueden clasificar en:
Compuestos orgánicos. Son aquellos que tienen el carbono como elemento base, en torno al cual
se estructuran los demás átomos. Son los compuestos fundamentales para la química de la vida.
Pueden ser:
Alifáticos. Son compuestos orgánicos que no son aromáticos. Pueden ser lineales o cíclicos.
Aromáticos. Son compuestos orgánicos formados por estructuras con enlaces conjugados. Esto
significa que se alterna un enlace doble o triple, con un enlace simple a lo largo de toda la estructura.
Son muy estables.
Heterocíclicos. Son compuestos orgánicos cuya estructura es cíclica, pero al menos un átomo del
ciclo es un elemento diferente al carbono.
Organometálicos. Son compuestos orgánicos en los que un metal también forma parte de su
estructura.
Polímeros. Son macromoléculas formadas por monómeros (moléculas más pequeñas).
Compuestos inorgánicos. Son aquellos cuya base no siempre es el carbono. Son de naturaleza
muy diversa y se presentan en todos los estados de agregación. Estos se clasifican en:
Óxidos básicos. Se forman cuando un metal reacciona con el oxígeno. Por ejemplo: óxido de hierro
(II) (FeO)
Óxidos ácidos. Se forman por enlaces entre el oxígeno y un elemento no metálico. Por ejemplo:
óxido de cloro (VII) (Cl 2O7)
Hidrocarburos. Pueden ser metálicos y no metálicos. Los hidruros metálicos se forman por unión de
un anión hidruro (H–) de carga eléctrica negativa, con un catión metálico cualquiera (carga positiva).
Los hidruros no metálicos se forman por unión de un no metal (que en este caso siempre reacciona
con su menor estado de oxidación) y el hidrógeno. Estos últimos generalmente son gaseosos y se
nombran anteponiendo el nombre del no metal seguido de la frase -de hidrógeno. Por ejemplo:
hidruro de Litio (LiH), hidruro de berilio (BeH2), fluoruro de hidrógeno (HF (g)), cloruro de hidrógeno
(HCl(g)).
Hidrácidos. Son compuestos formados por hidrógeno y un no metal. Al disolverlos en agua dan
soluciones ácidas. Por ejemplo: ácido fluorhídrico (HF (ac)), ácido clorhídrico (HCl (ac)).
Hidróxidos (o bases). Son compuestos formados por la unión de un óxido básico y agua. Se
reconocen por el grupo funcional hidroxilo -OH. Por ejemplo: hidróxido de plomo (II) ( Pb(OH) 2),
hidróxido de litio (LiOH).
Oxácidos. Son compuestos que también se nombran oxoácidos u oxiácidos (y popularmente
“ácidos”). Son ácidos que contienen oxígeno. Se forman cuando reacciona un óxido ácido y agua.
Por ejemplo: ácido sulfúrico (H2SO4), ácido hiposulfuroso (H2SO2).
Sales. Las sales son producto de la unión de sustancias ácidas y básicas. Se clasifican en: neutras,
ácidas, básicas y mixtas.
Sales neutras. Se forman por la reacción entre un ácido y una base o hidróxido, que libera agua en
el proceso. Pueden ser binarias y ternarias dependiendo de si el ácido es un hidrácido o un oxácido
respectivamente. Por ejemplo: cloruro de sodio (NaCl), tricloruro de hierro (FeCl 3), fosfato de sodio
(Na3PO4)
Sales ácidas. Se forman por reemplazo del hidrógeno en un ácido por átomos metálicos. Por
ejemplo: hidrogenosulfato (VI) de sodio (NaHSO4).
Sales básicas. Se forman reemplazando los grupos hidroxilos de una base por los aniones de un
ácido. Por ejemplo: dihidroxicloruro de hierro (III) (FeCl(OH) 2).
Sales mixtas. Son producidas al sustituir los hidrógenos de un ácido por átomos metálicos de
distintos hidróxidos. Por ejemplo: tetraoxosulfato de sodio y potasio (NaKSO4).

BALANCEO DE ECUACIONES
Una reacción química consiste en el choque entre partículas que hacen posible tanto la ruptura de
enlaces como la formación de nuevas uniones. Las partículas que chocan con una dirección
favorable han de superar una energía mínima necesaria para que puedan romperse unos enlaces y
formarse otros.
Para poder balancear ecuaciones lo primero que debes identificar son los coeficientes y subíndices.
Si se modifican los coeficientes, cambian las cantidades de la sustancia; si se modifican los
subíndices, se originan sustancias diferentes.
Balancear ecuaciones consiste en equilibrar los reactivos y productos de las fórmulas. Para ello, sólo
se agregan coeficientes cuando se requiera, pero no se cambian los subíndices. Al balancear las
reacciones químicas buscamos que se cumpla la Ley de la conservación de la materia.
Ejemplo: por cada molécula de oxígeno que reacciona, son necesarias dos de hidrógeno para formar
dos moléculas de agua
Balanceo por Tanteo
En este método intentaremos equilibrar el número de átomos en la ecuación química, modificando
los valores de las sustancias presente de uno o ambos lados, para que exista igualdad entre el
número de átomos de las sustancias reaccionantes y las sustancias producidas. Es un método de
ensayo y error.
Para saber si esta ecuación está balanceada, debemos contar el número de átomos de uno y otro
lado; si el total es el mismo de ambos lados entonces consideramos que la ecuación está
balanceada
Reglas para balancear una ecuación por método de tanteo.
1.- No agregaremos elementos que no pertenezcan a la ecuación.
2.- No modificaremos los radicales de los elementos de la ecuación, es decir, si de un lado el
hidrógeno tiene un radical 2, debe seguir con el radical 2.
3.- Sí podemos expresar al aumento de átomos agregando el número de átomos de alguno de los
compuestos de la mezcla. Así, si queremos expresar que hay 4 átomos de ácido clorhídrico,
escribiremos 4HCl.
4.- Es conveniente comenzar el balanceo por los elementos que sólo aparecen una vez en cada
miembro, dejando al último los que aparecen más de una vez, si es necesario.
5.- El hidrógeno y el oxígeno son de los últimos elementos a considerar para el balanceo.
Balanceo por Redox
Una reacción de óxido-reducción no es otra cosa que una pérdida y ganancia de electrones, es decir,
desprendimiento o absorción de energía (presencia de luz, calor electricidad, etc.) En una reacción si
un elemento se oxida, también debe de existir un elemento que se reduce.
En una reacción de redox el agente oxidante acepta electrones (es el que se reduce) y el agente
reductor suministra electrones (es el que se oxida).
Para poder balancear por método de redox es importante recordar como determinar la cantidad de
átomos de un elemento en un compuesto, así como determinar la cantidad de número de oxidación
de cada elemento y conocer los pasos del método de redox.
Pasos:
1.- Verificar que la ecuación este bien escrita y completa.
2.- Colocar los números de oxidación en cada uno de los elementos.
3.- Observar que números de oxidación cambiaron (un elemento se oxida y uno se reduce).
4.- Escribir la diferencia de números de oxidación de un mismo elemento.
5.- Multiplicar la diferencia de números de oxidación por los subíndices correspondientes de cada
elemento.
6.- Cruzar los resultados
7..- Colocar los resultados como coeficientes en el lugar correspondiente.
8.-Completar el balanceo por tanteo.
9.- Verifica la cantidad de átomos en cada miembro de la ecuación.
10.-En caso de que todos los coeficientes sean divisibles se reducen a su mínima expresión.

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