Habilidades Básicas Del Jurista
Habilidades Básicas Del Jurista
Habilidades Básicas Del Jurista
Definición de derecho:
Hay gente que define derecho como orden coactivo, impone sanciones en caso de
incumplimiento y arbitra medios. Otra definición es un control social para evitar la
mayor conflictividad posible.
Afrontar la definición de lo que es el derecho no resulta tarea fácil, podríamos dar
muchas definiciones y todas serían correctas en ciertamente, pero no nos permitirían
entender con claridad el concepto de derecho. De ahí que muchos autores señalen que
uno de los problemas relacionados con el concepto de derecho es el de vaguedad.
La búsqueda de una definición de lo que es el derecho, de lo que se denominan
caracteres esenciales o diferencias del Derecho ha sido una constante de la filosofía
del Derecho. Hay autores que señalan que hablar de Derecho implica hablar de
normas y coactividad, otros autores dicen que implica hablar de normas que
responden a ciertos postulados de justicia o que provengan el Estado.
El problema es que resulta dudoso que alguna de estas características sirvan para
diferenciar claramente al derecho de otros órdenes normativos que regulan la
conducta del hombre en sociedad. Por tanto, no s puede plantear la cuestión de la
definición del derecho en términos de verdadero o falso. Las definiciones del derecho
serán más o menos adecuadas, mejores o peores dependiendo del propósito de la
definición. A lo largo de la historia se ha dicho que el derecho son normas jurídicas
que es la realización de la justicia, que es un aparato de represión de la sociedad o
una técnica de control social o que es la expresión del espíritu del pueblo.
No obstante, cuando la mayoría de la gente habla del derecho se refiere al mismo en
su acepción de derecho en sentido objetivo, esta concepción del derecho es la
mayoritaria o dominante en nuestros días, por ello se puede afirmar que según la
concepción dominante por derecho se entiende al conjunto de normas emanadas por
el poder político soberano propio del estado moderno.
Primera habilidad básica del jurista: capacidad de conocer los conceptos
jurídicos básicos del derecho, entenderlos y saber transmitirlos.
El jurista debe abordar la comprensión del derecho desde una pluralidad de
perspectivas y no limitarse al estudio exclusivo del contenido de las normas. Para la
práctica totalidad de la población el lenguaje jurídico se caracteriza por su difícil, casi
imposible comprensión por tanto, es necesario que el jurista tenga en cuenta siempre
la necesidad de emplear un lenguaje claro y sencillo pero no por ello, carente del
necesario rigor jurídico.
Por ello, se considera una habilidad básica y necesaria del jurista la capacidad para
adaptar el lenguaje jurídico empleado al destinatario o destinatarios del mismo, algo
que en ocasiones puede no resultar una tarea fácil.
En roma, se señalaba que las normas jurídicas deben de ser comprensibles para todos.
Montesquieu afirmaba que la comprensión de las leyeron debe exigir un esfuerzo
especial.
Como ha señalado el tribunal constitucional, el principio de seguridad jurídica
consagrado en el artículo 9.3 de la constitución implica que ´´el legislador debe
perseguir la claridad y no la confusión normativa procurando que acerca de la materia
sobre la que legisle sepan los operadores jurídicos y los ciudadanos a qué atenerse´´.
No obstante, la realidad es que en la actualidad, poder entender el contenido de las
normas jurídicas no es algo que esté al alcance de todos. Es posible pensar que si los
ciudadanos pudieran comprender plenamente las normas jurídicas y las
consecuencias de su inobservancia, no serían necesarios tantos juristas.
En cualquier caso, en los últimos años la búsqueda de un lenguaje jurídico claro se ha
convertido en un objetivo fundamental por parte de todos, incluidos los diferentes
organismos gubernamentales tanto a nivel nacional como en el seno de la UE.
También se ha intentado aunque no parece que se haya logrado del todo, que los
órganos jurisdiccionales utilicen un lenguaje claro y preciso de forma que pueda
comprenderse sin dificultad. No obstante, en ocasiones para los tribunales resulta
sumamente complicado conciliar claridad y sencillez con el necesario rigor técnico,
que no puede ni debe desaparecer técnicamente. Por todo lo señalado, parece
necesario no solamente educar a la ciudadanía en conocimientos jurídicos sino
también simplificar el lenguaje jurídico en la medida de lo posible. Para poder
comenzar a comprender el mundo jurídico de una forma más completa y
especializada es necesario estudiar de manera detenida e individualizada algunos de
los conceptos jurídicos más básicos y fundamentales.
Los conceptos jurídicos básicos son instrumentos indispensables para el estudio y la
práctica del derecho, además de ser la base teórica de otros conceptos más complejos.
Son por tanto, conceptos que todo jurista debe comprender, manejar y saber
transmitir.
Los conceptos jurídicos básicos que vamos a analizar son los siguientes.
1. Sujetos del derecho.
2. Relación jurídica.
3. Hecho y actos jurídicos.
4. Ordenamiento jurídico.
5. Norma jurídica.
1. Sujetos de Derecho.
Negocios jurídicos.
Los tratados internacionales, una vez que hayan sido ratificados por España, forman
parte de nuestro ordenamiento jurídico, como señala en artículo 99.1 de la
Constitución: ´´los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez
publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno´´.
La Constitución juega un papel central en muestro ordenamiento jurídico, su
importancia deriva de su propio contenido, la Constitución contiene los principios
básicos de la organización del Estado, como el principio de separación de poderes y
los principios que rigen el propio ordenamiento jurídico como los principios de
legalidad, jerarquía normativa, publicidad, y retroactividad de las disposiciones
sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, seguridad
jurídica, responsabilidad patrimonial de los poderes públicos, e interdicción de la
arbitrariedad de los poderes públicos.
La constitución también reconoce los valores superiores del ordenamiento jurídico
como la libertad, la igualdad y la dignidad de la persona y establece los derechos
fundamentales y las libertades públicas artículos 15 a 29 de la constitución que
limitan el poder del estado. Todas las demás normas del ordenamiento jurídico deben
ajustarse tanto en su contenido como en su forma a la Constitución, existiendo un
sistema de control a cargo del tribunal constitucional que asegura esta adecuación.
El resultado positivo de la votación hace que el Decreto-Ley deje de ser una norma
provisional y se integre en el ordenamiento jurídico conservando la misma
denominación.
Los elementos naturales o accidentales los establecen las partes de común acuerdo o
aparecen en casos concretos, por ejemplo la concurrencia de un tercero o un
documentos especifico.
El contrato: es el documento privado por excelencia, existe desde que una o varias
personas consienten en obligarse frente a otra u otras en dar alguna cosa o prestar
algún servicio. Como regla general en nuestro ordenamiento jurídico existe libertad
de forma, siendo suficiente el consentimiento de las partes para que exista un
contrato.
En materia de contratos privados rige el principio de libre autonomía de la voluntad
de las partes que permite que las partes contratantes establezcan todos los pactos que
quieran siempre que los mismos no sean contrarios a la ley, la moral o al orden
público.
En el código civil existen una serie de reglas en materia de contratos, las más
importantes son las cuatro siguientes:
1. Según el artículo 1091 del código civil las obligaciones que nacen de los contratos
tiene fuerza de ley entre las partes contratantes y deben cumplirse a tenor de los
mismos.
2. Según el artículo 1057 del código civil los contratos solo producen efectos entre
las partes que los otorgan y sus herederos, en el caso de los herederos, puede
suceder que los derechos y obligaciones no sean transmisibles por su naturaleza
por pacto entre las partes o por imperativo legal.
3. Según el artículo 1258 del código civil, los contratos se perfeccionan por el mero
consentimiento y desde entonces obligan no solo al cumplimiento de lo
expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias que según su
naturaleza sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley.
4. Según el artículo 1259 del código civil, nadie puede contratar en nombre de otras
persona sin estar autorizado o tenga representante legal.
Negociación.
En muchas ocasiones antes de la firma del contrato es necesaria una negociación de
las estipulaciones de las partes intervinientes. La negociación es el sistema de
resolución de conflictos mediante el cual dos o más partes con intereses
contrapuestos mantienen un dialogo entre si para llegar a un acuerdo, consiguiendo
resolver por sí mismas sus diferencias. Es una habilidad básica de todo jurista y del
abogado en particular que permite en oclusiones evitar que determinados conflictos
acaben llegando a los tribunales con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero.
Cada conflicto requiere de un tipo de negociación diferente, hoy en día se busca una
negociación colaborativa, que busca generar beneficios en todas las partes
involucradas, uno de los métodos de negociación más destacados y seguidos es el
denominado método Harvard, que defiende la negociación en base a intereses. Dicho
método identifica los elementos básicos de la negociación en base a intereses que
resumidamente serían los siguientes:
- Diferenciar las personas del problema.
- Identificar los intereses subyacentes a cada posición.
- Establecer un diálogo para identificar las distintas posibilidades de llegar a un
acuerdo.
- Utilizar criterios objetivos y desarrollar las alternativas existentes fuera de la
negociación.
El proceso de negociación tiene tres fases:
1. Preparación: es necesario conocer a la otra parte, el asunto u objeto de la
negociación y lo que realmente queremos, también analizar qué puede suceder si
tenemos que acudir a los tribunales y establecer que tipo de acuerdo podemos
aceptar y cual no. Es necesario preparar el lugar en el que van a tener lugar las
reuniones. Es conveniente utilizar una sala tranquila, insonorizada, bien
iluminada y ventilada, con una temperatura idónea y tamaño adecuado. Es
importante facilitar comida y bebida a los negociadores y buscar una distribución
de los asientos que facilite la comunicación.
2. Desarrollo: es conveniente ser puntual, educado y cordial. Se debe empezar por
lo más fácil y dejar lo difícil para el final. No hay que ser arrogantes, ni
interrumpir, acorralar o humillar a la otra parte, se deben hacer descansos y
mantener un ambiente distendido y favorable al acuerdo. Hay que ser pacientes,
prudentes, hacer concesiones y saber adaptarnos al tipo de negociación. La mayor
parte de los acuerdos llega en la parte final de la negociación. Siguiendo la regla
de Pareto, el 80% de los acuerdos se toman en el último 20% del tiempo de
negociación. Es necesario buscar un idioma común a las partes y evitar recurrir a
los intérpretes.
3. Cierre: la negociación puede terminar sin acuerdo, con un acuerdo parcial o con
un acuerdo total. Es conveniente redactar los términos del acuerdo. Los acuerdos
suponen obligaciones futuras para las partes, por lo que es frecuente incluir
normas de seguimiento y revisión pasado un tiempo o considerando posibles
cambios que puedan tener lugar.