DIVERSAS MIRADAS - EUGENIA SANCHEZ Nuevo
DIVERSAS MIRADAS - EUGENIA SANCHEZ Nuevo
DIVERSAS MIRADAS - EUGENIA SANCHEZ Nuevo
GRAN IMPERIALISTA
Resumen
Esta investigación procura hacer rever al lector si aquello que cree conocer, lo conoce
realmente o solo se encuentra cubierto por el velo de alguna vez dicho y no hecho.
El gran interrogante que nos confronta al leer este trabajo es: ¿Lo que sabemos será de esa
manera o podría encontrarse otra realidad?
Además, nos sumergiremos en los acontecimientos menos conocidos, que lejos de ser
degradantes, ofrecen una visión más clara de lo sucedido.
En este caso, nos centraremos en Genghis Khan, su impacto en la historia y las diferentes
perspectivas desde las cuales se lo ha contemplado.
Este estudio nos llevará a reflexionar sobre la forma en que concebimos el pasado y cómo
las diferentes miradas pueden enriquecer nuestra comprensión histórica.
Al final, estaremos preparados para cuestionar cada una de nuestras creencias y ampliar
aquella percepción del pasado, para así desentrañar la verdadera naturaleza de este
influyente líder, entendiendo cómo la historia puede ser reinterpretada de diferentes
formas.
Índice
Introducción……………………………………………………………….….. 4
Capítulo I
Lo que nos lleva a lo que conocemos.……………………………………….…...5
Capítulo II
Desde adentro.………………………………………………………….….….....7
Capítulo III
Desde adentro. Parte II……………...……………………………………...…...13
Capítulo IV
La mirada desde el hueco…………...………………………………..……........15
Capítulo V
La mirada desde el campo de batalla…………………………………………....18
Capítulo VI
Vestigios de aquello…………………………………………………………..…23
Capítulo VII
El Conquistador………………………………………………………………....25
Conclusión……………………………………………………………………...27
Referencias……………………………………………………………………..28
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Introducción
A lo largo de la historia de la humanidad nos hemos encontrado con diferentes
acontecimientos que han sido objeto de diversas interpretaciones y narrativas. Estas, a
veces intencionadas y otras veces guiadas por la subjetividad humana, pueden alejarse de
la realidad, creando versiones de la historia que no siempre se ajustan completamente a los
hechos.
El poder de la manipulación histórica, puede llevar a ciertos actores dominantes a
imponer su versión de los hechos, ocultando algunos detalles o acentuando algunos otros.
En este caso, encontramos innumerables ejemplos de cómo se han moldeado
eventos pasados para reforzar este poder. Discursos y propagandas que han convertido
sucesos ambiguos en leyendas gloriosas o, en otros casos, la desinformación para
demonizar a aquel que estuviera del otro lado; y como algunos de otros sucesos históricos,
fueron relegados al olvido, sepultados bajo el peso de una historia selectiva.
En tal sentido, nos adentraremos en la historia del conocido conquistador mongol,
Gengis Kan, quien unificó las tribus nómadas del norte de Asia y fundó el primer Imperio
mongol, que acabaría siendo el más extenso de la historia.
Pero, además de esto ¿qué más sabemos? o mejor dicho, ¿que no sabemos? Detrás
de su fama y su legado, sigue siendo un personaje envuelto en misterio, y hay aspectos de
su vida que continúan siendo objeto de debate y especulación.
A través de la investigación, la comparación de fuentes y la apertura a diversas
perspectivas, podremos acercarnos a una comprensión más completa y precisa de lo
sucedido para así poder identificar posibles sesgos o interpretaciones.
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Capítulo I
Lo que Conocemos.
Hay ciertas estructuras o programas que van a medida del tiempo, condicionando al
ser humano en su accionar y en su manera de ver los hechos que forman parte de la
historia. En esta dinámica encontraremos que tendrá un papel fundamental la cultura y
cada una de sus manifestaciones.
En tal sentido, entendemos que las formas en que las personas ven, comprenden y
se relacionan con los hechos históricos terminan siendo moldeadas por creencias, valores y
prácticas culturales arraigadas en su comunidad; a través de la cultura, se transmiten
diferentes conocimientos, mitos, tradiciones y perspectivas que influyen en cómo se
interpretaran estos actos.
Por lo tanto, viene a ser un componente crucial en el ser humano; el hombre es
cultura y se desarrolla a partir de ella.
Pero ¿qué estamos diciendo cuando realizamos esta afirmación?
En primer lugar, deberíamos desarrollar el concepto. Según la Academia Real
Española, fue designado como el “Conjunto de modos de vida y costumbres,
conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo
social, etc. (Real Academia Española, s.f., definición 3).
Por otro lado, en palabras de Martinez y Ojeda (2010), la cultura es un sistema, un
todo integrado de pautas de conducta aprendidas; es el resultado de la invención social que
se transmite y conserva a través de la comunicación y el lenguaje (p.16); surge ante la
necesidad de reunir o caracterizar aspectos o elementos comunes de las formas de
comportamiento del ser humano; y el comportamiento es, en gran medida, resultado de una
serie de aprendizajes. Con el tiempo, el hombre adquiere algo que lo distingue del resto de
las especies: su capacidad de generar cultura que, a la vez, es producto de un aprendizaje
en la misma sociedad. Cultura es el modo de vida de un pueblo; sociedad es el agregado de
individuos que siguen una misma forma de vida. (p. 24)
El hombre crea cultura y es resultado de ésta; afianza su condición histórica en la
medida que, en interacción con sus semejantes, mediante actos y palabras, busca
trascender, crear, dejar huellas imborrables a pesar de su inmortalidad individual (Arendt,
1957, p. 31).
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De ahí, veremos las diferencias entre las diversas culturas, y como alguien que
pertenece a la religión judía no tendrá la misma estructura cultural que alguien que práctica
el budismo.
Tales hechos no hacen la situación algo menor, por tal motivo, comenzaremos por
realizar un análisis de la cultura que estaba arraigada en el territorio de la actual República
Popular de Mongolia, en el extremo oriental de la zona de estepas herbosas; en el norte el
bosque siberiano, la taiga, y al sur, el desierto; y de esta manera, poder apreciar cada una
de sus acciones en aquel momento y lugar de la historia, para así también ahondar en el
origen de la cuestión.
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Capítulo II
Desde Adentro
La mirada interna o perspectiva desde adentro en el estudio de la historia ha
adquirido una creciente importancia, ya que busca superar las limitaciones de narrativas
históricas tradicionales y eurocéntricas. Esta aproximación se centra en entender los
acontecimientos históricos desde la óptica de las comunidades, culturas y actores
involucrados directamente, reconociendo que cada sociedad tiene su propio contexto,
valores y percepciones del pasado.
Tengamos en cuenta que la historiografía tradicional tendía a privilegiar las fuentes
escritas y oficiales, y reflejaba únicamente las perspectivas de las élites dominantes. En
contraste, la mirada interna busca incorporar una amplia gama de fuentes, y también
destaca la importancia de la oralidad y la memoria colectiva como formas válidas de
preservar y transmitir la historia en muchas culturas. La consideración de estas fuentes no
escritas permite reconstruir aspectos sociales, políticos y culturales que a menudo han sido
subestimados o ignorados.
Al adoptar una mirada interna, se pone en relieve la pluralidad de perspectivas y
experiencias que conforman la historia. Esto implica reconocer que cada grupo humano
tiene su propia versión de los acontecimientos pasados, y que estas versiones pueden
diferir sustancialmente según factores culturales, sociales, religiosos y geográficos.
Asimismo, evita la tendencia a universalizar las experiencias históricas,
reconociendo que los eventos pueden ser interpretados y significados según el contexto
local, lo que conduciría a una mayor sensibilidad y empatía hacia otras culturas,
fomentando un enfoque más intercultural.
El estudio de textos fuentes o textos escritos por los mismos mongoles sobre la
historia de los mongoles y Gengis Kan constituye una valiosa área de investigación en la
historiografía y la etnografía. Estas fuentes primarias, que han sido producidas por
miembros de la cultura mongol y contemporáneos a los eventos históricos, permiten
obtener una visión más auténtica y contextualizada de su historia y legado.
En el ámbito académico, los textos fuentes mongoles ofrecen una perspectiva
interna fundamental para el estudio de esta civilización nómada, que desempeñó un papel
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central en la formación del vasto imperio mongol bajo el liderazgo de Gengis Kan en el
siglo XIII. Estas fuentes pueden dividirse en varias categorías, incluyendo crónicas
históricas, relatos biográficos, poemas épicos, genealogías, documentos oficiales y
registros administrativos.
Los relatos contemporáneos escritos por cronistas y secretarios mongoles ofrecen
información detallada sobre la vida, logros militares, políticas y diplomacia.
Otra fuente valiosa son las obras poéticas y épicas, como "La Historia Secreta de
los Mongoles", una compilación del siglo XIII que describe la genealogía y hazañas de
Gengis Kan y sus descendientes. Estas narrativas líricas y heroicas permiten entender la
construcción de la memoria colectiva y el culto a la personalidad que rodeó al líder
mongol, así como la propagación de su legado a lo largo del tiempo.
De igual manera, la comparación y contrastación con otras fuentes externas y textos
escritos por diferentes culturas y civilizaciones permite una perspectiva más completa y
objetiva de los eventos históricos.
Además de las fuentes primarias escritas por los propios mongoles, el estudio de la
vida de Gengis Kan también se enriquece con la exploración de textos modernos que
abordan su figura desde diferentes perspectivas culturales e historiográficas. Estos
enfoques diversos permiten un análisis más completo y matizado de la historia de los
mongoles y su influencia en la formación del imperio mongol.
En el contexto moderno, académicos de diversas nacionalidades y disciplinas han
producido investigaciones y obras que examinan la expansión del imperio mongol desde
una perspectiva geopolítica, enfocándose en las estrategias militares, la diplomacia y las
alianzas que llevaron al establecimiento de uno de los imperios más grandes de la historia.
Estos estudios a menudo se basan en fuentes históricas de otras culturas que interactuaron
con los mongoles, como los chinos, persas, rusos y europeos, permitiendo una visión más
global y contextualizada.
Por otro lado, otros analizan el impacto en la cultura, economía y sociedad de las
regiones que conquistaron y cómo estos cambios perduraron en el tiempo.
Asimismo, en la literatura y el arte contemporáneos se han producido obras de
ficción e interpretaciones creativas de la vida y legado de Gengis Kan. Novelas históricas y
películas han reimaginado su figura desde diversas miradas, a menudo explorando temas
de liderazgo, identidad cultural y las relaciones interculturales.
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Capítulo II
El comienzo
Los mongoles del tiempo de Gengis Kan, son, un pueblo cuya formación definitiva
debe situarse en tiempos de la dominación kitan sobre Mongolia. Durante el siglo XII,
según la Historia secreta, tenían ya poderosos janes, en particular Xabul Xan, que luchó
contra los jin del norte de China a mediados del siglo, y que es uno de los antepasados
inmediatos de Gengis Kan. Pero la familia de Gengis, aun cuando fuese de alto rango, no
parece haber ejercido un poder muy amplio. Los mongoles eran tan solo uno de los
numerosos pueblos de la estepa, y ni siquiera el más importante. (Morgan, 1990, p.78)
En este análisis, se destaca como durante el siglo XII, los mongoles ya tenían
líderes poderosos, aunque aun no eran considerados el pueblo más importante en la estepa.
Por lo tanto, en este enfoque vemos como se resalta la complejidad y la diversidad de las
sociedades y pueblos que conformaron la región de Mongolia en ese período histórico. Si
bien existían líderes poderosos y dinastías dentro de la comunidad, el poder estaba disperso
entre varias tribus y pueblos nómadas que compartían la región.
Esto desafía la percepción común de los mongoles como un imperio unificado
desde sus inicios, destacando que su consolidación y ascenso como una fuerza dominante
en la región ocurrieron gradualmente bajo el liderazgo de grandes figuras.
Y en lo que respecta a su entorno, Morgan (1990) afirma lo siguiente:
Sea como sea, los miembros de estos pueblos se casaban entre sí libremente, según
las reglas del matrimonio exogámico. Es posible que la más importante población de la
zona fuesen los tatar que vivían como los mongoles en Mongolia oriental; los keraítas
vivían en el centro, los merkitas al norte de estos, y los naiman al oeste. Un mapa étnico de
Mongolia incluiría, asimismo, a los zonggirat, a los ongut, a los kirguises y otros. Por la
época del nacimiento de Gengis Kan los tatar era probablemente la más influyente de las
etnias: eran el pueblo que había recibido ayuda de los Jin. Por desgracia eran también algo
así como los enemigos hereditarios de los mongoles. (p.79)
Dentro de sus vivencias diarias, preferían ser poco numerosos pero felices a su
manera. Tanto más cuanto que resulta más fácil desplazarse si el grupo es pequeño. Y para
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las gentes de la estepa, poder desplazarse no tenía precio, dado que ni el horizonte
constituía una frontera ni el cielo una tapadera. Sabían que los confines retrocedían a
medida que uno se acercaba y que bastaba con avanzar, resistiendo y sin dejarse matar,
para encontrar una llanura fértil más allá del macizo montañoso, así como un oasis en
medio del desierto más inhóspito. (Frèches, 2015)
Esta fascinante descripción de la vida en la estepa pone de relieve la nómada y
dinámica existencia de los pueblos que habitaban en la vasta región de Mongolia en
tiempos ancestrales. Estas comunidades, se desenvolvían en un entorno desafiante y en
constante movimiento, donde la capacidad de adaptación y la movilidad eran
fundamentales para su supervivencia. La apertura de horizontes y la búsqueda de tierras
fértiles y oasis en medio de terrenos hostiles reflejan su intrépido espíritu de exploración y
ambición de prosperar.
El territorio conformado por una zona de estepas herbosas, al norte con un bosque
siberiano y al sur con el desierto, los llevaría a ser de cierta manera. Considerando esto,
tanto el nomadismo pastoral como también el pastoreo seminómada de las estepas de
Eurasia deben considerarse, no como modos de vida primitivos, sino como adaptaciones
muy especializadas a las condiciones ecológicas y dinámicas extremas que se encontraban
en la estepa. Los dos son, debido a esta misma especialización, unos estilos de vida muy
vulnerables. (Pelegero, 2010, p.18)
La estepa hacía que esas tierras no fueran aptas para la agricultura, pero sí un
terreno ideal para el pastoreo de ganado. Usaban el caballo para transportarse y llevaban a
cabo un modo de vida nómada, basado en el nomadismo pastoral, que les permitía
desplazarse en búsqueda de nuevos pastos para sus rebaños. La movilidad era esencial para
estas comunidades, ya que las estepas ofrecían recursos limitados y podían ser afectadas
por eventos climáticos extremos.
En tal sentido, vemos la complejidad y el nivel de conocimiento que estas
sociedades tenían acerca de su entorno, que eran lo que les permitía sobrevivir y prosperar
en un escenario desafiante. Sin embargo, también los hacía vulnerables, ya que dependían
en gran medida de la disponibilidad de pastos y recursos naturales.
El estudio de estas adaptaciones nómadas es fundamental para comprender la
historia y la cultura de los pueblos de las estepas de Eurasia. Explorar cómo estas
sociedades se adaptaron a su entorno y cómo gestionaron sus recursos naturales puede
12
“La tribu era una institución más bien abierta, a la que se pertenecía más por
intereses comunes que por descendencia de un antepasado común. Sólo así podemos
explicar el hecho de que Gengis Kan pudiese organizar a los nómadas del Asia central, que
eran una colección extraordinariamente variada de grupos desde el punto de vista racial o
lingüístico, en una máquina militar unida y eficaz. Gengis Kan manipuló sin duda la
estructura tribal nómada en una medida mucho mayor que cualquiera de sus predecesores,
pero, en el fondo, simplemente siguió el precedente establecido. (p.58)
También expone el análisis de Owen Latimore, quien en el siglo XII, divide a los
clanes que forman las tribus en clanes subordinados y dominantes; y que a pesar de que el
parentesco sería uno de los principios organizativos, incluso este, preveía la libre elección
de parentesco, la institución llamada “anda”.
La institución del anda era un equivalente voluntario de la relación de sangre entre
iguales. Más claramente voluntaria era la relación por parte de un individuo a un jefe de su
elección. Para hacer esto debía renunciar solamente a su lealtad de sangre con respecto a su
propio clan. Así se convertía en nöker, o nökör, del nuevo jefe. (Morgan, 1990)
Podemos abordar el sistema nöker como un mecanismo por el cual un individuo de
origen modesto, pero con habilidades destacadas, tenía la oportunidad de formar un grupo
de seguidores, siempre que demostrara cualidades de liderazgo y una carismática
personalidad capaz de ejercer atracción sobre otros guerreros que se sumarían a su causa.
Este proceso permitía a individuos previamente menos influyentes consolidar una base de
apoyo y establecerse como líderes mediante la creación de una conexión entre sus
capacidades personales y la disposición de otros guerreros a reconocer y seguir su
liderazgo. En esencia, el sistema nöker representaba una forma de movilidad social
ascendente en la que la habilidad y el atractivo personal eran los motores principales para
13
Capítulo III
Desde adentro. Parte II.
Veamos un poco más de como se encontraban organizados, para así poder
comprender mayor parte de su perspectiva.
Se ha afirmado que a cada nuevo imperio que se funda en las estepas, el
conquistador señalará la fundación de su Estados por medio de la promulgación de leyes.
Un código de este tipo es precisamente la Gran Yasa, el que ha sido considerado durante
14
mucho tiempo una de las bases institucionales esenciales del imperio mongol. (Morgan,
1990, p.121)
Esto lo podemos ver en palabras de Prawdin (1935):
Gobernar un gran imperio es como freír pececillos, que no se les puede escamar, ni
sacudir, ni quemar, y hay que tratar a cada uno con suavidad y de igual manera. Tan sólo
quien hace justicia a todos es un verdadero soberano. (p.209)
Mientras que, Morgan (1990) también señala que, habría sido bastante difícil
gobernar un imperio de la extensión del mongol sin un adecuado sistema de
comunicaciones. Este sistema, llamado el yam, fue creado por los mongoles con esa
finalidad y su organización y eficacia es una de las características del Estado mongol que
mas impresionaron a los observadores extranjeros (…) La red del yam servía para varios
fines. Estaba pensado para facilitar los viajes de los enviados que se movían entre las
cortes mongolas; se utilizaba (especialmente por la ruta entre el norte de China y
Mongolia) para el transporte de mercancías; garantizaba la rápida transmisión de las
órdenes reales de una parte del imperio a otra y proporcionaba una red a través de la cual
los mongoles podían recibir los informes del espionaje lo más rápidamente posible.
Las jerarquías que determinó Gengis Kan eran validas tanto en el campo de guerra
como de paz. Los príncipes y jefes de tribu eran, en guerra, comandantes de los 10.000
hombres de las centurias, y las tribus vecinas se reunían en divisiones. Y, en tiempos de
paz, cada comandante debía, bajo la dirección de instructores, dar instrucción militar a sus
subordinados y cuidar de que su equipo estuviese siempre completo. (Prawdin, 1938, p.89)
Finalmente, las creencias y prácticas religiosas de los mongoles se incluyen en la
categoría que habitualmente se denomina chamanismo (Morgan, 1990).
Capítulo 00000
Una mirada hacia el Conquistador
15
Volviendo a nuestra pregunta, ¿cómo verían aquellos a la idea de una figura como la de un
conquistador?
Frèches (2015), nos dice:
Capítulo 00000
¿Lobo hambriento o Gran Conquistador?
Por un lado, líder y conquistador que unificó a las tribus mongolas y fundó el
Imperio Mongol, el mayor imperio contiguo de la historia; por otro, guerrero despiadado
que masacró a millones de personas.
¿Qué tenemos de esas dos imágenes?
Genghis Khan era un producto de su tiempo. Vivía en un mundo en el que la guerra
era común y la violencia era una forma aceptada de resolver disputas. También era un
producto de su cultura. "Los mongoles eran un pueblo nómada que valoraba la fuerza, el
coraje y la destreza en la batalla” (Weatherford, J). Genghis Khan and the Making of the
Modern World
Las tribus mongolas estaban constantemente en guerra entre sí, y también estaban
bajo la amenaza de invasión de los chinos y los persas. En este entorno violento, la fuerza
era la única forma de sobrevivir y prosperar. Eran un pueblo nómada que vivía en la estepa
euroasiática, cazadores y pastores, estaban constantemente en movimiento. Esta forma de
vida los hizo muy hábiles en el combate a caballo, y también los hizo muy adaptables a
diferentes entornos.
Pero en aquel mundo, en el cual nuestro líder tuvo que desarrollarse, “fue capaz de
unir a las tribus mongolas y crear un ejército poderoso que fue capaz de conquistar un
vasto territorio." (Turnbull, S). Genghis Khan: The Life and Times of the Greatest
17
“Queridos compañeros, hermanos míos, ¡la unión hace la fuerza! Un cazador jamás
será capaz de abatir a un viejo oso macho por sí solo. Dos soldados no podrán defender
adecuadamente un campamento atacado por seis hombres armados. Las tribus deben
comprender que, si no son capaces de reunirse bajo una misma bandera, corren a su
perdición. Por mucho que nos guste vivir en pequeños grupos, pertenecemos a un único y
18
Todo lo expuesto anteriormente, nos deja ver como su figura en aquel contexto. La
cita inicial revela cómo la lealtad y la obediencia de los subordinados a su líder, en este
caso Gengis Kan, se manifestaban en diferentes contextos. Se comprometían a ofrecer lo
mejor de las capturas y a seguir órdenes durante la guerra, pero en tiempos de paz solo se
contenían de actuar en contra de los intereses del líder. Esta distinción subraya cómo la
fidelidad variaba en función del contexto, lo que podría ilustrar las complejidades de
mantener la cohesión en tiempos de paz y de guerra.
La segunda cita, respalda este enfoque al establecer explícitamente los términos de lealtad
y las consecuencias de su incumplimiento. Se enfatiza la importancia de la obediencia a las
órdenes del líder en la lucha, así como el compromiso de no perjudicar los intereses en
tiempos de paz. Estas declaraciones realzan el valor de la obediencia y la implicación de la
comunidad en el sostenimiento de la jerarquía y el poder del líder.
La última de las citas agrega una dimensión adicional a este análisis al abordar la
necesidad de unidad entre las tribus mongolas. Aquí, la importancia de la cohesión se
extiende más allá de los individuos y se expande a la comunidad en su conjunto. Se
argumenta que la supervivencia y el éxito de los mongoles dependen de su capacidad para
unirse y proyectar sus esfuerzos en la conquista. Esta perspectiva muestra cómo el
liderazgo y la organización social se interrelacionan con el contexto geopolítico y los
desafíos externos.
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Capítulo IV
La mirada desde el hueco
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Algo a destacar y que no deberíamos dejar de lado es que, Gengis Kan dispuso de
un grupo de hombres que le fueron absolutamente fieles. Esto lo veremos representado en
Historia Secreta de los Mongoles (2000):
Altan, Quchar, Sacha Beki y otros hablaron entre ellos y dijeron a Temujin:
“Nosotros te haremos emperador. Y cuando seas emperador, seremos tu avanzadilla frente
al enemigo numeroso y te traeremos cuantas muchchas hermosas y esposas y buenos
caballos podamos capturar, y en la caza iremos delane para cercar los animales y te
traeremos las mejores piezas. Si en tiempo de batalla desobedecemos tus órdenes, o en
tiempo de paz albergamos malas intenciones contra ti, sepáranos de nuestras esposas, hijos,
casas y haciendas y arrójanos allá donde no hay humo de hogar. Así lo juraron, y
nombraron emperador a Temujin, y lo llamaron Chinguis. (p.151) A Monglik, Chinguis le
dijo: “Tú has sido mi compañero desde que yo era niño, y me has protegido y ayudado en
muchas ocasiones. Así, cuando el Qan Rey y su hijo me engañaron, si tu no me detienes
me habría ahogado en las aguas poderosas, abrasado en el fuego rugiente. Sólo por este
favor, los hijos de mis hijos jamás te olvidarán. De ahora en adelante, te sentarás en la
esquina, y serás consultado mes tras mes y año tras año, y te daré premios y favores. Y que
sea así también para los hijos de tus hijos. (p.262-263)
A Boorchu, Chinguis le dijo: “ Cuando de joven me robaron los ocho caballos
grises castrados que tenía, a los tres días y tres noches, me encontré contigo, y tú te hiciste
compañero mío, y , yendo juntos en persecución de los ladrones, en otros tres días y tres
noches pudimos recuperar las bestias. Tu padre, Naqu Bayan, es rico, y tu, hijo único; ¿qué
necesidad tenías de venir conmigo? Viendo tanta nobleza, más tarde te llamé para que
fueses mi compañero, y no te negaste. Cuando los tres merkit me persiguieron y obligaron
a refugiarme en el Buqan, pasaste conmigo grandes trabajos, y en la batalla contra los tatar
en Dalan Nemürges, como al caer la noche empezase a llover, quisiste velar y proteger mi
reposo cubriéndome con un manto, y te quedaste allí de pie hasta el amanecer, sujetándolo
para que el agua no me calase, cambiando de posición una sola vez. Todo aquello
demuestra tus grandes cualidades, y bien podría citar otros hechos, pero nunca acabaría de
relatarlos. Tú, con Muqali, me has ayudado en la ejecución de cuanto era hacedero y
disuadido en cuanto no lo era; merced a ello ocupo ahora tan alta posición, y mereces un
puesto superior al de las otras gentes. No seas castigado por tus delitos hasta un total de
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nueve, y que gobiernes, como oficial de diez mil, toda esta parte de poniente hasta los
Altai. (p.263-264)
Y a Qorchi le dijo: “En tiempos en que yo era joven me contaste la profecía que las
divinidades te habían manifestado, y desde entonces fuiste mi compañero en la adversidad.
Pues bien, como se ha cumplido, puedes elegir treinta buenas mujeres y muchachas de los
pueblos que hemos sometido. Aparte de esto, decreto que con los tres mil ba`arin, los
hombres de Taqai y Ashiq, y los adargin y otras tribus, formes y gobiernes una unidad de
diez mil, y que, acampando a voluntad en tierras de los pueblos de los bosques, en las
riberas del Irtish, mantengas el orden entre sus pobladores y seas informado de cuanto
hagan y castigues al que desobedezca. (p.266-267)
De esta manera, era un vínculo donde destaca la reciprocidad. Esto generó una
lealtad incondicional de sus soldados, que de cierta manera ayudaron a la gran conquista.
Gengis parece haber creado lo que podríamos describir como un sistema tribal
artificial, en el que las viejas lealtades quedaban sustituidas por la lealtad del soldado
individual hacia su nueva unidad militar. En un escalón superior, la casa real mongola se
convirtió en el núcleo final al que se debía obediencia y vasallaje. (Morgan, 1990, p.114)
Estos hombres le fueron absolutamente fieles y le salvaron la vida en más de una
ocasión. Su relación con ellos era directa y otra de las virtudes del emperador mongol era
la de escuchar a sus consejeros y seguir sus sugerencias cuando era necesario. (Borja
Pelegero Alcaide, 2010, p.142)
Temujin dijo: “Nunca olvidaré a los que nos abandonaron ni olvidaré a los que nos
ayudaron. Esa promesa vive en mi corazón” (Sargent, 1994, p.126).
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Capítulo V
La mirada desde el campo de batalla
Y lo que resulta muy importante, sería la manera en la que se desplazaba su
ejército. Pelegero (2010) dice que la primera característica importante del estilo de
guerrear de los nómadas era el altísimo nivel de movilización militar que podían conseguir.
Un aspecto organizativo importante de la estructura del ejército es lo que se
conocía con el nombre del sistema tanma o tamma. Una fuerza tanma consistía en un
ejército de contingentes asignados a partir del total de los hombres mongoles disponibles.
Su finalidad era conservar y, si era posible, extender, el dominio mongol en los territorios
conquistados y solía estacionarse, al menos en un comienzo, en las fronteras entre las
estepas y las tierras de los sedentarios. (Morgan, 1990, p.118)
De conformidad con las palabras de Chinguis, cada unidad de mil y cien escogió a
sus hombres, de manera que los ochenta guardias nocturnos pasaron a ser ochocientos,
aunque aun ordenó aumentarlos a mil, poniendo al frente de ellos a Yeke Ne`ürin. También
dispuso que los cuatrocientos arqueros que hasta entonces estaban a las órdenes de Jelme,
Yesün Te´e y Bügidei, formasen cuatro turnos o brigadas, como los cuerpos de turno,
dirigidas cada cual por Yesüm Te´e, Bügidei, Horqudaq y Lablaqa, y que su número
aumentase a mil y fuesen todos gobernados por Yesüm Te´e. Y también ordenó aumentar a
mil el número de los guardias de turno que hasta entonces estaban a órdenes de Ögöle
Cherbi, pariente de Bo´orchu, dejándole a él al frente, y formar otras unidades de mil
gobernadas, cada una de ellas, por Buqa, pariente de Muqali, Alchidai, pariente de Ilügei,
Dodai Cherbi, Doqolqu, Chanai, pariente de Jürchedei, Aqutas, pariente de Alchi, y Arqai
Qasar, formada, esta última, por mil guerreros selectos reclutados con la misión de ser
guardias de turno en tiempos de paz y guerreros de vanguardia en tiempos de guerra. De
tal manera, de la leva de las unidades de mil salieron, al cabo, ocho mil guardias de turno,
mil guardias de noche y mil arqueros, con los que quedó formada una guardia personal de
diez mil. Al cabo, Chinguis dijo: “estos que forman mi guardia personal serán, de ahora en
adelante, el centro supremo del ejército”. (Historia secreta, 2000, p.287-288) Y la Historia
Secreta (2000) continúa:
23
En este caso, es preciso que veamos como tomaban un lugar, o como llevaban a
cabo sus ataques, a nivel táctico, el caballo confería a los nómadas una movilidad muy
superior a la infantería que solía constituir el grueso de los ejércitos a los que se
enfrentaban. Esta movilidad se explotaba gracias a una de las tácticas preferidas por todos
los pueblos nómadas: la retirada fingida. El origen de esta treta se basaba en el hecho de
que las batallas campales de la época anterior a la pólvora no se libraban hasta que todos
los soldados de uno de los dos bandos eran exterminados, sino que el resultado final se
conseguía al poner en fuga a todo, o buena parte, del ejército enemigo. Un paso previo para
conseguir esta retirada masiva era hacer perder la cohesión de grupo a las unidades
enemigas. En las guerras entre estados sedentarios esto se conseguía con una serie de
enfrentamientos con armas cuerpo a cuerpo, pero los nómadas desarrollaron un sistema
aún mejor: al poco de empezar el combate fingían huir del campo de batalla arrastrando
tras de sí a sus enemigos, en una persecución en la que probablemente perderían su
cohesión, o directamente, abandonarían sus formaciones. Una vez conseguido esto, los
nómadas detenían su huída, a veces en el lugar de una emboscada preparada de antemano,
reformaban y atacaban a sus desorganizados perseguidores, derrotándolos la mayoría de
veces. (Pelegero, 2010, p.33)
A esto, la Historia secreta (2000), expone:
apercibiera un caballo de refresco, y dando media vuelta, cabalgó toda la noche y cogió a
los Jin por sorpresa y tomó la plaza. (p.313-314)
“En el campo, los mongoles demostraron una singular capacidad para adaptarse y
superar sus limitaciones” (Pelegero, 2010, p.44).
Gengis Kan creó un estado militar al que cada hombre, tanto en paz como en la
guerra, estaba incorporado; y la paz no debía ser otra cosa que un periodo de preparación a
la guerra. La guerra y la caza eran los únicos quehaceres dignos del hombre, y la caza de
los mongoles se convirtió en un ejercicio guerrero. Todo hombre, desde los quince hasta
los setenta años, estaba sujeto a las armas, y el que no formaba parte del ejército en
campaña, debía prestar otros servicios: cuidar los rebaños, fabricar armas, debravar y
amaestrar caballos. Pero toda remuneración era algo desconocido en el reino de Gengis. Al
contrario, la decima parte de cuanto poseían pertenecía al kan. Para que los hombres
pudiesen prestar su servicio militar y, no obstante, pagar el diezmo, Gengis Kan hizo entrar
también a las mujeres en su organización. Les concedió derechos y libertades desconocidos
en los demás países asiáticos. Podían disponer libremente de su posesión y cambiar o
vender a su antojo. (Prawdin, 1938, p.89)
Uno de los muchos aspectos por los que destaca Gengis Kan es el tratamiento que
dispenso a la mayoría de grupos nómadas derrotados. En vez de convertirlos en
dependientes subordinados a los victoriosos mongoles, según la costumbre de la estepa, los
integró dentro de los clanes mongoles como miembros de pleno derecho. (Borja Pelegero
Alcaide, 2010, p.84)
Aunque también nos encontrábamos con que, si una urbe se rendía, era saqueada,
pero se respetaba la vida de sus habitantes. Por otra parte, cuanto más se resistiese una
ciudad, más cruel era la represalia de los mongoles (Pelegero, 2010, p.129).
Capítulo VI
Vestigios de aquello
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Las conquistas de Gengis Kan dejaron una huella indeleble en la historia, tanto en la región
de Mongolia como en las tierras que abarcaron sus expansiones. Las interpretaciones de las
consecuencias inmediatas de estas conquistas han variado a lo largo del tiempo, generando
debates entre historiadores que buscan comprender el impacto humano y territorial de estas
transformaciones. Las implicaciones de las conquistas no solo afectaron a los territorios
conquistados, sino que también dieron forma a las percepciones históricas en la actualidad.
En este contexto, surge una dicotomía en la evaluación de las devastaciones y las pérdidas
de vidas humanas, y es en este punto donde el análisis de determinados historiadores
contemporáneos se cruza con la idea más generalizada de que las conquistas mongoles
resultaron en un desastre sin precedentes. En este sentido, es fundamental examinar las
voces y perspectivas que se han entrelazado en la narrativa histórica.
Morgan (1990) comenta al respecto:
Nunca monarca alguno mostró tanto interés por saber lo que pasaba en cada una de
sus tribus vasallas. Temudschin trataba bien a los mensajeros, que recibían regalos con los
que podían ufanarse en casa. Por eso los guerreros no tardaron en disputarse en honor de
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cabalgar hacia el Onón, y casi siempre encontraban algo digno de ser comunicado al kan.
(p.53) Y prosigue:
De pueblo en pueblo, de tribu en tribu, marchaba el victorioso Temudschin con su
ejército a través de los territorios vecinos, para ganarse con el arco y la espada nuevos
partidarios. Pocos eran los que todavía se atrevían a oponerle resistencia. Todo aquel que
no conseguía retirarse a las montañas y selvas iba a su encuentro cargado de regalos, hacía
acto de acatamiento, entraba como vasallo a su servicio y ponía sus mejores guerreros a su
disposición. (p.59)
A diferencia de otros muchos conquistadores asiáticos, los mongoles no solían caer
en una crueldad desenfrenada. Miles y miles de personas inocentes fueron masacradas,
pero por lo general esto se llevaba a cabo lo más rápida y eficazmente posible, sin uso de
tortura (…) La política mongola consistía en que toda ciudad que se rindiese sin ofrecer
resistencia debía ser perdonada y salvada de la destrucción; pero la que causaba bajas en
las filas mongolas, no debía esperar piedad. Por lo general, los mongoles mantenían la
palabra dada, y el mensaje, a juzgar por el número de ciudades que se rindieron a petición
propia, parece que se difundió rápidamente. (Morgan, 1990, p.118)
Capítulo VI
El Conquistador
Ahora, para finalizar, nos enriquecería ver como se dice que era la personalidad del
Gran Conquistador. Pelegero (2010) expone que la principal característica del carácter del
conquistador mongol era una férrea voluntad de poder, ante la que subordinaba todas las
otras cosas, las fuentes insisten en su generosidad, cualidad indispensable para un jefe
nómada de éxito y nos cuentan cómo siempre recompensó a quienes lo ayudaron o cómo
se hizo cargo de los hijos de seguidores que habían muerto sirviéndole. Otro rasgo
sobresaliente de su personalidad era su gran capacidad de autocontrol. Una de sus
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habilidades más útiles fue la de saber juzgar a las personas y escoger a los mejores
subordinados.
Prawdin (1935) agrega que Temudschin durante los últimos diez años llego a librar
incalculables batallas y venció sistemáticamente a todos sus enemigos, había ampliado el
poder del kan, rehabilitado en toda la estepa la fama de los mongoles y se había
enriquecido gracias al botín proporcionado por sus compañeros.
Y, para todo su imperio, Gengis Kan diría algo como esto: “El cielo me ha
destinado sobre dos los pueblos, pues en las estepas no reinaba, hasta ahora, orden alguno.
Los hijos no escuchaban las enseñanzas de los padres, el hermano menor no obedecía al
mayor, el hombre no confiaba en su mujer y la mujer no cumplía las órdenes del marido,
los subordinados no respetaban a sus superiores, los superiores no cumplían con sus
deberes para con sus subordinados, los ricos no presentaban apoyo a los gobernantes; en
parte alguna había satisfacción. La tribu carecía de orden, de inteligencia, y por eso el
descontento reinaba por doquier; había mentirosos, ladrones, rebeldes y salteadores”.
Cuando la suerte favoreció a Gengis Kan, todos se sometieron a sus órdenes… y él desea
reinar de acuerdo con leyes fijas, para que haya tranquilidad y felicidad en este mundo.
(Prawdin, 1935, p.88)
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Conclusión
Resumiendo lo postulado, se concluye que estamos ante una gran personalidad
que trascendió todo parámetro y estructura conocida hasta el momento. Según Pelegero
(2010) la aportación de Gengis Kan y sus sucesores a la historia es agridulce. Su imperio
puso en contacto, de manera directa o indirecta, a la totalidad del continente euroasiático y
permitió el tránsito de mercancías, personas e ideas. El precio a pagar fue un nivel de
destrucción y de pérdida de vidas humanas inusualmente alto. Los mongoles también
representaron, en cierta manera, el canto de cisne de los pueblos de pastores nómadas. El
suyo fue el Imperio nómada más importante de la historia. (p.159)
En síntesis, diría que, juzgar a un nómada del siglo XIII según nuestros parámetros
humanistas e ilustrados del siglo XXI es un autentico disparate. En esa época masacrar a
todos los habitantes de una ciudad conquistada incluidos mujeres, niños y ancianos no era
algo inusual. (…) Gengis Kan no fue un sádico y, pese a utilizar a los asesinos en masa,
prohibió las torturas, dándose muerte a las víctimas de una manera rápida. Para el
conquistador mongol las matanzas no eran un objetivo en sí mismas ni un placer, eran
simplemente un medio para alcanzar determinados objetivos. (Pelegero, 2010, p.148)
Referencias
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2022 de https://cristianorodriguesdotcom.files.wordpress.com/2013/05/arendt-labor.pdf
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Martínez, C. y Ojeda, M. N. (2010). Antropología: la cultura. Washington, D. C. Firmas Press.
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Pelegero Alcaide, B. (2010). Breve Historia de Gengis Kan. Ediciones Nowtilus.
Prawdin, M. (1935). Gengis Kan, el conquistador de Asia. Readman.
Ramirez Bellerin, L. (2011). Historia Secreta de los Mongoles. Miraguano ediciones.
Real Academia Española. (s.f.). Cultura. En Diccionario de la lengua española.
Sargent, P. (1935). Gengis Kan, el Soberano del Cielo. Los Conquistadores.
Weatherford, J. (2004). Genghis Khan and the Making of the Modern World.
New York: Crown.
Turnbull, S. (2003). Genghis Khan: The Life and Times of the Greatest
Conqueror. London: Osprey.
Grousset, R. (1970). The Empire of the Steppes: A History of Central Asia. New
Brunswick, NJ: Rutgers University Press.