B Introducción 10 Días 2024

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Introducción

¡Bienvenidos a los Diez Días de Oración 2024! Creemos que la oración es la cuna del reavivamiento. Dios ha
obrado tantos milagros en los últimos años cuando le hemos buscado juntos en oración y ayuno. El Espíritu
Santo ha provocado conversiones, una renovada pasión por la evangelización, iglesias reavivadas y relaciones
sanadas. Aquí están algunos testimonios del año anterior:
"Nunca antes había sentido el Espíritu de Dios de esta manera." (Frank B.)
"Dios salvó a mi familia a través de los 10 Días de Oración." (Adebayo O.)
"Durante los Diez Días de Oración, oré por mi familia no creyente. El día 9, vino mi nieta de 20 años y,
por primera vez en su vida, empezó a hacerme preguntas espirituales. Fue toda una respuesta a mi
oración." (Fran J.)
"Oramos para que mi padre, que había abandonado la fe y a nosotros como familia, encontrara la
salvación. Al final de los diez días, él, por primera vez en años, vino a casa y pidió perdón, buscando la
reconciliación y queriendo arreglar las cosas con Dios." (G.M.)
¿Te ha llamado la voz de Dios al reavivamiento? La Biblia está llena de promesas para ti:
‘“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se
convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su
tierra” (2 Crónicas 7:14).
“y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13).
“Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo…” (Joel 2:32).
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros...” (Santiago 4:8).
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él
conmigo” (Apocalipsis 3:20).
Dondequiera que estés en la vida ahora mismo, Dios está más cerca de lo que crees. Él quiere derramar sus
bendiciones sobre tu familia, tu iglesia, tu comunidad y tu mundo.

Nuestro tema de oración: Prioridades de la fe - Virtudes cristianas en


tiempos turbulentos
¿Te encuentras alguna vez atrapado en el ajetreo de la vida, que te deja poco espacio para los momentos
espirituales? Si anhelas una vida espiritual más significativa y plena, estos 10 Días de Oración y reflexión serán
preciosos para ti.
Durante estos diez días, tendrás una oportunidad única para liberarte de las cosas que ocupan tu mente y tu
vida pero que no te aportan verdadera satisfacción. En su lugar, nos centraremos en lo que verdaderamente
importa a Dios. Es una oportunidad para vivir intencionalmente con menos, permitiéndote experimentar más
de lo que realmente cuenta.
A lo largo de este viaje, encontrarás ideas prácticas para profundizar tu confianza en Dios, enriquecer tu
experiencia sabática y fortalecer tu conexión diaria con Él. La oración significativa, los actos de bondad y el
cultivo de la gratitud también formarán parte de nuestra exploración. Además, adquirirás la determinación, la
pasión y la perseverancia necesarias para alcanzar el éxito.
Abramos nuestros corazones y mentes a Dios, invitando a su Espíritu Santo a entrar en nuestras vidas durante
estos diez días. A través de este proceso, oramos para ser transformados y renovados, convirtiéndonos en
poderosos testigos del amor de Dios que cambia vidas.
Oremos juntos por un reavivamiento de nuestros altares de adoración personales y familiares, ¡para que el
Espíritu Santo nos reforme y nos capacite para proclamar al mundo el mensaje final de esperanza de Dios!
- Dr. Frank Hasel (autor de los materiales de este año)
Pautas sugeridas para los tiempos de oración
- Haz que tus oraciones sean breves: sólo una o dos frases sobre un tema. Luego ceda el turno a los
demás. Puedes orar tantas veces como quieras, igual que hablas en una conversación.
- No tengas miedo del silencio, ya que da tiempo a todos para escuchar al Espíritu Santo.
- Cantar canciones juntos según la guía del Espíritu es también una gran bendición. No es necesario un
piano para esto; cantar a capela está bien.
- En lugar de utilizar el valioso tiempo de oración hablando de sus pedidos, simplemente oren por ellos.
Entonces otros pueden orar también por sus pedidos y reclamar promesas para su necesidad.

Reclamando las Promesas


Es nuestro privilegio reclamar las promesas de Dios en nuestras oraciones. Todos sus mandamientos y
consejos son también promesas. Él nunca nos pediría algo que no pudiéramos hacer con sus fuerzas.
Es muy fácil centrarse en nuestras necesidades, nuestras dificultades, nuestros retos, y lamentarnos y
quejarnos de nuestra situación cuando oramos. Este no es el propósito de la oración. La oración está destinada
a fortalecer nuestra fe. Por eso te animamos a que reclames las promesas de Dios en tu tiempo de oración.
Quita tus ojos de ti mismo y de tus debilidades y mira a Jesús. Al contemplarlo, nos convertimos en su imagen.
Ellen White nos ofrece esta motivación: “Toda promesa que está en la Palabra de Dios es nuestra. En vuestras
oraciones haced referencia a la palabra empeñada por Jehová y por la fe reclamad sus promesas. Su palabra
es la seguridad de que si pedís con fe recibiréis toda bendición espiritual. Seguid pidiendo y recibiréis
abundantemente mucho más allá de lo que pidáis o penséis” (En los lugares Celestiales, p. 73.4)
¿Cómo puedes reclamar sus promesas? Por ejemplo, cuando ores por la paz, puedes reclamar Juan 14:27 y
decir: "Señor, tú nos has dicho en tu Palabra: 'La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la
da. No se turbe tu corazón, ni tenga miedo'. Dame la paz que prometiste dejarnos". Agradece al Señor que te
da la paz, aunque no la sientas en ese momento.

Ayuno
Te animamos a hacer un ayuno de Daniel durante estos diez días. Comenzar el año con la oración y el ayuno
es una forma maravillosa de consagrar nuestras vidas a Dios para el año que viene. Ellen White nos dice, “De
ahora en adelante hasta el fin del tiempo, los hijos de Dios debieran ser más fervientes y despiertos, y no confiar
en su propia sabiduría, sino en la sabiduría de su Caudillo. Ellos debieran dedicar días especiales al ayuno y
la oración. No es necesario que se abstengan de alimento, pero debieran comer con moderación alimentos
sencillos” (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pp. 223. 3).
Conocemos el caso de Daniel, que comió frutas y verduras durante diez días. Del mismo modo, te animamos
a adoptar una dieta muy sencilla durante estos diez días. Si queremos tener una mente más clara para
escuchar la voz de Dios, y si queremos acercarnos a Él, tenemos que asegurarnos de que nuestra dieta no
nos estorba.
El ayuno no consiste únicamente en abstenerse de comer. También te animamos a ayunar de la televisión, las
películas, los juegos de ordenador e incluso de Facebook y YouTube. A veces, cosas que no son malas en sí
mismas pueden quitarnos mucho tiempo. Deja de lado todo lo posible para que puedas tener más tiempo para
pasar con el Señor.
El ayuno no es una forma rápida de obtener un milagro de Dios. El ayuno consiste en humillarnos para que
Dios pueda obrar en nosotros y a través de nosotros. Acerquémonos a Él mediante la oración y el ayuno, y Él
se acercará a nosotros.

Espíritu Santo
Asegúrate de pedir al Espíritu Santo que te muestre por qué debes orar en la vida de una persona o en una
situación particular. La Biblia nos dice que no sabemos por qué orar y que el Espíritu Santo es quien intercede
por nosotros.
“No solamente debemos orar en el nombre de Cristo, sino por la inspiración del Espíritu Santo. Esto explica lo
que significa el pasaje que dice que “el mismo Espíritu pide por nosotros con gemidos indecibles”.13 Dios se
deleita en contestar tal oración. Cuando con fervor e intensidad expresamos una oración en el nombre de
Cristo, hay en esa misma intensidad una prenda de Dios que nos asegura que él está por contestar nuestra
oración “mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos” (Efesios 3:20) (Palabras de Vida del
Gran Maestro, p. 113.3).
Fe
Leemos en el Espíritu de Profecía que “La oración y la fe harán lo que ningún poder en la tierra podrá
hacer” (El Ministerio de Curación, p. 407.3). También se nos dice que “cualquier don que él haya
prometido; luego tenemos que creer para recibir y dar gracias a Dios por lo que hemos recibido”
(Educación, p. 258.1). Así que acostúmbrate a dar gracias a Dios por adelantado a través de la fe por lo que
va a hacer y cómo va a responder a tus oraciones.

Ora por Otros


Durante estos diez días te animamos a orar con constancia por las personas que Dios ha puesto en tu vida.
Elija entre cinco y siete personas: pueden ser familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos o
simplemente conocidos. Tómate un tiempo para preguntarle a Dios por quién quiere que ores. Pídele también
que te dé un verdadero compromiso por esas personas. Escriba los nombres en un papel y guárdelo en un
lugar importante, como por ejemplo en su Biblia. Se asombrará de cómo Dios actúa en respuesta a sus
oraciones.

Desafío de impacto a la comunidad por los 10 Días de Oración


Jesús nos llama no sólo a orar, sino también a atender las necesidades prácticas de quienes nos rodean.
“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí” (Matthew 25:35, 36).
En el Ministerio de Curación leemos los siguiente, “Hemos de vivir una vida doble: una vida de pensamiento y
de acción, de silenciosa oración y fervoroso trabajo” (p. 410.1). Hemos recibido mucho amor de nuestro
Salvador, y tenemos el privilegio de compartir ese amor con amigos, vecinos y extraños necesitados.
Pregúntale a Dios cómo pueden servir tú y tu iglesia a los demás después de los Diez Días de Oración. Mientras
trabajas en la organización de las actividades de servicio, evita que los preparativos te distraigan de orar. “El
esfuerzo personal por otros debe ser precedido de mucha oración secreta; pues requiere gran sabiduría el
comprender la ciencia de salvar almas. Antes de comunicaros con los hombres, comunicaos con Cristo. Ante
el trono de la gracia celestial, obtened una preparación para ministrar a la gente” (La Oración, p. 186.3).
En los recursos en línea de los Diez Días de Oración, encontrarás un documento con docenas de ideas de
impacto a la comunidad. Jesús te invita a ser sus manos y pies en un mundo necesitado.

Sobre el Autor
Frank M. Hasel, Doctor en Filosofía, es un teólogo y autor que trabaja como Director Asociado del Instituto de
Investigación Bíblica (BRI por sus siglas en Ingles) en la sede mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día
en Silver Spring, MD. ¡En su nuevo libro, Love Is! A Journey of Grief, Grace, and Gratitude (Cascade, 2024),
comparte con franqueza su experiencia personal de perder a su amada esposa de cáncer, ofreciendo valiosas
ideas sobre la naturaleza del dolor y lo que significa pasar por una pérdida significativa en la vida.
Nacido en Alemania, fue pastor ordenado, profesor de Biblia y decano de teología en Europa antes de
trasladarse a Estados Unidos. Frank se alegra de su relación con Jesús, disfruta de las conversaciones
agradables, aprecia la amabilidad genuina, encuentra consuelo en los paseos por la naturaleza y disfruta de
vez en cuando de helados sin lácteos.
Frank cree firmemente que las enseñanzas de la Biblia son la clave del florecimiento humano y enriquecen
todos los aspectos de la vida. Para mantenerse en contacto con él, puede seguir su viaje en Instagram
(@frank.m.hasel) y Facebook (https://www.facebook.com/Frank.M.Hasel), o visitar su sitio web
www.frankmhasel.com.

Los materiales de los Diez Días de Oración son preparados por la Asociación Ministerial, Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día.
A menos que se indique lo contrario, los versículos de las Escrituras están citados de la Nueva Versión King James, copyright © 1979, 1980, 1982, Thomas
Nelson, Inc.
Traducción al español: Reina Valera 1960

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