Este documento es un examen de conciencia que guía a una persona a reflexionar sobre sus responsabilidades para con Dios y para con los demás. Hace preguntas sobre asistencia a misa, oración, lectura bíblica, respeto a la autoridad, lujuria, mentiras, egoísmo y más. El propósito es que la persona analice su vida sin engaños y se arrepienta sinceramente de sus pecados para propósito de enmienda y confesarlos a un sacerdote, recibiendo así el perdón de Dios.
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Este documento es un examen de conciencia que guía a una persona a reflexionar sobre sus responsabilidades para con Dios y para con los demás. Hace preguntas sobre asistencia a misa, oración, lectura bíblica, respeto a la autoridad, lujuria, mentiras, egoísmo y más. El propósito es que la persona analice su vida sin engaños y se arrepienta sinceramente de sus pecados para propósito de enmienda y confesarlos a un sacerdote, recibiendo así el perdón de Dios.
Este documento es un examen de conciencia que guía a una persona a reflexionar sobre sus responsabilidades para con Dios y para con los demás. Hace preguntas sobre asistencia a misa, oración, lectura bíblica, respeto a la autoridad, lujuria, mentiras, egoísmo y más. El propósito es que la persona analice su vida sin engaños y se arrepienta sinceramente de sus pecados para propósito de enmienda y confesarlos a un sacerdote, recibiendo así el perdón de Dios.
Este documento es un examen de conciencia que guía a una persona a reflexionar sobre sus responsabilidades para con Dios y para con los demás. Hace preguntas sobre asistencia a misa, oración, lectura bíblica, respeto a la autoridad, lujuria, mentiras, egoísmo y más. El propósito es que la persona analice su vida sin engaños y se arrepienta sinceramente de sus pecados para propósito de enmienda y confesarlos a un sacerdote, recibiendo así el perdón de Dios.
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Responsabilidades para con Dios:
¿He ido a misa el domingo o me he rebelado y he sido terco al ir a misa?
¿Participé en la Misa o estuve distraido? ¿He rezado todos los días? ¿He leído la Biblia? ¿Me he rebelado contra Dios y sus mandamientos? ¿He usado mal el nombre de Dios maldiciendo o diciendo malas palabras? ¿Le he dicho al Padre que lo amo por crearme y hacerme su hijo / a? ¿Le he dado gracias a Jesús por hacerse hombre, morir por mi pecado y resucitar para darme la vida eterna? ¿Le he pedido al Espíritu Santo que me ayude a vencer el pecado y la tentación y a ser obediente a los mandamientos de Dios? Responsabilidades para con los demás y conmigo mismo:
¿He sido rebelde, desobediente o irrespetuoso con mis padres, maestros y
quienes tienen autoridad sobre mí? ¿Les he mentido o engañado a mis padres u otras personas? ¿He sido arrogante y terco? ¿Le he respondido a mis padres o a las autoridades? ¿Me he enojado o alimentado y acumulado rencor y resentimiento? ¿Me he negado a perdonar a los demás? ¿He cultivado el odio? ¿Me he involucrado en fantasías sexuales? ¿He mirado a los demás con lujuria? ¿He leído literatura pornográfica o he visto imágenes, programas o películas pornográficas? ¿Me he masturbado? ¿He besado o tocado sexualmente a alguien con lujuria? ¿He tenido relaciones sexuales? ¿He tenido un aborto o he animado a otra persona a que se haga uno? ¿He hablado mal de otros? ¿He calumniado a alguien? ¿He dicho mentiras sobre otros? ¿Me he burlado de los demás? ¿He mentido o engañado? ¿He robado algo? ¿Lo he devuelto? ¿He sido egoísta o rencoroso con los demás? ¿He estado celoso? ¿Me he emborrachado o tomado drogas? ¿He participado en algo que sea de lo oculto: tablas de ouija, adivinos, sesiones de espiritismo, canalización, astrología? ¿He sido paciente, amable, gentil y autocontrolado? Cuando mi conciencia me dijo que hiciera algo bueno, ¿lo hice o lo ignoré?
1. Examen de Conciencia. Ponernos ante Dios que nos ama y quiere ayudarnos. Analizar nuestra vida y abrir nuestro corazón sin engaños. Puedes ayudarte de una guía para hacerlo bien.
2. Arrepentimiento. Sentir un dolor verdadero de haber
pecado porque hemos lastimado al que más nos quiere: Dios. 3. Propósito de no volver a pecar. Si verdaderamente amo, no puedo seguir lastimando al amado. De nada sirve confesarnos si no queremos mejorar. Podemos caer de nuevo por debilidad, pero lo importante es la lucha, no la caída.
4. Decir los pecados al confesor. El Sacerdote es un
instrumento de Dios. Hagamos a un lado la “vergüenza” o el “orgullo” y abramos nuestra alma, seguros de que es Dios quien nos escucha.
5. Recibir la absolución y cumplir la penitencia. Es el
momento más hermoso, pues recibimos el perdón de Dios. La penitencia es un acto sencillo que representa nuestra reparación por la falta que cometimos.