Fiestas de San Pacho
Fiestas de San Pacho
Fiestas de San Pacho
FRANCISCO DE ASIS
“SAN PACHO” EN EL
CHOCO
Breve resumen cultural entorno a las
festividades
La cultura, da cuenta de la historia que lleva cada ser humano dentro de un lugar y contexto
específicos, historia que lo referencia con su pasado, lo posiciona en su presente y lo proyecta
hacia un futuro. En la cultura de cada pueblo existen expresiones culturales en las que se
construyen unidades simbólicas, donde tiene lugar la identidad cultural: la apropiación de ese
conjunto de elementos que estructuran la cultura como las creencias, las danzas, las costumbres,
las prácticas políticas sociales y económicas.
La identidad cultural puede crearse y fundamentarse a partir de la herencia cultural, esto es,
cuando los elementos y prácticas culturales pasan de generación en generación y se los toma
como propios. La identidad también es una construcción que no está estática; al contrario, es
dinámica y cambiante, pero de alguna manera sigue teniendo bases sólidas y tradicionales. La
identidad es “situacional”, no es constante y se construye a partir de la diferencia en cada acto
de representación de los sujetos o de las poblaciones en su vida cotidiana
Las Fiestas de “San Pacho” son un evento celebrado anualmente en Quibdó, capital del
departamento de Chocó (Colombia), donde se alternan expresiones religiosas y paganas que
empieza el 20 de septiembre se extienden hasta el 5 de octubre. Es símbolo de la identidad
cultural afrochocoana, al actualizar tanto el modo en el que se asume la experiencia religiosa,
como aquello que le es esencial en el dominio de la música, la danza y el teatro. Es un complejo
espacio simbólico que hace parte de la vida religiosa, social y política de esta población. Al ser
un gran referente de la cultura del Chocó, es posible ver que las diferentes colonias de
chocoanos en el país celebran también su ‘San Pachito’.
En Quibdó, en los 369 años documentados hasta el 2017 según Melissa Hernández
coordinadora Incidencia Política Pública en Educación de la Fundación Compartir, se ha
llevado a cabo la conmemoración a San Francisco de Asís, no obstante en el año 1926 esta
celebración tomó un sentido más propio de la comunidad, ya que en sus inicios solo eran actos
religiosos (católico), unas festividades que cuenta con desfiles, comparsas y música encargada
por cada uno de los barrios que existían en esa fecha; esto hizo que el pueblo tuviera una
identidad propia al unir la religiosidad y las manifestaciones culturales.
2.1. San Francisco de Asís como patrono y protector de la ciudad de Quibdó.
San Francisco de Asís llegó al mundo aproximadamente en los años 1181 y 1182 en la ciudad
de Asís/ Italia. Fue bautizado como Juan Bautista, pero su padre lo cambió por el de Francisco,
en homenaje a Francia, país en el cual comercializaba las telas de su negocio. Fue educado bajo
la forma cristiana en la iglesia de San Jorge en donde fue bautizado. Omar Palacios escritor del
libro “Memoria de la fiesta de San Francisco de Asís en Quibdó”, recopila documentos, escritos
en los cuales se da información de vida del patrono como estas: en la juventud Francisco se dio
gustos como tertuliar con sus amigos; programaban serenatas, banquetes, competencias y
demás distracciones; no cayó en el pecado, era de costumbre muy refinadas como el trato,
modales y expresión. Le decían el rey de las fiestas. Dios lo llamó a la milicia para que sirviera
a través de los pobres, los leprosos, los pecadores y toda clase de necesitados. Fundó tres
comunidades religiosas; los frailes menores las clarisas y los penitentes laicos o terciarios.
En el Monte Alvernia fue estigmatizado con las llagas de Jesús a quien siempre quiso imitar
en su vida y en su pasión; ocurrió esto el 17 de septiembre de 1224. Francisco murió en la
Porciúncula el 3 de octubre de 1226 a los 44 o 45 años de edad y a los 20 de su conversión. Se
le consagró dos años después de muerto, el 16 de julio de 1228. Francisco de Asís es el patrono
de Acción Católica, patrono de Italia, patrono de la Ecología, santo de la Hermandad universal,
cristo de la edad media y muy venerado patrono de Quibdó/ Chocó.
El nombre de Quibdó, hace alusión al Cacique Quibdó y según el lenguaje indígena significa
Jefe del río, se interpreta como rumor de aguas porque en la ciudad se unen los ríos Atrato,
Cabí, Quito, La Yesca y el Caraño. La connotación del nombre San Francisco de Asís de
Quibdó se debe a los frailes franciscanos, los primeros evangelizadores del poblado, cuyo
nombre es mencionado en las crónicas, cartas y escritos del padre Acuña para el presidente de
la Real Audiencia desde San Francisco de Quibdó, comunicándole que las cosas no han
cambiado en el pequeño poblado
El franciscanismo llega al Chocó por medio del misionero fray Matías Abad, el cual solicitó al
gobernador Pedro Zapata en Cartagena, le diera la licencia de ir a estas tierras para evangelizar
a los nativos, el 1ro de abril de 1648 ya estaba cumpliendo esa labor. De camino hasta Quibdó,
que lo acompañaba algunos indios Chocoes y un religiosos fray Miguel Romero, se
encontraron barias poblaciones del Chocó como; Arquía y bautizó como San Luís de Arquía,
Buena Vista en donde el fraile impuso con el nombre de San Pedro de Alcántara de Buena
Vista, también pasó al poblado de Abechurro, rebautizándolo como San Juan de Dios de
Abechurro. Permanecía un tiempo adoctrinando a la población; los indígenas en ocasiones
querían hostigar al misionero pero en general fue aceptado y bien atendido; lo ayudaron a
construir templos para él poder manifestar su religión, esto ocurrió en octubre del mismo año
iniciada esta causa de la conversión en vísperas de la festividad del Seráfico padre para el siglo
XVII tenía muy esparcida la misión del fraile en el Chocó y la presencia de párrocos frailes,
seguían doctrinando a los diferentes sectores de esta población.
2.2. Origen de la festividad:
Las fiestas de San Pacho, que se celebran principalmente en la ciudad de Quibdó, a mediados
de septiembre y principios de octubre, en honor a San Francisco de Asís, se crearon en 1648,
cuando una comisión de misioneros franciscanos llegó al Pacífico colombiano llevando
consigo una imagen de San Francisco de Asís. Los franciscanos tenían el propósito de pacificar
a los indios por medio de la evangelización. Quibdó estaba poblado por los indígenas citaraes,
con quienes los franciscanos organizaron una procesión de balsas que estuvo encabezada por
la imagen del santo. El 28 de agosto del mismo año, los indígenas fueron a saludar la imagen
vistiendo atavíos insólitos para los misioneros: tocados, collares y pintura corporal. Para 1670,
habían llegado nuevos conquistadores en busca de oro y traían consigo grupos de esclavos que
servirían como mano de obra a las labores de extracción del oro. De este modo, San Francisco
de Asís se convirtió en el santo patrono del recién fundado pueblo de Quibdó. La acogida de
este santo por parte de la población esclavizada no se hizo esperar. Desde los primeros años, la
celebración del día patronal se convirtió en la festividad más grande del lugar.
Según el antropólogo chocoano Rogelio Velásquez Murillo, reconocido por su aporte al estudio
histórico de las fiestas franciscanas, los primeros momentos de éstas se remontan al 4 de
octubre de 1648, en los principios de la evangelización del Chocó, por lo que las fiestas eran
netamente religiosas. La primera fiesta franciscana la organizó fray Matías Abad, franciscano
limosnero del convento de Cartagena, el 4 de octubre de 1648. Éste, con una ceremonia
religiosa, inauguró el templo consagrado a San Francisco de Asís, realizó una procesión por el
río Atrato con 15 canoas y llamó San Francisco a la población levantada a la margen derecha
de río. En sus principios, durante el día de la festividad de San Francisco de Asís se hacía
procesión por el río en 15 canoas, estando fray Matías en medio acompañado de un Cristo y
una imagen del santo; cuando se llegaba a la iglesia, desembarcaban todas las personas
acompañantes y entraban a la iglesia de rodillas, terminando la fiesta con una comida, donde
se encontraba abundante pescado.
A partir de la década de los ochenta, las fiestas se modernizaron con varios elementos: afiches
alusivos a éstas, tarimas en donde se amenizan las verbenas, comparsas con el “caché o
atuendo”12, espectáculos pirotécnicos, carreras atléticas, cabalgatas, el bando, las balsadas en
el río Atrato, el bastón de mando franciscano, los famosos “revulú”, los “bundes”13, los
vehículos con equipos de sonido y los conciertos.
Con los cambios sociales, culturales y políticos de los inicios del siglo XXI hicieron que las
fiestas tomarán un escenario de orden institucional, articulando al Chocó y a Quibdó en los
espacios globales que podrían trasformar la forma en que se representan las fiestas, el
significado y contenido. Para el año 2005 se asume el modelo institucional y se conforma la
Fundación Fiestas Franciscanas de Quibdó (FFFQ), “organización en donde los socios
fundadores son los 12 barrios tradicionales y son sus representantes que asumen la dirección
de la fundación”. El consejo directivo, cuenta con 12 miembros de cada barrio, les compete
garantizar la realización anual de las fiestas, con las tradiciones que se incrementan desde el
siglo XX. Se tiene el conocimiento sobre cada uno de los eventos que estructura las fiestas, se
ve la necesidad de formalizar estos saberes los cuales mantiene la organización y planificación
de la gestión sobre estas festividades, por medio de entes institucionales, como
gubernamentales o religiosos.
La proyección que tenía la FFFQ, que fuera algo más que de la cuidad y el barrio, un producto
cultural que se puede mostrar a un plano nacional con espacios multiculturales en el orden
global. Esta manifestación, permite construir un discurso que da cuenta de los valores que
identifican a la población chocoana.
Todo este proceso fue gestionado y organizado por la Fundación con el acompañamiento del
Ministerio de Cultura, y para diciembre de 2012 la UNESCO incluyó a las Fiestas de San
Francisco de Asís en la lista de patrimonio de la humanidad, siendo este un reconocimiento
político que fortalece la economía de la celebración. “El plan especial de salvaguardia que se
realizó por medio de la Fundación Fiestas Franciscanas, se permitió que fuera declarado
patrimonio de la humanidad y a partir hay unos reconocimientos ante el país y un aporte
económico” afirma Ramón Cuesta Valencia, presidente de la FFFQ.
3. Carácter de la celebración:
En el siglo XVII, durante la Colonia, San Francisco de Asís se erigió como el patrono de la
recién fundada Quibdó. Desde ahí, el vínculo se fue haciendo más y más cercano. Las anuales
Fiestas de San Pacho, llenas de baile y de rezos, son un evento sincrético que combina la
herencia afro con el legado colonial y católico. También son la ocasión para los chocoanos de,
con ingenio y sátira, denunciar la corrupción, carencias y violencia que sufre el departamento,
uno de los más pobres de Colombia. La fiesta y la protesta van de la mano.
Los apodos, diminutivos o apócopes, muchas veces, son muestras de cariño. Claro, esa persona
tiene un nombre, como lo bautizaron sus padres, pero si lo conoces bien, puede que quieras
mostrarle lo bien que te cae y lo cercano que lo consideras creándole o llamándolo por un
apodo. Si eres amigo de un Antonio, llamarlo Toño demostrará que lo aprecias. Sergio pasa a
ser Checho cuando conoce tu vida y tus historias. Y si un Francisco te cambia la vida y significa
mucho para ti, a lo mejor pases a referirte a él como Pacho.
Así les pasó a los ciudadanos de Chocó cuando, en el siglo XVII, durante la Colonia española,
los frailes franciscanos llegaron al departamento para evangelizar en nombre de San Francisco
Asís. Cuando se fundó Quibdó, la capital del departamento, San Francisco fue el patrono.
Rápidamente los quibdoseños empezaron a celebrar su historia, su herencia, su nombre. Pero
el vínculo fue tan fuerte y cercano entre la gente y su santo que no lo iban a llamar San
Francisco, tan distante y seco. No, él era San Pacho.
4. Indumentaria y parafernalia
4.1. El caché
En los años treinta del siglo anterior no se elaboraban “disfraces”. Mujeres y hombres se
disfrazaban, sobre todo ellas, con pollerines, ósea, con faldas largas, anchas y con boleros que
vestían las mujeres en Quibdó y el Chocó, hasta fines de los años cincuenta vistosos lo que
posteriormente dio la aparición al “caché o atuendo” que es el sofisticado atuendo o vestido,
de gran nivel y de gran altura que lleva una o varias personas participantes en los principales
recorridos de comparas que diariamente salen por las calles y barrios quibdoseños. Muestran
algún grado de nivel social, económico, institucional o cultural y nos remite al pasado entre
modas y diseño.
Los cachés resultan llamativos y dignos de apreciar, algunos por su lujo, otros por lo
estrafalario y descrestado ante el público observante que se embelesa hasta el delirio;
generalmente van haciendo parte de las comparsas que diariamente durante la fiesta desfila por
las calles de Quibdó.
4.2. El disfraz
Siempre ha sido el elemento san pachero al que se le presta la mayor atención, el que se roba
todas las miradas y crea las expectativas dentro de la programación que cada barrio participante
tiene durante la fiesta; al tanto que se constituye como en el plato fuerte que todo el público
desea apreciar y ver.
4.3. La comparsa
Es un grupo de personas que en forma armónica hacen alegoría a un hecho folclórico o que
asumen ciertos roles de la cultura regional o universal. Interpretan aires o géneros musicales
propios de la región. Suelen estar acompañados de una chirimía o de cualquier conjunto
musical que les permite escenificar coreografías y dramatizados o teatro callejero. Quienes
integran cada comparsa se uniforman con determinado caché o atuendo distintivito.
La FFFFQ estimula, clasificando y premiando a las mejores comparsas que participan el 20 de
septiembre en la apertura de la fiesta.
Las comparsas, conformadas por grupos familiares, integrantes de una misma calle barrial o
una misma empresa, pueden tener un “plan coreográfico” o, simplemente bailar siguiendo el
pulso de la tambora. Independientemente de la preparación de unos pasos específicos para la
comparsa, es bastante común ver que en cada una de ellas hay un líder, por lo general el mejor
bailarín, que va guiando los movimientos de la comparsa.
4.5. Procesión de la fe
El 4 de octubre a las nueve de la mañana se oficia la misa mayor y a las dos de la tarde se
realiza la gran procesión; es así que, un volador anuncia al pueblo que la imagen del Santo
inicia su recorrido por los doce barrios franciscanos adscritos a la fiesta.
El santo luce las alhajas que, como manifestación de agradecimiento y fe por los favores
recibidos, le han obsequiado sus devotos, costumbre que se ha materializado de esta manera
desde tiempos antiguos. La imagen del Santo es recibida en cada barrio durante procesión y es
presentada ante los arcos, que son elementos religiosos – culturales y ambientales con esmero
y adornados con los famosos misterios (pasajes de la vida del Santo) son verdaderas obras de
arte, motivos también de premiación programada por el jurado calificador.
A diferencia de la comparsa, la cual se dispone en filas “ordenadas” dando así espacio a los
integrantes para bailar y hacer distintas improvisaciones con el cuerpo, el Revulú o “Bunde”,
es una masa amorfa de gente que baila al compás de una chirimía y no guarda ningún tipo de
orden aparente. El Revulú es el espacio más democrático que tiene el San Pacho. Diferentes
sectores de toda la ciudad se unen en el Revulú y se funden en un mismo éxtasis con
movimientos y ritmos a veces pausados y a veces acelerados. Los músicos de la chirimía,
haciendo un esfuerzo enorme para tocar, debido a la cantidad de personas que desdibujan las
fronteras entre los músicos y los danzantes, marcan el pulso dentro del cual se une esta gran
serpiente que de forma contundente se va tomando poco a poco las calles de la ciudad.
4.7. “El jefe del barrio”: que está inmerso en condiciones de prestigio, edad, experiencia y un
buen liderazgo. Éste junto con otros miembros del barrio conforma la Junta Central y las Juntas
Barriales como organismos rectores de la fiesta, de las cuales es presidente. Los barrios han
continuado realizando actividades que aportan económicamente a la fiesta y que sirven de
espacios de integración vecinales
4.8. Esquema de máscara: Sus maquillajes conservan los colores nacionales (amarillo, azul y
rojo) rescatan la vieja tradición africana en los maquillajes, no se usan máscaras
4.9. Bailes y danzas: Los ritmos como el Currulao, patacoeé, berejú : este tipo de materiales
y diseños destacan la figura femenina a través de siluetas sencillas y adornos que dan un toque
divertido y alegre. Si pensamos el ritual desde los tres componentes que según Victor Turner
en su libro El Proceso Ritual 1, lo caracterizan: liminalidad, comunitas y repetición , entonces
vemos los escenarios del San Pacho, tanto aquellos que se reconocen como profanos, como
aquellos que se definen como sagrados, como un gran acontecimiento ritual que conglomera a
todo un pueblo. El San Pacho es liminal; altera las nociones espacio-tiempo y nos puede
conducir fácilmente a un trance colectivo. El San Pacho es comunitas, porque lejos de ser un
acontecimiento calculado para el goce de unos individuos, es por el contrario el símbolo que
une a un pueblo y que recobra sentido si reúne a una “nación”, la funde en un solo cuerpo, y
orgánicamente se apropia -como una serpiente gigante-, de unas calles en un territorio histórico
que resuena y vibra. Y es repetición porque cada año, una y otra vez, el San Pacho se repite y
dentro de él de manera cíclica se mantienen los órdenes religiosos y festivos que con algunas
variaciones (unas más sentidas que otras) buscan volver a retomar, revivir y refundar los
sentidos que unen las almas y los cuerpos en un clamor de fe, júbilo y dolor.
5. Documentos en línea
✓ Alzate Michaels, N. (2010). Las fiestas populares de San Pacho en Quibdó (Chocó,
Colombia) como herramienta de organización comunitaria. Trabajo Social, (12), 167–
180. https://revistas.unal.edu.co/index.php/tsocial/article/view/18976