Escultura Barroca
Escultura Barroca
Escultura Barroca
FUENTE: http://compartoarte.weebly.com/uploads/2/3/8/1/23816084/3_renacimiento_escultura.pdf
LA ESCULTURA BARROCA
1. Rasgos generales.
El ansia de movimiento está presente en la escultura de una manera obsesiva, más incluso
que en arquitectura. Este interés fijo por el movimiento lleva consigo:
1. El empleo de esquemas compositivos libres, no reproducen composiciones simples,
buscan lo escenográfico y teatral.
2. La representación de figuras y escenas en movimiento y particularmente en el momento
más inestable de la acción, donde se produce el mayor desequilibrio e inestabilidad, la culminación
del mismo.
3. Gusto por representar el cuerpo humano en torsión, en veloz rotación, como ejemplos
tenemos el Apolo y Dafne de Bernini o su David. Los ropajes que envuelven los cuerpos de los
personajes se agitan, estén o no estén éstos en movimiento, son ropajes anchos, movidos,
hinchados. Además para acentuar más el claroscuro se utilizan gestos
teatrales.
imaginativa.
Realiza también proyectos para las fuentes de
Roma: la fuente de la Barcaza en la Plaza de España,
la de los cuatro ríos...
De 1630 a 1640 su obra entra en una fase de
profundo barroquismo. En esta época realiza la figura
de San Longinos en un nicho de los pilares que sujetan
la cúpula de San Pedro, es una obra movida y espiritual
donde los ropajes nos marcan las líneas compositivas.
De esta época es también el busto del cardenal
Borghese, el gran mecenas de Bernini y de Caravaggio.
En la fuente del Tritón presenta a personajes con
aspecto macizo y la luz dirigida subraya el aspecto
pictórico de la composición.
Del 1640 al 1650 el paño de Bernini es pura
irrealidad. Estudiaremos aquí su obra más
representativa: El Éxtasis de Santa Teresa en la capilla
Cornaro de la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria
de Roma. El tema representa el arrebato místico de la
50. Éxtasis de Santa Teresa.
santa española: un ángel se le aparece en sueños y la
Gianlorenzo Bernini.
traspasa con una flecha, la santa siente gozo y dolor y
aparece desfallecida entre las nubes. El cuerpo cubierto con el hábito de muchos pliegues nos
transmite una gran sensación de movimiento. El rostro presenta una gran expresividad, un arrebato
místico (ojos cerrado y boca entreabierta), el ángel, símbolo del amor divino sonríe. La fina túnica
del ángel flamea y contrasta con la rigidez del manto de la Santa.
Habría que hacer referencias a la literatura mística española del siglo XVI para entender el
contexto en el que se movía la santa y comprender así este arrebato místico, su unión con Dios. La
composición no puede ser más movida, es una composición en aspa, dos diagonales que se cruzan,
típica del barroco. Se logra así la sensación de movimiento. La teatralidad está conseguida al
aparecer escenas exaltadas, íntimas... Pero también es muy importante no entender la obra como
algo aislado, se encuentra perfectamente integrada en un marco arquitectónico, una pequeña
ventana da paso a los rayos de luz, el techo de la capilla se abre a modo de Cielo. En los laterales de
la capilla los Cornaro, donantes, contemplan piadosos el espectáculo, se ha roto el concepto de obra
aislada del Renacimiento.
Bernini realizó más obras, ya
hablábamos de la Cátedra de San
Pedro detrás del Baldaquino; el retrato
del físico (médico) Gabriel Fonseca,
la efigie de Constanza Buonarelli que
se cree que fue su amante... En la
tumba de Urbano VIII crea el
prototipo de tumba papal que será
continuado por otros autores. En su
última etapa realiza la Beata
Albertoni, un tema parecido al Éxtasis
de Santa Teresa pero con otra
concepción del espacio.
Influyó Bernini en toda
Europa, pero en España sólo 51. Beata Albertoni. Gianlorenzo Bernini.
parcialmente.
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El que el siglo XVII fuera para Castilla una época tremendamente crítica hizo que
aumentara la religiosidad en todos los niveles. El tema de la muerte está siempre presente. Junto a
esto va a destacar una corriente mística, hiperreligiosa, encarnada principalmente por Teresa de
Jesús y Juan de la Cruz.
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La crisis económica va a influir en que algunas esculturas sólo tengan la cabeza y las
manos, el resto es un armazón hueco que se viste.
Los dos géneros más importantes van a ser los retablos, que serán monumentales pero más
simples, y los pasos procesionales de Semana Santa.
A) La escuela andaluza.
a) El núcleo sevillano.
Sevilla contaba con una escuela importante de imagineros, entre ellos se formó Juan
Martínez Montañés, más tarde pasa a Granada donde se ve influido por la obra de Pablo de Rojas.
En su obra hay siempre un
sentido clásico, pero sin negar el
aspecto realista.
Los paños de sus imágenes
son muy abundantes, esto da
grandiosidad a la obra. En cuanto al
color no es tan abundante en sus
esculturas como en el escuela
castellana.
Su primera obra importante es
el Cristo de la Clemencia de la
catedral de Sevilla, es el prototipo de
Cristo andaluz, sin sangre, es un
estudio propio de un broncista, la cara
ofrece una expresión clásica. Expresa
emoción sin recurrir a lo clásico. Tiene
otra obra que es un Niño Jesús
bendiciendo en una actitud muy
naturalista.
56. Cristo de la Clemencia. 57. Inmaculada. En 1609 contrató el retablo
Martínez Montañés. Martínez Montañés. de S. Isidoro del Campo en
Santiponce (Sevilla), quizá de lo mejor
de su obra, en este retablo, además de la Adoración de los pastores destaca la figura de S.
Jerónimo Penitente, inspirada en el S. Jerónimo de Torrigiano (el del museo de Bellas Artes de
Sevilla). La Adoración de los pastores la han comparado algunos
estudiosos con Fidias.
Esculpe también imágenes de vestir que sólo tienen la
cabeza y las manos.
Los retablos de Martínez Montañés son de figuras
monumentales, pero la composición del retablo se reduce al
mínimo.
Una de sus obras más conocida es su Inmaculada. El
tema de la Inmaculada es de honda tradición popular en Sevilla.
Está enmarcado en la exaltación de la fe católica. Es un tema muy
andaluz. La figura está representada de pie, sobre las nubes, con
las manos juntas y rodeada de ángeles, descansando el cuerpo
sobre su pierna derecha. Los ropajes son abundantes, su silueta
cerrada, las manos recogen el manto. El rostro se desvía hacia un
lado para que pueda verse sin dificultad al desplazarse del eje de la
figura. Las carnes están tratadas de una manera muy naturalista, en
los ropajes todavía queda algo de dorado.
58. Adoración de los
La escuela sevillana se continúa tras la muerte de pastores, de Montañés.
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Montañés y en el siglo XVIII, entre sus discípulos destaca Juan de Mesa con obras de gran
patetismo. Otro seguidor fue Pedro Roldán y su hija Luisa, conocida como la Roldana y caso
único en la época de mujer artista. El último maestro de la escuela fue Pedro Duque Cornejo que
trabajará en Córdoba.
b) El núcleo granadino.