Pscodelaed. Prã Ctica 5
Pscodelaed. Prã Ctica 5
Pscodelaed. Prã Ctica 5
-‐
Todos
necesitamos
una
cantidad
determinada
de
energía
para
realizar
cualquier
actividad,
desde
hacer
deporte
o
conducir...
Hasta
caminar
o
leer
un
libro.
Esta
actividad
es
normal,
y
además
es
necesaria.
El
problema
comienza
cuando
esa
cantidad
de
energía
se
dispara
y
se
pasa
de
estar
activado
a
estar
sobreactivado.
Y
esto
nos
ocurre
cuando
anticipamos
un
peligro,
ya
sea
real
o
imaginado.
Por
ejemplo:
“voy
a
suspender
el
examen”,
“Seguro
que
me
quedo
en
blanco”,
“No
tengo
tiempo
para
aprenderlo”...
-‐
La
ansiedad
ante
los
exámenes
consiste
en
una
serie
de
reacciones
fisiológicas,
psicológicas
y
emocionales
negativas
que
algunos
alumnos
sienten
ante
los
exámenes.
Se
da
a
niveles
muy
elevados
cuando
puede
interferir
seriamente
en
la
vida
de
la
persona.
Esta
ansiedad
puede
ser
“anticipatoria”
si
el
sentimiento
de
malestar
se
produce
a
la
hora
de
estudiar
o
al
pensar
en
qué
pasará
en
el
examen,
o
“situacional”
si
ésta
acontece
durante
el
propio
examen.
-‐
Falta
de
preparación
para
el
examen.
En
estos
casos,
errores
en
la
distribución
del
tiempo,
malos
hábitos
de
estudio
o
un
“atracón”
de
estudio
la
noche
anterior
puede
incrementar
considerablemente
la
ansiedad.
-‐
Si
la
preparación
del
examen
ha
sido
la
correcta,
la
ansiedad
durante
la
realización
de
un
examen
puede
estar
debida
a
pensamientos
negativos
o
preocupaciones.
Así,
puede
que
estés
pensando:
1.
En
exámenes
anteriores
(Ej.:
una
experiencia
anterior
de
bloqueo,
haber
sido
incapaz
de
recordar
respuestas
sabidas)
3. En las consecuencias negativas que prevés de hacer un mal examen.
La
ansiedad
se
puede
poner
de
manifiesto
antes,
durante
y/o
después
del
examen
en
tres
áreas:
-‐
A
nivel
psicológico,
todo
lo
que
pasa
por
su
cabeza
antes
del
examen
es
de
carácter
negativo.
Por
un
lado,
el
estudiante
se
infravalora
("soy
incapaz
de
estudiármelo
todo",
"soy
peor
que
los
demás",
"
no
valgo
para
estudiar")
y/o
prevé
que
va
a
suspender
e
imagina
unas
consecuencias
muy
negativas
del
suspenso
("qué
dirán
mis
padres",
"no
voy
a
poder
acabar
mis
estudios",
etc.).
Asimismo,
durante
el
examen
puede
tener
dificultad
a
la
hora
de
leer
y
entender
preguntas,
organizar
pensamientos
o
recordar
palabras
o
conceptos.
También
es
posible
experimentar
un
bloqueo
mental
(o
“quedarse
en
blanco”),
lo
que
se
manifiesta
en
la
imposibilidad
de
recordar
las
respuestas
pese
a
que
éstas
se
conozcan.
Además
de
esas
manifestaciones
cognitivas,
se
pueden
presentar
otras:
dificultades
para
concentrarse,
sensación
de
confusión,
perfeccionismo,
preocupación
por
las
sensaciones
físicas.
Y
como
manifestaciones
emocionales,
tenemos
entre
otra:
susceptibilidad,
irritabilidad,
nerviosismo,
angustia,
agresividad,
enojo,
miedo
a
fallar,
apatía.
¿QUÉ PUEDES HACER PARA REDUCIR LA ANSIEDAD ANTE LOS EXAMENES?
1.
Prepara
adecuadamente
las
asignaturas
antes
del
examen
mediante
las
técnicas
de
estudio.
Cuando
un
tema
queda
bien
aprendido,
no
se
olvida
fácilmente.
Cuando
se
aproxima
el
examen,
lo
único
que
nos
resta
es
repasar,
para
afianzarlos
más
en
la
memoria.
Cuando
se
ha
trabajado
convenientemente,
se
sabe,
y
el
examen
no
debe
producir
ningún
temor.
En
síntesis
se
trata
de
lo
siguiente:
• Pon
una
mano
en
el
pecho
y
otra
sobre
el
estómago,
para
asegurarte
de
que
llevas
el
aire
a
la
parte
de
abajo
de
los
pulmones,
sin
mover
el
pecho.
•
Al
tomar
el
aire
lentamente,
lentamente,
lo
llevas
a
la
parte
de
abajo
de
tus
pulmones,
hinchando
un
poco
estómago
y
barriga,
sin
mover
el
pecho.
• Retienes
un
poco
el
aire
en
esa
posición
• Sueltas
el
aire,
lentamente,
hundiendo
un
poco
estómago
y
barriga;
sin
mover
el
pecho.
• Procura
mantenerte
relajado
y
relajarte
un
poco
más
al
soltar
el
aire.
• -‐
Toma
aire
tal
y
como
hemos
visto
anteriormente,
lentamente
y
contando
hasta
5.
• -‐
Retenlo,
contando
hasta
3.
• -‐
Suéltalo
lentamente,
mientras
cuentas
hasta
5.
-‐
Detecta
cuales
son
tus
propios
pensamientos
negativos
que
te
producen
ansiedad.
Escríbelos
en
una
lista.
Observa
que
este
tipo
de
pensamientos
no
son
operativos:
no
son
reales,
no
facilitan
metas
de
conducta
(estudiar,
aprobar),
no
facilitan
metas
de
emoción:
sentirse
bien,
con
tranquilidad
y
seguridad,
te
restan
energía
para
estudiar
y
rendir
en
el
examen.
-‐
Contrasta
estos
pensamientos
con
lo
real
y
cuestiónalos.
Analiza
si
lo
que
piensas
refleja
la
realidad
o
es
algo
exagerado,
negativo
y
generaliza
demasiado
como
¡todo
me
sale
mal!,
!no
aprobaré
nunca!.
¿Realmente
es
cierto
?,
¿en
qué
te
basas
para
afirmar
que
lo
que
piensas
es
cierto?.
-‐
Crea
otros
pensamientos
más
concretos,
positivos
y
reales,
como:
me
voy
a
dar
una
oportunidad,
no
puedo
adivinar
el
futuro,
voy
a
hacerlo
lo
mejor
que
sepa,
voy
a
estudiar
lo
que
me
dé
tiempo,
si
suspendo
podré
soportarlo
aunque
no
me
guste,
puedo
aprender
de
mis
equivocaciones.
-‐
Practica
estos
pasos
de
forma
activa
tantas
veces
como
sea
necesario.
Para
ayudarle
puedes
coger
un
folio
y
dividirlo
en
dos
partes.
En
una
escribe
los
pensamientos
automáticos,
irracionales,
y
en
el
lado
contrario,
cambia
éstos
pensamientos
por
otros
más
racionales
y
lógicos,
más
positivos.
Por
ejemplo:
3.
Leer
detenidamente
cada
pregunta
del
examen
y
ten
claro
lo
que
se
te
pide
antes
de
responder.
5.
Contesta
primero
las
preguntas
que
estás
seguro
puedes
hacer
bien
(caso
de
que
podáis
elegir
entre
varias
preguntas)
y
decide
el
orden
en
el
que
vas
a
contestarlas.
Empieza
con
las
preguntas
más
sencillas,
lo
que
te
reforzará
y
hará
que
afrontes
con
mayor
seguridad
las
preguntas
más
difíciles.
Puedes
hacer
un
breve
esquema
con
la
información
que
quieres
escribir.
6.
Si
tienes
un
lapsus
o
te
quedas
en
blanco,
pasa
a
otra
pregunta.
No
te
angusties
y
si
es
necesario
práctica
la
respiración
abdominal.
Recuerda
que
esta
situación
dura
unos
minutos.
Si
consigues
controlar
la
ansiedad
no
tardaras
en
recuperarte
7. Pregunta al profesor aquellas dudas que te surjan durante el examen.
10.
Lee
y
repasa
con
atención
el
examen
antes
de
entregarlo.
Presta
atención
a
la
puntuación
y
a
la
ortografía.
11. Piensa en que tras el examen te podrás dar algún capricho.
ANEXO:
•
Lee
las
siguientes
formas
de
actuar
y
puntúalas
según
estén
más
o
menos
de
acuerdo
con
tu
actuación.
Puntúa
lo
que
haces,
no
lo
que
piensas
que
deberías
hacer.
Has
visto
cómo
puedes
mejorar
tu
preparación
y
tu
forma
de
actuar
ante
los
exámenes.
Como
también
conoces
cuáles
son
tus
defectos,
haz
un
plan
personal
de
mejora.
Es
sólo
para
ti,
pero
el
hecho
de
escribirlo
te
facilitará
su
cumplimiento.
¿Cuántos
propósitos
de
enmienda
hacemos
que
luego
nunca
recordamos?
Así,
cada
vez
que
lo
veas,
recordarás
que
una
vez
prometiste
hacer
algo.
1. Mi mayor dificultad a la hora de preparar los exámenes es:
.........................................................................................................................
.........................................................................................................................
2.
Para
corregirla
me
propongo:
.........................................................................................................................
.........................................................................................................................
3.
A
la
hora
de
hacer
el
examen
tengo
dificultades
en:
.........................................................................................................................
..........................................................................................................................
4.
Para
corregirlo,
me
propongo:
.........................................................................................................................
• Suspirar
relajadamente,
con
cada
espiración
un
suspiro
que
nos
relaja
cada
vez
más.
• Nuestro
cuerpo
como
un
fuelle:
con
la
espiración
nuestro
tronco
se
va
flexionando,
nuestros
brazos
cuelgan.
Con
la
necesidad
de
volver
a
inspirar
nuestro
cuerpo
se
va
estirando.
OTRAS TÉCNICAS:
• Pasos
a
seguir:
• Flexionar
muñeca
unos
segundos.
Extender
muñeca.
• Flexionar
codo.
Extender
codo.
(Repetir
pasos
con
el
otro
brazo).
• Flexión
dorsal
del
pie.
Flexión
plantar.
• Flexión
de
rodilla.
Extensión
de
rodilla
(Repetir
con
la
otra
pierna).
• Contraer
abdomen
durante
unos
segundos
y
seguidamente
relajarlo.
• Llevar
los
hombros
hacia
atrás
y
seguidamente
relajarlos.
• Levantar
(encoger)
hombros.
Soltar.
• Presionar
cabeza
hacia
atrás
unos
segundos
y
seguidamente
relajar
• Flexión
lateral
de
cuello
y
seguidamente
relajar
• Levantar
las
cejas.
Fruncir
el
entrecejo.
Relajarse.
VISUALIZACIÓN GUIADA:
• Evocamos
una
escena
relajante
ahondando
en
las
sensaciones
de
calma
que
nos
produce
a
través
de
nuestros
sentidos:
una
playa,
un
jardín,
una
noche
de
verano…
Se
pide
a
la
persona
que
sienta
los
detalles,
los
rayos
del
sol,
la
hierba
entre
los
dedos,
los
olores,
el
ruido
del
agua,
el
sonido
de
los
pájaros,
la
brisa
suave,
arena
en
los
pies…
haciendo
hincapié
en
las
sensaciones
de
relajación…
• :"
Camino
por
un
sendero
del
bosque…
una
mañana
de
primavera,
la
temperatura
es
agradable…
los
rayos
de
sol
entre
las
ramas
de
los
árboles,
camino
sin
prisas
disfrutando
del
paisaje…los
pájaros
vuelan
pasando
de
un
árbol
a
otro,
llego
a
un
claro,
me
siento
en
la
hierba,
noto
la
hierba
entre
mis
dedos,
miro
al
horizonte..."