Autoestima en La Niñez

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AUTOESTIMA EN LA NIÑEZ

Dentro de los diferentes temas que la psicología infantil trata, la autoestima infantil
despierta cada día mayor interés, tanto para los profesionales como para los padres.
De hecho, todos somos conscientes de que un/a niño/a que tiene una autoestima
elevada aprende y se desarrolla en armonía. Y, por otro lado, cuando los/as niños/as
tienen o sienten poca valía de sí mismos/as, pueden llegar a sufrir depresión, timidez,
anorexia o, en la adolescencia, inclinación al abuso de sustancias.

¿Qué es la autoestima infantil?

La autoestima infantil es el valor que un infante siente o percibe de sí mismo/a. Si es


muy pequeño/a todavía no tiene una conciencia razonada sobre ello, sin embargo, es
capaz de sentirse seguro/a, de aprender sin un exceso de miedos y de desarrollarse
adecuadamente respecto a su edad. Progresivamente, conforme el/a niño/a va
creciendo, va tomando conciencia del valor que tiene para sí mismo/a de manera más
consciente.

Cuando el infante se quiere a sí mismo/a, significa que se acepta, de manera que sus
relaciones con los/as demás son satisfactorias. En definitiva, es el resultado de su
temperamento en interacción con el entorno en el que se desarrolla.

¿Cuál es la importancia de fortalecer la autoestima infantil?

Dada la importancia que tiene este elemento en el desarrollo infantil, es vital estimular a
los/as pequeños/as. El grado de aprendizaje está, en muchas ocasiones, limitado por
una baja autoestima, por lo que, para poder ayudar a una persona en su etapa infantil a
crecer sana, hay de proporcionarle herramientas para que tenga un elevado concepto
de sí misma. De esta manera, si un/a niño/a logra eso va a sentir:

– Que es capaz de hacer cosas y se siente seguro/a al hacerlas.

– Que importa tanto a los/as demás como a sí mismo/a.

– Que aprender es algo valioso.

– Facilidad de pedir ayuda sin sentirse menospreciado/a.


– Responsabilidad de sus acciones.

– Capacidad de comunicarse y relacionarse adecuadamente, según su edad.

Estas son manifestaciones realmente importantes, ya que si no se cumplen no


consiguen confiar en sí mismos/as, pero tampoco en los/as demás. Por este motivo,
ayudarlos/as a crecer sanos/as es, también, ayudarles a crecer con buen concepto de
sí mismos/as.

¿Cómo saber si un/a niño/a tiene baja autoestima?

Detectar la sensación de baja valía de en un infante es fundamental para poderle


ayudar. Se puede enumerar un grupo de comportamientos tipo, pero hay que tener
presente que cada persona debe ser evaluada de manera individual para conocer su
situación personal. Algunos aspectos a tomar en cuenta son:

– Timidez o incapacidad de comunicar sus necesidades.

– Dificultades para ser creativos/as.

– Conductas agresivas o distantes con compañeros/as, profesores/as y padres y


madres.

Estas son las claves fundamentales para construir los pilares emocionales y de
comportamiento.

¿Cómo trabajar la autoestima de los/as niños/as desde la escuela y desde casa?

Lo difícil de trabajar este aspecto radica en que no es una asignatura, no es un


comportamiento concreto y no se enseña en una clase. En realidad, se va
construyendo durante toda la infancia. Su base son las relaciones con los/as demás,
sobre todo, las personales, la aceptación y la confianza por parte de los/as
cuidadores/as, familiares y educadores/as.

Estrategias útiles

Tanto en el aula como en casa, la actitud de las personas que los/as acompañas y
enseñan es fundamental. Algunas de las estrategias o directrices a seguir podrían ser
las siguientes:
– Realizar una escucha activa en todo momento.

– Tomar en serio sus emociones y sentimientos.

– Reforzar con actividades que les agraden y les apasionen.

– Ofrecerles nuevas oportunidades de hacer actividades.

– Dejarles tomar decisiones adecuadas para su nivel de desarrollo: deben aprender a


elegir y a afrontar riesgos.

– Ser ejemplo y ayudar a afrontar los fracasos. No siempre se gana, es importante


participar y pasarlo bien.

– Enseñar a solucionar sus problemas. Eso sí, ayudar con herramientas que le den la
posibilidad de lograrlo.

– Reforzar positivamente sus iniciativas, sus éxitos, su toma de decisiones, su solución


a un problema, sus esfuerzos en deportes y estudios…

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