Características de Los Virus Fitopatógenos
Características de Los Virus Fitopatógenos
Características de Los Virus Fitopatógenos
Morfología
Los virus de las plantas tienen formas y tamaños diversos, pero a menudo se describen como
varillas rígidas o filamentos flexibles, rhabdovirus (en forma de bacilo) y esféricos (isométricos o
poliédricos).
La mayoría de los virus que infectan a las plantas son virus de genoma dividido, pues tienen dos
o más bandas distintas de ácido nucleico encapsuladas en partículas de diferente tamaño formadas por
las mismas subunidades proteicas.
Transmisión
Son transmitidos de planta en planta mediante diversas formas como la propagación vegetativa,
mecánicamente a través de la savia y por medio de semillas, polen, insectos, acaras, nematodos, la
cuscuta y los hongos.
Sintomatología
El más común y en ocasiones el único tipo de síntoma es una tasa de crecimiento menor de la
planta, lo cual causa varios grados de enanismo o achaparramiento de toda la planta. Al parecer casi
todas las enfermedades virales ocasionan cierto grado de disminución en el rendimiento total y que el
período de vida de las plantas infectadas se acorte. Los tipos más comunes de síntomas que producen
las infecciones virales sistémicas son los mosaicos y las manchas anulares. Una gran cantidad de otros
síntomas virales menos comunes incluyen achaparramiento, enanismo, enrollamiento foliar,
amarillamientos, roya, sarna, enación, tumores, picadura del tallo, picadura del fruto, aplanamiento y
deformación del tallo. Estos síntomas pueden manifestarse aunados a otros que aparecen en otras
partes de la misma planta.
Para que un virus infecte a una planta, primero debe existir una lesión en la célula para que
pueda entrar en ella o ser “infectados” en ellas atreves de insectos vectores. Pasar de una célula a otra y
propagarse por la mayoría de las células en las que se mueve. En su traslado de una célula a otra, los
virus se desplazan a través de los plasmodesmos que unen a las células adyacentes. Sin embargo,
parece ser que los virus no se mueven a través de las células parenquimatosas a menos que las infecten
y se propaguen en ellas, dando lugar a una invasión constante y directa de célula a célula. En las células
parenquimatosas de la hoja, el virus se desplaza aproximadamente 1 mm o a un ritmo de 8 a 10 células
por día.
Aunque algunos virus parecen restringirse más o menos a un movimiento de célula a célula a
través del parénquima, se sabe que una gran cantidad de ellos son transportados con rapidez a grandes
PABLO MIGUEL BARRERA GONZAGA
distancias a través del floema. El transporte de esos virus por el floema se lleva a cabo con bastante
rapidez en los tubos cribósos, por los que se mueven con una velocidad hasta de 15 cm en los primeros
6 minutos. Cuando el virus ha entrado al floema, se mueve con rapidez hacia las zonas en proceso de
crecimiento (meristemos apicales) o hacia otras regiones de la planta donde se utilizan los aumentos,
tales como los tubérculos y los rizomas.