Inversores 1 y 2
Inversores 1 y 2
Inversores 1 y 2
La Bolsa de Comercio de Buenos Aires es la bolsa más antigua del país. Inició sus operaciones en 1854.
En 1929 se creó el Mercado de Valores de Buenos Aires (MERVAL), como una institución adherida a la
Bolsa de Comercio.
Esta estructura fue particular de la historia de nuestro país durante muchos años, durante los cuales
contábamos con dos instituciones que daban vida al mercado de capitales. Tuvimos mercados de
valores adheridos a bolsas de comercio; mientras que en el resto del mundo el mercado de valores se
llamaba Mercado de Capitales o Bolsa, pero en general se trataba de una sola institución en la que se
concretaban las negociaciones con valores negociables.
Con la sanción de la Ley 26.831 en el año 2012, denominada “Ley de Mercado de Capitales” (LMC), se
produjo un cambio relevante en la estructura de funcionamiento del mercado de capitales, tendiente a
ponerlo en sintonía con un esquema más simple, como el vigente en el resto del mundo.
En este marco, es importante recordar que el mercado de capitales es el ámbito regulado donde
compradores y vendedores se encuentran para intercambiar y negociar activos financieros, a través de
un intermediario especializado, todo bajo la supervisión de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En las economías del mundo existen empresas o gobiernos que necesitan financiamiento para sus
proyectos y, para esto, emiten valores negociables que pueden ser acciones o bonos, entre otros.
Dichos valores negociables pueden ser adquiridos por los inversores en el mercado de capitales, a
través de un intermediario especializado que opera por cuenta y orden del inversor.
En nuestro país, este intermediario se denominó “agente de bolsa” mientras estuvo vigente la antigua
Ley Nº 17.811 (denominada “Régimen de Bolsas y Mercados de Valores”) que fue derogada por la Ley
de Mercado de Capitales. Con la nueva Ley, estos intermediarios pasaron a denominarse Agentes de
Liquidación y Compensación (ALYC); no obstante, algunas veces el término agente de bolsa se emplea
en la práctica para identificar a un AlyC.
¿Qué es la CNV?
La CNV funciona bajo la órbita del Ministerio de Economía de la Nación y es el encargado de aplicar y
controlar el cumplimiento de la Ley de Mercado de Capitales.
La CNV fue creada en 1968 por la Ley de Oferta Pública (Ley 17.811) y actualmente se rige por el
marco normativo conferido por la Ley de Mercado de capitales (26.831) y las modificaciones
introducidas por Ley de Financiamiento Productivo (27.440).
Su objetivo es supervisar, promover y desarrollar este mercado. Ayuda a garantizar que las
operaciones sean transparentes y seguras fiscalizando y controlando a todos los participantes.
Acompañar con la modernización de los sistemas y procedimientos los desafíos que imponen los
avances tecnológicos.
¿En qué tipo de renta se puede invertir?
Una de las primeras clasificaciones que realizamos sobre los instrumentos que cotizan en el mercado
de capitales se refiere al tipo de renta que nos proporcionan. Podemos distinguir entre instrumentos
de renta fija e instrumentos de renta variable.
Los instrumentos de renta de variable conllevan una mayor exposición al riesgo y, por lo tanto, la
posibilidad de obtener mayores retornos. La decisión respecto de invertir en un instrumento de renta
fija o renta variable dependerá del riesgo que estemos dispuestos a asumir, del horizonte de
inversión y de nuestro objetivo de retorno, estas tres variables definen el perfil del inversor.
La principal diferencia entre estos dos grandes grupos de instrumentos financieros está relacionada
con la naturaleza del flujo de fondos que recibirá el inversor. Este flujo de fondos futuros sirve para
determinar o estimar la rentabilidad de la inversión.
En el caso de los instrumentos de renta fija, decimos que los flujos de fondos futuros son predecibles
y estimables al inicio de la inversión. En el caso de los instrumentos de renta variable los flujos de
fondos futuros son inciertos y dependerán del resultado de un negocio.
Por otro lado, el riesgo es la incertidumbre asociada a las inversiones, un factor que puede hacer que
la rentabilidad sea mayor o menor a la esperada.
Otro indicador importante a tener en cuenta cuando evaluamos las diferencias entre los retornos y
los riesgos de las diferentes alternativas de inversión es el horizonte temporal de las mismas, ya que
muchos activos tienen tiempo mínimo o recomendable de permanencia.
Entre los instrumentos de renta fija, se destacan los bonos públicos y las obligaciones negociables o
bonos corporativos, aunque también forman parte de este grupo de inversiones otras operaciones,
como las cauciones y los pases.
Tanto la forma de pago de los intereses como de la amortización del capital de los activos de renta
fija se pactan al momento de emitirlos y si se trata de bonos, estos términos quedan plasmados en
un documento denominado prospecto de emisión.
¿Qué es un inversión en Renta Variable?
Los instrumentos de renta variable, por el contrario, son instrumentos cuya rentabilidad futura, si
bien podemos estimarla, su cálculo tiene asociado un mayor nivel de incertidumbre. Generalmente
son activos de mayor riesgo, ya que no está garantizada la rentabilidad ni el recupero del capital
invertido.
Algunos de los instrumentos que forman parte de este grupo son las acciones y los certificados de
depósito argentinos o CEDEARs, entre otros.
El rendimiento de los activos de renta variable depende de la rentabilidad del negocio de una
empresa o de un fondo de inversión (dependiendo del activo de renta variable que se trate); el
retorno del referido negocio a su vez se ve condicionado por variables tales como el nivel de las tasas
de interés del mercado, la tasa de inflación, la coyuntura, entre otros, como así también por las
expectativas de los inversores sobre estos instrumentos.
La cotización de los CEDEARs en pesos, además, dependen del tipo de cambio, ya que se trata de
certificados de depósitos argentinos sobre activos que cotizan en mercados extranjeros. Estos activos
pueden ser Acciones o Exchange Traded Funds (ETF).
La renta variable está dirigida para inversores que son capaces de tolerar mayores riesgos con el
objetivo de obtener mayores ganancias, por eso es más indicada para inversores con perfil inversor
de tipo moderado y/o audaz.
Son una alternativa de inversión para quienes busquen una relación riesgo/rentabilidad intermedia
entre las que ofrecen las alternativas de renta fija y de renta variable. Es un tipo de renta encontrado
en ciertos fondos comunes de inversión. Esta clasificación indica que dentro de la cartera de activos
que compone el fondo, encontramos activos de renta fija y activos de renta variable.
El porcentaje de capital invertido en activos de renta fija y de renta variable dentro de un fondo de
renta mixta depende del objetivo y de la estrategia que tenga el fondo de inversión. Los fondos de
renta mixta son indicados para diferentes perfiles de inversores y son una buena opción para
diversificar la inversión, combinando expectativas de rentabilidad superiores a las de la renta fija, sin
asumir todo el riesgo que implica invertir todo el capital en renta variable.
¿Qué es y cómo se define el Perfil del Inversor?
Cuando hablamos de perfil de inversor hacemos referencia al perfil de riesgo que tiene cada una de
las personas que invierte en el mercado de capitales.
El perfil de inversor se define a partir de ciertas características que tiene cada uno: edad,
conocimiento de los instrumentos de inversión, capacidad de ahorro, experiencia invirtiendo y grado
de aversión al riesgo, entre otros.
Existen tres tipos de inversores: el perfil conservador, el perfil moderado y el perfil audaz. La principal
característica que diferencia un perfil de otro es la tolerancia al riesgo que presenta cada individuo.
Perfil Conservador
Este perfil de inversor desea formar una cartera conservadora con instrumentos financieros que
tengan bajo riesgo, para así mantener el valor del capital y no sufrir pérdidas.
Este tipo de inversión genera ganancias apenas por encima de la inversión realizada, priorizando
estabilidad en el valor de sus inversiones y esperando un rendimiento modesto.
El inversor está dispuesto a perder poco o nada de dinero, esto puede ser por tener capital muy
limitado, contar con responsabilidades económicas o por rasgos de su personalidad.
Perfil Moderado
Este perfil de inversor busca el crecimiento de su capital a lo largo del tiempo. Tiene una aversión al
riesgo moderada, por lo tanto, está dispuesto a asumir variaciones del valor de su inversión a cambio
de incrementar su capital en el mediano plazo. Se mantienen en un nivel balanceado.
La cartera de estos inversores suele estar compuesta en su mayoría por títulos de renta fija, y un
pequeño porcentaje del capital puede estar invertido en instrumentos de renta variable, como las
acciones.
Perfil Audaz o Agresivo
Este perfil de inversor persigue altos niveles de rentabilidad en sus inversiones al posicionarse en
activos con mayor variabilidad de precio, en general, de largo plazo. Invertir en estos activos implica
un mayor nivel de riesgo. Las carteras de este perfil tienen una mayor participación en instrumentos
de renta variable y de productos derivados, como futuros y opciones.
Antes de comenzar a invertir, se recomienda realizar el test del inversor que nos definirá en cuál de
los perfiles predefinidos nos encontramos. De este modo, estaremos mejor preparados para
comenzar a invertir.
¿Qué es el Riesgo?
El riesgo es la incertidumbre asociada a las inversiones. El mismo es representado por la desviación
del rendimiento real de una inversión respecto de la rentabilidad esperada. Es importante destacar
que esta desviación puede ser positiva o negativa, es decir, una inversión puede rendir más o menos
de lo esperado.
Los activos menos riesgosos son aquellos cuyo rendimiento puede sufrir un leve desvió respecto al
rendimiento esperado del mismo. Por el contrario, los activos con mayor riesgo son los que se alejan
más del rendimiento medio, con la posibilidad de brindar mayores ganancias o pérdidas.
El riesgo es uno de los factores que debemos conocer a la hora de invertir para poder gestionarlo y
tener seguridad de que podemos sostener esa inversión.
Existen 3 tipos de riesgo. Estos pueden surgir por diversos motivos, en varios momentos y afectando
de diferente forma a cada instrumento del mercado.
Riesgo de incumplimiento o default: este tipo de riesgo está dado por la incapacidad total o
parcial de pago del emisor del valor negociable que representa la deuda. También está asociado a la
reprogramación de las fechas de pago pactadas de una deuda.
Riesgo de liquidez: Es la imposibilidad de hacer líquidos los activos que un inversor tiene en su
cartera. Esto se da por la falta de demanda en el mercado, donde el volumen de negociación es bajo.
En general, un inversor con perfil de riesgo agresivo ve en la volatilidad una oportunidad de inversión.
Las 2 mediciones más utilizados son: volatilidad histórica y volatilidad implícita.
La volatilidad histórica se calcula haciendo un seguimiento del rendimiento diario promedio, esto
ayuda a inferir el rendimiento futuro del activo. En el caso de la volatilidad implícita, se hace un
estimativo tomando en cuenta los movimientos del mercado y el valor actual de otros activos.
Entonces, en línea con la terminología internacional, podemos llamar “bolsas” o “mercados de
capitales” a estos ámbitos que cumplen la función de canalizar el ahorro de los inversores a la
inversión productiva, a través de un espacio regulado y transparente, donde las transacciones con
valores negociables son públicas y anónimas. Sin embargo, en la plaza financiera local resulta más
acorde al marco normativo de la Ley de Mercado de Capitales la denominación de “Mercado de
Capitales”.
Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA): Principal mercado bursátil de renta variable y renta fija, en
el que también se negocian derivados.
Mercado Abierto Electrónico (MAE): Mercado extrabursátil de valores donde intermedian los
bancos principalmente. Mercado mayorista de derivados cambiarios.
En el Mercado de Capitales hay emisores de valores que necesitan financiamiento e inversores que
tienen fondos y buscan obtener rendimientos. Los emisores de valores pueden ser empresas o
distintos niveles del Estado, mientras que los inversores pueden ser individuos o empresas.
Los emisores de valores son entidades que buscan financiar sus proyectos emitiendo valores
negociables en el mercado. Estos activos pueden ser: bonos, acciones, cauciones, cheques avalados,
fideicomisos financieros y muchos más.