Monografia Realidad Nacional
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CICLO:
IV
2022
INTRODUCCIÓN
En nuestra sociedad, el ser humano por naturaleza trabaja a diario para conseguir los
recursos económicos necesarios y solventar las necesidades básicas que tiene, sin
embargo, en ciertas ocasiones conforme va evolucionando sus ganancias y estas
necesidades, buscara tener propiedades que le permitan aumentar su patrimonio. Una
propiedad vendría a hacer el predio de dominio que tendrá esa persona a su nombre y
recaerán todos los efectos respecto a diversas acciones legales o financieras que la
persona podría realizar; esta propiedad no olvidemos que es en base de esfuerzo y
dedicación que la persona realiza para obtenerla.
Por otro lado, existen situaciones que generan conflicto con la propiedad, como
personas dentro de nuestra misma familia que nos quieren arrebatar esa propiedad
por ambición, basándose en preceptos legales y apersonándose a un juzgado para
que se cumpla exigencia; esa actitud de mala fe no solo se percibe en nuestros
propios seres queridos sino también en terceros que se adjudican de ser poseedores e
invaden un predio para obtener su propiedad de manera forzosa, cuando en ningún
momento existe un documento de enajenación o donación que demuestre que son
también propietarios. Por ello, es que en nuestro país existe diversas acciones para
solucionar este tipo de conflictos que recaen sobre una propiedad, que vendría a hacer
la acción petitoria y la reivindicatoria. La acción petitoria, se realiza dentro de figura
jurídica de herencia o sucesión, es decir, es cuando un heredero que esta fuera de la
sucesión, exige al otro heredero que si esta, que sea incluido dentro de ella y que se le
entregue los bienes que le corresponden por derecho, sin embargo, la reivindicatoria,
se entiende por la recuperación de un bien propio que ha sido arrebatado o despojado
de forma arbitraria por un tercero ajeno a vinculo o relación alguna.
1. CONCEPTO
Conforme se infiere del artículo 475 del Código Procesal Civil, los procesos
de conocimiento se tramitan ante los Jueces Civiles. En lo que corresponde
de competencia territorial, habrá que estar a lo dispuesto en las normas
generales de competencia previstas en el Capítulo I («Disposiciones
generales») del Título II («Competencia») de la Sección Primera
(«Jurisdicción, acción y competencia») del Código Procesal Civil.
Para Monroy Gálvez, citado por Pinedo, el proceso declarativo o de
conocimiento tiene como presupuesto material la constatación de una
inseguridad o incertidumbre en relación a la existencia de un derecho
material en un sujeto, situación que ha devenido en un conflicto con otro,
quien concibe que el derecho referido no acoge el interés del primer sujeto,
sino el suyo. (2016, p. 16)
Plazos
Artículo 478.- Plazos
Los plazos máximos aplicables a este proceso son:
1.- Cinco días para interponer tachas u oposiciones a los medios
probatorios, contados desde la notificación de la resolución que los tienen
por ofrecidos.
2.- Cinco días para absolver las tachas u oposiciones.
3.- Diez días para interponer excepciones o defensas previas, contados
desde la notificación de la demanda o de la reconvención.
4.- Diez días para absolver el traslado de las excepciones o defensas
previas.
5.- Treinta días para contestar la demanda y reconvenir.
6.- Diez días para ofrecer medios probatorios si en la contestación se invoca
hechos no expuestos en la demanda o en la reconvención, conforme al
Artículo 440.
7.- Treinta días para absolver el traslado de la reconvención.
8.- Diez días para subsanar los defectos advertidos en la relación procesal,
conforme al Artículo 465.
9.- Derogado
10.- Cincuenta días para la realización de la audiencia de pruebas, conforme
al segundo párrafo del Artículo 471.
11.- Diez días contados desde realizada la audiencia de pruebas, para la
realización de las audiencias especial y complementaria, de ser el caso.
12.- Cincuenta días para expedir sentencia, conforme al Artículo 211.
13.- Diez días para apelar la sentencia, conforme al Artículo 373.
Para los casos previstos en el tercer párrafo del Artículo 435, los plazos
serán de sesenta y noventa días, respectivamente.
“La norma hace referencia a los plazos para el emplazamiento, esto es, los
plazos que se aplican para el llamado al demandado para que comparezca
al proceso. No se trata de una citación sino de un emplazamiento. Si bien en
ambos casos se busca la comparecencia al proceso, difieren en que la
citación supone la presentación en un momento determinado (día y hora),
mientras que el emplazamiento lo hace en un plazo prefijado, por citar,
sesenta días de notificado el admisorio” (Ledesma Narváez, 2008, p. 590)
6. MEDIOS PROBATORIOS
La palabra Principio para algunos autores deriva del latín “Principium”, que
quiere decir Idea que Fundamenta, inicio de algo y para otros autores esta
palabra Principio deriva del griego Arche, que quiere decir generalidad. Por lo
tanto, desde el punto de vista etimológico se puede afirmar que la palabra
Principio dentro del Derecho Procesal Civil quiere decir Ideas que fundamentan
y generalizan el ejercicio regular de los actos procesales de las partes, para el
efectivo cumplimiento del debido proceso. Ahora bien, sobre la palabra
principio y su significado etimológico semántico existen diversas opiniones en
la doctrina comparada, para establecer un concepto es así como, por ejemplo,
en la Doctrina Procesal Civil de España encontramos que los “principios son
líneas directrices, líneas fundamentales o hilos conductores que dan al sistema
instituciones procesales que integran el derecho privado”. En el Derecho
Procesal Civil Colombiano encontramos que los Principios del Derecho
Procesal Civil son considerados como “ reglas generales del Derecho que
deben cumplirse conforme los tiene señalado ” En el caso Peruano es el
Maestro, Mario Alzamora Valdez, que define a los principios del Derecho
Procesal Civil diciendo que son “Conceptos de orden general que definen el
modo de ser del proceso en cuanto a la actividad de los sujetos que en él
intervienen y a sus relaciones “ Pues bien, de lo que se expone
precedentemente y de acuerdo a nuestra realidad social jurisdiccional se puede
decir que los Principios del Derecho Procesal Civil Peruano son “Son normas
vinculantes rectoras que orientan y dirigen el proceso civil haciendo uso de las
instituciones procesales pertinentes para resolver los conflictos e
incertidumbres que son motivo del debate del procesal para garantizar la
seguridad jurídica de la sociedad en conflicto. Los Principios del Derecho
Procesal Civil
Se encuentran diseñados en los 10 Arts. del T. P. del C.P. C desde el Principio
de la Tutela Jurisdiccional que es el primero, hasta el último que es el Principio
de Doble Instancia que es el Art. X. pasando por el Principio de Dirección e del
Impulso Procesal, el de Socialización, el Principio de Congruencia, el Principio
de Juez y Derecho y de Vinculación y Formalidad entre otros. Sin que esto
quiera decir que no existan otros Principios de coexistencia permanente en la
ejecución de los actos procesales, como lo es, en rigor el Principio del Debido
Proceso que es prevalente y que por su naturaleza es de Orden Supranacional,
porque garantiza la seguridad jurídica del proceso en general. El Código
Procesal Civil tiene 10 principios, y son los siguientes:
Este principio textualizado en el Art. III del T. P. del C.P.C. nos dice que “El
juez deberá atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver un
conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia
jurídica, haciendo efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad
abstracta es lograr la paz social en justicia. En caso de vacío o defecto en las
disposiciones de este código, se deberá recurrir a los principios generales del
derecho procesal a la doctrina y jurisprudencia correspondientes en atención a
las circunstancias del caso. Haciendo una interpretación sistemática del texto
glosado de este principio se tiene que el juez como director del proceso civil
tiene un motivo, meta o finalidad, respecto a la función de su competencia de la
que está investido jurisdiccionalmente. Esta función se relaciona con la de
resolver en forma concreta el conflicto de intereses puesto en debate
jurisdiccional y de esa coadyuvar a la finalidad abstracta que es la paz social
en justicia El juez tiene el imperativo de resolver el conflicto o la incertidumbre
planteada en el proceso jurisdiccional, haciendo uso de la legislación nacional
vigente, de la doctrina nacional y comparada y en el supuesto de no existir
norma o jurisprudencia, el juez crea su propia jurisprudencia y resuelve el
conflicto poniendo su criterio debidamente sustentado es decir plenamente
motivado, y de esa manera el juez cumple con resolver el conflicto aunque no
existe norma nacional aplicable al caso. He ahí la integración de la norma.
Este principio contenido el Art. V del T. P. del C. P. C., nos dice “La audiencia y
la actuación de los medios probatorios se realizan ante el juez, siendo
indelegables bajo sanción de nulidad. Se exceptúan las actuaciones judiciales
por comisión. El proceso se realiza procurando que su desarrollo ocurra en el
menor número de actos procesales, El juez dirige el proceso tendiendo a una
reducción de los actos procesales, sin afectar el carácter imperativo de las
actuaciones que lo requieran. La actividad procesal se realiza diligentemente y
dentro de los plazos establecidos, debiendo el juez, a través de los auxiliares,
bajo su dirección, tomar las medidas necesarias para lograr una pronta y eficaz
solución del conflicto de intereses o incertidumbre jurídica. La norma contenida
en el Art. V del T. P. del C. P.C. destaca varios principios, que a continuación
detallamos. Principio de inmediación. - Es un principio rector del proceso y
determina que el juez en su relación físico-personal directa con las partes con
motivo de las audiencias y actuación de loe medios probatorios conozca una
serie ponderaciones personales de las partes que le permitirá tenerlas en
cuenta al momento de resolver el conflicto o la incertidumbre en la resolución
final del proceso. Todo esto, sin perjuicio que como el juez todo lo tiene a su
alcance por ser el director del proceso, ya que en su diario trajinar y ejerciendo
el principio de inmediación, advierte y analiza el proceso a través de los actos
sucesivos donde cada acto es antecedente del que sigue, pero que tienen
relación entre sí en la medida que cada acto es un antecedente del que sigue.
Dentro de estas circunstancias, el juez ejercitando el principio de inmediación
todo lo valora, porque todo está dentro del campo jurisdiccional de su
competencia. Principio de concentración. -Este principio es un complemento
del principio anterior que se ha glosado y conforme al cual el proceso debe
realizarse dentro del menor número de actos procesales sin perjuicio de la
normal regularidad procesal de todos y cada uno de los actos. Es
concentración en la medida que algunas veces y según la naturaleza del
proceso en una sola audiencia se realizan varios actos como sucede por
ejemplo en la actuación de los medios probatorios, audiencia en la que se
ejercita la declaración de parte, la declaración de testigos, y la pericia.
Alzamora Valdez, al referirse a este principio afirma que “la concentración
impone como regularidad procesal que el juicio se desarrolle sin interrupciones,
que no proliferen las cuestiones incidentales y que la sentencia revele todo lo
que ha sido cuestión del debate procesal” Principio de celeridad procesal.-
Teniendo en cuenta que los procesos civiles se orientan a resolver los
conflictos de intereses, dentro de los plazos que la ley señala es porque existe
como finalidad suprema que la justicia sea oportuna y para ello basta que el
magistrado cumpla con los plazos que le señala la misma norma procesal,
como por ejemplo lo dispuesto en el Art.124 que dice que los decretos debe
expedirse dentro del segundo día de presentado el escrito y que los autos
deben expedirse dentro de los cinco días contados desde que el expediente
ingreso al despacho del juez, pues si esto se cumpliese la justicia sería ideal y
efectivamente se cumpliría con la perentoriedad que la misma norma procesal
lo dispone.
Este principio cifrado en el Art. VI del T. P. del C.P. C. textualmente dice “El
juez debe evitar la desigualdad entre las personas por razones de sexo, raza,
religión, idioma o condición social, política o económica afecte el desarrollo o
resultado del proceso” Este principio es la expresión del pensamiento
eminentemente político relacionado con la igualdad de las personas y los
individuos ante la ley. Desde el punto de vista del proceso civil, este principio
tiene vigencia real y lógica, por cuanto el magistrado durante el desarrollo del
proceso a través de sus resoluciones judiciales debidamente notificadas le da
oportunidad a ambas partes para que ejerciten el derecho que les corresponde,
por lo tanto, estamos frente s la responsabilidad del abogado que defiende el
caso, en la medida que es quien debe orientar para que el proceso sea activo
sobre la base de la acción y contradicción que lo prevé el Art. 3 del C. P. C. al
afirmar que la acción y contradicción procesal no tiene límites ni restricción
alguna para su ejercicio.
Este Principio declarado en el Art. VII del T. P. del C. P.C. dice “El juez debe
aplicar el derecho que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado
por las partes o lo haya sido erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá
del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido
alegados por las partes.” Este principio tiene dos orientaciones rectoras
totalmente definidas, por un lado, destaca la sabiduría del juez con relación a la
ciencia del derecho y por otro lado hace alusión al principio de congruencia
procesal. Con relación a la primera parte, se tiene que ser consciente que, por
el mismo hecho de ser juez, aquella persona tiene un imperativo insalvable
relacionado con la sabiduría del derecho. Ser juez implica un compromiso
consigo mismo que lo obliga a destacar como sujeto prevalente por su
sabiduría del derecho y las ciencias afines que coadyuvan a la solución de los
conflictos e incertidumbres. Ser juez significa una ubicación prevalente dentro
del contexto social por su ponderación de hombre justo aplicador de las
normas pertinentes a los casos del debate procesal, aunque las partes
procesales no lo han invocado, de tal manera que, ante el imposible de
resolver un caso no ubicado legalmente en el derecho nacional, irá a la
legislación comparada, a la doctrina, a la jurisprudencia ya sea uniforme o
contradictoria y, en el mejor de los casos, el juez como un erudito conocedor
del derecho crea su propia jurisprudencia a través de sus resoluciones
eminentemente motivadas, pero lo cierto y verdadero es que el caso debe ser
resuelto, tal como legisla el principio que se comenta. En fin, esta parte del
principio que se analiza destaca que lo esencial del proceso es restablecer el
imperio del derecho y de la justicia por encima de lo que las partes sustenten
en los fundamentos jurídicos y su pretensión ya que en aplicación del principio
iura novit curia, los jueces no está obligados a admitir el error en la premisa
mayor del silogismo motivado por la defectuosa subsunción del derecho que
invocan Con relación a la segunda parte del principio se destaca el principio de
congruencia procesal, es decir que el juez resuelve los conflictos y dilucida las
incertidumbres, pero solamente los que se relacionan con las que han sido
propuestas por las partes procesales, en el petitorio; pero jamás se puede
pronunciar sobre puntos no controvertidos por las partes. En el supuesto que el
juez se pronuncie otorgando derechos no reclamados, que otorgase mayores
derechos de los reclamados, o dejara de resolver algún derecho que ha sido
motivo del petitorio, la resolución emitida es nula, nulidad que puede acarrear a
la parte incongruente o según el caso a toda la resolución, precisamente
porque se ha generado: La ultrapetita. - Que se produce cuando el juez en su
sentencia o resolución otorga derechos que no han sido pedidos o solicitados.
La extrapetita. - Que tiene lugar cuando el juez en su resolución otorga un
derecho mayor al que se debate en el proceso. La citrapetita. - Que se genera
cuando el juez en su resolución deja de resolver algún punto controvertido y
que se solicitó su solución en el petitorio. El principio de congruencia. - De
acuerdo al Principio de Congruencia Procesal, los jueces no están obligados a
otorgar más de lo demandado o a dar cosa distinta a lo solicitado en la
pretensión ni mucho menos están facultados a fundar sus decisiones
jurisdiccionales en hechos no alegados por las partes. Lo precedentemente,
expuesto implica que el juez sólo debe pronunciarse con relación a las
alegaciones hechas por las partes ya sea en sus escritos o en su escrito de
postulación al proceso.
8.-Principio de gratuidad en el acceso a la justicia. -
Este principio contenido en el Art. VIII del T-P-del C.P. C. nos dice “El acceso
al servicio de la justicia es gratuito, sin perjuicio del pago de costos, costas y
multas establecidas en este Código y disposiciones administrativas del Poder
Judicial “. Haciendo un simple examen de la realidad judicial, este principio al
parecer constituye una utopía jurídica, si se tiene en cuenta que tan presto se
interpone una demanda se tiene que recaudar con los documentos que
acreditan el pago de los derechos de ofrecimiento de pruebas y las cédulas de
notificación. Pues bien, ¿dónde está la gratuidad? Haciendo una interpretación
sistemática y hermenéutica del Principio glosado debemos admitir que
efectivamente el acceso a la ajusticia es gratuito, en el sentido que acceder a la
tutela jurisdiccional no cuesta, porque quienes están a cargo de la
administración de la justicia son funcionarios debidamente rentados por el
Estado, pues ellos no cobran. En conclusión, el acceso a la justicia es gratuito.
Para entender el acceso gratuito a la administración de justicia, me permito
concordar este principio con el Principio de la Condena de Costas y Costas que
los sustenta el Art. 412 del C. P. C. norma privilegiada que dice “ El rembolso
de costos y costas del proceso no requiere ser demandado y es de cargo de la
parte vencida, salvo declaración judicial expresa y motivada de exoneración”
Como se podrá advertir quien paga los costos y costas del proceso es la parte
vencida en el proceso, y se da el caso que, quien ha sido vencida en un
proceso judicial, es porque ingresó al litigio por una causa justificada en agravio
del demandante. Concretamente se trata de la parte procesal que fue
emplazada porque no cumplió con la obligación asumida o en todo caso
porque interpuso una demanda sin motivo, es decir se trató de una pretensión
maliciosa. Si esto es así, legalmente por aplicación de las normas citadas las
que como principios son de estricto cumplimiento resulta que efectivamente el
acceso a la justicia es gratuito, pero para quien tiene el derecho, y no así para
quien es o fue culpable de los procesos judiciales. El que incumple con sus
compromisos, quien no cumple con sus obligaciones generando procesos
civiles inoficiosos debe y efectivamente paga, por lo tanto, para él no hay
gratuidad.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
● ARIAS SCHREIBER PEZET, Max (2011). Exégesis del Código Civil peruano de
● PALACIOS PAREJA, Enrique (2002). “La pretensión reivindicatoria: las dos caras
● PINEDO AUBIÁN, Francisco Martín (2016). “Comentario al artículo 475 del Código
Procesal Civil”. En: Código Procesal Civil comentado por los mejores
especialistas. Análisis y comentarios artículo por artículo, pp. 11-27.