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Roberto Stocco (Argentina) *

Derecho Procesal Internacional:


el Departamento de Cooperación Internacional
de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza
(República Argentina) como factor movilizador
de la asistencia judicial internacional.
Actualización

I. La provincia de Mendoza y el diligenciamiento de exhortos


internacionales
Este trabajo está referido al área de la cooperación jurisdiccional internacional,
con especial referencia al diligenciamiento de exhortos que se tramitan en los tribuna-
les de la provincia de Mendoza. La situación de la cual se parte es la necesidad de
implementar, en la justicia provincial, el dinamismo, la colaboración y la asistencia
que impone el cumplimiento de las distintas convenciones en la escena del Derecho
Privado Internacional actual.
A modo de referencia y en términos estadísticos, en la provincia se tramitaron a
lo largo de 1998 un total de 38 exhortos internacionales. Esta cifra incluye exhortos
pasivos y activos —esto es, exhortos recibidos de tribunales foráneos para ser trami-
tados en nuestra provincia, en el primer caso, y exhortos remitidos por jueces locales
para ser tramitados en el extranjero, en el segundo—. En esta cifra se incluyen los
exhortos tramitados en las cuatro circunscripciones en que se divide la actividad juris-
diccional del territorio provincial. Dicha cifra se elevó en el año 1999 a 65 rogatorias;

* Abogado. Juez de la provincia de Mendoza en el fuero de Pequeñas Causas. Coordinador del


DECI de la Suprema Corte de Justicia. Profesor de Derecho Internacional Privado en las Universidades
de Mendoza y de San Luis ([email protected]).
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en el año 2000 se llegó a 94, y en lo que va de este año 2001 se ha alcanzado la


suma de 80.
Un cambio decisivo se produjo a principios de 1998, cuando se advirtió, en el
primer mes de trabajo de tribunales, un abrupto aumento en el número de exhortos
internacionales a diligenciar, mucho mayor que el de años anteriores y cuya tramita-
ción carecía de implementación técnica adecuada.
Se comenzó haciendo un trabajo de relevamiento de datos, y las encuestas prac-
ticadas permitieron esclarecer un cuadro de necesidades de nuestros jueces en el tema
en cuestión. Daremos a continuación algunas premisas de la información relevada y
que confirma las siguientes dificultades: 1) existe dificultad en el juez para conocer
cuál es la normativa internacional vigente; 2) se han detectado dificultades en el cono-
cimiento y la aplicación de la normativa internacional en materia de cooperación judi-
cial internacional; 3) existe una tendencia a la aplicación del derecho propio, en reem-
plazo de la normativa internacional aplicable; 4) por lo general, los jueces no tienen la
convicción de que la cooperación judicial internacional constituye una obligación a la
cual el magistrado debe sujetarse; 5) existe mayor permeabilidad en los magistrados
jóvenes que en magistrados mayores en cuanto al desarrollo de la vocación de una
“magistratura cooperante”.

II. La puesta en marcha del Departamento de Cooperación Internacional


(DECI)
Partiendo del diagnóstico apuntado, la Suprema Corte provincial solicitó la
elaboración de un proyecto que contemplara la posibilidad de comenzar a dar
soluciones a estas dificultades. El proyecto presentado es obra del autor del pre-
sente trabajo y consistió en la creación de una oficina que se dio en llamar DECI.
Cabe en este punto distinguir que el desarrollo de nuestra actividad reconoce tres
etapas bien diferenciadas. La primera, desde abril de 1998 a noviembre del mis-
mo año, donde, si bien el DECI no había sido creado, se trabajó en colaboración
con el Superior Tribunal sólo con el aporte de fundamentar en un dictamen técni-
co la normativa internacional aplicable a cada caso. En la segunda etapa —esto
es, desde noviembre de 1998 hasta noviembre de 1999—, la vida del DECI se
institucionaliza como experiencia piloto y, mediante acordadas de la Suprema
Corte nos 15.498 bis y 15.501, se le atribuye una serie de funciones. La tercera
etapa comienza en noviembre de 1999, cuando, a través de la acordada n° 16.168
bis, la experiencia piloto se transforma en definitiva, dejando constituido al refe-
rido departamento como un organismo estable. Más recientemente se le han in-
corporado al DECI, mediante acordada nº 17.115, otras funciones relacionadas
con el seguimiento en materia de asistencia judicial internacional. Su actividad la
podemos sintetizar en los siguientes puntos:
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1. Dictamen fundado en materia de asistencia judicial internacional: Al


arribar un pedido de asistencia judicial internacional a la Suprema Corte para su dili-
genciamiento, el referido tribunal confiere una vista al DECI, el cual se expide, median-
te un dictamen fundado, acerca de la normativa internacional que resulte aplicable al
caso, según se trate de cooperación en primer, segundo o tercer grado. El dictamen
invoca la fuente internacional, es decir, ONU, CIDIP (Convenciones Interamericanas de
Derecho Internacional Privado, convocadas dentro del marco de OEA), La Haya, Mer-
cosur, Tratados de Montevideo, convenios bilaterales o convenios multilaterales. Se
cita además la ley nacional de ratificación. El mismo procedimiento es seguido para
los exhortos activos, es decir, cuando un juez provincial remite un pedido de asisten-
cia judicial internacional.
2. Control y seguimiento de los pedidos de asistencia judicial internacional:
La oficina realiza un seguimiento permanente de la tramitación que se le imprime a la
solicitud internacional, a través del continuo pedido de informes. Puede ocurrir que
en las mesas de entrada de los tribunales pueda “traspapelarse” o perderse la rogatoria
internacional diligenciada. Para tales casos, el DECI tiene dispuesto por acordada del
Superior Tribunal, ejercer el control de que el resultado de la rogatoria sea “adjuntado
y foliado” al expediente correspondiente, concluyendo de este modo su intervención
en la tramitación.
3. Capacitación de magistrados: El DECI ha iniciado desde el año 1999 un pro-
ceso de capacitación para jueces. Esta capacitación tiene dos objetivos: el primero
consiste en uniformar los criterios con que los magistrados deben elevar el pedido de
cooperación internacional en sus exhortos a la Suprema Corte, pues normalmente se
solicita asistencia internacional a otros tribunales sin cumplir con los requisitos indis-
pensables de procedencia en materia de cooperación, exponiendo de ese modo la
viabilidad del pedido y arriesgando la rogatoria a un posible rechazo; el segundo
objetivo apunta a concientizar al magistrado en que la cooperación internacional a
que hacen referencia las convenciones internacionales constituye una obligación legal
a la que el juez debe sujetarse y cumplir.
4. Base de datos para consulta: Se ha diseñado un soft informático que con-
tiene la normativa vigente del Derecho Internacional Privado convencional en sus
distintas fuentes. Esta base de datos ha sido ideada a partir de una verdadera nece-
sidad que tiene el magistrado de contar con una fuente de información actualizada,
confiable e imparcial, que le permita la consulta antes de resolver “su caso” interna-
cional.
5. Recopilación de datos estadísticos. El DECI ha instrumentado un registro del
movimiento de exhortos internacionales. En él se consignan datos tales como nombre
del tribunal requirente, nombre del tribunal requerido, objeto de rogatoria, fecha de
ingreso; se controla además el tiempo que transcurre entre que la rogatoria se solicita
y se devuelve diligenciada.
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6. Tramitaciones con el objeto de obtener celeridad en el diligenciamiento


de exhortos. En cuanto a la labor desarrollada en este aspecto, nos remitimos al
apartado 3 de la sección III infra.
7. Marco en que se desarrolla la experiencia. La experiencia que estamos des-
cribiendo tuvo el carácter de piloto hasta noviembre de 1999, oportunidad en que se
evaluó, a la luz de la actividad desarrollada, la viabilidad de una oficina permanente,
extremo que concretó la Suprema Corte provincial mediante el dictado de la acordada
n° 16.168 bis, por la que se institucionaliza en carácter de definitivo dicho organismo.
Es de destacar que el sometimiento de la experiencia “a prueba” desde sus comienzos
obedeció al criterio sostenido por la Corte en el sentido de que la creación de nuevos
organismos debe estar respaldada por un trabajo efectivo que justifique su creación.
Los datos estadísticos han permitido evaluar el creciente movimiento que se ha ido
verificando en la provincia de Mendoza

III. Análisis de la actividad desarrollada por el DECI


Respecto de la situación de partida, los avances verificados son los siguientes:
1. Capacitación de magistrados. Tal como se ha dicho, la capacitación se ha
iniciado para jueces, secretarios y prosecretarios de distintos fueros. Se han brindado
charlas informativas para jueces civiles, jueces penales y jueces de familia; se ha
previsto también la entrega de un material explicativo, especialmente diseñado, que
contiene los lineamientos generales para la confección de exhortos. Hemos dicho que
la capacitación se ha “iniciado” porque esta tarea deberá ser desarrollada en forma
sostenida y permanente. Adviértase, por otra parte, lo dinámica que resulta la materia,
habida cuenta de que los Estados muestran un comportamiento activo en la ratifica-
ción de convenciones internacionales.
2. Tramitaciones con el objeto de obtener celeridad en el diligenciamiento de
exhortos. El DECI ha logrado importantes avances en materia de celeridad para el dili-
genciamiento de exhortos. Puede resultar interesante el comentario de la situación ac-
tual con la República de Chile. El tráfico de exhortos internacionales entre Chile y la
provincia de Mendoza es muy frecuente. En la estadística del movimiento del año 1998,
de los 58 exhortos diligenciados en total, 44 correspondieron al tráfico con Chile. Habi-
tualmente, un exhorto, cuando sale de Chile para llegar a Mendoza, cumple el siguiente
trámite: el Supremo Tribunal de Justicia de Chile lo remite a la Embajada de Chile en
Buenos Aires; de ahí es remitido al Ministerio de Relaciones Exteriores argentino, Ofi-
cina de la Dirección de Asistencia Judicial Internacional (DIAJU), la cual lo envía al
Ministerio del Interior. Dentro de este Ministerio, el exhorto es dirigido a la Dirección
de Relaciones Políticas con las Provincias y Regiones, la cual a su vez lo reenvía al
Poder Ejecutivo provincial, Ministerio de Gobierno, que en definitiva lo remite a nues-
tra Suprema Corte. Todo este trámite dura, en promedio, entre tres y cuatro meses, y el
mismo tiempo se empleaba en la devolución de un exhorto diligenciado.
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Es en este punto donde el DECI ha logrado un avance, pues luego de distintas


reuniones con importantes funcionarios de la República de Chile se ha logrado poner
en vigencia vías de tramitación que, si bien están previstas en convenciones interna-
cionales, no estaban implementadas en los hechos. A modo de ejemplo, citamos para
el caso de “actos de mero trámite” la Convención de CIDIP 1°, de Panamá, de Exhor-
tos o Cartas Rogatorias, ratificada por ambos países, que en su artículo 4º permite la
vía consular. En la actualidad, y habiendo implementado la referida vía, el exhorto
vuelve al vecino país sin seguir el recorrido descripto. En efecto, una vez diligencia-
do se lo remite directamente al Consulado General de Chile, el cual lo devuelve, en
forma directa, a su país.
En el mismo sentido, cuando el tribunal requirente lo constituye un juzgado de
Mendoza, se instrumenta la vía diplomática, a través del Consulado General de Chile;
una vez diligenciada la rogatoria por el tribunal chileno, se lo devuelve por la misma vía.
Adviértase que, a valores concretos, hoy en día, implementando la vía consular,
se han reducido notablemente los tiempos de demora en la remisión de un exhorto, de
los tres o cuatro meses cuando pasaba por la autoridad central en Buenos Aires, a un
tiempo promedio de entre 30 y 45 días.
De este modo, Argentina cumple con sus obligaciones asumidas internacional-
mente y, a su vez, “actualiza la actitud cooperante”, principio inspirador de toda con-
vención internacional.
3. Los costos. La experiencia que estamos desarrollando en la provincia de
Mendoza, iniciada como piloto y luego institucionalizada como organismo estable,
no genera remuneraciones para ninguno de sus dos integrantes, coordinador y colabo-
radora —función que en los hechos desempeña la relatora de la Corte, Dra. Claudia
Rossetto—, pues dicha actividad se lleva a cabo en forma adicional a sus respectivas
tareas dentro del Poder Judicial. El trabajo en sí se desarrolla a través de soporte
informático con conexión a Internet, correo electrónico y un teléfono-fax. Como se
advierte, el DECI cuenta con los lineamientos para desempeñarse como una “oficina
virtual”. Si consideramos que los instrumentos tecnológicos que se utilizan están com-
puestos por el material que provee el Poder Judicial a todas sus dependencias —es
decir, computadoras y la disponibilidad de uso de teléfono—, puede concluirse que
esta experiencia tiene costo cero.

IV. Algunos casos. Breves comentarios


Este punto se ha incorporado con la finalidad de “exhibir” algunos casos que
avalan lo dicho en puntos anteriores:
1. Caso autos SC n° 61.358 in re “102/96 Sobre Declaración de Herederos ab-
Intestato del causante Don Maximiliano Moreno Pérez”. La juez del Juzgado n° 2 de
Primera Instancia de Cazorla (Jaén, España) solicita al juez de igual clase y compe-
tente, en la ciudad de Mendoza, República Argentina, que proceda a la publicación de
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edictos correspondientes a la Declaratoria de Herederos que se ventila en España y


que corresponde al señor don Maximiliano Moreno Pérez, español fallecido en Men-
doza hacia 1993. El DECI dictamina favorablemente al pedido de cooperación solici-
tado y, dado que no se remitió desde España el dinero para afrontar los gastos de una
publicación edictal extensa, directamente se dispuso que se presupuestaran los gastos
tanto en el Boletín Oficial como en un diario local y, cuando se obtuvo dicho dato,
sugirió a la Corte que anoticiara al tribunal remitente los montos, a través de una vía
rápida como el correo electrónico. Después de un tiempo breve, se recibió correspon-
dencia de los interesados en España, que acompañaron el dinero para afrontar los
gastos. Se publicaron los edictos conforme a lo solicitado y se devolvió el exhorto
diligenciado a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, dando cumplimiento a
lo solicitado.
Elemento a destacar: La reflexión que se quiere hacer notar en este caso es que
desde el DECI se intenta fomentar esta “cultura de poner en acto la actitud cooperante”
en el ámbito de la asistencia judicial internacional. Adviértase que debe desterrarse el
comportamiento —cuyos casos no faltan y su existencia es conocida— con el cual el
juez, en casos como el de marras, pueda rechazar el exhorto en razón de no haberse
cumplido con el pago de los gastos emergentes del diligenciamiento.
2) Caso autos SC n° 62.796 in re “Mora Becerra, Sergio Enrique y Carrasco
Méndez, Fresia del Carmen p/ Disolución de Matrimonio”, originarios de la Secreta-
ría Civil Juzgado de Copenhague, Dinamarca. Es el caso del divorcio de dos ciudada-
nos chilenos, casados en Dinamarca. El cónyuge continúa viviendo en dicho país y la
cónyuge vive en la actualidad en Mendoza, Argentina. Se solicita vía cooperación
internacional que se proceda a la citación de la demandada para que comparezca a la
audiencia prevista. El DECI se expide en autos e invoca la normativa internacional que
corresponde aplicar al caso, en la ocasión, Convención sobre Procedimiento Civil, de
La Haya, ratificada por ley nº 23.502 (BO 15-10-87).
Elemento a destacar: El exhorto ingresó a la provincia de Mendoza en fecha 8
de julio de 1999. Se ubicó a la interesada, se la notificó y se remitió el exhorto debi-
damente diligenciado a la Dirección de Asistencia Judicial Internacional en fecha 27
de julio de 1999. Ello implica que en menos de 20 días se cumplió con la rogatoria
internacional de cooperación con el referido país europeo.
3. Caso autos SC n° 61.546 in re “Messina Roberto Antonio c/Genco p/Ordina-
rio”, originarios del Sexto Juzgado Civil de la Ciudad de Mendoza. En el caso, la juez
requirente solicita al juez de la República de Chile que proceda a la citación de un
agente de Aduana y que se le practique interrogatorio conforme a un pliego de pre-
guntas. El DECI invoca en su dictamen la Convención de CIDIP 1° sobre Rendición de
Pruebas en el Extranjero, ratificada por ley nacional nº 23.481 (BO 22-04-87), de
Panamá, de 1975, y solicita se le imprima a este trámite vía diplomática a través del
Consulado General de Chile en Mendoza. El tribunal chileno rinde la prueba y lo
remite nuevamente a Mendoza, por la vía consular.
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Elemento a destacar: Este caso fue uno de los primeros en que se hizo valer el
artículo 11 del referido instrumento legal que autoriza la vía diplomática, evitando así
el lento sistema de la “vía autoridad central” en Buenos Aires.
4. Caso autos SC n° 62.474 in re “Agostinelli Montiel, Gloria, p/Alimentos”,
originarios del 2º Juzgado de Menores de Antofagasta, República de Chile. En el caso
en cuestión, el referido tribunal extranjero solicitó a la Justicia provincial de Mendoza
la fijación de una audiencia a fin de que se procediera a notificar al obligado alimen-
tario a comparecer a una audiencia a fijarse en la República de Chile. La fecha fijada
para la audiencia fue rechazada por las autoridades argentinas, en Buenos Aires, al
ingreso del exhorto, pues llegó al país en fecha 12 de enero de 1999 y la audiencia
había sido prevista para el 5 de enero del mismo año. Volvieron los autos al Tribunal
oficiante y se fijó una nueva fecha, pero ahora para el día 5 de octubre de 1999, a las
9:00 horas. El DECI emitió dictamen favorable invocando la Convención CIDIP 1°
sobre Exhortos y Cartas Rogatorias, de Panamá, 1975, ratificada por ley argentina
n° 23.503 (BO 16-10-87); en cuanto al trámite de legalización de firmas, además de la
Convención citada precedentemente, invocó el Convenio bilateral relativo a la Trami-
tación de Exhortos Judiciales, ratificado por ley nº 15.989 (BO 28-11-61). El tribunal
que resultó competente para el trámite fue el 2º Juzgado de Familia de la Ciudad de
Mendoza. Se fijó la audiencia y se citó a la persona; luego de la audiencia, se remitió
el exhorto debidamente diligenciado a la República de Chile a través del Consulado
General que acredita a dicho país en Mendoza.
Elemento a destacar: En el presente caso por alimentos, el DECI dictaminó de-
volver el exhorto por la vía diplomática, no obstante haberlo recibido a través del
Ministerio de Relaciones Exteriores, que es la autoridad central para la Convención
CIDIP referida. El dictamen tuvo en consideración evitar el riesgo de que el día de la
audiencia a realizarse en Chile, el Tribunal no tuviera en su poder el exhorto diligen-
ciado y, por ende, no saber si el deudor alimentario se notificó o no de la audiencia.
No obstante la vía utilizada en la remisión, se notificó al referido Ministerio el “cam-
bio de camino” en la devolución del exhorto, a fin de que tomara los recaudos en sus
registros; consecuentemente, se informó que el fundamento de la actitud adoptada
tuvo por objeto tutelar los supremos intereses del menor, acreedor de la obligación
alimentaria. Al poco tiempo, se recibió contestación del Ministerio de Relaciones
Exteriores informando que había anoticiado a la Embajada de Chile en Buenos Aires
la remisión del exhorto por la vía consular.

V. Alcance de la cooperación brindada


A modo de síntesis y a partir de datos estadísticos con que cuenta nuestro depar-
tamento, se ha brindado asistencia judicial internacional desde y para los tribunales de
Mendoza, con 22 países del mundo. Tan solo con el objetivo de pasar rápida revista a
los temas en que se ha brindado asistencia, pueden mencionarse: 1) solicitud de asis-
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tencia para simples notificaciones; 2) cartas rogatorias en las que se solicita la rendi-
ción de prueba informativa tanto en materia civil como en materia penal; 3) solicitud
de traba de medidas cautelares; 4) reconocimiento de sentencias extranjeras, especial-
mente en materia de disolución de vínculo matrimonial y en materia sucesoria —se
han presentado casos en que se ha recurrido a soluciones de “adaptación”—; 5) resti-
tución internacional de menores por vía del Convenio de La Haya (en estos casos, se
actúa como organismo facilitador del correspondiente trámite); 6) pedidos de extradi-
ción activos, a través convenios bilaterales y multilaterales; 7) solicitudes de cumpli-
miento de condena en el país de origen; 8) solicitudes de identificación de personas en
materia penal; 9) colaboración en actividad probatoria para investigación de delitos
de lesa humanidad, entre otros.
Especial mención merece la materia de alimentos internacionales, toda vez que
el DECI ha sido declarado autoridad central delegada para intervenir en las funciones
de “autoridad remitente e institución intermediaria” en la Convención de Naciones
Unidas sobre Obtención de Alimentos en el Extranjero, ley nº 17.156; dichas faculta-
des fueron conferidas mediante decreto provincial nº 1.444 de fecha 20 de agosto de
1999. Gran parte de los casos de alimentos se da con la República de Chile. Resulta
interesante al menos mencionar la experiencia desarrollada para casos de reclamación
de cuotas alimentarias que comprometen los intereses de los sectores más débiles de
la sociedad, en los que el acreedor alimentario se encuentra, por ejemplo, en Chile y
logra cobrar la asignación alimentaria desde su país, mediante el sistema de cajero
automático y de forma totalmente gratuita.
La asistencia judicial internacional dispensada se ha entablado con los siguientes
países: República de Chile, España, Italia, Estados Unidos de América, Australia,
Perú, Canadá, Paraguay, Bélgica, Japón, Suiza, Rumania, Alemania, Colombia, Islas
Gran Caymán, Francia, Méjico, Brasil, Bolivia, Dinamarca, Venezuela y Uruguay.

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