Jubilación y Pensiones. Más Allá Del Retiro - Libro Hernando

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 151

Jubilación y Pensiones:

Más Allá del Retiro


Cómo convertir tu pensión de
jubilación en el trampolín hacia una
vida activa, saludable y significativa

Autor: Hernando M. Herrero


1
INTRODUCCIÓN

«Lo único que una persona puede hacer durante ocho


horas diarias, día tras día, es trabajar. No puede comer, ni
beber, ni hacer el amor ocho horas diarias».

William Faulkner

Probablemente, Faulkner exageraba un poco. Es cierto que


también podemos dormir ocho horas diarias, y algunas personas
que conozco también son capaces de conversar, ver la televisión
o incluso jugar al golf durante ocho horas diarias.

Ironías aparte, Faulkner (ese escritor que era todo un ídolo


para los personajes de «Amanece que no es poco», la genial
película de José Luis Cuerda) nos transmite una verdad evidente:
necesitamos dedicar la mayor parte de nuestro tiempo de vigilia
a alguna actividad «productiva».

Por eso, actualmente está de moda el denominado «Síndrome


de la Jubilación», que afecta fundamentalmente a personas que,
por alcanzar una determinada edad, han dejado de trabajar, y se
encuentran con un montón de tiempo que ahora no saben en
qué emplear. Si eres una de estas personas, o si temes serlo, tengo
buenas noticias para ti. El tiempo que antes dedicabas a trabajar
por un salario y que necesariamente tendrás que ocupar, de una
forma u otra, en otras cosas, no es tanto como podría parecer. Si
eres de los que trabajaban 40 horas a la semana, que es el término
medio, eso supone apenas la quinta parte de tu tiempo (teniendo

2
en cuenta festivos y vacaciones), por lo que no tienes tanto
tiempo para rellenar como podría parecer.

Por otra parte, cuando digo que necesitamos emplear nuestro


tiempo en alguna actividad productiva, no quiero decir
«remunerada». La productividad no se mide sólo (ni siquiera
principalmente) en dinero. La actividad puede producir réditos
mucho más importantes que el dinero. Entiendo que cada uno
tendrá su escala de valores, pero en la mía, más importante que
el dinero son, por ejemplo: la familia, la salud, el amor de mi
pareja, el respeto de mis vecinos, el conocimiento, el disfrute de
la naturaleza, la tranquilidad de espíritu, por mencionar unos
pocos. Y ahora que no tenemos que dedicar el 20% de nuestra
vida a generar los ingresos para satisfacer nuestras necesidades,
podemos dedicar ese tiempo disponible para cultivar aquello que
nos hace más felices que el dinero.

La cuestión es encontrar eso que más valoras en tu vida, y


dedicar tu tiempo a aquella actividad que te genera réditos no
monetarios, pero significativos para ti.

Como dice la canción: «Tres cosas hay en la vida: Salud,


dinero y Amor».

La salud es fundamental, ya que tener un cuerpo y una mente


sana son requisitos indispensables para disfrutar mínimamente
de la vida. Por lo tanto, una parte importante de este libro la
dedicaremos a generar ideas sobre actividades que te pueden
generar alta rentabilidad en cuestiones de salud, mientras
3
disfrutas de la actividad. No se trata de sacrificarse por la salud,
sino de realizar actividades de las que disfrutas a la vez que
cultivas tu cuerpo y tu mente.

El dinero es la segunda pata del taburete. Doy por supuesto


que tienes una pensión suficiente complementada o no por otro
tipo de rentas (alquileres, planes de pensiones, u otras
inversiones), lo que te permite mantener tus necesidades básicas
cubiertas. Exploraremos cuestiones básicas de finanzas
personales para que llegar a fin de mes no sea un problema para
ti.

Por último, en el campo del amor, meteremos todo lo que


entra en el puro disfrute, aprovechando que tenemos salud
(física y mental) y una economía suficiente para que no nos
angustie el llegar a fin de mes. Porque hay muchos tipos de
amores: el amor a nuestra pareja, el amor a nuestra familia, el
amor a nuestros amigos, el amor al conocimiento…

Cómo utilizar este libro

Vamos a aclarar algo desde el principio: este libro no es un


manual de cocina que tengas que seguir al pie de la letra.
Tampoco necesitas leerlo de principio a fin como si fuera una
novela de suspense que no puedes soltar. Aunque, oye, si eso
sucede, no me quejaré.

4
Este libro es más como un menú de tapas en tu restaurante
favorito. ¿Interesado en las finanzas pero te duermes con la sola
mención de hacer ejercicio? Sáltate a la Parte II y devórala como
si fueras un glotón en una fiesta de bufet. ¿Ya eres un gurú de
las inversiones pero necesitas consejos sobre cómo mantener tus
articulaciones más flexibles que un contorsionista? Ve
directamente a la parte III, y si lo que te interesa específicamente
es cómo disfrutar más del sexo en esta época dorada de tu vida,
el capítulo 12 será tu primer destino. Este es uno de esos libros
en que cada capítulo es interesante y te va a aportar ideas
valiosas, pero puedes abordarlo según tus prioridades. Te
recomiendo que no te dejes ningún capítulo sin leer, pero puedes
hacerlo por orden de prioridad para ti. Si te sientes
particularmente rebelde, incluso podrías empezar por el final.
Quién sabe, quizás descubras que el último capítulo sobre
legados y más allá resuena contigo tanto como una guitarra en
un concierto de rock.

Si eres de los que les gusta hacer anotaciones, subrayar, o


incluso dibujar caricaturas en los márgenes, ¡adelante! No me
ofenderé. Este libro es tuyo para usarlo, abusar de él y, por
supuesto, para aplicar sus consejos como te plazca.

En resumen, este libro es como una navaja suiza en el


mundo de jubilaciones y pensiones. Úsalo como mejor te
parezca, y no te preocupes, no te vas a cortar en el intento.

5
PARTE I

PREPARATIVOS PARA LA JUBILACIÓN

6
CAPÍTULO 1: ANALIZA TU SITUACIÓN ACTUAL

Vamos a ponernos serios, pero no demasiado, que estamos


hablando de la jubilación, no de un funeral. El primer paso antes
de zambullirse en la piscina de la jubilación es saber en qué
profundidad te encuentras. No vayas a hacer un salto de clavado
en un charco.

Primero, vamos a hablar del tema que nadie quiere discutir


hasta que es inevitable: el dinero. ¿Cuánto tienes en ahorros?
¿Tienes alguna deuda colgando sobre ti como una nube de lluvia
en una boda al aire libre? Sacúdete los miedos y echa un vistazo
detallado a tus cuentas. Si los números te hacen querer correr y
esconderte, ¡espera un momento! Este libro te mostrará cómo
convertir ese pánico en un plan. Y si ya tienes un buen colchón,
¡excelente! Pero no te duermas en tus laureles; esos números
pueden trabajar más duro para ti que un burro en una mina de
oro.

¿Y qué hay de tu salud? A estas alturas, tal vez hayas


acumulado una colección de achaques y dolores que podrían
llenar un álbum de cromos. Pero no te preocupes; más adelante
en este libro encontrarás estrategias para estar tan en forma
como una zapatilla de deporte de edición limitada.

¿Tienes un plan, o eres de los que cree que la planificación es


solo para bodas reales y misiones a Marte? Ya sea que tengas un
esquema detallado o solo vagas ideas sobre cómo quieres pasar
tus días de jubilación, es hora de afinar los detalles. Imagina que
7
estás esculpiendo tu propia estatua: empiezas con un bloque de
mármol (tu vida tal como es ahora) y necesitas quitar todo lo que
no se parece a la obra maestra final.

En resumen, entender tu situación actual es como mirar el


GPS antes de un viaje por carretera. No quieres acabar en un
destino desconocido con el tanque de gasolina vacío, ¿verdad?
Entonces, coge tu lupa, tu sentido común y tal vez una copa de
vino (sí, te lo mereces), y averigua dónde estás parado ahora para
que puedas dirigirte hacia la jubilación como una estrella de rock
que entra al escenario.

Para navegar hacia un futuro brillante, primero necesitas


saber en qué puerto estás anclado. Entender hoy es el
primer paso para disfrutar el mañana

8
CAPÍTULO 2: PLANIFICACIÓN FINANCIERA – MÁS
ALLÁ DE LA PENSIÓN DE JUBILACIÓN

El dinero es ese tema que a menudo preferiríamos evitar como


si fuese un cuñado entrometido en una reunión familiar. Pero, si
vas a torear en la arena de la jubilación, mejor que sepas qué tipo
de toro estás enfrentando. No vamos a dejar que te pille
desprevenido y termines siendo el bombero torero.

Recibirás una pensión de jubilación, y eso es fantástico. Es


como tener una banda que toca «Cumpleaños Feliz» cada mes.
Pero, ¿y si quieres algo más que la melodía básica? ¿Y si quieres
fuegos artificiales, un coro de gospel, o, ya sabes, una vida en la
que puedas permitirte algo más que cupones de descuento y pan
de molde?

Tu estado financiero actual: La radiografía de tus finanzas

Sacar un papel y un lápiz nunca fue tan emocionante. ¿Estás listo


para hacer la radiografía de tus finanzas? No te preocupes, no
duele y no tendrás que quitarte la ropa. Esta radiografía te
permitirá ver a través de la neblina de números y encontrar el
camino claro hacia tu jubilación soñada.

Paso 1: Anota todas tus fuentes de ingresos. Haz una lista


detallada con el importe anual de cada una. ¿Eres más de Excel?
Mejor. Lo importante es que al final, todo sume.

9
Paso 2: Ahora es el turno de tus propiedades patrimoniales.
Desde tu casa hasta tu colección de sellos, pasando por tus
ahorros, acciones, fondos de inversión o planes de pensiones, y
las criptomonedas que guardas en esa billetera al resguardo de
Hacienda, anota todo lo que posees y su valor estimado. Algunas
cosas pueden no tener un valor monetario claro, pero pueden
ser valiosas de todas formas. Quizás tu colección de tebeos no
te permita comprar una casa en la Costa Brava, pero podrían
darte una agradable sorpresa en una subasta.

Paso 3: Suma todo y respira. Ahora tienes un panorama más


claro de tu situación financiera. Ya sabes con qué ingresos
recurrentes cuentas cada mes, y el colchón patrimonial con el
que puedes salir de un apuro.

Si aún no estás jubilado, puede ser que te des cuenta de que


estás más cerca de tu meta de jubilación de lo que pensabas.
Otros tal vez necesiten reajustar sus expectativas o planificar
nuevas estrategias.

Paso 4: Revisa este ejercicio al menos una vez al año. Tu vida


cambiará y con ella tus finanzas. Mantén tu radiografía financiera
actualizada como lo harías con tu salud.

Con esta radiografía en mano, ya no estás navegando a ciegas.


Ahora tienes una brújula que te guiará a través de los desafíos
financieros, te mostrará dónde necesitas hacer ajustes y te
ayudará a trazar un rumbo claro hacia un futuro más seguro y
cómodo.
10
Sobre el mejor uso del patrimonio personal (o de pareja si
eres de los que están en régimen de gananciales) hay tantas
posturas como personas. Sin embargo, las podemos agrupar en
dos:

a) Mi patrimonio está para utilizarlo sólo en caso de


necesidad, por imprevistos y, si no lo utilizo, legarlo a
mis herederos.
b) El patrimonio que he acumulado quiero disfrutarlo en
vida y, si es posible, expirar mi último aliento con la
cuenta a cero.

Si eres de los del primer grupo lo tienes fácil: cíñete a tus


ingresos mensuales recurrentes, y a ser posible llega a fin de mes
con saldo positivo en la cuenta del banco.

Si perteneces al segundo grupo te tocará afinar un poco más.


Como a las siete y media, hay que acercarse lo más posible, pero
no pasarse. Imagínate que consumes todo tu patrimonio antes
de pasar a mejor vida; tendrías que apretarte el cinturón justo
cuando menos conviene. Tampoco quieres palmarla sin haber
disfrutado de todo o casi todo lo que, con tanto esfuerzo, has
acumulado durante toda tu vida. Así que vas a tener que hacer
algunos cálculos.

¿Cuánto te queda por vivir? Bueno, eso solo la Providencia lo


sabe, así que tendrás que hacer una estimación. Por suerte, hay
una página web donde, en 5 minutos, podrás estimar tu
esperanza de vida (la tuya, con tus circunstancias personales
11
propias). No es palabra divina, pero te permitirá hacerte una idea
cabal de los años que te quedan por delante:

https://es.calcuworld.com/deporte-y-ejercicio/calculadora-de-
esperanza-de-vida/

Ahora, solo es cuestión de dividir el valor de tu patrimonio


por los años que tienes por delante y sumarlo a tu renta
periódica. Con ese dinero cuentas para gastar cada año, cada
mes, dada semana o cada día, según cómo hagas los cálculos.
Eso sí, te recomiendo realizar una actualización al menos una
vez al año, porque, como todo en esta vida, el cambio es la
norma, tanto en tu salud, como en tus circunstancias, como en
el valor de tu patrimonio. Haz los ajustes necesarios, y ya está.

Las inversiones y otros asuntos

De acuerdo, has estado ahorrando e invirtiendo toda tu vida para


cuando llegara la jubilación, y ya estás ahí. Sin embargo, las
inversiones son como una fogata en un campamento: hay que
seguir añadiendo leña y avivando las llamas para que no se
apaguen. No tienes que convertirte en el próximo Warren
Buffet, pero un poco de conocimiento financiero nunca hizo
daño a nadie.

Además de tu pensión, ¿has considerado otras fuentes de


ingresos? Que te hayas jubilado no significa que tus ingresos
deban limitarse exclusivamente a la pensión. Desde rentas por

12
alquiler de inmuebles que no utilices, hasta ingresos esporádicos
vendiendo en Wallapop las cosas que ya no utilizas, todo puede
contribuir a mejorar tu situación financiera, además de que
puede ser una forma interesante de emplear algo de tu tiempo.

No olvides tampoco la importancia de un buen plan fiscal.


Nada peor que ver cómo el gobierno se lleva un bocado de tu
pastel de jubilación porque no planificaste correctamente la cosa
impositiva.

En resumen, piensa en tu pensión de jubilación como en tu


dieta básica: necesaria pero no suficiente. Para realmente
disfrutar de esta etapa, necesitas los complementos, los extras, el
flan al final del menú. Porque la jubilación no debería ser un
tiempo para apretarse el cinturón, sino para expandir tus
horizontes.

«La buena planificación financiera no es sobre cuánto acumulas,


sino sobre cómo haces que cada céntimo cuente en la narrativa
de tu vida.»

13
CAPÍTULO 3: ¿ESTÁS PSICOLÓGICAMENTE
PREPARADO?

A todos nos han vendido el sueño de la jubilación con playas de


arena blanca y cruceros sin fin. Pero, un momento, ¿qué pasa si
la idea de estar en alta mar durante semanas te parece más un
castigo que un paraíso? ¿Qué tal si te seduce más una cabaña en
la montaña, una tarde en un museo o un taller de proyectos
manuales?

La jubilación no es solo una meta financiera o un marcador


de salud; es un estado psicológico. Imagina que tu mente es una
habitación que has estado amueblando durante toda tu vida.
Ahora tienes tiempo ilimitado para estar en ese espacio. ¿Te
agrada lo que encuentras ahí? ¿O es momento de remodelar,
quizás desechar ese incómodo sofá llamado «trabajo
insatisfactorio» para reemplazarlo por una confortable butaca de
«ahora sí puedo hacer lo que me plazca»?

Si la idea de tener tanto tiempo libre te inquieta, respira


hondo. No estás solo. Este libro será tu mapa para navegar en
las aguas emocionales, que pueden ir desde la serenidad hasta la
tormenta, porque pasar de una agenda apretada a días
completamente libres puede ser desconcertante.

Si te asusta la monotonía, aquí encontrarás una variedad de


ideas que mantendrán tu mente más activa que un barista en la
hora del café. ¿Te preocupa la soledad? Tenemos consejos que

14
harán que tu vida social florezca, sin necesidad de vivir en una
perpetua fiesta.

En definitiva, estar mentalmente listo para la jubilación es


similar a prepararte para una expedición. Sin el equipo correcto,
te espera un camino complicado. Pero con la preparación
adecuada, este capítulo de tu vida puede ser uno de los más
gratificantes. No es solo un descanso de la vida laboral; es una
oportunidad para vivir, tal vez por primera vez en mucho
tiempo, a tu propio ritmo.

«La jubilación no es solo un estado de cuenta bancaria, sino un


estado de ánimo; prepárate tanto en euros como en
emociones.»

15
CAPÍTULO 4: ELEGIR EL MOMENTO ADECUADO

Si ya te has jubilado puedes saltarte esta parte. Si no, es una


asunto de vital importancia. Decidir cuándo jubilarte es como
encontrar el momento justo para cosechar una fruta. Hazlo
demasiado pronto y te encontrarás masticando una experiencia
insípida, llena de «¿y ahora qué?». Hazlo demasiado tarde y te
arriesgas a encontrar una vida sobre madura que ya ha perdido
su dulzura.

Primero, olvídate de ese número mágico que todo el mundo


menciona: 65, 67, 70 o lo que sea. ¿Quién estableció esas reglas?
Probablemente alguien que aún guarda casetes esperando que
vuelvan a ser de utilidad. Tu edad es solo un número, y no
puedes dejar que los números te digan cuándo es el momento de
empezar a disfrutar del fruto de años de trabajo. Si tienes margen
de decisión (en mayor o menor grado, todos lo tenemos),
conviene que decidas por ti mismo cuándo es el momento
adecuado para tu retiro.

Pero, por supuesto, no es solo una cuestión de «sentirte listo».


Hay algunas señales tangibles que te dirán si estás en el punto
dulce del calendario de la jubilación. Por ejemplo, ¿tus finanzas
son un jardín bien cuidado o más bien una jungla salvaje? Si es
lo segundo, tal vez quieras agarrar el machete de la planificación
financiera antes de adentrarte en el matorral de la jubilación.

¿Y tu salud? Si te sientes más fresco que una lechuga, genial.


Pero si cada día en el trabajo lo vives como si estuvieses
16
arrastrando una carreta de bueyes, tal vez sea el momento de
considerar un cambio de ritmo. A estas alturas, tu bienestar
importa más que cualquier número en una hoja de cálculo o un
reloj de oficina.

No olvides también considerar a tu pareja, si tienes una, en


esta decisión. Jubilarse es un cambio de vida para ambos, y sería
bueno que estuvieseis en la misma página, o al menos en el
mismo capítulo. No querrás que uno esté leyendo el epílogo
mientras el otro todavía está en la introducción.

En resumen, elegir el momento adecuado para jubilarte es


como encontrar el momento perfecto para retirar un pastel del
horno. Demasiado pronto y está crudo; demasiado tarde y se
quema. Pero si encuentras ese punto justo, oh amigo, te espera
un festín delicioso que te hará olvidar todos los años que pasaste
amasando la masa.

Jubilarse no es cuestión de tiempo, sino de sazón; ni demasiado


verde para disfrutar, ni tan maduro que se pase el sabor.»

17
PARTE II

HABLEMOS DE FINANZAS

18
CAPÍTULO 5: CONOCE TUS OPCIONES FINANCIERAS

Si la parte I fue como esa primera cita donde haces preguntas


generales para conocer a la otra persona, considera que ahora es
el momento en el que te pones serio y le preguntas, «Oye,
¿quieres mudarte conmigo?» Pero en lugar de compartir un
espacio de 50 metros cuadrados, estás a punto de compartir el
resto de tu vida con una fuente de ingresos. Así que, querido
lector, ¿estás listo para dar el paso?

Si todavía estás planificando tu jubilación, esta parte es


fundamental. No te la saltes bajo ningún concepto. Si ya te has
jubilado, puede serte de ayuda para comprender mejor tu
situación financiera; quizás puedas aplicar algunas ideas para
mejorarla.

Primero, hagamos un repaso general. Existen diferentes tipos


de pensiones: la pensión pública, el plan privado de tu empresa,
tal vez incluso algún plan de pensiones o incluso esas
criptomonedas que guardas celosamente en una billetera fría.

La pensión pública actúa como el pilar fundamental en la


compleja arquitectura de tu jubilación, desempeñando un rol
similar al de los cimientos en la construcción de una casa. Estos
cimientos son absolutamente cruciales; dan solidez y seguridad a
toda la estructura. Pero igual que una vivienda requiere de
paredes, techo, y comodidades para ser verdaderamente
habitable y confortable, tu jubilación también necesita de otros

19
elementos financieros y emocionales para que puedas vivir esta
etapa de la vida con la plenitud que te mereces.

Entran en juego aquí tus planes de pensiones privados.


Piénsalo como ese costillar jugoso que has estado marinando y
cuidando durante años. Dependiendo de cuánto has contribuido
y cómo ha estado gestionado, este podría ser el plato principal
que haga que tu jubilación pase de ser una comida del montón a
un banquete cinco estrellas.

Y luego están las inversiones adicionales: bienes raíces,


acciones, bonos, y sí, incluso esas criptomonedas de las que solo
tú tienes la clave. Son como los aderezos y salsas en la mesa: no
son estrictamente necesarios, pero pueden convertir una comida
regular en una experiencia gastronómica memorable.

Ahora bien, la clave aquí no es simplemente saber qué


opciones tienes, sino entender cómo interactúan entre sí.
¿Cuánto recibirás realmente después de impuestos? ¿Cuánto
necesitas para mantener el estilo de vida al que aspiras?

En resumen, conoce tus opciones, entiende todas las


alternativas de que dispones, y luego, haz algo al respecto.
Porque en el mundo de las pensiones y jubilaciones, el
conocimiento no solo es poder; es la diferencia entre cenar
solomillo y caviar o sopas de sobre y latas de atún.

20
«La sabiduría en la jubilación no se mide en años vividos, sino
en las opciones exploradas; cuantas más puertas abras, más
senderos tendrás para caminar.»

21
CAPÍTULO 6: MAXIMIZA TU SITUACIÓN
FINANCIERA

¿Has oído hablar del cuento de la lechera? Es esa historia en la


que una mujer sueña con todas las cosas maravillosas que va a
hacer con el dinero que obtendrá al vender su leche; tan absorta
está en sus cábalas mientras camina con la lechera bajo el brazo,
que no ve una piedra en el camino, tropieza y la lechera se hace
añicos. No te preocupes, no vamos a derramar ninguna leche
aquí, ni literal ni figurativamente. Pero vamos a asegurarnos de
que esa «jarra de leche» que es tu pensión de jubilación se llene
hasta arriba. Y quién sabe, tal vez hasta nos sobre para hacer un
poco de queso.

Primero, revisa tus cotizaciones. En serio, hazlo ahora.


Bueno, no ahora, ahora, pero sí después de leer este capítulo.
Este es el fundamento de tu pensión pública. Es como la base
de una buena pizza; sin una buena masa, no importa cuántos
ingredientes le pongas encima, no será deliciosa. Asegúrate de
que has cotizado lo suficiente como para recibir una pensión
adecuada a tu situación particular. Y si no es así, averigua cómo
puedes compensarlo.

Luego tenemos las aportaciones voluntarias a los planes de


empresa. Si tu empresa ofrece un plan de pensiones con
aportaciones complementarias, estúdialo detenidamente. Es más
que probable que la aportación que requiera por tu parte genere
con el tiempo una rentabilidad extraordinaria, mucho mayor de

22
la que puedas aspirar a obtener en cualquier otra inversión
alternativa. La empresa complementará tus aportaciones, lo que
viene a ser una especie de sobresueldo diferido que, además,
generará rentabilidad a lo largo del tiempo. No solo estás
aumentando tu futura pensión, sino que a menudo estas
aportaciones están libres de impuestos. Así que, en cierto modo,
es como si el gobierno te estuviera dando un pequeño empujón
para que ahorres. No lo desprecies, hay pocos empujones que el
gobierno vaya a darte en tu propio beneficio.

Y finalmente, llegamos a las inversiones. Si eres de los que


disfruta de un poco de emoción financiera, aquí es donde puedes
jugar un poco. Sin embargo, no olvides que las inversiones son
como fuegos artificiales: emocionantes de ver, pero peligrosos si
no sabes lo que estás haciendo. Por lo tanto, si no eres un
experto en finanzas, es posible que desees contratar a uno. A
veces, invertir un poco en asesoramiento profesional puede
hacerte ganar mucho a la larga.

En resumen, maximizar tu pensión es como hacer una tarta


de tres chocolates: necesita una base sólida, capas generosas y un
poco de adorno para hacerlo realmente especial. Así que, ¿por
qué conformarte con un pastelito cuando podrías tener una obra
maestra de la repostería esperándote en tu jubilación?

Optimizar tu pensión de jubilación es como afinar un


instrumento: no lo haces para tocar una nota perfecta,

23
sino para componer una sinfonía de bienestar en tus años
dorados

24
CAPÍTULO 7: ERRORES QUE DEBES EVITAR

Aquí estamos, en el capítulo que podríamos llamar "La Casa del


Terror Financiero". Es como ese momento en una película de
suspense donde el protagonista camina por un pasillo oscuro y
todo el mundo en la sala de cine grita: «¡No entres ahí!». Bueno,
en este caso, soy yo quien te grita que no cometas estos errores
clásicos en tu plan de jubilación.

Primero en nuestra lista de horrores es el famoso «ya lo haré


mañana». Si piensas que la jubilación es un problema del futuro
y por eso no tienes que preocuparte ahora, lamento decirte que
el futuro tiene una tendencia molesta a convertirse en el
presente. Y confiar en que tu yo futuro se encargará de todo es
como esperar que una varita mágica solucione tus problemas.
Spoiler: no lo hará.

Segundo, no diversificar. Imagina que todo tu dinero está en


un barco. Ahora, imagina que ese barco se hunde. ¿Captas la
idea? Es bueno tener diferentes fuentes de ingresos e
inversiones. No pongas todos tus huevos financieros en una sola
cesta, porque si algo sale mal, te quedarás sin tortilla.

Tercero, retirar dinero de tu fondo de pensiones


demasiado pronto. Sabemos que puede ser tentador. Es como
ver un pastel de chocolate en la nevera y pensar: «Un
mordisquito no hará daño». Pero un mordisquito se convierte en
dos, y luego en tres, y antes de que te des cuenta, has dejado en
la nevera un hueco que no se va a rellenar solo. Con las
25
pensiones ocurre lo mismo. Un pequeño retiro aquí y allá puede
sumar una gran pérdida en el futuro.

Cuarto, no revisar tus planes con regularidad. La vida


cambia, los mercados fluctúan y lo que era una buena idea hace
cinco años puede que ya no lo sea. Así que, como en una buena
relación de pareja, la comunicación y el chequeo regular son
clave.

Quinto, y no menos importante, no buscar asesoramiento


profesional. No todos somos expertos en finanzas, y está bien
pedir ayuda. Es preferible invertir ahora un poco en buenos
consejos que afrontar pérdidas mañana por las malas decisiones
de hoy. La selección de un buen asesor financiero puede
significar una diferencia brutal en el capital final que logres
obtener de tus inversiones. Aquí van algunos criterios clave que
puedes utilizar para seleccionar a un buen asesor financiero:

Certificaciones y formación: Asegúrate de que tu asesor


tiene las certificaciones adecuadas. Es como ir al médico;
preferirías uno que tenga todos sus diplomas en la pared.

Experiencia relevante: La experiencia es el mejor maestro.


Busca un asesor que tenga experiencia en los tipos de servicios
que necesitas, ya que no querrás ser el conejillo de indias de
alguien.

Transparencia en las tarifas: Al igual que no te gustaría


comprar algo sin saber su precio, asegúrate de entender cómo y
cuánto te cobrará el asesor. Si el asesor dice que no te cobra por
26
sus servicios, huye como de la peste, ya que obtendrá sus
ingresos de los fondos donde invierta tu dinero. Y ya sabes,
«quien paga manda», y «no hay almuerzo gratis».

Disponibilidad y atención al cliente: Un buen asesor está


cuando lo necesitas, no solo cuando necesita algo de ti. Si no
puedes obtener una cita o no te devuelve las llamadas, es una
señal de alarma.

Buenas referencias y reseñas: Los antecedentes importan.


Si el asesor tiene un historial de clientes satisfechos y buenas
críticas, es una buena señal. Las referencias son parte del
currículum del asesor.

Filosofía de inversión alineada contigo: Asegúrate de que


tu asesor entienda tus metas y tenga una filosofía de inversión
que esté en sintonía con tus objetivos. Si eres un inversor de
perfil conservador y tu asesor te recomienda una y otra vez
inversiones «de riesgo, pero con alto potencial de rentabilidad»,
va a ser como viajar de copiloto en un rally con Carlos Sainz.

Habilidad para comunicar: Un buen asesor debe ser capaz


de explicarte conceptos complicados de manera que los
entiendas. Si te hace sentir como un idiota, una de dos: o no
quiere que te enteres o el idiota es él. Es hora de buscar en otro
lado.

Ética y honestidad: Un asesor financiero debería ser ético y


transparente en todas sus interacciones contigo. Si no puedes

27
confiar en él, ¿cómo vas a confiar en sus consejos sobre tu
dinero?

Flexibilidad: El mundo cambia, y tu asesor debe ser capaz


de adaptarse a nuevas situaciones y mercados. Un buen asesor
no es un «sota, caballo y rey».

Química personal: Tu asesor financiero es alguien con


quien tendrás que tener una relación cercana. Si no te sientes
cómodo con él o ella desde el principio, es poco probable que la
relación mejore con el tiempo.

Un error financiero puede ser el agujero negro que devora


tu futuro; evítalo antes de que altere tu órbita

28
CAPÍTULO 8: INVERSIONES Y AHORROS DURANTE
LA JUBILACIÓN

Ya te encuentras jubilado, y ahora te asalta una pregunta: «¿Qué


hago con todo este tiempo y con este dinero ahorrado?».
Tranquilo, no es el momento de una crisis existencial. De hecho,
es una etapa perfecta para ser un poco el James Bond del mundo
financiero. Eso sí, sin los martinis agitados, o al menos no antes
de tomar algunas decisiones financieras.

Primero, vamos a hablar de las inversiones conservadoras.


Puede que no sean emocionantes, pero son estables y seguras,
algo así como ese amigo que siempre está ahí para recogerte del
aeropuerto. Bonos del Estado, Letras del Tesoro, depósitos a
plazo fijo, y similares, entran en esta categoría. No esperes
hacerte rico con estas opciones, pero sí puedes contar con un
pequeño ingreso extra.

Si quieres un poco de picante en tu vida financiera, están las


inversiones de riesgo moderado. Piénsalo como ese amigo que
te lleva a aventuras de vez en cuando, pero que no te va a hacer
saltar en paracaídas sin un curso previo. Aquí entran algunas
acciones, bienes raíces y fondos de inversión. Obviamente,
como en toda buena aventura, hay riesgos, pero con una
investigación y asesoramiento adecuados, el riesgo puede valer
la pena. Asegúrate de que tu asesor financiero entiende el nivel
de riesgo con el que puedes dormir tranquilo cada noche.

29
Y luego, claro está, están las opciones de inversión más
arriesgadas. Estas son como ese amigo que siempre tiene una
idea loca, y aunque algunas pueden funcionar y ser divertidas,
también hay un riesgo real de que todo salga mal.
Criptomonedas, materias primas y ciertas acciones volátiles
entran en este grupo. Invierte solo si sabes lo que estás haciendo,
conoces bien los riesgos y puedes permitirte perder lo que
inviertes. Si el nivel de riesgo en este tipo de inversiones no te
deja dormir a pierna suelta por la noche, créeme, no merece la
pena.

¿Y qué hay de los ahorros en la cuenta bancaria? Bueno, tener


un fondo de emergencia es como tener un extintor en casa.
Esperas no tener que usarlo, pero si alguna vez lo necesitas, te
alegrarás infinitamente de tenerlo. La jubilación no te inmuniza
frente a los gastos inesperados, y un fondo de emergencia puede
ser tu tabla de salvación en esos tiempos difíciles.

En resumen, las inversiones y los ahorros durante la


jubilación son como un cóctel bien mezclado: un poco de esto,
un poco de aquello, y el equilibrio perfecto puede hacer que la
fiesta, o en este caso, tu jubilación, sea todo un éxito.

La jubilación no es el final del camino, sino un nuevo


paisaje financiero; quien siembra ahorros, cosecha
libertad

30
CAPÍTULO 9: LA IMPORTANCIA DE UN BUEN
SEGURO DE SALUD

Contratar seguros médicos y de accidentes en la jubilación no


deja de ser una decisión financiera. Tienen un coste, pero te
protegen de un descalabro económico en caso de que una
enfermedad o un accidente se presenten en tu vida.

Primero, hablemos del seguro médico. Si eres ciudadano de


un país con «sanidad universal y gratuita», como España, aquí
llevas cierta ventaja. No es que la sanidad sea estrictamente
gratuita, es sólo que se paga entre todos, pero bueno, lo que
viene a significar es que, aunque con largas listas de esperas para
según qué cosas, te van a atender si sufres alguna dolencia,
enfermedad o percance, sin llevarse por delante todos tus
ahorros. Algo es algo.

Si no es así, y tienes que procurarte por ti mismo un seguro


de salud, asegúrate de que tu plan cubra tanto tus necesidades
actuales como futuras. Es como comprar un abrigo: mejor que
sobre un poco a que falte, especialmente si enfrentas un invierno
especialmente crudo.

Luego está el tema de los gastos médicos no previstos. Estos


son como esos «cargos sorpresa» que se cuelan en una cena con
amigos, como el extra por el queso en las patatas bravas que
nadie recuerda haber pedido. Es mejor tener un fondo destinado
para estas eventualidad, porque no querrás discutir con la vida
sobre quién va a pagar la factura.
31
También es buena idea programar chequeos regulares.
Considera esto como la versión médica del mantenimiento del
coche. Sí, puede ser molesto y llevar tiempo, pero un pequeño
ajuste hoy podría evitar una avería total mañana. Y el coche, si
sufre una avería grave, tiene repuestos o puedes comprar otro.
Tu cuerpo no.

No te olvides de los medicamentos y tratamientos a largo


plazo. Esos pequeños frascos de pastillas pueden parecer
inofensivos, pero suman una factura considerable con el tiempo.
Asegúrate de incluir estos gastos en tu plan financiero, y de
hablar con tu médico sobre opciones más económicas si es
necesario. Créeme, hay medicamentos y tratamientos que tienen
la misma eficacia con la décima parte del coste, y tu médico lo
sabe.

Por último, pero no menos importante, es buena idea prever


la atención a largo plazo y contemplar contratar un seguro de
dependencia. A nadie le gusta pensar en llegar al punto en que
necesite ayuda para las actividades diarias, pero como ese
paraguas que llevas en el coche «por si acaso», es mejor tenerlo
y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo. Igual que con la
sanidad, hay países, como España, que dicen prestar atención a
la dependencia. Sin embargo, los requisitos para acceder a las
ayudas son tantos y la tramitación tan laboriosa que, cuando llega
la ayuda, muchas veces el beneficiario lleva meses criando

32
malvas. Mejor que tengas tú el control y no el gobierno o el
funcionario de turno.

En resumen, el tema de la salud en la jubilación es como hacer


una coreografía; requiere planificación, timing y un buen
compañero de baile (en este caso, un buen seguro y plan
médico). Mantén el ritmo, y tu jubilación será una danza fluida
en lugar de una serie de tropiezos y caídas.

Un buen seguro de salud en la jubilación es como un


paracaídas: no sabes cuándo tendrás que usarlo, pero si lo
haces, mejor que funcione bien

33
PARTE III

SALUD Y BIENESTAR EN LA JUBILACIÓN

34
CAPÍTULO 10: EJERCICIOS PARA MANTENERSE
ACTIVO

¡Bienvenido al club de la eterna juventud! ¿Qué, no lo sabías? La


jubilación es como esa segunda adolescencia que nunca tuviste
tiempo de disfrutar, pero ahora con sabiduría y, por qué no
decirlo, con algunas arrugas más. Deja el sofá y las series para
otro momento; ahora es cuando convertimos tus años dorados
en una era de platino.

¿Recuerdas cuando eras joven y pensabas que eras invencible?


Bueno, tal vez no lo seas ahora, pero definitivamente puedes ser
un superhéroe de la tercera edad. Este capítulo es tu manual para
no solo vivir, sino prosperar en la jubilación. Desde rutinas de
ejercicio que casi te convertirán en un contorsionista del Cirque
du Soleil, hasta cómo mantener tu cerebro más afilado que el
bisturí de un cirujano, lo tenemos todo.

Así que ponte cómodo, pero no demasiado; porque vamos a


sacudir un poco ese cuerpo y alma tuyos. ¡Al diablo con el
bastón, aquí vamos a necesitar zapatillas de deporte!

El ejercicio es esa actividad que prometemos empezar cada


Año Nuevo y de la que casi siempre nos olvidamos cuando llega
febrero. Pero aquí estás, en la dorada etapa de la jubilación, y
resulta que ahora sí tienes tiempo para tomarlo en serio.
¿Excusas? Las dejamos para cuando tengas que evitar a ese
vecino charlatán.

35
Primero, hablemos de caminar

Tranquilo, no te estoy pidiendo que te conviertas en un


excursionista empedernido que sube y baja montañas como si
fueras Edurne Pasabán o Juanito Oyarzabal. Me refiero a
caminatas moderadas que puedes hacer en tu vecindario o
parque local. No necesitas el equipo de un alpinista ni la
resistencia de un atleta olímpico para beneficiarte de esta
actividad. A veces, lo simple ofrece los resultados más
extraordinarios, como un aguacate en una tostada; no necesita
ser adornado para brindarte nutrición y placer.

Caminar es una forma de ejercicio que es amigable con las


articulaciones, accesible para casi todos, y que puedes realizar
casi en cualquier entorno, desde un sendero forestal hasta una
calle urbana. ¿No tienes mucho tiempo? No hay problema. Una
caminata de veinte minutos ya ofrece beneficios para el corazón
y el estado de ánimo. ¿Buscas más desafío? Aumenta la velocidad
o elige un terreno más difícil, como harías al añadir especias a tu
guacamole de aguacate para darle un poco más de vidilla.

Caminar es el aguacate del mundo del ejercicio, una actividad


tan versátil que puede ser tan fácil o tan difícil como quieras, con
la ventaja de que siempre aportará beneficios a tu salud, tanto
física como mental. Y al igual que el aguacate, una vez que
empieces a incorporarlo en tu vida, te preguntarás cómo pudiste
vivir tanto tiempo sin él. Así que, ata esas zapatillas y da ese paso.

36
Después de todo, como con un aguacate maduro, el mejor
momento para empezar es ahora.

Segundo, adentrémonos en el mundo del yoga y el pilates

Aquí, el arte de estirar y fortalecer se convierte en una


coreografía para tu bienestar. No te estoy sugiriendo que te
mudes al Himalaya y adoptes una vida monástica. Lo grandioso
del yoga y el pilates es que puedes practicarlos en la comodidad
de tu hogar, y sin necesidad de un arsenal de equipo
especializado. Con un tapete y quizás algunas bandas elásticas,
ya estarás listo para iniciar tu travesía hacia la flexibilidad y el
equilibrio. En Youtube encontrarás cientos de videos que te
ayudarán a empezar, aunque si puedes acudir a un centro
especializado, por cercanía y presupuesto, miel sobre hojuelas.
Una de las ventajas de estar jubilado es que en muchos sitios
existen programas públicos muy económicos para las personas
mayores.

Imagina tu cuerpo como una puerta antigua con bisagras


oxidadas. Puede que se abra y cierre, pero con un poco de
resistencia y quizás algún chirrido. ¿Cómo solucionamos eso?
Con un poco de aceite. En el caso del yoga y el pilates, ese aceite
es una serie de estiramientos y ejercicios que te ayudan a lubricar
tus articulaciones, estirar tus músculos y mejorar tu equilibrio. Al
principio, puede que te encuentres un poco oxidado, con poses
que parecen fuera de tu alcance. Pero, poco a poco, comenzarás
37
a notar que tu rango de movimiento mejora, los chirridos
disminuyen y la puerta se abre más amplia y sin problemas.

Estas prácticas no solo ayudan a mejorar tus músculos y


articulaciones, sino que también tienen un impacto en tu
bienestar mental. Tal como un poco de aceite en una bisagra
silencia los chirridos, el yoga y el pilates pueden «silenciar» la
mente, aliviar el estrés y fomentar un sentido de paz.

Así que, ¿por qué no tomar esa esterilla y darle un poco de


ese «aceite» necesario a tus «bisagras»? Te sorprenderás de cuán
gratificante puede ser ver cómo esa puerta comienza a abrirse
más fácilmente con cada práctica.

Tercero, ejercicios de fuerza

No te voy a pedir que te conviertas en el próximo Schwarzenegger


en su época de Míster Universo. Tampoco necesitas un gimnasio
equipado con maquinaria de última generación; en realidad, un
par de pesas manuales o incluso botellas de agua llenas son
suficientes para empezar.

Con simples rutinas de levantamiento de peso, puedes


tonificar tus músculos, lo que a su vez te ayuda a quemar más
calorías incluso cuando estás en reposo. Esto puede ser
especialmente útil a medida que envejecemos y nuestro
metabolismo naturalmente disminuye. Pero hay más: el acto de
enfocarte en estos ejercicios, de contar repeticiones y series,

38
puede actuar como una forma de meditación activa,
permitiéndote escapar del estrés diario aunque sea por unos
minutos.

Es sorprendente cómo una pequeña adición a tu rutina diaria


puede hacer una gran diferencia. Así que, ¿por qué no tomar esas
pesas o botellas de agua y añadir ese «empujoncito» necesario
para hacer tu día un poco más animado y productivo? Piensa en
ello como la guinda del pastel que ya es tu rutina de bienestar, un
pequeño detalle que marca una gran diferencia.

Cuarto, natación

Si tienes acceso a una piscina, este es uno de los ejercicios más


completos que puedes hacer. Nadar es una de las actividades
físicas más completas que existen, una especie de orquesta
sinfónica de movimientos que involucran a casi todos los
músculos de tu cuerpo, desde la punta de tus dedos hasta las
plantas de tus pies.

Cuando te sumerges en la piscina, cada brazada y patada se


convierte en una pequeña batalla contra la resistencia del agua,
ofreciendo un entrenamiento de resistencia sin el impacto
agresivo en las articulaciones que experimentarías en otras
formas de ejercicio. Es como conducir en una autopista bien
pavimentada en comparación con un camino lleno de baches;
llegas a tu destino, pero el viaje es mucho más suave.

La natación también es una maravillosa combinación de


cardio y tonificación muscular. El acto de nadar hace que tu
39
corazón bombee, mejorando tu salud cardiovascular, mientras
que el esfuerzo continuo para moverte a través del agua ayuda a
tonificar y fortalecer múltiples grupos musculares.

Pero, ¿y si vamos más allá de la mecánica del cuerpo? Nadar


puede ser una experiencia meditativa. El sonido del agua
alrededor de tus oídos, la sensación de flotación y el enfoque
necesario para coordinar tus movimientos pueden sumergirte en
un estado de concentración y calma profunda. Es como tener un
sistema de sonido envolvente y asientos de lujo en tu coche
híbrido: mejora la experiencia hasta convertirla en algo
excepcional.

En resumen, si tienes la oportunidad de incorporar la


natación en tu rutina de ejercicios, estarás agregando una
modalidad que es tan completa como un coche con todas las
funciones. Es un paquete completo que ofrece una amplia gama
de beneficios, desde la cabeza a los pies, y desde el corazón hasta
la mente.

Quinto, actividades en grupo

¿Por qué no hacer ejercicio mientras socializas?. Es como ir a


una fiesta, pero la resaca es más músculo y menos dolor de
cabeza.

Tomemos las clases de baile como ejemplo. Imagina un salón


lleno de personas moviéndose al ritmo de la música, cada uno

40
interpretando los pasos a su manera pero en una especie de
armonía colectiva. Aquí, no sólo estás trabajando tus músculos
y mejorando tu coordinación, sino que también estás
interactuando socialmente, leyendo las señales no verbales de tu
pareja o de los bailarines a tu alrededor. Es como un juego de
mesa interactivo en movimiento: te desafía mental y físicamente
mientras te conectas con los demás.

Los grupos de ciclismo ofrecen una dinámica similar pero con


un toque de aventura. Es una especie de road trip sobre dos
ruedas, donde cada pendiente y cada curva aportan nuevos
desafíos y oportunidades para la camaradería. Puedes encontrar
tu propio ritmo dentro del grupo, quizás charlando con un
compañero en los tramos más tranquilos o compitiendo en un
sprint amistoso hacia la siguiente parada. Aquí, el paisaje en
constante cambio actúa como un telón de fondo dinámico para
tu ejercicio, y la energía del grupo te mantiene motivado. Si te
unes a un grupo de gente más joven, con más fondo y más
resistencia, es tan sencillo como utilizar una bicicleta eléctrica.
Te permitirá ir al ritmo del grupo con un esfuerzo adaptado a tus
capacidades.

Y luego está el golf, un favorito personal para muchos y un


deporte que combina destreza, estrategia y —sí, lo creas o no—
un buen ejercicio si decides caminar en lugar de usar un carrito.
En el golf, cada hoyo es un nuevo enigma a resolver, cada tiro es
una oportunidad para el triunfo o el aprendizaje, y cada partida

41
es una posibilidad para la conversación y el fortalecimiento de
relaciones.

Hemos puesto sólo tres ejemplos de actividad física en grupo,


pero hay muchas más: grupos de excursionistas, gimnasia
acuática y, por supuesto, todas las actividades mencionadas
pueden hacerse con otros, simplemente conectando con
personas afines o uniéndote a un grupo ya formado.

Las actividades en grupo ofrecen una forma multifacética de


ejercicio que va más allá del mero fortalecimiento físico. Te
permiten integrar lo social, lo emocional y, a menudo, lo
intelectual en tu régimen de actividad física. Es una fiesta para tu
bienestar integral, y la única «resaca» que experimentarás será un
torrente de endorfinas y una profunda sensación de satisfacción.

En resumen, hacer ejercicio en la jubilación es como tener


una planta: necesita un poco de atención y cuidado diarios, pero
las recompensas, desde mejorar tu bienestar hasta prolongar tu
vida, son inconmensurables. Así que, saca esas zapatillas
deportivas que tienes guardadas y ¡a mover el esqueleto!

La inactividad es la herrumbre del alma; el ejercicio diario


es su mejor antioxidante

42
CAPÍTULO 11: TU BIENESTAR EMOCIONAL

El bienestar emocional es como esa planta de interior que tienes


en la esquina de tu sala. Si la riegas, le das luz y la cuidas,
florecerá. De lo contrario, se marchitará y te hará compañía en
tu melancolía.

La importancia del autocuidado

La importancia del autocuidado en nuestra vida es similar a la de


realizar un mantenimiento regular a tu coche. Así como un coche
sin mantenimiento puede averiarse en el momento menos
oportuno, una vida sin autocuidado puede llevar a un desgaste
emocional y físico que podría evitarse. Imagina que cada
componente de tu ser, desde tu mente hasta tu cuerpo, es como
una pieza crucial en un vehículo. Y aunque para el coche puedes
encontrar repuestos, para ti mismo la historia es diferente: eres
una edición única, sin piezas de reemplazo disponibles en el
mercado.

Un buen libro puede ser el aceite que lubrica tu mente,


permitiéndote deslizarte más fácilmente a través de los desafíos
de la vida. Puede abrirte a nuevas perspectivas, tal como un
cambio de aceite podría mejorar la eficiencia del motor. Una
siesta en el momento adecuado es como rotar los neumáticos;
rejuvenece y distribuye el desgaste de tu energía para que puedas
continuar de manera más efectiva.

43
La meditación es como esa limpieza profunda que haces en
tu casa, llegando a los rincones que usualmente ignoras. Te
brinda el espacio para reconocer y tratar esos asuntos
subyacentes que podrían estar afectando tu paz interior. Es la
oportunidad para «calibrar» tu estado mental, similar a cómo
afinarías un instrumento musical para lograr una melodía más
armoniosa.

Mirar un atardecer, por su parte, podría compararse con lavar


y encerar tu coche. Es más que estético; es una oportunidad para
detenerse y apreciar. En un mundo donde estamos
constantemente corriendo de una tarea a otra, tomarse el tiempo
para admirar la belleza del mundo puede ser tan revitalizante
como un coche limpio y brillante bajo el sol.

Cada uno de estos actos de autocuidado contribuye a tu


mantenimiento general, asegurándote de que funcionas en tu
nivel más óptimo. No sólo previene el desgaste, sino que
también mejora tu «rendimiento», permitiéndote manejar los
desafíos de la vida con más agilidad. Y lo más importante: te
recuerda que, al igual que un coche necesita un conductor para
guiarlo, tú eres el conductor de tu propia vida. Si no te tomas el
tiempo para cuidarte, ¿quién lo hará?

Así que recuerda que el autocuidado no es un lujo, es un


requisito. No es egoísmo, es autoconservación. Al igual que un
coche requiere mantenimiento para seguir funcionando de
manera óptima, tú también necesitas regularmente recargar,

44
revisar y revitalizar. Y mientras que un coche puede tener un
reemplazo o incluso ser considerado desechable, tú eres
insustituible. Así que no te olvides de hacer tu «mantenimiento»
regularmente.

La necesidad de socializar

La socialización es un ingrediente fundamental para el bienestar


humano que a menudo se subestima. En la jardinería del alma,
si te permites la metáfora, un poco de abono social puede marcar
la diferencia entre un jardín interior marchito y uno floreciente.
Imagina tu red de relaciones como el suelo que nutre tus raíces
emocionales y mentales. Cada interacción es como un puñado
de abono que enriquece ese suelo, haciéndolo más fértil para que
crezcan tu felicidad y tu autoestima.

No necesitas ser el alma de la fiesta para beneficiarte de la


magia del abono social. A veces, un simple café con un amigo es
suficiente para recargarte. Ese café compartido es como añadir
nutrientes esenciales al suelo de tu bienestar. Ofrece una
oportunidad para reír, compartir, e incluso ventilar tus
preocupaciones, actuando como un fertilizante para tus
emociones. Cada sorbo es una conversación que llega a tus
raíces, ayudándote a crecer un poco más.

Una llamada a un ser querido puede servir como un riego


oportuno que sacie la sed de tus raíces emocionales. Puede que
no sea una interacción cara a cara, pero el efecto revitalizador es
45
innegable. Al igual que el agua que llega a todas las partes de una
planta, una llamada amorosa llega a las partes más profundas de
tu ser, llevando consigo amor, cuidado y atención que te ayudan
a florecer.

Pero no olvidemos el aspecto más importante del abono: se


necesita tiempo para ver sus efectos. La socialización no es un
arreglo rápido, una inyección mágica de felicidad. Es un proceso
continuo que requiere atención regular, al igual que una planta
necesita ser abonada de forma constante para crecer a su
máximo potencial. No se trata solo de grandes gestos o eventos
sociales monumentales; son los pequeños actos de conexión
diaria los que acumulan nutrientes en el suelo de tu vida
emocional.

Por último, como cualquier buen jardinero te dirá, el tipo de


abono que utilices importa. Busca relaciones que te nutran, no
que te drenen. Que sean como fertilizantes ricos en nutrientes,
no como sal que empobrece el suelo. Después de todo, el
objetivo es hacer que tu jardín interior florezca con los colores
más vibrantes y los aromas más dulces, creando un espacio
donde te sientas realmente en casa.

Así que ya sabes, una buena conversación con amigos o


familiares es mucho más que un simple pasatiempo. Es una
inversión en tu jardín emocional, un puñado de abono que
enriquecerá tu vida de formas que quizás no puedas ver de
inmediato, pero que definitivamente sentirás con el tiempo.

46
La pasión y el propósito

La jubilación no es el final del camino, sino más bien una


encrucijada donde se abren nuevas rutas hacia la
autodescubrimiento y la realización. Es el momento de sacar ese
viejo mapa del tesoro que guardabas en un cajón, ese mapa que
trazaste quizás hace años y que contiene las coordenadas de tus
sueños y pasiones más íntimos. Ahora es el momento de
descifrarlo, de seguir las pistas que sólo tú puedes entender,
porque son parte de tu historia, de tu ser.

Pensar en la pasión y el propósito como un tesoro es más que


una simple metáfora. Imagina cada hobby, cada interés y cada
sueño como joyas y piedras preciosas incrustadas en un cofre de
maravillas. Cada joya es una experiencia, un día gratificante, una
conversación significativa, una obra de arte creada por tus
manos, o cualquier otra cosa que haga vibrar las cuerdas de tu
alma.

Y recuerda, cada mapa del tesoro tiene su «X» que marca el


lugar, pero llegar hasta allí no es una tarea para tomarse a la ligera.
Puede que requiera esfuerzo, aprendizaje y quizás algún que otro
intento fallido. Pero esos son los momentos que añaden detalles
a tu mapa, que hacen que la «X» sea más que un simple punto
dibujado a lápiz, transformándolo en un destino rico en contexto
y significado.

El tesoro, en este caso, no es sólo el resultado final de tu


búsqueda, sino el viaje en sí mismo. Cada paso que das para
47
alcanzar ese objetivo contribuye a tu crecimiento personal y
espiritual. Es como añadir nuevas capas de tinta a tu mapa,
detalles que lo convierten en una obra de arte única, con texturas
y dimensiones que sólo tú puedes apreciar plenamente.

La jubilación te da el tiempo y el espacio para ser el cartógrafo


de tu vida, para redibujar y actualizar ese mapa a medida que
descubres nuevos tesoros. Atrévete a explorar islas desconocidas
en tu propio archipiélago emocional y cognitivo. Atrévete a ser
el aventurero que siempre quisiste ser, porque este mapa del
tesoro no tiene un solo «final feliz». Tiene tantos como estés
dispuesto a buscar.

Si alguna vez dudaste de tu capacidad para encontrar y vivir


tu pasión, piensa en la jubilación como esa segunda oportunidad
para hacerlo. Es tu turno para ser el explorador, el soñador, el
buscador de tesoros. La «X» en tu mapa no es una orden para
detenerte; es una invitación para empezar.

La imprescindible adaptabilidad

Los cambios son una constante, especialmente en esta etapa de


la vida. Ya sea adaptarte a la sorprendente pasión de tu pareja
por la taxidermia o acostumbrarte a una rutina sin el constante
tintineo del correo electrónico laboral, la flexibilidad es clave. Tal
vez hoy te sientas como un campeón de maratón, pero mañana
te despiertes queriendo ser un sumiller de té. O quizás tus nietos
te sorprendan con una consola de videojuegos y descubras tu
48
lado gamer. En cualquiera de estos escenarios, la adaptabilidad
será tu mejor aliada para surfear las olas del cambio con gracia y
estilo. Aprende a adaptarte como un camaleón en diferentes
entornos. Es como aprender a bailar bajo la lluvia en lugar de
esperar a que escampe.

El manejo del estrés y la ansiedad

A menudo, el estrés y la ansiedad son como una caldera de vapor


a punto de explotar; una cantidad controlada puede mover toda
una máquina, pero demasiada presión y todo podría
desmoronarse. Y en este escenario, tú eres el ingeniero, el
maquinista y el pasajero, todo en uno. Entonces, ¿cómo
gestionar ese vapor sin asfixiarte en el proceso?

Primero, reconocer la existencia del estrés y la ansiedad es


crucial. Ignorarlos es como tratar de apagar un fuego cerrando
los ojos; el problema seguirá ahí aunque no lo veas. El primer
paso para la solución es, sin duda, la conciencia del problema.
Aceptar que tienes un nivel de estrés que necesita atención no es
un signo de debilidad, sino más bien una señal de
autoconocimiento.

Una vez que has identificado el estrés, tienes varias palancas


y válvulas a tu disposición para liberar la presión. Podría ser algo
tan simple como tomar un respiro profundo, tan atemporal
como la meditación, o tan contemporáneo como una aplicación
de bienestar en tu teléfono. Imagina que cada método es como
49
abrir una válvula distinta en esa caldera de vapor; algunas
liberarán más presión que otras, pero todas contribuyen a
estabilizar el sistema.

Ahora, llevando este símil más allá, podríamos decir que la


ansiedad es como un conjunto de señales y alarmas que suenan
constantemente en el fondo. A veces son útiles, te alertan de
posibles peligros o te empujan a prepararte mejor para una
situación. Pero si las alarmas suenan todo el tiempo, se
convierten en un ruido de fondo que te paraliza en lugar de
ayudarte. Aquí, técnicas como la atención plena o mindfulness
pueden actuar como un amortiguador de ruido, ayudándote a
distinguir las señales útiles de las que no lo son.

Además, no subestimes el poder de una buena red de apoyo.


Amigos, familia y profesionales de la salud mental pueden actuar
como tus copilotos, ayudándote a navegar a través de la niebla
de estrés y ansiedad. A veces, compartir tus preocupaciones es
como abrir una ventana en una habitación llena de humo;
simplemente hace que todo sea un poco más claro.

Manejar el estrés y la ansiedad en la jubilación es como


aprender a ser un buen capitán en el océano tempestuoso de la
vida. Habrá tormentas y habrá calmas, pero con las herramientas
adecuadas y la tripulación adecuada, puedes aprender a navegar
a través de ambas. No se trata de evitar el estrés por completo,
sino de aprender a manejarlo de manera que enriquezca tu vida
en lugar de obstaculizarla.

50
Una mente cuidada es el jardín de la felicidad; el descuido
emocional solo cosecha maleza

51
CAPÍTULO 12: NO TE JUBILES DEL SEXO

En la tercera edad, muchos aspectos de la vida pueden cambiar:


la rutina diaria, el tiempo libre disponible, las responsabilidades
familiares y laborales. Pero algo que no tiene por qué cambiar es
la búsqueda de una vida amorosa y sexual plena. De hecho, la
jubilación puede ofrecer un renacimiento en la vida sexual de
una pareja o individuo. ¿Por qué? Porque en esta etapa se tiene
el tiempo, y, con suerte, la sabiduría emocional que los años
brindan.

Con los años viene una mejor comprensión de uno mismo y


de las necesidades del otro. Esta sabiduría acumulada puede
transformar la vida sexual en una experiencia más rica y
gratificante. No es simplemente el acto en sí, sino toda la
comprensión emocional e intelectual que rodea esa intimidad lo
que puede hacerla más especial que nunca.

A continuación, exploraremos los inesperados y a menudo


ignorados beneficios de mantener una vida sexual activa en la
jubilación.

Más Tiempo, Más Intimidad

Ahora que el reloj laboral ha dejado de marcar las horas de su


vida, la pareja puede explorar su relación sin la presión de un
horario rígido. Los encuentros íntimos dejan de ser algo que se
tiene que «encajar» entre reuniones y responsabilidades

52
familiares, transformándose en un acto que puede realizarse con
toda la calma y atención que merece. La libertad del tiempo
permite un descubrimiento más profundo del otro, de sus
deseos, y de las prácticas que hacen que ambos se sientan
satisfechos y conectados.

La jubilación ofrece la oportunidad de ser más espontáneos.


Las parejas pueden dar rienda suelta a su imaginación y
creatividad, probando nuevas técnicas o juguetes sexuales, o
incluso embarcándose en pequeñas «aventuras» que antes
parecían inalcanzables debido a las limitaciones de tiempo y
energía. La espontaneidad puede reavivar la pasión y la emoción,
aspectos cruciales para una vida sexual saludable y gratificante.

Con el tiempo adicional disponible, cada individuo también


tiene la oportunidad de reflexionar sobre sus propios deseos y
necesidades sexuales. Este autoconocimiento es crucial para
comunicar de manera efectiva con la pareja y lograr una vida
sexual que sea placentera para ambos. Es también el momento
perfecto para desterrar viejos tabúes o prejuicios que pudieran
haber limitado la experiencia sexual en etapas anteriores de la
vida.

Una vida sexual activa y consciente también es una excelente


vía para fortalecer la conexión emocional con la pareja. En la
jubilación, la vida sexual puede convertirse en una extensión de
la intimidad emocional que ambos han cultivado durante años.
Esta conexión emocional puede hacer que el acto sexual sea más

53
significativo y, a su vez, que la relación en general se sienta más
satisfactoria.

La jubilación no es un punto final sino más bien un nuevo


comienzo; una etapa que ofrece la posibilidad de vivir la
sexualidad con una profundidad y una conciencia que quizás no
se habían explorado antes. En esta etapa de la vida, «Más
Tiempo, Más Intimidad» no es solo un lema, sino una realidad
palpable que puede transformar la calidad de vida y la relación
de pareja de forma profundamente gratificante.

El sexo es salud

El sexo es divertido, nos hace sentir bien, y la verdad, es como


el broche de oro en una relación de pareja. Pero más allá de las
sábanas, el sexo tiene un montón de beneficios para tu salud
física que simplemente no puedes ignorar, especialmente cuando
ya estás jugando en las «grandes ligas» de la vida.

Tener relaciones sexuales no solo te calienta en el sentido más


básico, sino que también pone a bombear tu corazón y mejora
la circulación sanguínea. ¿Sientes que te cuesta más entrar en
calor? Bueno, podríamos decir que el sexo es tu ejercicio
cardiovascular personalizado. Mejor circulación implica menos
riesgo de problemas cardiacos y una mejor oxigenación de todo
tu cuerpo.

54
¿Quién necesita batidos verdes cuando tienes una vida sexual
activa? Bueno, tal vez no deberíamos descartar los batidos tan
rápidamente, pero definitivamente hay algo que decir sobre
cómo el sexo puede fortalecer tu sistema inmunológico. Es
como enviar un escuadrón de defensa personal a luchar contra
esos molestos virus y bacterias que siempre están al acecho. A
medida que envejecemos, nuestro sistema inmunológico puede
necesitar un poco de ayuda, y el sexo podría ser ese incentivo
extra que necesitas para mantenerte en pie.

Para muchas personas mayores, el dolor crónico es una


lamentable realidad diaria. Pues resulta que el sexo podría actuar
como un analgésico natural. La liberación de endorfinas no solo
te hace sentir feliz, sino que también tiene un efecto calmante
sobre el dolor. Piénsalo como un medicamento para el dolor
pero sin receta y mucho más divertido.

Por último, y no menos importante, tener sexo regularmente


puede mejorar tu sueño, contribuir a una mejor salud mental, e
incluso, según algunas investigaciones, prolongar tu esperanza
de vida. Así que, si alguien te dice que la jubilación es el
momento para colgar las botas y dejar de preocuparte por el
ejercicio y la salud, puedes decirles que tienes tu propio régimen
de «ejercicios», y que los beneficios son demasiado buenos como
para dejarlos pasar.

El sexo contribuye al bienestar emocional


55
Por supuesto, el sexo no es solo una «gimnasia de alcoba». Más
allá del ejercicio físico y el placer que aporta, el sexo tiene el
poder de hacernos sentir bien de la cabeza a los pies, y no solo
en el sentido literal. Hablamos de un bienestar emocional que te
deja flotando en una nube, y eso se debe en gran parte a las
hormonas que se liberan durante la práctica sexual.

Cuando tienes relaciones sexuales, tu cuerpo libera oxitocina,


la llamada «hormona del amor», y endorfinas, esos químicos
naturales que te hacen sentir como si pudieras conquistar el
mundo. Imagínalo como si tu cerebro hiciera una fiesta cada vez
que tienes un encuentro íntimo, repartiendo felicidad y relajación
a raudales.

La jubilación puede ser una montaña rusa emocional. Quizás


un día te sientas en la cima del mundo, y al siguiente te invadan
sentimientos de inutilidad o soledad. Aquí es donde el sexo
puede actuar como un bálsamo para el alma. Esa liberación de
oxitocina y endorfinas no solo te hace sentir bien en el momento,
sino que su efecto puede durar, ayudándote a mantener un
estado emocional más equilibrado.

Lo mejor de todo esto es que no hay una «fecha de caducidad»


para disfrutar de los beneficios emocionales del sexo. De hecho,
podríamos argumentar que en la jubilación estos beneficios son
especialmente cruciales. Ahora tienes más tiempo para centrarte
en tu pareja, para experimentar y para realmente disfrutar de la

56
intimidad de una forma que tal vez no pudiste hacerlo en medio
del ajetreo de la vida laboral.

En resumen, el sexo en la jubilación es una herramienta


poderosa para mantenerse emocionalmente equilibrado y feliz.
Y si eso no es una razón para mantener la chispa viva, ¿entonces
qué lo es?

Consolidación de la Relación de Pareja

Sí, sabemos cómo va la historia: décadas de estar juntos, los


niños han crecido, las agendas han sido un rompecabezas sin fin
y, a veces, la chispa parece menos brillante. Pero ahora, con todo
el tiempo para ti (para vosotros), es el momento perfecto para
volver a encender esa llama, o mejor aún, reinventarla.

La jubilación no es un punto final, es un nuevo capítulo, una


segunda (o tercera o cuarta) luna de miel si quieres. Las rutinas
que construimos a lo largo de los años pueden ser cómodas, pero
también, seamos sinceros, un poco aburridas. ¿Y si esa rutina se
cambia por tardes explorando nuevas formas de intimidad?
Desde aprender juntos el arte del masaje tántrico hasta
aventurarse en nuevas prácticas consensuadas; el objetivo es ir
más allá de la rutina sexual de «los sábados por la noche».

Es cierto que el cuerpo cambia, y lo que funcionaba antes


podría necesitar una pequeña (o gran) actualización. Las
conversaciones abiertas sobre deseos, límites y curiosidades

57
pueden ser extremadamente liberadoras. Nunca es demasiado
tarde para empezar a comunicarte de esta manera con tu pareja.

Durante los años, has aprendido a leer a tu pareja: sus gestos,


sus expresiones faciales, incluso sus silencios. Utiliza esa empatía
en la habitación. A veces, un simple gesto puede comunicar más
que mil palabras. Pero recuerda, el consentimiento y la
comodidad son primordiales.

Y, como ya sabes, no todo es el orgasmo. La intimidad es


también ese abrazo después, esas palabras susurradas, esa
conexión que se siente cuando ambos están en la misma sintonía.
Las nuevas experiencias sexuales no tienen por qué centrarse
exclusivamente en la novedad, sino que pueden ser una
oportunidad para profundizar en la calidad de la conexión
emocional.

La consolidación de la relación de pareja no se detiene en la


puerta de la habitación. Lleva esa renovada intimidad a otros
aspectos de tu vida juntos. Cocina una cena juntos, redescubre
tus películas favoritas, o sal a esa aventura al aire libre que
siempre habéis pospuesto. Las emociones fuertes no solo
rejuvenecen el cuerpo sino también el alma.

Así que aquí tienes la idea: La jubilación puede ser el punto


de partida para una nueva etapa de exploración y consolidación
en tu relación de pareja. No es solo mirar atrás a lo que habéis
construido, sino mirar adelante a todas las experiencias que aún

58
podéis compartir. ¿Quién dijo que los viejos perros no pueden
aprender nuevos trucos?

Conclusión

La actividad sexual en la jubilación no solo es posible sino


altamente beneficiosa para el bienestar físico y emocional. No
hay razón para que esta faceta de la vida se marchite cuando se
tiene la oportunidad de florecer como nunca antes.

La jubilación es un tiempo de exploración, descubrimiento y


profundización en las relaciones. No dejes que los mitos y
estigmas sociales le roben la oportunidad de vivir una vida sexual
rica y plena en esta nueva etapa.

La jubilación no es el final del camino, sino una nueva


pista de despegue para la intimidad

59
CAPÍTULO 13: MANTENIENDO TU AGUDEZA
MENTAL

Piensa en tu mente como en una navaja suiza: un objeto


increíblemente útil con múltiples aplicaciones, pero que necesita
ser cuidado y afilado de vez en cuando para mantener su eficacia.
La única diferencia es que el afilado de la navaja se hace de tarde
en tarde, cuando ha perdido el filo, mientras que la mente se ha
de afilar constantemente para que no se atrofie. Lo mejor de
todo es que este mantenimiento mental se puede hacer de forma
no sólo fácil, sino incluso divertida. Veamos algunos modos
útiles, entre los que puedes seleccionar los que mejor se adapten
a tus gustos y preferencias.

Primero, los juegos mentales y acertijos. Sumergirse en


juegos mentales y acertijos es como abrir la puerta a una sala de
ejercicios secreta que solo existe en tu mente. En este espacio
imaginario, cada rincón y cada aparato están diseñados para
poner a prueba diferentes aspectos de tu agilidad mental,
memoria y razonamiento.

Por ejemplo, un sudoku es como una máquina de pesas para


tu cerebro, ejercitando tus habilidades de lógica y resolución de
problemas. Al enfrentar un reto que te pone a jugar con números
y reglas, estás forzando a tu cerebro a entrar en un estado de alta
concentración y atención al detalle. Y cada vez que resuelves un
puzle, es como si estuvieras agregando un poco más de peso a la
barra, preparándote para desafíos mentales aún mayores.

60
Por otro lado, los crucigramas actúan como una especie de
pista de obstáculos para tu vocabulario y conocimientos
generales. Cada palabra que logras encajar en la cuadrícula no
solo te da una dosis de satisfacción inmediata sino que también
fortalece tus conexiones neuronales. Al igual que cuando un
atleta pasa por encima de una serie de vallas, superar cada pista
te da el ímpetu para enfrentar el siguiente desafío con confianza.

Y no olvidemos los rompecabezas, juegos de estrategia o


juegos de memoria. Cada uno de estos es como una clase de yoga
para tu mente, ayudándote a estirar los límites de tu
concentración, paciencia y habilidades espaciales. La sensación
que obtienes al encontrar esa pieza que encaja perfectamente es
similar a lograr una pose difícil en yoga: una mezcla de alivio,
satisfacción y un sentido tangible de logro.

Pero más allá de las capacidades mentales que fortaleces,


estos juegos también ofrecen un refugio para el espíritu. En un
mundo lleno de distracciones y tensiones, dedicar tiempo a
resolver acertijos o rompecabezas es una forma de meditación
activa. Es un espacio donde puedes escapar del ruido externo y
sumergirte en el deleite de un desafío bien planteado, una especie
de burbuja mental en la que el tiempo parece detenerse y donde
las preocupaciones del día a día toman un asiento trasero.

Así que la próxima vez que alguien te mire de reojo por


resolver sudokus en tu tiempo libre, puedes sonreír sabiendo que
estás haciendo mucho más que matar el tiempo. Estás

61
invirtiendo en el gimnasio más exclusivo que existe: el gimnasio
de tu mente. Y la mejor parte es que este gimnasio está abierto
las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y la única membresía
que necesitas es la curiosidad.

Segundo, lectura y aprendizaje continuo. La lectura y el


aprendizaje continuo son como convertir la biblioteca de tu
cerebro en un edificio expansivo, con alas que se extienden hacia
diversas disciplinas, géneros y eras. No se trata solo de estantes
llenos de libros, sino también de galerías de arte, salas de música
y laboratorios de ciencia. Cada libro que lees, cada artículo que
devoras, y cada documental que ves son como nuevos
volúmenes y exposiciones que se agregan a esta construcción
mental.

Piensa en la lectura de ficción como una sala de realidad


virtual en tu biblioteca cerebral. Con cada novela o cuento corto
que consumes, tienes la oportunidad de vivir vidas y
experimentar emociones que de otra manera estarían fuera de tu
alcance. Estas experiencias imaginarias no solo enriquecen tu
empatía y comprensión, sino que también son como ejercicios
de agilidad para tu imaginación, permitiéndote explorar
posibilidades y escenarios que nunca habías considerado.

Por otro lado, la lectura de no ficción actúa como una especie


de sala de conferencias o taller en tu biblioteca mental. Los libros
de historia, las publicaciones científicas, los artículos de
psicología, y los manuales de instrucciones son como profesores

62
invitados que entran en tu espacio para ofrecerte clases
magistrales sobre el mundo real. Cada nuevo conocimiento
adquirido es como un proyecto de bricolaje que mejora la
infraestructura de tu mente, ampliando tu capacidad para
entender, analizar y solucionar problemas.

Todo esto contribuye a crear una biblioteca mental que no es


solo expansiva sino también interconectada. Es como tener un
Google Maps extremadamente detallado y personalizado para tu
pensamiento. Puedes explorar rutas que van desde la ciencia a la
espiritualidad, de la antigüedad a la contemporaneidad, y de lo
académico a lo práctico. Y, tal como un GPS te permite
encontrar nuevos caminos para llegar a tu destino, esta forma de
aprendizaje continuo te da las herramientas para abordar
desafíos y oportunidades desde múltiples ángulos, siempre con
una nueva ruta para explorar.

Así que llena esos estantes, ilumina esas salas y mantén las
puertas de tu biblioteca mental siempre abiertas. Nunca sabes
qué visitante inesperado, en forma de un nuevo libro o una
nueva experiencia de aprendizaje, podría convertirse en el
catalizador de tu próximo gran descubrimiento o aventura
mental.

Tercero, la escritura y la autoexpresión. La escritura y la


autoexpresión son como ese espejo mágico en cuentos de hadas,
no uno que simplemente refleja tu imagen, sino uno que te
permite ver capas más profundas de ti mismo, mundos ocultos

63
que quizás no sabías que existían. Cada palabra que plasmas en
papel o en pantalla es como un trazo de luz que ilumina las
sombras del laberinto interior que todos llevamos dentro.

Un diario puede ser una caja de resonancia emocional. Aquí,


tus alegrías, miedos, frustraciones y anhelos encuentran un eco,
un lugar donde no solo son escuchados sino también
comprendidos. Es tu propio psicólogo personal, tu círculo de
confianza reducido a un cuaderno y una pluma. Cada entrada es
como un nuevo capítulo en el manual de instrucciones de tu ser,
permitiéndote entender mejor tus propias reacciones y
emociones.

La poesía, por otro lado, es como un lienzo en este estudio


de tu mente. Si el diario es prosa directa, la poesía es el arte
abstracto. No necesita ser clara o fácil de entender; es una
expresión pura, un torrente de sentimientos y pensamientos que
desafían la lógica y la estructura convencionales. Es tu
oportunidad de romper las reglas gramaticales y estilísticas para
crear algo que es auténticamente tuyo, algo que puede no tener
sentido para el mundo pero que resuena con las frecuencias de
tu alma.

Y luego está el relato, la novela, o cualquier forma de narrativa


creativa elijas. Esta es tu simulador de universos, tu máquina del
tiempo, tu laboratorio de experimentación social y emocional.
Aquí puedes crear personajes y mundos, imponer dilemas y
soluciones, explorar las complejidades de las relaciones humanas

64
y la intriga de los destinos entrelazados. Cada capítulo es como
una nueva vida que vives, una nueva lección que aprendes. Y lo
mejor de todo es que tienes el control total: eres el dios de este
cosmos textual, y las leyes de la física y la ética son lo que tú
decidas que sean.

Pero más allá de estas distintas formas, la escritura en su


núcleo es un acto de valentía y de autodescubrimiento. Cada
palabra escrita es como una pala que cava más profundamente
en la tierra de tu ser, cada página es una nueva capa de
sedimentación que revela fósiles de tus recuerdos, tus
esperanzas, tus temores. Y, como cualquier buen arqueólogo de
la mente, con el tiempo, empiezas a entender mejor el sitio que
estás excavando: tú mismo.

Así que, si sientes la llamada de la escritura, toma la pluma,


abre ese procesador de texto, y comienza a escribir. Quizás
descubras algo que te sorprenda, algo que te desafíe, o algo que
simplemente te haga sonreír en el reconocimiento de tu propio
reflejo humano, complejo y maravillosamente imperfecto.

Cuarto, las conversaciones significativas. Las charlas


sobre el clima o las discusiones más o menos acaloradas sobre
quién es mejor, si Messi o Ronaldo están bien, todo es preciso
en esta vida. Pero aquí me refiero a conversaciones que
realmente te hagan pensar y ver el mundo desde una perspectiva
diferente. Conversar con personas de pensamiento diferente al
tuyo, intentar ponerte en sus zapatos y comprender su punto de

65
vista, a la vez que procuras exponer el tuyo de la manera más
convincente, hará que tu mente se mantenga en plena forma. Es
como añadir especias a una comida: le da sabor y profundidad.

Las conversaciones significativas son como el fuego en una


fría noche de invierno; no solo te calientan, sino que te iluminan
y te hacen sentir parte de algo más grande que tú mismo. Estas
charlas son el gimnasio del alma y la mente, donde cada
argumento presentado es una pesa que levantas, cada
contraargumento es una repetición que te fortalece. Y cada vez
que sales de una de estas discusiones, te sientes un poco más
tonificado intelectualmente, un poco más capaz de enfrentar los
complejos desafíos del mundo.

Cada conversación es como una partida de ajedrez mental.


Ambos jugadores tienen sus estrategias y tácticas, sus aperturas
y defensas. Pero a diferencia del ajedrez, el objetivo no es ganar,
sino enriquecerse. Cada movimiento, cada palabra, cada frase es
como avanzar un peón, mover una reina, amenazar con un alfil.
Puedes perder una pieza aquí, hacer un movimiento brillante allí,
pero lo que importa es el juego en sí, el intercambio dinámico de
ideas que lleva a ambos jugadores a nuevas alturas de
comprensión.

Involucrarse en este tipo de diálogo es como ser un chef en


una cocina gourmet. Y cada tema abordado es una especia
diferente. Conversar sobre filosofía es como añadir un poco de
comino: misterioso y profundo. Hablar de ciencia es como un

66
toque de menta: refrescante y clarificador. Las discusiones
políticas son como un chorrito de salsa picante: pueden calentar
las cosas rápidamente, pero también pueden hacer que todo sea
mucho más interesante.

Esta diversidad de «sabores» intelectuales es lo que hace que


las conversaciones significativas sean tan atractivas y, sí,
adictivas. Te permiten probar el mundo en todas sus variadas
formas, y te permiten presentar tu propio plato de ideas para que
otros lo saboreen.

Así que la próxima vez que tengas la oportunidad de


sumergirte en una charla profunda, no la desperdicies. Es una
oportunidad para ejercitar tu mente, expandir tus horizontes y,
quién sabe, tal vez incluso cambiar un poco el mundo, una idea
a la vez. Y como cualquier chef te dirá, el secreto de una gran
cocina no es solo seguir la receta, sino saber cuándo y cómo
añadir tu propio toque especial: tu esencia, tu sabor, tu
entendimiento único del mundo.

Quinto, el arte y la creatividad. Dibuja garabatos abstractos,


pinta paisajes que harían llorar de alegría a Antonio López, o
toma ese instrumento musical que dejaste olvidado en el armario
desde tus años mozos. ¿Un ukelele, tal vez? La clave está en
encontrar esa actividad que te permita desatar la creatividad que
llevas dentro, como un genio encerrado en una lámpara mágica.
No importa si no terminas siendo el próximo Picasso o la nueva
leyenda del rock; lo que realmente cuenta es que te estás

67
permitiendo explorar, experimentar y, sobre todo, disfrutar. Es
como ir a un parque de atracciones: hay muchas maneras de
recrearse, solo tienes que encontrar la que te haga más feliz.

Cuando tocas ese viejo ukelele que has tenido guardado


durante años, cada nota es como un pincelazo en un lienzo
invisible que pinta no solo la música sino también tus emociones,
tus pensamientos, tu alma. No es solo una serie de acordes y
melodías; es un lenguaje universal que transmite lo que las
palabras no pueden.

Ahora, veamos esos garabatos y pinturas. Pueden parecer


desordenados o incluso caóticos para el espectador casual, pero
para ti, cada trazo es como saltar un obstáculo en esa pista
neuronal de la que hablábamos. Es una forma de afinar tus
habilidades motoras y cognitivas, un juego de equilibrio entre la
intención y la improvisación. Y cada vez que te sales de los
caminos trillados, cada vez que eliges un color inesperado o una
forma poco convencional, estás enviando una señal a tu cerebro
que te anima a explorar. Es una inyección de adrenalina para tu
creatividad, una forma de estirar los límites de tu imaginación
como un elástico que nunca se rompe.

En este parque de atracciones del arte y la creatividad, cada


actividad es como una montaña rusa diferente. Algunas te
llevarán a alturas vertiginosas y caídas emocionantes, mientras
que otras te ofrecerán un paseo más tranquilo, pero igualmente
estimulante. Y al igual que en un verdadero parque de

68
atracciones, la magia no reside en montar la montaña rusa más
grande o la más rápida, sino en experimentar la diversidad de
emociones y sensaciones que cada atracción tiene para ofrecer.

Así que saca ese pincel, afina esa guitarra, escribe esa primera
línea de tu poema. No lo haces para ganar premios o para recibir
elogios, sino para honrar esa chispa divina de creatividad que
reside en ti. Es un acto de autoafirmación, un himno a la libertad
de ser quien eres y de expresar lo que sientes. Y en este
maravilloso proceso, no solo descubrirás nuevas facetas de tu
identidad, sino que también enriquecerás tu vida de una manera
que ningún bien material podría hacer. Es como encontrar un
oasis en un desierto, un tesoro en una isla desierta, y la llave para
abrirlo todo está en tus manos.

«Mantener la mente aguda es como pulir un diamante; requiere


esfuerzo, pero el brillo vale la pena».

69
CAPÍTULO 14: RELACIONES SOCIALES Y
COMUNITARIAS

Si piensas que la jubilación es un mero acto de desaparecer del


radar social, piénsalo de nuevo. Tus relaciones sociales y tu
comunidad son como ese coral en un arrecife marino: vivos,
coloreados y absolutamente esenciales para un ecosistema
saludable.

Primero y ante todo, mantén fuertes lazos familiares. La


familia puede ser un circo de personalidades, pero es tu circo,
tu propio espectáculo de equilibristas emocionales y malabaristas
de conflictos. La familia también funciona como el ancla en un
barco, dándote una razón para mantenerte firme cuando todo lo
demás está en agitación. Cuando las tormentas de la vida
arremeten, te sentirás infinitamente agradecido por tener ese
refugio personal para resguardarte.

Segundo, los amigos de siempre, esos compañeros eternos


que han estado a tu lado en las aventuras más excéntricas y en
los baches más complicados de la carretera de la vida. Son más
que simples caras en tu álbum de fotos o nombres en tu lista de
contactos; son el hilo invisible que te conecta con diferentes
capítulos de tu propia historia. No importa cuánto tiempo pase
sin verlos; al reencontrarte, sientes que el tiempo simplemente se
detuvo y todo vuelve a encajar.

70
Tercero, amplía tu círculo con nuevos amigos, porque la
jubilación no es el final de tu vida social, sino más bien un nuevo
capítulo lleno de oportunidades. Imagina que tu vida es un jardín
y cada amigo es una planta única que le aporta algo diferente:
color, forma, aroma. Añadir una nueva planta puede parecer un
desafío al principio: tienes que conocer sus necesidades,
averiguar dónde se siente más cómoda y cómo se lleva con las
demás plantas. Pero una vez que la integras, te das cuenta de que
ha traído algo nuevo y valioso a tu vida. Aporta un color que
antes no estaba, un aroma que te seduce cada vez que pasas
cerca, o incluso un fruto que no sabías que necesitabas pero que
ahora valoras enormemente. Hacer nuevos amigos en la
jubilación es esa oportunidad de diversificar tu jardín, de añadir
una nueva capa de complejidad y belleza al paisaje emocional de
tu vida. Y al igual que en la jardinería, algunas plantas requerirán
más cuidado que otras, pero cada una, si se cultiva
adecuadamente, tiene el potencial de florecer y hacer que todo el
esfuerzo valga la pena.

Cuarto, la participación comunitaria, esa forma vital de


permanecer conectado y encontrar un propósito más grande que
uno mismo. Imagina tu comunidad como un inmenso jardín
público, y tú eres parte del equipo de jardineros voluntarios que
lo mantiene. No solo te encargas de tus propias plantas, sino que
también te preocupas por el césped común, las zonas de juego y
los bancos donde la gente viene a encontrar descanso y
conversación. Cada acción, no importa cuán pequeña sea,
71
contribuye al bienestar general. Cuando riegas una flor, podas un
árbol o simplemente saludas con una sonrisa a los visitantes,
estás añadiendo valor al lugar, creando un espacio donde la gente
quiere estar. En este equipo imaginario de mantenimiento, cada
miembro aporta algo único: conocimiento, destrezas, o
simplemente un entusiasmo contagioso. No importa cuál sea tu
función específica; lo esencial es que estás haciendo una
contribución, y ese acto de dar te devuelve algo que no tiene
precio: un sentido de pertenencia y de propósito. Te despiertas
cada día sabiendo que hay una tarea que solo tú puedes hacer de
una manera especial y un equipo que valora tu aportación. En
última instancia, involucrarse en la comunidad durante la
jubilación no es solo una manera de llenar el tiempo; es una vía
para llenar tu vida de significado, y en el proceso, hacer que el
mundo que te rodea brille un poco más.

Quinto, redes sociales y tecnología. No dejes que la idea


de la tecnología te intimide o te haga dar un paso atrás. Las
plataformas digitales de hoy son como un buzón de correo
hiperactivo, una ventana que se abre a un sinfín de posibilidades.
No solo estamos hablando de cartas; piensa en fotos
compartidas en tiempo real, vídeos que encapsulan momentos
inolvidables, y mensajes que fluyen como un río constante de
interacción. Pero una palabra de precaución: estas herramientas
maravillosas también vienen con riesgos. Es fácil quedar tan
cautivado por el resplandor de la pantalla que olvidamos el calor
del contacto humano real. A medida que exploras esta ventana
72
digital al mundo, no olvides abrir las ventanas de tu casa de vez
en cuando, invitar a amigos a tomar café o dar un paseo al aire
libre. Si bien las redes sociales pueden acercarte a personas que
están lejos, no permitas que eclipsen las conexiones físicas que
nutren de una manera única y fundamental. En otras palabras,
no sacrifiques el abrazo por el emoji; hay espacio para ambos en
una vida bien vivida.

«Las relaciones sociales son la música de fondo de la película de


tu vida en la jubilación; asegúrate de que sea una banda sonora
inolvidable»

73
CAPÍTULO 15 : PREPARACIÓN EMOCIONAL PARA
DESAFÍOS FUTUROS

Imagina que la vida es como una travesía en barco por un océano


inmenso y misterioso. En este viaje, algunas veces te encuentras
con aguas tranquilas y cielos despejados que invitan a relajarse y
disfrutar. Pero tarde o temprano, los vientos cambian, las olas se
alborotan, y nos encontramos en medio de tormentas
inesperadas. La jubilación, aunque es una etapa deseada de
descanso y reflexión, no está exenta de sus propios desafíos
emocionales, desde la redefinición de la identidad hasta la
confrontación con cuestiones de legado y mortalidad. Este
capítulo se adentrará en cómo podemos prepararnos
emocionalmente para navegar esos mares revueltos con la mayor
destreza y gracia posible. Después de todo, el capitán más
experimentado no es el que evita las tormentas, sino el que sabe
cómo manejarlas. Ahora bien, ¿está usted listo para convertirse
en ese capitán emocionalmente resiliente? Vamos a descubrirlo.

Primero, Anticipa y Acepta el Cambio

En la vida, y especialmente en la fase de la jubilación, el


cambio es tanto inminente como inevitable. Podría manifestarse
en diversas formas: el envejecimiento, una reducción en la
movilidad, la pérdida de amigos o familiares, o incluso el cambio
en la dinámica de las relaciones personales cuando se dejan atrás
las responsabilidades laborales. Cada uno de estos cambios viene

74
con sus propios desafíos emocionales y psicológicos, y cada uno
requiere su propia forma de preparación y adaptación.

Anticipar el cambio es como ser el marinero que sabe que se


acerca una tormenta y comienza a ajustar las velas y revisar los
suministros. Es un reconocimiento de que, aunque no puedes
controlar el clima, sí puedes prepararte para él. Al anticipar el
cambio, se desencadena un proceso mental que te permite, poco
a poco, despedirte del viejo "yo" y recibir al nuevo con los brazos
abiertos.

Ahora, abrazar el cambio es un acto de valentía. Imagina que


acabas de cambiar de un coche antiguo a uno nuevo. Al
principio, es probable que eches de menos la familiaridad del
coche viejo—su olor, el sonido del motor, la forma en que el
asiento se amoldaba a tu cuerpo. Pero con el tiempo, comenzarás
a apreciar las nuevas comodidades y capacidades que el coche
nuevo ofrece, como la mejor eficiencia de combustible o el
sistema de navegación más avanzado.

En la jubilación, el arte de anticipar y aceptar el cambio es


similar. Puede que al principio sientas nostalgia por las
estructuras y propósitos que la vida laboral te ofrecía. Pero una
vez que te permites abrirte a la nueva etapa que tienes frente a ti,
te darás cuenta de que esta también viene con sus propios regalos
y enseñanzas.

Por tanto, más que un final, cada cambio es una transición


hacia algo nuevo. Y cada transición es una oportunidad para
75
crecer, para reinventarte, y para entender más profundamente
quién eres y qué te importa. Por tanto, como el marinero en alta
mar, mantén un ojo en el horizonte y el otro en tus velas.
Prepárate, ajusta y navega hacia esa nueva versión de ti mismo
que está esperando ser descubierta.

Segundo, Fomenta la Resiliencia

Si hay una palabra que pueda servir como tu aliada más


valiosa en esta fase de la vida, es la resiliencia. Como bien
apuntan diversos estudios de psicología, la resiliencia no es una
cualidad innata con la que naces, sino una habilidad que puedes
cultivar y fortalecer. Imagina la resiliencia como un músculo. No
puedes esperar levantar una pesa de 50 kilogramos si nunca antes
has pisado un gimnasio; debes empezar con pesas más livianas y
gradualmente ir aumentando la carga. De la misma forma, la
resiliencia se fortalece mediante la exposición constante a
desafíos, contratiempos y situaciones difíciles, y superándolos.

En la jubilación, estos desafíos pueden presentarse en


diversas formas, desde la adaptación a un ingreso más bajo hasta
la gestión de una salud fluctuante. Es posible que te encuentres
con situaciones emocionales complejas, como la pérdida de un
ser querido, o desafíos más pragmáticos, como aprender a
utilizar nuevas tecnologías para mantener el contacto con tus
seres queridos. En cada uno de estos escenarios, la resiliencia te
permitirá adaptarte y encontrar nuevas formas de enfrentar la
situación.

76
Fomentar la resiliencia es como entrenar para una maratón.
Al principio, incluso correr un kilómetro puede parecer
agotador. Pero con entrenamiento constante y deliberado, esos
kilómetros empiezan a sentirse cada vez menos intimidantes.
Además, como cualquier buen entrenamiento, la resiliencia
también necesita periodos de descanso y recuperación. Es crucial
no solo saber cuándo y cómo enfrentar los desafíos, sino
también reconocer cuándo es el momento de retroceder y
permitirse sanar y recargar energías.

La jubilación es una excelente oportunidad para enfocar tus


esfuerzos en desarrollar esta habilidad. Sin el estrés constante de
la vida laboral y con un mayor control sobre tu tiempo, puedes
dedicar momentos específicos para el autoexamen, para
identificar tus puntos débiles y tus fortalezas, y para practicar la
resiliencia de maneras que tal vez no habías considerado antes.

Así que recuerda: cada vez que te enfrentes a un


contratiempo, piensa en ello como una oportunidad para hacer
unas cuantas «repeticiones» en tu «gimnasio de resiliencia». Con
el tiempo, ese músculo se volverá más fuerte, mejorando tu
capacidad para enfrentar los desafíos que vengan en el futuro. Y
tal como sucede en el entrenamiento físico, el beneficio no es
solo para ti; si eres más resiliente serás también un mejor amigo,
padre, abuelo y miembro de la comunidad. En resumen, la
resiliencia se convierte no solo en tu escudo personal, sino

77
también en un legado inestimable que puedes dejar a las
generaciones futuras.

Tercero, Mantén una Red de Apoyo Sólida

Nadie es una isla, dice el proverbio, y en el contexto de la


preparación emocional para los desafíos futuros, esta máxima se
amplifica exponencialmente. Imagina la vida como una
temporada de fútbol. Puedes ser el mejor delantero, pero sin una
defensa sólida y un portero confiable, las posibilidades de ganar
el campeonato son escasas. En este sentido, tu red de apoyo
actúa como tu equipo de fútbol personal, una combinación de
jugadores estrella y sólidos defensores que te respaldan cuando
los tiempos se vuelven difíciles.

Tener una red de apoyo sólida no significa acumular un gran


número de amigos en las redes sociales ni tener una agenda social
repleta de eventos. Se trata de calidad sobre cantidad. Tus
«jugadores estrella» son esas pocas personas en las que puedes
confiar plenamente, que estarán allí para escucharte y ofrecer
consejo y apoyo emocional cuando lo necesites. Estas relaciones
requieren tiempo, esfuerzo y atención para fortalecerse, como el
entrenamiento conjunto de un equipo.

Los «defensores» en tu vida podrían ser amigos, familiares o


incluso vecinos que no necesariamente comparten todos tus
secretos o ambiciones, pero que proporcionan una sensación de
comunidad y pertenencia. Son como los jugadores que no

78
siempre acaparan los titulares, pero cuya presencia constante y
sólida contribuye al bienestar general del equipo.

Y, por supuesto, no olvides el papel de un buen «entrenador»,


que podría ser un terapeuta, un consejero o cualquier figura de
mentor que te ayude a mantener el enfoque y te ofrezca
estrategias para manejar los altibajos emocionales. Tal como un
entrenador deportivo estudia estrategias y técnicas para superar
a los oponentes, este mentor puede ofrecerte perspectivas y
métodos para manejar los desafíos emocionales que puedas
enfrentar.

¿Cómo construyes y mantienes una red de apoyo sólida? Al


igual que en el deporte, la cohesión del equipo no ocurre de la
noche a la mañana. Requiere tiempo, comunicación abierta y
muchas «prácticas», es decir, interacciones significativas.
También debes estar dispuesto a ofrecer apoyo cuando otros lo
necesiten, porque una red de apoyo es efectiva solo si es
bidireccional.

Así que al planificar tu jubilación, o cualquier otra fase de la


vida, considera cómo vas a fortalecer tu «equipo». Estarás
jugando partidos más difíciles a medida que avanzas en años,
enfrentando oponentes como el envejecimiento, la pérdida y el
cambio. Pero con un equipo sólido a tu lado, tendrás muchas
más victorias que derrotas, y los desafíos serán oportunidades
para demostrar tu fortaleza, tanto individual como
colectivamente.

79
Cuarto, Haz Frente a los Miedos y Preocupaciones

Si piensas en tu mente como una casa, encontrarás que, igual


que en cualquier hogar, hay rincones oscuros que preferimos
evitar. Puede ser el temor a la soledad, la ansiedad por problemas
de salud o la inquietud sobre cómo será tu legado. Mucha gente
prefiere dejar la puerta de estos «cuartos oscuros» bien cerrada,
evitando enfrentar esos miedos y preocupaciones. Pero en el
ámbito de la preparación emocional para los desafíos futuros,
ese enfoque es similar a dejar acumular polvo y telarañas en un
rincón de tu casa, permitiendo que lo que podría ser una pequeña
molestia se convierta en un problema mucho mayor.

Enfrentar tus miedos es como una limpieza emocional


profunda. Al abrir esas puertas y encender las luces, te das cuenta
de que muchas de tus preocupaciones son menos temibles de lo
que parecían en la oscuridad. Comienza identificando esos
miedos de forma concreta; ponles nombre, como si etiquetaras
cajas en una mudanza. Una vez identificados, puedes empezar a
desempacarlos uno por uno, examinando su contenido y
determinando si son preocupaciones legítimas que requieren
acción o simples espectros de tu imaginación.

Para este ejercicio, puede ser útil tener herramientas


adecuadas a mano, que en este contexto podrían ser técnicas de
mindfulness, diálogos con personas de confianza o incluso la
ayuda de un profesional. Algunos miedos se desvanecerán

80
simplemente al ser reconocidos, otros requerirán un trabajo más
profundo.

Después de haber «limpiado» tus miedos y preocupaciones,


notarás un efecto liberador. Esos rincones oscuros ya no tendrán
el mismo poder sobre ti, y podrás caminar por los «pasillos» de
tu vida con una sensación de control y tranquilidad. Este no es
un proceso que haces una vez y olvidas; al igual que la limpieza
de la casa, es un ejercicio continuo. Pero cada sesión de limpieza
emocional te deja con una mayor claridad y un espacio más
saludable para vivir tu vida, preparándote mejor para enfrentar
los desafíos futuros con una actitud resiliente y positiva.

¿Has identificado qué rincones de tu «casa emocional»


necesitan una limpieza? ¿Qué herramientas consideras más útiles
para enfrentar tus miedos y preocupaciones?

Quinto, Desarrolla un Sentido de Propósito

Imagina que eres el capitán de un barco aventurero,


navegando por el océano de la vida. En tus años más jóvenes,
podrías haber tenido puertos claros a los que llegar: una carrera
exitosa, una familia, acumular riquezas o lograr reconocimiento.
Pero ahora que estás en la fase de la jubilación, ¿qué sucede con
tu navío? ¿Se queda anclado en la bahía, oxidándose lentamente,
o sigue navegando hacia nuevos horizontes?

Tener un sentido de propósito es como tener un mapa de


navegación para ese barco, incluso cuando ya has cruzado
muchos mares y enfrentado numerosas tormentas. Este mapa
81
no está grabado en piedra; es más como un pergamino en el que
puedes dibujar nuevas rutas y descubrir continentes emocionales
y espirituales que antes no tenías tiempo de explorar.

Empieza por hacer un inventario de tus pasiones, habilidades


y oportunidades. Tal vez siempre quisiste escribir un libro, hacer
voluntariado en una causa que te importa, o aprender una nueva
habilidad que siempre te fascinó. Anota estos "destinos" en tu
mapa. Son los puertos hacia los que dirigirás tu navío, y te
ofrecen un sentido de dirección que hace que el viaje sea
emocionante y gratificante.

Sin un destino, incluso el viaje más lujoso puede sentirse vacío


y monótono. Pero cuando tienes un propósito claro, cada ola
que enfrentas es una historia para contar, cada viento en contra
una lección aprendida, y cada puerto alcanzado una celebración
de la vida en sí misma.

Este sentido de propósito no solo enriquece tus propias


experiencias, sino que también actúa como un faro para los
demás. Tu búsqueda de un objetivo inspira a los más jóvenes y
consuela a los que están en la misma etapa de la vida,
mostrándoles que la jubilación no es un final, sino un nuevo
capítulo lleno de posibilidades.

Desarrollar un sentido de propósito es un proyecto continuo,


un pergamino que nunca dejas de dibujar. Y lo más emocionante
de tener un mapa es que siempre puedes añadir más detalles,

82
descubrir nuevas rutas y adaptar tu curso según lo que
encuentres en el camino.

¿Has considerado cuál será tu próximo «puerto» en esta fase de


tu vida? ¿Qué metas o proyectos te emocionan al pensar en tu
futuro?.

En la vejez, como en la vida, no puedes evitar las olas,


pero puedes aprender a surfear

83
PARTE IV: PASIONES Y OPORTUNIDADES

84
CAPÍTULO 16: REDESCUBRIR ANTIGUAS PASIONES

La jubilación es esa etapa en la que, liberado de las obligaciones


laborales que han definido gran parte de tu vida, te enfrentas al
espejo del tiempo y te preguntas: ¿y ahora qué? Pero no
confundas esta interrogante con una crisis; más bien, es una
oportunidad disfrazada, una puerta abierta hacia un salón lleno
de posibilidades. Tu vida es como un vasto lienzo en blanco y
ahora tienes todas las pinturas y pinceles a tu disposición. ¿Qué
obra maestra crearás?

En este capítulo, hablaremos de cómo redescubrir antiguas


pasiones que tal vez dejaste atrás en la carrera de la vida.
Exploraremos la gratificación que viene con el voluntariado, esa
fórmula mágica de dar para recibir. También te daremos las
claves para embarcarte en nuevos proyectos, incluso
empresariales, porque ¿quién dijo que los emprendedores tienen
una fecha de caducidad? Y como broche de oro, abordaremos el
tema de los viajes y aventuras, porque el mundo es un libro y
aquellos que no viajan solo leen una página.

Así que ármate de valor, de curiosidad y, por supuesto, de este


libro. Estás a punto de embarcarte en uno de los viajes más
emocionantes de tu vida: el viaje hacia ti mismo.

«La jubilación no es el final del camino, sino el inicio de un


sendero lleno de posibilidades.»

85
Quizá ya sepas que hay cosas que una vez amaste pero que
dejaste a un lado, enterradas en el baúl del «algún día volveré a
ello». Bueno, ya ha llegado ese «algún día», y es hora de abrir ese
baúl.

Primero, haz un viaje al pasado. Detente un momento y haz


una expedición mental a las épocas pasadas de tu vida. Piensa en
esos días de juventud donde quizás tenías más tiempo y menos
responsabilidades, cuando tal vez escribías poesía en la orilla de
un lago o tocabas la guitarra en reuniones con amigos. Este
ejercicio es como abrir una vieja caja de fotos cubierta de polvo
que has guardado en el ático del alma; cada recuerdo es como
una instantánea que captura un fragmento de lo que eras y, por
ende, de lo que podrías volver a ser.

Al sumergirte en esta memoria selectiva, no solo revivirás la


nostalgia de otros tiempos más, sino que también podrás rescatar
pasiones y gustos que con el tiempo y las responsabilidades
quizás dejaste atrás. ¿Recuerdas cómo se sentía estar inmerso en
ese hobby o actividad que amabas? ¿Puedes evocar la sensación
de alegría, de plenitud, incluso de trascendencia que te
proporcionaba?

Pero no se trata solo de un paseo por la nostalgia. Al


reencontrarte con estas antiguas pasiones, estarás tejiendo un
puente entre tu pasado y tu presente, y posiblemente trazando
un nuevo camino hacia tu futuro. Puede que esos antiguos
intereses te ofrezcan una ruta de escape de la rutina o incluso se

86
transformen en una nueva pasión adaptada a tu vida actual. Tal
vez aquella poesía que escribías se convierta ahora en un blog, o
esa guitarra olvidada encuentre un nuevo hogar en clases de
música para la comunidad local.

En resumen, este viaje retrospectivo no es solo un acto de


indulgencia sentimental, sino una verdadera excavación
arqueológica de tu ser. Estás buscando tesoros olvidados en las
arenas del tiempo, y quién sabe, tal vez encuentres una joya que
ilumine el próximo capítulo de tu vida.

Segundo, pregúntate por qué lo dejaste. Después de ese


viaje al pasado en busca de tus antiguas pasiones, el siguiente
paso lógico es preguntarte por qué abandonaste esas actividades
que te daban tanta alegría. A veces, la razón es clara y justificable:
quizás una lesión física te forzó a dejar un deporte que amabas,
o tal vez las responsabilidades laborales y familiares hicieron que
tu tiempo se volviera un recurso muy limitado.

Sin embargo, en otros casos, puede que descubras que la


barrera para retomar ese viejo hobby o pasión eres tú mismo. Es
como reencontrarte con un traje en el fondo de tu armario que
dejaste de usar porque un día decidiste, quizás de forma
apresurada, que ya no te quedaba bien. Pero ahora, al enfrentarte
a él nuevamente, te preguntas si esa antigua prenda no podría
volver a encajar si le das una oportunidad.

En este punto, el autoanálisis se convierte en una herramienta


vital. ¿Dejaste esa actividad por falta de autoconfianza, por
87
temor al qué dirán o quizás porque creíste que ya no eras «lo
suficientemente bueno» para ello? Si al indagar te das cuenta de
que las barreras son más psicológicas que prácticas, tal vez sea el
momento de enfrentar esos miedos o inseguridades. La
jubilación ofrece un contexto maravilloso para redescubrir y
redimir aquellas partes de ti que quedaron en el camino por
motivos que hoy pueden parecer triviales o superables.

También es posible que descubras que tus intereses y


circunstancias han cambiado, y lo que alguna vez te apasionó ya
no tiene el mismo atractivo. Y eso está perfectamente bien. La
clave aquí es hacer este ejercicio de introspección para saber si
esas antiguas pasiones tienen un lugar en tu vida actual o si, por
el contrario, tu camino va en otra dirección. En cualquier caso,
entender el «por qué» detrás de tus decisiones pasadas te
permitirá tomar decisiones más informadas y satisfactorias en tu
nuevo capítulo de vida.

Tercero, evalúa el estado actual de esa pasión. Una vez


que hayas hecho un repaso de tus antiguas pasiones y hayas
analizado las razones por las que las abandonaste, el siguiente
paso es evaluar su estado actual. No es suficiente saber que te
gustaba coleccionar sellos o dibujar, ahora debes entender qué
necesita esa actividad para ser revitalizada en tu vida actual.

Si estamos hablando de una colección de sellos, por ejemplo,


quizás debas hacer un inventario para ver cuál es el estado de tus
piezas, si faltan algunas ediciones recientes o si es necesario

88
protegerlas mejor para su conservación. Podrías necesitar buscar
tiendas especializadas, unirse a foros en línea o incluso visitar
exposiciones para volver a conectarte con ese mundo.

Si tu pasión era el dibujo, sería el momento de evaluar tus


suministros. ¿Tus lápices y papeles están actualizados?
¿Necesitas nuevas herramientas como tabletas de dibujo o
programas de software? Tal vez incluso consideres tomar clases
para refrescar tus habilidades o aprender nuevas técnicas.

Sería como volver a tu casa de la infancia después de muchos


años. En tu memoria, todo puede parecer intacto, pero al llegar
descubres que las paredes necesitan una capa fresca de pintura,
el jardín un poco de cuidado, y las habitaciones, una
actualización. No se trata de demoler la estructura existente, sino
de entender qué ajustes son necesarios para que se adapte a quien
eres ahora.

En esta etapa, podrías encontrarte con obstáculos prácticos,


como un mercado que ha cambiado o nuevas tecnologías que
debes aprender para retomar tu antigua afición. Pero recuerda,
estos obstáculos no son barreras insuperables, son más bien los
pasos necesarios para volver a involucrarte de manera
significativa con algo que alguna vez amaste. Y quién sabe, en el
proceso, podrías descubrir una versión más rica y compleja de
esa antigua pasión, adaptada a tu personalidad de hoy.

Cuarto, ponte metas pequeñas pero significativas. El


entusiasmo por retomar una pasión olvidada puede ser
89
abrumador, impulsándote a establecer metas grandes de
inmediato. Aunque esto es comprensible, el peligro radica en la
posible desilusión o agotamiento si esos grandes objetivos no se
cumplen rápidamente. Aquí es donde las metas pequeñas pero
significativas entran en juego.

Si has decidido volver a la escritura, por ejemplo, no te


comprometas a escribir una novela de 500 páginas en el primer
mes. Podrías empezar con algo más manejable como escribir un
cuento corto, un ensayo, o incluso un poema. Esto te permite
refinar tus habilidades y recuperar tu confianza sin sentirte
abrumado por un proyecto gigantesco. Es como volver a hacer
ejercicio después de un largo periodo de inactividad. Imagina
que decides correr un maratón sin ningún tipo de preparación
previa. No sólo te expondrás a un alto riesgo de lesiones, sino
que también es muy probable que te sientas frustrado y
abandones tu objetivo. En cambio, si empiezas con caminatas
cortas, luego trote ligero, y eventualmente vas incrementando la
distancia y la intensidad, estarás preparando tu cuerpo y tu mente
para el reto más grande que te propones.

Cuando pienses en tus metas, asegúrate de que sean


alcanzables y medibles. Algo que puedas rastrear y celebrar una
vez que lo logres. Estas pequeñas victorias no solo te darán una
inyección de confianza, sino que te ayudarán a ajustar tus planes
y expectativas para los desafíos más grandes que decidas

90
enfrentar en el futuro. Además, te ofrecerán una visión más clara
de lo que realmente quieres lograr con esta pasión reavivada.

Quinto, comparte tu redescubrimiento. Ya sea con


amigos, familia o incluso un grupo en línea dedicado a tu pasión,
compartir te dará ese impulso extra para seguir adelante. Es
como encontrar un compañero de entrenamiento para que esos
días de «no quiero hacerlo» sean menos tentadores.

«Redescubrir una vieja pasión es como reencontrarte con un


viejo amigo; ambos han cambiado, pero el núcleo de lo que los
hace especiales sigue ahí».

91
CAPÍTULO 17: VOLUNTARIADO. DAR PARA RECIBIR

4.3 Voluntariado: Dar para recibir

Si alguna vez has pensado en el voluntariado como en un acto


unilateral de dar, te va a sorprender saber que, en realidad, es una
especie de intercambio mágico, porque el voluntariado tiene ese
don de hacerte sentir bien mientras haces el bien. Vamos a
explorar cómo puedes sumarte a este círculo virtuoso.

Primero, identifica tus intereses. La idea de adentrarse en


el mundo del voluntariado puede ser emocionante, pero también
un poco abrumadora dada la amplia variedad de opciones
disponibles. Podrías sentirte como un niño en una heladería con
docenas de sabores para elegir, cada uno más apetitoso que el
último.

Si tienes una pasión ardiente por el medio ambiente, tal vez


te gustaría unirte a proyectos de limpieza de playas o
reforestación. Si los animales te fascinan, podrías considerar
trabajar en un refugio local. Si tienes habilidades en carpintería o
construcción, podrías contribuir a proyectos de vivienda para los
menos afortunados. Y si lo tuyo son las artes, quizás podrías dar
clases de música o pintura a niños en comunidades
desfavorecidas.

Pero también está la posibilidad de explorar campos


completamente nuevos que siempre te han interesado pero
nunca has tenido la oportunidad de abordar. Tal vez siempre has
sido curioso acerca de la historia y podrías servir como guía en
92
un museo local. O quizás te gustaría saber más sobre el sistema
de justicia y podrías ofrecer tu tiempo como asistente legal
voluntario.

Así que tómate tu tiempo para identificar tus intereses.


Investiga, pregunta, y si es posible, haz una «degustación» de
varias oportunidades de voluntariado para tener una mejor idea
de dónde podrías encajar mejor y dónde podrías hacer la mayor
contribución. De esta manera, tu experiencia de voluntariado
será tanto gratificante como alineada con tus intereses personales
y habilidades.

Segundo, haz un inventario de tus habilidades. No menos


importante que identificar tus intereses es conocer qué
habilidades puedes aportar a la mesa. Podrías tener talentos y
habilidades que ni siquiera consideras notables, pero que podrían
ser tremendamente útiles en el ámbito del voluntariado.

Si eres un maestro de la palabra escrita, tal vez podrías


colaborar con una ONG redactando boletines informativos,
solicitando donaciones o incluso escribiendo discursos para
eventos. No subestimes el poder de una buena comunicación;
muchas organizaciones carecen de habilidades en esta área y tu
contribución podría marcar una diferencia significativa.

Si, por otro lado, eres un manitas y te sientes cómodo


manejando herramientas, podrías ofrecer tus servicios en tareas
de construcción o reparación. Ya sea ayudar a construir un
refugio para animales, reparar instalaciones en una escuela local
93
o incluso colaborar en la construcción de viviendas para
personas sin hogar, tu habilidad para el bricolaje podría ser
inestimable.

Al ofrecer habilidades en las que ya eres competente, no solo


contribuirás de manera más efectiva, sino que también
encontrarás la experiencia más gratificante. Por tanto, haz una
lista de tus habilidades, tanto las evidentes como las que podrían
requerir un poco más de introspección. Esto no solo te ayudará
a encontrar la oportunidad de voluntariado más adecuada para
ti, sino que también te brindará una satisfacción personal al saber
que estás haciendo una contribución significativa, utilizando lo
mejor de ti mismo.

Tercero, investiga y elige una organización. Una vez que


tengas claro cuáles son tus intereses y qué habilidades puedes
aportar, el siguiente paso es encontrar la organización adecuada.
No se trata solo de googlear «oportunidades de voluntariado
cerca de mí», sino de realizar una investigación más profunda.
Puede que te sorprendas al descubrir cuántas organizaciones
existen, cada una con su propio enfoque y necesidades.

Consulta sus páginas web, sigue sus redes sociales, lee


testimonios y, si puedes, habla con voluntarios actuales o
anteriores. De este modo, obtendrás un panorama completo
sobre la cultura de la organización, su impacto en la comunidad
y qué tipo de voluntarios están buscando.

94
Una vez que hayas hecho tu selección, no te limites a un
compromiso superficial. Al igual que cuando te unes a un equipo
de fútbol, baloncesto o cualquier otra actividad grupal, la idea es
encajar y ser una parte activa del equipo. Esto no solo te hará
sentir más conectado con la causa, sino que también permitirá
que los miembros más experimentados de la organización te
guíen y te brinden una experiencia más enriquecedora.

La elección de una organización para colaborar como


voluntario es similar a la elección de un equipo en un partido
deportivo. No solo quieres estar en un equipo que tenga
posibilidades de ganar o que sea popular; buscas uno donde
sientas que tu conjunto de habilidades puede marcar la
diferencia, donde puedas encajar bien con los demás miembros
y, juntos, trabajar hacia una meta común.

El compromiso es clave. Una vez que te has unido, sé


proactivo. Ofrece tus habilidades, participa en las reuniones y, lo
más importante, comprométete con las actividades para las que
te has apuntado. Al igual que en el deporte, tu contribución
individual puede tener un impacto significativo en el éxito
colectivo del grupo. Y recuerda, estás allí no solo para contribuir
sino también para crecer como individuo mientras haces algo
significativo por los demás.

Cuarto, empieza poco a poco. La idea de involucrarte en


una nueva actividad, especialmente si es voluntariado, puede
parecer abrumadora al principio. Podría surgir la tentación de

95
pensar que debes dedicar grandes cantidades de tiempo para
realmente marcar una diferencia. Sin embargo, la realidad es que
cada esfuerzo cuenta, no importa cuán pequeño sea.

Si te sumerges de lleno desde el principio, podrías encontrarte


abrumado por las responsabilidades, lo que podría llevar al
agotamiento o, peor aún, al desencanto. En lugar de eso,
considera sumergir solo un pie en la piscina para probar la
temperatura del agua. Dedica unas pocas horas a la semana
inicialmente para ver cómo encaja la actividad en tu vida y cómo
te sientes al respecto. Haz una evaluación honesta: ¿Te sientes
emocionado? ¿Agotado? ¿Estás ansioso por hacer más?

Una vez que hayas evaluado cómo te sientes y hayas


comprobado que puedes manejar ese nivel de compromiso sin
estresarte, puedes considerar incrementar tu involucramiento.
Tal vez puedas participar en un proyecto adicional o asumir una
tarea más compleja dentro de la organización.

Es este enfoque gradual el que te permitirá adaptarte de


manera efectiva a tu nueva rutina de voluntariado. Así como no
te lanzarías a nadar en una piscina sin primero comprobar la
temperatura del agua, no te apresures a comprometerte con un
horario que podría no ser sostenible a largo plazo. La clave está
en encontrar ese punto óptimo donde te sientas desafiado pero
no abrumado, y donde tu contribución se sienta significativa
tanto para ti como para la causa que has decidido apoyar.

96
Quinto, disfruta del proceso y de los resultados. La
experiencia del voluntariado no es solo un medio para un fin,
sino también un viaje en sí mismo, lleno de aprendizajes, retos y
satisfacciones únicas. A menudo nos obsesionamos con los
resultados tangibles, como cuánto dinero recaudamos para una
causa o cuántas personas asistieron a un evento, y aunque estos
son indicadores importantes, no son la única forma de medir el
impacto de tu labor.

Puedes comparar el acto de voluntariado con el proceso de


sembrar una semilla y nutrirla para que se convierta en una planta
robusta. En un principio, la semilla parece insignificante, y los
primeros días de cuidado pueden parecer rutinarios o incluso
monótonos. Riegas la tierra, aseguras que reciba la cantidad
adecuada de sol, quizás incluso le hablas a la planta en un susurro
esperanzador. Durante este tiempo, puede que no veas mucho
cambio en la superficie, pero debajo de ella, las raíces se están
extendiendo y la planta se está preparando para crecer.

Y un día, surge el primer brote. Entonces comprendes que


cada gota de agua, cada rayo de sol y cada palabra de aliento no
fueron en vano. Ves la planta crecer, y quizás florecer, y
comprendes que tus esfuerzos han dado fruto.

Al igual que con esa planta, tu experiencia de voluntariado


está llena de pequeñas acciones que, juntas, suman algo mucho
más grande. Cada sonrisa que provocas, cada vida que tocas y

97
cada cambio positivo que contribuyes a realizar en la comunidad
son como esos brotes que emergen de la tierra.

Y no olvides el crecimiento personal que experimentas a lo


largo del proceso. Los nuevos amigos que haces, las habilidades
que adquieres y la gratitud que sientes son todos resultados
igualmente valiosos de tu tiempo dedicado al voluntariado.

Por lo tanto, no te centres únicamente en los resultados


finales. Disfruta del proceso, de cada momento de aprendizaje y
de cada pequeño éxito. Porque cada uno de ellos es una muestra
palpable de que estás haciendo un impacto, y eso es algo que te
enriquecerá tanto como a las personas y causas a las que estás
ayudando.

«El voluntariado es la única inversión donde usar el corazón no


solo está permitido sino que, además, ofrece los mejores
dividendos».

98
CAPÍTULO 18: LOS VIAJES

«Los viajes son como la sal de la vida, le añaden sabor, pero hay
que saber cuánto y cómo echarla para que todo salga a pedir de
boca». Este aforismo encierra una verdad universal: los viajes
tienen el poder de enriquecer nuestra existencia, de abrirnos a
nuevas experiencias y perspectivas. Pero, como con la sal en la
cocina, la clave está en encontrar el equilibrio perfecto.

Si has llegado al punto de tu vida en que el reloj laboral ha


dejado de marcar tu ritmo diario, ¡enhorabuena! Estás en el club
exclusivo de los trotamundos jubilados, personas que tienen la
libertad de explorar el mundo sin las ataduras del 9 a 5. Pero,
¿por dónde empezar? Esa es la pregunta del millón de dólares...
o de euros, yenes o cualquier moneda que prefieras.

Primero, Definir Tus Objetivos de Viaje: Antes de comprar


impulsivamente un billete de avión a un lugar que suena exótico
pero que tal vez no satisfaga tus verdaderos deseos, haz una
pausa y define tus objetivos de viaje.

¿Buscas cultura? Entonces tal vez un viaje a lugares con rica


historia y monumentos sea lo que necesitas. Piensa en Roma, El
Cairo o Kyoto. ¿Prefieres rodearte de la majestuosidad de la
naturaleza? Entonces destinos como la Patagonia en Argentina,
el Parque Nacional Yellowstone en EE.UU. o las playas de
Maldivas podrían ser más de tu agrado. ¿Y qué hay de la
aventura? Si buscas adrenalina, tal vez un viaje de senderismo en

99
los Alpes o una expedición de buceo en el Gran Arrecife de
Coral australiano sean las opciones que más te entusiasmen.

Establecer tus objetivos de viaje es como leer el menú antes


de ordenar; te da una idea clara de lo que puedes esperar y te
ayuda a evitar la decepción. Además, hace que la planificación
sea más sencilla y efectiva. Sabrás qué tipo de alojamiento buscar,
qué actividades investigar y, quizás lo más importante, cómo
preparar tu estado mental para la experiencia. No te lanzarías a
cocinar un plato sin al menos un vistazo a la receta; de la misma
forma, no deberías lanzarte a un viaje sin una idea clara de lo que
esperas lograr. Con un objetivo bien definido, cada paso que des,
cada billete que compres y cada reserva que hagas, será un
ingrediente que contribuirá a cocinar una experiencia
inolvidable.

Segundo, establece un Presupuesto: Toda gran aventura, ya


sea la búsqueda del Santo Grial o una expedición a la Antártida,
necesita una financiación adecuada que vendrá, generalmente, de
tu cuenta bancaria y de tus ingresos recurrentes, como tu
pensión de jubilación. Tienes que entender cómo equilibrar las
expectativas de tus sueños con la realidad de tus recursos
financieros.

Antes de sumergirte en las aguas cristalinas de Maldivas o


perderte en las estrechas callejuelas de una antigua ciudad
europea, analiza cómo estos planes encajarán en tu situación
financiera actual.

100
Si eres del tipo de viajero que prefiere alojarse en resorts de
cinco estrellas y cenar en restaurantes con estrellas Michelin, eso
requerirá un enfoque financiero diferente que si prefieres
hostales y comida callejera. Con esto en mente, podrías
considerar diferentes estrategias para financiar tu viaje. Tal vez
vendas algunas posesiones que ya no necesitas, o tal vez puedas
alquilar tu casa mientras estás fuera. Algunas personas optan por
trabajar como freelancers digitales mientras viajan para tener una
fuente de ingresos adicional.

Haz un desglose detallado de los gastos: vuelos, alojamiento,


comida, transporte local, entradas a atracciones, etc. Añade un
pequeño porcentaje extra para imprevistos. Una vez que sepas
qué puedes permitirte, puedes comenzar a buscar ofertas,
comparar precios y quizás incluso descubrir nuevas formas de
hacer que tu dinero rinda más. Tal vez encuentres un vuelo más
barato con una escala, o tal vez decidas viajar fuera de temporada
para aprovechar las tarifas más bajas en alojamiento y
actividades. Una de las múltiples ventajas de estar jubilado es que
puedes viajar cuando casi nadie más lo hace.

Ten en cuenta que el objetivo no es simplemente minimizar


los costos sino maximizar las experiencias. Busca formas
creativas y realistas de hacer que tu presupuesto se alinee con tus
sueños, de la misma forma en que un chef de renombre puede
crear una obra maestra culinaria dentro de las limitaciones de su
cocina. Así, tu viaje no será una carga financiera, sino una

101
inversión en recuerdos y enriquecimiento personal que
perdurará mucho más allá de tu regreso.

Tercero, Investiga y Planifica: Ah, la etapa de investigación


y planificación: ese emocionante momento en que el mundo
entero se convierte en un laberinto de posibilidades, listo para
ser explorado. Es el instante mágico en que tus dedos bailan
sobre el teclado, abriendo docenas de pestañas en tu navegador
que van desde blogs de viaje hasta videos de YouTube y páginas
de comparación de vuelos. Pero aquí, en este océano digital tan
vasto y repleto de islas de información, también reside un
monstruo: el de la saturación informativa.

Piensa en la planificación de tu viaje como si fueras un


director de cine preparando su próxima obra maestra. Tienes que
saber qué escenas (o en este caso, destinos) son cruciales para la
trama y cuáles se pueden descartar o guardar para la secuela. Es
como si estuvieras en una gigantesca biblioteca con pasillos
infinitos: quieres asegurarte de que estás recogiendo los libros
que realmente te iluminarán en tu viaje, no simplemente
tomando volúmenes al azar hasta que tus brazos no puedan más.

Inicia con una lista de preguntas o temas clave. ¿Qué climas


prefieres? ¿Cuáles son las restricciones de viaje o requisitos de
visa? ¿Cuál es la mejor temporada para visitar determinados
lugares? Esto te ayudará a filtrar el torrente de información y a
encontrar lo que realmente necesitas saber.

102
Si te abruma la cantidad de información, tómatelo como una
oportunidad para practicar el arte del descarte. Elimina opciones
que no se ajusten a tus objetivos de viaje o a tu presupuesto.
Sigue una estrategia de «reducción creativa» para centrarte en lo
esencial. Imagina que eres un escultor y que cada dato, cada pieza
de información es un golpe de cincel en un bloque de mármol;
estás revelando la forma oculta de tu viaje ideal con cada elección
que haces.

No olvides también consultar opiniones y críticas de otros


viajeros, pero siempre filtrando sus consejos a través del tamiz
de tus propios intereses y necesidades. La montaña que para uno
es una maravilla puede ser para otro un lugar lleno de mosquitos
y maleza.

Haz uso de herramientas de planificación en línea, desde


mapas interactivos hasta aplicaciones especializadas en
itinerarios de viaje. Pero también mantén espacio para la
espontaneidad y la aventura. Un guion demasiado rígido puede
hacer que te pierdas de experiencias extraordinarias que sólo se
descubren cuando te desvías un poco del camino trazado.

En resumen, la etapa de investigación y planificación es una


oportunidad para afinar tu viaje, para destilarlo hasta su esencia
más pura. Es el momento de ser tanto un artista como un
arquitecto, diseñando un periplo que no solo te lleve a lugares
físicos, sino también a un profundo viaje interior.

103
Cuarto, Considera tu Salud: El Pasaporte para Tu
Bienestar. La salud es esa trama secundaria que puede
convertirse rápidamente en el protagonista de tu película de
aventuras si no se maneja con cuidado. Imagina tu viaje como
una novela épica, llena de héroes, villanos y giros inesperados.
Pero, como cualquier buen héroe, necesitas un escudo, y en este
caso, ese escudo es un buen estado de salud y una póliza de
seguro adecuada.

Pasar por un chequeo médico antes de viajar no es


simplemente un requisito aburrido; piénsalo como el «casting»
que debes superar para asegurarte de que estás en forma para
desempeñar el papel principal en tu propio viaje. En esta
«audición», tu médico es el director que puede darte consejos
específicos sobre cómo prepararte para el papel de tu vida.
Desde vacunas necesarias para ciertos destinos hasta
medicamentos que podrían serte útiles en tu travesía, esta visita
te proporciona la «guía del actor» que necesitas para tener un
rendimiento estelar.

Si tomas medicamentos regularmente, asegúrate de que


tendrás suficiente para todo el viaje o investiga si podrás obtener
más en tu destino. En cuanto al seguro médico, no lo consideres
un gasto, sino una inversión en tranquilidad. Investiga pólizas
que ofrezcan cobertura internacional, y asegúrate de leer la letra
pequeña para saber exactamente qué está cubierto.

104
No olvides también considerar aspectos como la calidad del
aire, la altitud y la disponibilidad de agua potable en tus destinos
elegidos. Estos factores pueden ser como esos personajes
secundarios que, aunque parezcan insignificantes, tienen el
poder de cambiar todo el curso de la historia.

En resumen, pensar en tu salud antes de emprender un viaje


es como hacer una lectura de guion detallada y preparada. Te da
una idea de los posibles desafíos y te prepara para enfrentarlos
con confianza. Porque cada héroe necesita estar en su mejor
forma para enfrentar la aventura que le espera.

Quinto, Prepara una Comunicación Efectiva. Puede ser


tentador pensar que con el inglés te podrás manejar en la mayoría
de los lugares, pero la realidad es que el idioma es mucho más
que un medio de comunicación; es un pasaje hacia la
comprensión de una cultura, una llave que abre puertas que de
otra manera permanecerían cerradas. Por tanto, aunque solo
aprendas a decir «gracias», «por favor», y «dónde está el baño» en
el idioma local, estarás dando un gran paso en la dirección
correcta.

Apps de traducción pueden convertir tu teléfono móvil en un


traductor personal, permitiéndote superar las barreras del idioma
con el toque de un dedo. Pero aquí hay una idea disruptiva: ¿y si
también te llevas un cuaderno físico para apuntar frases, dibujos
o cualquier cosa que te ayude a recordar palabras o contextos?
De alguna manera, el acto de escribir refuerza la memoria y

105
añade un componente humano que la tecnología todavía no
puede replicar.

En el tema de la comunicación, no olvides el poder del


lenguaje no verbal. Un gesto amable, una sonrisa genuina o el
contacto visual pueden transmitir más que mil palabras. En ese
sentido, tu cuerpo también es un tipo de «mapa» que otros
pueden leer. Asegúrate de que estás comunicando respeto y
abertura, y verás cómo se te devuelven de manera similar.

Por último, ten en cuenta que la comunicación efectiva


también implica saber cuándo escuchar. A veces, las mejores
experiencias provienen de esos momentos en que decidimos
callar y permitir que el mundo hable. En esos instantes, podrías
encontrar que el «bosque» te revela sus secretos más profundos,
guiándote hacia rutas que ni siquiera sabías que existían.

Así que, equipado con tus frases básicas, tu teléfono móvil y


tu intuición afinada, estarás listo para encarar las maravillas y los
desafíos de tu viaje. Y quién sabe, tal vez en el camino descubras
que el verdadero tesoro es el viaje en sí, una aventura lingüística
y cultural que te enriquece mientras exploras.

Viajar en la jubilación es redescubrir el mundo a tu ritmo,


sin la prisa de las obligaciones pero con la sabiduría de
los años

106
CAPÍTULO 19: EDUCACIÓN CONTINUA: EL AULA SIN
FIN DE LA VIDA

¿Quién dijo que los pupitres y los exámenes son solo para los
jóvenes? La jubilación puede ser tu matrícula para la universidad
más grande y más emocionante que existe: la vida misma. En
este capítulo, exploraremos la idea fascinante y siempre
enriquecedora de la educación continua en la jubilación. Es un
recordatorio audaz de que la capacidad de aprender, de crecer, y
de reinventarnos no tiene fecha de caducidad. Imagina tu mente
como un jardín; si dejas de regarlo y de exponerlo al sol,
eventualmente se marchitará. Pero con el cuidado adecuado,
puede florecer de formas que nunca hubieras imaginado, sin
importar cuántos años marquen tu DNI. Bienvenido a esta
emocionante etapa del viaje donde cada día presenta una
oportunidad para aprender algo nuevo, para desafiar tus propias
percepciones, y para expandir los horizontes de tu mundo
interno y externo. Ahora, pongamos nuestros sombreros de
pensador y embarquémonos en esta aventura intelectual.

Primero: Identifica Tus Intereses

Si vas a embarcarte en la noble travesía de la educación


continua, el primer puerto de escala es el autodescubrimiento.
¿Qué es lo que realmente te hace vibrar, lo que te da curiosidad
o te emociona? ¿Tienes alguna pasión dormida que nunca tuviste
tiempo de explorar? Es el momento perfecto para hacerlo.

107
Imagina tu curiosidad como un apetito insaciable. Pero al
igual que cuando estás frente a un menú abrumadoramente
variado en un restaurante, si no tienes claro qué te apetece,
podrías terminar con una mesa llena de platos que no satisfacen
tus antojos verdaderos. Entonces, haz una «lista de deseos
educativos», como quien prepara una lista de compras
meticulosamente pensada antes de entrar al supermercado. Este
listado no solo evitará que pierdas tiempo y recursos en
«chucherías educativas» sin sentido, sino que también te dará un
sentido de dirección y propósito.

Escribir estos intereses también puede ser un ejercicio


revelador. Podrías descubrir que muchos de tus deseos
educativos se entrelazan de formas inesperadas, lo que podría
llevar a un enfoque de aprendizaje multidisciplinario. Por
ejemplo, si siempre has querido aprender italiano y también te
interesa la historia del Renacimiento, ¿por qué no combinar
ambos? Podrías tomar un curso de idiomas mientras lees sobre
los maestros del Renacimiento italiano, lo que no solo reforzaría
tu dominio del idioma sino que también enriquecería tu
comprensión de una época que cambió el mundo.

Entonces, como quien decide que ingredientes comprar para


una receta de lujo, selecciona los temas y habilidades que quieres
incorporar en esta nueva fase de tu vida. Serán los ingredientes
clave para la receta de tu enriquecimiento personal en la
jubilación.

108
Segundo: Busca Opciones Accesibles

Ahora que has identificado tus intereses y pasiones, el


siguiente paso es explorar el variado paisaje educativo en busca
de opciones que se ajusten a tu vida, tu tiempo y tu presupuesto.
Afortunadamente, vivimos en una época dorada de acceso a la
educación; hay cursos universitarios en línea de las mejores
instituciones del mundo, talleres locales en tu comunidad o
biblioteca, MOOCs (Cursos Online Abiertos y Masivos)
gratuitos, y mucho más. Puedes incluso sumergirte en una
avalancha de podcasts y videos educativos que se ajusten a tu
ritmo y estilo de vida.

Quizás estés interesado en la astronomía pero no quieres


gastar una fortuna en un curso universitario. Puedes empezar
con una aplicación móvil de astronomía y algunos videos de
YouTube, y quizás más adelante unirte a un grupo local de
entusiastas que comparten tu interés. O tal vez siempre has
querido aprender a cocinar platos de una cultura específica. En
lugar de matricularte en una escuela culinaria cara, podrías
comenzar con tutoriales en línea y luego asistir a un taller local
para mejorar tus habilidades.

La clave es saber dónde buscar y cómo adaptar tus opciones


educativas a tus necesidades. Busca opciones educativas que no
solo alimenten tu intelecto, sino que también se ajusten a tu vida
en este nuevo y emocionante capítulo. Es un mundo rico y
accesible el que te espera; solo necesitas saber qué puertas abrir.

109
Tercero: Establece un Horario de Estudio

Una vez hayas identificado tus intereses, comienza por definir


tus metas de aprendizaje para la semana o el mes. ¿Quieres
terminar ese curso en línea sobre filosofía? ¿O tal vez te gustaría
aprender cinco nuevas canciones en la guitarra para el próximo
mes? Sea lo que sea, defínelo.

Cuando sepas a dónde quieres llegar, descompón ese objetivo


en tareas más pequeñas y asigna tiempos específicos para trabajar
en ellas. Si te has propuesto aprender una nueva habilidad en la
cocina, podrías dedicar las tardes de los miércoles para
experimentar con nuevas recetas. Si es un nuevo idioma lo que
te intriga, tal vez podrías reservar 20 minutos cada mañana para
practicar con una aplicación o un libro.

Pero aquí viene la clave: trata ese tiempo como si fuera una
cita ineludible contigo mismo. Al igual que no te saltarías una
sesión de entrenamiento porque eso afectaría tus resultados a
largo plazo, no te saltes tus momentos de estudio. Con cada
sesión que cumplas, no solo estarás un paso más cerca de tu
objetivo, sino que también fortalecerás tu «músculo del
compromiso», lo que te hará más eficaz en cada área de tu vida.

Recuerda, la flexibilidad es la magia de la jubilación, pero un


poco de estructura enriquece esa magia, dándole forma y
propósito. Así que marca ese horario, ajústate a él y mira cómo
se despliegan ante ti los frutos de tu disciplina y dedicación.

Cuarto: Comparte tus Conocimientos


110
Así que has echado raíces en el vasto jardín del aprendizaje,
cultivando tus habilidades y nutriendo tus intereses. Pero, ¿qué
hay de las semillas de conocimiento que ahora yacen en la tierra
fértil de tu mente? Estas semillas alcanzan su máximo potencial
cuando las compartes, permitiendo que germinen en el jardín de
otra persona. En otras palabras, enseñar es una forma
incomparable de solidificar y dar sentido a tu propio aprendizaje.
Es similar a cocinar para tus amigos; el proceso de preparar los
alimentos puede ser gratificante, pero el verdadero deleite viene
de ver las caras de satisfacción mientras saborean cada bocado
de tu obra maestra culinaria.

Puede que pienses que necesitas un título en educación o un


púlpito desde donde hablar, pero en realidad, todo lo que
necesitas es voluntad y una audiencia, no importa cuán pequeña
sea. Podría ser un nieto interesado en aprender a pintar, un
vecino deseoso de comprender las bases de la jardinería, o
incluso un grupo en línea dedicado a la poesía. El tamaño y la
formalidad del escenario no son lo que cuenta; es la transferencia
de sabiduría y la conexión humana lo que hace que la experiencia
sea gratificante.

Ahora bien, enseñar no es solo recitar lo que sabes; es un


diálogo, una danza de mentes. Prepárate para aprender tanto
como enseñas. Tus estudiantes, con su frescura y perspectiva
única, también te mostrarán formas de ver las cosas que quizás
no habías considerado.

111
Y no olvides que al enseñar, también estás creando un legado.
Estás dejando una huella en alguien más, equipándolo con
herramientas que podrá usar durante toda su vida y tal vez,
pasará a la siguiente generación. Es una forma de inmortalidad,
de extender tu ser más allá de los límites físicos y temporales.

Entonces, ¿por qué guardarte todo ese conocimiento


adquirido para ti mismo? Sírvelo en la mesa comunitaria del
aprendizaje colectivo y disfruta del festín de la gratitud, el
descubrimiento mutuo y la realización que indudablemente
seguirá.

Quinto: No Temas Cometer Errores

¿Cuántas veces has visto un dibujo infantil y has notado la


desenfrenada libertad con la que los trazos y colores se mezclan?
Para el niño artista, cada pincelada es un descubrimiento, cada
error, una sorpresa bienvenida. En la educación continua,
adoptar esta mentalidad de «juego serio» puede ser
extraordinariamente liberador. Piensa en aprender como si
estuvieras empezando a montar en bicicleta. Al principio,
mantener el equilibrio es un desafío y las caídas son inevitables.
Pero, ¿qué sería de nosotros si nos rindiéramos tras el primer
raspón en la rodilla? Cada caída, cada error, es una lección
grabada en la memoria muscular y emocional, que nos prepara
para un manejo más hábil y confiado en el futuro.

Es crucial entender que cometer errores no es una señal de


fracaso o incompetencia; más bien es un síntoma de que estás
112
saliendo de tu zona de confort, explorando nuevos territorios
cognitivos y emocionales. Los errores son los faros que iluminan
áreas para mejorar y afinar. Son como los maestros silenciosos
que nos muestran dónde debemos concentrar nuestros
esfuerzos para avanzar.

Otra razón para abrazar los errores es que facilitan el recuerdo


y la retención. Los errores que cometemos, especialmente
aquellos que tienen un impacto emocional, se quedan grabados
en nuestras mentes, funcionando como señales de advertencia o
marcadores en nuestro viaje educativo.

Así que, cuando te encuentres en ese laberinto de aprendizaje,


recuerda que cada callejón sin salida es en realidad un desvío
hacia una ruta más eficiente. No permitas que el miedo a errar te
paralice o te haga tomar el camino más fácil y menos gratificante.
Porque, a fin de cuentas, la perfección es una ilusión que ni
siquiera vale la pena perseguir. Lo que realmente importa es el
crecimiento, el movimiento y la capacidad de mirar atrás y decir:
«He aprendido, he vivido y estoy listo para más». Entonces, ¿te
caerás? Sin duda. Pero cada caída es una invitación a levantarte,
sacudirte el polvo y pedalear con más sabiduría hacia la siguiente
aventura del aprendizaje.

«En la escuela de la vida, la jubilación es esa asignatura optativa


que siempre quisiste tomar pero nunca tuviste tiempo. Ahora
es tu oportunidad».

113
CAPÍTULO 20: LA OPORTUNIDAD PARA VIVIR
DÓNDE Y COMO QUIERES

Ahora no estás limitado por un trabajo que dicta dónde debes


vivir o cuánto tiempo puedes viajar. Ahora, el mapa está abierto
y puedes colocar tu bandera donde quieras.

Desde mudarte a una comunidad más tranquila hasta hacer


de una casa rodante tu hogar, las opciones son tan diversas como
los individuos que las contemplan. No se trata solamente de un
lugar físico; es también una cuestión de cómo quieres estructurar
tus días. ¿Quieres despertar cada mañana junto al mar o
preferirías estar rodeado por una comunidad vibrante de amigos
y familiares? La jubilación te da esa libertad.

Del Barrio a la Playa: Destinos soñados

Muchas personas ven la jubilación como la oportunidad para


vivir en esos destinos «exóticos» que siempre han soñado. Ya sea
una cabaña en la montaña o un piso con vistas al Mediterráneo,
ahora es el momento. Pero recuerda que vivir en un destino
vacacional todo el año no es lo mismo que visitarlo por una
semana.

Tomar la decisión sobre dónde y cómo vivir durante la


jubilación es un rompecabezas cuyas piezas van más allá del
simple gusto estético o la proximidad a la familia. Es un cóctel
complejo de necesidades y deseos, en el que cada ingrediente

114
tiene su relevancia. Uno de esos ingredientes esenciales es la
atención médica. Investiga si la localidad a la que planeas
mudarte cuenta con hospitales bien equipados, servicios de
urgencia eficientes y médicos especialistas en problemas
comunes a la tercera edad.

No menos importante es la accesibilidad a tus pasatiempos y


actividades favoritas. ¿Hay centros culturales, bibliotecas o
clubes deportivos en la zona? La jubilación no es una etapa de
inercia, sino una oportunidad para explorar nuevas aficiones o
profundizar en las ya existentes. No subestimes el poder de un
hobby para mantenerte mental y físicamente activo.

Quizás te encante la jardinería, la pesca o las caminatas en la


naturaleza; en ese caso, una localidad rural o semirrural podría
ser ideal para ti. O tal vez eres un aficionado a la historia y la
cultura; entonces una ciudad con museos, teatros y conferencias
sería más apropiada.

Considera también la red de transporte público,


especialmente si decides no mantener un vehículo. ¿Existen
formas fáciles de moverte entre tu hogar, los lugares de interés y
los servicios médicos? La movilidad es una clave para la
independencia, y es crucial evaluarla antes de hacer la mudanza.

Y no olvides la importancia del entorno social. La proximidad


a amigos, la posibilidad de hacer nuevos conocidos con intereses
similares y la existencia de organizaciones comunitarias pueden
hacer una gran diferencia en tu bienestar emocional. En este
115
sentido, modelos como el cohousing (del que hablaremos más
adelante) están ganando popularidad, ofreciendo una
combinación de independencia y comunidad que muchos
encuentran ideal para esta etapa de la vida.

En resumen, cuando decidas dónde y cómo vivir en tu


jubilación, mira más allá del paisaje y la arquitectura. Tu nuevo
hogar debe ser un ecosistema que nutra todas las facetas de tu
bienestar.

Comunidades Planeadas y Cohousing: El Poder del


Colectivo

El concepto de «Cohousing» está remodelando la forma en que


vemos la vivienda en la tercera edad, apostando por un enfoque
más colectivo y comunitario. Ya sea en áreas urbanas o en zonas
rurales, estas comunidades ofrecen una solución a muchos de los
retos que presenta la jubilación, desde la soledad y el aislamiento
hasta la gestión de los quehaceres del hogar y la manutención.

El modelo de cohousing promueve viviendas privadas dentro


de una comunidad más grande. Cada hogar tiene su propio
espacio independiente, pero también hay áreas comunes como
cocinas, salas de estar y jardines, donde los residentes pueden
interactuar y compartir. La idea central es que la vida en
comunidad fomenta una red de apoyo mutuo que potencia tanto
el bienestar emocional como el físico.

116
Los residentes del cohousing suelen compartir mucho más que
solo las instalaciones; también se distribuyen responsabilidades
y tareas. Esto puede incluir desde el mantenimiento del jardín
hasta la organización de eventos comunitarios. Y aquí es donde
radica uno de los grandes atractivos del modelo: la oportunidad
para compartir recursos y habilidades, lo cual no solo abarata los
costos sino que también enriquece la experiencia de vida.
Imagina tener un vecino experto en carpintería que pueda
ayudarte a construir una estantería, mientras tú, con tus
habilidades de cocina, preparas una cena comunitaria.

Otra característica fascinante de estas comunidades es que


suelen ser autogestionadas. Esto significa que las decisiones se
toman de forma colectiva, lo que fomenta un sentido de
propiedad y compromiso con el bienestar común. En algunos
casos, incluso se llevan a cabo talleres y cursos sobre temas de
interés para los residentes, desde artes y manualidades hasta
charlas sobre salud y bienestar.

Vivir en una comunidad planificada o cohousing no es sólo una


opción económica, sino que también aporta beneficios
emocionales y psicológicos. El simple hecho de saber que estás
rodeado de una red de apoyo puede reducir los niveles de estrés
y aumentar la calidad de vida. Además, compartir tareas y
responsabilidades puede ser una manera efectiva de mantenerse
mentalmente activo y físicamente en forma.

117
Quizás la mayor lección que nos ofrecen estas comunidades
es que, incluso en una etapa de la vida donde la individualidad
podría ser más fácil de lograr dadas las circunstancias, el
colectivo sigue teniendo un poder inmenso. El apoyo mutuo, la
colaboración y la simple alegría de compartir experiencias
pueden hacer de la jubilación una etapa mucho más rica y
gratificante.

En definitiva, las Comunidades Planeadas y el cohousing


presentan una visión alternativa y tremendamente prometedora
para el futuro de la vida en la tercera edad, un futuro donde la
colectividad y la colaboración se convierten en pilares para una
vida más completa y feliz.

Un Hogar Sobre Ruedas: La Aventura de la Vida Nómada

Si bien la jubilación suele asociarse con la estabilidad y la quietud,


hay quienes deciden tomar un camino radicalmente diferente:
convertir su hogar en una aventura constante sobre ruedas. Ya
sea a través de autocaravanas totalmente equipadas o mediante
vehículos adaptados, estos modernos nómadas desafían la
convención y nos hacen reconsiderar lo que significa realmente
«sentar raíces».

Uno de los aspectos más llamativos de esta opción es, sin


duda, la libertad. No tener una dirección fija permite explorar
diversos paisajes, culturas y comunidades a tu propio ritmo. Ya
no estás atado a una ubicación geográfica ni a un conjunto de
118
responsabilidades asociadas con la propiedad de un hogar. Aquí,
el mundo es tu jardín y la carretera tu pasillo infinito.

Este estilo de vida también conlleva una fuerte orientación


hacia el minimalismo y la sostenibilidad. Al vivir en un espacio
reducido, cada objeto que llevas contigo debe tener un propósito
específico. Este enfoque consciente hacia la posesión y el
consumo puede resultar enormemente liberador, y es a menudo
un elemento que contribuye al bienestar emocional.

No obstante, esta forma de vida también tiene sus desafíos.


El constante cambio requiere una capacidad de adaptación
elevada. Cada nuevo lugar puede presentar variables inesperadas,
desde condiciones climáticas hasta accesibilidad a servicios
básicos como atención médica. Por ello, la planificación y la
preparación son clave. Tener un plan de salud flexible y un fondo
de emergencia son elementos casi obligatorios para abrazar esta
vida nómada.

Quizás uno de los aspectos más subestimados de esta forma


de vida es la conexión profunda con la naturaleza y el entorno
que se puede lograr. Lejos del bullicio de la vida en la ciudad, o
incluso del confort de una comunidad cerrada, el nómada
jubilado tiene una oportunidad única para conectarse con el
mundo de una manera visceral. Observar los cambios de las
estaciones, los patrones del clima y la biodiversidad de diferentes
regiones puede enriquecer enormemente la vida y ofrecer una
nueva perspectiva sobre lo que significa realmente envejecer.

119
Aunque pueda parecer una vida solitaria, la realidad es que
hay toda una comunidad de jubilados nómadas que se
encuentran y conectan en su travesía. Gracias a las redes sociales
y a diversas aplicaciones, es más fácil que nunca encontrar
compañeros de viaje, o simplemente compartir consejos y
experiencias con otros que han optado por un hogar sobre
ruedas.

En resumen, un hogar sobre ruedas en la jubilación no es para


los débiles de corazón, pero ofrece una recompensa inigualable
en forma de libertad, aventura y autoconocimiento. Es una
opción valiente que redefine las fronteras, no solo del espacio
físico sino también de lo que consideramos posible en esta etapa
de la vida.

No importa dónde elijas plantar tus raíces o si decides no


hacerlo, ahora es el momento de preguntarte no solo dónde
quieres vivir, sino cómo quieres vivir. Y recuerda, aunque la
geografía pueda cambiar, el verdadero hogar está donde está tu
corazón.

En la jubilación, el mundo se convierte en tu vecindario y


el tiempo en tu aliado

120
CAPÍTULO 21: DECIDE LO QUE QUIERES HACER

Imagina que tu jubilación es como un lienzo en blanco. Ahora,


eres el artista que decide qué colores y formas debe tener ese
lienzo. Pero antes de lanzarte a pintar cualquier cosa, ¿has
pensado qué es lo que verdaderamente quieres plasmar?

Primero, define tus intereses

Ahora que las exigencias laborales han dejado de consumir tus


horas, tienes ante ti un tesoro: tiempo. Este tiempo es tu moneda
de cambio en la economía de la jubilación. Imagina que tu vida
es como un mercado lleno de tiendas, cada una representando
una actividad, una pasión o una aventura que siempre quisiste
explorar. Hasta ahora, quizás te viste forzado a pasearte por este
mercado con prisas, apresurándote por las «tiendas obligatorias»
de trabajo, responsabilidades familiares y tareas del día a día.
Pero tu jubilación es como recibir una tarjeta de regalo para este
mercado, una especie de vale por tiempo libre.

La pregunta es, ¿cómo vas a gastar esta moneda de tiempo?


¿Qué tiendas vas a explorar primero? ¿Arte, música, deporte,
viajes, voluntariado? Tal vez siempre quisiste aprender a tocar el
piano, o te intriga la jardinería, o estás pensando en sumergirte
en la historia de la civilización maya. No te apresures, tómate el
tiempo para identificar estos intereses. Haz una lista, si es
necesario, y piensa cuáles te entusiasman más. Prioriza, pero sin
cerrarte a nuevas oportunidades. Y recuerda, no estás limitado
121
por la cantidad de «tiendas» que puedes visitar en este mercado
de posibilidades. Tu tiempo, bien invertido, se traducirá en una
jubilación rica en experiencias y aprendizajes.

Segundo, establece tus metas a corto y largo plazo.

Imagina que tu jubilación es como un viaje en barco. Si te lanzas


a navegar sin un mapa ni una brújula, podrías encontrarte
navegando en círculos, o peor aún, atascado en un banco de
arena. Tener metas claramente definidas actúa como tu mapa y
tu brújula en este viaje.

A corto plazo, estas metas pueden ser tan sencillas como


aprender a cocinar una receta nueva cada mes o visitar cada uno
de los museos en tu ciudad. A largo plazo, podrían ser más
significativas, como escribir tus memorias o recorrer varios
países. Estas metas te darán dirección y propósito, ayudándote a
navegar a través de las corrientes cambiantes de la vida. Sin
embargo, es importante recordar que incluso el mejor mapa
necesita ajustes; las circunstancias cambian y es vital estar
dispuesto a recalibrar tus metas en función de nuevas
informaciones o intereses.

Tercero, evalúa tus habilidades

Imagina tu vida como un taller lleno de herramientas: cada


habilidad que posees es una herramienta distinta que puedes
122
utilizar para construir algo extraordinario. Pero antes de
embarcarte en un nuevo proyecto, como aprender a tocar el
piano o hablar italiano, es crucial hacer un inventario detallado
de tus «herramientas» disponibles.

Algunas preguntas que podrías hacerte son: ¿Tengo el tiempo


suficiente para dedicarle a esta nueva actividad? ¿Dispongo del
espacio físico, como una habitación tranquila para practicar
piano o un lugar adecuado para estudiar? ¿Poseo la paciencia y
la perseverancia para enfrentar los desafíos que surgirán durante
el proceso de aprendizaje? Y si notas que te falta alguna
«herramienta» esencial, este es el momento perfecto para buscar
un profesor, descargar una aplicación de aprendizaje o incluso
apuntarte a un curso en línea o en persona.

Cuarto, considera tu legado

Cada acción, cada palabra y cada enseñanza tuya es una piedra


que se coloca en un mosaico que conformará tu legado, del que
hablaremos más adelante. Este mosaico será el espejo en el que
futuras generaciones se mirarán para entender de dónde vienen
y hacia dónde podrían dirigirse. No es solo una cuestión de
dinero o bienes materiales; es también una cuestión de valores,
de historia familiar, y hasta de esa sabiduría adquirida que solo
los años pueden otorgar.

¿Quieres dejar un legado de amor y apoyo a tus nietos? ¿Hay


alguna causa social o comunitaria que te gustaría que prosperase
123
gracias a tu ayuda? ¿O tal vez tienes un proyecto personal, como
escribir un libro o crear una obra de arte, que pueda servir de
inspiración para los demás? Este es tu momento para empezar a
trabajar en eso que será tu huella, tu contribución eterna al
mundo.

Dicho de otra manera, tu legado es como la biblioteca que


dejarás atrás: lleno de libros de historias, enseñanzas y
experiencias que otros podrán consultar mucho después de que
te hayas ido. Al igual que una biblioteca bien organizada facilita
la búsqueda de información, un legado bien pensado ofrecerá
una rica fuente de inspiración y orientación para tus seres
queridos y las generaciones venideras.

Al legado le dedicaremos a parte V de este libro, así que no


me extenderé más aquí sobre este tema.

Quinto, explora nuevas actividades

¿Qué mejor forma de aprovechar la jubilación que probar nuevas


actividades y aficiones? Tal vez siempre te ha interesado la
jardinería, la astronomía o el baile flamenco. Ahora tienes el
tiempo y la libertad para sumergirte en estas nuevas aventuras y
descubrir nuevas pasiones que quizás habías relegado o ignorado
en el ajetreo de la vida cotidiana.

Este período de exploración es más que una mera diversión


o un modo de matar el tiempo; es una inversión en tu bienestar

124
y crecimiento personal. Es como si fueras un explorador en un
nuevo continente de posibilidades. Cada actividad que pruebes,
cada habilidad que adquieras, se convierte en una nueva región
mapeada en tu mundo personal, ampliando tu comprensión de
tus capacidades y lo que te hace feliz.

Por supuesto, no todas las actividades serán de tu agrado,


pero eso también es parte del proceso. Descartar lo que no te
gusta es tan esclarecedor como encontrar algo que te apasione.
En resumen, la exploración de nuevas actividades en esta etapa
de la vida es una forma de autorreconocimiento y
autodescubrimiento. Es la oportunidad de diseñar a conciencia
el paisaje de tu existencia.

La jubilación es como una biblioteca con infinitos


volúmenes de tiempo; asegúrate de escoger los libros que
más te interesan

125
PARTE V

HABLEMOS DE TU LEGADO

126
CAPÍTULO 22: ¿QUÉ LEGADO QUIERES DEJAR?

Bienvenido al emocionante y, a menudo, poco explorado


territorio del legado. Mientras las etapas previas de la vida nos
enseñan a acumular, a lograr y a ser, esta fase de la existencia nos
invita a reflexionar sobre el «y luego qué». ¿Qué huellas dejarás
en la arena del tiempo? ¿Qué estrellas se iluminarán en el
firmamento de tu vida, orientando a futuras generaciones?

No pienses en el legado como un epílogo escrito en piedra,


sino más bien como una constelación en evolución. Se compone
tanto de tus acciones pasadas como de las elecciones que estás a
punto de hacer y de lo que hagas en el futuro. Es una narrativa
viva que puedes escribir y reescribir hasta tu último aliento, un
tapiz tejido con hilos de sueños, acciones, errores, aprendizajes
y, lo más importante, amor.

Este capítulo no es solo un mapa estelar para orientar la


creación de tu legado; es una llave dorada que abrirá puertas
hacia una eternidad en la que tú, aunque no estés en forma física,
seguirás viviendo a través de las vidas que has tocado, de las ideas
que has sembrado, de los corazones que has llenado.

Así que, ¿listo para embarcarte en este último pero


infinitamente expansivo viaje? Abrocha tu cinturón de seguridad
espiritual y prepara tu nave interior para un vuelo hacia la
inmortalidad. El legado y más allá te esperan.

Cuando decimos «legado», no estamos hablando de un saco


lleno de monedas de oro o un manuscrito enigmático para
127
futuras generaciones. Tu legado es como tu huella personal en el
mundo, única y eterna. Las siguiente claves te ayudarán a
imprimirla de forma duradera.

Identifica tus valores y tus pasiones

Nada en la vida tiene sabor si no sabemos qué nos gusta y qué


nos importa. La idea de legado va más allá de simples posesiones
materiales o logros superficiales; hablamos aquí del alma, del
núcleo de tu ser. Y para comprender ese núcleo, primero debes
identificar tus valores y pasiones. ¿Qué es lo que realmente te
mueve? ¿Qué principios dirigen tu brújula moral? ¿Qué te hace
levantarte cada mañana con un propósito?

Es similar a cuando te sientas en un restaurante frente a un


menú con cien opciones. Podrías elegir al azar y terminar con
algo que llenará tu estómago, pero ¿será satisfactorio? ¿Será
nutritivo? ¿Te hará sentir bien después del último bocado? Del
mismo modo, para encontrar un legado que te satisfaga, debes
saber qué «ingredientes» buscas en la vida. ¿Es la familia? ¿La
creatividad? ¿La justicia social? ¿El conocimiento?

Hacer una lista podría ser un buen punto de partida. Escríbelo


todo, desde las cosas que te hacen feliz hasta las causas que te
indignan, pasando por las pequeñas manías que te definen. Este
inventario emocional y ético no es un ejercicio fútil; es el boceto
de la obra maestra que es tu vida. Es como identificar tus

128
especias favoritas, las notas que componen tu melodía, las
pinceladas que formarán tu cuadro.

Una vez que tengas claros tus valores y pasiones, podrás


dirigir tus energías de manera más efectiva, tanto en el aquí y
ahora como en la huella duradera que deseas dejar. Podrás tomar
decisiones más alineadas con tu verdadero ser, lo que no solo
hará que tu vida sea más rica, sino que también añadirá
profundidad y autenticidad a tu legado. Este es el plato que
quieres servir, una receta única que solo tú puedes cocinar. Y
créeme, es el tipo de sabor que nunca se olvida.

Considera que tu legado no tiene por qué ser solo material

En una sociedad obsesionada con la acumulación y la


tangibilidad, podríamos caer en la trampa de creer que un legado
«auténtico» debe ser algo que podamos tocar, ver o incluso
depositar en un banco. Pero el verdadero legado trasciende lo
material. No tiene que ser una mansión, una fortuna o incluso
una obra publicada. Puede ser algo tan etéreo, pero poderoso,
como una idea, una lección de vida, un acto de amor o un cambio
social.

Piénsalo como una receta casera que ha sido pasada de


generación en generación en tu familia. No es lujosa, no requiere
ingredientes exóticos ni técnicas de cocina avanzadas, pero cada
vez que la saboreas, te sientes «en casa». Su valor no se encuentra

129
en su complejidad ni en su presentación, sino en los momentos
que crea, en los lazos que fortalece, en las historias que genera.

Quizás tu legado sea un cambio positivo que impulsaste en tu


comunidad. Tal vez has inculcado valores fuertes en tus hijos y
nietos, o quizás has sido una fuente de apoyo y amor
incondicional para tus amigos. Puede que hayas defendido una
causa noble, creando así un impacto social duradero. Tal vez tu
legado sea una combinación de todo lo anterior, o algo
completamente diferente, algo tan único como tu propia huella
dactilar.

La clave es entender que lo inmaterial puede ser igual de


duradero, si no más, que lo material. Tu legado podría ser un
arsenal de historias, anécdotas y lecciones que pasarán de boca
en boca, de corazón a corazón. Podría ser la chispa que enciende
la llama del cambio, un legado invisible pero inextinguible. No
subestimes el poder de lo «intangible»; después de todo, algunas
de las cosas más importantes en la vida, como el amor, la
inspiración y la esperanza, son cosas que no podemos ver ni
tocar, pero que definitivamente podemos sentir. Y a la postre
son esas las cosas que realmente importan, las que se quedan en
la memoria y en el corazón como los sabores de esa receta casera:
simples pero inolvidables.

Habla con la familia y con tus seres queridos

130
Hay una especie de tabú cultural que a menudo rodea el tema del
legado y la transición, como si hablar de ello fuera admitir una
vulnerabilidad o acelerar algún reloj cósmico. Sin embargo, la
comunicación abierta con la familia y los seres queridos no es
solo prudente, sino vital para asegurar que tus deseos y valores
sean respetados y perpetuados.

La familia y los amigos no son adivinos. No sabrán qué


quieres para tu legado si no lo comunicas. Esto podría ser tan
simple como sentarte con ellos y hablar sobre tus valores, deseos
y lo que consideras importante en la vida. O podría ser más
formal, como escribir un testamento ético o crear un documento
que detalle tus deseos.

Además, la comunicación no es una vía de sentido único. Tus


seres queridos podrían ofrecer perspectivas que no habías
considerado, afinando o incluso ampliando tu visión de lo que
podría ser tu legado. También es una oportunidad para aclarar
cualquier malentendido y evitar conflictos que podrían surgir en
el futuro.

Rompe el hielo, derriba ese tabú cultural y empieza la


conversación. Porque, tus seres queridos confían en que les
guiarás en la manera de honrar y perpetuar tu esencia y tus
deseos. Y para hacer eso, primero tienes que hablar con ellos.
No dejes que tu legado sea como un juego de teléfono
descompuesto, donde el mensaje original se distorsiona hasta

131
volverse irreconocible. Asegúrate de que las instrucciones sean
claras para que puedan ser seguidas tal y como lo imaginaste.

No olvides documentar tus deseos

Es esencial dejar por escrito no solo qué hacer con tus bienes
materiales, sino también con las ideas, los valores, las tradiciones
y las aspiraciones que te importan. No estamos hablando solo de
testamentos y documentos legales, aunque estos son
fundamentales. Puede incluir cartas a tus seres queridos, una
especie de testamento ético, videos, o incluso proyectos
creativos que ilustren tus deseos y valores. Por supuesto, un
abogado puede ayudarte con el aspecto legal, garantizando que
tus bienes se repartan de la manera que quieres. Pero el
«testamento emocional» o ético es igual de importante. Podrías
incluir lecciones de vida que has aprendido, cosas que esperas
que las futuras generaciones no olviden, o incluso consejos
específicos para individuos concretos.

Documentar tus deseos asegura que tu legado sea coherente


y significativo, y que no se pierda ni se malinterprete. Además, el
proceso mismo de documentar puede ser una experiencia
reveladora. Te obliga a reflexionar profundamente sobre lo que
realmente valoras y cómo quieres ser recordado. A medida que
pones estos deseos en papel o en algún otro medio, se
solidifican, se vuelven más claros para ti y para los demás.

132
Entonces, saca tu cuaderno y comienza a escribir, porque un
legado no documentado es como un pastel sin receta: puede ser
disfrutado en el momento, pero su sabor único y especial se
perderá en el tiempo si no se toman medidas para preservarlo..

Actúa ahora

Imagina que tienes un jardín, pero en lugar de empezar a


sembrar, decides posponerlo. Piensas que tendrás tiempo más
adelante para ocuparte de eso. Pero las estaciones pasan, y el
jardín que pudiste haber tenido se convierte en una tierra baldía
de oportunidades perdidas. La naturaleza tiene un ritmo, un
tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar. Tu legado
funciona de manera similar. Si quieres ver flores, árboles y frutos
que simbolicen tus contribuciones al mundo, las semillas de esas
acciones necesitan plantarse ahora.

No subestimes el poder de las pequeñas acciones inmediatas.


Si estás pensando en un legado educativo, tal vez eso signifique
donar libros hoy o invertir tiempo enseñando habilidades
valiosas a alguien más. Si tu legado es emocional, quizá comience
por la reconciliación con un ser querido con el que has estado
distante, o el simple acto de decir te quiero más a menudo. Si
deseas dejar un impacto social, tal vez empieces por
comprometerte más activamente con causas que te importan, o
hacer voluntariado.

133
El acto de actuar ahora tiene una doble ventaja. Primero,
pone en movimiento la energía y los recursos necesarios para
manifestar tus deseos. Segundo, permite que vivas para ver las
primeras señales de cómo tu legado toma forma. Es
extremadamente gratificante ser testigo del impacto que puedes
generar, y a menudo, ese impacto inicial se amplifica a medida
que inspira a otros a sumarse a tu causa o a adoptar tus valores.

Además, no hay nada como el presente para recibir


comentarios y hacer ajustes. Imagina que plantas tus «semillas»
hoy y observas cómo empiezan a brotar. Si algo no va según lo
planeado, tienes tiempo para corregir el rumbo. En otras
palabras, tu legado se convierte en una obra en constante
evolución, permitiéndote adaptar y perfeccionar tu impacto en
tiempo real.

Es fácil caer en la trampa del «algún día» o «cuando tenga


tiempo». Pero la verdad es que el tiempo perfecto es una ilusión.
La única certeza es el ahora. Así que desafía la inercia del
aplazamiento y siembra hoy las semillas de lo que deseas como
huella de tu paso por este mundo. Como un jardinero sabio,
sabrás que cada día que pasas nutriendo tu jardín te acerca más
a una cosecha abundante, un legado que realmente refleje quién
eres y lo que valoras.

«Tu legado es la letra impresa en el libro de la vida que


otros seguirán leyendo mucho después de que hayas
cerrado la tapa»

134
CAPÍTULO 23: PLANIFICACIÓN PATRIMONIAL. MÁS
ALLÁ DEL TESTAMENTO

Abordar la planificación patrimonial y testamentos es algo que


suele generar incomodidad, como si habláramos de la misma
Parca vestida de abogado, esperando en una oficina con olor a
papel antiguo. Pero evadir este tema es como ignorar una
mancha en la alfombra de tu sala, esperando que desaparezca
por sí sola. La realidad es que no solo permanecerá allí, sino que
con el tiempo podría complicarse más, volviéndose más difícil
de tratar.

La planificación patrimonial es mucho más que una tarea


administrativa, es una manifestación de cuidado y amor hacia tus
seres queridos. Imagina que tienes en tu poder la llave de una
caja fuerte. Dentro de esa caja no solo están tus bienes
materiales, sino también tus deseos, tus valores y tus esperanzas
para el futuro de los tuyos. ¿No querrías asegurarte de que esa
llave caiga en las manos correctas? No hacer un testamento o
planificar tu patrimonio es como dejar esa llave al azar,
permitiendo que circunstancias imprevistas o incluso la ley
decidan por ti.

También debemos hablar de la paz mental que viene con


tenerlo todo resuelto. Y algo particularmente hermoso de
enfrentar estos temas ásperos es que, de alguna manera, nos
humaniza. Nos recuerda nuestra mortalidad, sí, pero también
destaca la importancia de vivir bien el tiempo que tenemos, de

135
dejar una huella, de cuidar a los que amamos incluso cuando ya
no estemos.

Hablar de testamentos y planificación patrimonial puede ser


incómodo. Pero ¿por qué no abordar ese elefante en la
habitación y convertirlo en una oportunidad para reflexionar,
planificar y, en última instancia, demostrar amor y cuidado hacia
los que te rodean? Después de todo, esa «mancha bajo la
alfombra» solo se convierte en un problema imborrable si eliges
ignorarla.

Conoce Tus Bienes y Activos: La Despensa de Tu Legado

Antes de adentrarte en el enrevesado laberinto que puede ser la


planificación patrimonial, es crucial conocer tus bienes y activos.
Puede que no tengas una mansión en la Costa Azul o una
colección de arte valorada en millones, pero cada cuenta de
ahorro, cada pieza de joyería, incluso tu colección de sellos,
cómics o cualquier otro objeto de valor sentimental o
económico, son los «ingredientes» que compondrán tu legado.

Conocer tus bienes y activos no es solo hacer una lista; es


también entender su valor tanto monetario como emocional.
¿Tienes propiedades inmobiliarias? ¿Inversiones en bolsa? ¿Un
pequeño negocio? ¿O quizás una cuenta de retiro bien
alimentada? Incluso activos digitales, como dominios web o
criptomonedas, pueden formar parte de tu patrimonio. Y no

136
olvides aquellos activos intangibles como derechos de autor si
eres escritor, músico o artista.

Una vez que tengas un inventario detallado, no solo podrás


entender qué es lo que realmente tienes, sino que también podrás
identificar las diversas maneras en que estos bienes pueden ser
utilizados o distribuidos para maximizar su potencial. Al igual
que al cocinar, donde la combinación adecuada de ingredientes
puede transformar una comida sencilla en una experiencia
culinaria memorable, una gestión inteligente de tus activos puede
convertir incluso un legado modesto en algo significativo y
duradero.

Recuerda que la planificación patrimonial no es solo para ti;


es también una manera de facilitar las cosas para tus seres
queridos cuando ya no estés. Un inventario claro y detallado
evita malentendidos y disputas familiares, permitiendo que tu
legado sea una fuente de unidad y no de división. Así que abre
esa «despensa», haz inventario y prepárate para cocinar algo que,
aunque no puedas saborear, dejará un gusto perdurable en las
vidas de quienes dejas atrás.

Consulta a un Experto Legal

En el mundo de la planificación patrimonial, intentar manejarte


por ti mismo con solo una guía de Internet puede ser tan
arriesgado como intentar preparar sushi en casa sin ninguna

137
experiencia: un corte mal hecho y todo se desmorona,
literalmente.

El valor de consultar a un experto legal no se limita a su


conocimiento sobre la ley; también te brindará un conjunto de
opciones que tal vez no conocías. Un abogado especializado
entenderá cómo ciertos activos pueden ser mejor protegidos o
distribuidos de manera más eficaz. Además, la ley es un ente vivo
que cambia y evoluciona, lo cual puede tener un impacto directo
en tus bienes y en tu legado.

Recuerda también que cada situación familiar es única. Puede


que tengas hijos de un matrimonio anterior, un negocio en
común con socios o inversiones en propiedades en otros países.
Todas estas complejidades requieren un manejo cuidadoso y
estratégico que solo un experto legal puede proporcionar. No
dejes tu legado al azar ni en manos del primer artículo que
encuentres en línea. Contar para la planificación de tu
patrimonio con la ayuda de un profesional es fundamental para
asegurarte de que tu legado sea un reflejo fiel de tus deseos y
necesidades.

Habla con tu familia. La transparencia libera

Es curioso cómo la verdad puede sentirse más incómoda que


una piedra en el zapato, sobre todo cuando se trata de asuntos
de dinero y herencia. Pero el silencio o la falta de comunicación
pueden llevar a malentendidos que reverberan mucho más allá
138
de tu tiempo en este mundo, como una melodía desafinada que
nadie olvida. Es la misma incomodidad que sientes al decirle a tu
pareja que su perfume no es de tu agrado; ciertamente no es una
conversación que buscas, pero la honestidad temprana previene
el resentimiento y las complicaciones a largo plazo.

El tema de la herencia no es solo cuestión de números y


propiedades, sino también de valores, de deseos y, lo más
importante, de personas. Cada miembro de la familia puede
tener expectativas diferentes, y la única manera de manejar estas
dinámicas complejas es a través de un diálogo abierto. Esto es
especialmente cierto si tienes una estructura familiar compleja,
como hijos de diferentes matrimonios o asociaciones
empresariales que involucren a familiares.

La conversación no tiene que ser un monólogo donde dictas


tus decisiones como un rey en su trono; debería ser un diálogo
interactivo donde cada persona tiene la oportunidad de expresar
sus sentimientos y preocupaciones. Esto también te dará la
oportunidad de explicar el razonamiento detrás de tus
decisiones, lo que puede minimizar los sentimientos de injusticia
o resentimiento después.

Si tienes ciertos deseos para tu legado pero nunca los


compartes, puedes terminar dejando un conjunto de desafíos y
preguntas sin responder para tus seres queridos. La transparencia
es una forma de amor y respeto; brinda claridad y evita

139
malentendidos, permitiendo que tu legado sea motivo de unidad
y no de discordia.

Considera establece fideicomisos o donaciones

Para muchos, el legado es más que una suma de bienes a repartir;


es una manifestación de sus metas, deseos y principios más
profundos. ¿Tienes un nieto con ambiciones académicas? ¿O
quizás una causa caritativa que te tira del corazón como una
melodía emotiva? Aquí es donde los fideicomisos y las
donaciones programadas entran en juego como el piloto
automático de tu legado.

Un fideicomiso es un acuerdo legal que especifica cómo


ciertos activos deben utilizarse, bajo la supervisión de un
fideicomisario. Puedes establecer un fideicomiso educativo para
tus nietos, por ejemplo, asegurando que los fondos se utilicen
solo para gastos relacionados con su educación. De esta manera,
incluso cuando ya no estés aquí para dirigir el timón de tus
asuntos financieros, el fideicomiso actuará como tu piloto
automático, siguiendo fielmente las instrucciones que dejaste.

En el caso de donaciones a organizaciones benéficas o causas


específicas, establecer un plan de donación permite que tu
generosidad llegue a su destino deseado de la manera más
efectiva posible, sin desvíos innecesarios.

140
Por supuesto, establecer un fideicomiso o planificar
donaciones requiere una atención cuidadosa a los detalles y, a
menudo, la orientación de un experto legal. Pero el esfuerzo es
una inversión en tranquilidad. Al igual que en un viaje por
carretera, saber que hay un plan establecido te permite disfrutar
más del paisaje, o en este caso, de los años que tienes por delante,
con la certeza de que tu legado continuará como tú lo deseas.

Actualiza tu testamento con regularidad

Tu testamento es como un traje a medida: un diseño


personalizado que en su momento se adaptó perfectamente a tu
cuerpo y a la moda. Pero, al igual que un cuerpo en constante
cambio, las dinámicas de tu vida no son estáticas. Podrías tener
nuevos miembros en la familia, como nietos, o tal vez algunas
relaciones se hayan distanciado. En el ámbito financiero, quizás
adquiriste propiedades adicionales o vendiste algunas
inversiones.

No actualizar tu testamento ante estos cambios sería como


ponerte ese traje antiguo sin probártelo de nuevo. Podrías
descubrir, quizás demasiado tarde, que ciertas partes ya no
encajan como deberían. Tal vez el pantalón esté demasiado
ajustado o la chaqueta demasiado holgada. Y en el contexto de
un testamento, estos «ajustes mal hechos» podrían manifestarse
como disputas familiares, impuestos innecesarios o incluso la
pérdida de control sobre cómo se distribuyen tus bienes.
141
Por eso, es crucial que revises y, si es necesario, ajustes tu
«traje testamentario» con regularidad. Consulta con tu asesor
legal cada vez que haya un cambio significativo en tu vida, en tu
patrimonio o en la legislación. Así como llevarías ese traje a un
sastre para hacerle ajustes, lleva tu testamento a un experto legal
para asegurarte de que sigue siendo un reflejo preciso y
actualizado de tus deseos y circunstancias.

Actualizando tu testamento con regularidad, no solo te


aseguras de que encaje perfectamente con tu vida en constante
evolución, sino que también puedes dormir tranquilo, sabiendo
que tu legado será tan intencionado y bien ajustado como ese
traje que llevaste en tu día más memorable.

Un buen testamento es como un mapa del tesoro para tus


seres queridos: no deja a nadie perdido y reparte las
riquezas de manera justa

142
CAPÍTULO 24: EL CUIDADO DE TUS RELACIONES
MÁS CERCANAS

Si la vida fuera un gran banquete, pasar tiempo de calidad con


nuestros seres queridos sería indiscutiblemente el plato principal.
No es un aperitivo que se saborea brevemente ni un postre que
se disfruta al final; es la esencia misma que nutre tanto el cuerpo
como el alma. En este tramo de la vida en que las
responsabilidades laborales se disipan y los días se vuelven más
flexibles, el tiempo de calidad con amigos y familia se presenta
no solo como una opción, sino como una necesidad para un
envejecimiento saludable y significativo.

Pero, ¿qué constituye realmente el «tiempo de calidad»?


¿Cómo asegurarnos de que esos momentos compartidos con los
seres queridos se conviertan en recuerdos entrañables y no en
encuentros superficiales? En esta sección, abordaremos las
múltiples dimensiones de pasar tiempo de calidad con aquellos
que ocupan un lugar especial en nuestro corazón. Desde
entender las distintas «monedas de amor» hasta cómo la
tecnología puede ser un aliado en este propósito, te invitamos a
sumergirte en el apasionante tema de fortalecer y disfrutar las
relaciones más preciadas de tu vida.

Prioriza la calidad sobre la cantidad

Hay un mito persistente que dicta que cuanto más tiempo


pasamos con alguien, más fuerte es nuestra conexión. Aunque a
143
simple vista parece lógico, en la realidad, la cantidad de tiempo
no siempre es directamente proporcional a la calidad de la
relación. Piénsalo como elegir un buen vino; una pequeña copa
de un vino excepcional puede ofrecer más satisfacción y placer
que una botella completa de algo mediocre.

Es el impacto lo que cuenta, los momentos compartidos que


quedan grabados en nuestra memoria. Se trata de esos minutos
en que realmente estás ahí, en cuerpo y alma, escuchando y
compartiendo, en vez de simplemente «estar». Son esos
momentos que se convierten en joyas emocionales, pequeñas
piedras preciosas de conexión real que añadimos a la joyería de
nuestras relaciones personales.

Si decides pasar una tarde con tus nietos, por ejemplo,


asegúrate de que ese tiempo esté libre de distracciones. Apaga el
teléfono móvil o ponlo en modo silencio, haz a un lado las
preocupaciones que puedas tener y sumérgete en el mundo de
tus seres queridos. Juega con ellos, escucha sus historias,
comparte tus propias experiencias; en resumen, haz que cada
minuto cuente.

Este enfoque en la calidad sobre la cantidad no solo mejora


tus relaciones, sino que también te permite vivir el momento
presente con una intensidad que raramente se experimenta en las
actividades cotidianas. Es un vino bueno que se saborea en copas
pequeñas, pero cuyo sabor perdura en el paladar mucho tiempo
después de que la copa se haya vaciado.

144
Comunicación abierta: la receta secreta de la confianza

La comunicación es el mejor pegamento para unir las relaciones.


Es más que un simple intercambio de palabras; es la
transferencia de emociones, experiencias, y a veces de sabiduría.
La jubilación, con su caudal de tiempo libre y oportunidades para
la reflexión, ofrece un escenario perfecto para abrir canales de
comunicación que quizás estaban obstruidos o simplemente
descuidados. Ahora puedes hablar con tus hijos o nietos no
como el eterno proveedor o la figura de autoridad, sino como
alguien que también tiene sus dudas, aspiraciones, alegrías y
temores.

Al abrirte y compartir tus experiencias y sentimientos sobre


esta nueva fase de la vida, estás enviando un mensaje implícito:
«Confío en ti lo suficiente como para mostrarte mi
vulnerabilidad y mi sabiduría acumulada». Y esa es una poderosa
herramienta para profundizar relaciones. Te permite trascender
la superficie y llegar al núcleo de las emociones y expectativas
mutuas.

Además, al hablar de tus experiencias en la jubilación, no solo


les brindas a tus seres queridos una ventana a tu mundo, sino
que también puedes ofrecerles perspectivas y consejos que les
serán útiles en sus propias vidas.

145
Resuelve conflictos pendientes

Al igual que un desván real lleno de objetos que no hemos usado


en años pero que guardamos «por si acaso», nuestras mentes
también guardan conflictos y rencores que pueden haber
caducado, pero que seguimos conservando. La jubilación ofrece
una oportunidad perfecta para hacer una limpieza emocional,
como si fuera una jornada de orden y despeje en ese desván
olvidado.

Resolver conflictos pendientes no es solo cerrar una disputa;


es también una forma de redescubrimiento y liberación. Cuando
te tomas el tiempo para enfrentar esos problemas que has
barrido bajo la alfombra del tiempo y la distracción, te das la
posibilidad de liberar un espacio emocional precioso. Este
espacio puede ser luego llenado con emociones y experiencias
más positivas, como la paz, la gratitud o incluso nuevos intereses
y pasiones.

La jubilación brinda la perspectiva y el tiempo necesario para


abordar estas cuestiones delicadas. Puede que descubras que los
argumentos que una vez parecían monumentales ahora se ven
triviales a la luz de toda una vida de experiencias. O quizás esos
problemas sigan siendo significativos y requieran una resolución
cuidadosa y considerada. En cualquier caso, tomar la iniciativa
para resolverlos es como sacar una caja vieja del desván, soplarle
el polvo y decidir si su contenido vale la pena guardar o es mejor
dejarlo ir.

146
Al igual que limpiar un desván te ofrece más espacio para
almacenar cosas que realmente importan, resolver conflictos
pendientes te permite hacer espacio para relaciones más
saludables y significativas. Además, libera energía emocional que
puedes canalizar hacia actividades que te enriquezcan durante
estos años dorados, ya sea viajar, aprender algo nuevo o
simplemente disfrutar de momentos de calidad con tus seres
queridos. En definitiva, es una inversión en tu bienestar
emocional y en la calidad de tus relaciones, una que promete
retornos muy gratificantes.

Aviva las nuevas generaciones

Podemos ver la jubilación como un jardín en otoño, donde las


hojas ya han mostrado su esplendor y están a punto de caer, pero
al mismo tiempo, las semillas se están preparando para la
próxima primavera. En este contexto, las nuevas generaciones
son esas semillas, llenas de potencial y listas para crecer. Pasar
tiempo con los más jóvenes no es solo un acto de amor, sino
también un medio para transmitir sabiduría, valores y legados
que perdurarán mucho después de que te hayas ido. Es el acto
humano de plantar un árbol, sabiendo que tal vez no disfrutes
de su sombra ni comas de sus frutos, pero otros sí lo harán.

Al interactuar con las nuevas generaciones, no solo les


proporcionas herramientas para su propio desarrollo, sino que
también obtienes un sentido revitalizado de propósito. Es una
147
vía de dos sentidos; enseñas y aprendes al mismo tiempo. Los
más jóvenes pueden brindarte nuevas perspectivas y recordarte
la alegría del descubrimiento, mientras que tú tienes la
oportunidad de guiarlos con tu experiencia y sabiduría
acumuladas.

Esta relación simbiótica se puede manifestar de muchas


formas. Puede ser tan sencillo como contar historias o compartir
tradiciones familiares. También podrías enseñarles habilidades
específicas o ayudarles a navegar por desafíos que tú ya has
enfrentado. No subestimes el poder de tu influencia; las
lecciones que impartes pueden convertirse en los cimientos de
su carácter e inspirar las decisiones que tomen en el futuro.

Es cierto que no siempre verás el impacto inmediato de estas


interacciones. Pero el mero acto de dedicar tiempo y energía a
las generaciones más jóvenes deposita semillas de amor,
conocimiento y valores que algún día germinarán. Así como un
árbol necesita tiempo para crecer y florecer, los beneficios de tu
inversión en los más jóvenes quizás solo sean completamente
apreciados en el futuro. Pero el simple hecho de plantar ese
árbol, de dedicar tiempo para fomentar el crecimiento de alguien
más, es un legado en sí mismo. Uno que deja el mundo un poco
mejor, un poco más sabio, y definitivamente más lleno de amor.

El tiempo de calidad es el ingrediente secreto que


transforma cualquier relación, de la misma forma que una
pizca de sal realza cualquier plato

148
RESUMEN Y PASOS A SEGUIR
En la Parte I: PREPARATIVOS PARA LA JUBILACIÓN, hemos
sentado las bases para una jubilación exitosa, desde el análisis
profundo de tu situación financiera y emocional actual hasta consejos
sobre cómo prepararte psicológicamente y elegir el momento más
oportuno para retirarte.

La Parte II: NAVEGANDO LAS FINANZAS, ha puesto de


manifiesto el laberinto financiero que envuelve la jubilación. Hemos
visto estrategias detalladas para maximizar tus ingresos y tus ahorros,
al mismo tiempo que advertimos sobre los errores más comunes que
podrían poner en riesgo tu estabilidad financiera.

En la Parte III: SALUD Y BIENESTAR EN LA JUBILACIÓN,


dimos un giro hacia el bienestar integral. Desde recomendaciones de
ejercicios específicos para mantenerte activo, hasta pautas para
fomentar una vida sexual saludable y un bienestar emocional sólido, te
hemos animado a adoptar un enfoque holístico para esta etapa de la
vida.

La Parte IV: PASIONES Y OPORTUNIDADES ha sido una


invitación a redescubrirte. Exploramos cómo puedes revivir antiguas
pasiones o encontrar nuevas aventuras. Desde las oportunidades de
voluntariado hasta los placeres de viajar y la importancia de la
educación continua, hemos visto herramientas para decidir dónde y
cómo deseas vivir esta etapa, destacando opciones como el cohousing.

El colofón ha sido la Parte V: HABLEMOS DE TU LEGADO.


En esta sección hemos abordado la cuestión trascendental de la huella
que quieres dejar tras tus pasos por este mundo. Te guiamos a través
del proceso de planificación patrimonial, extendiéndonos más allá del
149
simple acto de redactar un testamento, y hemos visto estrategias para
cultivar y mantener relaciones significativas como parte de tu legado
tanto material como emocional.

La jubilación no es un punto final, sino un nuevo capítulo el


largo y fascinante libro de tu vida. ¡Tú puedes hacer que sea un
bestseller!

150
AGRADECIMIENTOS

Primero que todo, a ti, el lector. Sí, te estoy mirando a través del papel
o la pantalla. Gracias por invertir tu tiempo y energía en leer este libro.
¡Ojalá tu jubilación sea tan emocionante como una telenovela sin los
dramas innecesarios!

A los expertos y asesores. Esos gurús de las finanzas, la salud y el


bienestar que me han proporcionado valiosas perspectivas y datos. Sin
ustedes, este libro sería solo un barco sin timón.

A la familia y amigos. Vosotros sois la tripulación en este barco de la


vida. Gracias por el apoyo constante, las críticas constructivas y las
innumerables tazas de café.

Al equipo editorial. Los verdaderos héroes detrás de escena, los magos


del texto que han transformado mis pensamientos en palabras legibles
y, ojalá, memorables.

A la vida y sus infinitas lecciones. Cada fracaso, cada victoria, cada


momento de incertidumbre, han sido los verdaderos maestros que me
han preparado para este momento.

La gratitud no solo es la mayor de las virtudes, sino la madre de


todas las demás. Agradece como si cada día fuese un regalo,
porque realmente lo es

151

También podría gustarte