Emanuele Coccia. La Vida Sensible

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COLUMBA

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CU18383068

f
COLECCION
VOX POPULI

E m a n u e l e Coccia enseiia filosofia


en la Universidad de Freiburg im
Breisgau. H a publicado Filosofia
de la imaginacion. Averroes
y el averroismo (Adriana Hidalgo
Editora 2008) y ha realizado, con
Giorgio Agamben, una antologia
sobre la angelologia judaica,
cristiana y arabe (Angeli. Giudaism
Cristianesimo Islam, Neripozza
Vicenza2009).
E M A N U E L E C O C C I A

L a v i d a

s e n s i b l e

t .
La vida sensible es el nuevo libro de Emanuele Coccia
(Universidad de Freiburg, Alemania), una de las nuevas y
mas originales voces de la filosofia europea. Vida sensible
no es solo lo que la sensacion despierta en nosotros. Es el
modo en que nos damos al mundo, la forma en la que
somos en el mundo y, a la vez, el medio en el que el
mundo se hace cognoscible, factible y vivible para
nosotros. Solo en la vida sensible se da mundo, y solo
como vida sensible somos en el mundo.

Ocurre incluso con los ojos cerrados, cuando todos los


otros organos de los sentidos parecen estar obstruidos al
mundo. Si no es el ruido de nuestra respiracion, es un
recuerdo o un sueno el que nos atrapa del aparente
aislamiento, para volver a sumergirnos en el mar de lo
sensible. Nos consideramos seres racionales, pensantes y
hablantes, sin embargo, vivir significa para nosotros sobre
todo mirar, paladear, palpar u olfatear el mundo. Sabemos
y podemos vivir solo a traves de lo sensible, y no solo para
conocer lo que nos rodea. N o es una cuestion
gnoseologica: la sensibilidad no solo es una de nuestras
facultades cognoscitivas. Sensible es, en todo y para todo,
nuestro propio cuerpo. Somos sensibles en el mismo grado
y con la misma intensidad con la que vivimos.

ISBN 978-987-1307-32-6

789871II307326I
Drp&TTEE.

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MAREA

Coccia, Emanuele ,
La vida sensible. - la ed. - Buenos Aires : Marea, 2011.
144 p. ; 20x14 cm. - (Voxpopuli)

Traducido por: Maria Teresa D 'Meza


ISBN 978-987-1307-32-6 Settlement la vie pent soutenir la vie.
Julien-Joseph Virey
1. Filosofia Moderna. I. D 'Meza, Maria Teresa, trad. II. Titulo
CDD 190

Cuidado de la edition: Fabian Luduena Romandini


Diseno de tapa e interior: Hugo Perez
Agradecemos a Maria Victoria Suarez la autorizacion para reproducir la obra
"Cupido" de Pablo Suarez.
Titulo original: La Vita Sensibile
© 2010 Emanuele Coccia
Derechos exclusivos de la edicion en castellano:
© 2011 Editorial Marea S.R.L.
Pico 1850 - Ciudad de Buenos Aires - Argentina
4703-0464
[email protected]
www.editorialmarea.com.ar
ISBN 978-987-1307-32-6
Impreso en la Argentina
Depositado de acuerdo a la Ley 11.723
Todos los derechos reservados.
Prohibida la reproduccion total o parcial de esta obra por cualquier medio
o procedimiento sin permiso escrito de la editorial.
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E
xiste un lugar en el cual nacen las imagenes, un lugar
que n o debe confundirse ni con la materia en la que
t o m a n forma las cosas ni con el alma de los vivientes y
su psiquismo. El mundo especifico de las imagenes, el lugar
de lo sensible (el lugar original de la experiencia y del sueno),
n o coincide ni con el espacio de los objetos —el m u n d o fisi-
co— ni con el espacio de los sujetos cognoscentes.' Este tercer
espacio n o es definible ni p o r la capacidad de conocer ni p o r
una particular naturaleza especifica. U n medio n o se define a
traves de su naturaleza ni a traves de su materia, sino gracias
a una potencia especifica irreducible a ambas. Se habia dicho
que lo sensible, la imagen, n o es sino la existencia de una
forma privada de su materia. U n medio es aquello que es
capaz de acoger las formas de m o d o inmaterial. Pensamos en
los espejos para las imagenes, pero tambien en el agua o en el
aire. El espejo n o aumenta en volumen o peso al recibir las
imagenes, por lo tanto, n o las recibe en tanto materia o cuer-
p o en acto: no se transforma ni en el acto de la recepcion ni
en el m o m e n t o en el que la imagen desaparece. ,-Que sucede
entonces cuando un espejo acoge una imagen? Es c o m o si el
espacio capaz de acoger estos pequehos seres suplementarios
que son las imagenes fuera tambien algo asi como u n suple-
m e n t o de ser. U n medio es un ser que tiene en si mismo u n

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EMANUELE C O C C I A

suplemento de espacio, diferente del producid o p o r su natu-


raleza y p o r su materia. Este lugar es la recepcion misma. U n
medio es u n receptor. La existencia de lo sensible es posible
solo gracias a estapotencia suplementaria que tienen algunos
entes, potencia que n o se apoya en la naturaleza de las cosas,
ni en la esencia de su materia, ni en su forma. N o esta en la
esencia de la madera recibir inscripciones o figuras. N o esta
en la esencia de la celulosa recibir y acoger los trazos que la
pluma inscribe en ellas. La potencia del m e d i o es la recep-
cion, y toda teoria de la medialidad n o es sino una teoria de
la recepcion. Fue el genio de Averroes el que produjo la teo-
ria de la recepcion (y, p o r lo tanto, del medio) mas desarro-
llada. La recepcion -escribe Averroes en u n a formula dificil
y al mismo tiempo muy p r o f u n d a - es una forma particular
de pasion que n o implica una transformacion (passio sine
transformatione). C u a n d o una forma entra en el espesor de la
materia de su receptor, esta cambia y lo cambia, se transfor-
ma y transforma: en este caso, se trata de una transformacion.
D i c h o de m o d o tecnico, se llama recepcion a toda pasion no
0 transformativa. Es muy simple, un espejo es afectado por una
imagen sin sufrir una transformacion. Pero es tambien una
idea esplendida: recibir quiere decir padecer algo, ser afecta-
do por algo sin transformarse y sin transformar la cosa por la
cual somos afectados. Podria decirse que se trata de una
3 i pasion sin sufrimiento y sin resistencia. Si existe lo sensible,
si existen las imagenes, es porque las cosas tienen esta poten-
cia suplementaria y oculta, la facultad receptiva, que carece
p o r completo de organos, puesto que n o es definida ni por
una materia, p o r una forma o p o r algo p o s i t i v e Por el con-
trario —y esta es la segunda propiedad de t o d o medio segiin

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La vida s e n s i b l e

diajfonitas non est in sola aqua nequeAverroes-,


in aquello que recibe algo
solo acre, sedetiam in corpore celesti,fuit
n o debe poseer la naturaleza de lo
necesse ut diajfonitas non sit in aliquoque recibe: el receptor debe hallar-
eorum secundum quod illud est illud
se en el estado de privacion de la
quod est, v.g. secundum quod aqua est
aqua aut celum celum, sed secundum naturaleza de la forma que recibe.
naturam communem existentem in Todo medio, t o d o receptor, es tal
omnibus, licet non habet nomen. solo gracias a su propio vacio onto-
logico, gracias a la capacidad de n o
ser aquello que es capaz de recibir. Esto es evidente para el
medio p o r excelencia, aquel que es capaz de acoger en si
incluso la luz: la transparencia, lo diafano. Solo en t a n t o
espesor invisible e incoloro, la transparencia p u e d e recibir
la luz y los colores. La transparencia n o es un cuerpo espe-
cifico: n o es aire o eter, sino una naturaleza comiin sin
n o m b r e (natura commune sine nomine) que esta en todos
estos cuerpos. E n las palabras de Averroes la transparencia
n o existe en los cuerpos segiin lo que estos son, segiin su
naturaleza. U n receptor recibe a pesar de su propia forma y
a pesar de su p r o p i a materia, n u n c a es definido p o r una
naturaleza especifica, justamente p o r q u e es la capacidad de
n o ser aquello que es capaz de recibir. Es p o r la misma
razon que cualquier cuerpo, cualquier ente p u e d e devenir
medio: el aire, el agua, el espejo, la p i e d r a de una estatua.
Todos los cuerpos p u e d e n devenir m e d i o para otra forma
que existe fuera de el, en la m e d i d a en que p u e d e recibir
esta forma sin oponerle resistencia.
El m u n d o de las imagenes, el m u n d o sensible, es un m u n d o
construido sobre los limites de una potencia especifica, la
potencia receptiva.
Al acoger en si la forma carente de materia, el medio la

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EMANUELE COCCIA.

separa de su sustrato ordinario y de su naturaleza. En la ter-


minologia escolastica, el m e d i o es lugar de abstraccion (abs-
tractio), es decir, de separacion. Lo sensible es la forma en
tanto separada, abstraida de su existencia natural. Asi nuestra
imagen en el espejo o en una fotografia existe como separada
de nosotros en otra materia, en otro lugar. La separacion es la
funcion esencial del lugar: dar lugar a una forma, marcarla
con un hie, significa separarla de los otros, distraerla de la con-
tinuidad y de la mezcla con el resto del cuerpo. Esta separa-
cion medial de las imagenes que se da en lo sensible es posible
gracias a la particular propiedad de multiplicarse que tienen
las formas. A m e n u d o se ha considerado la experiencia de la
propia imagen en el espejo como la experiencia tragica entre
si mismo c o m o sujeto y c o m o imagen, o c o m o la division
inconciliable entre el si mismo y la idea (el ideal) del yo. A la
mezquindad de la teologia escapa, sin embargo, lo esencial.
Aquello de lo que se hace experiencia cada vez que nos mira-
mos al espejo —o cada vez que u n o se capta fuera de si mismo,
cada vez que u n o se imagina diferente de lo que se e s - es algo
comico. El espejo, la imaginacion, la superficie del agua en la
que nos reflejamos n o nos ha privado de nuestra forma, la ha
m u l t i p l i c a d e Las imagenes son los agentes de la multiplica-
cion de las formas y de la verdad. La formula del cogito que
recien hemos enunciado es falsa. Mientras me miro al espejo,
me observo contemporaneamente aqui y alia: desde esta
parte (en mi), como cuerpo y alma, en el espejo, como ima-
gen sensible. Devenir imagen si es un ejercicio de desplaza-
miento, c o m o veremos, pero sobre todo, de multiplicacion
de si mismo. En el espejo se aparece y se existe por un instan-
te ahi d o n d e ya n o se vive y ya n o se piensa, pero se existe

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La vida s e n s i b l e

contemporaneamente en mas lugares y en m o d o s diferentes.


Nuestra forma existe en ese m o m e n t o en cuatro m o d o s dife-
rentes: c o m o cuerpo que se refleja en el espejo, c o m o sujeto
que se piensa y hace experiencia de si, c o m o forma que existe
en el espejo y c o m o concepto o imagen en el alma del sujeto
pensante y que permite a este u l t i m o pensarse a si mismo. La
existencia de lo sensible en el m u n d o muestra lo iniitil de la
navaja de O c k h a m . Lo sensible es la multiplicacion del ser.
Puede discutirse sobre si existe u n solo m u n d o o si existen
infinitos mundos. D e hecho, la existencia de las imagenes n o
hace sino multiplicar hasta el infinito los objetos mundanos.
N o es casualidad que el titulo tecnico de las obras sobre la
fisica de las imagenes en la Edad Media fuera De multiplica-
tione specierum, sobre la multiplicacion de las formas. La
imagen sensible abre el reino de lo innumerable. Desde el
m o m e n t o en el que existe lo sensible, desde el m o m e n t o en
que nacen las imagenes, las formas dejan de ser linicas e irre-
petibles. La tecnica n o tiene nada que ver en e l l e La repro-
duccion de las formas es la vida natural de las imagenes, y
puesto que experiencia y percepcion n o son sino comercio
con lo sensible - o mejor aun, la vida psiquica de lo sensible—,
tambien el pensamiento n o es mas que una forma de multi-
plicacion. La palabra, el oido, la vision, toda nuestra expe-
riencia n o es otra cosa que una operacion de multiplicacion
de lo real, en la medida en que utiliza imagenes.

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fcP'S

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11

L
a experiencia del espejo coincide con la apercepcion de
u n a dimension de irreductibilidad de la imagen con
respecto al lugar de la percepcion. La imagen, lo sensi-
ble, existe en otro lugar diferente del lugar en el cual se la
apercibe. Esta existe en el espejo antes de
llegar al organo de percepcion (en este sen- retipereformas contrarias
., i . , , . . \ simul non tantum invenitur in
tido, la imagen es a la vez obieto y suieto). ,. ....
° i l l i anima sed in medus. Apparet
Existe casi u n p r i m a do de la imagen sobre mim qmdper m f a pmm
la imaginacion, un primado de lo sensible aeris retipit videns contraria,
por sobre la sensacion que n o es solo de scilicet album et nigrum.
orden c r o n o l o g i c e La afirmacion de que
existe lo sensible en el significado fuerte del termino, que lo
sensible es u n genero de ser, una forma de existencia, lleva a
concluir que es necesario observar la genesis de la percepcion
desde el p u n t o de vista de la imagen misma y n o del sujeto
que percibe. El verdadero centro de la percepcion es la ima-
gen. Observada desde este p u n t o de vista, toda forma de
conocimiento sensible es una aceptacion pasiva de una ima-
gen perceptiva que ya se ha producido fuera de nosotros. N o
hay una accion especifica del sujeto en el acto de la percep-
cion: percibir n o significa producir la imagen de algo sino
recibirla. Desde el p u n t o de vista de lo sensible com o tal
- d e s d e el p u n t o de vista de la imagen—, el espejo o el fondo

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EMANUELE C O C C I A

del ojo son exactamente lo mismo. Son superficies capaces de


captarla, de n o oponerle resistencia. La cuestion n o es solo
topologica, las imagenes se generan ya fuera de los organos
de los sentidos y, sobre todo, sin el aporte de estos. Desde el
p u n t o de vista estrictamente ontologico, el sujeto n o es ni
el lugar de nacimiento de la imagen c o m o ser de lo sensible,
ni su causa. Lo sensible es sensible antes de ser percibido e
independientemente del hecho de ser percibido en acto. El
sujeto no juega papel alguno en la genesis de lo sensible.
Suponer una causalidad directa del organo de los sentidos en
la produccion de lo sensible, hacer del organo de los sentidos
(y por lo tanto, del animal, del sujeto) aquello que opera la
transformacion de lo invisible en visible, significaria pensar
una irradiacion de luz que va del ojo al objeto, y regresar a la
posicion platonica. Segiin las palabras de Averroes, t o d o lo
que tiene lugar en el alma tambien tiene lugar en los medios
(et hoc non tantum invenitur in anima sed). N o hay gran dife-
rencia entre medio y organo de percepcion: u n organo es una
forma interior de medio. Es el medio, pues, el que permite
comprender que es u n organo, y n o al contrario, en el mismo
sentido en que el espejo es el arquetipo de toda percepcion.
Lo que las imagenes encuentran en el fondo de nuestros
organos sensoriales es solo la posibilidad de ejercer su propia
influencia, de producir movimientos. L o que separa a un
organo de u n medio exterior es solo su vinculo con un orga-
no de movimiento.
Si existe lo sensible en el universo es porque no existe en
el ningiin ojo que este observando todas las cosas. N o es un
ojo que abre el m u n d o , es lo sensible mismo que abre el
m u n d o frente a los cuerpos y a los sujetos que piensan los

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La vida s e n s i b l e

cuerpos. Las cosas n o son ni sensibles en si mismas (no son


en si mismas fenomenos, com o piensa la fenomenologia) ni
devienen sensibles a causa de los organos h u m a n o s o anima-
les. Estas se constituyen c o mo imagenes (como fenomenos)
fuera de si y fuera de los sujetos cognoscentes, en los espacios
supranumerarios de los medios.
Merleau-Ponty habia reconocido la necesidad de "poner-
se en u n 'hay' (ily a) originario [...] sobre el suelo del m u n d o
sensible". Esta base primordial, este lugar ancestral de lo sen-
sible (el suelo de lo sensible), coincide para el y para toda la
tradicion fenomenologica "con nuestro cuerpo [...] este
cuerpo actual que llamo mio, el centinela que habita en silen-
cio bajo mis palabras y bajo mis actos" (Maurice Merleau-
Ponty, L'CEilet I'esprit, p. 12). Si la fenomenologia puede lle-
gar a afirmar el primado de la percepcion sobre la conciencia,
esta no pareceria ser capaz aiin de captar el ser de lo sensible
independientemente del ser de un sujeto, de un alma que lo
percibe. "La percepcion —confiesa, en un bellisimo texto de
juventud, Merleau-Ponty— solo existe en la medida en que
alguien puede percibirla". Es c o m o decir que toda imagen
existe en la medida en que detras de ella hay un alma que la
percibe o que esta en el acto de imaginar a traves de ella.
Existe lo sensible solo porque existen vivientes en el universo
(hombre o animal, puesto que aqui la distincion n o juega
ningiin papel): la condicion de posibilidad de la percepcion
(y, por lo tanto, de la imagen) es en efecto la existencia de u n
sujeto. Ahor a bien, si es cierto que las cosas devienen propia-
mente percibidas fuera de los objetos, estas, sin embargo, no
esperan p o r un sujeto para constituirse c o m o perceptos, o
como imagenes. A la inversa, es la existencia de lo sensible la

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/- La vida s e n s i b l e
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amente su existencia infracultural e infrapsiquica. El m e d i o


que hace posible la sensacion y n o al reves: gracias a la exis-
es u n fragmento de m u n d o que permite a las formas prolon-
tencia de lo visible, es posible la vision, y gracias a la existencia
gar su vida mas alia de su naturaleza y de su existencia mate-
de la miisica, el oido es posible. En las palabras del mas gran-
rial y corporea. Este espacio suplementario y receptivo que
de comentador de Aristoteles, visio est posterius visibili, la
n o se funda en una naturaleza sino en una potencia inmate-
vision es algo posterior a la existencia de lo visible como tal.
rial n o coincide, sin embargo, con lo puramente espiritual o
Parafraseando a Merleau-Ponty, podria hablarse de un prima-
c o n lo psiquico. Lo psiquico es la forma absoluta de lo
d o de lo sensible sobre la sensacion, y del percepto sobre la
medial, pero lo medial (lo imaginal) puede existir mas aca de
percepcion. Pero no se trata de una simple inversion dialecti-
lo psiquico. En este sentido, las imagenes n o tienen nada de
ca. N o somos nosotros ni nuestros organos los que convierten
antropologico o cultural, c o m o n o tienen nada de meramen-
el m u n d o en algo experimentable. N o es el ojo el que abre el
te natural. Lo sensible esta mas alia de toda oposicion entre
m u n d o : la luz existe antes que el ojo y n o en su fondo, lo sen-
naturaleza y cultura, entre vida e historia, asi com o el medio
sible existe antes e independientemente de la existencia de
esta mas aca de toda iniitil dialectica entre sujeto y objeto. \%
t o d o organo de percepcion. Esta pertenece al viviente en tan-
Todo medio abre u n espacio suplementario que excede la
to es capaz de sensibilidad. Lo sensible abrio camino a la exis-
naturaleza de los cuerpos (sale de esta), y se prolonga en u n
tencia de la vida. La existencia de los vivientes superiores n o
intervalo que resiste a la interiorizacion de la cultura.
coincide simplemente con la existencia de organos y de cuer-
Supramaterial y precultural, el m u n d o de las imagenes (el
pos "organizados": esta llega hasta d o n d e llega lo sensible.
m u n d o sensible) es el lugar en el cual naturaleza y cultura,
N o existe fenomenologia alguna, existe solo una fenome-
vida e historia se exilian en u n tercer espacio. Los medios
notecnica. El fenomeno es una modalidad particular de ser
impiden al m u n d o cerrarse en su naturaleza y en su verdad,
que existe entre el sujeto y el objeto, en el medio. Solo en los
plurificando sus formas y haciendolo existir mas alia de si, y
medios las cosas devienenphainomena. Solo en los medios el
multiplicando su vida mas aca de su autoconciencia.
m u n d o se hace cognoscible. El m u n d o n o es fenomeno p o r si
solo, sino que devienephainomenon y es p h a i n o m e n o n (apa-
riencia) en un lugar diferente de aquel d o n d e existe, gracias a
otra materia con respecto a la que lo hace vivir. Todo conoci-
miento, toda experiencia, es un contacto (continuatio) con
ese espacio intermediario, es el resultado de una contigiiidad
medial. Lo sensible (la existencia fenomenica del m u n d o ) es
la vida sobrenatural de las cosas - l a vida de las cosas mas alia
de su naturaleza, ademas de su existencia fisica- y simultane-

50 V
I
12

V
ivimos bajo l a p e r p e t u a influencia de lo sensible: olo-
res, colores, sensaciones olfativas, miisica. Nuestra
existencia, en el sueno y en la vigilia, es un ininte-
rrumpido baho en lo sensible. Los sensibles -las imagenes de
las que n o cesamos de alimentarnos y que n o dejan de ali-
mentar nuestra experiencia diurna u o n i r i c a - definen la rea-
lidad y el sentido de todos nuestros movimientos. Les dan
realidad a nuestros pensamientos, dan cuerpo a nuestros
deseos. Se hace mal al medir los limites de la vida animal
basados en los confines de su cuerpo a n a t o m i c e La vida ani-
mal, es decir, la vida modelada y esculpida sobre lo sensible y
desde lo sensible, llega a d o n d e llegan las imagenes. U n
m u n d o en el que n o se dieran mas olores, sonidos, miisica,
colores, un m u n d o d o n d e las cosas y las formas n o fueran ya
capaces de vivir fuera de si para llegar a los vivientes, para
vivir - i n t e n c i o n a l m e n t e - dentro de estos e influenciar sus
movimientos, seria un m u n d o carente de consistencia unita-
ria. Sin imagenes, sin sensibles, cada cosa existiria solo en si
misma, toda forma de influencia seria imposible, el universo
no seria mas que un amasijo de piedras cuya linica relacion
reciproca es la que determina una fuerza externa, ya sea esta
la gravedad o una fuerza centrifuga. Si el m u n d o conspira en '7 Q
algo unitario, es solo gracias a las imagenes.

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EMANUELE C O C C I A
La vida s e n s i b l e

En todo esto, como condicion de posibilidad de existencia


aquello que en el piano psicologico era el esquematismo segiin
de lo sensible, los medios son el verdadero tejido conectivo del
Kant. Lo sensible en este m u n d o tiene precisamente ese rol: gra-
mundo. Son los que producen la continuidad entre sujeto y
cias a las imagenes, la materia nunca es inerte sino maleable y
objeto, y permiten la comunicacion entre las esferas de lo sub-
llena de forma, y el espiritu no es pura interioridad sino tecnica
jetivo y lo objetivo, de lo psiquico y lo "natural". Sujeto y objeto
no tienen comunicacion inmediata: puestos en contacto uno
y vida mundana. Las imagenes tienen una funcion cosmologica y c) :
no solo gnoseologica o fisica. Son el verdadero transformador
con el otro, sin la interaccion de un medio, ninguno de los dos
cosmico que permite la espiritualizacion de lo corporeo (o su
puede actuar sobre el otro. Pueden entrar en contacto de
animacion) y la incorporacion del espiritu. Es por eso que solo
forma provechosa, actuar el uno sobre el otro e influenciarse
en ellas el m u n d o llega a una forma de unidad que no es tan solo
reciprocamente, solo gracias al medio. Es gracias al medio que
fisica, o sea, producida a traves del mero contacto fisico de sus
el objeto genera una percepcion en el sujeto (penetra, vive
componentes o de una mezcla entre ellos, ni tampoco solo espi-
intencionalmente en el); y es gracias al medio que el sujeto
ritual y por lo tanto ubicada fuera del mundo, como pensaba el
puede ver, percibir y, por lo tanto, interactuar con el objeto.
neoplatonismo griego. La unidad del m u n d o n o es ni fisica ni
Los medios son los que producen la relacion de continuidad
espiritual o metafisica, sino medial. La relacion que estrecha
entre espiritu y realidad, entre m u n d o y psiquismo. Un m u n d o
todas las cosas en la unidad del mismo cosmos no es el proceso
sin medios seria un m u n d o en el que los objetos estarian con-
de transformacion fisica que conduce a la homogeneidad de
denados a permanecer en si mismos, incapaces de producir
una materia linica, ni la simple comprension espiritual que tras-
influencia alguna en los vivientes, y los vivientes llevarian una
ciende la multiplicidad de las formas en la unidad del sujeto que
vida por completo acosmica, encerrados en su propia psiquis,
las piensa. Si las cosas conspiran hasta formar un mismo mundo,
incapaces de ser afectados o tocados p o r las cosas, incapaces de
si tejen una apretada red de relaciones no solo fisicas ni espiri-
albergar dentro de si todo ese resplandor y esa vida menor pro-
tuales, es porque a traves de las imagenes cada una ejerce su
ducida por las formas intencionales, por las imagenes del
influencia sobre las otras.
mundo. Las imagenes —la realidad de lo sensible- hacen posi-
ble esa relacion que es a la vez inmaterial pero infrarracional, la En realidad, t o d o medio se relaciona con respecto al resto
posibilidad de ser afectados por algo sin ser fisicamente tocados del m u n d o n o solo como aquello que recibe lo sensible sino
por ello. Asi, los medios producen en el cosmos un continuum tambien com o lo que es capaz de transmitirlo. Si es capaz de
en cuyo seno vivientes y ambiente devienen fisiologicamente recibir el m u n d o , restituye lo que recibe bajo la forma de sen-
inseparables: sin ellos, la naturaleza seria incapaz de generar espi- sible. En la imagen, en lo sensible, la realidad se encuentra en
>
ritu y cultura, y la racionalidad no tendria acceso alguno a la un estado no-objetivo y prepsicologico si bien psicogenico.
objetividad. \Los medios representan en el piano cosmologico Todo medio transforma, pues, la realidad en algo infinita-
mente apropiable salva substantia ac veritate rerum.

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