Ciclos Biogeoquimicos

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CICLO DEL AGUA

Los rayos solares calientan las aguas. El vapor sube a la troposfera en forma
de gotitas. El agua se evapora y se concentra en las nubes. El viento traslada las
nubes desde los océanos hacia los continentes. A medida que se asciende bajan
las temperaturas, por lo que el vapor se condensa. Es así que se desencadenan
precipitaciones en forma de lluvia y nieve. El agua caída forma los ríos y circula
por ellos. Además, el agua se infiltra en la tierra y se incorpora a las aguas
subterráneas (mantos freáticos Ósea que se acumula en el subsuelo, sobre una
capa impermeable) Por último, el agua de los ríos y del subsuelo desemboca en
los mares.
CICLO DEL CARBONO

El carbono, como dióxido de carbono, inicia su ciclo de la siguiente manera:


Durante la fotosíntesis, los organismos productores (vegetales terrestres y
acuáticos) absorben el dióxido de carbono, ya sea disuelto en el aire o en el agua,
para transformarlo en compuestos orgánicos. Los consumidores primarios se
alimentan de esos productores utilizando y degradando los elementos de carbono
presentes en la materia orgánica. Gran parte de ese carbono es liberado en forma
de CO2 por la respiración, mientras que otra parte se almacena en los tejidos
animales y pasa a los carnívoros (consumidores secundarios), que se alimentan
de los herbívoros. Es así como el carbono pasa a los animales colaborando en la
formación de materia orgánica. Los organismos de respiración aeróbica (los que
utilizan oxígeno) aprovechan la glucosa durante ese proceso y al degradarla, es
decir, cuando es utilizada en su metabolismo, el carbono que la forma se libera
para convertirse nuevamente en dióxido de carbono que regresa a la atmósfera o
al agua. Los desechos de las plantas, de los animales y de restos de organismos
se descomponen por la acción de hongos y bacterias. Durante este proceso de
putrefacción por parte de los descomponedores, se desprende CO2.

La atmósfera posee un 21% de oxígeno, y es la reserva fundamental utilizable por


los organismos vivos. Además forma parte del agua y de todo tipo de moléculas
orgánicas.
CICLO DEL OXIGENO

El ciclo del oxígeno está estrechamente vinculado al del carbono, ya que el


proceso por el cual el carbono es asimilado por las plantas (fotosíntesis) da lugar a
la devolución del oxígeno a la atmósfera, mientras que en el proceso de
respiración ocurre el efecto contrario. Otra parte del ciclo natural del oxígeno con
notable interés indirecto para los organismos vivos es su conversión en ozono
(O3). Las moléculas de O2, activadas por las radiaciones muy energéticas de
onda corta, se rompen en átomos libres de oxígeno (O) que reaccionan con otras
moléculas de O2, formando ozono. Esta reacción se produce en la estratosfera y
es reversible, de forma que el ozono vuelve a convertirse en oxígeno absorbiendo
radiaciones ultravioletas.

La reserva fundamental es la atmósfera, que está compuesta por un 78% de


nitrógeno. No obstante, la mayoría de los seres vivos no lo puede utilizar en forma
directa, con lo cual dependen de los minerales presentes en el suelo para su
utilización. En los organismos productores el nitrógeno ingresa en forma de
nitratos, y en los consumidores en forma de grupos amino. Existen algunas
bacterias especiales que pueden utilizar directamente el nitrógeno atmosférico.
Esas bacterias juegan un papel muy importante en el ciclo al hacer la fijación del
nitrógeno. De esta forma convierten el nitrógeno en otras formas químicas como
amonio y nitratos, para que puedan ser aprovechadas por las plantas.
CICLO DEL NITROGENO

Está compuesto por las siguientes etapas.

1-Fijación: Se produce cuando el nitrógeno atmosférico (N2) es transformado en


amoníaco (NH3) por bacterias presentes en los suelos y en las aguas. Las
bacterias del género Rhizobium sp. Viven en simbiosis dentro de los nódulos que
hay en las raíces de plantas leguminosas. En ambientes acuáticos,
las Cyanobacteria o Cianobacterias.

2-Amonificación: Es la transformación de compuestos nitrogenados orgánicos en


amoníaco. En los animales, el metabolismo de los compuestos nitrogenados da
lugar a la formación de amoníaco, siendo eliminado por la orina como urea
(humanos y otros mamíferos), ácido úrico (aves e insectos) o directamente en
amoníaco (algunos peces y organismos acuáticos). Estas sustancias son
transformadas en amoníaco o en amonio por los descomponedores presentes en
los suelos y aguas. Ese amoníaco queda a disposición de otro tipo de bacterias en
las siguientes etapas.

3-Nitrificación: Es la transformación del amoníaco o amonio (NH4+) en nitritos


(NO2–) por un grupo de bacterias del género Nitrosomas para luego esos nitritos
convertirse en nitratos (NO3–) mediante otras bacterias del género Nitrobacter.

4-Asimilación: Las plantas toman el amonio (NH4+) y el nitrato (NO3–) por las
raíces para poder utilizarlos en su metabolismo. Usan esos átomos de nitrógeno
para la síntesis de clorofila, de proteínas y de ácidos nucleicos (ADN y ARN). Los
consumidores obtienen el nitrógeno al alimentarse de plantas y de otros animales.

5-Desnitrificación: Proceso llevado a cabo por bacterias desnitrificantes que


necesitan utilizar el oxígeno para su respiración en suelos poco aireados y mal
drenados. Para ello, degradan los nitratos y liberan el nitrógeno no utilizado a la
atmósfera.

NITRIFICACIÓN: Transformación bacteriana de amoníaco en nitratos.


DESNITRIFICACIÓN: Transformación bacteriana de nitratos en nitrógeno.

AMONIFICACIÓN: Transformación de los desechos orgánicos en amoníaco por


los descomponedores.

ASIMILACIÓN: Absorción de nitratos y amonio por las raíces de las plantas.

FIJACIÓN: Transformación bacteriana del nitrógeno atmosférico en amoníaco.

La proporción de fósforo en la materia viva es bastante pequeña, pero el papel


que desempeña es vital. Es componente de los ácidos nucleicos como el ADN. Se
encuentra presente en los huesos y piezas dentarias. En la fotosíntesis y en la
respiración celular, muchas sustancias intermedias están combinadas con el
fósforo, tal el caso del trifosfato de adenosina (ATP) que almacena energía. El
fósforo es el principal factor limitante del crecimiento para los ecosistemas, porque
su ciclo está muy relacionado con su movimiento entre los continentes y los
océanos. La mayor reserva de fósforo está en la corteza terrestre y en los
depósitos de rocas marinas. El fósforo se encuentra en forma de fosfatos (sales)
de calcio, hierro, aluminio y manganeso.
CICLO DEL FOSFORO

La lluvia disuelve los fosfatos presentes en los suelos y los pone a disposición de
los vegetales. El lavado de los suelos y el arrastre de los organismos vivos
fertilizan los océanos y mares. Parte del fósforo incorporado a los peces es
extraído por aves acuáticas que lo llevan a la tierra por medio de la defecación
(guano o materia formada por los excrementos de las aves marinas, que se
encuentra en gran cantidad en las costas del océano Pacífico de América del Sur;
se utiliza como abono para la tierra.). Otra parte del fósforo contenido en
organismos acuáticos va al fondo de las rocas marinas cuando éstos mueren. Las
bacterias fosfatizantes que están en los suelos transforman el fósforo presente en
cadáveres y excrementos en fosfatos disueltos, que son absorbidos por las raíces.

El azufre está presente dentro de todos los organismos en pequeñas cantidades,


principalmente en los aminoácidos (sustancias que dan lugar a la formación de
proteínas). Es esencial para que tanto vegetales como animales puedan realizar
diversas funciones. Las mayores reservas de azufre están en el agua del mar y en
rocas sedimentarias. Desde el mar pasa a la atmósfera por los vientos y el oleaje.
CICLO DEL AZUFRE

Gran parte del azufre que llega a la atmósfera proviene de las erupciones
volcánicas, de las industrias, vehículos, etc. Una vez en la atmósfera, llega a la
tierra con las lluvias en forma de sulfatos y sulfitos. Su combinación con vapor de
agua produce el ácido sulfúrico. Cuando el azufre llega al suelo, los vegetales lo
incorporan a través de las raíces en forma de sulfatos solubles. Parte del azufre
presente en los organismos vivos queda en los suelos cuando éstos mueren. La
descomposición de la materia orgánica produce ácido sulfhídrico, de mal olor,
devolviendo azufre a la atmósfera.
Materia: Medio Ambiente y Salud

Profesora: Patricia Mena Colchado

Grupo: 303

Alumno: Berenice Ramirez Polo


Matricula: 18-003-1180

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