La Shoa Un Fenomeno No Resuelto
La Shoa Un Fenomeno No Resuelto
La Shoa Un Fenomeno No Resuelto
Roberto Cyjon
Setiembre 2018
Cuareim 1451
C. P. 11100 U N I V E R S I D A D O RT
Montevideo Tel.: 29021505 Uruguay
Departamento de Estudios Judaicos
www.ort.edu.uy
La Shoá,
Un fenómeno no resuelto
Nacionalsocialismo, Shoá, historia
y memoria: reflexiones de intelectuales y
debates historiográficos
Roberto Cyjon
Depósito Legal:
Montevideo, Setiembre 2018
ISBN: 978-9974-8467-6-0
Introducción ............................................................................13
CAPÍTULO I
Las cuatro reglas historiográficas propuestas
por Enzo Traverso ...................................................................17
Fascismo en diferentes proyecciones ......................................18
CAPÍTULO II
George Mosse
Acerca del autor ......................................................................25
Su visión del nacionalsocialismo y otras perspectivas ...........27
Coincidencias con la concepción historiográfica
de George Mosse.....................................................................32
Problematizaciones al análisis de George Mosse
a) Respecto a la propaganda nazi ............................................36
b) ciertos vacíos analíticos de su obra.....................................40
Síntesis de reflexiones acerca de la hipótesis
de George Mosse.....................................................................48
CAPÍTULO III
Shoá. Historia y trauma
a) El desgarro de la historia ....................................................49
b) Dilemas y visiones de algunos intelectuales judíos ............51
Hanna Arendt ..........................................................................53
Marc Bloch..............................................................................54
Franz Neumann .......................................................................57
c) El trauma inmerso en la historia .........................................61
CAPÍTULO V
Yehuda Bauer replica a Zygmunt Bauman .............................79
CAPÍTULO VI
Memoria e historia
a) Debate entre Martin Broszat y Saul Friedländer ................89
b) Debate entre Ernst Nolte y Jürgen Habermas .....................94
REFLEXIONES FINALES
a) Respecto a la burocracia del régimen nacionalsocialista ....101
b) En torno a los alemanes ......................................................104
c) Referentes a la objetividad y el negacionismo....................106
d) La memoria como recurso historiográfico y la postura del
historiador ...........................................................................107
Agradecimientos .....................................................................111
Bibliografía .............................................................................113
No llegó todavía el tiempo en que cada vez que tropecemos con algunas
palabras: Heidelberg, lugar de belleza y erudición, Vichy, inocente
ciudad termal, u otros lugares o instituciones, sea posible evitar que nos
venga Auschwitz a la memoria. La historia es fundamentalmente un
tema de símbolos.
Charlotte de Grunberg
Directora General
Universidad ORT Uruguay
1 La palabra “campos”, así referida, aglutina diferentes centros de reclusión, desde campos de
concentración hasta de exterminio.
2 Consideramos el término: “fenómeno”, como un suceso extraordinario de mayúscula
complejidad, lo cual que dificulta su comprensión. De ex profeso encerramos entre comillas el
concepto: “fenómeno de la humanidad”, en tanto problematización semántica de cómo calificar
la Shoá. Al categorizarla como un “fenómeno”, y perteneciente a la “humanidad”, no queda
reducida exclusivamente a los judíos.
3 En 1950, se comenzó a utilizar el término Holocausto -gran matanza de seres humanos-
según una de las definiciones de la Real Academia Española. (Nota del autor).
4 Jean François Lyotard (1995) resumió la siguiente reflexión al respecto: “(…) lo más real de
los judíos reales, es que Europa, por lo menos, no sabe qué hacer con ellos: cristiana, exige su
conversión; monárquica, los expulsa; republicana, los integra; nazi, los extermina. ‘Los judíos’
son el objeto del ‘no ha lugar’ por el que los judíos, en particular, son golpeados realmente”.
T
raverso sostiene que, en la actualidad, nos hallamos en un
cruce entre utopía hacia el futuro, y memoria hacia el pasado.
El auge de la historia global, en tanto el mundo se considera
esencialmente multipolar a partir de los años 1990, conlleva un requisito
de comprensión, que ha de rescatar el acontecimiento, y darle cabida al
recurso de la memoria. “El siglo XX apareció como la edad de rupturas
repentinas, fulminantes e imprevistas, (…) el carácter masivo de la
Shoá que, en tres años, pulverizó una historia secular de emancipación,
asimilación e integración de los judíos en el seno de las sociedades
europeas, pone en cuestión los paradigmas de la historia estructural.”
(Traverso, 2012, pp. 17-18). Tipifica cuatro reglas historiográficas:
contextualización, historicismo, comparatismo y conceptualización.
De esa forma, considera posible ubicar a los acontecimientos en su
dimensión temporal, marco social y paisaje mental de época. Entrar y
salir de los acontecimientos, en forma diacrónica, lo cual habilita a captar
sus transformaciones en clave de larga duración. Comparar los hechos
en su fenomenología, para poder comprenderlos mejor, y finalmente,
disecar lo real de lo abstracto. Este aparato historiográfico, permite
considerar tanto la narrativa de los vencedores, narradores habituales de
la historia, como rescatar la voz de las víctimas. En principio, ausentes,
pero actores preponderantes de los episodios del totalitarismo germano
y europeo, acallados precisamente, por constituir un tendal varias veces
george mosse
G
eorge Lachmann Mosse (Berlín, 1918 – Madison, EE.UU.
1999) fue uno de los mayores historiadores del siglo XX. Se
especializó en el fascismo europeo y la Alemania nazi. En 1933
se vio obligado a abandonar Alemania junto a su familia y trasladarse
a Inglaterra, donde llegó a estudiar en la Universidad de Cambridge.
Poco después se radicó en los Estados Unidos. Se doctoró en Harvard y
enseñó en las universidades de Iowa y Cornell. También fue catedrático
en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Participó en diferentes causas
públicas: fue un liberal convencido, un marxista de corazón, un
fervoroso sionista y un firme defensor de la causa de los homosexuales.
Mosse fundó en 1966 junto a Walter Laqueur, la publicación Journal of
Contemporary History 7.
Al igual que Stefan Zweig, durante la Segunda Guerra
Mundial observó cómo desaparecía ante sus ojos el mundo, ingenuo
y sereno, del que había disfrutado en su infancia. Apenas pudo
escapar de las garras nacionalsocialistas y terminó sus días como un
ciudadano norteamericano más. Su desarraigada condición de judío,
a la que deberíamos unir también su homosexualidad, le enfrentó
constantemente con su misteriosa y reservada identidad.8
7 Recuperado de: www.compartelibros.com/autor/george-l.-mosse/1
8 Recuperado de: fronterad.com/?q=node/16455
9 Federico Finchelstein, (2010, pp. 41-42, citado por Traverso (2012) en nota al pie N.º 1, p.
105) sintetiza una definición coincidente y ampliada: “El fascismo es una ideología política que
incluyó el totalitarismo, el terrorismo de estado, el imperialismo, el racismo, y en el caso de
Alemania, el genocidio más extremo del siglo pasado: el Holocausto (…) La ideología contraria
a la Ilustración, dio origen al fascismo (…) una consecuencia extrema de la Ilustración, al
comunismo soviético”.
Universidad ORT Uruguay 27
Capítulo II: George Mosse
10 Esta perspectiva se acerca más a la descripción del fascismo de Finchelstein. (Nota del
autor).
15 Todas las citas que presentaremos, configuran una síntesis y forman parte de los capítulos
21 y 22 de su libro.
16 Schumpeter (1946, pp. 329, cita 3) refiere a las multitudes y sostiene: “(…) las realidades
del comportamiento humano bajo la aglomeración, especialmente, la súbita desaparición, en
un estado de excitación, de los frenos morales y de los modos civilizados de pensar y sentir; la
súbita erupción de impulsos primitivos, de infantilismos y tendencias criminales, nos enfrentó
con hechos siniestros que todos conocían, pero no queríamos ver (…)”. Aclaramos, que la
psicología de multitudes no debe ser confundida con la psicología de masas como bien aclara
Schumpeter, pero es una tipología interesante, pertinente con nuestro análisis. (Nota del autor).
17 La libre edición de Mi Lucha, a partir de enero de 2016, se limita a que dicho libro vaya
acompañado de interpretaciones críticas de historiadores. (Nota del autor).
18 “El texto de Kellerhoff (2016) ahonda, a partir de citas, en las fuentes y características de las
teorías raciales y del antisemitismo obsesivo del Führer. ‘Desde un punto meramente estadístico
-escribe-, en las setecientas ochenta páginas del texto se encuentran casi seiscientas expresiones
nacidas del odio hacia los judíos’. La relación del Mein Kampf con libros y panfletos racistas
como libelos sobre ‘higiene racial’, es también documentada al detalle por el autor alemán.
Del mismo modo que la contextualización de términos clave en la ideología nazi, como
völkisch (término intraducible que mezcla ‘folclore’ y ‘pueblo’).” Recuperado de: http://www.
elcultural.com/revista/letras/Sven-Felix-Kellerhoff-No-hay-que-tener-ningun-miedo-del-
Mein-Kampf/37490
Agrega:
“(…) Desde el punto de vista religioso, el odio oculta el rostro de
Dios; en el aspecto político, destruye la libertad de los hombres.
En el campo de la ciencia, el odio se pone al servicio de la
muerte; deforma la verdad en la literatura y desvirtúa el sentido
de la historia, y hasta cubre con una gruesa capa de sangre y
fealdad a la propia belleza (…)
Finalmente, con transparente angustia en la búsqueda de un camino
alternativo, pregunta:
“¿Cómo se puede combatir la intolerancia?” (Wiesel, 2002, pp. 11-12).
Theodor Adorno (2002)24:
“La exigencia de que Auschwitz no se repita, es la primera
de todas las que hay que plantear a la educación. Precede tan
absolutamente a cualquier otra que no creo deber ni tener que
fundamentarla. No puedo comprender por qué se le ha dedicado
tan poca atención hasta el momento. Ante la monstruosidad de lo
ocurrido, fundamentarla tendría algo de monstruoso”. (Adorno,
1998, p. 79).
Adorno ya había lanzado la siguiente exhortación en 1949: “Escribir
un poema después de Auschwitz es bárbaro (…) no puede haber un
relato-ficción de Auschwitz.” Esta cita figura en un libro que compila
una conversación entre Élizabeth Roudinesco y Jacques Derrida en el
año 2001, acerca de una multiplicidad de temas.25 Hemos de detenernos
en esta postura para contrarrestarla, pues mereció una crítica interesante
de estos intelectuales contemporáneos. Pregunta Roudinesco: “Quisiera
volver al antisemitismo y a la Shoá; me gustaría saber qué piensa usted
de la famosa exhortación de Adorno según la cual ‘no se podría escribir
más poesía después de Auschwitz’. Siempre me pareció muy discutible,
muy controvertible.” A lo cual Derrida le responde: “A mí me parece
24 Theodor Adorno es concluyente: “El mundo es otro después de Auschwitz”. Frente a este
postulado, el distanciamiento resulta no solo impotente, sino inmoral. Ver: Adorno, T. (1998).
25 Ver: Derrida, Roudinesco, (2014), p.149, nota al pie N.º 44.
E
ste tema que convoca parte del presente ensayo, no puede eludir
tanto la rigurosidad del método historiográfico, como el dolor que
deviene el estudio de este período aciago. Enzo Traverso (2001)
y Dominick LaCapra (2001), acertaron con los títulos de sus trabajos:
La historia desgarrada: ensayo sobre Auschwitz y los intelectuales, y:
Escribir la historia, escribir el trauma, respectivamente.
a) El desgarro de la historia
Traverso analiza el posicionamiento de los intelectuales una
vez finalizada la guerra, desde su metodología de contextualización.
Recordemos y recalquemos, que tomar dicho punto de partida, es
imprescindible para no tropezar en nuestro estudio, con la trampa
de la omnisciencia que hoy día podamos tener, o creer tener, de
aquellos procesos en sus cortes temporales. Alude a “la ceguera de
los intelectuales” (Traverso, 2001, pp. 27-31), quienes no podían
comprender los testimonios que aparecían escritos por desconocidos,
a los cuales, incluso, no les era fácil encontrar interlocutores válidos.
Les resultaba complejo ubicar al exterminio en el centro de sus
reflexiones. Lo ejemplifica en el propio Sartre: “quien sin duda no
podría haber escrito nada comparable a Si esto es un hombre” – (Primo
Levi, 1958)-, para luego complementar, con razón, que: “nadie podría
habérselo reprochado”. Traverso sostiene que ello podría inferir: “(…)
la imposibilidad para la cultura europea, de reconocer la ruptura de la
civilización”. (Traverso, 2001, p. 27).
marc bLoch
franz neumann
28 Es válido destacar las explicaciones que el autor le da al título de su trabajo, en sintonía con
su visión de “monstruo de cuatro cabezas” que representaba al nazismo. “En la escatología judía,
de origen babilónico, Behemot y Leviatán son los nombres de dos monstruos: Behemot domina
la tierra y Leviatán el mar”. Una vez que ambos se juntasen, significaría el fin apocalíptico
del mundo. “Como creemos que el nacionalsocialismo es, o tiende a convertirse, en un no-
Estado, un caos, un imperio del desgobierno y de la anarquía, que se ha ‘tragado’ los derechos
y la dignidad del hombre (…) consideramos apropiado llamar al sistema nacionalsocialista
BEHEMOT”. (Neumann, 2014, p. XIX).
29 Dicho conglomerado industrial, con sede en Fráncfort, había surgido en 1925 como la
fusión de las empresas BASF, BAYER, HOECHST y AGFA, además de otras más pequeñas.
(Nota del autor).
T
raverso (2012) señala que el antisemitismo configura un
conjunto de representaciones acerca de un imaginario,
que estigmatizan a un colectivo entero. El antisemitismo
es más que un discurso o una ideología. El nazismo modernizó dicho
prejuicio, y lo configuró como un “código cultural”. Exacerbada tal
discriminación desde arriba, Hitler impuso que la sociedad germana
se repliegue a sí misma como una sociedad “de exclusión”, en la
cual la clave de “ser alemán” consistía en “no ser judío”. Más allá
de los estamentos darwinianos, por los cuales se mezclaron teorías
clasificatorias de hombres arios superiores, y otros subhumanos, Hitler
les agregó postulados políticos. Al judío se le identificó con todos aquellas
ideologías y corrientes políticas enemigas del nacionalsocialismo:
liberalismo, democracia, marxismo; en síntesis: la combinación ideal
y abarcativa, para una exclusión “radical”. A tal aparato conceptual
del nazismo, Saul Friedländer lo cataloga como: “(…) ‘antisemitismo
redentor’, el cual, a diferencia del antisemitismo tradicional que
transforma al judío en un chivo expiatorio, este antisemitismo, deja de
actuar como un código cultural para transformarse en una política de
exterminio”. (Como se citó en Traverso, 2012, p. 185).
Traverso entiende que comparar genocidios, significa comparar
rupturas de las normas sociales y políticas en los momentos de graves
crisis y de guerra. La Shoá en particular, viró de ser un aspecto marginal
de la guerra, para transformarse en un su centro y con una unicidad
31 Este episodio es uno de los ejes centrales del controvertido libro de Goldhagen, D. J.
(1997). Goldhagen es un sostenedor de “la culpa colectiva de los alemanes”, motivo por el
cual es cuestionado. Ver: Finchelstein, Federico. (1999). Prefacio por Dominick LaCapra. En
este debate, que compila Finchelstein, participaron doce académicos de diferentes disciplinas.
Traverso, por su parte, recoge la reconstrucción de esta historia del historiador Christopher
Browning, no de Daniel Goldhagen. (Nota del autor).
33 En Nankín, otrora capital de China, en 1937, los soldados japoneses asesinaron a 200.000
ciudadanos chinos, violaron a decenas de miles de mujeres y devastaron la ciudad. Ver
documental: Guttentag B. (director). (2007). Nanking. [Documental]. Coproducción EE.UU.,
China, Japón: Snagfilms.
R
etomamos la “tensión” entre Shoá y modernidad. A esta
altura del ensayo vale aclarar, nuevamente, que el mismo es
un aporte acotado. No pretende, sería imposible, abordar
la complejidad integral del tema ni abarcar toda la historiografía al
respecto. Incorporamos este capítulo por tres motivos.
El primero es que Yehuda Bauer (Praga, 1926 -) es uno de los
prestigiosos historiadores del tema Holocausto. Se radicó desde niño en
Israel. Además de investigador y educador en varias universidades del
mundo, como Brandeis, Yale, UCLA, Cardiff, entre otras, fue el director
del Instituto de Investigación del Holocausto en Yad Vashem, profesor
de la Universidad Hebrea de Jerusalén y miembro de la Academia
Nacional de Ciencias de Israel.
El segundo motivo es indagar más en el trabajo de Zygmunt
Bauman (Poznan, Polonia, 1925 - Leeds, UK, 2017). Fue un sociólogo,
filósofo y ensayista judío, profesor en universidades en Europa,
Israel y Estados Unidos. Aportó una visión significativa, una línea de
pensamiento original que vincula la modernidad con la Shoá, a la cual
plasmó en su libro Modernidad y Holocausto en el año 1989. Radicado
en Polonia tras la Segunda Guerra Mundial, se vio forzado a emigrar
en el año 1968 por una violenta ola de antisemitismo en dicho país.
Se estableció finalmente en Inglaterra, donde fue nombrado profesor
emérito de la Universidad de Leeds. Esposo de una sobreviviente que
era escritora, Bauman relata que recién cuando ella publicó una novela
38 Ver: Black, Edwin. (2001). IBM y el Holocausto: la alianza estratégica entre la Alemania
nazi y la más poderosa organización norteamericana. Madrid: Atlántida.
86 La Shoá, un fenómeno no resuelto.
estado civil, domicilio, profesión, lo mismo con ideologías, religiosidad,
identidad sexual y otras referencias que facilitaron a los alemanes
en la organización mayúscula que significó una matanza de tal porte
como la Shoá. La máquina Hollerith que realizaba dicha tarea, y luego
desarrollara otras, fue descubierta por un sobreviviente apostado a
tareas de oficina en su campo de concentración. Estudios posteriores
indican, que miles de estos equipos tabuladores estaban instalados en
oficinas nazis en toda Alemania y en los países ocupados, incluso en las
“administraciones” de los campos de exterminio. Un ejemplar Hollerith
se exhibe en el Museo del Holocausto en Washington D.C.
¿Se equivoca tanto Bauman, al citar al Holocausto “en nuestra
sociedad moderna y racional, en una fase avanzada de nuestra
civilización”? ¿Fue tan caótica e ineficiente la burocracia alemana?
Como fuese, entendemos que se trata un debate valioso.
Contrapone no solo la disyuntiva controversial, acerca de si la Shoá
fue concebida como un núcleo central del programa nazi, o como
un devenir de los acontecimientos durante el avance del régimen.
Contempla, incluso, la esencia medular y, eventualmente, exclusiva
del antisemitismo en la Solución Final, interpretaciones del rol de los
Judenratt y la resistencia judía. Sostiene Bauer: “(…) no tiene sentido
medir la resistencia armada judía en términos de alemanes muertos o
incluso de supervivencia judía (…) se debe medir el efecto que tuvo en
los que estuvieron comprometidos en ella y en la conciencia posguerra
(…)”. (Bauer, 2013, p. 182). Igual de productivos son los juicios
asertivos planteados por Bauman sobre la modernidad. Un paradigma
científico que también se proyecta en las ciencias sociales.
39 Este dilema está bien fundamentado por Jacques Le Goff, historiador referente en el estudio
de la Edad Media. No comulga con diferenciar en forma tajante “edades” en la historia, pasar
de forma abrupta, por ejemplo, de la “Edad Media” al “Renacimiento”. Precisamente, porque
todas las etapas son modernas en su contexto, y la modernidad tiene una evolución dinámica y
no discontinua. Ver: Le Goff, Jacques. (2016).
memoria e historia
a) Debate entre Martin Broszat y Saul Friedländer
H
an debido transcurrir tres décadas desde la culminación de la
guerra, para que el estudio de la Shoá adquiriese la jerarquía de
estudio historiográfico.
En Alemania, posterior a los Juicios de Nuremberg se conformaron
los Juicios de Fráncfort, transcurridos durante los años 1963 a 1965,
a instancias del fiscal Fritz Bauer. En ellos se interrogaron a cientos
de acusados de participar directamente en las matanzas de Auschwitz.
Las condenas concretas fueron nuevamente escasas. La diferencia con
los de Nuremberg, radicó en que por primera vez eran jueces alemanes
quienes sentenciaban a los acusados y no jueces americanos, británicos,
franceses y soviéticos. Si bien estos nuevos dictámenes generaron cierta
impresión en la sociedad, no sacudieron los cimientos de una “expiación”
alemana. Al respecto sostiene Traverso (2012): “En los años ochenta, la
Shoá entró con fuerza tanto en el debate intelectual como en la reflexión
historiográfica. Precedido por el impacto poderoso e inesperado de una
serie televisiva estadounidense, Holocaust, (…) que conmovió a la
cultura alemana de una manera incomparablemente más profunda que
los Juicios de Fráncfort o el juicio a Eichmann (…)”. (Traverso, 2012,
p. 146).
40 “El 20 de enero de 1942 se celebró una reunión en una villa a la orilla del lago Wannsee. El
acontecimiento es tristemente célebre por considerarse el acto más importante en la historia de
la “Solución Final” (la exterminación total de los judíos de Europa). El encargado de convocar
el encuentro fue Reinhard Heydrich, quien citó a una serie de altos cargos del gobierno a debatir
“la cuestión judía”, adjuntando la copia de autorización firmada por Hermann Göring. Dado
que la reunión comenzaba al mediodía, también se anunciaba que se ofrecería ‘un refrigerio’.
Resulta instructivo destacar, cuando algunos se refieren a los nazis como ‘una clase inferior
de criminales’ de escasa formación, que, de las quince personas congregadas en aquella
ocasión, ocho habían alcanzado el grado de doctor universitario. Los asuntos discutidos en la
Conferencia de Wannsee se han recuperado, debido al ejemplar del acta levantada por Adolf
Eichmann, coronel de la SS y ‘experto en asuntos judíos’. Rees, L. (2005). Auschwitz: los nazis
y la solución final. Barcelona: Crítica.
41 Friedländer, S. (2009). Nazi Germany and the jews, 1933-1945. New York: Harper
Perennial. p. 3. (traducción propia).
42 Friedländer cita a Dubnow-Ehrlich, Sophie. The life and world of S.M. Dubnow: Diaspora
nationalism and Jewish History. (New York, 1991, pp. 246-47). pp. 260 y 439. (traducción
propia).
Concluye:
“La memoria es un conjunto de recuerdos individuales y de
representaciones colectivas del pasado, la historia, por su parte,
es un discurso crítico sobre el pasado; una reconstrucción de los
hechos y acontecimientos, tendiente a su examen contextual y a su
interpretación”. (Traverso, 2012, pp. 281-282).
“El pasado que se niega a pasar. Un discurso que fue escrito, pero nunca
pudo ser pronunciado”44. Nolte expresa, que si todo pasado pasa y este
no (el nacionalsocialista de los alemanes), ello supone algo excepcional,
y agrega que este pasado “se establece incluso como presente o pende
sobre éste, a modo de espada justiciera”. (Mann, Nolte, & Habermas,
2011, p. 19).
43 Ibídem. Ernst, Stefan. The Warsaw ghetto. Escrito en un escondite en 1943, en el “lado ario
de Varsovia”. p. 285. (traducción propia).
44 El artículo fue escrito en idioma alemán, en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung el
6 de junio 1986. Mann, T., Nolte, E. & Habermas, J. (2011). Hermano Hitler: el debate de
historiadores. Versión original del título y traducción al español en la contratapa del libro.
46 Asunción de Hitler al poder, intento fallido de atentado contra Hitler y rendición alemana,
respectivamente. (Nota del autor).
51 A setenta y cuatro años de la señalada “apatía mundial ante el destino de los judíos”, resulta
ineludible señalar otro giro de la historia. Para mayor problematización de los intrincados temas
analizados en el presente ensayo, nos referimos a la victoria electoral del partido ultraderechista
alemán, con indisimuladas simpatías y reminiscencias nazis: el AfD (Alternativa para
Alemania), en las elecciones federales efectuadas en Alemania el 24 de setiembre de 2017.
Con el 12.6% del electorado (5:878.115 votos), y siendo el tercer partido más votado, se
transforma en un actor político significativo. Desde la Segunda Guerra Mundial, ningún partido
abiertamente filo nazi había ocupado escaños en el Parlamento alemán. (Nota del autor).
Roberto Cyjon
Setiembre 2018
Cuareim 1451
C. P. 11100 U N I V E R S I D A D O RT
Montevideo Tel.: 29021505 Uruguay
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