ACTIVIDADES de EL REALISMO Y EL NATURALISMO

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EL REALISMO Y EL NATURALISMO

1. Completa el siguiente cuadro con todos los autores y obras realistas y naturalistas
que aparecen en tu libro de texto.
AUTOR OBRA GÉNERO CORRIENTE
LITERARIA

2. Enumera todas las características del Realismo.

3. Explica la diferencia entre Realismo y Naturalismo.

4. Indica qué rasgos hacen de este fragmento literario un texto realista.


—Qué mejor cosa, en efecto, que estar por la noche al lado del fuego con un libro,
mientras el viento bate los cristales y arde la lámpara.
—¿Verdad que sí? —dijo ella fijando en él sus grandes ojos negros bien abiertos.
—No se piensa en nada —proseguía él—, las horas pasan. Uno se pasea inmóvil
por países que cree ver, y su pensamiento, enlazándose a la ficción, se recrea en
los detalles o sigue el hilo de las aventuras. Se identifica con los personajes;
parece que somos nosotros mismos los que palpitamos bajo sus trajes.
GUSTAVE FLAUBERT: Madame Bovary, Planeta

5. Explica las diferencias entre el texto de la actividad anterior y el siguiente.


Otro golpe de tos le interrumpió de nuevo.
—¿Tose por eso también? —dijo Esteban.
Pero el viejo dijo que no con la cabeza, violentamente, y luego, cuando pudo
hablar, añadió:
—No, no; es que me resfrié el mes pasado. Nunca había tosido, y ahora no sé
cómo librarme de esta maldita tos... Lo más raro es que escupo, y escupo sin
parar.
Volvió, en efecto, a escupir una sustancia negruzca.
—¿Escupe sangre? —dijo Esteban, atreviéndose
al cabo a preguntarle. Buenamuerte se enjugó
los labios con el revés de su mano velluda.
—El carbón. Tengo en el cuerpo más del que necesitaría para calentarme hasta
que me muera […].
ÉMILE ZOLA: Germinal, Espasa
► ¿A qué corriente literaria pertenece el texto?

6. Señala el tema del texto. ¿Es realista o naturalista? Justifica tu respuesta.


Las nubes, amontonadas y de un gris amoratado, como de tinta desleída, fueron
juntándose, juntándose, sin duda a cónclave, en las alturas del cielo, deliberando
si se desharían o no se desharían en chubasco. Resueltas finalmente a lo primero,
empezaron por soltar goterones anchos, gruesos, legítima lluvia de estío, que
doblaba las puntas de las yerbas y resonaba estrepitosamente en los zarzales;
luego se apresuraron a porfía, multiplicaron sus esfuerzos, se derritieron en
rápidos y oblicuos hilos de agua, empapando la tierra, inundando los matorrales,
sumergiendo la vegetación menuda […].
EMILIA PARDO BAZÁN: La
madre naturaleza, Alianza

7. Responde a las siguientes cuestiones sobre el texto:


a) Observa el retrato que se hace de las protagonistas en este fragmento
e indica a qué etapa del autor pertenece. Justifica tu respuesta.
b) Elabora un párrafo a modo de contextualización (autor, obra,
corriente literaria, siglo, características, etc.) sobre el siguiente texto.
Esa doña Jacinta, esposa de tu señor, quiere mucho a mi niña, y le compra ropa y
le da el toque por llevársela consigo; como que está rabiando por tener chiquillos
y el Señor no se los quiere dar. Mal hecho, ¿verdad? Pues los hijos deben ser para
los ricos y no para los pobres, que no los pueden mantener.
Fortunata se manifestó conforme con estas ideas. Algo había oído ella contar del
desmedido afán de aquella señora por tener hijos; pero Mauricia le dijo algo más,
contándole también el paso del Pituso, a quien Jacinta quiso recoger creyéndolo
hijo de su marido y de la propia Fortunata. Tal efecto hizo en ésta la historia de
aquel increíble caso de delirio maternal y de pasión no satisfecha, que estuvo tres
días sin poder apartarlo del pensamiento.
BENITO PÉREZ GALDÓS:
Fortunata y Jacinta, Cátedra

8. Explica el tema del texto y la intención del autor.


Pero no importaba: ella se moría de hastío. Tenía veintisiete años, la juventud
huía; veintisiete años de mujer eran la puerta de la vejez, a que ya estaba
llamando. Y no había gozado una sola vez esas delicias del amor de que hablan
todos, que son el asunto de comedias, novelas y hasta de la historia. El amor es
lo único que vale la pena vivir, había ella oído y leído muchas veces. Pero ¿qué
amor? ¿Dónde estaba ese amor? Ella no lo conocía.
LEOPOLDO ALAS, CLARÍN:
La Regenta, Cátedra
9. Intenta explicar en qué consiste la técnica del monólogo interior en el
fragmento de la actividad anterior.

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