La Anorexia
La Anorexia
La Anorexia
FOTOGRAFÍA DE ESA
En los últimos 30 años el ser humano ha avanzado en la detención del daño a la
capa de ozono al frenar el uso de ciertas sustancias químicas, pero aún queda
mucho por hacer para proteger y restaurar el escudo atmosférico que se
encuentra en la estratosfera, entre 15 y 30 kilómetros por encima de la
superficie de la Tierra.
¿Qué es el ozono?
El ozono atmosférico absorbe la radiación ultravioleta (UV) del sol,
especialmente los dañinos rayos UVB. La exposición a la radiación UVB está
relacionada con un mayor riesgo de cáncer de piel y cataratas, así como con
daños en las plantas y los ecosistemas marinos. El ozono atmosférico se
denomina a veces ozono "bueno", por su función protectora, y no debe
confundirse con el ozono "malo" troposférico, o a nivel del suelo, un
componente clave de la contaminación atmosférica que está relacionado con las
enfermedades respiratorias.
El ozono (O3) es un gas muy reactivo cuyas moléculas están formadas
por tres átomos de oxígeno. Su concentración en la atmósfera
La amenaza del ozono y el "agujero"
En 1974, Mario Molina y Sherwood Rowland, dos químicos de la Universidad de
California en Irvine (Estados Unidos), publicaron un artículo en Nature en el
que detallaban las amenazas que suponían para la capa de ozono los
gases clorofluorocarbonos (CFC). En aquella época, los CFC se utilizaban
habitualmente en aerosoles y como refrigerantes en muchos frigoríficos. Al
llegar a la estratosfera, los rayos UV del sol descomponen los CFC en sustancias
que incluyen el cloro.
La innovadora investigación, por la que se les concedió el Premio Nobel de
Química en 1995, concluyó que la atmósfera tenía una "capacidad finita de
absorción de átomos de cloro" en la estratosfera.
Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE. UU., un átomo de
cloro puede destruir más de 100 000 moléculas de ozono y erradicar el ozono
con mucha más rapidez de la que puede reemplazarse.