ADAPTACIÓN Docxbernarda
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ESCENA
Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda. Muros gruesos. Es verano. Un gran
silencio umbroso se extiende por la escena. Al levantarse el telón está la escena sola. Se oyen
doblar las campanas.
Sale Criada.
La Poncia: (Sale comiendo chorizo y pan) Llevan ya más de dos horas de gori-gori. En el primer
responso se desmayó la Magdalena.
Criada: Es la que se queda más sola.
La Poncia: Era la única que quería al padre. ¡Ay! ¡Gracias a Dios que estamos solas un poquito! Yo
he venido a comer.
Criada: ¡Si te viera Bernarda...!
La Poncia: ¡Quisiera que ahora, que no come ella, que todas nos muriéramos de hambre!
¡Mandona! ¡Dominanta! ¡Pero se fastidia! Le he abierto la orza de chorizos.
María Josefa: ¡Bernardaaaaaaaa! ¡Bernardaaaaaa!
La Poncia: ¡La vieja! Está bien encerrada???
Criada: Con dos vueltas de llave.
La Poncia: Shhhhh!!! Tiene dedos como cinco ganzúas.
Se oyen pasos y lamentos acercándose. Bernarda y sus hijas entrarán por la puerta de entrada,
sorpendiendo así al público. La Magadalena entrará haciendo un gran escándalo y medio
cayéndose y levantándose, sus hermanas con fastidio la irán ayudando. Mientras se acercan, La
Poncia por lo bajo a Criada.
Bernarda entrará altiva, seria con el bastón en la mano marcando el paso marcialmente. Debe ser
fúnebre pero gracioso a la vez.
Bernarda: ¡Silencio! Debía estar todo más limpio. No es este tu lugar. Vete. Los pobres son como
los animales, parecen estar hechos de otras sustancias. Sentarse. ( todas se sientan en las sillas)(A
la Poncia) Dale la limonada a los hombres.
Bernarda: Estaba su madre. Ella ha visto a su madre. A Pepe no lo ha visto ni ella ni yo.
La Poncia: Vieja lagarta recocida (Hace un gesto muy gracioso), vieja calentoooonaaaa.
Todas: Sea por siempre bendito y alabadooooo. (Magdalena desentona, exagera y llora).
Bernarda: Chist!!!! Vayan a criticar todo lo que vieron… ojalá no vuelvan más.
Bernarda: Déjenla salir un poco. Vayan a cambiarse pero no se saquen el pañuelo. ¿Se fueron los
hombres?
La Poncia: Bueno Bernarda, Angustias tiene 39 años ya. Pobre! Nunca tuvo novio…( hace gestos
graciosos al público).
ESCENA 2
Van entrando a escena, una toma agua de la mesa, otra se abanica, hacen gestos de sufrir calor,
comentan cosas en el oído… se van acomodando cosen, dibujan…
Magdalena: (Entra corriendo y mirando a Angustias que se hace la desentendida y sale) ¿Saben ya
la cosa?
Magdalena: ¡Ah! Ya se comenta por el pueblo. Pepe el Romano viene a casarse con Angustias.
Anoche estuvo rondando la casa y creo que pronto va a mandar un emisario.
Magdalena: Qué falsas ninguna se alegra, porque no viene por ella como mujer. Viene por su
plata. Angustias heredó todo, es la más rica de todas. Pepe el Romano tiene 25 años y se
paaaarteeeeee y Angustias es re viejaaaa y feaaaaa, lo más lógico es que viniera por vos,
Amelia,o.. por… Adela (entra felizmente luciendo el vestido verde).
Adela: Miren, me puse el vestido verde que me regalaron para mi cumple, me queda re bien..(da
vueltas y luce su vestido, todas la miran y ríen)
Martirio: Es un vestido precioso lo mejor que hizo Magdalena (ácida), lo mejor que podés hacer es
regalárselo a Angustias ya que se va a casar con Pepe el Romano (feliz de clavar el cuchillo).
Adela: Qué???? Qué dijiste??? Cómo… quién.. .Angustias… El luto me agarró en lo mejor de mi
vida, no me quiero acostumbrar (rompe a llorar).
Magdalena: No llores…( aparte al público…”yo justo diciendo que no llore y ríe) acostúmbrate
nena va a ser lo mejor…
Adela: No, no y no. Nunca me voy a acostumbrar (sale llorando junto a Magdalena)
Entra María Josefa atavaida como para una fiesta… (Amelia hace un gesto de “esta está loca” y se
retira).
María Josefa: Bernarda, ¿dónde está mi mantilla? Nada de lo que tengo quiero que sea para
vosotras, ni mis anillos, ni mi traje negro de moaré, porque ninguna de vosotras se va a casar.
¡Ninguna! ¡Bernarda, dame mi gargantilla de perlas.
Entra Pepe el Romano se cree lindo quedan en expectación, María Josefa y Bernarda.
María Josefa: (Se lo agarra para ella) Ahhhh me quiero casar!!!! (Pepe el Romano no sabe cómo
sacársela de encima) Me quiero casar con un varón de la orilla del mar!
María Josefa: No me voy a callar, no quiero ver a estas mujeres rabiando por la boda. Bernarda
(mira lascivamente a Pepe) quiero tener ALEGRÍA!!!
La criada saca pacientemente a María Josefa quien se retira vociferando “Alegría”, “Alegría”. Adela
se asoma, y observa la escena,luego de escuchar a Pepe se retira abatida.
Pepe el Romano: (Se acomoda el traje y muy formal): Vengo a pedir la mano de Angustias.
ESCENA 3
Es de noche, ruido de grillos, la escena está sola. Se asoma Pepe por la ventana. Mira a un lado y a
otro, chista. Aparece Angustias ridículamente maquillada, muy tímida.
Angustias: (Se hace la rogada, lo mira, se hace la linda, el otro le hace señas como que quiere
terminar rápido el trámite).
Pepe el romano: Angustias… pues…ya sabés que me interesás, necesito una mujer buena, modosa
y esas sos vos, si me das la conformidad…(espera respuesta Angustias no puede hablar de la
emoción…) me gusta la casa con olor a lavanda, las camisas bien almidonadas y planchadas, el guiso
de porotos, y el baño preparado con agua bien caliente para las 7 de la tarde… no me gustan las
discusiones, ni que me hablen por la mañana y cuando llego del trabajo, ronco de noche, pero no
me despiertes…(Angustias sigue emocionada y solo asiente) Bueno mañana vengo. Chau.
ESCENA 4
Bordan es escena las cuatro hermanas, en silencio, luego Magdalena rompe el silencio incómodo.
Angustias: No (seca).
Amelia: (a voces) Adela, no vienes? (a las presentes en voz más baja) Qué le pasa?
Angustias: (Se levanta como para golpearla)Más vale pájaro en mano que cien volando…
La Poncia: (Trae agua en una jarra) Era la madrugada y salía fuego de la tierra.
Angustias: No sería él! Voy a buscar más hilo (se retiran todas diciendo algunas y yo telas, voy con
vos… quedan sola la Poncia)
La Poncia: Las viejas vemos a través de las paredes. ¿Dónde vas de noche cuando te levantas?
La Poncia: Es que quiero vivir en casa decente, para que no escupan al pasar por aquí.
Adela: No por encima de ti que sos una sirvienta, por encima de mi misma madre pasaría, para
apagar este fuego que me sube por piernas y boca. Mirando sus ojos parece que bebo su sangre
lentamente.
Entra justo Angustias quien no ha oído nada de la conversación, como buscando algo y sale de
nuevo.
Angustias: (Entrando furiosa en escena, de modo que haya un gran contraste con los silencios
anteriores.) ¿Dónde está el retrato de Pepe que tenía yo debajo de mi almohada? ¿Quién de
ustedes lo tiene?
Martirio: Ninguna.
Bernarda: ¿Qué es este escándalo? Ya estarán las vecinas oyendo para llevar chusmerío.
Martirio: Debe andar por el corral (muy burlona) a Pepe le gusta andar con la luna.
La Poncia: Acá está. Lo encontré debajo de la almohada de…( mira a una por una… muy graciosa)
de… (señala con el dedo exageradamente) MARTIRIO!!!!
Todas: ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!
Martirio: (asombrada) Bueno… yo… solo quise hacerle una broma a Angustias.
Bernarda: No tenemos. Te pago y me sirves. Pero habla, ya sacaste la punta del cuchillo.
La Poncia: Acá pasa algo grande Bernarda. Las pibas necesitan salir un poco…
Bernarda: Qué contenta estarías de vernos , a mis hijas y a mí, camino al cabaret, eh? Es eso no?
Como cierta mujer… ya difunta…
La Poncia: Bernarda no te metas con la memoria de mi madre. Mejor será que no diga nada. (Se
retiran).
ESCENA 5
Es de noche. Hace mucho calor. La escena está sola. Aparece Adela en camisón, mira para todos
lados, como si alguien la siguiera. Martirio aparece, pero Adela no se percata de su presencia.
Martirio se esconde. Pepe está escondido y cuando ve a Adela sale. Se abrazan.
Adela: Seré tu mujer cuando tú quieras. Estaré en una casita esperándote siempre.
Sale Martirio gritando mamáaaaaaaaaaaaaaaa e interrumpe a los amantes. Pepe empieza a buscar
una salida, pero Martirio se le tira encima, se la saca de encima, corre, mientras Martirio sigue
gritando… “trae la escopeta”. Pelea con Adela. Pepe ha desaparecido.
Aparece Bernarda, detrás todas las mujeres de la casa, trae una escopeta.
Martirio: Mira esas enaguas llenas de trigo. Estaba con él…(señala a Adela y pelean).
Bernarda: Quietas, quietas (las separa) Qué pobreza la mía no tener un rayo entre mis manos.
Adela: (Haciéndole frente.) ¡Aquí se acabaron las voces de presidio! (Adela arrebata un bastón a su
madre y lo parte en dos.) Esto hago yo con la vara de la dominadora. No dé usted un paso más. ¡En
mí no manda nadie más que Pepe!
Angustias: (Sujetándola.) De aquí no sales con tu cuerpo en triunfo, ¡ladrona! ¡deshonra de
nuestra casa!
Bernarda: Ya verá Pepe el Romano quien soy(Sale se escucha un disparo, luego entra
tranquilamente, con la frente en alto) Se acabó Pepe.
Adela grita desesperada tomándose el vientre, se encierra en un cuarto.
Angustias: Madre ¿Mataste a Pepe?
Bernarda: No. Se escapó.
La Poncia: ¡Adela, Adela! (Empiezan a golpear la puerta, se abre lentamente, entra La Poncia, y
pega un grito) Nunca tengamos ese fin (Se persigna).
Martirio: Dichosa ella que lo pudo tener.
Bernarda: (ocupa el centro de la escena, todas la rodean en una perfecta simetría) Y no quiero
llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! (A otra hija.) ¡A callar he dicho! (A otra
hija.) Las lágrimas cuando estés sola. ¡Nos hundiremos todas en un mar de luto! Ella, la hija menor
de Bernarda Alba, ha muerto virgen. ¿Me habéis oído? ¡Silencio, silencio he dicho!
TELÓN.