La Fantastica Musa de Perogrullo Web
La Fantastica Musa de Perogrullo Web
La Fantastica Musa de Perogrullo Web
Colección
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
Índice
11 Presentación
15 Culpa manifiesta
35 Fantasía fantástica
237 Bibliohemerografía
Presentación
H
ay uno, diez, veinte, treinta, y treinta cinco pasos
enmarcados en una galería, mirando con esos ojos
clásicos de tinta que nunca parpadean, que siguen
con su oscura mirada, al curioso e ingenuo lector.
El escritor o el pintor de letras (es así como yo prefiero
llamarlo), (no está sujeto a discusión), nos presenta en este
libro de la manera más pulcra, valiente y llamativa, una re-
colección de recuerdos, opiniones, homenajes y críticas al
mundo del cine, la música y la literatura. Vamos a confesarte
lector o lectora, que los ensayos que te encuentras aquí pueden
desnudarte en una mirada tus respectivos gustos. O, pueden
convencerte y atraerte al abismo de la bella amorfia del arte.
También, el pintor nos da a conocer su reflejo artístico, las
delicadas pinceladas van encontrando la manera de acelerar
| 11
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
12 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 13
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
14 |
Culpa manifiesta
L
a fantástica musa de Perogrullo es una compilación
de textos que escribí con el vértigo de la acelerada
cotidianidad, del año 2008 a 2018. Es una inmersión a
mis grandes y abrasivas pasiones: la música, la literatura, el cine
y la docencia. Un Ten year challenge de colaboraciones en las
revistas Fanátika, Ritmo, Pulso Académico, Poiética y Fancine,
todas del plantel Naucalpan, así como en Fantasiofrenia del
plantel Vallejo. También incluye las presentaciones que escribí
para los libros Principios de Teoría Narrativa (2017) de Lauro
Zavala, y No tengas miedo (2016) de Felipe Garrido, de la
Colección Naveluz, también del plantel Naucalpan.
A lo largo de diez años de practicar el gozoso e intenso ar-
tificio de la escritura, quise reunir a estas criaturas de ultramar,
descendientes del Dios Perogrullo, para que se conocieran y
descubrieran sus afinidades, sobretodo para que hicieran vida
en familia, en éste su nuevo hogar.
| 15
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
16 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 17
CINE
| 19
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
20 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 21
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
22 |
Transformers 2. La venganza de los caídos.
Dirección y concepto artístico:
Homero Simpson
H
asta el día de hoy uno de los secretos mejor guardados
en Hollywood (esta es una primicia para Filmofre-
nia) es que Max Power, alias Don Barredora, alias
Michael Bay, mejor conocido como Homero Simpson, dirigió
y creó el concepto artístico de Transformers 2: la venganza
de los caídos (2009), el infomercial más costoso, absurdo y
surrealista del año.
Efectivamente, el 24 de junio, con un presupuesto de 200
millones de dólares, se estrenó esta cinta que, a pesar del cóctel
de efectos especiales, robots interplanetarios, persecuciones
interminables y romances de kermés, no logra disfrazar sus
verdaderas intenciones: alejar de la quiebra a la General Mo-
tors Company (GMC); renovar el posicionamiento militar de
Estados Unidos en el imaginario mundial y, de paso, impul-
sar la carrera forzada y sin méritos de Megan Fox, la nueva
“starlet” de la Paramount. Veamos una por una estas negras y
patéticas intenciones.
| 23
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
24 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 25
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
26 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 27
El callejón de los milagros y
los amores que se doblan a la primera
—¡Saco la cacariza!
—El duque de Veragua.
—¡Híjole!, me doblo.
—¡Uhhhy! ¡Esos que se doblan a la primera!
El callejón de los milagros
E
n un instante la mula del seis se azota sobre la mesa
y tres historias comienzan en simultáneo, todas se
erigen sobre la desesperada búsqueda del amor y sus
perversiones maquilladas. El callejón de los milagros, la pelí-
cula más premiada del cine mexicano en el siglo XX (obtuvo
cuarenta y nueve distinciones internacionales), retoma la idea
de lo sincrónico, de la multidimensionalidad del tiempo y el
espacio y, como se dijo, del amor. El resultado que alcanza
el filme refleja no sólo la trayectoria y creatividad de todos
los artistas involucrados: desde Naguib Mahfuz, autor de la
novela y Premio Nobel 1988, Jorge Fons, director, Vicente
Leñero responsable del guion y de la propuesta de secuencias
como “vasos comunicantes”. Cabe señalar que se hicieron
28 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 29
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
30 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 31
Star Wars VII:
el despertar del bostezo
D
urante estas vacaciones decembrinas aproveché para
ir al cine con mis hijos; vimos, entre otras películas
infantiles, Star Wars, Episodio VII. Al principio estaba
escéptico de llevarme una grata sorpresa, pues los últimos
tres filmes (The Jar Jar Binks adventures) me habían dejado un
mal sabor de culto. Sin embargo, qué caray, son vacaciones,
soy fan desde niño, vamos a verla. Así que en esa ocasión sólo
me subí en hombros al Minimí y pagué 180 pesotes por dos
butacas estilo victoriano en la mitad de la sala de cine. Para
nuestro infortunio, los augurios se cumplieron.
De principio me extrañó que no empezara como todas las
películas de Disney1: con el castillo de Cenicienta, el lago, los
32 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 33
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
34 |
Fantasía fantástica
E
n 2010 salió al mercado la “restauración digital” de
uno de los mejores proyectos cinematográficos de Walt
Disney: Fantasía (1940). Esta película de corte didácti-
co-experimental refleja la preocupación de Disney por acercar
a los regordetes niños norteamericanos a la música clásica, la
danza, la pintura, la ópera, el ballet, la ciencia y, en general, a
la creación artística, tan lejanas de los productos ramplones,
nacionalistas y moralizantes de la cultura gringa: excitada
voyeur desde que comenzó la Segunda Guerra Mundial.
En Fantasía se asiste a un extraordinario concierto de la fi-
larmónica de Filadelfia, dirigida por Leopold Stokowski, quien,
en reconocimiento a sus aportaciones al filme, presenta cada
una de las obras y narra la propuesta gráfica que la acompaña.
Aquí el menú del concierto: Tocata y fuga en Re menor, de
Bach; El Cascanueces, de Tchaikovski; El aprendiz de brujo,
de Paul Dukas (basado en el poema Der Zauberlehrling, de
| 35
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
36 |
Exorcismos al dos por uno
D
esde hace años el cine comercial está “bendecido”,
invariablemente, por películas sobre exorcismos a
demonios incomprendidos (El Conjuro I y II, Exor-
cismo en el Vaticano, El Exorcismo de Emily Rose, Ana Waters,
Dorothy Mils, et al.); estos filmes, a pesar de las acojonantes
contorsiones, los efectos visuales, los vómitos ectoplasmáticos,
y las estruendosas incidencias musicales, cuidan al espectador
al máximo. Verbigracia: “Lo vamos a espantar, pero no tanto.
Usted disculpe”. Esto lo entiendo, pero creo que exageran.
Muchos seguimos añorando las películas de finales de
los setenta y principios de los ochenta que no tenían ningún
respeto (¡Salve, Paquita!) por el auditorio. Que se colaron unos
niños a la función: “… que se jodan”. Eso se extraña. Tanto
apapacho termina por esterilizar una experiencia como la
que disfrutamos al ver El Exorcista a los siete años. Además
de este trato aterciopelado, estoy convencido de otra cosa: la
| 37
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
38 |
Los amantes circulares
E
l seis de octubre del año 2016 fue un día capicúa:
6102016. Fecha numérica que se lee igual de izquierda
a derecha que a la inversa; en catalán (¡Visca el Barça!)
quiere decir cabeza y cola, paralela resonancia con el mítico
Uróboros, la víbora dragón que se come a sí misma, ejerciendo
la autofágica circularidad del eterno retorno. En literatura
a esta figura ambidiestra se le conoce como palíndromo;
ejemplos clásicos: “Anita lava la tina”, “Amor a Roma”, “Isaac
no ronca así”; o los del maestro argentino Juan Filloy: “No di
mi decoro, cedí mi don”, “Átale, demoniaco Caín, o me delata”,
“Ateo por Arabia iba raro poeta”. Juan José Arreola le escribió
a Sarita, el amor de su vida, un palíndromo en una recoqueta
servilleta: “Sara más amarás”.
Entre circularidades como estas acontece una de las películas
más queridas de Julio Medem, Los amantes del círculo polar
(1998), filme que aborda la insistencia del destino y la casualidad
| 39
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
40 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 41
Todos los chamanes regresan al cielo
H
ace veinte años estuve muy enfermo de “Esoteria”.
Una afección que te hace creer que la realidad cap-
tada por los sentidos se integra a una dimensión
conocida como “Espiritualidad” y esto se comprueba, según
los iniciados, con “procedimientos” de teorías científicas
insurrectas, la meditación y los actos de fe. Así, mientras
estuve infecto de Esoteria, leí el Kybalión y los siete principios
herméticos; el libro de las ciudades espirituales; los libritos de
Metafísica (rosa y azul), con las oraciones científicas de Conny
Méndez; Las enseñanzas de Don Juan, de Carlos Castaneda;
asistí a talleres holísticos y alineé mis chakras con siete cuarzos
de colores.
Con Carl G. Jung, Scott Peck, Ken Wilber y otros som-
bríos psicólogos, descendí a mi lado oscuro (¡Salve, Vader!)
armado con una piedra de obsidiana y humeantes rituales
prehispánicos. Ya en la fase terminal, leí a Fritjof Capra y su
42 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 43
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
44 |
El lado oscuro y poderoso
del corazón
E
l lado oscuro del corazón (1992) es una producción
argentino-canadiense escrita y dirigida por Eliseo
Subiela, otro de los grandes caídos del 2016. Es una
película romántica pues la protagonizan, como temas hege-
mónicos, el amor, la soledad y la tristeza, sonorizadas por un
saxofón melancólico que sólo se escucha de madrugada. La
cinta obtuvo distintos premios y reconocimientos interna-
cionales; basada en poemas líricos de Juan Gelman, Oliverio
Girondo y Mario Benedetti, narra la conmovedora historia
de un poeta bonaerense que, apegado a El espantapájaros
(1932) del mismo Girondo, busca a la mujer “voladora”. Bajo
esta condición “irreductible”, el poeta (Dario Grandinetti)
escudriña entre sus conquistas amorosas, hasta que conoce a
la prostituta uruguaya Ana (Sandra Ballesteros), quien “oficia
a la verdad y a la belleza” (¡Salve, Sabines!), y gracias a un
acervo compartido de recursos retóricos y carnales ambos
descubren la posibilidad de alzar el vuelo.
| 45
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
46 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 47
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
48 |
Los caprichosos sueños de Perogrullo
E
l genio de la arquitectura española, Antoni Gaudí, a
finales del siglo XIX diseñó y construyó su “capricho” en
Comillas, Cantabria, un edificio modernista cubierto
de mosaicos —“legos”, dicen los niños— que, basado en la
naturaleza, retoma el espíritu de la arquitectura japonesa y
árabe; una casa-cuento de hadas patrimonio de la humanidad.
Cristopher Nolan, el director de la trilogía de Batman, el
caballero de la noche (2005, 2008 y 2012), al igual que Gaudí,
también logró dirigir y filmar su capricho: El origen (2010),
cinta que propone una forma de manipular la mente a través
de sueños controlados en varios niveles de profundidad, en
los que se le puede “sembrar” una idea al bello durmiente
(¡Salve, Tin Tán!) “propia” y “original”.
La película es buena y recomendable, propone metáforas
para entender aquello que se oculta en las profundidades del
ser: recuerdos y emociones capturados en esferas de cristal
| 49
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
50 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 51
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
52 |
Hayao Miyazaki,
la estrella de neutrones
T
engo incontables ejemplos para afirmar, categórica-
mente (perdón por la muletilla académica), que la
vida ha sido generosa conmigo y los míos. Todos los
días agradezco su cortesía. Y si bien este no es el espacio para
detallar cada uno de esos primores (pues son incontables,
como dije) aquí sólo quisiera hablar de uno: Hayao Miyazaki.
Este generoso artista, además de ser el más talentoso cineas-
ta de animación del siglo XX —y lo que va del XXI—, ha hecho
que la vida de muchos de nosotros desborde buenaventuras y
prodigios. Su visión crítica de las culturas androcéntricas ha
logrado atenuar la inequidad entre hombres y mujeres, sobre
todo para los que fuimos tocados por sus historias desde los
ochenta: “La generación Ghibli”, como nos dicen. Lo han tilda-
do de ambientalista por convertir en personajes memorables
a la “Madre naturaleza” de Ponyo (2008), antes Brunilda, al
“Dios Ciervo” de La Princesa Mononoke (1997) o al “Espíritu
| 53
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
54 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 55
Sobre los ángeles en penitencia
E
n este mundo extraordinario, rebosante en maravillas
y asombros, los que concebimos hijos o hemos presen-
ciado el nacimiento de un ser humano sabemos que
esas criaturas escandalosas y dependientes son seres sagrados.
Lo divino y la naturaleza se manifiestan en cada atisbo de
su portentosa universalidad. En el quehacer de la industria
cinematográfica, los niños y su circunstancia han protagonizado
una buena cantidad de filmes; desde obras entrañables como
Las tortugas pueden volar (2004), del kurdo iraní Bahman
Ghobadi; la brasileña Ciudad de Dios (2002), de Fernando
Meirelles; o Kids: vidas perdidas (1995) de Larry Clark; hasta
musicales en los que, sobre un pésimo libreto, los infantes
vocalizan la tragedia cotidiana de su indulgente pobreza.
Recordemos el legado del español Joselito, que empezó con
El pequeño ruiseñor (1956), de Antonio del Amo; o su émulo
56 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 57
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
58 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 59
El Capitán fantástico
contra el “Sí merezco abundancia”
E
scrita con letra de molde en un bonito diario la frase “Sí
merezco abundancia”, se convirtió en el slogan burlón
de algunos políticos de “alto nivel”; quizá sólo habría
que aclarar que después de transcribir miles de veces la dichosa
frase, cual poderoso mantra, la obcecada amanuense vislum-
bró tres preguntas epifánicas: ¿pero cuánta abundancia será
suficiente?, ¿cuántas casas, autos y departamentos merezco?,
¿cuántos miles de millones serán necesarios para alcanzar la
felicidad? Dentro de la idiotizante vorágine tras el crecimiento
económico y la acumulación, los integrantes de ciertos núcleos
políticos y empresariales, en especial los de “aspiraciones
abundantes”, se encuentran en constante desdicha pues sus
ingresos no crecen lo suficiente, y si hoy apenas les alcanza
para un departamento en Miami, seguro mañana echarán en
falta una enorme mansión en Malinalco o en Nueva York; y
60 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 61
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
62 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 63
La tortuga roja y
La isla de las breves ausencias
Para leer este texto: Dark side of the moon de Pink Floyd,
en www.youtube.com/watch?v=dx-4WO8Bbjs.
D
e nueva cuenta, el Studio Ghibli, en resonancia con
la línea de Hayao Miyazaki —una reverencia, por
favor—, nos presenta un universo en el que la natura-
leza y sus posibilidades fantásticas se enfrentan al miedo egoísta
del ser humano. Una isla, un náufrago, una mujer-tortuga y el
hijo de ambos, protagonizan La tortuga roja (2016), dirigida
y escrita por Michaël Dudok de Wit; es una coproducción
internacional entre Francia, Bélgica y Japón, nominada al
Óscar como la mejor película de animación del año pasado.
Además de la emotiva historia, una de sus virtudes, por
la que obtuvo varios reconocimientos internacionales, es su
propuesta visual, pues imita la colorida belleza virginal de las
64 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 65
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
66 |
La fantástica musa de Perogrullo
8
Temblores esenciales en el brazo izquierdo.
Una erección a propósito de nadie.
Ver hacia el sol reclamándole
que no me despertara.
El miedo a una recaída me levanta de la litera.
Abajo hay un desfile de peldaños
con la promesa de desequilibrios perpetuos.
11
Agujas en el brazo derecho.
Al quitarme la piel, puedo mirar
las contradicciones de los músculos.
Mínimos arpones clavados.
Al pararme frente al espejo,
observo mi cuerpo pálido de molusco envejecido.
Quisiera permanecer en esta cárcel,
protegido por mis redes de espinas.
Quisiera estar sepultado en el aire,
envuelto como una momia por el desamor
de alguien.
14
Un obelisco en la Isla, detrás de la joroba de la montaña,
cerca de las cuevas.
| 67
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
29
Los remolcadores se hunden, mas no desaparecen.
Cuentan con bodegas de rabia estas embarcaciones.
Muerden a quienes flotan simulando estar muertos
y ahogan a quienes nadan simulando estar vivos.
Vapores, canoas, balsas, juncos:
sin naufragios la existencia carece de sentido
y dentro de las calderas se acumulan rampas
de donde zarpan zarpas.
41
Cualquier ausencia es breve y pisoteable:
hormiga al fin.
Incluso los cadáveres no saben despedirse
y el día menos pensado están de vuelta,
sacudiendo sus huesos al tiempo
que relatan las fábulas de su incineración
o las dimensiones de su hormiguero.
68 |
La fantástica musa de Perogrullo
54
En una Isla con esta Isla,
traer a la memoria el cuerpo de una mujer
es sucumbir a un mapa donde los puntos cardinales
son uno solo, con dirección a un solo lugar:
el Estrecho de las Cuerdas Frotadas.
60
Rumbo al manantial, ya temeroso de lo que pudiera suceder
en la Isla, vi a unos monos jugueteando con algo similar a
una pelota y, por curiosidad, los ahuyenté a pedradas. La
pelota resultó ser un cráneo de niño y en la parte frontal
podía leerse esta sentencia de un poeta latino:
‘No pongas grandes esperanzas en la breve existencia’.
| 69
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
70 |
Las mujeres de Dios
H
ace más de tres mil años, la luna gigante de finales
de octubre y principios de noviembre refulgía en
una celebración celta conocida como Samhian, un
festejo nocturno en el que se agradecían las cosechas del verano,
los frutos y alimentos de un gran ciclo lunar que terminaba
esa noche. También era una festividad descrita “como una
comunión con los espíritus de los difuntos que, en esa fecha,
tenían autorización para caminar entre los vivos, dándosele
a la gente la oportunidad de reunirse con sus antepasados
muertos”.1 Esta celebración del norte de España, el sur de
Francia e Irlanda, que ahora conocemos como “Noche de
brujas”, era presidida por druidas celtas, mujeres sanadoras
| 71
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
72 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 73
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
74 |
La fantástica musa de Perogrullo
y que gritan por “todas las cosas que han de morir” igual que
ellas: injustamente.
El Anticristo dejó una marca física en su desdoblamiento al
mundo “real”, con ella tuve una de las experiencias cinemato-
gráficas más poderosas de mi vida. Al momento de empezar
a ver el “Prólogo”, la madrugada del 13 de diciembre de 2011,
con mi hijo recién nacido, por fin arrullado por el latido de
mi corazón, y apenas escuchando el aria Lascia ch'io pianga,
de la ópera Rinvaldo (1711), de G.F. Händel, vi cómo la pareja
hacía el amor, mientras su hijo se subía a una silla, luego al
escritorio y de ahí, a través de una ventana que se abría con
lentitud, vi cómo el pequeño saltaba al vacío queriendo tocar
los copos de nieve, para matarse en una nube blanca sobre la
banqueta. Ante el “Prólogo”, lloré por una empatía desbor-
dada hacia el pequeño, hacia la vida inocente que apacible
dormitaba en mi pecho. Recuerdo que apagué la pantalla y
no regresé a la película sino hasta la madrugada siguiente.
Aquella fría noche de diciembre tuve una experiencia per-
turbadora, no sólo por la muerte cinematográfica de ese niño,
sino también por la evocación de todas esas mujeres inocentes
que, por amor a los suyos, a la verdad y al conocimiento, fue-
ron amarradas a una estaca sobre un montón de leña verde,
y alzaron la voz clamando por su cruel destino, suspirando,
entre jirones de humo, por su libertad.
| 75
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
76 |
A su debido tiempo Cronos
tendrá un camposanto en el purgatorio
E
l tiempo es uno de los “bienes” más preciados que
tenemos, bueno, sólo si se nos concede, de preferencia
como parte integral en un conjunto de factores. Quizá
el primero de ellos sea la salud, es decir, que el tiempo esté
acompañado de plenas capacidades físicas y mentales con las
que podamos transitar sensibles a la naturaleza y a nuestros se-
mejantes. No nos vaya a ocurrir como al ambicioso personaje
de la novela de horror y misterio La crueldad de la bestia (1992),
de Shaun Hutson,1 que, al buscar la inmortalidad a través del
encantamiento de un demonio de la Edad Media, la consigue
enterrado seis metros bajo tierra sobre una pesada cripta de
mármol y completamente desecho, pues una granada alcanzó
| 77
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
78 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 79
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
80 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 81
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
82 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 83
¿De qué hablamos cuando
hablamos de volar?
B
irdman o la inesperada virtud de la ignorancia (2014)
es un espléndido filme de Alejandro González Iñárritu,
considerado entre las mejores películas de 2014; ganó
el Óscar por Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guion
original y Mejor Fotografía. Es una tragicomedia de humor
negro que critica el mundo teatral estadounidense, inclui-
dos actores, directores, productores, críticos y espectadores.
Coloca al centro del “escenario”, con luz cenital, a aquellas
celebridades que triunfaron en el cine comercial y voltearon
al teatro para ganarse el reconocimiento y ser considerados
artistas “de verdad” (¡Salve, Pinocho!).
Riggan Thompson, el personaje principal, interpretado
por el maestro Michael Keaton, se enfrenta a este dilema
durante el filme, ¿es una celebridad de Hollywood o un actor
consumado? En la lucha por la solución de este conflicto, el
personaje cinematográfico, Birdman, su alter ego, lo acecha
84 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 85
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
2 Íbid, p. 332.
86 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 87
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
88 |
Los perros duros aúllan
solo poemas
H
ace unas semanas vi Isla de perros (2018), la última
película de Wes Anderson, uno de mis cineastas
favoritos. En sus comedias mezcla, de manera evi-
dente, el cine y la literatura. Cada película es una novela
cinematográfica. Y así como la novela gráfica está basada en el
cómic, Anderson “escribe” novelas para “leerse” en la pantalla.
Esta afortunada unión incluye (perdonen el catálogo): un
capitulado con prólogo y epílogo, el uso de la figura de uno o
varios narradores irónicos, historias inconclusas dentro de la
trama y, sobre todo, el manejo de un discurso profundamente
poético con notables figuras retóricas que se disfrutan a través
| 89
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
90 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 91
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
92 |
La fantástica musa de Perogrullo
4 Virginia Woolf. Flush, una biografía. Madrid: Ánfora, 2002, pp. 36-37.
5 José Carlos Becerra. “Declaración de otoño”, en El otoño recorre las
islas. México: Era, 2010, pp. 75-76.
| 93
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
He venido.
Voy por esta ciudad; yo no camino sobre las aguas,
camino sobre las hojas secas que caen de mis hombros,
miro a los muertos en brazos de sus retratos, miro a los vivos
[en brazos de sus desiertos,
a las prostitutas vírgenes embalsamadas dentro de su sonrisa.
He venido.
He venido cuando el otoño le da a la ciudad una carta del mar.
He venido a decirlo.
94 |
Música
La muñeca fea
y la empatía con el desdichado
S
aúl Hernández del grupo Caifanes dijo en una entrevista
que el dark en México ha tenido muchos exponentes
involuntarios; por ejemplo, José Alfredo Jiménez, José
José, Juan Gabriel, y hasta el mismísimo Cri-Crí y su “Muñeca
fea”. Dicen que Saúl dijo: “Esa canción es depresiva y muy triste.
Como cuando dice: “Escondida por los rincones, temerosa
que alguien la vea, platicaba con los ratones, la pobre muñeca
fea”. Eso es dark y del bueno, ya quisiera Robert Smith”.
En un primer momento se coincide con Saúl: la muñeca
que antes era bella y nueva, ahora, después de propiciar las ale-
grías más contagiosas, está abandonada a su suerte, presagio
de un oscuro destino, atrincherado por la indiferencia, pues
“un bracito ya se le rompió, su carita está llena de hollín y, al
sentirse olvidada, lloró lagrimitas de aserrín”. Imaginar que
alguien sólo tiene el afecto de “la escoba, el recogedor, el plu-
mero, el sacudidor, la araña y el viejo veliz”, aun en un mundo
de música y fábula, es desconsolador y, efectivamente, dark.
| 95
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
96 |
Van Halen
y sus angelitos intensos
A
principios de los ochentas cuando cumplí diez años,
la providencia se manifestó en mi vida: Doña Cecilia,
madre y autora accidental de mi amor por el rock, se
dirigió a la única tienda de discos del pueblo donde vivíamos
(Guerrero Negro, Baja California Sur) y ahí, entre una trein-
tena de acetatos, escogió un disco que en la portada tenía un
angelito con un cigarro en la mano. Le pareció bonito y tierno,
así que me lo compró. Al dármelo, después de cortar el pastel
y cantarme las mañanitas, lo primero que pensé fue que era
un disco de villancicos o música de iglesia. Desconcertado,
volteé el disco y, para mi escandalosa tranquilidad, en la
contraportada estaban cuatro greñudos sonriendo. Fui a
mi recámara, leí el set de las canciones y descubrí “Jump”.1
Entonces, sólo entonces, contento, pegué un fuerte grito
1 www.youtube.com/watch?v=wlq0lYB3iSM.
| 97
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
como con los que suelo cantar: “¡Yeeeeeii! ¡Esa canción está
bien chilaaaa!”. Ese ha sido uno de los mejores regalos de
cumpleaños que he recibido en mi vida. Gracias, mamá.
El disco: 1984, la banda: Van Halen. Con ese acetato me la
pasaría brincando sobre la cama cientos de veces, emocionado,
haciendo caras, moviendo mi greña de principito con bailes
oligofrénicos, aplastando a muerte resortes y almohadas
(siempre fui de huesos y carnes grandes). Cuando me quedaba
solo en casa, ponía mi tocadiscos al máximo volumen y corría
por toda la casa cantando: “Panamá... pan, pan, pan, pa, rara…
Panamá, oh, oh, oh, oooh… Panamá…”.2 o “I gar a ved, I gar
a ved, I jot de ticher… I gar a ved, soou ved… I jot de ticher”.3
En aquellas sesiones hardrockeras, me convertí en un intenso
vividor musical. A Van Halen, y al que se le ocurrió poner un
angelito irónico en la portada del disco: mil gracias.
Seguramente muchos de nuestros lectores fanáticos se
preguntarán: a todo esto, ¿quién es o qué es Van Halen? 4 No
98 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 99
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
100 |
La fantástica musa de Perogrullo
9 Cuando se escuchan las dos facetas de Van Halen, la de David Lee Roth
y la de Sammy Hagar, se descubre importantes diferencias. Primero que
David es rudo, crudo, mientras que Sammy es tierno y cursi. David no
es un buen cantante, Sammy sí, tiene un extraordinario rango. David no
cantó en otra banda, aunque sacó disco como solista, Sammy tenía su
banda, e hizo proyectos en los ochenta (colaboró en la película Heavy
Metal, con una poderosa rolita homónima). David se escucha parran-
dero, desmadroso, irreverente, mujeriego, pedote (capotea la digestión
en la sala de sus amigos). Sammy: hogareño, predicador, romántico,
educado, exigente. David bruto, Sammy ñoño. Van Halen Hard rock,
Van Halen Hard pop. A mí me gusta más David, por las coincidencias.
10 Cuando terminé de escribir este texto me enteré de que están por
sacar un disco nuevo, excelentes noticias, a ver qué tal, lo escuchamos
y luego platicamos.
| 101
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
11 www.youtube.com/watch?v=e0iTa_FBOlo.
102 |
Heavy Metal y los veteranos de las
guerras psíquicas
E
n el verano de 1982, a los ocho años, el mundo infan-
til que custodiaba mis inocentes días con rebaba de
soldaditos se colapsó desde sus cimientos, una bomba
incendiaria le había caído desde el televisor: Heavy Metal, la
película. Acostumbrado a relacionar los dibujos animados
con Blanca Nieves, Bambi o Peter Pan, aquella noche descubrí
que también podían caricaturizarse las vísceras colgantes
de un muerto viviente, la sangre coagulada en una espada o
los senos voluptuosos de una mujer de carne y tinta china.
Créanme, con ojos como platos recibí aquella llamarada letal
de madurez (misma que ardería, más tarde, en mis oídos
atrincherados por Cri-Crí y su Ratón vaquero).
| 103
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
1 Existe una secuela titulada: Heavy Metal 2000 que, a pesar de la exce-
lente combinación gráfica de animación por computadora y dibujos en
segunda dimensión, sólo se salva por la colaboración sonora de bandas
como: Pantera, Machine Head, Monster Magnet, Queens of the Stone Age,
System of a Down, Coal Chamber, y los eternos noctífagos de Bauhaus.
Esta segunda parte fue seguida de un videojuego llamado Heavy Metal
F.A.K.K.2., del cual no se tienen, ni se tendrán, referencias directas.
104 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 105
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
106 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 107
Lucybell en Rockotitlán
E
n 1998 tuve la suerte de asistir a uno de los primeros
conciertos que dio la banda chilena Lucybell en México,
y para remarcar la palabra suerte, ustedes díganme si
no, fue en Rockotitlán (Insurgentes), cuando Tony Méndez
todavía era el señor de su destino y del movimiento rockero
de la capital. Aquella noche tocaron varias bandas sin pena ni
gloria, pero en cuanto Francisco González, el baterista suda-
mericano, marcó los cuatro golpes de rigor con las baquetas,
aquel Rocko, aún casa de las mejores bandas, subió a un
pedestal sonoro y festivo que todavía recuerdo impresionado.
Lucybell estaba de gira tocando su álbum Viajar (1996),
empezaron su presentación interpretando “Viajar”, como el
inicio del disco, canción que al igual que varias composicio-
nes de los noventa, mezclaba el sonido de loops rítmicos con
baterías acústicas, recordemos “Butterfly on a Wheel”, de The
Mission UK, o “Zoom” (1995), de los Soda Stereo, o el disco
completo Up de Peter Gabriel. Por cierto: en Soda Stereo los
108 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 109
Porcupine Tree
y la humildad progresiva
E
n este momento no hay un proyecto musical que tenga
un mejor balance entre la sensibilidad y la garra roc-
kera que Porcupine Tree. Son majestuosos y viscerales,
etéreos y demoledores, celestiales y demoniacos. Su sonido
deambula entre la calidez de las cuerdas de nylon, el pianito
de cola elegante y el poder abrasador de una lira afinada con
Re al aire (Droped D) y una distorsión marca diablo. Porcupine
Tree es una extraordinaria banda inglesa que disco tras disco
rompe el molde y crea algo nuevo. Dicen sus fans que tocan
Rock metal progresivo ambiental psicodélico. ¡Ámonos! ¿Todo
eso? Pues sí, eso y más, no es broma, es una mega banda, con
un mega concepto. Empezaron en 1987 y según su sitio oficial
(www.porcupinetree.com), han hecho 16 discos, más canciones
sueltas para proyectos artísticos que van desde bandas sonoras
de largometrajes cinematográficos, hasta la improvisación
en un happening de martes por la tarde, en alguna calle de
110 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 111
Stray Cats: la frescura del rebelde
N
o cabe duda de que el Rockabilly sigue vigente en
el siglo XXI: lo escuchamos en tocadas, fiestas, bo-
das, en el microbús y en los audífonos adolescentes.
Muchos de sus exponentes le han dedicado una buena parte
de su vida artística a mantenerlo fresco y subversivo. Tal es
el caso de los Stray Cats (Brian Setzer, Lee Rocker y Slim Jim
Phantom), una fenomenal banda gringa que, desde 1979, ha
logrado convertirse en uno de los revival más sólidos de este
subgénero, apegándose a los sonidos, estructuras, temáticas
y actitudes originales (Bill Halley and The Comets, 1954).
Muchos conocemos a los Stray Cats por Brian Setzer, su
virtuoso guitarrista, y uno de los mejores intérpretes vivos
del rock & roll. Su trabajo musical es amplísimo (veintinueve
discos), son muy buenas sus grabaciones con orquesta, sus
villancicos rocanroleros, y su interpretación de los grandes
maestros de la música clásica (Wolfgang›s big night out). Ha
participado en cinco películas y en un capítulo de Los Simp-
112 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 113
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
114 |
Literatura
Sobre El perseguidor
de Julio Cortázar
A
lgunos dicen: el invento científico que emancipó
al ser humano, el que lo convirtió en esclavo, es el
reloj. Este pequeño mandamás, disfrazado accesorio,
comanda la sucesión de eventos que transcurren en nuestras
vidas. Este capataz ordena la hora de levantarnos, de almorzar,
correr a la escuela, pasear al perro, ir al teatro, o escribir un
texto sobre el jazz y la literatura.
En defensa del tirano Tic-Tac, Julio Cortázar, el genio ar-
gentino, escribió “El perseguidor”, un relato sobre un extraor-
dinario saxofonista que al tocar se pierde entre los laberintos
de las manecillas del tiempo. Cada vez que toca el saxofón
se sumerge en un trance que lo arranca de esta realidad y lo
expulsa a una dimensión sin tiempo.
Johnny Carter, el protagonista, persigue ese espacio sin
tiempo que concibe con su libertino instrumento. El mismo
Cortázar, como su personaje, improvisa en esta pieza homo-
| 115
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
116 |
Sobre Principios de teoría narrativa
de Lauro Zavala
L
auro Zavala es el teórico del cuento más importante
de México. Sus aportaciones han sido reconocidas en
prestigiosas academias nacionales e internacionales,
pues ha propuesto vías fundamentales para el estudio de
esta forma narrativa ancestral. Sin proponérselo, también
ha generado, en diversos talleres literarios, líneas de trabajo
para la poética de noveles creadores y, capitalmente, por la
primordial distinción que acuñó con su modelo paradigmático
sobre los cuentos clásicos, modernos y posmodernos, ha
facilitado una experiencia gozosa en los jóvenes lectores de
literatura del bachillerato universitario.
En este libro, Principios de teoría narrativa,1 a través de siete
ensayos, Lauro Zavala nos habla sobre el imperioso placer de
| 117
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
118 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 119
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
El gigante adelantado
120 |
Sobre No tengas miedo
de Felipe Garrido
L
os fantasmas, nostalgias desenterradas de la muerte,
nos confiesan, a través del maestro Felipe Garrido, sus
descubrimientos intangibles en ese peregrinar entre
su pasado y las amorosas calles de sus recuerdos. Este es un
libro de muertos, demonios, brujas y otros enseres de luz,
que resplandecen nuestra rutina con su añoranza; pues, en
esencia, el tiempo de vida sigue siendo la verdadera riqueza
de este mundo, así sean solo “siete minutos” arrancados de las
pezuñas del diablo, a cambio de nuestra alma. Si la literatura les
permite a los escritores crear máquinas del tiempo con las que
transitan de su presente vívido, a su muerte, y a sus posibles
espectros, nosotros, sus lectores, nos descubrimos también,
día con día, hora con hora, en ese proceso de convertirnos en
etéreos escalofríos nostálgicos.
Dicen que al maestro Garrido le cautiva escribir sobre la
muerte, no porque le tenga desconfianza, sino para idear un
| 121
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
122 |
Decálogo del cuento
| 123
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
124 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 125
Minificciones dentro de cuentos y
novelas: los prodigiosos miligramos
H
ace más de diez años, en un curso intersemestral,
junto con mis colegas literatos del CCH discutía-
mos si la palabra “Dios”, sin texto alguno, podía
ser una minificción o un cuento. Fue un intenso jaloneo
argumentativo. En una de las participaciones alguien citó al
maestro Lauro Zavala quien dijo, según su apasionado discí-
pulo: “que todo texto con vocación de cuento es un cuento”. Y
mientras unos asentimos frenéticamente, otros manotearon
argumentos sobre los excesos de la posmodernidad y sus
forzados “aterrizajes” en la literatura. En ese momento estaba
confundido: finalmente un cuento debe contar una historia,
pero la palabra “Dios” ¿qué cuenta?, más bien sugiere una
infinidad de posibilidades. Claro que por sí sola está cargada
de significado, es un arquetipo junguiano. Sin embargo, en
términos literarios será menester del lector colmar el sentido
126 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 127
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
128 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 129
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
El apando
José Revueltas
130 |
La fantástica musa de Perogrullo
El complot mongol
Rafael Bernal
Aura
Carlos Fuentes
| 131
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
“Luvina”
Juan Rulfo
132 |
La fantástica musa de Perogrullo
“Anuncio”
Juan José Arreola
| 133
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
134 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 135
Los músicos y el fuego de
Jesús Gardea y Mon petit lumière
E
n unas vacaciones de Semana Santa releí Los músicos y
el fuego, de Jesús Gardea (Ciudad Delicias, Chihuahua,
1939), una extraordinaria novela escrita por un desco-
munal literato mexicano. Mientras me reencontraba con esta
compleja y hermosa construcción poética-prosística, tuve dos
extraordinarias revelaciones: descubrí que ahora, con más
años encima, gocé más la novela, y recordé a Lucía, la única
argentina que alcanzó el timbre de mi corazón. La conocí en la
Casa de Cultura que está saliendo del Metro Hidalgo, la Casa
José Martí, si no me equivoco. Ahí me inscribí, meses antes,
a un taller sabatino para hacer alebrijes. Lucía había ganado
un concurso que organizó Radio Deportes de Buenos Aires,
al decir por teléfono los nombres de los titulares de la sección
mexicana de fútbol. Su premio: boleto de avión, hospedaje,
comidas, transporte y, por supuesto, dos asientos en el palco
136 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 137
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
138 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 139
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
140 |
Escondida entre cuatro poemas de
Federico García Lorca:
“la nostalgia terrible de una vida
perdida”
E
n ocasiones, cuando abrimos un libro y vemos alguna
“huella” de lectores anteriores, los más maliciosos de
nosotros, casi de inmediato confeccionamos una suerte
de explicación narrativa de los posibles sucesos relacionados
con esa “marca”, y creamos, en consecuencia, un escenario de
la vida de ese libro con sus lecturas y lectores, “descubriendo”
historias clandestinas entre sus páginas.
Ése “espíritu” avieso guiará el timón de este texto que
pretende esclarecer algunas huellas o marcas encontradas en
cuatro poemas de Federico García Lorca, en el libro Poesía,
teatro y artículos (1969), publicado en Barcelona y que llegó
| 141
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
142 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 143
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
144 |
La fantástica musa de Perogrullo
6 Isabel Rull. Notas del curso de Literatura Española del Siglo XX. México:
UNAM, SUA, 18 de octubre de 2010.
| 145
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
146 |
La fantástica musa de Perogrullo
Lluvia
Enero de 1919
(Granada)
| 147
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
148 |
La fantástica musa de Perogrullo
Yo pronuncio tu nombre
y en las noches oscuras,
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas.
| 149
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras,
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas.
Yo pronuncio tu nombre,
en esta noche oscura,
y tu nombre me suena
más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia.
150 |
La fantástica musa de Perogrullo
Alba
Abril de 1919
(Granada)
Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semilleros de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
| 151
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
Tarde
Noviembre de 1919
152 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 153
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
154 |
La fantástica musa de Perogrullo
¿Por qué escogí estas poesías?, ¿por qué las marqué? Todas
dicen algo de aquella situación. Al irme a Barcelona, aca-
baba de terminar mi relación con Jerónimo. Si mis manos
pudieran desojar es una remembranza de mi hermosa vida
con Jerónimo. En los cuatro poemas se habla de la lluvia,
de la lluvia serena, la lluvia gris, era el sentimiento que me
embriagaba, lloraba con los ojos y a la vez por dentro con el
corazón, sentía una lluvia intensa, un vacío, algo frío, algo
que cala muy profundamente.
| 155
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
156 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 157
Fernando Reyes: el pastor de
aeroplanos adolescentes
158 |
La fantástica musa de Perogrullo
1 Mientras releo con mis alumnos El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr.
Hyde, de Robert Louis Stevenson. México: Lectorum, , 2012, p.18, me
encuentro a Fernando Reyes en la descripción del Dr. Lanyon: “es un
caballero cordial, saludable, apuesto, rubicundo, con una melena pre-
maturamente blanca y unas maneras bulliciosas y decididas”. Aunque
quizá Fernando me reclame aquello de la “melena prematuramente
blanca”. Y es que, en efecto, tiene algunas canas, pero sólo se ven con
el viento, son de aire.
2 “¡Oh! Ya sé que es una buena persona, no hace falta que frunzas el
ceño; una persona excelente, y siempre he tenido de él la mejor opinión”.
(Ídem, p. 30). Diálogo entre el Dr. Jekyll y su abogado, el Mr. Utterson,
a propósito de Fernando Reyes.
3 Sin albur.
| 159
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
160 |
La fantástica musa de Perogrullo
Te veo y se me para
el reloj de los sentidos
te veo
y palpito
| 161
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
y te me antojas
etérea eterna inalcanzable
mientras al transporte
le haces la parada
Se te va toda
la vida esperando el camión que
nunca se para
Y me duele
la estocada
no quiero ya que me la toquen
162 |
La fantástica musa de Perogrullo
La joven artista5
Renato Leduc
| 163
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
164 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 165
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
166 |
Sobre la Luz y memoria de
Benjamín Barajas. Un recuento oscuro
y destinado al olvido
A
ntes iniciar y a manera de advertencia, aclaro: Benjamín
Barajas es amigo mío, digo esto antes de comenzar
para que no les sorprendan mis ditirámbicas aseve-
raciones y, como bien se dice en estos casos: curarme en salud.
Además, les solicito que desoigan, que olviden estas palabras
nacidas del contubernio, obscuras curas para el que escribe
y compromete su nepótica pluma. Aclarada esta ecuación
sumatoria de subjetividades, iniciemos.
Por un lado, pretendo un espacio discursivo para comen-
tar el texto Luz y memoria: Ensayo sobre la obra literaria de
Benjamín Barajas1 escrito por Federico Corral Vallejo, y, por
otro, comentar brevemente mi experiencia lectora a propósito
de la poética Barajiana.
| 167
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
168 |
La fantástica musa de Perogrullo
Auroras
La luz desune sombras
e impone a cada rostro
su alegría.
La luz levanta territorios
y en el centro
los hombres recuperan sus estatuas.
La luz infunde espacios de avanzada
al que camina.
Sol
En medio de los días sin sol
el hombre duerme o canta,
canta de cansancio.
A lo lejos sube el humo complicado
y el hombre sueña con la luz
mientras afina los recuerdos.
| 169
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
170 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 171
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
172 |
La fantástica musa de Perogrullo
Agua equivocada2
Nos bañamos otra vez
en el agua equivocada.
Creímos presentir
en las manos
la cálida penumbra de la luz
desde su fuente derramada.
Tocamos el silencio
en esos labios
y los pájaros en vano retuercen
los sonidos.
Las palabras van al sol,
se enredan en su forma de ángel
que ríe para nosotros como un niño.
| 173
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
174 |
Entre el lector y la Rayuela de
Julio Cortázar: una complicidad
creativa y vital
C
uando leemos una obra como Rayuela, un dejo de frus-
tración cruza nuestro “espíritu” lector: la comprensión
absoluta y transparente de la obra es casi imposible.
Así es como algunos terminamos de leerla, con sentimientos
encontrados: por un lado, disfrutamos la poética de un escritor
comprometido con su oficio, minucioso y responsable artista
| 175
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
176 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 177
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
178 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 179
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
180 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 181
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
17 Ibid., p. 458.
18 László, Scholz. El arte poética de Julio Cortázar. Buenos Aires: Edi-
ciones Castañeda,1977.
19 “Una nota pedantísima de Morelli: Parecería que la novela usual malogra
la búsqueda al limitar al lector a su ámbito, más definido cuanto mejor
sea el novelista […] intentar en cambio un texto que no agarre al lector
pero que lo vuelva obligadamente cómplice al murmurarle, por debajo
del desarrollo convencional, otros rumbos más esotéricos. Escritura
demótica para el lector-hembra (que por lo demás no pasará de las pri-
182 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 183
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
184 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 185
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
186 |
Alejo Carpentier y El reino de este
mundo de maldiciones y gerundios
H
ace algunos años, en la Facultad de Filosofía y Letras,
tomé un curso para profesores del bachillerato (or-
ganizado por la Dirección General de Asuntos del
Personal Académico) titulado: Panorama actual de la literatura
latinoamericana. En dicho espacio académico revisamos a los
narradores del siglo XX más representativos de América Latina:
Rulfo, Borges, Cortázar, Onetti y, por supuesto, Carpentier2.
De él leímos Viaje a la semilla, cuento que después de sor-
| 187
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
3 Ibid. p. 118.
188 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 189
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
6 Ibid. p. 100.
7 Ibid. p. 29.
190 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 191
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
11 Ibid. p. 114.
192 |
El informe de Brodie de
Jorge Luis Borges: el duelo entre el
gaucho y la sombra acuchillada
C
uando leemos a Borges, para algunos y de manera
inmediata, comienza un tortuoso proceso de asimi-
lación que casi siempre termina con la frase: “no he
leído nada”; y es que por más que tengamos cientos de autores
canónicos en los ojos, con humildad obligada, vemos la
vastedad de su inhóspita y colectiva insuficiencia. Sin embargo,
también algunos, envalentonados por ingenuos, no sólo nos
atrevemos a leerlo, sino también a escribir sobre él.
Publicado por primera vez en 1970, El informe de Brodie es
un libro de once cuentos que, como escribe el mismo Borges,
son imitaciones, “sin inmodestia por un hombre en los lindes
de la vejez,”2 de los últimos relatos de Kipling: “laberínticas,
| 193
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
3 Ídem.
4 Ibid, p. 10.
5 “Dos relatos —no diré cuáles— admiten una misma clave fantástica.
El curioso lector advertirá ciertas afinidades íntimas. Unos pocos
argumentos me han hostigado a lo largo del tiempo; soy decididamente
monótono”. Ibid, p. 11.
6 La novela de Ricardo Güiraldes, Don Segundo Sombra, aparece en
dos momentos: “Le pregunté si entre las armas no figuraba la daga
de Moreira, en aquel tiempo el arquetipo del gaucho, como después
fueron Martín Fierro y Don Segundo Sombra” (p. 54). “En toda la
casa no había otros libros que una serie de la revista La Chacra, un
manual de veterinaria de lujo del Tabaré, una Historia del Shorthorn
en la Argentina, unos cuantos relatos eróticos o policiales y una novela
reciente: Don Segundo Sombra”. (pp. 126-127).
194 |
La fantástica musa de Perogrullo
7 Ibid, p. 45.
8 Ibid, pp. 125-126.
9 “Maneco Uriarte no mató a Duncan; las armas, no los hombres, pelearon.
Habían dormido, lado a lado, en una vitrina, hasta que las manos las
despertaron. Acaso se agitaron al despertar; por eso tembló el puño de
Uriarte, por eso tembló el puño de Duncan. Las dos sabían pelear —no
sus instrumentos, los hombres— y pelearon bien esa noche. Se habían
buscado largamente, por los largos caminos de la provincia, y por fin
se encontraron, cuando sus gauchos ya eran polvo. En su hierro dor-
| 195
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
buscaron toda la vida para medir puntas y el día que los atra-
pan, en plena revolución, el enemigo les otorga como última
voluntad terminar su disputa con una carrera que definirá
al mejor de ellos, eso sí, correrán con el cuello rebanado.10
Con tanta sangre y venganza, con tanto duelo entre gau-
chos y cuchillos, ¿a quién estaba retando Borges? ¿A Kipling?,
¿se batía con él en la posteridad?, ¿quién será el mejor de los
dos cuchillos?, ¿de los dos legados? Quizá el mismo Borges
pueda responder: “En aquel duelo delicado que no sólo adi-
vinamos algunos íntimos no hubo derrotas ni victorias, ni
siquiera un encuentro ni otras visibles circunstancias que
las que he procurado registrar con respetuosa pluma. Sólo
Dios (cuyas preferencias estéticas ignoramos) puede otorgar
la palma final”.11
Por otra parte, ya en el plano discursivo, el narrador que
utiliza Borges no sólo es culto, sino que, además, busca, a
través de un conjunto de trucos, insistente y oficioso, una idea
de verdad sólo para que el lector “caiga” y crea en la mentira.
Así, le llena de realidad los bolsillos al lector y confía en la
mía y acechaba un rencor humano. Las cosas duran más que la gente.
Quién sabe si la historia concluye aquí, quién sabe si no volverán a
encontrarse”. Jorge Luis Borges. El informe de Brodie…, op. cit., p. 60.
10 “Nolan dio la señal. Al Pardo, envanecido por su actuación, se le
fue la mano y abrió una sajadura vistosa que iba de oreja a oreja; al
correntino le bastó con un tajo angosto. De las gargantas brotó el
chorro de sangre; los hombres dieron unos pasos y cayeron de bruces.
Cardoso, en la caída, estiró los brazos. Había ganado y tal vez no lo
supo nunca.” Ibid, p. 103.
11 Ibid, p. 93.
196 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 197
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
En la tribu Yahoo
cada niño que nace está sujeto a un detenido examen; si
presenta ciertos estigmas, que no me han sido revelados,
es elevado a rey de los Yahoos. Acto seguido lo mutilan, le
queman los ojos y le cortan las manos y los pies, para que
el mundo no lo distraiga de la sabiduría. Vive confinado en
una caverna, cuyo nombre es Alcázar, en la que sólo pueden
198 |
La fantástica musa de Perogrullo
15 Ibid, p. 138.
16 Ibid, pp. 140-141.
17 Ibid, p. 142.
| 199
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
200 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 201
La Obra maestra de
Ramón López Velarde
R
amón López Velarde, el poeta de la Revolución mexi-
cana, el poeta nacional, universal,1 el tigre enjaulado, el
artífice de “ La Suave Patria” —conocida de memoria
por Borges,2 Bioy y Neruda3—, el profesor de Literatura Es-
202 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 203
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
204 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 205
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
Obra maestra
206 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 207
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
208 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 209
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
20 “Las llaves con que he abierto tu corazón, mis llaves/ sagradas son las
mismas de Pedro el Pescador; y mis alejandrinos, por tristes y por graves/
son como los versículos proféticos de un canto, / y hasta las doce horas
de mis días amor/ serán los doce frutos del Espíritu Santo”, en López
Velarde, Ramón, “Alejandrinos eclesiásticos” de Poesías completas y El
minutero; ed. y pról. Antonio Castro Leal. México: Porrúa, 2000, p. 19.
21 López Velarde..., op. cit., p. 246.
210 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 211
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
212 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 213
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
214 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 215
Paraíso y nostalgia
de Margarita Michelena:
la lírica del fantasma desterrado
D
esde hace tiempo el hombre, a partir de los distintos
ámbitos del conocimiento y la cultura, ha buscado
explicar y comprender un fenómeno que la parap-
sicología denominó (de la mano de la mitología popular):
fantasma. El Diccionario de la Real Academia Española define
al fantasma como la “imagen de una persona muerta que se
aparece a los vivos”1; por su parte, la Enciclopedia Británica
los llama “visiones quiméricas” e “imágenes de un objeto que
216 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 217
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
218 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 219
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
220 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 221
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
Jubilosa nostalgia18
¿Qué puedo saber yo, criatura inocente,
abandonada con terrible crueldad en este paraíso,
si vivo caminando por mis fútiles lágrimas
y confinada en luminoso exilio
sabiendo que la flor se ha de abrir en la noche?
222 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 223
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
Paraíso perdido20
Yo he estado un día libre
de mi prisión de venas.
Sin nombre, sin palabras.
20 Ídem.
224 |
La fantástica musa de Perogrullo
Dualidad21
[…]
Yo puedo ser dos vidas.
A las dos puedo amarlas.
A veces las sorprendo, con su canción,
a una, jugando en mis cabellos.
Y a la otra matándome
con su fuego de estrella
elegida para morir ardiendo.
| 225
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
La invisible muralla22
Pienso en la realidad del sueño
y en la inexistencia
de lo que puede vivir bajo mis dedos.
Y me advierto en destierro de lo real
y en una angustiosa frontera
con lo tangible y muerto.
[…]
Entonces, sobre su sangre fresca
como un húmedo fuego,
que golpea y que avanza
como un ejército de tallos
y se extiende como una noche cálida,
yo confirmo su muerte.
226 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 227
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
228 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 229
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
Entrega y muerte27
[…]
Yo no he llegado nunca al final de la noche.
Y el mar existe.
Y yo deseo correr
hacia mi entrega y a mi muerte.
230 |
La fantástica musa de Perogrullo
29 “El ‘yo’ que aparece en el poema, como todos los demás elementos, es
una construcción del propio texto, es una voz que habla a otra voz. Al
tratarse de una comunicación simulada, el poema siempre está dicho
desde un ‘yo’, aunque parezca explícito. De hecho, gran parte del tono
del poema depende de la actitud que tome el ‘yo’ respecto a sí mismo,
los otros, o el contenido evocado (distancia, cercanía, complicidad,
rechazo).” Ídem, p. 227.
30 Ibid. pp. 18-19.
| 231
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
Fuga de mi destino31
Tu presencia doblada en mi presencia.
Yo misma, con mi carne brillando
en tus ojos sin sobras.
Mi soledad sin límites
llena de tu ignorado rostro. . .
31 Ibid. p. 20.
232 |
La fantástica musa de Perogrullo
[…]
Tú tendrías un rostro, un nombre y unas lágrimas.
Y una muerte,
como todos nosotros.
Nocturno33
Era la noche entera.
Y tú estabas dormido.
[…]
| 233
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
A la muerte de un sueño34
Yo te he perseguido a través de un sueño.
A veces eras tú
Y a veces era yo misma que me huía.
Tú y yo,
Contra la costumbre del mundo
que entonces habitábamos,
Teníamos unos nombres,
No sé si uno para los dos. (28).
34 Ibid. p. 28.
35 “En su poesía el amor está muy contenido. El cuerpo como un lastre;
234 |
La fantástica musa de Perogrullo
Un fantasma36
Las tinieblas
como morada, sí, pero como prisión. Eso lo encontré después, cuando
estudié la herejía cátara. Tiene que ver con la enfermedad. Tiene que
ver con mi experiencia de la muerte, yo viví mi cadáver, se me abrió la
herida y sufría horrible, cargaba con mi cadáver pestilente. La idea del
cuerpo me parecía espantosa, ya no lo quería. No lo rechazaba como
sexualidad, era otra cosa, me parecía una prisión. Me fui acostumbrando
de nuevo a la vida, eso se dio. Para mí la carne no representa ningún
conflicto, pero sí lo fue durante muchos años; hasta que nacieron mis
hijos me reconcilié con mi ser corporal.” A.M. Jaramillo. “Poesía: poner
todo en su lugar”…, op. cit., p. 8.
36 C. Baudelaire. “Un fantasma”, en Las flores del mal..., op. cit., p. 33.
| 235
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
236 |
Bibliohemerografía
| 237
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
238 |
La fantástica musa de Perogrullo
2008, p. 57.
_______. Rayuela. Octava edición. Buenos Aires: Sudameri-
cana,1968, p. 498.
Diccionario de la Real Academia Española, en rae.es/draeI/,
2010.
Espronceda, José. El estudiante de Salamanca (1842); pról.
Juana de Ontañon. México: Porrúa, 1972, p. 53.
“Federico García Lorca”. Biblioteca digital Cervantes, en www.
cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biogra-
fias/tokio_federico_garcia_lorca.htm, 2010.
Flores, Marisol. “Paradójica escasez de obras de Margarita
Michelena en Hidalgo”. El Independiente.com.mx de Hi-
dalgo.
Filer, Malva E. Los mundos de Julio Cortázar. Madrid: Las
Américas Publishing Company,1970.
Foucault, Michael. Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión.
México: Siglo XXI, 1979.
Fuentes, Carlos. Aura. México: Editorial Era, 1995, pp. 61-62.
García Lorca, Federico. Federico y su mundo. De Fuente
Vaqueros a Madrid. Granada: Fundación Federico García
Lorca y Editorial Comares, 1997.
_______. Poesía, teatro y artículos. Barcelona: Círculo de Lec-
tores,1969.
García Márquez, Gabriel. “El ahogado más hermoso del
mundo”, en Todos los cuentos. México: Editorial Diana,
2014, pp. 252-258.
García Montero, Luis. “El taller juvenil”, en Estudios sobre
García Lorca; ed. Fernández Cifuentes. Madrid: Editores
Istmo, 2005.
| 239
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
240 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 241
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
242 |
La fantástica musa de Perogrullo
| 243
Ensayos sobre Ciencias y Humanidades
2013, p. 321.
Sosnowski, Saúl. Julio Cortázar. Una búsqueda mítica. Bue-
nos Aires: Ediciones Noé, 1973, p. 120.
Stevenson, Robert. El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
México: Lectorum, 2012, p. 18.
Toro, Guillermo del. El espinazo del diablo. El Deseo Films,
México-España, 2001.
Valverde, José Antonio. “Muerte y reencarnación”, en En-
ciclopedia del ocultismo. Las ciencias prohibidas. Madrid:
Ediciones Quorum, 1987, p. 2.
Villaurrutia, Xavier. “Ramón López Velarde”, en Obras.
México: FCE, 1996, p. 647.
Woolf, Virginia. Flush, una biografía. Madrid: Ánfora, 2002,
pp. 36-37.
Zavala, Lauro. Principios de teoría narrativa. México: UNAM,
CCH, plantel Naucalpan, 2017. (Colección Naveluz).
244 |
Universidad Nacional Autónoma de México
Dr. Enrique Luis Graue Wiechers
Rector
Editor
Alejandro García
Cuidado de la edición
Mildred Meléndez
Diseño
Xanat Morales Gutiérrez
La fantástica musa
de Perogrullo
se terminó de imprimir el 30 de noviembre de 2021 en
los talleres de la Imprenta del Colegio de Ciencias y
Humanidades, Monrovia N. 1,002 colonia Portales
Sur, CP 03300, Alcaldía Benito Juárez, CDMX.
La edición consta de 500 ejemplares con
impresión offset sobre papel bond ahuesado de
90 grs. para los interiores y cartulina sulfatada
de 12 pts. para los forros. En su composición
se utilizó la familia tipográfica Minion Pro.
El cuidado de la edición estuvo a cargo
del autor y Brenda Carreño Olmos.