LIBRO-Salitre-cronicas de La Mar y de Los Barcos
LIBRO-Salitre-cronicas de La Mar y de Los Barcos
LIBRO-Salitre-cronicas de La Mar y de Los Barcos
4
SALITRE
Crónicas de la mar y de los barcos
Recopilatorio
Rafael González Echegaray
5
6
ÍNDICE
- Prólogo 13
- Nuestro padre 14
- Introducción 16
Artículos:
1. Los barcos en la noche que el fuego arrasó Santander. 21
2. A falta de muelles. 27
3. Ya volvió el Pinzón. 29
4. Trece… 32
5. Una santa más. 39
6. Nuestra Trasatlántica. 42
7. Los Canadienses. 45
8. Torras y Bages. 47
9. Averías. 50
10. La primera bandera alemana que ha entrado en nuestro puerto. 53
11. El barco que ha llegado con trigo. 55
12. Escuelas de vela. 57
13. Más cosas del Pinzón. 60
14. ¿Liberty o Victory?. 62
15. Más barcos standard. 66
16. Una flota frutera. 70
17. La llegada del Kenuta. 73
18. Otro costero: el Mercadal. 76
19. Banderas raras en nuestras aguas. 79
20. Los bíceps de la marina mercante. 83
21. Nota. 85
7
22. Entrevista: Nos satisface el hecho escuetamente deportivo
de nuestra participación en el hallazgo de la Proa del Osthav. 87
23. El accidente del Osthav nos prometía un nuevo caso de cirugía naval. 90
24. Sigue el regreso de las viejas contraseñas. 94
25. El minador Neptuno en nuestro puerto. 97
26. El benjamín de la flota mercante española, en Santander. 100
27. Sumergibles de España. 103
28. Ya han estado en Santander cinco cañoneros de la nueva serie de ocho. 107
29. Cargueros de Bremen. 110
30. La fallida cinta azul, la del Flandre. 113
31. La Flotte se deja ver un poco. 116
32. Ya hay un Maasdam pero no lo veremos en Santander. 118
33. El Pueyrredon que va a visitar nuestro puerto. 120
34. Los tres mejores barcos de carga de toda España son santanderinos. 124
35. Rías alemanas. 127
36. Dos regalos de Reyes. 130
37. El Empress of Canadá estuvo en Santander cuando se llamaba
Duchess of Richmond. 133
38. Dieciséis trasatlánticos han desaparecido dramáticamente en lo
que va de siglo. 136
39. Cuando el mar del Norte recupera lo que Holanda le ha ido quitando. 140
40. El barco-anuncio Blue Coral. 142
41. Primera visita de cortesía de la escuadra inglesa desde el
fin de la guerra. 145
42. Zarabanda de Monasterios en la llegada del Guadalupe. 148
43. El Marqués de Triano, última unidad construida en los
astilleros bilbaínos, entró el domingo en nuestro puerto. 151
44. Ha sido entregado el mayor buque mercante construido en España. 154
45. Nuevos petroleros en Santander. 157
46. La naviera Santander posee los dos mayores petroleros del mundo. 160
8
47. El frutero La Mancha entró ayer en nuestro puerto 162
48. La draga asesina está amarrada en Santander. 164
49. Un barco chino va a atracar en nuestro puerto. 167
50. El Río Tajo es el único liberty español. 169
51. Un nuevo Reina va a hacer visitas regulares a Santander. 171
52. L’Aventure se llamaba Braid cuando era inglesa. 173
53. Un barco egipcio en el puerto de Santander. 175
54. Entrevista: 55.000 fotografías de barcos distintos posee
Rafael González Echegaray. 177
55. La tragedia del Elorrio, el mayor desastre de los últimos siglos
en nuestras costas. 181
56. El Mina Mary: un incansable jornalero del mar. 184
57. El Las Arenas, última palabra de los cargueros españoles. 187
58. El Galdácano, el primer tanque no petrolero construido en España. 189
59. Que se va el vapor. 191
60. El Valmar vivió sus últimas cuatro mil millas desde Venezuela a Astillero. 195
61. El nuevo petrolero español Bahía Gaditana, tiene 32.000 toneladas
de peso muerto. 197
62. El Corrales que ha venido a morir, fue barco peliculero. 200
63. Don Antonio Cuervas-Mons, figura entrañable de la marina
cántabra, ha muerto. 202
64. La marcha del tiempo. 204
65. Los submarinos franceses no son novedad en nuestro puerto. 206
66. El trasatlántico Rangitiki llega hoy a morir a Santander. 210
67. El Venezuela. 215
68. El gánguil Somo. 218
69. Entrevista: La preparación de “Naufragios” descubrió a los
noruegos la aparición de un barco “traspapelado”. 221
70. El tercer Scharnhorst llega hoy a nuestro puerto. 223
71. Tropiezos en primavera. 228
9
72. El viejo Peña Cabarga. 232
73. ¿Cómo se ha podido perder el Castillo Montjuich?. 235
74. Último viaje de José del Río. 241
75. José del Río, marino y poeta. 243
76. Rapsodia sueca. 247
77. Un nuevo Santander sobre las olas. 250
78. Al margen de la tragedia del Bonifaz, medio siglo de abordajes
catastróficos en la matrícula santanderina. 256
79. El Devonia, de transporte de tropas a buque de pasaje. 260
80. El primer barco de vapor que entró en nuestro puerto fue el Liverpool. 264
81. El trasatlántico holandés Statendam, el mayor buque entrado
en nuestro puerto. 270
82. El Reina Governedora, el primer buque de guerra que entró
en nuestro puerto. 275
83. El acorazado inglés Royal Oak, el mayor buque de guerra
llegado a Santander. 280
84. Requiem por un vapor: el Peña Rocías, escuela heróica de
capitanes y pilotos. 284
85. El Monte de la Esperanza, antes que frutero fue barco de guerra USA. 287
86. Hace 50 años que el Alfonso XIII se hundió en nuestra bahía. 291
87. Las visitas de la armada alemana a Santander. 295
88. El cuarto Sardinero es el mayor barco de España. 300
89. Un libro y un barco. 306
90. La pérdida del Monte Palomares técnicamente inexplicable. 308
91. Tres Alerta en la marina de guerra española. 315
92. Aquel Gripsholm que repatriaba prisioneros. 320
93. Otro viejo caballo de la matrícula está muriendo en Parayas,
el María Elena. 324
94. Adiós a la Ría de Solía. 328
95. Submarinos en la bahía. 333
10
96. Dos meses de sol y de luz. 337
97. Veleros en la bahía. 339
98. Un viejo al sol. 345
99. La matrícula santanderina. 349
100. El primer noroeste y el último Silda. 353
101. Ahí viene un barco de 48.000 toneladas. 356
102. A cuento de ese Montañés que ha sido noticia estos días. 360
103. Tres Río Besaya en la matrícula naval montañesa. 364
104. Barcos rusos en Santander. 367
105. Dos Río Asón en la matrícula naval de Santander. 371
106. Entrevista: “Nueve historias de barcos”. 374
107. Entrevista: El papel de la Marina en la guerra civil española 378
108. Entrevista: “Balleneros cántabros” recoge toda la actividad
ballenera de nuestros marinos. 381
109. Entrevista: Rafel González Echegaray historiador del mar. 384
110. Entrevista: 86 años de la tragedia del Machichaco la historia opina. 387
111. Reglamento. 388
112. La marina romántica. 389
113. Barcos. 393
- Epílogo 395
- Agradecimientos 396
11
12
PRÓLOGO
Si tuviera que definir el mar en una sola palabra yo diría SALITRE, éste vocablo
define la esencia de todo aquello que abarca el extenso tema marítimo.
Si tuviera que citar un solo nombre entre quienes nos transcriben los hechos y
vicisitudes de la mar, mencionaría a Rafael González Echegaray. Nadie como
éste historiador marítimo, relató mejor las semblanzas de mares y barcos.
13
NUESTRO PADRE
Y es que nuestro padre y los barcos, o los barcos y papá eran uno. Siempre en
el mirador, gemelos en mano ante la llegada de un nuevo visitante de acero con
sus bocanadas de humo, del que seguramente ya se sabía la vida y milagros y
sino poco tiempo le iba a faltar.
Los domingos por la mañana, ya una vez atracado en los muelles, acudíamos
todos, incluida nuestra madre, a darle la bienvenida y mientras nosotros
jugábamos subiendo las montoneras de minerales o dragados de la bahía,
nuestro padre lo observaba en silencio de proa a popa, de quilla a perilla y si
algo le parecía oportuno, en un aparte y solo a ella, le comentaba a nuestra
madre algún misterio del nuevo visitante como premio a su compañía fiel.
Allí encontró uno de sus hijos la vieja pipa de algún marino de levita que en
una de sus guardias acabó con cazoleta y caña al mar. Ni que decir tiene que
rápidamente fue requisada por nuestro padre para acabar sus días en el Museo
Marítimo, como debía de ser.
Pero nuestro padre no fue un observador sin más de los acontecimientos que
se desarrollaban en torno a nuestra tacita de plata. Sino que de una manera u
otra participaba y nos hacía participar, quisiéramos o no, de su día a día y devenir
histórico. Si el visitante de acero era de calado, todos pegados al cristal del
mirador asistíamos a las operaciones de arribada y júbilo cuando ya asomaba
su proa pasadas Las Quebrantas. Otras veces acudíamos “al cementerio” de
Parayas, seguramente para que papá se quedará con la última imagen y diera el
14
último adiós a algún viejo amigo suyo de acero y salitre al que ya previamente
en su última singladura había visto subir camino al desguace.
…Y es que papá y los barcos, o los barcos y papá eran uno. Durante una
temporada, nuestra madre pensó que no estaría de más combinar nuestras
salidas por el puerto con alguna excursión por la provincia. La alarma debió de
sonar en el interior de papá y rápidamente agudizó el ingenio para arreglar la
situación de forma salomónica. Así que desde entonces nuestras excursiones
se dirigieron a playas de Cantabria en donde mientras nosotros recogíamos
boyas de cristal errantes de barcos de pesca en la playa, fósiles o conchas
marinas, papá , podía escudriñar el horizonte en busca de algún buque. Otras
veces llevábamos cada hijo un barco de plástico que amarrábamos de proa y
procedíamos a botar cuando llegaba la ola en carrera frenética que alguna vez
terminó con remojón y rescate. El que relata estas pobres líneas da fe de ello.
Podría contar muchas más cosas de papá y los barcos, o los barcos y papá, pero
creo que es el momento de que él, con su pluma, sea el encargado de narrar,
como nadie, cosas de sus amigos de acero y mar.
Estoy seguro de que si mientras lees sus escritos a son de mar y haces un
pequeño esfuerzo, entornando junto a nosotros un poco los ojos, todavía lo
podremos ver gemelos en mano dando la bienvenida, en imagen eterna, a algún
buque mientras asoma por la bocana del puerto.
15
INTRODUCCIÓN
16
eran crónicas marítimas con carácter nacional, la mayoría de ellos recogen
el sentir diario del puerto de Santander y su bahía, los acaecimientos
marítimos ocurridos en aquellos años a lo largo de la costa de Cantabria,
los hechos relacionados con las líneas marítimas de navegación a América,
con las propias navieras y sus buques. Todo ello sazonado con su estilo tan
personal, que hacía que cualquier aficionado a la mar y los barcos disfrutase
enormemente con su lectura.
Hoy en día ese libro, como la mayoría de los suyos, está agotado, pudiéndose
únicamente encontrar en alguna biblioteca y solo para consulta.
Como el pescador que espera que haya buena pesca, fui a la Biblioteca
Municipal de Santander en busca de localizar alguno de sus artículos,
comencé a revisar la prensa local desde 1950. A partir de entonces
consultaba principalmente bibliotecas que tuviesen fondos de prensa y
revistas de esa época como la biblioteca de la Cámara de Comercio de
Santander, la del propio Museo Marítimo del Cantábrico, la Biblioteca
Nacional de España en Madrid además de rastrear por Internet todas las
ediciones susceptibles de tener algún artículo suyo.
Como es natural había días que “pescaba” bastante, otros poco y otros
nada. Hubo momentos tediosos al no encontrar fruto, sobre todo en los
tiempos coincidentes con su actividad política. Momentos frustrantes
debido al estado del original que encontraba, con palabras incompletas por
pérdida de tinta, unión de hojas con pérdida de texto etc.. que me hacian
volver a consultar los originales y al tiempo consultar a amigos marinos para
completar una palabra o una frase.
17
La familia González Echegaray, en un gesto que les honra y agradezco,
me proporcionó catorce artículos de Rafael relacionados con Cantabria,
alguno valiosísimo con referencia a la historia de Santander. Muchos de
ellos sin fecha alguna, ni indicación del medio donde fueron publicados.
Con la novedad del descubrimiento, al leerlos, de un tipo de firma que hasta
entonces no conocía. Conseguí fechar algunos de ellos, bien porque los
pude localizar a través de ese nuevo tipo de firma, bien por la lectura del
propio texto del artículo.
Los artículos aquí recogidos vieron la luz una sola vez, algunos de ellos hace
casi setenta años. Son crónicas portuarias y marítimas de otro tiempo, de
otra sociedad, de otro Santander que ya no existen. Tenemos, por tanto, la
oportunidad de viajar con ellos en el tiempo a aquellos años y saborear un
ambiente que fue y no volverá.
18
En este entrar y salir de nuestros amigos los barcos, por entre Latas y la
Magdalena, está la historia misma del puerto y de la ciudad. Llegan, descansan, pasan
lamiendo la raya rubia del Puntal y se van.
En los periódicos viejos y en la memoria de “los más viejos”, es donde queda
apenas un pequeño rastro del suceso.
……………………………………………………….
19
20
1.- Los barcos en la noche en que el fuego arrasó Santander.
Santander estaba viviendo los minutos preliminares de uno de los episodios más
luctuosos de su historia; se acercaban en el reloj las horas trágicas(1) y el puerto,
que es la ciudad misma hecha mar por imperativo de su destino lógico, daba la
nota apocalíptica más impresionante en aquel pandemónium que iba a borrar en
solo tres fechas toda la herencia visible de siglos de la vieja villa.
(1) El fuego se inició sobre las 22 horas en el número 20, hoy entre el 11 y 13, de la calle Cádiz de Santander.
21
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Aquel día, que yo recuerde, estaban en Santander los mercantes Nuestra Señora
del Carmen, Caruso, Cabo Villano y Turia, el petrolero de la Armada Plutón, el
guardacostas Uad Martín y la inexcusable gente menuda del pequeño cabotaje,
entonces todavía con su buena ración de pataches en retirada.
El Nuestra Señora del Carmen, era un turret -uno de los dos últimos turrets
que existieron en la flota mercante española-, antiguo Diciembre de la vieja
Compañía Bilbaína de Navegación, que navegaba entonces al carbón y al fosfato
con su aspecto vetusto y estrafalario causando asombro y admiración entre
propios y extraños. Estaba aquél día atracado en el muelle longitudinal de Maura
y allí probó la excelencia del escantillonaje de su chocante construcción –una
especie de catafalco flotante– aguantando impresionantes tarascadas sobre el
cintón de la línea. Fue un testigo bien cercano al brasero y de auténtica excepción.
Aún sobrevivió bastantes años hasta que el 27 de enero de 1963, estando
descargando carbón en la ratonera de Vallcarca, un levantazo lo echó a las peñas
y allí mismo se desguazó.
El Cabo Villano estaba atracado en el primer tramo del muelle largo de Maliaño.
Era uno de los mejores barcos de la Vascoandaluza que hacían navegación de
altura. Se había construido en Cádiz en 1920 con su gemelo el Cabo Espartel, y
cargaba sus buenas 5.500 toneladas. Tenía una chimenea muy larga y recta; y
en 1925 le habían cerrado las cajas poniéndole cubierta corrida. Sorprendido
(1) Se refiere a Angel Álvarez de Avilés, que al igual que otros familiares era conocido como “El
difuntín” debido a los negocios funerarios de la familia.
22
1.- Los barcos en la noche en que el fuego arrasó Santander.
por el Alzamiento en Sevilla, navegó bajo bandera alemana con los nombre de
Contra y Waltraud, y nada mas reincorporado a la vida pacifica, tuvo que empezar
a navegar a la Argentina para ayudar al abastecimiento nacional. Aquí estuvo
descargando el 15 de febrero, y aquí estaba viviendo, sin saberlo, sus últimos
días. El 30 de mayo de 1942 zarpó de Buenos Aires con un completo de trigo
para España, iba a Las Palmas y fue sorprendido por un temporal. No se volvió a
saber más de él, se lo tragó la mar sin dejar el menor rastro, suponiéndose que
se perdería por corrimiento de la estiba de cargamento en las bodegas. Lo
mandaba D. José Odriozola. Fue el precedente inmediato de la desaparición
del Castillo Montjuich en circunstancias muy parecidas, si bien el Cabo Villano
tuvo menos resonancia entonces porque andaba la guerra de por medio…
23
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Incomunicada la ciudad con el resto de España desde la media tarde del sábado,
y desprovista totalmente de fluido para las emisoras locales de radio y telegrafía;
el abandono y la soledad de Santander, con su enorme tragedia, era completo.
El gobernador recurrió al envío de un propio en motocicleta hasta Burgos y al
empleo de las únicas emisoras disponibles con energía propia a bordo de los
barcos surtos en la bahía, la del Plutón y la del Turia.
A todo esto, el Plutón ya había pasado sus buenos apuros. Estaba fondeado
aproximadamente frente las Hueras y desde el atardecer había empezado a
garrear con las dos anclas. A la media noche las perdió por completo con parte
de sus grilletes, y uniendo la angustia de sus pitadas –se oían desde toda la
ciudad– al concierto espantoso de los elementos, se fue a asentar sobre la
restinga exterior del malecón de Puerto Chico, no sin antes embestir la terraza del
Club Marítimo, desde donde presenciaban los acontecimientos el Comandante
de Marina D. Alfredo Nardiz y el Práctico del Puerto D. Joaquín Diez. Allí quedó
varado el Plutón sobre el desaguadero de las alcantarillas hasta que a la pleamar
pudo flotar y trasladarse, con no poca suerte, hasta el muelle de Calderón.
24
1.- Los barcos en la noche en que el fuego arrasó Santander.
El comandante del Plutón trataba de conectar por radio con la estación central
de la Marina de Guerra de la Ciudad Lineal en Madrid, para dar cuenta de lo que
estaba ocurriendo en Santander. Tras no pocas dificultades, a la madrugada del
16, conseguía establecer contacto y enviaba, confidencialmente al Estado Mayor
la noticia: Santander estaba desapareciendo por minutos.
Más fácil que el contacto del Plutón fue el que lograra el Turia. Este barco había
permanecido atracado al muelle y por lo tanto el acceso a su bordo y su enlace
con el gobierno de la población resultó más sencillo.
El Turia desde las once de la noche empezó a lanzar llamadas por la banda de
socorro; un caso insólito porque el uso de la radio por los barcos mercantes está
proscrito dentro de los puertos, pero la cosa no era para menos. En aquellos
días todos los mercantes y particularmente los neutrales, navegaban sordos y
mudos, con las estaciones de radio clausuradas por las exigencias imperativas
de la guerra. La llamada del Turia, muy débil, apenas era escuchada y vino a
interferirla en el aire y en la propia banda de socorro la del Monte Ayala, que
había sido sorprendido por el temporal frente a las costas gallegas y terminó por
embarrancar en las proximidades de la entrada de la ría de Vigo. El telegrafista del
Turia intentaba comunicar son la Costera de La Coruña sin conseguirlo.
25
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Pocas horas después el Uad Martín conseguía enlazar, a su vez, con las Costeras
de Igueldo y Galea.
A los pocos días llegaba el Canarias y atracando en los restos de la vieja machina
de los correos, empezaba a dar luz a la ciudad en sombras. Los barcos mercantes
testigos de la tragedia, con sus grandes banderas españolas pintadas al costado,
fueron saliendo uno tras otro a la mar a seguir en la noria de su vida carreteril como
si nada hubiera sucedido; el episodio del fuego de Santander había terminado.
26
2.- A falta de muelles
Los tiempos cambian y las situaciones más aún; hoy nos empachamos de
mercancías por causa de esta anemia perniciosa de falta de muelles que se
revela en cuanto se pretende someter al puerto a la digestión de una comida
extraordinaria con algunos platos, algunos barcos de más. El prolongado
27
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
28
3 .- Ya volvió el Pinzón
Se nos hace raro el vacío del cañonero, porque desde hace ya algunos años
es forzosa la silueta gris de un barco de guerra. Santander, en sus días de
verano, fue siempre base improvisada de muchos y variados pabellones
de guerra. Recordemos aquél 25 de julio de 1929 con cuatro acorazados
29
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Pero una cosa son las maniobras de otoño y las visitas de cortesía, y otra el
destacamento fijo. Cuando la primera guerra el Bustamante y el Cadarso,
dos preciosos destructores, avanzada del plan Maura, fueron destinados a la
vigilancia de la neutralidad de nuestras aguas. En la segunda también hubo
dos destructores, éstos del plan Ferrándiz, con la misma misión. Y después
en la paz, vinieron los minadores, esos engendros de la arquitectura naval,
que de lo único que tienen algo es de cañoneros, y haciendo honor a ello
han dejado paso libre desde primeros de año a este auténtico cañonero con
reminiscencias de minador.
30
3 .- Ya volvió el Pinzón
Y claro está, tanto ha tardado el Vicente en esta su última excursión, que hasta
nuestro viejo amigo Tritón nos ha visitado una vez para consolarnos.
31
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
4.- TRECE...
Revista Economía Montañesa. Edición especial con motivo del centenario de
la Compañía Trasatlántica Española.- Agosto 1950
32
4 .- Trece...
labor.
La chimenea era única y con la misma caída airosa del aparejo. La cubierta de
botes, sola sobre la superior, corría por el alcázar orlando de blanco la silueta
prócer y garbosa del correo pintada de negro, todo él sobria seriedad.
33
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
“Lo que cortó la palabra en la boca de Pachín y la respiración en sus pulmones y hasta
el circular la sangre en sus arterias no tiene nombre en ninguna lengua conocida…”
Así habla del Alfonso XIII nuestro don José María de Pereda en su patético
“Pachín González”, lo más dramático y conmovedor de su maravillosa
herencia. Don Claudio López Brú mandó colocar en la cámara del Alfonso XIII
una placa que decía así:
34
4 .- Trece...
35
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El nuevo Alfonso XIII había sido construido en 1891 por los mismos astilleros
que lo habían sido del primer Alfonso XIII: Denny & Brothers. Desplazaba
8.062 toneladas, registrando 7.796 con 160 metros de eslora y de apariencia
más moderna que su antecesor. Tenía dos palos y dos chimeneas en caída
y se construyó con el nombre de Scot primero y Orcades más tarde para la
Bermuda Atlantic.
36
4 .- Trece...
37
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
La llegada del Alfonso XIII..., la salida del Alfonso XIII…, y en la plenitud del
puerto, cuajado de vapores, Santander iba creciendo.
38
5 .- Una santa más
39
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
40
5 .- Una santa más
41
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Desde que la canal empezó a replegarse a sus justos limites y los muelles
se acercaron a las naves fondeadas, mientras las ultimas fragatas se iban
haciendo raras entre los vapores aparejados aun con jarcia velera de
respeto, en la familia náutica, más rica cada vez de contraseñas y tonelaje,
había galgos de chimenea negra y proa de violín que pronto se hicieron
consustanciales a la vida progresiva entonces de nuestro puerto.
42
6 .- Nuestra Trasatlántica
Y así fueron pasando años y más años. Las generaciones de los barcos
de la Trasatlántica, la nieta sobrenatural de las generaciones de marinos
montañeses, iban sucediéndose sobre el azul dudoso de nuestras aguas, que
ya conocían los progresos alarmante de las naves trasatlánticas holandesas,
francesas, inglesas, alemanas…
Vino una guerra y una paz crítica con quiebras y muerte en los negocios.
España se iba quedando rezagada sobre las aguas y fue condenada nuestra
flota mercante a navegar por la estela que dejaban tras si los demás
pabellones. La Trasatlántica fue replegándose en los mares, y al llegar la hora
turbia de nuestra guerra civil, aún se activaba la alegría de nuestros muelles
con el relevo incansable – popas de crucero y pitadas graves y solemnes – del
Colón y del Trece (entonces ya absurdamente Habana).
43
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
44
7 .- Los Canadienses
Pero no olvidemos que del imperio británico ya solo quedan recuerdos y que
el Canadá es hoy una potencia marítima de primer orden. A la “red ensign” de
la omnipresente British Mercant Navy le ha nacido un escudo abigarrado y ha
dejado de ser inglesa, y esta vez en serio.
45
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
En este aburrimiento forzoso tenemos tiempo para pensar sobre ello, mientras
hacemos votos porque vengan siquiera de vez en cuando.
46
8 .- Torras y Bages
Hacía bastante tiempo que el Torras y Bages no venía por Santander, y nos ha
sorprendido con su duro peregrinar invernal macheteando nortes de proa y a
lo largo de la costa de Portugal y deshilvanando la peligrosa urdimbre de los
faros gallegos hasta remontar la Estaca. Con un ligero resuello, que tomó de
descanso, al socaire de las Cíes, se nos llegó a reposar sobre el gris verdoso
de la bahía difusa de contornos helados en estos días con temporal del primer
cuadrante.
47
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Porque, aunque en esto del vivir no hay fechas ni edades viejas, se piensa
lógicamente que, remontando el Cabo de Buena Esperanza, los días van a
menos con prisa.
Ya solo son dos, dos venerables reliquias, los cargueros puros que le quedan
a la Trasmediterránea: el Torras y Bages y el Jacinto Verdaguer. También hay
otro más, el grandullón ex alemán Generalife, pero tiene la chimenea pintada
de amarillo, esto es, se ha pasado al bando de los correos. Con la chimenea,
la parte más noble estéticamente del barco, pintada en negro y franjeada
en rojo solo quedan ellos. Hace unos veinte años aun eran legión los “ríos”
que barajaban el cabotaje y aun gran parte de los correíllos conservaban
igualmente el hábito negro en sus cascos y chimeneas.
Pero los “ríos” desaparecieron, y entre ellos el Río Besós ex montañés Peña
Sagra, con la sola excepción del Río Francoli, y éste y los correos cambiando
el tono de su ropaje por la euforia desbocada de esmaltes blancos y amarillos.
El Torras con su amplio castillo que se extiende hasta la bodega del 1 y su palo
mayor adosado al alcázar, conserva una silueta inconfundible y única en toda
nuestra marina mercante. Los modistos de la arquitectura naval, los suecos,
lanzan ahora como ultimo alarido de sus motonaves epatantes, eso del castillo
corrido hasta el trinquete que arrastra el Torras con sus cincuenta años. ¿No
quisieron los parisinos volver a la moda femenina del polisón y la falda larga?.
48
8 .- Torras y Bages
49
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
9.- AVERÍAS
Diario Alerta, 30 de diciembre de 1950
Y así pasean por los siete mares tantos barcos, sus bulbos abollados y sus
tajamares maltrechos, pidiendo un comentario de conmiseración ante su dolor
de mutilados. Las grúas de los puertos y los cintones de los muelles saben en
su propio ser del estrujón violento de las moles de acero que se atracan lentas,
inexorables, pulverizando defensas en su abrazo entre crujidos y estrépito.
Pero las machinas son más sufridas y pacientes que los hombres; ellas no se
quejan del maltrato, y muestran sus desgarros con la naturalidad sencilla de
los buenos, sin estridencias ni patente de mártires. Son los hombres los que
revuelven con fruición en las heridas, buscando el germen supuesto causante
del percance; y entonces – siempre aparece alguien para cargar con la culpa
– arrojan sobre él toda la bilis de la envidia y el rencor que por desobediencia
divina nos profesamos los humanos.
Los capitanes o los maquinistas, los prácticos o los pilotos…, a veces los
armadores, son los ineptos, los únicos responsables de aquel desaguisado;
quizá para que se hable de ellos, siquiera una vez en la vida, es necesario
que su barco sufra la desfortuna de un percance; entonces recogerán el fruto
50
9 .- Averías
que produce el amor del prójimo; ese prójimo cuanto mas inútil y ajenos a la
mar, mas mordiente y cruel, convertido en anatema, mientras se dogmatizan
maniobras impecables con la cucharilla y el terrón de azúcar sobre el mármol.
51
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
52
1 0 .- La primera bandera alemana que ha entrado en nuestro puerto
COMPETENCIA JUSTA
Todo es cuestión de sustituir la mano de obra con los últimos adelantos navales,
de perder inicialmente varios millones, y de que los oficiales (mercantes y de
guerra mercantizados) con la mano negra del hambre al cuello, se resignen
a tesar estachas en la maniobra. La competencia no es muy leal, pero es
justa, y además es la única puerta de escape que le ha quedado a Alemania,
derrotada exclusivamente por su terrestrismo crónico y su visión homeopática
de la guerra marítima.
53
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Una bandera alemana un poco postiza, pero alemana al fin. Desde que el
antediluviano Elisabeth entró con chatarra en febrero del año pasado, todos los
que nos han visitado han venido arbolando a popa la insignia que los vencedores
impusieron. La letra C del Código Internacional, corneta en vez de cuadra, para
su mejor reconocimiento: azul, blanca, roja, blanca y azul en franjas paralelas…
Todos los marinos germanos estaban esperando la hora de que los levantaran el
castigo; por eso llevaban los colores provisionales impresos en una plancha fija
sobre el asta, pero conservando la driza para los colores prusianos en el día en
que llegara el radiograma de amnistía. Y ese día ha llegado con remembranzas
de la anterior postguerra, porque la bandera que desde el día 24 de febrero
pueden arbolar los barcos de la Alemania Occidental es la de la Constitución
de Weimar, la republicana, negra, roja y amarilla, a la que nunca fueron muy
devotos los hombres de la mar que, lejos de los problemas políticos, viven
estrechamente emparentados al lenguaje de las banderas y contraseñas.
54
1 1 .- El barco que ha llegado con trigo
Ya tenemos, por fin, aquí al barco del trigo. El Monte Oiz hizo su aparición con
desgana, aburrido de agotar demoras en los puertos franceses, y con poco
más de media carga. Por esta razón, el Monte Oiz no ha entrado en carácter,
y es que la nota peculiar de los dos grandullones de la serie O –el Monte Oiz
y el Monte Orduña– es la estilización desproporcionada de su silueta cuando
navegan con el agua a las marcas de verano, apenas si ofrecen dos metros
de obra muerta sobre su flotación. Y se entierran en el seno de las mares que
barren la cubierta corrida con una facilidad pasmosa.
Malos barcos para la mar son esta pareja de gigantes de nuestra achacosa
flota mercante. Fueron construidos en Inglaterra, en el año 1922 para una
naviera holandesa, que los pensaba dedicar a la carrera de las Indias;
entonces se llamaban Schiehaven y Delfshaven.
55
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Antes de su primer viaje los compró sir Ramón, y fueron entonces el Agire-
Mendi y el Ariaga-Mendi. Dos guayabos flamantes en el prolífico rebaño
bilbaíno de Sota y Aznar.
Por aquellos sus verdes años, eran barcos de patas, como se dice en la
mar. En los cajones de la mesa de cartear del Orduña hay diarios viejos con
singladuras de hasta trece y catorce nudos. Pero de eso ya no queda más
que el recuerdo. Los apuros de la crisis los apagó una de sus tres calderas
que devoraban fuel-oil, y la guerra después, los racionó a carbón con su
igualitarismo implacable, los condenó a las fatigas desiguales del horroroso
carbón asturiano, como el último “candry” del siglo pasado.
Los dos O habían dejado ya de ser unos señoritos del mar; con muy pocas
cosas buenas, y muchos defectos a flor de piel. Porque se empezaron
a acostumbrar a andar ocho millas con mar bella y, francamente, no
compensaban así la pesadilla de sus cubiertas, convertidas en playas batidas
y su centro en una piscina espumeante, en donde los tripulantes se dedicaban
al bonito deporte de jugarse a cara o cruz un peligroso sustento.
Pero son muy buenas las nueve mil toneladas de sus cinco bodegas, ahora que
nos hemos quedado en “tramps”, como vulgarmente se dice con lo puesto.
56
1 2.- Escuelas de vela
Uno de los pequeños problemas de los que los técnicos navales hacen
castillos ha sido y, algo pasado de moda, sigue siéndolo el de dilucidar
la preferencia del velero como buque escuela en las distintas Marinas
del mundo. Unas lo rechazaban de plano, Inglaterra, Francia y el Japón
por ejemplo; otras lo conservaban, como Italia, Dinamarca y Alemania.
Después de la guerra, los Estados Unidos, amos de la mar, en absoluto ya
que instruían a sus guardiamarinas y marineros en buques de la escuadra, y
se han asignado para el Coast Guard, en el reparto de los restos de la flota
germana, el hermoso brikbarca Horst Wessel, que hoy es el Eagle.
57
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
58
1 2.- Escuelas de vela
59
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El Pinzón deja un hueco, un estupendo hueco, para los barcos del comercio,
que siempre tienen prisas de magnífica paz, y se larga cuatro días de picos
pardos desde Cabo Peñas a las “banchas” de Pasajes, en un monótono
cabotaje de ir y venir con aire de centinela fusil sobre el hombro. El viernes o
sábado, a más tardar, ya está de vuelta encontrada en el horizonte minúsculo
de la boca del este. El domingo lo hizo el Señor para descansar, y el Pinzón, el
barco de guerra que más navega en España, guarda el precepto en nuestras
aguas con escrupulosidad simpática.
60
1 3 .- Más cosas del Pinzón
Es un santanderino adoptivo este Vicente, y con todos los honores. Aquí nos
gustan los barcos bonitos, que no en balde tenemos solera de escuadras con
engalanado general, e insignias reales de todos los colores del globo. Somos
un poco escogidos en esto del catar barcos, y por eso a este cañonero, peón
decoroso del paisaje dominguero de nuestra bahía, lo hemos dado el placet
de corazón, sinceramente. Por lo menos es decorativo.
Y yo no sé porqué me enfado conmigo desde que dije alguna cosa de él, allá
por julio del año pasado. Y se figura que cuando nos crucemos “al opuesto”
me mirará de reojo seriamente y hasta estoy tomando miedo.
Bueno, amigo Pinzón, no, las cosas hay que tomarlas alegremente y yo te
prometo una buena amistad. Que además, aunque no lo creas, ha existido
siempre. Lo demás son “cosas de las machinas” sin importancia.
61
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Aquí sabíamos antes mucho de barcos, pero la guerra nos ha dejado al borde
del mundo y estamos castigados al carrusel monótono de “Montes” y “Cabos”,
olvidados ya de puro sabidos. Y al mismo tiempo que hemos perdido de vista los
colores familiares de la Trasatlantique, la Amerika o la Hamburguesa, nos hemos
sumido en la tranquilidad provinciana del cabotaje y el carbón asturiano.
A la vista del Peconic Bay y de algunos otros que le han precedido, la gente
se hace un taco: que si “victory”, que si “liberty”… y hay quién cree que
todo lo standard construido en Norteamérica durante la guerra pasada, es
forzosamente “liberty”.
62
1 4 .- ¿ Liberty o Victory?
63
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Todos los “liberty” andan once nudos escasos, tienen una eslora de 441,6
pies, cargan 10.800 toneladas, registran 7.170 de arqueo bruto y 4.380 netas.
Llevaron, cuando la guerra, nombres de personalidades que contribuyeron a
la historia y cultura de América y de marinos mercantes muertos en actos de
servicio. Los del subtipo EC2-S-AW1 tenían nombres de los más importantes
yacimientos de carbón de Estados Unidos (con la palabra genérica “Seam”).
Los “victory” son más modernos que los “liberty” y su construcción data de
1944 a 1946. El prototipo es el VC2-S-AP2; éste buque es de turbinas (el
“liberty” es de máquina de triple expansión). Existen el subtipo VC2-S-
AP3, más potente que el anterior, pero de igual aspecto, el VC2-M-AP4, de
motor diesel, y el VC2-S-AP5, que se construyó para usos de la Marina de
guerra. Todos ellos cargan unas 11.000 toneladas, registran 7.600 brutas y
4.600 netas y andan de 14,5 a 18 nudos, según el subtipo. Los 34 primeros
que se construyeron llevaban los nombres llevaban los nombres de las
naciones unidas seguidos de la palabra “victory”. Luego se hizo una serie
de 160 que llevaron nombres de ciudades y villas de EE.UU., también con el
sufijo “victory”, y, finalmente, los últimos llevaron nombres de colegios y
universidades norteamericanas con la misma palabra. No obstante, los del
subtipo VC2-S-AP5, cuando sirvieron a la Armada yanqui, tuvieron otros
nombres particulares sin el apellido característico del tipo.
A Santander nos han llegado siete “libertys” Z-EC2-S-C1, dos “victorys” VC2-
S-AP2 y dos “libertys” canadienses. Los “libertys” han sido el Louis Hennepin
con bandera yanqui, que hizo el número 40 de los de su tipo y fue terminado en
mayo de 1943; entró aquí el 3 de abril de 1947. El 4 de 1949 entró el holandés
Lissekerk, antiguo Reinhold Richter, que entró en servicio en octubre de 1943
64
1 4 .- ¿ Liberty o Victory?
65
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
No solo han sido libertys o victorys los barcos standard de la guerra pasada
que han visitado nuestro puerto. Hay una numerosa familia de costeros que se
construyó en aquella época, de muy diversos modelos, de los cuales han venido
a Santander dos tipos.
Eran éstos los del tipo Coastal Núm.3. Tenían la máquina de vapor y, al centro,
la chimenea corriente y con sombrerete, la cubierta de cajas, y como nota
66
1 5 .- Más barcos standard
Del subtipo N3-S-A1 han venido el Anthony Enright, el Asa Elreidge, el Jessie
G. Cotting, el John W. Arey, el Rodney Baxter, el William Bebster, el William
Homan, el Sanuel Very y el Richard Bearse. Todos ellos subieron al Astillero, y
uno solo entró de arribada por avería en la maquina y estuvo atracado varios
días en el saliente de Maura. Casi todos llevaban la chimenea pintada de rojo
con franja superior negra.
67
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
68
1 5 .- Más barcos standard
Una primera serie tenía nombres de nudos marineros, luego se construyó otra
con el distintivo Coastal precediendo a un nombre, después otra que era toda
con bodegas refrigeradas, que llevaban el sufijo Reefer. Otra con el prefijo
Hickory y finalmente, una muy numerosa sin nombre identificable.
69
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Ha entrado, unas horas tan solo, el Villanueva, uno de los dos fruteros en
servicio que le han quedado a la Empresa Elcano, que acaba de vender el
Villagarcía y el Villaviciosa a la naviera portuguesa Carregadores Açoreanos,
rebautizándolos Lagoa y Sete Cidades. El Villaviciosa nunca estuvo en
Santander, pero el Villagarcía entró tres veces el año pasado.
Los “villas”, que constituyen la serie A del programa de la Empresa Elcano, son
una reproducción exacta de la serie A que inició la Cofruna con los Alcalá, los
Almadén y Almazán, que se construyeron en Cádiz. Solamente se distinguen de
70
1 6 .- Una flota frutera
La flota frutera española cuenta con otro segundo tipo standard del que
participan la Naviera de Exportación y la Marítima Frutera. Este otro modelo
de buque es sensiblemente análogo al anterior en características de tonelaje,
dimensiones, etcétera, pero el diseño es bastante más airoso y elegante. Los
de la Naviera de Exportación son los Benidorm, Benicasim y Benicarló. Los de
Pinillos el Tajo y el Segre tienen la chimenea en caída, un pequeño castillo y
las superestructuras del alcázar central más aligeradas, por no llevar en ellas
las carboneras que son típicas de la serie A, y que dan una sensación masiva a
la silueta.
La diferencia entre los buques de esta serie solo radica en los colores de la
contraseña sobre la chimenea amarilla en todos ellos. Los “beni” la llevan
blanca con doble diagonal azul y los Pinillos blanca también, cruzada en rojo.
71
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
72
1 7 .- La llegada del Kenuta
Esto nos ha pasado con el Kenuta, ese magnífico mixto británico, que ha estado
un día entre nosotros. Pero verdaderamente ha sido acreedor a la expectación
que había despertado el anuncio de su visita. El Kenuta es la última adquisición
de la Pacific Steam Navig. Comp., que encargó su construcción, y la de su hermano
gemelo el Flamenco, a los famosísimos astilleros de Grenock Dockyard.
u ue to enuta e a a tea a at on o an
73
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Pudimos ver que la disposición de sus palos es la clásica implantada por los
americanos en sus barcos durante la guerra pasada, sirviendo a tres bodegas
en proa y dos en popa; las bodegas de proa llevan dos entrepuentes y uno
las de popa con cierres metálicos. Los puntales (doce de cinco toneladas,
cuatro de diez y uno de cincuenta) forman un sistema completísimo para las
operaciones de carga y descarga.
74
1 7 .- La llegada del Kenuta
Resumiendo el Kenuta está aprobado. Tiene sus cosillas que son fruto de
la época, pero en general se mantiene dentro de las normas aceptables de
la estética naval. Y, además, su juventud flamante lo perdona todo. Porque
hasta el puerto rejuvenece con la llegada, demasiado esporádica, de algunas
de estas cosas que navegan a espaldas nuestras por esos mares de Dios. Es
lo menos que pueden hacer por nosotros, olvidados hoy en el mundo y aún
en España, estas navieras de solera, que siguen bullendo sin contar ya con
nuestro puerto. Recordar de vez en cuando que fuimos escala distinguida de
sus correos y obsequiarnos con la presencia de su contraseña, aunque solo
sea por compromiso y buena nacencia.
75
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Y estos dos gemelos –Cartes y Mercadal– cargan algo más de la cuenta, que
es moneda corriente, las quinientas. Alrededor de esta cifra de peso muerto, se
han ido creando familias de costeros conforme a los planos de construcción.
76
1 8 .- Otro costero el Mercadal
Todos estos V son de carbón, con castillo, proa lanzada, redonda y popa de
crucero. Pero hay otros dos, el Oro y el Plata, igualmente asturianos, que han
sido dotados de motor, y por ello han variado su silueta en algunos detalles.
La chimenea de éstos es más baja y proporcionada, y no tienen cubierta de
botes, los calzos van directamente sobre la toldilla.
El Altair, antiguo Maribel, formaba serie con el Linette, que también se perdió. Eran
motores y se diferenciaban de los Canopus en la popa, que en ellos era recta.
Los barcos construidos y armados por Suardíaz, con ligeras diferencias entre
si (los palos), tienen un dibujo típico, pozo a proa, motor y cubierta de botes.
Son los Chique, Manén, Juan Francisco, Cristina Suardíaz, Juan Riva y Ángel
Ramón. El Velazquez es del mismo tipo, pero un poco más pequeño.
Hay un numeroso grupo con saltillo y pozo a proa: los dos Medina Xauen
y Medina Tanya, gemelos entre si. El Andrés Rial, el Francisquita, el Soro y el
Merche (este último recientemente transformado), que presentan diferencias
varias.
77
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Los tres barcos de Coanmar, construidos en Gijón, son los más grandes de
todo este mundillo. De motor y cubierta corrida, con una silueta precisamente
inconfundible. Tan solo hay otro costero el María Noriega, de diseño análogo,
aunque por ser de vapor lleva la chimenea alta. Dos de ellos se armaron en
Santander (Peñón de Ifach e Islas Canarias) y el tercero (Islas Columbretes) en
Bilbao.
78
1 9 .- Banderas raras en nuestras aguas
79
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Vapor Lino matriculado en Montevideo y gerenciado por Modesto Piñeiro para la Montañesa
de Navegación
80
1 9 .- Banderas raras en nuestras aguas
Vapor Parayas con bandera uruguaya, de Luis Liaño Trueba, llevando el nombre posterior de
Aurora
La bandera de los cuatro cuadros y las dos estrellas es dueña de los siete
mares mercantilmente. A Panamá le resuelve, inesperadamente, un capitulo
de ingresos en el presupuesto nacional y no le da quebraderos de cabeza de
ninguna especie; ni siquiera siente la necesidad de una Marina de guerra que
lo proteja. ¿para qué?.
81
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Por eso hay tanta bandera rara por esos mares de Dios. Por eso y por este
sarpullido microscópico de nacioncillas en pañales o en taparrabos que le han
salido al planeta al terminar la guerra: Pakistán, Indostán, Israel, Birmania,
Siria, Indonesia, las Faroe, Abisinia, Islandia, Corea, Vietnam y los cien
Estados árabes, además de los restos del Conmonwealth definitivamente
desmembrados y con bandera propia.
82
20 .- Los bíceps de la marina mercante
La llegada del primer barco grande de la vieja naviera Hansa a nuestro puerto
después de la guerra, ha coincidido con la entrada en servicio de las nuevas
unidades de esta compañía, que solamente se encontraba al llegar la paz, con
cuatro barquitos menores de mil toneladas.
Aproximadamente en los mismos días en que el Lahneck –un nuevo Lachneck, que
el que conocíamos aquí se perdió en la contienda– navegaba rumbo a Santander
hace escasamente un mes, el Barenfels se inaguraba en su primer viaje de altura.
Existe otro barco mercante aun mejor dotado que el Barenfels para mover
grandes piezas. Es el noruego Christian Smith, que se construyó en 1947,
tiene 7.420 toneladas y lleva una cabria de trípode capaz de levantar hasta
220 toneladas, adosada a la cara de popa del alcázar, además de otros dos
puntales de 100 toneladas cada uno.
83
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
En el cabotaje los buques más grandes peor dotados son el Monte Contés, el
Cabo Toriñana y el Cabo Corona, con cuatro puntales, de dos en dos cada uno.
84
21 .- Nota
21.- NOTA
A eso de las once de la noche, la parte de popa fue localizada por el buque
sueco Gunny el cual tuvo que esperar al día siguiente para intentar el
salvamento, consiguiendo finalmente rescatar a sus tripulantes. La parte de
proa con nueve personas a bordo había desaparecido.
La tarde del 31 una avioneta Stinson del Aero Club de Santander, despegó
del aeródromo de La Albericia, con la intención de rastrearla en medio del
temporal, consiguiendo lo que no habían logrado los aviones de la base
de Matacán. A eso de las cuatro de la tarde localizó la proa del petrolero
semihundida a unas 60 millas al norte de Cabo Mayor, realizando varias
pasadas, a unos sesenta metros de altura, sobre la misma para confirmar la
existencia de tripulantes a bordo con vida.
85
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Lo que no cuenta Rafael en su relato es, que uno de los dos pilotos de la
avioneta era el propio Rafael González Echegaray
86
22.- Entrevista: nos satisface el hecho escuetamente deportivo de nuestra participacion en el hallazgo de la proa del Osthav
Protagonistas cercanos de ese hecho de mar, lo han sido don Jaime Yllera
García Lago y don Rafael González Echegaray, ambos pilotos de aviación que,
con la Stimson del Aero Club, lograron localizar la posición del la proa del
Osthav.
87
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
- ¿Y después?
- Tomamos altura hasta cuatro mil pies y trazamos una amplia espiral, luego
dimos rumbo al Norte, navegando durante diez minutos, al final de los cuales
pusimos rumbo Norte setenta y un grados al Este, volando en zigzag hacia la
zona que habíamos calculado, teniendo en cuenta el abatimiento del viento y
corriente podría encontrarse la parte de proa del Osthav.
- ¿Quién lo descubrió?
- No recuerdo ¡gritamos los dos a un tiempo!
88
22.- Entrevista: nos satisface el hecho escuetamente deportivo de nuestra participacion en el hallazgo de la proa del Osthav
- Entonces, ¿el Aquilón se sirvió de vuestro hallazgo para dar con la proa?
- Si, pero esto después de lo sucedido en la madrugada ya es viejo, ya no vale.
- No es poca satisfacción
- ¡Hombre! Y la felicitación del Capitán General del Departamento Marítimo
por nuestra pequeña proeza aeronáutica. Eso nos compensa de todo lo que
hubiéramos podido ganar y no hemos obtenido. Y, personalmente, el que
siendo Piloto de la última Promoción del Aero Club de Santander, haya podido
tomar parte en esta aventura llena de acción.
89
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
90
23 .- El accidente del Osthav nos prometía un nuevo caso de cirugía naval
91
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
92
23 .- El accidente del Osthav nos prometía un nuevo caso de cirugía naval
Los dos pedazos del Osthav se han ido a la costa, a una distancia de 70 millas
entre sí, y se dejan romper por la mar tendida del Cantábrico, mientras a los
astilleros del norte de España se les va escapando esta bonita oportunidad.
93
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Los dos últimos temporales nos han traído la novedad de unos barquitos
de motor con facha de holandeses y bandera hondureña, sin embargo son
alemanes de la Hansa.
El primero fue el Dione, que se coló corriendo del noroeste el día 3 a la una
del mediodía. El segundo el Doride, que entró espectacularmente anteayer a
las once, cuando el Sardinero estaba de gala con entorchados de espuma de
cabo Ajo a cabo Menor.
Son unos bonitos barcos de casco gris, máquina a popa y unas 750 toneladas
de carga, que han entrado en servicio el año pasado y están en la línea regular
con que la Hansa ha reanudado sus actividades desde los puertos daneses a los
del sur de Portugal. Y una de sus escalas de rigor es Ribadesella o Requejada,
94
24 .- Sigue el regreso de las viejas contraseñas
Porque la Hansa fue una de las más poderosas compañías alemanas desde
hace muchísimos años, con una magnífica flota de barcos exclusivamente de
carga, que se distinguían por su robusta construcción. Tenían la chimenea
negra con dos franjas rojas y en medio una blanca con la cruz en negro. Aquí,
a Santander, venían casi de continuo y ahí se quedaban en la machina de la
Monja, trabajando afanosamente con sus puntales, o subían a Astillero en la
incómoda ruta del mineral para Rotterdam.
El día 7 de junio fue su hermano gemelo Irán quien vino a dejar algunas
miserables partidas de carga general en el saliente de Maura, y el 12 de
diciembre llegó el Lahneck.
95
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Viene este nuevo Lahneck a sustituir a aquel otro tan conocido de nuestro
puerto, y es un producto de la reconversión de un casco noruego incendiado
durante la guerra el Nyko, salvado en 1947, reconstruido, rebautizado
Polykarp y vendido a la Hansa en 1950. Es de turbinas, quema fuel y tiene líneas
modernas y proporcionadas.
Ahora, con esta sinfonía de chubascos y estas mares en gris azotando el golfo
sin piedad, la Hansa nos presenta sus últimas “addenda”, el Dione y el Doride,
con los colores de Honduras a tope y la matrícula de Puerto Cortés sobre las
bovedillas. Cosas de la mar.
96
25 .- El minador neptuno en nuestro puerto
97
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
instaló el puente metálico que une los samsons que sirven para embarcar las
minas y que va instalado por la cara de popa de la chimenea.
A esos cuatro Júpiter sucedieron los dos Eolo (Eolo y Tritón), mas pequeñitos,
tan solo de 1.500 toneladas de desplazamiento, 84,73 metros de eslora,
11,74 de manga y 3,05 de puntal, también de 18,5 nudos nominales, armados
con cuatro cañones de 100 y con capacidad para 70 minas. En estos barcos,
que también han resultado de poco andar (12 ó 14 millas con temblores
alarmantes de chimenea y superestructuras). Se suprimió parcialmente el
sollado de minas, quedando la toldilla abierta y con el tren de minado al
descubierto, lo que ha suprimido las portas de lanzamiento que llevan en su
horrorosa popa cuadrada los Júpiter.
Los nuevos cañoneros Pizarro, también llevan un tren adicional de minas sobre
la toldilla.
98
25 .- El minador neptuno en nuestro puerto
Los Júpiter, únicos por su estampa entre todas las marinas del mundo, se
asoman, representados por este Neptuno, a nuestras machinas y nos muestra
el escandaloso puzzle de su proa y chimenea de destructor francés, su
puente de minador alemán y su popa rechoncha como la que los cruceros
yanquis aprovechan orlada de catapultas, para guardar cuatro aviones de
reconocimiento.
Puestos a ver cosas amarradas a nuestros muelles nos gusta mas el Legazpi
–reciente sucesor en esta casa del Vicente Yáñez Pinzón– que tiene solera en
la elegancia airosa de sus líneas. Y si Dios quiere, y el presupuesto lo permite,
algún día montara su artillera –la suya– y se convertirá en un modesto barco
de guerra aceptable.
99
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Ayer entró, por primera vez en nuestro puerto, uno de los nuevos motores de
Suardiaz: el Maribel Riva.
100
26 .- en a n e a flota er ante e a o a en antan er
UNA EXCEPCIÓN
Es muy probable que sea un excelente barco, y su tamaño –una auténtica
excepción en la flota mercante española– sea acierto. Lleva esta naviera un
largo periodo de entrenamiento manejando costeros desde los primitivos
Goya, los primeros costeros a motor, que no pasaban de la Estaca, hasta los
actuales Barcelona y Cajal, con cerca de mil toneladas de carga útiles y muy
posiblemente están bien estudiados desde el punto de vista comercial y
técnico, pero vistos por fuera, y así de repente, no nos satisfacen.
El Maribel Riva tiene un bonito casco “raised quarter”, una ampliación del de
sus hermanos menores de contraseña Juan Francisco, Juan Riva, Cristina
Suardiaz y Ángel Ramón, y además, lleva pasaje con bastantes comodidades.
101
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
de nuestros vapores mercantes, los que nacieron casi con el siglo, arrogantes,
próceres de arboladura, airosos de guinda y valientes como ninguno para
la mar –eran barcos que no se partían-, cascos afilados, mangas sutiles y
puentes bravos para hombres.
Así eran aquellos cargueros, los ancianos candrays, los changueros del
tramp, de quienes decía Rudyard Kipling que, esperando fletes lamidos
por todo los rincones del mundo, eran “como las desgraciadas mujeres que
esperan a la puerta del arsenal de Portsmouth la salida de los marinos el día
de paga”.
102
27 .- Sumergibles de España
La primera fue un U-Boot germano, que había sido hundido en las costas
canarias durante la pasada guerra y que ha sido reflotado felizmente. Se
ha incorporado del fondo y ha emergido disfrazado con pústulas de roña
y escaramujo, como un cadáver desenterrado. No sabemos como estará
por dentro, pero su facha externa, al margen de este camuflaje de caloca y
candeleros perniquebrados, da alguna esperanza de que pueda servir para algo.
LA SERIE D
La serie “D” iba a ser, en principio, de doce unidades. En el año 1934 quedo
reducida, sobre el papel, a seis. El año 1939 comenzó a construirse el D-3, que
se terminó en 1941. El D-3 se botó hace cinco años, y al fin se ha llenado el
dique flotante, que ha albergado desde la puesta de la quilla al D-3, y a fuerza
del telégrafo del barco con maniobras y marcha real, el D-3 se ha aupado
sobre los picaderos con ese aire tristón que tienen los barcos de guerra antes
de ser entregados, alijos, inermes y pintarrajeados.
103
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
SERIES ANTERIORES
La serie anterior, la “C” constaba de seis unidades, que desplazaban 1.290
toneladas, se habían construido en 1927 y 28, tenían una eslora de 75,3
metros y un cañón de 76 mm y seis tubos. Al terminar nuestra guerra, solo
quedaban a flote los C-1, C-2 y C-4. El C-4 fue hundido, tras unos años,
en Palma de Mallorca, abordado por el destructor Lepanto durante unas
maniobras. El último C, el C-2 que fue convertido en barco-escuela en
superficie, ha sido dado de baja hace unos meses. El C-3, hundido en Málaga,
fue reflotado después de la liberación y desguazado en Cádiz. El C-6,
hundido en aguas de la Concha, de Gijón, ha sido reflotado el año pasado.
VISITANTES DE SANTANDER
Los seis barcos de la serie “B”, junto con los “C”, fueron visitantes asiduos
de la bahía en los veranos reales, cuando eran unos magníficos buques
alrededor del Kanguro, aquél absurdo barco nodriza, desguazado hace poco
en Cartagena y cuyas dos máquinas se han instalado, respectivamente, en
los minúsculos guardacostas Procyon y Pegaso, microbio este ultimo que ha
estado precisamente hace unos días atracado en Calderón.
104
27 .- Sumergibles de España
Antes de ellos las geniales concepciones del Ictíneo de Isaac Peral, convertida
hoy en una estatua de jardín entre macizos de flores y azulejos. En realidad
este “Peral”, el “Peral” auténtico, era ya más que un barco experimental, pues
desplazaba 77 toneladas y podía llevar tres torpedos. El primer balbuceo
submarino con auténtico porte guerrero.
105
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
OTROS SUBMARINOS
Además de los “D” tenemos ahora en las listas y en activo dos submarinos
que se compraron a Italia durante nuestra guerra, que son el Archimede y el
Torricelli, que se rebautizaron General Mola y General Sanjurjo.
106
28 .- Ya han estado en Santander cinco cañoneros de la nueva serie de ocho
107
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Construidos en 1895, hubo los gemelos Hernán Cortés, Pizarro y Vasco Núñez de
Balboa, de 300 toneladas, 47 metros de eslora y dos cañones de 57 mm., eran
como yates de graciosos y blancos.
108
28 .- Ya han estado en Santander cinco cañoneros de la nueva serie de ocho
cañones de 120 mm., uno a cada banda y dos tubos lanzatorpedos, también a
las bandas y a proa.
Tenían una silueta muy característica con un gran botalón y aparejo de goleta.
Primitivamente se llamaron Audaz y Nueva España respectivamente.
109
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
110
29 .- Cargueros de Bremen
Estos han sido nuestros visitantes. Nuevos unos, y viejos con retoques
postbélicos los otros, pero todos ellos de pulcritud y las líneas caprichosas y
un tanto extravagantes, que fueron siempre patrimonio de naviera. Hasta los
más viejos presumen con sus superestructuras color crema, sus chimeneas de
pegote y las cortinillas coquetas a través de portillos cuadrados que hablan de
confort y casi de hogar.
Viene en segundo lugar el Fauna, con seis entradas seguido del Feronia, otro
anciano, con cinco y luego el Thesseus, con cuatro. Los de mayor porte han
sido el Zeus y el Minerva, casi gemelos, construidos en 1939, con un arqueo
bruto de unas 2.500 toneladas y los menores el Mercur, el Venuz y el Pylades,
un prodigio de fealdad y simpatía.
Ahora que nos hemos convertido en un puerto tranquilo, solo “tramping” apenas,
sin mineral, cuando el tonelaje mundial ha remontado en quince millones de
tons, cifra de 1939 y nosotros lo ignoramos en nuestra forzada espera.
111
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
112
3 0 .- La fallida cinta azul: la del Flandre
113
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Lo del Normandie en Nueva York, que empezó también por incendio y terminó
con naufragio y desguace, está todavía bien reciente. El Champlain, el guayabo
aerodinámico de la flota, chocó con una mina y se hundió en el canal de la Mancha.
114
3 0 .- La fallida cinta azul: la del Flandre
Nuestro puerto no fue nunca santo de gran devoción para la Cunard pero no
faltaron en los veranos reales los cruceros de turismo y sus chimeneas rojas,
el coronamiento y los dos aros en negro, fueron tan solo clientes de ocasión.
La Trasatlántica francesa, por el contrario, era de casa. El Mexique, el Cuba,
el Perou y tantos más que servían la línea de Centroamérica se los conocía en
Santander de memoria cuando se asomaban a pedazos por las bocanas del
muelle.
Por eso nos ha picado la curiosidad por la “boutade” del Flandre en su viaje
inaugural. Eso de que los percances en las turbinas son moneda corriente en
la mar, es un precio demasiado caro para trasatlánticos con ganas de armar su
propia competencia.
115
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Los “PC” son unos barcos derivados de un modelo preguerra de 1938, el PC 451 y
452, y han venido a ser una evolución de los “SC”, que tenían el casco de madera.
116
3 1 .- a flotte e e a er un o o
recuerda las construcciones de “la tijera”, son el eslabón perdido entre el barco
serio y la lancha. Un difuminado eslabón entre el ser y el no ser, en el orden de
las ideas puramente estéticas. El tipo inmediato superior, que es el PCE, que
tanto vimos durante la guerra convoyando por los siete mares, a pesar de no
tener chimeneas, era un barco y se recortaba en el horizonte salpicando de
pimienta guerrera la masa heterogénea del convoy. Los “SC”, que son el tipo
inmediato inferior, son ya una auténtica lancha de casco de madera.
Aquí, en Santander, hace unos años entró una de este tipo, la CH-107
(antigua americana SC-693), también con pabellón francés, y atracó en
Calderón, proa al oeste. Solo estuvo unas horas.
Esto de tener entre nosotros un antiguo “PC”, como quien dice un juguete
made in USA, precisamente en el corazón de los U.S., nos lleva la imaginación
a su peregrinación a través de Saint Clair River, del canal de Willard y del San
Lorenzo finalmente, con sus esclusas de 80 metros. Después la mar, toda la
mar de veras, un Atlántico Norte interminable y gris, sin más acaecimientos
que las cuadrículas monótonas del Pilot Chart y la inquietud vigorosa de la
guerra. Y la paz en Francia.
Ha tenido suerte este “PC”, que al llegar a una Marina más modesta ha
conseguido para empezar un bautismo, el Grenadier, y la seguridad de unos
mimos en activo. La perspectiva del “seal peel” y las cubiertas de plástico,
para ensardinarse en el tabal recto de un dock de Baltimore, no es un final
decoroso para un barco de guerra.
117
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Los correos holandeses, chimeneas amarillas con doble franja verde y blanca
al medio, eran las misses perfumadas en la solicitud de nuestras aguas,
asiduas de los trasatlánticos franceses, ingleses y alemanes. La vera efigie
del Statendam, con perspectiva telescópica doblada sobre la arista de la casa
de Wad-Ras (1), esperaba la venida real de sus hermanos en carne y hueso
–acero– a la intemperie escalofriante de su perenne guardia callejera. Desde
que empezó nuestra guerra los correos holandeses nos faltan, y no hemos
vuelto a saber de ellos.
Una tarde helada del río Delaware, en Filadelfia, por el portillo abierto del
dock 52, vi subir al Spardaam, me pareció viejísimo, con una sola chimenea, la
auténtica, y desentonaba positivamente del conjunto, lo mismo que nosotros.
De los demás, ni una sola noticia. Ahora, de repente, nos llegan dos: el
desguace del Volendam y la botadura de un nuevo Maasdam.
(1) Se refiere al anuncio de la Holland America Line en la esquina del edificio situado entre las calles
Hernán Cortés (ex Wad Ras) y Las Infantas, en Santander.
118
3 2.- Ya hay un nuevo Maasdam pero no lo veremos en Santander
Pero este nuevo Maasdam, es descorazonador y no tiene nada que ver con
el viejo Maasdam, tan amigo de nuestro puerto. Lo duplica en tonelaje y
lo abruma en fealdad. Sus superestructuras masivas –adiós las verandas
ingenuas– terminan con una chimenea tipo Valensi, delgadísima y casi plana,
como un ala de avión hincada sobre la cubierta de botes. Por lo demás,
magnífico este nuevo Maasdam, que no vendrá nunca a Santander, y nos trae
a la memoria la de su antecesor.
Ahora hay otro Maasdam en la línea de Nueva York, pero la noticia nos llega
con la frialdad amarga de los sucesos familiares ausentes. Todo queda
reducido a una fotografía dedicada y a la promesa de una visita a nuestra
casa, problemática, que nunca se cumple.
119
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Eran los últimos años del siglo en plena furia pre-dreadnoughth, cuando la
ingeniería naval italiana concibe un buque acorazado de unas 7.000 toneladas
con ciertas características de crucero, y que cada país lo encuadro en sus
listas, clasificándolo a gusto de los respectivos Estados Mayores. Diez barcos
iguales se construyeron, de los cuales seis fueron para la Argentina, uno
para España y los tres restantes para la propia Armada italiana. El proyecto
original era de un buque de unas 6.700 toneladas, cien metros de eslora, 18,4
de manga y 7,3 de puntal, con dos máquinas de triple expansión de 13.000
HP alimentadas por ocho calderas Yarrow que desarrollaban 20 nudos, dos
hélices y 1.000 toneladas de capacidad de carboneras. Su armamento inicial
consistió en dos torres sencillas a crujía de 254 milímetros y 40 calibres, una
a proa y otra a popa – luego ya veremos como se modificó – y el armamento
secundario se componía de diez cañones de 150 milímetros, distribuidos en
batería, a mas de seis de 150 milímetros, en montajes sencillos sobre el alcázar
y cuatro tubos lanzatorpedos bajo la flotación en la roda. La protección máxima
era de 150 milímetros, 130 milímetros en las torres y 40 milímetros en cubierta.
120
3 3 .- El Pueyrredon que va a visitar nuestro puerto
La silueta era inconfundible, con dos chimeneas rectas, entre las cuales
arbolaban el único palo con cofas militares: eran de cubierta corrida y proa de
espolón.
España compra entonces un nuevo Giusseppe Garibaldi, que iba a ser para
Italia, y lo rebautiza Cristóbal Colón. Por fin, la Armada italiana consigue
conservar tres unidades análogas, que se empiezan a construir con los
nombres de Giusseppe Garibaldi (el cuarto que se construía con ese
nombre), Francesco Ferrucio y Varesse.
121
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
milímetros. El General San Martín cambió sus dos torres sencillas de proa y
popa por otras dos dobles de 200 milímetros.
Los Roca y Mitre, aun en grada, cambiaron sus nombres por los de Moreno
y Rivadavia. Sin terminar su armamento, la Argentina firmó el tratado de
paz con Chile de 1903, y como consecuencia del mismo se deshizo de los
Moreno y Rivadavia, vendiéndolos al Japón, quien los cambió sus nombres
por los de Kasuga y Nisshim respectivamente. El Kasuga cambió su torre de
popa por una doble de 203 milímetros y el Nisshim las dos simples de proa y
popa por dos dobles de 203 milímetros. Los dos participaron brillantemente
a las órdenes del almirante Togo en los combates de la guerra rusojaponesa.
122
3 3 .- El Pueyrredon que va a visitar nuestro puerto
Y nos va a parecer tener ante nosotros, el espectro vivo del Cristóbal Colón,
el mejor de los buques que perdimos en Cuba.
123
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
124
3 4 .- Los tres mejores barcos de carga de toda España son santanderinos
Después de catorce años dejaba las Islas por primera vez sin la bandera
mercante inglesa, que un día triste de enero de 1938 se izó en West Hartlepool
en el casco recién botado para la flota de sir R. H, reinando entonces la ”red
ensign” por la faz de los mares del globo. Todo el gran secreto de su inquietud
guerrera en plena vida se ha perdido definitivamente.
125
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Desde hace unos días, los tres mejores barcos de carga españoles son
santanderinos….
126
3 5 .- Rías alemanas
127
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Los Ría de Ares y Ría de Camariñas eran dos gemelos de la Oldemburg, aquella
compañía de Hamburgo cuyos buques, con nombres ibéricos y chimenea
amarilla franjeada de azul y rojo, venían regularmente a Santander con
maderas del Báltico. Se llamaban Sevilla y Larache, eran construidos en 1922
y de unas 2.700 toneladas de carga. El Ría de El Ferrol era igualmente de la
Oldemburg, y fue el Porto de 1921 y 3.250 toneladas.
El Ría de Corme era el Diana, de Schmidt, construido en 1924 y que cargaba 2.500
toneladas. Y éste Ría de Muros, que llega hoy pintado de negro y ocre como los
semaneros británicos del cabotaje, era el Spica, de la compañía Ahrens.
Cuando los “rías” izaron el pabellón nacional, estrenaron en España los colores
de la Elcano con las chimeneas carmín y negro y el rombo con el anagrama ENE.
Así navegaron unos cuantos años hasta que poco a poco se han ido vendiendo a
navieras particulares.
128
3 5 .- Rías alemanas
129
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Los Reyes nos han dejado en la bahía la sorpresa de dos barcos españoles
nacidos a la vida activa por segunda vez y que han hecho su aparición en
nuestras aguas con el reciente traje de bodas. Sus segundas nupcias con
la mar, discretas en razón a la edad madura de los contrayentes, apenas si
trascendieron fuera del mundillo naviero.
Pero los Magos nos los han metido por los ojos uno detrás del otro en la
inclemencia escandalosa de este mediodía con depresión y chubascos, para
que los veamos de nuevas y tengamos nuestro regalo-sorpresa en el zapato
hermoso y destartalado de nuestra bahía.
130
3 6 .- Dos regalos de reyes
El otro novedoso ha sido el Mina Cantiquin. Un Mina Cantiquin que no tiene nada
que ver con aquél salido de lo que fue nuestro gánguil de la Junta, Astillero.
131
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El Rola, todo flechastes y puente raso, con su chimenea color paja y el blanco
prestado de su concha de tablas, todo él clásico y rigurosamente ortodoxo
en su época, se ha convertido en un caprichoso carbonero respondiendo
a las exigencias de ese trafico que deforma a sus barcos esclavos con las
extravagancias impuestas por el carbón y los cargaderos. A sus 48 años
de servicio, ha dado en carbonero el viejo Getso que tuvo el honor de ser un
“Mendi” de la flota universal del Sir Ramón, el Arza-Mendi, después el Iturri-
Patxo y cuando creíamos que iba a terminar sus días siendo el Rola de los
viajes de manganeso, se nos ha convertido en el Mina Cantiquin.
132
3 7 .- El Empress of Canada estuvo en Santander cuando se llamaba Duchess of Richmond
133
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Otro de ellos fue el Kaiserin Victoria Augusta, que se llamó desde entonces
Empress of Scotland, siendo el segundo de este nombre.
134
3 7 .- El Empress of Canada estuvo en Santander cuando se llamaba Duchess of Richmond
Ahora del pobre Duchess, aquél correo de turistas ingleses que compraban
panderetas y falso folklore en las machinas del muelle de tablas, solo queda
un casco tumbado sobre el barro blando del fondo del Mersey, en un dock de
Liverpool.
Un amigo de los tiempos viejos, cuando los liners de todas las banderas se
disputaban nuestro puerto, ha pasado a la lista de bajas de la Canadian
detrás del Empress of Australia y del Princess Kathleen.
135
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
136
3 8 .- Dieciséis trasatlánticos han desaparecido dramáticamente en lo que va de siglo
137
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
138
3 8 .- Dieciséis trasatlánticos han desaparecido dramáticamente en lo que va de siglo
139
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El Mar del Norte es un mar de juguete, apenas sin agua. Todo él, un laberinto
de bajos y boyas auténticos guardacantones de las cuarenta penosas
carreteras que lo atraviesan de costa a costa y que repasan en fila india
todos los barcos del mundo. El Mar del Norte es un cementerio de barcos a
medio sepultar. Por eso, navegando entre las nieblas, se va dejando a babor
y estribor un rosario interminable de palos y chimeneas emergiendo de las
aguas, verdaderamente impresionante. Una guiñada en falso y otro barco
más a la cuneta trágica, con su recordatorio en triple cruz sobre las cartas del
Almirantazgo y los Notices to Mariners.
UN PULSO VIOLENTO
Pero tiene un pulso demasiado violento: las mareas en aguas tan extensas
y tan poco profundas se traducen en poderosas corrientes de entrante y
vaciante, que obligan a veces a fondear a los buques de poca máquina para
esperar su ayuda. Y todo el Mar del Norte se desahoga a través de los Downs,
verdadero laberinto de arenas y corrientes, que se cobra un tributo precioso
de barcos, inexcusablemente, todos los inviernos.
140
3 9 .- Cuando el Mar del Norte recupera lo que Holanda le ha ido quitando
Boya tras boya, chata tras chata, materialmente a tientas entre bancos y
restos naufragados y casi a codazos de pitadas de gobierno para abrirse paso
entre la numerosa familia naval, los barcos recorren el vía crucis abierto de
Dover a Tsercheling y del Pentland Firth a cabo Skagen.
Holanda ha pagado en una noche su osadía de querer robar al Mar del Norte
lo que era su feudo, y este magnífico país, de siempre cara al mar, construido
por los holandeses, como dice el proverbio, se debate en la desgracia de este
ramalazo marinero que hermana, en la amargura del agua salada, a todo un
pueblo marinero y laborioso.
141
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
142
4 0 .- El barco-anuncio Blue Coral
OTRA PÉRDIDA
Otra de las pérdidas de consideración ha sido el gran mercante inglés
Clan Macquarie, de 10.000 toneladas, que embarrancó con los temporales
de autos. La Clan Line, una de las más importantes navieras inglesas de
cargueros, jamás se ha dignado tenerlo en cuenta. La pérdida del este Clan
es, para nosotros, como si leyéramos una esquela en el Diario Palentino.
Dos incendios con pérdida total se registran en la quincena. El del Blue Coral
el día 5, y el del Antartic Ocean, el 8.
El Blue Coral era una antigua lancha rápida inglesa de la Royal Navy que,
armada por una empresa constructora de radar, se dedicó a dar sesiones de
propaganda por la costa española. Llegó hace unos días a Bilbao, luego El
Ferrol, Cartagena, Barcelona… y cuando se iba con la música a otra parte, a
Marsella concretamente, los tiempos del golfo de Lyon –que no tiene nada
que envidiar a los de otros mares de más campanillas– le obligaron a arribar
a Palamós. Y allí se ha quedado. Se incendió, ardió como yesca y zozobró
en tres brazas de agua, ante el desconsuelo nocturno de su tripulación, que
había estado haciendo de “explicador” en las sesiones ambulantes de este
cinematógrafo, que nos llega con algún retraso.
A nosotros, que jamás nos alegramos de los males de ningún barco, nos
ha dejado la noticia cierto saborcillo de venganza. Porque el Blue Coral
nos saltó a la torera y no porque tengamos ganas de cubrir pasados a lo
largo de Calderón con la boca abierta frente a la Unión Jack y sus antenas
exploradoras, que gracias a Dios ya conocemos a ambas, sino porque el
gesto displicente del Blue Coral hacia Santander nos dolió superficialmente.
Neptuno, un poco duramente, se ha cobrado la descortesía que se nos hizo.
143
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Las noticias de casa han sido buenas en general. En primer lugar hemos
de consignar la venta al extranjero del carguero de la Empresa Elcano
Torremolinos. Lo ha comprado Chile, rebautizándolo Ancud. El Torrelaguna, su
gemelo, se quedará la Armada española con él para transporte carbonero.
Con la exportación del Ancud son ya tres los buques que Elcano ha colocado
de nuevo en el mercado internacional. Esta operación, que a primera vista
parece extraña dado lo mermado y viejo de nuestra flota de comercio, es, sin
embargo, motivada por razones especiales y por las características de las
unidades exportadas, incluso beneficiosa en términos generales.
144
4 1 .- r era ta e orte a e a e ua ra n e a e e e n e a uerra
La clase Battle modificada es una segunda serie constituida por ocho buques
Banosa, Matapan, Agincourt, Alamein, Dunkirk, Jutland, Corunna y Aisne.
Como su nombre indica todos los barcos llevan denominaciones de acciones
bélicas libradas por Inglaterra. Por esta razón, el Corunna que nos visita lleva
el nombre anglificado de nuestra ciudad gallega, en memoria de los combates
de la guerra de la Independencia librados al lado del Albión en La Coruña
contra los franceses.
145
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
146
4 1 .- r era ta e orte a e a e ua ra n e a e e e n e a uerra
147
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Al llegar a este punto, Aznar tenia tres Montes integrando la serie “U”,
modernos, eficientes, mellizos y apropiados a sus líneas. Elcano había
vendido sus dos primeros “monasterios” sobre las gradas.
148
4 2.- Z arabanda de monasterios en la llegada del Guadalupe
Con esta nueva facha nace el tercer “monasterio” que iba a ser el Monasterio
de Silos, su nombre nunca fue definitivo pues también se pensó en concederle el
Monasterio del Escorial, que ya había desaparecido. Al final lo compró, como a
sus antecesores, la naviera de la A y lo incorporó a la serie U con el nombre de
Monte Ulía.
149
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
A pesar de todo, triste es el sino de la Empresa Elcano, que vende a sus hijos
aun en el nido, y nunca los llega a ver criados y ganándose el pan con el sudor
de sus 7.300 caballos diesel.
150
4 3 .- El Marqués de Triano, última unidad construida en los astilleros bilbaínos entró el domingo en nuestro puerto
Cuando estalló nuestra guerra, la flota estaba constituida por los Conde
de Zubiría, Víctor de Chávarri, Marqués de Chávarri, Fernando L. de Ybarra,
Faustino R. de San Pedro, Marqués de Urquijo y Jaime Girona. Los cuatro
primeros eran gemelos, construidos en 1918 en Euskalduna, con una silueta
típica que los ha convertido en los mercantes españoles mas grandes con
máquina a popa, al estilo de los petroleros. De ellos, el Fernando L. de Ybarra
se perdió trágicamente en Punta Peniche, en la costa de Portugal, en medio
de un temporal del invierno de 1943. Los otros tres siguen en activo.
151
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Hace muy poco tiempo que dos viejos “montes” de Aznar, el Monte Mulhacén
y el Monte Javalón, pasaron a la flota de Altos Hornos con los nombres de José
Villalonga y Fernando L. de Ybarra, respectivamente.
A este Marqués de Triano, que solo tiene el pero de su poca marcha con
una máquina de triple expansión de mil caballos, esperamos verle en
152
4 3 .- El Marqués de Triano, última unidad construida en los astilleros bilbaínos entró el domingo en nuestro puerto
153
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
154
4 4 .- Ha sido entregado el mayor buque mercante construido en España
Cuando estalló nuestra guerra en el año 1936, los mayores buques mercantes
construidos en España, entonces en servicio, eran los tres correos de Ybarra
Cabo San Antonio, Cabo Santo Tomé y Cabo San Agustín, botados en Sestao
por la Naval entre 1930 y 1931. Tenían 18.000 toneladas de desplazamiento y
153 metros de eslora total.
155
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
156
4 5 .- Nuevos petroleros en Santander
Casi la mitad del tonelaje mercante mundial navega hoy con la máquina
a popa y las cubiertas rasas erizadas de tapas de tanques y tuberías de
trasiego. El petróleo y su extensa familia, más o menos refinada, se imponen
en las relaciones sociales del mundo naval con una tiranía inflexible. Nuestra
humilde Marina pretende seguir desde su quinceavo puesto la marcha de los
acontecimientos y construye lo que puede.
Santander tiene ante el caserío que empieza a desparramarse del Alta a San
Martín, borneando a la gira en el tenedero de La Osa, al último petrolero de
la Campsa, el Campanil, entrado en servicio hace solo unos meses. Es la
muestra más reciente del inexcusable deber del aumento de la flota, puesto
en práctica por el Monopolio.
157
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El primero ya hemos visto que fuel el José Calvo Sotelo, a éste le siguió
el Campante, que se construyó en la Naval de Matagorda (Cádiz) y fue
entregado en 1944.
158
4 5 .- Nuevos petroleros en Santander
159
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
No es que sus barcos o su puerto hayan dado un rápido paso más hacia atrás
en la proporción del comercio mundial, no. Es que hasta hace unos días
Santander, en el mundo de los barcos, era eso Santander, un puerto natural
del Cantábrico con tráfico muy modesto y una flota bastante aceptable en el
concierto modesto del país.
Pero es que ahora cuando se hable, por las bolsas mundiales de fletes, de
Santander, nadie asociará este nombre a nuestro puerto. Porque Santander
es, desde hace tan sólo unos pocos meses, una importantísima naviera
de nacionalidad panameña y que sola posee más tonelaje que todas las
compañías santanderinas juntas. La contraseña de la Compañía Naviera
Santander S.A. es, hoy por hoy, ya más importante que toda nuestra matrícula
largada a tope de nuestra flota.
Los dos son gemelos, registran 18.732 toneladas, desplazando unas 35.000
cada uno. Su eslora es de 618 pies por 84,4 de manga y 44,3 de puntal. Están
movidos por dos turbinas de vapor y dos ejes.
160
4 6 .- La Naviera Santander posee los dos mayores petroleros del mundo
161
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Ayer estuvo en nuestras aguas por vez primera el buque motor La Mancha, de
la Empresa Elcano, segundo y último barco de la serie “R”, construido en los
astilleros de la Empresa Bazán, de Cartagena. Ha entrado en servicio hace
solo un par de meses y es, por tanto, una de las mas recientes adquisiciones
de la flota mercante nacional.
Tiene 108,2 metros de eslora por 14,75 de manga y 6,24 de puntal, con
un registro bruto de 2.848 toneladas y un peso muerto de 4.000. Las líneas
del casco son esbeltas, con proa lanzada y popa de crucero. El abanico de
las amuras se prolonga en el castillo hasta la cubierta del uno inclusive. Las
restantes cuatro escotillas se abren sobre la cubierta Shelter.
Se proyectó este tipo de buque para el transporte de fruta, para lo que están
convenientemente acondicionadas las bodegas, y su velocidad sobrepasa los
quince nudos y medio. Tiene también alojamientos para doce pasajeros.
162
4 7 .- El frutero La Mancha entró ayer en nuestro puerto
163
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El muelle de Calderón tiene desde hace días la sorpresa de cuanto mas feo se ha
ideado en construcción naval. Una vieja draga de rosario, camino del desguace,
no tiene más interés que el anecdótico de su vida anterior, y este cochambroso
montón de óxido y chatarra la tiene buena. Su facha, característica y única, la
sitúa al primer golpe de vista más allá del Atlántico, y así es en verdad.
Los remolcadores Turmoil (el que habría de hacerse más tarde famoso
con el Flying Enterprise), Salvonia y Empire Mary, fueron encargados de la
arriesgada operación del transporte y fue precisamente el Salvonia, de 1.300
HP., el que tuvo la suerte de remolcar a nuestra protagonista.
164
4 8 .- La draga asesina está amarrada en Santander
UN MÉDICO A BORDO
Empezaba de nuevo la peregrinación. El 13 de enero, hacia las diez de la
noche se produjo un incendio en la draga¸ después faltó de nuevo el remolque
hasta tres veces, y un marinero del Salvonia resulto gravemente herido. El día
22, el Salvonia pidió a Londres el auxilio de un compañero para cooperar en su
esfuerzo y evacuar el herido. El remolcador Dexterous zarpó de Southampton
el día 23, con un médico, y este mismo día se rompía nuevamente el remolque,
quedando la draga otra vez al garete. En un bandazo gigante abordaba a la
Salvonia, causándole importantes averías, y en esta desesperada situación
apareció el día 25 el Dexterous, que consiguió transbordar el médico al
Salvonia y éste, cediendo su incómodo paquete al Dexterous, se dirigió a todo
full a Falmouth para desembarcar al herido.
VIENE AL DESGUACE
La mar había llevado su presa aguas arriba del Canal de la Mancha y en
medio de un temporal deshecho abatía inexorablemente hacia los peñascos
de Casquets. Al fin, el Turmoil conseguía hacerse con ella y la 13 pudo ser
remolcada a Torbay; cinco días más tarde entraba en El Havre; era el 7 de
165
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
febrero y habían transcurrido ochenta y ocho días de viaje desde que zarpo de
Sorel.
166
4 9 .- Un barco chino va a atracar en nuestro puerto
167
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El Union Power, que con sus doce nudos, viene devorando singladuras a
contrapelo de la tierra, salió el 28 de febrero de Yokohama con rumbo final a
Santander, y tiene la roda cansada de labrar loxodrómicas por el Pacífico con
su carnet de beligerante, por el Indico, el Rojo y el Mediterráneo, en busca del
nuestro Cantábrico, y, finalmente, de nuestra canal.
Nuestra más cordial bienvenida a este exilado valiente que viene a traernos
un destello de merecido prestigio marinero de su país, en una misión de paz
a medio mundo de distancia de los suyos, separados hoy, además, por otra
bandera y ese peligro de canal de Formosa, por el que pasa la séptima flota
vigilante.
168
5 0 .- El Río Tajo es el único Liberty español
El Río Tajo, ahora por fin en su puerto de matrícula, es el único liberty que
arbola la bandera española. Probablemente es nuestro país, el único entre los
de su categoría naval, que ha registrado en la historia de su Marina mercante
de postguerra este hecho verdaderamente excepcional.
169
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Y es curioso consignar, sin embargo, que el Río Pas, que le sigue en tonelaje,
le sobrepasa en cambio en su eslora total nada menos que con doce pies de
ventaja.
170
5 1 .- Un nuevo Reina va a hacer visitas regulares a Santander
Hace ya tres meses que está a flote, en plena fiebre de armamento, el Reina
del Mar, que es una segunda edición de nuestro viejo Reina del Pacífico, con
veinticinco años ya de servicio y a dos pasos del desguace. Que el “Reina”
sea un barco viejo se nos hace duro –él que fue la avanzada destacadísima
de nuestros liners visitantes de la anteguerra–, pero que surja un sustituto
aún mayor con la promesa de su visita periódica a nuestra bahía, nos llena las
entrañas del regocijo bíblico, ajenos a los altos problemas de política naval, y
sin mas antojo próximo que la recuperación romántica de la categoría mundial
de nuestro puerto.
El Reina del Mar, que da un paso atrás y vuelve al vapor con turbinas y calderas
Babcok –el Reina del Pacifico es de motores–, llevará 762 pasajeros,
registrará 19.350 toneladas brutas, 1.748 más que aquél, y alcanzará los 598
pies de eslora entre perpendiculares.
171
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
ra at nt o e na e ar e a a tea a e at on o an
El nuevo “Reina”, en cambio no tendrá mas que una sola chimenea, porque
ya no se estilan los dumming como la chimenea proel del viejo “Reina” y
de los tres Magallanes del la Trasatlántica en la anteguerra, y la popel del
Normandie.
Nota.- Las únicas navieras inglesas que pueden llevar la corona real en sus
contraseñas son la Mala Real, la Pacific, la Elder Dempster y la Orient Line.
172
5 2.- L’Aventure se llamaba Braid cuando era inglesa
L’Aventure es una fragata del tipo ingles River, que se construyó en gran
escala durante la pasada guerra mundial. Tiene 1.365 toneladas estándar y
desplaza en plena carga 2.130. Es de 305 pies de eslora total por 36 de manga
y 12 de calado, y su armamento principal es de dos piezas de cuatro pulgadas,
a mas de otras menores antiaéreas y antisubmarinas. La maquina es de vapor,
con dos calderas y dos hélices, 5.500 caballos y da hasta 20 nudos de marcha.
173
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
174
5 3 .- Un barco egipcio en el puerto de Santander
Con este resurgir de los pequeños y sus ansias de tener barcos propios
por todos los mares, después de la ultima guerra se nos van presentando
banderas desconocidas para dar una nota de variedad, siquiera minima, en el
cotidiano “sota, caballo y rey” de nuestro puerto.
175
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
176
5 4 .- Entrevista: 50.000 fotografías de barcos distintos, poseé Rafael González Echegaray
“Por las machinas” se titulaba una sección semanal que Alerta mantuvo
durante los años 1950 a 1953 y que estaba a cargo de nuestro colaborador
Rafael González Echegaray. El interés que siempre despiertan en nuestra
ciudad las cosas del puerto, la amenidad que González Echegaray supo
darle con su ágil pluma, como notable publicista que es, y sus grandes
conocimientos de todo cuanto tenga relación con la vida marítima, hizo que
esta sección fuera muy leída y gozara de la preferencia de muchos de nuestros
lectores. Pues bien, Rafael González Echegaray acaba de editar un libro,
Resaca, en el que se recopilan la mayor parte de aquellos artículos suyos
publicados en Alerta.
177
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
- Es una afición que siento desde muy niño. Puedo decir que de mis 37 años,
llevo casi 30 “liado” con estas cosas de la vida marítima. Esta afición me llevó
a elegir la carrera de marino mercante, a disponer de una biblioteca en la
que, entre otros libros, figuran todos los editados por el Lloyd desde el siglo
pasado y una colección de más de 50.000 fotografías de barcos de todas las
navieras y de todos los países del mundo.
Esta colección –añade– probablemente sea única en su conjunto,
pues también figuran fotografías de barcos de guerra. En la sección de
buques mercantes nacionales, hay otras dos en Barcelona y Valencia muy
interesantes, pero no tan completas.
178
5 4 .- Entrevista: 50.000 fotografías de barcos distintos, poseé Rafael González Echegaray
NUEVOS LIBROS
- ¿Proyecta editar más libros?
- Alguno que otro. El próximo será una historia de todos los naufragios
ocurridos en la costa de Santander, desde San Vicente de la Barquera a Castro
Urdiales, desde el año 1800. Hasta el momento tengo fichas, con su historia
correspondiente, de más de un centenar de naufragios. Pero este libro me
llevará aun mucho tiempo, pues requiere una labor investigadora muy penosa.
Y más adelante –continúa– tengo el proyecto de publicar otro libro sobre la
historia del movimiento del puerto santanderino y otro sobre la historia de los
barcos de la Compañía Trasatlántica, sobre el que ya estoy trabajando.
179
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
180
5 5 .- La tragedia del Elorrio, el mayor desastre de los últimos siglos en nuestras costas
181
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
182
5 5 .- La tragedia del Elorrio, el mayor desastre de los últimos siglos en nuestras costas
Madrid, 23 de diciembre
183
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Yo hubiera querido titular esta croniquilla con otro acento, por ejemplo “Elogio
de los valerianos”. Porque el Mina Mary, matrícula de Santander, es el cuarto
Valeriano que cae en la brecha de su arriesgado quehacer diario costeando
sin descanso.
Los valerianos fueron trece: Tercio Montejurra, Tercio San Miguel, Oro, Plata,
Mina Mary, Ana Rosa, Aries, Leo, Borja, Duque del Infantado, José Pumariño,
184
5 6 .- El Mina Mary, un incansable jornalero del mar
185
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
186
5 7 .- El Las Arenas, última palabra de los cargueros españoles
Este Las Arenas que tenemos descargando trigo argentino desde hace ya
varios días, es un buena muestra de la última estirada de la flota tramp bilbaína.
Hace tan solo unos pocos años que nuestra matrícula, Santander, detentaba el
cetro de la flota carguera de altura española. El Río Tajo, el Río Pas y el Astro
eran lo más moderno y lo mejor, sin discusión entre la colección de antiguallas
que navegaban con pabellón español en viajes trasatlánticos de carga.
Desde hace tan solo un par de ellos hemos perdido este puntilloso record,
porque la flota tramp de la ría ha vuelto por sus fueros y ha incorporado las
nuevas construcciones de Sestao y Olaveaga, siete hasta este momento, que
constituyen el núcleo decoroso de la Marina mercante nacional.
187
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
188
5 8 .- El Galdácano el primer tanque no petrolero construido en España
Está en el agua el séptimo buque tanque botado en San Martín y nos gustaría
poder decir que es “una especialidad de la casa”. Si esto de la especialidad lo
hubiésemos sabido entender hace unos años, acaso otro gallo cantara hoy a
nuestros astilleros en estado de coma por falta de encargos.
189
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
190
5 9 .- Q ue se va el vapor
La edad del vapor -los vapores que entraban y salían con sus buenos
cargamentos de ultramarinas ilusiones- se ha muerto definitivamente para
los restos, y con ella toda una leyenda maravillosa de buques de muchas
chimeneas –tres, cuatro o más-, con calderas escocesas espeluznantes,
de hornos hambrientos, con aquelarre de fogoneros avivando fuegos en las
planchas. Todo es ya pura antigualla histórica, lejana como el astrolabio y
los matafioles. Pero para los que lo hemos vivido, aún en su agonía, es una
puñalada traidora sobre la partida de nacimiento.
191
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Dentro de muy poco las darán la última patada, definitiva, y se habrán borrado
de los planes de disposición general, por los siglos de los siglos.
192
5 9 .- Q ue se va el vapor
Estos barcos muertos en vida, sin chimenea ni humo, como robots gigantes,
sin la triquiñuela viva del fuego en su panza, con hélices cortas, y patas largas,
que giran a lo loco, (¡ay, qué lejos el ritmo de las sesenta paladas martillando
a popa las cámaras de sofá y lucera!), se han adueñado de la mar toda. Y se
empinan, rápidos, sobre la raya del horizonte, insolentes, sin anunciarse antes
con el garabato borroso del humo. Así se cruzan al rumbo opuesto, sin rúbrica
de carbonilla, sin pañuelo blanco de vapor en los adioses de la cortesía naval
y casi sin hombres en sus entrañas.
Los barcos de motor, limpios como palomas, con sus pinturas de esmalte,
sin túneles ni mamparos de calderas, sin montones de carbón por los
entrepuentes y las vertederas, sin docenas de condenados en vida
quemándola allá abajo con la barra en las manos y el chorro de hielo bajo las
mangueras, recorren todos los viejos caminos de la mar, de chata en chata, y
se duermen en todos los rincones de la vieja Europa, en doques y esclusas; en
un paisaje de marinas nuevas, más limpias, más claras, sin la maraña clásica
de chimeneas y arboladuras y humos dormidos entre la bruma.
Pero nos habíamos acostumbrado ya a una marina dura y negra, que hoy
empieza a ser romántica en la perspectiva. La marina del bunkering y las
chimeneas, con las locuras próceres de veintisiete metros de parrilla a tope
193
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Lo nuestro ha terminado.
194
6 0 .- El Valmar vivió sus últimas cuatro mil millas desde Venezuela a Astillero
195
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El Velma no nació solo, porque era el sexto de una familia standard sueca que
se repartió entre pabellón sueco, noruego y alemán, con los siguientes barcos
gemelos: Cleopatra, Emmy Friedrich, Haakon Havan, Joseph Frering y Louis
Lantz, el Velma era el último. Su estampa fue clásica en los primeros treintas,
en candela, con los palos rectos y adosados a las islas.
El Velma vivió en paz y en guerra sin cambiar de dueño. Era un barco leal y
eficiente. Y solamente en 1956 arrió su contraseña pasando por 535.000
libras esterlinas a pabellón liberiano, cambiando su nombre por el de Valmar
e inscribiéndose en la naviera Hendo Transport, de los armadores greco-
norteamericanos J. Stevenson y Co.
196
6 1 .- El nuevo petrolero español Bahía Gaditana tiene 32.000 toneladas de peso muerto
ESTADISTÍCAS
Comparemos las estadísticas de ambas series:
197
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
198
6 1 .- El nuevo petrolero español Bahía Gaditana tiene 32.000 toneladas de peso muerto
El San Marcial, con su gemelo Talavera, que entró en servicio en junio del
año pasado, sobrepasaron en cinco metros la eslora del crucero Canarias, el
barco español mas largo hasta ahora, y este Bahía Gaditana vemos que la va a
sobrepasar casi en nueve.
El Bahía Gaditana, que está desde hace unos días a flote en las aguas del
puerto de su nombre, es sin duda, una excelente unidad.
199
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Tenían todos 5.500 toneladas de registro bruto con 6.300 de carga, una eslora
de 400 pies, cuatro calderas, 4.000 HP., una hélice y 13,5 nudos de marcha.
Llevaban doce pasajeros y bodegas refrigeradas.
Vapor Corrales
200
6 2.- El Corrales, que ha venido a morir, fue barco peliculero
La firma fue creada en 1901, por sir Alfred Jones, y en 1904 consiguió el
primer contrato de subvención del gobierno inglés para prestar los servicios
de correo real a las Indias Occidentales.
Nos llega sin la contraseña azul del rombo blanco y con el sambenito de los
ajusticiados, que lo da el tiempo en el descuido precursor del desguace, óxido
y verdín, porque su última entrada en dique fue en agosto del año pasado y
hasta ahora ha vivido del año de gracia que el Lloyd limita inexorablemente.
No sabemos si vendrá por sus propios pasos, con azotes al aire de palas
cansadas, o si vendrá esposado por los escobenes tras un remolcador de
altura, gendarme incansable de uniforme azul y mostachos de espuma.
Es una ironía que este Corrales –que vimos de protagonista hace unos años
en aquella divertidísima película de “Un médico en la Marina”– inglés de pura
cepa pero que lleva este nombre sacado de la geografía hispana del Caribe,
haya venido a terminar tan cerca de estos otro primitivos Corrales de acá y que
a lo mejor se devoran parte de sus no demasiado viejas cuadernas.
201
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Los de la “familia del chapapote”, como él nos llamaba, estamos hoy todos
de luto porque hemos perdido una figura excepcional y respetable, un amigo
buenísimo y un compañero que prestigiaba la estirpe marinera de la Montaña
y que era realmente el depositario genuino de la herencia de los náuticos de
las escenas peredianas de Sotileza. No llevaba levita y sotabarba, pero así
lo veíamos todos con su gorra azul floja y su botón negro de ancla, hábito
perpetuo –marino retirado– de la orden de su caballería andante, infatigable
en la defensa a ultranza de su Dulcinea, que era nuestra bahía, y su constante
hasta el fin de sus días en la lucha diaria por el triunfo de la verdad y del credo
de sus ideales, sin reparar en gigantes o molinos, arremetiendo contra todo
cuanto repugnaba a su escrupulosa conciencia, a la intangibilidad de sus
derechos y a la de su bien amado puerto santanderino, que él tan bien se
conocía piedra a piedra y regato a regato.
202
6 3 .- on nton o uer a on ura entra a e e a ar na nta ra a uerto
en Pontejos una finca preciosa y una casa instalada y decorada con gusto
excepcional, mezcla de camareta de buque y de hidalgo palacio, en donde
él recibía con los brazos abiertos a todos los amigos de buenas voluntad que
íbamos a visitarlo, para pasar en su gratísima compañía ratos inolvidables con
el recuerdo barojiano de sus viajes decimonónicos, el relato de sus aventuras
marineras y la relación de sus yates, todos veleros y voltejeadotes hasta el
fondo de la ensenada del Repontón.
203
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Con esa rara habilidad que tenemos los mortales para perder la noción de
la perspectiva en mirando atrás, nos parece que todo esto sucedió hace
dos o tres años. El Ayuntamiento regaló una placa para la cámara del barco,
el Santander salió en los periódicos y todo el mundo se hizo lenguas de
aquella magnífica unidad, buen exponente de la construcción naval británica
mercante y del esfuerzo de la Pacific para recuperar sus mercados en la paz.
Decíamos ayer… y aquí va pero que muy bien la máxima hecha tópico, que el
Santander formaba en una serie de seis unidades gemelas de 6.400 toneladas
brutas de registro y 10.000 de carga, que llevaban los siguientes nombres:
Salamanca, Salaverry, Salinas, Samanco, Santander y Sarmiento. Los más
antiguos eran el Samanco y el Sarmiento, cuya construcción comenzó aún antes
de acabar la guerra y el más moderno era el Salamanca, terminado en 1948.
Ahora llega desde Bilbao una noticia que, hinchando proporciones podríamos
calificar de espeluznante, y es que el Samanco acaba de llegar a Santurce para
ser desguazado por viejo y antieconómico. Cuando se nos van de las manos,
camino del soplete, los veteranos de anteguerra, aun resistimos relativamente
serenos. Pero este caminar al desolladero de unos barcos que hace diez años
nos parecían –y lo eran– unos barcos modernísimos y eficientes, es un golpe
mortal para nuestra tozudez de viejos empeñados en no reconocer la marcha
204
6 4 .- La marcha del tiempo
Junto con el Rheinfels y el Axenfels era el Reichenfels el barco más viejo que
poseía la Hansa, y por eso se va al desguace.
205
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
206
6 5 .- Los submarinos franceses no son novedad en nuestro puerto
LOS REDOUTABLE
La visita de 1933 estuvo a cargo del crucero Lamotte-Picquet, de los
destructores Vauban, Bison, Maille-Breze, Adroit, Bourrasque y Orage, de los
submarinos Pasteur, H.Poincaré, Poincelet, Argot y Achille. Y el buque-taller
Jules Verne.
207
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
208
6 5 .- Los submarinos franceses no son novedad en nuestro puerto
Quiera Dios que acabe de viejo tranquilamente en algún rincón del arsenal de
Brest sin seguir la suerte desgraciada de los que le precedieron en su galante
visita veraniega a nuestras aguas.
209
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Trasatlántico Rangitiki
El Rangitiki con su gemelo el Rangitata, fueron una pareja feliz, eran de los
primeros barcos de pasaje a motor que hubo en el mundo y su servicio desde
210
6 6 .- El trasatlántico Rangitiki llega hoy a morir a Santander
el Reino Unido a las antípodas en los mares del Sur, era lo suficientemente
duro para poner a prueba la excelencia de su novedad en el equipo propulsor.
En los primeros días del mes de noviembre de 1940 zarpaba del puerto
canadiense de Halifax con destino a Inglaterra el convoy “HX 84”, protegido
por el crucero auxiliar Jervis Bay, de 13.859 toneladas de registro, construido
en 1922, antiguo buque de pasaje de la Australian Government Line, y al
mando del capitán de navío Fogarty Fegen.
1ª Columna
Petrolero Erodona, mercante belga Emile Franqui, mercante inglés Danae II,
mercante sueco Delhi.
2ª Columna
Mercante inglés Andalusian, mercante belga Persier, mercante inglés Fresno
City, mercante inglés Lancaster Castle.
3ª Columna
Mercante noruego Hjalmar Wessel, mercante noruego Cetres, mercante inglés
Castilian, petrolero inglés Oil Reliance, mercante inglés Dan Y-Brin.
4ª Columna
Mercante inglés Empire Penguin, mercante inglés Stureholm, mercante inglés
Briar Wood, mercante inglés Trefusis.
211
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
5ª Columna
Correo inglés Cornish City (con el comodoro del convoy), mercante sueco
Vingaland, petrolero inglés Athel Empress, mercante polaco Puck.
6ª Columna
Correo inglés Rangitiki, petrolero inglés Delphimela, mercante inglés
Pacific Enterprise, petrolero inglés Saint Gobain.
7ª Columna
Mercante inglés Trewellard, petrolero inglés Sovac, mercante inglés
Beaverford, petrolero noruego Solfonn
8ª Columna
Petrolero inglés San Demetrio, mercante inglés Maidan, petrolero inglés
Cordelia, mercante noruego Varoy.
9ª Columna
Petrolero inglés James Mac Guire, petrolero inglés Athel Templar, mercante
griego Anna Bulgari, mercante inglés Kenbane Head.
212
6 6 .- El trasatlántico Rangitiki llega hoy a morir a Santander
A estas bajas aliadas hubo que añadir el mercante sueco Vingalan, que fue
mas tarde bombardeado y hundido por la Luftwafe, y el francés Mopan, que no
iba en el convoy pero que por desgraciada casualidad cayó en aquella zona y
fue también hundido a cañonazos por el acorazado.
213
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
La hábil actuación del capitán Barnett, que ordenó no hacer fuego con las
piezas que llevaba el Rangitiki instaladas a popa, contribuyó no poco al éxito
de la fuga, ya que de otra forma el resplandor de sus propios fogonazos,
hubiera sido una magnifica referencia para que el Scheer hubiese podido
corregir y centrar el tiro de su potente artillería gruesa sobre el correo, que
navegaba con toda la fuerza de sus motores.
214
6 7 .- El Venezuela
67.- EL VENEZUELA
Artículo procedente de su Archivo personal donado por la familia
Sin título, 1962
Fuera de los dos Reinas y del Alcántara, el Venezuela, con sus 18.769
toneladas de registro, entonces tenía un poco menos, era de lo más grande
que en su especie visitó nuestras aguas desde la última gran contienda.
Atracó en Maliaño pintado de blanco y salió a media tarde con nordeste
raquero y sol prestado entre calimas terrenales.
215
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Pero no duró así mucho tiempo. En 1956 lo compra la naviera italiana Grimaldi
para su compañía filial La Sicula Oceanica, quién lo rebautiza Venezuela y lo
pone en la línea Italia/Venezuela en cuyo tráfico ha sido, hasta el momento de
su caída hace unos días, el mayor trasatlántico en servicio.
216
6 7 .- El Venezuela
siempre más tranquila y cómoda que una engorrosa venta final a chatarreros
desalmados, escasos de cuartos y sobrados de marrullerías.
217
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Bien dolorosa va a ser la ausencia final del Somo, después de 31 años de vida
con nosotros, en su constante pasear la bahía y en sus viajes-tranvía del Pozo
de los Mártires a Galizano. Limpio, airoso, elegante, con la contraseña pulida
de la Junta en la chimenea, peón de siempre en el tablero de nuestro puerto
con su quehacer diario, ciudadano humilde y servicial.
El Somo va, el Somo viene, entra, sale, se abarloa a la Osa, se duerme silente
en Calderón o en el Cuadro, siempre en el rincón más oscuro y modesto de la
línea de muelles, como avergonzado de su condición de marinero de segunda
clase medio terrestre.
218
6 8 .- El Gánguil Somo
Gánguil Somo
Así ha seguido años y años con nosotros, este mixto de draga y gánguil,
pareja del Raos, mirador gratuito de regatas, temor de pinazas areneras,
envidia de armadores costeros y “solengua” de juntas vecinas, menos
curiosas y enamoradas de su material –sus yates– que la nuestra. La cántara
del Somo, triquiñuela primitiva de cadenas y fondos abiertos como un
219
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Ahora tendremos la Consulado, más vieja, acaso más eficiente y desde luego
mucho más grande, pero el Somo, nuestro viejo gánguil con su gallardete
azul de letras blancas de los días de fiesta y su popa de pato lo vamos a echar
mucho de menos.
220
6 9 .- Entrevista: la preparación de “Naufragios” descubrió a los noruegos la aparición de un barco “traspapelado”
221
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
guerra del 14. Un señor muy viejecito –tenía 94 años– que me contó muchos
detalles inéditos muy interesantes.
222
7 0 .- El tercer Scharnhorst llega hoy a nuestro puerto
EL PRIMER SCHARNHORST
El Scharnhorst era el buque insignia del almirante. Zarpó con su escolta de
cruceros ligeros y transportes desde la posesión de Tsing-Tao y tras recorrer
todo el Pacífico, sorprendió a una escuadra inglesa en Coronel, costa de
Chile. La batalla naval de Coronel fue una victoria germana fulgurante que
puso en manos alemanas el dominio del Pacífico Sur durante unos días.
223
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
224
7 0 .- El tercer Scharnhorst llega hoy a nuestro puerto
225
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Pero lo que son las cosas de la vida, este buque habría de pasar con la llegada
de la paz a manos de sus enemigos, vencidos además para mayor inri.
226
7 0 .- El tercer Scharnhorst llega hoy a nuestro puerto
Volvemos a tener entre nosotros a los mozos rubios de las gorras de cintas y
las chupas abotonadas y vienen a nuestra memoria las visitas de la Moltke,
del UC-56, del crucero Emden al mando de Wilhoeft, de aquellas dos flotillas
de torpederos que atracaron en el muelle de Maliaño, frente a los viejos
tinglados de la calle Antonio López y que vinieron, precisamente, bajo el
mando del que un día asombraría al mundo desde el puente de mando del
acorazado Bismarck, el glorioso almirante Lutjens. Entonces era capitán de
fragata y Santander una pequeña ciudad comercial y simpática con ribetes
de turismo. Finalmente nos acordamos de las visitas providenciales del Iftis y
el Wolf, durante los días amargos de 1936. En ellos salvaron su vida muchos
santanderinos, afuera patrullaban de lejos el Koenisberg y el Graff Spee.
227
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
228
7 1 .- Tropiezos en primavera
Por las ocho cuartas de cada cuadrante se descabalgan ecos lejanos que
meten el corazón en un puño y, poco a poco, se vienen al través o siguen de
largo. De vez en cuando una sombra mas negra que todas en la resalsa, se
llega a fil de roda y pasa lamiendo el costado entre maldiciones. Otras veces
un pesquero escapa bajo la amurada, panceando como un pájaro bobo
sorprendido en plena siesta.
229
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Casi seguidos, en abril, han caído otros dos cabotajeros de casa. El día 24
fue el costero Virgen de la Esperanza, de 500 toneladas, abordado 4 millas
al noroeste de Cabo Roca por el mercante sueco Lovisa Gorthon. Navegaba
con sal de Palos a Pasajes. Tres días después le tocó el turno, también en el
mismo escenario de la costa portuguesa, al carbonero Santirso, abordado por
el holandés Spolanda, 20 millas al norte de cabo San Vicente en un viaje con
pirita desde Ayamonte a Nantes.
Así, en poco menos de dos meses, cuatro bajas a mano airada, la muerte
violenta de los abordajes en la Lista Oficial de Buques de la marina mercante
española. Tan solo el Conquistador, recompuesto por obra y gracia de
astilleros galos en una delicada operación facial que le devolverá la gracia en
su proa, se reincorporará a la flota.
230
7 1 .- Tropiezos en primavera
Y sin embargo nos duelen también desde aquí, estos duros tropiezos
inevitables, de la patria a flote.
231
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Todos los periódicos de España se han mostrado pródigos –por una vez– con
una noticia de la mar, y desde la toldilla de la nueva fragata británica Ajax, que
ha tenido la oportunidad de actuar como salvadora, nos han regalado con una
foto entrañable y sorprendente.
232
7 2.- El viejo Peña Cabarga
233
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Ahora que no nos duele un ápice hacer tabla rasa con todo lo viejo y nos
volcamos como locos en aperturas a todo lo “snob”, el Peña Cabarga –el
Llusanes– es un milagro en la primera página de los diarios de España.
234
7 3 .- ¿ Cómo se ha podido perder el Castillo Montjuich?
Ya no hay esperanzas para el Castillo Montjuich. Otra víctima, y esta vez con un
saldo redondo de vida, para la lista luctuosa de nuestra marina mercante,que
este año pasado ha sido aterradora. Cuando se publiquen estas líneas ya
estarán probablemente de vuelta nuestros buques de guerra, tras la infructuosa
búsqueda de la pobre aguja –algún salvavidas del Montjuich– en el inmenso
pajar del Atlántico. Su buena intención no por eso queda desmerecida.
Durante todos estos días se han venido publicando en la prensa datos de la vida
y la historia del barco, casi todos fragmentarios y algunos, incluso, inexactos.
Vamos a intentar completarlos con detalles posiblemente ignorados.
235
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
HUNDIDO EN BARCELONA
En 1937 se vende a la African & Continental S.S.Co., de Londres, la cual lo
pone el nombre de African Mariner y lo echa a navegar por zona de guerra en
aguas españolas, transportando mercancías para el Gobierno rojo. En una
de estas peripecias, estando descargando en Barcelona, fue hundido por la
aviación nacional en enero de 1939, unas horas antes de la caída de la ciudad,
estando atracado en el muelle de la Barceloneta.
236
7 3 .- ¿ Cómo se ha podido perder el Castillo Montjuich?
Así, el Montjuich era prácticamente un buque nuevo. La verdad es que los años
no pasan en balde ni para las personas ni para los barcos, aunque, claro está,
la vejez de los barcos es un concepto relativo que depende en gran parte de
los millones invertidos en su cuidado y conservación.
TRES SUPUESTOS
¿Qué le ha podido ocurrir al Castillo Montjuich con sus buenas quince mil
toneladas de desplazamiento en máxima carga? Aún cuando el buque
navegaba, al parecer, con una avería en la estación principal de telegrafía de
onda corta, es indudable que podía hacer uso de las otras estaciones de radio
de a bordo, es decir, la onda media, la de socorro, la del bote salvavidas y la
de telefonía. Sin embargo, parece ser que en ningún momento se han captado
mensajes de estas emisoras, lo que hace pensar que la pérdida del buque se
ha producido de forma casi instantánea.
237
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
DESAPARICIONES ESPECTACULARES
A lo largo del siglo ha habido desapariciones espectaculares, tales como el
trasatlántico inglés Waratha en 1911. Era un vapor de trece mil toneladas y
se perdió en un corto trayecto de Natal al Cabo, en Africa del Sur cargado de
pasajeros. Merecen recordarse también las de los buques escuelas Admiral
Karpfanger de cuatro palos perdido en 1937 y Kjovenhavn de cinco palos
–el mayor velero del mundo– desaparecido en 1923. Ambos buques fueron
tragados, sin duda, en los “roary forties” del Atlantico Sur. Jamás se encontró
de ellos ni el más leve rastro, desaparecieron con sus jóvenes promociones
de alumnos a bordo.
238
7 3 .- ¿ Cómo se ha podido perder el Castillo Montjuich?
LA LISTA ESPAÑOLA
En España tampoco tenemos, por desgracia, pequeña lista de estas
angustiosas catástrofes. El 11 de marzo de 1893 se perdía en una travesía de
Tánger a Cádiz el crucero Reina Regente, de cinco mil toneladas, construido
en Inglaterra en 1886. Se supone que naufragó en el bajo de Las Aceiteras,
jamás se supo nada concreto acerca de su fin, perecieron a su bordo
quinientos hombres de comandante a grumete.
El último barco grande español desaparecido sin dejar traza fue el Cabo
Villano, perdido en junio de 1942, cuando regresaba de la Argentina con un
239
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
ASÍ ES LA MAR
Es terrible este nuevo golpe que nos llega con la confirmación de la pérdida
del Montjuich, pero desgraciadamente no nos coge de nuevas. Su propio
armamento perdió el 25 de agosto de 1951 en circunstancias parecidas,
también en el Atlántico Norte, el Castillo Guadalest en viaje de España a
Estados Unidos cargado de lingote.
Al juego de los barcos tripulándolos en sus puentes y en sus cubiertas, hay que
llevar, además, mucho valor y la maleta hecha para cualquier viaje sin retorno.
240
7 4 .- Ú ltimo viaje de José del Río
Meseta adentro, en un día frío de sol invernal madrileño, el capitán –el viejo
como decimos en los Puentes– ha largado amarras en su último viaje y nos
hemos quedado todos los marinos mercantes, “los pilotos del comercio” como él
cantaba en uno de sus maravillosos versos del mar, huérfanos de su entrañable
presencia. La época dichosa del Santander principios de siglo, con sus navieras,
sus minas, su industria y su “Spleen” cántabro, ha perdido su último poeta.
Para el mundo de las letras una figura, para nosotros un capitán que navegó de
agregado en la Santanderina, y que cantó como nadie, la vida en la mar y en las
cámaras de los primeros vapores de altura de nuestra matrícula.
Hace todavía pocas semanas estuve una tarde entera en su casa hablando y
hablando de nuestro Santander marinero, ya nostálgico en la lejanía para los
241
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
dos. Fui a consultarle unos datos para mi nuevo libro sobre viejas navieras
montañesas y no sabíamos como despedirnos. Su memoria era estupenda,
vimos fotografías de grupo con los náuticos pejinos de entonces. Él los
recordaba a todos, con sus nombres y “señas particulares”.
Santander le daba amor y gratitud. El capitán de barco que hacía versos como
los ángeles, dirigió periódicos y escribió los “Aires de la calle”, es una figura
excepcional en la historia humana de nuestra ciudad y, por supuesto, en la
literaria de España.
242
7 5 .- José del Río, marino y poeta
José del Río escribió los mejores versos de la mar –la vida vivida de la
Marina Mercante– que han visto la luz en lengua castellana. Era un poeta
excepcional, pero además era marino y en la dura brega de nuestros vapores,
en la duermevela del camarote, entre guardia y guardia, componía sus
poemas incomparables que han sido el refugio romántico y emocionado
de cientos de marinos en las horas tristes y monótonas de las travesías. Los
versos del mar de José del Río, cuyos aciertos literarios no me corresponde a
mí encomiar, han tenido el poder admirable de la captación y la supervivencia.
Generaciones de pilotos hemos soñado con ellos y hemos sentido como
nuestra la rima rotunda, magnífica, viril, de ese libro entrañable –Los Versos
del Mar– que no falta en ningún hogar montañés con regusto de mar.
Otro barco de la Santanderina en que navegó algún tiempo fue el Peña Castillo,
aquél precioso vapor que se perdió trágicamente en Wolf Rock en la
243
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
primera guerra. De esta época son sus viajes al Báltico y en uno de ellos su
encuentro nocturno, en plena guardia, con la escuadra rusa del almirante
Rodjestwensky, “camino del sacrificio” (1). Aquella visión dramática y gigante
quedó grabada profundamente en su alma de marino-poeta y siempre la
recordaba con emoción.
La segunda compañía en que prestó sus servicios como oficial fue la Vasco-
Cantábrica de Navegación. Navegó en el Sardinero (el primer vapor de
este nombre de la compañía) que se perdió también en Wolf Rock en mayo
de 1906, y en el Uribitarte, que fue torpedeado frente a Ouessant el 2 de
diciembre de 1916. A bordo de este último compuso su famosísimo soneto Las
Tres Hijas del Capitán.
(1) Sobre el destino de esta escuadra rusa, en 1983 Rafael González Echegaray publicó su libro “Escala
en Vigo”, evocación de los seis días de estancia en el puerto de Vigo, en octubre de 1904, de la escuadra
de la marina de guerra rusa, en su camino al extremo oriente, para combatir con su oponente japonesa,
sucumbiendo trágicamente en la batalla naval de Tsushima. Edit. Mutua Montañesa de Seguros.
244
7 5 .- José del Río, marino y poeta
José del Río escapó por los pelos a este naufragio que se produjo a los pocos
días de haber él desembarcado.
245
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
José del Río tuvo el honor de ser el primer y único Socio de Mérito de la
Asociación Náutica de Capitanes y Pilotos de Santander, porque a pesar de
su relativamente corta vida activa en los barcos del comercio, su cariño a la
clase y el prestigio que con su gloria cosechó indirectamente para ella, le hizo
acreedor al afecto y al respeto de todos sus antiguos compañeros.
Muy adentro calaron en el alma de “Pick” los días de sus navegaciones en los
vapores santanderinos, y yo creo que su gran amor por Santander se coció
en la saudade romántica de la ausencia vivida en los puentes de nuestros
mercantes, soñando con el regreso a la vieja puebla idealizada.
Seguía conservando por fuera algo de sus días de mando en la mar. Su voz
estentórea –hablaba en confianza como dando órdenes desde el puente– su
franca y sencilla jovialidad y su eterna pipa. Era un marino en tierra, a pesar
de todo, convertido en insigne hombre de letras, con su gran cordialidad y su
inquebrantable fe, las dos sencillas, humanas y hondas.
Amó cono nadie a su ciudad, a sus amigos, a la mar y a sus vapores. Ahora ya
no está más con nosotros.
246
7 6 .- Rapsodia sueca
Buena pieza para los anales de nuestro puerto, será la noticia a su llegada,
que vendrá a consolarnos, aunque sea esporádicamente, de otras ausencias
irremediables como la del Reina del Mar.
El primero fue un correo que se alquiló por dos años a la Holland Amerika Line
en 1923. Era el antiguo Noordam, construido en 1902 por Harland & Wolf,
de Belfast. Tenía 12.550 toneladas, una chimenea y 15 nudos de andar. Se
devolvió en 1926 a los holandeses y en 1928 fue desguazado.
247
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El tercer Kungsholm
La SAL, una de las importantes navieras del grupo Brostrom, que se fundó en
los finales de 1915 con barcos de segunda mano, mantiene hoy en servicio un
casi gemelo del Kungsholm, que es el Gripsholm, y construye en Inglaterra un
nuevo Stockholm de 23.000 toneladas, que vendrá a sustituir a aquel famoso
248
7 6 .- Rapsodia sueca
del mismo nombre, autor del abordaje con el Andrea Doria y que hoy arbola los
colores de la Alemania comunista, y tiene además, unos 30 cargueros limpios
y repulidos, que son la envidia de medio mundo.
Este Kungsholm, que viene uno de estos días, junto con el Statendam
holandés del año pasado y el Reina del Mar, son las tres únicas muestras de
la construcción naval de postguerra en materia de grandes trasatlánticos, que
han llegado a nuestro puerto. Bien interesantes por cierto. Y el Kungsholm
será el primer barco mercante de dos chimeneas que llega a nuestras aguas
desde los días, ya un poco lejanos, del Reina del Pacífico.
249
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
250
7 7 .- Un nuevo Santander sobre las olas
Los veteranos cargueros del polvillo se van, dejan paso a otra generación con
palos bípodes y superestructuras espléndidas. Este nuevo SAC, el Santander,
dicen que tendrá máquina a popa, 5.500 toneladas de carga y ¡andará a
motor!, casi una herejía paradójica en la línea tradicional de este tráfico, que,
al fin, se pone a tono con el resto de la flota. Llevará sus propios medios de
descarga, algo así como unas grúas de pórtico propias que correrán por la
cubierta, encima de la boca de las escotillas, con sus cucharas prontas para
acelerar la faena en los puertos. Realmente insólito y ejemplar con su “dernier
cri” técnico, a la altura de las exigencias del negocio marítimo de hoy.
Su primer nombre fue el de King David, y navego con él bajo bandera inglesa,
hasta 1909, en la King Line. Al llegar a este años se abandero en Montevideo
–la bandera uruguaya era por entonces una bandera de necesidad, como
los es hoy la de Liberia o Panamá– y con el nombre de Acuario perteneció a
la Compañía Avilesina de Navegación, hasta que en 1912, ya con bandera
española, pasó a Fábregas y García de Tarragona, y tomó el nuevo nombre de
Teresa Pamies.
251
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
252
7 7 .- Un nuevo Santander sobre las olas
montañés don Mariano Lastra, y llegó por primera vez a nuestro puerto el 27
de enero de 1873. Más tarde cambió su nombre por el de Vizcaya (al entrar
en servicio el Ciudad de Santander), y el 30 de octubre de 1890 se perdía
trágicamente por abordaje con el velero americano Cornelius Hargrave, en un
viaje de La Habana a Nueva York, a la altura de Barnegatt. Se hundieron ambos
buques, y solo se pudieron salvar 24 hombres del trasatlántico español.
253
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
254
7 7 .- Un nuevo Santander sobre las olas
Los nuevos “Sacs” son eso, nuevos. Y este SAC Santander que esperamos
para pronto, es además, a su manera, revolucionario. Con él serán cuatro los
Santanderes actuales a flote, contando la draga y sin contar la pedreñera
gigante, que sigue subiendo al Cubas, abarrotada de terrestres blanquísimos,
en las pleamares equinocciales de septiembre.
255
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
256
7 8 .- ar en e a tra e a e on fa e o o e a or a e ata tr o en a atr u a antan er na
UN LEJANO PRECEDENTE
La carretera de la costa gallega, con sus guardacantones luminosos de
recalada, tampoco es leve. Por eso lo del Bonifaz no resulta absolutamente
nuevo para los colores blanquirrojos. El carguero Antonio García, de 3.300
257
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
258
7 8 .- ar en e a tra e a e on fa e o o e a or a e ata tr o en a atr u a antan er na
El paso corto del Bonifaz –un barco hermoso que nos prestigiaba a todos– ha
terminado mal. Todas las vidas acaban en la muerte, que a fin de cuentas es
un mal, y sólo las películas americanas terminan en comer perdices, aunque
nadie se lo tome demasiado en serio. La vida de los barcos también concluye y
a veces de forma trágica y demasiado breve, tal como ahora nos ha sucedido,
pero el hecho, por mucho que nos duela, entra en el programa.
Que así es la mar y la mala noche en esta fonda de que nos habla Santa Teresa.
259
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El Devonia fue uno de los últimos transportes puros, algo así como una reliquia
colgante en la liquidación del imperio. Porque la corona británica, abarcando
medio mundo en la época victoriana y haciendo sentir el peso de su poder
soberano por toda la mar y la mayor parte de la tierra, necesitaba de una Royal
Navy fabulosa y de un no menos aguerrido y eficaz ejército colonial, para
correr de Khartoon a la India o del Cabo a Nueva Guinea con la manga riega de
su energía a punto, para apagar fuegos a discreción.
260
7 9 .- El Devonia, de transporte de tropas a buque de pasaje
La Sea Transport Divission pasó, con los días amargos de la primera guerra
mundial, a depender directamente del Almirantazgo ante la magnitud colosal
del problema que le cayó encima, y al llegar la paz se integró en el Board of
Trade hasta 1939. Cuando reverdeció en septiembre la tragedia que iba a
convertirse en la segunda guerra mundial, la Sea Transport pasó directamente
al Ministerio del Transporte de Guerra.
SE LLAMO DEVONSHIRE
En los años que precedieron al estallido, el gobierno inglés ordenó la
construcción de cuatro transportes casi gemelos: el Dilwara, el Dunera,
el Eittrick y el Devonshire. Eran barcos de motores, dos hélices y con una
capacidad para unos 1.500 soldados, y se repartieron entre la British India, la
P. & O. y la Bibby Line. A ésta ultima la correspondió el que iba a ser llamado
Devonshire (todos los barcos de la Bibby llevaban nombres de condados) y
que hoy es el Devonia, cuya llegada a Santander se anuncia.
261
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
La Bibby Line era, y es, una compañía inglesa famosa, dedicada al tráfico
con el Extremo Oriente y con una tradición militar –en el transporte se
entiende– excepcional. Fundada en 1807 y con vapores desde 1850, cooperó
activamente en todas las campañas coloniales y construyó ya el primer
transporte de tropas específico en 1891. Era una naviera con buques muy
característicos, pues todos ellos llevaban una sola chimenea – muy larga,
color salmón, rematada en negro – y cuatro palos altísimos. Se les veía por
todas las rutas en cuanto sonaba el primer tiro en cualquier estación lejana en
donde pudiera comprometerse el prestigio o el interés británico.
Pero en aquellos años, prácticamente al siglo exacto del nacimiento del vapor
a hélice, se produce un hecho trascendental en la historia del transporte
262
7 9 .- El Devonia, de transporte de tropas a buque de pasaje
militar, los precios del transporte aéreo descienden por debajo de los del
clásico transporte por barco y el gobierno, paulatinamente abandona los
métodos tradicionales y empieza a organizar los movimientos rápidos
de tropas en avión. En 1960 rescinde los contratos de fletamento con los
transportes y en 1962 el Devonshire, en absoluta libertad, es vendido a
la British India, que lo rebautiza Devonia y los transforma en un buque de
pasaje, de clase única y barata, para dedicarlo preferentemente al transporte
en cruceros, de estudiantes, etc. Los sollados de tropa y camaretas de
suboficiales, etc..., fueron modificados y quedó con alojamiento para 190
pasajeros en camarotes y 830 dormitorios.
El Devonia, con sus 25 años a cuestas, termina sus días convertido en escuela
viajante, que no es una jubilación de las peores y deja a salvo la dignidad de
su larguísima hoja de servicios.
263
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
En ese entrar y salir de nuestros amigos los barcos por entre Latas y la
Magdalena, está la historia misma del puerto y de la ciudad. Llegan,
descansan, pasan lamiendo la raya rubia del Puntal y se van. En los periódicos
viejos y en la memoria de “los más viejos”, es donde queda apenas un
pequeño rastro del suceso, todos los días distinto y todos los días igual.
Mientras, se relevan los calendarios en su plantón sobre la pared cada
365 días, y las carpetas de despacho se van al archivo primero y al trapero
después, en las oficinas consignatarias.
Pero, claro, siempre hay efemérides de “letra gorda” en la llegada de los mas
grandes y siempre se mantiene el puntillo del record deportivo por muchas
razones bien difícil de definir en esta caso nuestro.
Por una parte el concepto “grande”, referido a tonelaje, requiere una previa
detallada aclaración. Existen nada menos que siete clases de tonelajes
para medir los buques, con diferencias considerables entre sí (registro
bruto, registro neto, desplazamiento en lastre, desplazamiento en máxima
carga, peso muerto,...) y por si esto fuera poco hay determinadas clases de
buques en las que su “tarjeta de visita” viene dada por un tonelaje especial
determinado. Así, por ejemplo, los buques de guerra emplean siempre el
llamado desplazamiento standard, que rara vez se emplea para distinguir a
los buques de comercio. En los buques de pasaje, la cifra usual es el registro
bruto o arqueo y en los buques de carga se emplea normalmente el tonelaje
de carga o peso muerto.
264
8 0 .- El primer barco de vapor que entró en nuestro puerto fue el Liverpool
Por lo tanto, es muy difícil, por no decir imposible, establecer una comparación
conjunta de todos los buques sin distinción entre si.
Han crecido tanto los barcos en un siglo que la idea de “barco grande” tiene
un valor muy relativo y proporcionado, naturalmente, a la época a considerar.
Lo lógico es pues, que, a medida que pasan los años, las “marcas” de tamaño
vayan cayendo y veamos en nuestro puerto barcos cada vez mayores –en
tanto las condiciones del mismo lo permitan– sin que por ello dejen de haber
sido sucesos semejantes las entradas de grandes buques en años pretéritos,
cuando su porte era proporcionalmente de autentica importancia.
Dejemos por ahora a los barcos militares para ocuparnos de los grandes
buques de pasaje y revolvamos papeles viejos para sacar a la luz a los
“conspicuos” desde el comienzo de la época del vapor para acá.
265
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Tenía tres palos, dos chimeneas y, por supuesto, casco de madera con proa
de violín y ruedas. Se construyo en 1838 para la Trasatlantic Steamship
Company y en seguida se vendió a la famosa Peninsular & Oriental. Naufragó
precisamente en las costas españolas el 24 de febrero de 1846, a la altura de
Finisterre.
to ra a e a or er oo fon ea o en a ta
Hasta casi veinte años después no se consigue mejorar la marca. Son las dos
fragatas a vapor Cataluña y Hamburgo, de casi 2.000 toneladas, quienes en
1859 entraron en nuestro puerto para embarcar parte de los tercios
vascongados de voluntarios destinados a la campaña de África. Estos
dos buques hacían servicio regular entre Londres y Marsella, con escalas
intermedias en puertos españoles. El tonelaje asignado a ambos nos ofrece
serios reparos y hay que ponerlo un poco en cuarentena, ya que acaso
corresponda a tonelaje de desplazamiento en vez de arqueo, y por tanto éste
sería sustancialmente menor.
266
8 0 .- El primer barco de vapor que entró en nuestro puerto fue el Liverpool
En 1873 se registra la entrada del mercante Tomás, con 400 pies de eslora.
Era el mayor que había entrado en la bahía después del Himalaya de 1860.
Se llevó tropas a La Habana. De este mismo año es la primera entrada del
segundo Santander de la Trasatlántica, con 2.436 toneladas de arqueo
y 4.620 de desplazamiento y la del Méndez Núñez, con 2.321 y 4.100
respectivamente. Como vemos, todos ellos aún inferiores al Himalaya.
267
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Este mismo año de 1883 empiezan a llegar los tres trasatlánticos mejicanos
Tamaulipas, Oaxaca y Méjico, que arqueaban tan solo 4.133, es decir, que
eran un poquito menores que el Luzón de Trasatlántica.
Aquel mismo año estrena nuestro puerto la real pareja Alfonso XIII y Reina
María Cristina, con 5.120 toneladas de registro y 10.680 de desplazamiento
y dos metros más de eslora que el Alfonso XII. Podemos decir que el record
fue repartido aproximadamente entre los tres correos españoles. El Trece y
el Cristina tenían cuatro palos, una chimenea y fueron los barcos más bonitos
que han paseado la bandera nacional por tierras de América. El Alfonso XIII,
268
8 0 .- El primer barco de vapor que entró en nuestro puerto fue el Liverpool
LA GUERRA DE CUBA
En 1894 entra el Santiago, también de la Trasatlántica, con idénticas
características al Alfonso XII, pero unos pocos pies más corto de eslora, y
al año siguiente se rompe de nuevo el record con la llegada del Montevideo,
también de la Trasatlántica española, que tenia 5.295 de registro y 9.264 de
desplazamiento máximo. Vino fuera de línea a recoger tropas, la insurrección
cubana estaba ya al rojo. El Montevideo murió de viejo, desguazado en abril de
1940, en Mahón.
269
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
270
8 1 .- El holandés Statendam, el mayor buque entrado en nuestro puerto
estuvo ya el día de la llegada del City of Rome, con 6.748 toneladas y los
franceses La Navarre, con 6.343 y La Normandie, con 6.029. Al año siguiente
entra La Champagne, con 6.724 y así prosiguen las cosas hasta que en 1906
se bate un nuevo record.
271
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Aquí hemos de hacer la advertencia de que el mural curvo y malo que campea
en el chaflán de la oficina consignataria García, en la calle Wad-Ras (1), no
corresponde a estos dos gigantones, sino a su hermano mayor el Statendam
(tercero), que nunca llegó a estar en nuestras aguas.
272
8 1 .- El holandés Statendam, el mayor buque entrado en nuestro puerto
El cetro pasa al pabellón inglés al año siguiente que registra la entrada del
Asturias de la Mala Real, el gran mastodonte de 22.071 toneladas (32.000
de desplazamiento), que atracó ocupando dos machinas en los salientes de
Maliaño. El Asturias, con sus 655 pies de eslora y su calado de 32 pies, fue
una auténtica hombrada atracado en nuestras aguas, que tardó mucho en
superarse.
ÚLTIMOS RECORDS
Con la sola excepción de la llegada esporádica del “liner” alemán Steuben
en 1939 (14.690) hasta muchos años después de nuestra guerra y de la
segunda guerra mundial, no volvimos a tener festejo de gala. Volvió el Reina
del Pacífico y en 1956 estrenó escala el flamante Reina del Mar, también de la
Pacific, llegando tan sólo a las 20.263 toneladas y sin posibilidad, por tanto,
de sobrepasar al Asturias. Fue en 1957, con la llegada del Alcántara, un casi
gemelo suyo con 22.181, cuando cayó la marca. Este barco se desguazó al
273
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
año siguiente. También vino en este mismo año el italiano Venezuela, con
19.655, es decir, bastante por bajo para colocarse en la “carrera”.
274
8 2.- El reina Governedora, primer buque de guerra que entró en nuestro puerto
275
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
EN PLENA REGATA
Pero ahora estamos en plena “regata”. Acabamos con los “big liners” y
entramos en los “men of war” (sólo los más grandes) desde la seria aparición
del vapor en la primera mitad del siglo pasado. Como dijimos anteriormente,
los tonelajes de los barcos de guerra vienen dados siempre en toneladas de
desplazamiento (peso del agua que desalojan) en máxima carga, es decir
con el buque debidamente equipado, repostado y pertrechado. Esta cifra en
toneladas métricas (unidad de peso, no de volumen o arqueo) se presta a
alguna confusión cuando los buques militares en cuestión son de naturaleza
no guerrera, propiamente dicha (buques transportes, cruceros-auxiliares,
etc.) y por tanto habrá que prestar una especial atención a ella si nos
referimos en concreto, alguna vez, a dicha clase de unidades.
276
8 2.- El reina Governedora, primer buque de guerra que entró en nuestro puerto
El record del Isabel II cayó en 1859 con la llegada del transporte San Quintín,
de 1.300 toneladas de registro y unas 2.500 de desplazamiento. Este
vapor era un antiguo correo de la Cunard, de diez nudos de andar, a hélice,
construido en 1853 y comprado aquel mismo año de 1859. Vino a nuestro
puerto a embarcar tropas con destino a la campaña de Marruecos, en unión
de diversos paquetes mercantes. El San Quintín fue un barco de larga vida
en la historia de nuestra Armada, participando activamente en la campaña
del Pacífico con Méndez Núñez, en las Carolinas, mar de Joló y en la
insurrecciones de Cuba y Filipinas. Terminó sus días como pontón, hundido en
aguas de Cavite para intentar cerrar el puerto a la escuadra yanqui.
LA FRAGATA VITORIA
En 1874, durante la campaña del Norte de la segunda guerra carlista, la
fragata acorazada Vitoria, de 7.250 toneladas, fondeó en el Sardinero el 26
de junio para repostar carbón, saliendo el día 5 para Santoña. El 11 de julio
regresó a Santander y transbordó a ella su insignia el general Polo, que iba en
el Fernando el Católico. Efectuó varias veces más la escala de nuestro puerto,
siempre al mando del capitán de navío don Emilio Catalá, hasta que concluyó
la guerra. La Vitoria, que andando el tiempo se transformó en un acorazado de
segunda clase desprovisto de aparejo velero y con 19 cañones se desguazó
277
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
en 1896. Fue un barco a hélice de larga historia, con dos chimeneas, casco
robusto y sus buenos doce nudos de marcha.
La Numancia era una fragata acorazada a hélice, con casco de hierro y una
chimenea gorda y chata, muy característica. Era algo mas fea que su compañera
la Vitoria y fue el primer buque acorazado que dio la vuelta al mundo
–in loricata navis primus circumdidisti me– consagrándose en la histórica
campaña del Pacífico y en el bombardeo del Callao. Pasados los años se
transformó en acorazado de segunda clase, ya sin velas, y terminó su vida activa
desclasificada en 1909.
Cuando iba a remolque para ser desguazada en Bilbao, en 1914, rompió las
amarras y se perdió sobre la costa de Portugal, embarrancando en la playa de
Cezimbra.
EL PELAYO
En el año 1894 llegó a la bahía –y entró– la escuadra de instrucción. Iban en
ella los cruceros Reina Mercedes y Alfonso XII, de 3.500 toneladas, y arbolaba
la insignia de capitán el flamante acorazado Pelayo, construido en 1890 en los
astilleros franceses de Tolón, con 9.990 toneladas de desplazamiento, dos
cañones de 320, dos de 180 y nueve de 140. Era el mejor buque de la Armada
española y sin duda el más horrible también, con su glacis monstruoso, sus
dos chimeneas separadas por el puente de navegación y sus palos adornados
con las colinetas de las cofas militares. El Pelayo fue la espina dorsal de
nuestra escuadra durante años y años. Se salvó de ir a Santiago por haber
figurado en la escuadra de reserva del almirante Cámara, que no pasó del
Canal de Suez y, finalmente, murió en la prosa triste del desguace en 1933.
278
8 2.- El reina Governedora, primer buque de guerra que entró en nuestro puerto
279
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
280
8 3 .- El acorazado inglés Royal Oak, el mayor buque de guerra llegado a Santander
281
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
EL OKLAHOMA EN SANTANDER
Tras la fallida visita del portaviones Eagle, y durante los treintas, aunque
contamos con no pocas visitas de navíos de guerra extranjeros, algunos de
porte, no se consiguió batir la marca del Royal Oak. Solamente en los días
tristísimos de julio de 1936, en los primeros momentos de la guerra, llega al
Sardinero, por unas horas solamente, el acorazado Oklahoma, con 29.000
toneladas y 583 pies de eslora, es decir, una minucia menor que el inglés.
Llevaba diez piezas de 14 pulgadas en cuatro torres y había sido construido en
1912 y reconstruido en 1932. El final de este buque de línea tuvo lugar en Pearl
Harbour, a manos de la aviación naval japonesa. En 1943 se reflotó el casco y,
cuando era llevado a remolque, se hundió de nuevo, esta vez definitivamente.
También por aquellos días vino el famoso acorazado de bolsillo alemán
Deustchland. Solo desplazaba 11.700 toneladas.
282
8 3 .- El acorazado inglés Royal Oak, el mayor buque de guerra llegado a Santander
Que siga la regata y que para ello lleguemos pronto a esos trece metros bajo
el cero del puerto sin esperar a que en 1980 cuajen las últimas etapas del plan
de desarrollo. Es fundamental, sin ello quedaría definitivamente estancada la
regata, cuando por todos los mares del globo los barcos siguen a más y más.
283
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
284
8 4 .- Requiem por un vapor el Peña Rocías, escuela heroica de capitanes y pilotos
A media mañana, vació una caldera. En el aire, con sur fresquito apuntando
media marea a contraluz y con la madre Cabarga a toca pelones, la Peña
Rocías suya, blanca de nieve, un poco más atrás, el garabato blanco del vapor
prisionero era escandaloso, mejor angustioso. Nadie le contestó, ni un pito,
ni una bandera, ni un pañuelo, ni las hijas del capitán en algún balcón de las
casas del Muelle. Ha sido todo ello de una ingratitud ciudadana vergonzante.
El Rocías viró el ancla, escupió por las purgas del molinete, dio la estampa
al muelle y subió “pal y pal”, canal arriba, escondido en la cola negra de su
propia humareda –todavía carbón, ¡Dios mío!– hasta el rincón maravilloso de
285
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
La suerte –la suerte la crean los mejores con su esfuerzo y su trabajo– nos
ha traído gracias a la fundación del parque de desguaces de Parayas, este
consuelo agridulce de poder contemplar la agonía silente de nuestro viejo
amigo. A un paso terrestre de Ciriego sobre el portulano de Santander, en
donde se nos van enterrando tantos afectos, tendremos otra tumba a la
vista, diaria, para nuestros recuerdos. La osamenta inglesa de sus baos y
cuadernas, cuajada de óxido y saudade salina, se va a orear unos meses al sol
invernal con el telón de fondo de sus mejores días.
Hemos pasado, amigos, la última hoja del cuaderno de bitácora del Santander
ochocentista, asistiendo enternecidos a este entierro sin caballos –con los de
su propia máquina– del último barco íntimo.
286
8 5 .- El Monte de la Esperanza antes que frutero fue barco de guerra usa
287
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Y así sucedió que el Cavalier fue comprado por la Armada el 9 de junio de 1941y
transformado inmediatamente en un minador rapido, al que se puso de nombre
Monadnock y de sigla CMc4. Era un barco de excepcional andar para entonces
–19 nudos con dos turbinas de vapor– y resultaba que ni pintado para efectuar
misiones de fondeo de minas. Se le quitaron los palos, se le abrierona popa y al
costado unas feroces portas de fondeo, y con una extraña silueta, salio a la mar
pintado de gris oscuro y desplazando sus buenas 3.800 toneladas.
288
8 5 .- El Monte de la Esperanza antes que frutero fue barco de guerra usa
JUBILACIÓN DE UN FRUTERO
En 1949 compra el Cavalier la Capricorn Company, naviera panameña con
intereses bilbaínos y lo pone de nombre Karukara, adscribiéndolo al trafico
frutero entre el archipiélago canario y la Gran Bretaña.
Así estuvo navegando hasta el año 1952, fecha en que por fin, consigue la
amnistía precisa para pasar a la bandera española y engrosa las filas de la
naviera Aznar con el nombre de Monte de la Esperanza, alineándose con la
serie “E”, a la que solo pertenecía hasta entonces el Monte Espadán.
289
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Después ya hemos visto que han sido catorce años, nada menos, los que ha
dejado tras de si en su constante trabajo frutero. Por eso ahora, cuando llega
a morirse al borde de la bahía, se merece un especial recuerdo. No es cosa
corriente el apuntillar en nuestras aguas buques de historia militar.
Pero ese es otro cantar –el cantar pintoresco de las cosas “chuscas” de la
bahía– que necesitaría mucho más tiempo y papel...
290
8 6 .- Hace 50 años que el Alfonso XIII se hundió en nuestra bahía
Pues igual, casi igual, nos está pasando con el desastre del Alfonso XIII.
Todo Santander vivió la angustia de aquella absurda catástrofe, y todo
Santander, hasta hace poco, recordaba el aullido angustioso de la sirena del
correo ululante y disforme, en medio de la surada apocalíptica, con la ciudad
ya envuelta en la noche, mientras el hermoso vapor, de lo mejorcito en la flota
mercante de casa, tumbaba aparatosamente de cara a la población. Por eso
la efemérides de su medio centenario ha pasado desapercibida.
291
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
ESPECTÁCULO EN LA CIUDAD
Y así fueron pasando los años. Cuando volvió de América, perdida la guerra,
se desnudó de cañones y grises, se emperifolló de lo lindo rejuveneciéndose
con la tala de dos de sus palos y empezó otra vez, con su gemelo Cristina, a
292
8 6 .- Hace 50 años que el Alfonso XIII se hundió en nuestra bahía
recorrer la ruta de Cuba como si nada hubiera pasado. Así de loco fue aquel
cataclismo. El día 20 de cada mes, el Trece largaba por seno la amarra de la
boya, aquella boyona de los correos, blanca, redonda, como un queso de
nata gigante flotando en la canal y cortando el papel de plata de la bahía con
su branque de flipper recargado de barbiquejos, se abría de puntas rumbo al
Canal Viejo de Bahamas. Al mes siguiente volvía escandaloso, disparando el
cañonazo a través de Punta San Marcos –sólo le quedó el cañón de saludo–
despertando a todo el mundo a fuerza de sirena y arrastrando al muelle de
tablas a media provincia.
Hasta que llegó el invierno de 1915, el mes de febrero, que era el último que
Dios tenía previsto para la contabilidad del viejo trasatlántico. Y, aquí mismo,
en Santander, en un accidente estúpido para el que se pusieron de acuerdo
la imprevisión terrestre de unos operarios, el viento Sur y el relajo, que dirían
allá, de media tripulación franca de ría.
El Alfonso XIII zozobró con los entrepuentes anegados y los sollados a plan
barrido en una pirueta de palancana. Y no salió más.
OTROS ALFONSOS
Como una ballena negra y enorme estuvo enseñando la raya de su casco
curvo tumbado al borde de los sables en la bajamar. No pudo salvarse y lo
desguazaron poco a poco, porque la guerra europea tenía sorbido el seso
y los bolsillos a todas las compañías serias que hubieran sido capaces de
haberlo levantado del fondo.
293
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El tercer Alfonso XIII fue el hermano parejo del Cristóbal Colón, en un dúo
brillante de construcción española. Con los años vino a ser el Habana, que
las generaciones actuales han conocido. Convertido en buque-factoría y
con el nombre de Galicia se dispone a una espectacular campaña en los
“rugientes cuarentas” de los mares del Sur.
294
8 7 .- Las visitas de la Armada alemana a Santander
295
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
BUQUES ESCUELAS
Las siguientes visitas correspondieron a buques escuela en viaje de instrucción.
El 28 de septiembre de 1898 entró la Charlotte, una hermosa fragata-crucero de
dos chimeneas y tres palos, construida en 1885 y de 3.300 toneladas, en misiones
de escuela desde hacía tan solo un año.
EL UC-56
Durante la primera guerra mundial tuvimos la inesperada visita del submarino
UC-56, que entró el 25 de mayo de 1918 y quedó internado en el Cuadro.
Era un barco de 500 toneladas, construido en 1916 y estaba mandado por el
capitán de corbeta Kiesseweter con veinticinco hombres de tripulación. Al final
de la contienda, el 18 de mayo de 1919 se lo llevaron a remolque a Francia los
vencedores. La tripulación había sido internada.
296
8 7 .- Las visitas de la Armada alemana a Santander
En 1931 vino el Emden, el último Emden que fue el tercer crucero que llevó este
glorioso nombre. Venía también en viaje de instrucción, al mando del capitán
297
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
EL DEUTSCHLAND
El Deutschland, orgullo legítimo de la técnica naval alemana, que entró
exactamente el 29 de julio de 1936, después de una participación azarosa en
la contienda, fue hundido el 3 de mayo de 1945 en Swinemunde por la R.A.F.,
quedando tumbado sobre una banda y perdido totalmente.
Otro episodio memorable de su existencia fue el ataque de que fue objeto por
parte de la aviación roja en aguas de Ibiza en 1938 y del que resultaron muertos
treinta y dos de sus tripulantes.
298
8 7 .- Las visitas de la Armada alemana a Santander
DESDE 1960
Las últimas visitas de la Bundesmarine han sido bastante frecuentes. La primera
fue en aguas de Santoña el 6 de febrero de 1960 y estuvo a cargo de la fragata
Scharnhorst y los auxiliares Eider y Trave. El 14 de agosto de 1963 entró una
formación en Santander integrada por las corbetas Hummel, Bremse y Brummer,
con el petrolero Emsland, al mando del capitán de fragata Horst Von Schroeter.
El 25 de julio del ese mismo año nos visitó la propia fragata Scharnhorst y el 18 de
marzo de 1965, como quien dice hace unos días, llegó de arribada la flotilla de
embarcaciones de desembarco integrada por los Salamander, Viper, Krokodil,
Otter, Natter y Eidechse.
Bienvenidos.
299
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Los otros tres barcos que llevaron el nombre de Sardinero, tres vapores a
carbón, con calderas escocesas y máquina de triple, pertenecieron a una
misma naviera: la Compañía Vasco-Cantábrica de Navegación. Era ésta
300
8 8 .- El cuarto Sardinero es el mayor barco de España
301
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Blanchard, don German del Río, don Carlos G. Torre, don Juan Arango, don
Patricio Ruiz Torre, don Alfredo Noval, don José Herrera, don Juan Cano, don
Deogracias García, don Pedro García Noain… Y entre los oficiales don José
del Río (el inolvidable Pick), don Víctor Pérez-Vizcaíno, don Juan Herrera,
don Rodolfo López, don Tomas Lavín Gautier y muchísimos más. Llegó a ser
inspector el maquinista Pedro Rodriguez, mas conocido por Zamora, don
Filomeno Argos, otro celebre maquinista de la primera hornada, compañero
de Pick en el primer Sardinero, pasea aun sus noventa y pico años los días de
sol por los Jardines….
(1) Rafael González Echegaray “Escala en Vigo”. Edit. Mutua Montañesa de Seguros. 1983.
302
8 8 .- El cuarto Sardinero es el mayor barco de España
EL SEGUNDO INGLÉS
Este barco se compro de segunda mano, se llamaba Carisbrook y pertenecía
a los armadores de Glasgow, Miler & Richardson. Se había construido en
Sunderland. Doce años navegó bajo los colores de la Vasco-Cantábrica. El 25
de febrero de 1918, en las proximidades de la costa atlántica marroquí, cerca
de Casablanca, cuando venia de la Argentina con un cargamento de trigo para
Suiza, a descargar en Cette, fue detenido por un submarino alemán. A pesar
de navegar con un salvoconducto al efecto del propio gobierno germano, el
comandante del submarino ordenó la destrucción del Sardinero poniendo una
carga explosiva en una de las bodegas. La tripulación se salvó en un bote.
Lo mandaba entonces el famoso “Pericón”. Iba de Primer Oficial Rodolfo
López, natural de Suances, y de Segundo Tomás Lavín Gautier. Anteriormente
mandaron este segundo Sardinero los capitanes Ruano, Coloma, Aguirre y
Arango.
Y ALEMÁN EL TERCERO
El tercer Sardinero fue entregado a la compañía en compensación por la
perdida del anterior. Era un mercante alemán, de nombre Eriphia, de 2.562
toneladas de registro y 3.500 de carga, construido en 1902 en Rostock para
la naviera Horn, de Lubeck. El día 2 de agosto de 1914 entraba en Bilbao
303
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
304
8 8 .- El cuarto Sardinero es el mayor barco de España
mayor petrolero con bandera española de antes de la guerra, con sus diez
mil toneladas de carga, fue también santanderino de adopción, por pura
casualidad, y a raíz de su construcción en 1932. Fue hundido a cañonazos el
12 de agosto de 1937 en las proximidades de la costa de Túnez.
Larga vida para este Sardinero y que lo podamos ver, algún día no demasiado
lejano, en su propia casa, en la que, de momento, no puede entrar cargado
porque se le ha quedado pequeña. Todo es cuestión de proponérselo
seriamente, porque el primer y más difícil paso –el parto feliz de la
descomunal criatura– ya ha sido dado. Si cunde el ejemplo…
305
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
La gente, la mayor parte de la gente, que no tiene hoy tiempo para nada, ni lee
ni gasta un ochavo en letras de molde, se conforma con abrir fácilmente los
ojos ante la televisión y oír lo que le cuenten los demás. Ni siquiera el Jonás,
que es una institución en la vida del puerto y de la ciudad, parece despertar
la curiosidad y el interés que el libro se merece. Cuando pasen unos cuantos
años y sea ya un libro difícil, es muy probable que una nueva generación
santanderina ande loca buscándolo. Porque esta clase de obras, retrato
vivísimo de una parcela social de la ciudad, para nosotros la más interesante
y, por supuesto, la más entrañable, descrita con sabia maestría, con una
meticulosidad de objetivo y un dominio absoluto del paisaje y del ambiente, se
convierte en el mejor legado para la pervivencia del como y el porqué de toda
una época ciudadana.
Para mi, que no sé de letras, el libro tiene ya un mérito indiscutible, que es este
de centrar al viejo Jonás, casi humano y charlatán, en su vaivén carbonero de
Santander a San Esteban, como eje sentimental que enhebra la marcha toda del
relato novelado. Y si hubiera habido todavía más espacio para él y menos para
los humanos auténticos, aún hubiera subido más el tono original de la obra.
306
8 9 .- Un libro y un barco
Pedro Escalante conoce perfectamente las cosas de la mar, las reales cosas
de la mar y los barcos, tan difíciles de captar con alguna propiedad para los
que no han convivido esta vida tan diferente de la del resto de las gentes. Y
lo ha reflejado con singular buen tino en su “Cuaderno de Bitácora”, esta
nueva novela que se une a la media docena de relatos españoles –algunos
inmortales y en la mente de todos– que han escogido por escenario este
monumental y grandioso de nuestra bahía.
Siguiendo este rumbo, Pedro Escalante nos debe todavía mucho más de su
envidiable vocación y de la galanura de su pluma. La novela de los barcos de
altura montañeses, con sus hombres de máquina y cubierta, sus navegaciones
lejanas y su tirón casero desde el último rincón del globo. Buen tema y buen
palenque para la maestría de su saber y la originalidad de su buen decir.
307
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
308
9 0 .- La pérdida del Monte Palomares técnicamente inexplicable
La vieja naviera bilbaína Sota y Aznar, se fundó como tal sociedad anónima
el 1 de marzo de 1906, agrupando 25 pequeñas compañías armadoras
de otros tantos buques que regentaba don Ramón de la Sota y Llano. Las
peripecias del armamento representativo del tramp español, la Sota y Aznar
primero y Naviera Aznar después, en sus sesenta años de existencia, es una
historia muy larga, hermosa e interesante, pero no es éste el lugar ni ahora el
momento para ello.
Limitémonos a recordar tan solo la lista de bajas en esta naviera de las chimeneas
amarillas paja, y de la contraseña blanca con las iniciales, orlada de rojo.
309
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Otro buque perdió la naviera en ese mismo año, y fue el Gorbea Mendi (primer
“mendi” de la compañía), que naufragó sin victimas el 16 de octubre, en
Talonne, en el Plateau de Cronne, cerca de Molene, en el Finisterre francés.
LA GUERRA EUROPEA
Hasta los días de la primera guerra mundial no volvió a haber más desgracias
en la compañía, pero la barredera de la primera conflagración fue realmente
espantosa. La flota de los “mendis” navegó por la zona mas peligrosa,
prestando servicios magníficos a la causa de los aliados y a España que,
gracias a ello, pudo mantener en línea la recién nacida gran industria
siderúrgica nacional. Los “mendis” de Sota y Aznar llevaban el mineral de
hierro español y traían el carbón inglés para nuestros altos hornos en pleno
desarrollo. El precio fue muy caro.
310
9 0 .- La pérdida del Monte Palomares técnicamente inexplicable
El último buque perdido en 1916, fue el Oiz Mendi, que fue también torpedeado
el 14 de noviembre. Era igualmente un buque relativamente moderno.
311
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
LA GUERRA DE ESPAÑA
Vinieron después unos años de tranquilidad, solo perturbada por la pérdida
del Ayala Mendi, un hermoso paquete nuevo, de 6.500 toneladas, con dos
años escasos de edad, partido en dos en el Golfo de Vizcaya, el 30 de julio
de 1922, por el crucero-acorazado italiano F. Ferrucio, cuando navegaba en
un viaje de prácticas.
312
9 0 .- La pérdida del Monte Palomares técnicamente inexplicable
313
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Y ahora catorce años después –un buen respiro ciertamente– viene este
pobre Monte Palomares a engrosar la lista en un accidente, como antes
dijimos, insólito y espeluznante. Esperemos la llegada del relato de los
escasos supervivientes, porque al menos desde el punto de vista técnico
tendrá un excepcional interés.
314
9 1 .- Tres Alerta en la marina de guerra española
Este Alerta mañanero que se nos mete por los ojos entre bostezos y vapores
de café con leche, con su olorcillo de tinta fresca y su retizne de fotos y
esquelas, también ha tenido sus gloriosos antecedentes en la nomenclatura
naval española. ¡Pues no faltaba más!
Y para que no haya dudas entre los escépticos consultantes, vamos a contar
algo de los tres vapores de guerra –nada menos que tres– que en poco más
de un siglo han sido Alerta en las listas de nuestra Marina de guerra. Claro
está, que el nombre se presta, por su resonancia militar y avispada, para
bautizar unidades de vigilancia y de combate, por eso no es demasiada
prodigalidad el que haya habido tres barcos mal contados con este nombre.
315
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Esta fotografía fue tomada en Alicante en 1862, se ve a la izquierda al vapor Alerta con rue-
das y casco de madera, y la fragata española Resolución
En 1856, bajo el mando del teniente de navío don Eliseo Sánchez, estando
destinado en aguas de Barcelona, salvó al vapor francés Oscar, de la
matrícula de Marsella, que había embarrancado en las proximidades del
puerto catalán. El emperador Napoleón III premió por ello a la dotación del
buque español.
EN LA GUERRA DE MARRUECOS
En 1860 participó activamente en las operaciones del desembarco español
en Marruecos con motivo de la campaña del general O’Donnell. Era buque
316
9 1 .- Tres Alerta en la marina de guerra española
El Alerta, al mando del teniente de navío don Ángel Topete, cumplió como
bueno y horroriza el pensar como podría estibarse en aquél cascarón de 44
metros un batallón completo con su impedimenta, aguantando la travesía
desde Málaga a Ceuta y Río Martín.
EL SEGUNDO UN CAÑONERO
En 1881, ya en el último tercio de su vida militar útil, fue destacado a aguas
de Mallorca y finalmente en 1884 es dado de baja en las listas de la Armada
saliendo a subasta y vendiéndose con el Lepanto y el Ferrolano. Se pagaron
por él 40.000 pesetas.
El segundo Alerta fue un cañonero de tercera clase –más bien una lancha
cañonera– de 43 toneladas y casco de acero, construido en 1895 en
Inglaterra por la casa White para nuestra Marina. Tenía 21,3 metros de eslora,
3,95 de manga y 1,9 de puntal. Andaba 10 nudos, estaba armado con un
cañón de 42 milímetros y llevaba 22 hombres de dotación.
317
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El 11 de mayo fue atacado entre Cayo Romano y Cayo Blanco por una fuerza
naval enemiga integrada por los cañoneros Willmington, Hudson y el torpedero
Winslow, sosteniendo con ellos un bravo combate que concluyó con la retirada
de los buques americanos, uno de los cuales, el Winslow, fue repetidamente
alcanzado y gravemente averiado por el fuego del Alerta y el Antonio López.
Tres días antes había sostenido un corto duelo artillero sin consecuencias
esta pequeña fuerza naval española con otra superior enemiga formada por
el Machías, el Winslow y el Ericsson cerca de Cayo Mangley.
318
9 1 .- Tres Alerta en la marina de guerra española
319
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Trasatlántico Gripsholm
320
9 2.- Aquel Gripsholm que repatriaba prisioneros
SE HACE ALEMÁN
Volvió a su tarea pacífica en 1946, tras una importante obra de remodernización,
y en 1954 se vendió a la famosísima naviera alemana Nordeutsche Lloyd (el
321
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
322
9 2.- Aquel Gripsholm que repatriaba prisioneros
Nosotros también llevábamos luces –no tantas ni tan buenas– para alumbrar
nuestras banderas del casco y el banderón-mampara, de tabla, sobre la
toldilla. Nosotros también nos ganábamos honradamente el pan amargo, y
en precio recibíamos pasadas y torpedos, abusos de derecho y de fuerza, y
el desprecio de los beligerantes. España no tuvo nunca buena prensa desde
César Carlos para acá.
Por eso, el encuentro del bravo Gripsholm sobre la raya, con su buena
carga de penas aliviadas y su respetada credencial de buen samaritano,
nos consolaba entonces no poco. A él, por lo menos, se le consideraba
dignamente en su honrosa y ejemplar neutralidad. Éramos como la familia de
Lot –los justos ante los ojos del Señor– huyendo del fuego universal de la
Pentápolis, por la sublime razón de nuestra sensatez y nuestra real gana. Este
Gripsholm nuevo y flamante, al cabo de veintitantos años parece que ha venido a
recordárnoslo.
323
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El Cementos Rezola número 2, con otro nombre mucho mas bonito, por
supuesto, nació para nuestra matricula en los últimos días de la guerra
europea. La flota pejina de vapores había llegado brillantemente a la mayoría
de edad con cuatro lustros de experiencia y empezaba la historia chocante
y descalabrada de la heterogénea flota de Liaño, que lleno un periodo bien
caracterizado de la vida naviera santanderina en el siglo actual.
Entonces Luis Liaño constituía la naviera Luis Liaño y Compañía, S.en C.,
con su hermano Alfredo, don Antonio Huidobro, don Antonio Junco y acaso
algún socio más. Para aquellas fechas Liaño había sido ya armador de los
324
9 3 .- Otro viejo caballo de la matrícula está muriendo en Parayas, el María Elena
vapores Ruda, Parayas, Esmeralda y Luis, y se sabía bien los sinsabores y las
sorpresas del negocio.
325
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
DE AMATXU-BEGOÑAKOA A ITXAS-ZURI
Pero no se hizo viejo en la matricula. En 1923 se vendía a don Mariano de la
Torre, otro armador de Bilbao, que lo rebautiza Amatxu-Begoñakoa y así
continua hasta que en 1929 lo adquiere la empresa de cementos Rezola y
con el numero 2 y el propio nombre registrado de la casa, lo pone a navegar.
326
9 3 .- Otro viejo caballo de la matrícula está muriendo en Parayas, el María Elena
Pero este final del María Elena tiene la particularidad de ser el del único
barco de la larga flota de Liaño, la surtida y renqueante flota de los difíciles
“veintes”, que ha venido a morir en casa, si exceptuamos al remolcador
gigante Chita, una elucubración de dos chimeneas, que fue importado
también a la postguerra primera por nuestro naviero.
Los barcos se amarraban inútiles, parados, vencidos, por todos los puertos
del mundo. Las navieras se arruinaban estrepitosamente sin distingos de
pabellón ni contraseña. Los bancos quebraban y los millones de parados
eran una fila interminable que daba vuelta a la tierra. En aquellos penosos
“veintes”, los “felices veintes” como ahora se dice cuando parece que se han
olvidado demasiadas cosas, un marino santanderino se embarcaba en la
última romántica aventura de la historia secular de nuestra matrícula: crear
una flota fantasma contra toda esperanza. Y le siguieron.
327
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Cada vez que se acomete una nueva obra portuaria, y en cierto modo ello
es natural, se asesta una puñalada trapera al escenario eterno de nuestra
bahía, liquidando perspectivas con patente de supervivencia, cegando sin
compasión espacios de mar arrinconada o de marisma, abandonando zonas
de tráfico para crear otras nuevas y, en cualquier caso, sacrificando a la
eficacia más bien fácil, los valores estéticos, el “hábitat” de los recuerdos
históricos y por supuesto la anchura pródiga de este valle gris plata,
que va, inexorablemente a pasos agigantados, camino de ría laboriosa y
comercialmente navegable.
328
9 4 .- Adiós a la Ría de Solía
Pero todo eso son datos anecdóticos que se vienen al bolígrafo y no hacen
demasiado al caso. Porque el caso que hoy nos abruma de pesar, a pesar
de todo, es una obra que, es claro, va a venir de perilla a toda una zona
sur de la bahía, nos estamos refiriendo al puente de Pontejos. El puente
asesino y necesario, que pone definitivamente cruz y raya a una parte
importantísima, acaso la más importante, históricamente hablando, de todo
un rincón de la bahía que un día fuera zona navegable y corazón mismo del
puerto, en el entresijo de sus montañas a tocapenoles.
329
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
330
9 4 .- Adiós a la Ría de Solía
EL OTRO BRAZO
El otro brazo también fue historia, por él subieron los cargamentos de
carbón para la fundición de las fábricas de artillería de Liérganes y La
Cavada, y por él se embarcaban en el parque de Tijero las piezas flamantes
de artillería, con su relieve de las armas de los Borbones y el nombre
trasmerano.
El primer vapor importante que subió a San Salvador a por mineral fue
el español Teodoro en 1878. Entre 1899 y 1905, la draga Santander, dos
“prietsman” y tres gánguiles, dejaron aquel paraje como el recibidor de una
casa del Muelle, con cinco metros de agua y 450 de diámetro para el reviro
y la maniobra.
Y un poco más arriba, esa serpiente roja de la sangre de los lavaderos, que
es la ría de Repalacio, se hacía navegable para embarcaciones menores
hasta el cargadero de Heras, hoy un machón ceñido de prados, vacas y
tractores.
331
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
332
9 5 .- Submarinos en la bahía
Desde que en el mes de junio de 1962 hizo su entrada en estas aguas el Galatée,
la flota submarina francesa viene a ser cliente casi permanente de nuestros
muelles. Con las maniobras Finisterre III en el otoño del 64, llegaron el Espadon
y el Requin. Después el Roland Morillot, el Narval y el Requin de nuevo. Otra
reciente visita aislada fue hace un año la del Narval, y ahora otra vez el mismo
Narval con el Daphne, prototipo este último de la pareja que se va a construir en
España en breve, según sus planos, para nuestra Marina de Guerra.
333
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Este año no hubo maniobras, pero si la gran revista naval coincidiendo con
la llegada del rey en el Arlanza y el estreno del Miguel de Cervantes, recién
incorporado a la división de cruceros, toda ella surta en nuestro puerto.
334
9 5 .- Submarinos en la bahía
Los B regresan al Sur, a excepción del B-6 que fue hundido en Cabo Peñas en
una famosa acción.
De los “C”, fueron los más fieles a nuestras aguas el C-2, el C-4 y el C-6.
El C-3 ya había sido hundido para entonces –el 21 de septiembre– frente
a Málaga por un hidro nacional y el C-5 se perdió frente a San Vicente de
la Barquera cuando su comandante intentaba pasarse al campo nacional
después de salir de Bilbao, posiblemente el 2 ó 3 de enero de 1937.
El segundo fue el Luigi Torelli que entró en agosto de aquél mismo año y se fue en
noviembre, y era prácticamente igual al anterior. Ninguno de los dos llegó a ver
la paz y fueron hundidos en aguas del Pacífico, bajo pabellón alemán el primero
como U I T-23 y bajo pabellón japonés el segundo con la distintiva I-504.
335
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
¿Lo veremos?
336
9 6 .- Dos meses de sol y de luz
La vela pura –el griego y el latín de la navegación, que dijo José del Río–
refugiada en el reducto heroico de la marina deportiva, tiene un campo feliz para
repuntear sobre esta carta maravillosa de nuestra costa cuando, por dos meses,
se toma un resuello antes de empezar de nuevo a desmelenar noroestes y aguas.
337
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Dos meses de sol y de luz se abren por la proa con una perspectiva realmente
excepcional y, sin rebasar las doscientas millas de nuestra base.
338
9 7 .- Veleros en la bahía
La llegada a Santander del Regina Maris, con sus tres palos y su estilizado
mascarón de proa, sin duda el acaecimiento del puerto más notable desde un
punto de vista estético, en los últimos treinta años, ha producido su revuelo
emocional entre la perenne afición pejina que vive, no diremos de cara a la mar,
pero sí, al menos, de cara a la bahía, con una constancia digna de mejor suerte.
Por eso es cosa de recordar un poco las visitas de veleros notables a nuestras
aguas. La lista es fabulosa, interminable, particularmente por lo que a los
últimos lustros del siglo pasado y a los primeros del presente se refiere.
Hay que espigar un poco a la buena de Dios, lo que realmente parece más
“conspicuo”, como dicen los derroteros ingleses del Almirantazgo.
De la vela –la vela pura– dijo un día el inolvidable José del Río, poeta y capitán,
que era el griego y el latín del arte de navegar. Es cierto, y para dar mayor
propiedad a la frase convengamos con él en que, como las lenguas muertas, la
vela, la ciencia de la vela grande, tiene el tirón notable de lo difícil, lo perfecto,
lo preciso, lo bello y lo, hoy, comercialmente inútil. Pero ahí esta el suceso,
la llegada de un bergantín-goleta de tres palos, aparejado a la clásica, ha
producido mayor impacto sentimental en la ciudad que todo el trajín portuario
de años y años con buques corrientes cada vez mayores y mas logrados.
339
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
De los últimos años del novecientos merece recordarse la fragata rusa Néstor,
subastada públicamente en la bahía en 1885. La americana Robert Dixon, de
1.367 toneladas, que estuvo cuatro días al garete sobre la costa y al fin pudo
ser salvada por el remolcador Hércules y metida en Santander con sus 100.000
latas de petróleo. Era diciembre de 1888.
Entre los buques escuelas a vela mas dignos de recuerdos figuran las fragatas
alemanas Charlotte (3.760 tons.) y Stein (2.856), la sueca Saga (1.535) y la
noruega Normen.
340
9 7 .- Veleros en la bahía
VELEROS EXTRANJEROS
Sin embargo, es ya en el siglo actual cuando tenemos las visitas de los buques
a vela más grandes y perfectos, y dentro de ellos varios de pabellón mercante
de los que realmente han hecho historia en la navegación de su clase.
Solo vamos a citar unos pocos: los franceses Laertes y Laennec, el español
María Teresa, los noruegos Steinsund, Svagen y Caracas y por encima de todos
ellos, con un record excepcional, espectacular e inolvidable, los alemanes
Magdalene Vinnen, Peking y Padua.
Los tres noruegos citados fueron navíos de categoría: el Steinsund corrió serio
peligro frente a Cabo Mayor en 1915 y entró también de arribada. El Caracas
y el Svagen, los dos fragatas de tres palos, fueron barcos muy notables,
particularmente el primero por su impresionante belleza. Estuvo en el dique de
Gamazo. El Caracas entro con el mastelero de mesana desarbolado.
341
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El gran velero Peking de Naviera Laeisz, atracado en 1932 en el muelle de Albareda de San-
tander. Por su popa se ve el vapor Cabo Razo de Ybarra y Cía.
342
9 7 .- Veleros en la bahía
Estos tres grandes “limejuicers” alemanes, los mayores veleros de todos los
tiempos que han estado en Santander, Fueron un espectáculo maravilloso y
memorable. Sus mastelerillos se aupaban por encima de las casas del muelle
fisgando las buhardillas de toda la ciudad, y era una pura gloria el contemplar
el tejido exacto de su jarcia prócer y la diablura arrebatada de sus flechastes
trepando al cielo 170 pies. Su estampa no se olvidará fácilmente de la memoria
de todos los santanderinos de entonces.
BUQUES ESCUELAS
Entre los buques-escuelas puros de esa época, tenemos en 1921 la llegada de
la famosísima corbeta Nautilus de la Marina de Guerra española. En 1924 la
fragata noruega Tordenskjhold, también en los veinte la barca alemana Niobe,
que había de perderse trágicamente en el mar Báltico en 1932, y en 1930, en
riguroso estreno, la esbelta barca escuela española Galatea (1.620 toneladas)
con aprendices marineros, que todavía existe amarrada y desabarloada en Ferrol.
343
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Solo a vuelapluma, sin excesivo rigor, hemos traído al recuerdo la lista grande
de veleros notables que nos han visitado. Sí, éste Regina Maris, que por su
porte no es gran cosa, pero por cuanto de insólito y fabuloso tiene hoy en día
su recalada, ha merecido la atención apasionada de media población, debe ser
anotado con letras capitulares en la historia anecdótica del puerto y los muelles.
El Regina Maris, un viejo casco maravillosamente habilitado, un sueño para toda
una vida, ha entrado un día en olor de novela romántica y tal como entró, sin
decir nada, se ha marchado ante la admiración de la familia del chapapote y el
asombro de los veraneantes terrestres, que han contemplado por sus propios
ojos una escena al vivo de “Molinos de viento” con decoración natural. Y sin
plaza Porticada.
344
9 8 .- Un viejo al sol
Y sin embargo, estos dos barcos no nacieron para esa línea, porque se
estrenaron en 1920, nada menos que como auténticos trasatlánticos para
la línea Nueva York-Barcelona, que entonces pretendía establecer la
Trasmediterránea. Realmente es insólito hoy en día el imaginarse al pobre
Romeu, un correíto de palangana, atravesando el Atlántico Norte, con sus
invernadas horribles y sus borrascas en procesión, cargado de pasajeros.
Pero esta es la mejor prueba de la relatividad de las cosas y lo que ahora es
difícilmente concebible y a todas luces una locura, entonces –hace 45 años–
era una cosa perfectamente buena y normal.
345
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
LA PAREJA ROMEU-ESCOLANO
Pues bien, entre los cinco barcos en construcción que aportaba la Valenciana,
estaba la pareja Romeu-Escolano, orgullo de la marina mercante nacional,
que se construía en los astilleros de la Constructora Naval en Cartagena.
Estos dos barcos, de 3.100 toneladas de registro bruto, iban a ser dos
importantes unidades; las mas importantes de la flamante compañía del
gallardetón rojiblanco.
El Romeu, este supérstite que todavía nos visita, fuel el primero de los dos.
Se botó en noviembre de 1918, mientras que el Escolano no se entregó hasta
1920, y sin embargo ha sido el que menos ha durado.
346
9 8 .- Un viejo al sol
que había largado los colores de nuestra matrícula bajo la contraseña de Liaño
con el nombre de Luisa.
El Romeu a pesar de todo, vive con sus bien llevados cuarenta y siete años,
su porte digno de correíllo serio, con la encomienda de la línea “dura” de su
contraseña, siempre por el Atlántico, rompiendo mares y mareando viajeros
desde la Marola a las Banchas.
347
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El Romeu, este Romeu de hoy que se nos hace pequeño y temerario para
llegar a La Coruña, sería un cubilete de dados borracho sobre los temporales
del Atlántico en quince días de navegación, y espanta imaginar el “confort” de
mártir de sus pasajeros –sardinas en lata– en semejantes viajes de pesadilla.
Pero así son las cosas. Cuando los autobuses de la City de Londres se quedan
desfasados vienen a Madrid y cuando los tranvías de Miranda envejecen
emigran a cualquier capital de provincia de tercera fila. Es el descender
inevitable hacia el fin.
348
9 9 .- La matrícula santanderina
349
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
350
9 9 .- La matrícula santanderina
en diversas etapas nada menos que las siguientes firmas navieras: Naviera de
Castilla, Naviera Estelar, Cía. Vasco-Cantábrica, Fernando Mª Pereda, Pereda
y Cía., Transportes de Petróleos e Hispano-Cubana de Navegación.
Los buques que pasan en estos años bajo sus contraseñas son los siguientes:
Río Miera (1º), Río Pas, Río Tajo, Río Deva, Río Besaya (2º), Río Miera (2º),
Río Jiloca, María de los Dolores, Río Cubas, Bonifaz, Piélagos, Villafranca,
Villanueva y Minas Conjuro.
351
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
De los doce vapores que poseía, al fin de nuestra guerra, la primera de estas
compañías, hoy solo navegan 8 (Carmen, Chonga, José G. Trevilla, María
Santiuste, Mariavi, Marta Junquera, Paco García y Toñín).
Los escritorios del muelle, a pesar de los tiempos contrarios, siguen avanteando.
352
1 0 0 .- El primer noroeste y el último Silda
El Silda ha muerto casi con las botas puestas, que es final lógico y decente
para cualquier barco sin distinción de clases ni tamaños. Pero lo han hecho
astillas –y plomo– al filo de la primera borrasca seria de un otoño que llega
presuroso y avergonzado de su retraso, zarandeando costeros, desplumando
árboles y cerrando contraventanas a las seis de la tarde.
353
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El Silda III, vencedor de regatas, calofrío blanco de lonas en las viradas por
avante, con su copioso bagaje de anecdotario real, sus buenos ocho metros
fuera de puntas y el polisón horrible de su orza, que es el truco escondido de
la acrobacia naval de la vela, ha caído al fin, dejando un sitio que no volverá a
llenarse. Porque los años pasan.
“Estoy con un catarro que tal vez haya cogido en la finca de Cabo Mayor, en
mayo. La broma dura ya 42 días y no tiene traza de quitárseme. Veremos si en
el Silda III y con nordestes frescos logro dejar los microbios por la popa…”
354
1 0 0 .- El primer noroeste y el último Silda
355
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
En hablando del rey de Roma se nos va a asomar por la boca del Este, de
aquí a muy pocos días, el mayor “peje” que jamás haya recalado sobre
nuestras aguas y que haya franqueado el canal del puerto. Un petrolero de
48.000 toneladas de peso muerto –el mayor del mundo en 1954, fecha de su
construcción– que viene al desguace en Parayas.
356
1 0 1 .- Ahí viene un barco de 48.000 toneladas
Era una reproducción casi exacta y un poco mejorada del Tina Onassis,
recién terminado, movido por turbinas de vapor de 17.500 caballos y con
una velocidad de 16 nudos. Cuando entró en servicio con su elegantísima y
finísima silueta alargada, pintado de blanco con la clásica chimenea amarilla
de Onassis, era, a más del mayor mercante del mundo, sin duda, unos de los
más bonitos y airosos.
Lo que luego pasó entre Saud y Onassis, dos monarcas cada uno a su aire,
pero ambos a dos con el armiño embadurnado de mazout, pertenece al secreto
del sumario. Lo cierto es que el Al-Malik se quedó solo en la Saudi Arabian
Tankers y en 1961 arría la bandera triangular de los sables y el versículo del
Corán para izar amorosamente la de la República de Liberia, pasando a
integrar el patrimonio de la Garraway y Transportation Co., filial, por supuesto,
357
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
358
1 0 1 .- Ahí viene un barco de 48.000 toneladas
Hay que anotar esta efemérides que va a producirse, pero no como simple
curiosidad que pronto será histórica, sino como lección de hasta donde puede
llegarse cuando se toman en serio los negocios y el interés por las cosas de
casa simultáneamente. Ese es el camino. Las lamentaciones fundadas, las
quejas justísimas y el rasgarse las vestiduras y darse de puñaladas jurando
que el puerto es tanto y más cuanto mejor que el del prójimo o que se nos
posterga en el reparto feliz de aguinaldos, no sirva para nada practico si no
se acompaña de hechos y esfuerzos que convaliden de presente los meritos
que creemos poseer. En una palabra: a Dios rogando y con el mazo dando,
que es un refrán fácil de entender para todos.
359
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Ese Montañés de Gijón ex Coname, ex Matelier, que con sus sesenta y ocho
años ha estado a punto de quedársenos en la barra de Suances, es un barco
con una extraña predilección por nosotros, diríamos que es un “montañés” de
la Montaña, copiando el chiste aquél del viajero alemán tan conocido.
En los días que siguieron al desastre francés, en 1941, vino a parar a Bilbao,
huyendo de la tragedia del país vecino, la vieja draga de succión Matelier,
propiedad del puerto de Burdeos, que había sido construida en 1899,
posiblemente en el propio Burdeos, y que era, ya en apariencia, una pura
chatarra con 600 metros cúbicos de cántara.
360
1 0 2.- A cuento de ese Montañés que ha sido noticia estos días
Por aquella época pasaba nuestra Junta los apuros del siglo con la falta de
la antigua chupona Cantabria, perdida y subastada en La Canau, a raíz de
nuestra guerra civil. El puerto necesitaba urgentemente una nueva draga
de succión y las personas que regían sus destinos entonces, don Nicolás
Lafuente como presidente y don Gabriel Huidobro como director, posaron sus
ojos en la extraña refugiada francesa –lo único disponible a nuestro alcance–
que iba, inexorablemente camino del desguace.
Pero no les había llegado aún su hora ni al San Emeterio, hoy pimpante alhaja
de Nueva Montaña, ni a la Matelier, en la que se desmontó el equipo de
dragado y, a punto mismo de muerte, se transformó allí mismo en un costero
crecido, de nombre Coname, máquina a popa vetusta y propiedad de la
Compañía Naviera del Mediterráneo de Barcelona.
NACE EL MONTAÑÉS
El equipo de dragado de la Matelier quedó tirado por la campa y cuando
milagrosamente se libra de ir a la colada, vuelve a la escena la constancia de
nuestra Junta y se compra por cien mil pesetas aquél artilugio despiezado
para instalarlo, en 1943, a bordo del gánguil Somo, que quedó así convertido
desde entonces en una draga de succión de emergencia para salir del paso y
prestar servicios al puerto hasta que se nos fue de Santander hace varias años.
361
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
cerca con nuestra matrícula, tales como el San Antonio, y el Tanchín, procedentes
de los armadores santanderinos Liaño y Peiró respectivamente, o los Marta,
César, Rosita y Amada, que pasaron a la flota de Vapores Costeros en 1922.
En ese año de 1810 el día 9 de marzo cuando iba a zarpar para América,
un temporal de Levante lo hizo embarrancar en la bahía de Cádiz, en las
362
1 0 2.- A cuento de ese Montañés que ha sido noticia estos días
Otro Montañés digno de recordación fue un vapor –el primero– del tráfico de
pasajeros por la bahía, que embarrancó en la Punta de Maliaño en el mes de
julio de 1842 y cuyo suceso, que acabó en tragedia, se narra en el “Santander,
Sidón Ibera” de Simón Cabarga, con el detalle y precisión que es característicos
de todos los libros y trabajos de éste insustituible e inimitable albacea de la
historia local.
363
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El Río Besaya, que hasta fines de 1927 era de Constructora Montañesa, pasó
a ser el primer buque de la Naviera Montañesa que regía don Luis Pereda, y
ostentó el record de la construcción naval en aguas del puerto vecino. Fue la
mayor unidad que se enramó en la ribera de Hinogedo y hubo que echarlo al
agua desde el “verde”, a fuerza de tirones de locomotora con una pasteca de
retorno.
ALARDE DE ARTESANÍA
La verdad es que el Río Besaya, parido milagrosamente en el propio Besaya,
en un alarde de artesanía pintoresco, era un barco raro, de máquina a popa,
puente al centro, pozo en las escotillas I y II, y tres palos al estilo de los
carboneros británicos. A poco de llegar le siguió en la lista el Río Miera, mucha
más bonito y más proporcionado, aunque algo más pequeño.
364
1 0 3 .- Tres Río Besaya en la matrícula naval montañesa
Tras este pobre Río Besaya, pequeño y raro, se pueden contar otros dos Río
Besaya en la flota de aquella contraseña. El segundo fue un petrolero noruego
de 15.000 toneladas, construido en 1935 con el nombre de Marina, para el
armador Tonsberg, Thornvald Berg y que navegó con aquella bandera hasta
1954. Cuando solo contaba 25 años de vida, se vendió para su desguace en
Italia en 1960.
PARA UN MUSEO
El barco de la Arcillosa, nacido en un prado, en el brazo pardo y común del
Besaya y del Saja que es la ría montañesa con aire europeo e historia prieta de
barcos y fábricas, ha caído en el Atlántico partido por gala en dos.
365
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Las maquetas de estos tres “primitivos” –el Besaya entre ellos– deberían
estar en un museo que no existe, por eso nos tenemos que conformar con
llevar su vieja silueta grabada aquí en el armario gris de los recuerdos.
366
1 0 4 .- Barcos rusos en Santander
Pues sí, es bastante cierto eso de que los distintos pabellones rusos que
sucesivamente han flameado en su marina comercial han sido en los últimos
lustros rara avis en nuestro puerto, abierto por lo demás al más generoso
repertorio anecdótico de la mar en todas sus clases.
Los otros dos visitantes de la Sovietflot, según datos propios, fueron el Kia en
1933, y el Turksib en 1936.
367
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
368
1 0 4 .- Barcos rusos en Santander
EL NAUFRAGIO DE LA “SUOMI”
El famoso naufragio de la Suomi, ocurrió la noche del 13 de diciembre de
1874. Era una hermosa fragata de 1.500 toneladas, abanderada en Finlandia,
que en aquella época era un gran ducado perteneciente al imperio ruso. Este
barco, que en 1867 se hizo célebre por sus viajes de transporte de chinos
“en vivo”, desde Extremo Oriente a La Habana, navegaba de Inglaterra a
Génova con carbón, cuando fue sorprendido por una gran temporal que la
echó sobre nuestra costa. Se perdió en la playa de Luaña, en Cóbreces, en la
restinga del Rastrillar, la tripulación, compuesta de 19 hombres y la esposa
del capitán – extraordinariamente bella y joven, según las crónicas –, fue
salvada corajudamente por los vecinos de Cóbreces, gran parte de los cuales
fueron condecorados con la Medalla de Oro de Salvamento con pasador de la
Orden de San Wladimiro, que les concedió el zar y les impuso el vice-cónsul
de Rusia en Santander, don Pedro Cagigas Mocó.
369
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Por el Paredón subían desde el muelle de Anaos los tripulantes de los brik-
barcas rusos. Tiesos como pinos del Báltico, infantiles como lapones. Los
capitanes repulidos, de cuello vuelto y guante blanco, hacían la visita de
protocolo al cónsul de su majestad imperial don Pedro, y la “canalla” se
repartía por la larga teoría tabernaria del barrio nacido en torno al Cabildo
de Arriba. Los canónigos, bajo el paraguas, bajaban al claustro de la catedral.
La “casona de la Inquisición”, triste, se moría de vieja y severa, y al otra lado
del Puente, tras el ojo ojival de la torrona, la ciudad mercantil y cosmopolita
se desparramaba, con más luz, en tiendas y en calles estrechas.
370
1 0 5 .- Dos Río Asón en la matrícula naval de Santander
u ue fr or o o n e ran orte r or o ar t o
371
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
El abad Paterno, doña Velasquita, los Giles, el conde Fernán y hasta la Madama
de Ratisbona, estoy seguro que sienten desde allá pena de su río, su gran río,
alejado hoy de empresas navales serias porque las cosas vienen así. Con el
cerrojo –ya fijo– del puente de Treto, y el recuerdo de los vapores que subían a
cargar mineral de zinc a Limpias, perdido hace 85 años, el Asón le va perdiendo
el regusto a la mar salada y se emperifolla para el turismo, la pesca terrestre y las
piraguas. Ni mejor ni peor, otra cosa.
EL PRIMER ASÓN
El río Asón, el más navegable y el más marinero de Santander, en un día, tiene ya
ese barco con los colores que el general Armero le hizo firmar a la reina Isabel
II el 30 de julio de 1845 para nuestra provincia marítima: blanca y roja por mitad
horizontal, lo blanco superior.
372
1 0 5 .- Dos Río Asón en la matrícula naval de Santander
373
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
106.- ENTREVISTA:
“NUEVE HISTORIAS DE BARCOS”
Son historias noveladas de navíos, muchos de ellos de la matrícula santanderina
Diario Alerta, 12 de marzo de 1968
Pero las “Nueve historias de barcos” tienen otro carácter. Él nos lo explica:
- Es un libro de entretenimiento, que me ha servido de distracción en mi
trabajo. Las nueve historias están noveladas, aunque todos los sucesos y
personajes son auténticos. Los protagonistas son barcos mercantes con
historia militar.
374
1 0 6 .- Entrevista: “Nueve historias de barcos”
375
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
LA TRADICIÓN LITERARIA
- Habiendo tan pocos cultivadores del tema, ¿cómo logras la documentación
necesaria?
- Es una tarea muy ingrata y larga. Tengo que aprovechar las noticias de las
colecciones de prensa, la tradición oral y sobre todo los archivos del Lloyd,
que son fundamentales. Y en menor escala, los de la Subsecretaría de la
Marina Mercante.
376
1 0 6 .- Entrevista: “Nueve historias de barcos”
377
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Por la importancia del tema hemos hecho una serie de preguntas al señor
González Echegaray, hombre estrechamente ligado a la mar de Cantabria y
su historia, así como a Alerta, a través de sus muchas colaboraciones.
378
1 0 7 .- Entrevista: El papel de la Marina en la guerra civil española
379
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Se convirtió en una lucha contra reloj para ver cuál de los bandos conseguía
introducir más material. Otro tema podría ser el del abastecimiento
de carburantes a los dos bandos por parte de diferentes compañías
americanas…
380
1 0 8 .- Entrevista: “Balleneros Cántabros” recoge toda la actividad ballenera de nuestros marinos
Pareciera como si la historia tornara sus ojos a los siglos XIII o XIV y nuestros
marinos se dedicaran de pleno a la captura del considerado rey de los mares: la
ballena. Tema éste que en fechas atrás ha cobrado rabiosa actualidad merced
a la curiosa coincidencia de dos hechos indirectamente relacionados entre si,
que han tenido lugar en nuestra provincia. Nos estamos refiriendo, por una
parte, a la captura realizada por un pesquero santoñés, a la altura del monte
Buciero, de una cría de ballena que, herida de muerte, fue arrastrada por
las corrientes, y por otro lado, a la presentación, en la misma fecha, del libro
titulado “Balleneros cántabros”, del que es autor Rafael González Echegaray,
bajo patrocinio de la Caja de Ahorros de Santander. Es éste un libro que viene
a llenar un hueco importante en las obras que sobre este mismo tema se han
realizado. Obras en las que en la mayoría de los casos, se hablaba casi siempre
de los balleneros guipuzcoanos, sin apenas darle importancia al renombrado
papel que los marineros cántabros desempeñaron en estas capturas.
381
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
382
1 0 8 .- Entrevista: “Balleneros Cántabros” recoge toda la actividad ballenera de nuestros marinos
J. J. Revuelta
383
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
He oído decir muchas veces al profesor Seco Serrano que lo más difícil de
la Historia es ser el primero en contarla. Los siguientes, poco a poco, irán
conformando la interpretación definitiva cada vez con menor margen de
error. Nuestro paisano Rafael González Echegaray en su libro “La Marina
Mercante y el Tráfico marítimo durante la guerra civil”, no sólo ha sido el
primero, sino que ha convencido. Ricardo de la Cierva, conocedor de la
historia del mar y prestigioso en todos los campos de esta ciencia, publicaba,
días atrás, una extensa recensión sobre este libro en el diario madrileño ABC,
en estos términos:
“Este es el libro ejemplar que no puede faltar, desde hoy mismo, en las
bibliotecas profesionales, científicas o simplemente de aficionados al tema
de la guerra civil española (…) Después de este libro (…) la historia de la
guerra civil española debe escribirse de manera diferente con respecto a los
nuevos datos que destruyen tantas leyendas”.
Después del paso por esta casa, el sabor del mar no ha abandonado su
entorno. De sus manos han salido quince libros con este tema común. Su
384
1 0 9 .- Entrevista: Rafael González Echegaray historiador del mar
- Entonces, ¿la verdadera guerra del mar se decide en torno al tráfico marítimo?
- El sustratum de la guerra naval es mantener el apoyo logístico de las tropas
en lucha. Lo que se trata es de conseguir el mando del mar, conseguir el
385
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
- ¿Finaliza con este libro su labor histórica sobre la guerra civil en el mar o
tendrá algún sucesor?
- El libro es el primero de una colección de cinco o varios autores. A mi me
corresponde aun hacer otra parte que será sobre la campaña del Cantábrico,
relativamente más corto puesto que solo dura quince meses.
Así es el último libro de Rafael González Echegaray, fruto del trabajo oscuro,
plasmación del dato escueto donde, como él mismo nos comentaba, no se
ha permitido la menor licencia poética. Cada barco, cada Compañía, cada
incidencia ha sido detallado y es que solo los datos objetivos sostienen la
Historia.
A. Ibáñez Olaiz
386
1 1 0 .- Entrevista: 86 años de la tragedia del Machichaco la historia opina
Por otra parte y sobre los rumores de la suerte que pudo correr el capitán,
Facundo Leniz, falleció en el barco junto al gobernador, alcalde, primero y
segundo comandantes de Marina, obispo, etc…
Pedro L. Arroyo
387
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
111.- REGLAMENTO
Revista General de Marina.- Miscelánea octubre 1981
Base 6ª.- Todos los Prácticos que no se hallen ocupados, están obligados
a asistir a los funerales que se hagan tanto por sus asociados como por sus
mujeres, bajo multa de diez reales.
Base 7ª.- Las viudas de los Prácticos que no llegaron a contraer matrimonio,
tendrán derecho, así como sus familiares, a la asistencia del médico y botica
por término de un año…
Para que luego digan que es nuevo eso del amparo legal a las situaciones
familiares irregulares…
R. G. E.
388
1 1 2.- La Marina romántica
Dentro de este año se han cumplido cien de la creación de dos de las más
importantes obras de aquel montañés singular y gigante que fue Antonio
López y López, primer Marqués de Comillas: La Compañía Trasatlántica y la
General de Tabacos de Filipinas.
389
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
Los barcos de López, con su contraseña azul de disco blanco, sus nombres
sonoros, su ceremonial, disciplina y eficacia, y con su talante, paseaban
la bandera de los correos de España y tejían ortodrómicas de laboriosidad
y riqueza, enlazando la metrópoli con sus colonias. España, Puerto Rico,
Comillas, Satrústegui, Guipúzcoa, Méndez Núñez, Gijón, Coruña, Vizcaya,
Ciudad Condal, Alfonso XII, eran los nombres de aquellos barcos que se
desprendían ya de su aparejo velero y tiznaban de humo los rumbos ultramarinos
llevando y trayendo ilusiones, onzas, cartas y recuerdos, hombres y cargamentos
antillanos, olorosos y ricos, que perfumaban los muelles de Barcelona, de Cádiz
y de Santander.
Porque los barcos de López eran como una prolongación a flote de La Montaña
–Cantabria, Comillas, Santander,…– con tripulaciones santanderinas en su
mayor parte. Eran el alma de una nueva diáspora cántabra, mitad navegante y
mitad indiana, con aire jándalo y laboriosidad trasmerana.
En aquel verano del 81 don Alfonso XII pasó revista a una parte de la flota de
López en aguas cantábricas de Comillas. Fue a finales de agosto. El rey, que
había venido a veranear a la villa de los arzobispos y que había hecho de ella su
corte y de la casona de López-Ocejo su palacio real, presenció el desfile de los
correos engalanados (Alfonso XII, Antonio López, Puerto Rico, España, Ciudad
Condal y Gijón) evolucionando entre Cabo Oyambre y la Punta de Miradoiro.
390
1 1 2.- La Marina romántica
Los capitanes y pilotos –los náuticos de los relatos de Pereda– vaciaban los
mares de recuerdos cuando regresaban a casa con los caracoles gigantes de
nácar, los cigarros de la Isabela y la pasta de guayaba. Eran la clase predilecta,
mimada y admirada por todo Santander. Hombres legendarios como
Fernández de Castro o el “Chato Quintana”, que hicieron escuela de capitanes
intrépidos, prolongada heroicamente hasta la guerra del 98, y aún después,
con la carrera del mineral en las primeras décadas de nuestro siglo.
391
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
mundo tras el último Dorado americano. Pero así eran las cosas. Sangría de
levas, de matriculados para los barcos del Rey y desove de emigrantes para
Panamá o la California. Casi todos se fueron mar adelante para no volver
nunca, ¡como no había de estar la mar salada metida hasta los tuétanos de esta
gente sufrida y silenciada, de hombres de Montañas de Burgos abajo!
392
1 1 3 .- Barcos
113.- BARCOS
Texto de Rafael González Echegaray en el folleto de mano de la Exposición del
Modelista Naval Francisco García Marín, celebrada en la Caja de Ahorros
de Santander del 1 al 12 de febrero de 1983
Este rigor en las medidas y en las proporciones, que es fruto legítimo del
ambiente en donde el astillerense García Marín desenvuelve su otra vida, da
a las maquetas planas de sus barcos una seriedad y un valor documental fuera
de toda duda.
A éste mérito que hace especialmente atractivas sus obras para los aficionados
a la mar y a los buques, une la originalidad de su trabajo, especialmente lograda
en unos tiempos en que ni las viviendas ni los despachos disponen de hueco
suficiente, de ordinario, para la colocación bajo nivel, de modelos clásicos
que requieren espacios amplios para sus volúmenes y su perspectiva y que,
por lo tanto, no pueden colocarse de cualquier manera. Por el contrario, los
barcos de Paco García Marín son “cuadros” de pared que decoran, no ocupan
sitio y nos meten por los ojos la estampa viva de aquellas naves que recordamos
borrosas en nuestra memoria y para las que tenemos, sin embargo, un hueco
pequeñito en nuestro corazón.
393
S a l i t r e . Crónicas de la mar y de los barcos. Recopilatorio Rafel González Echegaray.
García Marín, fiel a la llamada de la mar a los artistas todos de esta tierra, cuelga
también sus “barcos” en la Caja de Ahorros, vamos a verlos.
394
EPÍLOGO
Como quedó reflejado en la introducción, éstos han sido los artículos y
las crónicas sobre acaecimientos marítimos relacionados con Cantabria,
Santander y su puerto, escritos por Rafael González Echegaray en prensa y
revistas, que yo he podido localizar. Existirán muchos más, seguro, durmiendo
en espera de ser resucitados pero yo no he podido encontrarlos.
395
AGRADECIMIENTOS
A la familia de Rafael González Echegaray, en especial a su hijo Fernando,
por compartir ésta idea de localización y recuperación de unos artículos que
estaban durmiendo en el olvido, y su generosidad por la donación, para este
libro recopilatorio, de esos catorce artículos que hablan sobre Cantabria,
Santander, sus barcos y su puerto.
A Alberto Mantilla Pérez, según el propio Rafael más difícil que conseguir
fotografías de barcos es identificarlos, pues bien Alberto es uno de los mejores
identificadores de buques españoles, sino el mejor, compañero, marino y
amigo, que puso a mi disposición su extraordinario archivo fotográfico de
buques de su web Mar y Barcos, por sus comentarios en cuantas dudas le
consulté y por su ayuda en la corrección de errores.
A Luis Jar Torre, marino mercante, marino de guerra, compañero y amigo, por
sus fotografías y aclaraciones en todo lo relacionado con la Armada y sus
buques.
A todos los que han sido pioneros, como Fernando Estrañi (padre) y José
Manuel Blánquez, de esa bonita costumbre de hacer fotografías a los buques
que arriban a nuestro puerto, con mi reconocimiento.
396
A la Cámara de Comercio de Santander, en especial a su secretaria María José
Roca y a su bibliotecaria Elvira Lastra, que a pesar, desgraciadamente, de
tener cerrada su biblioteca, la abrieron para que pudiese consultar en ella.
397
Recopilación de artículos
escritos por Rafael González
Echegaray publicados desde
1950 en prensa y revistas,
referentes a crónicas marítimas
relacionadas con Cantabria,
Santander y su puerto.