Resumen Crímenes Imperceptibles
Resumen Crímenes Imperceptibles
Resumen Crímenes Imperceptibles
Personajes:
Narrador Protagonista (Guillermo): Un joven argentino ganador de una beca que viaja a
Oxford, Inglaterra. Es matemático y viaja allí para realizar una especialización en Lógica.
Le alquila una habitación a la anciana Mrs. Eagleton. Le gusta jugar al tenis y colabora con
Arthur Seldom para resolver los crímenes y el enigma se los símbolos de la serie.
Arthur Seldom: Es un matemático que escribió libros acerca de series lógicas con un
capítulo sobre asesinos en serie. Es el tío de Beth, tiene una actitud protectora y paternal
con ella. Él perdió a su esposa en el mismo accidente de auto en que Beth pierde a sus
padres, los 4 iban en el auto. Es quien supuestamente recibe los mensajes con los símbolos
de la serie. Investiga los crímenes junto al protagonista. En realidad, él hace los mensajes
e inventa la serie de símbolos aprovechando otras muertes para cubrir a Beth.
Mrs. Eagleton, es una viuda anciana dueña de la casa donde se alquila una habitación el
narrador. De joven había participado de un equipo de matemáticos descifrando los códigos
nazis. Le gusta jugar al scrabble. Es la primera persona que aparece asesinada, de la serie
de los 4 crímenes. El símbolo de su crimen corresponde a un círculo dibujado en un papel.
Beth: la nieta de Mrs. Eagleton. Toca el chelo en la Orquesta de Oxford, pero odia hacerlo,
está frustrada por la vida que lleva cuidando a la anciana. Sus padres murieron en un
accidente cuando era chica y vivió desde ese momento con ella. Es la principal sospechosa
del crimen de su abuela hasta que aparece el primer mensaje con un símbolo del código
enviado a Seldom, su “tío” (aunque al final descubrimos que lo llama papá en su nota).
Resulta ser la verdadera asesina del crimen de su abuela Mrs. Eagleton.
Inspector Petersen: Es el policía que investiga los crímenes, se rige por las evidencias
físicas y por la teoría de la “navaja de Ockham”, según la cual hay que elegir la explicación
más sencilla.
Personajes secundarios
Lorna: es enfermera del Radcliffe Hospital, muy aficionada a las novelas policiales y a los
crímenes. Juega al tenis con el protagonista y tiene un romance con él.
Johnson: es el padre de una niña de 7 años internada en el Radcliffe Hospital que espera
de un trasplante de pulmón. Se le ocurre, a partir de que publican en el diario la noticia de
que los crímenes son en serie, agregar la muerte de un equipo de básquet de 10 niños con
Síndrome de Down para poder tener un donante para su hija. Termina siendo el culpable
para los policías de todos los crímenes. El crimen ocurre a la entrada de Oxford, en un lugar
que llaman el "triángulo ciego". El ómnibus que Johnson conducía, rompió el puente y se
despeñó en el acantilado. El símbolo de este, el 4 Crimen de la serie, es Tetraktys: Diez
puntos en el triángulo ciego. Fue un llamado por teléfono, que quedó grabado y que a
diferencia de los otros avisó antes del crimen.
Otros personajes
Jonh, un fotógrafo con el que el protagonista y Lorna juegan al tenis – Sammy, biólogo
canadiense con el que también juegan- Caitlin Jonhson, la hija del sr. Johnson que
necesita un trasplante de pulmón- Emily Bronson, directora del instituto de matemática.
El Título de la Novela
Novela de género policial con narrador protagonista. ¿Por qué se llama "Crímenes
Imperceptibles? Porque todos los crímenes suceden de forma poco perceptible como
crimen, podrían pasar por muertes naturales y accidentes si no fuera porque están
acompañados por los mensajes que nos llevan a suponer que hay un asesino en serie
enviando mensajes con los símbolos de un código.
Al principio su vida es tranquila, se instala, juega al tenis con un grupo de amigos entre los
cuales conoce a Lorna una enfermera con la que luego tiene un romance. Recorre Oxford.
Hasta que una tarde cuando iba a pagar el alquiler de la habitación Mrs. Eagleton no le
contesta y no le abre la puerta. Mientras espera se encuentra en la entrada de la casa con
una eminencia de las matemáticas, Arthur Seldom, que había ido a ver a la anciana por un
mensaje que había recibido en su casillero. Seldom dice que lo tiró pero que el mensaje
decía "el primero de la serie", y tenía un dibujo de un círculo junto con la dirección de la
casa y la hora 3 pm.”
Seldom y Guillermo, el protagonista, conversan y se juntan para seguir hablando del crimen
y de lógica. Seldom le cuenta cómo conoció a la madre y el padre de Beth (Sarah y Johnny).
Que ambos murieron en un accidente donde también murió la esposa de Seldom, y que él
fue el único sobreviviente. La madre de Beth siempre le había dicho que si le pasaba algo
siempre podría confiar en el tío Seldom.
Seldom lleva al joven Guillermo al hospital Radcliffe, para que vea a un amigo suyo. Le
cuenta que en este lúgubre hospital había estado internado un escritor italiano: Dino
Buzzati. Se inspiró en este hospital para su cuento 7 pisos y escribió en su diario sobre su
estancia en el hospital. En la historia del escritor según cada piso a medida que iba bajando
peor era la salud del paciente. Al principio la historia comenzaba con el protagonista que
ingresaba como paciente al séptimo piso donde estaban los más sanos, pero
arbitrariamente lo iban bajando de piso y su salud iba empeorando, el último piso la planta
más baja estaba dedicada a los que nunca más saldrían del hospital. Este cuento realmente
existe y aparece como intertexto en la novela que sirve para explicar el sufrimiento de
Seldom. Seldom le cuenta a Guillermo que en la historia de Buzzati un doctor se disculpó
con el escritor por el error de ponerlo en el cuarto piso y por un paciente del tercero que no
paraba de gritar de dolor: ese paciente había sido Seldom, que agonizaba por el accidente
en donde habían muerto su mujer y los padres de Beth
Llegan al segundo piso donde está el amigo en coma de Seldom. Ha dedicado su vida a la
lógica. Diagnosticado de cáncer mortal se dispara con una pistola de clavos para que parte
de su cerebro siga funcionando y por impulso pueda continuar escribiendo los símbolos
lógicos más profundos. Seldom tenía que ver diariamente lo que escribiera Kalman en un
anotador atado a la cama con una mano que tenía sostenida de la cama y atado al dedo un
lápiz. Seldom iba casi todas las tardes a visitar a Kalman pero éste sólo escribía 4 letras
siempre el nombre de una mujer, nada de lógica.
Seldom se queda un rato más con su amigo enfermo. Guillermo aprovecha que están en el
hospital para ver a Lorna, su novia, que justo está atendiendo a Caitlin Jonhson, una niña
de 7 años, que necesita un trasplante de pulmón, allí conoce a su padre desesperado por
conseguirle el órgano para salvarla, Ralph Jonhson. Él estaba estudiando los pitagóricos
porque dos familias cristianas le habían negado un pulmón para su hijita que estaba en
emergencia nacional.
El tercer crimen ocurre en un concierto al cual los invita Beth. La “víctima” es Benito, un
músico percusionista, encargado de tocar el triángulo en la Orquesta de Beth. Durante el
apogeo de la música el viejo percusionista murió asfixiado (parecía como si alguien lo
estuviese estrangulando por detrás entre las sombras). Todos fueron al escenario, cuando
empezaron a volver a sus sitios Seldom descubrió el tercer mensaje, estaba recortado del
programa en forma muy desprolija, como a las apuradas, que decía “El tercero de la serie,
y había un triángulo. Benito había sido operado tiempo atrás de los pulmones. Muere
durante el desarrollo de una presentación de un paro cardíaco espontáneo. Pero el mensaje
hace pensar que fue víctima del asesino serial. Nadie pudo huir del concierto y nadie vio
asfixiando a Benito.
Esta vez la forma del mensaje era distinta a las otras veces, porque este se recibió antes
de que sucediera y fue una llamada telefónica. Decía El cuarto de la serie es el Tetraktys.
Diez puntos en el triángulo ciego. Fueron 10 los niños muertos. El conductor, padre de la
nena intentó saltar y salvarse pero también murió. Petersen comentó que Ralph Johnson
hizo la llamada y avisó antes porque no quería que ardiera el bus y que hubiera ambulancias
preparadas para asegurarse que los pulmones se salvarían y así tener la posibilidad de que
uno fuese compatible para su hija. Petersen, Seldom y Guillermo buscan la conexión de
Johnson con Mrs. Eagleton y los otros asesinados. Sospechan que a Clark no lo mató sino
que aprovechó su muerte natural y lo pinchó con la jeringa cuando lo sacaban muerto para
simular un asesinato. Petersen dice que en cierto punto lo comprende porque es difícil saber
hasta donde llegaría uno por su propio hijo.
Busca a Seldom, Lorna le recuerda que es el día del aniversario de la muerte de su esposa
en el accidente. Seguro lo encontraría en el museo contemplando el friso que su esposa,
que también era argentina, había trabajado restaurando. Era así, Seldom estaba en el
Museo Ashmolean contemplando el friso de los asirios:” el rey Nissam, guerrero infinito”.
Mientras miran el friso juntos Seldom le cuenta la historia de Hassiri y su hijo, sus escultores.
En esta historia el padre también busca proteger al hijo. El rey Nissam había violado y
decapitado a la prometida del hijo de Hassiri, y él enloquecido había grabado en la piedra
el crimen del rey contra su amada. El padre de Hassiri, no quiere quitar lo que el hijo había
esculpido en la piedra y por eso para disimular la escena esculpió a su alrededor una batalla
llena de imágenes del rey que se repetían por todos lados triunfando en muchas batallas
aunque en realidad nunca había participado de ninguna guerra. El rey quedó feliz con el
friso y nunca vio el pequeño detalle en donde el cometía el crimen contra la prometida del
hijo de Hassiri y tampoco nadie lo notó durante siglos, la esposa de Seldom logró reconstruir
esa historia.
Igual que el friso, a través de las repeticiones Seldom quiso ocultar una parte escondida
que contradice y aniquila al resto, una parte que es en sí misma otro todo. Seldom no tuvo
que esperar tanto tiempo como Hassiri el escultor. Él quería también que alguien, al menos
una persona, lo descubriera, que alguien supiera la verdad y juzgara. En cierto modo se
alegraba de que Guillermo finalmente lo haya visto.
Esa primera tarde, cuando se conocieron, Seldom había recibido un mensaje pero no era
de un desconocido, no era de un loco, sino de alguien, muy cercano a él: Beth. Ella
confesaba un crimen “Hice algo terrible” y le hacía un pedido desesperado de ayuda. El
mensaje estaba en su casillero, fue inmediatamente a la casa de Mrs. Eagerton, pero
encontró a Guillermo en la puerta de entrada. No se imaginaba que alguien a quien había
alzado en brazos desde niña y que seguía siendo una niña toda la vida para él, podía haber
hecho algo tan terrible: un asesinato. Siempre la había protegido. No hubiera podido llamar
a la policía. Si hubiera estado a solas hubiera intentado borrar las huellas, limpiar la sangre,
hacer desaparecer la almohada. Pero como estaba Guillermo tuvo que hacer el llamado.
Mientras esperaban a los patrulleros tuvo, también, el dilema de Hassiri. ¿Dónde esconder
un grano de arena? En la playa. Decidió ocultar el crimen en una serie de crímenes. Era
verdad que después de publicar su libro Seldom había recibido mensajes de toda clase de
perturbados mentales, así que no le costó nada imaginar al asesino en serie y sus
mensajes. Pero por supuesto, no estaba dispuesto a cometer los asesinatos. Pero mientras
tanto inventó el primer mensaje. El papel que había tirado en el cesto era otro papel con un
teorema pero sabía que el hombre de la limpieza iba a acordarse de testificar que lo había
visto en el cesto. Inventó el mensaje con el símbolo del círculo, porque Seldom mismo
sugería en su libro para iniciar una serie con una máxima indeterminación. Además
buscaba que Guillermo viera en él la palabra: Aro, en castellano, formada por las letras en
el atril de scrabble de la Sra. Eagleton. Seldom, que sabía castellano, quería que fuera
Guillermo el único en darse cuenta. La manta de la anciana había desaparecido porque
Beth la había desgarrado con el taco de su zapato.
Luego Seldom tomó la idea de Guillermo de los crímenes imperceptibles. Crímenes que
nadie viera como crímenes. Un crimen verdaderamente imperceptible, no necesita ser ni
siquiera un crimen. Seldom pensó en la sala de su amigo Frank. Veía salir cadáveres cada
semana de allí. Con una jeringa vacía esperó con paciencia a que apareciera el primer
muerto en el cuarto del pasillo y simplemente lo pinchó para dejar la marca. Esto era lo más
lejos que se proponía llegar, utilizó el pez que era un símbolo de los primeros números
pitagóricos e hizo un mensaje similar al que le describió al detective Petersen pegándolo
en la puerta del Instituto.
Johnson no fue el que atacó al músico, como pensaba Petersen. Tal vez ni siquiera
presenció la muerte de Benito, se suponía que debía quedarse a esperar a los chicos con
síndrome de Down que fueron al concierto en el ómnibus. Pero al día siguiente seguramente
leyó en el diario la historia completa. Vio la serie de símbolos, una serie de la que él sabía
la continuación. Había estado leyendo fanáticamente sobre los pitagóricos y sintió que
desde alguna esfera superior le daban una posibilidad para su plan. El número de chicos
del equipo de básquet coincidía con el número del Tetraktys. A su hija le quedaban apenas
cuarenta y ocho horas de vida. Todo parecía decirle: esta es la oportunidad y es la última
oportunidad. Esto es lo que Seldom había tratado de explicarle a Guillermo en una
conversación anterior, la pesadilla de las consecuencias, los monstruos que producen los
sueños de la razón. Sólo quería evitar que Beth fuera a prisión y con sus juegos de lógica
y actos ahora era responsable de once muertes.
Guillermo, fue la medida para Seldom. Sabía que si lograba convencerlo sobre la serie
también convencería al detective Petersen, y sabía también que si algo se le escapaba
Guillermo se lo señalaría con anticipación. Guillermo le cuenta que descubrió la verdad por
la frase de Petersen sobre los hijos y porque intuyó una relación extraña entre él y Beth una
vez que los vio en el mercado juntos. Seldom le muestra la nota de Beth que dice: “Hice
algo terrible: Por favor, por favor, necesito que me ayudes, papá”. Seldom le dice que no
sabe si es cierto que ella sea su hija y que no sabe cuánto le contó la madre de Beth a Beth
sobre la relación de amantes que ellos tuvieron, pero que ella nunca antes le había dicho
que él era su padre, se jugó su carta más fuerte al pedirle ayuda.
Epílogo.
Beth vuelve a ofrecerse a llevarlo pero el chico no se sube al auto y vuelve caminando
preguntándose si aún había más cosas que Beth no le había contado o si habría algo más,
algo que él temía imaginarse. Se preguntó qué parte sabía finalmente de toda la verdad,
llegando al lugar donde había estado el angstum muerto ahora limpio y despejado.