Cuentos para Bebes
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CUENTOS DE ANIMALES
El len y el ratn
Una tarde muy calurosa, un len dormitaba en una cueva fra y oscura. Estaba a punto de dormirse del todo cuando un ratn se puso a corretear sobre su hocico. Con un rugido iracundo, el len levant su pata y aplast al ratn contra el suelo. -Cmo te atreves a despertarme? Gru. Te voy a espachurrar. Oh, por favor, por favor, perdname la vida chill el ratn atemorizado. Prometo ayudarle algn da si me deja marchar. -Quieres tomarme el pelo? Dijo el Len; -Cmo podra un ratoncillo como t ayudar a un len grande y fuerte como yo? Se ech a rer con ganas. Se rea tanto que un descuido desliz su pata y el ratn escap. Unos das ms tarde el len sali de caza por la jungla. Estaba justamente pensando en su prxima comida cuando tropez con una cuerda estirada en medio del sendero. Una red enorme se abati sobre l y pese a toda Su fuerza, no consigui liberarse. Cuanto ms, se remova y se revolva, ms se enredaba y ms se tensaba la red en torno a l.
El len empez a rugir tan fuerte que todos los animales le oan, pues sus rugidos llegaban hasta los mismos confines de la jungla. Uno de esos animales era el ratoncillo, que se encontraba royendo un grano de maz. Solt inmediatamente el grano y corri hasta el len. -Oh, poderoso len -chill- Si me hicieras el favor de quedarte quieto un ratito podra ayudarte a escapar. El len se senta ya tan exhausto que permaneci tumbado mirando como el ratn roa las cuerdas de la red. Apenas poda creerlo cuando, al cabo de un rato, se dio cuenta que estaba libre. Me salvaste la vida, ratoncillo dijo. Nunca volver a burlarme de las promesas hechas por los amigos pequeos.
Al morir un molinero, dej por herencia a su hijo tan solo un gato. Pero ste dijo a su amo. -No te parezca que soy poca cosa. Obedceme y vers.
Venia la carroza del rey por el camino. -Entra en el ro orden el Gato con gotas a su amo, y grit: -(Socorro. Se ahoga el Marqus de Carabs!
El Rey y su hija mandaron a sus criados que sacaran de ro al supuesto Marques de Carabs, y le proporcionaron un traje seco, muy ello y lujoso.
Le invitaron a subir a la real carroza, y adelantndose el Gato por el camino, pidi a los segadores que, cuando el rey preguntara de quien eran aquellas tierras contestaran del Marqus de Carabs.
Igual dijo a los vendimiadores, y el rey qued maravillado de lo que posea su amigo el Marqus.
Siempre adelantndose a la carroza, lleg el gato al castillo de un gigante, y le dijo: -He odo que podris convertiros en cualquier animal. Pero no lo creo.
No? Grit el gigante. -Pues convncete. Y en un momento tom el aspecto de un terrible len. -A que no eres capaz de convertirte en un ratn?
Cmo que no? Fjate. Se transform en ratn y entonces AUM! el Gato se lo comi de un bocado, y seguidamente sali tranquilo a esperar la carroza.
Bienvenidos al castillo de mi amo, el Marqus de Carabs! Pase Su Majestad y la linda princesa a disfrutar del banquete que est preparado.
El hijo del molinero y la princesa se casaron, y fueron muy felices Todo este bienestar lo consiguieron gracias a la astucia del Gato con Botas. FIN
"No te entretengas en el bosque", le dijo su mam a la bonita nia. "No te preocupes contest ella". Pero pronto se olvid de la recomendacin y empez a jugar y se perdi entre el follaje. Despus de mucho andar, descubri en un claro del bosque una dulce y acogedora casita. Entr en ella pero no haba nadie. Sobre la mesa haba tres platos de sopa de diferentes tamaos y la nia decidi comerse uno de ellos. Luego, como estaba muy cansada se sent en una silla muy diminuta, pero esta se rompi bajo su peso. Poco despus entr en una habitacin, se encontraban tres camas y la nia que estaba rendida se ech a dormir en la ms pequea. Aquella casa perteneca a una familia de osos que llegaron al poco rato, dispuestos a comer su cena. Buscaron por toda la casa y al fin encontraron durmiendo. Los ositos no cesaban de mirarla. Finalmente la nia despert y se asust un poco, pero se puso muy contenta al ver que los ositos no eran malos, sino eran muy bondadosos. Fin.
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CUENTOS DE LA NATURALEZA
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LA TIERRA DE ARENA.
Hace mucho tiempo solo exista el mar y el cielo. Un da el seor del viento decidi crear la tierra, pero necesitaba un poco de arena del fondo del mar. Al enterarse, los animales marinos quisieron ayudar. As que reunieron para ver quien nadaba mejor. Como el viaje era muy largo, no invitaron a la tortuga -Es muy lenta -dijeron. As, el primero en bajar fue el camarn, pero como era tan pequeo se cans muy rpido y mejor se regres. Despus sigui el tiburn, pero a medio viaje le dio hambre y se puso a cazar peces. En tercer lugar baj el pulpo solo que se aburri y prefiri irse con el calamar. Por ultimo fue la ballena que nad velozmente, pero casi al llegar se qued dormida. Total, que ninguno logr llegar y subieron muy tristes a ver al seor del viento. Entonces vieron que la tortuga se acercaba con mucha prisa. -'De donde vienes, -le pregunt el seor del viento. -Traa la arena, pero se me cay -contest con tristeza. -Con las que queda en tus aletas alcanza -dijo el seor del viento, quien tom los granos y los reg por todas partes. De los granos de arena surgieron las playas, los campos y las montaas. En agradecimiento, el seor del viento permiti que la tortuga fuera la primera en tocar la tierra. Y desde entonces se le ve por todas partes.
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LA ESTRELLITA FUGAZ
Mi mam nos dijo un da que cuando viramos una estrellita fugaz pidiramos un deseo. Ayer en la noche sal al jardn y vi una estrellita fugaz. Entonces ped un deseo, el deseo que ped fue hacer un viaje espacial. Despus me fui a mi cama y me dorm. De pronto me despert una intensa luz. Era una estrellita fugaz y la estrellita fugaz me dijo: -Ven y sube a uno de mis picos, te llevar de paseo-. Salimos volando y en un instante estbamos en medio del espacio. Haba muchas estrellas de todos colores y muy a lo lejos se vea la tierra y la luna. Tambin observamos un cometa con su cola larga y plateada. Yo le dije a la estrella que quera ir a Marte, pero ella me dijo que, para llegar a Marte haba que pasar por una regin de los asteroides y que los asteroides son como unas piedrotas con las que podemos chocar. Pero estrellita era muy veloz y poda esquivar a los asteroides Qu susto me di!. Finalmente llegamos a Marte, todo era rojo y desierto. De pronto empez a verse una luz muy brillante Vamos rpido!, me dijo estrellita, es el sol que va saliendo. Si nos ve, me castigar por andar cumpliendo los deseos de los nios. De regreso a casa, estrellita me explic que el sol tiene nueve planetas que giran alrededor de l, uno es la tierra. Antes de llegar a la tierra pasamos cerca del satlite Morelos que Mxico envi al espacio. Llegamos a casita y estrellita me dio un beso. Me dijo que me portara bien y que algn da volveramos a pasear por el cielo.
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CUENTOS HUMORSTICOS
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EL REY CUERVO
En un lejano pas vivi una princesita muy orgullosa que no encontraba un marido digno de ella, se rea de todos sus pretendientes pero sobre todo de un rey que tena una nariz especial. El rey se enfad mucho y le asegur que se casara con el primer mendigo que llamara a la puerta y cumpli su promesa. La princesita muy triste, se fue a vivir con su marido al pas del rey cuervo. La princesita era tan torpe para los quehaceres domsticos que su marido estaba furioso contra ella. Ya que no serva para llevar la casa resolvi mandarla a vender ollas de arcilla al mercado. Pero camino del mercado se le cayeron las ollas rompindose en mil pedazos. Pobre princesita! La princesita fue a buscar a su marido que trabajaba en el palacio para contarle todo lo ocurrido. Entonces fue conducida hasta el trono y vio que el rey cuervo y su marido eran las misma persona y se arrepinti de todo su orgullo y se enamor del rey cuervo y vivieron muy felices toda la vida.
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EL GIGANTE EGOSTA
Todas las tardes, al volver del colegio, los nios acostumbraban ir a jugar al jardn del gigante. Era un hermoso jardn solitario con un suave y verde csped. Brillaban aqu y all lindas flores sobre el suelo, y haba doce durazneros que en primavera, se cubran de flores y que en otoo daban hermoso frutos. Los pjaros posaban sobre sus ramas y decan en su canto Que felices somos aqu!. Un da el gigante volvi. Haba ido a visitar a su amigo el ogro, en donde haba pasado siete aos. Durante ese tiempo el gigante dijo a su amigo todo lo que tena que decir y decidi regresar a su castillo, al llegar vio a los nios que jugaban en su jardn. Pero que hacen ustedes aqu, les grit con mucho coraje y los nios huyeron asustados. A la maana siguiente cuando los nios iban a la escuela vieron el jardn cercado con una pared altsima. Un carteln deca: la persona que entre sin permiso ser castigada severamente. Era un gigante egosta. Los nios no tenan donde jugar. Intentaron jugar en la carretera, peto la carretera estaba polvorienta y con piedras cortantes y no les gustaba. Entonces acostumbraron a pasear alrededor del muro. Te acuerdas que hermoso el jardn del gigantes Ahora es primavera, estar todo reverdeciendo y lleno de flores. Pero la verdad es que el jardn del gigante continuaba siendo invierno, los pjaros desde que no haba nios se haban olvidado de cantar y las flores de florecer. No comprendo porque la primavera tarda tanto en llegar? deca el gigante cuando se asomaba al jardn arropado con su gran manto blanco Ojal cambie pronto el tiempo!. As pas la primavera, vino el otoo y de nuevo vino el invierno para los jardines, peto el jardn no hubo cambio alguno. Una maana el gigante, acostado todava en su cama oy un pajarito en su jardn, pens que los msicos del rey iban pasando bajo su ventana. El gigante asom la cabeza y se dio cuenta de que un gorrioncito sobre un duraznero florecido. Por fin lleg la primavera! Suspir satisfecho el gigante y saltando por la ventana cay en el jardn.
muto los nios haban entrado al jardn y se trepaban a los rboles. Los pjaros cantaban y las flores levantaban sus cabezas desde el pasto verde. Era un bonito cuadro. Solo en un rincn segu siendo invierno. Ah se encontraba un nio pequeito que no haba podido treparse en el rbol sube ya muchacho, sube ya! Le deca impaciente el rbol que estaba todava cubierto de hielo. Y le alargaba sus ramas inclinndoselas todo lo que poda, pero el nio era demasiado pequeo. Que egosta he sido! Pensaba el gigante. Ya s porque la primavera no ha querido venir aqu, voy a colocar a este nio encima del rbol, luego tirar el muro y as mi jardn ser el ms hermoso.
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Al llegar a casa de Cris entr silenciosamente a la habitacin y deposit la flor al lado de la cama.
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Por la maana, un rayo de sol se filtr por los costados de la alcoba de Cris y en ese momento Cris abri los ojos. La flor totalmente blanca, brillaba en la penumbra. Oh! Exclam la nia. Una pequea estrella se dira que es una estrella de las nieves. Cris se puso bien. El nio y su amiga acuden con frecuencia a la montaa en busca de estrellas de las nieves y confeccionan con ellas ramos que regalan a todos sus amigos
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CUENTOS INDUSTRIALES
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EL VIAJE.
Haba una vez un ratn que quera visitar a su madre. Entonces se compr un coche y se puso en camino hacia la casa de su madre. Viaj y viaj y viaj, hasta que el coche se hizo pedazos. Pero al lado del camino haba una persona vendiendo patines. Entonces el ratn compr das patines y se los puso. Patin y patin y patin, hasta que se les cayeron las ruedas. Pero al lado del camino haba una persona vendiendo botas. Entonces el ratn compr dos botas g se las puso. Camin y camin y camin, hasta que las botas tuvieron unos agujeros muy grandes. Pero al lado del camino haba una persona vendiendo tenis. Entonces el ratn compr dos tenis y se los puso. El ratn corri y corri y corri hasta que los tenis se rompieron. Entonces se quit los tenis y anduvo y anduvo y anduvo, hasta que le dolieron tanto los pies que no pudo continuar. Pero al lado del camino haba una persona vendiendo pies. Entonces el ratn se quit los pies viejo y se puso unos nuevos. Corri lo que le quedaba de camino hasta llegar a la casa de su madre. Cuando lleg all su madre se alegr de verlo. Lo abraz, y le dio un beso y le dijo: Hola hijo mo! Tienes buena cara!... Que pies nuevos y ms bonitos tienes!
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EL CAMIN
Por fin lleg el camin! Todos se apresuran a subir. El camin atraviesa la ciudad. una seora teje, la nia mira por la ventana y un seor escucha la radio. El camin se aleja de la ciudad. Los pasajeros asombrados preguntan: adnde vamos? Queramos ir al zcalo. El chofer contesta: este camin no va al zcalo no leyeron el letrero? que distrados! Ahora tienen que regresar caminado a la ciudad. A que camin subirn esta vez???
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PACO EL CHATO
Paco el chato viva en una rancho. Al cumplir seis aos. Paco deba entrar a la escuela. Para eso su pap lo llev a la ciudad donde viva su abuelita. Al llegar a la escuela, el primer da de clases, la abuelita le dijo: -A la salida me esperas en la puerta-. Paco esper un rato, despus empez a caminar y se perdi. Paco se asust y empez a llorar. Un polica le pregunt su nombre, su apellido y su direccin. Paco no saba ni su apellido, ni su direccin. El polica llev a paco a la estacin de radio para que avisara que ah estaba. La abuelita de Paco escuch el aviso y fue a buscarlo. Paco se alegr y prometi aprender su nombre completo y su direccin.
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CUENTOS HISTRICOS
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LOS MAYAS
Los mayas desarrollaron una gran cultura en la pennsula de Yucatn que en ese momento comprenda lo que ahora es Belice, una parte de Mxico y una parte de Guatemala. Ya en los inicios de la era cristiana haban inventado un sistema de escritura, otro de nmeros y el calendario, logros que hicieron de ellos el pueblo ms avanzado en Amrica. Los mayas vivieron en una chozas situadas en las faldas de las ciudades que estaban situadas por los centros religiosos en la cultura maya hay dos periodos, el clsico y el mexica. El primero tambin llamado el imperio antiguo, se prolong hasta el siglo IX y en el se perfeccionaron las ciencias y las artes; adems se edificaron varias ciudades. El segundo periodo conocido tambin como el imperio nuevo. Tuvo lugar en el norte de la propia pennsula donde los mayas construyeron nuevos centros religiosos en torno de los cuales se formaron y crecieron unas ciudades, estados similares a la antigua Grecia. Debido a la influencia mexica empezaron a adorar a un dios en forma de serpiente emplumada. La escultura y la arquitectura maya son muy notables. La construccin ms comn era la de una pirmide cubierta de piedra y coronada por un templo el cual estaba decorado por figuras de dioses esculpidas en la propia piedra. Los mayas fueron tambin matemticos habilsimos, formaron un sistema numrico de base veinte, se sabe que ellos de manera independiente concibieron la idea del cero.
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HUITZILOPOCHTLI
Coatlicue concibe a Huitzilopochtli sin concurso de varn, pero sus hijos, que ignoran el prodigio encabezados por Coyolxauhqui, se avergenzan de la deshonra que ha cado sobre ellos y deciden matarlo. Coatlicue se aflige ms el rey que lleva en las entraas la consuela asegurndole que la defender. Cuando los hermanos aprestan a consumar el matricidio nace huitzilopochtli, quien persigue a los varones hasta exterminarlos. Luego ordena a un ayudante que encienda la tea con la que se destroza a su hermana Coyolxauhqui instigadora de todo.
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LOS AZTECAS
Los aztecas llegaron a Mxico en el siglo XIII y vencieron a los ya debilitados toltecas. La cultura azteca alcanz su mximo esplendor durante el siglo XV y parte del XVI. En cuanto a la escritura no desarrollaron un sistema formal sino que usaban una especie de escritura pictogrfica. Tambin hicieron su propio calendario el cual result ser bastante exacto. Segn la leyenda, los aztecas decidieron fijar su capital donde encontraran un guila que teniendo una serpiente en el pico estuviera sobre un nopal que saliera de una roca y esta del agua. Los aztecas construyeron su ciudad Tenochtitlan, el ao de 1225 en las islas del lago de Texcoco porque haba muchos enemigos en la tierra firme. La nueva ciudad tena una poblacin de 2000 habitantes en el siglo XV. Unos canales entrelazaban las islas, de manera que se poda llegar en canoa o caminando por algunas de las calzadas de piedra que conectaba la ciudad con la tierra firme. Cu configuracin era tan agradable y magnfica que se le ha llamado la "Venecia del nuevo mundo". En Tenochtitlan lo que ms atraa la vista eran los grandes templos y las pirmides, y cerca de los templos estaban las escuelas que preparaban a los nios: para guerreros y sacerdotes. En 1500 Tenochtitlan se convirti en el centro de un imperio que inclua por lo menos 5 millones de personas. Para los aztecas, el hacer su imperio significaba solamente reunir ms individuos que pagaran tributo; pero sin la intencin de integrarlos a la sociedad azteca. Las tropas espaolas, conducidas por Hernn Corts, arribaron a Mxico en 1519. auxiliados por tribus resentidas contra los aztecas, fcilmente llegaron hasta la capital y tomaron preso a Moctezuma a quien al final mataron. Segn sus creencias religiosas los hombres deben dar algo de mucho valor a los dioses para merecer sus favores. As pues que mejor que ofrecer la propia vida por esta razn los mayas, pero sobre todo los aztecas, realizaban sacrificios humanos en las ceremonias religiosas. Se dice que los aztecas, en la dedicacin del gran templo en Tenochtitlan sacrificaron veinte mil cautivos.
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BLANCA NIEVES
Hace mucho tiempo viva una hermossima reina. Un da cuando estaba cosiendo junto a la ventana, se pic un dedo con la aguja y una gota de sangre cay sobre la nieve. La gota roja se vea tan hermosa sobre la nieve blanca que la reina se dijo: "Cmo quisiera tener una hija con la piel blanca como la nieve, los labios rojos como la sangre y el cabello negro como el bano!". Poco tiempo despus, su deseo se hizo realidad y tuvo una nia que tena la piel blanca como la nieve, los labios rojos como la sangre y el cabello negro como el bano. Entonces la reina le dio el nombre de Blanca Nieves. Desafortunadamente la reina muri cuando la nia era an muy pequea y al poco tiempo, el rey contrajo matrimonio nuevamente. Su madrastra, la nueva reina, que era egosta g vanidosa, no quera a Blanca Nieves. Desafortunadamente la reina muri cuando la nia era an muy pequea y al poco tiempo, el rey contrajo matrimonio nuevamente. Su madrastra, la nueva reina, que era egosta y vanidosa, no quera a Blanca Nieves. La reina pasaba gran parte del tiempo contemplndose en su espejo mgico. Diariamente le preguntaba: -Espejo mgico, espejo de oro, quin es la ms hermosa? Dmelo tesoro. Y el espejo siempre responda: -La ms hermosa eres t! Esta respuesta dejaba satisfecha a la reina hasta el da siguiente cuando interrogaba de nuevo al espejo, siempre con el temor de descubrir que haba una mujer ms hermosa que ella. Entre tanto Blanca Nieves segua creciendo y era cada da ms hermosa. Una maana como de costumbre, la reina consult su espejo mgico: -Espejo mgico, espejo de oro quin es la ms hermosa? Dmelo tesoro. Pero esta vez el espejo le respondi: -Blanca Nieves es la ms hermosa!
plan para deshacerse de Blanca Nieves. La reina mand llamar a uno de los cazadores reales y le orden: -Lleva a Blanca Nieves al bosque y cercirate de que jams regrese. El cazador llev a la jovencita hasta la frontera del reino y la dej sola en lo profundo del bosque. Blanca Nieves se asust mucho y sinti ganas de llorar, pero en lugar de hacerlo, empez a bucear un lugar seguro donde pasar la noche. Vag por el bosque hasta que encontr una pequea casa. Llam a la puerta, pero nadie le respondi, entonces decidi entrar. En el comedor haba una mesa con siete platos y en la planta alta un cuarto con siete camas. Blanca Nieves estaba tan hambrienta y cansada que comi y luego se acost en una de las camas. Cuando llegaron los siete enanitos, que eran los dueos de la casa, la encontraron durmiendo profundamente. La vieron tan hermosa e inofensiva que decidieron no despertarla. A la maana siguiente, escucharon atentamente el relato que les hizo Blanca Nieves. -Estars ms segura si t quedas con nosotros - le dijeron. Los siete enanitos salieron temprano a trabajar, pero antes advirtieron a Blanca Nieves que no dejara entrar a nadie en la casa. Al poco tiempo, la reina se enter por medio del espejo que Blanca Nieves se encontraba a salvo y que viva en la pequea casa del bosque. Furiosa, la reina decidi deshacerse de una vez por todas de Blanca Nieves. Se disfraz de campesina y se dirigi a la casa de los siete enanitos. -Manzanas! Compre mis manzanas! Blanca Nieves se asom a la ventana. Las manzanas se vean tan deliciosas! Que no pudo resistir la tentacin y compr una. Pero la manzana estaba envenenada y, despus de haberla mordido, Blanca Nieves cay al suelo.
Esa noche, cuando los enanitos llegaron a la casa, encontraron a Blanca Nieves tirada en el piso. Como no respiraba, creyeron que estaba muerta. Los siete enanitos estaban muy tristes y no se decidan a enterrar a Blanca Nieves.
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Entonces construyeron una urna de cristal y la llevaron a una colina donde uno de ellos permaneca siempre a su lado. El tiempo pasaba y Blanca Nieves daba la impresin de que dorma. Un da, un apuesto prncipe que cabalgaba por el bosque vio a Blanca Nieves en su urna de cristal. Se vea tan hermosa que se enamor de ella al instante. -Por favor, djenme llevarla al castillo!-les suplic-. Les prometo que la cuidar siempre. Los enanitos conmovidos por su amorosa peticin, accedieron. Cuando los sirvientes del prncipe levantaron la urna de cristal para llevarla al castillo, el pedazo de manzana que Blanca Nieves tena atorado en la garganta cay y ella despert de su largo sueo. Blanca Nieves vio junto a ella al apuesto prncipe y se enamor inmediatamente de l. Fue as como poco tiempo despus, Blanca Nieves y el prncipe se casaron y vivieron muy felices para siempre.
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La Pobre Elisa, llorando amargamente, se intern corriendo en el bosque. Ahora ms que nunca echaba de menos a sus hermanos y anhelaba tener noticias de ellos. Rendida de cansancio se detuvo junto a un arroyo para lavar su cara y desenmaraar su cabello. En ese momento una anciana apareci a su lado. Ha visto usted alguna vez once prncipes errando por estos parajes' - pregunt Elisa. No querida nia; pero he visto once cisnes que llevan en sus cabezas pequeas coronas. Vienen con frecuencia al anochecer y se posan en la orilla del lago, -respondi la anciana. Elisa corri hasta la orilla y esper escondida detrs de una roca. Al anochecer, escuch un batir de alas y vio bajar del cielo once cisnes llevando en sus cabezas coronas de oro. Uno a uno, los cisnes descendieron hasta la orilla y cuando tocaron tierra recobraron su apariencia humana. Elisa los miraba asombrada desde su escondite. Increble! All frente a ella estaban sus hermanos! -Antn... Sebastin! Soy yo, Elisa! -grit llamndolos por sus nombres y corriendo hacia ellos. Los prncipes no podan creer lo que vean y oan y felices se reunieron en torno a su hermana. Que alegra estar todos all reunidos! Los jvenes relataron a Elisa cmo la malvada bruja los haba hechizado y ella les cont cmo haba sido arrojada del palacio. -Somos cisnes durante el da y humanos durante la noche -explic Antn. -Encontrar la forma de liberarlos del hechizo -les asegur Elisa-. Pero entre tanto, por favor no me dejen sola. Los hermanos encontraron un gran trozo de tela y con ella le hicieron un lecho a Elisa. Al amanecer, cuando el sol empez a levantarse, los prncipes se convirtieron nuevamente en cisnes. Entonces alzaron suavemente el vuelo y se llevaron a Elisa con ellos. Sebastin, el menor, haba recogido frutillas silvestres y las dej en el regazo de su hermana. Al atardecer, llegaron a una cueva secreta que haban descubierto en lo profundo del bosque. Esa noche, Elisa so que un hada volaba por encima de su cabeza en una hoja.
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-T puedes romper el hechizo de tus hermanos, pero tendrs que sufrir mucho, -le dijo-. Recoge ortiga en un cementerio y teje once camisas con la fibra que sacars de ella. Cuando la hayas terminado, arrjalas sobre tus hermanos y el hechizo se romper. Pero debo advertirte que hasta que no hayas terminado no podrs ni hablar ni rerte. -No importa! Har cualquier cosa para salvar a mis hermanos! -grit Elisa en su sueo. Elisa se despert tarde en la maana y sus hermanos ya se haban marchado. En el suelo muy cerca del lugar donde dorma, se encontr un montn de ortiga. Inmediatamente puso manos a la obra. Cuando sus hermanos regresaron a la cueva, encontraron a Elisa tejiendo una extraa prenda. Sus manos estaban llenas de heridas y sus dedos con ampollas. -,Qu ests haciendo? -pregunt Sebastin. Pero Elisa no pudo responderle. Los ojos de Sebastin se llenaron de lgrimas cuando se inclin sobre su hermana para ver lo que haca. Las lgrimas cayeron sobre los dedos de Elisa e inmediatamente desaparecieron sus heridas. Ella, sin hablarle, lo mir agradecida. Los once hermanos la observaban curiosos; todo esto era tan misterioso pero al final comprendieron que haba algo mgico en el trabajo que ejecutaba su hermana. Tal vez Elisa estaba tratando de liberarlos del hechizo.
Muy temprano en la maana, cuando sus hermanos haban alzado el vuelo, Elisa sali de la cueva y fue a sentarse bajo un roble. No haba pasado mucho tiempo cuando un grupo de cazadores la descubri. -Quin eres t? -le preguntaron. Al ver que no contestaba, la arrastraron del lugar donde se encontraba. -Detnganse! -grit un joven rey que pasaba montando en su cabalgadura. -Cmo te llamas' -pregunt el Rey amablemente. Elisa movi la cabeza negativamente y sonri-. Te llevar conmigo -dijo el Rey y orden a los cazadores que se marcharan. En el palacio, el Rey trataba de comunicarse con Elisa en diferentes idiomas mientras la miraba trabajar, pero nunca obtena respuesta. A pesar de su silencio, su dulce mirada y su hermoso rostro capturaron el corazn del Rey. Elisa pasaba la mayor parte del tiempo tejiendo en silencio. El Rey
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vena a visitarla con frecuencia pues en su compaa encontraba paz y felicidad. Un da el Rey anunci al arzobispo: -Estoy enamorado de esta dulce criatura y quiero casarme con ella. El arzobispo escuch aterrado. -Su Majestad no sabe nada acerca de esta joven! Por lo que s, debe ser una bruja. Qu piensa usted de su extraa labor de tejido? Sin duda est escondiendo algo. Pero el Rey estaba decidido. Habl con Elisa y muy pronto, se celebr la real boda. Un da Elisa se dio cuenta que se le haba terminado la ortiga. Esa noche sali del palacio y se dirigi al cementerio. Casualmente, se haban reunido all un grupo de brujas pero Elisa no advirti su presencia. El arzobispo que la haba seguido la vio entrar en el cementerio y corri a avisar al Rey. -Su majestad, le advert que su esposa era una bruja! El Rey horrorizado vio a su esposa recogiendo ortiga mientras tres horribles brujas conversaban en una tumba vecina. -No puedo creer lo que veo! -grit el Rey traspasado de dolor. Elisa fue acusada de brujera y sentenciada a morir en la hoguera. -Habla por favor! Dime que eres inocente. -Imploraba el Rey pero ella slo lo miraba llena de tristeza.
El da siguiente, fue conducida a la plaza donde una gran pila de lea haba sido colocada alrededor de un madero. Elisa continuaba tejiendo y a su lado estaban diez camisas. Al paso del carromato la muchedumbre gritaba: -Quemen a la bruja! De repente, once cisnes descendieron del cielo y se posaron al lado de la joven. Inmediatamente ella arroj las camisas sobre ellos. ante la sorpresa de todos, los cisnes se convirtieron en apuestos jvenes. Sebastin recibi la ltima camisa a la que le faltaba una manga entonces se qued con un ala. -Slvense! -grit Elisa-. Soy inocente! Elisa rodeada de sus hermano subi al estrado donde se encontraban el Rey. Llorando le cont la historia del hechizo que les haba hecho su madrastra; cmo la haba arrojado del palacio; cmo haba encontrado a sus hermanos y porque guardaba silencio mientras cosa las camisas de ortiga. Los ojos del Rey tambin se llenaron de lgrimas y acercndose a su esposa le dijo: -Slo alguien con un corazn como el tuyo sera capaz de tal sacrificio. La multitud emocionada gritaba: -Dios salve a la Reina!
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En ese momento Elisa vio el ala de Sebastin. -OH, tu pobre brazo! -grit angustiada. -No te preocupes! -dijo su hermano abrazndola -. La llevar orgulloso como smbolo del amor abnegado de mi hermana.
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El rey prometi la mano de su hija a quien le trajera un perla pequea y pesada como una montaa. Todos los pretendientes se echaron a rer menos Manolo, que se lanz muy decidido a la aventura. Un pajarillo le dijo que en la playa encontrara un hada que lo guiara a condicin de que no hablara. Efectivamente, en la playa un hada lo esperaba y Manolo mont en la barca sin decir una sola palabra. Llegaron a una extraa isla donde la reina de las hadas le ofreci una ostra para entregrsela al rey. Manolo corri al palacio a entregar la extraa ostra cuyo peso apenas notaba, cosa que le sorprenda. El rey le pregunt que pruebas tena para afirmar que aquella ostra contena la perla deseada. Entonces abrieron la ostra y ante los ojos del rey y la princesa apareci la reina de las hadas. As lo entendi el rey que acept al apuesto mancebo. Los dos jvenes se casaron al da siguiente y vivieron muy felices toda la vida.
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PULGARCITA
Haba una vez una mujer que aoraba tener una hijita para cuidarla y quererla. Pas el tiempo y no tuvo hijos y por eso se entristeci mucho, un da supo que haba una vieja que poda ayudarla y fue a verla. La vieja sabia... sonrindole le dijo, toma esta semilla y plntala en una maceta y tu vers que tienes una hijita. La mujer tom la semilla y se la llev a su casa y la plant. Pronto le aparecieron brotes verdes y botn creci entre ellos. Por ultimo el botn se abri y sali una flor amarilla. Justo en el centro apareci una niita, que no era ms grande que el pulgar de la mujer. La mujer mir a la nia que hermosa eres! Le dijo. Eres muy pequea y hermosa, te llamar Pulgarcita. La mujer estaba feliz de tener al fin una nia y atenda con esmero a pulgar-cita. Pulgarcita estaba contenta tambin. Cantaba canciones con suave y cristalina voz cuando jugaba sobre la mesa de la cocina. Por las noches dorma en una cama hecha con cscara de nuez. Una vez una rana grande oy cantar a pulgarcita y salt por la ventana. Tu podras ser una esposa ideal para mi hijo, dijo la rana. Y se llev a pulgarcita al riachuelo donde vivan. La rana dej a la pequeita sola en un lirio y se fue en busca de su hijo.
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Pulgarcita no quera casarse con un sapo feo, pero no saba como escaparse de ah. Despus de un rato, vinieron unos pececillos amistosos. Por favor aydeme, la rana quiere que me case con su hijo! Debo escapar de aqu de alguna manera. Pulgarcita les dio mucha lastima a los pececillos. Entonces se pasaron todo el da mordiendo el tallo de una hoja , hasta que por fin Pulgarcita pudo salir flotando. Cuando regreso Pulgarcita ya no se encontraba en un riachuelo , Ahora era una ratita quien la habia encontrado y le pregunto Por qu no te casas con mi amigo el topo? Pulgarcita no quera casarse con el topo porque viva debajo de la tierra y nunca entraba el sol. Al da siguiente, el topo visit a Pulgarcita. Por favor ven a ver donde vivo, le dijo. Y al entrar el topo le dijo, ten cuidado hay un pjaro muerto aqu adentro. Pulgarcita vio que el pjaro, era una golondrina. No estaba muerta pero si helado y muy dbil. Pulgarcita sinti pena por el pjaro, y lo cubri con hojas secas y pasto para abrigarlo. Pulgarcita lo cuid durante el largo y fro invierno. Cuando vino el verano el pjaro se sinti mejor listo para volver a su propia casa. Ella estaba feliz del que el pjaro se sintiera bien pero saba que lo echara de menos. Pulgarcita miraba por ltima vez hacia el cielo con los ojos llenos de lgrimas pues ya terminaba el verano, cuando de pronto uno de los pjaros que volaba sobre su cabeza desvi su vuelo hacia ella, era la golondrina que haba salvado.
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Ven conmigo! Dijo el pjaro. Pulgarcita se alegr mucho. Ella mont sobre el lomo del el pjaro y vol con el hacia tierras lejanas donde siempre era verano. Este era un lugar lleno de flores y dentro de cada uno viva una persona, justamente como lo era Pulgarcita -Somos el pueblo de las flores- le decan - y este es un verdadero hogar Nosotros te llamaremos Maia-. Maia amaba su nuevo hogar. Pronto se cas con el apuesto prncipe de las flores y vivieron felices para siempre.
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LEYENDAS
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EN QUERTARO
La Construccin del Acueducto se debe al benefactor Don Juan Antonio de Urrutia y Arana, Marqus de la Villa del Villar del guila. Segn los relatos se cuenta que al carecer la ciudad de agua potable las monjas del convento de las capuchinas suplicaron la ayuda del Marqus por conocer de antemano su noble corazn, y ste enamorado de una de ellas llamada Sor Marcela, acept ayudar a esta causa con la condicin de que ella aceptase casarse con l. Ante esta situacin y viendo los beneficios tan grandes que tendra la ciudad, Sor Marcela acept la propuesta bajo otra condicin que consista en que ella aceptaba casarse con l, pero a cambio no tendran vida marital, el Marqus acept gustoso porque estaba convencido de que con el trato y el tiempo, Sor Marcela llegara a amarlo tanto como l deseaba. Y es as como fue erigido ese gran monumento que hoy da simboliza y enorgullece a los queretanos.
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La leyenda guaran sostiene que fue obra de un dios celoso de una bella muchacha llamada Naip, que viva a orillas del ro y de quien se haba enamorado. Pero Naip prefiri los amores de un mortal, y se march con su amante en una canoa. El dios, enfurecido, produjo las cataratas para detenerlos.
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FBULAS
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EL Len y El Ratn
Unos ratoncitos, jugando sin cuidado en un prado, despertaron a un len que dorma plcidamente al pie de un rbol. La fiera, levantndose de pronto, atrap entre sus garras al ms atrevido de la pandilla. El ratoncillo, preso de terror, prometi al len que si le perdonaba la vida la empleara en servirlo; y aunque esta promesa lo hizo rer, el len termin por soltarlo. Tiempo despus, la fiera cay en las redes que un cazador le haba tendido y como, a pesar de su fuerza, no poda librarse, atron la selva con sus furiosos rugidos. El ratoncillo, al orlo, acudi presuroso y rompi las redes con sus afilados dientes. De esta manera el pequeo exprisionero cumpli su promesa, y salv la vida del rey de los animales. El len medit seriamente en el favor que acababa de recibir y prometi ser en adelante ms generoso. En los cambios de fortuna, los poderosos necesitan la ayuda de los dbiles. Fin.
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Vivan en un corral varias gallinas: unas bien cebadas y gordas; otras, por el contrario, flacas y desmedradas. Las gallinas gordas, orgullosas de su buena facha, se burlaban de las flacas y las insultaban llamndolas huesudas, muertas de hambre, ate., etc. Pero el cocinero, debiendo preparar algunos platos para el banquete de Ao Nuevo, baj al gallinero y eligi las mejores que all haba. La eleccin no fue difcil. Entonces, viendo las gallinas gordas su fatal destino, envidiaron la mejor suerte de sus compaeras flacas y esquelticas. No despreciemos jams a los dbiles; quiz tengan mejor suerte que nosotros. Fin.
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El Pastor mentiroso
Apacentando un joven su ganado grit desde la cima de un collado: -Favor; que viene un lobo, labradores! Estos, abandonando sus labores, acuden prontamente, y hallan que es una chanza solamente. Vuelve a llamar, y temen la desgracia. Segunda vez los burla. Linda gracia! Pero, qu sucedi la vez tercera? Que vino en realidad la hambrienta fiera. Entonces el Zagal se desgaita, y por ms que patea, llora y grita, no se mueve la gente, escarmentada, y el Lobo le devora la manada. Cuntas veces resulta de un engao contra el engaador el mayor dao! Fin.
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HISTORIAS
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AS ERA MORELOS
Durante la guerra de Independencia, el General Morelos recibi de parte de un amigo una carta que deca: "S de buena fuente que el virrey a pagado a un asesino para que lo mate a usted; pero no puedo darle ms seas de ese hombre sino que es muy barrign..." Era la hora del almuerzo cuando Morelos recibi la carta, y estaba leyndola atentamente cuando un individuo de abultado abdomen se present ante el, pidindole lo admitiera en su ejrcito para prestar sus servicios en bien de la independencia nacional. Don Jos Mara Morelos, sonriente, hizo que el husped se sentara a su derecha; comparti con el su sencillo almuerzo y sali despus a recorrer su campamento. Volvi a la hora de la cena y volvi a colocar al desconocido a su derecha. Despus de cenar, orden que junto a la suya se colocara otra cama para el forastero; apag la luz, se volvi del lado de la pared y pronto se qued dormido, como duermen las personas que nada tienen que temer. El hombre que haba ido a asesinar al general espantado de tanta serenidad, no se atrevi a ordenar las ordenes del virrey y por la noche sali sin hacer ruido del campamento y huy. Al clarear el da se incorpor el seor Morelos y lo primero que hizo fue mirara hacia la cama cercana pero vio que estaba vaca. (Que pas con el hombre que anoche durmi aqu)- le pregunt al asistente. Seor- le contest el soldado, dicen que en la madrugada ensill su caballo, mont y se fue. El General Morelos pidi un papel para escribir un recado y con su letra gorda, clara y firme contest a su amigo: "Le doy mil gracias por su aviso, pero puedo asegurarle que no hay en este campamento ms barrign que yo."
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AUTORRETRATO
Este que veis aqu de rostro aguileo, de cabello castao, de frente lisa y desembarazada de alegres ojos, de nariz corva aunque bien proporcionada, las barbas de plata que no veinte aos fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequea, los dientes no crecidos porque no tiene sino seis, y estos mal acondicionados y peor puestos, sin correspondencia de los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande ni pequeo; la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas y no muy ligero de pies; este, digo, que es el rostro del autor de Galatea y de Don Quijote de la mancha... y otras obras que andan por ah descarriadas y quizs sin el nombre de su dueo: llmese comnmente Miguel de Cervantes Saavedra. Fue soldado muchos aos y cinco y medio cautivo, donde aprendi a tener paciencia en las adversidades; perdi en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda, de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, el la tiene por hermosa por haberla cobrado en la ms memorable y alta ocasin que vieron los pasados siglos ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlos V.
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HISTORIETAS
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Mafalda:
Garfield
Sin palabras
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Condorito:
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