Mario Laserna. Enntrevista Por Jairo Alvarez 1998 Pdfs
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(2002)
Matemáticas:
General: 107-121
Enseñanza Universitaria
©Escuela Regional de Matemáticas
Universidad del Valle - Colombia
Jairo Álvarez
Introducción
Es bien sabido en Colombia que el profesor Mario Laserna fue el gestor principal
en la creación de la Universidad de los Andes. Lo que se no conoce bien es que,
por su vocación y por su formación matemática, el proceso mismo de creación
de los Andes está intimamente relacionado con las concepciones del profesor
Laserna sobre la enseñanza de las matemáticas en las carreras de ingeniería y
con su interés en estimular el talento matemático . La ambientación que dio
a dicho proceso no sólo marcó y fundamentó el desarrollo del departamento de
matemáticas de dicha universidad sino que sus actores tuvieron una proyección
importante en el fomento de una naciente actividad matemática nacional en
la década de los 50. La entrevista permite ver con claridad las preocupaciones
académicas que estimularon al profesor Laserna en el proyecto de la Universidad
de los Andes, la inspiración norteamericana de su modelo de universidad y la
convergencia conceptual, en lo referente a la estructura departamental de la uni-
versidad, con el gran movimiento de modernización que vivieron universidades
como el Valle y Antioquia en la década del 60. La creación de la Universidad
de los Andes es un antecedente de este proceso. Al recordar la visita del pro-
fesor Lefschetz a la Universidad de los Andes se puede entrever el esbozo de
una política para un impulso inicial del desarrollo matemático nacional que, de
haberse desarrollado a plenitud, pudo haber tenido implicaciones importantes.
Muchas de las características que ha tenido el desarrollo del departamento de
matemáticas de la Universidad de los Andes tienen su origen en las concepciones
del profesor Laserna. Un ejemplo es la política de profesores visitantes. Otro,
el planteamiento, que ha prevalecido en la enseñanza de los cursos generales de
matemáticas, de que el estudiante debe estudiar con anterioridad a la clase el
contenido que le van a enseñar. Problemas a que hace referencia, como el re-
cargo curricular del estudiante que ahoga sus posibilidades de estudio personal,
siguen teniendo vigencia en nuestros días. Al final de la entrevista el profesor
Laserna nos habla de sus concepciones sobre el conocimiento matemático y el
porqué se inclinó por el estudio de las matemáticas en su juventud. Una vez más
nos encontramos con el hecho de que detrás de la motivación de las personas
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JA: Es bien conocido que Mario Laserna formó parte del grupo de fundadores
de la Universidad de los Andes. Pero ¿quién lideró dicho grupo? ¿Cuál fue el
papel de Mario Laserna en el proceso de creación de los Andes? ¿Cuáles fueron
las motivaciones que llevaron a este grupo a la fundación de la Universidad?
¿Por qué otra universidad en Colombia y en ese momento?
JA: ¿Qué tan grande fue el grupo de fundadores? ¿Fue usted solo ó cómo fue?
La mía es una aproximación pragmática. Hay que medir hasta qué punto los
estudiantes pueden responder, en vez de pensar que son unos incapaces. Allá,
si un profesor raja al 80 por ciento de los estudiantes el que se va es el profesor.
JA: ¿Entre las motivaciones que usted señala estuvo también la motivación
de la estructura universitaria? Más precisamente, el paso de una universidad
organizada por facultades a la europea a una universidad departamentalizada
al estilo norteamericano.
ML: Esencialmente esa era la idea. No debía haber una cátedra de matemáticas
para arquitectos, otra para químicos, otra para ingenieros. Debía existir un
departamento de matemáticas que enseñara todos los cursos de matemáticas, y
donde los estudiantes de las distintas facultades tomarían los cursos que nece-
sitaban. Otra idea era la división en semestres. A mi me tocaba recibir estu-
diantes que venían de repetir dos o tres años el curso de cálculo con un profesor
célebre, el Pollo Acosta, y que estaban al borde de la depresión, el conflicto fa-
miliar, y el suicidio. Y uno se daba cuenta de que eran muchachos inteligentes.
Entonces llegué a la conclusión de que el malo era el sistema universitario que
se usaba aquí, inspirado en el sistema francés pero sin el bachillerato francés.
JA: Volvamos, por favor, a otro aspecto de una pregunta anterior. ¿Fue usted
solo quien lideró la creación de la Universidad de los Andes o lo hizo con otras
personas?
ML: Sí. Eran sobre todo ingenieros o economistas graduados fuera del país
que sabían que aquí había un buen material humano pero que nuestro sistema
universitario era un sistema perro. El sistema lo que hacía era demostrarle al
estudiante que no servía. En cambio en Estados Unidos una vez usted entra al
sistema éste lo orienta y lo ayuda a encontrar para qué sirve usted, a fin de que
desarrolle su talento y de enseñarle a trabajar sistemáticamente.
Le cuento lo que pasó con los estudiantes rajados que recibimos. Después
los mandamos a Illinois, y allá dieron un buen resultado. Luego, el que estaba
equivocado era el sistema colombiano. No era que yo me hiciera ilusiones.
En realidad, estudiantes que aquí eran unos fracasos, al enviarlos a Estados
Unidos, después de dos o tres años en Estados Unidos resultaban brillantes. No
era solamente que pasaran. Su desempeño era brillante. Me lo decía el decano
de ingeniería de allá que se llamaba William Beverick y era el secretario de la
Asociación de Facultades de Ingeniería de Estados Unidos.
JA: ¿Cree usted que la Universidad de los Andes se mantiene fiel a esa filosofía
inicial?
ML: No. Me temo que la ha perdido excepto en algunos aspectos. ¿En qué la
ha perdido? Hay la tendencia a que un estudiante tome más de 30 horas de
clase por semana.
JA: Aunque los Andes sigue siendo una de las universidades colombianas con
menores intensidades horarias, el número de horas de clase que debe tomar un
estudiante de ingeniería por semana ha crecido.
Entrevista al doctor Mario Laserna 111
Entiendo que estas ideas tienen relación con las reformas de la década del
60 que se realizaron en la Universidad Nacional y que se extendieron a las
grandes universidades públicas del país como la Universidad de Antioquia, la
Universidad del Valle y la Industrial de Santander. Como se sabe, estas re-
formas definieron el paso de una universidad de facultades, de tipo europeo,
a una universidad departamentalizada de tipo norteamericano. Se crearon los
Estudios Generales y aparecieron las divisiones de ciencias -que hoy se vuel-
ven a llamar facultades- con sus respectivas carreras en matemáticas, física,
química, biología, aunque en la Universidad Nacional ya existía una carrera
de matemáticas. Las reformas tenían como trasfondo la Alianza para el Pro-
greso y planteamientos como los del Informe Atcon y tuvieron el apoyo de las
Fundaciones Ford y Rockefeller.
En segundo lugar, ¿fueron estas ideas, las que impulsaron las reformas men-
cionadas, las que usted llevó a la Universidad Nacional años después cuando
llegó a la rectoría?
Pero si usted no lo obliga a seguir el libro de texto no llega siquiera a ver los
errores. Lo primero es que los estudiantes aprendan a entender un libro de
texto, día por día. Es como a un niño a quien se le tiene que dar una sopa a
cucharadas. No trate de darle toda la sopa al tiempo porque lo mata y no lo
nutre.
JA: Tengo una duda. Hacia 1958 los Andes tenía 10 años de creada. Hojeando
algunos boletines de la universidad encuentro que en 1952 la estructura de la
Universidad de los Andes recuerda la estructura de la universidad europea. Se
habla de una facultad de matemáticas como una unidad académica autónoma
y usted, profesor Laserna, aparece como decano de esa facultad. Pero hacia
1954, en otro boletín, la facultad de matemáticas parece haber desaparecido y
en cambio aparece el colegio de estudios superiores, que imparte la docencia en
ciencias exactas y naturales a todas las demás facultades y en donde al parecer
estaban agrupados los actuales departamentos de ciencias de la Universidad de
los Andes. Es decir, se podría considerar el antecedente de la actual facultad
de ciencias.
ML: Intenté llevarlas y tuve buena acogida entre los matemáticos. Tuve dificul-
tades con medicina. Pero después de hablar meses y meses, de decirles miren
este sistema tiene que cambiar porque la mente humana trabaja es de esta ma-
nera y las ayudas que utiliza son de esta manera, fueron aceptando. Por esa
época escribí un libro que se titula 'Cómo estudiar con eficacia'.
José Félix había llegado a estas ideas por cuenta propia. El venía de Yale
y del Gimnasio Moderno en donde se trabajaba en esta forma. José Félix tenía
más acogida académica que yo. A él lo querían mucho las fundaciones, y con
razón, porque era un hombre que captaba muy bien todas esas ideas.
ML: Porque era un experimento que podía fracasar. Les pregunté: ¿ por qué a la
Universidad del Valle si le están ayudando? Dijeron: porque es una universidad
que tiene unas bases económicas sólidas. Usted no tiene ni para el presupuesto
del semestre próximo. Fueron razones puramente pragmáticas y así me lo dijo,
claramente, el representante de la Fundación Ford.
Diez años después le cobré eso y le dije: "de manera que en esos experimentos
que no podían fracasar es donde ustedes botan la plata". Fue entonces cuando
vinieron a ayudar a la Universidad de los Andes.
JA: ¿Tuvo usted contactos con los rectores de las universidades de Antioquia y
del Valle que impulsaron casi simultáneamente ideas similares en sus universi-
dades en la década del 60?
Recuerdo a Gabriel Velásquez y a Alex Cobo, que eran parte del grupo que
estaba tratando de introducir en Colombia la medicina moderna. Velásquez
Palau jugó un papel muy importante. Todas estas personas entendían muy
bien estas ideas.
JA: O sea que usted tuvo contactos con las personas que lideraron ideas de
modernización en el Valle. ¿Tuvo también contacto con gente de Antioquia?
¿Hubo reuniones colectivas de rectores para discutir estos temas?
ML: No, no las hubo. Que yo recuerde, no. Sí hice contactos en Antioquia
para la fundación de la Universidad de los Andes, pero no con las instituciones
que ya funcionaban en Antioquia. Como rector de la Nacional tuve que ir a
Antioquia porque la Facultad Minas, que era la joya de la corona Antioqueña,
es parte de la Nacional.
ML: Me falta darle otro dato. Yo ya había traído como jefe de departamento
a Horváth 1 , y ya habían estado en la Universidad de los Andes von Neu-
mann y Lefschetz. Habíamos decidido que si aparecía un individuo con talento
matemático, estudiaría matemáticas. Pero no aquí. No queríamos fundar una
escuela de matemáticas para sacar malos matemáticos y cada uno costando 20
veces lo que costaría enviarlo a Estados Unidos.
ML: Claro, pero la idea era ir con un poco de marrullería. Si salía un estudiante
que se interesara por las matemáticas se le decía: Mire aquí no se puede hacer
el programa porque no hay plata. La plata había que invertirla en mejorar los
fundamentos de ingeniería y fue cuando se hizo el arreglo con la Universidad
de Illinois. Se podían ofrecer programas pero sin advertir claramente que no se
iban a llevar a cabo aquí, por que era con la "plata del mister" con lo que había
que trabajar.
1 Juan Horváth., profesor húngaro vinculado por el doctor Laserna para impulsar
ML: Era el papá de Rosario Casas. ¿Usted se acuerda de ese gran caso de
espionaje norteamericano? El caso más grave de venta de secretos.
JA: Sí
ML: No recuerdo bien. En los Andes ya temamos dos o tres cursos magnífi-
cos de matemáticas porque yo me había traído al profesor Yerly 2 de la Uni-
versidad Nacional. Yo lo había conocido en el Gimnasio Moderno. Él no se
quería venir pero yo lo convencí prometiéndole que en los Andes podía hacer
matemáticas. No en los cursos que enseñaba, porque ese era otro nivel. En
ese momento estábamos trayendo profesores visitantes de Francia. Fue cuando
vinieron Schwartz, Dieudonné y otros grandes de las matemáticas francesas.
En ese momento se hizo una propuesta de este estilo: vamos a dar un poco
de alpiste para los que tengan apetito matemático. Y eso lo hacia Horváth con
su Revista de Matemáticas Elementales3, que se creó por esa época. Vinculé
también un gran matemático, que vivía en ese tiempo en Colombia y que pasó
desapercibido en Bogotá. Trabajaba de actuario en una compañía de seguros.
Se llamaba Peter Thullen y era un matemático de renombre en Alemania. Era
un especialista en funciones de varias variables y tiene un libro en aquella serie
amarilla alemana.
JA: 0 sea que en ese momento su planteamiento básico era, de un lado, mejorar
la docencia de las matemáticas que estaba causando mucho fracaso estudian-
til -la gente no aprendía por el sistema- y, de otro lado, incentivar el talento
matemático captando gente para enviarla a buenos programas en el extranjero.
2El profesor Henry Yerly sucede al profesor Juan Horváth como jefe del depar-
ML: En Colombia no. Ya veía en qué podía terminar la idea de fundar aquí
una escuela de matemáticas, y me llenaba de espanto. Yo quería mantener las
puertas abiertas para tener profesores de matemáticas extranjeros. Cómo es
posible que en EE.UU contraten tipos de todas partes del mundo y aquí no se
pueda traer matemáticos porque los profesores colombianos son un sindicato
opuesto a la traída de profesores extranjeros.
ML: Cada uno era un caso en particular, pero la idea era que los Andes estuviera
asociada con nombres extranjeros. Acaba con el " in breeding".
ML: Sí. Lefschetz tenía especial interés en este tema. Había estado entrenando
los matemáticos de México en Princeton. Hablaba muy bien español. Cuando
vino le mostré la Universidad de los Andes que apenas empezaba. No había
ni tiza en los salones. Me dijo: no se preocupe por eso. Usted está enfocado
en formar y podrá ver cómo se forma el talento matemático una vez que se
descubre, una vez que se detecta y se le da oportunidad. Pero la idea era
siempre utilizar a Estados Unidos.
ML: No. No sé si usted sabe que él no escribía, entre otras cosas, porque
tenía ambas manos de palo. Lefschetz era de origen ruso, judío, francés. Había
sido ingeniero electricista en Francia, y se había quemado ambas manos en un
experimento con unos cables eléctricos o algo así. Tenía ambas manos de palo.
Era muy gracioso porque tenía unos tornillos en que ponía la mano. Era un
hombre muy abierto, muy desenvuelto, muy querido en todo y su esposa era un
señora espléndida. Y quería mucho estos países. Lefschetz estaba empeñado en
descubrir el talento matemático al sur del Río Grande
ML: Sí. Porque Arturo Ramírez Montufar y Eduardo Caro y Gustavo Perry
vinieron a las clases a los Andes. Para Lefchetz la Universidad de los Andes era
el comienzo de esa apertura hacia Estados Unidos pero el plan era extenderla a
la Nacional y a otras universidades.
JA: ¿Y cómo hacía Lefschetz para escribir matemáticas si tenía las manos de
palo?
ML: Pues ponía la mano en una posición en la que la tiza le quedaba incrustada
ahí y empezaba a escribir con esa tiza. Lo que no podía era cambiarla fácilmente
de posición. El tenia posiciones fijas a través de "switches". Tenía posición para
cortar, para coger el cuchillo, para comer, y tenía posición para escribir. Cuando
necesitaba borrar le pedía a un estudiante que borrara.
JA: Es obvio que usted concede una gran importancia a las matemáticas en la
formación académica de las personas y en su concepción de Universidad. Se
puede ver no sólo por su interés personal en ellas sino porque por interme-
dio suyo vinieron a Colombia matemáticos de talla internacional que, de una
manera u otra, influyeron en el desarrollo de las matemáticas en Colombia.
Igualmente, desde su fundación, las matemáticas están en el centro de la es-
tructura académica de la Universidad de los Andes. ¿Por qué son importantes
las matemáticas para usted? ¿Por qué les ha dado tanta importancia, tanto en
su vida personal como en la fundación de la Universidad de los Andes?
ML: Primero le hago una precisión. Por un lado yo sí estimulaba las matemáti-
cas. Y por otro lado las desestimulaba, en el sentido de que decía "esto que le
están enseñando a quienes van a ser ingenieros es una tontería". Ya le conté
a usted sobre la reunión que tuve con la Sociedad de Ingenieros de Antioquia.
Trataban de enseñarles demasiado y con eso sacaban del "ring" a un poco de
personas que podrían haber sido magníficos ingenieros. Y cuando los problemas
de ingeniería eran de alto nivel, las matemáticas que sabían no eran suficientes.
Había que distinguir que de ese punto en adelante, no era a los ingenieros a los
que les tocaba solucionar dichos problemas sino a los matemáticos. Aquí había
un híbrido que no servía ni para lo uno ni para lo otro.
ML: A los que enseñaban matemáticas les decía: ustedes no tiene que enseñarles
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a los ingenieros los fundamentos de las matemáticas. Ustedes no tiene por qué
aclararles todo lo que se vino a saber a finales del siglo XIX sobre la matemática
clásica. Lo que había que hacer era fijar el tipo de manipulación matemática
que tenían que saber los ingenieros para resolver sus aplicaciones de ingeniería.
JA: Pero sin que eso significara que su aprendizaje no fuera también conceptual,
¿no es cierto?
JA: Pero entonces, ¿ en qué sentido son importantes las matemáticas para los
ingenieros, los economistas, los sociólogos, etc?.
ML: Son importantes porque les permiten agarrar unas estructuras concep-
tuales, sin que tengan que entender el concepto por dentro sino saber que con
esa clase de formulaciones pueden traducir su lenguaje práctico a un lenguaje
simbólico. Les da la maquinaria, pero no tienen por qué ser expertos en desa-
rrollar ese lenguaje simbólico.
JA: Pero uno podría decir que sin matemáticas no hay ingeniería
JA: Pero fíjese que la matemática incide de una manera muy clara en la elabo-
ración de muchos conceptos de la ciencia. El ingeniero debería entender mas o
menos bien cómo contribuye la matemática a la formación de ciertos conceptos
de la física, de la ingeniería, etc.
ML: Sí. Tiene que saber la relación entre los conceptos abstractos que construye
la matemática o los modelos abstractos de la matemática y la forma como esos
modelos abstractos se aplican a nuestra experiencia espacio-temporal. Pero el
ingeniero no tiene por qué saber cuáles les son los principios últimos sobre los
que están basadas las posibilidades de construir esos modelos abstractos. Esos
ya son los fundamentos de las matemáticas y escasamente empiezan a aparecer
a fines del siglo XIX con Frege, Husserl, Russell y Hilbert.
ML: Enorme. Cuando yo empecé a estudiar la filosofía del siglo XVIII observé
que en ese siglo se dieron cuenta de que hay que entender la construcción de
los modelos matemáticos y saber por qué esos modelos matemáticos se aplican
a la naturaleza. Ese es el gran problema de la filosofía del conocimiento, que
encuentra su punto culminante en Kant. A pesar de que Kant ha sido entendido
muy mal, inclusive en Alemania, porque usó un vocabulario muy abstracto.
Kant se plantea el origen último del problema: ¿Cómo son posibles los juicios
matemáticos, y por qué se pueden aplicar a la naturaleza? Desarrolla toda una
teoría de cómo la mente es la que crea esos conceptos y la que hace posible esas
aplicaciones. Por eso se llama Crítica de la Razón Pura, porque es el estudio
de cómo la mente logra aplicar esos conceptos.
ML: Yo creo que no son consideraciones estéticas sino el origen de las matemáti-
cas, tal como ellas se desarrollan. Las matemáticas son unas reglas como con
las del ajedrez o como las que se usan en cualquier juego. De lo que se trata
es de aprender a construir sistemas abstractos y después viene la pregunta y
por qué, y cómo sabemos a qué tipo de realidades son aplicables esos modelos
abstractos.
JA: Pero entonces, ¿ por qué diría usted que la consideración estética no puede
ser la fundamental en la creación de las matemáticas?
JA: Sin embargo Horváth decía que la inmensa mayoría de quienes se hacían
matemáticos -en realidad él decía que todos- llegaban a la matemática no
porque ellas fueran útiles sino por razones estéticas.
ML: Yo tendría que preguntar qué quiere decir por razones estéticas ...¡Ah!,
que les produce un placer.
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JA: Que era por la belleza de las matemáticas que los matemáticos se hacían
matemáticos, por decirlo así. Que aún aquellos que decían que estudiaban
matemáticas porque eran importantes para la vida diaria o para las aplicaciones,
en el fondo estudiaban matemáticas por razones estéticas.
ML: En ese sentido estoy de acuerdo con Horváth. Pero ese elemento estético
es el mismo que usted encuentra en el ajedrez, es la satisfacción de ver el papel
positivo de la mente. La explicación para mí es ésta. Antes de los siglos siglo
XVI y XVII y aún hoy, dentro de las escuelas del realismo, se cree que la mente
es una magnitud o una propiedad pasiva del espíritu, Que la mente solo absorbe
lo que le viene a través de los sentidos. El siglo XVI descubre que la mente es
una función esencialmente creativa, que la mente crea la geometría, que la mente
crea las disquisiciones aritméticas, que la mente crea lo modelos astronómicos.
Ese es, para mí, el castillo que suelta la revolución científica, que la mente no es
una propiedad pasiva, sino una propiedad esencialmente activa y constructiva.
JA: Tal vez se podrían conciliar las dos posiciones diciendo que, si bien los
matemáticos se pueden hacer matemáticos por consideraciones estéticas, éstas
posturas son totalmente individuales y subjetivas, pero la matemática se desa-
rrolla no tanto por su valor estético en la cultura sino por su valor objetivo en
términos de la construcción de un conocimiento científico-técnico.
ML: Hay otra teoría que me explicaba un amigo norteamericano, a quien con-
sidero un hombre muy sagaz y muy inteligente. Refiriéndose a los grandes físicos
de nuestra época, me decía: Los tipos estudian matemáticas y física porque no
son capaces de tratar los problemas humanos que vienen de la otras raíces de
la conducta humana...
ML: Esa gente, decía él, logra aislarse de los problemas prácticos, de los con-
flictos humanos y busca la manera de dominar los fenómenos de la naturaleza,
para lo cual la mente esta altamente capacitada. Y creo que tiene razón.
JA: ¿Pero usted cuando se interesó por la matemática, fue por razones estéticas
o por qué?
JA: Una pregunta última que se me había olvidado, pero que nos saca de estas
consideraciones de tipo filosófico. Hay algo que no he entendido de la Universi-
dad de los Andes. Habiendo sido inspirada en un modelo norteamericano, ¿por
qué ha tenido hasta muy recientemente un vacío en lo que se refiere a la carrera
profesoral? No ha tenido un escalafón profesoral. ¿Por qué ese vacío?
JA: Pero a la vez eso también puede constituir un aspecto negativo en términos
de falta de oportunidades y de estimulo al desarrollo profesoral.
ML: Usted tiene toda la razón, y por eso ya ese problema lo ha manejado la
Universidad. Mi planteamiento inicial era que se llegaba a ser profesor porque
se estaba muy contento de ser profesor y la Universidad era la más interesada
en tener a la gente que servía con vocación profesoral. No estaba interesada
en personas que simplemente se instalaban como profesores como una forma de
empleo. Se esperaba un élan creativo y ése lo daba Horváth y lo daba Yerly, lo
daba Valero4 y lo daba el profesor japonés Uehara.
JA: Bueno, profesor Laserna. Le agradezco mucho haber concedido esta entre-
vista a Matemáticas: Enseñanza Universitaria.
4E1 profesor Michel Valero contratado por el profesor Laserna en París. A finales